2013.ortega y Gasset
2013.ortega y Gasset
2013.ortega y Gasset
La filosofía es aquel saber que tiene como objetivo reflexionar acerca del todo. Este todo o
realidad radical es, según Ortega, la vida. Ortega defenderá esta tesis superando las dos tesis
contrarias dadas en la historia de la filosofía. Los “antiguos” habían defendido la tesis realista:
la realidad última es un mundo compuesto de cosas. Por el contrario, los “modernos”
defendían la tesis idealista: la realidad última es la conciencia, el pensamiento, el sujeto que
piensa. Ortega critica ambas posturas indicando que son incompletas: el mundo no puede
existir sin un sujeto que lo piense y el pensamiento no existe si no es pensamiento de algo. Por
tanto, la realidad radical es la relación entre el sujeto y su mundo, “la coexistencia del yo con
el mundo”, y este coexistir no es más que la vida.
La vida es para Ortega la realidad radical, anterior y fundacional de todo. Pero la vida no
entendida en sentido abstracto o biológico, sino la vida de cada uno en particular o en sentido
biográfico, “mi vida”.
Según Ortega, no existe una esencia humana inmutable que caracterice al hombre pero si
una serie de categorías de la vida que comparten todos los seres humanos. La primera de ellas
es el saberse y comprenderse, el hombre es consciente de su propia existencia y de lo que le
rodea. El hombre se encuentra arrojado al mundo y a su circunstancia, él no ha elegido vivir
pero vive y debe resolver el problema de la vida. El hombre debe hacerse a sí mismo eligiendo
libremente entre las posibilidades limitadas por sus circunstancias. La vida humana es un
proyecto que debe ser asumido, debemos decidir en cada momento lo que voy a ser y todavía
no soy. La vida es temporalidad, decidir el futuro teniendo en cuenta los medios dados por el
pasado. El tiempo es la sustancia primordial del hombre, “el hombre no tiene naturaleza sino
historia”. Ortega siempre valoró que el hombre fuera auténtico, que fuera fiel a su proyecto
vital.
1.2. El conocimiento.
Ortega pertenecerá a lo largo de su vida a tres teorías del conocimiento distintas. Al comienzo
de su vida defenderá el objetivismo, después el perspectivismo y finalmente el raciovitalismo.
Ortega al final de su vida creará el raciovitalismo. Esta corriente critica al racionalismo por
pretender reducir toda la realidad a las estructuras de la razón pura y al vitalismo por defender
los instintos y la irracionalidad despreciando a la razón. La razón es solo una forma y una
función de la vida, una parte del todo. El tema de nuestro tiempo consiste en someter la razón
a la vitalidad. Ortega defiende la razón vital y la razón histórica. El objetivo de su sistema era
entender la vida humana y para ello se necesita otro tipo de razón, la razón pura ha servido
para conocer la naturaleza abstracta pero para entender la vida es necesario una razón vital.
Además la razón vital conduce a una razón histórica ya que el hombre se entiende desde un
enfoque historicista: comprender su pasado, su biografía, su generación. Ortega defiende la
racionalidad como una dimensión básica del hombre que nos permite guiar nuestra existencia
y entenderla.
2. La sociedad
Según Ortega, toda época tiene un proyecto y el de la nuestra es superar la
modernidad y regenerar España acercándola más a Europa.
Toda sociedad tiene una identidad propia fruto de la pertenencia de los individuos a
una generación que comparte creencias, tareas y deberes. La historia avanza según se
suceden las generaciones, pero en ocasiones una nueva generación se enfrenta a la
anterior surgiendo una crisis social.
En 1927 Ortega escribirá La rebelión de las masas obra en la que explica la crisis social
que afecta a España. En toda sociedad se dan dos tipos de hombres: los hombres élite,
hombres excelentes que han destacado por sus ideas propias y los hombres masa, gente
anónima que se siente y piensa como todos, idéntico a los demás y que además no se
angustia por ello. Según Ortega, en el siglo XX se goza de un gran bienestar, pero en vez de
vivir a la “altura de los tiempos” en Europa los hombres masa han alcanzado el poder
social y la minoría selecta ha desertado dejando al continente sin proyecto.
Vivimos en un tiempo capaz de realizarlo todo pero sin saber qué realizar y esto se
debe a que somos unos “herederos malcriados”, gozamos de lo que tenemos sin haber
realizado un esfuerzo para conseguirlo. Esta situación puede conducir a Europa a la
barbarie, para evitarlo debemos estar a la altura de nuestro tiempo; conocer nuestra
historia, valorar el esfuerzo que otros han hecho en el pasado y crear un nuevo proyecto.