Sentencia T-220/04 Derecho A La Dignidad Humana de Estudiante
Sentencia T-220/04 Derecho A La Dignidad Humana de Estudiante
Sentencia T-220/04 Derecho A La Dignidad Humana de Estudiante
Magistrado Ponente:
Dr. EDUARDO MONTEALEGRE
LYNETT.
SENTENCIA
dentro del proceso de revisión del fallo dictado por el Juzgado Primero
Penal Municipal de Bogotá en primera y única instancia, en el expediente
de tutela T-775638.
I. ANTECEDENTES.
Por otro lado, en el mes de junio del año 2003, la Coordinadora le dijo a
la madre de la estudiante (…), que la estudiante (…) y el grupo de
compañeras con quien esta comparte, no eran una buena amistad para su
hija. (fl. 1)
Contestación de la demanda.
“La profesora (…) dice que se acuerda que hizo la observación con
el fin de que las chicas hicieran respetar (sic) pero que no vio que
en ningún momento se violara la dignidad como lo afirman.
La profesora (…) dice que más que todo se hizo énfasis por parte de
los valores y que cree que el hacer una observación no sea
destructivo y menos en la forma como se quiere presentar.
Por último, frente a la pregunta de cómo era la relación de (…) con los
compañeros después del incidente de la formación general, contestó:
“Normalmente, es una niña que no se le escuchan malas palabras y los
compañeros hacia ella la tratan bien con cariño, con respeto, incluso los
compañeros la defienden y hablan bien de ella, y los compañeros que no
les gustó el comentario de la rectora, y ninguno de los compañeros me
llegó a comentar algo desagradable de (…) , y el resto de los alumnos del
colegio ninguno me ha hecho mal comentario...” (fls 23 a 26)
Decisión de instancia
Competencia.
Indica la profesora que entre los 11 y 14 años de edad, las niñas redefinen
su identidad sexual a partir de nuevas experiencias con sus pares
masculinos y femeninos; así mismo, viven una etapa de fuertes tensiones
internas producto de sus cambios corporales y sienten una especial
necesidad de aprobación. Señala igualmente que en las instituciones
educativas de carácter mixto es frecuente que se presenten rumores o
comunicaciones anónimas sobre el comportamiento sexual del
estudiantado. Además de la frecuencia, a veces el problema llega a ser
verdaderamente grave, pues no ha sido tratado con prudencia en nuestro
medio, y la única forma de control institucional efectivo por parte del
Estado se da en los casos extremos de violencia sexual comprobada. Para
la profesora es normal que se presenten situaciones de acoso sexual como
empujones, pellizcos y mordiscos en las zonas erógenas.
Por último, la doctora señala que en el presente caso, al aplicar los tres
elementos indicados, la conducta de las directivas no es formativa ni
terapéutica y encarna en cambio la eventualidad de un “daño potencial”
para la persona adolescente. (fls. 73 a 75)
Colegio (…).
12. El señor rector del Colegio (…), informó a este despacho que en el
plantel que dirige si existe una estrategia pedagógica relacionada con la
educación sexual de los estudiantes; que dicha estrategia tiene sus
fundamentos en la ley 115 de 1994 (ley general de educación) y en la
resolución 3353 de 1993 (por la cual se establece el desarrollo de
programas y proyectos institucionales de educación sexual). Indica que
en la actualidad, el proyecto de educación sexual es dirigido por la
profesora de Biología, (…) (se adjunta el informe de la docente y dos
álbumes sobre el trabajo adelantado con estudiantes del grado sexto).
Por último, indicó que una de las prioridades actuales del Ministerio es el
tema relacionado con la salud sexual y reproductiva de los jóvenes, para
lo cual se adelanta un proyecto piloto en cooperación con la UNFPA. El
objetivo de la propuesta, según la asesora, está orientado a “consolidar
lineamientos y una propuesta pedagógica (conceptual y metodológica)
desde un enfoque integral de los derechos humanos, sexuales,
reproductivos y con perspectiva de género, aplicable en ámbitos
escolarizados y no escolarizados.”
Las directivas del Colegio indican que a pesar de que se llamó la atención
de manera pública sobre tales conductas, el ánimo que inspiró tal
recomendación era el de proveer a la correcta formación de los
estudiantes, y jamás el de afectar los derechos de alguno de ellos o de
ellas en particular. Y que a pesar de haber referido en público el caso de
(…), esta alusión se hizo de manera independiente y separada del
llamado de atención general antes descrito.
lado, sobre reserva de información personalísima puede consultarse la Sentencia T-1390 de 2000, caso
en el cual se discutía el tema de la indefinición sexual de un menor, los derechos fundamentales y el
consentimiento informado. Por la especial naturaleza del tema y buscando proteger la intimidad
personal y familiar, la Corte omitió publicar los nombres y circunstancias que permitieran identificar a
las personas relacionadas con el caso.
2
Sobre este ámbito de protección del derecho a la intimidad, la Corte ha considerado que, por
ejemplo, con la generación de malos olores o de ruido que ingresa al lugar de habitación se desconoce
el derecho a la intimidad, véase las Sentencias T-454 de 1995, T-622 de 1995 y T-863 A de 1999, entre
otras.
3
Sobre este ámbito de protección del derecho a la intimidad, ver la Sentencia T-293 de 1998, caso en
el cual la Corte consideró que someter a un menor de edad a la desnudez (exposición del cuerpo) en
un salón de clases, constituía una vulneración de su derecho a la intimidad. En un sentido similar, ver
la Sentencia T-412 de 1999, caso en el cual se consideró que, al obligar a una menor de edad a exhibir
su cuerpo ante sus padres y ante las directivas del colegio, con el propósito de establecer un presunto
estado de embarazo, se vulneró el derecho a la intimidad.
4
Sobre la calificación de un derecho fundamental a partir de su relación conceptual con el principio de
dignidad humana, ver la Sentencia T-227 de 2003.
Es entonces el tipo de la información que se discute (asociada a las
relaciones interpersonales íntimas) y la valoración que en la práctica
social e individual se le otorga a dicha información (privada o
personalísima), lo que permite afirmar que el hecho de su divulgación,
sin el consentimiento del sujeto aludido, trascienda los límites del
ejercicio de las facultades de corrección de las directivas del centro
docente, para invadir el ámbito de protección de la intimidad personal.
Caso concreto.
23. Debe resolver la Sala dos asuntos (i) si la conducta de las directivas
del Colegio consistente en hacer observaciones generales negativas sobre
hechos que tienen relación con el despertar de la sexualidad de los
estudiantes, seguida de la asociación discursiva de tales observaciones
con la situación particular de una estudiante, puede considerarse como
violatorio de sus derechos fundamentales a la dignidad, a la intimidad y
al buen nombre. Y (ii), si la discusión y la censura pública de conductas
relacionadas con el despertar de la sexualidad de los adolescentes
(toques, roces y caricias de contenido sexual entre ellos) sumado a la
sugerencia discursiva de que tal era el caso de una estudiante, puede
considerarse como una conducta violatoria del derecho a la educación de
esta última.
En el caso bajo estudio, la Corte considera que los medios empleados por
la coordinadora de disciplina del Colegio, con el propósito de solucionar
la situación de los reiterados toques, roces o caricias entre los estudiantes
y que era considerada como censurable en el seno de dicha institución,
fue inapropiada desde el punto de vista constitucional.
25. Por último, teniendo en cuenta que el Colegio demandado cuenta con
aprobación oficial para impartir enseñanza en los grados de preescolar,
educación básica y media vocacional, la Corte considera importante
poner en conocimiento de la Secretaría de Educación Distrital de Bogotá
los hechos del presente caso. Lo anterior, con el fin de que supervise y
oriente el proceso educativo que la institución adelanta, de conformidad
con lo previsto en la Resolución 3353 de 1993, y de otro lado, para que,
si dicha autoridad lo encuentra procedente, se inicien las investigaciones
de rigor y se impongan los correctivos que sean del caso (arts., 68 y 95
CN). Una consideración similar sirvió de fundamento a la parte
resolutiva de la Sentencia T-368 de 2003 M.P. Álvaro Tafur Glvis. En
esta oportunidad la Corte, ante la gravedad de ciertos hechos
relacionados con el despertar de la sexualidad de los estudiantes, resolvió
poner en conocimiento de las autoridades administrativas encargadas de
la inspección y vigilancia de la prestación del servicio público de
educación, los hechos que fundamentaron la solicitud de amparo en dicha
ocasión. Consideró entonces la Corte:
RESUELVE: