El Periquillo Sarniento

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

El periquillo Sarniento.

Acto 1.
Escena: Casa de la familia de Pedro.

Narrador: La familia de Pedro se encuentra reunida, lista para ver partir a su hijo
rumbo a la educación escolar.

Mamá: Que te vaya bien, hijo. Cuídate mucho.

Papá: Pórtate bien.

Pedro: Claro, lo haré. Adiós. (Se despide)

Narrador: Pedro toma camino hacia la escuela, en su cara denota felicidad y alegría
por aprender. Al llegar a la escuela, saluda a su maestro y toma asiento en su lugar
asignado.

Escena: Salón de clase.

Alumno: ¡Hey! ¿Cómo te llamas?

Pedro: Me llamo Pedro, un gusto.

Alumno: Para diferenciarte de los demás “Pedros”, te llamaremos Periquillo,


además, mira tu vestimenta, igual a la de un perico. Y Sarniento será tu
complemento.

Maestro: Ustedes allá atrás, ¿entendieron el tema? porque la tarea la revisaré


mañana. Pueden irse.

Narrador: Pedro, ahora llamado el periquillo Sarniento toma sus cosas y abandona
el aula, para posteriormente dirigirse a su casa. Al llegar es bien recibido por sus
padres.

Mamá: ¿Cómo te fue querido?

Pedro: Sólo diré que no todo el que enseña es maestro. Ojalá y mañana me toque
un maestro que sí sepa abordar el tema.

Narrador: Y así fueron los primeros años de estudio del periquillo, su primer y
segundo maestro eran extremadamente malos en enseñar. Hasta que el tercer
maestro llegó con su enseñanza mejor.
Acto 2
Escena: Los padres del periquillo se encuentran en una discusión sobre debatir el
tema de si es mejor encontrar un oficio o seguir estudiando, mientras que Pedro
solo escucha.

Padre: Cállate mujer. Es mejor un oficio que seguir estudiando. (menciona con su
voz autoritaria)

Madre: “Es injusto someter a alguien a hacer algo que no está en su voluntad”

Padre: “Pues ni este y ni otro colegio le dará el talento si no nació con él”

Madre: ¿Te estás escuchando Manuel?

Padre: Que se vaya a estudiar, hombre.


(modesta con un tono desagradable)

Narrador: El periquillo asiente con toda la felicidad del mundo y les agradece a
ambos. Mientras Pedro estudiaba; socializó con diferentes personas y mencionó
que dentro de la escuela "cada oveja tiene a su pareja" y sus amigos no eran tan
buenos del todo, puesto que "con el santo serás santo y pervertirás con el
perverso"
Al final terminó estudiando filosofía.

Acto 3.

Escena: Hacienda. Comedor.

Narrador: El periquillo es enviado a vivir a la hacienda con su tío, dónde comienza a


experimentar la vida urbana.

Señora: ¿Para usted es cómodo el campo? Por lo que veo es más de ciudad.

Pedro: Se siente cómodo estar aquí, no es tan malo.

Señora: Que bueno, jovén. Pasemos a la cena.

Narrador: Llegó la hora de comer, pusieron la mesa, y se sentaron todos según la


clase y carácter
de cada uno. Durante la comida hablaron de muchas cosas, como, por ejemplo, el
cometa.

Señora: Ese cometa es señal de algún daño grande que quiere suceder aquí.
Vicario: Ahí está nuestro amigo don Januario, que sabe bien qué cosa son los
cometas y por qué se dan tanto a desear de nuestros ojos, y él nos hará favor de
explicarlo con claridad para que ustedes se satisfagan.

Prima: Sí, Januario. Anda; dinos cómo anda eso.

Januario: Prima, ese encargo se lo puedes hacer a mi amigo Perico por dos
razones, una, porque es muchacho muy hábil, y la dos, porque siendo esta súplica
tuya, la haría sin más. Me tengo que ir, con permiso. (Se levanta y sale de escena)

Pedro: Eeeeh, eee, el cometa que tiene la cola blanca traen paz y tranquilad;
mientras que los de color rojo traen luchas, problemas y guerras. (Nervios)

Prima: Muchas gracias.

Vicario: No le agradezca señorita. Su información fue muy básica. Eso cualquier


persona lo sabe.

Narrador: Don Vicario sale de la cena y se retira, por lo que Periquillo hace lo
mismo, y decide seguirlo.

Pedro: Don Vicario. Sé qué no sé nada de astrología, ¿podría prestarme un libro


para conocer más información?

Vicario: Mira, joven. Lo felicito. Muy poca gente reconoce su error, lo confiesa y lo
trata de resolver, pero su soberbia no les permite confesarlo.

Acto 4.
Escena: Casa

Narrador: Llega Periquillo a su casa y tiene una larga conversación con su padre
sobre materias curiosas e interesantes.

Padre: Estudia y tendrás asegurado tu futuro.

Pedro: Me meteré al clérigo.

Padre: No me hagas reír Pedro (Dice en forma de burla) ¿Qué opinas mujer?

Madre: Que es una buena idea, Manuel. Tú siempre ves los defectos y no las
virtudes de nuestro hijo.

Pedro: No se diga más, padre.


Acto 5.
Escena: Calle.

Narrador: Tras la muerte de su padre, Periquillo sale del convento y se va a la casa


a vivir con su mamá, pero al tiempo, está también muere, así que el periquillo se va
de la casa donde vivía en busca de recibir apoyo de sus familiares paternos y
maternos, estos no lo apoyan y el destino lo cruza de nuevo con su amigo Januario
que se encuentra en las mismas situaciones que él.

Januario: ¿Qué haces por acá tan solo?

Pedro: Mis padres se petatearon y no tengo para pagar la renta, así que tuve que
salirme de la casa.

Januario: Andamos en las mismas. Pero, mira, yo conozco un juego de cocora


donde se gana muy bien, de ahí me mantengo. De hecho, vengo de jugar y gané
300 pesos. Vamos a comer por ahí.

Pedro: Pero de qué va el juego. Explícame.

Januario: No, pues, básicamente, debes de estar listo ante las cartas, es apostar a
ciegas. No tengo dinero, así que la suerte decide y juega por mi y en caso de que
me digan que soy un falso, me excuso diciendo: “yo soy hombre de bien, a nadie
vengo a estafar”.

Pedro: Suena bien.

Narrador: Durante 6 meses el Periquillo y Januario jugaron el juego, cada vez


ganaban mucho más y sus ganancias iban subiendo. Su vestimenta y comidas
cambiaron, puesto que contaban con el dinero suficiente para pagar.

Acto 6:

Escena: casa de las viudas.

Narrador: El juego del cocora provocó que el periquillo fuera golpeado. Un señor le
hizo creer que iba a darle de cenar, pero en realidad fue que le dio tan soberbia
tarea de trancazos que le dislocó un brazo, le rompió la cabeza por tres partes, y lo
mandó al hospital. Una vez que salió del hospital, su amigo Januario ocupaba de su
ayuda para robar en una casa.

Pedro: No Juan, ya recapacité y me he dado cuenta que hice mal en robar. Así que
ya no más.
Januario: No seas marica Pedro, ayudame, solo tienes que cuidar el zaguán para
que no entre nadie y nos vea.

Pedro: Entiende que no, no seas terco. Puedo ir solo a ver el movimiento, pero juro
que no participaré en este acto.

Narrador: Ambos se dirigen a la casa de las viudas, más no sin antes, ser vistos por
una señorita.

Señorita: Alto ahí. ¿Dónde está Juan Largo? Sé qué toda esta movida ha sido idea
suya.

Pedro: ¿Cómo por qué usted sabría que es él? Discúlpeme, pero carece de
pruebas.

Señorita: Merece ir a la cárcel. Blasfemo, mentiroso.

Narrador: El periquillo es encarcelado, en ese mismo lugar conoce a Antonio


Sánchez, el cuál entablan conversación y platican acerca de su vida.

Antonio: Mis padres también murieron cuando yo era un chamaco.

Pedro: Ay! Amigo, vea usted los trotes de la vida. Le ha sucedido casi lo mismo que
a mí.

Antonio: Después fui a vivir a Orizaba y conocí a una muchacha re que te bonita, y
me la hice de pareja, pero un día casi la pierdo por culpa de Marqués.

Pedro: Pero, ¿qué ha pasado?

Antonio: Marqués, era el tipo de persona que no tuvo las agallas suficientes para
decirme que me quería arrebatar a mi esposa, fue hasta cuando murió y me dejó
una carta ofreciendo su más real perdón.

Narrador: Ésta es la trágica aventura, que cuenta la vida del Periquillo Sarniento, se
la he contado a ustedes para que no se desconsuelen, sino que aprendan a
resignarse en los trabajos, seguro de que si está inocente, Dios volverá por su
causa.

También podría gustarte