La Fisica en La Histocitotecnologia
La Fisica en La Histocitotecnologia
La Fisica en La Histocitotecnologia
Se podría pensar que la física y la medicina no tienen tanta relación; sin embargo, las
aportaciones que realiza la física a la salud son fundamentales para el desarrollo de
diversos instrumentos, que permiten a los médicos realizar diagnósticos y detectar
enfermedades.
Por lo anterior, en esta sesión, conocerás cómo la física contribuye a que el ser
humano cuide y preserve la salud.
Una vez que el patólogo construya el diagnostico con respecto al paciente, la física
nuevamente hace un papel importante, si una vez el paciente es diagnosticado con un
comportamiento extraño celular por ejemplo algún tipo de cáncer, el paciente se
someterá a tratamientos curativos donde la física y la química intervienen. La física
utilizando la radioactividad o radiación nuclear para desintegrar en este caso células
con multiplicación fuera de control a través del bombardeo de rayos radioactivos
utilizando minerales como el polonio y el radio. Los médicos nucleares hacen el
diagnóstico con el uso de radiofármacos que contienen el isótopo radiactivo, mientras que los
médicos radiólogos, diagnostican gracias al empleo de los rayos X o de las radiaciones no
ionizantes como herramientas (por ejemplo, ecografías y resonancias magnéticas, entre otras).
UN POCO DE HISTORIA
Este desarrollo comenzó a gestarse hace más de cien años. La utilización de radiaciones en el
tratamiento de enfermedades malignas, empleada de manera aislada o en combinación con
fármacos, ha sido posible gracias al descubrimiento de los rayos X por William Konrad
Roentgen, físico alemán y primer premio Nobel de Física. En esa misma época, en 1896, Henri
Becquerel, físico francés, descubrió una nueva propiedad de la materia que, posteriormente,
denominó radiactividad y que lo llevó a compartir el premio Nobel de Física con Pierre y Marie
Curie. Tal fenómeno se desprendió de su investigación sobre la fluorescencia cuando, al
colocar sales de uranio sobre una placa fotográfica en una zona oscura, se observó que dicha
placa se ennegrecía, dado que las sales de uranio emitían una radiación capaz de atravesar
papeles negros y otras sustancias opacas a la luz ordinaria.
Marie Slodowska Curie se interesó en los recientes descubrimientos sobre los nuevos tipos de
radiación, tanto aquéllos descritos por Roentgen como los de Becquerel. Comenzó a estudiar
las radiaciones del uranio y, utilizando las técnicas piezoeléctricas inventadas por su esposo,
Pierre Curie, midió cuidadosamente las radiaciones en un mineral que contenía uranio. Cuando
vio que las radiaciones del mineral eran más intensas que las del propio uranio, se dio cuenta
que debían existir elementos desconocidos, incluso, más radiactivos que el mismo uranio.
Marie Curie fue la primera en utilizar el término "radiactivo" para describir los elementos que
emiten radiaciones cuando se descomponen sus núcleos.
La aplicación en procesos oncológicos de esta nueva sustancia radiactiva, llamada radio, fue
casi inmediata, gracias a que Pierre Curie puso a disposición del médico Henri Danlos, una
determinada cantidad de este material radiactivo para fabricar aplicadores superficiales que
sirvieran para el tratamiento de lesiones cutáneas. Desde este momento, los radioterapeutas
han utilizado las radiaciones ionizantes como herramienta principal de sus tratamientos y
muchos de los descubrimientos realizados por los físicos en el siglo XIX, hicieron posible los
importantes avances con los que hoy contamos para el diagnóstico y el tratamiento de
diversas enfermedades.
De esta manera, aparecen la radiología y la medicina nuclear como especialidades médicas que
utilizan la radiación para el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades. El avance
logrado ha sido muy importante en dos vertientes: la que concierne a la radiología diagnóstica
y la que desarrolla la medicina nuclear al suministrar al paciente, por vía oral o intravenosa, un
material radiactivo asociado con un fármaco, lo que permite realizar diagnósticos por
imágenes, tales como las gammagrafías hepáticas u óseas, entre otros.
Los físicos médicos tienen gran responsabilidad sobre el correcto uso y manejo de las
radiaciones ionizantes provenientes de los equipos emisores y las fuentes radiactivas;
así mismo, deben garantizar las condiciones óptimas de seguridad para el personal
ocupacionalmente expuesto, el paciente y el público en general.
En conclusión podemos decir; que los tratados de la física moderna han sido de
favorable aplicación en la prevención de enfermedades y su posible curación, desde el
uso del microscopio utilizando las leyes de refracción total de la luz, las leyes de snell,
para la observación de la muestra recogida, el uso de la radioactividad ionizante para
controlar la multiplicación exponencial celular y la utilización de gráficos
tridimensionales para apreciar posibles resultados a favor del paciente.