Trabajo Social II Segunda Parte RESUMEN
Trabajo Social II Segunda Parte RESUMEN
Trabajo Social II Segunda Parte RESUMEN
Carácter inacabado: Al respecto Castel plantea que las seguridades pueden ser
engañosas si se apoyan solamente en el crecimiento económico.
Los supernumerarios:
Para Castel el desempleo es la manifestación más visible de una transformación de la
coyuntura del empleo. Es la precarización del trabajo otra característica, que él
considera importante.
La precarización atraviesa las zonas antes estabilizadas del empleo, es un proceso
central relacionado con las nuevas exigencias tecnológicas y económicas del
capitalismo contemporáneo. Esta nueva cuestión social presenta al menos tres ejes
centrales:
En primer lugar, la desestabilización de los estables, ya que una parte de los
asalariados integrados corre riesgo de perder el empleo o sufrir un proceso de
precarización.
El segundo rasgo consiste en la instalación en la precariedad, el desempleo
recurrente constituye una dimensión importante del mercado del empleo,
sobre todo en el caso de los jóvenes son empleables para tareas de corta
duración.
En tercer lugar, la presencia de poblaciones que se creían desaparecidas: los
"inútiles para el mundo". Ellos ocupan una posición de supernumerarios, no
integrados y no integrables. Esta inutilidad social tiene impactos, ya que los
descalifica también en lo cívico y político.
Castel caracteriza lo que entiende como un pasaje de políticas de integración a
políticas de inserción.
Las políticas de integración refieren a las que buscan grandes equilibrios y
homogeneizar la sociedad a partir del Estado Nacional. Puede incluirse a la promoción
del acceso de todos los servicios sociales y la educación o la reducción de las
desigualdades sociales, el desarrollo de las protecciones sociales y la condición salarial.
Las políticas de inserción se focalizan en poblaciones particulares y zonas singulares del
espacio social, y eso lo hace a través de estrategias específicas.
Castel analiza como el proceso de marginalización se efectiviza y da lugar a las zonas
de integración/exclusión.
A su vez, considera que podemos pensar los procesos de integración a partir de como
los individuos se ubican en relación a: la integración a través del trabajo y de la
inscripción relacional.
La zona integrada representada por grupos que tienen gran seguridad en el empleo y
están insertos en redes de dependencia fuertes y coherentes. Mas allá de eso
frecuentemente son pobres, pero no presentan un problema de integración salvo si se
desenganchan y se deslizan hacia la zona de vulnerabilidad.
La zona de vulnerabilidad comprende a pequeños trabajadores independientes. Su
inestabilidad es crónica.
Mientras que la zona de marginalidad comprende a sujetos que padecen aislamiento y
nulo reconocimiento social al estar afuera de los sistemas vinculados al trabajo. El
personaje tipo es el vagabundo.
La zona de vulnerabilidad es un espacio social de inestabilidad que comprende
individuos precarios en cuanto a su relación con el trabajo y que presentan frágiles
inserciones relacional familiares y/o comunitarias.
Reygadas L: “Las redes de la desigualdad.”
Los estudios sobre la desigualdad se enfocan en el plano individual, se centra en la
distribución de diferentes atributos entre las personas y analiza cómo esta distribución
incide sobre los resultados desiguales que se alcanzan en un contexto social dado.
Las diferencias en cuanto al tipo, la cantidad y la calidad de los recursos externos
poseídos por los individuos tienen una incidencia en los niveles de desigualdad.
Un bien externo puede incrementar la apropiación de riquezas, pero en el largo plazo
los recursos interiorizados pueden ser más importantes, porque aumentan las
posibilidades de apropiación y retención de las riquezas.
Bourdieu menciona el capital cultural para mostrar los aspectos simbólicos en la
construcción de diferencias de clase. El capital cultural puede ser material u objetivado
(museos, objetos) pero también puede ser subjetivo, adquirido por los individuos en la
socialización, percepción y pensamiento.
El prestigio social, es fuente de nuevas desigualdades, ya que el acceso diferencial a
muchos recursos se encuentra asociado a las distinciones de status.
Además, se puede mencionar las características étnicas y el género, como fuente de
desigualdades.
Un análisis de la desigualdad que sólo se quede en la dimensión individual tiene
problemas, entre ellos:
UNIDAD 4.
Gómez Ana: “¿Nuevos problemas o respuestas viejas?”
El texto aporta a la reflexión sobre las demandas que las organizaciones territoriales
expresan al Estado en la actualidad.
En la medida en que la agenda se amplía, se profundiza y se diversifica, se van
construyendo nuevas definiciones sobre la pobreza y se ponen en crisis los dispositivos
institucionales previstos para atender las problemáticas.
Se pone en evidencia que las instituciones y dispositivos creados para atender algunas
problemáticas en otro contexto histórico no resultan del todo adecuadas ni suficientes.
Cuando se habla de “nuevas demandas hacia el Estado” no siempre se hace referencia
a situaciones complejas que requieren respuestas multidimensionales. También se
suele identificar como nuevas demandas aquellas surgidas por la superación de ciertas
necesidades básicas, que habilitan la aparición de aspiraciones distintas, en tanto se
amplía el piso de derechos desde el cual parte el reclamo.
Se puede clasificar tres tipos de demandas actuales hacia el Estado por los sectores
populares y las organizaciones territoriales:
- Podemos identificar las demandas, ya no relacionadas con bienes de primera
necesidad, sino con obras de infraestructura y mejoramiento habitacional,
redes de agua, pavimentación. Se denominan: demandas de segunda
generación.
- En segundo lugar, se observan aspiraciones de tipo educativo, recreativo,
cultural, comunicacional. Se denominan: demandas de tercera generación.
- Por último, el conjunto de necesidades que buscan un acompañamiento mayor
del Estado. Vinculadas con la persistencia de los problemas sociales,
vulneración de derechos y ausencia de respuestas desde el Estado. Se
denominan: demandas de intervención en la complejidad.
Es necesario mencionar que los referentes van formándose progresivamente en la
función que desempeñan, van adquiriendo un lenguaje técnico, para dar pelea a trabas
institucionales y falta de respuestas.
Respecto de cómo las organizaciones sociales construyen su demanda hacia el Estado,
se debe reconocer el lugar de la expectativa sobre la factibilidad de la satisfacción: “se
demanda lo que se considera posible de resolver.”
El Estado al definir quiénes son los pobres, define también “qué se puede hacer con
ellos”, y en esas definiciones opera su influencia sobre la construcción de las
demandas. Cuando se piensa en la pobreza a partir de la insuficiencia de ingresos,
tendremos las demandas y respuestas a esas demandas en subsidios/transferencias
monetarias. Si en cambio, la pobreza se asocia a falencias educativas, las demandas y
respuestas estarán dadas en la capacitación.
Se pone relevancia en la cuestión de la medición de la pobreza. Paugam presenta tres
enfoques para medirla: el monetario, basado en el cálculo de ingreso de los hogares; el
subjetivo, centrado en la opinión de las propias personas consideradas pobres; y el
relacionado con las condiciones de vida, que está vinculado a las privaciones de
bienestar material o de participación social.
Se reconoce legítima la intervención del Estado, en tanto garante de derechos.
IRAGUEN Y PONZIANI LUCIANO: “Intervención del trabajo social en el
marco de espacios colectivos y multiactorales.”
En la ficha de cátedra se intenta dar cuenta del posicionamiento frente a cómo
concebir la intervención en el marco de espacios multiactorales.
Los actores sociales, a lo largo del tiempo generan un entramado de relaciones que los
constituye y condiciona, que va cambiando, se modifica por las problemáticas sobre las
que se propone incidir.
Para el Trabajo Social, el seguimiento de la pista de las demandas (necesidades) es
fundamental para la intervención profesional. Ya que permite redefinir el sobre qué,
para qué, cómo y con quiénes se debe desarrollar la intervención.
El sujeto de intervención es un sujeto productor y producto de la historia, con
potencialidades, sujeto de derechos, con capacidad transformadora y creadora.
Carballeda menciona que el territorio puede ser entendido como una construcción
social que se desarrolla a partir de las significaciones y usos que los sujetos construyen
cotidianamente.
Cada uno de los territorios en los que el Trabajo Social se inserta son configuraciones
culturales específicas.
El proceso de construcción de la intervención se construye a partir de las
manifestaciones de la cuestión social y dichas manifestaciones son las coordenadas
que estructuran el CAMPO PROBLEMÁTICO. Se interpreta la intervención como campo
problemático, en la medida en que ella se constituye en el escenario cotidiano donde se
objetivan las manifestaciones de la Cuestión Social y que atraviesan la Vida Cotidiana
de los sujetos. Este escenario cotidiano en los territorios, se encarna en espacios
colectivos y multiactorales expresados en movimientos sociales, comedores, etc.
Se debe reconocer la capacidad que tienen las organizaciones sociales de articulación.
Es en la vida cotidiana de lxs actores donde se expresa esa trama social, en la cual, lxs
sujetos articulan su existencia en la lucha por la satisfacción de las necesidades.
El análisis de la intervención como campo problemático está centrado en la dinámica
contradictoria que se genera en la relación Sujeto-Necesidad como expresión de la
cuestión social.
Carballeda menciona que, en la construcción de Problemáticas Sociales Complejas,
éstas son transversales, delineadas por diferentes componentes, donde cada uno de
ellos tiene su propia representación tanto el sujeto, su grupo de pertenencia, su red
social, donde se necesita su palabra, su comprensión y explicación. Es imprescindible
considerar la idea de actores sociales, los problemas siempre deben ser definidos por
lxs actores.
Los análisis multiactorales permiten el acceso a los saberes populares sobre las
problemáticas de los barrios de relegación urbana, recuperando la diversidad de
sentidos que existen sobre un mismo problema, y las estrategias que las
organizaciones del territorio vienen desarrollando en su abordaje.