Kai Ambos-Omisiones
Kai Ambos-Omisiones
Kai Ambos-Omisiones
105-150
OMISIONES
Kai Ambos* 1
*
Profesor de Derecho Penal, Derecho Procesal Penal, Derecho Comparado y Derecho
Penal Internacional en la Georg-August-Universität Göttingen, Alemania (GAU), Direc-
tor General del Centro de Estudios de Derecho Penal y Procesal Penal Latinoamericano
(CEDPAL). – El presente texto ha sido elaborado en el marco del proyecto “Anglo-German
Dialogue” (https://www.department-ambos.uni-goettingen.de/index.php/anglo-german-dia
logue) y fue publicado, en una versión más corta, en el primer tomo publicado por la Cam-
bridge University Press (Ambos et al. (eds.), Core Concepts in Criminal Law and Criminal
Justice, 2020, 17). Agradezco a Antony Duff, Matt Dyson, Findlay Stark, Carl-Friedrich
Stuckenberg, Alec Walen y Thomas Weigend por sus comentarios críticos. Traducción del
inglés realizada por Marisa Vazquez (Doctoranda en Derecho por la Universidad de Bue-
nos Aires y ex becaria del Servicio Alemán de Intercambio Académico –DAAD–); revisión
de Gustavo Urquizo, doctorando y docente en la GAU.
1
Sobre esta postura denominada ‘ontológica’, basada en la distinción naturalística de
Radbruch entre conducta activa y pasividad en términos de generación o no de energía
(causal) véase: Roxin, Strafrecht (2003), § 31 nm. 70 [id., Derecho Penal (2014), § 31 nm.
70]; Weigend, ‘§ 13’ (2007), nm. 2 con referencias relevantes. Véase también: Kirchheimer,
‘Criminal Omissions’ (1942), 617–9; Gómez-Aller, ‘Omissions’ (2008), 431, refiriéndose
además a Franz von Liszt y a Ernst Beling. Sobre el debate temprano del common law
véase: Bentham, Principles (2000), p. 72 (acto positivo como ‘movimiento o esfuerzo’, ne-
gativo como ‘mantener en reposo’, es decir, ‘abstenerse de mover’); también: Husak, Phi-
losophy (1987), pp. 173 ss.; Moore, Act (1993), pp. 28 ss. (conceptualización movimiento/
no-movimiento) y passim; crit. Fletcher, ‘Irrelevance’ (1994), 1443–54; Simester, Theory
(1995), pp. 313 ss.
2
Cf. Moore, Act (1993), pp. 267-78. Sobre la variedad de expresiones causales en este
ámbito, especialmente ‘causar como hacer que suceda’, véase: Feinberg, Harm (1984), pp.
180–181.
3
El locus classicus del problema ‘ser-deber ser’ es el Treatise of Human Nature (1739,
reimpresión 1896, p. 469 s.) de David Hume donde este afirma: ‘En todo sistema de mo-
ralidad con el que me he encontrado hasta ahora, siempre he observado que el autor
procede por algún tiempo según el modo ordinario de razonar y establece la existencia de
un Dios, o realiza observaciones concernientes a los asuntos humanos; cuando de repente
me sorprendo al encontrar que, en lugar de las cópulas usuales de las proposiciones, es,
y no es, no me encuentro con proposición alguna que no esté conectada con un debe, o
con un no debe. Este cambio es imperceptible; pero es, sin embargo, de gran importancia.
Porque como este debe, o no debe, expresa alguna nueva relación o afirmación, ‘es nece-
sario que…una razón deba ser dada; por lo que parece del todo inconcebible, cómo esta
nueva relación puede ser una deducción de las otras, que son completamente diferentes
a ella…Estoy convencido de que una pequeña atención subvertiría todos los sistemas vul-
gares de moralidad, y nos permitiría ver, que la distinción entre vicio y virtud no se basa
meramente en la relaciones de objetos, ni es percibida por la razón.’. Immanuel Kant en
su Critique of Pure Reason lo formula —de manera más clara— como sigue: ‘Porque en lo
que concierne a la naturaleza, la experiencia nos da la regla en la mano y es fuente de la
verdad; pero en lo que respecta a las leyes morales la experiencia es (¡desafortunadamen-
te!) la madre de la ilusión, y es de lo más reprochable, extraer o querer restringir las leyes
acerca de lo que debería hacer a partir de lo que se hace’. (‘Denn in Betracht der Natur
gibt uns Erfahrung die Regel an die Hand und ist der Quell der Wahrheit; in Ansehnung
der sittlichen Gesetze aber ist Erfarung (leider!) die Mutter des Scheins, und es ist höchst
verwerflich, die Gesetze über das, was ich tun soll, von demjenigen herzunehmen, oder
dadurch einschränken zu wollen, was getan wird.’); cf. Kant, ‘Vernunft’ (1903), 3-252, o en
<www.korpora.org/kant/aa04/Inhalt4.html> 203, visitado por última vez el 6 de febrero
de 2020; (énfasis añadido). Según Malec, ‘Is-Ought’ (2007), 11–2, la tesis de Hume puede
ser reformulada del siguiente modo: ‘Las declaraciones deónticas están lógicamente sepa-
radas de las declaraciones no-deónticas, es decir, ni las declaraciones deónticas pueden
derivarse de las declaraciones no-deónticas (tesis simple de Hume) ni las declaraciones
no-deónticas pueden derivarse de las declaraciones deónticas (tesis inversa de Hume)... es
imposible inferir obligaciones de hechos o inferir hechos de obligaciones. Intuitivamen-
te, la tesis se sostiene. También es posible alguna argumentación formal. El verdadero
significado de la tesis es que las llamadas ‘ciencias positivas’ no pueden ayudarnos con
los dilemas morales. Lo que aquí importa es que se puede presentar una tesis similar
con relación a las modalidades axiológicas: es imposible inferir valores de los hechos o
inferior hechos de los valores’ (nota al pie omitida). Greene, ‘Implications’ (2003), 847
también ofrece una buena definición de la falacia naturalista: ‘el error de identificar lo
que es natural con lo que está bien o es bueno (o, más ampliamente, el error de identificar
propiedades morales con propiedades naturales)’.
4
El punto ha sido señalado con la mayor firmeza por Fletcher, ‘Irrelevance’ (1994),
1445, 1448, 1453. Él critica acertadamente la ubicación de la discusión sobre las omisio-
nes en el ámbito del requisito del acto y en la consiguiente implicancia de que no puede
haber responsabilidad penal, porque las omisiones no son actos voluntarios. En efecto,
la cuestión es de agencia humana, la cual es independiente de la distinción acto/omisión
(ibid, 1444). En el mismo sentido, véase: Gómez-Aller, ‘Omissions’ (2008), 431–4, 437, 444;
crítica general del requisito de acto en Husak, ‘Act’ (2011), 107 ss.
5
Véase por ejemplo Bouzat y Pinatel, Criminologie (1963), pp. 121 ss.; con más detalle
infra n. 46 y texto principal.
6
Sobre estas expectativas normativas preexistentes, subyacentes cf. Roxin, Strafrecht
(2003), § 31 nm. 6-7 [id., Derecho Penal (2014), § 31 nm. 6-7; Simester, Theory (1995), p.
320; Duff, Answering (2007), p. 108.
7
Sobre esta yuxtaposición véase también Duff, Answering (2007), p. 108; Ashworth,
Obligations (2013), p. 31.
forma de comisión, a saber, una que se lleva a cabo por medio de una
omisión. 8 Considérese la protección de la vida humana a través del delito
universalmente reconocido de homicidio o asesinato: ¿puede constituir
una diferencia jurídicamente (normativamente) relevante con respecto a
la violación del respectivo interés jurídico o a la causación del respectivo
daño que alguien sea muerto por medio de una acción o de una omisión?
Pues tanto si A mata a B disparándole (una acción) como si (solo) la
deja ahogarse en el mar a pesar de ser capaz de salvarla (una omisión),
en ambos casos, B ha muerto por una conducta imputable a A, a pesar
de la distinción naturalística entre acto y omisión (y de las condiciones
adicionales respecto a la responsabilidad penal de A).
Por lo tanto, respecto al interés jurídico violado o al daño causado, 9 es
irrelevante si el resultado ha sido provocado por una acción o por una
omisión, siempre y cuando haya sido ‘causado’ o ‘cometido’ 10 —en un sen-
tido normativo—. Este es el caso si el omitente tenía la posibilidad mate-
rial de intervenir 11 y tomó la decisión consciente de no hacerlo, aceptando
así la posibilidad de un resultado perjudicial. 12 En otras palabras, desde
8
Véase, por ejemplo, Gómez-Aller, ‘Omissions’ (2008), 444. Sobre la explicación de la
distinción entre omisión propia e impropia, véase infra secc. II.
9
Sobre los conceptos de daño y bien jurídico desde una perspectiva comparada cf.
Ambos, ‘Function’ (2015), 301–29, con referencias adicionales.
10
No trataremos aquí la compleja cuestión acerca de la causalidad hipotética o nega-
tiva en casos de omisión según la cual puede decirse que la falta de actuación (no cum-
plimiento del deber de actuar pertinente) ha ‘causado’ el resultado dañoso puesto que la
intervención activa (cumplimiento de este deber) lo habría evitado (es decir, el resultado
no se habría producido si no fuera por esa omisión). En efecto, el concepto naturalís-
tico de omisión subyacente ya había sido reemplazado por uno normativo a fines del
siglo XIX con el renacimiento neokantiano (cf. Jescheck, ‘Unterlassungsdelikte’ (1965), en
115-6). Desde una perspectiva normativa, debe averiguarse —en línea con la teoría de la
imputación objetiva— si el resultado dañoso ha sido producido por la falta de actuación
del omitente y, consecuentemente, puede serle imputado. Para mayor información véase
Duff, Answering (2007), p. 111 (causar ‘en el sentido de “causa” que es aquí relevante.’);
Simester et al., Criminal Law (2016), pp. 82-3, 111-2 (‘… la intervención habría hecho una
diferencia.’); Horder, Principles (2016), pp. 129-30; para un test más estricto Law Commis-
sion, Criminal Code (1989), p. 51, art. (clause) 17(1)(b) (causar un resultado como omisión
‘de realizar un acto que podría impedir que ocurra …’; énfasis añadido); crit. en ese senti-
do Ormerod y Laird, Criminal Law (2018), p. 57; contra cualquier causalidad ‘verdadera’
pero en cambio ‘doble’ imputación objetiva Luzón Peña, ‘Kausalität’ (2018), 520 ss.; para
un enfoque normativo también Gómez-Aller, ‘Omissions’ (2008), 429–30, 444; desde una
perspectiva internacional también Kolb, ‘Droit’ (2012), 195, 202-203 (‘imputation par le
droit’, ‘considérations normatives’).
11
Cf. Roxin, Strafrecht (2003), § 31 nm. 8-15 (posibilidad material de actuar como
prerrequisito de la omisión) [id., Derecho Penal (2014), § 31 nm. 8-15]; Weigend, ‘§ 13’
(2007), nm. 4, 65; para una ‘defensa de imposibilidad’ desde una perspectiva del common
law Simester et al., Criminal Law (2016), pp. 122-4.
12
Cf. Roxin, Strafrecht (2003), § 31 nm. 3 (argumentando que desde una perspectiva
político-criminal —en contraste con un concepto ontológico de acción— tanto el agente
activo como el pasivo pueden tomar la decisión de violar un determinado interés jurídico
y solo esta decisión es determinante) [id., Derecho Penal (2014), § 31 nm. 3].
una perspectiva normativa hay resultados que pueden ser vistos como el
producto de omisiones, a saber, cuando la no-realización de un acto pro-
duce un daño a intereses jurídicos. 13 En consecuencia, la responsabilidad
penal no se basa en un acto sino en una comprensión de la conducta que
abarca tanto los actos como las omisiones. 14 La relevancia de la distinción
se limita, por lo tanto, a la cuestión que surge si nos enfocamos en la ma-
nifestación que encarna la conducta respectiva cuando conceptualizamos
la responsabilidad del agente, es decir, como acto u omisión; 15 en cual-
quier caso, en ambos supuestos puede surgir la responsabilidad penal.
La perspectiva puede cambiar si dirigimos nuestra atención al agente
responsable antes que al resultado dañoso. Normalmente no tratamos a
la acción como algo equivalente a la no-acción. De hecho, nuestra intui-
ción moral distingue entre ellas. 16 Por eso, una persona que realiza un
injusto activamente, por ejemplo, matando mediante un disparo, gene-
ralmente parece ser más reprochable que una persona que solo deja que
la muerte ocurra, por ejemplo, no interviniendo para impedir que otro
se ahogue. Ya he expresado ese desequilibrio supra al agregar la palabra
‘solo’ entre paréntesis: en la segunda alternativa de nuestro ejemplo, A
‘solo’ omitió actuar. Sin embargo, un examen más detenido de la distin-
ción acto/omisión que prima facie parece intuitivamente convincente,
revela que muchas de sus aparentes implicancias son erróneas. Tómese,
por ejemplo, el argumento ya discutido críticamente según el cual los
actos y las omisiones son diferentes: aunque desde una perspectiva natu-
ralística esto es cierto, ello no implica la conclusión normativa de que las
omisiones nunca sean moralmente incorrectas per se, o menos incorrec-
tas que las acciones. 17 Desde luego dejar que alguien muera es un injusto
más grave que abofetear a alguien. Sin embargo, el fundamento de ese
juicio normativo respecto a esas dos clases de conducta no es su forma,
como acto u omisión, sino la gravedad del daño que proviene de ellas. Si
el daño fuera idéntico —compárese el disparar mortalmente a alguien
con dejarlo ahogarse— y el omitente tuviera la obligación de impedir el
daño, entonces nuestro juicio normativo sobre la ilicitud de cada clase
de conducta también debería ser el mismo. En otras palabras, la relevan-
cia de la diferenciación no radica en la distinción (naturalística) entre
13
Cf. Ashworth, Principles (2013), pp. 111-2; Horder, Principles (2016), pp. 129-30.
14
Véase también la definición del MPC en § 2.01(1) MPC: ‘conducta’ que abarca ‘acto’
y ‘omisión’.
15
Sobre la distinción entre acto y omisión en ese sentido véase Roxin, Strafrecht
(2003), § 31 nm. 69 ss. [id., Derecho Penal (2014), § 31 nm. 69 ss.]; Weigend, ‘§ 13’ (2007),
nm. 5 ss.; Ormerod y Laird, Criminal Law (2018), pp. 57-61; también Horder, Principles
(2016), pp. 117-8; Simester et al., Criminal Law (2016), pp. 83-4.
16
Para una discusión crítica véase Simester, Theory (1995), pp. 311 (‘la diferencia mo-
ral entre empeorar y no mejorar las cosas …’), 321 ss.; contra una equivalencia también
Duff, Answering (2007), ss. 113-4; Ashworth, Obligations (2013), pp. 31, 78.
17
Contra la ‘pretensión de significación moral’ véase Feinberg, Harm (1984), pp. 166–
72, 186.
18
Tadros, Responsibility (2005), pp. 188–90, 208.
19
Feinberg, Harm (1984), p. 140.
20
Cf. Tadros, Responsibility (2005), p. 196, quien habla de ‘secundaria antes que pri-
mariamente responsables’.
21
Sobre esa base especialmente Kaufmann, ‘Gleichstellung’ (1961), 173-5 ha argu-
mentado que los delitos de omisión legales son siempre escritos (codificados en la parte
especial) mientras que los delitos de comisión por omisión son no-escritos, aunque no
como formas (inversas/negativas) de comisión sino como delicta sui generis.
22
También llamados a veces ‘délit d’omission simple’ o ‘vraies infractions d’omission’,
véase por ejemplo Pradel, Comparé (2016), p. 76.
23
Véase, por ejemplo, el artículo 223–6 del Código Penal francés (‘Quiconque pouvant
empêcher par son action immédiate, sans risque pour lui ou pour les tiers, soit un crime,
soit un délit contre l’intégrité corporelle de la personne s’abstient volontairement de le faire
est puni... Sera puni... quiconque s’abstient volontairement de porter à une personne en
péril l’assistance que, sans risque pour lui ou pour les tiers, il pouvait lui prêter soit par
son action personnelle, soit en provoquant un secours.’) y el § 323c Código Penal Alemán
(‘Strafgesetzbuch’, ‘StGB’: ‘Quien en caso de accidentes, peligro común o emergencia no
presta ayuda a pesar de ser necesario y esperable según las circunstancias, especialmente si
es posible sin un peligro propio significativo y sin lesión de otros deberes importantes, será
castigado con prisión de hasta un año o multa’). Véase también el Artículo 195 del Código
Penal de España (‘Código Penal’) (De la omisión del deber de socorro), el Artículo 593 del
Código Penal de Italia (‘Codice Penale’) (Omissione di soccorso) y el Artículo 162 § 1 del Có-
digo Penal de Polonia (‘Kodeksu Karnego’). Para una visión general véase también Maihold,
‘Nothilfepflicht’ (2013), 137-8; Wittmann, ‘Hilfeleistung’ (2017), 367-9.
24
Véanse, por ejemplo, los siguientes delitos de omisión propia en el StGB: § 123 alt.
2 (‘permanece allí sin autorización’), § 138 (‘omisión de denunciar delitos planeados a las
autoridades’), § 142 (2) (‘no … hace posible estas determinaciones de modo inmediata-
mente posterior’); véase también Gómez-Aller, ‘Omissions’ (2008), 426–9.
25
Repárese en que también hay disposiciones de la parte especial que criminalizan
resultados ocasionados por una omisión, por ejemplo, el § 225 (1) StGB (dañar a una per-
sona descuidando el deber especial de protección).
26
Respecto a esta teoría inversa véase, por ejemplo, Stuckenberg, ‘Causation’ (2014),
479; previamente Schmitt, ‘Unterlassungsdelikte’ (1959), 432-3; Jescheck, ‘Probleme des
Unterlassungsdelikts’ (1993), 120-1; pero véase crit. Kaufmann, Dogmatik (1959), pp. 241
ss. (con relación a los delitos de omisión propia).
27
Harzer, Situation (1999), pp. 84, 88, 192 ss. habla en ese sentido (con relación al de-
lito de omisión de socorro del § 323c) de una ‘Gefährdungsabwendungspflicht-/tendenz’,
que es un deber/una tendencia a impedir el peligro resultante; en sentido similar Kühl,
‘Solidaritätsbegriff’ (2013), 96 (deber de asistir, no de impedir el resultado dañoso); sin
embargo, defendiendo un deber de impedir el resultado dañoso, aunque con carácter ex-
cepcional, incluso en casos de delitos de omisión propia, especialmente en el delito de
omisión de socorro (§ 330c StGB antigua versión) Herzberg, Unterlassung (1972), pp. 22-
6; la misma visión respecto al § 330c en Kaufmann, ‘Gleichstellung’ (1961), 173.
28
Sobre la distinción clásica entre el deber de impedir el resultado dañoso y el deber
de realizar cierta conducta cf. Jescheck, ‘Unterlassungsdelikte’ (1965), 122 (con referencias
a otras jurisdicciones); id., ‘Probleme des Unterlassungsdelikts’ (1993), 118-9; para una dis-
cusión crítica de las diferentes teorías delimitadoras cf. Herzberg, Unterlassung (1972), pp.
21 ss. (simpatizando con la teoría aquí defendida); Kahlo, Pflichtwidrigkeitszusammenhang
(1990), pp. 26 ss. (haciendo hincapié en la equivalencia del resultado causado por la omi-
sión en el caso de los delitos impropios de omisión y, consecuentemente, considerando a la
comisión por omisión como un problema de la ‘causalidad por omisión’).
29
Así, por ejemplo, la yuxtaposición alemana ‘echt-unecht’ ha sido criticada (cf. Sch-
midhäuser, ‘Unterlassensbegriffe’ (2001), 761; Harzer, Situation (1999), pp. 83-4; Weigend,
‘§ 13’ (2007), nm. 16; Freund, ‘§ 13’ (2016), nm. 60), pero al menos el calificativo ‘unecht’
puede ser razonablemente entendido como una commission par omission dentro del ám-
bito de aplicación del § 13 StGB (conc. en ese sentido también Weigend, ‘§ 13’ (2007), nm.
60 in fine). Crit. también Fletcher, Rethinking (1978), p. 422, np. 8 (rechazando la distin-
ción como confusa).
30
Para las jurisdicciones de habla alemana, véase Roxin, Strafrecht (2003), § 31 nm.
16 ss. [id., Derecho Penal (2014), § 31 nm. 16 ss.]; Jescheck y Weigend, Strafrecht (1996),
pp. 605–8; respecto a Francia, véase Pradel, Général (2016), pp. 346-7 (pero nótese que
la responsabilidad por ‘commission par omission’ no es reconocida, infra n. 49 y texto
principal); para las jurisdicciones de habla española, véase Muñoz Conde y García Arán,
Derecho (2015), pp. 254 ss.; Mir Puig, Derecho (2016), pp. 321 ss.; para las jurisdicciones
de habla portuguesa, véase Dias, Direito (2007), p. 913; para Italia, véase Pulitanò, Diritto
(2017), pp. 205 ss. Desde una perspectiva comparada, véase Pradel, Comparé (2016), pp.
76–8; desde una perspectiva del derecho penal internacional, véase Duttwiler, ‘Liability’
(2006), 4 ss. Para una tercera categoría de ‘omisiones de gravedad media’ u ‘omisiones
puras de un deber especial de actuar’, véase también Silva Sánchez, ‘Omisión’ (2000), 153
ss.; id., ‘Dreiteilung’ (2011), 641 ss.; conc. Gómez-Aller, ‘Omissions’ (2008), 421–2, 446–51.
31
Véase Fletcher, ‘Irrelevance’ (1994), 1447 ss. (comisión por omisión vs. delitos de fal-
ta de actuación); id., Rethinking (1978), p. 422; id., Concepts (1998), p. 46; Duff, Answering
(2007), p. 108 (‘comisión por omisión’ y ‘mera’ omisión); conc. Allen, Textbook (2017), p.
40; véase también Ormerod y Laird, Criminal Law (2018), pp. 46 ss. (distinguiendo entre
delitos de mera/pura omisión y delitos de omisión que causan un resultado); Robinson,
‘Liability’ (1984), 101–2 que organiza todo su trabajo en torno a la distinción, y Ashworth,
‘Liability’ (1989), 433 que distingue entre ‘delitos de falta de realización de ciertos actos
requeridos’, ‘delitos expresados en términos de actos, para los cuales pueden bastar omi-
siones’, y, como una tercera categoría intermedia, ‘delitos híbridos de acto-omisión’ (por
ejemplo, conducir sin licencia o sin el debido cuidado).
32
Véase por ejemplo Kadish, Schulhofer y Steiker, Criminal Law (2012), p. 227 (dis-
cutiendo si el acusado en Pope podia ‘ser condenado por homicidio criminal’ con funda-
mento en una disposición de mal samaritano y de este modo equiparando un delito de
mera omisión de socorro con la comisión por omisión), quienes, sin embargo, ahora están
a favor de una disposición de buen samaritano, v. Kadish, Schulhofer and Steiker, Crimi-
nal Law (2017), 243-4; Klotter y Pollock, Criminal Law (2013), p. 51 (discutiendo ambos
en el ámbito de los deberes legales).
33
Sobre la predominante ausencia de ‘disposiciones del mal samaritano’ infra n. 45
con texto principal.
34
Sobre la visión tradicional regla-excepción véase Stewart, ‘Failure’ (1998), 393-4;
Simester et al., Criminal Law (2016), pp. 73-4.
35
Distinguiendo entre cinco niveles de criminalización Ashworth, Obligations (2013),
pp. 37, 69-73.
36
Véase III.2.
37
Cf. Hughes (1857), tal como es citado por Smith, ‘Liability’ (1984), 97 (matar —ase-
sinato u homicidio no premeditado (murder or manslaughter)— ‘como la consecuencia
directa de la …omisión de cumplimiento de un deber …’).
38
Respecto a Alemania, véase Bosch, ‘Vorbemerkung’, (2019), nm. 134 con una enu-
meración de los delitos pertinentes (respecto a Francia, véase Leroy, Général (2010), pp.
185–6 de acuerdo con quien el Código Penal (‘Code Pénal’, (CP)) prevé solo seis delitos
genuinos de omisión (Artículos 223-6 (1), (2) y Artículos 223–7, 227–5, 434–1, 434–11).
Si bien esto puede ser controvertido, al ser una cuestión de interpretación, (por ejemplo,
Bouloc y Matsopoulou, Droit (2016), p. 103, también se refieren al Artículo 434–3 CP), en
cualquier caso hay solo algunos de esos delitos en el CP. Respecto a Inglaterra/Gales, véase
por ejemplo, Allen, Textbook (2017), pp. 40–1; respecto a EEUU, véase Stewart, ‘Failure’
(1998), 406 ss.
39
Véase ya Maihold, ‘Nothilfepflicht’ (2013), 137-8; Wittmann, ‘Hilfeleistung’ (2017),
367-9.
40
Cf. Feldbrugge, ‘Samaritans’ (1965), 630 ss.; Stewart, ‘Failure’ (1998), 387–8, 392–4,
407; Schiff, ‘Samaritans’ (2005), 77 ss. (con un análisis comparativo del derecho alemán,
francés, español e italiano, entre otros); véase también Kadish, Schulhofer y Steiker, Crim-
inal Law (2017), pp. 238-45; Kaplan, Weisberg y Binder, Criminal Law (2017), p. 128.
41
Cf. Ashworth, Obligations (2013), pp. 39-40; id., ‘Liability’ (1989), 424–30; id., ‘Ret-
tungspflicht’ (2013), 115 ss.
42
Cf. Wittmann, ‘Hilfeleistung’ (2017), 363-5.
43
El término se remonta a la parábola del buen samaritano relatada en Lucas 10:25,
30–4: ‘Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cuando fue atacado por ladrones. Lo des-
pojaron de sus ropas, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Resulta que un
sacerdote bajaba por el mismo camino, y cuando vio al hombre, pasó por el otro lado. Así
también, un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado. Pero un samarita-
no, que iba de viaje, llegó a donde estaba el hombre; y cuando lo vio, se compadeció de él.
Fue hacia él y vendó sus heridas, vertiendo aceite y vino. Luego puso al hombre sobre su
asno, lo llevó a una posada y lo cuidó.’
44
Curiosamente, los delitos comunes de omisión de socorro se denominan disposicio-
nes del ‘mal samaritano’ y a veces disposiciones del ‘buen samaritano’ (para las primeras
véase, por ejemplo, Feinberg, Harm (1984), p. 185; para las últimas, por ejemplo, Gómez-
Aller, ‘Omissions’ (2008), 421). Prefiero el primer término puesto que estas disposiciones
penales castigan a la persona que no se adecua al estándar del buen samaritano, esto es,
al mal samaritano. Por otra parte, el término ‘disposición del mal samaritano’ es menos
ambiguo puesto que las leyes del buen samaritano también pueden ser disposiones que
excluyan o limiten la responsabilidad por daños civiles causados mientras se suministra
cuidado de emergencia, véase por ejemplo, Section (s.) 2305.23 Ohio Good Samaritan
Law o s. 2 Ontario’s Good Samaritan Act (2001).
45
De acuerdo con Schiff, ‘Samaritans’ (2005), 92 ss. cinco jurisdicciones de EEUU tie-
nen leyes del ‘mal samaritano’, por ejemplo, Wisconsin en la s. 940.34 Wisconsin Statute
& Annotations o Minnesota en la s. 604A.01 Minnesota Statute & Annotations; Kadish,
Schulhofer y Steiker, Criminal Law (2017), p. 242-3 hablan de seis jurisdicciones con de-
litos menores; véase también Klotter y Pollock, Criminal Law (2013), pp. 51-2. En Canadá
no hay disposiciones del ‘mal samaritano’ en el Código Penal (federal), sin embargo, la s.
2 de la Carta de Derechos Humanos y Libertades de Quebec dice: ‘Todo ser humano cuya
vida esté en peligro tiene un derecho a la asistencia. Toda persona debe acudir en auxilio
de cualquiera cuya vida está en peligro, ya sea personalmente o pidiendo ayuda, dándole
la asistencia física necesaria e inmediata, a menos que implique un daño para sí mismo
o para una tercera persona, o tenga otra razón válida.’. Además, la Canadian Law Reform
Commission recomendó un delito ‘simple de socorro’ (Law Reform Commission of Ca-
nada, Omissions (1985), pp. 19-20: ‘… recomendaríamos la sanción legal de un deber de
socorro. Esto podría hacerse de dos formas diferentes. La ley podría incluir dentro de la
sección “deber” de la Parte General una disposición que cree un deber “simple de socorro”
paralelo a los otros deberes allí incluidos. Alternativamente, podría prever en la Parte Es-
pecial,…, un delito especial de omisión de provisión de socorro. En definitiva, favorecemos
la segunda alternativa’). En Australia, solo la s. 155 de la Criminal Code Act of the Northern
Territory of Australia contempla una regla de ‘mal samaritano’ y dice: ‘Cualquier persona
que, siendo capaz de proveer rescate, resucitación, tratamiento médico, primeros auxilios
o socorro de cualquier clase a una persona necesitada de urgencia y cuya vida pueda ser
puesta en peligro si no es provisto, y no lo haga insensiblemente es culpable de un delito...’.
46
Artículo 13(1) StGB alemán: ‘Quien se abstenga de evitar un resultado que per-
tenezca al supuesto de hecho, solo es punible en virtud de esta ley, si es jurídicamente
responsable de asegurar que el resultado no ocurra, y si la omisión equivale a la realiza-
ción de los elementos del supuesto de hecho legal por medio de un hacer’. En España la
disposición correspondiente es el Artículo 11 CP (‘Los delitos que consistan en la produc-
ción de un resultado solo se entenderán cometidos por omisión cuando la no evitación
del mismo, al infringir un especial deber jurídico del autor, equivalga, según el sentido
del texto de la ley, a su causación’) y el Artículo 40(2) en el CP Italiano (‘Non impedire un
evento, che si ha l’obbligo giuridico di impedire, equivale e cagionarlo’). Véase también
el § 2 del StGB austríaco, el Artículo 2 del Kodeksu Karnego Polaco, el Artículo 10(2) del
CP Portugués y el Artículo 18 del Código Penal Coreano (‘형법’) (para más ejemplos véase
Duttwiler, ‘Liability’ (2006), 39–41, 43–5, incluyendo el derecho de la Sharia Islámica en
42). Sin embargo, en algunas jurisdicciones del derecho continental estos casos están
cubiertos por la responsabilidad por conducta negligente, por ejemplo, en Chile (Artículo
492 CP, véase Politoff, Koopmans y Ramírez, ‘Chile’ (1999), 78s., probablemente debido a
la influencia francesa (véase infra n. 63).
47
Supra n. 16 y texto principal.
48
Cf. Ormerod y Laird, Criminal Law (2018), pp. 48-51; sobre la controversia en torno
al ataque/la agresión por omisión (assault/battery by omission) ibid., p. 77; también Smith,
‘Liability’ (1984), 98-100; Simester et al., Criminal Law (2016), p. 81.
49
Cf. Pradel, Général (2016), pp. 346 (‘interprétation stricte’, Artículos 111–4 Code Pé-
nal); Jescheck, ‘Unterlassungsdelikte’ (1965), 130-1; Schrägle, Unterlassungsdelikt (2017),
pp. 41 ss. De manera crítica respecto al principio de legalidad también Fletcher, Concepts
(1998), 47–8; Romano, Commentario (2004), Artículo 40 nm. 80–1; Ormerod y Laird, Cri-
minal Law (2018), p. 46; distinguiendo entre tres enfoques (armonizador, rechazo formal
e indiferencia) al respecto Jescheck, ‘Unterlassungsdelikte’ (1965), 128-32 (quien está a
favor de la primera postura y, por lo tanto, no ve un problema de legalidad insuperable).
50
Cf. Hennau y Verhaegen, Droit (2003), p. 156; previamente Jescheck, ‘Unterlas-
sungsdelikte’ (1965), 130 ss.
51
Cf. Duttwiler, ‘Liability’ (2006), 41.
52
Véase especialmente Kaufmann, ‘Gleichstellung’ (1961), 175-6 (argumentando que
la criminalización de los delitos de omisión impropia, si bien está generalmente prevista
por una norma como el § 13 StGB, viola el principio nullum crimen).
53
‘Quien es capaz pero no impide comete un pecado’, según lo afirmado por Antoine
Loysel (1536–1617), véase Bouloc y Matsopoulou, Droit (2016), p. 212, nm. 231; también
citado por Duttwiler, ‘Liability’ (2006), 37; Schrägle, Unterlassungsdelikt (2017), p. 41.
54
Bouzat y Pinatel, Criminologie (1963), p. 122.
55
En este caso (‘Séquestrée de Poitiers’, 1901) una madre había encerrado a su hija por
veinticuatro años en una habitación. El hermano, que frecuentemente visitaba la casa,
fue acusado de lesiones por no detener los malos tratos de su madre contra su hermana.
No pudo ser condenado por ‘commision par omission’ debido a la ausencia de una regla
general sobre responsabilidad por omisión (véase Schmidt-Künzel, Unterlassungsdelikte
(1971), pp. 136 ss.; Bell, Boyron y Whittaker, Principles (2008), p. 215; desde un enfoque
novelístico, véase Gide, Séquestrée (1930)).
56
Cf. por ejemplo Mayaud, Droit (2018), p. 207 (‘C’est au législateur de déterminer,
dans sa souveraineté, et au nom des contraintes qui pèsent sur lui en termes de légalité et
de prévisibilité, quel type de comportement mérite d’être pris en compte pour une infrac-
tion déterminée’).
57
Para un resumen de la crítica con referencias adicionales, véase Gómez-Aller,
‘Omissions’ (2008), 426–9.
58
Bouzat y Pinatel, Criminologie (1963), p. 122 (‘La preuve de l’intention mauvaise y
est en effet particulièrement délicate. . . . il est aisé de voir que celui qui refuse de sauver
l’homme qui se noie peut toujours dire qu’il a été pris d’un malaise, d’une crampe subite,
et qu’il lui était impossible de se jeter à l’eau. Comment faire la preuve contraire?’).
59
Desportes y le Gunehec, Droit (2009), p. 398 (‘Le législateur du XIXe siècle consi-
dérait que l’obligation d’aider son prochain devait être laissée à la conscience de chacun,
qu’elle relevait de la responsabilité morale et non de la responsabilité pénale’).
60
Bouloc y Matsopoulou, Droit (2016), pp. 103s. (‘Certains voudraient que l’on aille
plus loin et qu’un texte général permette de frapper toutes les abstentions coupables vo-
lontaires. À notre avis, un tel texte serait dangereux, car il serait très difficile de savoir
où faire commencer l’inaction coupable. Sans doute, il n’y pas de droit à l’égoïsme ou à
l’indifférence, mais ce serait dangereux pour la liberté individuelle que exiger de manière
générale et vague, et sous sanction pénale, un esprit d’initiative de la part des citoyen, sans
préciser exactement dans quels cas ces initiatives peuvent être exigées et leur absence en-
traînerait des sanctions pénales’).
61
Véase supra n. 41 y texto principal.
62
El Art. 223-6 CP contiene dos párrafos que distinguen entre la omisión de impedir
un delito contra la integridad corporal de una persona (párr. 1) y la omisión de asistir a
una persona en peligro (párr. 2). Además, el Art. 223-5 castiga la obstaculización de la
ayuda a una persona en peligro y el Art. 223-7 la omisión de adoptar medidas contra un
desastre natural que ponga en peligro a las personas; véase también Rebut, Omissions
(2017), nm. 16. Sobre los orígenes en la ocupación alemana durante la Segunda Guerra
Mundial Vranken, ‘Duty’ (1998), 937.
cia 63 (resultado), o por uno o varios delitos de omisión propia del CP. 64
Así, por ejemplo, nuestro caso de homicidio caería bajo el delito común
de omisión de socorro. 65
63
En el caso de la conducta negligente, el acto y la omisión son tratados del mismo
modo y solo importa el resultado dañoso, cf. Véron, Droit (2015), p. 96; Mayaud, Droit
(2018), pp. 207-8; véase también Duttwiler, ‘Liability’ (2006), 38. Esto se corresponde con
el derecho canadiense, véase infra n. 99-101 y el texto principal.
64
Cf. Pradel, Général (2017), pp. 345-7; Debove y Falletti, Précis (2016), pp. 115–6;
véase también Elliot, French (2001), p. 61 ; Jescheck, ‘Unterlassungsdelikte’ (1965), 144-6;
id., ‘Probleme des Unterlassungsdelikts’ (1993), 116; Schrägle, Unterlassungsdelikt (2017),
pp. 151-2 (demostrando que la responsabilidad por omisión de socorro asume en parte la
función de una responsabilidad por omisión impropia).
65
Artículo 223–6 CP, véase ya supra n. 39; cf. Pradel y Danti-Juan, Droit (2017), p. 52.
Esta disposición, sin embargo, prevé una sanción mucho más baja que el delito análogo
de omisión impropia, por ejemplo, los §§ 212, 13 StGB (donde la sanción es tomada del
delito principal).
66
El requisito de deber parece haber sido mencionado por primera vez a comienzos
del siglo XIX por el autor alemán Paul Johann Anselm von Feuerbach en su manual de
derecho penal, véase von Feuerbach, Lehrbuch (1803), § 24 pp. 24–5, con referencia a
Winkler, Dissertation (1776): ‘So ferne ein anderes Subject ein Recht auf wirkliche Aeus-
serung unsrer Thätigkeit hat, in so ferne giebt es Unterlassungsverbrechen (del. omissio-
nis, im Gegensatz zu del. commissionis). Weil aber die ursprüngliche Verbindlichkeit des
Bürgers nur auf Unterlassungen geht; so setzt ein Unterlassungsverbrechen immer einen
besonderen Rechtsgrund, (Gesetz oder Vertrag) voraus, durch welchen die Verbindlich-
keit zur Begehung begründet wird. Ohne diesen wird man durch Unterlassung kein Ver-
brecher.’ [‘En tanto y en cuanto otro sujeto tenga un derecho a una expresión real de nue-
stra actividad, en tal medida hay un delito de omisión (del. omissionis, por oposición a del.
commissionis). Como, sin embargo, la obligación original del ciudadano solo se dirige a
omisiones; entonces un delito de omisión siempre presupone una razón jurídica especial
(ley o contrato), por medio de la cual se fundamente la obligación de actuar. Sin esta últi-
ma nadie puede transformarse en delincuente por omisión’, énfasis del autor].
67
Roxin, Strafrecht (2003), § 32 nm. 2 [id., Derecho Penal (2014), § 32 nm. 2], quien
habla del ‘capítulo aún hoy más discutido y oscuro en la dogmática de la parte general’;
véase también Jakobs, Strafrecht (1993), p. 799 (‘… una de las tareas más difíciles de la
dogmática de la parte general…’,). En sentido similar, véase de la Torre y Arroyo Zapatero,
Derecho (2016), p. 268, también Demetrio Crespo, ‘Tipo omisivo’ (2015), 179 (citando a
Roxin). Respecto a la menos elaborada teoría anglo-americana, véase Husak, Philosophy
(1987), p. 83, que de manera más general afirma que ‘las omisiones, o las faltas de actua-
ción, constituyen uno de los tests más desconcertantes del requisito de actus reus’. Para
una discusión temprana, véase Kirchheimer, ‘Criminal Omissions’ (1942), 621–36.
68
Feinberg, Harm (1984), pp. 161–2; Ashworth, ‘Liability’ (1989), 434 (afirmando que
el deber de actuar debe haber sido establecido en primer lugar ‘antes de que incluso sea
adecuado hablar de una omisión’). Véase también Cassese, ‘Liability’ (2013), 180; Berster,
Unterlassungverantwortlichkeit (2008), p. 113; Roxin, Strafrecht (2003), § 31 nm. 5 ss. [id.,
Derecho Penal (2014), § 31 nm. 5 ss.].
69
Este doble enfoque se remonta a Kaufmann, Dogmatik (1959), pp. 283-4; conc.
Roxin, Strafrecht (2003), § 32 nm. 17 ss. [id., Derecho Penal (2014), § 32 nm. 17 ss.]; Je-
scheck, ‘Probleme des Unterlassungsdelikts’ (1993), 124-5, 128 (con una propuesta legis-
lativa basada en este enfoque); para un análisis crítico reciente Schrägle, Unterlassungs-
delikt (2017), pp. 62 ss.
70
Respecto a Italia, véase Romano, Commentario (2004), Artículo 40 nm. 58 ss.; Pu-
litanò, Diritto (2017), pp. 210 ss.; respecto a Portugal, véase Dias, Direito (2007), pp. 938
ss.; respecto a España, véase Muñoz Conde y García Arán, Derecho (2015), p. 266 ss.; Mir
Puig, Derecho (2016), pp. 328 ss.; para un enfoque diferente, más normativo, véase Silva
Sánchez, Estudios (2004), pp. 231–2, 247 ss.
71
Von Feuerbach, Lehrbuch (1803), § 24 pp. 24–5; sobre la historia de la doctrina ale-
mana cf. Schrägle, Unterlassungsdelikt (2017), pp. 13 ss.
de Johannes Nagler. 72 Desde entonces, una serie de teorías han sido ela-
boradas por parte de autores alemanes. 73 De acuerdo con las teorías del
dominio/control (Herrschaftslehren) más plausibles, todos los deberes de
garante tienen como punto de partida común que el resultado criminal
producido por la omisión relevante es imputado al garante debido a su
control sobre el evento dañoso pertinente, es decir, debido a su “Kontro-
llherrschaft” (dominio por control). 74 El garante es capaz de impedir el
consiguiente resultado debido a su control sobre la fuente del peligro y/o
el desamparo del interés jurídico o de la víctima. 75
El concepto de ‘Kontrollherrschaft’ se presenta como el reverso de la
teoría del control/dominio del hecho (‘Tatherrschaft’) aplicable a los casos
de conducta activa, es decir, en ambos casos —acto y omisión— la impu-
tación del resultado dañoso se basa en el control sobre el o los evento/s
causal/es relevante/s. 76 Sin embargo, el concepto solo opera —tanto res-
pecto a la conducta activa como a la omisión— como un principio guía 77
72
Nagler, ‘Begehung’ (1938), 59-63 (refiriéndose explícitamente al omitente como ‘Ga-
ranten für den Nichteintritt des Erfolges, dem es mithin obliegt, rechtsfeindliche Ener-
gien unschädlich zu machen.‘ [‘garante de la no-ocurrencia del resultado que consecuen-
temente está obligado a hacer inocuas las energías hostiles al derecho’]).
73
Véase, por ejempo, Jakobs, Strafrecht (1993), pp. 800 ss. (deberes en virtud de la
competencia organizacional [Organisations-zuständigkeit] y en virtud de la competencia
institucional [institutioneller Zuständigkeit] y Weigend, ‘§ 13’ (2007), nm. 24 (triple en-
foque: asunción de responsabilidad, creación de peligro y control sobre ciertos riesgos).
Para una explicación histórica de las diferentes teorías desde el comienzo del siglo XIX
cf. Roxin, Strafrecht (2003), § 32 nm. 1–32 [id., Derecho Penal (2014), § 32 nm. 1–32]; para
un análisis reciente, profundo y crítico Schrägle, Unterlassungsdelikt (2017), pp. 51 ss.
(que desarrolla —con fundamento en una comprensión innovadora de la estructura de la
comisión por omisión [pp. 166 ss.]— una tipología de cinco clases de deberes de garante
—asunción/asignación de ciertas tareas [Aufgabengarantie], ciertas áreas del tráfico jurí-
dico [Verkehrsgarantie], responsabilidad por peligros/riesgos [Gefahrenverantwortungs-
garantie], cuidado y supervisión [Sorge- und Beaufsichtigungsgarantie] y ciertas comuni-
dades cercanas [Gemeinschaftsgarantie] [pp. 272 ss.]— y realiza una propuesta legislativa
concreta [pp. 320 ss.]); para una reseña véase Ambos, ‘Review’ (2017).
74
Esta teoría ha sido desarrollada originalmente por Schünemann, Unterlassungsde-
likte (1971), pp. 231 ss. (dominio ‘sobre el fundamento del resultado’); más recientemente
id., ‘Garantenstellung’ (2009), 313-5; esencialmente conc. Roxin, Strafrecht (2003), § 32
nm. 17 ss. (19: distinguiendo entre ‘dominio de protección’ (‘Schutzherrschaft’) y ‘dominio
de aseguramiento’ (‘Sicherungsherrschaft’)) [id., Derecho Penal (2014), § 32 nm. 17 ss.]; en
sentido similar, enfocándose en el control sobre las fuentes de peligro, véase Gómez-Aller,
‘Omissions’ (2008), 434–43.
75
Schünemann, Unterlassungsdelikte (1971), pp. 294-5, 323-33 (control sobre la fuen-
te de peligro, por ejemplo personas, como causa relevante del resultado dañoso) y pp.
334-58 (control sobre el desamparo del interés jurídico/víctima); también id., ‘Garantens-
tellung’ (2009), 314. Para una crítica véase, por ejemplo, Brammsen, Garantenpflichten
(1986), pp. 74-6.
76
Véase también Schünemann, ‘Garantenstellung’ (2009), 314.
77
Esto siempre ha sido reconocido por Roxin con relación a la conducta activa (Ro-
xin, Strafrecht (2003), § 25 nm. 17 [id., Derecho Penal (2014), § 25 nm. 17]) y a la omisión
(ibid., § 32 nm. 21 [id., Derecho Penal (2014), § 32 nm. 21]). Sin embargo, esto es ignorado
por los críticos, por ejemplo, Maiwald, ‘Unterlassungsdelikte’ (1981), 480-1; Brammsen,
Garantenpflichten (1986), pp. 75-6; Pawlik, Unrecht (2012), p. 182.
78
Para un intento de determinación más precisa con relación al ‘dominio, adquisición
del dominio y pérdida del dominio’ (‘Herrschaft, Herrschaftserwerb und Herrschaftsver-
lust’) véase Schünemann, ‘Garantenstellung’ (2009), 292-302.
79
Para un tratamiento detallado véase Roxin, Strafrecht (2003), § 32 nm. 33 ss. [íd,
Derecho Penal (2014), §32 nm. 33 ss.]; Weigend, ‘§ 13’ (2007), nm. 25 ss.; también Schrägle,
Unterlassungsdelikt (2017), pp. 51 ss.
80
Cf. ‘Rex v. John’ (1825), 20-2 (omisión de proveer suficiente alimento, descanso etc.
al niño aprendiz recibido en la casa con consecuencias serias para la salud como ‘delito
perseguible’ si la persona receptora estaba ‘obligada a proveerlos por deber o contrato, si
tal niño … es de corta edad e incapaz de proveérselos por sí mismo.’). Para el desarrollo
histórico véase Jescheck, ‘Unterlassungsdelikte’ (1965), 120-1; Schrägle, Unterlassungsde-
likt (2017), pp. 33 ss.
81
Stephen, History (1883), p. 10 (‘matar por omisión en ningún caso es delictivo, a
menos … que haya ‘un deber jurídico’ de impedir la muerte’).
82
Ibid., pp. 10-1.
83
La observación ha sido hecha por Williams, ‘Excuses’ (1982), 773 (que exige que los
verbos ‘que impliquen conducta activa no deberían ser extendidos mediante la interpreta-
ción para incluir a las omisiones.’).
84
Véase Smith, ‘Liability’ (1984), 95 ss. haciendo referencia, entre otros, a ‘destruir’
y ‘dañar’ como inclusivas de la comisión por omisión; Ormerod y Laird, Criminal Law
(2018), p. 48 con referencias adicionales. Véase también Ashworth, Principles (2013), p.
99; Horder, Principles (2016), p. 116.
85
Véase Ormerod y Laird, Criminal Law (2018), p. 48.
86
Law Commission, Criminal Code (1989), p. 51, art. 16 (‘. . . en esta Ley las refe-
rencias a un ‘acto’, cuando el contexto lo permita, serán interpretadas como incluyendo
referencias a la omisión . . .’). Sobre las discusiones de la Law Commission, véase Landes
y Poser, ‘Good Samaritans’ (1978), 92 ss.; véase también Ashworth, ‘Liability’ (1989), 436.
87
Law Commission, Criminal Code (1989), p. 188 párr. 7.13. Nótese que algunos deli-
tos ya están redactados de ese modo, por ejemplo, la s. 18 Offences Against the Person Act
1861 (‘… causare cualquier daño corporal grave …’).
88
Law Commission, Criminal Code (1989), p. 188, párr. 7.13.
89
Ashworth, ‘Liability’ (1989), 438.
90
En sentido similar Simester et al., Criminal Law (2016), p. 82 (‘… las convenciones
lingüísticas que no reflejen distinciones o principios morales básicos no deberían primar
normalmente sobre la posibilidad de responsabilidad por omisiones.’). Pero véase R v
Lowe [1973] Q.B. 702 Court of Appeal según el cual el homicidio no premeditado por me-
dio de un acto ilegal (manslaughter by unlawful act) no puede ser cometido por omisión.
91
La Sección 2.01(1) MPC señala que ‘[u]na persona no es culpable de un delito a me-
nos que su responsabilidad se funde en una conducta que incluya un acto voluntario o la
omisión de realizar un acto del que sea físicamente capaz’ (énfasis añadido por el autor).
92
La Sección 2.01(3) MPC dice: ‘La responsabilidad por la comisión de un delito no
puede fundarse en una omisión no acompañada por una acción a menos que: (a) la omi-
sión sea expresamente reputada suficiente por la ley que define el delito; o (b) un deber de
realizar el acto omitido esté impuesto de otro modo por la ley’; Klotter y Pollock, Criminal
Law (2013), p. 40 hablan incluso de un ‘error de la justicia si no hubiera una disposición
sobre penas criminales contra aquellos que no actúan teniendo un deber jurídico de ha-
cerlo’.
93
Cf. Duttwiler, ‘Liability’ (2006), 34.
94
Véanse por ejemplo, las secciones (ss). 18–109 del Código de Idaho (que define al
delito como ‘un acto cometido u omitido con violación a una ley que lo prohíba o lo
mande’ (énfasis añadido por el autor)) o ss. 702-203 de las Hawaii Revised Statutes (que
repiten la sección 2.01(3) MPC a la que se hizo referencia supra n. 92). Para más ejemplos
y discusión, véase Robinson, ‘Liability’ (1984), 101 con np. 1 y 103–5; véase también Dutt-
wiler, ‘Liability’ (2006), 33–4.
95
La Sección 21 del Código Penal de Canadá define a los intervinientes en un delito
como ‘todo aquel . . . (b) que hace u omite hacer cualquier cosa con el propósito de ayudar
a cualquier persona a cometer (un delito);. . .’ (énfasis añadido por el autor). La Sección
24 sobre tentativas afirma que: ‘Todo aquel que, teniendo la intención de cometer un deli-
to, hace u omite hacer cualquier cosa con el propósito de cumplir su intención es culpable
de una tentativa de cometer el delito . . .’ (énfasis añadido).
96
La Ley del Código Penal de Nigeria en el Capítulo 77, Parte 1, Capítulo 2, s. 7 al
hacer referencia al concepto de ‘Intervinientes en los Delitos’ estipula que puede ser impu-
tada por la comisión de un delito: ‘(a) toda persona que realmente realice el acto o efectúe
la omisión que constituye el delito; (b) toda persona que haga u omita realizar cualquier
acto con el propósito de posibilitar o ayudar a otra persona a cometer el delito; . . .’ (énfa-
sis añadido por el autor).
97
Para ejemplos adicionales, véase Duttwiler, ‘Liability’ (2006), 34–5.
98
S. 219: ‘(1) Es penalmente negligente todo aquel que (a) al hacer cualquier cosa,
o (b) al omitir hacer cualquier cosa que es su deber hacer, demuestra indiferencia injus-
tificada o temeraria por la vida o la seguridad de otras personas. (2) A los fines de esta
sección, ‘deber’ significa un deber impuesto por el derecho.’
99
S. 220: ‘Toda persona que por negligencia criminal causa la muerte a otra persona
es responsable de un delito perseguible . . .’.
100
S. 222(5): ‘Una persona comete homicidio culposo cuando causa la muerte de un
ser humano, (b) por negligencia criminal; . . .’.
101
De acuerdo con la s. 234: ‘El homicidio culposo que no es asesinato o infanticidio
es homicidio no premeditado’ (el asesinato require un mens rea más elevado (ss. 229,
230)).
102
Para un buen resumen del derecho inglés, véase Ashworth, ‘Liability’ (1989), 439
ss.; id., Positive Obligations (2013), pp. 42 ss. (con un enfoque ligeramente diferente); tam-
bién Ormerod y Laird, Criminal Law (2018), pp. 51-6; Allen, Textbook (2017), pp. 42-7;
Simester et al., Criminal Law (2016), pp. 75 ss.; para EEUU, véase Robinson, ‘Liability’
(1984), 111–8 (con un panorama amplio de la jurisprudencia relativa a Inglaterra/EEUU);
Stewart, ‘Failure’ (1998), 393 ss.; Kadish, Schulhofer y Steiker, Criminal Law (2017), pp.
245–51; para Canadá, véase Manning, Mewett y Sankoff, Criminal Law (2009), pp. 116 ss;
sucintamente Roach, Criminal Law (2018), pp. 128-30; también id., Criminal Law (2010),
pp. 317 ss.; Colvin y Anand, Principles (2007), pp. 141-6.
103
R v Dytham [1979] QB 722 Court of Appeal.
104
Allen, Textbook (2017), p. 40; sobre las doctrinas del common law como fuentes de
un deber de actuar véase también Kadish, Schulhofer y Steiker, Criminal Law (2017), p.
235.
105
Cf. con relación a la s. 9(a) del Código Penal de Canadá Stuart, Delisle y Coughlan,
Criminal Law (2018), p. 280.
106
Para una crítica basada en principios de los deberes reconocidos por el derecho
inglés cf. Ashworth, Obligations (2013), pp. 66-8.
107
Jones v. US, US Court of Appeals for the District of Columbia Circuit, 308 F.2d 307
(1962); citado y seguido esencialmente por Husak, Philosophy (1987), p. 157 y la literatura
estadounidense dominante, cf. Kaplan, Weisberg y Binder, Criminal Law (2017), pp. 124-
6; Kadish, Schulhofer y Steiker, Criminal Law (2017), pp. 234-5; Klotter y Pollock, Crimi-
nal Law (2013), pp. 50 ss.
108
Cf. Roxin, Strafrecht (2003), § 32 nm. 4 [id., Derecho Penal (2014), § 32 nm. 4]; para
un paralelismo con el enfoque del common law, véase Gómez-Aller, ‘Omissions’ (2008),
426 con np. 12.
109
Esto se remonta al caso de R v Miller [1983] 2 AC 161 Cámara de los Lores; cf.
Smith, ‘Liability’ (1984), 91-2 (que sugiere, en 94-5, de conformidad con Miller, como
un ‘principio general’ el deber de una persona de evitar un daño si esta persona, aun sin
conocimiento, ‘pone en peligro’ por un acto a otra persona o a ‘cualquier otro interés
protegido por el derecho penal’ y ‘se vuelve conciente de los eventos que crean el peligro
…’); para una buena discusión véase Ormerod y Laird, Criminal Law (2018), pp. 50, 54-6;
también Stewart, ‘Failure’ (1998), 396; Allen, Textbook (2017), p. 46-7; Kadish, Schulhofer
y Steiker, Criminal Law (2017), pp. 249-51; Horder, Principles (2016), p. 116 (iniciando una
‘secuencia de eventos’); Simester et al., Criminal Law (2016), pp. 78-9 (deber ‘de intercep-
tar el riesgo creado por uno mismo de un daño que se encuentra en el futuro.’); extractos
relevantes en Stuart, Delisle y Coughlan, Criminal Law (2018), pp. 265-8; discutiendo un
caso ficticio Alexander, ‘Omissions’ (2002), 123 ss. (pero centrándose exclusivamente en
la creación de un peligro descuidando otros deberes posibles y/o su independencia, por
ejemplo, el deber contractual del salvavidas, en 137-8).
110
Ormerod y Laird, Criminal Law (2018), p. 54 n. 209 hacen referencia a la obra de
Bohlander Principles of German Criminal Law.
111
R v Evans [2009] EWCA Crim 650, párr. 31 (‘… una persona ha creado o contribui-
do a la creación de un estado de cosas que sabe, o debería razonablemente saber, que se
ha tornado amenazador para la vida …’); para una crítíca basada en principios Simester
et al., Criminal Law (2016), pp. 79-80 (pero la cuestión no es qué ‘clase de contribución no
causal al peligro se requiere’ [en 80] —de cualquier modo, la contribución del acusado fue
causal— sino cómo lidiar con la autonomía de la víctima posterior o de terceras personas;
véase a continuación infra en el texto principal).
112
Ashworth, Obligations (2013), p. 42-65.
113
Para un resumen véase Ashworth, Obligations (2013), p. 42-43.
114
Duff, Answering (2007), p. 112.
115
Cf. el reciente estudio exhaustivo de Schrägle, Unterlassungsdelikt (2017), pp. 13
ss., 51 ss., quien hace una triple distinción entre un enfoque teórico (Alemania), un enfo-
que del common law basado en la jurisprudencia (Inglaterra) y un enfoque desde la codi-
ficación (Francia); previamente sobre el desarrollo histórico Jescheck, ‘Unterlassungsde-
likte’ (1965), 111 ss.
116
Cf. Duff, Answering (2007), pp. 106-7; conc. Husak, ‘Act’ (2011), 116 ss. (121); pre-
viamente, Husak, Philosophy (1987), pp. 170-1 (‘principio del control’ como ‘alternativa
preferible’ al requisito de causalidad).
117
Roxin, Strafrecht (2003), § 25 nm. 27 y texto principal [íd, Derecho Penal (2014), §
25 nm. 27].
118
Véase también Schrägle, Unterlassungsdelikt (2017), p. 50 (como resultado de la
comparación histórica entre Inglaterra, Alemania y Francia).
119
Ormerod y Laird, Criminal Law (2018), p. 51-2; crit. Ashworth, Obligations (2013),
p. 45.
120
Cf. por ejemplo Roxin, Strafrecht (2003), § 32 nm. 35 s., 42 [id., Derecho Penal
(2014), § 32 nm. 35 s., 42]; en la misma línea Stuart, Delisle y Coughlan, Criminal Law
(2018), pp. 294-6 enfatizando, en línea con el enfoque liberal del common law, la autono-
mía de los mayores hacia los niños como garantes protectores.
121
Cf. por un lado Ashworth, Obligations (2013), pp. 46-9, por el otro lado Roxin,
Strafrecht (2003), § 32 nm. 51-2, 53 ss. [id., Derecho Penal (2014), § 32 nm. 51-2, 53 ss.];
Weigend, ‘§ 13’ (2007), nm. 39 in fine (alojamiento temporal de conocidos como asunción
de responsabilidad —limitada-).
122
Ormerod y Laird, Criminal Law (2018), p. 52-3.
123
Roxin, Strafrecht (2003), § 32 nm. 54 [id., Derecho Penal (2014), § 32 nm. 54]; Wei-
gend, ‘§ 13’ (2007), nm. 40.
124
Klotter y Pollock, Criminal Law (2013), p. 54.
125
El riesgo creado debe ser real (véase ejemplo en el texto), no puramente hipotético
como, por ejemplo, la posibilidad de que otros se abstengan de asistir porque ven que otro
ya está prestando asistencia.
126
Estoy en deuda con Antony Duff por llamar mi atención respecto a esa distinción.
127
La responsabilidad de quien asiste, por supuesto, también depende de la razón
para discontinuar su asistencia. Si renuncia por imposibilidad o ineptitud solo puede ser
reprochado si no hizo todo lo que para él era posible para completar su asistencia.
128
Cf. por un lado Smith, ‘Liability’ (1984), en 96 y por otro lado Roxin, Strafrecht
(2003), § 32 nm. 143, 145 [id., Derecho Penal (2014), § 32 nm. 143, 145].
129
Rechazando en este caso una posición de garante con el respectivo deber de actuar
BGHSt 25, 218; en contra Freund, ‘§ 13’ (2016), nm. 123.
130
Cf. Roxin, Strafrecht (2003), § 32 nm. 160 ss. [id., Derecho Penal (2014), § 32 nm.
160 ss.]; Weigend, ‘§ 13’ (2007), ss. 43-7; también Schrägle, Unterlassungsdelikt (2017), pp.
142, 222 ss., 288 ss.
131
Smith, ‘Liability’ (1984), en 94-5.
132
Cf. Ashworth, Obligations (2013), pp. 53-4 (‘responsabilidad causal’, creación acci-
dental de peligro).
133
R v Evans [2009] EWCA Crim 650, párr. 31; véase Simester et al., Criminal Law
(2016), pp. 79-80 y texto principal.
134
Ashworth, Obligations (2013), p. 54.
135
Cf. Roxin, Strafrecht (2003), § 32 nm. 112-23, 125-6 [id., Derecho Penal (2014), § 32
nm. 112-23, 125-6]; Freund, ‘§ 13’ (2016), nm. 156-7 (responsabilidad específica solo con
fundamento en el peligro específico que surge del apartamento); Ashworth, Obligations
(2013), pp. 54-5 (‘la pregunta fundamental es por qué un propietario o empleador debería
tener un deber de tomar medidas para impedir que un delito sea cometido por otro actor
autónomo ..’); Schrägle, Unterlassungsdelikt (2017), pp. 238-40, 263 (mera posesión/con-
trol de una habitación no es una razón suficiente para un deber jurídico de intervenir).
136
Roxin, Strafrecht (2003), § 32 nm. 125 ss. (el principio de autonomía restringe el
deber de supervisión respecto a terceros plenamente responsables) [id., Derecho Penal
(2014), § 32 nm. 125 ss.].
137
Sobre el término véase ya supra n. 43.
138
Esto puede remontarse a las preocupaciones de Lord Macaulay, al trabajar en la
reforma del Código Penal indio en 1837, en cuanto a cómo marcar el límite entre omisio-
nes punibles y no punibles (cf Feinberg, Harm (1984), pp. 150–9; Allen, Textbook (2017),
p. 40). Ello fue posteriormente expresado con total claridad por Phillimore LJ en R v
Lowe [1973] QB 702 Court of Appeal: ‘Pensamos que hay una distinción clara entre un
acto de omisión y un acto de comisión que probablemente cause un daño. . . . En otras
palabras, si golpeo a un niño de una manera que pueda causarle daño, es correcto que si
el niño muere se me impute homicidio no premeditado [manslaughter]. Sin embargo, si
omito hacer algo con el resultado de un daño a la salud que lleve a su muerte, pensamos
que una imputación de un homicidio no premeditado [manslaughter] no debería ser una
consecuencia inevitable, incluso si la omisión es deliberada’. En el mismo sentido para
la distinción acto-omisión, véase Honoré, Responsibility (1999), pp. 41–54, 60–6; sobre
la postura tradicional cf. Smith, ‘Liability’ (1984), 90 ss.; Vranken, ‘Duty’ (1998), 935-6;
con relación a la influencia de Macaulay con respecto al derecho canadiense cf. Stuart,
Delisle y Coughlan, Criminal Law (2018), pp. 259-60 (comparando su postura con la de
Bentham).
139
Véase ya II.
140
Para una explicación histórica que comienza con la ‘fase temprana de codificación
no crítica’ inspirada religiosamente en el Mundo Antiguo y en la Edad Media cf. Harzer,
Situation (1999), pp. 33 ss. (distinguiendo entre esta fase temprana y dos fases subsiguien-
tes, es decir, la fase del giro copernicano de Hobbes a Kant y la ‘fase tardía’ que comenzó a
mediados del siglo XIX y preparó el terreno para el delito de omisión de socorro tal como
hoy lo conocemos).
141
Cf. Art. 475 no. 12 CP 1810: ‘… prêter le secour dont ils auront été requis …’ Sobre
la influencia de esta disposición en Europa cf. Huschens, Hilfeleistung (1938), pp. 17 ss.;
véase también Schrägle, Unterlassungsdelikt (2017), p. 42 de acuerdo con quien la disposi-
ción fue derogada en 1832. Esto es pasado por alto por Vranken, ‘Duty’ (1998), 937.
142
Rebut, Omissions (2017), nm. 2 (quien sin embargo parece pasar por alto el Art.
475 no. 12 CP).
143
Harzer, Situation (1999), pp. 37-9, 45, 49-52; Kühnbach, Solidaritätspflichten
(2007), pp. 96 ss.
144
El texto completo dice (Reichsgesetzblatt I 1935, 839): ‘Quien en caso de acciden-
tes o peligro común o necesidad no preste ayuda, a pesar de que sea su deber según el
sano sentimiento del pueblo [nueva versión modificada el 4 de Agosto 1953, BGBl I 735:
‘necesario’], especialmente quien no cumple con la solicitud policial de auxilio [nueva
versión: eliminado], aunque pueda satisfacer la solicitud sin peligro significativo y sin
lesionar otros deberes importantes [nueva versión: ‘y le es exigible de acuerdo con las
circunstancias, especialmente si es posible sin peligro significativo propio y sin lesión de
otros deberes importantes], será castigado con prisión de hasta dos años [nueva versión:
‘pena privativa de la libertad de hasta un año’] o con multa’. Sobre la relación entre el sano
sentimiento del pueblo (gesunde Volksempfinden) y la orden policial Harzer, Situation
(1999), p. 71. Sobre los fundamentos del derecho penal nazi v. Ambos, Derecho penal na-
cionalsocialista (2019), p. 47 ss.
145
BGBl 1953 (4 Agosto) I 735. Recientemente, se agregó un segundo párrafo que cas-
tiga el obstaculizar a una persona que ayuda a otra (BGBl 2017, 23 Mayo, I 1226; a favor
Schöch, ‘Strafbarkeit’ (2018), 510 ss.). Esto corresponde al Art. 223-5 CP, supra n. 62.
146
Véase Reichsgesetzblatt I 1935, 839, (mencionado supra) con el texto modificado
entre corchetes. Sobre el trasfondo nazi del § 323c en detalle Harzer, Situation (1999), pp.
57 ss.; sucintamente también Wittmann, ‘Hilfeleistung’ (2017), 366-7; desde una perspec-
tiva suiza Maihold, ‘Nothilfepflicht’ (2013), 136-7.
147
Cuyo defensor más destacado es el profesor de Derecho de Kiel y Göttingen
Schaffstein, ‘Pflichtverletzung’ (1935), 108-42. Él desarrolla aquí la teoría de la infracción
de un deber [‘Pflichtverletzung’] en oposición a la ‘desintegración individualista de las
décadas pasadas’ [‘individualistische Strafrechtszersetzung der vergangenen Jahrzehnte‘,
108] representada por la teoría liberal del Rechtsgut o Rechtsverletzung (bien jurídico o
violación de derechos). El fin era darle más peso al ‘ataque criminal contra la comunidad
del pueblo’ [‘verbrecherischen Angriffen gegen die völkische Gemeinschaft’] y así superar
el individualismo del periodo post-Ilustración (109). La persona ya no debería ser vista
como un individuo sino como un ‘camarada del pueblo’ [‘Volksgenosse’] con deberes in-
trínsecos hacia la comunidad. Los conceptos de honor, lealtad y deber toman un lugar
central, preparando el terreno para una ‘unidad del derecho penal y el orden moral del
pueblo’ [‘Einheit von Strafrecht und völkischer Sittenordnung’].
148
Cf. Harzer, Situation (1999), pp. 44 ss.
149
Cf. Harzer, Situation (1999), pp. 42 ss.; pero véase también Jakobs, ‘Verbrechensbe-
griff’ (2014), 210, 211 ss. sosteniendo que si bien von Feuerbach rechazaba la protección
de la moral por medio del derecho penal, utilizaba el derecho policial para el mismo
propósito.
150
El Art. 78 del Código Penal Bávaro solo criminalizaba la omisión de denunciar un
delito y la omisión de asistir en caso de daño a otros en una disposición común, como par-
ticipación (secundaria) de tercer grado (‘dritter Grad des Gehülfen’); cf. Harzer, Situation
(1999), p. 47.
151
Cf. Rebut, Omissions (2017), nm. 4-5.
152
Véase supra sección II in fine.
153
Fletcher, Grammar (2007), p. 37.
154
Cf. Kargl, ‘Hilfeleistung’ (1994), 251-2; Kühnbach, Solidaritätspflichten (2007), pp.
99-100.
155
La teoría de la peligrosidad social se remonta al teórico del derecho penal del siglo
XIX Franz von Liszt. Su enfoque, posiblemente, preparó el terreno para la teoría nacio-
blo prevalecen siempre sobre la protección del individuo. 156 Este enfoque
basado en la comunidad no se limitaba en absoluto a Alemania. En 1911,
el autor suizo Ernst Pedotti justificó el deber de asistir en un deber hacia
la comunidad a la que uno pertenece, la cual no sería capaz de existir sin
esta asistencia por parte de todos sus miembros. 157
La reticencia tradicional del common law a ‘imponer responsabili-
dad por omisiones excepto en casos claros y graves’ 158 está arraigada, en
términos normativos, 159 en una visión liberal, centrada en los derechos,
la cual se aproxima al rechazo, de inspiración kantiana, de esa respon-
sabilidad por parte de los teóricos del derecho continental posteriores
a la Ilustración (como Feuerbach). Ambos enfoques comparten una
comprensión estricta y formal de la autonomía personal y de la libertad.
Sin embargo, la visión ‘convencional’ u ‘ortodoxa’ del common law ha
sido recientemente desafiada por los teóricos del derecho penal con ar-
gumentos poderosos. Así, Joel Feinberg 160 defiende un delito general de
omisión de socorro sobre la base de un principio del daño (harm princi-
ple) ampliado, 161 sosteniendo que tales delitos son aceptables en tanto y
en cuanto el daño sea lo suficientemente grave y no sea probable contar
nalsocialista del derecho penal basado en la comunidad, dado que también se centró en el
impacto del delito y del delincuente en la sociedad y enfatizó el derecho de la sociedad a
defenderse contra esta amenaza, cf. von Liszt, Zweckgedanke (1968), pp. 11 (castigo como
reacción contra la perturbación social), 25 (peligrosidad objetiva y subjetiva, la última re-
ferida al autor, para determinar la gravedad de un delito), 31 ss. (tres categorías de delin-
cuentes —los que podían y necesitan ser mejorados/resocializados/rehabilitados, los que
no necesitan ser mejorados y los que no pueden ser mejorados [‘Gewohnheitsverbrecher’,
‘delincuentes habituales’]— con las respectivas reacciones— rehabilitación, disuasión e
‘inocuización’ [‘Unschädlichmachung’] por medio de la prisión de por vida).
156
Véase la tesis doctoral, inspirada en ideas nacionalsocialistas, de Huschens, Hilfe-
leistung (1938), pp. 1 (sosteniendo que de acuerdo con la ideología nacionalsocialista la
comunidad demanda tomar el lugar central y desplaza a la protección liberal del indi-
viduo) y 22 ss. (sobre el concepto nacionalsocialista de deber de asistir). Véase también
BGHSt. 6, 147, 149 ss. (150) explicando el anterior § 330c StGB (‘… Pflicht des einzelnen
gegenüber der Volksgemeinschaft …‘ ‘Gefühl der Zusammengehörigkeit‘ verlange ‘das
Eintreten für den anderen…‘); para más detalles v. Ambos, Derecho penal nacionalsocia-
lista (2019), 178 ss.
157
Pedotti, Nothilfe (1911), pp. 1-4; al respecto Maihold, ‘Nothilfepflicht’ (2013), 133.
158
Ashworth, ‘Liability’ (1989), 424–5; en sentido similar, véase Husak, ‘Act’ (2011),
116.
159
Algunos críticos también sostienen que un delito general de omisión de socorro no
tendrá efecto positivo en la disposición de la gente a asistir a otros sino que más bien pue-
de ‘tener un efecto inhibitorio del comportamiento altruista’, cf. Stewart, ‘Failure’ (1998),
434.
160
Feinberg, Harm (1984), pp. 126–8; crit. Kühnbach, Solidaritätspflichten (2007), pp.
105-6.
161
Feinberg, Harm (1984), pp. 128, 166 y 186 (afirmando, en 128, que el principio
del daño puede ser entendido en el sentido de ‘impedir el daño’, y aprobando, por eso, las
‘leyes que exijan que la gente impida un daño a otros …’ o que impidan que las personas
‘permitan un daño a otros que ellos pudiesen haber impedido’.
con la asistencia de una tercera persona con un deber especial. 162 En este
caso, hay un deber moral/social de asistir cuando el agente es capaz de
hacerlo sin un riesgo irrazonable para sí mismo. 163 El individualismo y la
libertad tienen que hacerse a un lado cuando el daño que se busca evitar
por medio de la asistencia es considerablemente mayor que el que causa-
do con la invasión en la libertad del espectador. 164 Aunque reconociendo
los peligros de los poderes policiales o de persecución no controlados
dirigidos ‘contra samaritanos decentes pero no heroicos’, 165 Feinberg
concluye que: ‘La presunta razón a favor de las leyes del mal samaritano
descansa en la importancia social de evitar, a un costo razonable, los
daños graves a los intereses personales, y la plausibilidad del reclamo
moral de que los individuos en peligro tienen un derecho a ser salvados
por aquéllos que pueden hacerlo sin un riesgo, costo o inconveniente
irrazonable.’ 166
También hay otras voces importantes. 167 Andrew Ashworth rechaza la
‘visión convencional’ 168 reemplazándola por una ‘visión de responsabili-
dad social’, que apunta a ‘los elementos cooperativos en la vida social’ so-
bre cuya base ‘puede ser justo colocar a los ciudadanos en la obligación
de brindar asistencia a otros individuos en ciertas situaciones’. 169 Para
Ashworth, la visión convencional equivale a un enfoque libertario de la
vida conjunta en sociedad que propaga una comprensión extrema de
la autonomía individual que no deja lugar para la solidaridad social. 170
George Fletcher afirma que el rechazo a un delito general de omisión de
socorro tiene más que ver con ‘las actitudes casuales hacia el principio de
legalidad’ en el derecho penal de los EEUU y el consiguiente peligro de
una responsabilidad demasiado amplia (‘canon poco preciso, generador
de deberes’) antes que con una actitud comunitaria menos desarrollada
162
Feinberg, Harm (1984), pp. 162, 168, 186.
163
Feinberg, Harm (1984), pp. 162–3.
164
Feinberg, Harm (1984), pp. 129–50, 163–5.
165
Feinberg, Harm (1984), p. 157 (sin embargo, pasa por alto los peligros aun ma-
yores en los sistemas de justicia penal —principalmente del derecho continental— que
adhieren al principio de persecución obligatoria).
166
Feinberg, Harm (1984), p. 185. Para un test de razonabilidad también Vranken,
‘Duty’ (1998), 942.
167
Además de las mencionadas en lo sucesivo cf. Duff, Answering (2007), pp. 110, 113
‘buenas razones de principio hablan a favor …’); Ormerod y Laird, Criminal Law (2018),
pp. 61-2 (una disposición de mal samaritano acotada puede superar las objeciones; um-
bral subjetivo alto aplicando el estándar de insensibilidad del Territorio del Norte en Aus-
tralia [high mental threshold applying the callousness standard of the Northern Territory
in Australia]); Chiesa, ‘Comparative’ (2014), 1092-3 (ausencia del delito de omisión de
socorro como desconexión entre el derecho y la moral).
168
Ashworth, ‘Liability’ (1989), 430–1.
169
Ashworth, ‘Liability’ (1989), 425. En contra de Ashworth, Williams, ‘Criminal omis-
sions’ (1991), 86, 89-90 afirmando que la primera tergiversa la ‘visión convencional’.
170
Ashworth, ‘Rettungspflicht’ (2013), 116-9.
171
Fletcher, ‘Irrelevance’ (1994), 1449–50.
172
Fletcher, ‘Irrelevance’ (1994), 1450.
173
Fletcher, ‘Irrelevance’ (1994), 1451.
174
Ormerod y Laird, Criminal Law (2018), pp. 61-2.
175
Thorburn, ‘Constitutionalism’ (2011), 86 (haciendo referencia y discutiendo crí-
ticamente las explicaciones recientes del moralismo jurídico de Antony Duff y Michael
Moore); para una visión general de las variedades de moralismo jurídico (positivo vs.
negativo, modesto vs. ambicioso) véase Duff, ‘Moralism’ (2014), 217 ss.
176
Cf. Hörnle, ‘Rights’ (2014), 176-8, 183-4; véase en nuestro contexto del delito de
omisión de socorro Kargl, ‘Hilfeleistung’ (1994), 247-8, 261; Seelmann, ‘Hilfeleistung’
(1995), 282-3 (discutiendo el argumento clásico contra los deberes jurídicos de solidari-
dad, es decir, el argumento de la protección de la libertad de quien asiste, el argumento
de la generalización (limitada) de tal deber y el argumento del margen de apreciación de
quien asiste); Kühl, ‘Solidaritätsbegriff’ (2013), 98.
177
Duff, ‘Moralism’ (2014), 217. Sin embargo, críticos respecto al concepto de mal
‘público’ Edwards y Simester, ‘Crime’ (2017), 105.
178
Contra cualquier recurso al ‘moralismo’ en su totalidad Hörnle, ‘Rights’ (2014), 178.
179
Cf. Pawlik, ‘Zuständigkeitsbegründung’ (1995), 361-3.
180
Seelmann, ‘Hilfeleistung’ (1995), 282-3; Kühl, ‘Solidaritätsbegriff’ (2013), 100.
181
Wittmann, ‘Hilfeleistung’ (2017), 370.
182
Véase también para esta doble distinción Seelmann, ‘Hilfeleistung’ (1995), 283; von
der Pfordten, ‘Hilfeleistungspflichten’ (2013), 106 (justificación de un deber jurídico y cri-
minalización de la falta de cumplimiento de este deber).
183
Cf. Kühnbach, Solidaritätspflichten (2007), p. 104 con referencias adicionales en n.
370; ella también lo acepta como fundamento del delito, en 117. Para Kargl, ‘Hilfeleistung’
(1994), 263 la disposición a asistir (‘Hilfsbereitschaft‘) —que es una expresión de la solida-
ridad— es un valor positivo.
184
Cf. Kühl, ‘Solidaritätsbegriff’ (2013), 100 (no es un ‘término central’ del derecho).
Para un análisis minucioso véase Kühnbach, Solidaritätspflichten (2007), pp. 149 ss. (221-
2), quien deriva un deber de solidaridad de la idea del Estado social (‘Sozialstaatlichkeit’)
y lo ve como la otra cara de la moneda del deber (negativo) de neminem-laedere, el cual
está basado en la regla de derecho; sobre esa base intenta desarrollar la solidaridad como
un concepto jurídico (223 ss.) que complementa al neminem laedere en el sentido de un al-
terum adiuvare como un principio adicional que justifica la limitación de la libertad (225).
Sobre el paralelo con la idea del Estado social véase también Seelmann, ‘Hilfeleistung’
(1995), 282.
185
Crit. también Pawlik, Notstand (2002), pp. 58 ss. (‘apenas desarrollado’); id., Unre-
cht (2012), p. 190; Maihold, ‘Nothilfepflicht’ (2013), 143.
186
Cf. Harzer, Situation (1999), pp. 190-1 (solidaridad como ‘deber de asistencia preli-
minar del garante’ [‘vorstufige Garantenhilfspflicht’]).
187
Cf. Kühnbach, Solidaritätspflichten (2007), pp. 234-9, quien admite que la solidari-
dad es un concepto jurídico abstracto y simplemente un topos argumentativo (‘Argumen-
tationsmuster’) que tiene que ser conformado y concretizado por el legislador y el jurista
práctico.
188
Kühl, ‘Solidaritätsbegriff’ (2013), 101.
189
Kühnbach, Solidaritätspflichten (2007), pp. 117-8.
190
Kühl, ‘Solidaritätsbegriff’ (2013), 101.
191
Cf. con relación al enfoque del bien juridico Maihold, ‘Nothilfepflicht’ (2013), 142.
192
Cf. Harzer, Situation (1999), pp. 105, 108, 187-219; crít. Maihold, ‘Nothilfepflicht’
(2013), 152-3.
193
Harzer, Situation (1999), p. 197 (‘solo en este contexto de situación y relación jurí-
dica pueden desencadenarse deberes jurídicos’ [énfasis en el original]).
194
Harzer, Situation (1999), p. 202 (‘El individuo está penalmente obligado si no solo
debe ser considerado como persona singular con estatus de participante, sino si al mismo
tiempo es la única persona de la relación jurídica que puede mantener inquebrantable
esta relación del mundo’). Sobre la justificación de la competencia de quien asiste cf.
ibid., pp. 203 ss.
195
Harzer, Situation (1999), p. 216.
196
Harzer, Situation (1999), pp. 215, 218, 241, 298 (con una propuesta normativa al
final).
197
Pawlik, ‘Zuständigkeitsbegründung’ (1995), 363-4.
198
Harzer, Situation (1999), pp. 221-38 (refiriéndose al enfoque de Fichte respecto al
contrato social en 226-9 y rechazando este enfoque en 229 ss.).
199
Pawlik, ‘Zuständigkeitsbegründung’ (1995), 364-5; más recientemente id., Unrecht
(2012), pp. 190-2 (deber subsidiario de asistir en virtud del deber recíproco dentro de
y hacia la comunidad de los ciudadanos como un todo); crit. Maihold, ‘Nothilfepflicht’
(2013), 145-8.
200
Von der Pfordten, ‘Hilfeleistungspflichten’ (2013), 107-13.
201
Kühnbach, Solidaritätspflichten (2007), pp. 225-6.
202
Véase también Kühnbach, Solidaritätspflichten (2007), pp. 227-9.
203
Seelmann, ‘Hilfeleistung’ (1995), 282-3; Kühl, ‘Solidaritätsbegriff’ (2013), 101;
Maihold, ‘Nothilfepflicht’ (2013), 154; Kühnbach, Solidaritätspflichten (2007), p. 118; más
ampliamente Harzer, Situation (1999), pp. 105 (‘intereses jurídicos altamente personales’
concernientes a ‘la existencia real del individuo’), 216 (integridad corporal y libertad como
etapas de transición necesarias para la existencia), 217 (‘violación de derechos existen-
ciales’); Pawlik, Unrecht (2012), p. 192.
204
Maihold, ‘Nothilfepflicht’ (2013), 154; Kühnbach, Solidaritätspflichten (2007), pp.
228-9.
205
Maihold, ‘Nothilfepflicht’ (2013), 154; Pawlik, ‘Zuständigkeitsbegründung’ (1995),
370-2.
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