Apunte à Reas de Brodmann

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ÁREAS DE BRODMANN

A partir de las diferencias en el espesor de las capas corticales y en el tamaño y


forma de las neuronas, el neuroanatomista alemán Korbinian Brodmann identificó,
en 1909, 51 divisiones citoarquitectónicas en la corteza cerebral, divisiones que hoy
día son conocidas con el nombre de áreas de Brodmann. Al conjunto de áreas
identificadas por Brodmann se le denomina mapa de Brodmann y en él cada una de
las áreas que lo constituyen recibe un número. Esta numeración no tiene un
significado especial, sino que responde simplemente al orden en el que fueron
examinadas cada una.

En algunos casos existe una relación muy estrecha entre la organización


microscópica de una región y su función. Por ejemplo, el área 17 hace referencia a
la corteza estriada cuya función es la de recoger a nivel cortical la información visual
y hoy día recibe el nombre de V1 por ser la primera área cortical que recibe
información procedente del núcleo geniculado lateral del tálamo. En la actualidad, el
mapa cortical funcional es algo más complejo que el descrito por Brodmann con una
nomenclatura a base de números, letras y nombres. Aunque inicialmente las áreas
de Brodmann fueron identificadas exclusivamente por la estructura
citoarquitectónica, para una primera aproximación al estudio de la organización
funcional de la corteza cerebral es útil trabajar con el mapa de Brodmann.
Para realizar su análisis, Brodmann dividió el cerebro por el surco central, y luego
trabajó con cada mitad en orden aleatorio, numerando las nuevas conformaciones o
agrupaciones de células a medida que las iba encontrando. De esta forma, encontró
las áreas 1 y 2 en la sección posterior; luego se trasladó a la sección anterior y
encontró la 3 y la 4, y luego se trasladó de nuevo, etc. Los límites de las áreas de
Brodmann también parece que están relacionados con la función debido a que las
áreas primarias sensoriales y motoras tienen límites y funciones completamente
definidos (áreas rodeadas por una línea gruesa en el dibujo). Las áreas secundarias
tienen límites menos definidos que las primarias, pero más que las terciarias (áreas
rodeadas por una línea estrecha en el dibujo), y las áreas terciarias no tienen límites
definidos pues se fusionan gradualmente entre sí (áreas rodeadas por una línea
discontinua), lo que significa que tienen una función sensorial o motora menos
específica y una función más asociativa o integradora.
En la actualidad el área 17 de Brodmann está subdividida en diferentes regiones,
como podemos ver en el dibujo siguiente.

Cada una de estas regiones, dentro de la corteza visual, correspondiente a las áreas
17, 18 y 19 de Brodmann, tienen funciones distintas. La V1 se corresponde
exclusivamente con el área 17 de Brodmann. Las
regiones V2, V3, V4 y V5 se sitúan en las áreas 18 y 19
de Brodmann y responden a rasgos visuales diferentes.
Así, por ejemplo, V2 recibe inputs directamente de V1 y
está relacionada con el color y la orientación, V3 recibe
proyecciones de V1 y V2 y está implicada en el análisis
de la forma, V4 en el análisis del color y V5 con el análisis
del movimiento.
En humanos, observando los cambios conductuales concretos que son el resultado
de lesiones corticales discretas, y usando imágenes funcionales, como la tomografía
por emisión de positrones y la resonancia magnética, se han identificado algunas
funciones de la mayoría de las divisiones citoarquitectónicas identificadas por
Brodmann.
En la tabla siguiente se resume algunas de las relaciones conocidas entre cada Una
de las áreas de Brodmann y sus funciones:

FUNCION AREA DE BRODMANN


Visión
▪ Primaria 17
▪ Secundaria 18,19,20,21,37
Audición
▪ Primaria 41
▪ Secundaria 22,42
Somestesia
▪ Primaria 1,2,3
▪ Secundaria 5,7
Sensorial teciaria 7,22,37,39,40
Motora
▪ Primaria 4
▪ Secundaria 6
▪ Movimiento de los ojos 8
▪ Habla 44
Motora terciaria 9,10,11,45,46,47

Como resulta de ello, la relación entre la estructura y la función es sorprendente.


Por ejemplo, el área 17 corresponde al área primaria de proyección visual, y las
áreas 18 y 19 a las áreas secundarias de proyección visual. Existen relaciones
similares para otras áreas y funciones.
A continuación, presentamos las relaciones funcionales que se pueden encontrar
asociadas a las distintas áreas de Brodmann. Para ello las iremos tratando en función
dentro de su ubicación en los distintos lóbulos.

I. Lóbulo frontal

El lóbulo frontal en el cerebro humano comprende a todo el tejido situado por delante
de surco central o de Rolando. Esta amplia área representa el 20% de la neocorteza,
y está constituida por diferentes regiones funcionales. El córtex motor, el córtex
premotor y el córtex prefrontal.

• Área Motora Primaria

Corresponde al área 4 y ocupa la parte posterior de la circunvolución precentral (cara


lateral) y la parte adyacente del lóbulo paracentral (cara medial).

CARA LATERAL CARA MEDIAL

Dentro de la corteza motora primaria, la localización somatotópica de los


movimientos contralaterales está representada de forma arriba-abajo con la
extremidad inferior en el lóbulo paracentral, la superior en la parte dorsal de la
circunvolución precentral y la cara más ventral. El tamaño del área que representa

diversos movimientos son directamente proporcionales al grado de habilidad o finura


asociado con dicho movimiento (homúnculo motor). Las lesiones de esta área provo-
can una parálisis en la parte corporal contralateral al área específica lesionada.
Las proyecciones del córtex motor se proyectan a las motoneuronas inferiores
(neuronas motoras de la médula espinal), para controlar el movimiento de las
extremidades superiores e inferiores, manos, pies y dedos, así como a los núcleos
motores de los pares craneales para el control de los movimientos de la cara.
También proyecta a otras estructuras motoras tales como los núcleos basales y el
núcleo rojo.

HUMÚNCULO MOTOR

• Córtex Premotor

En el córtex premotor se encuentras diferentes regiones específicas, y todas ellas


influye directamente en los movimientos a través de las proyecciones corticoespinales
o indirectamente a través del córtex motor. Recibe proyecciones desde las áreas
parietales posteriores. De esta manera, las regiones premotoras están conectadas
con las áreas relacionadas con la ejecución de los movimientos de las extremidades.
Todas las áreas premotoras reciben proyecciones del córtex pre- frontal dorsolateral,
lo que implica que este córtex tenga alguna función en el control de los movimientos
de las extremidades y los ojos.

Las áreas motoras y premotoras pueden ser consideradas como parte de un sistema
funcional para el control directo de los movimientos.
Corresponde a las áreas 6, 8 y 44 (Área de Broca), se localiza en la parte anterior
de la circunvolución precentral, aunque dorsalmente aumenta de tamaño e incluye
también la parte más posterior de la circunvolución frontal superior. Esta área
contiene la programación necesaria para los movimientos, provocando las lesiones
focales una apraxia o incapacidad para llevar a cabo un movimiento intencional, aun
no existiendo parálisis.

• Área ocular frontal

Incluyen partes de las áreas 8 y 9 y se localizan inmediatamente por delante del


área 6, en la circunvolución frontal media, aproximadamente, aunque se extiende
por la circunvolución frontal superior. La estimulación de esta área produce la
desviación conjugada de los ojos hacia el lado contralateral, produciendo una lesión
unilateral una desviación transitoria de los ojos hacia el mismo lado y

la parálisis de la mirada contralateral. El campo ocular frontal recibe y envía


proyecciones a las regiones implicadas en el control del movimiento de los ojos, es
decir, región parietal posterior y colículos superiores.
• Área motora suplementaria

Es la extensión de las áreas 6 y 8 en la cara medial del lóbulo frontal. La estimulación


de esta área provoca respuestas posturales. Esta área contiene la programación
necesaria para los movimientos complejos relacionados con varias partes del cuerpo.

• Córtex Prefrontal

El córtex prefrontal hace referencia a la región de los lóbulos frontales que recibe
proyecciones del núcleo dorsomedial del tálamo. El córtex prefrontal se divide en
tres regiones principales: 1) córtex prefrontal dorsolateral, 2) córtex prefrontal
inferior o ventral y 3) córtex prefrontal medial.

En relación a la asimetría cerebral, el papel específico del lóbulo frontal izquierdo es


el control del movimiento relacionado con el lenguaje, y el del lóbulo frontal derecho
es el del control del movimiento relacionado con habilidades no verbales, tales como
por ejemplo la expresión facial. La lateralidad de las lesiones del lóbulo frontal es
mucho menos fuerte que la que se observa en las lesiones más posteriores. No
obstante, las lesiones bifrontales alteran considerablemente el comportamiento de
los individuos
• Córtex prefrontal dorsolateral

Incluye a las áreas 9, 10, 45, 46 y 47. Recibe sus principales inputs del surco
temporal superior y de las áreas parietales posteriores, así mismo también tiene
output hacia dichas regiones. Además, el córtex dorsolateral tiene amplias
conexiones con las regiones hacia las cuales proyecta el córtex parietal posterior,
incluyendo el córtex cingulado, ganglios basales y colículos superiores. La función
principal del córtex prefrontal dorsolateral es la organización temporal de la conducta
dirigida a una meta, habla y razonamiento. La organización de la acción se realiza a
partir de la capacidad que presente el córtex prefrontal dorsolateral para integrar la
información que se encuentra discontinua temporalmente. Para conseguir su
finalidad esta corteza necesita adecuadas conexiones con circuitos relacionados con
la atención, memoria de trabajo, prospectiva y monitorización de la respuesta.

• Córtex prefrontal inferior o ventral

También se le conoce como córtex orbital e incluye a las circunvoluciones orbitarias,


Áreas 11, 12, 13, 14 y 47 de Brodmann. Además, tienen conexiones con el córtex
somatosensorial (área 43), corteza gustativa (situada en la ínsula) y regiones
olfativas de la corteza piriforme. Sus principales aferencias las recibe del lóbulo
temporal, incluyendo las regiones auditivas de la circunvolución temporal superior.
El córtex prefrontal inferior proyecta subcorticalmente a la amígdala y el hipotálamo,
lo que permite que tenga un efecto sobre el sistema nervioso vegetativo, tales como
cambios en la presión sanguínea, respiración y otros, cambios estos que son
importantes en las respuestas emocionales. Interviene en el control de la
impulsividad y la conducta instintiva.
• Córtex prefrontal medial

Se corresponde con la región paralímbica, áreas 32, 24, 25 y 12, ésta última situada
detrás de la 11. Se encuentra ampliamente interconectado con la amígdala,
hipotálamo e hipocampo. Interviene en la atención y motivación dirigida a la acción.

II. Lóbulo parietal.


La corteza parietal constituye aproximadamente 1/5 de la corteza cerebral. Se
distinguen las siguientes regiones: giro postcentral (áreas 1, 2 y 3), lóbulo parietal
superior (áreas 5 y 7), opérculo parietal (área 43), giro supramarginal (área 40 y
giro angular (área 43) 9 y contiene 4 áreas funcionales: somatosensorial primaria,
somatosensorial secundaria, área gustativa y área de asociación terciaria.

• Área somatosensorial primaria (SI) (3,1,2).


Ocupa la circunvolución postcentral y la parte adyacente del lóbulo paracentral. Está
formada por 3 zonas longitudinales del área 3 que incluye el tejido cortical en el suelo
y la pared posterior del surco central, el área 1 en los 2/3 anteriores de la superficie
convexa de la circunvolución postcentral y el área 2 en el tercio restante de la superficie
convexa y la pared anterior adyacente al surco postcentral. La representación
somatotópica es contralateral, con partes de la cabeza ventrales y la extremidad
superior dorsal en la circunvolución postcentral y la extremidad inferior medial en la
parte posterior del lóbulo paracentral. El área total asociada con una región concreta
del cuerpo se relaciona directamente con la sensibilidad de dicha región concreta y no
con su tamaño. Las lesiones en estas áreas producen alteraciones en las funciones
táctiles.
HOMÚNCULO SOMATOSENSORIAL

• Área somatosensorial secundaria (SII):


Compuesta por un haz de corteza que se extiende desde el opérculo parietal, en la
parte posterior de la ínsula hasta pasar por encima y cubriendo la ínsula. La
localización somatotópica está poco definida y es bilateral.

• Área gustativa:
Área 43 de la circunvolución postcentral e incluye la parte más anterior del opérculo
parietal. Se extiende a lo largo de la pared de la cisura lateral hacia la ínsula y es
adyacente a las regiones de la lengua de las áreas primara sensitiva y motora. Su
lesión produce una ageusia (ausencia de gusto).

• Área de asociación

Área 5: Es un área básicamente somatosensorial que recibe la mayoría de sus


conexiones desde el área somatosensorial primaria. Tiene un papel importante en
dirigir los movimientos mediante la información que proporciona sobre la posición de
los miembros.

Áreas 7, 39 y 40: Reciben inputs somestésicos, propioceptivos, auditivos, visuales y


oculomotores. A esta región se le denomina la encrucijada parieto-témporo-
occipital. En el lóbulo parietal derecho estas regiones están relacionadas con los
aspectos espaciales y en el izquierdo con la lectura y gramática. Las áreas de
asociación parietal pro- cesan la información táctil y visual y están directamente
implicadas en el conocimiento del cuerpo y de los objetos que lo rodean. También
son importantes para la ejecución ordenada o secuencial de actividades
(especialmente las que incluyen las manos). Las lesiones de estas áreas se asocian
con estereognosia y el síndrome de la falta de reconocimiento (o de negligencia).

III. Lóbulo temporal


Constituye aproximadamente 1/4 de toda la corteza y no posee una función unitaria.
En el lóbulo temporal podemos identificar cuatro grandes regiones funciona- les: una
relacionada con el procesamiento del input auditivo (área auditiva primaria -41 y 42-
y auditiva secundaria -22-), otra especializada en el reconocimiento visual de objetos
(20, 21, 37 y 38) que forma la vía visual ventral, una tercera relacionada con el
almacenamiento a largo plazo de los inputs sensoriales relacionada con la amígdala
que añade el tono afectivo (emocional) a los inputs sensoriales y a la memoria.

Los surcos del lóbulo temporal contienen gran cantidad de corteza, especialmente la
cisura de Silvio que contiene la corteza insular y está relacionada con el sistema
gustativo y el surco temporal superior que incluye corteza relacionada con inputs
unimodales procedentes del sistema visual, auditivo y somestésico e inputs
heteromodales procedentes de las regiones frontales, parietales y paralímbicas.
La región temporal medial incluye el hipocampo y el córtex adyacente (28,35,36)
• Corteza auditiva
Situada en las circunvoluciones temporales transversas de Heschl, sepultadas en el
suelo de la cisura de Silvio (áreas 41 y 42). El área 41 se encuentra en la
circunvolución anterior, aunque se extiende levemente por la parte adyacente de la
circunvolución posterior. Adyacente al área 41 se encuentra el área 42 y, adyacente
a ésta, se encuentra la parte del área 22 (auditiva de asociación).

• Corteza visual (vía visual ventral)


Se corresponde con las áreas 20, 21, 37 y 38. Está implicada en el reconocimiento
de objetos, proceso que requiere una categorización de los estímulos. La lesión en
el córtex temporal dificulta o impide la identificación de los estímulos y/o su
categorización, lo que dificultara la memoria. La corteza del surco temporal superior
está implicada en la asociación entre la información visual y la auditiva, de tal
manera que su lesión impedirá dicha asociación.

• Almacenamiento a largo plazo de los inputs sensoriales


La memoria a largo plazo se encuentra relacionada con la vía visual ventral del lóbulo
temporal, así como con la corteza paralímbica de la región temporal medial. La
asociación entre los inputs sensoriales y la emoción es crucial para el aprendizaje
dado que los estímulos se asocian con sus consecuencias positivas, negativas o
neutras. En ausencia de este sistema todos los estímulos serían tratados como
equivalentes emocionalmente.

Las lesiones masivas de los lóbulos temporales tienen consecuencias devastadoras


en la conducta. El sujeto podría presentar una incapacidad para percibir o recordar
los estímulos, incluyendo los estímulos del lenguaje y los del ambiente. Así mismo
si la afectación es de la región temporal medial se produciría una alteración en el
afecto.

Los síntomas de las lesiones del lóbulo temporal son los siguientes:
a. Alteración de la sensación y percepción auditiva
b. Alteración en la atención selectiva auditiva y visual
c. Alteración en la percepción visual
d. Alteración en la organización y categorización del material verbal.

e. Alteración en la comprensión del lenguaje.


f. Alteración en la personalidad y conducta afectiva.
g. Alteración en la memoria a largo plazo
h. Alteración en la conducta sexual.

III.4 Lóbulo Occipital


Constituye, aproximadamente, 1/8 de la corteza cerebral. Contiene las áreas de
visuales primarias y las de asociación visual.

• Corteza visual primaria o estriada (área 17)


Se encuentra localizada en las circunvoluciones que forman las paredes de la cisura
calcarina y recibe la radiación óptica. En la cuña (pared superior de la cisura
calcarina) se encuentra representada la mitad inferior del campo contralateral de
visión. En la circunvolución lingual (pared inferior de la cisura calcarina) se encuentra
representada la mitad superior del campo visual contralateral. En la mitad posterior
se encuentra la visión macular. Las lesiones unilaterales del área 17 producen una
hemianopsia homónima contralateral.
• Áreas de asociación visual
Están formadas por las áreas 18 o paraestriada y área 19 o periestriada (que es de
mayor tamaño y forma la mayor parte de la superficie lateral del lóbulo occipital).
Reciben información visual procedente de las áreas estriadas bilateralmente y son
imprescindibles en las percepciones visuales complejas relacionadas con el color,
movimiento, dirección de los objetos, etc. Las lesiones de estas áreas (y las regiones
temporales adyacentes) provocan una agnosia visual (incapacidad para reconocer
objetos y sus colores).

Por último, hay que indicar que esta división por lóbulos es más artificial que real,
debido a que nos permite describir mejor la corteza cerebral. También, volver a
recordar, que los límites anatómicos y funcionales entre las áreas primarias están
muy bien definidos, encontrándose algo peor definidos los límites de las áreas
secundarias y terciarias.

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