Derechos Humanos

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CURSO: DERECHOS HUMANOS- Sección 50026

ENSAYO LOS
PRINCIPIOS DE LOS
DDHH Y LAS
CARACTERÍSTICAS DE
LOS DDHH
ALUMNA: ESPIRITU ROMERO JHADINY MARILI

2024
PRINCIPIOS DE LOS DERECHOS HUMANOS Y LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS
DERECHOS HUMANOS

I. INTRODUCCION

Los derechos humanos se rigen por cinco principios normativos: la libertad, la igualdad, la
dignidad, así como la Justicia y el bien común. Los dos primeros son concebidos a título universal
y la mayor parte de los tratadistas occidentales han considerado la libertad como un valor
supremo. Libertad e igualdad necesitan ser ponderados ya que, si predomina en exceso la libertad
puede disminuir la igualdad y si, por el contrario, la balanza se inclina por la igualdad, puede ser a
costa de la libertad (liberalismo sin limitaciones y socialismo autoritario). La dignidad es un
principio aglutinador que hace referencia a la consideración del ser humano con una naturaleza
propia y singular. La Justicia y el bien común aluden al aspecto social del hombre. Como posibles
características clásicas de los derechos humanos encontramos la universalidad, su carácter
absoluto y su carácter inalienable. En este estudio acometemos estos caracteres, sus limitaciones
y consideraciones realizadas por la doctrina más relevante.
Los derechos humanos se crearon para que la sociedad pueda vivir con condiciones básicas, en
donde pueda existir un progreso integral de las personas en sus diferentes etapas; por ello, se
instauró la declaración de los derechos humanos, que fue aprobada y proclamada el 10 de
diciembre de 1948. Ahora bien, se puede decir que la declaración es uno de los primeros
documentos en donde su objetivo principal es la protección de la vida de todas las sociedades a
nivel universal, buscando que se respete la legitimidad de goce de sus derechos, es así que dentro
de esta temática se complementa los derechos civiles y políticos y los derechos económicos,
sociales y culturales sin dejar a un lado que dentro de estos derechos también existen
obligaciones.
El presente ensayo tiene como objetivo interpretar las principales características que se
encuentran establecidas en la declaración universal de los derechos humanos, los cuales cumplen
un papel fundamental en cuanto a su desarrollo de la vida de las personas, tomando en cuenta
que algunas de esas características son de debate, debido a que el hombre cuanta con una
singularización en su razón, voluntad, autonomía, igualdad e historicidad.
Finalmente, se establece que los derechos humanos son el conjunto de atribuciones
reconocidas por instrumentos jurídicos, para que de esta manera se pueda hacer efectivas cada
uno de los ideales que permitan que las personas cuenten con dignidad, es de esta forma permite
que las características se relaciones entre sí, contando con una interpretación de las culturales,
sin embargo, se recalca que en ciertas ocasiones que las características según la inclinación
internalizado en las diferentes métodos legislativos.
II. DESARROLLO
La declaración universal de los derechos humanos es un instrumento que permite el desarrollo de
la justicia y la libertad, ya que son atribuciones que desde su nacimiento tienen los seres humanos,
el estado por su parte, no podrá destruir y restringir sus derechos, deben comprometerse en
respetar de forma absoluta los derechos individuales y lograr progresivamente la efectividad
y aplicabilidad de esos derechos, acogiéndoles en su normativa interna como derechos
constitucionales o fundamentales y efectivizarlos (Sigcha Chigue, 2020).

1. PRINCIPIOS NORMATIVOS DE LOS DERECHOS HUMANOS


Los valores que informan en mayor medida y contribuyen al despliegue de los diferentes derechos
humanos son la dignidad, la libertad y la igualdad. Existen otros valores como la paz, la seguridad,
o el pluralismo jurídico, pero estos, en última instancia, pueden reconducirse a los anteriores.

1.1. El principio de libertad: La libertad ha constituido el principio aglutinante de los restantes


derechos, incluso identificándose, en muchas ocasiones, con los propios derechos humanos. La
libertad natural se ha entendido en el iusnaturalismo moderno como la poseída por el hombre en
el estado de naturaleza, al contrario de la libertad en la sociedad civil después de instituir el Estado
y el Derecho.
La libertad en sentido jurídico significa el poder o facultad de obrar, que se fundamenta en la
naturaleza del hombre para el cumplimiento de sus finalidades y es reconocida por el Derecho con
ocasión de la regulación de las relaciones sociales. La idea de libertad es inescindible del Derecho,
ya que éste limita la libertad existencial o natural. La libertad no es ni absoluta ni abstracta, como
se entiende desde una postura liberalista. Requiere de la existencia de instituciones sociales y
jurídicas, con la finalidad de conciliarla con el orden.

1.2 El principio de igualdad: El principio de igualdad hace alusión a que todos los hombres poseen
la misma naturaleza y dignidad. El Estado debe garantizar un mínimo de vida que le corresponde
a su dignidad como ser humano. La igualdad se refiere a la obtención de seguridad económica,
participación en las funciones públicas, igualdad de oportunidades y de acceso a la educación y
la cultura. No es posible una igualdad efectiva social y económica, aunque es necesario suprimir
condiciones favorables arbitrarias. En las diferentes etapas históricas ha tenido mayor relevancia,
ya sea la libertad (individualismo y liberalismo), ya sea la igualdad (económica, social y política).
En los derechos humanos subyace la tensión entre el Hombre y el Estado, ya que tienen el aspecto
de la consideración del hombre, individualmente considerado, pero también desde la perspectiva
social (el hombre es un ser social por su propia naturaleza). En cuanto a la primera dimensión, el
hombre, en cuanto persona, constituye un valor absoluto. No obstante, no hay que descuidar el
aspecto social del hombre, si bien la sociedad, el Estado, constituye un medio y no un fin para el
hombre.
1.3. El principio de dignidad: Los valores sobre los que se asientan los derechos humanos son
la dignidad, la libertad y la igualdad. La dignidad es valor fundamental del aspecto individual del
hombre como persona, y en el que parecen asentarse la mayor parte de las declaraciones. La
dignidad del hombre es el fundamento de su autodeterminación, ya que el hombre es un ser libre,
en base a su razón humana y no se encuentra predeterminado por la naturaleza indefectiblemente.

1.4. Justicia y Bien Común: Otro aspecto del ser humano es su dimensión social. Desde esta
perspectiva los valores fundamentales son la Justicia y el Bien común. La justicia, como valor
jurídico, es el fin al que el Derecho tiende y armoniza los fines individuales y los sociales. El bien
común no es individual, sino social, aunque facilita la obtención de bienes individuales. Tampoco
es el bien de todos o suma de bienes particulares, ya que la sociedad tiene una función propia que
cumplir y es supra individual; está por encima del tiempo y del espacio.

2. CARACTERES DE LOS DERECHOS HUMANOS


Los tres rasgos fundamentales que la tradición doctrinal les adjudica a estos derechos son:
2.1. Universalidad: A través de este principio se considera que todas las personas tienen derecho
a disfrutar del contenido de los derechos humanos. Simplemente por el hecho de ser persona,
como requisito mínimo, es suficiente para reconocer su extensión universal, al margen de
cualquier otra circunstancia. Existe una incompatibilidad conceptual al afirmar simultáneamente
que los derechos humanos son universales y que son un producto de un ordenamiento jurídico
positivo porque la condición de sujeto de un sistema jurídico excluye esta noción de universalidad
a no ser que se pretenda argumentar la existencia de un sistema jurídico positivo cuyas normas
fueran universales y resulta evidente que esta posibilidad hoy en día y por ahora no deja de ser
una condición utópica, es por esto por lo que se ha considerado más apropiado situar a los
derechos humanos en el ámbito de la ética considerándolos más como derechos morales y no
como derechos legales.

2.2. Carácter absoluto


Significa que nadie puede reducir estos derechos justificadamente. Esta idea hace referencia
directa a lo que habitualmente se llama importancia de los Derechos humanos. Lo que late tras
esta condición de Derechos Absolutos o Derechos importantes es la idea de fuerza, o sea de
exigencia moral fuerte. Con ello se hace referencia al carácter urgente de los derechos humanos.
Esa fuerza deriva necesariamente del bien, de la situación o estado de cosas que se trata de
proteger con ese derecho. Esta fuerza característica procede de la idea de que estos derechos son
la expresión de bienes de particular relevancia para los seres humanos.
Algunos autores han considerado que los derechos humanos están unidos a la idea de derecho
absoluto que refuerza la idea de universalidad. Los derechos humanos serían los que tienen todos
los miembros del ámbito de universalidad porque nadie puede rehusar el reconocimiento de estos
derechos y de las exigencias de dignidad basadas en ellos. Por esta vía se llegó a la crítica
realizada por J. BENTHAM tachándolos de “sin sentido en zancos”.

2.3. Carácter inalienable


Es muy frecuente que esta condición o propiedad que se predica de los derechos humanos se
confunda con las dos anteriores, de tal manera que algunos estudios del tema identifican la
inalienabilidad con el carácter absoluto o con la universalidad. Al hablar de la inalienabilidad
adoptamos la perspectiva o punto de vista de aquellas personas que son titulares del derecho,
más que el del que lo ha de respetar. Un derecho es inalienable cuando su titular no puede perderlo,
con independencia de lo que haga o de cómo le traten los demás, incluso si éstos están
justificados para no concederle lo que demanda en ejercicio de su derecho. Los derechos como
inalienables no se pueden rechazar ni siquiera de forma voluntaria; en este sentido, por ejemplo,
nadie podría ser esclavo de forma voluntaria. En definitiva, los derechos inalienables (a diferencia
de los absolutos que son los que no pueden ser justificadamente restringidos) son aquellos que
no se pueden perder.

III. CONCLUSION
• Durante el último medio siglo, los derechos humanos han ido adquiriendo cada vez un
mayor reconocimiento y aceptación. Sin embargo, es especialmente ahora cuando la
retórica debe dar sus frutos. Cuando la situación se hace ya insostenible es cuando el
auténtico valor de los derechos humanos se manifiesta como algo francamente
irrenunciable. Frente al pensamiento único, frente a los dogmas de la tecnocracia y de los
mercados desregulados, debemos reclamar el valor de la democracia y de lo público,
tanto desde la Ecclesia (instituciones públicas que rinden cuentas ante la sociedad) como
desde el Agora (espacios públicos y abiertos a la participación ciudadana).
• Los poderes públicos tienen la gran responsabilidad de impedir que la crisis económica
se convierta en una crisis de derechos humanos. El saneamiento del sistema financiero,
la reducción de la prima de riesgo y el cumplimiento de los objetivos del déficit no pueden
realizarse a expensas de los derechos humanos. Es en periodos de tormenta cuando los
poderes públicos deben hacer valer su liderazgo para responder a las necesidades de la
ciudadanía. Es el momento de decidir si la salud, la vivienda, la educación o la expresión
de ideas en público son derechos humanos o meros privilegios reservados para tiempos
de bonanza económica.
• Es bien sabido que el ideograma chino para la palabra “crisis” combina dos significados:
peligro y oportunidad. Está en manos de los responsables públicos aprovechar esta
oportunidad para reivindicar la libertad y la dignidad con más vigor que nunca.
• La idea de que todas las personas, por el mero hecho de serlo, son titulares de una serie
de derechos inalienables es hoy por hoy comúnmente aceptada en las sociedades
democráticas y es inspiradora de nuestro ordenamiento jurídico. Además de su atractivo,
esta idea tiene una serie de consecuencias prácticas y genera unas obligaciones
fundamentales para los poderes públicos.

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