LECCIÓN 3 Penal Especial
LECCIÓN 3 Penal Especial
LECCIÓN 3 Penal Especial
El Título III comprende los arts. 147 a 156 quinquies CP, referidos a:
1.1 Lesiones que no causen menoscabo a la integridad corporal o salud física o mental
Se castiga en el art. 147.2 CP al «que, por cualquier medio o procedimiento causare a otro una lesión no incluida en el
apartado anterior». Se prevé la pena de multa de uno a tres meses.
1.3Perseguibilidad
Dispone el art. 147.4 CP que «los delitos previstos en los dos apartados anteriores sólo serán perseguibles mediante
denuncia de la persona agraviada o de su representante legal»
2. SUPUESTOS AGRAVADOS
El delito de lesiones agravadas exige la concurrencia de los elementos objetivo (existencia de un daño a la víctima
subsumible en alguno de los tipos penales) y subjetivo (dolo de lesionar o animus laedendi) que se establecen
jurisprudencialmente para el delito de lesiones básico del art. 147.1 CP.
Según el párrafo primero del art. 148 CP «las lesiones previstas en el apartado 1 del artículo anterior podrán ser
castigadas... atendiendo al resultado causado o riesgo producido...». Se prevé la pena de prisión de dos a cinco años.
Puede apreciarse que la agravación es facultativa, atendiendo al resultado causado o riesgo producido.
A continuación, se exponen los supuestos agravados:
1.° Uso de armas u otros medios peligrosos. Dispone el art. 148.1.° CP que «si en la agresión se hubieren utilizado armas,
instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida o salud, física o psíquica, del
lesionado».
La jurisprudencia ha establecido que por armas debe entenderse las de fuego y las armas blancas (automóvil, barras de
hierro, bastones, bate de béisbol, botellas, cuchillos, hachas, navajas, palos, piedras, ramas de ár-boles, sillas, taburetes,
tijeras, varas, vasos de cristal, etc.), fijando como criterio común a todas ellas, el aumento de la capacidad lesiva del
agente.
En cuanto a los instrumentos peligrosos, la agravación entrará en juego cuando concurran una serie de circunstancias
objetivas y subjetivas que pongan de manifiesto de manera inequívoca el propósito del autor de convertir un instrumento
inicialmente inespecífico en algo real y objetivamente peligroso para la vida o la salud del lesionado, según las SSTS de 8
de octubre de 2003 (Tol332.194) y 28 de abril de 2004 (Tol420.837).
2.° Si hubiere mediado ensañamiento o alevosía» (art. 148. 2.° CP). El ensañamiento ha de entenderse conforme a la
agravante genérica del art. 22.5ª2. CP, y, la alevosía también ha de entenderse conforme a la agravante genérica del art.
22.1* CP. El autor de las lesiones con el ensañamiento persigue de forma intencionada aumentar innecesariamente el
dolor de la víctima; en cuanto a la alevosía, el autor utiliza medios, modos o formas de ejecución que tienden a evitar el
riesgo que para su persona pudiera suponer la defensa del ofendido.
3.° «Si la víctima fuere menor de catorce años o persona con discapacidad necesitada de especial protección» (art. 148.3.°
CP). El mayor desvalor de la acción trae causa del hecho de que se trata de un sujeto pasivo especialmente indefenso; el
dolo del autor debe abarcar estas circunstancias y el mismo puede invocar la concurrencia de error sobre las mismas.
4.° «Si la víctima fuere o hubiere sido esposa, o mujer que estuviere o hubiere estado ligada al autor por una análoga
relación de afectividad, aun sin convivencia» (art. 148.4.°). Debe tenerse encuenta la Ley 13/2005, de 1 de julio, que
reconoce el matrimonio homosexual; y para la aplicación de esta agravante no se requiere la más mínima conexión entre
las lesiones y la dependencia de la mujer frente al varón, bastando el sexo y la relación matrimonial o de afinidad
análoga.
5.° «Si la víctima fuera una persona especialmente vulnerable que conviva con el autor» (art. 148.5.°). La cuestión de la
vulnerabilidad se contempla en el art. 173.2 que se ocupa de la violencia en el ámbito doméstico. También en el art. 171.4.
En estos supuestos, se prevé la pena de prisión de dos a cinco años.
En relación con el concurso delitos, puede haber concurso ideal entre los supuestos agravados de delitos de lesiones y
agresión sexual, a resolver de conformidad con lo establecido en el art. 77 CP. Y en cuanto al concurso normas, puede
existir concurso normativo entre los supuestos agravados de delitos de lesiones y agresión sexual con base en el art. 8 CP,
cuando con la aplicación de un solo precepto penal queda totalmente cubierta la total significación antijurídica de la
conducta punible. En este sentido, señala la STS de 10 de octubre de 2003 (TOL 322.294) que, "entre los delitos de
lesiones del art. 148.1 y 150 CP habrá de aplicarse la regla 4ª del art. 8 que algunos llaman de alternatividad o
subsidiariedad impropia, en virtud de la cual ha de preferirse, entre las leyes en concurso, el precepto penal más grave,
que en el caso presente es el art. 150 CP".
3.5 Deformidades
La jurisprudencia define la deformidad como “toda irregularidad física, visible y permanente que suponga la
desfiguración o fealdad ostensible a simple vista”
Distinguimos:
a) Deformidad grave:
La diferencia entre la simple deformidad, que es una alteración estética que no afecta a la capacidad funcional de los
órganos o partes afectadas y la deformidad grave, se encuentra en que esta sí tiene repercusiones a nivel funcional que
hacen gravoso el desempeño de funciones esenciales para el desenvolvimiento del individuo.
La consumación se da por la producción de la deformidad, siendo irrelevante que esta pueda eliminarse por cualquier
operación de cirugía o por la utilización de una prótesis. Corresponderá valorar a la jurisprudencia si la deformidad es
grave
b) Deformidad que no sea grave:
Se contempla en el art. 150 CP y se castiga con pena de prisión de 3 a 6 años.
La diferencia con la anterior deformidad del 149 CP estriba en que esta, la del 150, no afecta a la actividad funcional de
los órganos o partes afectadas de forma intensa, constituyendo sólo una variación de la configuración natural del cuerpo
producida por la agresión en cuestión.
4. ACTOS PREPARATORIOS
A grandes rasgos, entendemos que existe proposición cuando el que ha resuelto cometer un delito invita a otra u otras
personas a ejecutarlo, provocación cuando se incita de palabra, por escrito o impreso, u otro medio de posible eficacia, a
la perpetración de cualquier delito y, por último, la conspiración se da en el caso en que dos o más personas concierten la
ejecución de un delito y resuelvan ejecutarlo, siendo un elemento fundamental que se tome una resolución firme de
ejecución, sin que sea preciso que ésta sea llevada a cabo por todos los que conspiraron.
En el art. 151 CP se castiga con la pena inferior en uno o dos grados a la del delito correspondiente por la provocación,
conspiración y proposición para cometer los delitos de los artículos precedentes.
c) Imprudencia profesional. En el cuarto párrafo del art. 152. 1 CP se castigan los supuestos en los que "las lesiones
hubieran sido cometidas por imprudencia profesional".
Para este caso, se prevé la pena correspondiente para los supuestos previstos en el art. 152.1 CP, además de la
inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un período de 6 meses a 4 años.
Para que tenga lugar la imprudencia profesional tienen que haber sido omitidas gravemente las normas técnicas que son
exclusivas de la lex artis de una profesión. La jurisprudencia distingue entre :
1. La imprudencia profesional: culpa profesional propia que engloba la impericia profesional por no adquisición de los
conocimientos preciso en su origen o actualizados, o por dejación inexcusable de los presupuestos de la lex artis de su
profesion.
2. La imprudencia del profesional: culpa del profesional, imprudencia o negligencia comunes cometidas por el
profesional en el ejercicio de su arte.
Es importante destacar que la imprudencia profesional aparece en aquellos casos en que se han omitido los conocimientos
específicos que solo tiene el sujeto por su especial formación, mientas que los particulares no tienen ese deber especial
porque carecen de conocimientos para actuar en el campo de los profesionales. Ejemplos de esta imprudencia:
conductores profesionales de vehículos a motor, agentes de la autoridad que manejan armas de fuego, personal sanitario
en el ejercicio de la medicina, etc.
6. VIOLENCIA DOMÉSTICA.
6.1 Concepto.
En el año 2004, la LO 1/2004 sobre Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, modificó, entre otros,
los arts. 163, 171 y 173 CP.
En el caso del art. 153 CP, es más correcto hablar de violencia doméstica.
La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, sobre Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
En su exposición de motivos apuntaba que La violencia de genero no es un problema que afecte al ámbito privado. Al
contrario, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una
violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de
los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión*. Este texto hay que interpretarlo en el sentido en de
que la violencia se ejerce por el varón por el mero hecho de considerar a la mujer por su condición de tal y carente de una
serie de derechos; cuando no sea así, no debe aplicarse las modificaciones que introducen en los arts. 153.171 y 172,
incluso el supuesto agravado de lesiones del art. 148.4°
Esto último queda expuesto en el art. 1 de la misma ley.
En nuestro Código Penal, la violencia de género queda establecida en el art. 153.1, donde se castiga al "que por cualquier
medio o procedimiento causare a otro menoscabo psíquico o una lesión de menor gravedad de las previstas en el apartado
2 del art. 127, o golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o
mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o persona
especialmente vulnerable que conviva con el autor".
Para este caso, se prevé la pena de prisión de 6 meses a 1 año, o de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días.
En todo caso, privación del derecho a la tenencia de y porte de armas de 1 y 1 día a 3 años, así como, cuando el Juez o
Tribunal así lo estime adecuado al interés del menor o persona con discapacidad necesitada de especial protección, la
inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta 5 años.
Caracteres del delito de violencia de género y de violencia doméstica
– Son delitos pluriofensivos, en los que el bien jurídico protegido (además del ámbito familiar) es la integridad personal,
la dignidad de la persona y el libre desarrollo de la personalidad que tiene su consecuencia en los derechos a la vida,
integridad física y moral y seguridad, quedando tambien afectados principios rectores de la política social y económica,
como la protección de la familia y la infancia y la protección integral de los hijos.
– El delito de violencia de género es un delito especial, que solo pueden cometer los hombres.
– El delito de violencia doméstica es un delito de resultado, tal y como sostiene la jurisprudencia.
Esto se puede extraer del art. 544 bis LECrim, que establece unas medidas cautelares para los casos en los que se
investigue un delito de violencia doméstica, el juez o tribunal podrá, siempre de forma motivada, imponer al inculpado la
prohibición de aproximación a la víctima menor a la que estime el Juez o Tribunal y prohibición de comunicación por
cualquier medio y, a su vez, la prohibición de acudir a determinados lugares, barrios, municipios, provincias u otras
entidades locales, o Comunidades Autónomas. Para la adopción de estas medidas se tendrá en cuenta la situación
económica del inculpado y los requerimientos de su salud, situación familiar y actividad laboral. El Juez de Instrucción
dictará "orden de protección" para las víctimas de violencia doméstica en los casos en que, existiendo indicios fundados
de la comisión de un delito contra la vida, integridad física o moral, libertad sexual, libertad o seguridad de alguna de las
personas mencionadas en el art. 173.2 CP, resulte una situación objetiva de riesgo para la víctima que requiera la
adopción de alguna de las medidas de protección reguladas en el art. 544 ter LECrim, que recoge también medidas civiles
previstas en el art. 158 CC (principalmente la guarda de custodia, régimen de visitas o la pensión de alimentos, en el caso
de haber menores), que cuentan con una vigencia de 30 días. No obstante esto, la "orden de protección" suele darse para
casos de violencia de género.
En cuanto al concurso de delitos, cabe concurso ideal entre los delitos de homicidio en grado de tentativa del art. 138 CP
y aborto del art. 144 CP, cuando la víctima es la esposa o mujer que esté o haya estado ligada al sujeto activo por análoga
relación de afectividad, aun sin convivencia, a resolver de conformidad con lo establecido en el art. 77 CP.
Por último, en relación con el concurso de normas, el delito de violencia doméstica no absorbe o consume las lesiones
psíquicas sufridas por la víctima; el art. 173 CP es algo distinto de los concretos actos de violencia aisladamente
considerados, que pueden subsumirse en un delito de violencia del art. 153 CP. Entre los delitos de lesiones y de
violencia doméstica puede existir concurso de normas, debiendo aplicarse la 4ª regla del art. 8 CP, que algunos
denominan de alternatividad o subsidiariedad impropia. En virtud de la regla mencionada, ha de preferirse entre las leyes
en concurso, el precepto penal más grave, que en el caso presente es el de lesiones, si bien con la agravante genérica de
parentesco contemplada en el art. 23 CP.
Como causa de justificación cabe la legítima defensa, aunque la jurisprudencia la niega cuando hay riña mutuamente
aceptada. Piénsese en una riña sin la utilización de instrumentos peligrosos, si la otra parte hace uso de ellos, los
agredidos igualmente pueden utilizar otros semejantes en legítima defensa.
Respecto a las formas de ejecución, la consumación se produce en el momento en que se inicia la contienda y se hace
uso de los medios peligrosos por ambos bandos. Cabría la tentativa en el caso en que no llegaran a iniciarse los actos
tumultuarios por impedirlo la policía o terceros.
En materia de concurso de leyes hay subsidiariedad de la riña tumultuaria en relación con un delito más grave de
lesiones, de homicidio o asesinato, para lo que debe acreditarse al menos un autor conocido; en estos casos no se condena
por la riña, sino por el delito cometido. Por su parte, el art. 148.1 prevé una agravación de las penas «si en la agresión se
hubieren utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida o la
salud, física o psíquica, del lesionado».
Se apreciará concurso real de delitos siempre que tengan lugar dos o más hechos imputables a un mismo autor, que ha de
ser conocido y responderá por varios lesionados o fallecidos.
8. EL CONSENTIMIENTO EN LAS LESIONES
Dispone el art. 155 CP que «en los delitos de lesiones, si ha mediado el consentimiento válida, libre, espontánea y
expresamente emitido del ofendido, se impondrá la pena inferior en uno o dos grados». Se prevé la pena inferior en uno
o dos grados a la que correspondería a la lesión causada de no haber mediado consentimiento.
Por tanto, cuando en los delitos de lesiones (dolosos e imprudentes) hubiera mediado el consentimiento en los términos
referidos (consentimiento válido en el sentido de no ser prestado por menor de edad o in-capaz; consentimiento libre y
espontáneo en el sentido de no estar condicionado por ningún elemento externo; y consentimiento expreso en el sentido
de que no bastan las meras suposiciones), se producirán los efectos atenuantes que determina este precepto.
Las autolesiones son impunes, por lo que la persona que otorga el consentimiento está exenta de toda responsabilidad
criminal. Se castiga la intervención de tercero.
Sujeto activo del delito será el que ejecuta los hechos con el consentimiento de quien resulta lesionado, que será el sujeto
pasivo del correspondiente delito de lesiones.
El consentimiento en este precepto no se concibe como una causa de justificación, sino una mera disminución de la
pena. Este consentimiento ha de ser válido, libre, espontáneo y expresamente emitido por el ofendido, y ha de
otorgarse con anterioridad a la ejecución de las lesiones, o de forma simultánea; si el consentimiento se presta con
posterioridad será irrelevante. Además, téngase en cuenta que el consentimiento podrá ser revocado antes de la ejecución
de los hechos.
Finalmente, establece el párrafo segundo del art. 155 CP que «no será válido el consentimiento otorgado por un menor de
edad o persona con discapacidad necesitada de especial protección. Puede apreciarse que se omite cualquier referencia a
la intervención de representantes legales, lo cual debe interpretarse como un impedimento para que éstos presten el
consentimiento
El consentimiento que no sea válido elimina esta figura privilegiada, respondiendo el autor de un delito por las lesiones
cometidas. La relevancia del consentimiento no exige el conocimiento de este por parte del autor.
Al constituir un elemento que forma parte de la tipicidad, NO cabe plantearse la posibilidad de una tentativa
inidónea.
10.7 Concurso
Dispone el apartado 9: “En todo caso, las penas previstas en este artículo se impondrán sin perjuicio de las que
correspondan, en su casi, por el delito del articulo 177 bis de este código y demás delitos efectivamente cometidos”