Lectura Ciencia Politica
Lectura Ciencia Politica
Lectura Ciencia Politica
investigación
social y política
Marco teórico y diseño empírico
PID_00232830
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada,
reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste eléctrico,
químico, mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escrita
de los titulares del copyright.
© FUOC • PID_00232830 El proceso de investigación social y política
Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 6
Resumen....................................................................................................... 57
Actividades.................................................................................................. 59
Ejercicios de autoevaluación.................................................................. 60
Solucionario................................................................................................ 62
Glosario........................................................................................................ 63
Bibliografía................................................................................................. 64
© FUOC • PID_00232830 5 El proceso de investigación social y política
Introducción
Partimos de la base de que, para hacer una investigación empírica con in-
tenciones científicas, el método es el punto clave. Método entendido en un
sentido amplio como procedimiento lógico, sistemático y público con el que
aprehendemos la realidad y hacemos inferencias de los hechos observados ha-
cia los hechos desconocidos. En este módulo explicamos las etapas del método
científico en ciencias sociales: empezamos con la pregunta de investigación
y la formulación teórica y pasamos después a la obtención de datos y el uso
que hacemos de ellos.
Todo con el objetivo de que al final de este módulo el propio estudiante pueda
terminar un proyecto de investigación empírica en ciencia política.
© FUOC • PID_00232830 6 El proceso de investigación social y política
Objetivos
En este módulo recordaremos las etapas básicas de la investigación en ciencia Ved también
política, las explicaremos más detalladamente y mostraremos algunas etapas
Respecto a las etapas básicas
complementarias. El objetivo es que el estudiante comprenda cuáles son los del proceso, véase los aparta-
pasos�concretos de la investigación y cuál es la lógica�subyacente de todo dos 2 y 3 de este módulo.
este proceso. Queremos que al finalizar esta asignatura el estudiante tenga las
habilidades necesarias para llevar a cabo una investigación empírica.
Por lo tanto, en este módulo explicaremos las diferentes etapas de la investi- Ved también
gación y los principales retos y decisiones prácticas que hay que tomar a cada
Respecto al papel de la teoría
paso. Además, explicitaremos los procesos lógicos indispensables para desa- y la deducción, véase el apar-
rrollar una investigación dentro de las ciencias sociales. Es decir, por un lado tado 2.1 de este módulo. Res-
pecto a la causalidad, véase el
mostraremos las etapas sucesivas de la investigación, y por el otro explicare- apartado 2.7 de este módulo.
2.1. La teoría
Manheim y Rich (1988, pág. 31) definen las teorías como conjuntos de
conceptos lógicamente relacionados que representan lo que pensamos
que sucede en el mundo. Las teorías proporcionan las razones que ex-
plican por qué los hechos están conectados de una forma determinada;
nos ofrecen una estructura para observarlos e interpretarlos.
Hacemos investigación por diferentes razones: porque hay un tema, cuestión Preguntas politológicas y
o problema de la realidad social y política que nos interesa personalmente; sociológicas
porque nos encargan investigarlo, o porque el tema o problema es muy pe- Una pregunta pertenece al
netrante o relevante para la sociedad en la que vivimos y merece, por lo tan- ámbito de las ciencias sociales
si los factores o variables que
to, una investigación. Dentro del ámbito académico también puede ser que analiza son en gran parte de ti-
po político o social, y si las va-
queramos comprobar la validez de una teoría o hacer una contribución a las riables que se tienen que expli-
car son instituciones, grupos
teorías ya establecidas sobre la realidad sociopolítica. o individuos. En la física o en
la biología, las variables que se
tienen que explicar y los facto-
res analizados son totalmente
Pero para llevar a cabo la investigación, necesitamos concretar�el�tema diferentes.
o�problema,�es�decir,�hay�que�formular�el�tema�como�preguntas�de
investigación. En la investigación empírica las preguntas se remiten a
descripciones o explicaciones de la realidad sociopolítica. Las pregun-
tas descriptivas hacen referencia a cómo es un fenómeno, dónde se da,
cuándo, en qué grado, en qué cantidad, etc. Las preguntas explicativas
hacen referencia al porqué, a qué efecto y cómo se produce, por medio
de qué proceso, en qué condiciones y de qué forma, etc.
Las preguntas�explicativas tratan de por qué se da un fenómeno, del efecto Revisión de la literatura
o influencia de un factor sobre otro o de cómo se produce o sucede un fenó-
Para determinar qué preguntas
meno. Las preguntas relativas a cómo sucede un fenómeno corresponden al explicativas y, consiguiente-
nivel más alto de explicación porque hacen referencia a los mecanismos cau- mente, qué hipótesis se plan-
tearán, debe hacerse una im-
sales y los procesos que producen un fenómeno, y no solo a los posibles efec- portante revisión de las teorías
y de las investigaciones empí-
tos de unos factores. ricas de otros científicos. Mu-
chas veces "no hay nada nue-
vo bajo el sol", en el sentido de
Ejemplos de temas de investigación que es muy improbable que
existan nuevas explicaciones,
Nos preocupa el llamado pasotismo y la apatía de los jóvenes ante la política, o alguna es decir, factores que influyen
institución nos encarga investigar las razones de la caída de la natalidad, o queremos en un fenómeno y que no se
conocer la situación de la inmigración en nuestro país, o si internet afecta a las relaciones hayan descubierto. Por eso,
es más conveniente conocer a
del ciudadano con el mundo político, o si la teoría de la modernización en referencia a
fondo los estudios y las teorías
la consolidación de las democracias en los países asiáticos es correcta, etc. ya establecidas.
Preguntas descriptivas: ¿Los jóvenes participan menos en política que los adultos? ¿Les
interesa menos la política? ¿Los jóvenes votan menos en España o en Cataluña?
Preguntas explicativas: ¿Por qué los jóvenes votan menos que los adultos o se afilian
menos a los partidos políticos y a los sindicatos? ¿Cuál es el efecto de la edad sobre la
participación política? ¿Por qué la edad influye en los niveles y tipos de participación
política? ¿Cómo se produce? ¿Cuál es el proceso que hace que la edad influya en los
niveles y tipos de participación política?, es decir, ¿qué influye más en la participación
política, el ciclo vital o el efecto generacional?
La teoría del ciclo vital considera que a medida que incrementa la edad, la persona se
vuelve más conservadora e integrada en la sociedad, puesto que tiene más responsabili-
dades familiares, laborales y sociales, y se ha establecido y acomodado dentro de un ám-
bito geográfico concreto. Todo esto es independiente de la pertenencia a una generación
específica.
La teoría del efecto generacional establece que los miembros de una generación, por el
hecho de haber nacido en fechas cercanas, haber recibido unas influencias culturales y
educativas parecidas y haber vivido en un contexto económico y político común y espe-
cífico, tienden a comportarse de forma parecida, pero diferente a las otras generaciones.
Así, en Europa y Estados Unidos las personas que eran jóvenes en los años cuarenta y
cincuenta mantienen un comportamiento político diferente a las cohortes que eran jóve-
nes en los años sesenta y setenta. La generación de la posguerra será más conservadora y
menos participativa que la generación jipi o de Mayo del 68, aunque ya no sean jóvenes.
Por lo tanto, en las preguntas de investigación nos tenemos que mover desde
ámbitos geográficos, número de personas o colectivos o hipótesis más restrin-
gidos hacia niveles de alcance más general, y al contrario.
Ejemplo
En las preguntas de antes sobre la falta de participación política de los jóvenes, empezá-
bamos con unas preguntas concretas sobre el comportamiento de los jóvenes respecto a
la política y pasábamos después a preguntas de alcance más general sobre la influencia de
la edad en la participación y las posibles teorías explicativas. También podemos empezar
preguntándonos por la apatía política de los jóvenes en una comunidad autónoma deter-
minada y después plantearnos la misma pregunta respecto al resto del Estado español o
los países democráticos occidentales. También podemos tener en cuenta que la participa-
ción política es un término muy genérico y que las preguntas tendrían que dirigirse a los
diferentes tipos de participación política, porque los jóvenes participan más en protestas
y asociacionismo no partidista que en las formas de participación más convencionales.
Por lo tanto, las preguntas de investigación tienen que reflexionar sobre los
diferentes niveles de la realidad: los más específicos o particulares y los más
genéricos o universales. Esto no implica que la investigación tenga que res-
ponder a todas las preguntas posibles, sino que tiene que elegir una o varias
preguntas como guía de la investigación después de haber triangulado entre
los diferentes niveles de la realidad y de haber reformulado las preguntas se-
gún los diferentes niveles de generalidad.
Es decir, pueden ser también legítimas las preguntas muy delimitadas, especí-
ficas y particulares para guías de investigación, pero siempre conviene que la
investigación tenga presente lo que puede suceder en el nivel más general por
razones de coherencia lógica entre los diferentes niveles.
• Cuanto más nivel educativo tienen los jóvenes, más grado de participación política
se produce.
• Los jóvenes votan menos que los adultos porque no están tan integrados social, eco-
nómica ni políticamente como los adultos. Pero a medida que se incrementa la edad,
y debido al efecto del ciclo vital (integración en la sociedad, responsabilidades, más
familiaridad y vínculos con los partidos, elecciones y sistema político en general, más
habilidades políticas y sociales), aumenta la participación en las elecciones.
Siempre que sea posible, las hipótesis tienen que seguir las cuatro normas que
presentaremos a continuación. Cada norma la ilustraremos con un ejemplo.
© FUOC • PID_00232830 15 El proceso de investigación social y política
Ejemplo
1.º "Los jóvenes votan menos que los adultos debido al efecto del ciclo vital", o 2.º "A
medida que se incrementa la edad, se incrementa la participación en las elecciones".
2) Deben ser verificables�empíricamente –es decir, las hipótesis son el objeto Variables y
concreto y específico de la investigación– y, por lo tanto, se tienen que formu- operacionalización
lar de forma que puedan ser contrastadas empíricamente con cierta facilidad. Las variables son fenómenos
Esto quiere decir hacer hipótesis que se puedan operacionalizar con el fin de que varían y son observables
empíricamente. Operaciona-
que las variables puedan ser observadas en la realidad. lizar es transformar nociones
teóricas y abstractas en térmi-
nos concretos y sencillos que
Ejemplo nos permitan medir nuestro
objeto de investigación.
En la primera hipótesis hay tres variables: edad, voto y ciclo vital. Las dos primeras son Más adelante trataremos con
fáciles de encontrar en la realidad, pero conseguir la variable ciclo vital conlleva sepa- más detalle estos conceptos.
rarla en dimensiones o componentes –responsabilidades familiares, laborales y sociales;
estabilidad geográfica; integración en la comunidad; familiaridad y vinculación con los
componentes del sistema político, etc.–, comprobar los efectos mientras observamos la
evolución de una cohorte de jóvenes a lo largo de su vida y comprobar si a los incremen- Variables intervinientes y
tos de edad corresponden incrementos de la frecuencia del voto. La segunda hipótesis relaciones espurias
es mucho más fácil de comprobar porque las dos variables que aparecen –edad y voto–
son sencillas de conseguir; solo hay que tener el porcentaje de participación en diferentes En muchas ocasiones, hay va-
elecciones y la distribución por edad de los votantes. Sin embargo, esta segunda variable riables que intervienen o inter-
median en la relación que pa-
no tiene el alcance teórico y explicativo de la primera.
rece existir entre las dos pri-
meras variables. En otras, exis-
3) Deben ser refutables�empíricamente, es decir, no solo deben poderse com- te una relación espuria, es de-
cir, el cambio en la variable de-
probar empíricamente sino que debe ser posible refutarlas con la observación pendiente (que se tiene que
explicar) no se debe a efectos
empírica. Por eso es indispensable que las hipótesis centrales de la investiga-
de la variable independiente,
ción vayan acompañadas de hipótesis�alternativas, en las que se establecen sino a una tercera variable que
produce cambios en las dos
proposiciones rivales, contrarias a la hipótesis central. No se pueden compro- anteriores. Además, normal-
mente existe más de una varia-
bar todas las hipótesis alternativas, pero hay que comprobar al menos las prin- ble importante que afecta a la
cipales para descartar relaciones espurias entre las variables, descubrir las inter- dependiente (multicausalidad).
acciones con otras variables y detectar otras posibles causas de los fenómenos.
Ejemplo
En el caso de la primera hipótesis, una posible hipótesis rival alternativa sería la que
establece que es más importante el efecto generacional sobre la participación electoral. Es
© FUOC • PID_00232830 16 El proceso de investigación social y política
decir, los jóvenes de hoy votan menos porque pertenecen a una generación que comparte
un contexto de inseguridad económica y laboral y de desconfianza en los políticos y
el sistema de democracia representativa y, por lo tanto, no se interesan por la política
tradicional. Y cuando se hagan adultos, votarán menos que otras generaciones. En el
caso de la segunda hipótesis, una posible hipótesis contraria sería la que establece que
la edad en realidad no influye tanto, sino que es el género la influencia principal sobre
la participación electoral. Es decir, los hombres jóvenes votan mucho menos que los
hombres adultos; en cambio, las mujeres jóvenes votan con una frecuencia parecida a la
de las mujeres adultas. Por lo tanto, la hipótesis alternativa sería: "El género determina la
frecuencia del voto: las mujeres votan más que los hombres en cualquier franja de edad y
la edad influye sobre todo en el caso de los hombres". En consecuencia, la relación entre
la edad y el voto existe sobre todo entre los hombres, pero el género es otra variable que
afecta más fuertemente a la participación electoral.
mentos o variables y el tipo�o�forma�de�relación. Aun así, si las relaciones Las relaciones lineales entre las
entre las variables no son lineales o si las variables no son cuantitativas, hay variables se dan cuando el in-
cremento o bajada de una de
que reflejar la correspondencia de los cambios de valores o de estado de una ellas implica siempre un co-
rrespondiente incremento o
variable respecto a la otra. bajada de la otra. Por ejemplo,
la relación entre la educación
y el asociacionismo es lineal
Ejemplo y positiva: cuanto más nivel
educativo, más participación
La hipótesis "A medida que aumenta la edad, aumenta la participación en las elecciones" en asociaciones. Las relaciones
es más informativa y enfoca mejor la investigación, porque describe una relación positiva curvilíneas suceden cuando
entre ambos fenómenos, que simplemente la de afirmar que existe una relación entre hay puntos de inflexión en esta
la edad y la participación electoral, puesto que no establece el sentido de relación entre relación lineal y llega un mo-
mento en el que el incremento
las variables. Y todavía mejor resulta la siguiente hipótesis: "A medida que aumenta la
de una produce la bajada de la
edad, aumenta la participación en las elecciones, pero en torno a los sesenta y cinco años otra, o al revés.
empieza de nuevo a bajar el nivel de participación. Es decir, la relación entre la edad y la
participación electoral es de tipo curvilíneo, no lineal".
Una vez formuladas las hipótesis se tienen que definir los fenómenos, propie-
dades o elementos que incluyen. Por lo tanto, hay que definir, elaborar o ele-
gir los conceptos que delimitan los elementos a los que hacen referencia las
hipótesis.
Hay definiciones o conceptos de política más amplios y abstractos y otros más restringi-
dos y precisos, que han sido elaborados por diferentes escuelas y tradiciones de la ciencia
política:
• La política son las instituciones y las estructuras del estado (Weber, 1922-1992).
• La política son los procesos de poder, mando o autoridad (Lasswell, 1950; Dahl,
1963-1976; Bobbio, 1985-1996).
• La política es una actividad colectiva que tiene la finalidad de regular conflictos entre
grupos y que produce decisiones vinculantes para todos los miembros de los grupos
(Lecomte y Denni, 1990; Valles y Martí, 1999).
• La política se refiere a cualquier hecho social o incluso cuestiones del ámbito privado
que pueden adquirir importancia pública si se producen unas relaciones de fuerza
favorables para considerarlo como problema político (Offe, 1988).
• Precisión
• Suficientes elementos o propiedades caracterizadores
• Referente empírico y realismo
• Viabilidad técnica
• Generalidad
• Coherencia lógica con la teoría en la operacionalización
• Utilidad para los objetivos de la investigación
Aun así, no es fácil combinar del mismo modo todos estos elementos. Así, la
generalidad o capacidad de generalización de un concepto puede ir en contra
de la precisión que aporta y de la búsqueda de realismo empírico (por ejemplo,
en el caso de la definición de política como procesos de poder); la viabilidad
técnica puede dificultar la coherencia teórica y lógica porque solo se dispone
de unos datos determinados, etc.
Por lo tanto, siempre hay que encontrar el equilibrio entre los diferentes
requisitos y valorar las diferentes opciones de definiciones. En realidad,
los conceptos o definiciones en las ciencias sociales son, como cualquier
elemento de la investigación, un cruce entre la teoría y la realidad, y,
por lo tanto, hace falta no perder nunca la dimensión teórica y mirar
siempre de cerca los datos que tenemos, o podemos obtener, sobre la
realidad.
Ved también
La definición operacional incluye los indicadores empíricos de los ele-
mentos o variables contenidos en un concepto. Las hipótesis de trabajo Veremos con más detalle el
proceso de operacionalización
establecen las relaciones entre los valores o medidas de los indicadores. en el apartado 3.1 de este mó-
dulo.
Este proceso de transformación de los conceptos e hipótesis abstractas
en conceptos e hipótesis medibles y observables se denomina operacio-
nalización.
• Participación efectiva
• Igualdad de voto
• Logro de una comprensión ilustrada
© FUOC • PID_00232830 19 El proceso de investigación social y política
Una vez se han formulado las hipótesis y los conceptos, hay que centrarse más Ved también
específicamente en las variables que precisamente aparecen en las hipótesis
Respecto a las hipótesis, véase
y conceptos. Al principio de este apartado explicábamos que las hipótesis son el apartado 2.3 de este módu-
proposiciones declarativas sobre un fenómeno que varía (hipótesis descripti- lo.
va) o sobre la relación entre dos fenómenos que varían (hipótesis explicativa).
Las variables son, efectivamente, elementos, fenómenos o propiedades que
varían y que son observables de forma empírica.
Aun así, a veces los conceptos tienen referentes empíricos muy claros y senci-
llos que, de hecho, son variables que no hay que transformar. Por ejemplo,
no es lo mismo el concepto edad que el concepto democracia. El primero es
asimilable a una variable mientras que el último, como hemos visto, es un
concepto abstracto formado por varios criterios identificadores que hay que
transformar en variables e indicadores (las instituciones mencionadas antes)
para observarlos en la realidad.
Hay varios tipos�de�variables según el papel que ejercen dentro de las hipóte-
sis. Las variables dependientes son las que queremos explicar y, por lo tanto,
su valor "depende" del valor de otras variables. Las variables independientes
son las que explican: los cambios en sus valores influyen en los valores de la
variable dependiente. Una hipótesis (explicativa) tiene que tener como míni-
mo una variable dependiente y una independiente.
© FUOC • PID_00232830 21 El proceso de investigación social y política
El signo + representa una relación positiva: cuando se incrementa una variable, se incre-
menta la otra.
El signo – representa una relación negativa: cuando se incrementa una variable baja la
otra, y al revés.
La ausencia de signos implica o bien que la variable es cualitativa o bien que la relación
entre las dos variables no es lineal.
Una de las hipótesis rivales alternativas era "La influencia de la edad depende
del efecto generacional". Es decir, hay varias generaciones (por ejemplo, los
jóvenes actuales) que votan menos que otras debido a la socialización de sus
miembros en contextos que llevan a un rechazo de la política convencional.
Otra hipótesis rival alternativa era "El género determina la frecuencia de voto:
las mujeres votan más que los hombres en cualquier franja de edad, y la edad
influye sobre todo en el caso de los hombres". En este caso estamos en presen-
cia de dos variables que influyen en el voto.
© FUOC • PID_00232830 22 El proceso de investigación social y política
Ahora plantearemos una hipótesis nueva sobre la participación electoral con la La sofisticación política
intención de ver el efecto de una variable de control. La hipótesis dice: "Cuanto
Se refiere al grado de cono-
más grado de sofisticación política, más participación electoral". La hipótesis cimientos (por ejemplo, si se
alternativa que incluye una variable de control sería: "La sofisticación política sabe quién gobierna en dife-
rentes niveles de gobierno),
y la participación electoral dependen del nivel de recursos socioeconómicos la comprensión (por ejemplo,
de las dimensiones derecha/iz-
de los electores; por lo tanto, la relación entre el grado de sofisticación política quierda) y el interés por la po-
lítica.
y la participación es espuria, inexistente".
Para acabar, hay que tener presente que la condición de variable dependiente
o independiente depende de la perspectiva del investigador; por ejemplo, la
misma variable puede ejercer de variable independiente explicativa en una
hipótesis o en un estudio y después pasar a ser la independiente interviniente
o de control en la hipótesis rival alternativa o en otro estudio.
Las� relaciones� de� covarianza establecen que dos o más variables varían al
mismo tiempo. Por ejemplo, a medida que se incrementa el nivel educativo,
se incrementa el nivel de ingresos. Estas relaciones de covarianza son poco
explicativas porque no nos muestran qué es lo que hace cambiar simultánea-
mente a las dos variables; es decir, puede ser que el nivel educativo produzca
más ingresos, pero también puede ser que un nivel alto de ingresos favorezca
el acceso a la educación, o que una tercera variable influya en ambas (relación
espuria); por ejemplo, el estatus familiar.
Por lo tanto, en las ciencias sociales intentamos superar las meras covarianzas
y pasar a establecer relaciones causales que indiquen que los cambios en una
variable producen los cambios en otra; por ejemplo, la afirmación de que "A
medida que se incrementa la identificación ideológica, se participa más en las
elecciones". Es decir, una identificación fuerte con la izquierda o la derecha
incrementa la probabilidad de votar, pero la probabilidad de votar no puede
crear la identificación ideológica.
Resulta difícil determinar las causas, los efectos y las consecuencias de los fe-
nómenos sociopolíticos. Todavía es más difícil cuando el fenómeno es impor-
tante, histórico, muy relevante y cuando además no suele haber una sola cau-
sa. Por lo tanto, es recomendable plantear relaciones causales cuando se logran
determinadas condiciones a la vez. Los investigadores en ciencias sociales ha-
blan de relaciones causales fuertes y débiles, y de relaciones no causales (estas
últimas son las covarianzas sin explicación).
La primera condición implica que siempre que aparece la causa, sucede el efec-
to, y al revés: siempre que aparece el efecto es porque está la causa. La conjun-
ción constante de la causa y del efecto es muy improbable, porque aunque se
dé en el presente y en el pasado, puede no darse en el futuro, y aunque se dé
en unos países puede no ocurrir en muchos otros.
En definitiva, gran parte de los investigadores buscan descubrir relaciones La lógica aplicada a las
causales�débiles y se toman de forma laxa las primeras dos condiciones men- relaciones causales
cionadas antes. Es decir, respecto a la primera, puede no darse siempre la co- Se puede afirmar que X prece-
varianza de las dos variables, pero se tiene que dar en un número de casos de en el tiempo a Y cuando:
1)Y empieza cuando X se que-
bastante grande y diverso. Si vemos que la covarianza se da en un número da fija o congelada.
bastante grande de casos y en contextos diferentes, aunque no haya covarian- 2)X está ligada a un estadio o
situación anterior en una se-
za en todos los casos, podemos concluir que la variable causal es, de hecho, cuencia conocida.
una condición que facilita la aparición del otro fenómeno. 3)X no cambia nunca e Y cam-
bia a veces.
4)X es más estable, difícil de
cambiar y conlleva más conse-
cuencias.
En realidad, hay que dejar de lado el concepto fuerte aplicado a las rela-
Estas reglas y otras interesantes
ciones de causa y asumir la idea que habla de tendencias probabilísticas para el análisis causal se pue-
den consultar en J.�A.�Davis
y condiciones facilitadoras de los fenómenos a explicar. (1989). The Logic of Causal Or-
der. Londres: Sage ("Sage Uni-
versity Paper", núm. 55).
sino que siempre será una causa porque se ha producido antes en el tiempo. El contraste empírico de las
También es más plausible que las actitudes, valores y creencias precedan los hipótesis sobre el efecto del
ciclo vital y las generaciones
comportamientos en vez de que los comportamientos determinen las actitu- en la participación electoral
era complicado porque im-
des y valores de las personas, aunque a veces las personas pueden cambiar de plicaba un diseño de investi-
creencias para ajustarlas al comportamiento que tienen. gación mucho más costoso,
puesto que requería analizar
las cohortes de edad que for-
man generaciones a lo largo
En referencia a la tercera condición, algunos investigadores remiten a la teoría del tiempo. En cambio, ana-
para establecer el mecanismo o proceso que hace que una variable influya en lizar el efecto de la edad so-
bre la participación electoral es
otra, pero muchos otros no disponen ni siquiera de una teoría adecuada que más sencillo, aunque sea más
pobre desde el punto de vista
detalle los mecanismos explicativos. Incluso los que establecen hipótesis de explicativo.
tipo teórico no tienen más medios para contrastar los vínculos y mecanismos
© FUOC • PID_00232830 25 El proceso de investigación social y política
Lectura obligatoria
Aun así, la explicitación de los mecanismos y procesos causales es un
problema tanto de la rama cuantitativa como de la cualitativa, y solo se Acordaos de leer el capítu-
lo 3 del libro de Goldthorpe
puede resolver si se desarrollan teorías más generales que especifiquen (ver el anexo de este módu-
lo), donde explica las polé-
los procesos causales que producen determinadas regularidades (las re-
micas entre cualitativistas y
laciones entre variables que se repiten) y posibles implicaciones obser- cuantitativistas respecto a te-
mas como el de la caja negra.
vables de estos procesos (Goldthorpe, 2000, pág. 61).
J.�H.�Goldthorpe (2000).
"Current Issues in Compara-
tive Macrosociology". En: On
sociology: numbers, narratives,
Finalmente, respecto a la cuarta condición, los investigadores tienen presente and the integration of research
la necesidad de descartar las relaciones espurias, y de hecho es la condición and theory (págs. 45-64). Ox-
ford: Oxford University Press.
que exige ser más cuidadoso. El objetivo de eliminar posibles causas alternati-
vas determina el diseño de la investigación en gran parte de los casos. Efecti-
vamente, es fundamental diseñar la investigación de forma que se neutralicen Ved también
o se controlen las causas alternativas. Hay diseños que son más efectivos a la
En el apartado 3.2 de este mó-
hora de descartar causas alternativas y, por lo tanto, relaciones espurias. dulo y en el módulo 3 se expli-
can los métodos o diseños de
investigación.
El experimento y los diseños longitudinales son muy eficaces en esta tarea,
pero normalmente los científicos sociales no pueden hacer experimentos con
humanos, colectivos ni instituciones, ni tampoco disponen de series tempo-
rales de los fenómenos. Así, los politólogos y sociólogos que habitualmente
disponen de datos de encuestas y datos agregados de varios países buscan des-
cartar las causas alternativas mediante otros procedimientos: la introducción
de las variables de control y el uso del método estadístico, en el primer caso, y
la aplicación del método comparado de la concordancia y el de las diferencias,
en el segundo.
Ante toda esta complejidad y para aclarar las relaciones causales que quere- Ved también
mos analizar, resulta muy conveniente dibujar las relaciones entre las varia-
Respecto a la representación
bles mediante mapas�o�diagramas. Además, siempre se debe intentar descar- de las relaciones entre las va-
tar posibles causas alternativas, y por eso hay que elegir o elaborar un diseño riables mediante mapas o dia-
gramas, véase el apartado 2.6
de�la�investigación�adecuada, teniendo presente los datos disponibles o que de este módulo.
se pueden obtener.
© FUOC • PID_00232830 27 El proceso de investigación social y política
Los indicadores raramente reflejan todo lo que quiere decir un concepto y por
eso tenemos que aceptar alguna pérdida de significado. Aun así, debemos in-
tentar que esta pérdida de significado sea reducida, de modo que los indica-
dores representen bien el concepto o la variable.
Los valores del indicador son en última instancia las observaciones que
usaremos para evaluar nuestras hipótesis. Mediante la medición asigna-
mos valores a la variable en un caso determinado. Esto quiere decir que
podemos hablar con precisión del grado en el que un caso determinado
manifiesta la propiedad que caracteriza una variable.
La�mayoría�de�los�gobernantes�son
unos�incompetentes.
Los�problemas�de�mi�país�son�a�me-
nudo�tan�complicados�que�incluso
la�gente�bien�informada�no�sabe
qué�hay�que�hacer.
Los�gobernantes�se�preocupan�po-
co�de�lo�que�la�gente�piensa�de
ellos.
La�mayoría�de�la�gente�no�está�dis-
puesta�a�trabajar�demasiado�por�las
ideas�políticas�en�las�que�cree.
© FUOC • PID_00232830 29 El proceso de investigación social y política
Hace falta que todo este proceso de medición se refleje en las definiciones�e Ved también
hipótesis�operacionales. Ya hemos explicado que, para el contraste empírico,
Respecto a definiciones e hi-
había que transformar los conceptos e hipótesis en definiciones e hipótesis pótesis operacionales, véase el
operacionales o de trabajo. apartado 2.5 de este módulo.
Por ejemplo, si nuestra hipótesis es que los jóvenes votan menos que los adul-
tos, la hipótesis operacional es que los ciudadanos que tienen entre dieciocho
y veinticinco años votan al menos un veinte por ciento menos que el conjunto
de adultos de veintiséis a cincuenta años en las elecciones generales españolas.
1)�Nominal
2)�Ordinal
Aparte de la pertenencia, indica si está por encima o por debajo de las otras ca-
tegorías. Permite el cálculo de la moda y la mediana. Ejemplos: escalas de res-
puesta como "totalmente de acuerdo, de acuerdo, indiferente, en desacuerdo,
totalmente en desacuerdo", o "alto, medio, bajo", o los niveles educativos, etc.
3)�Numérico�de�intervalo
4)�Numérico�de�razón
Dispone de todas las características de los otros niveles de medición, pero ade-
más empieza por el 0 absoluto. Con las mediciones de razón se pueden hacer
todo tipo de operaciones matemáticas. Son típicos de los fenómenos naturales
y físicos (0 kilos, 0 kilómetros) pero también abundan en el ámbito social y
© FUOC • PID_00232830 31 El proceso de investigación social y política
A la hora de decidir sobre los niveles de medición debemos tener presente que
las variables y los indicadores pueden tener también un formato determinado
originariamente. Pueden ser variables cuantitativas�o�cualitativas. Las cuali-
tativas son nominales u ordinales, y las cuantitativas son discretas�o�conti-
nuas. Las discretas son variables numéricas que no admiten decimales entre
un valor y el siguiente; por ejemplo, el número de hijos. Las continuas sí ad-
miten decimales –es decir, entre un valor y el siguiente pueden incorporar mu-
chos valores– y por eso casi todos los valores físicos son variables continuas.
¿Cómo�podemos�saber�el�nivel�de�medición�adecuada�para�las�variables?
Estableceremos una serie de reglas o pistas:
Una vez hemos hecho la formulación teórica (preguntas, hipótesis, conceptos) Ved también
y hemos operacionalizado las variables, hay que diseñar un plan o estrategia
Para ampliar sobre los méto-
para contrastar las hipótesis, la recogida de datos y el análisis. Para contrastar- dos de investigación, véase los
las existen diferentes métodos de investigación, que expondremos brevemen- módulos 3 y 4 de esta asigna-
tura.
te a continuación. Para recoger y seleccionar datos hay que organizarlo todo
de forma que no haya sesgos.
Ved también
De entrada, hay que aclarar los conceptos de diseño de la investigación, mé- Respecto al procedimiento de
todos y técnicas. El diseño�empírico�de�la�investigación es el término más selección y recogida de infor-
mación sin sesgos, véase el
global y ocupa todo este apartado. El diseño empírico incluye, por lo tanto, la apartado 3.3 de este módulo.
operacionalización, la selección de los métodos de investigación que se tienen
que emplear y la selección de los datos necesarios. También podemos añadir
el tipo de análisis de datos que se utilizará. Los métodos� de� investigación
son los métodos de inferencia científica a disposición del investigador, que
varían según la forma de contrastar las hipótesis. A veces se habla indistinta-
mente de métodos y técnicas, pero en realidad las técnicas�de�investigación
© FUOC • PID_00232830 32 El proceso de investigación social y política
Se considera que hay cuatro métodos básicos de investigación dentro de la El método histórico
ciencia política: el experimento o cuasiexperimento, el estadístico, el compa-
Respecto al método histórico
rativo y el estudio de casos. podemos decir que no es un
método en sí mismo porque,
de hecho, en los estudios his-
tóricos se aplica la metodolo-
Estos métodos se diferencian en un aspecto básico: la forma en la que gía propia del estudio de casos
o del método comparado.
llevan a cabo el contraste de hipótesis, es decir, la manera como actúan
en el análisis explicativo.
Método compa- Alto Mediante una cuidadosa selección de los casos de mo-
rado do que los valores de la variable independiente se pue-
dan mantener constantes:
• Método de la diferencia, que compara sistemas simi-
lares: se seleccionan países o sistemas idénticos en
la mayoría de las variables independientes, excepto
una, que se considera la explicativa. La variable de-
pendiente también varía.
• Método de la concordancia, que compara sistemas
diferentes: los países o sistemas presentan caracterís-
ticas diferentes, pero se asemejan a la variable de-
pendiente. Se busca la variable independiente común
que sea explicativa.
Los tres primeros métodos de la tabla pueden ser considerados métodos cuan-
titativos de investigación en cuanto que el número de casos suele ser grande y
muy a menudo se usan técnicas estadísticas para analizar los datos. El estudio
de casos corresponde a los métodos cualitativos porque el número de casos
es pequeño o solo hay uno.
Por lo tanto, por un lado, los datos se estructuran en unidades�de�análisis (son Lectura obligatoria
los tipos de objetos cuyas propiedades se quieren estudiar; por ejemplo, países),
E.�Anduiza;�I.�Crespo;�M.
variables (propiedades de las unidades de análisis que varían de una unidad Méndez (2009). "Las estra-
a otra; por ejemplo, el índice de desigualdad social) y observaciones (cada tegias". En: Metodología de la
Ciencia Política (cap. 3, págs.
uno de los valores concretos de cada variable en cada unidad; por ejemplo, en 55-78) (2.ª ed. revisada). Ma-
drid: CIS ("Cuadernos Meto-
España el valor del índice es 5 mientras que en Estados Unidos es 7,5). Por el
dológicos", núm. 28).
otro, la investigación se puede hacer siguiendo diferentes niveles�de�análisis y
eligiendo diferentes niveles�de�observación. Por ejemplo, el nivel de análisis
puede ser individual pero los niveles de observación pueden ser colectivos o
sistémicos, si nos interesa la influencia de los contextos o de las instituciones
en el comportamiento o las actitudes individuales.
Una vez definidas las unidades de análisis y de observación, tenemos que se-
leccionar el número de unidades o casos y definir qué unidades o casos inclui-
remos en nuestro análisis. El número�de�casos depende de la magnitud del
© FUOC • PID_00232830 34 El proceso de investigación social y política
universo, del número de variables que se quiere analizar, del objetivo de la in-
vestigación (descriptivo o explicativo), de si las variables varían a lo largo del
tiempo y de la intención de evitar la indeterminación (más variables que uni-
dades de análisis). Respecto a qué�unidades seleccionaremos para el estudio,
hay que evitar que la selección se base en combinaciones de variables expli-
cativas y variables dependientes que confirmen de forma sistemática nuestras
hipótesis, es decir, tenemos que intentar buscar muestras�no�sesgadas. Hay
tres procedimientos:
• Selección aleatoria: se puede usar cuando hay muchos casos y el universo Ved también
es grande.
Las decisiones sobre la selec-
• Selección a partir de la variable independiente o explicativa (método de la ción de casos y variables se
diferencia), para cuando hay pocos casos. analizarán en más detalle en el
módulo 2 de esta asignatura.
• Selección a partir de la variable dependiente (método de la concordancia),
para cuando hay pocos casos.
El tipo de análisis de los datos depende del tipo de datos que hemos
obtenido, de los objetivos de la investigación, de los métodos empleados
y de las relaciones que existen entre las variables.
En todo caso, antes de pasar al análisis de los datos propiamente dicho, hay Ved también
que describir y presentar siempre los datos de forma gráfica y tabular.
Respecto al análisis de datos,
véase con más detalle el mó-
dulo 3, apartado 4 de esta
asignatura.
© FUOC • PID_00232830 35 El proceso de investigación social y política
Este�capítulo�es�una�versión�revisada�y�ampliada�de�la�lección�magistral
en�memoria�de�Vilhelm�Aubert�de�1993,�impartida�en�la�Universidad�de
Oslo.�En�primer�lugar�fue�publicada�en�Comparative�Social�Research�(1997,
16).�Para�la�información,�consejos�y�observaciones�críticas�de�borradores
previos,�doy�mis�agradecimientos�a�Anne�Gauthier,�Andrew�Hurrell,�Olli
Kangas,� Philip� Kreager,� John� Stephens,� Laurence� Whitehead� y� Timothy
Wickham-Crowley.
(1)
Quiero desarrollar mi postura del modo siguiente. Para empezar, doy cuenta Hay que decir que esta discusión
a menudo ha acabado con una no-
brevemente del contraste o la oposición que se ha establecido entre los enfo-
ta eirénica, enfatizando la natura-
ques orientados a las variables y los orientados a los casos. Prosigo mi argu- leza complementaria de trabajo
cuantitativo y cualitativo y la nece-
mentación central considerando tres problemas metodológicos bastante co- sidad de "construir puentes" entre
nocidos que se encuentran en la práctica de la macrosociología comparativa. ellas. De este modo, este capítulo
puede parecer desatento y contra-
Estos problemas, de hecho, ya se han discutido sobre todo en relación con la rio al espíritu imperante de plura-
lismo metodológico. Ahora bien,
investigación orientada a las variables. Ahora bien, tengo por objetivo mostrar
a mí me parece, por razones que
que están presentes en no menos grado en los estudios orientados a los casos, y se aclararán, que a menudo, tras la
retórica de pluralismo, se propone
contrariamente a lo que han sostenido o insinuado varios autores prominen- una alianza colaboradora en térmi-
tes, los segundos no pueden reclamar ninguna ventaja especial cuando se en- nos que, de hecho, están indebida-
mente sesgados a favor del enfo-
frentan a los primeros. Para concluir, teniendo en cuenta las ideas equivocadas que orientado a los casos.
en este aspecto, las discusiones recientes han tendido a oscurecer y desviar la
atención de preguntas de método con las que la macrosociología comparativa
ahora se tendría que implicar más activamente –sea en el estilo que sea1.
© FUOC • PID_00232830 36 El proceso de investigación social y política
Enfoques�orientados�a�las�variables�y�orientados�a�los�casos
(2)
Con vistas a propósitos presentes, es importante reconocer contra qué Prze- Historicista se utiliza aquí en el
sentido que se puede describir co-
worski y Teune definían su posición. Y todavía más importante, buscaban po-
mo el sentido de Meinecke más
ner en entredicho la afirmación "historicista" según la cual cualquier inten- que el sentido de Popper.
"No hay nada en la Tierra como los Estados Unidos (o navajos o esquimales...) tomados
como un todo. Por lo tanto, la regla del holismo [en trabajo comparativo] tiene que
admitir una clara contradicción: solo las cosas incomparables son comparables".
Ahora bien, hay que prestar atención a que el holismo que Ragin y los demás
contraponen a análisis multivariados no es tan radical como puede parecer
de entrada. Los estudios de caso se consideran la única manera de que las en-
tidades macrosociales pueden ser tratadas en sus contextos históricos, en su
propio detalle y como cada constituyente, como Skocpol y Somers (1980, pág.
178) lo plantean: "una configuración sociohistórica compleja y única". Ahora
bien, esto resulta en que no implica un historicismo de tipo bastante minu-
cioso, que negaría la validez de cualquier concepto que se formara para tras-
cender casos particulares (cf. Skocpol 1994, págs. 328-329). Todavía se consi-
dera permisible "abstraer" de diferentes casos algunas de sus "características"
o "atributos", que entonces se pueden comparar por propósitos teóricos. En
otras palabras, las variables están identificadas, si bien a veces detrás de una
pantalla de humo verbal. Donde entra el holismo es en la insistencia en que,
en cualquier comparación, siempre debería preservarse la unidad de los casos
particulares involucrados. Lo que hace falta es que, en el proceso de compa-
ración, los casos siempre se mantengan identificables como tales, más que se
descompongan en variables que entonces se interpretan solo en el decurso de
análisis simultáneos de toda la muestra de casos bajo investigación.
© FUOC • PID_00232830 38 El proceso de investigación social y política
Al perseguir las comparaciones holísticas, en este sentido, exponentes del en- Lectura complementaria
foque orientado a los casos parecen haber encontrado su inspiración metodo-
Si Skocpol aplica en la prác-
lógica principal en la lógica de John Stuart Mill (1843/1973-4): específicamen- tica los cánones de Mill ade-
te, en los "cánones" o reglas de inducción experimental de Mill –el "método de cuadamente o no es un te-
ma controvertido. Véase,
acuerdo", el "método de diferencia", etc.; véase, por ejemplo, Skocpol, 1979, por ejemplo, Nichols (1986),
Skocpol (1986), Ragin (1987,
págs. 36-37; 1984, págs. 378-381; Skocpol y Somers, 1980, págs. 183-184; Ra-
págs. 38-42), Burawoy (1989)
gin, 1987, págs. 36-42). Siguiendo a Mill, se cree que cada caso incluido en una y Lieberson (1992). Aun así,
tal como saldrá más adelan-
investigación comparativa se puede considerar que representa la presencia o te, este tema queda eclipsado
ausencia de un fenómeno determinado de interés –es decir, cada caso se puede por otros mucho más serios.
El�problema�de�la�N�pequeña
(3)
El problema de la N pequeña nace del hecho de que si las naciones u otras Sin querer negar la fuerza del
punto general que se quiere ha-
entidades macrosociales se toman como unidad de análisis, el número dispo-
cer entender, se puede poner en
nible para el estudio probablemente será bastante limitado. Cuando los indi- entredicho si la ilustración sugeri-
da es, de hecho, la más apta. Una
viduos son las unidades, las poblaciones se pueden probar para dar N de varios buena parte del conflicto visible en
centenares o miles; pero cuando las naciones son las unidades, la N no puede los resultados de la investigación
del estado del bienestar parecería
superar de mucho un centenar, incluso si se toman todos los casos disponibles, quedar resuelta cuando se recono-
cieran las diferentes comprensio-
y a menudo es mucho menos. Cuando se aplican las técnicas de análisis mul-
nes de la variable dependiente: por
tivariado, tienden a surgir serias dificultades porque N no es mucho mayor que ejemplo, si esto se toma como la
cantidad de gasto de bienestar so-
el número total de variables involucradas. Estadísticamente, esto significa que cial o como el alcance y calidad de
hay demasiados pocos grados de libertad, que los modelos se vuelven "sobre- los derechos sociales en el bienestar
(ver Korpi, 1989).
determinados", que no se puede tratar adecuadamente con las intercorrelacio-
nes entre variables independientes y que los resultados no pueden ser sólidos.
Por extensión, significa que las explicaciones de la variable dependiente que
compiten pueden no estar abiertas a ninguna evaluación decisiva. Por lo tanto,
recientemente se ha reivindicado (Huber y otros, 1993) que, solo por estas ra-
zones, el programa de investigación en las determinantes de la provisión de
bienestar estatal –en que han sido típicos los análisis basados en un máximo
de unas veinte naciones– por ahora ha alcanzado un punto muerto virtual. Las
teorías que favorecen diferentes grupos de determinantes pueden reivindicar
grados similares de apoyo estadístico3.
(4)
El problema de la N pequeña es, por lo tanto, real y problemático. Sin embar- Se puede observar que mien-
tras Skocpol invoca directamente
go, lo que desearía cuestionar son sugerencias sobre el hecho de que se trata
a Mill, Rueschemeyer se refiere a
de un problema específico del enfoque orientado a las variables de la macroso- Mill en una ocasión: es decir, por
medio de la noción de Znaniec-
ciología comparativa y que el enfoque orientado a los casos, de una forma u ki (1934) "de inducción analítica",
otra, permite que se resuelva o se trampee. De manera muy explícita, Skocpol que, aun así, Rueschemeyer desea-
ría ver desarrollada más allá de su
(1979, pág. 36; cf. Rueschemeyer, 1991, págs. 27-28, 32-34) ha sostenido que dependencia del método de acuer-
do (1991, pág. 36, núm. 12). En
la aplicación de los métodos "dispuesta" por Mill "es claramente apropiada pa-
el contexto presente es de espe-
ra desarrollar explicaciones de fenómenos macrohistóricos" cuando surge el cial interés que Znaniecki contras-
te la inducción analítica con la "in-
problema de la N pequeña; es decir, "cuando hay demasiadas variables y faltan ducción enumerativa", basada en
la teoría de la probabilidad, y afir-
casos4". me que, como la primera es capaz
de proporcionar conocimiento ex-
haustivo de la situación estudiada,
Esta reivindicación exige un comentario de varios aspectos. Para empezar, no la segunda pasa a ser superflua.
queda claro si Skocpol se da cuenta de que el propio Mill (1843/1973-4: esp.
Bk. VII, cap. 7) se afanó a explicar que sus reglas de inducción, siendo desa-
© FUOC • PID_00232830 40 El proceso de investigación social y política
(5)
rrolladas para el uso en las ciencias experimentales, no eran adecuadas para Mill presentó sus cánones en el
libro III de A System of Logic, que
el estudio de fenómenos sociales, y que si se utilizaban, sería probable que
se titula "De inducción". Primero
se demostrara que eran inconclusivas o bien incluso engañosas. En cualquier se formulan en el capítulo VIII, "Of
the Four Methods of Experimen-
caso, Skocpol no consigue tener en cuenta lo suficiente algunas asunciones de tal Inquiry". Su tratamiento de la
las que dependen los métodos de Mill, pero varios críticos han seguido a Mill ciencias "morales", es decir, socia-
les, es bastante separado, y apare-
en la observación (por ejemplo, Nichols, 1986; Lieberson, 1992) de que pocas ce en el libro VI, "On the Logic of
the Moral Sciences". Sus opiniones
veces son asunciones justificables en la investigación social. Por ejemplo, la
sobre la inconveniencia de méto-
lógica de Mill presupone que, en cualquier análisis, todos los factores causales dos de inducción experimental en
este contexto se encuentran prin-
potenciales se pueden identificar e incluir –es decir, que no existen "variables cipalmente en el capítulo VII. Pa-
no medidas"; y además, que no hay causalidad múltiple (o "plural") ni tampo- ra comentarios brillantes, véase
Ryan (1970). La discusión de Skoc-
co ninguna interacción entre factores causales5. pol sobre los problemas de aplicar
los métodos de Mill es muy bre-
ve (1979, págs. 36-40), y su críti-
A la vez, sin embargo, Skocpol es muy consciente de que los cánones de Mill ca (1994, pág. 338) a Lieberson
(1992) solo indica que no ha con-
están pensados para conducir a proposiciones causales de un tipo determinista seguido captar la fuerza de su ar-
gumento. Rueschemeyer no reco-
–y no parece muy molesta por este hecho (ver también Skocpol, 1984, pág.
noce las poderosas críticas que se
378). Por consiguiente, su argumento podría parecer que llega hasta esto: que, han hecho de la inducción analíti-
ca de Znaniecki –clásicamente, por
en circunstancias en las que hay demasiados pocos casos para la evaluación W. S. Robinson (1951).
satisfactoria de teorías probabilísticas, las determinísticas pueden aun así es-
tablecerse. Sin embargo, para aceptar esta posición, hay que advertir, se debe
estar a punto para creer no solo que el mundo social está sujeto a la teoría de-
terminista más que es inherentemente probabilístico. Se tiene que creer ade-
más que se pueden obtener datos sociohistóricos de una calidad y plenitud
tales, tan perfectos, que ni siquiera se requiere un enfoque probabilístico para
los propósitos de relacionar estos datos con la teoría (determinista) (cf. Lieber-
son, 1992, págs. 106-107; King y otros, 1994, págs. 59-60). Sospecho que la
mayoría de sociólogos, reflexionando un poco, encontrarían como mínimo
esta segunda implicación mucho más decepcionante que el problema de la N
pequeña en sí mismo6.
(6)
Se puede encontrar sorprendente que unos fuertes compromisos "positivistas" se men-
cionen dentro del campo cualitativo. Sin embargo, en el capítulo anterior he hecho en-
tender que Skocpol y otros "distinguidos sociólogos históricos" se ven, en efecto, obliga-
dos por su dependencia de obras secundarias como principal recurso empírico a adop-
tar una actitud claramente positivista hacia la historiografía y, en particular, hacia la na-
turaleza de los "hechos" históricos. Además, Burawoy ha observado agudamente que la
dependencia de Skocpol de la lógica inductiva igualmente pone límites a las dudas que
puede permitirse sobre cuáles son los hechos históricos. Para Skocpol, remarca (Burawoy,
1989, pág. 773), "los hechos tienen una cierta obviedad que no tienen para los historia-
dores" y presta poca atención a las controversias: "Se ve empujada en esta ceguera para
hacer volar su máquina inductiva". Se puede observar que una inclinación similar por los
informes inductivos y deterministas se puede encontrar entre exponentes de los estudios
de caso de tipo microsociológico –o entre los que siguen la tradición de "Chicago" o "la
interaccionista simbólica". Véase, por ejemplo, las declaraciones muy explícitas hechas
respecto a esto por H. S. Becker (1992, pág. 212) y también la discusión de más adelante
en este capítulo.
(7)
Se puede encontrar sorprendente que unos fuertes compromisos "positivistas" se men-
cionen dentro del campo cualitativo. Sin embargo, en el capítulo anterior he hecho en-
tender que Skocpol y otros "distinguidos sociólogos históricos" se ven, en efecto, obliga-
dos por su dependencia de obras secundarias como principal recurso empírico a adop-
tar una actitud claramente positivista hacia la historiografía y, en particular, hacia la na-
turaleza de los "hechos" históricos. Además, Burawoy ha observado agudamente que la
dependencia de Skocpol de la lógica inductiva igualmente pone límites a las dudas que
puede permitirse sobre cuáles son los hechos históricos. Para Skocpol, remarca (Burawoy,
1989, pág. 773), "los hechos tienen una cierta obviedad que no tienen para los historia-
dores" y presta poca atención a las controversias: "Se ve empujada en esta ceguera para
hacer volar su máquina inductiva". Se puede observar que una inclinación similar por los
informes inductivos y deterministas se puede encontrar entre exponentes de los estudios
de caso de tipo microsociológico –o entre los que siguen la tradición de "Chicago" o "la
interaccionista simbólica". Véase, por ejemplo, las declaraciones muy explícitas hechas
respecto a esto por H. S. Becker (1992, pág. 212) y también la discusión de más adelante
en este capítulo.
Además, con el ACC estas desventajas se combinan con dos evidentes debili-
dades más de la técnica: su requisito de que todas las variables sean tratadas
como si solo tuvieran dos valores; y su alto grado de sensibilidad a la forma
en la que cada caso está codificado en cada variable. Así, donde están involu-
cradas esencialmente variables continuas, como el "PNB per cápita" o "propor-
ción de población que supera los 65 años", estas tienen que ser reducidas (na-
turalmente, con mucha pérdida de información) a dicotomías más o menos
arbitrarias; y todos los resultados subsiguientes, entonces, serán fuertemente
dependientes de la forma en la que se asignan los casos particulares. Si, por
error en los datos originales, o en su tratamiento, un único caso resulta quedar
situado al lado "erróneo" de la dicotomía, el análisis muy bien podría tener
un resultado muy diferente del que se habría podido lograr si no se hubiera
© FUOC • PID_00232830 42 El proceso de investigación social y política
cometido este error. En una aplicación de ACC, debería advertirse, las variables
independientes simplemente se muestran como causalmente pertinentes –o
no; no hay, ni se puede hacer, ninguna valoración de los puntos relativamente
8
fuertes de efectos diferentes o de combinaciones de efectos .
(8)
Como ilustración en el punto crítico hecho aquí, se puede coger la aplicación del ACC
de la que habla Kangas (1994) en el contexto de un estudio comparativo de la calidad de
la provisión de seguro de salud. Por medio de un reanálisis de los datos dados en la tabla
14.2 de su escrito, es posible mostrar que el resultado al que Kangas llega –esta provisión
de alta calidad (en 1950) se asocia con una fuerte Democracia Cristiana en combinación
con un bloque unificado de partidos políticos burgueses, pero no con el nivel de movi-
lización de la clase trabajadora– se invierte crucialmente cuando se codifica la variable
dependiente en un único caso, al límite, el de Suiza, y en las soluciones particulares que
se adoptan a los problemas de casos contradictorios y de combinaciones que faltan de
variables explicativas que regularmente surgen con el ACC. Si estos problemas reciben un
tratamiento diferente, pero igualmente defendible, y Suiza es tomada como si tuviera una
provisión alta más que baja, que parecería ciertamente discutible (ver también Kangas,
1991), el resultado de todo el análisis cambia muy significativamente. Ahora, de hecho,
todo lo que importa es la fuerza de la Democracia Cristiana, y la unidad de fragmentación
de los partidos burgueses se une al nivel de movilización de la clase trabajadora como
un factor bastante irrelevante. Kangas, tengo que dejar claro, es consciente del problema
del ACC demostrado aquí; el propósito principal de su escrito es comparar los resultados
que obtiene del ACC con los que derivan de enfoques analíticos diferentes en el mismo
problema y datos.
(9)
Skocpol principalmente basa su defensa en el trabajo de Wickham-Crowley (1992). Aun
así, las aplicaciones del ACC de este autor revelan exactamente las mismas dificultades
que las encontradas en el caso discutido en la nota anterior. Así, su análisis de factores
causales en la ayuda de los campesinos en los movimientos de guerrilla en América Latina
se convierte de forma crucial en determinadas codificaciones que, tal como él mismo re-
conoce, son altamente dudosas en materia de problemas de datos. Los lectores a quienes
guste el álgebra booleana pueden descubrir por ellos mismos qué les pasaría a las conclu-
siones de Wickham-Crowley si (aceptando su forma de tratar con los problemas de casos
contradictorios y combinaciones que faltan de variables explicativas) se cambiaran solo
algunos de estos códigos: si, por ejemplo (ver su tabla 12.1, 1992, pág. 306) códigos po-
sitivos más que negativos se dieran en Cuba (Las Villas) en factor B (interrupción agraria)
y en Guatemala (Zacapa) en el factor D (vínculo de campesino); o –de forma todavía más
dramática– si, además, los códigos positivos del factor D también se dieran en Nicaragua
(rural en el norte y en el centro y pueblos en el norte y en el oeste).
Lo que por encima de todo hay que reconocer es que au fond el problema de la
N pequeña no es en absoluto de método sino de datos: más concretamente, es
un problema de información insuficiente relativa a la complejidad de los temas
macrosociológicos que intentamos tratar. Así, si exponentes como el enfoque
orientado a los casos eligen en efecto de restringirse a ellos mismos a las N
pequeñas, es poco probable que nunca eviten las dificultades de "demasiadas
variables e insuficientes casos" o, como dicen King, Keohane y Verba (1994,
pág. 119), "más conclusiones que implicaciones observadas" –sin importar si
recurren a la lógica de Mill, el álgebra booleana u otros sistemas técnicos que
© FUOC • PID_00232830 43 El proceso de investigación social y política
(10)
Todavía más importante, sin embargo, tanto para los enfoques orientados a La falta de calidad en los datos,
y especialmente en relación con
las variables como para los orientados a los casos, es incrementar el número
la comparabilidad entre naciones,
de unidades hacia donde se extienden las comparaciones; y todavía más (cf. evidentemente a menudo todavía
impone serias limitaciones en los
Przeworski, 1987), ensanchar su alcance geográfico y sociocultural, para que la estudios macrosociológicos, sean
variación mayor obtenida de este modo en supuestos factores causales pueda cuales sean los recursos técnicos
de los que puedan disponer. Aun
mejorar las oportunidades de decidir entre teorías rivales. A menudo esto sig- así, se puede decir que este pro-
blema ahora atrae una atención
nificará incluir a naciones del Tercer Mundo en los análisis, y los problemas de
crítica creciente entre los que par-
calidad de datos, que siempre tienen que ser de preocupación central en el tra- ticipan en investigación cuantitati-
va. Véase, por ejemplo, en el caso
bajo comparativo, se pueden acentuar (cf. Dogan, 1994, págs. 40-41). Sin em- de la investigación en estratifica-
bargo, el reto planteado no se tendría que eludir. Bradwhaw y Wallace (1991, ción y movilidad social, las cuestio-
nes tratadas por Treiman (1975),
pág. 166) han discutido sobre la particular conveniencia de estudios de caso Goldthorpe (1985), Ganzemboom,
Luijkx, y Treiman (1989) y Erik-
en el Tercer Mundo, dado que, según ellos, los llamamientos a una investiga-
son y Goldthorpe (1992a, cap. 2;
ción cuantitativa rigurosa han sido predispuestos contra las naciones pobres 1992b). En contraste, los partida-
rios de los casos de estudios his-
que no disponen de datos adecuados ni de ordenadores. A pesar de que esta tóricos parece que recorran espe-
visión tiene claramente buenas intenciones, yo seguiría considerándola como cialmente a los dobles estándares.
Así, encontramos a Rueschemeyer,
bastante equivocada. O bien se está asumiendo que los estudios de caso son, Stephens y Stephens (1992, pág.
26) que comentan, acertadamen-
de alguna forma misteriosa, inmunes a los problemas de la fiabilidad y validez
te, el problema de "información
de datos con las cuales los investigadores cuantitativos se tienen que pelear, o no siempre fiable" en los estudios
cuantitativos sobre el desarrollo ca-
bien los estudios de caso se recomiendan para el uso del Tercer Mundo como pitalista y la democracia –pero solo
un tipo de "bien inferior". Seguramente sería, desde todos los puntos de vista, una página después hay un enco-
mio sobre el "gran logro" de Moo-
una estrategia mejor para los científicos del Primer Mundo tratar de ayudar re (1966). ¿Por qué, uno se pre-
gunta, no consideran de una for-
a sus colegas del Tercer Mundo a recopilar todo tipo de datos, y emprender
ma igualmente crítica la cuestión
cualquier tipo de análisis, que son, de hecho, requeridos por la naturaleza de de la fiabilidad, o incluso, la propia
existencia de la evidencia a la que
los problemas sustantivos que desean investigar10. hace referencia Moore para apoyar
su tesis central –por ejemplo en re-
lación con las causas sociales de la
El�problema�de�"Galton" Guerra Civil inglesa?
suponer en la práctica, por ejemplo, con los ejemplos de las políticas sociales
de Bismarck del siglo XIX o el Plan Beveridge para la Bretaña de posguerra o,
más recientemente, el "modelo escandinavo" (cf. Therborn, 1993).
De este modo, asumir que se puede tratar a las naciones como unidades de
análisis, sin ninguna relación espacio-temporal entre ellas, es algo requerido
por los métodos lógicos de comparación que se favorecen en la investigación
orientada a los casos tanto como por los métodos estadísticos. Y, naturalmen-
te, donde hay casos históricos involucrados, es probable encontrar el proble-
ma de Galton de forma especialmente molesta. El hecho, apenas discutible,
de que las situaciones y acontecimientos que tienen lugar en un momento
tienden a haber sido influidos por situaciones y acontecimientos que tenían
lugar anteriormente, claramente rompe la asunción de la independencia de
casos –como se asumía en el método de Mill o en cualquier otro método ló-
gico– y, en cierto modo, esto no se soluciona fácilmente. Así, por ejemplo,
se descubre que Skocpol, en su estudio de revoluciones (1979, págs. 23-24 y
39), obviamente tiene que reconocer que el decurso de la Revolución China
hasta 1949 se vio influido de varias maneras por los acontecimientos de Rusia
en 1917 y posteriormente. Ahora bien, entonces este reconocimiento hay que
mantenerlo bastante apartado de sus análisis lógicos de los factores que deter-
minan el éxito revolucionario, que amenaza de poner en peligro (cf. Burawoy,
1989). En otras palabras, el uso de los cánones de Mill y de los informes na-
rrativos que se basan en la temporalidad no se pueden integrar, sino que se les
© FUOC • PID_00232830 46 El proceso de investigación social y política
(11)
Considerad, por ejemplo, la investigación reciente sobre las desigualdades de Incluso en investigación sobre
política pública, la importancia de
clase en el logro educativo. Esto ha revelado que en la mayoría de sociedades
la difusión y también de las pre-
modernas estas desigualdades presentan una persistencia bastante remarcable siones económicas y políticas in-
ternacionales puede ser exagera-
a lo largo del tiempo (Shavit y Blossfeld, 1993), pero también esta variación da. En relación con el desarrollo
en el modelo detallado de desigualdad de sociedad en sociedad queda frena- de las instituciones del estado del
bienestar (véase, por ejemplo, Flo-
da por diferencias en las instituciones educativas nacionales, que parecerían ra y Alber, 1981; Garrett y Lange,
1991; y Huber, Ragin y Stephens,
deudoras de autonomía sustancial. De este modo, aunque los gobiernos –im-
1993). Para un repaso penetrante
pulsados por la competencia económica internacional o por una "ideología de de los problemas recurrentes de la
misma teoría difusionista, en una
sistema mundial" (cf. Ramirez y Boli, 1987)– se puedan haber comprometido área de aplicación primordial –es-
en programas esencialmente similares de expansión y reforma educativa, los tudios de fertilidad– véase Kreager
(1993). Tanto la moda sociológica
procesos de selección social que son específicos de sus instituciones naciona- como los desarrollos en el mundo
real parece que tengan un papel
les se ha demostrado que son difíciles de erradicar (véase sobre todo Müller y
importante en los actuales estudios
Karle, 1993; Ishida y otros, 1995; Shavit y Müller, 1998). Aquí, pues, las prue- sobre "globalización". No ha pasa-
do mucho tiempo desde que el én-
bas de "globalización" o convergencia son, para no decir más que lo mínimo, fasis estaba más bien en la "no ex-
portabilidad" de las instituciones –
no conspicuas11.
por ejemplo, de las que formaban
parte del "modelo de Westminster"
a las nuevas naciones del antiguo
En segundo lugar, habría que entender que, incluso cuando está claramente Imperio Británico o de las institu-
presente, el problema de Galton no necesariamente excluye análisis compa- ciones soviéticas a las naciones sa-
télite de la URSS. Recuérdese el de-
rativos de tipo sistemático. Si, en un estudio comparativo, se sabe que las ob- bate en torno a los comentarios de
Stalin sobre "las vacas ensilladas".
servaciones nacionales no son independientes, por la razón que sea, todavía
podría ser posible actuar incorporando a los procesos que crean esta situación
como un elemento en el análisis. Es decir, en el lenguaje del enfoque orientado
a las variables, se puede intentar "modelar" la propia interdependencia, como
de hecho los demógrafos y los geógrafos con mentalidad estadística han estado
haciendo durante un tiempo (véase, por ejemplo, Berry, 1970; cf. Przeworski,
1987). En el contexto de la investigación del estado del bienestar, una contri-
bución pionera notable en este aspecto es la de Usui (1994). En un estudio de
políticas de seguro social patrocinado por el estado en una muestra de sesenta
naciones, Usui aplica técnicas de análisis histórico de acontecimientos para
investigar cómo el desarrollo de estas políticas estaba influido no solamente
por factores "domésticos", sino todavía más por los dirigentes de la Internatio-
nal Labor Office en 1919 y por sus actividades mundiales posteriores.
cree que los primeros tipos de efecto son difíciles de acomodar dentro del "pa-
radigma intelectual predominante", como queda representado por el enfoque
orientado a las variables.
(12)
Ahora, en relación con su punto sustantivo sobre la importancia de los patro- En la compilación editada por
Castles, algunos autores, de he-
nes culturales, históricamente formados, que trascienden los límites naciona-
cho, como mínimo, sí hacen mo-
les, Castles puede tener razón. Y, tal como será evidente más tarde, comparto vimientos implícitos en la direc-
ción sugerida. Véase, en particular,
su preocupación para determinar al fin y al cabo dónde hay que trazar los lí- Busch (1993) sobre las diferencias
mites teóricos de macrosociología, independientemente del estilo en el que en las políticas antiinflación y Sch-
midt (1993) sobre las diferencias
se lleve a cabo. Ahora bien, no veo por qué las variables que sustituyen a los en los índices de participación de
la mano de obra masculina y feme-
nombres de naciones en análisis cuantitativos de política pública comparada
nina y sus determinantes.
tienen que ser solo variables de las que se espera que probablemente tengan un
"impacto inmediato"; ni por qué no se puede, al menos en principio, incluir
también variables que buscan capturar las afinidades históricas de las naciones
y las influencias a más largo plazo que se derivan. Naturalmente, me gustaría
sostener que intentar hacer precisamente esto es la forma obvia de explorar
más la idea de familias de naciones. En otras palabras, no parece haber ningu-
na razón por la cual las intuiciones proporcionadas por Castles y sus asociados
no sirvan como punto de partida para análisis cuantitativos apropiados que
nos permitirían formar juicios más de fiar sobre lo que es, al fin y al cabo, el
tema que se discute: es decir, la importancia relativa, en relación con desarro-
llos de política y repertorios, de intersocial por oposición a intrasocial, y de
"histórico" por oposición a efectos "contemporáneos12".
En resumen, tenemos que creer que las declaraciones en relación con la glo-
balización o la existencia de un sistema mundial o de familias de naciones
necesitan una transformación bastante radical de macrosociología compara-
tiva entre naciones, y todavía menos una que comporte su restricción a los
estudios de caso. Al tratar con el problema de Galton –donde hay buenas bases
para suponer que sí existe–, en todo caso, el enfoque orientado a las variables
tiene recursos que, en realidad, solo se empiezan a explotar.
El�problema�de�la�caja�negra
Sin embargo, una vez más, querría poner en entredicho el estatus privilegiado
que de este modo se acuerda en el enfoque de los estudios de caso. Para empe-
zar, se tendría que reconocer que, igual que con los problemas de la N pequeña
y de Galton, mientras que el problema de la caja negra puede ser más aparente
en trabajo cuantitativo, de hecho, aparece igualmente en el enfoque de los es-
tudios de caso donde se aplican métodos de comparación lógicos. Al contrario
de lo que sugiere Rueschemeyer (1991, págs. 32-33), los métodos lógicos tam-
bién pueden establecer regularidades solo empíricas que pueden, como mu-
cho, apuntar relaciones causales: por ellos mismos no pueden proporcionar
un recuento de los verdaderos procesos involucrados (cf. Burawoy, 1989). Y si,
con este objeto, la "inducción analítica" se acompaña por algunas narrativas
de secuencias históricas, entonces esto, por razones que hemos mencionado
anteriormente, no puede ser parte del propio método lógico, sino que solo
puede ser un apéndice extraño.
© FUOC • PID_00232830 50 El proceso de investigación social y política
(13)
Además, querría afirmar que el logro teórico de los estudios de caso es, en todo Aquí tengo presente los dis-
tintos argumentos que se han
momento, bastante menos impresionante de lo que los autores citados más
avanzado sobre la posibilidad
arriba prueban de demostrar. Allá donde se ha preservado la unidad de los ca- de la explicación histórica logra-
dos sin hacer referencia a teo-
sos –allá donde los casos se estudian de forma holística, más que descompo- rías generales mediante el uso
nerse en variables– es ciertamente posible, como mínimo en principio, pro- de narrativas que muestran có-
mo los acontecimientos espe-
porcionar descripciones detalladas "de lo que pasó" en cada caso, con la con- cíficos forman parte de "series
continuas" (Oakeshott, 1933), có-
sideración debida por las características contextuales específicas involucradas.
mo tienen "continuabilidad" (W.
Ahora bien, tener un recuento narrativo de una secuencia de acontecimientos B. Gallie, 1964), cómo están "co-
ligadas" dentro de un "proceso
históricos no es lo mismo que tener un recuento teórico, aunque se acepte – continuo" (Walsh, 1974), o en
como yo estaría dispuesto a hacer– que una narrativa histórica puede consti- cambio, cómo están conectadas
"internamente" más que "externa-
tuir por sí misma una forma de explicación13. Quizás de modo todavía más mente". Para un breve repaso muy
valioso, véase Dray (1993).
crucial una narrativa como esta no se puede extender más allá del ejemplo
particular al que se aplica, ni tampoco narrativas comparativas se pueden ex-
tender más allá del conjunto de casos comparados (cf. Skocpol y Somers, 1980,
pág. 195). En oposición, un informe teórico debe tener alguna relación con la
generalidad. La explicación que provee sobre lo que está pasando dentro de
la caja negra de una estadística o de un análisis lógico no está simplemente
"extraída" de los acontecimientos que estuvieron verdaderamente involucra-
dos en los ejemplos cubiertos por el análisis, sino, más bien, una derivación de
una teoría que de hecho tendría que ser aplicable a otros ejemplos que caigan
dentro del campo o dominio deseado.
(14)
Es, aun así, justamente en relación con esto que la defensa de los estudios de Nuevamente, se puede obser-
var un estrecho paralelismo con
caso acontece menos convincente. El punto crucial es que, si una teoría se
los estudios de caso orientados a
forma de una forma tan esencialmente inductiva –sin, para decirlo de alguna las cuestiones microsociológicas.
Incluso un autor que tiene simpa-
manera, ningún pilar deductivo–, entonces es imposible ver cómo puede ser tías con ellas (Hammersley, 1989,
probada de forma genuina. Así las cosas, una teoría como esta no hace más caps. 7 y 8) se ve obligado a reco-
nocer que los problemas a la ho-
que recapitular observaciones; y, además, es difícil saber exactamente cómo ra de probar la teoría son agudos
tanto con la "inducción analítica"
se podría extender adecuadamente más allá de las circunstancias particulares
como con la no menos inductiva
desde las que se ha obtenido, de modo que se pueda intentar un test indepen- "teoría bien fundamentada" (Glaser
y Strauss, 1967), problemas que
diente. O, para decirlo de forma contraria, si una teoría solo llega a ser un parece que tengan que afectar
conjunto de inducciones, las posibilidades para "salvarla" o "remendarla" ante más habitualmente a analistas de
caso que trabajen a un micronivel.
pruebas que la contradicen son virtualmente ilimitadas. La generalidad puede Es interesante que en una obra re-
ciente Ragin (1994a, pág. 94) ad-
ser mantenida durante el tiempo en el que una teoría parece que se ajusta a los
mita que "la inducción analítica"
casos a los que se aplica. Pero cuando deja de ajustarse, entonces se puede ar- –de la que su propio ACC es, en
efecto, una sistematización– tenga
gumentar que la "homogeneidad causal" ya no se mantiene, y que es necesaria que estar primordialmente preocu-
una teoría en cierto modo diferente; y, en toda esta situación, ¡los analistas se pada "por el grado hasta el que la
imagen del sujeto de investigación
pueden felicitar por su "sensibilidad al contexto14"! ha sido definida, precisada y ela-
borada en respuesta a evidencias
tanto confirmantes como no con-
No obstante, la delimitación arbitraria del objetivo de una teoría –es decir, firmantes"; o, es decir, para nada
que no sea conceptualización.
una delimitación que la teoría no provee por ella misma– es una debilidad
evidente. Por lo tanto, en el contexto de la investigación sobre el estado del
bienestar, Korpi (1989, pág. 324) ha remarcado críticamente que las teorías de
"la autonomía del estado", tal como fueron avanzadas por Skocpol y otros (por
ejemplo, Orloff y Skocpol, 1984; Weir y Skocpol, 1985) sobre la base de estu-
dios de caso cualitativos "deja mucho espacio para una explicación flexible
ad hoc", y ha alertado de la necesidad para teorías como estas de ser formula-
das de un modo que las exponga a una crítica empírica más rigurosa. Y, de
forma todavía más prominente, la carga de arbitrariedad ha sido contrastada
con el tratamiento de la revolución iraní de Skocpol (1982), cuando se la ha
relacionado con sus análisis previos (1979) de las revoluciones francesa, rusa y
china (Nicholls, 1986; Burawoy, 1989; Kiser y Hechter, 1991), puesto que en el
caso iraní se introduce un cambio teórico significativo, a pesar de que aparen-
temente bastante ad hoc: es decir, las manifestaciones urbanas populares son
un "sustituto funcional" para revueltas campesinas y actividad de guerrillas (cf.
Skocpol, 1994, págs. 313-314).
© FUOC • PID_00232830 52 El proceso de investigación social y política
(15)
Finalmente, en esta conexión, también querría poner en entredicho si las prue- En estas circunstancias, estaría
completamente de acuerdo con
bas ofrecidas por Rueschemeyer, Stephens y Stephens (1992) sobre la asocia-
las críticas sustantivas que Rues-
ción entre desarrollo capitalista y democracia efectivamente confirman su ase- chemeyer y sus colegas hacen de
esfuerzos previos para explicar la
veración de que los estudios de caso permiten un territorio privilegiado para asociación entre capitalismo y de-
el desarrollo de teoría capaz de superar el problema de la caja negra. Su estu- mocracia –esto es, vía la teoría
de la "modernización". Pero es-
dio fracasa en este sentido, yo diría, precisamente por culpa del grado al que taría totalmente en desacuerdo
con que se viera como un error
el análisis de sus casos los lleva a rodear su argumento central sobre luchas
de esta, o de cualquier otra teo-
de poder entre clases sociales con excepciones y calificaciones –relacionadas ría, el hecho de que esté insuficien-
temente basada en investigación
con las diferencias entre naciones en la construcción social de los intereses de previa o, incluso, que sea "pura
clase, en las posibilidades para las alianzas de clase, en la forma de la sociedad coyuntura" (Rueschemeyer y otros,
1992, pág. 29; cf. Goldthorpe,
civil, en el papel del estado, en el impacto de las relaciones transnacionales, 1992b). Las teorías se tienen que
juzgar no por sus orígenes empíri-
etc. (1992, esp. págs. 269-281). No solamente la capacidad de explicar –me-
cos sino por sus implicaciones em-
diante "explicaciones dejando de lado"– parece de este modo más bien baja, píricas. ¿Y qué mejor epitafio para
una teoría que ser suficientemente
sino que, además, es notorio que, cuando estos autores tratan la cuestión clave interesante para provocar investi-
de la "generalizabilidad" de su teoría más allá de los casos que han examina- gación y suficientemente clara pa-
ra ser probada como falsa por la
do (1992, pág. 285) –digamos, por ejemplo, naciones contemporáneas de Asia investigación?
oriental o de Europa oriental y central–, lo que pueden ofrecer no es una serie
de hipótesis derivadas que podría ser probada en casos nuevos como estos,
sino más bien una discusión sobre factores adicionales que tendrían que ser
considerados15. Aunque puede ser que la conciencia que Rueschemeyer y sus
colegas demuestran en relación con la complejidad y heterogeneidad causal
esté garantizada empíricamente. Pero si este es el caso, lo que han proporcio-
nado es una demostración de la dificultad inherente a formar una teoría de
la relación entre desarrollo capitalista y democracia, y no una demostración
de esta propia teoría.
(16)
Para macrosociólogos que buscan tratar los problemas de la caja negra de for- Las respuestas a Kiser y Hechter
que conozco son las de Quadagno
ma más eficiente, yo diría que los estudios de caso, tanto si son históricos
y Knapp (1992), Skocpol (1994),
como de algún otro tipo, no tienen un valor distintivo, y una absorción de y Somers (1998). Las dos prime-
ras me parece que están más en
sus especificidades puede efectivamente desviar la atención lejos de lo que, acuerdo que en desacuerdo. Esto
de hecho, se requiere de forma primordial: es decir, teoría que sea tan general es, sus autores se muestran a pun-
to para aceptar una idea mucho
como sea posible hacerla. Tal como Kiser y Hecter (1991) han mantenido en menos exigente de teoría que la
de Kiser y Hechter y, consecuente-
una dura crítica a la calidad de la teoría en sociología histórica comparada, pa-
mente, la idea de que los sociólo-
ra iluminar las cajas negras representadas por simples regularidades empíricas gos históricos comparativos no es-
tán interesados en probar teorías
necesitamos más que una simple redescripción de estas dentro de un marco del modo que requerirían Kiser y
teórico (o conceptual) que parece modificable indefinidamente a medida que Hechter.
nuestra base de datos se expande. Más bien la teoría debería buscarse en que
es general porque permite la especificación de procesos causales que, si son
operativos, serían capaces de producir las regularidades en cuestión y tendrían
una serie de implicaciones adicionales en relación con, como mínimo, un tipo
observable potencial. Hasta el punto de que la teoría es general en este senti-
do, puede pretender tanto un poder explicativo mayor, que la teoría siempre
tiene que buscar, como una apertura mayor a las pruebas empíricas, que nunca
tiene que evitar16.
© FUOC • PID_00232830 53 El proceso de investigación social y política
Además, añadiría que una preocupación tal por la generalidad de la teoría pue-
de ayudar a los macrosociólogos a ver la relevancia de la historia en su empresa
de una forma diferente y, creo, más apropiada que la que aparece actualmente
entre los exponentes del enfoque de los estudios de caso. En vez de que el
hecho recurrir a la historia sea considerado como esencial para el desarrollo
de la teoría, debería ser entendido mejor como una forma de marcar los límites
de la teoría: esto es, el punto en el que lo que es importante causalmente en
relación con ciertos descubrimientos empíricos es reconocido no en situacio-
nes sociales y procesos recurrentes que podrían ser sujeto de la teoría, sino en
contingencias, coyunturas distintivas de acontecimientos u otras singularida-
des que la teoría no puede abarcar.
(17)
Dado que todo lo que hemos dicho hasta ahora ha sido tratado de forma más A pesar de que es ciertamente
decepcionante, no debería consi-
bien abstracta, intentaré ilustrarlo en referencia al trabajo primordialmente
derarse una desgracia para los so-
cuantitativo que ha llevado a cabo Robert Erikson en movilidad social compa- ciólogos admitir que no han sido
capaces de desarrollar una teoría
rativa (Erikson y Goldthorpe, 1992a). Probablemente el descubrimiento más que diera cuenta de forma adecua-
notorio de este trabajo fue que cuando la movilidad de clase intergeneracio- da de sus hallazgos empíricos. Es-
to es así porque no se puede es-
nal fue considerada libre de todas las influencias estructurales –o, lo que es perar a que se produzca a placer
teoría efectiva en el sentido que yo
lo mismo, como "fluidez social"– los índices y modelos mostraron una alta
le doy, ni siquiera siguiendo pro-
estabilidad a lo largo del tiempo dentro de las naciones y, además, un alto cedimientos o instrucciones espe-
cíficos –como parece que sería el
grado de similitud entre naciones. Un grado de invariabilidad como este sub- caso en la "teoría bien fundamen-
raya claramente la necesidad de teoría general. Porque hipótesis sobre los pro- tada". Creo que no es accidental
que justamente sea en la sociolo-
cesos causales capaces de producir constancia temporal y comunalidad entre gía cualitativa y de estudios de ca-
so donde el uso de "teorizar", co-
naciones del tipo que nuestros análisis cuantitativos revelaron tendrán que
mo un verbo transitivo más bien
ser derivadas de una teoría de alcance considerable: esto es, de una teoría que absurdo, se haya convertido en lo
más habitual: por ejemplo, pue-
precisamente no es "sensible al contexto" –a diferencia de las teorías "de ex- de ser que un tema aparentemen-
cepcionalidad" nacional en relación con la movilidad que nuestros resultados te pida ser "teorizado" del mismo
modo que una cocina puede pe-
ponen en entredicho– pero aplicable a contextos de la sociedad ampliamente dir ser limpiada o la compra puede
pedir ser traída a casa. Esto me re-
separados a lo largo tanto del tiempo como del espacio. Y por lo que respecta
afirma en la creencia de que nada
a esto, tendría que añadir, Erikson y yo fuimos capaces de llevar a cabo solo que no sea (re)conceptualización
queda de hecho involucrado.
un inicio muy modesto17.
(18)
En otras palabras, todavía vería fuerza en la distinción nomotética/ideográfica apli-
cada a la sociología y la historia –si, esto es, se entiende como referencia esencial en la
dirección del esfuerzo intelectual (y sin ninguna implicación de que la teoría sociológica
tiene que ser completamente "universal" ni de que la historiografía tiene que evitar todos
los conceptos generales). Afirmaciones de que los estudios históricos comparativos que
aplican algún tipo de "inducción analítica" son capaces de superar esta distinción (por
ejemplo, Zaret, 1978, pág. 118; Skocpol 1979, págs. 33-37) me parece que, por los motivos
que he dado más arriba, no están corroboradas por la evidencia de estos mismos estudios.
Y me permitiría dudar de que el siguiente intento que ahora parece que se está haciendo
mediante el "narrativismo sociológico" (véase, por ejemplo, Griffin, 1992; Quadagno y
Knapp, 1992) tenga muchas más posibilidades de éxito. A pesar de que entendería cier-
tamente esfuerzos como los de Abbott (1992a y 1992b) para establecer analogías entre
recuentos narrativos y explicaciones causales, todavía existen diferencias básicas que se
tienen que reconocer entre los tipos de narrativa que se despliegan. Por ejemplo, se puede
entender la teoría de la elección racional en términos de narrativas –pero narrativas que,
en contraste con las narrativas históricas, son generalizadas más que específicas, puestas
en un tiempo analítico más que real e implicativas más que conjuntivas en su estructura.
base muy segura y que, si se tienen que mantener, tendrán que ser demostra-
das de una forma mucho más convincente de lo que lo han hecho hasta ahora.
Dudo de si esto será posible puesto que no veo ningún tipo de motivo para
creer en medios privilegiados y especiales de esta categoría. Los problemas de
la N pequeña, de Galton y de la caja negra pertenecen a cuestiones bastante
básicas que es muy probable que aparezcan en cualquier caso de investigación
macrosociológica comparativa, sea cual sea el estilo en el que haya sido hecha.
Si los investigadores escogen trabajar tanto cuantitativa como cualitativamen-
te, con variables o con casos, la lógica inherente de estas cuestiones continúa
siendo la misma y, por lo tanto, también lo será la de cualquier solución que
se pueda conseguir.
© FUOC • PID_00232830 57 El proceso de investigación social y política
Resumen
En este módulo hemos intentado dar una visión en detalle de las etapas su-
cesivas de la investigación en las ciencias sociales y políticas para que el estu-
diante comprenda los procedimientos, el vocabulario y las reglas que hay que
usar para desarrollar una investigación empírica. Pero además de las etapas,
hemos destacado que hay que entender la lógica científica de la construcción
de la investigación, es decir, el uso continuo de la deducción, la coherencia y
los planteamientos teóricos en todo el proceso.
También hemos hecho especial énfasis en las decisiones y retos que hay que
afrontar en cada etapa. A menudo las limitaciones técnicas hacen que el in-
vestigador tenga que valorar diferentes posibilidades y se decante por la solu-
ción más práctica. Principalmente se tiene que conseguir elaborar un proyecto
de investigación con criterios de observabilidad, es decir, teniendo en cuenta
que los elementos principales (preguntas, conceptos, hipótesis, casos, análisis)
deben tener un reflejo directo o indirecto en la realidad sociopolítica.
Actividades
1. Leed el artículo que se presenta a continuación y, teniendo presente los contenidos del
módulo, decid cuál es el valor de la investigación social y política y por qué es necesaria.
¿Qué�es�obvio?
Entender el origen de este punto de vista es de una trascendencia que excede largamente los
límites de este artículo. A la hora de identificar esta actitud, puede resultar de ayuda para el
lector echar un rápido vistazo a algunas afirmaciones hechas en relación con el comporta-
miento de los soldados estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, junto con su
interpretación según el sentido común.
1. Los hombres con un nivel educativo más elevado mostraban más síntomas psiconeuróticos
que aquellos con un nivel educativo inferior. (La inestabilidad mental del intelectual com-
parada con la psicología más impasible del hombre de la calle ha sido comentada a menudo.)
2. Los hombres procedentes de ámbitos rurales generalmente estaban más animados durante
su vida militar que los soldados procedentes de ámbitos urbanos. (Al fin y al cabo, están más
acostumbrados a las inclemencias.)
3. Los soldados del sur eran más capaces de resistir el clima de las calurosas islas del Mar
del Sur que los soldados norteños. (Evidentemente, los del sur están más acostumbrados al
clima cálido.)
4. Los soldados rasos blancos mostraban una mayor motivación para convertirse en oficiales
que los negros. (La falta de ambición entre los negros es casi proverbial.)
5. Mientras la lucha estaba en curso, los hombres se mostraban más deseosos de ser devueltos
a Estados Unidos que después de la rendición alemana. (No se puede censurar a la gente
porque no quiera morir.)
Tenemos en estos ejemplos un botón de muestra del tipo más sencillo de interrelaciones
que constituyen los "ladrillos" a partir de los que nuestra ciencia social empírica va constru-
yéndose. ¿Pero por qué, teniendo en cuenta que son tan obvias, se gastan tanto dinero y
tanta energía en establecer estos hallazgos? ¿No sería más inteligente darlas por conocidas y
proceder directamente a un tipo de análisis más sofisticado? Podría ser efectivamente así si
pasáramos por alto un aspecto bastante interesante sobre esta lista. Todas y cada una de estas
afirmaciones son exactamente el contrario de lo que realmente se constató. Los soldados con un
nivel educativo más bajo eran más neuróticos que aquellos con más educación; los del sur
no mostraban más capacidad que los norteños para adaptarse al clima tropical; los negros
estaban más motivados por su promoción que los blancos, y así sucesivamente.
Paul F. Lazarsfeld
Ejercicios de autoevaluación
1. En el proceso de la investigación, la observabilidad –es decir, la posibilidad de encontrar
datos y referentes empíricos...
2. Los métodos cualitativos no aplican la misma lógica inferencial y, por lo tanto, no hace
falta que sigan las etapas estándar de la investigación.
a) Es cierto.
b) No es cierto. Siguen las mismas reglas y tendrían que respetar el procedimiento lógico de
las etapas de la investigación.
c) No es cierto. Siguen las mismas reglas de inferencia, pero las etapas son totalmente dife-
rentes.
5. ¿Qué es un indicador?
a) los tipos de objetos cuyas propiedades sirven para explicar la variable dependiente.
b) los datos y los indicadores.
c) los tipos de objetos cuyas propiedades se estudian con objeto de establecer generalidades.
9. ¿Qué método proporciona un mayor control de las condiciones en las que las variables
interactúan entre ellas?
a) El método histórico.
b) El método comparado.
c) El método cuasiexperimental.
© FUOC • PID_00232830 62 El proceso de investigación social y política
Solucionario
Ejercicios de autoevaluación
1.�c
2.�b
3.�a
4.�c
5.�c
6.�c
7.�c
8.�c
9.�c
© FUOC • PID_00232830 63 El proceso de investigación social y política
Glosario
concepto débil de causa m Hace referencia a la idea de tendencias probabilísticas y con-
diciones facilitadoras de los fenómenos que se tienen que explicar, en lugar de intentar al-
canzar las cuatro condiciones del concepto fuerte de causa.
diseño empírico de la investigación m Plan y estrategia que se usa para llevar a cabo
la recogida de los datos. El diseño empírico incluye la operacionalización, la selección de
los métodos y técnicas de investigación que se deben emplear y la selección de los datos
necesarios. También se puede incluir el tipo de análisis de datos que se usará.
hipótesis f Proposición que o bien describe una situación, o bien da una explicación sobre
diferentes fenómenos que pone en relación. Las primeras son hipótesis descriptivas y las
segundas son hipótesis explicativas.
inferencia f Objetivo principal de la tarea científica, que consiste en pasar de los hechos
observados a generalizaciones no observadas. A partir de los datos observables y mediante
las reglas de la inferencia bien aplicadas, descubrimos patrones generales y objetivos en la
realidad sociopolítica.
pregunta descriptiva f Pregunta que se formula para tratar de saber cómo es un fenó-
meno, dónde se da, cuándo, en qué grado, en qué cantidad, etc. Caracteriza un fenómeno y
lo determina. Es indispensable siempre que analizamos una realidad desconocida.
pregunta explicativa f Pregunta que se formula para tratar de saber por qué, qué efecto,
cómo se produce, por medio de qué proceso, en qué condiciones, de qué manera, etc. Trata
de averiguar por qué se produce un fenómeno y cuál es el efecto o influencia de un factor
sobre otro. Las preguntas relativas a cómo sucede un fenómeno corresponden al nivel más
alto de explicación.
pregunta sociológica f Pregunta que pertenece al ámbito de las ciencias sociales si los
factores o variables que se analizan son en gran parte de tipo político o social, y si las variables
que se tienen que explicar son instituciones, grupos o individuos. En la física o en la biología,
las variables que se tienen que explicar y los factores analizados son totalmente diferentes.
sin.: pregunta politológica.
variable f Elemento, fenómeno o propiedad que varía (asume diferentes valores o diferen-
tes estadios) y es observable (se detecta en la realidad empírica y por eso es recomendable
que las variables aparezcan en las definiciones e hipótesis).
© FUOC • PID_00232830 64 El proceso de investigación social y política
Bibliografía
Referencias bibliográficas
Abbott, A. (1992a). "What Do Cases Do? Some Notes on Activity in Sociological Analysis".
En: C. C. Ragin; H. S. Becker. (eds.). What is a Case? (págs. 53-82). Cambridge: Cambridge
University Press.
Abell, P. (1992). "Is Rational Chenice Theory a Rational Choice of Theory?". En: J. S. Cole-
man; T. J. Fararo (eds.). Rational Choice Theory: Advocacy and Critique. Newbury Park: Sage.
Allardt, E. (1990). "Challenges for Comparative Social Research". Acta Sociologica (núm.
33, págs. 183-193).
Amenta, E.; Poulsen, J. D. (1994). "Where to Begin: A Survey of five Approaches to Selec-
ting Independent Variables for Qualitative Comparative Analysis". Sociological Methods and
Research (núm. 23, págs. 22-53).
Anduiza, E.; Crespo, I.; Méndez, M. (2009). Metodología de la Ciencia Política (2.a ed.
revisada). Madrid: CIS ("Cuadernos Metodológicos", núm. 28).
Becker, H. S. (1992). "Cases, Causes, Conjuctures, Stories, and, Imagery". En: C. C. Ragin;
H. S. Becker What is a Case? (págs. 205-216). Cambridge: Cambridge University Press.
Burawoy, M. (1989). "Two Methods in Search of Science: Skocpol versus Trotsky". Theory
and Society (núm. 18, págs. 759-805).
Busch, A. (1993). "The Politics of Price Stability: Why the German-Speaking Nations are
Different". En: F. G. Castles (ed.). Families of Nations: Patterns of Public Policy in Western De-
mocracies (págs. 35-91). Aldershot: Dartmouth.
Dahl, R. A. (1999). La democracia. Una guía para los ciudadanos. Madrid: Taurus.
Davis, J. A. (1989). The Logic of Causal Order. Londres: Sage University ("Paper", núm. 55).
Dogan, M. (1994). "Use and Misuse of Stastics in Comparative Research". En: M. Dogan; A.
Kazancigil (eds.). Comparing Nations (págs. 35-71). Oxford: Blackwell.
Dray, W. (1993). Philosophy of History (2.a ed.). Englewood Cliffs, NJ: Prentice Hall.
Elster, J. (1989). Nuts and Bolts for the Social Sciences. Cambridge: Cambridge University Press.
Erikson, R.; Goldthorpe, J. H. (1992a). The Constant Flux: A Study of Class Mobility in
industrial Societies. Oxford: Clarendon Press.
Erikson, R.; Goldthorpe, J. H. (1992b). "The CASMIN Project and the American Dream".
European Sociological Review (núm. 8, págs. 283-305).
Gallie, W. B. (1964). Philosophy and the Historical Understanding. Londres: Chatto and Win-
dus.
Garrett, G.; Lange, P. (1991). "Political Responses to Interdependence: What's Left for the
Left?". Intergenerational Organization (núm. 45, págs. 539-564).
Glaser, B. G.; Strauss, A. L. (1967). The Discovery of Grounded Theory. Chicago: Aldine.
Goldthorpe, J. H. (1985). "On Economic Development and Social Mobility". British Journal
of Sociology (núm. 36, págs. 549-573).
Goldthorpe, J. H. (1992). "The theory of industrialism and the Irish Case" En: J. H. Goldt-
horpe; C. T. Whelan (eds.). The development of Industrial Society in Ireland. Oxford: The British
Academy.
Goldthorpe, J. H. (2000). On Sociology: numbers, narratives, and the integration of research and
theory. Oxford: Oxford University Press.
Hammersley, M. (1989). The Dilemma of Qualitative Method: Herbert Blumer and the Chicago
Tradition. Londres: Routledge.
Hicks, A. M. (1994a). "Introduction to Pooling. En: T. Janoski; A. M. Hicks (eds.). The Com-
parative Political Economy of the Welfare State (págs. 169-188). Cambridge: Cambridge Univer-
sity Press.
Huber, E.; Stephens, J. D. (1993). "The Future of he Social Democratic welfare State: Op-
tions in he Face of Internalization and European Integration". International Sociological As-
sociation, Research Committee 19 Meeting. Oxford.
Huber, E.; Ragin, C. C.; Stephens, J. D. (1993). "Social Democracy, Christian Democracy,
constitutional Structure and the Welfare State". American Journal of Sociology (núm. 99, págs.
711-749).
Ishida, H.; Muller, W.; Ridge, J. M. (1995). "Class Origin, Class Destination and educa-
tion: A Cross-national Study of Ten industrial Nations. American Journal of sociology (núm.
101).
Kangas, O. (1991). The Politics of Social Rights: Studies on the Dimensions of Sickness Insurance
in 18 OECD Countries. Estocolmo: Swedish Institute for Social Research.
© FUOC • PID_00232830 66 El proceso de investigación social y política
King, G.; Kehoane, R. O.; Verba, S. (1994). Designing Social Inquiry. Princeton, NJ: Prin-
ceton University Press.
King, G.; Kehoane, R. O.; Verba; S. (1995). "The importance of Research Design in Poli-
tical Science". American Political Science Review (núm. 89, págs. 475-481).
King, G.; Keohane, R. O.; Verba, S. (2000). El diseño de la investigación social. Madrid:
Alianza.
Korpi, W. (1989). "Power, Politics, and State Autonomy in the Development of Social Ci-
tizenship: Social Rights During Sickness in Eighteen OECD Countries since 1930". American
Sociological Review (núm. 54, págs. 309-328).
Krüger, L.; Daston, J.; Heidelberger, M. (eds.) (1987). The Probabilistic Revolution, vol. 1.
Ideas in History. Cambridge, MA: MIT Press.
Krüger, L.; Gigerenzer, G.; Morgan, M. S. (eds.) (1987). The Probabilistic Revolution, vol.
2. Ideas in Sciences. Cambridge, MA: MIT Press.
Lieberson, S. (1987). Making it Count: The Improvement of Social Research and Theory. Berke-
ley: University of California Press.
Lieberson, S. (1987). Making it Count (2.a ed.). Berkeley: University of California Press.
Lieberson, S. (1994). "More on the Uneasy Case for Using Mill-Type Methods in Small-N
Comparative Studies". Social Forces (núm. 72, págs. 1225-1237).
March, J. G. (1978). "Bounded Rationality, Ambiguity, and the Engineering of Choice". Bell
Journal of Economics (núm. 9, págs. 587-608).
Meyer, J. W. (1987). "The World Polity and the Authority of the Nation-State". En: G. M.
Thomas; J. W. Meyer; F. O. Ramirez; J. Boli (eds.). Institutional Structure (págs. 41-70). Newbury
Park: Sage.
Moore, B. (1966). Social Origins of Dictatorship and Democracy. Boston: Beacon Press.
Müller, W.; Karle, W. (1993). "Social Selection and Educational Systems in Europe". Euro-
pean Sociological Review (núm. 9, págs. 1-23).
Naroll, R. (1970). "Galton's Problem". En: R. Naroll; R. Cohen (eds.). A Handbook of Method
in Cultural Anthropology (págs. 974-989). Nueva York: The Natural History Press.
O'Connell, P. J. (1994). "National Variation in the Fortunes of Labor: A Pooled and Cross-
sectional Analysis of the Impact of Economic Crisis in the Advanced Capitalist Nations". En:
© FUOC • PID_00232830 67 El proceso de investigación social y política
T. Janosky; A. M. Hicks (eds.). The Comparative Political Economy of the Welfare State (págs.
218-242). Cambridge: Cambridge University Press.
Oakeshott, M. (1933). Experience and its Modes. Cambridge: Cambridge University Press.
Pampel, F. C.; Williamson, J. B. (1989). Age, Class, Politics, and the Welfare State. Cam-
bridge: Cambridge University Press.
Przeworski, A.; Teume, H. (1970). The Logic of Comparative Social Inquiry. Nueva York:
Wiley.
Quadagno, J. S. (1987). "Theories of the Welfare State". Annual Review of Sociology (núm.
13, págs. 109-128).
Ragin, C. C. (1994a). Constructing Social Research. Thousand Oaks, CA: Pine Forge Press.
Sartori, G. (1994). "Compare Why and How". En: M. Gogan; A. Kazancigil (eds.). Comparing
Nations (págs. 14-34). Oxford: Blackwell.
Shmitter, P. C. (1991). Comparative Politics at the Crossroads. Madrid: Instituto Juan Mach.
Shavit, Y.; Blossfeld, H.-P. (eds.) (1993). Persistent Inequality: Changing Educational Attain-
ment in Thirteen Countries. Boulder, CO: Westview Press.
Skocpol, T. (1979). States and Social Revolutions. Cambridge: Cambridge University Press.
© FUOC • PID_00232830 68 El proceso de investigación social y política
Skocpol, T. (1982). "Rentier State and Shi'a Islam in Historical Sociology". En: T. Skocpol.
Vision and Method in Historical Sociology (págs. 356-391). Cambridge: Cambridge University
Press.
Skocpol, T. (1994). Social Revolutions in the Modern World. Cambridge: Cambridge University
Press.
Skocpol, T.; Somers, M. (1980). "The Uses of Comparative History in a Macrosocial In-
quiry". Comparative Studies in Society and History (núm. 22, págs. 174-97).
Smelser, N. J. (1976). Comparative Methods in the Social Sciences. Englewood Cliffs, NJ: Pren-
tice-Hall.
Stimson, J. A. (1985). "Regression in Space and Time: A Statistical Essay". American Journal
of Political Science (núm. 29, págs. 914-947).
Therborn, G. (1993). "Beyond the Lonely Nation-State". En: F. G. Castles. Families of Na-
tions: Patterns of Public Policy in Western Democracies (págs. 329-340). Aldershot: Dartmouth.
Usui, C. (1994). "Welfare State Development in a World System Context: Event History
Analysis of First Social Insurance Legislation among 60 countries, 1880-1960". En: T. Janoski;
A. M. Hicks. The Comparative Political Economy of the Welfare State (págs. 254-277). Cambridge:
Cambridge University Press.
Walsh, W. H. (1974). "Colligatory Concepts in History". En: P. Gardnier. (ed.). The Philo-
sophy of History (págs. 127-144). Oxford: Oxford University Press.
Zaret, D. (1978). "Sociological Theory and Historical Scholarship". The American Sociologist
(núm. 13, págs. 114-121).