Santivañez, Roger - Santificado Sea Tu Nombre. Poesía Reunida
Santivañez, Roger - Santificado Sea Tu Nombre. Poesía Reunida
Santivañez, Roger - Santificado Sea Tu Nombre. Poesía Reunida
ANTES DE LA MUERTE 21
Martín Adán/Oda
Las persianas
Las armas perdidas
La batalla
SOLEDADES
I. Piura
II. Piura
Alejandro/el tío
TRES POEMAS PARA DESCIFRAR
I. La sombra se veía
II. En el taller
III. Ejercicios espirituales
En el tiempo
Homenaje a Ernesto Che Guevara
Del reparto
Canción para Aicamlad
Poema al desierto
Estudio de poesía
3
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
INSANE ASYLUM
Sobredosis
Chicas
Luis Hernández Ludik
Ars Poeticae
Dos textos
Final
Noticia
SYMBOL
I. PODER
Odio
Soledad
Pueblo
Guerra
II. MATAR
Deseo
Solución
Triunfo
Liberación
III. IMAGINAR
Sucumbir
Delirio
Viaje
Aventura
IV. ALLUCINAR
Placer
Alegría
Risa
Paz
Colofón
COR CORDIUM
1.
4
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
Envío
LAUDERDALE
LAUDERDALE
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
SANTA MARÍA
Kilowatt / Pase a la gloria
I.
The House of Santa María
Piura, 1967
Twilight
Corazón de durazno
Dos Patios
Matinal
Las cosas
Colán
La lata china
La víspera
II.
Antero & el USI
La chica Furuno
5
Diabla García
III.
Dos Santos
1. Loli
2. Yovera
Lectura Final
EUCARISTÍA
Sajonia
1.
2.
3.
Cántico
1.
2.
3.
4.
5.
Eucaristía
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10 .
11 .
12 .
13 .
Adonáis
1.
2.
Lúdica
Bordado de encaje
Lied
1.
2.
Gema
Egus
AMASTRIS (2007)
La insolación interior
6
1.
2.
3.
4.
5. (Perfecto mediodía)
Sub Nocte
1.
2.
BERRUECOS SUDACAS
Estigia
Icono
Gate
Yardbird
Pastoril
Muerte de Luzmila
Triángulo isósceles
Venado asesinado
Oro peinado
Amastris
Ars poetica
LABRANDA
HALL
Sretti
1.
2.
1. WINTER
Sandie & Lucy
Snow Snob
Modesto Garage
1. Agenor
2. Ángel (a)
Aglae
2. SPRING
Camotal
1.
2.
Almost Olmos
1.
2.
Oscila ya
Es pesar
Costumbres indígenas
1. Chucaque
2. Verano colonial
3. Villacampa
7
3. SUMMER TIME (CANON MISSAE)
Labranda
1.
2.
3.
4.
5. (Ideología Marina)
Portrait of Lady (Kathy en Ocean city)
Myrtho
1.
2.
Piscina Roberts
1. Nimpha
2. Estío
Inter Densas
1.
2.
4. AUTUMN
Jazmín
Trinitras Fabricatrix
1.
2.
Adorno Bosqueto
1.
2.
Delicias Domine
1.
2.
Piurensis Solis
Nobile castello
Once again
1.
2. (Memoria)
3.
Homenaje a Ezra Pound (Ars poetica)
Loca Montis
AMARANTH
Concepción
1. Estación
2. Rimac’s lumpen
3. Saint Peter’s Beach, wake up
Sacra privata
1. Infancia
2. Ancestro
8
3. Carretera a Sullana
Amaranth nyz
1.
2.
3.
Un oscuro dulce limano (Homenaje a Pablo Guevara) 110
1. Grifalta
2. Tamales calientes
3. Centro de Lima
4. Pueblo Joven
Ornamento funerario
1. Camiche
2. Ringo
Cinco estudios
1. Gloria
2. Mitylene
3. Trisagio
4. Estudio de unos labios
5. Estudio de unos ojos
Rivolti al monte
1.
2.
3.
Valmar
1.
2.
9
II. DANTE'S READING
1. Plegaria
2. Aganipe
3. Hipokrene
III. FINAL AUN
1. Little Winter
2. Canorum ver novum
VIRTÚ
I. SEA ISLE
1.
2.
3.
4.
5.
II. DOLOR
1.
2.
3.
4.
5.
III. ROMA
1.
2.
3.
4.
5.
IV. ROBERTS POOL [SEGUNDA ESTACIÓN]
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
V. OCEAN CITY
1.
2.
3.
4.
5.
6.
VI. PISCINA ROBERTS [SEGUNDA ESTACIÓN / VUELTA]
1.
2.
3.
4. Campos de Penn, desde un Greyhound
10
5. Durante
SYLVA
I. COOPER RIVER ORILLAS
1. [Dríades]
2. [Hamadríades]
3. [Helíades]
4. [Dirce]
5. [Ixotta]
6. [Dinámene]
7. [Nise]
8. [Climene]
9. [Sandy]
II. SUMMERTIME
Eros
1.
2.
III. AUTUMNALES
1. [Huerta]
2.
3.
4. [En el día que murió Antonio cisneros. Homenaje]
IV. PEQUEÑAS PLAYAS
1.
2.
3.
4. [Día de Acción de Gracias]
5.
6.
7.
V. RAVEN HILL
Introducción
1.
2.
3.
Ravenhill Mansion / 4
Sonetti / 5
6.
7.
Mansion Inside, again / 8
9.
10.
11
VI. HOMENAJE A JOSÉ MARÍA EGUREN
Homenaje a JM Eguren [Con sus propias
palabras]
VII. ITE MISA EST
NEW PORT
LA TABA TÓXICA [HOMENAJE A ANTONIN
ARTAUD & WILLIAM BURROUGHS]
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
ASGARD
ASGARD
1.
2.
3.
4. [Poclús]
5. [Damozel]
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
Vessica Piscis
1.
2.
3.
4.
Barmos
1.
2.
3.
4.
Discurso del cristal agudo [Homenaje a
Gerardo Deniz in memoriam]
1.
2.
12
BALARA
I. POMEGRANATE
Santidad
1.
2.
3.
Modificación de las nubes
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
II. POMPA
El fulgor fugaz
1.
2.
3.
4.
Mar-nan-otha
1.
2.
Poesía en forma de rosa
1.
2.
III. DROMENA
Poluphboisbos
1.
2.
3.
Marecchia [Tema & variaciones]
1.
2.
3.
4.
Madrigal
1.
2.
Hortulo
1.
2.
Marigold
1.
2.
3.
13
4.
IV. EPIFANÍA
Theoreia
1.
2.
3. [Homenaje a Eielson 90]
Dos Ars Poéticas
1. La forma de la playa
2. La forma de la piscina
14
Quíntuples
1.
2.
3.
4.
5.
Ode
El perfume del jazmín
Piura revisitada
1. La Plaza Pizarro
2. La sala
3. El árbol de Panamá
4. San Teodoro
5. Pamela
6. San Pedro
Una fecha
Postal
1.
2.
3.
POEMAS ENCONTRADOS
HEARTBREAKER
Marianne
Simpatía por la nada
1968
Un poeta inédito
Michaux
Muerte de la pureza
DOS HALLAZGOS
San Pedro nunca vuelto a visitar
A la manera de un poema de Apollinaire
1.
2.
15
POEMA 7
16
MISA CALATA: POESÍA REUNIDA DE ROGER SANTIVÁÑEZ
La experiencia de leer el corpus poético de Roger Santiváñez se asemeja a la sensación que tenemos
al contemplar la fachada de la Catedral de Salamanca, con su exceso ornamental, sus enredaderas
redundantes, con su collage de motivos clásicos a la par de motivos añadidos en cada etapa de
restauración es decir, en cada etapa de renovación del lenguaje. Se podría decir que el exceso
sinestésico de la poesía de Santiváñez representa de igual manera un reto al silencio, al temor de
dejar las cosas entredichas, para evitar que de una grieta se produzca un agujero negro que nos
succione en el vacío del olvido.
Con la publicación de Antes de la muerte (1979) nos adentramos a esa catedral, a esa
edificación berraca y barroca que es la obra poética de Santiváñez, serenos y dispuestos a confesar
nuestras transgresiones con el anhelo de alcanzar una renovación del espíritu a partir de la
desintegración del lenguaje. En esta temprana obra detectamos residuos del tono confesional
hispanoamericano aunque se distancia de lo coloquial y de la poesía social para dar prioridad a la
belleza del lenguaje, a la melodía verbal, a la musicalidad característica de casi toda su obra. En clave
de poeta maldito, la oda a “Martín Adán” ilustra este estado de angustia y contemplación del terreno
baldío donde un muchacho gritaba “Decadencia Decadencia / Yo escuché decir El mundo qué es esto
/ y por la noche brotaron los disparos y las ratas / lamían los bellos cuerpos muertos”. La lírica de
Santiváñez es esencialmente una poesía urbana que se retroalimenta continuamente de la literatura
clásica así como de la lengua de germanía o lumpen, con el objetivo de contrarrestar la violencia en
todas sus manifestaciones “entre tierras desconocidas y países / que a veces se parecen a la muerte o a
la voz de las / ametralladoras”.
Antes de la muerte representa también una suerte de glosario poético, ilustrado con motivos
de la infancia, elementos recurrentes en casi toda su obra posterior: el algarrobo, el tamarindo, los
chilalos, el padre, la madre, el hermano, las muchachas de éter y la locura. En el imaginario poético
de Santiváñez existen dos puntos de referencia inamovibles, correspondientes a su adolescencia en
Piura y su traslado a Lima para continuar con sus estudios en la Universidad de San Marcos.
Concebido a orillas del río Rímac, Antes de la muerte es una reflexión de esos años formativos
aunque sin llegar a caer en la trampa idealizadora del terruño natal. En este constante vaivén espacial
detectamos también recursos y estrategias que informarían su obra posterior: el verso gongorino, el
desplazamiento onírico lezamiano, la multiplicación fantástica cortazariana y la mitificación lírica de
su entorno familiar es decir, su vivencia personal como génesis de su obra poética.
A orillas del Rímac también concibió su segundo poemario titulado Homenaje para iniciados
(1984) en el cual lo autobiográfico informa una poesía profundamente personal y cuya forma es
sumamente experimental. Es inevitable la comparación entre las "Coplas a la muerte de su padre" de
Jorge Manrique y el poema que da inicio a esta colección, "Convesración con mi padre en su lecho de
enfermo", donde la voz poética anticipa que "En este último verso del poema / sé que parto al
hospital y voy a reemplazar al viento". Como en Vallejo, la desintegración del ser se manifiesta
también en la desintegración del lenguaje, a lo Trilce, "Skrr vndhert / ndepifleks zackers / destein
skrr" a la vez que se intercalan citas eruditas en latín con otras referencias intertextuales a la manera
del sermón medieval, reubicando al lector en esa comunión transparente que es la poesía de Róger
Santiváñez. Y al igual que el astronauta añadido a la fachada de la catedral salamanquina, Santiváñez
interpola elementos representativos de la época: un blue-jean rosado, las prendas de nylon, la
telenovela y la noche de neón, enumeración pseudo-barroca pero aún insuficiente para rellenar el
tremendo socavón cavado por la muerte, de un poeta perdido en un viento que "ya no es literatura ni
poesía ni soledad / sino la indiferencia de Dios".
17
Tras superar el annus horribilis de 1987, año marcado por la bohemia maldita, un ataque de
pánico que le anunciara la muerte y un cuadro psicótico que obligó a internarlo en el manicomio de
Piura, publicó el libro que lo lanzó a la fama y con el cual todavía se recuerda al poeta de esta etapa
inicial. El chico que se declaraba con la mirada (1988) no es una colección de poesía light, como la
describe el mismo autor, sino de una poesía en prosa en la que el flujo de conciencia disipa la
distinción entre espacios y elementos disímiles Lima / Piura, cultura elitista / cultura popular, inglés /
español, lo pequeño-burgués / la marginalidad. Es decir, se trata de lo que Julio Ortega identificara
como una posmodernidad periférica, en el sentido que en los países en vías de desarrollo coexisten,
como si se tratara de universos paralelos, elementos de la modernidad con prácticas anacrónicas. De
esta manera Santiváñez configura una serie de imágenes tipo collage que adquieren significado
mediante su habilidad de concatenar elementos disímiles: "Acaso un amor fugaz. Farewell", "el
firmamento nonsense de la historia", "Y el loco Älvarez, sacando / partido de su aire a Mick Jagger.
Un Jagger Cholo. Pero Rock". Intertextualidad, mestizaje, musa híbrida, son meramente etiquetas que
le podemos asignar a una poética explosiva, por momentos visceral pero siempre comprometida con
la consigna de renovar un lenguaje que ya no era suficiente para contrarrestar la arremetida de las
distintas formas de violencia de los ochenta, desde la psicológica, la bélica, culminando en el
desplazamiento económico de una clase media venida a menos.
De la residencia en el manicomio surgieron los poemas dementes de Insane asylum (1989)1
que aparecieron en forma de plaqueta en Lima y varios de los cuales nunca habían sido publicados
hasta esta edición. En este breve compendio sobre la locura asistimos al ingreso de una serie de
personajes cuyos alaridos “rompen la quietud del hospital” pero cuyo delirio no les ha desprovisto de
su humanidad puesto que al ver entrar a otro paciente nuevo la voz poética concluye que “quizá sólo
padece / una depresión subpsicótica / & entonces habría que abrazarlo”.
Con la publicación de Symbol (1991) presenciamos una poesía más experimental que hasta
cierto punto establece un diálogo con Contranatura de Rodolfo Hinostroza, en lo que corresponde a
la descomposición del lenguaje, la manifestación lírica de un poeta que había vuelto a recaer en el
consumo de la pasta básica. Se podría decir que este libro marca una justificación, una apología de la
droga, de una poesía más cercana al realismo sucio por lo que el autor se ganó a pulso el calificativo
de poeta maldito de Lima. No obstante, la "recomposición del yo" se inicia a partir del sinsentido, de
la cacofonía, de la interpolación de múltiples lenguas y giros dentro del marco del verso gongorino:
"Mas el crepúsculo la despertaba sensitiva / Dando vida y amor en sus canciones cantadas en el
ñoba". En estos dos versos se resume la búsqueda poética de Santiváñez, de representar en un mismo
plano la alta cultura con la cultura popular, de potenciar la musicalidad de las palabras
independientemente de su origen y de llegar al lector u oyente con una sonrisa cómplice. Symbol
marca también el inicio de una segunda etapa poética de Santiváñez, de una voz original que apuesta
por una versificación más recargada, casi neobarroca pero sin tener plena conciencia de ello. A
diferencia del pastiche posmoderno en el que superponen marcos y géneros disímiles casi al azar, las
piezas cacofónicas de la poética de Symbol encajan una vez que el lector se acopla al hilo sonoro
subyacente en cada sílaba: “No sé que sé yuyachkani un vacío en el supaypawawa, / la wawa nos
llevó a sus caderas revoloteando”. La acumulación y la enumeración no sólo cumplen una función
ornamental, de relleno frente al vacío ontológico, sino que también sirven para incomodar, para
incitar cierto sentido autocrítico: "De driblear su ritmo, mangiare like p.t. dixit”.
1
Plaquette publicada por el Instituto Cultural Peruano-Soviético, en el marco del ciclo de Poesía Peruana
Contemporánea en Lima, 1989.
18
Cor Cordium (1995) es una suerte de secuela de Symbol, escrito a lo Jack Kerouac, tres días
encerrado sin parar, inspirado en la misma musa que nos regalara la colección anterior, una mujer del
Rímac pero elevada a dimensiones místicas, a la alucinación religiosa, a la bohemia salvaje que se
retroalimenta de la violencia extrema de las calles, la violencia ubicua de Sendero Luminoso y el
sufrimiento ante el rechazo de una mujer. A diferencia de su poemario anterior, Cor Cordium es un
estudio de las posibilidades líricas de la jerga limeña junto a la descostrucción de la dicotomía virgen
/ puta, tema recurrente en nuestras letras: "Si ya eres la Virgen calata / Que se masturba pensando en
este canto”. La voz poética potencia la fluidez del mito mariano valiéndose de elementos
concernientes a la parte inferior del cuerpo, a la degradación de lo inmaculado, disipando esa trillada
antitesis entre lo profano y lo sagrado.
El lector ideal de la poesía más reciente de Santiváñez precisa ser multilingüe y multicultural,
abarcar el espectro de las culturas ancestrales, los códigos semióticos de oriente y occidente, entender
que el zorro del norte dialoga constantemente con el zorro del sur, que el lector de Dante y Pound
tiene que también ser capaz de descodificar los giros callejeros. Con la publicación de Lauderdale
(1999) detectamos unos primeros indicios de la estética neobarroca. El poeta confiesa que entra en la
“onda neobarroca” sin saberlo, imbuido quizás por el espíritu de la época que favorecía a la poesía
del lenguaje, y en el caso concreto de Santiváñez, una poesía cargada de mística negativa y lo erótico:
“con dios kon las piernas abiertas / tiksi viracocha in Magdalena swing revuelta al viento de la
carretela trocada / en los banjos”. En esta poesía finisicecular, todo es válido, todo se puede reciclar
para mantener la fluidez de un verso que le teme al silencio.
Antes de partir a Estados Unidos para continuar con sus estudios doctorales en la
Universidad de Temple en Philadelphia, Santiváñez publica una colección de poemas titulada Santa
María (2001), poemas concebidos muchos años antes de su publicación durante su encierro de un año
en la casa familiar en Piura, enclaustrado en la biblioteca de su padre. Este año sabático coincidió
también con la pérdida de su amigo, el cantante “Kilowatt”, evento trascendental que acentúa el
acecho de la muerte en su obra. La poesía incluida en esta colección es una vuelta a la poesía
conversacional, casi meditativa, sin mucha experimentación y bajo la influencia de la poesía
borgesiana que Santiváñez recuperara por aquel entonces: “Hoy día es cumpleaños de mi hermano
José. / Le llevaré estos versos de regalo”. Nada más alejado del verso ametrallador y nonsense de sus
colecciones sonoras anteriores. La voz poética evoca los recuerdos de la infancia a través de objetos:
la lata china, la plancha de carbón, la cocina de su madre. Nostalgia a full, sin reparos ni tapujos.
Varios estudiosos han propuesto que la estética posmoderna representa el resurgir cíclico de
lo barroco es decir, de un cambio de paradigma aglutinante como respuesta a las grandes narrativas
oficiales, mediante la utilización de la parodia y el pastiche. No obstante, la poesía de Santiváñez nos
demuestra que existen distancias abismales entre una propuesta y otra. Por ejemplo, la nostalgia a flor
de piel de la poesía de Santiváñez se distancia por completo del carácter aséptico de la nostalgia
posmoderna que apuesta por lo retro y lo vintage como simulacro de un pasado idealizdo, como
parodia consumista más cercana al espíritu del disfraz de Halloween. De igual manera, tal como lo
hemos indicado anteriormente, la acumulación silábica del pastiche neobarroco fluye y se construye a
partir de la sonoridad por muy disímiles que parezcan sus componentes, a diferencia del pastiche
posmoderno que superpone marcos disímiles casi al azar, en una apuesta más cercana al espíritu
dadaísta.
Aunque publicada mientras el poeta ya estaba radicado en Estados Unidos, Eucaristía (2004)
fue concebida inmediatemente después que Lauderdale pero se quedó en el tintero debido a los
trámites para mudarse a este país, tiempo que aprovechó para armarlo y trabajarlo con plena
conciencia neobarroca, en la línea de Eduardo Espina, José Kozer y Reynaldo Jiménez. En clave de
misa barroca, el poeta comulga con las múltiples posibilidades poéticas a partir de las dislocaciones
19
del significado y el significante: “Para ser quechuas o sea bien / Llamas en llamas se incendia mi país
/ 4 paredes albicantes de su celda Vallejo”. A esto le añadimos un regreso a la mística negativa y un
fuerte componente erótico donde la droga se personifica como la mujer vulcaína, ya musa lírica, ya
destructora: “En el sagrario lames mis / waynos escrotos reynos / Edén pastoreado por the /
Inspiración de su dulce / soledad”. Trozos disimiles reagrupados por el ritmo y la armonía silábica,
así como el caos del universo retoma su orden a partir de la atracción de los cuerpos celestiales.
En los poemarios posteriores asistimos a una faceta más molecular del lenguaje poético de
Santiváñez, configuración concebida a partir de dos estrategias recurrentes: un desprendimiento
silábico más frecuente y el uso recurrente del encabalgamiento multilingüe. En Amastris (2007), el
poeta recicla elementos bucólicos del culto a Venus para brindarnos un collage inédito: “Silueta de
conchita on the beach cueva de algún crab / haciendo crack en la sopa del crepúsculo And she said
chicken / tacos”. La onomatopeya disipa la distinición entre el inglés y el castellano logrando un
efecto sinestésico que culmina con la serenidad fugaz del haikú. Otra estrategia recurrente en la lírica
de esta etapa creativa es la interpolación de mayúsculas a mitad de verso, indicándole al lector que
realice una pausa al respirar, un cambio de marchas para superar un circuito con curvas agudas y
rectas silábicas. En Labranda (2008), Santiváñez vuelve a ensayar con algunas de las estrategias
anteriores dentro del marco de la cadencia gongorina: “Retornas sur los sures Soñados leche azur
zurita Azul / solita en tu blue-jean”. El poeta nos confirma en esta colección que su credo se resume
en el dictum: la musicalidad sobre todas las cosas. De nuevo, la melancolía transpira por los poros de
estos versos con el eterno retorno al Piurensis Solis, a los algarrobos, a sus “acholadas ninfas”. Esta
nostalgia explosiva alcanza su mayor expresión en Amaranth (2010), colección concebida a partir de
los orígenes primigenios de una voz poética que reflexiona, en clave onírica y neobarroca, sobre la
condición del individuo transnacional. En esta colección reaparecen varios de los motivos del
glosario poético de Santiváñez (el jardín, el algarrobo, la marimba) aunque representados de forma
fragmentaria como los “chi Lalos” desmembrados de forma semántica. El libro se lee como una
suerte de misa barroca con instrumentación rockera y del punk “Metálicas guitarras se alzan pasando
Moluscos sobre el palacio”.
Las ninfas grecolatinas descienden sobre New Jersey y se bañan en la piscina pública que
frecuenta el autor. La colección Roberts Pool Crepúsculos (2011) es la primera de una serie en la que
el poeta adapta ciertos motivos bucólicos a situaciones actuales mediante la utilización del verso
kilométrico (de veinte sílabas) y su característica disección del lenguaje. Los lugares frecuentados,
como “Cooper River Park”, evocan situaciones referentes al tópico del locus amoenus “en la verde /
orilla Suavísimo repliegue acuático mi / Niatura dibujada por la diosa in Visible oculta tras la fronda
/ ce Leste que a la bóveda se funde”. Existe cierto magnetismo entre las sílabas dispersas, como si
esta desconexión las atrajera más en vez de repelerlas. Esta atracción también se manifiesta en la voz
poética voyeurista que contempla a estas ninfas terrestres pero inalcanzables, hecho que a la vez nos
hace reflexionar sobre la fugacidad de la vida: “Memoria de tus hombros perfectos tocados Por
intactas gotas de luz en / la marea más Sana & sin embargo despiadada con un / Poeta & su canción”.
En Virtú (2013), Santiváñez continúa re/creando esos mundos bucólicos y sus ninfas se
desplazan a otros espacios frecuentados por la musa. En las playas de “Sea Isle” la voz poética
dialoga con una sirena: “Nadie como tú para ser dibujada en el poema Bañada por la verde /
transparencia recuerdo de Pamela dejándose la truza metida en el misterio / Redondo como el mundo
en que agonizo Mirando el pulcro reflejo en / tus hombros Del sol que sin roche acaricia”. Es quizá
esa superada distinción entre alta cultura y cultura popular en lo que más coincide el neobarroco con
el posmodernismo. Santiváñez amalgama elementos de la cultura popular y el lenguaje coloquial
peruano (la truza, sin roche) para concebir una imagen sumamente erótica, en movimiento, dentro del
marco clásico de la égloga.
20
Sylva (2015) representa la culminación de esta propuesta poética heterodoxa, heredada de la
poesía aurisecular pero actualizada a partir de la plasticidad aglutinante de la textura neobarroca.
Podemos concebir a esta colección como una suerte de misa, una partitura compuesta de cinco cantos
poundianos (Cooper River Orillas, Summertime, Autumnales, Pequeñas Playas y Raven Hill), un
homenaje a José María Eguren, y la despedida. En la primera parte la voz poética invoca a las ninfas
asociadas con el culto a Dionisio y lo bucólico. En el segmento dedicado a las Hamadríades el poeta
retoma su continuo homenaje a Dante y nos ofrece otra clave metapoética: “Finos foliolos se
refrescan / exquisitos & las gotas resbalan terza rima”. De igual manera, Santiváñez inscribe al
huracán Sandy en el catálogo mitológico de los desastres a la vez que ofrece un testimonio de su
tiempo. En el movimiento correspondiente al otoño asistimos a su destreza de concebir una poética
utilizando un Spanglish latinizante: “a mi Paso las primeras hojas muertas / se divisan O se pisan
tristemente hago un zoom / Through las ramas & las chicas cruzan Remando”. Tras haber comulgado,
escuchado el sermón y asimilado algunos pasajes de la liturgia poética de Santiváñez, el texto le
indica al lector que puede ir en paz “Ite, misa est”.
A pesar de que Santiváñez ensaya con la prosa poética en varias instancias de su carrera, no
es hasta New Port (2015) que contamos con una cosecha concebida completamente en este género. El
autor adapta las mismas estrategias de su poesía (fragmentación, nostalgia, code switching
multilingüe) a este manojo de poemas que nos remonta a la textura de Insane asylum y de Symbol. En
esta colección resurge la faceta de poeta maldito pero meditativo, reflexionando al borde de la locura
con “los patas echados cual romanos en el brain obnubilado la neurosis perseguida pero las sienes ya
no sienten nada”.
Las últimas dos colecciones incluidas en este libro representan una suerte de summa poética
en las que se recapitulan varias de las técnicas y motivos de su producción anterior. En Asgard (2018)
y Balara (2018) detectamos el predominio del endecasílabo con tercetos des/encadenados con rima
interna. En “Asgard”, versión nórdica del Olimpo, el poeta recupera la musicalidad barroca “Ejidos
tejidos a la vera del río”; la nostalgia “La alacena de mi madre cómo / Me gustaba su sonido”; la
memoria de su hermano Raúl “Lo recuerdo en su caballo Gringo”; y la sierra piurana que “Nunca
volví pero ahora he vuelto / en el poema”. Y es quizás este último verso lo que resume en parte la
creación poética de Santiváñez, el regreso al locus amoenus de la infancia o a un lugar que sólo existe
en su edificación poética, en la caída libre hacia el vacío: “Sueño sin soñar sueña la soña soñada en el
bosque / De Santa Isabel”, barrio de la infancia reconstruido en su maqueta onírica.
La versificación de los poemas incluidos en Balara es más uniforme que los de su
producción anterior. El poeta reflexiona en endecasílabos, de forma casi mística, en torno a las
experiencias y lecturas que han definido su voz poética: “Mas yo puedo recordar las playas / Del
norte del Perú dormilonas / Pendientes de sechuranas recostadas / En Matacaballo o preciosas pitucas
/ De Colán mares calientes que / El Señor guarda entre las fotos / Del perdón”. Y es precisamente ese
el objetivo de gran parte de la poesía de Santiváñez, de redimirse ante los excesos del pasado,
verbosidad que apuesta por la textura neobarroca para asegurarse que no queden vacíos en la foto
compuesta de versos pixelados, fotografía que revela el rostro pensativo del autor.
Balara es ese lugar lejano, exótico a la manera modernista, donde el poeta se exilia para
reflexionar sobre su escritura que es la vida misma. De ahí que esta colección contiene ciertos
aspectos metapoéticos que nos ofrecen pautas para descodificar la obra poética del autor. En cuanto a
la versificación, la voz poética recalca que “Cuantificar las sílabas vibrando en los / Espejos que me
miran destruyéndose / Una piscina llena de clamores perdidos”, sílabas maleables, centrifugadas a
sus mínimas partículas para separarlas del resto de las frases hechas, para potenciar sus posibilidades
semióticas. Detectamos también en este poemario una preocupación recurrente con la fugacidad del
tiempo, con la fugacidad de la vida en estampas de ninfas terrenales que inspiran composiciones que
21
culminan con una sensación de abandono similar a la de los haikús: “des / Apareció por la puerta de
su salón / Para quedarme yo solo con mi canción” y “Ya se acaba el semestre es probable / Que nunca
jamás vuelva a verla”. No obstante, el poeta cuenta con los negativos originales de la memoria, “Pero
a mi me queda la imagen / De sus preciosos pies tocados de / Un cuero brillante”, secuencia de versos
que componen un celuloide lírico para contrarrestar el olvido, como dice el poeta Gerard Malanga, la
fotografía adquiere otro significado después de la muerte.
Cada colección del corpus poético de Roger Santiváñez es un testimonio de cada etapa de la
vida que le tocó vivir, de los distintos cambios de paradigma que han informado su obra lírica. El
simple gesto de aquella muchacha “sentadita sobre / Un taburete absorta haciendo texting” queda
grabado sobre la fachada de la edificación barroca que es la poesía de Santiváñez, un espacio donde
podemos entrar a comulgar con el alma desnuda, sin las ataduras binarias entre alta cultura y cultura
popular, entre lo profano y lo sagrado. Una misa criolla, aglutinante, con instrumentos y voces
provenientes de tiempos y lugares aparentemente disímiles pero que adquieren sonoridad sinfónica en
su conjunto, como suele ocurrir tras los grandes desencuentros de la humanidad.
Alex Lima
22
23
ANTES DE LA MUERTE
(1979)
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a Lola y Aníbal
25
Qué soledad sin soledad siquiera
Juan Luis Velásquez
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MARTÍN ADÁN / ODA
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porque por los bares y neones convulsivos
derrumbados y furiosos por las avenidas y ventanas
entre hoteles y cuartos de pisco y música
y muchachas cansadas y vueltas de gritar y desprendidas
de su amplia soledad enfrascadas en ritos prohibidos
como rehenes de un amor que sabe a guinda o a macoña
muchachas desnutridas o bellísimas con algo de oratorio
entre las piernas, sagrado y espasmódico
con la soledad de los hombres que no hablan
sino con los edificios y los transeúntes más desprevenidos
en la bruta soledad de sus papeles y en los cantos
más audaces o en los cantos más absurdos o en los
frutos inventados entre tierras desconocidas y países
que a veces se parecen a la muerte o a la voz de las
ametralladoras apareciendo por los patios como espumas
diciendo a gritos tirándose de los cabellos sin asco
o sin dolor casi dormidos con la piel y el sueño
ellos los jóvenes, los poetas jóvenes te aguardaban
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fue tan latigazo brilla en la punta de los pezones
29
LAS PERSIANAS
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LAS ARMAS PERDIDAS
31
LA BATALLA
32
SOLEDADES
I. PIURA
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II. PIURA
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ALEJANDRO / EL TÍO
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TRES POEMAS PARA DESCIFRAR
I. LA SOMBRA SE VEÍA
II. EN EL TALLER
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a enviarse miradas de lujuria.
Ruidos practicados por las tardes de hábiles artesanos
eficaces devolviendo belleza
a un asiduo trajinador de pavimentos.
Los insomnes hombres embadurnados con pintura al duco
jamás desprendidos del halo azuloso del chisguete
destructor de las pupilas más agudas.
Soportamos una presencia olfativa nauseabunda;
sólo a la hora más brisácea del día
nos abandonaban a la caída,
esa carencia de fierros torcidos sonando.
37
EN EL TIEMPO
No lo conocí.
Sé que destruyó sus músculos
sus jardines.
Tuvo la soledad de un ciclista.
La risa como un manantial.
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HOMENAJE A ERNESTO CHE GUEVARA
39
DEL REPARTO
40
CANCIÓN PARA AICAMLAD
Aicamlad, Aicamlad
tú caminas con tus secretas
y tus altas piernas
sin hablarme
son las 6 de la mañana o las 6
de la tarde
en tu aparente dogmatismo
y me dices que habrá
un tiempo de inocencia
II
III
41
IV
42
POEMA AL DESIERTO
Blanco, tostado
siempre en movimiento
diseñas las formas de la muñeca grande
dormida o desleída de una noche para otra
En tu joven aridez
hay animales puros, Sechuras transparentes
con torres y tejados y túneles que van al mar
Desierto nunca estás tranquilo
no es por lo dorado del viento, no
por Letirá cuyas esteras padecen de tropismo,
ni tu silencio de fiera repentina
pero yo sé
que das tu odio y tu amor al mismo tiempo
apasionadamente, con mirada de fanático.
43
que no han malogrado los ejecutivos
quienes parcelan tu costa –que era
más libre que un hombre entregado a los ensueños–
Desierto
escucha tu poema
líquida sustancia voladora
que los nervios de los pueblos han tensado.
44
ESTUDIO DE POESÍA
Oh dónde estabas tú
que sabías que para cada uno de ellos
había un caballo de la muerte,
una tragedia que mancharía de sangre tu poema
Ahora
aprendiste la dulce manera de morir de los muchachos
tu corazón intranquilamente descoyuntado
la piel que te obliga a espantar el dolor, a suprimirlo
Ah como si acaso tu visión no incendiara
tu estómago después del microbús
que aplasta la belleza y vuelve a recrearla
45
HOMENAJE PARA INICIADOS
(1984)
46
a Dalmacia
47
-Y si no te sentías poeta ¿por qué publicaste tus primeros libros?
-Porque me sentía un Rimbaud sin ser poeta. Es que Rimbaud era...y no tomaba mucho ah,
nada casi. Algunos dicen que es un arcángel, los más atrevidos claro. ¿Por qué fue así
Rimbaud al final, por qué lo hicieron así si él lo merecía todo? O sea, la sociedad ni siquiera
está mal: no hay sociedad. Sino que Rimbaud hubiera acabado con las armas, con los
monopolios, con todas esas cosas, si hubiera sido alguien en vez de poeta.
Luis Hernández
48
CONVERSACIÓN CON MI PADRE EN SU LECHO DE ENFERMO
49
HOMENAJE PARA INICIADOS
"Skrr vndhert
ndepifleks zackers
destein skrr"
Paranoia
me dije
tempus loquendi
tempus tacendi
Te supplices exoramus
pro anima famuli tui ezra
Palladio de San Giorgio Maggiore
35 enormes rosas coral
)era un viejo testarudo(
La góndola avanzó
rítmicamente
por los canales de Venecia
bajo la protección
de Apolo Leskhenorios
patrón
de poetas y filósofos
fue así como supimos
que el silencio
terminaba en la noche
cuando le gustaba
leer a viva voz
13 años durante los que estuvo
encerrado
entre catatónicos
Y el cargo de traición
lo compartía con
Blake Dante Sócrates
fragmentos apilados contra nuestra ruina
"La usura"
le oí decir
una tarde en St. Elizabeths
"Ojalá no hubiera oído
nunca
la maldita palabra"
Los apasionados llamados de
Fourier Thoreau Marx
sobre
50
la esclavización del hombre
en fábricas y bancos
Y
quién es el pata?
un satírico menor
que habría contribuido
algo al refinamiento
del idioma
"Skrr vndhert
ndepiflecks zackers
destein skrr"
51
CH
52
CUANDO PRINCIPIA EL INVIERNO
53
sino el silencio con que se toma
el té a las 6 en una casa de pensión.
54
CÓMO ESCRIBIRTE EL POEMA
55
silenciosas por la casa de cristal
reino equidistante del amor
acurrucada bajo mi hombro izquierdo
dispuesta a perder otra vez la virginidad
porque ya no hay nada que pueda detenernos
ni la más dulce canción
de los suburbios
56
PARA ESCRIBIRTE UN POEMA DE AMOR
57
NO ME HABRÍA PROVOCADO ESCRIBIR
58
MUCHACHOS ECHADOS EN 2 CAMAS PARALELAS
59
ESCRIBO SOBRE PAPEL RAYADO
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y "Nerón" desesperado escarbando la tumba
en la que mi padre fue a dormirse
después de su última sonrisa.
61
ESCRITO EN LA OFICINA
62
el olor a tinta fresca en la pituitaria
me recuerda mi nombre mi oficio
mi silencio de fiera repentina
pero
quién será qué será
en estos días cuello de botella
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RIMBAUD EN ABISINIA
64
EL CHICO QUE SE
DECLARABA CON LA MIRADA
(1988)
65
–film en
II espexos–
a
Lourdes
66
1
67
viento limpia la violencia de los corazones. Los taxis hacen cola en el
pequeño patio central. Las losetas en blanco y negro apenas se
perciben; sólo cuando un Datsun desvencijado prende sus faros y
penetra en él alguna prostituta acompañada del caficho. Pulsera de oro.
Lentes ahumados. Afuera ella es madre de familia. Dios no existe.
Los tres caminamos lentamente. Paco juguetea con el llavero. Pulga
con las manos en los bolsillos. Yo, contemplando a una negra riquísima.
Pasan. Pasamos. La negra lleva puesto un bikini a rayas, descolorido.
Playa de Chuyiyache, 1965. Lindaura, pistolera. Maroquera. Falda beige
tubo. Vuelvo a pasar delante de ella. Sonríe. ¿Se habrá dado cuenta que es la primera vez que
vengo? Desaparezco.
Estoy solo. Un viejo con un chicote en la mano camina detrás mío. Me
sigue. Me está tasando. Pero no dice nada. ¿Querrá expulsarme por
menor de edad? Sudo. Es el Diablo.
Lo siento bramar. Tiene los pelos revueltos y huele a cañazo. Su saliva
resbala por la comisura de los labios. Guarda distancia y me mira sin
atreverse a hacer nada.
Paso por última vez. La negra, que ya es sólo el recuerdo de una
infantil arrechura, me besa en el aire, y con su alma de sogas
acariciando el torso de su piel me alejo buscando a mis amigos. Qué
miedo. Ya no están. Volaron a los paraísos equidistantes de la
memoria.
Me abrazo a mi camiseta desteñida en azules concéntricos estallando.
Un nudo en la garganta. Joe Cocker en Woodstock. Cine Variedades.
Carry Snodgress.
Diario de una esposa desesperada. Con Jimmy en el 7 1/2. La primera
vez que caché. Jaime Estrada/Antonio Ruiz, "Morena". 75 soles
peruanos.
2 años después. Coca está en cuclillas al umbral de su cuarto. Lleva un
corto vestido de flores marrones, escotado por detrás y por delante.
Chata. Ronca. Carnes algo suaves. Algo tiernas. Leche y transparencia.
Sensual. Curvilínea. Acepta mi proposición. Estoy decidido. Ellos
piensan que yo ya fui. No saben que es la primera vez, aunque se los he
insinuado. Cada quien se pierde en el silencio. La puerta cerrada.
Desvístete.
Ella se sorprende cuando le cuento que es la primera vez. Acércate
dice, coge el falo dormido, lo corre y aprieta despacio, alumbra con
una linterna de otorrinolaringólogo. Otra vez. Ya, sonríe. Su vientre
avanza y se estrecha al mío. Hay música. Me abraza y despejando el
rostro con un ademán en el que rítmicamente contemplo el vuelo de los
cabellos negros. Coca junta su cuerpo al mío y bailamos desnudos el
bolero, el rock lento que sale del radio sin saber qué soledades
68
alumbra bajo el cielo de Piura, la ciudad del Deseo.
69
escribir una Canción. Algo realmente divertido. Something Big. Cine
Municipal. Luis Bruno Seminario. Plazos. Fuiti Guzmán. Abimael
Guzmán. Quiere decir "Bueno". Hombre bueno. Barba gorda. Jefe
supremo. Dios. Semi-dios. Matar. La historia comienza un día de sol
sobre los jardines limpios de Santa Isabel, la urbanización del mal.
¿Por qué del mal? ¿Te confiesas? ¿Qué le dices al cura? Que te
masturbas 7 veces seguidas, mismo Larsen? O una claraboya en la infancia ilumina de sol el
recinto donde soy acariciado por una perra
joven. Dulzura de verano. Refugio de los dementes, de los descalzos, de
los desesperados, de los azules, de los mortales, de los falsificadores.
Hurí. Punkt.
A ella la conocí en un bar. Tocaba la guitarra con la mano izquierda. En
su boca yum yum las pastas eran sensitivas. Más que una canción
cantada a media voz para no despertar a los viejos poetas borrachos
con sus panzas prominentes. Piura, estupidez fantástica. Soledad de
masturbación, Mariguana, Martha Wanda. Pampería. Una tal Elena. Con
Jimmy en el Tiburón. La Muerte es una bella palabra. Vamos volando al
burdel en el Fiat 600. Los colmillos del Diablo. Persecución.
Aquí en la carretera uno se siente bien. La mente se libera de piedras y
palos traídos por el mar de San Pedro, tanta soledad, tanta arena,
tanto oceáno recibiendo el esperma. Bajo el agua, bajo la trusa naranja
de Ena, la belleza y mi corazón desnudo entre las ruinas. Ámbar. Otra
cerveza. El pelado Onasis. Ena se sumerge en el olvido. Sus ojos negros
y dormidos se funden en el mar. No hay nada, sino divagaciones
pérfidas, en la noche estelar. En el vaho del oscuro hueco. Inmensa
sepultura. Este hombre está gobernado por la Muerte. Hay que
liquidarlo, desprenderse de él. Puede contagiar. Hacha con él. Alegría.
Himnos. Aleluyas. Ceremonia secreta. Perfección de los sentidos
descontrolados. Inauguración de un cuerpo. Fruta nueva. Selva.
Cemento. Óxido. Neurosis.
Acostumbraba a llamarla por teléfono después del colegio. Su vestido
azul me gustaba. Un conjunto rojo de flores. Su sonrisa: Su trompa
joven. Sus labios. Sus dientes en punta. Lo rubio que había en ella. La
alegría de saber que existía. Que podía llamarla y escuchar su voz
adolescente, su voz de 12 años, de Primero de Media. Toña, canción de
Traffic Sound. América. Chicama Way. Guitarra tu cuerpo. Amor
platónico.
En el club Grau, una noche de Bingo, te acercaste a la fiesta de Knaup y
entraste al salón cuando Aroma preparaba un rock lento. Eso hiciste y
tus cabellos volaban con las ondas de Chica Pagana en el punteo del
Chino Montenegro. Campolo a todo trance que yo toque bajo. Y el loco Álvarez, sacando
partido de su aire a Mick Jagger. Un Jagger Cholo.
70
Pero Rock.
Tu voz en el teléfono. La suavidad de la tarde. Entraste a la fiesta. Y te
recogí recién desembarcada. Inocencia. Maravilla. Hermosamente
abrazados junto a la música, dentro de la música, en el vértigo
ancestral, mágico y delirante del deseo, la música. La única vez que
estuviste desfalleciente entre mi corazón y el tuyo, bajo la tela
pequeño-burguesa de nuestra juventud dorada.
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5
72
corazones. Heartbreaker, Grand Funk, 72. Ayo Rivasplata. Carlos Silva,
enigmas de la memoria. Laberintos de rock'and roll en el colirio E-
yemo de los nuevos románticos. Música. Todo es música. La calle, los
cantos del micrófono del frutero, la voz de Rosa, la de piernas blancas
y cerebro obtuso. Oh qué haré con Lindsay Anderson en las montañas de
mi mente. El Dr. –genio loco de Hospital Britannia se bebió un vaso de
jugo nutritivo de cerebro humano. Algo delirante. Charo García. Sólo tu
cuerpo de jovencita idealizada en cuatro fiestas seguidas. Querías que
fuera un personaje de tu diario. Te olvidaste de mí tan rápido como me
entusiasmaste. Ah canción de 15 años, muerta como amor que renace al
conjuro de mi escritura, de mi música, un fuego en el latido del vacío.
Sólo para matar hombres, humanos. Vallejo atravesando dormido estas
páginas. Este es mi libro. No otra voz en el TV. En el vuelco del corazón
cuando te vi. Y quise amarte como diosa cotidiana, diosa eterna.
Cuando Pachy De Armero se fue de Santa Isabel, algo del viento dulce
de las casuarinas salvajes a las 6, se fue con él, con sus lentes vidrio
botella. Pachy De Armero y sus chimpunes. Las chicas de la Quinta
Cúneo. Los balines. El verano de Patricia del Valle. Y el verano de otros
nombres que desaparecieron en el frío del silencio, cuando las
canciones que bailaban Giuliana Cereghino o Elisa o Nadie o las piernas
de Marcela Zapater. Qué soledad Pachy ahora que recuerdo tus amores,
mis amores, los amores de Pulga, Choza, Yoyo Amico: Loco Ball. Qué
alucinante. El Pato Hilbeck. Palitos. El fútbol. El amor, el deseo, la
arrechura, la chiquilla de la tienda, la del escote celeste y la cintura
quebrada, plateada a la luz del baño de la tienda. Los plátanos, los
víveres, las nauseas, los espermas, los confesionarios, el carey de los
curas en el cuello. La locura poética y marítima de Porfirio, el cura
geógrafo. ¡Falta! ¡Chispazo! La Veneno. El amor de Guido Seminario.
Pato, trae la dum-dum de tu abuelo. Nombres y señales, desnudeces y limpiezas. Uno escribe.
Y muere. Pachy De Armero se fue a México. A
volar joven. Santa Isabel ya no era la urbanización de las amapolas
girantes, tipo ojos azules-verdes de Ana Cecilia Sebastiani. Juan-Ro
de ti me acuerdo en este instante, de tus camisas de flores plomas y
tu dulzura. Te fuiste a morir una tarde de Diciembre y yo lo único que
pude ver fue tu bicicleta, tu bici, la que te acababan de regalar por
Navidad, doblada, con sangre en la puerta de tu casa. Pero tú ya no
estabas, Juan-Ro, y tus barquillos que llevaban lagartijas muertas,
cazadas por ti, en el pozo que hacía un jardinero, el que había
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sembrado las casuarinas en el desierto, allí donde acababa la ciudad.
Tú Juan-Ro, y Anacecilia parados junto a mí, una tarde de 1965,
contemplando el viento y la ligereza del silencio en la nada del cielo
rojizo que encapota estas imágenes, fotos de un corazón solitario,
bañado por el haz de luz de los carros en las desiertas avenidas de
Lima en la madrugada. Pienso en Juan-Ro, en su pelo castaño cerquillo
cayéndole sobre la frente, y su rostro azul y su estilo calmo para
conversar, para mirarme; en ese crepúsculo y en otros hacia donde nos
llevaban los primeros días de nuestra infancia en la desolación urbana
de Santa Isabel, en ese tiempo.
74
9
10
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maldita con unos cuantos recuerdos. Así hacía a los 14, a los 17
fui por primera vez al burdel. Ya conté esa historia en solitarios
versos que nunca llegaron a manos de Karina, ni de Coca, ni de Irene
Salazar o Gloria, seguramente la más bella de cuantas atravesaron
estas páginas cuadriculadas. Y de los vestidos de Toña y su nariz
respingada guardo el recuerdo de la heroína que abandonó la felicidad
el día de la lluvia más fuerte ocurrida en ese verano, donde habitó la
incertidumbre.
Todo es ofensa en esta noche enferma en que me desangro por puro
gusto. Por la soledad de quien no escucha nada en la aproximación de la
madrugada. En el canto de un poema que quise escribir para conquistar
a Toña y que ella jamás llegó a leer. Cuánta soledad para llenar lo que
se supone es un libro de amor, un ajuste de cuentas con una
adolescencia podrida en los sótanos de las casas-hacienda, allí donde
los funcionarios de la Reforma Agraria no llegaron nunca.
Pobre Juan-José te dejaron loco por no permitirte un amor. Fuiste el
chivo expiatorio de una clase que no supo sobrellevar su decadencia.
Así mueren los héroes ¿no? como la película del Municipal, allí donde
comenzaba la pampería. La chica Higginson. La yegua Fossa nos decía
que era muy bonita de cara, pero que al abrazarla le apestaban los
sobacos y debía abandonarla en la oscuridad de la sala. La rata muerta.
y 11
76
Mas lo único bello de esos días fue Lourdes con sus bermudas crema, el
día que la llevé al Country en bicihonda. Y aún antes cuando me
esperaba en la ventana de su cuarto en el segundo piso para verme
pasar y sonreír. Ella me dijo: en vez de escribir un libro hazme el
amor, pero se arrepintió al final. Chica Piurana.
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INSANE ASYLUM
(1989)
78
SOBREDOSIS
79
"Tú eres el nuevo"
me dijo el patita
y yo sólo asentí con la cabeza
y pensé la rueda sigue su
motor sin fin/
Así sea.
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CHICAS
II
81
III
82
LUIS HERNÁNDEZ LUDIK'
83
ARS POETICAE
Cuchita no me ama
no importa ya
me querrá
y entonces quizá
la soledad sólo sea el recuerdo antiguo
de sus muslos de plata
y la seducción de su sonrisa
el aire que respiro hoy
84
DOS TEXTOS
II
85
FINAL
86
NOTICIA
&&&
87
SYMBOL
(1991)
88
A Rosa
éste es mi cuaderno músico
89
PARTE 1
PODER
90
ODIO
Luna Exquisita
Quieres brillar-sín
No te comunicas
Qué amor, es no buscar
91
SOLEDAD
Creación Combo. ?? ZZ /
Las negras hablan en la encru-
cijada: ¿Dónde queda Lima?
92
PUEBLO
93
GUERRA
94
PARTE 2
MATAR
95
DESEO
96
SOLUCIÓN
97
TRIUNFO
98
LIBERACIÓN
Nunca púas nunca heridas una voz que te dictaba entre sueños
Y su risa te pudo dar lástima porque en su hueco
Expresaba otro sentimiento que atraparás el día de la porciúncula
“Ya me cachaste” dijo en la puerta de la iglesia
99
Doctrina no te encuentro no me bacila tu falsa minifalda
No sé lo que me gusta de tu cara llena de monos
De efigies arrancadas a la cábula de tu pierna izquierda
Colocada como un picasso sobre el ocaso de tu beso
100
PARTE 3
IMAGINAR
101
SUCUMBIR
102
DELIRIO
103
VIAJE
104
AVENTURA
105
PARTE 4
ALLUCINAR
106
PLACER
107
ALEGRÍA
108
RISA
109
PAZ
110
111
COLOFÓN
El Autor.
112
COR
CORDIUM
(1995)
113
A Rafael Guevara de la Cruz,
San Francisco de Asís Alcázar Miranda,
hermano lobo,
the abuelo of ASALTO.
114
1
EN SUS BRAZOS
115
2
SANGRE
116
3
117
4
DE LA QUE
HABLA EL
POEMA
118
5
PUREZA
ME REMITO
119
6
Y LLENO
DE AMOR
120
7
RÊVE
121
8
De cantar la imposibilidad de
tu inalcanzado sueño
MUÑECA
ROSA
122
9
V. R. F.
123
1O
124
11
125
12
ALLUCINANDO
DE CAILLOMA
126
13
He allí la pureza
Nunca te abres sino
Masturbarte voyerista
Y exquisita mano
Lengua y corazón
Por eso estás virgen
EN VIRGEN TE
CONVERTISTE
LO SIGUIENTE
SERÁ
MISA
NEGRA
para poseer
lolitud tu Muerte
127
ENVÍO
YA LLEGA PUES
A CAYLLOMA
Y
SÉ
VIRGEN
DE
FÁTIMA
en tu santo.
128
LAUDERDALE
(1999)
129
LAUDERDALE
A Mabel
130
de la floración rosa eclesial nunca hollada quizá
perdida en la fácil rumorosa leve penetración te haré.
131
única unidad sexual en tu nombre forjado sin
mácula sino imaginaria predilección de tu cuerpo
alcanzado a la diestra del Señor carne curvada
tiempo reunido a los corazones de tu divinidad
eres la travesura mejor soñada por amorcillos
volando alrededor del pubis método de mi canción
132
en el desierto de tu química infinita ad revolution broken heart
distinguido sabor a verano anciano viajando por las orillas
10
11
133
el jardín interior de tu corazón retocado
pudo armar tu extraña paráfrasis resuelta
a bajarme la tela inmóvil inocencia bella
como ella escribiendo las palabras que
declaro por la invención del Señor
12
13
134
SANTA MARÍA
(2001)
135
A la memoria de Josémari Recalde (1973-2000), héroe.
136
Sound Slender, quasi tinnula
Pound
137
KILOWATT / PASE A LA GLORIA
138
I
139
THE HOUSE OF SANTA MARIA
140
PIURA, 1967
141
TWLIGHT
142
CORAZÓN DE DURAZNO
Y en la biblioteca de mi padre
acaricio los libros de mi socialista
adolescencia. Observo otros volúmenes
que acaso nunca leeré, sueños del
gato apuñuscado en la persiana
malograda por los usos del tiempo
143
DOS PATIOS
144
MATINAL
145
LAS COSAS
146
COLÁN
147
LA LATA CHINA
148
LA VÍSPERA
149
II
150
ANTERO & EL USI
Santa Isabel, primeros tiempos. Tengo nueve años, la urbanización vacía. Los mayores
forman su collera. Helados de verano. Los mayores se juntan en el parque: Los Murillo,
Roberto y Rubén. Los Figueroa, Alfonso y Carín. Antero, solitario. Es el rey de la noche
estival. Alegre, hablador, entusiasta. ¿Dónde estarán esas noches del parque? Ondulante
verano del niño que paraba con los grandes. Mascota del USI. Los sábados tempranito a jugar
con los Aguiluchos. Esa fue mi fantasía: el team de fulbito de mi barrio. Nadie en la calle,
sólo Antero en ropa deportiva empujando a todos los muchachos. Bicicletas y rodilleras,
pomos de agua. La infancia es un atardecer, suave deslizándose en la noche y al frente se
enciende el neón original: Elizabeth Market hasta quebrar. Luego enrejan el parque, la
inocencia del fresco nocturno. Aparece la bella Rosina y Antero se vuelve cuñado de toda la
collera. Pero mi sueño de esos días era escaparme con el USI para verlos jugar, vivir los
partidos que Antero me contaba. Héroes, ídolos del pequeño amigo. Primero en la celebración
por la noche en el parque. Infancia que se fue esfumando, los muchachos se casaron o
viajaron. Adiós USI. Chau Antero. La vida cambia, mas yo nunca pude verlos jugar: esa
teoría me desgarra.
151
LA CHICA FURUNO
152
DIABLA GARCÍA
La chica más linda. No puedo recordar su nombre pero sí su uniforme del Lourdes, azul
profundo y la insignia dorada, igual a su pelo adolescente. Belleza de una muchacha a los
quince años, al costado de mi casa. Contemplarla subiendo al ómnibus de su colegio, guardar
cada una de sus frases -piezas de oro- en el fulgor de un atardecer en los vidrios de Santa
Isabel. Vivía ella en su reino de pureza e inocencia, antes de la Reforma Agraria. Reinaba con
la suave delicadeza de quien se sabe perfecta. En malla negra -a la vera del jardín- despachaba
a sus pretendientes, jóvenes audaces con los ojos verdes. Hubo sábados de rock y muchachos
convertidos en Jim Morrison para ella. Recuerdo a Gonzalo Higueras deslumbrando con una
blanca guitarra eléctrica, la noche más bacán de la última primavera. La ola instantánea de la
Reforma clausuró ese paraíso. Sentí la pena en el corazón de mi vecina. Su hermosura
inasible -ansiedad de los conquistadores- marchó a la Argentina. Piura perdió su prístina
tersura intocada. Yo era un niño todavía/todavía la recuerdo: coqueta y esquiva. No se la
agarró nadie.
153
III
154
DOS SANTOS
1. LOLI
2. YOVERA
155
LECTURA FINAL
156
EUCARISTÍA
(2004)
157
Para Kathy
158
la que en el torcido
luciente nácar te sirvió no poca
risueña parte de la dulce fuente
159
SAJONIA
Es de noche en la mansión
y el despropósito cunde cual manzanas
por Newton envueltas en granadas
160
ya no hay guerra ya no sumo ni
resto los cadáveres. Hoy me vuelvo
a sonreír en los espejos de mi madre
Es mi tranca y ya no paso.
Mi deseo se troca en agravante
el pulcro rin de la mañana.
ni una pus
ni un periplo
envíame
161
CÁNTICO
Salutación íntima
Soy surtidor purísmo/
brota a borbotones
el agua de mi doncel
¿Quién es él?
Es príapo mortal
en mi salina canción.
Hacia él voy con mis
olas frescas de luz /
hacia él para nada
por su amor de mujer.
Silencio fortuito.
Sorbo de la fuente
de mi soledad
Imposible caricia
deliciosa amante
de mi amor búscala
entre sus delicados
brazos rodeando mi cuello.
Suavísima antiquísima
poesía son tus ojos
mis mejores augurios
dátiles jugosos
o
lágrimas secadas
para esta música
162
combinada imperfecta–
mente a tu oscuridad
sentimental
En ti está el ritmo
bajo la cantidad azul
dándole amor a los
cuerpos soñados
Eso es lo frágil.
He allí la pureza
etérea enviada
de tus labios
bañados en dulzor
Oteros acurrucados
tras ficus y cipreces
Vuela perla-aire
marítima vacíame
163
EUCARISTÍA
164
3
165
Llamado a recrear el sentido de rozar tu
Cuenco en mi pensamiento / tu silencio es un
Ánima viva que brilla con sus gotas de rocío
Y en el rocío
166
De la familia en la madrugada se
Confundió reconociendo
Resuena en Magdalena
Fue el siempre oscuro afán de amar
El sueño de un deseo poética mente
167
10
11
12
168
Sí un caminito manantial cuya fuente
13
Estación iridiscente
Fresca ambrosía
Chimbote
169
ADONÁIS
170
LÚDICA
Inspiración de su dulce
Soledad por ella sólo
Rompida en la noche
171
BORDADO DE ENCAJE
La sangre fluye & es luz & es clara & semeja stella stevens
Con sus tetas como potosí / sólo la puntita de tu inmoral morales
Oscurece húmeda músician de tu boca filigrana vuelta re
En el bordado encaje de la coqueta sacra siena
En que nos encontramos siempre en el tiempo temporal
De la última & soleada temporada en Colán
172
LIED
173
GEMA
174
EGUS
175
176
AMASTRIS
(2007)
LA INSOLACIÓN INTERIOR
5 (PERFECTO MEDIODÍA)
A la sombra de la luz
Fluencia pluvial indostán
Vahos vahos del aire sur
Arriba flores perfectas sexy
Bañando dulzura corazona
Del pecho a los muslos redorados
Torrentadas invisibles vírgenes
Bulliciosas almidóns desérticas
Sechuras inclinadas in Matacaballo
Y oímos el cioco mañanero
Un chicoco que a ella la turbaba
Ruiseñor lejano demasiado lejos
ESTIGIA
Miguel Casado
HALL
r
STRETTI
1. AGENOR
2. ÁNGEL (A)
Napo, in memoriam
1. CHUCAQUE
lavandería Tersol
2. VERANO COLONIAL
mientras
este poema
3
SUMMER TIME
(CANON MISSAE)
LABRANDA
1. NIMPHA
sumergida
2. ESTÍO
Me invitaba
ADORNO BOSQUETO
Emmita
PIURENSIS SOLIS
su nada
NOBILE CASTELLO
Causas Amorosas
LOCA MONTIS
1. ESTACIÓN
2. RIMAC’S LUMPEN
Sur la arena
SACRA PRIVATA
1. INFANCIA
Su ansiedad
2. ANCESTRO
Serrano lonche
3. CARRETERA A SULLANA
Masticando su papel
AMARANTH NYZ
La rosa
Insana flor
Detenida de tu rosa
De los Hados
El cielo ascensor
UN OSCURO DULCE LIMANO
(HOMENAJE A PABLO GUEVARA)
1. GRIFALTA
De lata
2. TAMALES CALIENTES
Aparecido
3. CENTRO DE LIMA
4. PUEBLO JOVEN
1. CAMICHE
El poema
2. RINGO
Duelo
CINCO ESTUDIOS
1. GLORIA
Amor Perdido
2. MITYLENE
Dulce Sardis
3. TRISAGIO
De ti misma enamorada
[S. E. C.]
Distantes
RIVOLTI AL MONTE
Transparentes
3
Corazón latido
VALMAR
Rosa
Canción
3
Se va la luz se va la forma
Amada solo el azul inmóvil
Se queda arriba se torna
Celeste sin que nadie se dé
Cuenta ahora es albo humo
O un estallido de plata
En la playa soñada
SEA ISLE
10
Canción
11
Pistilo azul
13
15
16
Hospedarse
17
2. AGANIPE
& lo derrite
3. HIPOKRENE
Canción solaz
En la resaca de un tumulto an
Cestral ingrávido prendido a las
Estrellas dormidas todavía si
Se va yendo se pierde en el
Cuadrado horizonte lo retumba
El fino atardecer lo va matando
Lo ví en la pantalla de tu foto
Grafía abrazada al vacío original
Donde el solo lagrimal urdía su versión
Solo Poesía
4
A cada instante
III
ROMA
1
De mi bobo empotrado en la
Hornacina hacinada en el Santuario
En que Amor perdió por siempre la razón
Majada
Ver Novum
En mí
Vida Nueva
Terminable verano
La espuma coelis
Curva caminando
3
Para siempre
5. DURANTE
En el jardín de Villacampa
Dulce caramelo de limón
Aparece la púber blanca
Con su rico short de nylon
[Los poemas que conforman Virtú fueron escritos durante 2010 en los Estados Unidos de
América, o como decía mi hermana mayor Lola, la primera en venir, en los Yunaites y en mi
mente veía danzar naipes, y hasta todavía]
SYLVA
(2015)
For my beloved wife & lover
Kathy Kangas,
without her love, support
and care of me,
this book could never have
been written.
Pound
I
COOPER RIVER ORILLAS
1 [DRÍADES]
El poema
3 [HELÍADES]
Quietud
5 [IXOTTA]
Cuaderno
6 [DINÁMENE]
Del Mundo
7 [NISE]
Solitario atardecer
III
AUTUMNALES
1 [HUERTA]
Otoño aproximándose
3
Destellos convertido
3
Ahora
5
A la Urba
V
RAVEN HILL
INTRODUCCIÓN
[compuesto en cooper River Park, Ocean city, y Ravenhill; dos estados. Mayo-diciembre 2012]
NEW PORT
(2015)
LA TABA TÓXICA
[HOMENAJE A ANTONIN ARTAUD & WILLIAM
BURROUGHS]
DUELEN todos los músculos el negro vanessa así como el culo tiene
la cabeza aprendió a poner para seguir fumando mató un búho cuando
chambeaba de guachimán subyacente cariño acomodado al insom-
nio mentol de corazonadas palpables el chiquillo sánguche muerto de
hambre por los basurales astrales expelidos en los vericuetos limi-
tados plenos de plusvalía pluviosa textura de poesía franca encade-
nada a un sentimiento atroz
Puedes latear con los negros negrazos decía montaña pero no le en-
traba a la danza macabra parar los oídos anegados por la pureza más
impura de la pelona triste toda tu mente colgada en los alambres
donde kola inglesa dejó sus shorts apretaditos labios que ya no pro-
fieren palabra alguna cerebelo seco se extendía la visión no se can-
saba jamás no podía diseñar un poema solo aldabas inquietas
tocaban a rebato y las perillas de las puertas detonaban
Años de años metido en esa vaina tan sensible como el sueño del
uso de las lenguas brotes inmaculados transpasando los techos re-
pletos de antenas y cachivaches derrotas avisadas eficaces síntomas
de las perdices inencontradas un dubby para el dubby y me agarraba
la canción asesina con su guitarra 64 volvíamos a la célula se creían
lo máximo no sabes lo lameculos que eran mandaba el instinto bo-
tellas con orín anisado de los ángeles estrellas condensadas como la
leche nestlé
6
Sabías que pronto volabas a otros paraísos falsos tan ciertos como
las vendimias de cualquier valor mientras las cristalinas aguas en la
noche recorrían su cauce inadvertido infiltrados rayas en la placita
nada lograban sino inspirarse desaparecidos en la eventual tierra de
los predicados agónicos voluptuosas mozas del partido reían a cal-
zón quitado vislumbradas por las luces finitas en filamentos de mer-
curio con su broster más antes de llegar al horizonte
Eliot
ASGARD
4 [POCLÚS]
A mi hermano Raúl
En el poema
5 [DAMOZEL]
Balada de Maldon
10
11
13
Del Amor
& enigmáticos
Su olvido final
Exhibe eterna
8
Vallejo
Al final
Angustia
Vient
MAR-NAN-OTHA
Se detiene.
III
DROMENA
POLUPHBOISBOS
Del perdón.
Perdió.
MARECCHIA
[TEMA & VARIACIONES]
Exilio
En mi canción
Atardecer
Canción religada
DOS ARS POÉTICAS
LA FORMA DE LA PLAYA
LA FORMA DE LA PISCINA
Adhesiones
todos pedimos adhesiones
Comienza a soltar tus partículas
tus dulces partículas
¿Tus palabras?
pequeños restos de lo que fue tu cuerpo
antes de mi ataque
Ella empieza a moverse lentamente
¿Tus palabras?
la inexperiencia te pone nerviosa.
Adhesiones continuamos
pidiendo adhesiones
firmas y objetos
para proclamar nuestro amor en los dos costados del Universo
nuestros dos corazones.
En la ciudad
es posible aún
disfrutar de un bello y rojo atardecer.
Desde lejos
solo y conmigo
contemplo la belleza de las calles
que terminan en parques.
Y soy siempre
el que está mirando y
que prefiere la noche;
entonces es la vida
el fuego que emana del fuego
o una muchacha de aros y pañoletas, caminando.
para Jenny
Oh ciudad de Lima
por el centro viejo y destrozado
masas de obreros a las 6 a.m. repletan omnibuses
mercaderes ambulantes rompen sus gargantas
y en la noche viajan a sus cerros
y las solas barrocas catedrales ya no brillan
ni los patios coloniales
Seguro dirás
quién es este salvaje que se atreve
a lanzar panfletos contra yo dulcísimo ángel
Ah cabro
Mi vida prostibularia
y en tu ritmo la mejor poesía
(Te llegaba al pincho la poesía)
Apreciarte brillando
en tu calzón de nylon blanco
Y me reconfortabas
diciéndome dame tu leche papá
dámela poco a poco
El sol.
El sol, después del ruido.
El sol desciende oscuro y me acaricia, bajo el fresco yo lo desconozco.
Sé que soy nadie, escucho nítidas palabras cinceladas por el miedo. Sueño en incendios,
magníficas destrucciones, bestialismos amorosos como en los campos. Guardo para la
melancolía.
La noche rodeada de mugidos, cielos inútiles cruzados por un buho. Lechuza prendida de un
alambre me agradaba. Cuando vuelven las luciérnagas, yo me obligo a vomitar. Deseo el asco
para mi vergüenza, me escondo para gozar con un asesinato a mansalva. Debo frecuentar los
naranjales hacia el amanecer.
He necesitado abrir un poco mi coronaria. Con el viento proclive al desnudo, descubrí que me
había vaciado totalmente. Alguien ya no. Sin embargo encontré yerbas fumables. Mordiendo un
caballo, duraré como un trago que nos arde para siempre en el estómago.
Amo el ridículo. Doy dolor. Buscaré el olor que me separe. Visito la caverna desde la que
nadie ha de reconocerme. Los otros, ellos, los que yo miro y huelo. Siento una hermosa secreta
satisfacción de no necesitarlos. De estar desvinculado.
Abro el corazón ahora que compruebo mi vida en el centro del pánico. Y lo abro porque nadie
osará acercarse. Hundido por completo no comprendo cómo fue que desperté. Negado por el
tiempo. Lluvia que gocé corriendo cantando. Espasmos al contacto con el follaje. Cantando
absolutamente solitario. Modulo mi bellísima voz para escucharme y verme discurrir sin planear
nunca nada.
Me señalan. Soy censurado.
Apoteósis de mi triunfal perdición.
Y los escucho bramar. Y yo bramo. Me aviento hacia el más extraño verdor.
Soñando negarme, escupido, frenético.
(Ómnibus, Arequipa,1982)
MUJER-NIÑA
Mariela escúchame:
Ah Mariela
cuando en realidad lo que buscabas era mirar fijamente tus ojos
negro-boliche en el espejo y averiguar por qué el amor te estaría aguardando, la poesía, en la
siguiente esquina, acaso en la misma estrechez del pasaje Conococha. Y que ya había pasado
suficiente tiempo concediendo, tratando –sin conseguirlo– de ser la chica ideal que el sistema
exigía. Por ese amor que tal vez nunca conseguimos, pero sí entrevemos, en la melancolía veloz
de los autos que vuelan por la Vía Expresa, desde aquí, desde este puente, desde estos versos que
yo a veces junto para ofrecértelos, sin miedo, con el fluido magnético que dan en mí tus ojos, tus
más antiguas lágrimas, cuando comprendes tu destino impreso en los periódicos, en los papeles
que el mundo desecha, en las canciones que te devuelven a un tiempo tan fugaz, como la cinta
del primer enamorado, en los parajes transparentes donde el amor reinaba y volvía a volar y
aterrizaba entre los sonidos de la realidad –viento ladridos caídas de agua caricias en tu pelo– el
motor de un Ford acelerando, hasta una mariposa, qué sé yo. Qué puedo saber yo además, de tu
vida, qué realmente de tus blue-jeans, de tus axilas, de tus botas en el filo de la cama, de tus
dedos limpios, de tu apache soledad.
Morada del río, morada de
las piedras relucientes y las luces
de la caseta en la hidroeléctrica
Urb. Niágara –Chaclacayo–
Siempre encuentro silencio entre estos muebles,
no brillantes pero dueños del frescor
con que ahora siento que puedo escribir,
aunque sea unas líneas iniciales
el primer canto del poema, aunque
luego tenga que salir, abandonar
este trozo de tiempo detenido y
en un micro Lima-Ricardo Palma
ser testigo de una declaración de amor:
Él, delgado, pelo corto, voz quebrada
por la circunstancia. Ella, azul,
segura, voz natural con una
tímida ternura, musical, urbana
Mi nombre es Nenfas.
Vivo en Pachitea. Mi suegra todo el día
me dice serrano. Regreso de traer algarroba
y ella me grita serrano.
Esta tarde
frente a un viejo algarrobo donde a veces
lloro mi desdicha o me alegro el corazón
con las soñas y los chilalos diré déjame
algarrobo tu sombra para que yo pueda
colgarme tranquilo y ya no me digan más
serrano y me verá róger santiváñez
a los 12 años y 13 años después él cantará
con la soledad que yo le entregué
esa noche de verano cuando me vió ahorcado
y en la arena aún correteaban
las iguanas.
escribir o leer
en soledad
es el rioba
Semana Santa
Omiso
Rico Pie.
Tenia. Sancta Santórum.
Napoleón
Lelis Tanis
El silencio
En Lima no llueve
y no tengo ganas de vivir
corazón
El tiempo es cruel
El tiempo mata.
Frente al Santuario
Espero a mi amada
Hemos venido en peregrinación
A visitar los santos lugares
Donde ella sacrificó lo mejor
De su juventud por nosotros
Por nuestra triste y desolada
Manera de caminar por la Av. Tacna
Bandereándose con un trago en la mano
Y no se supo jamás
Y no se escuchó sino
La respira discreción
De tu rubia cabeza
También coronada
Con rosas rojas recogidas
En el verso de esta poesía
xunto a tu amanecer.
To Pam
A la Santa.
1. LA PLAZA PIZARRO
La Mogosa estacionada
aguarda con el motor apagado
mientras mi padre
me hace tomar algunas fotos
con el marco retocado
por la magia de las cajas ambulantes.
Ahora la palaza está remodelada
incluso lleva un sonoro nombre
nuevo, pero a mí lo que me
importa son los árboles,
la lenta caída de la tarde
y una niña veloz -con su
suelta cola de caballo-
luchando por coger
el colibrí inalcanzable.
claudia es una niña tranquila y de brillantes ojos grandes. ahora corre por la orilla
mientras yo le lanzo la pelota de colores que el viento se quiere robar. y un día lo hace, y
es imposible retenerla cuando vuela y se va rauda hacia los confines del desierto, por
detrás de las pocas casas del balneario. pero claudia no llora, se limita a mirarme con una
expresión interrogante y luego torna a contemplar la extensión inconmensurable de las
dunas. por fin sonríe y camina con sus sandalias blancas hasta la sala de su casa y me
llama para tomar el lonche. escuchamos radio onda corta bajo la estrellada noche de la
pacífica playa del Bajo-Piura. un receptor alemán punto azul nos pone en contacto con el
mundo entero. claudia y su familia esperan el encendido de las límpidas lámparas de
kerosene para ir a pasear por la orilla y ver los fuegos fatuos del mar: duran un segundo
como este recuerdo feliz.
Allá
Región del silencio
Donde se oye el abismo del silencio
Y el sol abrumándome hasta la náusea.
Yo recuerdo una esquina
Completamente lejos de todas las calles
Y desde allá
No pude reconocer nada
Ni siquiera la belleza
No habían rumbos
Tampoco sueño ni olvido
A ratos puro recuerdo de la muerte
Dorada por una angustiosa penumbra
Era una esquina
Y Allá pude quedarme
Perderme en aquella región donde
Podía establecerse mi ser como un pájaro
Separada la sonrisa
Yo dejé de ser yo
No estuve
Mi identidad se disolvía como el viento
Mi voz ya no era mía
Henri esa Otra Realidad.
Hoy ha vuelto. Ha sido suficiente.
MUERTE DE LA PUREZA
Pensando en nada
La pureza no existe
Y no hay otro modo de cantar
Que en el delirio
Y para eso la pureza ha muerto
Yo desdeño la pureza
La idea cristiana que supe excelsa
El amor mata la pureza
La pureza no cuenta para amar
El que ama con pureza
ama desviándose
Los amantes no aman con pureza
Aman con amor.
DOS HALLAZGOS
(1984)
SAN PEDRO NUNCA VUELTO A VISITAR
Te amo mi pequeña
Te amo mi querida luna de enfrente
Te amo cuerpo delicioso de 16
Te amo vulva cerrada
Te amo seno izquierdo paradito
Te amo seno derecho blanco
Te amo pezón derecho bajo el fino polo
Te amo pezón izquierdo como la puntita
de un iceberg dorado
Os amo nalgas delicadamente colocadas
sobre la cama para que yo las contemple
Te amo trenza castaña
Os amo axilas frescas niñas
Te amo curva de los hombros dulcemente
redonda cuando te volteas y me miras
Te amo muslo de alabastro
sentada al filo de la cama
poniéndote el blue jean que me gusta
Os amo orejitas para las que preparo
mis más lindas frases de cariño
Te amo cabellera negra rescátame
de los amores perdidos
Os amo pies rosados uñas rosadas
Te amo lomo imponente y tan frágil
como tu nombre de pétalo de rosa
Te amo espalda de vírgen que me dejaste
levantar curvándote con
la suavidad del desmayo
Te amo boca oh mi sueño mi corazón
latiendo locamente
Te amo mirada tierna e inteligente
Os amo manos cuyo movimiento
cuando hablas me hechiza
Te amo nariz con 2 huequitos negros
Te amo con tu caminada desafiante y ondulada
Oh pequeña te amo te amo te amo
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