Discapacidad y Modelo Social. 2020. Leonardo Perez Gallardo
Discapacidad y Modelo Social. 2020. Leonardo Perez Gallardo
Discapacidad y Modelo Social. 2020. Leonardo Perez Gallardo
y Modelo Sotial
Enfoques desde
la doctrina 3
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y la jurisprudencia
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ENFOQUES DESDE
LA DOCTRINA Y
LA JURISPRUDENCIA
Pérez Gallardo, Leonardo B.
Discapacidady modelo social :enfoques desde ladoctrina y la
jurisprudencia 1 Leonardo B. Pérez Gallardo ;Luz María Pagano. - l a e d . -
Ciudad Autbnomade Buenos Aires : Erreius, 2020.
Libro digital, PDF
Primera edición
ERREIUS
Paraná725 (1017) - Buenos Aires - RepúblicaArgentina
Tel.: 4370-2018
Internet: www.erreius.com
E-mail: clientes@erreius.com
ISBN: 978-987-793-159-4
O 2020 ERREIUS
1.Capacidad jurídica
Restricción de la capacidad de obrar desde el prisma
convencional. La historia de Daldo.
LEONARDO B. PÉREZGALLARDO ................................................ 159
La persona en situación de discapacidad como
protagonista de su vida. El proceso judicial y una
disidencia que aclara. k h k GRACIELA IGLESIAS .................. 179
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
La capacidad jurídica de las PCD frente al proceso
de interdicción judicial ante los cambios normativos
en el Código Civil peruano y un fallo jurisprudencia1
importante: caso Segovia Soto.
EMILIA BUSTAMANTE OYAGUE.. ...........................................
Análisis de un fallo ejemplar sobre determinación
de la capacidad jurídica a la luz de los postulados
internacionales. ANGELESBALIERO DE BURUNDARENA ............
Apoyos en el conflicto: la aplicación del artículo 12 de la
CDPD en el proceso de justicia transicional en Colombia.
FEDERICO ISAZA PIEDRAHITA ....................................................
2. Igualdad y no discriminación
De vulnerabilidades y derechos: la (no) adopción en su
lugar. MARISA H ~ R R E..........................................................
RA
Personas con Síndrome de Tourette y programa televisivo.
M ~ I ANGÉLICA
A SOTOMAYOR SAAVEDRA ...................................
Quiebra de la equiparación entre hijos menores de edad
y mayores con discapacidad en la atribución del uso de la
vivienda familiar. GLORIA DÍAZ PARDO ..................................
3. Derechos personalísimos
3. Discriminación
El derecho a la no discriminación resulta ser la reafirmación
negativa del principio de igualdad, basada en el artículo 1de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, según el cual
"Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y
derecho^"^^.
6. Ajustes razonables
El mencionado artículo 2 de la Convención defme los ajustes
razonables como "...las modificaciones y adaptaciones necesa-
rias y adecuadas que no impongan una carga desproporciona-
da o indebida, cuando se requieran en un caso particular, para
garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio,
en igualdad de condiciones con las demás, de todos los derechos
humanos y libertades fundamentales".
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
La posibilidad de exigir modificaciones o adaptaciones está
sujeta a un importante límite: que no supongan una carga des-
proporcionada o indebida. La indefinición de estos términos,
especialmente de la expresión "indebida", dificulta la determi-
nación del alcance de este derecho. En este sentido, será espe-
cialmente valioso que el Comité sobre los Derechos de las Perso-
nas con Discapacidad ejerza su función interpretativa.
En principio, parece que la obligación de realizar ajustes ra-
zonables, al ser una obligación derivada del derecho a la igual-
dad y a la no discriminación, debiera ser inmediatamente exi-
gible. Pero en tanto el artículo 4.2 prevé que la adopción de las
medidas necesarias para el ejercicio pleno de los derechos eco-
nómicos, sociales y culturales podrá realizarse de forma progre-
siva de acuerdo con los recursos disponibles, cabe preguntarse
si en los supuestos en que los ajustes razonables tengan como
ñn posibilitar el ejercicio de un derecho perteneciente a una de
estas categorías estarán sometidos también a dicha limitación.
La obligación de realizar ajustes razonables resulta una puerta
a la exigibilidad judicial de los derechos económicos, sociales y
culturalesz7.Sin embargo, en tanto la denegación de ajustes ra-
zonables constituirá discriminación de acuerdo a la Convención,
y por tanto la violación de un derecho civil básico, parece compli-
cado que un Estado pueda denegarlos argumentando la falta de
recursos disponibles.
El Tribunal Europeo de derechos humanos h a admitido que
los Estados debieran adoptar las medidas o modificaciones ne-
cesarias para eliminar determinados obstáculos en caso de exis-
tir relación directa entre las medidas reclamadas y el disfrute
del derecho a la vida privada y familiar. Además, las medidas
debieran buscar mantener la proporcionalidad en el interés de
la persona y la sociedad, de forma que el beneficiado no sea un
único sujetoz8z9.
27 Quim, Gerard: "The current use and future potential of United Nations hu-
man rights instrurnents in the context of disability", 2002, pág. 9.
28 "Sentges c. los Países Bajosn,decisión de 8 de julio de 2003, núm. 27677102.
29 Un estudio en profundidad sobre los ajustes razonables en la jurispruden-
cia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos puede encontrarse en O.
De Schutter, 'Xeasonable Accomodation and Positive Obligations under the
LA CONVENCIÓN DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS.. .
7. Derecho al igual reconocimiento como persona
ante la ley
Las personas con discapacidad tienen el derecho al reco-
nocimiento de su personalidad jurídica y, como consecuencia,
a ejercer su capacidad jurídica. Estos derechos aparentemente
obvios han sido históricamente limitados por el hecho de tener
una discapacidad, e incluso en la actualidad persisten numero-
sas barreras para su disfrute real. Más aún, la jurisprudencia de
los órganos de supervisión ha ampliado la nómina de los dere-
chos cuyo ejercicio no es susceptible de suspensión, confiriendo
este carácter a otros derechos no enunciados en forma explícita
en los propios instrumentos jurídicos internacionales. Otra gran
conquista que debe señalarse consiste en la armonización y la
complementariedad tuitiva que se reconoce hoy a las normas del
derecho internacional humanitario con las normas del derecho
internacional de los derechos humanos. Más aún, otros órganos
con competencia específica como los de la OIT, o con competen-
cia general como la Corte Internacional de Justicia de La Haya,
han generado una jurisprudencia convergente, configurándose
así una suerte de estándar internacional de normas y principios
que rigen las situaciones de excepción y que han servido de mar-
co jurídico de referencia al Relator30. Como en el ámbito de la
mujer o determinados grupos raciales, no es que no hubiese un
reconocimiento formal, el problema es que no había un verdade-
ro reconocimiento social y culturaP1.
32 Cuando por causa de enfermedad mental una persona mayor de trece (13)
años de edad se encuentra en situación de falta absoluta de aptitud para di-
LA CONVENCIÓN DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS.. .
de la República Argentina, el más comprometido en términos con-
vencionales, permite restringir la capacidad para determinados
actos de una persona mayor de 13 años por adicción o patología
mental y ejercer dichos actos con los apoyos necesarios.
Ha quedado dicho por los autores que "...el amplio abanico
de discapacidades y situaciones particulares que requieren de
una solución jurídica, evidencia la necesidad de seguir contando,
en ciertas y específicas situaciones, de mecanismos de sustitu-
ción en la toma de decisiones; 3) la aceptación del principio de
igualdad y no discriminación en el ejercicio de la capacidad jurí-
dica supone la garantía de tratamiento equitativo en igualdad de
condiciones, pero no la garantía absoluta y abstracta de ejercicio
de la capacidad jurídica por cualquier persona y en cualquier
cir~unstancia"~~. Sin embargo, esta fórmula de coexistencia en el
pasaje de sistema no puede confundir al lector: la condición de
persona es la puerta de acceso a la titularidad de los derechos,
y la capacidad jurídica es la puerta de acceso al ejercicio de los
mismos. Sin un reconocimiento pleno de capacidad jurídica, no
es posible acceder verdaderamente al ejercicio de los derechos
humanos en general, pero tampoco al exhaustivo y detallado
listado de derechos reconocidos por la CDPD a todas las per-
sonas con discapacidad. La capacidad jurídica es transparente
con la accesibilidad, la eliminación de barreras, la comunicación,
ajustes razonables y apoyos. En esa conjunción anida un dere-
cho subjetivo a la libertad, a la transmisión de una preferen-
cia que se transmite en decisión y que definitivamente coloca a
las personas dentro del orden social, con las mismas garantías
y restricciones que las demás personas, con la especificidad que
otorga un principio de justicia distributiva aplicable, diferenciar
para igualar.
36 ~https://www.researchgate.net/publicatiod322OOlO77~El~~iculo~l2~de
la~Convencion~Internacional~sobre~los~Derechos~de~las~Personas~c
Discapacidady~su~impacto~e~~.
37 Ciuro Caldani,Miguel:Metodología Jurídica y Lecciones de Historia de la
Filosofiadel Derecho,Editorial Zeus SRL,Rosario,pág. 46.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
con la limitación o interpretación del artículo 12 de la CDPD, en
materia del pleno ejercicio de la capacidad jurídica.
De acuerdo a la CDPD, la plenitud del artículo 12 se logra
con los apoyos y el establecimiento de salvaguardias. Estas últi-
mas evitarán lo abusos que los apoyos, representantes o terceros
pudieran cometer. "El desarrollo de salvaguardias adecuadas y
no discriminatorias debería disminuir la reticencia de las par-
tes para celebrar contratos con personas con discapacidad. Las
obligaciones de no discriminación también pueden aplicarse en
este sentido, y deberían establecerse medidas afirmativas para
crear conciencia y para capacitar en materia de comunicación
accesible y ajustes razonables en el proceso de toma de decisio-
nes (véanse los artículos 8 y 4). La necesidad de salvaguardias
adecuadas y efectivas para impedir el abuso y la explotación, y
para garantizar que la voluntad y las preferencias de una perso-
na se respeten, se aplica también a las decisiones de la persona
sobre el apoyo y los ajustes que requiere. El apoyo y los ajustes
para el ejercicio de la capacidad jurídica, al igual que en otras
áreas (como la asistencia personal para vivir en la comunidad,
o los ajustes razonables en los lugares de trabajo), está sujeto al
consentimiento, o no objeción, de la persona en cuestión. Esto
tiene las mismas implicaciones que el consentimiento en cual-
quier otro contexto"38.
La CDPD compromete a los Estados a realizar los ajustes
razonables para asegurar y promover el pleno ejercicio de todos
los derechos humanos y las libertades fundamentales sin discri-
minación tal como se analizó más arriba3'.
-
Así antici~ándosea la reforma actual. reflexiona David Le
Breton: "...ese intercambio puede reunir, a menudo, para mejor o
para peor, a actores en diferentes posiciones asimétricas, puesto
que uno de ellos está en una posición difícil (enfermo, marginal,
discapacitado, etcétera) y el otro goza de signos aparentes de una
identidad social indiscutible. A través de esa mirada cómplice, el
actor en situación problemática creyó sentir un reconocimiento
de lo que él es. El sentimiento de identidad vacilante se restaura
por la eficacia simbólica de una mirada que representa sin que-
rer el conjunto de la comunidad que se resiste a integrar al actor
(...l. El contacto queda ahí, pero la eficacia actuó y produjo la
metamorfosis. El sentimiento de identidad de u n actor nunca es
un hecho de objetividad, sino el efecto de una construcción sim-
bólica sometida permanentemente a la aprobación de los otros"
(autor cit., "Rostros. Ensayo antropológico", Letra Viva, Buenos
Aires, 2010, págs. 133 y 134I4O.
Para que las personas con discapacidad logren la máxima
independencia y capacidad, los países deben proporcionar ser-
vicios amplios de habilitación y rehabilitación en las esferas de
la salud, el empleo y la educación41. Las personas con discapaci-
dad tienen igualdad de derechos a trabajar y a ganarse la vida.
Los países deben prohibir la discriminación en cuestiones rela-
cionadas con el empleo, promover el empleo por cuenta propia,
la capacidad empresarial y el inicio del negocio propio, emplear
a personas con discapacidad en el sector público, promover su
empleo en el sector privado y asegurar que se proporcione una
comodidad razonable en el lugar de trabajo. Los países deben
garantizar la igualdad de participación en la vida política y pú-
blica4?-, incluso el derecho al voto, a ser candidato a elecciones
58 Díaz Montiel, Zulay C.: Jürgen Habermas: lenguaje y diálogo, el rol del en-
tendimiento intersubjetiuo en la sociedad moderna, Utopía y Praxis Lati-
noamericana, 2007.
LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS
Y NIÑAS CON DISCAPACIDAD.
UNA MIRADA TRANSVERSAL
E N CLAVE DE DERECHOS
HUMANOS
1. Palabras preliminares
En el marco de producción de los llamados Informes sobre
DI "Estado Mundial de la Infancian2,en el año 2013, UNICEF
21 Sin embargo, la agencia sanitaria de las Naciones Unidas admite que pue-
de haber subnotificación, ya que el estigma y el tabú que rodean a este
problema hace que no se denuncien a nivel mundial los casos de compor-
tamientos suicidas no fatales. Se estima que solo alrededor del 25% de quie-
nes intentan quitarse la vida necesitan o buscan atención médica. Organi-
zación Mundial de la Salud, Prevención del Suicidio. Un instrumento para
los profesionales de los medios de comunicación, 2000,disponible en swww.
who.intlmenta1-health/media/medkspanish.pdf.
22 Ministerio de Salud de la Nación, Lineamientos para la atención del inten-
to de suicidio en adolescentes, 2018, disponible en «http://www.msal.gob.
ar/imagedstories/bes/graficos/0000000879cnt-2018-1ineamientos-atencion-
intento-suicidio-adolescentes.pdfn,fecha de consulta: 24 de mayo de 2019.
Según la estadística correspondiente al año 2014 aportada por la Dirección
de Estadísticas e Información en Salud (DEIS), dependiente del Ministerio
de Salud, en coincidencia con las tendencias internacionales, la mayor can-
tidad de muertes por suicidio se presentó entre los adolescentes y adultos
jóvenes, con 976 fallecimientos en el grupo de 15 a 24 años. En 2014 bajó la
cantidad de suicidios en los adultos mayores en comparación con una dé-
cada atrás. Pero al mismo tiempo creció la tasa de suicidios en adolescen-
tes y adultos jóvenes en comparación con 2004.Según la Encuesta Mundial
de Salud Escolar, que se realizó a 28.368alumnos de 544 escuelas secunda-
rias de 1aArgentina en 2012,el 16,9% de los adolescentes había considera-
do la posibilidad de suicidarse ese año. Se registró también un incremento
del 3,5% de los adolescentes que habían realizado un plan concreto de cómo
suicidarse: pasó del 12,6% en 2007 al 16,1% en 2012.
23 Pero la prevención no se ha abordado apropiadamente debido a la falta de
sensibilización respecto del mismo como problema de salud pública principal
LOS DERECHOS DE LOS NINOS Y NINAS CON DISCAPACIDAD.. .
c. Niños y niñas con discapacidad: detección,
calificación y patologización2*
Profundizando el escenario de análisis de la discapacidad
en niños y niñas, nos interesa detenernos en un aspecto que vie-
ne dando lugar a una preocupación cada vez más creciente en
torno a los procesos que se han denominado de "patologización"
de la infancia. Con el término "patologización" se hace alusión a
una tendencia en nuestra sociedad posmoderna aplicada sobre
la población en general por la que se atribuye cualidad patológi-
ca a toda diferencia a la luz de un idealz5.En este proceso de pa-
tologización de los niños, resulta dato de relevancia que la ma-
yor parte de los alegados trastornos parecen generarse cuando
los niños y niñas ingresan a las aulas, bajo la idea de que las di-
ficultades de aprendizaje y10 comportamiento devienen de en-
fermedades de origen biológico. Cada vez con mayor frecuencia
llegan a los espacios de salud niños derivados de escuelas por
problemas de aprendizaje o conducta, trayecto que culminará en
la categorización de diversos trastornos neurológicos o psiquiá-
tricosZ6,V. gr., Trastorno por Déficit Atencional (TDA),Trastorno
des sanitarias, y solo 38 países han notificado que cuentan con una estrategia
nacional al respecto. OMS, Suicidio, 2018,disponible en « h t t p s : I h . w h o .
int/es/news-room/fact-sheetddetaiWsuicide, fecha de consulta: 24 de mayo
de 2019.
24 Estos aspectos han sido previamente desarrollados en Fernández, Silvia:
"Patologización y medicalización de niños y niñas como una forma de vio-
lencia simbólica e institucional. Una evaluación crítica de las intervencio-
nes a la luz de los derechos humanosn,ponencia en el Congreso Internacio-
nal de Derecho de las Familias, Niñez y Adolescencia, Mendoza, 2018.
25 Dupuy, Gustavo: "Los mandatos de la época y la farmacolización de la
vida", ~ h t t p : l / f o r u m i n f a n c i a s . c o m . a r ~ l o s - m a n v m a c o
lizacion-de-la-vida/., 16 de abril de 2018.
26 La tendencia a la estandarización de la salud mental se ve reflejada en la
inclusión de estos trastornos en el DSM (Manual diagnóstico y estadístico
de los trastornos mentales) como patologías concretas de la niñez. El DSM
IV (1994)describe como patologías graves en la infancia y adolescencia
los Pervasive Developmental Disorders (Trastornos Generales del Desarro-
llo). El DSM V (2014)contiene como patologías los "trastornos del lengua-
je", "trastorno de la conducta"; el TGD es sustituido por "trastornos del es-
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
Oposicionista Desafiante (TOD), Trastorno Generalizado del
Desarrollo (TGD),Trastorno del Espectro Autista (TEA), etc. Así,
frente a una conducta desajustada, desadaptada o disfuncional
que los niños manifiesten -primordialmente en la escuela-, se
procede rápidamente a calificarlos y etiquetarlos con diagnósti-
cos que solo miden ciertas funciones cognitivas -a través de da-
tos biológicos, neurológicos o genéticos- supuestamente deficita-
riasZ7,sin referencia al contexto, historia y condiciones de vida,
ni a las trayectorias vitales del niño. De esta patologización se
deriva la necesidad de "corregir" del modo más pronto el defec-
to, medicalizando a los niños, intervención farmacológica que
buscará disciplinar la conducta, acompañada frecuentemente de
otras terapéuticas dirigidas a la "normalización" de los modos de
ser contrapuestos al modelo de normalidad.
Este tipo de clasificaciones se apoyan en un paradigma que
concibe al ser humano como un mero soporte biológico de diver-
sas funciones cognitivas desvinculadas del resto del psiquismo
y de toda referencia a su historia y medio, aplicando una mi-
rada sesgadaZ8.Este tipo de clasificaciones estandarizadas pro-
mueven un paradigma predominantemente biológico-genético,
desconociendo al niño o niña como un sujeto en vías de estruc-
turación psíquica, y la complejidad multicausal del sufrimiento
psíquico infantil, que se reemplaza por u n etiquetamiento precoz
5. Educación
La educación es un derecho reconocido en forma general en
favor de todas las personas con discapacidad en el artículo 24 de
la CDPD, pero que resulta crucial en el caso de niños y niñas. Se
basa en los principios de no discriminación e igualdad de oportu-
nidades, como soportes de un sistema de educación inclusivo, en
todos los niveles. El artículo 24 establece: "...los Estados Partes
asegurarán que: a) Las personas con discapacidad no queden ex-
cluidas del sistema general de educación por motivos de discapa-
cidad, y que los niños y las niñas con discapacidad no queden ex-
cluidos de la enseñanza primaria gratuita y obligatoria ni de la
enseñanza secundaria por motivos de discapacidad; b) Las per-
sonas con discapacidad puedan acceder a una educación prirna-
ria y secundaria inclusiva, de calidad y gratuita, en igualdad de
condiciones con las demás, en la comunidad en que vivan".
La Convención exige a los Estados Partes asegurar la no ex-
clusión del sistema general de educación por motivos de disca-
pacidad, en especial respecto a la enseñanza primaria gratuita
y obligatoria y también a la enseñanza secundaria; dicha educa-
ción debe ser inclusiva -modelo educativo que percibe la diversi-
dad como un valor y no como una causa de exclusión y sobre el que
más adelante ampliamos-, de calidad y gratuita, en igualdad de
condiciones con las demás personas, en la comunidad en que vi-
van los niños y niñas con discapacidad; debe prever la realización
de ajustes razonables en función de las necesidades individuales;
facilitar medidas de apoyo personalizadas y efectivas en entonios
44 Para aplicar el artículo 24, párrafo 2,apartado a), se debe prohibir que las
personas con discapacidad queden excluidas del sistema general de educa-
ción mediante disposiciones legislativas o reglamentarias que limiten su
inclusión en razón de su deficiencia o grado de dicha deficiencia, o alegan-
do una carga desproporcionada o indebida para eludir la obligación de rea-
lizar los ajustes razonables. La exclusión directa consistiría en clasificar a
determinados alumnos como "ineducables" y que, por consiguiente, no reú-
nen las condiciones para acceder a la educación. La exclusión indirecta con-
sistiría en imponer el requisito de aprobar un examen común como condi-
ción para asistir a la escuela sin realizar los ajustes razonables ni ofrecer el
apoyo pertinente. Observación General 4, cit., pág. 18.
45 CRC, Observación General 9,2011,pág. 67.
LOS DERECHOS DE LOS NINOS Y NINAS CON DISCAPACIDAD.. .
alumnos con una deficiencia asistan a una escuela convencional,
mientras puedan adaptarse y cumplir los requisitos normaliza-
dos del centro docente. El enfoque de la educación inclusiva ha
surgido en respuesta a estos enfoques discriminatorios. Como se
indica en su prefacio, la Declaración de Salamanca y Marco de
Acción para las Necesidades Educativas Especiales ('Declaración
de Salamanca') está inspirada por el 'reconocimiento de la nece-
sidad de actuar con miras a conseguir .escuelas para todos. esto
es, instituciones que incluyan a todo el mundo, celebren las dife-
rencias, respalden el aprendizaje y respondan a las necesidades
de cada cual"' (pto. 4 y 5).
En sintonía con el postulado de educación inclusiva, ya la
UNESCO sostuvo en la citada Declaración de Salamanca (1994)
que "La Educación para Todos, reconoce la necesidad y urgen-
cia de impartir enseñanza a todos los niños, jóvenes y adultos,
incluidos aquellos con discapacidad, dentro del sistema común
de educación". A su turno, según el Comentario General 13 del
Comité sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
ONU (1999), la educación debe tener cuatro características fun-
damentales e interrelacionadas: asequibilidad o disponibilidad:
las instituciones educativas tienen que funcionar y estar disponi-
bles en cantidad suficiente; accesibilidad: las escuelas deben ser
accesibles -física, comunicacional y económicamente- a todos,
sin discriminación; aceptación: la forma y el fondo de la educa-
ción deben ser relevantes, adecuados culturalmente y de buena
calidad y ser valorados por los estudiantes y familias; adapta-
bilidad: la educación debe ser flexible para que pueda adaptar-
se a las necesidades de las sociedades cambiantes y de los alum-
nos en diferentes contextos sociales y culturales. Finalmente, el
Objetivo 4 de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) es-
tablecidos por las Naciones Unidas en la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible incluye: "Garantizar una educación de ca-
lidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de
aprendizaje permanente para todos".
Tal como expresa la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la educación in-
clusiva "...ha sido reconocida como la modalidad más adecua-
da para que los Estados garanticen la universalidad y la no
discriminación en el derecho a la educación. En la Convención
sobre los derechos de las personas con discapacidad se señala
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
que, para que estas personas puedan ejercer ese derecho, han de
existir sistemas educativos inclusivos; en consecuencia, el dere-
cho a la educación es un derecho a la educación incl~siva"~~. Ella
debe entenderse como: a) un derecho humano fundamental; b)
un principio que valora el bienestar de todos los alumnos, res-
peta su dignidad y autonomía inherentes y reconoce las necesi-
dades de las personas y su capacidad de ser incluidas en la so-
ciedad y contribuir a ella; c) un medio para hacer efectivos otros
derechos humanos; d) el resultado de un proceso de compromiso
continuo y dinámico para eliminar las barreras que impiden el
derecho a la educación47.
La educación inclusiva tiene las siguientes características
fundamentales: a) un enfoque que integra "todos los sistemas",
con inversión de todos los recursos en su promoción y la intro-
ducción de los cambios necesarios en la cultura, las políticas y
las prácticas institucionales; b) un entorno educativo integral:
que incluye la enseñanza en las aulas y las relaciones que allí
se establecen, las juntas escolares, la supervisión de los docen-
tes, los servicios de asesoramiento, las excursiones escolares, las
asignaciones presupuestarias, toda interacción con los padres de
los alumnos con y sin discapacidad; c) un enfoque que integra a
"todas las personas7':se reconoce la capacidad de cada persona
para aprender, incluidas las que tienen discapacidad. La edu-
cación inclusiva ofrece planes de estudio flexibles y métodos de
enseñanza y aprendizaje adaptados a las diferentes capacida-
des, necesidades y estilos de aprendizaje. Este enfoque conlle-
va prestar apoyo, realizar ajustes razonables e intervenir a una
edad temprana; d) el apoyo al personal docente: todos los maes-
tros y demás personal reciben la educación y la formación nece-
sarias con el fin de adquirir los valores y las competencias bá-
sicas para adaptarse a entornos de aprendizaje inclusivos, que
incluyan a maestros con discapacidad; e) el respeto y el valor
-
formas múlti~lese interseccionales de discriminación contra las
mujeres y las niñas con discapacidad, en particular en relación
con: la igualdad de acceso a la educación, las oportunidades eco-
nómicas, la interacción social y la justicia; el igual reconocimien-
to como persona ante la ley; y la capacidad de (...) ejercer con-
trol sobre sus propias vidas en diversos contextos, por ejemplo,
respecto de la atención de la salud, incluidos los servicios de sa-
lud sexual y reproductiva, y de dónde y con quién desean vivir"
(pto. 2).
La discriminación múltiple a que alude la Observación no se
basa exclusivamente en los datos fácticos, por el contrario ha sido
históricamente reforzada en el plano normativo; en efecto, se han
"...desatendido históricamente los aspectos relacionados con las
mujeres y las niñas con discapacidad. A su vez, las leyes y las polí-
ticas relativas a la mujer tradicionalmente han hecho caso omiso
de la discapacidad. Esta invisibilidad ha perpetuado una situación
en la que existen formas múltipleP e intersec~ionales~~ de discri-
minación contra las mujeres y las niñas con discapacidad" (pto. 3).
En el plano universal, es el artículo 6 de la CDPD el que se
ocupa específicamente de esta cuestión. Se trata de un artículo
transversal, vinculado a todos los demás de la Convención y se
funda en los principios generales expuestos en el artículo 3, a sa-
ber, el respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual,
incluida la libertad de tomar las propias decisiones, y la indepen-
dencia de las personas; la no discriminación; la participación e
inclusión plenas y efectivas en la sociedad; el respeto por la di-
ferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como
parte de la diversidad y la condición humanas; la igualdad de
74 El art. 19 de la CDN dispone: "1. Los Estados partes adoptarán todas las
medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas
para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o men-
tal, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abu-
so sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de
un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su car-
go. 2. Esas medidas de protección deberían comprender, según corresponda,
procedimientos eficaces para el establecimiento de programas sociales con
objeto de proporcionar la asistencia necesaria al niño y a quienes cuidan de
él, así como para otras formas de prevención y para la identificación, noti-
ficación, remisión a una institución, investigación, tratamiento y observa-
ción ulterior de los casos antes descritos de malos tratos al niño y, según co-
rresponda, la intervención judicialn.
75 En la Observación General 8, el Comité de Derechos del Niño d e h e al cas-
tigo corporal o físico como "...todo castigo en el que se utilice la fuerza físi-
ca y que tenga por objeto causar cierto grado de dolor o malestar, aunque
sea leve; pegar a los niños ('manotazos', 'bofetadas', 'palizas'), con la mano
o con algún objeto -azote, vara, cinturón, zapato, cuchara de madera, etc.-.
Pero también puede consistir en, por ejemplo, dar puntapiés, zarandear o
empujar a los niños, arañarlos, pellizcarlos, morderlos, tirarles del pelo o
de las orejas, obligarlos a ponerse en posturas incómodas, producirles que-
maduras, obligarlos a ingerir alimentos hirviendo u otros productos (por
ejemplo, lavarles l a boca con jabón u obligarlos a tragar alimentos pican-
tes). El Comité opina que el castigo corporal es siempre degradante. Ade-
más hay otras formas de castigo que no son físicas, pero que son igualmen-
te crueles y degradantes, y por lo tanto incompatibles con la Convención.
Entre estas se cuentan, por ejemplo, los castigos en que se menosprecia, se
humilla, se denigra, se convierte en chivo expiatorio, se amenaza, se asus-
ta o se ridiculiza al niño".
76 En el marco de la Observación General 13 sobre Derecho del Niño a no
ser objeto de ninguna forma de violencia (2011),el Comité de Derechos del
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
discapacidad puede suponer una carga extraordinaria para los
progenitores o cuidadores, lo que aumenta el riesgo de que sufra
malos tratos. Las cifras de niños y niñas con discapacidad en ins-
tituciones son elevadas, lo cual constituye un importante factor
de riesgo de abuso sexual y físico. Los niños y niñas que padecen
discapacidades que afectan a la comunicación pueden ser espe-
cialmente vulnerables, ya que ello puede impedir que denuncien
las experiencias de abuso. Residan en instituciones o con sus fa-
milias u otros cuidadores, todos los niños y niñas con discapa-
cidad deberían considerarse como un grupo de alto riesgo en el
que es fundamental detectar los casos de ~ i o l e n c i a ~ ~ .
Por su parte, muchos de los abordajes en materia de salud
mental frente -especialmente- a adolescentes, reflejan estrés
postraumático a situaciones de abuso sexual en la infancia, o a
historiales de violencia familiar sostenida en que los niños han
sido bien víctimas directas o bien indirectas. En efecto, confor-
me explicita el Comité de Derechos del Niño en su Observación
General 13 sobre el derecho del niño a no ser objeto de ninguna
forma de ~ i o l e n c i ala~ violencia
~, pone en grave peligro la super-
vivencia de los niños y su "desarrollo físico, mental, espiritual,
moral y social" (art. 27, párr. 1);las repercusiones a corto y lar-
go plazo de la violencia y los malos tratos sufridos por los niños
pueden causar lesiones mortales y no mortales (que pueden pro-
vocar discapacidad); problemas de salud física (como el retraso
en el desarrollo físico y la aparición posterior de enfermedades);
dificultades de aprendizaje (incluidos problemas de rendimiento
en la escuela y en el trabajo); consecuencias psicológicas y emo-
cionales (como sensaciones de rechazo y abandono, trastornos
Niño ha establecido que "...se entiende por violencia 'toda forma de perjui-
cio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explo-
tación, incluido el abuso sexual' según se deñne en el artículo 19, párrafo 1,
de la Convención. El término violencia utilizado en esta observación abarca
todas las formas de daño a los niños enumeradas en el artículo 19, párrafo
1, de conformidad con la terminología del estudio de la 'violencia' contra los
niños realizado en 2006 por las Naciones Unidas, aunque los otros térmi-
nos utilizados para describir tipos de daño (lesiones, abuso, descuido o tra-
to negligente, malos tratos y explotación)son igualmente válidosn (pto. 4).
77 Informe Estado Mundial de la Infancia, cit.
78 Comité de Derechos del Niño, 2011, CRClClGCl13.
LOS DERECHOS DE LOS NINOS Y NINAS CON DISCAPACIDAD.. .
afectivos, trauma, temores, ansiedad, inseguridad y destrucción
de la autoestima); problemas de salud mental (como ansiedad y
trastornos depresivos, alucinaciones, trastornos de la memoria
o intentos de suicidio), y comportamientos perjudiciales para la
salud (como el abuso de sustancias adictivas o la iniciación pre-
coz en la actividad sexual). De tal modo, la salud mental y la dis-
capacidad están íntimamente relacionadas con la violencia como
factor ambiental desencadenante. Así, muchas "discapacidades"
presentes en niños y niñas -no solo a nivel físico producto de la
violencia directa, sino a nivel psíquico derivado también de vio-
lencia directa como indirecta- hallan su causa eficiente o fuente
en la violencia vivida desde la primera infancia. Este aspecto ha
sido desarrollado en el punto correspondiente al abordaje de la
salud de los niños y niñas con discapacidad.
85 Campoy Cervera, ob. cit. Cfr. Palacios, Agustina: "Si bien los sistemas de
apoyo se encuentran previstos en el art. 12 de la CDPD que regula la ga-
rantía de igualdad en materia de capacidad jurídica, entiendo que son ple-
namente aplicables al contexto de la infancia, sobre todo en lo que atañe al
proceso de participación y toma de decisiones de niños, niñas y adolescentes
con discapacidad" (Palacios,A,: "Acceso a la justicia de niños, niñas y ado-
lescentes con discapacidad", cit., págs. 2954 y 2955).
86 Los criterios de la edad y la discapacidad no pueden ser criterios generales
de limitación de la capacidad de obrar. Aunque es posible utilizar dichos cri-
terios para limitaciones puntuales en la capacidad de obrar, su utilización
ha de ser siempre la mínima posible y ha de estar claramente justificada.
En este sentido, se entiende que la edad y la discapacidad pueden ser, en
ocasiones, criterios suficientes para presuponer que el niño, con o sin disca-
pacidad, adolece de la falta de "madurez" suficiente para ejercitar libremen-
te alguno de sus derechos. Pero para ello habrá que aportar sólidas razones,
respecto al derecho concreto que se trate (pues el legislador habrá de hacer
un estudio individualizado de esos criterios respecto de cada derecho), que
permitan presuponer justi6cadamente que el niño por debajo del límite de
edad propuesto o con una determinada discapacidad adolece de la suficien-
te "madurez" para poder ejercitar libremente ese derecho, existiendo, pues,
una considerable probabilidad de que como resultado de las consecuencias
del libre ejercicio de ese derecho se impidiese o dificultase de forma relevan-
te la consecución de sus planes de vida, del libre desarrollo de su persona-
lidad (o se dañase, en ese mismo sentido, ilegítimamente a terceros). Cam-
poy Cervera, ob. cit., pág. 157.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
marco adecuado para la construcción de un modelo de derechos
humanos de los niños, con o sin discapacidadE7.
9. Palabras finales
El desarrollo inclusivo de los niños y niñas con discapacidad
tiene su base en el enfoque de derechos humanos, delineado a
través de una fuerte normatividad -que ha sido aquí descripta-,
y que debe ser acompañada de acciones, políticas y diseños con-
cretos tendientes al aseguramiento de la no discriminación y la
igualdad, así como a posibilitar el desarrollo de procesos partici-
pativos en favor de los niños y niñas con discapacidad.
El primer paso es la detección de las barreras sociales que
al interactuar con la situación de niños y niñas con discapaci-
dad impiden el ejercicio de sus derechos en igualdad de condi-
ciones con los demás niños y niñas; detectadas estas barreras,
la respuesta a ellas debe traducirse en concretos derechos de
promoción y protección, generadores de las consecuentes obli-
gaciones de los Estados tendientes a garantizar y asegurar su
cumplimiento, evitando así la exclusión normativa, social y co-
munitaria y la discriminación múltiple e intersectorial de niños
y niñas con discapacidad.
La sinergia entre los diversos instrumentos de derechos hu-
manos protectorios provoca que cada uno de ellos complemen-
te, refuerce y especifique a los otros, fortaleciendo los principios
fundamentales de derechos humanos y troncales también en
materia de discapacidad: la autonomía o el respeto a las volun-
tades y preferencias de la persona, la capacidad y tutela de la
personalidad jurídica, el principio de igualdad y no discrimina-
ción, y ñnalmente la dignidad personal como valor epistemoló-
gico inherente a la condición humana de los niños y niñas, tam-
bién con discapacidad.
Agustina Palacios1
9 Ibídem.
10 Crenshaw, Kimberley: "Demarginalizing the Intersection of Race and Sex:
A Black Feminist Critique of Antidiscrimination Doctrine, Feminist Theo-
ry and Antiracist Politics", University of Chicago Legal Forurn, vol. 1989,
issue 1,article 8,págs. 139 a 167.
11 Ídem.
12 '?)e Graffenreid v. GENERAL MOTORS ASSEMBLY DIV., ETC.", 413 F.
Supp. 142 (E.D. Mo. 1976)U.S. District Court for the Eastern District of Mis-
souri - 413 F. Supp. 142 (E.D. Mo. 1976)4 de mayo de 1976.Disponible en
~https:/Aaw.justia.com/cases/federal/district-courts/FSupp/413/142/
1660699/~. La pretensión se basaba en el hecho de que las mujeres negras ha-
bían sido contratadas por la empresa a partir del año 1970 y, por lo tanto, con
posterioridad a las mujeres blancas (que lo habían sido antes del año 1964,
pero a su vez con posterioridad a los hombres negros (que lo habían sido des-
pués de 1964 pero con anterioridad a 1970).De este modo, cuando en un mo-
mento de recesión la empresa decidió despedir al personal siguiendo el criterio
de la antigüedad, las mujeres negras fueron las primeras en ser despedidas.
LA PERSPECTIVA DE GENEROEN LA CONVENCIÓN INTERNACIONAL.. .
discriminación múltiple, el tratamiento de cada una de las capas
discriminatorias es en paralelo, pero cuando toca enfrentar una
discriminación interseccional, las capas no pueden individuali-
zarse, dado que esa intersección, esa sinergia, provoca una sola
forma de discriminación13.
-
de la distribución de ~oder.Por ello. sostiene: "...nuestra discon-
formidad con nuestras vidas no es un defecto personal, sino una
sana respuesta a la opresión a la que somos sometidas". Y por
ello considera útil trasladar la perspectiva del feminismo a un
análisis sobre la experiencia de la discapacidad, utilizando el
principio de transformar lo personal en político como su herra-
mienta de trabajo principalla.La autora plantea que una repre-
sentación de sus vidas que combine las perspectivas feministas
y de los derechos de las personas con discapacidad tiene que en-
raizarse en la oposición a la opresión; formar parte de la lucha
contra la discriminación y los prejuicios. "Al igual que las femi-
nistas de los años 60 y 70, que descubrieron la exclusión de las
mujeres de la historia, que pusieron de manifiesto la experien-
cia de la pobreza y la discriminación de las mujeres, que insistie-
ron en que había que reconocer y detener la violencia contra las
mujeres, nosotras estamos motivadas por la sensación de ofensa
e injusticia. Nos ofende que se silencien nuestras voces, de ma-
nera que no se reconozca la opresión que padecemos, y definimos
como injusticia la exclusión de las personas discapacitadas del
núcleo de la sociedad"lg.
22 Ídem.
23 Ídem.
LA PERSPECTIVA DE GENEROEN LA CONVENCIÓN INTERNACIONAL.. .
segundo, la interpretación. "Si estas interpretaciones son cons-
trucciones sociales, no son fijas ni inevitables y es posible re-
emplazarlas con interpretaciones diferentes, basadas en nuestra
propia experiencia de la deficiencia, en vez de hacerlo con lo que
las deficiencias significan para las personas sin discapa~idad"~~.
El modelo social de la discapacidad h a negado en sus ini-
cios que la idea de diversidad funcional fuera problemática; cen-
trándose, en cambio, en la discriminación como el obstáculo cla-
ve para la calidad de vida de las personas con discapacidad. La
consecuencia lógica de este enfoque consistió en buscar la solu-
ción mediante la eliminación de los factores sociales, y a ello se
dedicaron los esfuerzos del movimiento de personas con disca-
pacidad. Es decir que el movimiento ha hecho especial hincapié
en el cambio social para acabar con la discriminación contra las
personas con discapacidad. Existiendo una resistencia muy fuer-
te a considerar la diversidad funcional como un aspecto relevan-
te para el análisis político. Y la autora considera que la negación
del carácter problemático de la diversidad funcional constituye
el error del modelo social (la carencia, la falla). Aunque, por re-
gla general, en la determinación de la experiencia y de la calidad
de vida predominan los factores sociales, la diversidad funcio-
nal continúa siendo relevante. De este modo, Crow entiende que
por temor a que parezca que se suscriben las respuestas usua-
les, se corre el riesgo de no reconocer que las desventajas de al-
gunas personas se deben tanto a su diversidad funcional como a
las barreras socialesz5.
El debate y la revisión del modelo social exceden el objeto de
este trabajo, pero considero importante reflejarlo, dado que estas
reflexiones e intersecciones han sido y son muy necesarias para
avanzar hacia un enfoque holístico desde y hacia los derechos
24 Ibídem.
25 Ibídem. Por otro lado, la autora considera que el enfoque actual tampoco
tiene en cuenta el hecho de que las personas puedan estar discapacitadas
sin necesidad de tener una diversidad funcional. Las pruebas genéticas y
víricas se utilizan en forma generalizada para prever la posibilidad de apa-
rición posterior de una diversidad funcional concreta. Se ha manifestado el
temor a que la predisposición a una diversidad funcional sea utilizada como
fundamento de la discriminación, sobre todo en servicios médicos y finan-
cieros.
DISCAPACIDAD Y MODELO SOCIAL
humanos, que sigue necesitando un desarrollo y profundización
desde los valores que lo sustentanz6.
38 Ibídem, Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, Ge-
neral Comment 3 (2016),Article6: Women and girls with disabilities, CRP-
D/C/GC/3,2 de septiembre de 2016, párrafo 21.
39 Ídem, párrafo 22.
40 Young, Iris Marion: La justicia y la política de la diferencia, traducción de
~ilvinaÁlvarez,Ediciones Cátedra, Universidad de Valencia, Madrid, 2000.
La autora, al analizar las reivindicaciones de los nuevos movimientos so-
ciales, sostiene que en vez de centrarse en la distribución, una concepción
de la justicia debería comenzar por los conceptos de dominación y opresión
(ob. cit., pág. 12 y ss.).Asimismo, sostiene que cuando los nuevos movimien-
tos sociales hablan de opresión, se refieren a las desventajas e injusticias
que sufren algunas personas como consecuencia de las prácticas cotidianas
de una buena intencionada sociedad liberal. De este modo, además de la ti-
ranía en términos de gobierno -acepción comúnmente aceptada del térmi-
no-, la opresión se refiere también a los impedimentos sistemáticos que su-
fien algunos grupos y que no necesariamente son el resultado de las inten-
ciones de un tirano. Sus causas están insertas en normas, hábitos y símbo-
los que no se cuestionan, en los presupuestos que subyacen a las reglas ins-
titucionales y en las consecuencias colectivas de seguir dichas reglas (ob.
cit., págs. 74 y 75).
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
y10 como una posición (y, sin duda, de igual modo puede analizar-
se al géneroF.
La condición de discapacidad es la dimensión personal
-diversidad funcional-. Es personal, no natural ni biológica. No
debe surgir de un diagnóstico/deficiencia que pase a colonizar la
vida, debido a que va a tener incidencia en la identidad de la per-
sona. Y la identidad de la discapacidad suele ser una identidad
heterónoma y en negativo4'. Es la identidad de la insuficiencia,
la carencia y la falta de autonomía. La persona con discapacidad
"se da cuenta7'de su diferencia, no la construye43.Y desde dicha
concepción es muy difícil construir una identidad porque suelen
reproducirse criterios y clasificaciones médicas".
La segunda dimensión a tener en cuenta pasa a ser la situa-
ción de discapacidad, es decir, la dimensión interrelacional, si-
tuacional y dinámica, cuando entran en juego las barreras socia-
les. Dichas barreras pueden ser arquitectónicas, comunicaciona-
les y10 actitudinales (basadas en prejuicios y estereotipos). Son
las que impiden en muchas ocasiones el ejercicio de derechos sin
discriminación. Esta situación de discapacidad ha sido puesta de
manifiesto desde el activismo político y el modelo social de dis-
capacidad desde la década de los años setenta del siglo pasado45.
La tercera dimensión es la posición de discapacidad que es
estructural. Su origen surge de la estructura social, se encuen-
tra en las representaciones, en las valoraciones, en la cultura. Es
el resultado de nuestros prejuicios y estereotipo^^^. La posición
de discapacidad se relaciona con el valor que le asignamos a esa
50 Observación General 3 del Comité sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad, sobre el artículo 6: Mujeres y Niñas con Discapacidad, CRP-
D/C/GC/3,2 de septiembre de 2016.
51 Ídem, Sección 11.
52 Ibídem, Sección 111.
LA PERSPECTIVA DE GENEROEN LA CONVENCIÓN INTERNACIONAL.. .
artículo en relación con otras disposi~iones~~. En este punto, se
destaca la perspectiva transversal de género que prevé el Tratado,
y se profundiza en tres ámbitos principales: la especial situación
de vulnerabilidad de las mujeres con discapacidad en relación con
la violencia, la explotación y el abuso54;la salud sexual y reproduc-
tiva, incluyendo el respeto por el hogar y la familia55;a la vez que
se enfatizan las esferas de discriminación contra mujeres con dis-
capacidad en otros artículos relevantes5'j.
El documento describe la existencia de una fuerte evidencia
que muestra que las mujeres y niñas con discapacidad enfrentan
barreras en la mayoría de las áreas de la vida. Y que dichas ba-
rreras crean situaciones de discriminación múltiple e intersec-
cionaP7.Asimismo, describe la heterogeneidad de condiciones y
situaciones dentro del colectivo de mujeres y niñas con discapa-
~ i d a dY~sitúa
~ . la igualdad de género como un elemento funda-
mental dentro del discurso de los derechos humanos59.Además,
expresa que las mujeres con discapacidad se encuentran expues-
tas a estereotipos que pueden ser particularmente perjudicia-
les. Entre ellos, las mujeres como una carga para las demás per-
sonas (deben ser cuidadas, son una causa de dificultades, afiic-
ciones, responsabilidades y requieren de protección), son vulne-
rables (indefensas, inseguras y dependientes) o víctimas (tienen
sufrimiento, son pasivas e indefensas); son inferiores (tienen in-
capacidad, insuficiencia, son débiles e inútiles); tienen una anor-
malidad sexual (son estereotipadas como asexuadas, inactivas,
hiperactivas, incapaces y perversas sexuales);son un ser místico
o siniestro (estereotipadas como malditas, poseídas por los espí-
ritus, practicantes de la brujería; son utilizadas como "amuletos"
de buena o mala suerte y son perjudiciales)'jO.
-
Unas líneas es~ecialesmerece el tratamiento en materia de
derechos sexuales y reproductivos, incluido el respeto del hogar
y de la familia (arts. 25 y 23 de la CDPD, respectivamente). La
Observación General 3 establece que la falta de accesibilidad en
la información, en los servicios y las barreras actitudinales así
como los sistemas sustitutivos de la voluntad contribuyen a las
violaciones sexuales, sobre todo por causa de esa falta de infor-
mación especialmente a mujeres con discapacidad intelectual y
sensorial, y también contribuye a la anticoncepción forzosa y a
la esterilización forzosa así como a la denegación de la responsa-
bilidad parental respecto de sus hijos/as'j6.
En relación con la esterilización forzosa de personas con dis-
capacidad, la gravedad del tema h a llevado a que esta cuestión
no solo se aborde desde el marco de los derechos mencionados,
sino también en otro ámbito como es el marco general de la pro-
tección contra la tortura. Así lo ha manifestado el Relator de la
ONU contra la Tortura al señalar que "...la esterilización forza-
da es un acto de violencia, una forma de control social y una vio-
lación del derecho a no ser sometido a torturas y otros tratos o
penas crueles, inhumanos o degradantes"'j7. Pero cuando dichas
prácticas son realizadas en mujeres con discapacidad, suelen pa-
sar inadvertidas o se justifican y no se las considera una forma
de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradan-
t e ~En ~ la
~ misma
. línea, la Relatora Especial sobre la violencia
contra la mujer, sus causas y consecuencias señaló que "...exis-
te un largo historial de esterilizaciones forzosas y no consensua-
das de mujeres con discapacidad aceptadas socialmente e inclu-
so legalmente"69.
En nuestra región, la Corte IDH reconoció que "...las esteri-
lizaciones afectan de forma desproporcionada a las mujeres por
e1 hecho de ser mujeres y con base en la percepción de su rol
79 Ídem.
80 Reforzado por nuestro Código Civil y Comercial de la Nación, arts. 35 y cc.
81 Observación General 6,cit., párr. 11.
VEJEZ, DISCAPACIDAD Y
AUTONOMÍA PERSONAL1
1. Introducción
En el mundo jurídico, la autonomía puede ser comprendida
como aquel espacio individual dentro del cual cada persona ejer-
ce por sí misma el poder sobre su vida y su patrimonio, estable-
ce reglas, disposiciones o planes que solo a ella se refieren y le
permiten proyectarse y desarrollarse, en igualdad de condicio-
nes -aunque sin dañar-, a la de las demás. Es el campo de inde-
pendencia, dentro del cual cada sujeto despliega sus derechos y
obligaciones fundamentales, en áreas claramente marcadas por
la subjetividad, tales como: la identidad, la vida y la salud, la
Kant, 1.: Crítica de la razónpráctica, trad. Rovira Armengol, José, 5"ed., Edi-
torial Losada, Buenos Aires, 1990,págs. 21 a 32.
5 Nuevo Código Civil y Comercial (CCCN), art. 10 - "Abuso del derecho".
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
la nueva Convención Interamericana sobre la Protección de los
Derechos Humanos de las Personas Mayores (CIDHPM), aproba-
do por la Asamblea General de la OEA el 15 de junio de 2015 y
cuenta con jerarquía superior a la lef.
ble en ~http://idehpucp.pucp.edu.pe/wp-conten--
raci%C3%B3n-de-los-apoyos-Patricia-Cuenca.pdf,,,fecha de consulta: 30 de
marzo de 2015.
33 Art. 262 - "Manifestación de la voluntad. Los actos pueden exteriorizarse
oralmente, por escrito, por signos inequívocos o por la ejecución de un he-
cho material".
34 Cifuentes, Santos: Negocio jurídico, 2" ed., Editorial Astrea, Buenos Aires,
2004,págs. 46 a 114.
35 Zannoni, Eduardo A,: Ineficacia y nulidad de los actos jurídicos, Editorial
Astrea, Buenos Aires, 2013.
VEJEZ, DISCAPACIDAD Y AUTONOM~APERSONAL
transformarse en las situaciones discapacitantes contempladas
en la Convención. En cualquier caso, la autonomía personal se
compone del juego articulado de la capacidad y de la voluntad
propia de cada sujeto. Pero se expresa, además, en toda posibili-
dad de concreción de hechos y actos jurídicos, a partir de los cua-
les se produce alguna adquisición, modificación, transferencia o
extinción de derechos y obligaciones.
Las personas mayores, por ser capaces plenamente, no tie-
nen por qué verse privadas de esta posibilidad, a menos que sea
factible determinar judicialmente la afectación negativa y sos-
tenida de alguno de los componentes de la voluntad. De los tres
que la constituyen, el discernimiento y la libertad suelen ser los
más implicados o comprometidos. El discernimiento, toda vez
que el deterioro cognitivo pone en riesgo la vida o el patrimonio
de la persona mayor. Y la libertad, en cada situación en la cual
se coartan indebida e ilegítimamente sus oportunidades de de-
sarrollo individual, mediante la fuerza, el engaño o la intimida-
ción (coacción psicológica).
Los prejuicios contra la vejez y los fenómenos de discrimi-
nación motivados en la edad (viejismo) constituyen dos causa-
les relevantes para que ello suceda con frecuencia. Sin embargo,
urge de nuevo subrayar que, en el Derecho argentino, solo la dis-
minución importante o el quebranto del discernimiento dan lu-
gar a fallos judiciales que restringen la capacidad de obrar de las
personas de edad avanzada. Pero ello ocurre, en precisas y deter-
minadas c i r c ~ n s t a n c i a sA~ ~continuación,
. veremos estos temas
más de cerca.
6. Enfoque jurisprudencia1
Tal como hemos advertido en anteriores investiga~iones~~,
en la vejez es común observar diferentes formas de vulnerabili-
dad entre las cuales se destacan los pedidos judiciales abusivos
de restricción a la capacidad. Estas pretensiones acostumbran a
invocarse por causa de deterioros cognitivos, alcoholismo, adic-
ciones, prodigalidad. Pero también, en situaciones de "debilida-
des decisionales" basadas en prejuicios "viejistas" que asocian
edad avanzada a proceso involutivo personal54.En esta ocasión,
La causal del inciso 2" del artículo 152 bis. Ámbiton, en Tobías, José Wash-
ington: Colección de análisis jurisprudencial. Derecho civil: parte general,
Editorial La Ley, Buenos Aires, 1 de enero de 2003, pág. 346.
VEJEZ, DISCAPACIDAD Y AUTONOM~APERSONAL
sin prejuicios "viejistas", distorsivos de la dignidad de los adul-
tos mayores.
7. Reflexiones finales
La autonomía y los cuidados de las personas mayores en
situación de dependencia se h a tornado hoy una problemática
relevante a partir de dos supuestos: el desarrollo del envejeci-
miento poblacional que hoy, además de ser global, es multigene-
racional, por un lado y la necesidad de consolidar el Derecho de
la Vejez, por otro. En el Derecho actual, la capacidad es un factor
constitutivo de la autonomía personal.
Históricamente, la autonomía fue concebida en atención a
un concepto de persona abstracto y universal. En la actualidad,
esta perspectiva ya no puede sostenerse de manera consistente.
El envejecimiento global y multigeneracional ha puesto todo ello
en crisis, así como también ha dado lugar al reconocimiento de
la "gerontolescencia". Una nueva expresión de la crisis de identi-
dad que las personas mayores padecen, a raíz de la cultura am-
bivalente sobre la vejez.
En Argentina, las personas adquieren capacidad jurídica
plena (de derecho y de obrar) al cumplir los 18 años. Pero, una
vez obtenida, no se pierde por el simple transcurso del tiempo.
Solo causas graves, o situaciones que pongan en riesgo su vida
o patrimonio, pueden dar lugar al establecimiento de restric-
ciones a la capacidad, respecto de las cuales los jueces son los
únicos habilitados para pronunciarse en su favor. Así, pues, la
capacidad continúa siendo "regla", incluso para la persona en-
vejecida. Sin embargo, a partir del año 2007, la incorporación de
la Convención introduce un giro copernicano en esta materia al
maximizar aún más la regla de la capacidad plena (art. 12); al
rechazar categóricamente cualquier restricción a la capacidad
jurídica que implique la sustitución de voluntad; al obligar a los
Estados a garantizar sistemas de apoyos y salvaguardias para
los casos en que las personas requieran mecanismos que restrin-
jan su capacidad, en alguna medida (art. 12), al introducir, en
suma, el modelo social explicativo de la discapacidad.
El Derecho argentino ha adaptado el nuevo paradigma de
la CDPD tanto por su actual jerarquía constitucional (art. 75,
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
inc. 22, CN), como por lo estipulado en el mismo artículo 1 del
CCCN. Por su parte, la CIDHPM atiende las particularidades
propias del envejecimiento global y multigeneracional, como po-
demos observar en el Preámbulo al reconocer que "...la persona,
a medida que envejece, debe seguir disfrutando de una vida ple-
na, independiente y autónoma, con salud, seguridad, integración
y participación en las esferas económica, social, cultural y polí-
tica de sus sociedades". Aunque en materia de capacidad adoptó
el estándar del artículo 12 de la CDPD, junto a algunos avances:
a) Logra un reconocimiento pleno de la autonomía personal
en la vejez55.
b) Promueve la inclusión de mecanismos que contemplen sis-
temas de apoyo con salvaguardias para las personas ma-
yores cuyo discernimiento, libertad o intención se vea afec-
tada negativamente y reduce el uso de la representación a
situaciones excepcionalísirnas, tales como aquellas perso-
nas que se encuentren en estado de enfermedad terminal,
que no puedan expresarse de ninguna manera y no hayan
establecido directivas anticipadas5=.
C) Fomenta la adopción del criterio de gradualidad a la hora
de establecer las restricciones para el caso57.
La Convención Interamericana es, pues, muy importante, ya
que completa el paradigma de la CDPD en materia de autono-
mía y capacidad jurídica.
Emanuele Culo1
1. Menores
"Escuchar al menor que tenga por lo menos 12 años -e inclu-
sive de edad inferior, con tal que cuente con capacidad de discer-
nimiento- constituve " una modalidad. entre las más relevantes de
reconocimiento de su derecho fundamental a ser informado y a ex-
presar sur propias opiniones en los procedimientos que lo concier-
nen así como un elemento de primaria importancia en la evalua-
ción de su interés excepto que el juez, con específica y detallada
motivación, no considerare tal examen manifiestamente super-
fluo o contrario al interés del menor". Casación civil (italiana), 17
de abril 2019, N" 10.776.
El artículo 315 bis del Código Civil italiano dispone, en el pa-
rágrafo 3, que "El hijo menor que hubiere cumplido 12 años, y aun
de edad inferior si fuere capaz de discernimiento, tiene derecho
2. La administración de sostén
"El ámbito de aplicación de los dos institutos de la interdic-
ción y de la administración de sostén debe ser identificado te-
niendo en cuenta no ya el distinto grado de enfermedad o de im-
posibilidad de la persona carente de autonomía de ocuparse de
sus propios intereses, en hipótesis más intenso para la interdic-
ción, sino la mayor idoneidad de la administración de sostén de
adaptarse a las necesidades de dicha persona en relación a su
3 Luciana Capria, María Fernanda Díaz Fornis, Javier Frías, Ana Cecilia
Garzón, Mauro Gimenez, Luciana Gioja, Juan Pablo Oszurkiewicz,Patricia
Alejandra Zubiarrain, Mariana Sabina Baresi, octubre 2012.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
problema, porque se refiere a un menoscabo físico o psíquico. Sin
embargo, aparece evidente que un menoscabo físico no puede in-
troducirse en el contexto de una lev " (sobre
. administración de
sostén) donde el juez de tutelas desempeña un rol preponderan-
te, porque la enfermedad meramente física no puede dar lugar
a la intervención de la justicia. Nosotros hemos aclarado (o in-
tentado aclarar) que la interpretación de la ley debería, a nues-
tro juicio, seguir un curso que desborde parcialmente del surco
tradicional. Para lo cual, como hemos señalado en nuestros estu-
dios, conviene alejarse del dogma de la perfección del legislador,
entidad casi metafísica, que implica necesariamente la ulterior
creencia en la (idéntica) perfección del sistema.
Tales dogmas podían tener o una razón o, si se quiere, una
explicación, en los monumentales Códigos del ochocientos y del
novecientos, cuando la legislación especial (extra-Código) era
escasa y el ordenamiento jurídico estaba formado por escasas
normas confiadas a una clase de especialistas teóricos que se li-
mitaban al estudio universitario, sin grandes incursiones en la
profesión forense. En ese clima, que podríamos decir apacible,
surge el Código Napoleón y, mucho más tarde, el BGB.
Una idea de la sencillez del sistema nos la brinda el lamen-
to de Napoleón Bonaparte cuando recibe la noticia de la publica-
ción del primer comentario a su Código: "Mon code est perdu!".
Porque el Emperador pensaba que la codificación fuese tan cla-
ra que no necesitaba explicaciones. ¿Se trataba de una ingenui-
dad? En el pasado se habría respondido que sí lo era; actual-
mente, viendo los problemas de entropía jurídica, podríamos ser
mucho más prudentes, porque la cuestión involucra al rol de la
interpretación, una cuestión central de la jurisprudencia, enten-
dida como ciencia y como arte.
Es un problema que puede ser avecinado al de la antinomia,
cual contradicción entre preceptos legales. Como la filosofía en-
traña la relación con la realidad, el derecho entraña la relación
de la norma: a ) con otras normas; b) con la jerarquía de las nor-
mas; c) con los valores (que hallamos, por ejemplo, en el orden
público internacional y en las normas y cláusulas generales); d)
con el criterio lógico que rige la hermenéutica.
CAPACIDAD E INCAPACIDAD EN EL DERECHO ITALIANO ENTRE DERECHOS.. .
La administración de sostén italiana es, simplemente, una
"tailored measure", un tipo de declaración de incapacidad mol-
deado según el problema específico de la persona a la que se apli-
ca, mientras la incapacidad absoluta (interdicción, con la consi-
guiente tutela) y la inhabilitación (con la consiguiente curatela)
eran y son medidas rígidas que carecen de cualquier posibilidad
de adaptarse a la situación específica de la persona a la que se
aplican.
Tal institución jurídica consiente que la declaración de inca-
pacidad sea absoluta; no lo prevé expresamente, pero, enuncian-
do el contenido del decreto de designación del administrador de
sostén, se incluye la mención de los actos que el mismo tuviere
el poder de cumplir en nombre y por cuenta del (llamado) benefi-
ciario. Por lo cual, es suficiente establecer en el decreto de desig-
nación que tal representación sea exclusiva para que la incapa-
cidad se trastoque en absoluta.
¿Ha sido traicionado el espíritu original de la ley; había otras
posibilidades, otras salidas? Recapitulemos: el legislador en el
artículo establece sus finalidades: "La presente ley tiene el obje-
tivo de proteger, con la menor limitación posible de la capacidad
de ejercicio, a las personas que carecen, del todo o en parte, de
autonomía en el cumplimiento de las funciones de la vida coti-
diana, mediante intervenciones de sostén temporáneo o perma-
nente". La ley, en sus motivos apenas transcriptos, contiene una
contradicción vistosa, porque si se prevé que la carencia de auto-
nomía fuere total, tendría que ser mental, porque si fuere física,
no cabría el recurso al juez de tutelas ni a la representación judi-
cial, porque bastaría un ayudante o un enfermero. Si eso no bas-
ta, no es posible la esperada e invocada "menor limitación posi-
ble de la capacidad de ejercicio7'.El mismo hecho que prevea que
se limite la capacidad de ejercicio (capacita dágire, en francés
capacité de jouissance) muestra que el problema no es físico por-
que, si lo fuere, la declaración de incapacidad sería inconcebible.
Podemos elaborar la hipótesis de: a) ineficiencia de los hombres
de ley (profesores universitarios) que la han escrito; b) predomi-
nancia del aspecto ideológico sobre la real situación a afrontar,
porque simétricamente a la abolición de manicomios, estableci-
da con ley como si una norma pudiese borrar a los paranoicos y
a los esquizofrénicos, se quiso introducir un sistema foráneo (y
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
era justo hacerlo) sin conocer bien ni al sistema extranjero ni al
sistema local, con una remoción freudiana, limitándose a expo-
ner nobles intenciones. En realidad, nosotros, en nuestros diá-
logos con el excelente Presidente de la comisión de justicia del
Senado, hemos liberalizado el texto. En efecto, se preveía la pre-
sunción de incapacidad, mientras el excelente Notario Leonardo
Milone intervino para que se introdujese la presunción de capa-
cidad (art. 409, CC), mientras el que suscribe hizo introducir la
designación del administrador de sostén para el caso de futura y
eventual incapacidad.
Las palabras tienen un peso y el recurso a la definición de
"administrador de sostén" y de "beneficiario" cumplen un rol que
se inspira al pensamiento original del legislador, el cual creó un
instrumento legal (una institución jurídica) que, por el camino,
se convirtió en otro instrumento, en otra institución, cambiando
su naturaleza. Lo hizo, porque el principio de realidad tiene que
prevalecer. "Sostener" implica que alguien esté de pie y por tan-
to en un estado aceptable; en cambio, un beneficiario es una per-
sona que goza de ayuda, mientras aquí existe, sí, la ayuda, pero
la misma conlleva una prevista y declarada limitación de capa-
cidad, la cual constituye una necesidad, pero no es un benefi-
cio. Se trata de las llamadas declamatorias legales, que carecen
de relevancia o, por lo menos, tienen una relevancia sumamen-
te marginal.
La antedicha antinomia entre interdicción y administración
de sostén lleva a la consecuencia de que ambas instituciones
puedan tener un campo de aplicación común al caso de incapaci-
dad absoluta. Concretamente, la difusión de enfermedades men-
tales en una sociedad longeva es una amenaza a la paz social de-
bida al zozobro de la economía (y del equilibrio) de las familias.
En el informe mundial sobre Alzheimer leemos: "...causan
daños irreparables en las células cerebrales. Es posible que esa
comunidad aumente a los 152 millones de personas para el año
2050, hasta tener un tamaño similar a Rusia o Bangladesh. El
coste actual de la enfermedad es de aproximadamente 1billón
de dólares estadounidenses al año, y se prevé que se duplique
para 2030. Esta cifra incluye el coste estimado de los cuidadores
'informales', esas personas que de repente se encuentran en casa
actuando como enfermeras de sus padres, maridos o esposas las
150
CAPACIDAD E INCAPACIDAD EN EL DERECHO ITALIANO ENTRE DERECHOS.. .
24 horas del día. Se calcula que la cifra global anual de asisten-
cia informal es de unas 82.000 millones de horas y el 71% de esas
horas las realizan mujeres. La enfermedad de Alzheimer ha su-
perado al cáncer hasta convertirse en la enfermedad más temida
de Estados Unidos. Mata a más personas en los Estados Unidos
que el cáncer de mama y de próstata juntos. Ahora se ha conver-
tido en la principal causa de fallecimientos en Inglaterra y Gales.
En el mundo se produce un nuevo caso cada tres segundos".
Parece, entonces, natural que la administración de sostén
italiana se aplique a los susodichos casos de incapacidad abso-
luta, porque el procedimiento previsto es más rápido y menos
caro y engorroso que la interdicción. Agreguémosle que la inter-
dicción muchas veces no se aplicaba por sus costos elevados, por
lo cual los ancianos eran representados, por la parte personal y,
parcialmente, por la parte patrimonial, por sus familiares y alle-
gados, en carencia total de algún poder atribuido por la justicia,
en modo empírico y, digámoslo, abiertamente ilegal. Sostener
que existiese una real distinción entre administración de sostén
e interdicción en el campo de la incapacidad absoluta implica co-
rrer el riesgo Aemasiado frecuente- de estudiar los fenómenos
jurídicos en un laboratorio ideal, al cual la realidad no se asoma
nunca o casi; una visión que es deletérea para la ciencia jurídica.
En este debate, además, hay un convidado de piedra, consti-
tuido por la Convención de la ONU sobre los derechos de las per-
sonas con discapacidad, cuyas previsiones son incompatibles con
legislaciones nacionales que eliminen la posibilidad de una vida
digna y que nieguen el derecho de poder usar, valorizar y apli-
car la capacidad de ejercicio y la capacidad natural que hubie-
ren sobrevivido al huracán de las enfermedades mentales y que,
por tanto, pudieren expresar sus opiniones y gustos persona-
les; naturalmente, la Convención reprime y prohíbe todo abuso
contra las personas con discapacidad. Lo que es menester acla-
rar es que, debiendo dar una respuesta jurídica a la citada an-
tinomia entre interdicción y administración de sostén, la cita-
da Convención sobre discapacidad, aunque no sea self executing,
nos obliga a elegir la segunda.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
3. Consentimiento informado y disposiciones
anticipadas de tratamiento
"El consentimiento informado puede ser brindado válida-
mente mediante la firma por aceptación de la hija del paciente.
En tema de responsabilidad médica, a la clínica no se le pue-
de imputar el hecho de haber efectuado una intervención médi-
co quirúrgica sin el consentimiento válido del paciente en el caso
que el consentimiento informado hubiere sido firmado por la hija
de la paciente, cuando resulte que al momento del internamien-
to la misma estaba afectada por patologías que reducían en gran
medida su capacidad de ejercicio con consiguiente pérdida de au-
tonomía decisional", Tribunal Torre Annunziata sección II,16 de
abril de 2018, N" 928.
La ley del 22 de diciembre de 2017, N" 219 (Normas en ma-
teria de consentimiento informado y de disposiciones anticipa-
das de tratamiento) entró en vigor el 31 de enero de 2018, y no
autoriza ni prevé que los parientes puedan autorizar operacio-
nes quirúrgicas. El parágrafo 7 del artículo 1de dicha ley, empe-
ro, establece que en las situaciones de emergencia o de urgencia,
el médico y los miembros del equipo sanitario aseguran la cura
necesaria, en el respeto de la voluntad del paciente si sus con-
diciones clínicas y las circunstancias permitiesen recibirla. El
Código de Deontología médica, por su parte, se refiere (art. 36)
a la voluntad y a las declaraciones anticipadas, si las hubieren,
por lo cual, en su ausencia, se desprende que puede proceder au-
tónomamente. Es cierto, como hemos aclarado antes de la ley
219/2017 y seguimos aclarando (ya que la ley lo h a descuidado)
que el ordenamiento italiano no contempla el rol de parientes y
convivientes, que los ordenamientos más avanzados (ver asimis-
mo art. 59, CCCN) disponen.
4. Conclusiones
En tema de capacidad e incapacidad, el jurista debe tener
la humildad de cotejar sus nociones con la aplicación cotidia-
na de la norma. ¿Debe considerar, asimismo, los aspectos con-
textuales en la aplicación de la norma, a saber, los factores étni-
cos, climatéricos y demás, como aconsejaba Montesquieu? Decía
CAPACIDAD E INCAPACIDAD EN EL DERECHO ITALIANO ENTRE DERECHOS.. .
Montesquieu e n L%sprit des Lois: "Dans les climats chauds, ou
rhgne ordinairement le despotisme, les passions se font plus t6t
sentir, et elles sont aussi plus t6t amorties 116 ; l'esprit y est
plus avancé; les périls de la dissipation des biens y sont moins
grands; il y a moins de facilité de se distinguer, moins de com-
merce entre les jeunes gens renfermés dans la maison; on s'y
marie de meilleure heure: on y peut donc &re majeur plus t6t
que dans nos climats d'Europe".
Ciertamente no, hay quien dice que, compartiéndolo, se com-
porta el racismo. Lo cual no quita que las costumbres sean dis-
tintas, siguiendo y según factores complejos. Por lo cual, las le-
yes, en un trasplante a la Alan Watson, deberían ser adecuadas
al susodicho contexto. Sin embargo, más que Watson, quizás
nuestra atención debería dirigirse hacia la teoría de los legal
origins: tesis según la cual recientes estudios empíricos demos-
trarían que los Estados cuyos ordenamientos se basan sobre la
English common law difieren sistemáticamente bajo el aspecto
económico de aquellos basados sobre la civil law francesa (sic),
porque los orígenes de la common law inglesa estarían asociados
a un superior desarrollo de los mercados4 para no admitir que el
sistema alemán de civil law sea económicamente rentable, llega
a sostener que la jurisprudencia alemana sea fuente de derecho.
Agreguemos que la teoría de los legal origins ha sido obra de un
grupo conocido con la sigla LLSV o LLs, formado por Rafael La
Porta, Florencio Lopez de Silanes, Andrei Shleifer y Robert W.
Vishny. Se trata de una exageración y de una simplificación ex-
cesiva; queriendo profundizar, sería más útil examinar de nuevo
los estudios de Max Weber, que se refieren directamente al com-
plejo ideológico - religioso.
El aspecto dogmático merece sobrevivir solamente en la me-
dida en que pueda ayudarnos a construir esquemas teóricos apli-
cables en modo eficiente a casos prácticos, cotejando con los da-
tos que derivan del derecho comparado y midiendo su eficacia
con la aplicación a la realidad empírica. El c6té ideológico, por
4 Ver Klerman, Daniel y Mahoney, Paul G.: Legal Origin?, 35 J. Comp. Econ.
278 (20071, pág. 3. Ver asimismo Shleifer, A: Legal Foundations of corpora-
te governance and market regulation, Banca $Italia - Lezioni Paolo Baffi di
Moneta e Finanza, Roma, diciembre 2008, pág. 49.
DISCAPACIDAD Y MODELO SOCIAL
su parte, juega siempre un rol fundamental, solamente si no de-
viene una entelequia que nos lleve a construir el derecho en la-
res distintos de aquellos donde alberga el mundo real. Porque
seguir albergando, en un mismo Código, a la interdicción, inha-
bilitación y administración de sostén, si no es una catástrofe, se
le asemeja bastante.
SELECCIÓN DE CASOS
JURISPRUDENCIALES
CAPACIDAD
JURÍDICA
RESTRICCI~N
DE LA CAPACIDAD DE OBRAR
DESDE EL PRISMA CONVENCIONAL.
LAHISTORIA DE DALDO
3. Comentarios de la sentencia
3.1. Cuba y la Convención de los Derechos de las
Personas con Discapacidad (CDPD)
La aplicación por los tribunales cubanos de la CDPD ya no
es una novedad2. El estudio y aplicación de la Convención por
y desde el Tribunal Supremo ha sido la piedra filosofal que ha
abierto las puertas a los tribunales de instancia, los que en defi-
nitiva conocen de procesos relacionados con el estado civil de las
personas y, en concreto, con el ejercicio de la capacidad jurídica.
En tal orden -aunque a pasos moderados-, han sido los tribu-
nales quienes han permitido transitar por los cauces del nuevo
4 CCiv. y Com. Mar del Plata, Sala 2,22de diciembre de 2015,"D. J.",con voto
de los jueces Zampini y Gérez, causa 6230512015,LL AR/JUR/62305/2015.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
día para dar primacía al derecho de aquellos frente a los de los
padres o demás familiares cuando entran en fricción. Esto es, en
clave de CDPD, lo que prevalecerá será la autonomía de las per-
sonas para regir su destino, de modo que los actos que concluyan
con apoyos, sean excepción y no regla.
Por su parte, el ejercicio de los derechos fundamentales, ci-
viles y políticos se mantiene intacto, al no limitarse en modo
alguno.
11 CNCiv., Sala H,3 de agosto de 2016,"B. B.", con voto de los jueces Fajre,
Abreut de Begher y Kiper, causa 76,38812013,LLAFÍíJUR/59771/2016.
12 En la Argentina, la CNCiv., Sala J, 23 de agosto de 2016,"G. S. E.", con el
voto de las juezas Verón y Wilde, causa 111.62112004,ha dejado sentado
que "...el sistema de apoyos para la toma de decisiones (SATD)no sustitu-
ye a la persona con capacidad restringida, ni a la persona declarada inhabi-
litada, sino que se añade a estas como un nuevo sistema de protecciónn,LL
AR/JUR/58226/2016.
13 Palacios, Agustina: "El 'derecho a tener derechos'. Algunas consideraciones
sobre el ejercicio de la capacidad jurídica y la toma de decisiones con apo-
yos", en Derechos de las personas con discapacidad, Defensona General de
la Nación, Ministerio Público de Defensa, Buenos Aires, 2017,págs. 23 a 36,
en concreto, pág. 24.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
para concentrarse en qué necesita la persona para ejercer su
capacidad jurídica"14.
Sin duda, en un ordenamiento jurídico como el cubano, la so-
lución judicial que sigue la línea de la sentencia de la Sala de lo
Civil y de lo Administrativo del Tribunal Supremo, N" 752, de 30
de septiembre de 2016 (ponente Valdés Rosabal)15que da luz ver-
de a la restricción al ejercicio de la capacidad jurídica de una per-
sona con discapacidad conjuntamente con la fijación de apoyos16,
apartando las clásicas instituciones de guarda y cuidado previstas
en el Código de Familia de 1975 aun vigente, constituye un acto
17 Tal y como h a dejado dicho desde la Argentina la CNCiv., Sala A,7 de sep-
tiembre de 2015, "C. E. A,",con voto de los jueces Picasso, Li Rosi y Molteni,
causa 286.97511987,
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
da tomar la decisión y ejercer sus derechos desde parámetros
propios"18.
Precisamente para controlar la eficacia del apoyo dispuesto
en la sentencia se establece como salvaguardia el control judi-
cial; así, una vez al año se rendirá cuentas por el apoyo, de su
labor, con el objetivo de que los jueces verifiquen el efectivo cum-
plimiento de los deberes de asistencia que le compete a la madre,
en su condición de apoyo de su hijo, a los efectos de determinar
a su vez si se hace necesario o no, reajustar conforme al grado
de discapacidad de la persona, los actos jurídicos que puede con-
cluir válidamente y aquellos otros en los que debería o no tener
participación como tal, o sea, como apoyo. Con esta medida, el
órgano judicial se mantiene vigilante a los efectos de responder
al principio de proporcionalidad que tiene esta novedosa figura,
conforme al grado de discapacidad de la persona.
Como expresa el señor Porter respecto de D. M. L., para mu-
chos, para quienes lo ven por una de las avenidas más transitadas
de La Habana, él "...es simplemente un Superhéroe, destructible
quizás e imprevisible, que ha alcanzado a fabricar un universo
que pone a la disposición de quien se invite7',pero ese universo fa-
bricado por él, en el que el arte tiene protagonismo, no solo seguirá
siendo suyo, sino también conducido por él, con sus preferencias,
con sus proyectos, con sus sueños.. .
LAPERSONA EN SITUACI~NDE
DISCAPACIDAD COMO PROTAGONISTA DE
SU VIDA. ELPROCESO JUDICIAL Y UNA
DISIDENCIA QUE ACLARA
1. Hechos y derecho
La Cámara Segunda de Apelación en lo Civil y Comercial
de la ciudad de La Plata, Buenos Aires, Argentina, confirma una
decisión de origen. Allí se decidió, previo a resolver el planteo
de nulidad del proceso y la sentencia dictada, introducido por
el señor A. R. C., la comparecencia del mencionado a una nueva
22 Art. 141 del Código Civil argentino, derogado por la ley 26.694y que entra-
ra en vigencia en agosto de 2015.
23 Aun en la actualidad con la reforma efectuada se siguen levantando barre-
ras de accesibilidad al derecho a la seguridad social por motivo de discapa-
cidad exigiendo la representación por otro o inicio de procesos de determi-
nación de la capacidad jurídica con designación de "curadores" o apoyos.
24 Del voto del ministro De Lazzari.
CAPACIDAD JUR~DICA
ningún modo someterse a una nueva evaluación, ella solo puede
proyectarse en la no modificación de la declaración que preten-
de...', determina que no puede sostenerse válidamente la pos-
tergación del tratamiento de los planteos formulados sobre la
base de la firmeza de la sentencia que restringió la capacidad del
recurrente (. ..) la imposibilidad de participar en el proceso por
no tener igualdad de medios procesales, por no habérsele propor-
cionado información previa y detallada del objeto del proceso, ni
sobre el alcance y las consecuencias de los actos procesales. De
allí que no haya tenido la posibilidad de aportar pruebas que
hicieran a la defensa de su capacidad, tampoco pudo controvertir
los informes presentados, ni tomar contacto directo con el juez a
los efectos de esclarecer (. ..) ni evaluar personalmente el cuadro
conñgurado por el dictamen de peritos. (. ..) [Altravesado por ba-
rreras de acceso a la Justicia, al afectarse su intervención en el
proceso (...) considera que la resolución del caso es hacer lugar al
recurso de inaplicabilidad de ley y declarar la nulidad de toda la
actuación derivada del proceso judicial".
participar
- Su papel dentro de dicha actuación
-
del fallo de la Excma. S u ~ r e m aCorte de la Provincia de Buenos
Aires, quien se ha pronunciado en el siguiente sentido: "En la
-
inter~retaciónde las normas constitucionales deben rimar los &
fines tuitivos que las animan, de tal modo que el sentido que
aquella se asigne no conduzca a desnaturalizarlas o a la pérdi-
da o desconocimiento de los beneficios por ellas reconocidos. En
virtud del principio de prevalencia en favor de la interpretación
más favorable al administrado consagrado en la Constitución
Provincial en materia de Seguridad Social (art. 39 inc. 3 in fine)
debe soslayarse cualquier interpretación desfavorable de la nor-
ma aplicable a la situación en la que se encuentran los destina-
tarios de la seguridad social"37.En el mismo sentido, el Dictamen
(GAJ) 37012-08- Presunto incapaz por demencia -cobro de be-
neficio- señala que si la persona con discapacidad se presenta en
forma personal sin la ayuda de familiares, dándose a entender
en forma verbal y10 por escrito, se recibirá la documentación pro-
porcionada por este y con ajuste a las normas detalladas en la
página web de la ANSES38.
Como agregado que refuerza esta visión de enorme impacto
que producen las prácticas en el antecedente citado más arriba
del 2 de marzo de 2011,expte. 47461,"C. M. A S/ Insania y cura-
tela" del Departamento Judicial de Mar del Plata, quedó dicho
cómo a través del dictado de una medida para mejor proveer,
específicamente un oficio judicial, librado a la autoridad com-
petente en materia de otorgamiento de pensiones de la provin-
cia (I.P.S.) se quiebra el binomio curatelaheneficio de pensión
cuando el oficio librado para obtener la información de la norma
administrativa que justificara el requerimiento de la declaración
de incapacidad y el posterior testimonio de curatela, dio como
resultado que no existe normativa alguna que imponga este de-
ber, sino un protocolo de actuación en el formulario de solicitud.
Ello sin perjuicio de que para el caso que así fuera, el Instituto
debe formular los ajustes razonables para la accesibilidad de la
persona con discapacidad a la Seguridad Social. Asimismo, de
tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo ra-
zonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, es-
tablecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acu-
sación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos
y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter".
42 Arts. 14 y 22, CDPC.
43 Peces-Barba Martínez, Gregorio: Curso de derechos fundamentales: teoría
general, Editores Boletín Oficial del Estado, Universidad Carlos 111 de Ma-
drid, Madrid, 1995-1999,pág. 220.
CAPACIDAD JUR~DICA
dicamente establecido de respetar el ejercicio por los demás de su
libre arbitrio, y en un sentido positivo, como capacidad de la per-
sona de participar en la creación de las normas que determinan,
precisamente, la esfera de libertad entendida en sentido negativo.
Conforme a esa comprensión de la idea de libertad, entiendo que,
finalmente. el elemento esencial de lo aue ha de constituir el cen-
tro neurálsco de la cuestión sobre la fundamentación última de
los derechos fundamentales se configura en torno a la idea básica
de que hay que reconocer, respetar y proteger que las personas
puedan desarrollar sus propios planes de vida'"4.
48 ~~http://www.un.org/spanish~disabilities/default.asp?id=498~~.
49 Principio para la protección de los enfermos mentales y para el mejora-
miento de la atención de la salud mental, Res. 146149,noviembre de 1991,
Asamblea General de las Naciones Unidas, Princ. 1 y 9.
CAPACIDAD JUR~DICA
- Libertad y seguridad personal: contenido en la DUDH
(arts. 3, 9 y 111, el PIDCP (arts. 9, 10 y 11) y la CADH
(arts. 5 a 7). La libertad asimismo y especialmente, en
tanto libertad jurídica.
Los pactos referidos aseguran que nadie puede ser priva-
do de su libertad en forma arbitraria, con lo que se exige
en la fundamentación de esta decisión, causas y formas
legales, a la vez que razonables y no arbitrarias.
- El derecho a la igualdad y a la no discriminación: lo re-
ceptan la DUDH (art. 71, la CADH (arts. 1 a 24), el PIDCP
(arts. 2, 3, 26 y 27) y nuestra Constitución Nacional (art.
75, inc. 19, y art. 43). Este derecho de igualdad compren-
de dos aspectos: 1) igualdad ante la ley y 2) igual protec-
ción por ella, y está dictado también de modo operativo.
El derecho a ser igual a partir de la diferencia no consti-
tuye un mito, si se tiene en cuenta el inciso 23 del artículo
75 de la CN que dicta el deber de legislar y promover "me-
didas de acción positiva7' que garanticen la igualdad de
oportunidades y d e trato y e l pieno goce y ejercicio de los
.
derechos humanos., articulari izando la *~roteccióncon re-
lación a los niños, mujeres, ancianos y discapacitados; la
sentencia comentada exige la profundización en la aplica-
ción de la Constitución Nacional Argentina concordando
con la CADH y el PIDCP, que confiere un recurso senci-
llo y rápido o cualquier otro recurso efectivo, que ampare
contra actos violatorios de derechos fundamentales reco-
nocidos por la Constitución, la ley o tratados, aun cuando
las violaciones deriven de actos estatales.
- Aplicar el principio de justicia distributiva, a toda una mis-
ma cosa y a cada uno una cosa diferente. Las PCD se en-
cuentran dentro de los que se conoce como categorías sospe-
chosas: en el caso "Abdulaziz, Cabales y Balkandali v. Reino
Unido"5o.la Corte E u r o ~ e adeclaró: "...el desarrollo de la
L
9. Conclusión
La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia
de Buenos Aires recepta un sistema que muestra con claridad
que se está construyendo el paradigma de la no discriminación
por motivos de discapacidad, pero también deja en claro que si
no se modifica la mirada jurídica en forma y fondo, se corre el
riesgo de modificar títulos y designaciones pero no dinámicas de
igualdad real. El voto en disidencia de este fallo condensa los re-
quisitos constitutivos de los ajustes razonables y cómo se impone
la aplicación operativa en cada caso de los derechos reconocidos
a las personas con discapacidad en la Convención. La cláusula
más favorable a la persona60es aquella que reconoce el derecho a
la personalidad jurídica y, por ende, al ejercicio de la capacidad.
La igualdad en el marco de lo social y cultural como parte de la
construcción colectiva de lo cultural en el marco de la posmoder-
nidad es compleja, relativa, interactiva, conmueve los procesos
judiciales y sus resoluciones.
Ludwig Wittgenstein.
1. Presentación
Ha transcurrido más de una década de la entrada en vigen-
cia de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Dis-
capacidad (en adelante, la Convención),importante instrumento
internacional que promueve el respeto de los derechos humanos
de las personas con discapacidad, celebrado en el ámbito de las
Naciones Unidas, con vocación de aplicación universal; y respec-
to al cual, el Perú es Estado Parte.
En el año 2018 se modifican varios artículos del Código Ci-
viP4 y del Código Procesal Civil referidos a la capacidad jurídi-
ca de las personas, así se cumplió con adecuar la normatividad
interna a la Convención. Antes que ello ocurra, era manifiesta
la colisión normativa entre los principios rectores de dicha Con-
vención frente a la regulación del proceso judicial de interdic-
ción civil, que culminaba con el nombramiento del curador del
interdicto, y la anulación práctica de la existencia jurídica de
las personas declaradas interdictas en cuanto al ejercicio de los
derechos civiles y patrimoniales que le asisten.
En particular, me interesa analizar una importante juris-
prudencia peruana, referida al caso Segovia Soto, relacionada
con el cuestionamiento a las sentencias emitidas en un proce-
so de interdicción civil, que se hace mediante el proceso de am-
paro contra resoluciones judiciales, esgrimiendo el demandante
como sustento que él fue declarado interdicto por petición judicial
planteada por sus hermanos, y sostiene que en su caso no se le
Modelo rehabilitador
Según este modelo, se considera la discapacidad exclusiva-
mente como un problema de la persona. Aquí es el médico el que
califica la existencia de la discapacidad, y se concibe que se re-
habiliten o normalicen las personas con discapacidad mediante
los tratamientos médicos. En suma, el objeto de atención, como
señala Agustina Palacios, es la persona y su "defi~iencia"~~,
de tal
manera que interesa la causa de la discapacidad, entendiendo o
asimilando que discapacidad es igual a enfermedad; o haciendo
un símil se opone persona normal a persona con incapacidad o
anormal. Este modelo tiende a manejar una visión parcial e in-
completa de la discapacidad, y en el cual se apunta a los déficits
de las personas que tienen menos valor que el resto, las válidas o
Los apoyos
La Convención en el artículo 12 sobre i m a l reconocimiento
como persona ante la ley, en el acápite 3 señala que "Los Estados
Partes adoptarán las medidas pertinentes para proporcionar ac-
ceso a las personas con discapacidad al apoyo que puedan nece-
sitar en el ejercicio de su capacidad jurídica".
Federico Cabello de Alba70, Notario español del Colegio No-
tarial de Andalucía y Director de la Sección Social y Económica
de la Fundación AEQUITAS, refiere que:
"El principal reto que se nos plantea al estudiar estas cues-
tiones es solventar de manera adecuada la tensión que se produ-
ce entre dos de los principios consagrados por la Convención: por
un lado, la autonomía en el ejercicio de los derechos que corres-
ponden a estas personas y, por otro, el de su protección, la segu-
ridad jurídica que en el ejercicio de sus derechos les es debida.
Ello se trata de salvar por la Convención haciendo reiterada
referencia, como venía siendo ampliamente demandado, tanto
desde ámbitos jurídicos como sociales, a instituciones 'de asis-
tencia o apoyo' como alternativa a las reconocidas tradicional-
mente como 'de sustitución7".
Es atendible la existencia de la tensión y el temor que produ-
ce pensar en las consecuencias de este reconocimiento a la capa-
cidad jurídica de las personas con discapacidad, que se traduce en
pensar cómo se les reconoce autonomía para toma de decisiones,
y la mejor protección de sus derechos personales, patrimoniales,
entre otros, y que hace alusión Federico Cabello de Alba. Es aquí
que cobra especial relevancia la institución del apoyo y las sal-
14 Véase: ~http://blog.puep.edu.pe/blog/eel5/wp-contenuploaddsited731/2019/
11/Sentencia-2da-instaneia-Amparo-Caso-Segoa-Soto.p~.
222
CAPACIDAD JUR~DICA
"VIGÉSIMO: Que, evidentemente, los magistrados demandados
al resolver no tuvieron en cuenta los alcances de la Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, de la
cual formamos parte, ni los de la Ley 29.973 - Ley General de
la Persona con Discapacidad, que es una ley especial aplicable
al caso de interdicción civil, así como s u Reglamento (Decreto
Supremo 002-2014-MIMP), ni que el actor si bien padece de es-
quizofrenia paranoide está con tratamiento médico especializa-
do que le permite una mejor calidad de vida. Cabe señalar ade-
más, que no es excusa las restricciones e interpretaciones de la
legislación nacional para no aplicar las disposiciones de la re-
ferida convención, tal como se advierte del artículo 27" de la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados: 'Una par-
t e no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como
justiñcación del incumplimiento de un tratado', de lo contrario se
incurre en responsabilidad internacional.
VIGÉSIMO PRIMERO: Que, siendo así, se puede advertir que
las resoluciones judiciales cuestionadas han incurrido en mani-
fiesta inexistencia de motivación o motivación aparente; en efec-
to, 'Está fuera de toda duda que se viola el derecho a una deci-
sión debidamente motivada cuando la motivación es inexistente
o cuando la misma es solo aparente, en el sentido de que no da
cuenta de las razones mínimas que sustentan la decisión o de
que no responde a las alegaciones de las partes del proceso, o por-
que solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato, ampa-
rándose en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico'. En ese
sentido, no basta con inferir de los medios probatorios presenta-
dos una determinada consecuencia jurídica, sino que el razona-
miento lógico-jurídico que debe realizarse para llegar a una de-
terminada conclusión debe ser expreso y claro, para que tanto
las partes, como los ciudadanos, en el marco del derecho consti-
tucional a la libre crítica de las resoluciones judiciales, puedan
conocer con plenitud cómo es que los hechos presentados por las
partes procesales encuentran s u consecuencia jurídica. Por tan-
to, se advierte claramente la vulneración de lo establecido en el
inciso 5) del artículo 139 de la Constitución, derecho fundamen-
tal y además garantía jurisdiccional referido a la motivación es-
crita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, ex-
cepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la
ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se susten-
tan, lo que concuerda con el artículo 12" de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, más aun tratándose de un caso que implica la
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
vulneración de derechos fundamentales de una persona con dis-
capacidad mental, conforme al artículo 7 de la Constitución".
5. Conclusiones
a) El caso Segovia Soto es un importante referente de la ju-
risprudencia constitucional peruana, que trata del cues-
tionarniento a las sentencias emitidas en un proceso de
interdicción civil, mediante el proceso de amparo contra
resoluciones judiciales, en que el demandante es el pro-
pio interdicto, quien en ejercicio de su derecho, invoca que
en su proceso judicial de interdicción no se le ha aplica-
do la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad.
b) Al haber incurrido fundamentalmente en vicio de motiva-
ción en las sentencias del proceso de interdicción y nom-
bramiento de curador, el señor juez constitucional declara
CAPACIDAD JUR~DICA
fundada la demanda, la cual a su vez, es confirmada por
la Sala Civil Superior, validando sus fundamentos.
C) Un aspecto resaltante es la consideración a la Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que
es analizada por el señor juez constitucional. Poniendo en
evidencia que el juez que conoce del proceso de interdic-
ción debe pronunciarse, entonces, sobre la petición de los
hermanos Segovia Soto, y la viabilidad de acceder a dicho
pedido, cuando existen normas internacionales vigentes,
incluso para el Perú, que consagran la capacidad jurídi-
ca de la persona con discapacidad, y en el caso se verifica
que en efecto, no h a habido pronunciamiento alguno.
d) Evidentemente, en el caso analizado sí han vulnerado los
derechos del accionante como una persona con discapa-
cidad, en el proceso de interdicción civil y nombramien-
to de curador seguido en su contra; y lo interesante es
que sin entrar al fondo de la materia, porque el amparo
contra sentencias judiciales no es una instancia de mé-
rito, no obstante ello, el señor juez constitucional sí ve-
rifica que hay serias omisiones o vicios en la motivación
de las sentencias, y por ello declara fundado este proceso
constitucional, dejando expresa mención a que habrá que
pronunciarse en las futuras sentencias, sobre este aspec-
to central: sobre la aplicación de la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad.
e) Y, por último, ahora que ya se han modificado las nor-
mas del Código Civil, adecuándolas a las normas de la
Convención, definitivamente, el panorama de solución del
caso ha cambiado favorablemente.
Ángeles Baliero de B ~ r u n d a r e n a ~ ~
77 Asesora General Tutelar Adjunta del Poder Judicial, CABA. Profesora ad-
junta de Derecho Civil (UNDAV).
CAPACIDAD JUR~DICA
en el reconocimiento de las pruebas aportadas, así como también en que la
salud mental es un estado modificable.
1. Introducción
Para comenzar, es necesario resaltar que el nuevo Código
Civil y Comercial de la Nación (en adelante, CCCN), aprobado
por ley 26.994 y vigente desde el año 2015, recepta normas ya
vigentes. En este sentido, se encuentra la ley 26.378, que ratificó
la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad
(en adelante, CDPD), aprobada por la Organización de las Na-
ciones Unidas en el año 2006, así como también la ley 26.657, de
Salud Mental. Cuerpos normativos de índole convencional y de
jerarquía constitucional (confr. ley 27.04478)que consolidaron el
cambio de paradigma en el campo de los derechos humanos y la
salud mental.
Esta nueva concepción radica en el reconocimiento del ejer-
cicio de la capacidad jurídica de la persona con padecimiento psí-
quico para ejercer por sí misma sus derechos y, de resultar nece-
sario, se la provee de un sistema de apoyos para tomar decisiones
(SATD) con salvaguardias o contralores adecuados. Estos no solo
deben bregar por los intereses de la persona, sino esencialmente
promover su autonomía respetando su voluntad, deseos, prefe-
rencias y procurando que la toma de decisiones resulte de un con-
texto libre de influencias. De este modo, se abandona el "modelo
de sustitución en la toma de decisiones" por un representante
designado, y se adscribe el proceso al "modelo social de la dis-
capacidad", basado en la igualdad, la autonomía, el respeto y la
dignidad intrínseca de las personas. Al respecto, el SATD asiste a
la persona, pero no lo sustituye para la expresión de su voluntad.
Ahora bien, el fallo de Cámara que aquí se analiza es dictado
en clave de Derechos Humanos. Se trata de una sentencia ejem-
plar porque resulta "a la medida" de la persona que encuentra
afectada su salud mental y, por lo tanto, cumple con los criterios
de proporcionalidad y flexibilidad al fundar la protección hasta
el límite de lo necesario y al entender -sobre todo- que la salud
mental es un estado modificable.
dinero, siendo en cambio dependiente de terceros para todos los demás ac-
tos de la vida cotidiana, determinando el alcance de la presente por el tér-
mino de tres (3) añosn.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
de derechos fundamentales de la persona y -como tal- debe ad-
ministrarse bajo un estricto contralor jurisdiccional y desde un
criterio de excepcionalidad.
Al respecto, la Cámara entiende que la restricción al ejer-
cicio de la autonomía, de carácter amplio -pues en la primera
instancia abarcó la disposición y administración de bienes mue-
bles e inmuebles-, viola el principio indicado al imponer una res-
tricción respecto al ejercicio de estos actos y a los de contratación
en forma generalizada, sin especificación o distinción alguna.
Con idéntico sentido y alcance, lo hace para celebrar contratos
de cualquier tipo, incluso el de trabajoa0.
En ningún momento se hace referencia a la vida diaria que
este lleva a cabo con las actividades que ella incluye: talleres
de gimnasia, guitarra, actividades lúdicas, arte y reciclado en el
Centro de Día con apoyo de su acompañante terapéutico, tareas
de jardinería. Es decir, no se contempla realmente su evolución
integral. Asimismo, nada dice tampoco sobre los talentos, habi-
lidades y10 dificultades que presenta el señor R. A. L. en cuanto
al manejo del dinero. Ni siquiera se hace mención a la realidad
patrimonial del joven. Situación económica que de ningún modo
puede desconocerse al momento de decidir sobre una cuestión
tan excepcional como lo es la restricción del ejercicio de la capa-
cidad de una persona.
Al respecto, cabe destacar que, para tamaña decisión, la ins-
tancia de origen no tuvo en consideración el hecho de que el jo-
ven no poseía bienes registrables, así como tampoco los informes
interdisciplinarios, de donde surge que el mismo efectúa por sus
propios medios compras en el kiosco y concurre al cine con fre-
cuencia. Ello implica la celebración de un contrato y la capacidad
para realizar determinadas compras y controlar montos. El hecho
de que sea el propio interesado quien porte y administre el dinero
y no los profesionales del equipo, es parte del ejercicio, promoción
4. Palabras finales
Considero que la sentencia de la Cámara es realmente em-
blemática en cuanto conjuga y aplica todos y cada uno de los
postulados vigentes en materia de salud mental. En definiti-
va, aplaudo los aciertos de esta sentencia ejemplar dictada que
da cuenta de la importancia de utilizar, aplicar, flexibilizar, las
herramientas transformadoras que pone al alcance de nuestra
mano la normativa convencional con jerarquía constitucional,
contenida en el nuevo CCCN para que -en forma concreta, efec-
tiva y real- se tienda siempre a promover la autonomía y digni-
dad de la persona en este tipo de procesos.
1. Introducción
"Al río que todo lo arranca lo llaman violento, pero nadie
llama violento al lecho que lo oprime".
Bertolt Brecht
Con más de 50 años de conflicto armado no internacional, la
sociedad colombiana se ha visto afectada por diversas formas de
violencia, en un conflicto generalizado que, sin duda tiene focos
de afectación mucho más visibles. Distintas formas de violencia,
y su reiteración en distintas zonas del país, dan cuenta de la
etapa de degradación a la que llegó el conflicto colombiano, en el
que los asesinatos selectivos, las masacres, secuestros, violencia
sexual especialmente contra las mujeres, despojos y extorsiones,
son solo algunos de los hechos que, como país, estamos intentan-
do superar.
Las décadas recientes han mostrado cómo a l m a s formas
de violencia han sido más recurrentes y han generado mayor
impacto en la población. En los últimos 50 años, más de 260.000
personas han perdido su vidas6.En materia de desplazamiento,
si bien los datos varían, ya que según el Centro de Monitoreo de
85 ~http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria~autos/2014~A173-14.htm~~.
86 Un High Comrnissioner for Refugees (UNHCR), Colombia Situation upda-
te, February 2017, disponible en ~https://www.refworld.org/docid/58b6d1604.
htmb accedido el 29 de marzo de 2019.El informe general ¡Basta Ya! Colom-
bia: memorias deguerra y dignidad (pág. 31)del Gmpo de Memoria Históri-
ca consignó que entre el 1 de enero de 1958 y el 31 de diciembre de 2012,en
razón al conflicto se ha causado la muerte de cerca de 220.000personas.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
Des~lazamiento
* Interno ~ u e d eaue exista un número sobresti-
mado de víctimas de desplazamiento, Colombia es el país que
parece turnarse el dolor humano con Siria respecto a la cantidad
de personas desplazadas, pero el cálculo es que son alrededor de
7.7 millones de personas desplazadas en Colombia, con ocasión
del conflicto armado que se ha vivido87.En este sentido, cobra
especial relevancia la denominación que el historiador Gonzalo
Sánchez realizó de Colombia como "una nación d e ~ p l a z a d a " ~ ~ .
Actualmente se encuentra que el número total de vícti-
mas registradas en el Registro Único de Víctimas (RUV) es de
8.910.52689.Entre los gnipos poblaciones afectados de una ma-
nera clara en el conflicto está la población con discapacidad; una
población que no ha sido del todo visible en los análisis del con-
ficto colombiano, lo que ha generado cierta invisibilidad en el
marco de las acciones que han realizado los movimientos socia-
les y las actividades estatales.
Del número total de personas víctimas en Colombia, se esti-
ma que 343.033 son personas víctimas con discapacidad, siendo
164.754 mujeres con discapacidad y 178.279 hombres con disca-
92 Ídem.
93 Si bien para ese momento ya la Corte había expedido bastantes autos,
aquellos relacionados con el enfoque diferencial son los autos 092 de 2008
sobre mujeres; auto 251 de 2008 sobre los niños, las niñas y los adolescen-
CAPACIDAD JUR~DICA
Este auto es determinante y de gran importancia, pues es la
primera providencia judicial que relata y evidencia la afectación
de derechos de la población con discapacidad, aquejada por el
desplazamiento en razón al conflicto armado en Colombia. En el
marco de este auto, la Corte señala varios puntos importantes:
i) la omisión de adelantar acciones específicas en el marco de
un enfoque diferencial de desplazamiento y discapacidad es, en
sí misma, un agravante de la discapacidad; ii) las personas con
discapacidad desplazadas por el conflicto armado son sujetos de
especial protección constitucional imperativa y prioritaria; iii)
hay un impacto cualitativamente diferencial y agravado del des-
plazamiento forzado sobre las personas con discapacidad; iv) hay
una poca comprensión sobre su situación y las causas del impac-
to desproporcionado que han sufrido; v) hay una problemática
agravada por inadecuada caracterización y amplio subregistro
de la población desplazada con discapacidad, y vi) hay una serie
de riesgos acentuados que enfrentan las personas con discapaci-
dad en el marco del conflicto armado, tanto en la fase de protec-
ción como de prevencióng4.
Este auto pretendió, una vez identificados los problemas
propios que surgen para las personas con discapacidad despla-
zadas, buscar establecer la necesidad de que el enfoque diferen-
cial de la discapacidad se transversalizara en todos los mecanis-
mos de garantía de derechos para la población desplazada, así
como garantizar la integralidad en la atención otorgada desde
las instituciones estatales. De manera puntual, el auto ordenó
una serie de acciones, a diversas instituciones, que buscaran lo-
grar una plena caracterización de la población con discapacidad
108 Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. CRPD/C/
GC/l. Observación General 1(20141,párrs. 27 y 28.
109 El Código Civil colombiano señala en su art. 1503 que "Toda persona es le-
galmente capaz, excepto aquellas que la ley declara incapaces". Esta pre-
sunción, en la práctica, no es aplicada y la interdicción se ha convertido en
un requisito exigible por parte de entidades estatales y privadas, para ga-
rantizar muchos derechos y prestación de servicios.
110 Auto 173 de 2014, pág. 21.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
jurídica de las personas con discapacidad es un avance impor-
tante; hacerlo en el marco del conflicto armado, reconociendo las
barreras propias de las personas con discapacidad es un logro
aún mayor. Sin embargo, quizás lo más rescatable del auto 173
es una de las órdenes que brinda. Si bien es claro que la compe-
tencia para reformar el sistema legal de incapacitación por mo-
tivos de discapacidad se encontraba en cabeza del legislativo, la
Corte, acertadamente, entendió que el Estado colombiano debe
"...adoptar todas las medidas legislativas, administrativas y de
otra índole que sean pertinentes para hacer efectivos los dere-
chos reconocidos en la presente Convención (CDPDY1l1.
-
En al abras de la Corte. "...el Estado h a adauirido la obli-
L
111 Asamblea General de las Naciones Unidas. Convención sobre los Derechos
de las Personas con Discapacidad, art. 4.1,literal a).
112 Auto 173 de 2014,pág. 73.
113 Auto 173 de 2014,pág. 86, orden 12.
114 El Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas está
"...constituido por el conjunto de entidades públicas del nivel gubernamen-
CAPACIDAD JUR~DICA
en derechos de las personas con discapacidad con especial énfa-
sis en el artículo 12 de la CDPD. Dadas las disposiciones del auto
en esta materia, anualmente una mesa técnica, conformada por
las entidades requeridas en la orden 12, emite un informe sobre
el estado de cumplimiento y avances en las acciones realizadas
año a año que se envía a la Corte Constitucional.
De esta manera, mientras se materializaba la orden rela-
cionada con la construcción del Protocolo, la Unidad para las
Víctimas expidió la Circular 018 de 2014, buscando garantizar
provisionalmente, la entrega de atención humanitaria y repara-
ción vía indemnización administrativa a las víctimas con disca-
pacidad.
En efecto, en el año 2016 se entregó a la Unidad para las
Víctimas el Protocolo de toma de decisiones con apoyo115,con el
objetivo de hacer efectiva la reparación integral y asistencia,
y especialmente superar las barreras en la entrega del dinero
correspondiente a la reparación administrativa. Este Protocolo
contiene un instrumento de valoración de apoyos que hace parte
integral del mismo, y es aplicable a personas con discapacidad
intelectual/cognitiva o mental/psicosocial, mayores de 18 años
inscriptas en el Registro Único de Víctimas.
En 2017, mediante la Resolución 0589, el Protocolo y el Ins-
trumento de Valoración fueron adoptados como elementos obli-
gatorios para la entrega de la indemnización administrativa y la
atención humanitaria. La expedición de esta Resolución derogó
la Circular 018 de 2014 y es de obligatorio cumplimiento por
parte de todas y todos los funcionarios de la Unidad para las
Víctimas, e incluso personas que colaboran externamente pro-
porcionando servicios en la Ruta para la Atención, Asistencia y
Reparación Integral a las Víctimas.
1. Introducción
El precedente que se analiza en esta oportunidad tiene un
interés particular por varias razones. En primer lugar, por el
Tribunal que lo emite, la máxima instancia judicial federal del
país, por la fuerza ética -mejor y más preciso que hablar de "mo-
ral"- que tiene en el ordenamiento jurídico argentino y la conse-
cuente fortaleza jurídica que se deriva, más allá de que no sean
técnicamente obligatorios para las instancias judiciales inferio-
res2.En segundo término, porque es la primera vez que la Corte
2. Plataforma fáctica
El fallo se refiere a un niño, J. M. 1. nacido el 6 de abril de
2012, por lo tanto, al momento de la sentencia de la máxima
instancia judicial ya tenía 4 años de edad. El niño es hijo de C.
fuente principal y obligatoria del derecho que los jueces están habilitados
a apartarse de ella, se asevera que ello no implica que "...los fallos dicta-
dos por la Corte Federal deban ser en sentido estricto, obligatorios o vincu-
lantes para los tribunales inferiores, en tanto no existe una norma expresa
que así lo disponga, pese a que sin embargo, en la práctica, los preceden-
tes de la Corte Suprema son tenidos en cuenta por los tribunales inferio-
res debido al rol institucional de último intérprete que se le asigna a dicho
Máximo Tribunal" (González Tocci, Mana Lorena: "Algunas reflexiones so-
bre la obligatoriedad de los precedentes de la Corte Suprema de Justicia de
la Naciónnen Revista Jurídica Uces, ~http://dspace.uces.edu.ar:8180/xm1d
handld123456789/2501~,compulsada el 15 de marzo de 2019.
3 Como puntapié inicial, se recomienda compulsar, Gil Domínguez, Andrés:
El Estado constitucional y conuencional de derecho en el Código Ciuil y Co-
mercial, Editorial Ediar, Buenos Aires, 2015.
IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
M. L., quien padece una discapacidad intelectual, por tal razón,
desde los 3 meses de vida, J. M. 1. se encuentra institucionaliza-
do. ¿Cómo se iniciaron estas actuaciones?A partir de un informe
socio-ambiental de mayo de 2012 elaborado por la licenciada en
trabajo social del juzgado en el que tramita el proceso "C., M. L.
S/ insania". En esa ocasión, se puso de resalto "...la grave situa-
ción de vulnerabilidad en la que se encuentra [J.M. 1.1, nacido
el 6 de abril de 2Ol2", hijo de una hermana de la causante, lla-
mada C. M. L., quien también padece una discapacidad mental.
En este contexto, la Defensoría de Menores e Incapaces de la
Capital Federal interviniente en tal proceso de restricción a la
capacidad, como se lo denomina en la actualidad, promovió en
forma separada un proceso de "protección especial" en represen-
tación del sobrino de la causante, J. M. I., en virtud del estado de
vulnerabilidad que allí se había detectado.
En el ínterin del proceso, la madre tuvo otro hijo, M. D. I.,
nacido el 17 de abril de 2014 quien vive con ella junto al abuelo y
el tío (padre y hermano de C. M. L.); es decir, desde el nacimiento,
este segundo hijo, que al momento de la sentencia cuenta con dos
años de edad, ha sido cuidado por su familia de origen y amplia-
da de manera conjunta, sin existir planteo alguno judicial y10 ad-
ministrativo alguno para que sea separado de su núcleo familiar.
Esto es puesto de relevancia por el equipo multidisciplinario de
la Defensoría General de la Nación en los informes adjuntados
con posterioridad a la interposición del recurso extraordinario.
Regresemos al niño protagonista del fallo en estudio, J. M.
1. En el marco del proceso de "protección especial", se dispuso su
derivación del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá al "Ho-
gar Querubines", en el que ingresó el día 6 de julio de 2012 y
permaneció durante la tramitación del proceso en las tres ins-
tancias judiciales.
Otros datos fácticos merecen ser destacados durante la tra-
mitación en la instancia de origen. Se pretendió el traslado del
niño a la Escuela de Educación Especial y Formación Laboral N"
36, a la cual concurría la progenitora al entender que era nece-
sario que madre e hijo se alojaran juntos, pero ello no fue posi-
ble. Sucede que esta estrategia quedó subordinada a una previa
evaluación psiquiátrica de la madre, indicada por la psicóloga
de la maternidad Sardá, librándose cédula a tal efecto el 28 de
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
agosto de 2012 dirigida al Director del Hospital Neuropsiquiá-
trico Braulio Moyano; la cual debió ser reiterada a instancias de
la madre, con el objeto de que se evalúe si ella podía ejercer su
capacidad maternal en forma independiente. Finalmente, ante
la petición cursada en el mes de diciembre de 2012, la junta eva-
luadora del mencionado nosocomio porteño informó que C. M. L.
"...se encuentra en condiciones de convivir y realizar el cuidado
de su hijo, bajo control y supervisión periódica".
Paralelamente, y por iniciativa también de la madre, C. M.
L., en octubre de 2012 se iniciaron gestiones para que la Direc-
ción General de la Niñez local y el "Hogar Nazaret" estudiaran
la posibilidad de alojamiento conjunto de madre e hijo. El 30 de
abril de 2013, el Gobierno de la Ciudad informó que no cuenta
con hogares que se adapten a tal objetivo, respuesta que motivó
el señalamiento del Ministerio Pupilar en el sentido de que la
inexistencia de dispositivos adecuados no excusa al Poder Ejecu-
tivo de brindar sistemas de apoyo, en lo que atañe a la discapa-
cidad y a la maternidad, por lo cual debían urgirse las medidas
administrativas para obtener una solución apropiada en cuanto
a la prestación de asistencia conjunta para madre e hijo.
En junio de 2013, la Dirección de la Niñez local suministró
una alternativa de albergue escalonado a verificarse en el "Ho-
gar 26 de Julio". Esa propuesta fue observada por el Sr. Defensor
de Menores, en función de sus serios defectos. Así, indicó que el
"Hogar 26 de Julio7'estádestinado a albergar mujeres adultas en
situación de vulnerabilidad, por lo que carece de la aptitud como
para atender a una madre con discapacidad y su hijo. Avizoró
riesgos concretos de fracaso en la utilización de este dispositivo
y llamó la atención sobre la gran distancia entre el hogar y la
escuela especial, único espacio de apoyo positivo para C. M. L.
Agregó que, entre las modalidades del tratamiento, debe figurar
un subsidio para viajes. Sin perjuicio de ello, consintió la pro-
puesta oficial como u n intento, aunque imperfecto, de sostener el
vínculo; este intento fracasó y madre e hijo no pudieron convivir.
En este contexto, los informes posteriores demostraron la "in-
constancia de C. M. L. en la vinculación con su hijo dada la distan-
cia fisica entre ambos hogares y sus limitaciones madurativas";
por lo tanto, en primera instancia se "intimó" a la madre para que
en el plazo de cinco días "exprese un proyecto de vida concreto
258
IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
sobre su hijo J. M. 1."; y ante el silencio a dicha "intimación", se
resolvió teniéndose en cuenta 'las limitaciones madurativas de
C. M. L." para hacerse cargo del niño y no contar con los debidos
apoyos ni un marco familiar continente, dado que el niño tiene
"...derecho a una existencia sana en un hogar y no a estar insti-
tucionalizado de por vida, de manera tal que los padecimientos
de base de la madre, quien no pudo elaborar un proyecto vital, no
dejan otra opción que decretar el estado de abandono y adaptabi-
lidad del niño".
La sentencia es apelada por la madre. La Sala B de la Cáma-
ra Nacional en lo Civil confirma la resolución de primera instan-
cia. en cuanto decreta el "estado de abandono moral v " material"
(según la normativa vigente, declaración de situación de adopta-
bilidad) de J. M. I., dejándose a salvo la posibilidad de que C. M.
L. pueda mantener contactos con su hijo J. M. I., es decir, lo que
en palabras de la Corte Federal denominó a partir de un resona-
do precedente del 20054:"triángulo afectivo".
Sucede que la Alzada acepta que la madre h a reaccionado de
manera positiva a los apoyos idóneos de la Escuela de Educación
Especial y Formación Laboral No 36, y que las demás diligencias
desplegadas por los organismos oficiales adicionaron complejida-
des a sus limitaciones en un contexto signado por la precaria si-
tuación socioeconómica.La Sala valoró que C. M. L. había visitado
al hijo con alguna regularidad y entablado ciertos lazos, con el
anhelo de conservar el contacto. Por lo tanto, concluyó que no se
3. Argumentos sobresalientes
¿Cuáles son los argumentos más elocuentes que se han es-
grimido para modificar la decisión adoptada -con algunas mo-
dificaciones- en las dos instancias anteriores? Para tal fin, fue
fundamental la labor realizada por la Defensoría General de la
Nación, cuya comisión ad hoc realizó informes y elaboró propues-
tas de intervención y acompañamiento. Como así también, por
parte de la Procuración General. En particular, cabe destacar
que el primer organismo mencionado focalizó, en sus dictámenes
ante la Corte Federal, en la violación/satisfacción de los derechos
humanos de NNA. Por el contrario, y de manera complementa-
ria, el segundo organismo profundizó sobre los derechos de la
madre y su situación de vulnerabilidad al ser una mujer con
discapacidad intelectual y fuertes carencias socioeconómicas.
La propia Corte remite a estos extensos y fundados dictámenes
para resolver del modo en que se lo hizo.
En este contexto, se advierten argumentos de tres tipos: 1)
generales; 2) atinentes a los derechos de NNA; y 3) relativos a la
madre con discapacidad.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
Con relación a los primeros, se sostiene:
- Que "...los sujetos centralmente afectados son de cuatro
5 Tantísimo es el material bibliográfico al respecto, solo por citar los más ac-
tuales, Ballarin, Silvana: "Niñas, niños y adolescentes en situación de vul-
nerabilidad: adopción y otras modalidades alternativas ante la ausencia de
cuidados parentales", RDF 86,5, Cita Online: APíDOC/575/2018; y Herre-
ra, Marisa; de la Torre, Natalia y Fernández Silvia: Derecho filial, perspec-
tiva contemporánea de las tres fuentes filiales, Editorial La Ley, Buenos Ai-
res, 2018, pág. 707 y SS.
IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
Niüode2añoa
Persona menor de edad
contacto directo y permanente con aquella (art. 11); a vivir, a ser criados y a
desarrollarse en un espacio familiar alternativo o a tener una familia adop-
tiva, de conformidad con la ley y excepcionalmente, supeditado a la irnposi-
bilidad de crianza por la familia biológica (art. 11); y a la igualdad legal, sin
discriminación por motivos de posición económica, origen social, capacida-
des especiales, impedimento físico o de salud, o cualquier condición del me-
nor o de los padres (art.28).
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
pueden ser causales hábiles para separar a un niño de su familia
de origen o ampliada. Esto se deriva no solo de este plano supra-
legal, sino del propio ordenamiento jurídico nacional al disponer
el artículo 33 de la ley 26.061 en su última parte que "La falta de
recursos materiales de los padres, de la familia, de los represen-
tantes legales o responsables de las niñas, niños y adolescentes,
sea circunstancial, transitoria o permanente, no autoriza la se-
paración de su familia nuclear, ampliada o con quienes manten-
ga lazos afectivos, ni su institucionalización". En la misma lógi-
ca, el Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN) establece,
como otros de los principios generales de la adopción: "el respeto
por el derecho a la identidad y "el agotamiento de las posibilida-
des de permanencia en la familia de origen o ampliada" [art. 595,
incs. b) y c) respectivamente]; lo que a su vez, surge del propio
concepto de adopción al entender que "La adopción es una insti-
tución jurídica que tiene por objeto proteger el derecho de niños,
niñas y adolescentes a vivir y desarrollarse en una familia que
le procure los cuidados tendientes a satisfacer sus necesidades
afectivas y materiales, cuando estos no le pueden ser proporcio-
nados por su familia de origen" (art. 594).
¿Cómo se debe intervenir en consonancia con toda esta nor-
mativa infraconstitucional? Del mismo modo que la constitu-
cional-convencional, dada la interacción, sinergia y coherencia
existente entre ambas: mediante la implementación de acciones
positivas para fortalecer y empoderar a la madre con discapa-
cidad para que pueda hacerse cargo de sus hijos, tanto del que
ya convive con ella como del que se encuentra en una especial
situación de vulnerabilidad debido a su institucionalización. De
este modo, todo se resume a una cuestión básica y elemental que
rodea la dupla adopción-no adopción. Es decir, la adopción solo es
posible cuando la familia de origen (en este caso, una madre con
discapacidad) no puede proporcionarle los cuidados tendientes a
satisfacer las necesidades afectivas y materiales (en este orden)
a un hijo; y para realizar tal evaluación, es clave que quien está
en mejores condiciones, como es el Estado, brinde todas las he-
rramientas posibles para tal fin.En otras palabras, la discapaci-
dad intelectual leve como la que presenta C. M. L. en atención a
que ello no le imposibilita cuidar y hacerse cargo de un segundo
hijo, y la falta de recursos económicos, no son argumentos cons-
IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
titucionales, convencionales y legales para que la adopción sea
considerada una figura hábil a fin de dar una respuesta adecua-
da al problema planteado.
I Mazzinghi, Gabriel M.: 'Xl derecho es, siempre, una cuestión de equilibrion,
18 de agosto de 2016, Cita Online: MJ-DOC-9999-AR1 MJD9999.
270
IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
ser tachados de 'discriminadores' (.-m e s en última instan-
tia, 'discriminar' en una de las acepciones del Diccionario,
quiere decir 'distinguir', que es lo que el derecho hace con
tanta frecuencia), los miembros de la Corte Suprema han
terminado por confiar el cuidado de un menor de cuatro
años, que apenas tiene registro de su madre, a una madre
con severas discapacidades mentales, que no parece estar
en condiciones de comportarse como una persona adulta
y responsable de sus acciones".
En la vereda contraria, Martínez Alcorta y Bado8 acompañan
de manera laudatoria el fallo en análisis porque parten -de forma
acertada- de un punto absolutamente diferente, y en el régimen
jurídico actual resulta obligado: "...el modelo de la construcción
social de la discapacidad porque excede el objeto de este comen-
tario, pero igualmente vale destacar que lo que pretende es su-
primir todas aquellas barreras que impiden a las personas con
discapacidades integrarse a la comunidad al igual que lo hacen
los restantes miembros. Y reconoce que esas barreras no son solo
arquitectónicas, sino que también son culturales, actitudinales y
jurídicas. Muy apretadamente, entonces, el modelo social propo-
ne que distintas formas de apoyos y de ajustes sean introduci-
dos para que dichos obstáculos puedan ser sorteados. Desde otro
ángulo, el modelo social no concibe a la discapacidad como una
deficiencia únicamente de la persona, sino que es el resultado de
la interrelación con la manera en cómo la vida en la sociedad se
encuentra estructurada en todos sus planos para dar respuesta a
la gran diversidad funcional de las personas".
En este contexto, aseveran que "El centro neurálgico del fa-
llo de la CSJN y de los dictámenes de los Ministerios Públicos
emitidos en el caso tiene que ver con ese cambio de cosmovisión,
al menos en lo que al sistema de administración de justicia se
refiere, si bien la decisión se va a proyectar naturalmente más
allá" y "...al incorporar el instituto de los apoyos y salvaguardias
destinado a las personas con discapacidades intelectuales y psi-
cosociales. Esta iniciativa colocó a la Argentina entre los prime-
ros países que adecuaron su legislación interna a los postulados
CON SINDROME
PERSONAS DE TOURETTE
Y PROGRAMA TELEVISIVO
en ~http://decs.pjud.cl~documentos/descargadJ~ispruden~~iscapacidad
-MariaSoledadCisternasReyes.pdf»,sitio visitado el 30 de abril de 2019.
28 Ob. cit., referencia 21.
29 Ob. cit., referencia 19, art.8.
30 Íd. referencia 19.
IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
los eventuales daños, que debieran demandarse en cada caso en
sede judicial.
La institucionalidad en Chile para la vigencia de los dere-
chos humanos reconocidos en la CDPD u otros Pactos, Tratados
o Convenciones ratificados por Chile, tiene rango constitucional,
en conformidad con el artículo 5, inciso 2, de la Carta Funda-
mental, que establece como límite al ejercicio de la soberanía, el
respeto a los derechos esenciales que emanan de la naturaleza
humana (derechos humanos). Como resultado de ello, mandata
como "...deber de los órganos del Estado respetar y promover
tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por
los tratados internacionales ratificados por Chile y que se en-
cuentren vigentesV3l.
Como resultado del caso en estudio, cabe cuestionarse la justi-
ciabilidad en Chile de la CDPD o de otros Pactos. Tratados o Con-
venciones de derechos humanos, no obstante que existe el deber
constitucional no solo de protegerlos, siendo también un deber de
los órganos del Estado de promoverlos. Dado que Chile es parte
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y P o l í t i ~ o ys ~del
~ Pac-
to Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
de las Naciones Unidas de 196633,y que se ha discutido en doc-
trina el cumplimiento de estos últimos (DESC), ya que implican
gastos al Estado, resulta necesario señalar que la CDPD conside-
ra en sus normas ambos tipos de derechos; y así por ejemplo, el
derecho a no ser discriminado constituye un derecho civil y políti-
co, y los derechos del artículo 8 constituyen derechos económicos,
sociales y culturales. Siguiendo a Figueroa, "Cuando los DESC se
encuentran reconocidos en y protegidos por la Constitución, en-
tonces los jueces tienen un deber inevitable de hacerlos respetar.
Esto no es ilegítimo. Por el contrario, se encuentra exigido por la
propia Constitución. Este es el caso de Chile, en que la Constitu-
ción tiene un catálogo de derechos -que es justiciable- donde los
QUIEBRA
DE LA EQUIPARACI~NENTRE
HIJOS MENORES DE EDAD Y MAYORES CON
DISCAPACIDAD EN LA ATRIBUCIÓN DEL USO
DE LA VIVIENDA FAMILIAR
3. Comentario
3.1. Contenido del artículo 96.1 del Código Civil español
El artículo 96 del Código Civil español va destinado a la atri-
bución y disposición del uso de la vivienda familiar y del ajuar
doméstico, una vez producida una crisis matrimonial conducen-
te al fin de la convivencia entre los cónyuges.
Especial relevancia tiene en este caso el tema de la atribu-
ción, que se regula en los tres primeros párrafos del artículo 96.
En cuanto a dicha atribución, lo primero que debe tenerse en con-
sideración, a juicio del legislador, es la voluntad de los cónyuges.
Solo a falta de acuerdo aprobado por el juez, el apartado 1de este
artículo establece que corresponderá el uso de la vivienda fami-
liar, así como los objetos de uso ordinario, a los hijos y al cónyuge
en cuya compañía queden39.No se detalla nada más, ni el tiempo
los hijos con discapacidad, sin que la mayor edad fuera criterio excluyente.
Marín López, Manuel Jesús: "Comentarioal artículo 96 del Código Civil",en
Bercovitz Rodríguez-Cano,Rodrigo (dir.),Comentarios al Código Civil, Edi-
torial Thomson Aranzadi, Navarra, 2006, pág. 225.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
mativa a la Convención Internacional sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad.
Ante tal argumentación, el Tribunal Supremo afirma, en la
sentencia aquí comentada, separándose de la anterior doctrina,
que el artículo 96 va destinado, únicamente, a la protección de
los menores tras la ruptura matrimonial de sus progenitores.
Justifica tal afirmación en el hecho de que la atribución del uso
de la vivienda no puede tener carácter indefinido, pues se vería
vulnerado el derecho de propiedad del titular dominical, por lo
que la mayoría de edad debe operar como límite temporal de la
atribución al progenitor no propietario. Al alcanzarse la mayoría
de edad, el interés superior del menor decae automática y defi-
nitivamente, criterio que marca las decisiones jurisprudenciales
posteriores (como sucede, por ejemplo, en la sentencia del Tribu-
nal Supremo 16712017, de 8 de marzo de 201745).
Lo que se debe dilucidar es si entre los apoyos del artículo 12
de la Convención de las Naciones Unidas46está el de mantener
a esa persona con discapacidad en el uso de la vivienda familiar,
al margen de la normativa propia sobre separación y divorcio.
El Tribunal Supremo hace primar la interpretación restrictiva
del artículo 96.1 (considerando que va destinado solo a menores)
sobre el contenido general del artículo 12 de la Convención de las
Naciones Unidas, en función del principio de seguridad jurídica,
conforme al cual se afirma por el Alto Tribunal que la mayoría de
edad debe ser el límite a tener en cuenta.
Para consolidar esta línea de razonamiento se recurre ana-
lógicamente a lo regulado en el tercer párrafo del artículo 9647.
Este apartado se destina a las rupturas matrimoniales sin des-
51 Observa Cabezuelo Arenas, Ana Laura, cómo la sentencia "ni siquiera deja
un resquicio" a que los incapacitados durante la minoría de edad, y con
previsión de mantenimiento de la incapacidad tras alcanzar la mayoría
de edad, tengan cabida en el art. 96.1.Cabezuelo Arenas, Ana Laura: "Co-
mentario de la sentencia del Tribunal Supremo de 19 de enero de 2017
(3ü2017)¿Un paso atrás en la protección de hijos mayores discapacitados o
con capacidad judicialmente modiñcada?", en Yzquierdo Tolsada, Mariano
(dir.),Comentarios a las sentencias de unificación de doctrina (civil y mer-
cantil), vol. 9,Editorial Dikynson SL, Madrid, 2018,pág. 247.
IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
3.3. Protección jurídica a través del derecho de
alimentos. Principio de igualdad entre progenitores
La vía de protección que ofrece en esta sentencia el Tribunal
Supremo a la hija mayor de edad con discapacidad es la resul-
tante de aplicar el deber de alimentos entre familiares contenido
en los artículos 142 y siguientes del Código Civil español. Afirma
el Tribunal que, una vez alcanzada por los hijos la mayoría de
edad, independientemente de la situación concreta en la que se
encuentre el hijo, padezca o no una patología discapacitante, am-
bos progenitores pasan a estar en posición de igualdad respecto
a su obligación conjunta de prestar alimentos. Incide el Tribunal
Supremo en que esta igualdad se extiende, en cuanto a conteni-
do, a la obligación de prestarles habitaciód2,incluso cuando los
hijos no sean independientes.
El juzgador está anteponiendo el principio de igualdad entre
ambos progenitores a la hipotética necesidad reforzada de pro-
tección que pueda darse en algunos concretos supuestos, como
es el que aquí nos ocupa. Se está derivando la protección de la
persona con discapacidad a la aplicación de la normativa del de-
recho de alimentos, con lo que el Tribunal Supremo entiende que
quedan cubiertas las necesidades de la hija con esquizofrenia,
considera que se respeta el principio de igualdad entre progeni-
tores, y que queda salvaguardado el derecho de propiedad priva-
da de la vivienda privativa del padre.
Aplicar el derecho de alimentos, correspondiente al padre y
a la madre, en función de los recursos y medios de cada uno, así
como de las necesidades del alimentante, es un derecho y una co-
rrelativa obligación que se impone a todos los familiares descri-
tos en el artículo 143 del Código Civil y a todas las situaciones en
las que haya necesidad de cubrirlos. Se trata de una obligación
de contenido, fundamentalmente económico, y que no tiene dis-
3.4. Conclusiones
En la sentencia 3112017, de 19 de enero, se produce un cam-
bio de orientación en la doctrina jurisprudencia1 en cuanto a la
-
valoración jurídica que reciben los hijos mayores de edad con dis-
capacidad respecto a la atribución del uso de la vivienda familiar
tras la ruptura de la convivencia conyugal como consecuencia de
una crisis matrimonial. Y con ella se fija un nuevo criterio que
será seguido en resoluciones posteriores.
Desde la publicación de esta sentencia se rompe la equipara-
ción entre los hijos menores de edad y los mayores con discapaci-
dad, a efecto de no incluir a estos últimos en el supuesto de hecho
contemplado en el artículo 96.1 del Código Civil, contrariamente
a lo que se venía manteniendo por el Tribunal Supremo con an-
terioridad.
Ello se justifica, por un lado, en hacer prevalecer el derecho
a la propiedad privada sobre el carácter indefinido de la discapa-
cidad y, por otro, en que los cónyuges deben situarse en un plano
de igualdad; también se pone de manifiesto que las decisiones
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
han de ser tomadas por la propia persona afectada (la hija con
discapacidad) y no por la madre de esta.
Las diferentes argumentaciones parecen situar en un mis-
mo nivel, derechos de contenido económico y derechos persona-
les y sociales para después hacer primar los primeros sobre los
segundos.
Se ofrece como solución, para cubrir las necesidades de la
hija, recurrir a la obligación de prestar alimentos, opción que nos
parece insuficiente, pues de nuevo la cuestión queda relegada
al plano patrimonial, ya que no se plantea el Tribunal Supremo
quién asumirá el cuidado y atención personal y diaria necesita-
dos por la hija con esquizofrenia. Más bien parece que el Tribunal
acepta una continuidad en la situación de cuidadora de hecho de
la madre, sin que la figura del padre se perfile como alternativa a
ello, lo cual no nos parece que cumpla con el respeto al principio
de igualdad entre progenitores alegado por el propio Tribunal.
El hecho de que la hija no haya sido sometida a procedi-
miento judicial de modificación de la capacidad es utilizado para
afirmar que la dependencia o la falta de capacidad no derivan
necesariamente de dicho procedimiento, pero en vez de equipa-
rar a estas personas con las que sí han sido sometidas al proce-
dimiento para incluirlas en la protección que se venía recibiendo
vía artículo 96.1, lo que hace el Tribunal Supremo es ampliar
la regla pero en sentido inverso: ahora, independientemente de
que estén o no incapacitadas judicialmente, el mero hecho de
alcanzar la mayoría de edad las excluye de dicho artículo. La
consecuencia será que el rehabilitar o prorrogar la situación de
patria potestad no es criterio suficiente para que los hijos sean
incluidos en el contenido del artículo 96.1.
Desde nuestro parecer, la falta de equiparación entre hijos
menores y mayores con discapacidad, excluyendo automática-
mente a estos del uso de la vivienda familiar tras la crisis matri-
monial, supone un retroceso en la protección de las personas con
discapacidad. Considerar más digno de protección el derecho a
la propiedad privada del progenitor que la necesidad de vivienda
de la hija resulta ser un argumento de supremacía en la protec-
ción del patrimonio sobre el valor de la persona que, además,
IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN
no es alguien ajeno a ese propietario, sino que tiene un vínculo
familiar muy estrecho.
Es cierto que los progenitores deben situarse en un plano de
igualdad en cuanto a las obligaciones sobre los hijos, menores o
mayores, con capacidad plena o con alguna discapacidad, pero
este principio de igualdad debe predicarse en todos los ámbitos
de protección. No obstante, el juzgador centra este principio de
igualdad, de nuevo, en el aspecto puramente económico (pago de
alimentos a través de la pensión que corresponda). Considera-
mos que se trata de un criterio sesgado, que no ofrece soluciones
a la concreta situación personal y social de la hija dependiente,
y que deja a la persona con discapacidad en situación de desven-
taja y desprotección.
Por tanto, este cambio de dirección en la doctrina jurispru-
dencial, con los argumentos que se aducen para ello, no nos pare-
ce ni adecuado ni oportuno, máxime cuando nos encontramos en
un momento en que en el plano nacional e internacional se está
reforzando la protección de la persona con discapacidad, protec-
ción que en esta sentencia decae.
DERECHOS
PERSONALISIMOS
LASPERSONAS CON DISCAPACIDAD Y LOS
DERECHOS PERSONALISIMOS
1. Hechos
En el año 2009, u n hombre tuvo un grave accidente de trán-
sito que lo emplazó en una hemiplejía y estado de conciencia
mínima, que motivara su internación domiciliaria, situación que
persiste al inicio de la causa. Al señor J. A. M. le fue declarada
judicialmente su incapacidad y se nombró curadora a su cón-
yuge. La esposa y curadora solicitó autorización judicial para
realizarle un mapeo testicular percutáneo y biopsia testicular
microquirúrgica para la extracción de esperma, en caso de ser
posible, y que se crioconservaran los espermatozoides aptos para
la procreación, sin intención de procrear por el momento.
El señor J. A. M. fue representado en el proceso por una cu-
radora ad litem, que se ha expedido por la negativa a la práctica
solicitada. La sentencia de Primera Instancia del 5 de mayo de
2016 autorizó dicha práctica, y la crioconse~acióndel material
que se extraiga, los que no podrán utilizarse para la fecundación
de su esposa hasta nueva orden judicial en tal sentido.
La Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y de Mi-
nería de la Segunda Circunscripción Judicial, con sede en Vied-
ma, mediante sentencia definitiva 351 dictada el 30 de agosto de
2016, resolvió confirmar el fallo de Primera Instancia.
La Defensora a cargo de la Defensoría de Menores e Inca-
paces N" 1 de la Segunda Circunscripción Judicial interpuso re-
curso de Casación, al que el Superior Tribunal de Justicia de esa
provincia por mayoría, hizo lugar. Los fundamentos del recurso
se basaron en que no fue correcta la aplicación legal ni conven-
cional, y tampoco la del antecedente jurisprudencia1 de la CSJN,
caso "D.M.A. S/ Declaración de incapacidad", del 7 de julio de
2015, por no coincidir en hechos ni en derecho aplicable.
DERECHOS PERSONAL~SIMOS
El Superior Tribunal, luego de analizar la sentencia recu-
rrida y los fundamentos del recurso interpuesto, por mayoría de
votos, resolvió: revocar las sentencias dictadas por la jueza de
Primera Instancia y por la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Co-
mercial y de Minería que otorgaron la autorización solicitada por
la cónyuge, en su carácter de Curadora Judicial del señor J.A. M.
'i Del "Informe Mundial sobre Derecho a Decidir. Independiente pero no solo"
publicado por Inclusión Internacional y elaborado por la Universidad de East
London, Informe mundial, 2014, disponible en «www.inclusion-internatio
nal.com,,.
8 La ley 26.862,sobre Reproducción médicamente Asistida, Procedimientos
y Técnicas Médico-Asistenciales -Acceso integral a estos procedimientos
y técnicas- promulgada el 25 de junio de 2013, que en el art. 1 dispone:
"La presente ley tiene por objeto garantizar el acceso integral a los pro-
cedimientos y técnicas médico-asistenciales de reproducción médicamen-
te asistida", y su decreto reglamentario 95612013,implicaron un avance en
el reconocimiento de estas técnicas destinadas a colaborar en el proceso re-
productivo.
9 Gil Domínguez, Andrés; Herrera, Marisa y Fama, María Victoria: Derecho
Constitucional de Familia, t. 11, Editorial Ediar, 2006,pág. 833 y SS.
DERECHOS PERSONAL~SIMOS
El Código Civil y Comercial de la Nación en el artículo 562
establece que "...los nacidos por las TRHA son hijos de quien
dio a luz y del hombre o de la mujer que también ha prestado
su consentimiento previo, informado y libre en los términos de
los artículos 560 y 561, debidamente inscripto en el Registro del
Estado Civil y Capacidad de las Personas, con independencia de
quién haya aportado los gametos"lO.
Son inadmisibles las acciones de filiación: impugnación o re-
clamación por o contra quien prestó el consentimiento previo,
informado y libre del artículo 561 del mencionado cuerpo legal.
El artículo 560 prescribe la misma obligación para el centro
de salud que intervenga en el tratamiento de TRHA. El consenti-
miento previo, informado y libre en este supuesto, tiene caracterís-
ticas propias, por las consecuencias que derivan de su aplicación
en la determinación del vínculo filial. En este consentimiento se
expresa y asume la voluntad procreacional a través de las TRHA,
el que debe renovarse para cada tratamiento, es decir, debe ser
actual, y puede revocarse libremente hasta que no se haya pro-
ducido la concepción en la persona o la implantación del embrión.
La voluntad procreacional es un derecho personalísimo que
tiene toda persona más allá de su reconocimiento legal, que está
enmarcado en el derecho humano a procrear, que exige sin duda
una reflexión sobre los Derechos Humanos, los límites de su ejer-
cicio y los deberes correlativos.
En la filiación por TRHA, el ejercicio de este derecho debe
ir acompañado con el otorgamiento del consentimiento previo,
libre e informado para someterse a estos tratamientos médicos,
que como hemos expresado, tiene una entidad más trascendente
cuando involucra la voluntad procreacional.
En el análisis que hace el Superior Tribunal sobre el ejerci-
cio de los derechos personalísimos, en el marco de las normas del
Código Civil y Comercial, subraya que corresponde integrarlas
con las disposiciones relativas a los actos jurídicos (arts. 259 y
sig.) que son voluntarios, cuando son ejecutados con discerni-
miento, intención y libertad, debiendo exteriorizarse en forma
6. La dignidad humana
En su voto, el juez integrante del Superior Tribunal, Dr. Ser-
gio Barotto, expresa que "La persona humana es inviolable y en
cualquier circunstancia tiene derecho al reconocimiento y respe-
to de su dignidad", así lo impone el artículo 51 del Código Civil y
Comercial de la Nación.
Los tratados de derechos humanos que integran el bloque
de constitucionalidad (art. 75, inc. 22, CN) forman parte del de-
recho interno. En consecuencia, resultan de aplicación la Con-
vención Americana sobre Derechos Humanos (art. 11, inc. 21,la
Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 12), el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 17.1) y la De-
claración Americana de Derechos y Deberes del Hombre (art. 5).
A dicho plexo se agrega la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad (CPDP), aprobada por nuestro país
7. Conclusiones
No nos cabe ninguna duda de que la persona en estado ve-
getativo permanente o con conciencia mínima, conserva la dig-
nidad inherente a su condición de persona humana y la titulari-
dad de sus derechos, aunque tenga limitada la posibilidad de su
ejercicio.
Las cuestiones que se debaten en estas actuaciones son bioé-
ticamente trascendentes y son de esos casos que fuerzan el siste-
ma jurídico y los nuevos paradigmas.
El ejercicio de los derechos personalísimos vinculados a la
integridad física y espiritual de la persona humana es intrans-
ferible. En este caso, relacionada con el ejercicio de la voluntad
procreacional, nos enfrentamos a una situación que pone a prue-
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
ba el respeto por la dignidad inherente de toda persona, cimiento
en el que se apoyan los valores básicos de los derechos humanos.
Por una parte, existe un estado de conciencia mínimo que
imposibilita arribar a una toma de decisión válida con la asisten-
cia de apoyos, que puedan promover la autonomía de manera efi-
caz, ya que los medios de comunicación para conocer los deseos,
la voluntad y las preferencias del interesado han fracasado. Por
la otra, la necesidad de analizar si debe admitirse legalmente,
que la decisión y el ejercicio de este derecho humano que tiene
connotaciones propias, sean tomados por otra persona, en el caso
la cónyuge y curadora del señor M., en función de testimonios
de parientes y allegados, sobre dichos del interesado diez años
atrás, a efectos de reconstruir su voluntad.
El punto central es determinar si la falta de manifestación
de la voluntad procreacional, expresa y actual, a través del otor-
gamiento del consentimiento previo, libre e informado, puede ser
sustituida por un representante, en los términos ya expresados
en este comentario. Creemos que no es viable, en un marco de
respeto por la dignidad del señor M., que se vería violentada por
su falta de participación en esta trascendente decisión.
Por todo lo expresado, consideramos primordial la difusión
y la educación en los nuevos paradigmas a fm de poder facilitar
las tomas de decisiones y anticipar directivas para el ejercicio
de derechos personalísimos, y dar luz a estos dilemas jurídicos.
DERECHOS PERSONAL~SIMOS
MATRIMONIO,
DISCAPACIDAD E IGUALDAD
JURIDICA
6. Conclusiones
Una de las aportaciones más interesantes en materia de los
actos personalísimos cuya titularidad corresponde a personas
con diversidad funcional psíquica, es su derecho a contraer ma-
trimonio desde la consideración del máximo respeto a la volun-
tad del sujeto en la toma de decisiones en todos los ámbitos de
su vida y, particularmente, en su esfera afectiva o sentimental.
Estas personas pueden contraer matrimonio siempre que reú-
PERMISO
PARA CONTRAER MATRIMONIO.
SENOR/A
JUEZIA,¿ME PUEDO CASAR?
41 Persona mayor de trece años que padece una adicción o una alteración
mental permanente o prolongada, de suficiente gravedad, siempre que esti-
me que del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a su per-
sona o a sus bienes.
42 Alemany, Marcario: "El concepto y la justificación del paternalismo", DOXA,
Cuadernos de Filosofía del Derecho, 28 (2005) ISSN: 0214-8676, págs. 265
a 303. Garzón Valdez: "Sobre el paternalismo", disponible en «http://www.
biblioteca.org.ar/libros/141738.pd~~, cit. en Kemelrnajer de Carlucci, Aída;
Fernández, Silvia E. y Herrera, Marisa, "Bases para una reledura de la res-
tricción a la capacidad civil en el nuevo Código", La Ley 18/08/2015, 1- La
Ley 2015-D, 1073, Cita Online: ARIDOC/2518/2015.
43 Juzgado Civil y Comercial N" 24, Córdoba, 19 de octubre de 2018, "B., I.A. -
demanda de limitación a la capacidadn, eldial.com - AAAEOD, publicado el
13 de diciembre de 2018.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
contraer matrimonio es en el acto de celebración de las nupcias.
Si el oficial público tuviera dudas respecto a la habilidad de al-
guno de los contrayentes, deberá suspender la celebración del
matrimonio hasta que se pruebe la habilidad. También los legi-
timados por el artículo 411 del CCCN podrán deducir oposición
a la celebración del matrimonio o cualquier persona mediante
denuncia al Ministerio Público para que, de considerarlo proce-
dente, deduzca la correspondiente oposición (art. 412)".
Es entonces cuando entra a jugar la dispensa prevista en el
artículo 405 correspondiéndole al juez, previo dictamen del equi-
po interdisciplinario sobre las consecuencias jurídicas del acto
matrimonial y de la aptitud para la vida de relación por parte de
la persona afectada, y luego de haber mantenido una entrevista
con los futuros contrayentes, emitir la decisión judicial en uno u
otro sentido. En consecuencia, compete al juez autorizar la cele-
bración del acto si a través de la evaluación v
" la entrevista lleva-
da a cabo, arriba a la convicción de que la persona cuya aptitud
se ha cuestionado com~rendelas consecuencias del acto. En ese
sendero, no adherimos a la postura propiciada por alguna doctri-
na en punto a que el juez a través de un permiso especial dispen-
sa la falta de discernimiento, y por lo tanto, de con~entimiento~~.
La celebración del matrimonio con el impedimento de "falta
permanente o transitoria de salud mental" da lugar a la nulidad
relativa del acto pudiendo ser demandada por cualquiera de los
cónyuges si desconocían el impedimento, así como por determi-
nados parientes en el plazo y forma previstos en el artículo 425,
inciso b), del Código de fondo. No resulta ocioso resaltar que el
mentado impedimento se encontrará configurado con o sin sen-
tencia de restricción a la capacidad en tanto adolezca el consen-
timiento prestado del debido discernimiento.
Avanzando en nuestro derrotero, otro de los argumentos que
expone la Cámara para avalar la decisión adoptada es que no
4. A modo de cierre
La regla soberana es la presunción de capacidad siendo toda
restricción a su ejercicio de carácter excepcional y en beneficio de
la persona. En el fallo en examen, se han vulnerado tales reglas
46 Regla 31 de las 100 Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las Per-
sonas en Condición de Vulnerabilidad, aprobadas en la Asamblea Plenaria
de la XIV Edición de la Cumbre Judicial Iberoamericana, celebrada los días
4,5y 6 de marzo de 2008 en la Ciudad de Brasilia -República Federativa
de Brasil-, y a las que adhirió la CSJN mediante Ac. 512009.
47 Art. 31,inc. e), CCCN.
48 Art. 46,Ley Orgánica del Ministerio Público de la Defensa N" 27.149.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
sin que surgiera causa o razón apta que ameritara soslayar el
mandato general.
Se h a condicionado el derecho a contraer matrimonio a la
previa dispensa judicial, en abstracto y por anticipado, tornando
la excepción en regla general al exigir una resolución previa que
lo habilite en tanto el magistrado considere que es apto para
comprender las consecuencias jurídicas del acto matrimonial y
para llevar adelante una vida de relación.
Entonces, no se h a guardado la debida proporcionalidad y se
ha desatendido la situación concreta y presente de la persona,
cayendo en un paternalismo jurisdiccional falto de justificación.
También se observa una discriminación por motivo de dis-
capacidad en pugna con la Convención Interamericana para la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las
Personas con Discapacidad y con el artículo 23 de la Convención
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad que com-
pele a los Estados Partes a tomar "...medidas efectivas y per-
tinentes para poner fin a la discriminación contra las personas
con discapacidad en todas las cuestiones relacionadas con el ma-
trimonio, la familia, la paternidad y las relaciones personales, y
lograr que las personas con discapacidad estén en igualdad de
condiciones con las demás".
Así lo denuncia la Observación General 6 del Comité sobre
los derechos de las personas con discapacidad al señalar: "...las
personas con discapacidad son a menudo discriminadas en el
ejercicio de su derecho a contraer matrimonio o en sus derechos
familia re^"^^.
Si a las personas con discapacidad la CDPD les garantiza el
ejercicio de este y cualquier otro derecho en igualdad de condi-
ciones con las demás, jamás se ha de perder de vista cuál es el
principio básico y sustancial a seguir y cuál, en todo caso, es la
excepción. Un temperamento contrario importaría desnaturali-
zar el modelo social de discapacidad tal como h a sido concebido.
NULIDAD
DE TESTAMENTO NOTARIAL
OTORGADO POR PERSONA CON
DISCAPACIDAD INTELECTUAL AL AMPARO
DE LAS SALVAGUARDIAS QUE ESTABLECE LA
CDPD50.¿PROTECCION O DESPROTECCI~N
DE SU ÚLTIMA VOLUNTAD?
60 Art. 12.4 - "Los Estados Partes asegurarán que en todas las medidas re-
lativas al ejercicio de la capacidad jurídica se proporcionen salvaguardias
adecuadas y efectivas para impedir los abusos de conformidad con el de-
recho internacional en materia de derechos humanos. Esas salvaguardias
asegurarán que las medidas relativas al ejercicio de la capacidad jurídica
respeten los derechos, la voluntad y las preferencias de la persona, que no
haya c o ~ c t de
o intereses ni influencia indebida, que sean proporcionales
y adaptadas a las circunstancias de la persona, que se apliquen en el pla-
zo más corto posible y que estén sujetas a exámenes periódicos por parte
de una autoridad o un órgano judicial competente, independiente e impar-
cial. Las salvaguardias serán proporcionales al grado en que dichas medi-
das afecten a los derechos e intereses de las personasn.
355
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
de no cumplimentarse los requerimientos formales que la ley
impone. De ahí que en los actos solemnes, tal cual es el caso del
testamento61, la nulidad de forma llega a quebrantar el valor ju-
rídico del acto'j2,ergo en los negocios rigurosamente formales la
nulidad del documento lleva consigo la nulidad de la declaración
de voluntad, provocando la ineficacia total del testamento'j3.
Explica Borda que las formalidades tienen importantes
ventajas: a ) facilitan, cuando no aseguran, la prueba del acto;
b) protegen contra la ligereza y la impremeditación, sobre todo
en ciertos actos trascendentales; c) dan fijeza a la conclusión del
negocio y permiten distinguirlo de los actos preparatorios; d) las
formalidades tienden a la publicidad del acto y particularmente
los registros tienen como resultado la protección de los derechos
de terceros. Inconvenientes: a ) hacen menos rápidas y ágiles las
transacciones; b) suelen ser peligrosas, porque la omisión de
ellas puede significar la invalidez del acto; c) con frecuencia son
incómodas, y lo que es peor, son caras64.
Precisamente por la rigurosidad de su observancia y por la
sanción que trae aparejado su incumplimiento, las formalidades
vienen minuciosamente reglamentadas y no es faena del juez im-
poner nuevas formas a las ya existentes para los negocios solem-
nes, ello quebrantaría en primer orden el principio de seguridad
jurídica sobre el que se yergue todo ordenamiento y se consti-
tuiría en una franca violación del principio de autonomía de la
voluntad de las personas. Es aquí donde se centra la principal
61 Apud. Barros Errazuriz, Alfredo: Curso de Derecho Civil, 4" edición corre-
gida y aumentada, vol. V, Editorial Nascimiento, Santiago de Chile, 1931,
pág. 124; Maffia, Jorge O.: Manual de Derecho Sucesorio, 3"edición actuali-
zada, t. 11, Editorial De Palma, Buenos Aires, 1987, pág. 152;Arcey Cervan-
tes, José: "Fteflexiones sobre el testamenton,en Anales de la Academia Ma-
tritense del Notariado, t. XXII, vol. 2, Madrid, enero de 1983, pág. l.
62 Vid. Pérez Gallardo, Leonardo B.: "Apuntes sobre la nulidad documental en
el Derecho Notarial nicaragüense (a propósito del centenario de la Ley del
Notariado)", Revista de Derecho, N" 11, Managua, 2005, pág. 64.
63 Apud. Capilla Roncero, Francisco: "Nulidad e impugnabilidad del testamen-
to. Algunas consideraciones sobre el régimen de la ineficacia del testamento
inválidon,en Anuario de Derecho Civil, vol. 40, N" 1, España, 1987, pág. 18.
64 Vid. Borda, G.: Tratado de Derecho Civil, Parte general 11, 12" edición ac-
tualizada, reimpresión, Editorial Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1995, págs.
148 y 149.
DERECHOS PERSONAL~SIMOS
patología de la sentencia, pues no existe norma civil o notarial en
el sistema jurídico cubano que establezca la formalidad que en el
-
veredicto se im~one.máxime cuando en la actualidad. al decir de
Vaquer Aloy, se observa una relajación de las formalidades testa-
mentarias al amparo tanto de nuevos preceptos legales como de
una ya consolidada línea juri~prudencial~~.
En esta senda es necesario desarrollar entonces los argu-
mentos en torno a la segunda de las interrogantes, empeño para
el cual es necesario a priori traer a colación la ya mencionada
Observación General N" 1, pues sus parágrafos 18,25 y 46'j6ha-
cen mención a las salvaguardias; ello supone una suerte de in-
terpretación auténtica del sentido que se quiere transmitir con
lo estipulado por el artículo 12.4 de la CDPD.
Ni la CDPD, ni la Observación General definen las salva-
guardias, sino que parten de una concepción general; en lo que
sí es clara la letra de ambos textos normativos. es aue deben ser
z
67 Vid. Olmo, Juan P. y Prach, Eliana M.: "Distinción entre medidas de apoyo
y de salvaguardia. Comentario al fallo 'C., H. M. síDeclaración de Insania'",
Revista de Derecho de Familia y Sucesiones, N" 6, diciembre de 2015.
DERECHOS PERSONAL~SIMOS
no constituye una salvaguardia de las que quiere promover la
letra de la CDPD, pues esta no se asocia a potenciar el ejercicio
de la capacidad jurídica, sino que la restringe; no garantiza los
derechos, sino que los vulnera; no respeta las voluntades y prefe-
rencias, sino que las obvia; y finalmente, provoca la desigualdad
de esta persona con discapacidad intelectual.
A contrario sensu, es evidente que podría el juzgador, haber
utilizado la CDPD no para anular el testamento, sino para de-
fender su validez "v con ello la última voluntad de la testadora.
pues el argumento de las salvaguardias efectivas y adecuadas
ya se encontraba justificado a partir de las previsiones que ha-
bía tomado el fedatario actuante al autorizar un testamento'j8
a una persona con discapacidad intelectual, máxime en las cir-
cunstancias en las que se encontraba el sujeto al momento del
otorgamiento.
Pero también establece el artículo 12.4 de la CDPD que las
salvaguardias asegurarán que las medidas relativas al ejercicio
de la capacidad jurídica respeten los derechos, la voluntad y las
preferencias de la persona, en concordancia, la Observación Ge-
neral N" l en numerosos apartados explicita cómo debe hacerse
efectiva esa protección a los deseos, como máxima expresión de
la libertad y dignidad propias de la persona'j9.
Es así que el cambio de paradigma que propone la CDPD tie-
ne como uno de sus pilares fundamentales la observancia de las
voluntades y preferencias, y a su vez conecta directamente con
el tema que nos ocupa; explica Pereña Vicente que la voluntad
y las preferencias de las personas protegidas ha de convertirse
en el eje central de la actuación, cualquiera que sea el grado
de protección establecido70.Como colofón, se puede aseverar que
4. A modo de cierre
La decisión del Tribunal Supremo cubano de acoger el recur-
so y anular la sentencia del Tribunal de instancia, y de esta for-
ma declarar la nulidad del testamento otorgado por una persona
con discapacidad intelectual, con fundamento en la ausencia de
un requisito formal del negocio jurídico por demás inexistente en
el ordenamientojurídico civil cubano, no constituye una correcta
aplicación de los principios enarbolados por la CDPD, pues vul-
nera el respeto a la autonomía y voluntad de las personas con
discapacidad.
Las salvaguardias adecuadas y efectivas a las que se refiere
el artículo 12.4 de la CDPD y que trae a colación la jueza para
fundamentar su decisión, no deben ser interpretadas como inva-
lidantes de un acto, máxime si se reconoce en la propia sentencia
que la testadora no tenía comprometidas sus facultades volitivas
por razón de la enfermedad mental. Argumento que permite ase-
verar la contradicción intrínseca que se manifiesta en los funda-
mentos de la sentencia, pues no se pone en tela de juicio la ca-
pacidad de obrar de la otorgante, ni la forma en que el fedatario
logró la comunicación con ella, cuestión que en principio merece
loas, sino que el notario no haya consignado en el instrumento
público que la otorgante se daba a entender mediante señas y
que exteriorizaba su asentimiento con los ojos y cabeza.
Lo que sí establece la CDPD, y es un principio cardinal de
la concepción de la discapacidad como una cuestión de derechos
humanos basada en el modelo social que la explica, es que las
personas puedan ejercitar per se su capacidad en la medida en
que sus circunstancias personales y las del entorno se lo permi-
DERECHOS PERSONAL~SIMOS
tan, tal cual ocurre en el caso objeto de esta litis, particular que
no se supo observar con agudeza en la fundamentación del fallo.
La efectiva protección a las personas con discapacidad supo-
ne un cambio de mentalidad en todos los ámbitos de ejercicio de
la profesión jurídica, que permita ponderar las características
físicas y psíquicas del sujeto en relación con el ejercicio de su ca-
pacidad jurídica, y así establecer una correlación que garantice
equilibrio entre el ser y el querer en la persona, y se respeten en
primer orden su dignidad, libertad e igualdad ante la ley.
DERECHOS
POLITICOS
¿UNFALLO A FAVOR DEL RECONOCIMIENTO
DEL DERECHO AL VOTO DE LAS PERSONAS
CON DISCAPACIDAD EN ARGENTINA?
1. Introducción
Mucho se ha dicho y se ha escrito con relación al derecho
al voto de las personas con discapacidad, sobre todo en los Últi-
mos años, muy especialmente a partir de la aprobación en el año
2006 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad2en el ámbito de las Naciones Unidas. Por ello, no
es la intención de este trabajo incurrir en reiteraciones innece-
13 Art. 57 - Cód. Civil: "Son representantes de los incapaces: (...) 3. De los de-
mentes o sordomudos, los curadores que se les nombre".
14 Art. 3 - Cód. Electoral Nacional: "Están excluidos del padrón electoral: (...)
a) Los dementes declarados tales en juicio y aquellos que, aun cuando no lo
hubieran sido se encuentren recluidos en establecimientos públicos; b) Los
sordomudos que no sepan hacerse entender por escriton(texto anterior a la
reforma de la ley 26.571).
15 Art. 3 - Cód. Electoral Nacional (texto según ley 26.571): "Están excluidos
del padrón electoral: (...) a) Los dementes declarados tales en juicio"; a la
vez que se derogó el inciso b). Con relación a esta reforma, de las observa-
ciones ñnales sobre el informe inicial de Argentina, aprobadas por el Co-
mité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en su 8" perío-
do de sesiones, del 17 a 28 de septiembre de 2012 (CRPD/C/ARG/CO/l, en
~http://docstore.ohchr.orglSelfSenriceslFilesHandler.ashx?enc=6QkGld%2
FPPRiCAqhKb7yhspZQ2sppBOANJSxHHwrsEJaY~H2x7h
oUTgh3174tt8%2FqvOaLfSuHB4IloIqs87ffWE4AhvtQvB%2B2~%2BONK
QuePZFm%2BRnN!aXO,,, fecha de consulta: 3 de marzo de 20191, surge
que "...47. El Comité expresa su reconocimiento al Estado parte por la dero-
gación de las disposiciones del Código Electoral que impedían ejercer el de-
recho al voto a 'sordomudos que no sepan hacerse entender por escrito' y a
personas con discapacidad psicosocial e intelectual que 'se encuentren re-
cluidos en establecimientos públicos'. Sin embargo, sigue preocupando al
Comité que: a) Las reformas al Código Electoral no hayan incluido a las per-
sonas declaradas incapaces por vía judicial, las cuales continúan siendo pri-
vadas del derecho al voto; b) La falta de medidas adecuadas para garantizar
la accesibilidad electoral a las personas con discapacidad que se encuentran
institucionalizadas para que puedan salir a votar. 48. El Comité recomien-
da al Estado parte que: a) Revise el Código Electoral y haga las modificacio-
nes necesarias para alinearlo con los estándares de la Convención, en par-
ticular en materia de capacidad jurídica y el ejercicio del derecho al voto en
igualdad de condiciones; b) Continúe sus esfuerzos para garantizar el acce-
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
entrado en vigencia la ley 26.657 que incorporó el artículo 152
ter al Código Civil, según el cual las pericias ya no serían solo
médicas, sino que debían ser interdisciplinarias y en cuanto a las
sentencias, debían indicar los actos y funciones que se le limita-
ban al sujeto, en un marco de gradualidad de las capacidades1=.
Sin embargo, en primera instancia se rechaza la solicitud y
se mantiene el encuadre de insania (art. 141, Cód. Civil), con los
alcances del artículo 54, inciso 3, del Código Civil y del artículo 3
del Código Electoral Nacional. La resolución es apelada, pero la
Cámara Civil la confirma en todos sus términos.
He aquí nuestro primer cuestionamiento, puesto que la sen-
tencia debió ser adecuada al artículo 152 ter del Código Civil,
por aplicación inmediata de la nueva ley (art. 3, Cód. Civil17).Por
lo tanto, mal pudo ser confirmada en los mismos términos en que
había sido dictada originariamente.
Ante este pronunciamiento, se plantea recurso extraordina-
rio ante la CSJN. La Defensa Pública alegó que el artículo 29 de
la CDPD18 no prevé ninguna restricción ni autoriza excepción
25 Olmo, Juan Pablo: Salud mental y discapacidad. Análisis del Código Civil
y Comercial de la Nación, 2" edición, Editorial Dunken, Buenos Aires, 2017,
págs. 52 a 54.
375
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
(art. 7, CCCNz6),sino porque no tendría alcances prácticos. Por
ende, la solución debería ser que se revisen todas las viejas sen-
tencias y adecuadas al nuevo Código unificado.
Pero veamos qué podría llegar a pasar cuando lleguemos a
este nuevo estadio, donde todas las sentencias sean acordes al
Código Civil y Comercial. En este caso se aplicaría la doctrina
del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad,
según la cual: "El art. 29 no prevé ninguna restricción razonable
ni permite excepción alguna con respecto a ningún grupo de per-
sonas con discapacidad. Por lo tanto, la exclusión del derecho de
voto sobre la base de una discapacidad psicosocial o intelectual
percibida o real, incluida la restricción derivada de una evalua-
ción individualizada, constituye una discriminación por motivos
de discapacidad, en el sentido del artículo 2 de la Convención. El
Comité se remite a sus observaciones finales sobre Túnez, en las
que recomendó al Estado parte que se adoptaran 'con urgencia
medidas legislativas' para que las personas con discapacidad,
'incluidas las que están en régimen de tutela o curatela', pudie-
ran ejercer su derecho de voto y participar en la vida pública en
pie de igualdad con las demász7.El Comité también se remite a
sus observaciones finales sobre España, en las que expresó la
misma preocupación por el hecho de que se pudiera restringir
el derecho al voto de las personas con discapacidad intelectual o
psicosocial si la persona interesada había sido privada de su ca-
pacidad jurídica o había sido internada en una instituciónz8.El
Comité considera que los mismos principios se aplican al presen-
te caso. Por consiguiente, el Comité concluye que el art. XXIII,
párrafo 6, de la Ley fundamental, que permite que los tribunales
priven a las personas con discapacidad intelectual del derecho a
votar y a ser elegidas, contraviene el art. 29 de la Convención, al
igual que el art. 26, párrafo 2, de las disposiciones transitorias
29 Dictamen del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad a
tenor del art. 5 del Protocolo facultativo de la CDPD e n su 10"período de se-
siones, 2 al 13 de septiembre de 2013,respecto de la Comunicación 412011.
Versión e n español publicada e n Manual de buenas prácticas en el acceso a
la justicia para garantizar el derecho al voto de las personas con discapaci-
dad intelectual y psicosocial, Documento de Trabajo 16,Serie Guías y ma-
nuales,Área Justicia, Eurosocial, Buenos Aires, 2014,pág. 206 (en:«https:/l
www.mpd.gov.ar/uploadsldocumentoslManual%20definitivo%2Ocon%2O
cubierta%20incluida.pdf,,,fecha de consulta: 3 de marzo de 2019).
30 El art. 75,inc. 22,de la CN enumera una serie de instrumentos internacio-
nales de derechos humanos que, "en las condiciones de su vigencian,tienen
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
6. Palabras de cierre: jun fallo a favor del
reconocimiento del derecho al voto de las personas
con discapacidad en Argentina?
Como corolario, la siguiente reflexión: pareciera ser que hu-
biera sido más beneficioso para el reconocimiento del derecho al
voto de las personas con discapacidad que la CSJN no se hubiera
pronunciado al respecto. ¿Por qué? Porque se mejoró la situación
de la persona en cuestión, analizada a la luz del viejo Código (lo
cual, de todas formas, hubiera ocurrido tarde o temprano), mas
no así a la luz del nuevo Código. Dicho de otro modo, se reflotó la
validez del artículo 3, inciso a), del Código Electoral Nacional -se
le dio una nueva vida-, cuando de otro modo hubiera seguido el
inevitable camino hacia su inaplicabilidad por la derogación del
presupuesto fáctico que allí regula.
1. El caso
La resolución en comentario, dictada por un juez nacional,
resuelve la solicitud de autorización judicial interpuesta por una
persona mayor de edad, anciana, quien pretende por esta vía, ob-
tener la tutela judicial efectiva de su derecho a la autodetermi-
nación personal, concretamente, mediante el reconocimiento ju-
dicial de su capacidad jurídica y con ella su derecho a peticionar
la prórroga de la práctica médica de las sujeciones mecánicas en
el contexto de su alojamiento geriátrico indicada por los profe-
sionales de la salud a su favor, para evitar eventuales daños por
lesiones y caídas.
11 Cfr. a la información brindada por personal del área del Centro de Informá-
tica Jurídica.
12 Puede consultarse la exhaustiva investigación realizada sobre la histo-
ria de los geriátricos en Dabove, María Isolina: "Derecho de la Ancianidad
y bioética en las instituciones geriátricas" en Homenaje a Dalmacio Vélez
Sarsfield, t. 111, Editorial Academia Nacional de Derecho y Ciencias Socia-
les de Córdoba, Córdoba, 2000.
13 Ídem.
14 "Gerontolescencia" es el término acuñado por Alexandre Kalache, presiden-
te del Centro Internacional de Longevidad de Brasil, además de asesor de
la Academia de Medicina de Nueva York y cofundador y embajador de la
ONG HelpAge International y fue jefe del Programa de Envejecimiento y
Ciclo Vital de la OMS.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
Aunque en la actualidad somos testigos de la incipiente in-
troducción de modalidades distintas a la vivienda para las perso-
nas mayores, como las comunidades mixtas y designadas, vivien-
das adaptadas a las personas mayores o regímenes de vivienda
compartida15, etc., encontramos las primeras experiencias de
institucionalización de ancianos en el "retiro medieval", en los
comienzos de la Edad Media del siglo VI en los conventos y mo-
nasterios cristianos, que brindaban seguridad para cumplir con
los mandatos de la sociedad teocéntrica con el fin de prepararse
para la separación de lo terrenal, camino a la muerte.
La alternativa del "retiro7'seexpandió hasta el siglo XII bajo
el sistema monacal, en el que la persona aceptaba ingresar a la
vida religiosa como monje, y el sistema de pensionado. En este
último, la persona vivía sin acogerse a la vida monacal. En am-
bos sistemas, la comunidad eclesiástica fijaba las condiciones de
residencia por un contrato con cada anciano sumamente detalla-
do16.Durante la laicización de la "caridad" producida en la Edad
Moderna, inrnersa en el antropocentrismo de la época, Inglaterra
ordena, entre los siglos XVI y XVII, la categorización de los po-
bres en tres clases y la actuación estatal. La Poor Law clasificaba
a los pobres en los aptos para trabajar, los desvalidos y ancianos,
y los niños. Así surgen tres tipos de viviendas institucionalizadas
para pobres: para los aptos para trabajar se destinaron las "hou-
se of correction" o "work-house", para los niños las "casa-cuna7'
o asilos, y para los ancianos y desvalidos los hospicios asilos o
17 Hogar dirigido por las religiosas de los Santos Ángeles Custodios donado
por la Señora Marquesa Pontificia Adelia María Harilaos de Olmos el 18 de
junio de 1944, actual "Residencia geriátrica Nuestra Señora de Lourdes".
El "Hogar Isabel Balestra Espíndola y Lea Meller Vack" fue inaugurado el
21 de diciembre de 1926 como asilo de mujeres, como lo había pedido en su
testamento Isabel Balestra Espíndola que unos años más tarde pudo am-
pliar sus instalaciones gracias a una donación de Lea Meller Vack.
18 Dabove, María Isolina: Los derechos de los ancianos, Editorial Ciudad Ar-
gentina, Buenos Aires-Madrid, 2005, págs. 258 a 261.
19 Se alude a la exclusión de las personas mayores como un "logro vehiculiza-
do por la geriatrían(cf?. Isern, Mariana: "Geriátricos: algunos instrumentos
jurídicos para el abordaje de su problemática fáctica, normativa y valora-
tiva desde una perspectiva neoconstitucional", Revista Jurisprudencia Ar-
gentina, Número Especial, 2011-111, fascículo 13, pág. 3 y SS.,Revista indi-
zada en Directorio Latindex.
DlSCAPAClDAD Y MODELO SOCIAL
1927 en su obra The problem of the Psychology ofAgezO,conside-
rado como un hito en la fase del desarrollo de la investigación del
envejecimiento cuyo objeto y finalidad es "...la investigación de
las causas y condiciones del envejecimiento, así como el estudio y
descripción cuidadosa de los cambios del comportamiento regu-
larmente progresivos y que se hallan relacionados con la edad".
A partir de 1945, son creadas una gran cantidad de institu-
ciones nacionales e internacionales para profundizar el estudio
del proceso de envejecimiento, p. ej., la Gerontological Society en
Estados Unidos, y en 1946 aparece por primera vez el Journal
of Gerontology y la Unidad de Investigación sobre los proble-
mas del Envejecimiento en Cambridge, Inglaterra. En julio de
1950, fue fundada en Lieja, Bélgica, la Asociación Internacional
de sociedades gerontológicas para participar en la formación y la
investigación de gerontologíaz1.
En 1946, la Organización Mundial de la Salud (OMS) defi-
nió la "salud humana como un estado de bienestar físico, mental
y social y no solamente como ausencia de enfermedades" y en
1977, las Naciones Unidas constituyó la Asamblea Mundial del
Envejecimiento. Las Naciones Unidas h a instado la investiga-
ción interdisciplinar en materia de gerontología y ha propicia-
do la conceptualización como proceso al sostener en el año 2012
que es "...inútil intentar definir cuándo se inicia exactamente
la edad de la vejez" y el Comité de Ministros afirmó que "...el
envejecimiento es un proceso que depende de los individuos, sus
circunstancias y el medio en el que viven"zz.
61 Investigación
- desarrollada por la Dra. Judith Szulik, médica psiquiatra,
- -
coordinadora de psiquiatría del Hogar Ledor Vador, "Sujeciones y mani-
festaciones del comportamienton.1" Jornada "Desatar para cuidar. Herra-
A
-
través del sistema de seevros fue i m ~ u e s t ala im~lementación
de campañas de promoción del no uso de sujeciones desde 1999 a
través de la Long-Term Care Insurance Act de 199972.
En Austria, Dinamarca, Alemania y los Países Bajos han
regulado la restricción del uso de sujeciones en los centros de
atención de personas mayores73.
En nuestro país, la ciencia médica y otras disciplinas rela-
cionadas con la atención de salud a personas mayores no identi-
fica la práctica de las sujeciones mecánicas como un tratamiento
médico tendiente a aliviar un sufrimiento o a curar. Refiere que
lo esencial o el dato diferenciador de las sujeciones físicas radica
en la duración prolongada en el tiempo y la desproporcionali-
dad de la medida. Que las razones invocadas son la de falta de
personal como carencia estructural, pero sin precisar la relación
directa entre la falta de personal y los actos y oportunidades
en que tienen lugar las acciones de la persona mayor. El mayor
costo de organizar arquitectónicamente es otra de las razones
escuchadas como excusa, pero sin precisar el real incremento y
7. Otros casos
A nuestro juicio, en los casos en los que la autorización es pe-
ticionada por una persona diferente a la persona mayor intere-
sada, deberán extremarse los recaudos para concluir con certeza
que el tratamiento propuesto es el único posible.
Como buenas prácticas deberá verificarse el contenido y
comprensión de la información recibida por la persona mayor
que incluyen los riesgos de la práctica, las condiciones y las al-
ternativas propuestas por los profesionales especializados en ge-
rontología y en la salud de forma estricta. El respeto a la digni-
dada8de la persona y el acceso a la justicia imponen la necesidad
de la asistencia letrada o defensa técnica de la persona mayor, el
reaseguro de la implicación también de una persona de su con-
89 Cfr. Famá, María Victoria: "Alcances del principio de oficiosidad en los proce-
sos de familian,Derecho de Familia, Revista Interdisciplinaria de Doctrina y
Jurisprudencia, N" 69,Editorial Abeledo-Perrot, mayo de 2015,pág. 151.
90 100 Reglas de Brasilia, CSJN, Acordada 512009.Los destinatarios son "to-
dos los operadores del sistema judicial y quienes intervienen de una u otra
forma en su funcionamiento (regla 241,debiendo otorgar a las personas en
condición de vulnerabilidad un trato adecuado a sus circunstancias singu-
lares" (Cap. 1, Sección primera, pto. 2).
91 Olmo, Juan Pablo: Salud Mental y Discapacidad. Análisis del Código Civil
y Comercial - ley 26.994, Editorial Dunken, Buenos Aires, 2015,pág. 52,con
cita de Iglesias, Mana G.: "Capacidad jurídica: restricciones a la capacidad
en el Anteproyecto de Código Civil. Entre la incapacidad y los apoyos", JA,
20 de junio de 2012.