Exp. 00086-2020-0-2102-JP-FC-01 - Resolución - 02154-2021
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SENTENCIA Nº 047-2021-FC
RESOLUCION No. 08
Azángaro, veintisiete de abril
del dos mil veintiuno.
VISTOS: La demanda de cobro de alimentos interpuesta por
Margot Aguilar Machaca y lo actuado dentro del proceso que
antecede.
PRIMERO: de la demanda:
1.1. Petitorio: La demandante Margot Aguilar Machaca,
solicita que el demandado Gedeon Inofuente Ccari, acuda con una
pensión de alimentos ascendente a mil soles mensuales, en favor
de su menor hija Yongjia Mayerly Inofuente Aguilar.
1.2. Fundamentos de hechos: La actora sostiene como
argumentos de hecho, que:
Con el demandado mantuvieron una relación de convivencia
de 04 años aproximadamente, a partir del 31 de noviembre del
2015, hasta el mes de agosto del 2019, fecha en la que después de
maltratarla, se retiró de su hogar convivencial; como producto de
dicha convivencia, han procreado a la menor Yongjia Mayerly
Inofuente Aguilar, nacida el 03 de agosto del 2017, en la ciudad
de Azángaro y a la fecha cuenta con 03 años de edad, habiendo
sido reconocida legalmente por el demandado, conforme aparece en
la partida de nacimiento que acompaña a su demanda.
Su hija viene cursando sus estudios de educación inicial,
en la Institución Educativa Inicial N° 96 de Lizandro Luna, en la
localidad de Azángaro, con código de estudiante N° 62549864 y
tiene necesidades propias de su edad escolar, como: útiles
escolares, vestimenta, alimentación, medicinas; necesidades que
no puede colmarlas, por cuanto a la fecha no trabaja, es más está
cursando estudios en la Universidad Andinas Néstor Cáceres
Velásquez, en la sede de la provincia de Azángaro, en la
especialidad de Contabilidad, sexto semestre, ello con el apoyo
de sus madres (sic, ha de ser sus padres), quienes le brindan lo
necesario para seguir dichos estudios. Y en vista que el
demandado no proporciona los alimentos, pues los ha dejado al
abandono, desamparo total, desde su separación, es decir desde el
año 2019.
El demandado continúa trabajando en la mina Rinconada, en
su condición de perforista, percibiendo un ingreso mensual
superior a los tres mil soles; no tiene obligaciones alimentarias
con otras personas, por ende está en plena capacidad para acudir
con la suma de mil soles en forma mensual a favor de su menor
hija, la alimentista, en forma mensual y por adelantado.
1.3. Fundamentación jurídica: La actora sustenta su
demanda en diversas normas sustantivas y adjetivas, que aparecen
en los fundamentos jurídicos de su demanda; así como en los
fundamentos de hechos de su demanda.
SEGUNDO: Contestación de la demanda: El demandado Gedeon
Inofuente Ccari, si bien ha cumplido con absolver la demanda, lo
ha hecho en forma extemporánea, razón por la que se ha rechazado
la misma y ha sido declarado rebelde, mediante resolución N° 05,
contenida en el acta de audiencia única virtual que antecede.
TERCERO: Actividad jurisdiccional:
3.1. Admisión de la demanda: Se admitió la demanda
mediante Resolución Nº 01 (página 09), de fecha 21 de octubre del
2020, en la que también se ha fijado fecha y hora para la
audiencia única virtual; habiéndose emplazado válidamente al
demandado con la demanda, anexos y auto admisorio, conforme se
aprecia de la cedula de notificación de la página 25.
3.2. Rebeldía: El emplazado ha sido declarado rebelde,
por resolución N° 05, contenida en el acta de audiencia única.
3.3. Audiencia Única virtual: Acto procesal que se llevó
a cabo en fecha 22 de abril del 2021, conforme se aprecia del
acta que antecede, estableciéndose la existencia de una relación
jurídica procesal válida y al haber fracasado la etapa
conciliativa, se ha procedido a fijar los siguientes PUNTOS
CONTROVERTIDOS: 1) Determinar el estado de necesidad de la menor
alimentista; 2) Determinar las condiciones personales y las
posibilidades económicas del demandado; 3) Determinar el monto de
la pensión alimenticia a favor de la menor alimentista.
Habiéndose admitido y actuado los medios probatorios ofrecidos
por la parte demandante, así como las de oficio.
Tramitada la causa conforme a su naturaleza, con lo
informado por las partes, ha llegado el momento de emitir la
correspondiente sentencia.
CONSIDERANDO:
Primero: Consideraciones normativas de carácter
sustantivo:
1.1. Conforme al Artículo 472º del Código Civil: “Se
entiende por alimentos lo que es indispensable para el sustento,
habitación, vestido y asistencia médica y psicológica, según la
situación y posibilidades de la familia. Cuando el alimentista es
menor de edad, los alimentos comprenden también su educación,
instrucción y capacitación para el trabajo”. Podemos decir que
los alimentos implican no solamente la palabra propiamente dicha,
sino que abarca más allá del significado; en el sentido más
extenso, es todo lo que nos ayuda a protegernos para poder vivir
y desarrollarnos dignamente. Esto es, conforme lo indica
Schreiber Pezet1, desde su nacimiento el ser humano necesita
asegurar su vida y sus proyecciones futuras. Empero, es obvio que
por razones naturales se encuentra en una situación que no le
1
SCHREIBER PEZET, Max Arias, EXEGESIS del Código Civil Peruano de 1984, Tomo III Derecho
de Familia, Gaceta Jurídica, p. 399.
permite valerse por sí misma para sobrevivir y ejercer derechos
que le son inherentes como persona. De consiguiente y en tanto no
haya alcanzado madurez, el hecho de haber nacido en un medio
social permite que otras personas le presten amparo en las
primeras etapas de la vida o cuando por diversas razones
(enfermedad, accidente, desempleo, ancianidad, discapacidad y
otras causas similares) no se encuentra en condiciones de velar
por sí mismo
1.2. Por otra parte, se sostiene que el derecho a los
alimentos es de naturaleza sui generis. En ese sentido se señala
que es una institución de carácter especial o sui generis de
contenido patrimonial y finalidad personal conexa a un interés
superior familiar, que se presenta con una relación patrimonial
de crédito-débito, por lo que existiendo un acreedor puede
exigirse al deudor una prestación económica en concepto de
alimentos. Por su parte Canales torres respecto a la naturaleza
jurídica refiere que: “Los alimentos tienen una naturaleza
jurídica sui generis, pues si bien tienen un contenido
patrimonial en la medida en que se ven representados por una
cantidad de dinero o bienes de otra naturaleza, estos están
destinados a un fin que escapa de lo meramente patrimonial: la
supervivencia y satisfacción de las necesidades básicas del
alimentista, con la consiguiente protección de sus derechos
fundamentales a la vida, integridad, salud, educación, etc.”2
1.3. En cuanto a las características de la obligación
alimentaria, es de precisar, que una cosa es el derecho y otra
muy distinta la obligación alimentaria. Al hablarse de las
características de la obligación alimentaria debemos distinguirla
de la pensión, vale decir, de la materialización concreta y
efectiva de la obligación de dar alimentos. De allí que las
características las estructuremos en base al titular de la
obligación jurídica, el alimentante, siendo sus caracteres:
personal, reciproca, variable, intransigible, irrenunciable,
incompensable, divisible y mancomunada, y extinguible3; en tanto
que desde el punto de vista del derecho alimentario tiene las
siguientes características: personal, intransmisible,
irrenunciable, intransigible, incompensable, imprescriptible,
inembargable.
1.4. Por otro lado, la obligación alimentaria para el
hijo es de los dos padres por igual, ya que ambos tienen iguales
derechos y, por ende, iguales obligaciones. Cuando hay varios
deudores alimentarios respecto de un mismo alimentista. En tales
supuestos, la obligación alimentaria que recae sobre esa
pluralidad de deudores se prorratea entre estos, siempre que
ambos estén en la obligación directa de cumplirlos. Distinto es
el caso en que existan obligados directos (padres) e indirectos
(abuelos), no podrán ser demandados ambos. Se demandará a los
primeros y a falta o insuficiencia de estos, recién, a los
2
CANALES TORRES, Claudia, La obligación alimentaria en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional peruano; en Gaceta Constitucional “El derecho de familia en la
Jurisprudencia del Tribunal Constitucional”, p.67.
3
VARSI ROSPIGLIOSI, enrique, Tratado de Derecho de las Familiar. Derecho Familiar
patrimonial. Relaciones económicas e instituciones supletorias y de amparo familiar. Tomo
III, Gaceta Jurídica S.A. 2011, p.440
segundos. Se trata de una obligación subsidiaria4. No está demás
precisar que si bien la obligación de prestar alimentos es de
ambos padres, sin embargo, sus condiciones personales o
circunstancias personales de ambos son distintos5.
1.5. El Código de los Niños y Adolescentes en su artículo
92º define que son los alimentos y agrega en cuanto a la
definición del artículo 472º del Código Civil, el concepto de
“recreación” y también “los gastos del embarazo de la madre desde
la concepción hasta la etapa del post parto”. En cuanto a la
recreación, sin duda se trata de un aspecto necesario e
importante porque es parte integral en el desarrollo de la
persona y más aún en el niño, niña y el adolescente. Lo novedoso,
por decirlo así, es que dentro del concepto del derecho de
alimentos se considera los gastos que realiza la madre durante el
embarazo y el post parto. Aquí se parte de un principio que
consagra nuestra carta magna y es que la vida empieza desde la
concepción y por ello desde allí hay que protegerla y darle toda
la seguridad socio-jurídica del caso.
1.6. Por otro lado, el artículo 481º del Código Civil,
establece que “Los alimentos se regulan por el Juez en proporción
a las necesidades de quien los pide y a las posibilidades del que
debe darlos, atendiendo además a las circunstancias personales de
ambos, especialmente, a las obligaciones a que se halle sujeto el
deudor. El Juez considera como un aporte económico el trabajo
doméstico no remunerado realizado por alguno de los obligados
para el cuidado y desarrollo del alimentista, de acuerdo a lo
señalado en el párrafo precedente. No es necesario investigar
rigurosamente el monto de los ingresos del que debe prestar los
alimentos”. El artículo 481º del Código Civil no debe
interpretarse que está permitida la omisión de toda actividad
probatoria sobre las posibilidades económicas del obligado o el
monto de sus ingresos, sino únicamente -respecto de este último
extremo- que la investigación no necesariamente debe ser
rigurosa, por tanto, está a cargo de las partes acreditar los
hechos que se alegan en el proceso.
1.7. Conforme lo expresa Claudia Moran Morales6 los
presupuestos legales de la obligación de alimentos son tres: el
subjetivo, constituido por la existencia del vínculo familiar,
caracterizado por su carácter y vocación de permanencia, mientas
los otros dos de carácter objetivo, el estado de necesidad del
acreedor y la disponibilidad del obligado que pueden variar con
el transcurso del tiempo. Estos últimos convierten la obligación
de alimentos en exigible, quedando su determinación a diferencia
del hecho natural del parentesco, a la apreciación y buen
criterio del juzgador, sin dejar de lado la regla de la
proporcionalidad.
1.8. Por otro lado, respecto a la educación y crianza de
los hijos es pertinente traer a colación lo establecido en la
4
CANALES TORRES, Claudia, Criterios en la determinación de la Pensión de Alimentos en la
Jurisprudencia, Gaceta Jurídica, Primera Edición, Junio 2013, p.12.
5
CANALES TORRES, Claudia, Criterios en la determinación de la Pensión de Alimentos en la
Jurisprudencia, Gaceta Jurídica, Primera Edición, Junio 2013, p.4.
6
Código Civil Comentado, Comentan 209 especialistas en las diversas materias del derecho
civil, Tomo III, Derecho de Familia (Segunda Parte), p. 186.
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer de 1979, para reglar la conducta
de los padres respecto a sus hijos, refiriendo que es necesario:
“Garantizar que la educación familiar incluya una comprensión
adecuada de la maternidad como función social y el reconocimiento
de la responsabilidad común de hombres y mujeres en cuanto a la
educación y al desarrollo de sus hijos, teniendo en cuenta que el
interés de los hijos es la consideración primordial en todos los
casos”; por tanto, es deber de los padres criar a sus hijos en
condiciones dignas de un ser humano.
1.9. Finalmente, debe tenerse presente que en la adopción
de medidas concernientes al niño y adolescente, es de obligatoria
observancia de toda autoridad –incluida la judicial- el interés
superior del niño y el adolescente, tal como lo prescribe el
articulo IX del Título Preliminar, del Código de los Niños y
Adolescentes, concordante con el artículo 3º de la Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño.
Por su parte, el Tribunal Constitucional, respecto a este
principio del interés superior del niño ha referido que: “De éste
modo, el principio constitucional del interés superior del niño,
niña, y adolescente se constituye en aquel valor especial y
superior según el cual los derechos fundamentales del niño, niña
y adolescente, y en última instancia su dignidad, tienen fuerza
normativa superior no solo en el momento de la producción de
normas, sino también en el momento de la interpretación de ellas,
constituyéndose, por tanto en un principio de ineludible
materialización para el Estado, la sociedad en su conjunto y la
propia familia, incluidos claro está el padre, la madre o quien
sea el responsable de velar por su derechos fundamentales” (STC
N° 02132-2008-PA/TC, Fundamento Jurídico 10). Por tanto,
constituye un deber el velar por la vigencia de los derechos del
niño y la preferencia de sus intereses, por lo que ante cualquier
situación en la que colisione o se vea en riesgo el interés
superior del niño, indudablemente, este debe ser preferido antes
que cualquier otro interés.
En el caso de autos, a efecto de un pronunciamiento sobre
el fondo, se tomarán en cuenta las consideraciones normativas y
doctrinarias expuestas precedentemente, pues éste órgano
jurisdiccional lo entiende como relevantes para efectos de
resolver el conflicto de intereses puesto a juzgamiento.
Segundo: Consideraciones normativas de carácter procesal:
2.1. Una de las garantías del debido proceso es el
derecho de la prueba que le asiste a cada una de las partes en
conflicto, mediante la cual se permite a las partes acreditar los
hechos que configuran su pretensión o que configuran su
contradicción, de ahí que nuestro ordenamiento procesal reconoce
que los medios probatorios, tienen por finalidad acreditar los
hechos expuestos por las partes, en su demanda y/o contestación
de la demanda, produciendo certeza en el juzgador respecto de la
existencia o inexistencia de los hechos alegados por las partes,
para así fundamentar sus decisiones, tal conforme lo establece el
artículo 188ºdel Código Procesal Civil.
2.2. Salvo disposición legal diferente, la carga de
probar corresponde a quien afirma hechos que configuran su
pretensión o a quien los contradice alegando nuevos hechos,
conforme lo establece el artículo 196º del Código Procesal
Civil. Por tanto, la carga de la prueba constituye un medio de
gravamen sobre quien alega un hecho, de manera que su
incumplimiento determina la absolución de la contraria7.
2.3. Que, de conformidad con lo dispuesto por el artículo
197º del Código Procesal Civil, todos los medios probatorios son
valorados por el Juez en forma conjunta, utilizando su
apreciación razonada; sin embargo, en la resolución sólo serán
expuestas las valoraciones esenciales y determinantes que
sustenten su decisión. De lo que se infiere que las pruebas deben
ser estudiadas en sus elementos comunes, en sus conexiones
directas o indirectas, por lo que, ninguna prueba deberá ser
tomada en forma aislada, tampoco en forma exclusiva sino en su
conjunto, por cuanto solo teniendo la visión integral de los
medios probatorios se puede sacar conclusiones en busca de la
verdad, que es el fin de proceso.
2.4. Finalmente, conforme lo estable el artículo 275º del
Código Procesal Civil: los sucedáneos son auxilios establecidos
por la ley o asumidos por el Juez para lograr la finalidad de los
medios probatorios, corroborando, completando o sustituyendo el
valor o alcance de estos. Dentro de ellos se tiene al indicio y a
la presunción. Los que pueden ser utilizados por el juzgador en
caso de insuficiencia probatoria.
2.5. En tal sentido, la valoración de las pruebas
admitidas y actuadas en este proceso -debidamente incorporados al
proceso- se circunscribirán a los hechos controvertidos y a
aquellos que han sido determinantes para el a quo en la solución
del thema decidendi, relevándonos de aquellas que no tenga esa
finalidad, sin perjuicio de tomarse en cuenta las consideraciones
expuestas precedentemente.
Tercero: Análisis fáctico – normativo de los hechos:
3.1. La valoración de la prueba, en torno a la carga de
quien se encuentra supeditado a acreditar y/o desacreditar su
estatus al interior de la dinámica de un proceso, debe ser
realizada por el juzgador a fin de que pueda obtener una solución
razonable acorde a lo que emerge del expediente y lo alegado por
las partes procesales; en ese sentido, no podrá concluirse una
situación o relación jurídica de aquello que las partes no han
introducido para que sea objeto de evaluación por el juez.
3.2. Prima facie, es de precisar que son presupuestos
para conceder la pensión de alimentos; en primer lugar, la
existencia de una norma legal que establezca quienes están
obligados a prestar alimentos (entroncamiento familiar); en
segundo lugar, debe darse y acreditar la existencia de un estado
de necesidad de quien los pide; y en tercer lugar debe apreciarse
la posibilidad económica de quien debe prestarlos.
3.3. Acorde a los puntos controvertidos establecidos en
la audiencia única y los medios probatorios admitidos, actuados e
incorporados en autos, se tiene:
7
LEDESMA NARVAEZ, Marianella, Jurisprudencia Actual, Lima, 2005, Tomo VI, p. 461.
3.3.1. Vínculo familiar: En el caso de autos, está
acreditado el vínculo o entroncamiento familiar entre la menor
alimentista Yongjia Mayerly Inofuente Aguilar, con el demandado
Gedeon Inofuente Ccari, por el mérito del acta de nacimiento que
obra en la página dos de autos, de donde se advierte que dicha
menor ha sido reconocida por el demandado, en cuya virtud éste
tiene el deber de proveer los alimentos a la mencionada menor
alimentista. Consecuentemente, habiéndose establecido el vínculo
familiar entre las partes, el thema decidendi se constituye en
determinar si la alimentista, respecto de la cual se solicita
alimentos se encuentra en estado de necesidad y si le asiste el
derecho a una pensión de alimentos y por otro lado, si el
demandado tiene las condiciones y posibilidades para cumplir con
la pensión solicitada, además de considerarse las circunstancias
personales de ambos padres.
3.3.2. Estado de necesidad de la menor alimentista: Sobre
este aspecto es de considerar lo siguiente:
a) En atención a que el fundamento de la obligación legal
alimenticia es subvenir a las necesidades de quien no pueda
atender a su subsistencia por sus propios medios, quien pida su
cumplimiento debe encontrarse en una situación de necesidad vital
a la que no pueda poner remedio empleando normal diligencia, es
decir carece de posibilidad real de trabajar –como es el caso de
los menores de edad-, agregando que el estado de necesidad
tampoco supone la indigencia absoluta; por otro lado, es menester
precisar que el estado de necesidad constituye uno de los
parámetros para determinar la cuantía de la pensión de alimentos.
b) Asimismo, el derecho alimentario y el estado de
necesidad en casos de menores de edad se presume, en consecuencia
dicha presunción se desprende de la sola existencia del acta de
nacimiento de la menor alimentista, que acredita su minoría de
edad, en el presente caso Yongjia Mayerly Inofuente Aguilar, ha
nacido el 03 de agosto del 2017, por lo que a la fecha cuenta con
tres años de edad; siendo que por la edad que tiene, le
corresponde cursar estudios de nivel inicial, aún cuando ello no
haya sido acreditado con medio probatorio alguno; por tanto en
etapa de formación y desarrollo bio-psico-social, requiriendo
contar con una buena alimentación, vivienda, educación,
asistencia médica, vestimenta y recreación que hagan posible su
existencia con decoro y dignidad.
c) Finalmente, es pertinente poner en evidencia la
situación de insuficiencia de los menores, que prácticamente en
su condición de tales, se hallan inhabilitados para valerse por
sí mismos. Por tanto, las necesidades siendo innatas al ser
humano y tratándose de menores de edad, se presumen, salvo prueba
en contrario, no requiriendo de probanza rigurosa.
3.3.3. Posibilidades económicas del demandado: Para
determinar este aspecto es de tomarse en cuenta lo siguiente:
a) Para valorar la disponibilidad económica real del
pariente a quien se demanda el pago de alimentos, hay que tener
en cuenta tanto su medio de trabajo como su patrimonio y rentas
(que meridianamente debe ser acreditado por la parte demandante),
además de descontar lo que se precisa para la satisfacción de sus
necesidades y las de su familia8.
b) La prueba respecto a los ingresos y la capacidad
económica del demandado es de libre apreciación y en muchos casos
puede construirse incluso a partir de indicios, ya que es
frecuente que el obligado pretenda ocultar sus ingresos e incluso
generar embargos para disminuir su capacidad económica; en vista
de lo anterior, el tema impone la valoración de cada caso en
concreto para controvertir los argumentos presentados y acudir a
los medios de prueba más adecuados. En ese sentido, un referente
a trabajar en este punto es la prueba indiciaria, pues a partir
de evidencias construidas y probadas por la parte demandante
podrá llegarse a probar la capacidad económica del demandado,
pese a la resistencia de éste a mostrarla. Un indicador a manejar
para ello es la capacidad de gasto y el estilo de vida del
obligado, para construir a partir de ellos indicios que lleven a
presumir una capacidad económica superior a la declarada. Estos
indicadores se deben aplicar a aquellos casos en que el padre o
madre alimentante se niega a aceptar voluntariamente su capacidad
económica, por lo que se activan los mecanismos de los sucedáneos
probatorios para descubrir la información relacionada a los
ingresos y así poder determinar su suficiencia de pago9.
c) En el caso de autos, la demandante ha referido -con
relación a la capacidad económica del demandado- que aquel
trabaja como perforista, en la mina Rinconada, percibiendo por
ello tres mil soles mensuales; aspecto que sin embargo la
demandante no ha logrado acreditar con medio probatorio alguno.
d) Por su parte el demandado niega trabajar en dicha mina
y que desconoce que es ser perforista, porque esta mal de salud,
por la rotura de su clavícula izquierda, para en la declaración
jurada de ingresos señala percibir ingresos por S/ 630.00
aproximadamente, por trabajos en el campo, como agricultor.
e) Sin embargo, cabe considerarse que la aludida fractura
de clavícula izquierda, data del 13 de julio del 2013, esto es
hace casi ocho años atrás, cuando el demandado contaba con 17
años de edad, como tal persona joven, de quienes se sabe tienen
un poder de recuperación físico mucho mas rápido que los de una
persona mayor; cuanto mas que en el certificado médico que
alcanza como medio probatorio, no se señala intervención
quirúrgica alguna, sino un tratamiento ortopédico de vendaje de
tela, y descanso médico por ocho días, hasta el 20 de julio del
2013; lo que implica que luego de ello, queda habilitado para
realizar cualquier actividad; con lo que queda desvirtuado su
supuesta incapacidad para trabajar en una mina.
f) Aunado a ello, se tiene la propia versión del
demandado, al señalar que viene cumpliendo mensualmente con la
atención de la menor alimentista, alcanzando inclusive el voucher
de radio comunicaciones Mega Escorpión, por el monto de S/
375.00, de fecha 27 de febrero del 2020 (como indica en el acto
de la audiencia); de donde se puede inferir que los ingresos del
demandado le permiten aportar con dicho monto, para la atención
de la menor alimentista; así como que si puede desarrollar
8
CABALLERO PINTO, Henry, GACETA Constitucional, la Determinación de la Pensión de Alimentos
en el Código Civil y en la Doctrina Jurisprudencial del Tribunal Constitucional, p. 293.
9
LEDESMA NARVAEZ, Marianella, Comentarios al Código Procesal Civil, Análisis Articulo por
Articulo, Tomo II. 2015, p.744.
actividad económica, desvirtuando de esta manera que se halla
imposibilitado de trabajar por haber sufrido la rotura de la
clavícula, hace casi ocho años atrás; además se tiene que en su
contestación de la demanda, ha señalado poder acudir a su menor
hija, la alimentista, con la suma de ciento cincuenta soles
mensuales, para en la audiencia única aumentar dicha propuesta,
hasta la suma de doscientos soles.
g) Todo lo antes mencionado, implica que en realidad sus
posibilidades económicas son superiores a las declaradas por el
demandado y que mas bien, probablemente estas sean superiores a
la remuneración mínima vital, que a la fecha se halla fijada en
la suma de novecientos treinta soles; aunado a que el propio
demandado reconoce realizar labores del campo, como agricultor,
lo cual como es conocido en éste medio, denota gran esfuerzo
físico; a mas que el demandado ha nacido el 01 de julio de 1996,
como se desprende de su copia de DNI, por lo que a la fecha
cuenta con 24 años de edad, como tal persona joven en la plenitud
de su edad, pudiéndose desempeñar en cualquier actividad laboral
que realice; pudiéndose mas bien colegir la intención del
demandado de esconder sus reales actividades económicas, así como
sus reales ingresos que por ello percibe.
h) Pese a que la demandante ha indicado que el demandado
no tiene otras obligaciones con terceros; el demandado ha
indicado que tiene una nueva carga familiar, entre ellos su
madre, esto sin embargo no ha sido acreditado; pese a ello, cabe
considerarse que el demandado debe trabajar para proveer su
propio sostenimiento; siendo de elevar, que conforme al último
párrafo del artículo 481º del Código Civil se tiene que “no es
necesario investigar rigurosamente el monto de los ingresos del
que debe prestar los alimentos”, lo que es considerado en el
presente caso.
3.3.4. Establecimiento de la pensión de alimentos:
Establecidos los elementos o parámetros a ser considerados para
fijar el monto de la pensión de alimentos y teniendo en cuenta la
regla de proporcionalidad, es de precisar que:
a) Resta indicar que uniformemente es aceptado por la
doctrina que la determinación del monto de la pensión de
alimentos debe ser proporcional a las necesidades del alimentista
y las posibilidades económicas del alimentante, lo que significa,
en palabras de Guillermo Borda, que no debe ser tan elevada que
pueda perjudicar la economía del alimentante, ni tan exigua que
desnaturalice su propósito.
b) La pensión de alimentos a señalarse, en el presente
caso concreto, debe regularse tomando en cuenta los aspectos
antes señalados; debiéndose asumir que se han acreditado que el
demandado si trabaja, dedicándose probablemente a actividades
mineras y agrícolas, y que sus ingresos económicos probablemente
superan la remuneración mínima vital, establecida a la fecha en
la suma de novecientos treinta soles, por el Decreto Supremo N°
004-2018-TR, vigente desde el 01 de mayo del 2018; por lo que a
efecto de determinar la pensión alimenticia a favor de la menor
alimentista, se toma en el caso concreto el monto indicado; se
tiene en cuenta –además- lo siguiente: i) que, si viene no se ha
determinado que el demandado tenga otras obligaciones con
terceros; cabe considerarse que debe proveer a su propio
sostenimiento; ii) la obligación de alimentar a los hijos recae
en ambos padres –conforme lo establece el Artículo 6º de la
Constitución Política de Estado, esto es, que también corresponde
a la madre aportar con los alimentos para con sus menores hijos
alimentistas; sin embargo, en el presente caso, la madre se
encuentra ejerciendo la tenencia de hecho de la menor
alimentista, la cual por su edad, requiere atención, aún cuando
ésta no sea de carácter permanente, siendo que ésta no solo
comprende la atención y cuidado, sino el tiempo de dedicación
para con ella10 (trabajo doméstico), por lo que no se le puede
exigir a cabalidad el cumplimiento de dicha obligación
alimentaria a la parte demandante (madre), cuyo aporte desde ya
lo viene cumpliendo. iii) que es posible afectar legalmente solo
el equivalente a un sesenta por ciento del ingreso económico
mensual del deudor alimentario, lo que no implica que sea en
forma porcentual, sino en un monto fijo equivalente.
Cuarto: De la previsión legal: Conforme lo establece la
primera disposición final de la Ley 28970, se debe hacer de
conocimiento de los deudores alimentarios sobre la creación del
Registro de Deudores Alimentarios Morosos (REDAM), donde serán
inscritas aquellas personas que adeudan tres cuotas, sucesivas o
no, de sus obligaciones alimentarías, establecidas en sentencias
consentida o ejecutoriadas o acuerdos conciliatorios con calidad
de cosa juzgada. También serán inscritas aquellas personas que
no cumplan con pagar pensiones devengadas durante el proceso
judicial de alimentos si no las cancelan en un periodo de tres
meses desde que son exigibles, registros que a su vez deberán
ser comunicados a la Superintendencia de Banca, Seguros y
Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones, información que
también podrá ser remitida a las centrales de riesgo privadas y
que tanto las entidades públicas como privadas identifiquen a
los deudores alimentarios morosos.
Quinto: De las obligaciones del obligado y la
representante de la menor alimentista: Conforme lo ha
establecido el Tribunal Constitucional en el fundamento 43 de la
Sentencia emitida en el Expediente N° 02132-2008-PA/TC, es deber
de esta judicatura informar al obligado, bajo responsabilidad
penal, que tiene la obligación de cumplir con el pago de las
pensiones alimenticias establecidas, cuyo pago preferente debe
efectuarse en depósitos en una cuenta del Banco de la Nación, si
esta fuese establecida en monto fijo; asimismo, informar al
alimentista o a su representante legal que el cobro de las
pensiones alimenticias fijadas en la presente sentencia se
encuentra sujeto a un plazo de prescripción, por lo que el cobro
de los mismos debe efectuarse en un plazo razonable.
Sexto: Costas y costos: Que, conforme al primer párrafo
del artículo 412º del Código Procesal Civil, el reembolso de las
10
La madre que ejerce en los hechos la tenencia y cuidado de los hijos menores debe
considerarse como su aporte en cuanto a la obligación de prestar alimentos a favor de
ellos, por cuanto el tiempo y dedicación empleado en el cuidado de los hijos, disminuye
su posibilidad de realizar una actividad laboral permanente que le permita generar
recursos económicos al igual que el padre (varón), quien tiene toda la libertad de poder
realizar cualquier trabajo, sea en forma independiente o dependientemente. Ello es así,
por la misma naturaleza del rol que cumple la madre en el cuidado y atención de los
hijos, sobre todo en los primeros años de vida.
costas y costos del proceso no requieren ser demandado y es de
cargo de la parte vencida, salvo declaración judicial expresa y
motivada de exoneración. En el caso de autos, teniendo en
consideración la naturaleza de la pretensión, cabe disponerse su
exoneración, pues prima el pago de la obligación alimentaria.
Sétimo: En conclusión: Cabe ampararse en parte la
demanda, por cuanto nuestro ordenamiento procesal civil señala
que ninguna pretensión puede declararse fundada teniendo en
cuenta el solo dicho de la parte que lo afirma, por el contrario,
quien sostiene un hecho debe necesariamente probarlo con medios
probatorios; así lo establece con carácter imperativo los
artículos 196º y 200º del Código Procesal Civil; fijándose la
pensión alimenticia a favor de la menor Yongjia Mayerly Inofuente
Aguilar, en la suma de trescientos soles, a pagarse en forma
mensual y adelantada por el obligado Gedeon Inofuente Ccari.
En relación a las costos y costas del proceso, dada la
naturaleza de la pretensión, cabe disponerse su exoneración.
Por tales fundamentos, apreciando los hechos y pruebas en
forma conjunta y razonada; estando a las normas acotadas,
administrando justicia a nombre del pueblo, de quien emana esa
potestad, de conformidad con el artículo 138º de la Constitución
Política del Perú y de la jurisdicción que ejerzo, el Juez del
Juzgado de Paz Letrado de la Provincia de Azángaro – Distrito
Judicial de Puno.
FALLA:
1) Declarando FUNDADA en parte la demanda de cobro de
alimentos interpuesta por MARGOT AGUILAR MACHACA, en
representación de su menor hija Yongjia Mayerly Inofuente
Aguilar, en contra del demandado GEDEON INOFUENTE CCARI.
2) En consecuencia, ORDENO que el demandado GEDEON
INOFUENTE CCARI, acuda a su menor hija Yongjia Mayerly Inofuente
Aguilar, con una pensión de alimentos, mensual y adelantada
ascendente a la suma de TRESCIENTOS SOLES; que deberá ser
depositado en una cuenta del Banco de la Nación a nombre de la
demandante, para lo cual gírese el oficio correspondiente.
3) Infundada en parte la demanda sobre cobro de
alimentos en cuanto al exceso del monto solicitado en el
petitorio, por improbada. Con expresa exoneración del pago de
costas y costos y del proceso.
4) Poner en conocimiento expreso del demandado de la
previsión legal precisada en el cuarto considerando; asimismo
poner en conocimiento a ambas partes lo indicado en el quinto
considerando de la presente sentencia. Hágase saber.