Hermanos Grimm - La Liebre y El Erizo
Hermanos Grimm - La Liebre y El Erizo
Hermanos Grimm - La Liebre y El Erizo
Hermanos Grimm
textos.info
Biblioteca digital abierta
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Texto núm. 1175
Edita textos.info
Maison Carrée
c/ Ramal, 48
07730 Alayor - Menorca
Islas Baleares
España
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La Liebre y el Erizo
Esta historia, niños, va a pareceros una mentira y sin embargo es
verdadera, pues mi abuelo de quien la sé no dejaba nunca, cuando me la
refería, de añadir:
Así que el erizo vio a la liebre, pensó jugarla una buena treta y la dio los
buenos días con mucha política; pero la liebre que era un personaje muy
grande a su manera y de un carácter orgulloso, no devolvió el saludo, sino
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que dijo con un aire muy burlón:
—¿Cómo corres tan temprano por el campo, en una mañana tan hermosa?
—¿Te imaginas quizá —dijo a la liebre— que tus piernas valen más que
las mías?
—No, a nada viene tanta prisa —dijo el erizo—; aún no he tomado nada
hoy y quiero ir a mi casa a tomar cualquier cosa. Volveré dentro de media
hora.
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—Pero Dios mío, hombre —dijo la mujer al erizo levantando la cabeza—:
¿estás en tu sentido, has perdido la cabeza? ¿Cómo pretendes luchar en
la carrera con la liebre?
¿Qué había de hacer la mujer del erizo? tenía que obedecer, con ganas o
sin ellas.
—Pon cuidado en lo que voy a decirte. Vamos a correr por esa tierra
grande que ves ahí. La liebre correrá por un surco y nosotros por el otro,
partiremos de allá abajo. Tú no tienes más que estar escondida dentro del
surco, y cuando llegue la liebre cerca de ti, te levantas gritando: «Aquí
estoy.»
—Vamos a correr.
—Pues comencemos.
La liebre dijo:
Y partió como un torbellino, saltando varas enteras. El erizo dio dos o tres
pasos detrás de ella, después se agazapó en el surco y se estuvo quedo.
—Aquí estoy.
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La liebre se admiró y maravilló mucho; creía oír al mismo erizo, pues la
mujer era exactamente igual a su marido.
Y añadió:
—Aquí estoy.
—Aquí estoy.
A las setenta y cuatro veces, la liebre no pudo concluir. Rodó por el suelo,
enmedio del campo la empezó a salir sangre por todas partes y expiró en
el acto. El erizo cogió el luis de oro que había ganado y la botella de
aguardiente, llamó a su mujer para que saliese del surco y ambos entraron
muy contentos en su casa y, si no se han muerto, viven todavía.
Así fue como el erizo en el erial de Buxtelmde1 corrió hasta que hizo morir
a la liebre, y desde aquel tiempo ninguna liebre se ha atrevido a correr con
ningún erizo de Buxtelmde.
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tened cuidado de que vuestra mujer sea eriza, y lo mismo en las demás
clases.
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Hermanos Grimm
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(1822) recibe su nombre de Jacob Grimm.
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Francia a los países de habla alemana, como El gato con botas o Barba
Azul, tuvieron que eliminarse de las ediciones posteriores.
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