Seminario

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2.

El eritrocito:

Los eritrocitos, también conocidos como glóbulos rojos o hematíes, son células sanguíneas
que se encuentran en mayor proporción dentro del torrente sanguíneo. Son células
anucleadas, es decir, no tienen núcleo, y tienen una forma bicóncava. Los eritrocitos están
cargados de hemoglobina, una proteína que les permite transportar oxígeno desde los
pulmones hacia los tejidos del cuerpo, y dióxido de carbono desde los tejidos hacia los
pulmones para ser eliminado. Se producen en la médula ósea roja a través de un proceso
llamado eritropoyesis.

- Estructura.

Los eritrocitos tienen un tamaño consistente de 7-8 µm (micrómetro), de diámetro y unos 2


µm (micrómetros) de espesor en la zona más ancha. lo cual los convierte en perfectas ‘reglas
histológicas’ en los exámenes de rutina. Sin embargo, poseen una estructura atípica en
comparación con la mayoría de las células humanas.

En primer lugar, los eritrocitos tienen forma bicóncava, similar a una dona, con la diferencia
de que en el eritrocito hay una delgada membrana cubriendo el sitio del agujero de la dona.
Esto por supuesto significa que la periferia del eritrocito es más gruesa que la parte central.
Esta característica maximiza la superficie total de la membrana celular, facilitando el
intercambio y transporte gaseoso.

Además, los eritrocitos carecen de núcleo (son anucleados) y de cualquier otro orgánulo
intracelular (también conocido como organelo intracelular), ya que todos se pierden durante
la eritropoyesis. Las únicas dos estructuras celulares restantes son el citoplasma envuelto por
una membrana celular.

- Función.

La función principal de los eritrocitos es el transporte e intercambio de gases


(oxígeno y dióxido de carbono) entre los pulmones y los demás tejidos.

• Es decir, Recoger oxígeno a partir del aire que inhalamos, y llevarlo a través de
los vasos sanguíneos del pulmón a todas las partes del cuerpo.

• Recogen el dióxido de carbono y lo llevan de vuelta al pulmón, permitiendo que lo


expulsemos al exhalar.

• Asimismo, liberan hidrógeno y nitrógeno, lo que ayuda a mantener estable el nivel


de PH de la sangre.
• Los eritrocitos ayudan a la hemoglobina a actuar con la fuerza justa en cada
momento. Por tanto, si algo provoca un suministro reducido de eritrocitos produce
de inmediato la anemia ferropénica y, a su vez, una deficiencia en hemoglobina y
oxígeno, pueden aparecer síntomas de debilidad.

La secuencia de los eventos ocurre de la siguiente forma:

• En los capilares pulmonares, la hemoglobina se liga al oxígeno inhalado formando


oxihemoglobina. Esta sustancia le proporciona a los eritrocitos, y por extensión a la
sangre, un color rojo brillante.

• Los eritrocitos ricos en oxígeno luego viajan a través de las arterias hasta que
alcanzan los capilares tisulares.

• En los capilares tisulares, el oxígeno es liberado de la hemoglobina y se difunde


en los tejidos.

• Simultáneamente, el dióxido de carbono proveniente de los tejidos se liga a la


hemoglobina, formando desoxihemoglobina. Esta sustancia da a los glóbulos rojos,
y por consiguiente a la sangre venosa, un color azul violáceo.

• Los eritrocitos ricos en dióxido de carbono viajan por las venas hacia el corazón, y
luego a los pulmones.

• Dentro de los capilares pulmonares, el dióxido de carbono es separado de la


hemoglobina e intercambiado por una nueva dosis de oxígeno.

- Membrana eritrocitaria:

Estructura

Lípidos

Los lípidos forman una bicapa lipídica que proporciona la barrera principal entre el interior y
el exterior de la célula. Las proteínas, como la Banda 3 y las glucoproteínas, desempeñan
varias funciones, incluyendo el transporte de iones y gases, la adhesión celular y el
reconocimiento inmunológico.

Carbohidratos

Los carbohidratos desempeñan un papel crucial en la determinación de los grupos sanguíneos


ABO y Rh en la membrana eritrocitaria. El sistema ABO es uno de los sistemas de grupos
sanguíneos más conocidos y se basa en la presencia o ausencia de ciertos tipos de
carbohidratos en la superficie de los glóbulos rojos. Los antígenos A y B son glucolípidos que
se encuentran en la membrana eritrocitaria. Si una persona tiene el antígeno A, tendrá el
grupo sanguíneo A, mientras que si tiene el antígeno B, tendrá el grupo sanguíneo B. Si tiene
ambos antígenos A y B, tendrá el grupo sanguíneo AB, y si no tiene ninguno de los
antígenos, tendrá el grupo sanguíneo O. Por otro lado, el sistema Rh se refiere a la presencia
o ausencia del antígeno D en la membrana eritrocitaria. Si una persona tiene el antígeno D, se
considera Rh positivo (Rh+), mientras que, si no tiene el antígeno D, se considera Rh
negativo (Rh-)

Estos sistemas de grupos sanguíneos son importantes en la medicina transfusional y en la


compatibilidad de los donantes de sangre. La presencia o ausencia de ciertos carbohidratos en
la membrana eritrocitaria determina la compatibilidad entre los diferentes grupos sanguíneos,
evitando así reacciones inmunológicas adversas en las transfusiones de sangre.

Proteínas

Las proteínas de membrana del eritrocito son de dos tipos: proteínas integrales, que están
firmemente enlazadas en la doble capa de lípidos, y las proteínas periféricas, las cuales están
fuera del complejo lípido en el lado citoplasmático de la membrana, pero adherido a los
lípidos de membrana o a las proteínas integrales mediante ligaduras iónicas y de hidrógeno.
Ambos tipos de proteínas de membrana son sintetizadas durante el desarrollo celular.

Las proteínas integrales más abundantes son, las llamadas proteínas Banda 3 y glicoforina A.

La glicoproteína Banda 3, es una de las proteínas más abundantes en esta membrana.


Conocida como el intercambiador de aniones del GR (AE1), es la proteína eritrocitaria más
abundante, con aproximadamente 106 copias por células. La proteína Banda 3 eritroide está
formada por tres dominios: un dominio N-terminal citoplasmático de 403 aminoácidos que
interactúa con la ankirina y la proteína 4.2 del esqueleto submembranal y con enzimas
glicolíticas, deoxyhemoglobina y hemicromos; un dominio de membrana de 479
aminoácidos, que la atraviesa 14 veces; y un dominio C- terminal citoplasmático de 29
aminoácidos que se une a la ACII. Los 21 antígenos del sistema de grupo sanguíneo surgen
de sustituciones de aminoácidos sobre los dominios externos de la Banda 3. Esta proteína
tiene un rol importante en el transporte sanguíneo eficiente de los gases respiratorios.

Las glicoforinas denominadas también sialoglicoproteínas por su alto contenido en ácido


siálico, son proteínas transmembranales. Presentan un segmento citoplasmático que
interactúa con el citoesqueleto, un segmento hidrofóbico que atraviesa la bicapa y un
segmento glicosilado extracelular con residuos de ácido siálico, que confieren al eritrocito sus
cargas eléctricas negativas.

Glicoforina A: Es la principal glicoproteína de los GRs y representa el 2 al 4 % de la masa


total de las proteínas eritrocitarias. Atraviesa todo el espesor de la bicapa y el polimorfismo
de los aminoácidos en su extremo terminal determina los antígenos eritrocitarios M y N.
Glicoforina B: Es estructuralmente muy parecida a la anterior. La variabilidad en sus
aminoácidos es responsable de los antígenos S y s.

Las glicoforinas A y B poseen más del 90% del ácido siálico total de la superficie del
eritrocito. La homología estructural entre estas proteínas indica que provienen de un gen
ancestral común.

Glicoforinas C y D: Participan en la estabilidad y en el mantenimiento de las propiedades de


la membrana eritrocitaria. Son glicoproteínas estrechamente relacionadas en las cuales se
expresan los antígenos del grupo sanguíneo Gerbich. Desempeñan una importante función en
la membrana de los GRs, debido a que su ausencia se encuentra asociada a modificaciones
morfológicas. Los eritrocitos deficientes en glicoforinas C y D (denominado fenotipo Leach)
tienen anormalidades funcionales y presentan una forma elíptica.

Las proteínas de membrana periférica ayudan a determinar la forma y la flexibilidad del GR.
Una de ellas son las proteínas espectrina y anquirina

La espectrina es la proteína más abundante del citoesqueleto de eritrocitos. Está compuesto


por dos polipéptidos de más de 2 100 residuos de longitud: espectrina 1 (cadena α) y
espectrina 2 (cadena β). Las cadenas α y β de cada dímero de espectrina se entrelazan en una
orientación antiparalela para formar una unidad estructural altamente extendida de ≈100 nm
(nanómetros) de longitud. Normalmente, dos dímeros de espectrina se asocian uno a uno para
formar un heterotetrámero de aproximadamente 200 nm de largo que está unido a la
superficie interna de la membrana plasmática (y está puenteado con otros tetrámeros de
espectrina) a través de anquirina, actina y proteína banda 4.1. El resultado es una malla
interna, el citoesqueleto.

Las espectrinas pertenecen a una superfamilia con ese nombre. Existen espectrinas no
eritroides como la fodrina, α-actinina, distrofina, ABP-280, ABP-120, y fimbrina, todas
llevan algunas o varias unidades de repeticiones de espectrina, características de esta familia.
Las espectrinas tienen dos subunidades α y β.

Funciones
La membrana celular es una estructura fundamental que rodea y protege todas las células del
cuerpo, separando su contenido interno del ambiente externo. Desde una perspectiva
bioquímica, la membrana celular está compuesta principalmente de fosfolípidos, proteínas y
glúcidos. Los fosfolípidos forman una bicapa que rodea la célula y proporciona una barrera
impermeable, mientras que las proteínas están incrustadas en la membrana y cumplen
diversas funciones, como transporte de moléculas y señalización celular. Los glúcidos, por su
parte, se unen a proteínas o lípidos de la membrana para formar glucoproteínas o glicolípidos,
respectivamente, y tienen funciones como reconocimiento celular y adhesión.

Tiene varias funciones importantes:

Barrera selectiva: La membrana celular regula el movimiento de moléculas y iones dentro y


fuera de la célula, permitiendo la entrada de sustancias necesarias para la supervivencia
celular, mientras que evita la entrada de sustancias dañinas.

Transducción de señales: La membrana celular tiene receptores de señales que pueden


detectar estímulos químicos, físicos y eléctricos y activar respuestas celulares específicas.

Adhesión celular: La membrana celular tiene proteínas que ayudan a las células a adherirse a
otras células y a la matriz extracelular.

Comunicación intercelular: La membrana celular tiene canales que permiten la comunicación


entre células vecinas (11)

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