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LECCIÓN 3 Penal Especial

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LECCIÓN 3: LAS LESIONES

El Título III comprende los arts. 147 a 156 quinquies CP, referidos a:

- lesiones comunes y maltrato de obra sin lesión (art. 147)


- lesiones agravadas (art. 148)
- lesiones especialmente graves (art. 149)
- lesiones no tan graves (art. 150)
- lesiones por imprudencia grave y profesional y menos grave (art. 152)
- lesiones por imprudencia grave y profesional agravadas (152 bis)
- violencia familiar con lesiones constitutivas de delito leve y sin lesiones (art. 153)
- riña tumultuaria (art. 154)
- efectos del consentimiento en los delitos de lesiones (art. 155)
- consentimiento como eximente en las intervenciones médicas (art. 156)
- tráfico ilegal de órganos humanos ajenos o su trasplante (art. 156 bis)
- distribución y difusión de información destinada a la autolesión de menores y personas discapacitadas (art.
156 ter)
- medida de libertad vigilada (art. 156 quater)
- inhabilitación especial (art. 156 quinquies)
1. TIPO BÁSICO
El tipo básico de las lesiones se contempla en el art. 147.1 CP donde se castiga a quien «por cualquier medio o
procedimiento, causare a otro una lesión que menoscabe su integridad corporal o su salud física o mental (...) siempre que
la lesión requiera objetivamente para su sanidad, además de una primera asistencia facultativa, tratamiento médico o
quirúrgico». Se prevé la pena de prisión de tres meses a tres años o multa de seis a doce meses.
Es necesario que la lesión suponga menoscabo para la integridad o la salud física o mental, y que requiera para su
sanidad un tratamiento médico o quirúrgico después de una primera asistencia facultativa. No se exige que el
sujeto haya sido sometido a un tratamiento médico o quirúrgico, sino que este resulte necesario.
Dentro del menoscabo a la integridad corporal o la salud física o mental, cabe la posibilidad de ocasionar una lesión
mental de forma directa sin que haya existido una previa agresión corporal. Así, en los arts. 153 y 173 se prevé la
violencia psíquica.
La STS 1 marzo 2018 contempla un supuesto de lesiones psíquicas: Se trata del asesinato «de la madre de dos niñas de 6
y 10 años de edad realizado en presencia de éstas y abandonando el acusado el lugar dejando a las menores en presencia
del cadáver de su madre desplomado en el suelo y envuelta en un charco de sangre... el hecho se produjo en el domicilio
de las menores, aprovechando el acusado...que la hora en que se produjo no se encontraría en el domicilio el esposo de la
víctima que pudiera ayudar a ésta... Las dos menores han necesitado tratamiento psicoterapéutico especializado, por haber
sufrido:
▪ síndrome de estrés postraumático agudo como reacción inmediatamente emocional, posterior al trauma que se
corresponde con un shock, funcionalmente incapacitante y de duración breve.
▪ Ambas sufrieron un trastorno por estrés postraumático: pesadillas y flashbacks...
Las secuelas padecidas por las menores tienen carácter definitivo de por el asesinato se le condenó por dos delitos de
lesiones psíquicas del art. 147 en relación con el 148.3° CP.
Algunos términos como «asistencia», «tratamiento médico» o «quirúrgico» obedecen a una concepción médica y no
jurídica. En este sentido, la referencia objetivamente supone que la lesión requiera, en efecto, además de la primera
asistencia facultativa (Asistencia facultativa supone el primer contacto que el lesionado tiene con el médico), un
tratamiento médico o quirúrgico (aquella actuación posterior a la primera asistencia facultativa, que se dirige a causar
la sanidad de las lesiones, proceso diferente al de la primera asistencia). Así, se evita que pueda considerarse como delito
la asistencia facultativa innecesaria y el posterior tratamiento quirúrgico para que sanen las lesiones.
No resultando estrictamente necesario el tratamiento médico o quirúrgico, no ubicaría la acción en el tipo penal básico de
lesiones. En caso de suscitarse dudas acerca de la necesidad del tratamiento médico o quirúrgico, debe acudirse al
principio «in dubio pro-reo».
Menoscabo equivale a «deterioro» de la integridad corporal o salud física o mental.
El tratamiento médico puede encomendarse a personal sanitario, e incluso al propio paciente. El mero diagnóstico o la
prevención médica no formarían parte del tratamiento médico (Un error en el diagnóstico puede llevar a un tratamiento
médico que no era necesario).
Ejemplo: un traumatismo craneoencefálico en el que resulta preciso mantener en observación al paciente durante varias
semanas, sin la práctica de ningún tipo de tratamiento.
Según la STS de 26 enero 2016 (Tol5.632.806), «es indiferente que tal actividad posterior la realice el propio médico o la
encomiende a auxiliares, también cuando se imponga la misma al paciente, por la prescripción de fármacos o por la
fijación de comportamientos a seguir (dietas, rehabilitación, etc.)».
El inciso final del art. 147.1 CP dispone que «la simple vigilancia o seguimiento facultativo del curso de la lesión no se
considerará tratamiento médico».
El tratamiento quirúrgico, se refiere a la cirugía, la cual tiene por objeto restablecer o corregir, por medio de
operaciones instrumentales, cualquier alteración funcional u orgánica causada por una lesión.
En este sentido, según la STS cit. de 26 enero 2016 «el tratamiento quirúrgico es aquel que, por medio de la cirugía, tiene
la finalidad de curar una enfermedad a través de operaciones de esta naturaleza, cualquiera que sea su importancia:
cirugía mayor o menor, incluyendo distintas actuaciones (diagnóstico, asistencia preparatoria ex ante, exploración
quirúrgica, recuperación ex post, debido a su capacidad, etc.)».
Entre la acción y el resultado es necesario que tenga lugar una relación de causalidad, sin la cual no habrá delito de
lesiones.
Las lesiones pueden consumarse por dolo directo, dolo eventual, así como por imprudencia, en los supuestos en que
proceda. Pueden surgir problemas de interpretación en materia de prueba, para conocer si quien causó unas lesiones lo
que pretendía era conseguir la muerte (animus necandi) o sólo lesionar (animus laedendi), y viceversa.
Lo determinante será la voluntad del sujeto, su intención, aunque finalmente el resultado sea el contrario del pretendido.
Es posible apreciar las siguientes causas de justificación: legítima defensa, estado de necesidad, cumplimiento del deber
y ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo.
En cuanto a las formas de ejecución, aunque resulta posible, no es fácil encontrar supuestos de tentativa. También es
posible la comisión por omisión.
Finalmente, se plantea concurso de leyes o delitos en los supuestos en los que el sujeto quiere lesionar, pero ocasiona la
muerte, y a la inversa. Ante los problemas que se plantean en este tipo de concursos debería apreciarse un concurso ideal
de delitos.
El concurso real es factible, condenándose separadamente el delito de lesiones y los demás que concurran. En el Código
se especifican supuestos concretos de concurso real. Ejemplo: en delitos contra la integridad moral (art. 177), estragos
(art. 346) o desórdenes públicos (art. 557).

1.1 Lesiones que no causen menoscabo a la integridad corporal o salud física o mental
Se castiga en el art. 147.2 CP al «que, por cualquier medio o procedimiento causare a otro una lesión no incluida en el
apartado anterior». Se prevé la pena de multa de uno a tres meses.

1.2 Malos tratos de obra


Se castiga en el art. 147.3 CP al «que golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión». Se prevé la pena de multa
de uno a dos meses. En estos supuestos tampoco se produce un menoscabo a la integridad corporal o la salud física o
mental.

1.3Perseguibilidad
Dispone el art. 147.4 CP que «los delitos previstos en los dos apartados anteriores sólo serán perseguibles mediante
denuncia de la persona agraviada o de su representante legal»

2. SUPUESTOS AGRAVADOS
El delito de lesiones agravadas exige la concurrencia de los elementos objetivo (existencia de un daño a la víctima
subsumible en alguno de los tipos penales) y subjetivo (dolo de lesionar o animus laedendi) que se establecen
jurisprudencialmente para el delito de lesiones básico del art. 147.1 CP.
Según el párrafo primero del art. 148 CP «las lesiones previstas en el apartado 1 del artículo anterior podrán ser
castigadas... atendiendo al resultado causado o riesgo producido...». Se prevé la pena de prisión de dos a cinco años.
Puede apreciarse que la agravación es facultativa, atendiendo al resultado causado o riesgo producido.
A continuación, se exponen los supuestos agravados:
1.° Uso de armas u otros medios peligrosos. Dispone el art. 148.1.° CP que «si en la agresión se hubieren utilizado armas,
instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida o salud, física o psíquica, del
lesionado».
La jurisprudencia ha establecido que por armas debe entenderse las de fuego y las armas blancas (automóvil, barras de
hierro, bastones, bate de béisbol, botellas, cuchillos, hachas, navajas, palos, piedras, ramas de ár-boles, sillas, taburetes,
tijeras, varas, vasos de cristal, etc.), fijando como criterio común a todas ellas, el aumento de la capacidad lesiva del
agente.
En cuanto a los instrumentos peligrosos, la agravación entrará en juego cuando concurran una serie de circunstancias
objetivas y subjetivas que pongan de manifiesto de manera inequívoca el propósito del autor de convertir un instrumento
inicialmente inespecífico en algo real y objetivamente peligroso para la vida o la salud del lesionado, según las SSTS de 8
de octubre de 2003 (Tol332.194) y 28 de abril de 2004 (Tol420.837).
2.° Si hubiere mediado ensañamiento o alevosía» (art. 148. 2.° CP). El ensañamiento ha de entenderse conforme a la
agravante genérica del art. 22.5ª2. CP, y, la alevosía también ha de entenderse conforme a la agravante genérica del art.
22.1* CP. El autor de las lesiones con el ensañamiento persigue de forma intencionada aumentar innecesariamente el
dolor de la víctima; en cuanto a la alevosía, el autor utiliza medios, modos o formas de ejecución que tienden a evitar el
riesgo que para su persona pudiera suponer la defensa del ofendido.
3.° «Si la víctima fuere menor de catorce años o persona con discapacidad necesitada de especial protección» (art. 148.3.°
CP). El mayor desvalor de la acción trae causa del hecho de que se trata de un sujeto pasivo especialmente indefenso; el
dolo del autor debe abarcar estas circunstancias y el mismo puede invocar la concurrencia de error sobre las mismas.
4.° «Si la víctima fuere o hubiere sido esposa, o mujer que estuviere o hubiere estado ligada al autor por una análoga
relación de afectividad, aun sin convivencia» (art. 148.4.°). Debe tenerse encuenta la Ley 13/2005, de 1 de julio, que
reconoce el matrimonio homosexual; y para la aplicación de esta agravante no se requiere la más mínima conexión entre
las lesiones y la dependencia de la mujer frente al varón, bastando el sexo y la relación matrimonial o de afinidad
análoga.
5.° «Si la víctima fuera una persona especialmente vulnerable que conviva con el autor» (art. 148.5.°). La cuestión de la
vulnerabilidad se contempla en el art. 173.2 que se ocupa de la violencia en el ámbito doméstico. También en el art. 171.4.
En estos supuestos, se prevé la pena de prisión de dos a cinco años.
En relación con el concurso delitos, puede haber concurso ideal entre los supuestos agravados de delitos de lesiones y
agresión sexual, a resolver de conformidad con lo establecido en el art. 77 CP. Y en cuanto al concurso normas, puede
existir concurso normativo entre los supuestos agravados de delitos de lesiones y agresión sexual con base en el art. 8 CP,
cuando con la aplicación de un solo precepto penal queda totalmente cubierta la total significación antijurídica de la
conducta punible. En este sentido, señala la STS de 10 de octubre de 2003 (TOL 322.294) que, "entre los delitos de
lesiones del art. 148.1 y 150 CP habrá de aplicarse la regla 4ª del art. 8 que algunos llaman de alternatividad o
subsidiariedad impropia, en virtud de la cual ha de preferirse, entre las leyes en concurso, el precepto penal más grave,
que en el caso presente es el art. 150 CP".

3. PÉRDIDA O INUTILIDAD DE ÓRGANOS O MIEMBROS CORPORALES


Vemos aquí los arts. 149 y 150 CP, que versan sobre las lesiones agravadas por la producción de un resultado
especialmente grave, siempre que dicho resultado sea imputable objetivamente a la conducta lesiva y esté
abarcado, al menos, por dolo eventual.
3.1 Pérdida o inutilidad de órgano o miembro principal
Se castiga en el art. 149.1 CP y se prevé la pena de prisión de 6 a 12 años. La conducta típica del delito será causar a otro,
por cualquier medio o procedimiento, la pérdida o inutilidad de un órgano o miembro principal. Este tipo requiere dolo
directo o eventual, no cabe la imprudencia.
Cabe especificar que, aunque coloquialmente “pérdida” se equipara a inutilización, penalmente la equiparamos a
desaparición, es decir, la entendemos como la separación del órgano o miembro del cuerpo de la víctima. Mientras que
“inutilización” equivaldría a dejar sin función al órgano o miembro de que se trate, pero siguiendo éste unido al cuerpo de
la víctima.
Según la jurisprudencia del TS, la pérdida del miembro principal; entendido como toda extremidad u órgano externo o
interno del cuerpo humano que tenga actividad funcional independiente y relevante para el normal desenvolvimiento del
individuo (brazos, ojos, testículos, lengua…), se produce cuando éste falta no sólo anatómicamente, sino también
funcionalmente, es decir, lo relevante aquí es la pérdida de funcionalidad del órgano o miembro, bastando un menoscabo
sustancial definitivo. Serán, por ejemplo, un ojo, riñón, mano, rodilla, estómago…

3.2 Pérdida o inutilidad de un sentido


Se castiga en el mismo artículo que la pérdida o inutilidad de órgano principal; en el 149.1 CP y, por tanto, se prevé la
misma pena; prisión de 6 a 12 años.
Se hace referencia a cualquiera de los sentidos en el CP, sin embargo, cabe concretar que en relación a la vista, no se
exige la pérdida total, sino que bastaría con una debilitación tal que a la víctima le resulte inservible. En esta línea estima
la jurisprudencia que la pérdida de visión en un 95% se equipara con la pérdida de un miembro principal, pues supone un
menoscabo sustancial definitivo y es relevante para el normal desenvolvimiento de la víctima. Por su parte, tampoco se
exige la pérdida total del oído, y no se extingue la conducta delictiva si la debilitación del mismo se pudiese paliar con un
aparato auditivo.
3.3 Grave enfermedad somática o psíquica
Es otra de las conductas típicas que engloba este delito (art. 149.1 CP), por lo que la pena también será de prisión de 6 a
12 años.
En este caso cabe distinguir entre “enfermedad somática” que será toda aquella que afecta a la salud del cuerpo humano,
que altera o desvía el estado fisiológico de alguna parte del cuerpo. Por ejemplo, la transmisión voluntaria del SIDA
anteriormente era imputable a un delito contra la salud pública, pero desde la entrada en vigor del CP de 1995 y por cómo
ha ido tratando la jurisprudencia esta conducta, se condenará por lesiones al sujeto seropositivo que voluntariamente
transmita la enfermedad sin poner en conocimiento de la víctima (por lo que ésta no ha podido consentir la puesta en
peligro) que es portador antes de la relación sexual. (Vemos un caso así en la STS 1218/2011).
Por su lado, la enfermedad psíquica debe ser diagnosticada por un médico especialista, dado que afecta a lo anímico y
mental.

3.4 Impotencia o esterilidad


Es necesario para la consumación del delito que se haya producido la impotencia o esterilidad, ya que nos encontramos
ante un delito de resultado. Cabe la tentativa, ya que es posible que el sujeto activo haya realizado los actos necesarios
para la consumación, pero finalmente no se haya producido el resultado pretendido.
Penológicamente, también se tipifica en el art. 149.1 CP y se castiga con prisión de 6 a 12 años.
La jurisprudencia define aquí la “impotencia” como la incapacidad para realizar el acto sexual, tanto en hombre como en
mujer, lo que claramente supone la imposibilidad de engendrar (de manera natural), y, cabe decir que el delito no se
extingue por el hecho de que se pueda engendrar haciendo uso de técnicas de reproducción asistida (al igual que pasaba
con el oído y los aparatos auditivos).
En cuanto a la esterilidad, es la falta de aptitud para concebir en la mujer y para fecundar en el hombre y cabe la
posibilidad de que sea temporal o definitiva, pero el delito se consuma cuando se produce la misma, con independencia
de que posteriormente sea recuperable por intervención quirúrgica.

3.5 Deformidades
La jurisprudencia define la deformidad como “toda irregularidad física, visible y permanente que suponga la
desfiguración o fealdad ostensible a simple vista”
Distinguimos:
a) Deformidad grave:
La diferencia entre la simple deformidad, que es una alteración estética que no afecta a la capacidad funcional de los
órganos o partes afectadas y la deformidad grave, se encuentra en que esta sí tiene repercusiones a nivel funcional que
hacen gravoso el desempeño de funciones esenciales para el desenvolvimiento del individuo.
La consumación se da por la producción de la deformidad, siendo irrelevante que esta pueda eliminarse por cualquier
operación de cirugía o por la utilización de una prótesis. Corresponderá valorar a la jurisprudencia si la deformidad es
grave
b) Deformidad que no sea grave:
Se contempla en el art. 150 CP y se castiga con pena de prisión de 3 a 6 años.
La diferencia con la anterior deformidad del 149 CP estriba en que esta, la del 150, no afecta a la actividad funcional de
los órganos o partes afectadas de forma intensa, constituyendo sólo una variación de la configuración natural del cuerpo
producida por la agresión en cuestión.

3.6 Mutilación genital


Se prevé la pena de prisión de 6 a 12 meses según el art. 149.2 CP al que causare a otro una mutilación genital en
cualquiera de sus manifestaciones.
Encontramos un supuesto agravado para los casos en que la víctima fuera menor o persona con discapacidad necesitada
de especial protección, en el que además de la pena establecida por el tipo básico, será aplicable la pena de inhabilitación
especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela guarda o acogimiento por tiempo de 4 a 10 años si el juez lo
estima adecuado para el interés de la víctima. Esta pena tiene su fundamento en que en la mayoría de los casos son los
propios padres o familiares directos de la víctima quienes obligan a someterse a la misma a la ablación por razones
religiosas o culturales y, por lo tanto, se requiere de mayor protección.
La mutilación genital femenina es entendida por la jurisprudencia como la remoción total o parcial de los genitales
femeninos. Esta podría referirse a la cliteridectomía (corte del clítoris), la excisión (remoción del labium menor) o la
infibulación (remoción del clítoris, labia y su cierre con sutura).
El problema de este precepto del CP será determinar todas las manifestaciones posibles de mutilación genital a las que
hace referencia, así como fijar si el hecho concreto da lugar a unas lesiones o a una mutilación.

3.7 Pérdida o inutilidad de órgano o miembro no principal


Se castiga en el art. 150 CP al que causare a otro la pérdida o inutilidad de un órgano o miembro no principal con la pena
de 3 a 6 años. Este artículo es un complemento residual del art. 149.
Así, es considerado como órgano no principal según la jurisprudencia aquel que, gozando en principio de las mismas
condiciones que un órgano principal, no posea autonomía por encontrarse al servicio de otros miembros u órganos
principales y, por tanto, que no sea plenamente indispensable para la vida o la salud del individuo, pero que a
consecuencia de la conducta típica no pueda la víctima realizar plenamente su actividad por suponer una pérdida o
minusvalía anatómico-fisiológica. Por ejemplo, serán la falange de un dedo, un diente…

4. ACTOS PREPARATORIOS
A grandes rasgos, entendemos que existe proposición cuando el que ha resuelto cometer un delito invita a otra u otras
personas a ejecutarlo, provocación cuando se incita de palabra, por escrito o impreso, u otro medio de posible eficacia, a
la perpetración de cualquier delito y, por último, la conspiración se da en el caso en que dos o más personas concierten la
ejecución de un delito y resuelvan ejecutarlo, siendo un elemento fundamental que se tome una resolución firme de
ejecución, sin que sea preciso que ésta sea llevada a cabo por todos los que conspiraron.
En el art. 151 CP se castiga con la pena inferior en uno o dos grados a la del delito correspondiente por la provocación,
conspiración y proposición para cometer los delitos de los artículos precedentes.

5. LESIONES POR IMPRUDENCIA.


5.1 Lesiones por imprudencia grave.
El art. 152 CP castiga al "que por imprudencia grave causare alguna de las lesiones previstas en los artículos anteriores
será castigado, en atención al riesgo creado y el resultado producido".
¿Qué condenas hay?
- En este caso, se prevé pena de prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 18 meses, si se trata de las lesiones del apartado 1
del art. 147.1.
- Se prevé, por otro lado, prisión de 1 a 3 años si se trata de las lesiones del art. 149.
- Y, por último, se prevé prisión de 6 meses a 2 años si se trata de las lesiones del art. 150.
En los tipos previstos en los arts, 147.1, 149 y 150 CP, se contempla la imprudencia grave.
¿En qué consiste? En la omisión de las cautelas que hubiera observado un ciudadano medio. A su vez, debe existir una
relación de causalidad entre la conducta del sujeto activo y la lesión ocasionada.
– Analizando el art. 152 CP, podemos observar:
a) En el párrafo segundo del art. 152. 1, se contempla la imprudencia grave cuando * los hechos referidos en este artículo
se hayan cometido utilizando un veículo a motor, o un ciclomotor".
En este caso, se prevé tanto la pena que corresponda para cada uno de los supuestos previstos en el art. 152.1 CP, como la
privación del derecho a conducir veículos a motor y ciclomotores de 1 a 4 años.
Cuando la imprudencia se cometa utilizando veículos a motor o ciclomotor "se imputará en todo caso como imprudencia
grave la conducción en la que la concurrencia de alguna de las circunstancias previstas en el artículo 379 determinara la
producción del hecho".
b) Imprudencia con armas de fuego. En el tercer párrafo del art. 152. 1 CP se castigan los supuetsos en los que "las
lesiones se hubieran causado utilizando un arma de fuego".
Para este caso, se prevé la pena que corresponda para cada uno de los supuestos previstos en el art. 152.1 CP, además de
la privación del derecho al porte o tenencia de armas por un tiempo de 1 a 4 años.

c) Imprudencia profesional. En el cuarto párrafo del art. 152. 1 CP se castigan los supuestos en los que "las lesiones
hubieran sido cometidas por imprudencia profesional".
Para este caso, se prevé la pena correspondiente para los supuestos previstos en el art. 152.1 CP, además de la
inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un período de 6 meses a 4 años.
Para que tenga lugar la imprudencia profesional tienen que haber sido omitidas gravemente las normas técnicas que son
exclusivas de la lex artis de una profesión. La jurisprudencia distingue entre :
1. La imprudencia profesional: culpa profesional propia que engloba la impericia profesional por no adquisición de los
conocimientos preciso en su origen o actualizados, o por dejación inexcusable de los presupuestos de la lex artis de su
profesion.
2. La imprudencia del profesional: culpa del profesional, imprudencia o negligencia comunes cometidas por el
profesional en el ejercicio de su arte.
Es importante destacar que la imprudencia profesional aparece en aquellos casos en que se han omitido los conocimientos
específicos que solo tiene el sujeto por su especial formación, mientas que los particulares no tienen ese deber especial
porque carecen de conocimientos para actuar en el campo de los profesionales. Ejemplos de esta imprudencia:
conductores profesionales de vehículos a motor, agentes de la autoridad que manejan armas de fuego, personal sanitario
en el ejercicio de la medicina, etc.

5.2 Lesiones por imprudencia menos grave.


En el primer párrafo del art. 152.2 CP se castiga al que por imprudencia menos grave causare alguna de las lesiones a que
se refiere el art. 147.1 CP.
Analizando el art. 152. 2 CP podemos observar:
– En el primer párrafo se regulan las penas.
- Pena de multa de 1 a 2 meses, si se trata de las lesiones del art. 147.1 CP
- Pena de multa de 3 a 12 meses, si se trata de las lesiones del art. 149 y 150 CP.
– En el segundo párrafo se contempla la comisión de los hechos utilizando vehículos a motor o ciclomotor. En este caso,
se impondrá además la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor o cliomotores de 3 a 18 meses.
- Sobre los supuestos específicos de imprudencia menos grave, el párrafo segundo del art. 152.2 CP dispone que cuando
la imprudencia se comete utilizando un vehículo a motor o ciclomotor *Se reputará en todo caso como imprudencia
menos grave aquella no calificada como grave en la que para la producción del hecho haya sido determinante la comisión
de algunas de las infracciones graves de ellas normas de tráfico, circulación de vehículos y seguridad vial. La valoración
sobre la existencia o no de la determinación deberá apreciarse en resolución motivada.
- Según lo expuesto, nos encontramos ante una norma penal en blanco ya que debemos recurrir a la legislación sobre
seguridad vial para conocer cuáles son las infracciones graves.
– En el tercer párrafo se castiga las lesiones por imprudencia menos grave "cuando se hubieran causado utilizando un
arma de fuego'. En este caso, se prevé la pena de multa de 3 meses a 1 año. Se podrá imponer, de forma optativa, también
la pena de privación del derecho al porte o tenencia de armas por tiempo de 3 meses a 1 año.
– Se contempla la perseguibilidad profesional, a disponer el último párrafo del art. 152.2 CP que *el delito previsto en
este apartado sólo será perseguible mediante denuncia de la persona agraviada o de su representante legal:

5.3 Supuestos agravados en lesiones por imprudencia grave.


El art. 152 bis CP dispone que "en los casos previstos en el número 1 del articulo anterior, el juez o tribunal podrá
imponer motivadamente la pena superior en grado, en la extensión que estime conveniente, sie le hecho revistiere notoria
gravedad en atención a la singular entidad y relevancia del riesgo creado y del deber normativo de cuidado infringido, y
hubiere provocado lesiones constitutivas de delito del artículo 152.1.2° o 3° a una pluralidad de personas, y en dos grados
si el número de lesionados fuere elevado.
La elevación de la pena no es automático, sino que será una facultad del juez o tribunal sentenciador. Además, solo tendrá
lugar para los casos en que “el hecho revistiere notoria gravedad, en atención a la "entidad y relevancia del riesgo creado
y del deber normativo del cuidado infringido".
-> Puede apreciarse que estos supuestos agravados solo tienen cabida en el caso de imprudencia grave, pero nunca en
casos de imprudencia menos grave.

6. VIOLENCIA DOMÉSTICA.
6.1 Concepto.
En el año 2004, la LO 1/2004 sobre Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, modificó, entre otros,
los arts. 163, 171 y 173 CP.
En el caso del art. 153 CP, es más correcto hablar de violencia doméstica.
La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, sobre Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
En su exposición de motivos apuntaba que La violencia de genero no es un problema que afecte al ámbito privado. Al
contrario, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una
violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de
los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión*. Este texto hay que interpretarlo en el sentido en de
que la violencia se ejerce por el varón por el mero hecho de considerar a la mujer por su condición de tal y carente de una
serie de derechos; cuando no sea así, no debe aplicarse las modificaciones que introducen en los arts. 153.171 y 172,
incluso el supuesto agravado de lesiones del art. 148.4°
Esto último queda expuesto en el art. 1 de la misma ley.
En nuestro Código Penal, la violencia de género queda establecida en el art. 153.1, donde se castiga al "que por cualquier
medio o procedimiento causare a otro menoscabo psíquico o una lesión de menor gravedad de las previstas en el apartado
2 del art. 127, o golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o
mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o persona
especialmente vulnerable que conviva con el autor".
Para este caso, se prevé la pena de prisión de 6 meses a 1 año, o de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días.
En todo caso, privación del derecho a la tenencia de y porte de armas de 1 y 1 día a 3 años, así como, cuando el Juez o
Tribunal así lo estime adecuado al interés del menor o persona con discapacidad necesitada de especial protección, la
inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta 5 años.
Caracteres del delito de violencia de género y de violencia doméstica
– Son delitos pluriofensivos, en los que el bien jurídico protegido (además del ámbito familiar) es la integridad personal,
la dignidad de la persona y el libre desarrollo de la personalidad que tiene su consecuencia en los derechos a la vida,
integridad física y moral y seguridad, quedando tambien afectados principios rectores de la política social y económica,
como la protección de la familia y la infancia y la protección integral de los hijos.
– El delito de violencia de género es un delito especial, que solo pueden cometer los hombres.
– El delito de violencia doméstica es un delito de resultado, tal y como sostiene la jurisprudencia.
Esto se puede extraer del art. 544 bis LECrim, que establece unas medidas cautelares para los casos en los que se
investigue un delito de violencia doméstica, el juez o tribunal podrá, siempre de forma motivada, imponer al inculpado la
prohibición de aproximación a la víctima menor a la que estime el Juez o Tribunal y prohibición de comunicación por
cualquier medio y, a su vez, la prohibición de acudir a determinados lugares, barrios, municipios, provincias u otras
entidades locales, o Comunidades Autónomas. Para la adopción de estas medidas se tendrá en cuenta la situación
económica del inculpado y los requerimientos de su salud, situación familiar y actividad laboral. El Juez de Instrucción
dictará "orden de protección" para las víctimas de violencia doméstica en los casos en que, existiendo indicios fundados
de la comisión de un delito contra la vida, integridad física o moral, libertad sexual, libertad o seguridad de alguna de las
personas mencionadas en el art. 173.2 CP, resulte una situación objetiva de riesgo para la víctima que requiera la
adopción de alguna de las medidas de protección reguladas en el art. 544 ter LECrim, que recoge también medidas civiles
previstas en el art. 158 CC (principalmente la guarda de custodia, régimen de visitas o la pensión de alimentos, en el caso
de haber menores), que cuentan con una vigencia de 30 días. No obstante esto, la "orden de protección" suele darse para
casos de violencia de género.
En cuanto al concurso de delitos, cabe concurso ideal entre los delitos de homicidio en grado de tentativa del art. 138 CP
y aborto del art. 144 CP, cuando la víctima es la esposa o mujer que esté o haya estado ligada al sujeto activo por análoga
relación de afectividad, aun sin convivencia, a resolver de conformidad con lo establecido en el art. 77 CP.

Por último, en relación con el concurso de normas, el delito de violencia doméstica no absorbe o consume las lesiones
psíquicas sufridas por la víctima; el art. 173 CP es algo distinto de los concretos actos de violencia aisladamente
considerados, que pueden subsumirse en un delito de violencia del art. 153 CP. Entre los delitos de lesiones y de
violencia doméstica puede existir concurso de normas, debiendo aplicarse la 4ª regla del art. 8 CP, que algunos
denominan de alternatividad o subsidiariedad impropia. En virtud de la regla mencionada, ha de preferirse entre las leyes
en concurso, el precepto penal más grave, que en el caso presente es el de lesiones, si bien con la agravante genérica de
parentesco contemplada en el art. 23 CP.

6.2 Supuestos atenuados


Encontramos dos supuestos:
– Para el caso de que se produzca un menoscabo psíquico o una lesión de menor gravedad, o golpeare o maltratare de
obra a otro sin causarle lesión,establece el apartado 2 del art. 153CP una atenuante: "si la victima del delito previsto en el
apartado anterior fuere alguna de las personas a que se refiere el articulo 173.2, exceptuadas las personas contempladas en
el apartado anterior de este articulo".
Esto es, la victima debe ceñirse al elenco de los ascendientes, descendientes, hermanos y otras personas integradas en el
núcleo familiar, así como determinadas personas sometidas a custodia o guarda en centros públicos o privados. La
agravante de parentesco del art. 23 CP no puede concurrir en los delitos de violencia familiar por ser inherente a estos
tipos, con base en el art. 67CP.
Sobre la condena: se prevé la pena de prisión de 3 meses a 1 año, o de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80
días, y en todo caso, privación del derecho al porte o a la tenencia de armas de 1 y 1 día a 3 años, así como, siempre que
el Juez o Tribunal lo considere adecuado para el menor o para la persona con discapacidad que precisa de especial
protección, la inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento de 6 meses a 3
años.
– El art. 153.4 CP dispone que "no obstante lo previsto en los apartados anteriores, el juez o el tribunal razonándolo en
sentencia, en atención a las circunstancias personales del autor y las concurrentes en la realización del hecho, podrá
imponer la pena inferior en grado".

6.3 Supuesto agravado


El art. 153.3 CP establece que "las penas previstas en los apartados 1 y 2 se impondrán en su miad superior cuando el
delito se perpetre en presencia de menores, o utilizando armas, o tenga lugar en el domicilio común o en el domicilio de
la victima, o se realiza en quebrantando una pena de las contempladas en el artículo 48 de este Código o una medida
cautelar o de seguridad de la misma naturaleza".
Cuando los hechos se cometan en presencia de menores hay que interpretarlo en el sentido de que éstos han de pertenecer
al núcleo familiar, no si son ajenos como pueden ser amigos o vecinos que en ese momento se encuentran en el lugar de
los hechos. A su vez, es necesario que los menores sean conscientes de los acontecimientos, aunque no los presencien
directamente. En este sentido, los niños de muy corta edad seguramente no se darán cuenta de las cosas, debiendo
realizarse informes psicosociales para determinar así su conocimiento.
El Tribunal Supremo sostiene que <la presencia de los hijos e hijas en episodios de violencia del padre hacia la madre,
supone una experiencia traumática, produciendo la destrucción de las bases de su seguridad, al quedar los menores a
merced de sentimientos de inseguridad, de miedo o permanente preocupación ante la posibilidad de que la experiencia
traumática vuelva a repetirse. Todo lo cual se asocia a una ansiedad que puede llegar a ser paralizante y que desde luego.
Afecta muy negativamente al desarrollo de la personalidad del menor, pues aprende e interioriza los estereotipos de
género, la desigualdad entre los hombres y mujeres, así como la legitimidad del uso de la violencia como medio de
resolver conflictos familiares e interpersonales fuera del ámbito de la familia. (STS 18 abril 2018, (Tol6.577.889)).
7. PARTICIPACIÓN EN RIÑA TUMULTUARIA.
Se castiga en el art. 154 CP por su participación en la riña a «quienes riñeren entre sí, acometiéndose tumultuariamente, y
utilizando medios o instrumentos que pongan en peligro la vida o integridad de las personas». Se prevé la pena de
prisión de tres meses a un año o multa de seis a veinticuatro meses.
En cuanto al bien jurídico podría afirmarse que lo constituye la integridad corporal y la salud de las personas.
Sujeto activo será todo aquel que participa en la riña utilizando algún medio o instrumento peligroso, y quienes no
utilizándolos conocen que otros del grupo si los utilizan.
Y sujeto pasivo serán también los que participan en la riña, aunque pueden serlo personas ajenas -entiéndase personas
que pretenden separar a los que pelean, e incluso personas que por mala fortuna se encuentran en las inmediaciones de la
riña tumultuaria, pudiendo incluso pueden afectar a los agentes de seguridad. Si alguno o algunos de los partícipes en la
riña hubieran planeado previamente aprovechar la situación para causar muerte o lesiones, y lo llevan a cabo, responderán
por estos delitos
Estamos ante un delito de mera actividad que no admite formas imperfectas de ejecución. Así mismo, se trata de un
delito de peligro concreto, ya que afecta a un posible resultado lesivo como consecuencia de que en la riña se emplean
«medios o instrumentos que pongan en peligro la vida o la integridad de las personas».
Las conductas abarcarán no sólo a la participación en la riña, sino a la utilización de medios o instrumentos peligrosos,
bien por el sujeto en sí o bien conociendo que lo hacen otros de su grupo. Es necesario que se haga uso de tales medios,
no siendo suficiente con portarlos, pues así se deduce de la referencia expresa que se hace en el Código a «utilizando».
Los elementos de la riña tumultuaria, según la jurisprudencia del TS (STS de 11 de julio de 2008, (Toll.353.142)), son los
siguientes:
"1º. Que haya una pluralidad de personas que riñan entre sí con agresiones físicas entre varios grupos recíprocamente
enfrentados. Por lo tanto, la agresión personal y directa o, incluso, formando causa común dos sujetos contra un tercero,
no pueden entenderse incluidas en este precepto, sino en los correspondientes de lesiones.
2.° Que en tal riña esos diversos agresores fi-sicos se acometan entre sí de modo tumultuario, esto es, sin que se pueda
precisar quién fue el agresor de cada cual.
3. Que en esa riña tumultuaria haya alguien (o varios) que utilicen medios o instrumentos que pongan en peligro la vida o
integridad de las personas. No es necesario que los utilicen todos los intervinientes.
4.° Así las cosas, concurriendo esos tres elementos son autores de este delito todos los que hubieran participado en la riña.
Ha de entenderse todos los que hubieran participado en el bando de los que hubieran utilizado esos medios peligrosos,
caso de que en alguno de tales bandos nadie los hubiera utilizado. Evidentemente, por exigencias del principio de
culpabilidad, los partícipes que no hubieran usado esos elementos peligrosos tendrán que conocer de alguno o algunos de
su grupo que sí los utilizó (STS de 31 de enero de 2001), bien entendido que cuando se produce el resultado lesivo, tienen
preferencia en su aplicación los arts. 147 y concordantes CP que consumen la ilicitud propia del delito de peligro, aunque
obviamente esta punición por la causación del resultado tiene como condición que se conozca el causante de la lesión".

Como causa de justificación cabe la legítima defensa, aunque la jurisprudencia la niega cuando hay riña mutuamente
aceptada. Piénsese en una riña sin la utilización de instrumentos peligrosos, si la otra parte hace uso de ellos, los
agredidos igualmente pueden utilizar otros semejantes en legítima defensa.
Respecto a las formas de ejecución, la consumación se produce en el momento en que se inicia la contienda y se hace
uso de los medios peligrosos por ambos bandos. Cabría la tentativa en el caso en que no llegaran a iniciarse los actos
tumultuarios por impedirlo la policía o terceros.
En materia de concurso de leyes hay subsidiariedad de la riña tumultuaria en relación con un delito más grave de
lesiones, de homicidio o asesinato, para lo que debe acreditarse al menos un autor conocido; en estos casos no se condena
por la riña, sino por el delito cometido. Por su parte, el art. 148.1 prevé una agravación de las penas «si en la agresión se
hubieren utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida o la
salud, física o psíquica, del lesionado».
Se apreciará concurso real de delitos siempre que tengan lugar dos o más hechos imputables a un mismo autor, que ha de
ser conocido y responderá por varios lesionados o fallecidos.
8. EL CONSENTIMIENTO EN LAS LESIONES
Dispone el art. 155 CP que «en los delitos de lesiones, si ha mediado el consentimiento válida, libre, espontánea y
expresamente emitido del ofendido, se impondrá la pena inferior en uno o dos grados». Se prevé la pena inferior en uno
o dos grados a la que correspondería a la lesión causada de no haber mediado consentimiento.
Por tanto, cuando en los delitos de lesiones (dolosos e imprudentes) hubiera mediado el consentimiento en los términos
referidos (consentimiento válido en el sentido de no ser prestado por menor de edad o in-capaz; consentimiento libre y
espontáneo en el sentido de no estar condicionado por ningún elemento externo; y consentimiento expreso en el sentido
de que no bastan las meras suposiciones), se producirán los efectos atenuantes que determina este precepto.
Las autolesiones son impunes, por lo que la persona que otorga el consentimiento está exenta de toda responsabilidad
criminal. Se castiga la intervención de tercero.

Sujeto activo del delito será el que ejecuta los hechos con el consentimiento de quien resulta lesionado, que será el sujeto
pasivo del correspondiente delito de lesiones.
El consentimiento en este precepto no se concibe como una causa de justificación, sino una mera disminución de la
pena. Este consentimiento ha de ser válido, libre, espontáneo y expresamente emitido por el ofendido, y ha de
otorgarse con anterioridad a la ejecución de las lesiones, o de forma simultánea; si el consentimiento se presta con
posterioridad será irrelevante. Además, téngase en cuenta que el consentimiento podrá ser revocado antes de la ejecución
de los hechos.
Finalmente, establece el párrafo segundo del art. 155 CP que «no será válido el consentimiento otorgado por un menor de
edad o persona con discapacidad necesitada de especial protección. Puede apreciarse que se omite cualquier referencia a
la intervención de representantes legales, lo cual debe interpretarse como un impedimento para que éstos presten el
consentimiento
El consentimiento que no sea válido elimina esta figura privilegiada, respondiendo el autor de un delito por las lesiones
cometidas. La relevancia del consentimiento no exige el conocimiento de este por parte del autor.
Al constituir un elemento que forma parte de la tipicidad, NO cabe plantearse la posibilidad de una tentativa
inidónea.

9. TRASPLANTE DE ÓRGANOS, ESTERILIZACIÓN Y CIRUGÍA TRANSEXUAL


Art 156 CP “No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, el consentimiento válido libre, consciente y expresamente
emitido exime de responsabilidad penal en los supuestos de trasplante de órganos efectuado con arreglo a lo dispuesto en
la ley, esterilizaciones y cirugías transexual realizado por facultativos”.
Se trata de una ley penal en blanco. Interesa aquí la Ley 30/1979, de 27 de octubre, sobre extracción y trasplante de
órganos, y el Real Decreto 1723/2012, de 28 de diciembre, por el que se regulan las actividades de obtención, utilización
clínica y coordinación territorial de los órganos humanos destinados al trasplante y se establece requisitos de calidad y
seguridad. La ley sobre extracción y trasplante de órganos se exige que el donante otorgue el consentimiento.
No será válido el consentimiento prestado por deficientes físicos, discapacitados o por cualquier otra causa que impida
que el mismo sea expreso, libre y consciente. La ley de 14 de noviembre de 2002, básica reguladora de la autonomía del
paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, establece los requisitos en
materia de consentimiento en las intervenciones medicas en el ámbito de la salud.
La imprudencia médica es punible, aunque exista el consentimiento del paciente.
La ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en
materia de información y documentación clínica, establece en su artículo 2 como principios básicos:
– La dignidad de la persona humana, el respeto a la autonomía de su voluntad y a su intimidad orientarán toda la
actividad encaminada a obtener, utilizar, archivar, custodiar y trasmitir la información y la documentación clínica.
– Toda actuación en el ámbito de la sanidad requiere, con carácter general, el previo consentimiento de los pacientes o
usuarios. El consentimiento, que debe obtenerse después de que el paciente reciba una información adecuada, se hará por
escrito en los supuestos previstos por la ley.
– El paciente o usuario tiene derecho a decidir libremente, después de recibir la información adecuada, entre las opciones
clínicas disponibles.
– Toda paciente o usuario tiene derecho a negarse al tratamiento, excepto en los casos determinados por la ley. Su
negativa al tratamiento constara por escrito.
– Los pacientes o usuarios tienen el deber de facilitar los datos sobre su estado físico o sobre su salud de manera leal y
verdadera, así como el de colaborar en su obtención, especialmente cuando sean necesarios por razones de interés pubico
o con motivo de la asistencia sanitaria.
– Todo profesional que interviene en la actividad asistencial está obligado a no solo la correcta prestación de sus técnicas,
sino al cumplimiento de los deberes de información y de documentación clínica, y al respecto de las decisiones adoptadas
libre y voluntariamente por el paciente.
– La persona que elabore o tenga acceso a la información y la documentación clínica está obligada a guardar la reserva
debida.
En cuanto a la causa de justificación en materia de esterilización es posible el estado de necesidad, que concurriera si el
medico que está interviniendo a la mujer, en una cesárea o cualquier otra operación que pueda afectar a las trompas, liga
estas cuando de no hacerlo supusiera riesgo grave para la salud, si en ese momento la paciente no puede prestar
consentimiento y tampoco sus familiares o tercero legitimo para ello.
En el inciso segundo del art 156 especifica que el consentimiento será nulo cuando “el consentimiento se haya obtenido
viciadamente, o mediante precio o recompensa, el otorgante sea menor de edad o carezca absolutamente de aptitud para
prestarlo en cuyo caso no será valido el prestado por estos ni por sus representantes legales”

10. TRÁFICO DE ÓRGANOS HUMANOS


10.1 Concepto
Art 156 bis “los que de cualquier modo promovieren, favorecieren, facilitaren, publicitaren o ejecutaren el tráfico de
órganos humanos”.
En cuanto a la penalidad, se contemplan dos supuestos, según que los órganos procedan de persona viva o muerta: prisión
de seis a doce años, tratándose del órgano de una persona viva y de prisión de tres a seis años tratándose de órganos de
personas fallecida.
Se trata de un delito de mera actividad, ya que se centra en la acción misma, sin requerir un resultado separado (ej. En el
caso de tráfico de órganos, la acción como la compra o el trasporte es lo que constituye el delito, independientemente de
si el trasplante se lleve a cabo o no), lo que va a determinar que las formas imperfectas sean difícilmente aplicables, y, de
peligro abstracto, que su fundamento de castigo radica en que normalmente la conducta supone un peligro, en el que
protegen como bienes jurídicos protegidos la integridad física, el sistema de salud y la dignidad de las personas; y en el
que el objeto material son los órganos ajenos.
Las conductas típicas son: promover, favorecer, facilitar, publicitar o traficar.
Promover consiste en “iniciar o impulsar una cosa o un proceso, procurando su logro”; favorecer es “ayudar, amparar a
alguien”, facilitar 2 hacer fácil o posible la ejecución de algo o la consecuencia de un fin”, publicitar “promocionar algo
mediante publicidad”, traficar “comerciar, negociar con el dinero y las mercancías”
En el artículo 156.1 bis se establece que “se entenderá́ por tráfico de órganos humanos:
a) Las extracciones u obtención ilícita de órganos humanos ajenos. Dicha extracción u obtención será́ ilícita si se
produce concurriendo cualquiera de las circunstancias siguientes:
1. Que se haya realizado sin el consentimiento libre, informado y expreso del donante vivo en la forma y con los
requisitos previos legalmente;
2. Que se haya realizado sin la necesaria autorización exigida por la ley en el caso del donante fallecido,
3. Que, a cambio de la extracción u obtención, en provecho propio o ajeno, se solicitare o recibiere por el donante o un
tercero, por si o por persona interpuesta, dadiva o retribución de cualquier clase o se aceptare ofrecimiento o promesa. No
se entenderá́ por dádiva o retribución el resarcimiento de los gastos o pérdida de ingresos derivados de la donación.
b) La preparación, preservación, almacenamiento, transporte, traslado, recepción, importación o exportación de órganos
ilícitamente extraídos.
c) El uso de órganos ilícitamente extraídos con la finalidad de su trasplante o para otros fines.

10.2 Participes a título lucrativo


Art 156.2 bis que “del mismo modo se castigara a los que, en provecho propio o ajeno:
1. Solicitaren o recibieren, por si o por persona interpuesta, dádiva o retribución de cualquier clase o se aceptare
ofrecimiento o promesa por proponer o captare a un donante o a un receptor de órganos;
2. Ofrecieren o entregaren, por si por persona interpuesta, dadiva o retribución de cualquier clase a personal facultativo,
funcionario publico o particular con ocasión del ejercicio de su profesión o cargo en clínicas, establecimientos o
consultorios, públicos o privados, con el fin de que se lleve a cabo o facilite la extracción u obtención ilícitas o la
implantación de órganos ilícitamente extraídos.

10.3 Receptor del órgano obtenido ilegalmente


Se castiga en el art 156.3 bis los supuestos en que “el receptor del órgano consistiera la realización del trasplante
conociendo su origen ilícito” se prevén las mismas penas que las previstas en el apartado 1, que podrán ser rebajadas en 1
o 2 grados atendiendo a la circunstancia del hecho y del culpable.

10.4 Supuestos agravados


Se contemplan varios supuestos y las penas que se establecen son muy elevadas, ya que pueden llegar hasta los dieciocho
años de prisión.
– Supuesto 1°. Dispone el apartado 4 del art 156 bis que “se impondrán penas superiores en grado a las previstas en el
apartado 1 cuando:
- Se hubiera puesto en grave peligro la vida o la integridad física o psíquica de la víctima del delito.
- La víctima sea menor de edad o especialmente vulnerable por razón de su edad, discapacidad, enfermedad o situación.
Si concurrieran ambas circunstancias, se impondrá la pena en su mitad superior.
– Supuesto 2°. Dispone el apartado 5 del art 153 bis que “el facultativo, funcionario publico o particular que con ocasión
del ejercicio de su profesión o cargo, realizare en centros públicos o privados las conductas descritas en el apartado 1 y 2,
o solicitara o recibiera la dadiva o retribución a que se refería la letra b) de este último apartado o aceptare el ofrecimiento
o promesa de recibirla”. Se prevé la pena:
- La superior en grado a las previstas en los apartados 1 y 2 y, además , en la de inhabilitación especial para empleo o
cargo público, profesión u oficio, para ejercer cualquier profesión sanitaria o para prestar servicios de toda índole en
clínicas, establecimientos o consultorios, públicos o privados, por el tiempo de la condena,
- Si concurriera, además, alguna de las circunstancias previstas del apartado 4, se impondrán las penas en su mitad
superior.
– Supuesto 3°. Dispone el párrafo primero del apartado 6 del art 156 bis que “se impondrá la pena superior en grado a la
prevista en el apartado 1 e inhabilitación especial para profesión, oficio, industria o comercio por el tiempo de la condena,
cuando el culpable perteneciere a una organización o grupo criminal dedicado a la realización de tales actividades” si
concurriere alguna de las circunstancias previstas en el apartado 4, se impondrán las penas en su mitad superior. Si
concurriere la circunstancia prevista en el apartado, se impondrá las penas señaladas en su mitad superior.
– Supuesto 4°. Dispone el párrafo segundo del apartado 6 del art 156 bis que “cuando se trate de los jefes,
administradores o encargados de dichas organizaciones o grupos, se les aplicará la pena en su mitad superior, que podrá
elevarse a la inmediata superior en grado. En todo caso se elevará a la inmediata superior en grado si concurriera alguna
de las circunstancias previstas en el apartado 4 o la circunstancia prevista en el apartado 5”

10.5 Responsabilidad penal de las personas jurídicas


Dispone el art 156.7 bis que cuando el acuerdo con lo establecido en el art 31 bis una persona jurídica sea responsable de
estos delitos, se le impondrá la pena de multa del triple al quintuple del beneficio obtenido.
Además, atendidas las reglas establecidas en el art 66 bis, los jueces y tribunales podrán asimismo imponer las penas
recogidas en las letras b) a g) del apartado 7 del art 33.
10.6 Actos preparatorios
Dispone el apartado 8 del art 156 bis que “la provocación, la conspiración y la proposición para cometer los delitos
previstos en este artículo se castigarán con la pena inferior en uno o dos grados a la que corresponda, respectivamente a
los hechos previstos en los apartados anteriores.

10.7 Concurso
Dispone el apartado 9: “En todo caso, las penas previstas en este artículo se impondrán sin perjuicio de las que
correspondan, en su casi, por el delito del articulo 177 bis de este código y demás delitos efectivamente cometidos”

10.8 Reincidencia internacional


Dispone el apartado 10 del articulo 156 bis que “las condenas de los jueces o tribunales extranjeros por delitos de la
misma naturaleza que los previstos en este articulo producirán los efectos de reincidencia, salvo que el antecedente penal
haya sido cancelado o pueda serlo con arreglo al Derecho español.

10.9 Distribución o difusión de información destinada a la autolesión


Se castigará en el párrafo primero del art 156 ter “la distribución o difusión pública a través de internet, del
teléfono o de cualquier otra tecnología de la información o de la comunicación de contenidos específicamente
destinados a promover, fomentar o incitar a la autolesion de personas menores de edad o personas con
discapacidad necesitadas de especial protección”. Se prevé la pena de prisión de seis meses a tres años.
Medidas
Dispone el párrafo segundo del art 156 ter que “las autoridades judiciales ordenaras la adopción de las medidas
necesarias para la retirada de los contenidos a los que se refiere el párrafo anterior, para la interrupción de los
servicios que ofrezcan predominante dichos contenidos o para el bloqueo de unos y otros cuando radiquen en el
extranjero”
Libertad vigilada
Dispone el art 156 quarter que “a las personas condenadas por la comisión de uno o mas delitos comprendidos
en este título, cuando la víctima fuere alguna de las personas a que se refiere el apartado 2 del articulo 173, se
les podrá imponer además una medida de libertad vigilada”. Se trata de una medida facultativa para el juez o
tribunal
Inhabilitación especial.
Dispone el art 156 quinquies que “ A las personas condenadas por la comisión de alguno de los delitos
previstos en los artículos 147.1, 148, 149, 150 y 153 en los que la víctima sea una persona menor de edad se les
podrá imponer, además de las penas que procedan, la pena de inhabilitación especial para cualquier profesión,
oficio u otras actividades, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores
de edad, por un tiempo superior entre tres y cinco años al de la duración de la pena de privación de libertad
impuesta en la sentencia o por un tiempo de dos a cinco años cuando no se hubiere impuesto una pena de
prisión, en ambos casos se atenderá proporcionalmente a la gravedad del delito, el número de los delitos
cometidos y a las circunstancias que concurran en la persona condenada.” Se trata de una medida opcional para
el juez o tribunal

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