T2811-MDE-Torres-El Presupuesto
T2811-MDE-Torres-El Presupuesto
T2811-MDE-Torres-El Presupuesto
Sede Ecuador
Área de Derecho
Quito, 2018
2
3
Yo, Tanya Roxana Torres Castillo, autora de la tesis intitulada “El presupuesto
público para la protección del derecho a la salud: Un análisis desde el Estado
Constitucional ecuatoriano”, mediante el presente documento dejo constancia de que la
obra es de mi exclusiva autoría y producción, que la he elaborado para cumplir con uno
de los requisitos previos para la obtención del título de Magíster en Investigación en
Derecho, en la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador.
Firma: ______________________
4
5
Resumen
Con el más grande cariño y amor, al culpable de todo lo que soy y ejemplo de
vida, mi padre Luis Aníbal Torres Jiménez.
Por todo su apoyo y comprensión, por su corazón sensible pero a su vez valiente,
mi madre Fany Teresa Castillo Herrera
Al mejor amigo y compañero de vida, al seguidor de mis sueños y hermano
incomparable, David Gabriel Torres Castillo. A la luz y alegría de mi existencia, mi
hermano Santiago Joaquín Capa Castillo.
A quién estuvo en los buenos y malos momentos con su gran amor, apoyo,
carisma y personalidad, Alejandro Heredia Borja.
8
9
Agradecimientos
Con mucho cariño, agradezco a mi tutora de tesis Dra. Eddy de la Guerra Zuñiga,
por su gran don de gente y profesionalismo con el que supo guiar la realización de la
presente investigación.
Además, mi eterno agradecimiento a la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede
Ecuador, por la oportunidad que me brindó a través del otorgamiento de beca de estudios
de la fase presencial de maestría y beca de investigación de tesis, por medio de las cuales
hoy cumplo el sueño de obtener mi título de cuarto de nivel.
De manera muy especial, extiendo mis sinceros agradecimientos a mis profesores,
compañeros y personal administrativo, por todo el apoyo y acompañamiento brindado en
esta gran experiencia de formación humana y académica.
10
11
Tabla de Contenidos
Introducción .............................................................................................................................. 13
5.1. Los derechos sociales como obligación positiva del Estado ............................ 41
5.1.1. El rol del presupuesto público para la protección de los derechos sociales,
aproximaciones al derecho a la salud .................................................................. 45
La protección integral del derecho a la salud. ¿Qué nos debe el sistema jurídico
ecuatoriano y cómo enfrentarlo? ............................................................................................ 59
1.1. Dimensiones del derecho a la salud que el Estado debe tutelar ....................... 62
7. La garantía efectiva del derecho a la salud por la vía presupuestaria ................... 111
Anexo 3: Producto Interno Bruto Anual (PIB 2008 – 2017) .................................... 132
Introducción
temas tales como las dimensiones o ámbitos de acción que exige una protección integral
del derecho a la salud, entendiendo ya no únicamente como la sanación del cuerpo, sino
como un modelo que requiere mirar también aquellos factores externos asociados a las
enfermedades. Además, se analiza la situación de importancia que posee el derecho a la
salud en la construcción de un Estado constitucional de derechos y la actual visión que
posee el Estado ecuatoriano frente al tema de la salud, desde el punto de vista de los
aciertos como la creación de la Red Pública Integrada de Salud y el Sistema de Atención
Primaria de Salud (APS), pero también de los desaciertos, que nos lleva a analizar los
procesos judiciales llevados a cabo por los ciudadanos que han visto vulnerado su derecho
a la salud, especialmente por la falta de acceso a medicamentos y la destrucción de
hábitats de vidas, ambos fenómenos impulsados por la lógica del mercado que domina la
situación de salubridad a nivel mundial.
Así mismo, a fin de concatenar las ideas fundantes de la presente investigación,
se aborda la relación que posee el presupuesto público que va a financiar al sector salud
y la situación actual en cifras reales emanadas por el Ministerio de Economía y Finanzas,
respecto de los ingresos y gastos que a través del presupuesto general del Estado se han
contemplado para la inversión en salud.
Finalmente, el capítulo dos, aborda un tema de gran importancia para el derecho,
es decir, la discusión que requiere pensar en acciones anti hegemónicas y anti capitalistas
que permitan desarrollar una nueva visión de protección del derecho a la salud desde la
sociedad y sus propias prácticas y saberes. La presente investigación, cierra con
elementos esenciales que plantean la discusión jurídica sobre cómo lograr la garantía del
derecho a la salud a través de la herramienta del presupuesto público, además de los
distintos retos que instaura la interdisciplinariedad e interculturalidad y cómo el Ecuador
deberá enfrentar el tema de la salud a la postre.
15
Capítulo primero
El desarrollo del presente capítulo pretende dar una mirada general respecto de lo
que en la doctrina de las finanzas públicas se ha desarrollado sobre el manejo de los
recursos del Estado, para que sea incorporado al ámbito del derecho. Las temáticas a
desarrollarse versan sobre la base de la construcción teórica del Estado constitucional de
derechos ecuatoriano, a través del cual se puede mirar el tratamiento que se da a los
derechos sociales y la obligación de índole económico – presupuestaria, política y jurídica
que posee el Estado para su efectivo goce.
1
Rodrigo Pineda Garfias, “Las Potestades Constitucionales del Gobierno y el Congreso Nacional
en Materia de Gasto Público”, Revista Chilena de Derecho 27, núm. 2 (2000): 374. Énfasis añadido. Sobre
las causas de la crisis de los principios presupuestarios clásicos se ha escrito que se debió a: “Cambios en
la organización política tras la II Guerra Mundial (derechos sociales para frenar posiciones políticas más
radicales), teorías keynesianas (una de las principales aportaciones de la teoría keynesiana y forma una
parte fundamental de la ideología presupuestaria contemporánea es que el presupuesto debe considerar la
situación económica general y tratar de compensar los movimientos del consumo y de la inversión privada),
La gran depresión del 29 (crisis del laissez-faire)”. Véase: Blog de Mafius.com.
https://www.mafius.com/2011/crisis-de-los-principios-presupuestarios-clasicos, último acceso: 03 de
agosto de 2018
16
2
Miguel Ángel Martínez Lago y Leonardo García de la Mora, Lecciones de Derecho Financiero
y Tributario (Madrid: Iustel, 2010), 182.
3
Garfias, “Las Potestades Constitucionales del Gobierno y el Congreso Nacional en Materia de
Gasto Público”, 374.
4
Sobre los aportes de Dino Jarach, es necesito considerar que se trata de un jurista nacido en Milán
– Italia en 1915. “En mayo de 1941 arribó a Argentina en el buque Cabo de Buena Esperanza, huyendo de
la guerra, la persecución nazi y las leyes raciales italianas. En este sentido, la producción doctrinaria de
17
Jarach contiene el pensamiento traído de la escuela italiana de Pavia, pero la producción y aportes realizados
por dicho jurista en el idioma español, corresponden al desarrollo doctrinario latinoamericano”. Véase:
Blog de Rubén Oscar Amigo, Dino A. Jarach. El hombre: aspectos biográficos,
http://losalierisdejarach.com.ar/dino-a-jarach-el-hombre-aspectos-biograficos-por-ruben-oscar-amigo/
último acceso: 07 de agosto de 2018
5
Dino Jarach, Finanzas públicas y derecho tributario (Buenos Aires, Argentina: Abeledo Perrot,
2003), 82.
6
Francisco González-Blanch Roca, La gestión del presupuesto del Estado (Madrid: Servicio de
Publicaciones, Universidad Complutense, 2000), 22.
18
7
Eddy De la Guerra, El Rol de los Ingresos Tributarios en las Finanzas Públicas Ecuatorianas
(Quito: Corporación de Estudios y Publicaciones, 2013), 17.
8
Eduardo Zapico Goñi, ¿De Burócratas a Gerentes? Las Ciencias de la Gestión Aplicadas a la
Administración del Estado., ed. Carlos Losada (Washington, DC: Banco Interamericano de Desarrollo,
1999), 163.
9
Sobre este tipo de presupuesto se ha escrito: “El equilibrio presupuestario, […] significará la
igualdad entre los ingresos públicos recibidos de la economía privada y los pagos del Gobierno a dicha
economía, definida con respecto al período apropiado de referencia bajo consideración”. Véase: James
Buchanan, Hacienda pública, vol. XII (Madrid: Editorial de Derecho Financiero, 1968), 83. “El concepto
básico del presupuesto implica, pues, el adjetivo de equilibrado. Es este el fundamento de las normas del
derecho presupuestario que establecen que cualquier nuevo gasto que se agregue al presupuesto no podrá
19
ser aprobado, si no se aprueba también el correspondiente recurso”. Véase: Jarach, Finanzas públicas y
derecho tributario, 90.
10
Sobre el presupuesto desdoblado se ha escrito que el mismo “no tiene fundamentación valedera
y sólo encubre una tendencia a justificar mayores gastos con la más fácil financiación por endeudamiento,
sin que se den las circunstancias coyunturales que dan sustento a ese recurso”. Véase: Jarach, Finanzas
públicas y derecho tributario, 96.
11
Esta visión de presupuesto es desarrollada en el presente apartado.
12
“El presupuesto económico nacional es un resumen de […] contabilidades y una orientación
para el planeamiento de las finanzas nacionales”. Véase: Harold Groves, Finanzas públicas, Primera
edición (México: Editorial F. Trillas S.A., 1965), 740. “La idea general que las finanzas públicas
constituyen el sistema económico propio del Estado […] y que este se integra en mutua dependencia con
el sistema económico del mercado en el cual también participa y la concepción de la doctrina moderna
según la cual la actividad financiera no sólo abarca la producción de bienes y servicios públicos, sino que
se proyecta sobre la economía de mercado […], sirven de base a la integración del Presupuesto financiero
del Estado con el Plan económico nacional”. Véase: Jarach, Finanzas públicas y derecho tributario, 98.
13
El preventivo “es el presupuesto propiamente dicho, en que los representantes del pueblo
determinan los ingresos y autorizan los gastos. El consultivo “es el que entre nosotros se llama 'cuenta
general del presupuesto y del tesoro', en la que se expresa la manera como se han cumplido las disposiciones
del poder legislativo en relación con el presupuesto.” Véase: Esteban Jaramillo, Tratado de la ciencia de la
hacienda pública, séptima edición (Bogotá: Editorial Temis, 1974), 464.
14
Jarach, Finanzas públicas y derecho tributario, 96.
20
El proceso de distribución de recursos entre programas es tal vez el menos tecnificado del
proceso presupuestario. Salvo para los proyectos de inversión, en el resto del gasto pocas
veces hay un ejercicio basado en principios técnicos o en una búsqueda detallada de las
preferencias de la gente. La asignación resulta de una serie de fuerzas que convergen en
distintos puntos del proceso de decisión, con un árbitro que lauda conforme a una
percepción imperfecta de la realidad política presente y futura.16
15
Cesare Cosciani, Ciencia de la hacienda, (Madrid: Editorial de Derecho Financiero, 1980),
270.
16
Humberto Petrei, Presupuesto y control: pautas de reforma para América Latina (Washington,
DC: Banco Interamericano de Desarrollo, 1997), 394.
17
Estudio de: Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Suecia, España, Canadá, Reino Unido.
“Todos los países estudiados incluyen en sus presupuestos proyecciones para períodos que van de tres a
cinco años. En algunos casos esas proyecciones obedecen a un requerimiento legal y en otros forman parte
de la práctica. Normalmente las proyecciones son de carácter indicativo, pero a veces tienen un carácter
más formal, en cuanto integran de manera detallada los documentos de presupuesto. En todos los países
estudiados hay un ejercicio de aprobación anual del presupuesto, aunque en Estados Unidos se está
debatiendo el posible paso a un presupuesto bianual. Los países industrializados analizados dan gran
importancia a las proyecciones macroeconómicas y aunque han logrado un grado satisfactorio de precisión,
continúan haciendo esfuerzos por mejorarlas. La mayoría utiliza estimaciones propias. Canadá, en cambio,
descansa en un promedio de proyecciones hechas por distintas instituciones o grupos de estudio del sector
privado dentro del sector privado. En el Reino Unido, las proyecciones y el pronóstico de la economía son
sometidos al examen de un panel de expertos que actúan como evaluadores independientes. En Australia
se incluye en el presupuesto un ejercicio de conciliación entre proyecciones del ejercicio anterior y datos
observados, con una explicación sobre el origen de las diferencias”. Véase: Humberto Petrei, Presupuesto
y control: pautas de reforma para América Latina (Washington, DC: Banco Interamericano de Desarrollo,
1997), 211.
21
18
Estudio de: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Venezuela. “Los países de la región se
han caracterizado por una alta inestabilidad, lo cual les hace difícil poder desarrollar métodos y mecanismos
que produzcan proyecciones de las principales variables y de los componentes del presupuesto para varios
años. Los países del grupo no publican proyecciones, ni éstas forman parte de la discusión presupuestaria.
Sólo Argentina ha comenzado a hacerlo para el presupuesto de 1997. Aquellos que tienen programas con
el FMI preparan para los fines de sus negociaciones esquemas de discusión con escenarios a tres o cuatro
años, pero tal información tiene una difusión muy limitada”. Véase: Humberto Petrei, Presupuesto y
control: pautas de reforma para América Latina (Washington, DC: Banco Interamericano de Desarrollo,
1997), 365.
19
Zapico Goñi, ¿De Burócratas a Gerentes? Las Ciencias de la Gestión Aplicadas a la
Administración del Estado., 163.
22
20
Petrei, Presupuesto y control, 398.
21
Entre los elementos de importancia que se utilizan dentro de la gestión de finanzas públicas está
también la herramienta de planificación, en el Ecuador esta tarea la realiza una institución especializada
llamada Secretaria de Planificación y Desarrollo (SENPLADES). Así mismo, el Ministerio de Finanzas,
órgano encargado de la administración presupuestaria, a través de la herramienta informática e-SIGEF
controlo el manejo del presupuesto público.
22
González-Blanch Roca, La gestión del presupuesto del Estado, 3.
23
más pequeño de la sociedad, que puede ser el empresario, obrero, marginado, enfermo,
desempleado u otros de esta índole. Por lo tanto, el presupuesto cumple también una
función social.
En el ámbito jurídico, el presupuesto público tiene una importancia histórica, pues
es incorporada principalmente por la necesidad que tenía el monarca o el dictador en la
etapa medieval para llevar a cabo acciones de índole colectiva, sean estas compartidas o
no por la sociedad. Lo fundamental en este punto, es destacar que el presupuesto ha
sufrido varias transformaciones y que dicho instrumento en la actualidad cuenta con
normas constitucionales de tratamiento y reserva de ley, a fin de evitar los abusos del
poder gubernamental de turno.
Martínez y García, sobre este tema, han indicado que el presupuesto es el plan de
gobierno traducido en cifras.23 En este sentido:
En la fase de elaboración del proceso presupuestario, los ministros de gasto (MG) tienen
interés natural en expandir sus presupuestos, ya que la financiación del gasto se distribuye
entre la ciudadanía y el éxito político se mide en términos del beneficio neto de sus
clientelas respectivas. Si los ministros MG pudieran negociar sin restricciones, el
universalismo (el presupuesto debe contener algo para todos) y la reciprocidad
23
Martínez Lago y García de la Mora, Lecciones de Derecho Financiero y Tributario, 183.
24
Ibid.
24
Para iniciar con el estudio del presupuesto en su ámbito jurídico, se abordarán las
cuestiones desarrolladas en el campo de la “hacienda pública”. La trascendencia del
análisis de esta rama de la ciencia posee dos núcleos fundamentales, por una parte el
desarrollo de los objetivos que busca el sector público con los ingresos y gastos
presupuestales y por otro lado, la importancia de estudiar la hacienda pública como un
modelo interdisciplinario, integrando a la economía, la política, la administración, el
derecho; que con el avance del mundo moderno, ha tomado mayor relevancia.26
En el nivel jurídico, es importante mencionar que los estudios de hacienda pública,
al referirse al tema presupuestal, inevitablemente nos dirigen a repensar el rol del derecho
25
González-Blanch Roca, La gestión del presupuesto del Estado, 4.
26
Juan Camilo Restrepo, Hacienda pública, 9a ed. (Bogotá: Universidad Externado de Colombia,
2012), 1, http://www.digitaliapublishing.com/a/40082/hacienda-publica--9a-ed.-.
25
y la necesaria presencia del Estado como regulador y controlador de los actos de las
finanzas públicas. El reto a nivel jurídico requiere mirar a la economía como parte
integrante del desarrollo del país y al derecho como su herramienta afianzadora. En ese
sentido, contribuir al hecho de “dejar a un lado el modelo de gasto mínimo para darle
entrada al concepto económico de máximo beneficio (intervencionismo)”.27
La idea es que el presupuesto a través del Estado y su sistema jurídico, deje de ser
un instrumento meramente económico sino que sea normado en la medida de que dicha
inclusión al mundo de las leyes, permita identificar las áreas, programas y planes de
inversión, formas de organización y administración, niveles máximos de endeudamiento,
entre otras situaciones que surgen a la hora de decidir qué hacer con el dinero y cómo
plasmarlo en las leyes.
27
Florentino Rico Calvano, Andrés Villanueva Imitola y Florentino Rico Fontalvo, Hacienda
Pública. Instrumento para el Desarrollo Económico y Social. (Barraquilla: Ediciones Universidad Simón
Bolívar, 2009), 16.
28
Jarach, Finanzas públicas y derecho tributario, 83.
26
29
De la Guerra, El Rol de los Ingresos Tributarios en las Finanzas Públicas Ecuatorianas, 20.
30
Ibid.
31
José María Martín, Ciencia de las finanzas públicas (Buenos Aires: Ediciones Contabilidad
Moderna, 1976), 262.
27
recaudados por dicha entidad estatal”.32 En esta misma línea, Roberto Mordeglia ha
escrito:
[E]l principio exige que para que el presupuesto sea representativo, aun en el caso de que
haya organismos que tengan sus propios fondos o recursos, o les sean afectados
determinados ingresos, no se compensen directamente con sus propios gastos y computen
o lleven al presupuesto general sólo el saldo neto; sino que deben figurar la totalidad de
los recursos y la totalidad de los gastos.33
En este sentido, dicho principio permite conocer la práctica real de cada una de
las instituciones que conforman el presupuesto general del Estado respecto de lo que
recaudan, evitando que se confunda los recursos asignados con los gastos que la
institucionalidad requiere.
3. Principio de unidad.- este principio requiere que todos los gastos e ingresos de
un Estado se encuentren reflejados en un solo documento.34 O dicho de otra forma:
[S]ignifica que todos los gastos e ingresos públicos deben ser agrupados en un mismo
documento y ser presentados conjuntamente para su correspondiente aprobación
legislativa. En consecuencia, […], el principio de unidad disponía la existencia de un solo
presupuesto anual y en el cual se hallasen reunidos, de un lado, todos los gatos públicos
y, del otro, todos los ingresos del [E]stado.35
En la actualidad, este principio que viene de una visión clásica del presupuesto,
no ha dejado de tener la vigencia que merece o al menos no debería dejar de tenerla, sin
embargo, debe estar apegado y contextualizado a la realidad de cada país.
Al respecto, el artículo 292 de la Constitución de la República del Ecuador indica
que: “El Presupuesto General del Estado […] incluye todos los ingresos y egresos del
sector público, con excepción de los pertenecientes a la seguridad social, la banca
pública, las empresas públicas y los gobiernos autónomos descentralizados”.36
Esta excepcionalidad que incorpora la Constitución no significa que en estos
cuatro sectores no exista inversión de dinero público o transferencias desde la
administración central. Si bien la gestión de estos entes estatales no es del todo
dependiente del Estado, requiere del contingente económico estatal para su desempeño.
32
Héctor B. Villegas, Manual de finanzas públicas: la economía jurídicamente regulada del sector
público en el mundo globalizado (Buenos Aires: Ed. Depalma, 2000), 390.
33
Roberto Mordeglia, Manual de Finanzas Públicas (Buenos Aires: AZ Editora S.A., 1977), 439.
34
De la Guerra, El Rol de los Ingresos Tributarios en las Finanzas Públicas Ecuatorianas, 20.
35
Martín, Ciencia de las finanzas públicas, 268.
36
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, Registro Oficial 449, 2008, art. 292. Énfasis
añadido.
28
Esta situación viene dotada de una clara disminución de rol que el principio de
unidad presupuestaria buscaba, la actual situación jurídica no permite tener claridad sobre
la gestión del presupuesto en su totalidad. Con ello, no se intenta menospreciar por
ejemplo, la importancia que tienen los gobiernos autónomos descentralizados de que su
presupuesto no dependa únicamente de una administración central a su servicio. Este
cambio supone una participación activa y capacidad de gestión presupuestaria.
En este sentido, la unidad del presupuesto sería de utilidad siempre que se logre
aglutinar de manera responsable gastos e ingresos y que dicha información permita
realizar una evaluación macro de todo el presupuesto del Estado, sin separar rubros que
de una u otra manera también comprometen dinero público.
4. Principio de anualidad.- este principio básicamente “designa el término de
aplicación de un presupuesto, el cual, conforme al criterio tradicional, debe ser anual”.37
O como lo menciona Mordeglia, este principio “designa el término o plazo de aplicación
de un presupuesto, el cual, […], no debía ser votado más que una sola vez para todo el
año financiero y autorizar los gastos públicos y estimar los recursos públicos por un año
solamente”.38
Sin embargo, se considera que el principio de anualidad, no puede presentarse
como un límite a la herramienta de planificación o proyecciones, pues existen sectores de
la economía estatal que requieren visiones más extensas, lo cual no obstruye la necesidad
de que año a año existan reglas claras respecto de la utilización del presupuesto. Debe
indicarse además que no podría pensarse en la planificación y organización de un
presupuesto anual, sin la evaluación de las erogaciones totales realizadas anteriormente,
además, sin haber analizado previamente los efectos positivos o negativos del presupuesto
asignado a cubrir determinados planes u objetivos.
Como se ha expuesto, estos principios son únicamente normas macro que tal como
lo considera el derecho, no son regla en lo absoluto, sino que sirven de guía referencial
para la actuación financiera estatal. La importancia radica en la implementación de cada
principio acorde al momento y la realidad que se evidencia en la sociedad, tratando de
adaptar su funcionamiento para un manejo y control eficaz del erario público.
37
Villegas, Manual de finanzas públicas, 398.
38
Mordeglia, Manual de Finanzas Públicas, 265.
29
Desde el punto de vista de la formación jurídica tanto formal como material que
han sufrido las leyes en general, el presupuesto público no escapa a dicha discusión
doctrinaria. El escenario de la historia económica, política y jurídica del Estado, es en
donde se han desarrollado diversas formas jurídicas aplicadas al tratamiento de los
recursos del Estado cuyas prácticas otorgan legalidad al presupuesto.
Miguel Ángel Martínez y Leonardo García, doctrinarios europeos, sobre la
distinción de ley formal y material en cuanto al presupuesto, indican que:
Históricamente se sostuvo que la Ley de Presupuestos era una ley meramente formal (es
decir, tiene sólo la forma de una Ley), un simple vehículo para aprobar un Presupuesto
concebido como un acto administrativo propio del poder ejecutivo; confrontándose así al
planteamiento de que dicha ley lo es también materialmente, gozando entonces de
naturaleza normativa y poder de innovación del ordenamiento precedente.39
39
Martínez Lago y García de la Mora, Lecciones de Derecho Financiero y Tributario, 190.
40
Ibid., 191.
41
Fernando Sainz de Bujanda en Miguel Ángel Martínez Lago, Ley de presupuestos y
constitución: sobre las singularidades de la reserva de ley en materia presupuestaria (Madrid: Editorial
Trotta, 1998), 57.
30
partir de la constitución del año 1978, la cual sufrió una serie de enmiendas por veinte
años para después adoptar la constitución del año 1998 y finalmente la constitución del
año 2008. Estas constituciones presentan distintas formas de abordar el ámbito
presupuestario que se explican a continuación:
Tabla 1
Desarrollo histórico constitucional del tratamiento del presupuesto público en el Ecuador (1978 – 2018)42
Constitución Norma constitucional Análisis
Constitución Política Art. 70.- La formación de la proforma del presupuesto corresponde a la Exactamente, hace cuarenta años atrás, en el Ecuador
de la República del Función Ejecutiva. el tratamiento constitucional al presupuesto público
Ecuador, 197843 normaba un proceso formal para su aprobación.
La respectiva Comisión Legislativa, con el asesoramiento del organismo
técnico del Ejecutivo, conoce y discute la proforma presentada por éste y, en Además, enfocaba su principal ámbito de acción en la
caso de discrepancias, informa a la Cámara, la que en un solo debate, las educación y la erradicación del analfabetismo. Pese a
resuelve. que en el texto constitucional original existió un error
de tipeo, respecto de la frase “destinar menos del
Si no hubieren discrepancias o si éstas hubiesen sido resueltas por la Cámara, treinta por ciento”, en la codificación del año 1984 ya
el presupuesto del Estado queda aprobado definitivamente y no puede ser aparece la corrección con la frase “no menos del
objetado por el Ejecutivo. treinta por ciento”, que deberá invertirse en el área
educativa ecuatoriana.
Art. 71.- El presupuesto se dicta anualmente y contiene todos los ingresos y
egresos del Estado, destinados a la atención de los servicios Por su parte, es importante considerar que la
públicos y a la ejecución de programas de desarrollo económico y social. Constitución puso un candado que limita la posibilidad
de modificar los ingresos del presupuesto del Estado a
En el se destina menos del treinta por ciento de los ingresos para la través de leyes, dando la facultad de hacer cambios
educación y para la erradicación del analfabetismo. únicamente si existieran nuevas formas de
financiamiento.
Art. 72.- La Cámara no expide leyes que deroguen o modifiquen las que
establezcan ingresos comprendidos en el presupuesto, sin que, al mismo
tiempo, establezca nuevas rentas sustitutivas o aumente las existentes.
La creación de nuevos gravámenes para el financiamiento del presupuesto
se sujetará a lo dispuesto en esta Constitución y en la ley.
42
El énfasis de la norma constitucional me pertenece.
43
Ecuador, Constitución Política de la República del Ecuador, Registro Oficial 800, 1979. Derogada.
32
Constitución Política Art. 258.- La formulación de la proforma del Presupuesto General del Estado A los veinte años de vigencia de la Constitución de
de la República del corresponderá a la Función Ejecutiva, que la elaborará de acuerdo con su 1978, se expide una nueva norma constitucional que
Ecuador, 1998.44 plan de desarrollo y presentará al Congreso Nacional hasta el 1 de septiembre incorpora algunos cambios en materia presupuestaria.
de cada año. El Banco Central presentará un informe al Congreso Nacional
sobre dicha proforma. En cuanto a la aprobación del presupuesto, este sigue
siendo un procedimiento formal a cargo del ejecutivo
El Congreso en pleno conocerá la proforma y la aprobará o reformará hasta y del legislativo.
el 30 de noviembre, en un solo debate, por sectores de ingresos y gastos. Si
hasta esa fecha no se aprobare, entrará en vigencia la proforma elaborada por El cambio implementado resulta grave en la
el Ejecutivo. administración del presupuesto público en cuanto se
elimina la premisa que previamente indicaba que
En el año en que se posesione el Presidente de la República, la proforma cualquier cambio o modificación se podrá realizar
deberá ser presentada hasta el 31 de enero y aprobada hasta el 28 de febrero. únicamente si existen formas restitutivas del
Entre tanto, regirá el presupuesto del año anterior. financiamiento. Es decir, no aborda la posibilidad que
existía previamente de que el Congreso no pueda
El Congreso no podrá incrementar el monto estimado de ingresos y egresos emitir leyes modificatorias al presupuesto.
previstos en la proforma. Durante la ejecución presupuestaria, el Ejecutivo
deberá contar con la aprobación previa del Congreso para incrementar Además, defensa nacional pasa a ocupar un lugar
gastos más allá del porcentaje determinado por la ley. trascendental a nivel constitucional pues se permite
inclusive la utilización de fondos reservados, pudiendo
Art. 259.- El presupuesto general del Estado contendrá todos los ingresos y de esta forma ocultar montos presupuestarios so
egresos del sector público no financiero, excepto los de los organismos del pretexto de brindar seguridad al país, destruyendo el
régimen seccional autónomo y de las empresas públicas. principio de universalidad y unidad presupuestaria.
44
Ecuador, Constitución Política de la República del Ecuador, Registro Oficial 01, 1998. Derogada.
33
45
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador.
De la información presentada, en resumen se puede colegir que en la Constitución
de 1978, los derechos y el financiamiento que estos requerían, se encontraban protegidos
a través de la Constitución como norma suprema que garantizaba la inversión sin
interrupciones de ningún tipo. Es decir, el presupuesto tenía fuerza normativa superior a
nivel de todo el ordenamiento jurídico, pues una ley emitida por el Congreso no podía
modificar el presupuesto aprobado. Cabe indicar que estas ideas se limitan a la
interpretación de la norma más no a la realidad del momento. Con la Constitución del año
1998, el congreso no podía modificar los ingresos y gastos de la proforma presupuestaria,
sin embargo, una consulta del ejecutivo al legislativo si lo podía hacer, pues ya no estaba
vigente el candado normativo que en la constitución del año 1978 existía.
Cabe resaltar que en la transición de la Constitución de 1978 y sus diferentes
codificaciones, y la Constitución de 1998, se aprobó en el año 1992 la primera Ley de
Presupuestos del Sector Público del Ecuador, publicada en el Registro Oficial n.° 76 de
30 de noviembre de 1992.46 Durante los aproximadamente 18 años de vigencia de esta
ley, se realizaron cinco modificaciones.47 La disposición derogatoria de la Ley de
Presupuestos consta en el Registro Oficinal n.° 306 de 22 de octubre de 2010.48
En el 2008, no sólo que se retrocedió en cuanto a normativa constitucional sobre
presupuesto, sino que se dejó una gran puerta abierta para que el destino de las inversiones
del Estado tomen rumbo incierto y de paso descuiden elementos esenciales de control
presupuestario. Si bien, la Constitución hace énfasis en áreas prioritarias hacia donde se
destinará el presupuesto, la realidad es que la propia Constitución sentó las bases del
actual sistema de corrupción y desfalcos económicos injustificados, al realizar una
normativa constitucional ambigua y permisiva pues califica al presupuesto como un mero
instrumento sin carácter de ley. A pesar de que para ese año seguía vigente la Ley de
Presupuestos del Sector Público, a nivel constitucional ya no tenía el valor normativo que
merecía, pues su tratamiento como ley había mutado a instrumento.
46
Ecuador, Ley de Presupuestos del Sector Público del Ecuador, Registro Oficial Suplemento 76,
1992. Derogado.
47
Ecuador, Ley que reforma la Ley de Régimen Tributario Interno y la Ley de Presupuestos del
Sector Publico, Ley 18, Registro Oficial 396, 1994; Ecuador, Reforma Ley 18, Ley de Presupuestos del
Sector Público, Registro Oficial Suplemento, 1996; Ecuador, Reforma Ley 18, Ley de Presupuestos del
Sector Público, Registro Oficial Suplemento 78, 1998; Ecuador, Reforma Ley 18, Ley de Presupuestos del
Sector Público y Ley para la Promoción de la Inversión y de la Participación Ciudadana, Registro Oficial
Suplemento 144, 2000; Ecuador, Reforma Ley 18, Ley de Presupuestos del Sector Público, Registro Oficial
Suplemento 308, 2008. Derogadas.
48
Ecuador, Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas. Deroga Ley 18, Ley de
Presupuestos del Sector Público., Registro Oficial Suplemento 306, 2010.
35
49
El artículo 77 de la Ley Orgánica de Planificación y Finanzas Públicas del Ecuador, toma como
base la definición de la Constitución, e indica lo siguiente: "El Presupuesto General del Estado es el
instrumento para la determinación y gestión de los ingresos y egresos de todas las entidades que constituyen
las diferentes funciones del Estado. No se consideran parte del Presupuesto General del Estado, los ingresos
y egresos pertenecientes a la Seguridad Social, la banca pública, las empresas públicas y los gobiernos
autónomos descentralizados". Véase: Ecuador, Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas,
Registro Oficial 306, 2010, art. 77.
50
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 120.
51
Ibíd., art. 147.
52
Ibíd., art. 294.
36
técnicos la facultad de apreciar no solo cuál vía adoptar, sino, además, cuándo hacerlo e
incluso, bajo ciertos requisitos, la forma de hacerlos. Esta última circunstancia abre el
campo para el ejercicio de las potestades discrecionales, mas no la de los actos
arbitrarios.53
Por lo tanto, la discusión que a la que se intenta llegar en este punto, es que: “No
se trata […] de debatir acerca de si la Ley de Presupuestos es una ley formal o una ley
material […] como, por el contrario, de fijar cuál es el lugar de esta Ley dentro de la
Constitución y sus sistema de fuentes, de delimitar su función, su contenido normativo y
qué es lo que, constitucionalmente, tal Ley puede o no puede hacer”.55
Sin embargo, esta discusión de conocer el lugar que ocupa el presupuesto en la
Constitución es ya una discusión doctrinaria de avanzada a nivel de la doctrina española.
Pues lo claro es que si en España han superado la etapa de la discusión de la ley
presupuestaria en sentido formal y material, en Ecuador, el Presupuesto no es ni ley ni
mucho menos ha superado la etapa de la discusión doctrinaria de su ámbito meramente
formal de aprobación.
Se plantea entonces para el caso jurídico ecuatoriano, la necesidad que existe
respecto de tomar al presupuesto en forma complementaria desde lo formal y lo material,
pues una visión jurídica no puede ser excluyente de la otra. El presupuesto público posee
53
Garfias, “Las Potestades Constitucionales del Gobierno y el Congreso Nacional en Materia de
Gasto Público”, 275.
54
Ibíd., 377.
55
Martínez Lago, Ley de presupuestos y constitución, 58.
37
sin duda una función no sólo distributiva asumida por el nivel gubernamental sino
también social, que permita la garantía de derechos dirigida hacia todos los ciudadanos.
En tal sentido, la naturaleza tanto formal como material del presupuesto público, debe ser
transversalizada a través del derecho como un todo.
Finalmente, la visión jurídica debe ahondar en la búsqueda de prácticas
administrativas presupuestales que direccionen recursos hacia las áreas más sensibles de
la sociedad, entendiendo que no es correcto únicamente aquello que las prácticas políticas
han desarrollado a través de las leyes como suficiente y que en el caso ecuatoriano han
limitado el poder avanzar en la discusión de la ley presupuestaria en sentido pleno.
Ahondar en el tratamiento de este tema permitiría verdaderamente cambiar realidades,
permitiendo que el presupuesto cumpla con el objetivo que se planteó desde el inicio y
no sea manejado en virtud de la coyuntura política del momento o de factores externos
desvirtuados de la función social.
56
Germán Puentes González, El presupuesto en el marco de la planeación financiera, 8,
consultado el 8 de mayo de 2018, http://www.digitaliapublishing.com/a/46561/el-presupuesto-en-el-
marco-de-la-planeacion-financiera.
38
57
Ibíd., 1.
58
Zapico Goñi, ¿De Burócratas a Gerentes? Las Ciencias de la Gestión Aplicadas a la
Administración del Estado., 177.
59
Petrei, Presupuesto y control, 8.
60
Zapico Goñi, ¿De Burócratas a Gerentes? Las Ciencias de la Gestión Aplicadas a la
Administración del Estado., 165.
61
Ibíd.
39
La enseñanza puede ser muy bien aplicada a la forma de gestión pública del
presupuesto a nivel latinoamericano, pues las instituciones, burócratas y tecnócratas han
descuidado la fuente de la administración presupuestal. La planificación hoy exige que
sus metas inclinen la balanza hacia la organización presupuestaria y la equidad social. No
se debe permitir la injerencia de deseos políticos o análisis meramente numéricos, sino
que dicha planificación debe ser el instrumento que permita conocer nuevas y mejores
formas de flexibilizar la economía de un Estado, a fin de no comprometer la garantía de
derechos.
62
Erika Castro-Buitrago, Olga Cecilia Restrepo-Yepes, y Laura Victoria García-Matamoros,
“Historia, concepto y estructura de los derechos económicos sociales y culturales”, Estudios Socio-
Jurídicos 9, núm. Especial (2007): 78.
40
A este respecto, el autor nos plantea salir al espacio de las disputas de los derechos
con la participación de la sociedad, a partir todos los frentes posibles que impulsen
acciones desde el Estado hacia la sociedad y viceversa. El punto de partida de esta práctica
63
Ibíd., 79.
64
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 11, núm. 6. Énfasis añadido.
65
Albert Noguera Fernández, La igualdad ante el fin del Estado Social. Propuestas
constitucionales para construir una nueva igualdad, Libros del ciudadano (Madrid: Ediciones Sequitur,
2014), 175.
41
66
Ibíd., 177.
42
condiciones de vida las acciones que bajo el paraguas del Estado puedan gestarse a favor
o en contra.
La práctica de los DESC (derechos económicos, sociales y culturales) por parte
de los estados, ha tomado un papel secundario, pues la propia división de los derechos en
categorías ha hecho que se dé más interés a los DCP (derechos civiles y políticos),
pensando a los mismos como los derechos más importantes que deben ser tutelados. Sin
embargo, lo que sucede es que:
A los DESC se les ha considerado, de manera generalizada, más como aspiraciones que
como derechos propiamente dichos por una posición política, más no porque existan
diferencias verdaderamente determinantes en cuanto al tipo de actuación que se requiere
del Estado. Además, al acercarse a la realidad, no cabe duda sobre la imposibilidad de
garantizar los DCP, sin un mínimo de cumplimiento de los DESC.67
Queda claro por lo tanto, que la división categórica de derechos podría servir como
una función meramente académica y o de identificación. Sin embargo, a la hora de
efectivizarlos, todos poseen un mismo nivel de importancia, tan importante es dicha
comprensión, que la no protección de uno de ellos, puede terminar en la vulneración de
una serie de derechos en cadena.
En esta línea de pensamiento, Holmes y Sunstein, han escrito: “Los individuos
gozan de derechos no en el sentido moral, sino legal, solo si su propio gobierno repara en
forma justa y predecible las ofensas que sufren. Este punto tiene un efecto importante,
dado que revela lo inadecuado de la distinción entre derechos negativos y positivos”.68
La relación que se plantea permite visibilizar que la verdadera protección de derechos
encierra una problemática que empieza entendiendo que existe una responsabilidad
estatal que no puede tener límites de ningún tipo. Dicha situación es explicada en virtud
de que no puede haber derechos legalmente exigibles, donde no hay deberes legalmente
exigibles. Es decir, no se puede obtener la libertad personal, limitando la interferencia del
gobierno en la libertad de acción y de asociación.69
En similar línea de análisis, el desarrollo doctrinario latinoamericano nos deja
varios aportes al respecto. Claudia Storini sostiene que: “La debilidad de la distinción
entre derechos civiles y políticos como derechos negativos y derechos sociales como
derechos positivos puede fácilmente demostrarse desde la consideración que todos los
67
Julián Daniel López Murcia et al., La garantía de los derechos sociales, Colección Profesores.
Pontificia Universidad Javeriana, No. 46 (Bogotá: Ibañez, 2009), 51.
68
Stephen Holmes y Cass R Sunstein, El costo de los derechos: por qué la libertad depende de
los impuestos (Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 2012), 63.
69
Ibíd., 64.
43
derechos tienen un coste y, al mismo tiempo perciben tanto obligaciones positivas como
negativas”.70
Por su parte, José Vicente Troya, explica: “Las cuestiones inherentes a la equidad
del gasto y a la correspondiente asignación de recursos, respecto de los singulares
habitantes de un país, tiene mayor relación con los DESC que con los derechos civiles y
políticos”.71 Además, “no se puede desconocer que los DESC no han alcanzado el
desarrollo de los derechos políticos y civiles y que ello se explica en buena manera por
asuntos relativos al gasto público y a la falta de políticas que los prioricen”.72
Estas posiciones destruyen la concepción tradicional de que los DESC no tenían
la importancia que en su momento se quiso dar únicamente a los DCP. En este sentido,
se considera que es un análisis jurídico que ha venido a replantear la aplicación de
derechos en igualdad de condiciones. En el Ecuador, tal como se ha explicado
previamente, esta discusión ha sido ampliamente superada y la lógica de los derechos
sociales hoy se complementa con el paradigma del buen vivir y la norma constitucional
que otorga igual jerarquía a la aplicabilidad de derechos.
Por otro lado, al hablar de la obligación positiva que tiene el Estado, se requiere
abordar el tema de la justiciabilidad de los derechos. En este contexto, es importante
destacar lo mencionado por Francisco Olivar, quién ha mencionado que:
La justiciabilidad no debe interpretarse como la panacea capaz de poner fin a todos los
problemas que atentan contra la debida eficacia de los derechos sociales. En realidad, son
los poderes públicos los que tienen la obligación de cumplir con los principios, dando
cuerpo y configurando mediante una actuación incesante y siempre progresiva a los
diferentes derechos.73
70
Claudia Storini, "Obligaciones del estado y efectividad de los derechos sociales en el nuevo
constitucionalismo latinoamericano", en Derecho Económico Contemporáneo, ed. María Elena Jara
Vásquez, Primera Edición, Serie Estudios Jurídicos 39 (Quito: Corporación Editora Nacional - Universidad
Andina Simón Bolívar, 2017), 39.
71
José Vicente Troya, "Los derechos económicos, sociales y culturales frente al gasto público en
los órdenes nacional e internacional", en Derecho Económico Contemporáneo, ed. María Elena Jara
Vásquez, Primera Edición, Serie Estudios Jurídicos 39 (Quito: Corporación Editora Nacional - Universidad
Andina Simón Bolívar, 2017), 59.
72
Ibíd., 63.
73
Francisco Oliva Blázquez, "La justiciabilidad del derecho a la salud: desarrollos, retrocesos y
tareas pendientes", en Derecho Económico Contemporáneo, ed. María Elena Jara Vásquez, Primera
Edición, Serie Estudios Jurídicos 39 (Quito: Corporación Editora Nacional - Universidad Andina Simón
Bolívar, 2017), 107.
44
derechos, relegando a una gran parte de ciudadanos que por no tener posibilidad para
acceder al sistema de justicia, han quedado relegados de la posibilidad de acceder a un
derecho.
En general, referirse a los derechos sociales, conduce a la discusión de la
dimensión prestacional que estos poseen. Los derechos a prestación, en sentido estricto,
según lo ha escrito Alexy, requieren una acción positiva del Estado, es decir, un derecho
cuyo titular, en caso de que dispusiera de medios financieros suficientes y tenga oferta
suficiente en el mercado, podría obtenerlo también de personas privadas.74 Esta
aseveración busca mirar al Estado por un lado, como el núcleo a través del cual se ha de
gestionar la protección de derechos, sin embargo, Alexy también considera que los
ciudadanos pueden acceder a los derechos sociales a través de medios privados, lo cual
únicamente requiere actuaciones del Estado en cuanto a permitir el acceso a bienes o
servicios.
Sin embargo, la discusión en este punto origina la necesidad de identificar
aquellos bienes o servicios que el Estado debe brindar y qué sucede, en una sociedad
como la ecuatoriana, en donde las personas en su gran mayoría, poseen medios
económicos limitados para el acceso a los servicios de salud. En este sentido, se considera
que no se puede agotar la definición del carácter prestacional de dichos derechos en
sentido estrictamente subjetivo y laxo, sino que se debe ahondar en la objetividad y
practicidad del problema, especialmente, cuando de la salud de trata.
En el Ecuador, no se puede pensar únicamente en el carácter prestacional del
derecho como permitir por ejemplo la entrega de un servicios de salud a cambio de un
costo, pues se estaría limitando la capacidad de que todos los ciudadanos y ciudadanas
accedan a la salud, esto exige por lo tanto una situación de complejidad en manos del
Estado, que deberá apuntar al diálogo con la comunidad en el desarrollo de la normas,
acciones institucionales organizadas y responsables por ejemplo con el presupuesto
público y la propia exigibilidad del derecho a través del sistema judicial.
Según Gargarella, hablar sobre el tema de la protección de los derechos sociales
es muy difícil, simplemente, porque a pesar de la obvia importancia que poseen estos
derechos, a pesar de estar consagrados en los principales instrumentos internacionales, a
pesar de estar explícitamente incluidos (en mayor o menor medida) en casi todas las
constituciones modernas, y a pesar de estar arraigados en lo mejor de las tradiciones
74
Robert Alexy, Derechos sociales y ponderación, Primera edición (Madrid, España; México,
D.F.: Fundación Coloquio Jurídico Europeo; Distribuciones Fontamara, S.A., 2010), 50.
45
75
Roberto Gargarella, “Recuperar los derechos sociales”, ed. Cass Sunstein, Revista de libros de
la Fundación Caja Madrid, núm. 99 (2005): 17.
76
Holmes y Sunstein, El costo de los derechos, 69.
46
77
López Murcia et al., La garantía de los derechos sociales, 119.
78
Ibíd., 55.
79
Ibíd., 53.
47
80
Virginia Leary en Víctor de Currea Lugo, Natalia Paredes Hernández, y Mario Hernández
Alvarez, La salud está grave: una visión desde los derechos humanos, 1a ed (Santafé de Bogotá: Plataforma
Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo : ILSA : PROVEA, 2000), 75.
81
Brian Abel-Smith en Benjamín Higgins, “Planificación de las Asignaciones para el Desarrollo
Social”, Investigación Económica 31, núm. 123 (1971): 606.
48
82
Comité de Derechos Humanos (ONU) en Currea Lugo, Paredes Hernández, y Hernández
Alvarez, La salud está grave, 76.
83
Miguel Carbonell, La protección judicial de los derechos sociales, Primera Edición, Serie
Justicia y Derechos Humanos (Quito, 2009), 84.
49
permitirán o no descuidar la inversión social, siendo conscientes de los graves efectos que
podrían causar en la sociedad el desatender un sector de gran importancia como la salud,
educación, vivienda, elementos indispensables para la vida humana.
Por otro lado, existen posiciones como la desarrollada por Uprimny y García,
quienes aseveran que dado que solo existen recursos limitados, el deber del Estado no
consiste en proveer inmediatamente todos los servicios de salud que requieren las
personas, sino que se debe limitar a unos componentes básicos de requerimiento de
medicamentos. A partir de estos “mínimos” el Estado tiene la obligación de desarrollar
progresivamente la satisfacción de ese derecho. La extensión de dichos planes según los
mencionados autores, dependerá de la disponibilidad de recursos y del propio debate
democrático.84
Respecto a dicha posición, los autores aceptan el desarrollo progresivo del derecho
a la salud, lo cual implica que la única manera de avanzar en la protección de este derecho,
es en virtud de los ingresos económicos de los estados, es decir se justifica al capital como
condicionante de la realidad social y de las acciones que el Estado pueda impulsar. Frente
a posiciones como esta, la doctrina ha desarrollado algunas aseveraciones indicando que
se ha pretendido entender a la progresividad como una característica que no impone
obligaciones inmediatas al Estado, es decir en la práctica se acepta una demora indefinida
en el cumplimiento de las obligaciones propias del Estado.
Por lo tanto, la progresividad no puede significar la postergación de obligaciones
en la satisfacción del derecho a la salud, sino que los estados están en la obligación de
tomar inmediatamente las medidas que sean necesarias, tomando en cuenta que la
obligación del alcance progresivo existe independientemente del incremento de los
recursos y más bien lo que se debe comprender es la necesidad de hacer un uso efectivo
y responsable de los recursos que se poseen.85
La idea de progresividad, doctrinariamente ha sido mal utilizada y desarrollada,
pues no se debe pensar en condiciones económicas mayores para avanzar hacia una mejor
calidad de servicios de salud, sino que si habla de progresividad, este término debería
implicar la no regresividad o la irreversibilidad de los logros alcanzados que de ninguna
manera, dicho concepto debería estancar a los estados en su labor diario de avanzar en
una mejor práctica y desarrollo de políticas de salud para sus ciudadanos.
84
Rodrigo Uprimny y Villegas García, La Reforma a la Tutela. ¿Ajuste o Desmonte?, Universidad
de los Andes, Revista de Derecho Público (Bogotá, Colombia, 2002), 33.
85
Currea Lugo, Paredes Hernández, y Hernández Alvarez, La salud está grave, 77.
50
86
Liliana M. Ronconi, “Derecho a la salud: un modelo para la determinación de los contenidos
mínimos y periféricos”, Salud Colectiva 8 (agosto de 2012): 133.
51
87
Alessandro Pizzorusso, Cuadernos Monográficos de Teoría del Estado, Derecho Público e
Historia Constitucional, Junta General del Principiado de Asturias. Universidad de Oviedo, Fundamentos
Nro. 4 (España, 2006), 240.
88
El Tribunal Constitucional de España ha desarrollado una serie de sentencias respecto de la
inconstitucionalidad de la ley de presupuestos. Los casos a continuación descritos, son ejemplo de ello: 1.
Caso1: “Sentencia 99/2018, de 19 de septiembre de 2018 (BOE núm. 247, de 12 de octubre de 2018).
Recurso de inconstitucionalidad 1572-2017. Interpuesto por la Defensora del Pueblo respecto de la
disposición adicional decimotercera de la Ley 18/2016, de 29 de diciembre, de presupuestos generales de
la Comunidad Autónoma de las Illes Balears para el año 2017”. Sentencia: “Estimar el presente recurso de
inconstitucionalidad y, en consecuencia, declarar la inconstitucionalidad y nulidad de la disposición
adicional decimotercera de la Ley 18/2016, de 29 de diciembre, de presupuestos generales de la Comunidad
Autónoma de las Illes Balears para el año 2017”. 2. Caso: “Sentencia 97/2018, de 19 de septiembre de 2018
(BOE núm. 247, de 12 de octubre de 2018). Recurso de inconstitucionalidad 1643-2016. Interpuesto por la
Presidenta del Gobierno en funciones respecto de diversos preceptos de la Ley 3/2015, de 18 de junio, de
vivienda del País Vasco”. Sentencia: “Estimar el presente recurso de inconstitucionalidad y, en
consecuencia, declarar la inconstitucionalidad y nulidad de la disposición adicional decimotercera de la Ley
18/2016, de 29 de diciembre, de presupuestos generales de la Comunidad Autónoma de las Illes Balears
para el año 2017”. Véase: España Tribunal Constitucional de España, accedido 23 de octubre de 2018.
89
Pizzorusso, Cuadernos Monográficos de Teoría del Estado, Derecho Público e Historia
Constitucional, 239.
52
las experiencias a las que debemos mirar para hoy reconstruir, desde un punto de vista
esencialmente teórico, sus principales variantes.90
90
Ibíd., 240.
91
La Corte Constitucional (CC) en sentencia de 22 de marzo de 2016, No. 019-16-SIN-CC, Caso
No. 0090-15-IN, ha indicado: “Las garantías normativas implican que los órganos encargados de la
producción normativa infraconstitucional deben observar y guardar coherencia prima facie con el contenido
de la Constitución de la República al momento de producir disposiciones normativas. Aquello denota que
el legislador dentro de su contexto democrático, debe garantizar derechos a través de leyes; sin embargo,
para complementar aquella tutela y lograr una eficacia de la norma jurídica se requiere también un
desarrollo normativo a través de regulaciones acordes a la normativa constitucional”.
Además, en la sentencia de 06 de febrero de 2013, No. 001-13-SCN-CC, caso No. 0535-12-CN, la CC
indica: “El sistema procesal es un medio para la realización de la justicia, por lo que la jueza o juez deberá
tener siempre en cuenta que el objetivo de los procedimientos es la efectividad de los derechos reconocidos
por la Constitución y los tratados internacionales de derechos humanos. De manera general, las juezas y
jueces aplicarán las normas constitucionales de modo directo y sin necesidad de que se encuentren
desarrolladas. Sin embargo, en caso de que el juez en el conocimiento de un caso concreto considere que
una norma jurídica es contraria a la Constitución, debe suspender la causa y remitir la consulta a la Corte
Constitucional”. Véase: Sitio web Corte Constitucional del Ecuador, www.corteconstitucional.gob.ec
53
92
Rodrigo Uprimny, Independencia judicial en América Latina: ¿De quién? ¿Para qué? ¿Cómo?,
ed. Germán Burgos Silva, Textos de aquí y ahora (Bogotá, Colombia: Instituto Latinoamericano de
Servicios Legales Alternativos, ILSA., 2003), 319.
93
Ibíd., 351.
54
Es pues válido exigir de los jueces que tomen en cuenta los conocimientos especializados
de las materias sobre las cuales van a tomar una decisión. Pero una cosa es exigir esa
consulta a expertos, y otra muy diferente es sostener que los jueces solo pueden decidir
en las materias en que sean ellos mismos especialistas, por lo cual la Corte Constitucional
[...] no puede conocer de asuntos económicos y debería existir una sala económica para
esas materias. Si esa crítica fuera válida, entonces debería también ponerse en
funcionamiento una “sala médica” para estudiar los derechos de los pacientes, una “sala
antropológica” para decidir los casos de comunidades indígenas [...]. Esa fragmentación
de la justicia constitucional aumentaría considerablemente la inseguridad jurídica, pues
no existiría un órgano de cierre, con la facultad de unificar la interpretación de la
Constitución.94
94
Ibíd., 328.
55
95
Antonio M. Peña Freire, La garantía en el Estado constitucional de derecho, Colección
Estructuras y procesos (Madrid: Trotta, 1997), 41.
96
Sobre Estado Constitucional de Derechos también han hecho sus aportes doctrinarios, autores
como: Luigi Ferrajoli, Miguel Carbonell, Antonio Pérez Luño.
97
Gustavo Zagrebelsky, El derecho dúctil: ley, derechos, justicia, Clásicos de la cultura 4 (Madrid:
Editorial Trotta : Comunidad de Madrid, Consejería de Educación y Cultura, 1995), 33.
98
Ibíd., 39.
56
Desde una visión compleja habrá que ver a la Constitución en varias dimensiones. En
principio, como un proyecto político, pero uno que refleja en un solo cuerpo una
amalgama de voluntades e intereses; y en segundo lugar, como un dispositivo jurídico,
esto es vinculante, pero cuya trayectoria depende de cómo es interpretada a lo largo del
tiempo.101
99
Peña Freire, La garantía en el Estado constitucional de derecho, 59.
100
Zagrebelsky, El derecho dúctil, 34.
101
Marco Navas Alvear, "El concepto de Estado en la Constitución Ecuatoriana", en Hitos de la
Constitución ecuatoriana, en coord. Vicente Manuel Solano Paucay y Marcelo Sebastián Aguilera Crespo,
Primera Edición (Editorial Universitaria Católica EDÚNICA, 2018), 6.
102
Ibíd., 9.
57
jurídica, a la vez, existen paradigmas que ahogan dicho progresismo y no permiten que
los derechos se desarrollen en forma amplia, ejemplo de ello, el derecho a la salud.
En el campo específico de los derechos sociales, la constitución ecuatoriana ha
normado principios y reglas sobre lo que se espera del Estado a través de sus gobernantes
y sus diferentes instituciones, a fin de conseguir acciones democráticas, deliberativas y
transparentes, respecto de la correcta administración del presupuesto público y por ende,
la garantía de derechos. Sobre este tema, Ramiro Ávila realiza un análisis del Estado
constitucional y el vínculo que se genera entre derechos e institucionalidad, para lo cual
plantea:
El estado, para garantizar los derechos sociales y la democracia constitucional, tiene que
ser fuerte, tan fuerte para poder ser, al interno, un agente distribuidor de riqueza y
generador de capacidades para que todas las personas y los pueblos puedan ejercer los
derechos; al externo, tiene que ser tan fuerte para que pueda tener voz y pueda ser un
interlocutor válido. El estado sin duda tiene una fuerte estructura liberal y ni siquiera
compite con una propuesta de institucionalidad social que ni siquiera existe.103
La propuesta que hace dicho autor tiene que ver con la capacidad que debe tener
el Estado para asumir los retos escritos en su propia Constitución, no se puede hablar de
protección de derechos a nivel constitucional sin que exista un mínimo de garantías para
su realización. Esta lucha no se agota en el nivel normativo sino que debe ser parte de un
modelo sinérgico en donde la sociedad cree las leyes y a su vez, estas den vida a las
instituciones.
En la actualidad, “si comparamos los presupuestos de los ministerios, y con ello
apreciamos la voluntad política de un estado, entre las carteras o ministerios que se
dedican a lo financiero y las que se dedican a lo social, encontraremos que las primeras
tienen más recursos humanos, mejor sueldo, y mayores montos para el cumplimiento de
objetivos que los segundos”104 Por lo tanto, el Estado constitucional no puede permitirse
una práctica jurídica formalista atada a los intereses macroeconómicos, la idea es poder
crear verdaderos espacios para la integración de los derechos sociales, en donde el
paradigma del Estado liberal, sea reconstruido y reinventado a través de lo que Ramiro
Ávila identifica como plurinacionalidad, es decir, un paradigma en construcción que
observa tres elementos: los saberes de la sociedad, el derecho y la institucionalidad
alternativa como una forma de avanzar hacia la conquista de los derechos.
103
Ramiro Ávila Santamaría, Los derechos y sus garantías, ensayos críticos (Quito, Ecuador:
Corte Constitucional para el Período de Transición - Centro de Estudios y Difusión del Derecho
Constitucional, 2012), 274.
104
Ibíd., 268.
58
105
Navas Alvear, Hitos de la Constitución ecuatoriana, 12.
59
Capítulo segundo
La protección integral del derecho a la salud. ¿Qué nos debe el sistema
jurídico ecuatoriano y cómo enfrentarlo?
106
Jaime Breilh, Tras las huellas de la determinación. Memorias del Seminario InterUniversitario
de Determinación Social de la Salud, ed. Carolina Morales y Juan Carlos Eslava, Primera Edición (Bogotá,
Colombia: Universidad Nacional de Colombia; Universidad de Antioquia, 2014), 20.
107
Asamblea General de la ONU, Declaración Universal de Derechos Humanos (New York,
1948).
60
108
Conferencia Sanitaria Internacional, Constitución de la Organización Mundial de la Salud
(New York, 1946).
109
Thalíe Ponce, “Ecuador se libró de la amenaza de 4 enfermedades”, Diario El Comercio, 24
de octubre de 2014, https://www.elcomercio.com/tendencias/ecuador-enfermedades-ops-oms-
amenaza.html.
61
esconden pretensiones del viejo paradigma liberal, un sistema que en efecto, excluye a la
clase más pobre y la expone a daños severos en su hábitat, modos de vida, cultura,
alimentación, trabajo, y que revitaliza el poder de las empresas trasnacionales,
especialmente de aquellas que requieren de un sector salud en crisis para entrar en la
lógica del mercado. Lo que sucede es que dicha lógica ha expuesto a la salud a una
epidemiología bajo contrato, en donde los intereses de las empresas buscan: “fabricar la
duda de lo público y de la justicia sobre los impactos humanos y ambientales de
producción peligrosas, mediante manipulación estadística y otras formas de dilución de
evidencias; maniobras para implantar la idea de ‘otros factores causales’ y operaciones
técnicas para crear incertidumbre por supuestas fallas en diseño de datos”.110
Es este sentido, es necesario reconocer que el Ecuador no es un ente asilado del
paradigma de salud mundial implementado por la lógica del capital, pues año a año
reproduce un sistema de salud pública en estado de crisis, existiendo graves distancias
entre lo que dictan las normas nacionales e internacionales y la realidad social. Existen
retos u objetivos que requieren un trabajo que apunte a una atención integral desde los
diferentes espacios de la sociedad, como son los pueblos indígenas, mujeres, niños,
población fronteriza, grupos discapacitados, trabajadores, privados de la libertad, grupos
LGBTIQ, cuyas demandas y necesidades en temas de salud, son muy variables. Esta
situación sin duda, complejiza el panorama de erradicación o mitigación de
enfermedades, pero es desde el entorno y formas de vida de la población la manera en la
cual se puede erradicar de a poco los impactos causados por las enfermedades, dando
paso a la ciencia epidemiológica crítica, que revolucione el campo de la salud.
110
Breilh, Tras las huellas de la determinación. Memorias del Seminario InterUniversitario de
Determinación Social de la Salud, 21.
62
El concepto de salud se sitúa mucho más allá del territorio biológico y natural, tiene
implícito una conceptualización sanitaria, una nueva dinámica, una responsabilidad
social, una apropiación de recursos físicos, económicos y humanos, es decir, un acuerdo
social acerca de cuáles son los recursos que el Estado y la sociedad deben destinar al
propósito de garantizar a los ciudadanos unas condiciones de salud, y como resultado
unas condiciones de vida digna.112
111
Alba Lucia Vélez Arango, Nuevas Dimensiones del Concepto de Salud: El Derecho a la Salud
en el Estado Social de Derechos., Universidad de Caldas, Hacia la Promoción de la Salud (Colombia,
2007), 65, http://www.scielo.org.co/pdf/hpsal/v12n1/v12n1a05.pdf. Énfasis añadido.
112
Ibíd., 66. Énfasis añadido.
63
específicas con sentido, que permitan modificar los patrones de acción o los hábitos que
atentan contra la existencia de las personas.113
113
Luis Marcel Valenzuela Contreras, La salud desde una perspectiva integral., Revista
Universitaria de la Educación Física y el Deporte., Nro. 9 (Montevideo, Uruguay, 2016), 54,
file:///C:/Users/JULIO/Downloads/Dialnet-LaSaludDesdeUnaPerspectivaIntegral-6070681.pdf. Énfasis
añadido.
114
Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos INRED, ¿Un derecho enfermo? La
salud en el Ecuador., ed. Patricio Benalcázar Alarcón, Serie Investigación Nro. 6 (Quito, Ecuador, 2002),
24.
115
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 32. Énfasis añadido.
64
Tabla 2
Factores que intervienen en la protección del derecho a la salud en el Ecuador
Otros que
sustentan el buen
vivir
* Estas políticas también deben ser implementadas en la garantía de cada uno de derechos vinculados a la práctica del
derecho a la salud.
** Esta política está relacionada directamente con el derecho al agua, alimentación, educación y ambientes sanos.
116
En una publicación titulada: “Hacia un nuevo paradigma de los derechos humanos y la salud”,
realizada por Jaime Breilh, aporta con un concepto ampliado de la salud: “El problema de la salud no se
reduce a los fenómenos terminales de la enfermedad, ni a la dimensión meramente individual. La salud es
un proceso complejo, multidimensional que exige enfocar los procesos sociales que generan o determinan
las condiciones de salud. Este giro no es sólo importante para revolucionar el sistema de salud y romper el
cerco de un asistencialismo pasivo, sino que es un requisito sine qua non para ampliar y profundizar la
cobertura del derecho”. Véase: Jaime Breilh, “El nuevo pensamiento crítico latinoamericano y el
desarrollo de la justica y los derechos en salud”, 2013, 3.
66
La reflexión que nos conduce a abordar la realidad que enfrenta la situación social
de la salud en el Ecuador, tiene como fundamento la necesidad que tiene el ser humano
de llevar adelante un plan de vida en condiciones que dignifiquen su esencia humana,
para que a través de su propio ser físico y mental pueda desarrollarse y desenvolverse de
manera libre. El deterioro de la salud, limita la posibilidad de ejercer otro tipo de derechos
que tiene el ser humano y que por lo tanto, dicha realidad debe ser evidenciada para el
planteamiento de soluciones.
Como ha sido previamente analizado, la protección del derecho a la salud requiere
acciones multidimensionales. Por lo tanto, la creación, eliminación, reforma y aplicación
de normas que intentan proteger un derecho como este, requiere mucho más que dejar a
los legisladores hacer su trabajo, pues es la clase media y baja de la sociedad, quienes
realmente resultan siendo los consumidores de este servicio y a quienes van dirigidas las
políticas estatales que intentan proteger la salud. Se debe comprender entonces que “el
peor y máximo atentado contra el derecho a la salud de la población es el entorno de
creciente y paulatino empobrecimiento que afecta a las familias, mujeres y niñez del
Ecuador”.117 Situación que si bien en los últimos años ha tratado de ser contrarrestada,
aún existe una larga deuda por cumplir con los sectores más excluidos de la sociedad.
Los indicadores sociales en el Ecuador reflejan una serie de realidades de distintos
tipos sobre la situación actual de la sociedad a la cual la Constitución, las leyes, las
normas, los planes, programas y políticas públicas se deben, pues es sobre base del
análisis social de la vida de la población, la forma en la cual puede darse sentido o
materializarse las normas jurídicas.
En este contexto, de acuerdo a lo que manda la Constitución ecuatoriana respecto
de aquellos derechos que tienen directa relación con la vigencia del derecho a la salud, se
expone un cuadro analítico con la situación actual de algunos de ellos. Esta información
evidenciará la situación que atraviesa la sociedad respecto de algunos indicadores
estadísticos.
117
Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos INRED, ¿Un derecho enfermo? La
salud en el Ecuador., 176.
67
Tabla 3
Breve análisis de indicadores sociales sobre derechos conexos al derecho a la salud
Fuente: La información estadística de alimentación, trabajo y otros que sustentan el buen vivir es tomada del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos del
Ecuador, la información de educación y agua, es tomada de la página web de la Organización Panamericana de la Salud y la información de seguridad social es
tomada del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
Elaboración propia
68
118
Ecuador Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, "Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos", accedido 22 de septiembre de 2018, http://www.ecuadorencifras.gob.ec/estadisticas/.
119
Ecuador Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, "Instituto Ecuatoriano de Seguridad
Social", accedido 22 de septiembre de 2018, https://www.iess.gob.ec/.
69
para la salud humano y su gestión y alcance no pude seguir siendo privilegio de ciertos
segmentos de la población.
Sobre la base de la información recabada en cuanto a niveles de educación, es
merecedor mencionar que los niveles de acceso a educación en el Ecuador muestran
aumentos poblacionales considerables. La disminución de la tasa de analfabetismo y
acceso a la educación básica son pilares fundamentales en la lucha por la desigualdad
social. Sin embargo, queda aún una tarea por cumplir, pues el acceso a educación de tercer
y cuarto nivel sigue siendo limitado.
La pobreza por su parte, sigue siendo una gran barrera de lucha por la garantía de
derechos en todo sentido. A junio de 2018, el INEC ha indica que la pobreza por ingresos
es del 24.5 % del total de la población,120 es decir estas personas carecen de todo tipo de
acceso a servicios públicos que por lo tanto, deben estar plenamente garantizadas por el
Estado, sin perjuicio de que los derechos son atribuibles y exigibles por todos los
ciudadanos.
En base al análisis de los factores que determinan la realidad del sector salud en
el Ecuador, descritas en la Constitución, se comprueba la tesis que se sostuvo
previamente, es decir que ha existido y sigue existiendo una profunda crisis en el sistema
de salud ecuatoriana. Los resultados estadísticos otorgados por los entes institucionales
estatales, nos muestran que hay una brecha social que marca una gran desigualdad en
cuanto a acceso a servicios. Esta situación sin duda, requiere reconfigurar las acciones
emanadas desde la función ejecutiva, legislativa y judicial, teniendo claro que si no se no
se enfrenta el problema de salud desde la raíz, nunca se logrará verdaderos cambios
sociales y mucho menos la garantía de derechos tal como lo manda la Constitución.
120
Ecuador, Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
70
121
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 3. Énfasis añadido.
122
Jaime Breilh et al., Deterioro de la vida: un instrumento para análisis de prioridades regionales
en lo social y la salud, 1. ed, vol. 28, Biblioteca de Ciencias Sociales (Quito: Corporación Editora Nacional,
1990), 142.
71
123
Breilh, Tras las huellas de la determinación. Memorias del Seminario InterUniversitario de
Determinación Social de la Salud, 25.
124
El término sumak kawsay o buen vivir posee una serie de definiciones, todas ellas atadas a la
cosmovisión de los pueblos ancestrales ecuatorianos. “Uno de los autores que ha observado las dinámicas
alrededor del Buen Vivir es François Houtart, quien revisando cómo ciertos actores claves en Ecuador
perciben este concepto, afirma que puede haber un alto grado de interpretación detrás de cada definición.
Para los autores de nacionalidades indígenas, por ejemplo, el Buen Vivir enfatiza una idea de naturaleza y
un sentido de comunidad. Para Macas, el Buen Vivir es el espacio donde las sociedades pueden alcanzar la
armonía con la comunidad y con la naturaleza. Para los autores no indígenas por otra parte, la idea tiende a
estar asociada con la transición hacia un sistema social alejado del neoliberalismo y de la explotación de la
naturaleza. Para René Ramírez, el Buen Vivir está relacionado con la satisfacción de las necesidades
básicas, el derecho a amar y a ser amado, y el derecho a mantener una relación armoniosa con la naturaleza.
Buen Vivir, por lo tanto, es un concepto plural que incorpora una multiplicidad de reivindicaciones sociales
en América Latina”. Véase: Gerardo Torres Contreras, Buen Vivir: dimensiones y retos desde la métrica,
Universidad de Oxford, Departamento de Desarrollo Internacional (Oxford, s/f), 219,
http://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-
inec/Estudios%20e%20Investigaciones/Medias_buen_vivir/10.%20Buen_vivir-Dimensiones_retos.pdf.
72
Por lo tanto, el buen vivir, debe ser un horizonte real, un camino que en este caso
permita diseñar políticas públicas que revolucionen el campo de la salud, pasando del
mero asistencialismo individualista a la comunidad y la puesta en prácticas de la salud
colectiva, desbordando el campo de lo formal, lo hegemónico y las imposiciones del
capitalismo.
En este mismo nivel de análisis constitucional, y compartiendo la idea de
equilibrio, solidaridad e igualdad social, hacia donde debe apuntar el Estado
constitucional de derechos, para la protección del derecho a la salud, en este punto se
integra la política fiscal y organización presupuestaria. En esta oportunidad, a través del
Derecho, el Ecuador concibe a la salud como un área de atención prioritaria,
incorporando en su artículo 286 el siguiente mandato:
125
Breilh, Tras las huellas de la determinación. Memorias del Seminario InterUniversitario de
Determinación Social de la Salud, 56.
126
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 286. Énfasis añadido.
73
127
Ibíd., art. 362.
128
Jaime Breilh y Ylonka Tillería Muñoz, Aceleración global y despojo en Ecuador: el retroceso
del derecho a la salud en la era neoliberal, Primera edición (Quito: Abya Yala, 2009), 184. Énfasis añadido.
74
129
Organización Panamericana de la Salud, Résumé du pays: Ecuador, 2017,
https://www.paho.org/salud-en-las-americas-2017/?page_t_es=informes-de-pais/ecuador.
75
130
Ecuador Ministerio de Salud Pública, "Programas y Servicios", "Ministerio de Salud Pública",
accedido 27 de septiembre de 2018, https://www.salud.gob.ec/programas-y-servicios/.
131
La Constitución del Ecuador sobre el Plan Nacional de Desarrollo: Art. 280.- El Plan Nacional
de Desarrollo es el instrumento al que se sujetarán las políticas, programas y proyectos públicos; la
programación y ejecución del presupuesto del Estado; y la inversión y la asignación de los recursos
públicos; y coordinar las competencias exclusivas entre el Estado central y los gobiernos autónomos
descentralizados. Su observancia será de carácter obligatorio para el sector público e indicativo para los
demás sectores. Art. 293.- La formulación y la ejecución del Presupuesto General del Estado se sujetarán
al Plan Nacional de Desarrollo. Los presupuestos de los gobiernos autónomos descentralizados y los de
otras entidades públicas se ajustarán a los planes regionales, provinciales, cantonales y parroquiales,
respectivamente, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo, sin menoscabo de sus competencias y su
autonomía.
132
Secretaria Nacional de Desarrollo, Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021.Toda una Vida,
aprobado mediante Resolución n.o CNP-003-2017 (Quito, 2017), 58.
76
especial, pues el presupuesto de este sector viene de ingresos permanentes del Estado a
través de pre asignaciones presupuestarias, a fin de evitar la falta de dinero dirigido a
proteger un derecho catalogado como primordial. En este punto, también se evidencia
falencias administrativas, legales; pero principalmente, políticas. Si bien, este es un tema
que se aborda con énfasis en un acápite posterior, es evidente que las normas
constitucionales han sido meras aspiraciones, y su valor y potencial en el ámbito de la
salud ha sido desvirtuado.
La intervención del Estado queda claramente evidenciada, no sólo como ente
controlador sino como un Estado investido de obligaciones positivas, lo cual implica una
serie de acciones y responsabilidades en todas a nivel de todas las funciones. La garantía
del derecho a la salud, al menos en el nivel jurídico, está ampliamente desarrollado como
obligación inherente al Estado, sin embargo, es aún desesperanzador analizar las formas
y prácticas dadas a la salud y la poca importancia social que le ha sido atribuida.
133
Asamblea General de la OMS, Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud.
(Alma-Ata, 1978). Sobre este tema ha escrito Ivan Ase y Jacinta Burijovich, quienes han indicado: “Existen
múltiples restricciones para la formulación e implementación de políticas de APS con enfoque de derechos.
Entre otras se pueden señalar: la heterogeneidad de las sociedades latinoamericanas que dificulta el
establecimiento de un modelo universal de protección; la capacidad de presión diferenciada de los distintos
actores frente al Estado que condiciona la orientación de las políticas; las culturas organizacionales
predominantes; la persistencia de derechos sociales diferenciados con segmentación en el acceso y en la
utilización de los servicios; las barreras culturales y la falta de comprensión de los individuos sobre el
77
La importancia que tiene este concepto en la salud, es que observa al ser humano
como un individuo que vive en sociedad y que por lo tanto, se ve afectado en su diario
desempeño por varios factores que son principalmente fruto del nuevo orden económico
internacional que ha producido graves disfuncionalidades o dispersiones entre la situación
de salud de los ciudadanos de los países desarrollados y en vías de desarrollo. El objetivo
por lo tanto requiere ver a la salud no sólo como un proceso que requiere la erradicación
de enfermedades, sino como un estado de vida que requiere políticas de educación,
integración de la comunidad, justicia social, voluntad política, cooperación, participación
social y estatal, lo cual conducirá a disminuir las brechas sociales impuestas por el capital
y una progresiva reafirmación de la adopción que hoy en día se le ha dado a la salud como
derecho primordial de la vida humana.
Sin embargo, es necesario indicar que la APS ha sufrido una serie de variaciones
y contradicciones a lo largo de los años de su vigencia, tal es el caso de Ecuador, lugar en
el cual:
En la década del 90, el embate del pensamiento y la práctica neoliberal incidieron en que
la Estrategia de APS se reduzca a intervenciones puntuales, focalizadas, locales y de bajo
costo, coartando su potencial transformador, se institucionalizó las intervenciones
focalizadas y de bajo costo para los pobres y se estimuló el crecimiento y consolidación
de la salud como una mercancía impulsando las acciones de salud centradas en el enfoque
curativo.134
cuidado de su propia salud, lo que tiende a quitar la responsabilidad del Estado de todo aquello que le
compete. Aun así, es posible alentar el encuentro entre una concepción integral de la APS y la perspectiva
de derechos por las siguientes razones: El conjunto de pactos, tratados y acuerdos internacionales sobre
derechos humanos […]. La estrategia de APS con enfoque de derechos operacionaliza un discurso
alternativo en salud que, hasta el momento, solo había sido formulado como consigna. La articulación entre
la APS y el enfoque de derechos permite tender puentes para la formulación de políticas de salud entre dos
discursos (discurso sanitario y discurso de derechos humanos). […] ”. Véase: Ivan Ase y Jacinta Burijovich,
La estrategia de Atención Primaria de la Salud: ¿progresividad o regresividad en el derecho a la salud?,
Salud Colectiva, pags. 27-47 (Buenos Aires, 2009), 38.
134
Ecuador Ministerio de Salud Pública, Manual del Modelo de Atención Integral de Salud -
MAIS, "Ministerio de Educación", accedido 24 de agosto 2012, 43,
http://instituciones.msp.gob.ec/somossalud/images/documentos/guia/Manual_MAIS-MSP12.12.12.pdf.
78
135
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 360, parr. I. Énfasis añadido.
136
Ecuador Ministerio de Salud Pública, Manual del Modelo de Atención Integral de Salud - MAIS,
44.
137
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 360, parr. II.
79
Por lo tanto, esta red requiere la articulación del trabajo de todos quienes
incursionan en el ámbito de la salud, es decir de instituciones públicas y privadas así como
de las personas, quienes deberán brindar su contingente para la generación del acceso
universal a los servicios de salud. Según la orientación emanada de la propia constitución,
es necesario además se tome en cuenta los preceptos jurídicos y operativos cuyo fin
deberá ser uniforme en todo el entramado de la red pública de salud. El órgano rector de
la salud del Ecuador (MSP), sobre la creación de estas redes, ha señalado:
138
Ecuador Ministerio de Salud Pública, Manual del Modelo de Atención Integral de Salud - MAIS,
91.
139
El enfoque de servicios públicos por territorios responde a una nueva cultura de gestión a través
de la planificación, implementada en el Ecuador. Sobre el tema de la salud, el MSP ha mencionado: “La
estructuración de las redes y micro redes territoriales de salud, responde a la nueva organización territorial
desconcentrada y descentralizada que se está implementando en el país, para la planificación territorial y la
gestión de los servicios públicos, que establece 9 zonas de planificación, 140 distritos y 1134 circuitos. La
organización territorial de la red de servicios de salud permite responder de manera adecuada a la realidad
y necesidades de la población y activar los espacios de coordinación intersectorial y participación
comunitaria en función del mejoramiento de la calidad de vida de la población”. Véase: Ibíd.
140
Ibíd., 93.
80
de la salud al no poder superar obstáculos que muchas veces eran construidos por la propia
institucionalidad. Con el desarrollo y posterior perfeccionamiento de las RPIS se deberá
propender a ampliar los servicios de salud y homogenizar de calidad en cada uno de los
distritos y zonas, logrando que no existan límites de ningún tipo, respecto de la atención
en salud.
141
Pieterse en Siri Gloppen y Mindy Jane Roseman, La lucha por los derechos de la salud: ¿puede
la justicia ser una herramienta de cambio?, coord. Alicia Ely Yamin y Siri Gloppen, 1a. ed, Derecho y
política (Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2013), 22.
142
Gauri y Brikins en Siri Gloppen y Mindy Jane Roseman, La lucha por los derechos de la salud:
¿puede la justicia ser una herramienta de cambio?, coord. Alicia Ely Yamin y Siri Gloppen, 1a. ed,
Derecho y política (Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2013), 24.
81
El justiciable. Así se llama al ciudadano que pide que se le haga justicia. Vive su
encuentro con la trama judicial, como una fatalidad, con más temor que confianza.
Apenas entiende el lenguaje empleado en los juicios, aunque intuye que se tratan allí sus
problemas, o quizás se decide su vida, entre algunos latinajos. No comprende por qué el
horario de las oficinas judiciales es inferior al suyo, […].144
En este sentido, si bien aún existen miedos o temores que no permiten que las
personas accedan de forma libre al reclamo de sus derechos por vía judicial, existen ya
algunos precedentes jurisprudenciales y sobre todo, activismo social, que muestran
nuevos caminos impulsados por los propios ciudadanos en la lucha por la reivindicación
de sus derechos.
143
Roberto Gargarella en Siri Gloppen y Mindy Jane Roseman, La lucha por los derechos de la
salud: ¿puede la justicia ser una herramienta de cambio?, 27.
144
Núria Sastre et al., “La justicia vista por jueces y abogados”, El Ciervo 55, núm. 668 (2006):
13.
82
Tabla 4
Acciones jurisdiccionales que solicitan la garantía del derecho a la salud
Tipo de N.º Fecha de Fecha de
Judicatura Pretensión Decisión Observaciones
acción Proceso ingreso resolución
1. Declarar la vulneración de
derechos.
2. Aceptar de la Acción
El señor NN, presentó acción extraordinaria de Extraordinaria de Protección.
protección en contra de la resolución dictada el
3. Medidas de restitución del
22 de agosto de 2014, por la jueza de la Unidad
derecho a la tutela judicial efectiva,
Acción Judicial Primera Especializada de Trabajo del 10 de 15 de
1470-14- Corte imparcial y expedita. Sentencia N.º 364-16-
extraordinaria cantón Quito, que negó la petición de medidas septiembre noviembre
EP Constitucional SEP-CC
de protección cautelares solicitadas por el referido accionante 4. Medidas de reparación integral. de 2014 de 2016
en el cual solicitaba se le entregue el
medicamento Efavirenz para el tratamiento de 5. Emite reglas a ser observadas por
su enfermedad de VIH. parte de los órganos jurisdiccionales
que conocen garantías
jurisdiccionales de los derechos
constitucionales.
Unidad
Judicial de Se sirva disponer que el Hospital Teodoro
Violencia Maldonado Carbo del IESS otorgue de forma
contra la inmediata la derivación a prestador externo para
09571- Concede las medidas cautelares y 19 de
Medidas Mujer o que inmediatamente se entregue el 18 de mayo Se cumplió con la
2017- dispone la adquisición inmediata del mayo de
cautelares Miembros del medicamento AFATINIB hasta que solicite y se de 2017 medida.
02746 medicamento AFATINIB. 2017
Núcleo obtenga directamente por parte del Ministerio
Familiar del de Salud Pública la autorización de adquisición
Cantón del medicamento AFATINIB.
Guayaquil.
Unidad
Judicial No se cumplió con las
Contra Solicita que el Ministerio de Salud Pública Dispone a los accionados MSP e medidas cautelares
Violencia a la otorgue de forma inmediata, la autorización IESS, la adquisición del debido a que el Hospital
17576- 02 de 13 de
Medidas Mujer y temporal de adquisición del medicamento medicamento PONATINIB, en la Carlos Andrade Marín
2017- octubre de octubre de
cautelares Miembros del PONATINIB al Hospital del IESS Carlos cantidad de 365 tabletas (tratamiento nunca suministró el
00872 2017 2017
Núcleo Andrade Marín de Quito, para al menos un año para un año), en la dosis y frecuencia medicamento. El
Familia del de tratamiento. que considere el médico tratante. accionante falleció el
Cantón Quito 04/11/2017.
Quitumbe.
En vista del
incumplimiento,
mediante providencia
de 08/03/2018 se
dispuso que se remitan
copias certificadas de la
Se acoge y se acepta el pedido de
sentencia y todo lo
medidas cautelares para que el plazo
actuado a partir de
de 60 días el Hospital Carlos
Unidad dicho fallo a la Fiscalía,
Andrade Marín realice el trámite de
Judicial Penal Unidad de
adquisición de este medicamento
Acción de con sede en la Administración Pública,
17296- Adquisición urgente de 365 tabletas de Ponatinib. Además, se dispone como 07 de 15 de
protección y Parroquia para que se procediera
2017- medicamentos PONATINIB para todo un de reparación integral conforme al noviembre diciembre
medidas Calderón del con la fase de
00152 tratamiento. artículo 18 de la Ley Orgánica de de 2017 de 2017
cautelares Distrito investigación previa en
Garantías Jurisdiccionales y Control
Metropolitano contra de Mauricio
Constitucional, que de parte de los
de Quito Heredia, Gerente
accionados exista la garantía que éste
General Subrogante del
hecho no se repita en perjuicio del
HCAM y se ordenó que
accionante.
se remitiera el
expediente a la Corte
Constitucional para que
resuelva sobre el
incumplimiento de la
medida.
86
Unidad
Judicial
Especializada Acepta la medida cautelar y se
en Familia, dispone que el IESS, dote de la
Mujer, Niñez Solicita se provea de los medicamentos medicina necesaria. Se dispone
17203- y Pazopanib y Axitinib, en las dosis y frecuencia además que se oficie al Ministerio de 19 de
Medidas 18 de mayo A la espera de entrega
2018- Adolescencia prescritas, mientras la medicina sea necesaria Salud Pública con el contenido de la junio de
cautelares de 2018 de la medicación.
04824 con sede en la para el tratamiento contra el cáncer conforme resolución verbal dada en esta 2018
parroquia La determine la médica tratante audiencia, para la dotación del
Mariscal del medicamento PAZOPANIB y/o
Distrito AXITINIB.
Metropolitano
de Quito
La decisión de primera
El 1 de junio de 2018, en la instancia fue apelada
audiencia de primera instancia, el por el Ministerio del
juez falló a favor de la comunidad y Ambiente. En la
aceptó como principal argumento audiencia de apelación
Última
Tribunal de la que la compañía minera china de segunda instancia, la
Acción de decisión
Sala de lo Proceso que sigue las comunidades cercanas al Ecuagoldmining South America S.A Corte Provincial de
Protección y judicial:
03145-18 Civil y proyecto minero Río Blanco (Molleturo) en violó el derecho a la consulta previa, Azuay ratifica el fallo.
Medida 03 de
Mercantil del contra del Estado ecuatoriano. libre e informada, ordena a todas las El 30 de agosto de
Cautelar agosto de
Azuay autoridades accionadas, hagan 2018, el Ministerio de
2018
suspender las actividades de Minas plantea la Acción
explotación que se estén Extraordinaria de
desarrollando del contrato de Protección ante la Corte
concesión Río Blanco. Constitucional por este
caso.
Fuente: Sistema SATJE de la función judicial, sistema de gestión de acciones constitucionales de la Corte Constitucional del Ecuador y notas de prensa escrita
ecuatoriana
Elaboración propia
88
Como se observa, son varias las situaciones en las cuales se está afectado en forma
directa o indirecta, individual o colectiva la salud de las personas. Por un lado existen
fallas en el sistema nacional de salud en la provisión de medicinas y la asignación
presupuestaria pertinente y por otro lado también existen prácticas realizadas al amparo
del propio Estado, que están vulnerando la salud de sus habitantes, so pretexto de nuevos
ingresos estatales.
Por un lado, en los casos en los que se solicita el acceso a medicamentos, es decir,
los procesos de medidas cautelares n.º 09571-2017-02746, 17240-2017-00007, 17230-
2017-12754, 17576-2017-00872, 17296-2017-00152, 17203-2018-04824, en cuyas
sentencias se aceptan los requerimientos de medicinas para la garantía del derecho a la
salud, constituyen casos de gran importancia por su resultado, sin embargo, más allá de
la acción del juez, debe considerarse que la adquisición de los fármacos por parte de la
entidad competente, requiere la erogación de presupuesto que el Estado no está cubriendo
y por lo tanto, está provocando este tipo de acciones judiciales que de una u otra manera,
exigen responsabilidad en el gasto público.
Adicionalmente, si bien se conoce que las medidas cautelares deben ser atendidas
en el menor tiempo posible a fin de evitar daños irreparables, se nota que existe una
diferencia muy notable en cuanto al tiempo de atención de estas acciones respecto de uno
y otro caso. Es necesario mencionar lo lento y peligroso que puede llegar a ser el sistema
de justicia en la protección de derechos.
En el proceso n.º 17240-2017-00007, la resolución de aceptación de las medidas
cautelares llega después de un año, es decir, medio año después de que la accionante
falleciera. Queda por lo tanto un gran reto que aún el sistema judicial no ha podido superar
y es que la demora en sus resoluciones, está provocando en el caso de la salud, la
inminente vulneración de derechos, llegando a ocasionar la muerte de pacientes que nunca
lograron recibir la medicina necesaria. Sin embargo, yendo al fondo del problema, no es
la justicia a quién le correspondía inicialmente la labor de proteger el derecho a la salud
de la ciudadana accionante, sino que en este caso, era la entidad de salud tratante, la que
debía realizar las debidas acciones para que se destine el presupuesto necesario para la
adquisición de los medicamentos.
Por su parte, al abordar la situación de las acciones extraordinarias de protección
incoadas en el seno de la Corte Constitucional (CC), es merecedor mencionar una de las
resoluciones hito dadas en por este órgano judicial, esto es la sentencia n.º 364-16-SEP-
CC, del caso 1470-14-EP, del 15 de noviembre de 2016. En el presente caso, si bien el
89
tiempo de espera desde el ingreso de la acción fue de dos años, esta contiene
jurisprudencia vinculante de gran impacto tanto en el Estado como en la sociedad. Entre
los mandatos de relevancia desarrollados en la sentencia del CC, se señala:
145
Ecuador Corte Constitucional, "Sentencia No. 364-16-SEP-CC". Caso n.º 1470-14-SEP, 15 de
noviembre de 2016, 40.
146
Breilh, “El nuevo pensamiento crítico latinoamericano y el desarrollo de la justica y los
derechos en salud” (ponencia, Honorable Senado de la Nación de Argentina, Palacio Legislativo, Mar del
Plata, 12 de marzo de 2013).
90
previamente expuesto, se describen tres casos de comunidades que han acudido al sistema
de justicia en busca del respeto de sus derechos.
En los casos de la Comunidad Cofán Sinangoe y Río Blanco - Molleturo, se exige
principalmente la protección del derecho a la consulta previa, libre e informada. La
vulneración de dicho derecho en tales comunidades trajo consigo una serie de daños en
cadena entre los cuales por ejemplo se encuentra el derecho a salud, en conexión directa
con los perjuicios causados a las vertientes de agua, suelos, vivienda, medio ambiente
sano, alimentación, trabajo, en general a los derechos del buen vivir. Por otro lado, en el
caso Mirador, en la cual se solicita la reparación integral de 36 familias campesinas e
indígenas en Tundayme, desalojadas a causa de la concesión minera, es evidente que estas
poblaciones fueron obligadas a ceder ante la presión impuesta por la empresa minera con
el visto bueno del Estado, causando severos daños no solo en ámbito corporal de la
persona sino en el campo el campo de lo social, cuyas afectaciones llegan a ser incluso
sujeto de muy difícil reparación.
Según lo expuesto, el resultado de todos estos casos, requiere mirar más allá de
las acciones constitucionales y las respuestas de la función judicial, pues como se ha visto,
el derecho en la actualidad, al menos en el Ecuador, está tendiendo a la prácticas de
nuevos paradigmas de vida y protección de derechos, dando mayor apertura para que los
ciudadanos como sujetos individuales o colectivos, eleven sus reclamos. Sin embargo, el
Derecho como ciencia, sigue siendo un arma de doble filo. Existen garantías normativas
que en efecto, han dado como resultado sentencias históricas nunca antes vistas, si tan
sólo con ello se pudiera la realidad de la salud, seguro se andaría en muy buen camino.
El problema sin embargo, tiene que ver con que la forma en que el “paradigma
científico ha facilitado la hegemonía de un modelo estrecho de 'toma de decisiones
basadas en la ciencia' que utiliza la incertidumbre como recurso de expiación de culpa,
como instrumento de maniobras ligadas a intereses estratégicos y como obstáculo para la
aplicación del principio de precaución”.147 Con ello, se trata de explicar la lógica del
actual sistema de justicia, un modelo que vive actuando frente a violaciones inminentes
de los derechos y que no ha visto más allá de ello, es decir, de prevenir los daños,
implementando por ejemplo un modelo de justicia en donde se haga control constitucional
147
Matthieu Craye en Ramiro Ávila et al., El Sistema de Aspersiones Aéreas del Plan Colombia y
sus Impactos Sobre el Ecosistema y la Salud en la Frontera Ecuatoriana (Quito, Ecuador: Comisión
Científica Ecuatoriana, 2007), 46.
91
Si la litigación de los derechos de la salud no repara (o, en rigor, sostiene o exacerba) los
problemas estructurales de un sistema de salud viciado, los beneficios localizados no
deben sobreestimarse. Al mismo tiempo, […] los casos que involucran los derechos de la
salud pueden, en algunas circunstancias, tener valor transformador y reducir la injusticia
social. Los fallos históricos también pueden acicatear la litigación en relación con otras
cuestiones y en otros ámbitos, y conducir, de este modo, a efectos que superan el caso
individual.148
148
Gloppen y Roseman, La lucha por los derechos de la salud, 28.
92
y degradación del medio ambiente como forma de obtener capital para la inversión en las
diferentes áreas de la sociedad.
149
Organización Panamericana de la Salud, Financiamiento de la salud en las Américas, 2017,
https://www.paho.org/salud-en-las-americas-2017/?post_t_es=financiamiento-de-la-salud-universal.
150
Ibíd.
94
Sobre este punto es importante considerar que: “el gasto público para satisfacer
[…] derechos puede compartirse, y así la carga financiera no cae exclusivamente en el
Estado. Lo que no se puede obviar es que el propio Estado sea el que suma la
responsabilidad de que las prestaciones se den, ya sea a su cargo, ya al de otros
agentes”.151 En este sentido, no existe forma alguna de disminuir o eliminar la carga que
posee el Estado respecto del otorgamiento del derecho a la salud en su integralidad. Los
derechos no son acciones que deben fomentarse en momentos circunstanciales o cuando
el presupuesto sea amigable, al contrario el derecho al gasto público se refiere justamente
a la capacidad del Estado de proteger en todo momento, la práctica sostenida y
responsable de los derechos.
La lección para el Estado es que debe realizar el control, creación y ejecución de
políticas públicas, que permitan observar al presupuesto público como una expresión de
derechos que se configuran a través de un gasto público responsable. Específicamente, en
el caso del derecho a la salud, observar que las personas sanas no sólo implican menos
gastos para el Estado, sino que representa un factor de alta productividad para la sociedad.
En consecuencia, el presupuesto está llamado a atender aquellas falencias sistemáticas
del sector salud que den fin a la brecha social existente, acción sin la cual, no sería posible
salir del subdesarrollo.
151
Ibíd., 54.
95
que posee un adecuado financiamiento para la garantía del derecho a la salud. En este
sentido, el artículo 366 de dicha norma suprema, ordena:
152
Las fuentes permanentes de financiamiento del Estado ecuatoriano son: impuestos, rentas de
inversiones y multas, tasas y contribuciones, transferencias y donaciones corrientes, venta de bienes y
servicios y otros ingresos. Véase: Asamblea Nacional, Ministerio de Coordinación de Desarrollo Social, y
UNICEF, La Inversión Social en el Presupuesto General del Estado 2011 (Ecuador, 2011), 14,
https://www.unicef.org/ecuador/Asignacion_PGE_2011_web.pdf.
153
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 366. Énfasis añadido.
154
Ibíd., art. 298. Énfasis añadido.
96
155
Ibíd., disposición transitoria vigesimosegunda.
156
Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos INRED, ¿Un derecho enfermo? La
salud en el Ecuador., 173.
157
Según la página web oficial del Ministerio de Economía y Finanzas del Ecuador: “Las
estadísticas del PGE corresponden a una operación estadística basada en registros administrativos de las
entidades y organismos públicos que conforman dicho ámbito y transaccionan en el Sistema de
Administración Financiera”. Véase: Ministerio de Economía y Finanzas, Información General de
97
161
Ecuador Ministerio de Economía y Finanzas.
162
Ibíd.
99
163
Organización Panamericana de la Salud, Financiamiento de la salud en las Américas. Énfasis
añadido.
100
164
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 292. Énfasis añadido.
101
formal o material, pues simplemente se ha convenido que esta debe ser en sentido pleno,
además, en la práctica jurídica los ciudadanos o instituciones poseen la capacidad de
acudir al sistema de justicia en defensa del presupuesto asignado hacia la protección de
los derechos, es decir es posible hacer seguimiento y control judicial al presupuesto.165
En este contexto, cabe mencionar que la no existencia de una ley de presupuestos
en el Ecuador, produce a su vez la exclusión directa de los ciudadanos en las decisiones
de financiamiento del país y por ende, la aplicación de un verdadero sistema de
democracia directa.
La explicación de esta aseveración se funda en lo constante en artículo 61 de la
Constitución en la cual, expresamente garantiza como derechos de participación la
inclusión de los ciudadanos en los asuntos de interés público y el derecho a ser
consultados. Sobre el tema de la aprobación de una ley, la Constitución prevé en el
artículo 137, párrafo segundo que: “Las ciudadanas y los ciudadanos que tengan interés
en la aprobación del proyecto de ley, o que consideren que sus derechos puedan ser
afectados por su expedición, podrán acudir ante la comisión y exponer sus
argumentos”.166 Respecto a ello, el Código Orgánico de la Función Legislativa, sobre el
tema de participación ciudadana, determina:
165
Sentencia 44/2018, de 26 de abril (BOE núm. 130 de 29 de mayo de 2018) Caso: Conflicto
entre Órganos Constitucionales 356-2017. Este caso fue promovido por el Gobierno de la Nación frente a
los acuerdos de la Mesa del Congreso de los Diputados respecto de una proposición de ley presentada por
el Grupo Parlamentario Socialista sobre modificación del artículo 42.1 del estatuto de los trabajadores para
garantizar la igualdad en las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados. Veto presupuestario:
rechazo por la mesa de la cámara del veto opuesto por el Gobierno a una iniciativa legislativa por su
insuficiente conexión con los ingresos y gastos públicos (STC 34/2018). Resolución: Desestimar el
conflicto entre órganos constitucionales del Estado núm. 356-2017, promovido por el Gobierno contra el
Congreso de los Diputados. Véase: España Tribunal Constitucional de España, accedido 19 de septiembre
de 2018.
166
Ibíd., art. 133, parr. II.
167
Ecuador, Ley Orgánica de la Función Legislativa, Registro Oficial 642, 2009, art. 157.
Énfasis añadido.
102
Tabla 5
Elementos jurídicos a incorporarse en el tratamiento del presupuesto público168
Fase de
Ejecutivo
distribución
Fase de
Ejecutivo
ejecución
Judicial - Transparencia y
Fase de control
control social
Fuente: Propuesta realizada en base a las funciones del Estado, creadas por la Constitución
ecuatoriana del año 2008.
Elaboración propia
168
A efectos de esta investigación, por Transparencia y Control Social debe entenderse claramente
lo establecido en el artículo 204 de la Constitución del Ecuador: “El pueblo es el mandante y primer
fiscalizador del poder público, en ejercicio de su derecho a la participación. […]”.
103
169
Ernesto Ganuza y Francisco Francés, El círculo virtuoso de la democracia: los presupuestos
participativos a debate, Primera edición, Monografías 278 (Madrid: Centro de Investigaciones
Sociológicas, 2012), 16.
104
OPS, en similar línea de pensamiento ha indicado que: “Es necesaria una concepción
integral del financiamiento que promueva una inversión sostenida, con una evaluación
permanente de la calidad y de la agilidad en la ejecución del gasto presupuestario”.170
Por lo tanto, no se intenta develar una fórmula perfecta para la gestión del
presupuesto, mas sin embargo, se desarrolla una propuesta jurídica que pretende dar
mayor seguridad jurídico - social a la hora de exigir la aplicabilidad de un derecho
respecto del costo que su cumplimiento requiere.
170
Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), La equidad en la mira: la salud pública
en Ecuador durante las últimas décadas. (Quito: Noción, 2007), 220.
171
Boaventura De Sousa Santos, "Sociología crítica de la justicia" en Sociología jurídica crítica.
Para un nuevo sentido común en el derecho. (Madrid: Editorial Trotta, 2009), 551.
105
172
Higgins, “Planificación de las Asignaciones para el Desarrollo Social”, 607.
106
173
Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos INRED, ¿Un derecho enfermo? La
salud en el Ecuador., 178.
174
Coalición de organizaciones de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales (ONG),
activistas sociales, profesionales de la salud, académicos e investigadores que respaldan la Declaración para
la Salud de los Pueblos. Véase: Miguel San Sebastián et al., “El Movimiento de Salud de los Pueblos: salud
para todos ya”, Revista Panamericana de Salud Pública 18 (julio de 2005): 46.
107
en los niveles local, nacional e internacional, para alcanzar una Atención Primaria de
Salud (APS) integral.175
Por su parte, a nivel nacional, es importante rescatar la importancia que ha tenido
la organización de la sociedad en materia de salud, debido a las conquistas logradas,
ejemplo de ello tenemos que:
Entonces, el horizonte al cual debemos apuntar todos los esfuerzos como sociedad
civil organizada es hacia la búsqueda de espacios de participación, que en la actualidad
la Constitución ecuatoriana lo reconoce en el artículo 61, numeral 2, al mencionar que
uno de los derechos que poseen los ecuatorianos es: “participar en los asuntos de interés
público”.177 Este derecho, es reafirmando en el artículo 85, inciso 5, el cual ordena que:
“En la formulación, ejecución, evaluación y control de las políticas públicas y servicios
públicos se garantizará la participación de las personas, comunidades, pueblos y
nacionalidades”.178
Por su parte, en el área que compete a esta investigación, la Ley Orgánica de
Salud, en su artículo 7, literal k, al referirse a los derechos y deberes de las personas y del
Estado en relación con la salud, rescata la potestad que tienen las personas de: “participar
de manera individual o colectiva en las actividades de salud y vigilar el cumplimiento de
las acciones en salud y la calidad de los servicios, mediante la conformación de veedurías
ciudadanas u otros mecanismos de participación social; […]”.179
Los señalamientos jurídicos emanados por la Constitución y sus derivadas leyes
dan valor a la lucha de los movimientos sociales, que en el área de la salud juegan un rol
determinante. Estos reconocimientos abren un camino amplio y esperanzador en la
disputa por el involucramiento del ciudadano en la protección de su propia existencia,
175
Ibíd.
176
Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), La equidad en la mira, 285.
177
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 61.
178
Ibíd., art. 85.
179
Ecuador, Ley Orgánica de Salud, art. 7.
108
Es necesario cambiar las percepciones por las cuales se produce un Estado de casi nula
relación entre los actores institucionales de la salud y la comunidad, entre ellas, la
percepción que mira a la ciudadanía como “población beneficiaria de asistencia” y no
como ciudadanía sujeta de derechos, lo que impide una comunicación de doble vía y un
diálogo constructivo sobre acciones/soluciones a los problemas de salud-enfermedad
colectiva.182
180
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 11, núm. 8.
181
Universidad de Cuenca et al., Memorias. Encuentro internacional por el derecho de los pueblos
a la salud y la vida (Cuenca, 2009), 12.
182
Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos INRED, ¿Un derecho enfermo? La
salud en el Ecuador., 178.
109
alimentación, agua y otros, nos permitan reactivar la lucha social, instrumento clave en
los cambios jurídicos venideros. En este sentido, Breilh y otros, han manifestado:
Los caminos de la reforma son múltiples y nunca se agota la creatividad de los pueblos
que se ponen en marcha para conquistar su autarquía y bienestar. Una vez roto el círculo,
estrecho e irracional, impuesto por los grupos dominantes y la lógica de reparto de las
migajas con la que se administra hoy la lógica de servicios de salud que se ofrece a los
sectores populares, está históricamente demostrado que la reacción favorable de las
condiciones de salud y el mejoramiento de los servicios no tardan en producirse. Lo que
se necesita fundamentalmente es: fuerza social movilizada, masificación de la
consciencia crítica sobre la realidad y poder técnico para utilizar los recursos humanos
y equipamiento.183
183
Breilh et al., Deterioro de la vida, 28:157. Énfasis añadido.
184
Breilh, “El nuevo pensamiento crítico latinoamericano y el desarrollo de la justica y los
derechos en salud” (ponencia, Honorable Senado de la Nación de Argentina, Palacio Legislativo, Mar del
Plata, 12 de marzo de 2013).
110
sanación que son producto de años de experiencia empírica que hoy debe ser valorada por
la sociedad y recogida por el ordenamiento jurídico.
El reto de interculturalidad en el Ecuador, representa no sólo el reconocimiento de
las diferentes culturas y saberes que habitan en el territorio, sino que constituye una forma
contrahegemónica y anticapitalista de mirar a las enfermedades. Si bien en la presente
investigación se aborda la necesidad de llevar a cabo un presupuesto público responsable
y jurídicamente más ordenado y controlado, es claro que esta situación no erradicará por
completo los problemas de salubridad en el Ecuador. En este sentido, al tratarse de un
problema de capital, es también permitido pensar en formas no capitalistas de abordar el
problema de la salubridad desde los conocimientos ancestrales.
Según Oswaldo Salaverry, “La interculturalidad en salud […] se desarrolla como
respuesta a reivindicaciones de pueblos indígenas y de su derecho a la identidad cultural;
pero también corresponde a una tendencia global de incorporar el derecho a la diferencia,
que distingue y propicia la convivencia entre distintos grupos culturales en un mismo
territorio”.185 Es decir, el reconocimiento de la diversidad cultural desencadena también
en la diversidad de prácticas médicas que han de adaptarse en el sistema nacional de salud
y a la formación académica de los profesionales de esta área.
La Constitución ecuatoriana ha realizado varios aportes normativos sobre esta
práctica de salud. El artículo 362 manda: “La atención de salud como servicio público se
prestará a través de las entidades estatales, privadas, autónomas, comunitarias y aquellas
que ejerzan las medicinas ancestrales alternativas y complementarias. […]”.186 Además,
el artículo 363, numeral 4, sobre las responsabilidades del Estado, indica que el mismo
deberá: “Garantizar las prácticas de salud ancestral y alternativa mediante el
reconocimiento, respeto y promoción del uso de sus conocimientos, medicinas e
instrumentos”.187
En este sentido, la Constitución del Ecuador a través de dichas disposiciones
reafirma el principio de interculturalidad como uno de los elementos rectores del sistema
de salud. Además, el propio Estado tiene la tarea de garantizar la práctica de la salud
basada en conocimientos ancestrales o alternativos.
185
Oswaldo Salaverry, Interculturalidad en Salud (Perú, 2010), 80,
http://www.ins.gob.pe/insvirtual/images/artrevista/pdf/rpmesp.2010.v27.n1.a13.pdf.
186
Ecuador, Constitución de la República del Ecuador, art. 362. Énfasis añadido.
187
Ibíd., art. 363. Énfasis añadido.
111
[S]i la meta es brindar atención digna y de calidad para todos los pacientes, es necesario
dinamizar tanto las mentes como las estructuras. Pero mientras en el campo de la medicina
la categoría “cultura” no deje de ser percibido como algo exótico, apto para excluirlo, por
ejemplo, en “sistemas” e instituciones paralelas a la “medicina académica”, queda mucho
por hacer.189
188
Salaverry, Interculturalidad en Salud, 93.
189
Michael Knipper, Salud e interculturalidad en América Latina: antropología de la salud y
crítica intercultural, coord. Gerardo Fernández Juárez, 1. ed (Quito: Ediciones Abya-Yala, 2006), 427.
112
construcción de este modelo de Estado. El caso específico del derecho a la salud no escapa
a dicha importancia pues si algo queda claro, es que el constituyente del año 2008, dio un
valor trascendental a la protección de este derecho desde distintas aristas que desbordan
la atención del cuerpo humano como único foco de acción y explora nuevas formas de
salud, desde la protección de derechos conexos, el ámbito social como es la concepción
de salud desde una mirada de género y el reencuentro con prácticas ancestrales e
interculturales.
La Constitución si bien recoge un gran articulado de aspiraciones sociales sobre
el tema de la salud, debe quedar claro que estas situaciones jurídicas no podrán hacerse
realidad sin inversión pública, pues el sistema económico actual exige dinero a cambio
de derechos. Esta aseveración pueda sonar fuerte y un tanto desproporcionada, pero la
realidad nos muestra que seguimos cultivando un sistema de salud tercermundista, donde
el rico puede costearse todos los costos de salud, pero el pobre o de clase media, padece,
sufre y hasta muere a causa de su falta de recursos para el tratamiento de sus
enfermedades.
En este sentido, sin el ánimo de sonar extremista y con la clara convicción de que
existen formas alternativas de hacer frente al sistema capitalista que hoy domina, mientras
dichas prácticas sean revalorizadas y sobre todo adaptadas al modo de vida actual, el
presupuesto y su organización jurídica constituye la principal vía para avanzar hacia el
desarrollo de un sistema de salud de calidad. La Constitución y sus leyes, no deben ni
pueden manipular la aprobación realizada al presupuesto general del estado.
Sin embargo, para alcanzar un verdadero control al presupuesto público, no basta
con tener un protocolo de aprobación anual de ingresos y gastos del Estado normado en
la Constitución, sino que, para que el mismo surta efecto, debe permitirse que esté sujeto
al control judicial y ciudadano. Esta situación en el Ecuador, no es una discusión jurídica
recientemente abordada sino que data de alrededor de cuarenta años atrás, en donde el
presupuesto era aprobado mediando ley y desde el seno de dichas normas, se estructuraba
la ejecución del mismo.
En este contexto, resulta pertinente indicar que si bien a nivel constitucional el
presupuesto del Estado en materia de salud proviene de fuentes permanentes de ingresos
y preasignaciones presupuestarias, los datos estadísticos nos muestran que la inversión en
dicha área es deficiente lo cual ha desencadenado en un sistema de salud en crisis, prueba
de ello, se menciona lo siguiente:
113
- La fuga de cerebros que sufre al país a causa de que las aspiraciones salariales de
los médicos superar las posibilidades económicas del país.
- La concentración de los hospitales principalmente en el área urbana, relegando al
área rural a la atención de centros de atención extremadamente básicos en sus
implementos médicos, en los cuales muchas de las veces, ni siquiera se pueda
atender una emergencia.
- La falta de sinergia y organización institucional a nivel de toda la red de salud
pública, provocando demoras en la atención, situación que además es el resultado
de la falta de profesionales en el área.
- Las últimas denuncias sociales de entrega de medicación caducada o a punto de
caducar, que muestra una clara falta de planificación y administración respecto
del uso de las medicinas.
- La actual situación que vive los ciudadanos de la provincia de Esmeraldas, quienes
con el arribo del buque hospital de la armada de Estados Unidos han mostrado la
gran necesidad que existe en provincias fronterizas respecto del acceso a la salud.
Filas de más de dos kilómetros de gente con diferentes dolencias y/o
enfermedades, solicitando un turno para ser atendidos.
- Los graves escándalos de corrupción que han salido a la luz en los últimos años,
lo cual es señal clara de que los recursos públicos han sido desviados ilegalmente
de forma inescrupulosa, dejando en situación de gravedad la protección de
derechos por parte del Estado.
En este sentido, la verdadera garantía del derecho a la salud requiere de un
presupuesto público real y un sistema de salud comprometido, que el dinero no se quede
programado o proyectado en el rubro de gastos, sino que a través de una ley, dichas
proyecciones puedan convertirse en realidades a través de una ejecución veraz, controlada
y responsable.
del reconocimiento de que existen formas alternativas de tratar el tema de la salud, sino
que estás formas deben ser implementadas a través de políticas públicas que incentiven
su uso en la medicina “científica”, pues este uso si bien nace de una base empírica, su
práctica histórica, está llena de contenido que permite mirar a la salud intercultural como
una de las formas lógicas que desde la sabiduría ancestral, contribuirá a la erradicación
de factores que fomentan las enfermedades.
Queda claro por lo tanto, que la salud no es una cuestión de simple acción sobre
el cuerpo humano. La prevención, curación, mitigación y/o erradicación de
enfermedades, tiene que ver con factores de múltiples disciplinas de estudio. En este
punto, la importancia presupuestaria es aún más predominante, pues no sólo se enfrenta
a contratar más profesionales de la salud, construir hospitales, comprar medicinas o
promover la investigación, esto tiene una connotación mayor, y es que es necesario
invertir en todas aquellas áreas desde donde se están reproduciendo y/o anidando las
enfermedades, verbigracia sistemas de alcantarillado y agua potable, gestión de la basura,
educación para la alimentación, huertos orgánicos, trabajo social, respecto a las prácticas
de salud intercultural y conocimientos ancestrales, contaminación ambiental,
sobrepoblación en el área urbana, deforestación, entre otros.
Por lo tanto, el derecho a la salud, como cualquier otro derecho, es
interdependiente del cumplimiento de los demás derechos, además, exige acciones
interdisciplinarias, tendientes a observar a la salud como un todo que requiere de una serie
de acciones sociales, que de ninguna manera escapan a la integración que debe hacer el
derecho a su normativa legal.
Una vez expuestos todos aquellos retos interdisciplinarios que requiere el derecho
a la salud para su verdadera garantía, es necesario acotar algunas perspectivas que desde
el ámbito jurídico pueden contribuir en lo posterior a una mejor gestión del sistema de
salud.
Es pertinente mencionar que la presente investigación no pretende menoscabar el
ordenamiento jurídico y la estructura de salud levantada en los últimos años. Sin embargo,
al tiempo que se hace una crítica se debe también dejar sentado las bases sobre las cuales
116
Las exposiciones aquí realizadas son tan sólo el punto de partida que pretende
instaurar el debate respecto de la salud pública y el presupuesto asignado al mismo, pues
son varias las situaciones que aún deben ser analizadas a nivel del país respecto de cómo
alcanzar un sistema de salud que sea respetuoso de las tradiciones culturales, formas de
vida, nuevos avances de la ciencia y la investigación, y que a su vez, cuente con un
presupuesto participativo, sujeto al control, atado a una planificación para el desarrollo y
sobre todo, amparado a través de la ley. Además, esta temática sienta las bases para pensar
no sólo desde el punto de vista de la legalidad que brinda la ley, sino que se podría pensar
también en la actual capacidad que brinda la Constitución para interponer acciones de
tipo constitucional como la acción por incumplimiento, en este caso, por la inminente
vulneración de las normas del sistema jurídico, por lo tanto queda planteado un reto para
el constitucionalismo ecuatoriano.
Si bien el futuro sigue siendo un ámbito de exploración muy incierto, es
importante dejar sentado los cimientos que contribuirán a construir a través de un amplio
debate, un verdadero Estado constitucional de derechos y justicia.
119
Conclusiones
obligación positiva del Estado exige esfuerzos superiores a los comúnmente adoptados
cuando se creía que bastaba con no obstruir la libertad de acceder a un derecho, sino que
esta vez, el Estado debe preocuparse por hacer que el derecho se cumpla.
1.4. El presupuesto público en el Estado constitucional ecuatoriano exige
desbordar la formalidad jurídica de aprobación que inviste a su calidad actual. Es por ello
que la discusión del control presupuestario no debe agotarse en la atribución dada a la
Asamblea, sino que debe ser tomado como un instrumento de finanzas públicas que debe
ser ampliamente debatido y plasmado en la ley, que permita que los órganos de justicia y
la propia ciudadanía ejerzan control sobre el mismo.
1.5. La salud es un modo de vida que debe ser atendida en forma integral desde su
ámbito, social, cultural, económico y político. La importancia que posee la acción del
Estado sobre la protección de dicho derecho, tiene que ver con tener una población
saludable en el ámbito físico y psicológico, para de esta forma contribuir al desarrollo del
país. Se debe pensar por lo tanto, que una población sana es sinónimo de progreso social.
1.6. La concepción que aborda el concepto de salud como lo opuesto a
enfermedad, es una práctica que si bien ya ha sido desechada y replanteada desde el nivel
constitucional, aún no ha sido interiorizada directa o indirectamente por las entidades y
profesionales de la salud. Los niveles de salubridad no pueden ser evaluados desde la
unidimensionalidad, pues lo resultados individuales de salud no son las aspiraciones
reales de modelo de Estado constitucional, la única forma de dar sentido al derecho a la
salud tiene que ver con los retos multidimensionales que otorgan resultados de impacto
general a través de acciones colectivas.
1.7. La crítica al actual sistema de salud con la cual concluye esta investigación,
tiene que ver en primer lugar con los pocos elementos con los que cuenta la población
para poder exigir un verdadero acceso al derecho a la salud. No se puede esperar que la
Constitución sea el núcleo de la solución de problemas, pues la gran mayoría de la
sociedad poco o nada sabe respecto de cómo interponer acciones constitucionales que
permitan la reivindicación de sus derechos. La garantía tiene que venir dada a través de
acciones positivas por parte del Estado, y esa garantía no es otra cosa más que regular la
protección de derechos a través de la inversión oportuna, veraz y responsable.
122
123
Bibliografía
Gargarella, Roberto. Recuperar los derechos sociales. Editado por Cass Sunstein. Revista
de libros de la Fundación Caja Madrid, núm. 99 (2005): 17–20.
Gloppen, Siri, y Mindy Jane Roseman. La lucha por los derechos de la salud: ¿puede la
justicia ser una herramienta de cambio?. Coordinado por Alicia Ely Yamin.
Primera edición. Derecho y política. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores,
2013.
González-Blanch Roca, Francisco. La gestión del presupuesto del Estado. Madrid:
Servicio de Publicaciones, Universidad Complutense, 2000.
Groves, Harold. Finanzas públicas. Primera edición. México: Editorial F. Trillas S.A.,
1965.
Higgins, Benjamín. Planificación de las Asignaciones para el Desarrollo Social.
Investigación Económica 31, núm. 123 (1971): 595–617.
Holmes, Stephen, y Cass Sunstein. El costo de los derechos: por qué la libertad depende
de los impuestos. Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 2012.
Jarach, Dino. Finanzas públicas y derecho tributario. Buenos Aires, Argentina: Abeledo
Perrot, 2003.
Jaramillo, Esteban. Tratado de la ciencia de la hacienda pública. Séptima edición.
Bogotá: Editorial Temis, 1974.
Knipper, Michael. Salud e interculturalidad en América Latina: antropología de la salud
y crítica intercultural. Editado por Gerardo Fernández Juárez. 1. ed. Quito:
Ediciones Abya-Yala, 2006.
López Murcia, Julián Daniel, Alfredo Bateman Serrano, Juliana María Vengoechea
Barrios, y Juanita María López Patrón. La garantía de los derechos sociales.
Colección Profesores. Pontificia Universidad Javeriana, No. 46. Bogotá: Ibañez,
2009.
Martín, José María. Ciencia de las finanzas públicas. Buenos Aires: Ediciones
Contabilidad Moderna, 1976.
Martínez Lago, Miguel Angel. Ley de presupuestos y constitución: sobre las
singularidades de la reserva de ley en materia presupuestaria. Madrid: Editorial
Trotta, 1998.
Martínez Lago, Miguel Ángel, y Leonardo García de la Mora. Lecciones de Derecho
Financiero y Tributario. Madrid: Iustel, 2010.
Ministerio de Economía y Finanzas. Información General de Estadísticas del PGE.
Ecuador, 2013. https://www.finanzas.gob.ec/wp-
127
content/uploads/downloads/2017/06/Ficha-Informativa-Operaci%C3%B3n-
Estad%C3%ADsticas-Presupuestarias.pdf.
Mordeglia, Roberto. Manual de Finanzas Públicas. Buenos Aires: AZ Editora S.A., 1977.
Navas Alvear, Marco. "El concepto de Estado en la Constitución Ecuatoriana". En Hitos
de la Constitución ecuatoriana. Coordinado por Vicente Manuel Solano Paucay
y Marcelo Sebastián Aguilera Crespo. Primera Edición. Editorial Universitaria
Católica (EDÚNICA), 2018.
Noguera Fernández, Albert. La igualdad ante el fin del Estado Social. Propuestas
constitucionales para construir una nueva igualdad. Libros del ciudadano.
Madrid: Ediciones Sequitur, 2014.
Oliva Blázquez, Francisco. “La justiciabilidad del derecho a la salud: desarrollos,
retrocesos y tareas pendientes”. En Derecho Económico Contemporáneo. Editado
por María Elena Jara Vásquez. Primera Edición. Serie Estudios Jurídicos 39.
Quito: Corporación Editora Nacional - Universidad Andina Simón Bolívar, 2017.
Organización Panamericana de la Salud. Financiamiento de la salud en las Américas,
2017. https://www.paho.org/salud-en-las-americas-
2017/?post_t_es=financiamiento-de-la-salud-universal.
———. Résumé du pays: Ecuador, 2017. https://www.paho.org/salud-en-las-americas-
2017/?page_t_es=informes-de-pais/ecuador.
Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS). La equidad en la mira: la salud
pública en Ecuador durante las últimas décadas. Quito: Noción, 2007.
Peña Freire, Antonio Manuel. La garantía en el Estado constitucional de derecho.
Colección Estructuras y procesos. Madrid: Trotta, 1997.
Petrei, Humberto. Presupuesto y control: pautas de reforma para América Latina.
Washington, DC: Banco Interamericano de Desarrollo, 1997.
Pizzorusso, Alessandro. Cuadernos Monográficos de Teoría del Estado, Derecho Público
e Historia Constitucional. Junta General del Principiado de Asturias. Universidad
de Oviedo. Fundamentos Nro. 4. España, 2006.
Ponce, Thalíe. Ecuador se libró de la amenaza de 4 enfermedades. Diario El Comercio.
el 24 de octubre de 2014. https://www.elcomercio.com/tendencias/ecuador-
enfermedades-ops-oms-amenaza.html.
Puentes González, Germán. El presupuesto en el marco de la planeación financiera.
Consultado el 8 de mayo de 2018.
128
http://www.digitaliapublishing.com/a/46561/el-presupuesto-en-el-marco-de-la-
planeacion-financiera.
Restrepo, Juan Camilo. Hacienda pública. 9a ed. Bogotá: Universidad Externado de
Colombia, 2012. http://www.digitaliapublishing.com/a/40082/hacienda-publica--
9a-ed.-.
Rico Calvano, Florentino, Andrés Villanueva Imitola, y Florentino Rico Fontalvo.
Hacienda Pública. Instrumento para el Desarrollo Económico y Social.
Barraquilla: Ediciones Universidad Simón Bolívar, 2009.
Ronconi, Liliana. Derecho a la salud: un modelo para la determinación de los contenidos
mínimos y periféricos. Salud Colectiva 8 (agosto de 2012): 131–49.
Salaverry, Oswaldo. Interculturalidad en Salud. Perú, 2010.
http://www.ins.gob.pe/insvirtual/images/artrevista/pdf/rpmesp.2010.v27.n1.a13.
pdf.
San Sebastián, Miguel, Anna-Karin Hurtig, Jaime Breilh, y Arturo Quizhpe Peralta. El
Movimiento de Salud de los Pueblos: salud para todos ya. Revista Panamericana
de Salud Pública 18 (julio de 2005): 45–49.
Sastre, Núria, Rafael Lillo García, Fernano Rey, Juan Carlos Aguilar, Fernando Aguilera,
Asunción Portabella, Carlos Eymar, et al. La justicia vista por jueces y abogados.
El Ciervo 55, núm. 668 (2006): 12–18.
Secretaria Nacional de Desarrollo. Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021.Toda una
Vida. Aprobado mediante Resolución N.o CNP-003-2017. Quito, 2017.
Storini, Claudia. “Obligaciones del estado y efectividad de los derechos sociales en el
nuevo constitucionalismo latinoamericano”. En Derecho Económico
Contemporáneo. Editado por María Elena Jara Vásquez. Primera Edición. Serie
Estudios Jurídicos 39. Quito: Corporación Editora Nacional - Universidad Andina
Simón Bolívar, 2017.
Torres Contreras, Gerardo. Buen Vivir: dimensiones y retos desde la métrica. Universidad
de Oxford, Departamento de Desarrollo Internacional. Oxford, s/f.
http://www.ecuadorencifras.gob.ec/documentos/web-
inec/Estudios%20e%20Investigaciones/Medias_buen_vivir/10.%20Buen_vivir-
Dimensiones_retos.pdf.
Troya Jaramillo, José Vicente. El derecho del gasto público. Especial referencia a los
derechos económicos, sociales y políticos. Bogotá, Colombia: Editorial Temis
S.A, 2014.
129
Troya, José Vicente. “Los derechos económicos, sociales y culturales frente al gasto
público en los órdenes nacional e internacional”. En Derecho Económico
Contemporáneo. Editado por María Elena Jara Vásquez. Primera Edición. Serie
Estudios Jurídicos 39. Quito: Corporación Editora Nacional - Universidad Andina
Simón Bolívar, 2017.
Universidad de Cuenca, Universidad de Ottawa, Movimiento para la Salud de los
Pueblos, Consejo Andino de Salud, y Organización Panamericana de Salud.
Memorias. Encuentro internacional por el derecho de los pueblos a la salud y la
vida. Cuenca, 2009.
Uprimny, Rodrigo. Independencia judicial en América Latina: ¿De quién? ¿Para qué?
¿Cómo? Editado por Germán Burgos Silva. Textos de aquí y ahora. Bogotá,
Colombia: Instituto Latinoamericano de Servicios Legales Alternativos, ILSA.,
2003.
Uprimny, Rodrigo, y Villegas García. La Reforma a la Tutela. ¿Ajuste o Desmonte?
Universidad de los Andes. Revista de Derecho Público. Bogotá, Colombia, 2002.
Valenzuela Contreras, Luis Marcel. La salud desde una perspectiva integral. Revista
Universitaria de la Educación Física y el Deporte., Nro. 9. Montevideo, Uruguay,
2016. file:///C:/Users/JULIO/Downloads/Dialnet-
LaSaludDesdeUnaPerspectivaIntegral-6070681.pdf.
Vélez Arango, Alba Lucia. Nuevas Dimensiones del Concepto de Salud: El Derecho a la
Salud en el Estado Social de Derechos. Universidad de Caldas. Hacia la
Promoción de la Salud. Colombia, 2007.
http://www.scielo.org.co/pdf/hpsal/v12n1/v12n1a05.pdf.
Villegas, Héctor Belisario. Manual de finanzas públicas: la economía jurídicamente
regulada del sector público en el mundo globalizado. Buenos Aires: Ed. Depalma,
2000.
Zagrebelsky, Gustavo. El derecho dúctil: ley, derechos, justicia. Clásicos de la cultura 4.
Madrid: Editorial Trotta : Comunidad de Madrid, Consejería de Educación y
Cultura, 1995.
Zapico Goñi, Eduardo. ¿De Burócratas a Gerentes? Las Ciencias de la Gestión
Aplicadas a la Administración del Estado. Editado por Carlos Losada.
Washington, DC: Banco Interamericano de Desarrollo, 1999.
130
131
Anexos
Anexo 4: Resultado de inversión y gasto en el sector salud periodo 2008 – 2017, y su relación con el PIB del Ecuador
Resultado Resultado Resultado
Ingresos Sector Salud Ingresos Sector Salud Gastos Sector Salud Gastos Sector Salud Resultado
Año PIB Ecuador sobre el sobre el sobre el
(inicial) (percibido) (Inicial) (Percibido) sobre el PIB
PIB PIB PIB
2008 $ 61.762.635.000.000 $ 2.679.178.282,20 0.43 % $ 566.663.792,51 0.09 % $ 8.862.175.225,32 1.43 % $ 4.553.944.080,32 0.74 %
2009 $ 62.519.686.000.000 $ 1.040.248.630,08 0.17 % $ 379.522.958,77 0.06 % $ 12.685.815.304,44 2.03 % $ 5.119.730.133,75 0.82 %
2010 $ 69.555.367.000.000 $ 408.573.576,84 0.06 % $ 311.646.358,82 0.04 % $ 14.933.935.403,40 2.15 % $ 6.079.678.436,20 0.87 %
2011 $ 79.276.664.000.000 $ 350.901.757,44 0.04 % $ 309.203.787,93 0.04 % $ 16.976.030.532,48 2.14 % $ 7.228.614.538,38 0.91 %
2012 $ 87.924.544.000.000 $ 416.360.827,32 0.05 % $ 321.284.104,72 0.04 % $ 21.310.011.725,04 2.42 % $ 9.346.210.352,54 1.06 %
2013 $ 95.129.659.000.000 $ 416.360.827,32 0.04 % $ 474.124.786,41 0.05 % $ 21.310.011.725,04 2.24 % $ 11.333.524.662,38 1.19 %
2014 $ 101.726.331.000.000 $ 343.881.276,12 0.03 % $ 318.299.966,16 0.03 % $ 29.162.240.891,16 2.87 % $ 12.041.349.404,86 1.18 %
2015 $ 99.290.381.000.000 $ 366.511.860,00 0.04 % $ 463.551.326,44 0.05 % $ 34.950.109.209,12 3.52 % $ 13.151.935.133,99 1.32 %
2016 sd $ 99.937.696.000.000 $ 349.926.157,44 0.04 % $ 435.325.356,77 0.04 % $ 28.692.181.886,88 2.87 % $ 13.148.309.303,85 1.32 %
2017 prov $ 104.295.862.000.000 $ 349.926.157,44 0.03 % $ 339.341.687,88 0.03 % $ 28.692.181.886,88 2.75 % $ 15.807.475.583,05 1.52 %