Recomendaciones Primer y Segundo Nivel

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Recomendaciones para la atención telefónica

de situaciones de crisis y riesgo de suicidio

1 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Recomendaciones para la atención
de situaciones de intento y/o riesgo
de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención

Consenso

2 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
AUTORIDADES

Presidente de la Nación | Alberto Fernández

Ministra de Salud de la Nación | Carla Vizzotti

Jefa Unidad Gabinete de Asesores | Sonia Gabriela Tarragona

Secretaria de Calidad en Salud | Alejandro Federico Collia

Subsecretaría de Gestión de Servicios e Institutos | Edith Susana Benedetti

Subsecretaría de Calidad, Regulación y Fiscalización | Claudio Antonio Ortiz

Directora Nacional de Abordaje Integral de Salud Mental


y Consumos Problemáticos | Mariana Moreno

Dirección Nacional de Calidad en Servicios


de Salud y Regulación Sanitaria | María T. Ithurburu

Programa de Abordaje Integral de la Problemática del Suicidio


Bárbara Alter, Martin Cagide, Luciana Chinchilla, Mariana Di Pace, Agustina Garate,
Ariadna Vázquez

3 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en primer
y segundo nivel de atención

Coordinación General
Bárbara Alter

Coordinación Editorial
Mariana Di Pace, Martin Cagide

Elaboración de contenidos
Bárbara Alter, Martin Cagide, Luciana Chinchilla, Mariana Di Pace, Agustina Garate,
Ariadna Vázquez.

Colaboraciones:

Órgano de Revisión Nacional de Salud Mental (ORN)


Dra. Maria Graciela Iglesias

Dirección de Adolescencias y Juventudes del Ministerio de Salud de la Nación (DIAJU)


Mg. José Eduardo González
Lic. María Elisa Padrones

Dirección Nacional de Calidad en Servicios de Salud y Regulación Sanitaria


Lic. Patricia Mansi

Asociación de Psiquiatras de Argentina (APSA)


Dr. Demián Rodante

Fundación FORO
Dr. Demián Rodante

Secretaría de Salud Mental y Adicciones - MSP Provincia de Salta


Programa GUIAF (Grupo Interdisciplinario de Abordaje Familiar
en Episodio de Suicidio e Intentos de Suicidio)
Lic. Soledad Montoya

Dirección General de Salud Mental y Adicciones de la Provincia de Tucumán


Lic. Irma Thomas

Programa Provincial de Prevención del Suicidio de la Secretaria de Salud Mental


de la Provincia de Córdoba
Lic. Santiago Misael Moreno Frías

4 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Programa Provincial de Prevención de Suicidio, Ministerio de Salud Pública, San Juan.
Dra. Silvana Ortiz, Lic. Cecilia Turiz

Revisores externos:
Dra. Adriana Capuano, Mg. Daniel Korinfeld , Lic. Marcelo Rossi
Consejo Consultivo Honorario en Salud Mental y Adicciones (CCH)

Se agradece la contribución técnica de la Organización Panamericana de la Salud/Organización


Mundial de la Salud (OPS/OMS) para el desarrollo de esta publicación. Los puntos de vista u
opiniones contenidos en ella no representan necesariamente los de la OPS/OMS.

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERÉS DE LOS AUTORES


Las recomendaciones presentadas en el siguiente documento surgen de la aplicación de un
consenso escogido por los autores y quedan bajo la órbita de su responsabilidad. “Los autores
y los revisores declaran no tener conflictos de interés en la elaboración y revisión de este
procedimiento”

5 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Indice
08 1. Consideraciones iniciales.

10 2. Aspectos legales de la atención de la conducta suicida.

12 3. Abordaje integral del intento de suicidio y/o riesgo de suicidio.

3.1 Medidas iniciales de cuidado.


3.2 Evaluación integral.
3.3 Evaluación del riesgo.
3.4 Abordaje y manejo.
3.5 Algunas especificaciones sobre las estrategias terapéuticas.

22 ANEXO I: Factores de Riesgo y Factores de Protección.

27 ANEXO II: ¿Cómo preguntar por ideas suicidas y plan suicida?.

28 ANEXO III: Algunas consideraciones para población priorizada:


adolescencias y juventudes; personas mayores.

37 ANEXO IV: Sistemas de Registro.

53 Bibliografía.

6 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de
suicidio en primer y segundo nivel de atención

El objetivo del presente documento es brindar lineamientos para que los equipos de salud, tanto
del primer nivel como del segundo nivel de atención y de los servicios de emergencias, brinden
atención oportuna, adecuada y de calidad en las situaciones de intento de suicidio o de riesgo
de autolesión/suicidio, en el marco del respeto y del cumplimiento de los derechos de las per-
sonas y de acuerdo a las particularidades de la red local de servicios de salud.

Estas recomendaciones surgen de la revisión de los siguientes documentos anteriores y com-


plementarios:

- Lineamientos para la atención del intento de suicidio en adolescentes. Dirección Nacio-


nal de Salud Mental y Adicciones (2012).

- Guía de intervención mhGAP para los trastornos mentales, neurológicos y por uso de
sustancias en el nivel de atención de salud no especializada. Módulo 4 - Capítulo 10
“Autolesión/Suicidio”. Organización Panamericana de la Salud (2010).

7 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
1. Consideraciones iniciales
El suicidio es definido por la Organización Mundial de la Salud (2010) como “El acto deliberado
de quitarse la vida”. No obstante, la problemática del suicidio abarca un espectro mayor de
conductas y fenómenos, que incluye la ideación suicida, la elaboración de un plan, la obtención
de los medios para hacerlo, además de la posible consumación del acto. Se considera intento de
suicidio al comportamiento para el que existe evidencia implícita o explicita de intencionalidad
de provocarse la muerte, actual y/o referido por la persona y/o referente u acompañante. La
autolesión es un término más amplio que se refiere a la lesión autoinfligida o al envenenamiento
intencionales que puede o no tener intención o resultado fatal.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS 2023), el suicidio es la cuarta causa de muerte
entre adolescentes y jóvenes (de 15 a 29 años) a nivel mundial, y la quinta entre adultos/as en
la franja de 30 a 49 años. En los países de ingresos bajos y medianos, son los/as adultos/as jó-
venes y las mujeres mayores quienes presentan las mayores tasas de mortalidad por suicidios.

En Argentina, entre los años 2018 y 2020, del total de muertes por suicidio (3.642), el 72%
(n=2.646) correspondió a hombres, mientras que el 26% (n=964) fueron mujeres. En 32 even-
tos no fue registrado el sexo. En el análisis de las tasas por grupo etario se observa que el más
afectado fue el de 20 a 24 años (365 personas), seguido del grupo de 25 a 29 años (352 per-
sonas). Respecto a los mecanismos mediante los cuales las personas consumaron el suicidio,
se observa que el más frecuente fue el ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación, seguido
por disparo de armas de fuego. Las regiones patagónica y noroeste son las que presentan las
mayores tasas de incidencia.

Según datos del Programa Nacional de Control y Prevención de Lesiones SIVILE (2020), la
distribución de casos de lesiones autoinfligidas según sexo y edad muestra que el grupo más
afectado en ambos sexos fue el de 15 a 24 años.

Los datos de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud (DEIS) publicados en el anua-


rio “Estadísticas Vitales-Información Básica” demuestran que, en el año 2021, se produjeron
en Argentina 2.865 suicidios, correspondiendo el 80% a varones (n=2.280) y 20% a mujeres
(n=570). Los grupos etarios más afectados en ambos sexos fueron los de adolescentes de 15
a 24 años.

Metodología

Para la elaboración de estas “Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o


riesgo de suicidio en el primer y segundo nivel de atención”, se llevó adelante un consenso de
expertos/as conformado por asociaciones científicas, instituciones y organizaciones de salud
mental. La metodología de trabajo estuvo definida por una ronda de consultas que consistió en
el envío de un documento preliminar por correo electrónico, en forma personal a cada uno/a
de los/as expertos/as. Este primer paso del proceso se llevó a cabo entre los meses de enero y
mayo de 2023.

8 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Las etapas siguientes estuvieron a cargo del equipo técnico del Programa de Abordaje Integral
de la Problemática del Suicidio, que se basaron en reformular y/o agregar los argumentos y
aportes de los/as expertos/as participantes. En aquellos casos donde hubo desacuerdos los
mismos se resolvieron por consenso. Luego de este proceso, y habiendo partido de la revisión
bibliográfica existente al momento, se llegó al documento final.

Algunas premisas básicas respecto del abordaje del suicidio

En toda consulta de salud, es importante indagar acerca de la presencia de conductas suicidas


(ideación, elaboración de un plan, intento de suicidio), ponderando el riesgo que cada una de las
manifestaciones conlleva más allá de la intencionalidad supuesta. Para ello, desde un enfoque
de cuidados, se sugiere implementar estrategias de escucha y diálogo, en un espacio que per-
mita construir confianza. Es importante señalar que la presencia de ideas de suicidio no debe
ser concebida en ningún caso como una enfermedad mental en sí misma.

Contrariamente a ciertas creencias de amplia difusión, hablar del suicidio NO provoca actos
de autolesión. De hecho, poder dialogar sobre ello permite a quien está teniendo pensamien-
tos suicidas compartir sus problemas y conflictos, lo que promueve que la persona pueda ser
contenida y en muchos casos, se alivie en alguna medida el padecimiento psíquico. El riesgo es
justamente que estas ideas no se expresen ni sean compartidas con otros.

Es importante remarcar que:

- El suicidio, en muchos casos, puede prevenirse.


- La mayoría de las personas que se suicidan dan señales previas sobre sus intenciones.
- La mayoría de las personas presenta ambivalencias en su intención de morir, es decir,
tienen dudas respecto de llevar a cabo el acto o no.
- Las señales de mejoría después de una crisis no significan necesariamente que el riesgo
de suicidio haya sido superado. Se necesita sostener el acompañamiento y seguimiento
ya que la persona puede sentirse más activa, pero seguir presentando signos de fragilidad.
- Los pensamientos suicidas pueden regresar, pero no son permanentes y en algunas
personas pueden no hacerlo jamás.

El presente documento se propone como una herramienta práctica para orientar a equipos de
salud, en lo que respecta a la detección y abordaje de situaciones de riesgo de suicidio. En este
sentido, el enfoque de riesgo tiene por finalidad ponderar la probabilidad de la ocurrencia de un
evento. Sin embargo, en el marco de una perspectiva amplia, pensada en términos de vulnera-
bilidad, se considera a la problemática del suicidio como un fenómeno multicausal, emergente
de un escenario social complejo, y que es atravesado de forma dinámica por diversos condicio-
nantes.

9 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
2. Aspectos legales de la atención de la conducta
suicida
Luego de un intento de suicidio toda persona tiene derecho a ser atendida en el marco de las
políticas de salud y la legislación vigente. El Código Penal no califica al intento de quitarse la
vida como delito, por lo tanto, no se debe denunciar a la policía ni adoptar medidas de encierro
por intento de suicidio.

En relación con la problemática de suicidio en sentido amplio, es sumamente necesario tener


conocimiento a priori de los recursos con los que cuentan las instituciones de la comunidad
del/la adolescente -centros de salud, organismo local de Promoción y Protección de Derechos
de NNyA, escuela, entre otras-, para abordar la temática.

En el caso de tratarse del intento de suicidio de un niño, niña o adolescente, es obligatoria la


comunicación -no denuncia- a la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia o la au-
toridad administrativa de protección de derechos del/la niño/a que corresponda a nivel local, a
los efectos de solicitar las medidas de protección integral de derechos que se estimen conve-
nientes, conforme lo establece el art. 12 de la Ley Nacional de Prevención del Suicidio 27.130,
asegurando la confidencialidad de la información aportada por el/la niño, niña o adolescente
(motivos, contexto, situación, etc.).

Si al momento de su ingreso, la persona portara un elemento potencialmente riesgoso para ella


o para terceros, el/la profesional interviniente debe tomar los recaudos necesarios, siempre en
vistas al debido cuidado, la accesibilidad y la seguridad en la prestación del servicio de salud,
para preservar su seguridad y la de quién está consultando. Se podrá solicitar intervención de la
fuerza pública si las medidas tomadas por el personal de salud no fueran suficientes y la grave-
dad de la situación así lo ameritara.

La detección de conductas autolesivas es siempre una urgencia por lo que su abordaje debe
ser prioritario por sobre otras conductas o situaciones que pueda referir el/la consultante.
Esta situación puede darse en distintos espacios de atención, dependiendo de la vía de ingreso
al sistema de salud. Se puede detectar la urgencia en una consulta de salud (de rutina, espon-
tánea, interconsulta), a través de una línea telefónica de atención en crisis o en otros ámbitos
comunitarios como escuelas y clubes. Las conductas autolesivas pueden ser manifestadas por
la persona o por terceros, o inferidas por el/la profesional o equipo de salud.

En consonancia con la Ley Nacional de Prevención del Suicidio (Ley N° 27.130)1, los efectores de
salud deben ofrecer para la atención de la conducta suicida un abordaje interdisciplinario con-
formado en los términos de la Ley N° 26.657 de Salud Mental, asegurando el acompañamiento
de la persona durante todas las etapas del proceso de tratamiento, rehabilitación y reinserción
social y promoviendo la integración de los equipos de asistencia con miembros de su entorno
afectivo y comunidad de pertenencia, por el plazo que aconseje el equipo tratante.

1
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/245000-249999/245618/norma.htm

10 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Si el estado de conciencia de la persona lo permite, deberá obtenerse el consentimiento infor-
mado y suministrar información sobre su estado de salud, los tratamientos que se propongan
y sus efectos y resultados (Ley N° 26.529, arts. 2 inc. e), 6; Ley N° 26.657, art. 10). También es
necesario asegurar la confidencialidad de la información médica referida a la persona e imple-
mentar todas las estrategias necesarias para garantizar la continuidad del tratamiento.

Responsabilidades de las y los profesionales frente a la conducta suicida

A pesar de que en el abordaje de la problemática del suicidio no hay ningún método que ga-
rantice una eficacia absoluta, sí existen diversas intervenciones que mejoran las probabilidades
de sobrevida. Es por ello que las y los profesionales tienen la responsabilidad de adecuar las
prácticas posibles ante la particularidad y la complejidad de cada situación, y no de asegurar
cuáles serán los resultados.

Asimismo, es importante destacar que cualquier profesional de la salud que tome conocimien-
to de un caso de autolesión o intento de suicidio y que intervenga en él, debe asegurarse de
cumplir con la evaluación interdisciplinaria y hacer constar en la historia clínica y/o ficha de
guardia todos los procedimientos e interconsultas llevadas a cabo, según corresponda.
Respecto a la historia clínica, es importante que se registren en ella los aspectos centrales de
la evaluación tales como la calificación del riesgo, la fundamentación para esa categorización,
incluyendo características y frecuencia de los pensamientos suicidas; las acciones llevadas a
cabo para manejar el riesgo y futuros pasos a tomar. Es necesario que esta información esté
disponible para cualquier profesional que en un futuro deba realizar una valoración del paciente
en cuestión para poder emplear los cuidados y estrategias oportunas.

La historia clínica y el acceso a ella también son un derecho del/la paciente, establecido por
el Art. 7 de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, donde consten los datos recabados sobre
sus antecedentes y prácticas realizadas.

Por otra parte, los/as profesionales responsables de la atención y diagnóstico de los/as pacien-
tes o, en su defecto, las autoridades de los establecimientos públicos y privados como así tam-
bién las autoridades sanitarias jurisdiccionales y municipales, están obligados/as a notificar al
Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud y el Sistema de Información, todo evento de intento
de suicidio con o sin desenlace mortal. En el caso de delegar el procedimiento de notificación
en terceras personas es exclusiva responsabilidad del/la profesional obligado, el verificar que
las personas, designadas para la notificación hayan cumplido en tiempo y forma con el registro
y notificación de los casos.

11 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
3. Abordaje integral del intento de suicidio y/o
riesgo inminente de suicidio

3.1 Medidas iniciales de cuidado

El abordaje de la conducta suicida debe favorecer siempre una atención en el marco del respeto
y del cumplimiento de los derechos de las personas, en un ambiente de privacidad e intimidad,
disponiendo del tiempo necesario para generar una relación de confianza.

Se sugiere que el o la profesional se presente, establezca una comunicación con la persona y


sus referentes -en caso que hubiera-, generando la confianza necesaria para poder realizar la
evaluación y preguntar acerca del acto de autolesión o intoxicación si lo hubiera.

Algunas recomendaciones son:

- Evitar la atención en pisos altos sin protección.


- Escuchar, mantener la calma y validar las emociones de la persona que consulta.
- Tratar a la persona con respeto, preservando su privacidad y no desestimando los relatos.
- Tener en cuenta que el lenguaje no verbal es de igual importancia que el verbal.

12 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
- Preguntar claramente a la persona si tiene ideas suicidas es la mejor forma de de-
tectarlas de manera temprana. Cuando se pregunte a la persona acerca del suicidio, la
pregunta se debe hacer en conexión con un punto anterior que tenga relación con este
problema.
- Ser sensible a la angustia emocional. La vergüenza y la culpa son las dos emociones
que más se vinculan con la conducta suicida, motivo por el cual se recomienda no emitir
juicios de valor o infravalorar el problema que llevó a la idea suicida.
Identificar referentes vinculares que puedan resultar pertinentes para la contención y
acompañamiento y validarlos con la persona que consulta. Incluirlos en la evaluación y
tratamiento si la persona acepta.

Asimismo, se sugiere que:


- La persona no debe permanecer en ningún momento sola: debe permanecer acompa-
ñada por un referente afectivo o por personal sanitario.
- No dejar al alcance elementos potencialmente peligrosos.
- En el caso de ser necesaria una derivación, la misma debe efectuarse según lo estipu-
lado en el Art. 30 de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657.

Ley N° 26.657

ARTÍCULO 30. - Las derivaciones para tratamientos ambulatorios o de inter-


nación que se realicen fuera del ámbito comunitario donde vive la persona sólo
corresponden si se realizan a lugares donde la misma cuenta con mayor apoyo
y contención social o familiar. Los traslados deben efectuarse con acompa-
ñante del entorno familiar o afectivo de la persona. Si se trata de derivaciones
con internación, debe procederse del modo establecido en el Capítulo VII de
la presente ley. Tanto el servicio o institución de procedencia como el servicio
o institución de destino, están obligados a informar dicha derivación al Órgano
de Revisión, cuando no hubiese consentimiento de la persona.

13 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
3.2 Evaluación integral

Se sugiere incluir un examen físico completo, evaluación de síntomas psíquicos y evaluación de


riesgo en el marco de una evaluación integral.

Es importante destacar que los mismos parámetros que se utilizan para realizar la evaluación
situacional en casos de intento de suicidio pueden resultar de utilidad para establecer el diag-
nóstico diferencial entre estas manifestaciones específicas, y delinear las estrategias terapéuti-
cas acordes a cada caso. (Abordaje integral del suicidio en las adolescencias. Lineamientos para
equipos de salud - Ministerio de Salud de la Nación 2021).

Desde un marco multidimensional, existen distintas definiciones disimiles entre sí y que son
utilizadas en el abordaje de la problemática del suicidio. Compartimos a continuación, termi-
nología básica y relevante que consideramos utilizada en la práctica, sin especificar todas las
definiciones discutidas en la literatura.

CORTES Y IDEAS IDEACIÓN


AUTOLESIONES DE MUERTE SUICIDA

- No necesariamente - No confundir con - Son los pensamientos


implica un riesgo suicida. ideación suicida. acerca de intencionalidad
de quitarse la vida, con o
- Pueden aparecer sin - Puede ser frecuente sin planificación o método.
intención ni conciencia en la adolescencia.
de suicidio.

a) Evaluación física completa

Sea cual fuere el motivo de consulta, se sugiere llevar a cabo una evaluación física completa.
Por ejemplo, si consulta por cortes superficiales, se debe igualmente investigar la presencia de
tóxicos; si consulta por intoxicación con psicofármacos, se deben buscar lesiones ocultas. Es
necesario incluir la evaluación de signos vitales, la realización de un examen físico completo
donde se busque la existencia de lesiones físicas no observables a primera vista.

Debe evaluarse en primera instancia si la persona ha intentado un acto clínicamente grave de


autolesión o suicidio. Para ello, es necesario visualizar evidencias de autolesión o signos y sín-
tomas que requieran tratamiento médico urgente:

- Signos de intoxicación o envenenamiento


- Sangrado de una herida autoinfligida
- Pérdida de conciencia
- Letargo extremo

14 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Estos signos/síntomas requieren tratamiento médico urgente, por lo tanto, en estas situaciones
de emergencia la evaluación y el manejo -estabilización- ocurren simultáneamente. (Ver apar-
tado 3.4).

b) Evaluación psicológica

Evaluar el estado de pensamiento de la persona es indispensable para la toma de decisiones en


la asistencia inmediata de conductas autolesivas. Se sugiere evaluar el estado de conciencia, el
grado de orientación, el estado cognitivo global, el estado motriz, el aspecto físico, su actitud, el
lenguaje, el curso y contenido del pensamiento, si hay alteraciones de la sensopercepción, del
sueño o de la afectividad.

c) Diagnóstico diferencial

Los cuadros de intoxicación por abuso de sustancias pueden coexistir y requerir tratamiento
específico. Se recomienda diferenciar clínicamente el diagnóstico tanto con estas situaciones
como con la intoxicación de medicamentos u otros cuadros de diversas causas y/o cuadros de
padecimiento mental previo. Si en la evaluación se detecta algún padecimiento mental crónico
previo es necesario abordarlo de acuerdo a su especificidad.

En el caso de presencia de autolesiones, resulta imperioso distinguir la conducta de autolesión


sin intencionalidad suicida de la conducta de autolesión con intencionalidad suicida, ya que
no siempre se trata de una problemática vinculada al suicidio y pueden tener un abordaje di-
ferencial. Estas situaciones son más frecuentes en los/as adolescentes, no obstante, la clínica
diferencial es necesaria en todos los casos. La diferencia entre la autolesión no suicida y la con-
ducta suicida se basa en que el objetivo del comportamiento referido sea, o bien experimentar
un alivio al sufrimiento como tal, o bien un deseo de morir.

3.3 Evaluación del riesgo

En las situaciones en que la persona ha realizado algún intento de suicidio o presenta algunos
de los signos y síntomas que se explicitan a continuación, se sugiere realizar una evaluación de
riesgo de suicidio:

- Alteraciones emocionales graves.


- Agitación extrema o violencia.
- Desesperanza.
- Conducta poco comunicativa.
- Aislamiento social.

15 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Se sugiere prestar especial atención y tomar medidas de cuidado necesarias frente a la persona
que presente:

- Nivel de ansiedad alto (expresada por hiperactividad motriz y/o psíquica, desasosiego).
- Llanto inconsolable.
- Actitud o conducta lesiva.
- Amenazas verbales o actitud amenazante.
- Retraimiento, hermetismo, mutismo o catatonía.
- Actitud desconfiada, temerosa o francamente paranoide.
- Estado alucinatorio franco.
- Confusión mental.

En las situaciones donde la persona presenta alguno de los mencionados signos o síntomas,
pero no hay un acto médicamente grave de autolesión -o sí lo hubo, pero la persona fue esta-
bilizada-, se recomienda avanzar en la evaluación de riesgo inminente de autolesión/suicidio.
Para ello, se debe preguntar a la persona acerca de:

- Pensamientos o planes actuales para cometer suicidio o autolesión.


- Historia de pensamientos o planes de autolesión en el último mes o acto de autolesión
en el último año.
- Acceso a métodos de autolesión.

Si se detecta alguno de estos factores detallados, la persona se encuentra en una situación de


riesgo cierto o inminente de autolesión/suicidio que requiere abordaje. En estas situaciones, la
evaluación de riesgo inminente debe ser complementada en forma interdisciplinaria con la par-
ticipación de al menos dos profesionales de la salud, uno/a de los cuales debe ser psicólogo/a
o médico/a psiquiatra2, en un lapso no mayor a 24hs.

Ante la presencia de riesgo cierto e inminente de autolesión/suicidio, la perso-


na en riesgo debe ser ingresada a la institución y quedar en observación hasta
que la evaluación interdisciplinaria se realice y se determine el tratamiento, en
los margenes de la ley de Salud Mental N° 26.657 artículo 15.

En el apartado 3.4 se detalla el manejo específico a realizar en estas situaciones.

Si no se detectan estos signos y factores, pero existen antecedentes de pensamientos o plan de


autolesión en el último mes o de un acto de autolesión en el último año, no existiría un riesgo
inminente de autolesión/suicidio, pero puede persistir cierto riesgo potencial que es necesario
abordar de forma ambulatoria.

2
Ley 26.657 de Salud Mental (Art. 9)

16 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Otros factores de riesgo asociados al suicidio son: factores psicopatológicos; momento del ciclo
vital; cuestiones biológicas como edad, comorbilidades o enfermedades prexistentes; factores
socio-familiares-laborales (ver Anexo I).

3.4 Abordaje y manejo

Si existe un acto grave de autolesión o un riesgo inminente de suicidio se recomienda:

- Tratamiento habitual de los síntomas físicos y/o lesiones si las hubiera.


- Tratamiento de los síntomas psíquicos que se presenten en la urgencia, priorizando la
intervención verbal. Hacer uso de intervención farmacológica y/o contención física sólo
en caso de ser necesario.
- La persona no debe quedarse sola en ningún momento y debe permanecer en un en-
torno seguro y tranquilo del establecimiento de salud.
- Identificar en el entorno acompañante la presencia de algún referente afectivo que
pudiere resultar tranquilizador y colaborar durante el proceso de atención. Es importante
destacar que la identificación del referente debe ser realizada en forma colaborativa con
quien consulta.
- Asignar a un referente afectivo o personal de salud para que garantice la seguridad de
la persona en todo momento.
- Es necesario eliminar posibles medios de autolesión/suicidio.

En el caso de ser posible, utilizar medicamentos que sean menos peligrosos en caso de sobre-
dosis y dar recetas para períodos cortos de tiempo.

En caso de excitación psicomotriz que no responde a la contención verbal, se sugiere imple-


mentar contención medicamentosa y/o física, teniendo la precaución de que la sedación no
interactúe o potencie los efectos de otro cuadro.

Brindar apoyo psicosocial es clave. Ofrecer la oportunidad de hablar, preferentemente en un


espacio privado; preguntar sobre los estresores psicosociales actuales y enfocar en las capaci-
dades de la persona, en cómo resolvió en otras ocasiones los problemas. También se pueden
explorar las razones y las formas para seguir viviendo. Entre los estresores es necesario iden-
tificar si hay alguna situación de maltrato o violencia, abuso, negligencia o acoso. Si bien es
importante que la familia y/o referente afectivo pueda acompañar a la persona, se debe prestar
especial atención a entornos familiares generadores (por acción u omisión) de un marco de
mayor violencia, especialmente en el caso de niñeces y adolescencias, que requieran una estra-
tegia terapéutica específica.

Indagar sobre las características de la red socio afectiva de la persona durante la evaluación inte-
gral es imprescindible para considerar la inclusión tanto de la familia como de otros referentes del
entorno y es, a su vez, parte de la estrategia terapéutica, teniendo en cuenta la posibilidad que en
algunas situaciones sea incluso el entorno más cercano el que genere una conducta de este tenor.
Es frecuente que el intento de suicidio sea expresión de un malestar o sufrimiento en el ámbito de
los vínculos afectivos cercanos, por lo tanto, de no trabajar terapéuticamente la situación con los
integrantes de ese entorno, se corre el riesgo de que se perpetúen las conductas.

17 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Se recomienda ofrecer apoyo psicosocial a los/as acompañantes/cuidadores/as, orientar e in-
formar acerca de la situación, explicar las medidas de protección y cuidado: retirar elementos
peligrosos, prestar atención a los primeros meses luego del intento, continuar con el tratamien-
to en Salud Mental y las redes de apoyo, explicar que hablar del suicidio frecuentemente reduce
la ansiedad, entre otras.

3.5 Algunas especificaciones sobre las estrategias terapéuticas

Se pueden distinguir estrategias terapéuticas inmediatas y estrategias terapéuticas a mediano


plazo. Las primeras estrategias son realizadas por el equipo de salud que recibe y evalúa la
situación. Las segundas, corresponden al equipo o profesional que haga el seguimiento y la
continuidad de cuidados.

a) Estrategias terapéuticas inmediatas:

En las situaciones de riesgo inminente, se recomienda la internación o permanencia en guardia


(o sala del establecimiento polivalente para observación), donde la evaluación por el equipo
de Salud Mental (psicólogo/a y/o médico/a psiquiatra) no debe realizarse en un lapso mayor a
24hs. Esta internación está sujeta a revisión en función de la evolución del cuadro que requirió la
intervención. En caso de necesitar una derivación, si no se pueden garantizar las condiciones de
cuidado en la institución, debe realizarse en otro establecimiento polivalente para internación,
priorizando la cercanía geográfica y no indicando derivación a una institución monovalente de
Salud Mental.

En las situaciones que no se evalúa un riesgo inminente, o que el mismo ya fue revertido, se
sugiere el alta de internación y tratamiento ambulatorio de Salud Mental.

La presencia de alguno de los siguientes factores de riesgo, asociado al intento de suicidio/au-


tolesión, configura una situación de riesgo inminente, requiriendo la interconsulta y evaluación
interdisciplinaria con un profesional de Salud Mental:

- Conducta autolesiva grave y/o método de alta letalidad.


- Conducta autolesiva realizada con alto grado de impulsividad y/o planificación.
- Persistencia de la ideación suicida y/o autolesiva.
- Antecedentes de intentos de suicidio o de autoagresión, o intento de suicidio de per-
sonas cercanas.
- Consumo perjudicial de alcohol y/o sustancias psicoactivas (puede provocar desinhi-
bición psicomotriz).
- Presencia de padecimiento mental.
- Ideas de desesperanza y/o otros síntomas depresivos. Alteraciones de la sensopercep-
ción y/o ideación delirante relacionadas con la auto agresión. Síntomas maníacos. Sín-
tomas graves de impulsividad. Presentación de episodios de excitación psicomotriz o de
ansiedad incoercible de cualquier origen. Retraimiento severo al momento de la consulta
que no permita la evaluación.
- Antecedentes de retraimiento social y aislamiento grave.
- Historia de situaciones traumáticas (abuso sexual, maltrato físico, desamparo, etc.).

18 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
- De la misma manera, es importante considerar una reactivación postraumática en la
actualidad de situaciones traumáticas previas.
- Enfermedad grave, crónica y/o de mal pronóstico.
- Ausencia de red socio-familiar de contención.

En esta evaluación interdisciplinaria, se realiza una evaluación de la situación global y la exis-


tencia de riesgo, se profundiza en aspectos del funcionamiento psíquico y en el efecto que ha
producido la permanencia de la persona en observación. Se consideran las modificaciones que
pudieron o no haberse producido en ese breve lapso, teniendo en cuenta:

- Cambio de actitud o persistencia de conducta en relación al hecho.


- Disminución de síntomas psíquicos relevados en la urgencia.
- Respuesta al tratamiento farmacológico, si fue indicado.
- Contexto familiar que haya podido funcionar como continente.
- Existencia de una red familiar y/o social ampliada que se haya conformado.

Luego de realizar la evaluación específica, el equipo interdisciplinario determinará la persis-


tencia, agravamiento o disminución del riesgo y diseñará una nueva estrategia de seguimiento
inmediato y a corto plazo. En los casos de mayor gravedad no es esperable que la situación de
riesgo se modifique en ese corto tiempo, con frecuencia, la intervención del equipo de salud
funciona como ordenadora tanto para la persona como para su familia.

Si existen dudas acerca de los resultados de la evaluación realizada, se sugiere que la persona
permanezca internada un lapso breve a determinar por el equipo profesional interviniente y
según las posibilidades de cada caso. Se realizará luego una nueva evaluación que podrá ayudar
a ratificar o rectificar alguno de los factores antes mencionados, o incluso constatar alguna
modificación que pudiere haberse producido, luego de la cual se decidirá la estrategia a seguir.
Estas evaluaciones de riesgo y diseño de nuevas estrategias inmediatas deben realizarse con
una frecuencia breve entre sí, mientras que la persona siga internada. Se podrá considerar la
posibilidad de alta institucional con indicación de tratamiento ambulatorio y seguimiento por el
equipo de Salud Mental cuando se verifiquen todos o algunos de los siguientes ítems:

- La acción autolesiva es de bajo grado de agresión.


- Ideación de poca consistencia.
- El contexto afectivo se evalúa como medianamente continente y los referentes vincula-
res presentan una actitud de compromiso para adoptar medidas de cuidado.
- Se muestra de acuerdo con la necesidad de continuar el tratamiento.
- Puede garantizarse el acompañamiento/seguimiento.

b) Estrategias terapéuticas de mediano plazo:

En cuanto a las estrategias terapéuticas a mediano plazo, se sugiere planificar el seguimiento y


tratamiento ambulatorio incluyendo:

- Tratamiento terapéutico individual.


- Control de Salud Mental periódico y farmacológico si lo hubiere.

19 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
- Entrevistas periódicas con referentes familiares y/o convivientes para la evaluación de
la evolución de los síntomas presentes, en el caso de ser un adolescente, con los adultos
responsables.
- Entrevistas con el núcleo familiar ya sea vinculares de todo el grupo familiar, con o sin
inclusión de la persona, etc.
- Seguimiento durante un plazo mínimo de 6 (seis) meses, debido al riesgo más inme-
diato de nuevos intentos.
- Apoyo psicosocial.

En relación a la indicación de evaluación de Salud Mental y eventual control farmacológico


por especialista, es necesario realizar evaluación y seguimiento interdisciplinario. Siendo que
es importante garantizar la accesibilidad a tratamientos, el efector debe disponer de turnos
protegidos para la atención de urgencias, crisis y/o persona con riesgo suicida, según criterios
característicos.

Al momento del alta y la planificación de seguimiento:

- Apuntar a fortalecer los factores protectores, tanto en el propio sujeto como


en su entorno.

- Incluir el acompañamiento a referentes afectivos especificando si el mismo es


formal o informal. Diferenciar tratamiento y/o acompañamiento.

- La asignación de turnos para tratamiento ambulatorio debe especificar la fe-


cha, hora del turno y nombre del profesional. Además, debe clarificar donde se
realiza dicho tratamiento ambulatorio, quien otorga el turno y con que periodi-
cidad se pretende la asistencia.

- En el caso de niños, niñas y/o adolescentes, considerar conexiones y estrate-


gias conjuntas con referentes y ámbitos de inserción (instituciones escolares,
religiosas, clubes, etc) con el fin de generar una red de cuidado y sostén afecti-
vo y de fortalecer los lazos vinculares y comunitarios.

- Todo seguimiento debe registrar su proceso y consignar las acciones, área a


cargo, profesionales y/o equipos intervinientes.

Entender la noción de crisis como etapa de la vida por la que todo ser humano
transita, la rehabilitación ligada a la cotidianeidad de las personas y la comu-
nidad como nivel de intervención de mayor complejidad e importancia para la
Salud Mental.

20 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Una herramienta útil para la prevención es realizar el denominado Plan de Seguridad, el cual
puede ser utilizado por las personas en el caso de que presenten ideas suicidas o conductas
suicidas en el futuro. La lógica de esta intervención es que las crisis suicidas suelen ser limitadas
en el tiempo y consisten en un periodo de deseos e impulsos suicidas que luego disminuyen.
Por este motivo es importante contar con un conjunto de estrategias que permitan sobrevivir en
estas situaciones, lo cual permitiría continuar trabajando en objetivos a mediano y largo plazo.
El objetivo de la planificación de seguridad es reducir el riesgo inminente de comportamiento
suicida mediante la construcción de un conjunto predeterminado de estrategias de afronta-
miento y fuentes de apoyo en un plan.

El Plan de Seguridad ofrece una guía para el manejo de las crisis. Realizado por el/la profesional,
debería incluir: a) reconocimiento de señales de alerta, describiendo los signos que preceden
a un posible intento de suicidio, b) estrategias de afrontamiento, donde se explica a las perso-
nas lo que pueden hacer para detener la ideación suicida, c) estrategias para la distracción y
soporte, que enumera una lista de posibles actividades que la persona puede hacer para evi-
tar las conductas suicidas, d) contactos sociales, que incluye una lista de contactos sociales
(familiares y amigos/as) que puedan servir de soporte si las ideas de suicidio se mantienen,
e) contactos profesionales, compuesta por una lista de profesionales capacitados con los que
puede contactar para solicitar ayuda, f) limitación de medios, que aborda la forma de reducir la
disponibilidad de medios letales.

1 Establecer una lista de señales personales de alerta.

2 Utilizar estrategias de afrontamiento propias.

3 Recurrir a personas del entorno para distraerse.

4 Lista de personas a las que pedir ayuda en crisis.

5 Lista de recursos sanitarios y lugares donde recurrir en crisis.

6 Limitar acceso a medios letales.

Por último, es importante destacar que el seguimiento telefónico de la derivación a una eva-
luación o tratamiento por Salud Mental salva vidas. Diversos estudios afirman que el segui-
miento posterior al alta mediante un contacto telefónico puede ser una intervención eficaz para
la prevención del suicidio. Si se implementa, puede reducir la conducta suicida y mejorar el
compromiso con el tratamiento de salud, particularmente durante los períodos de alto riesgo
posteriores al alta del servicio de urgencias. Asimismo, esta estrategia puede ayudar a dismi-
nuir el riesgo de suicidio a largo plazo.

21 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Consideraciones Finales
Aunque muchos estudios muestran la depresión, la ansiedad y otros trastornos mentales aso-
ciados a las conductas de riesgo suicida, no se puede derivar de ello que estas situaciones son
atravesadas exclusivamente por personas que padecen enfermedades mentales. Son muchos
los factores que se asocian, como por ejemplo las condiciones económicas, el rendimiento es-
colar, las interacciones y relaciones con el contexto, las relaciones de pareja, el abuso sexual,
el abandono, el desempleo, la violencia, la falta de oportunidades, un menor apoyo social per-
cibido, eventos adversos o la condición de futuro profesional, entre otros. Pero también es im-
portante tener en cuenta que, en los/as adolescentes, puede haber conductas autolesivas no
suicidas, ideas autolíticas, tentativas de suicidio y suicidio consumado; por ello, se recomienda
explorar la intencionalidad, si hay realmente ganas de “desaparecer” o son formas de intentar
aliviar un sufrimiento intenso sin finalidad real suicida.

La mayoría de los estudios sobre el fenómeno son de corte epidemiológico, mostrando las fre-
cuencias de las acciones, las ideaciones suicidas y de los factores de riesgo o factores que se
asocian. Se hace necesario avanzar hacia su conocimiento con una mirada social dado que
analizar la subjetividad, las interacciones, los vínculos y los roles particulares de las personas y
sus entornos puede dar un panorama diferente que lleve a repensar el fenómeno con miras a
una intervención adecuada, que oriente hacia una apuesta por la vida.

Un alto porcentaje de suicidios es prevenible, para ello se requiere de una estrategia de pre-
vención con un enfoque integral multisectorial, siendo la escucha y el apoyo social en todos los
niveles determinantes en la prevención. La reducción del estigma, la sensibilización y concienti-
zación en la comunidad son claves, así como también la capacitación al personal de salud para
detectar en forma precoz a la población en riesgo.

Anexo I - Factores de riesgo y factores de


protección

Factores de riesgo.

El abordaje de las conductas suicidas implica a su vez identificar los factores de riesgo y
de protección. Los factores de riesgo suicida son los factores predisponentes que pueden
desencadenar un acto suicida. Atenuar los factores de riesgo para reducir los medios de
suicidio y potenciar los factores de protección para fomentar la resiliencia, pueden reducir
de manera eficaz los índices de suicidio. (OMS, 2022)

Desde un enfoque explicativo que vincule los niveles de determinantes y proponga secuencias
de causación, la edad puede considerarse un factor de riesgo en su interjuego con otros facto-
res. De esta forma se construye un modelo complejo y dinámico del fenómeno que enriquece

22 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
el valor de los factores de riesgo propuestos y reconoce aquellos sectores de la población con
mayor susceptibilidad frente al mismo.

a) Letalidad del método


Está determinada por la peligrosidad para la integridad física en sí misma. También por la per-
cepción que la persona tenga de ella (no siempre coincide con la letalidad real).

Letalidad alta: Ahorcamiento. Armas de fuego. Arrollamiento (automóviles, tren). Lan-


zamiento desde altura. Intoxicaciones con gas. Electrocución. Intoxicación por elemen-
tos altamente tóxicos, aún en pequeña cantidad (veneno, soda cáustica, medicación,
etc.). Intoxicación por elementos de baja toxicidad, pero cuya letalidad está dada por la
cantidad y/o modalidad de ingestión (medicamentos en gran cantidad). Heridas cortan-
tes profundas o en gran cantidad.

Letalidad Moderada y baja: Ingesta de sustancias o medicamentos de baja toxicidad


y pequeña cantidad (tóxico en pequeñas cantidades o cuya baja letalidad era conocida
por la persona). Cortes leves, escasos y superficiales. Cualquier otra conducta de autoa-
gresión de características tales que no hubieren podido ocasionar daño clínico severo.

El método utilizado siempre deberá ser considerado en el contexto de la existencia de plan


autoagresivo y del grado de impulsividad. Los métodos de muy alta letalidad como armas de
fuego o ahorcamiento, por ejemplo, son factores de altísimo riesgo independientemente de
la existencia de un plan, del motivo desencadenante, y de la manifestación o negación de in-
tención suicida. Segun la OMS (2023) la ingesta de plaguicidas, el ahorcamiento y el disparo
con armas de fuego son algunos de los métodos más comunes de suicidio en el mundo. En el
caso específico de la ingesta de tóxicos y medicamentos debe ser evaluado en su contexto, por
ejemplo, la ingesta de medicamentos con bajo nivel de toxicidad, pero en gran cantidad y ha-
biendo hecho acopio en un cierto lapso. (Lineamientos para la Atención del intento de Suicidio
en Adolescentes, 2012).

Existen numerosos instrumentos para la detección del riesgo suicida y para evaluar el grado de
letalidad. La escala Columbia (C-SSRS) que se muestra a continuación, debe ser usada por per-
sonas que hayan sido capacitadas para administrarla. Las preguntas de la Escala Columbia para
evaluar la seriedad de la ideación suicida (C-SSRS) son pruebas sugeridas. En última instancia,
la determinación de la presencia de ideación suicida o comportamiento suicida, depende del
criterio de la persona que administra la escala.

23 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Fecha del
intento más
letal:

Grado de letalidad y lesiones Ingrese


0. No hay daño físico o muy poco daño físico (p.ej, rasguños super- código
ficiales).
1. Daño físico menor (p.ej, habla aletargada, quemaduras de primer ________
grado, sangrado ligero, esginces).
2. Daño físico moderado: necesita atención médica (p.ej, está cons-
ciente pero somnoliento/a, responde un poco, quemaduras de se-
gundo grado, sangrado de un vaso senguíneo importante).
3. Daño físico moderadamente grave: necesita hospitalización mé-
dica y probable cuidado intensivo (p.ej, está en coma con reflejos
intactos, quemaduras de tercer grado en menos del 20% del cuerpo,
pérdida de sangre considerable pero puede recuperarse, fracturas
graves).
4. Daño físico grave: necesita hospitalización médica con cuidado
intensivo (p.ej, está en coma sin reflejos, quemaduras de tercer gra-
do en más del 20% del cuerpo, pérdida de sangre considerable con
signos vitales inestables, daño grave en un área vital).
5. Muerte.

Letalidad potencial: conteste solamente si la letalidad real = 0 Ingrese


Muerte probable en el intento real aunque sin lesiones (los siguien- código
tes ejemplos, aunque no provocaran lesiones, tienen gran potencial
letal: puso una pistola dentro de su boca y apretó el gatillo pero la ________
pistola falló por lo que no hubo lesiones que requieran atención mé-
dica; se acostó en las vías de un tren que estaba a punto de pasar
pero se retiró antes de que el tren lo/la arollara).

0= Comportamiento con poca probabilidad de lesiones.


1= Comportamiento con probabilidad de lesiones pero no de muerte.
2= Comportamiento con probabilidad de muerte a pesar de atención
médica disponible.

Imagen seleccionada y elaborada en base a COLUMBIA-ESCALA DE SEVERIDAD SUICIDA (C-SSRS).

24 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
b) Planificación del acto
Existencia de un plan minucioso.
Escribir notas o cartas que no pudieran ser encontradas fácilmente.
Existencia de un plan reiterado en el tiempo.
Circunstancias en la que se concretó el plan.
Estaba solo/a cuando ejecutó el plan y/o no avisó a nadie luego.
Lo llevó a cabo en circunstancias que hacían difícil la interrupción y/o el rescate.
Procuró el tóxico o el elemento riesgoso y lo guardó un tiempo hasta ejecutar el plan.

c) Grado de impulsividad
El acto se realizó sin la posibilidad de reflexión, con frecuencia en un contexto de conducta
disruptiva y/o violenta y de manera tan abrupta que hace imposible o dificulta su interrupción
por otros.
La impulsividad es considerada en sí misma un factor de riesgo, ya sea que la acción tenga evi-
dente y manifiesta intencionalidad suicida, o por estar conducida a aliviar tensiones psíquicas
intolerables para el sujeto.

d) Actitud y afecto posterior al intento


No procura asistencia.
Trata de impedir o dificultar su rescate.
No manifiesta arrepentimiento o alivio por haber “fallado”, sino irritabilidad por haber sido asis-
tido/a o “interrumpido/a”.
Se muestra indiferente o con poca conciencia del riesgo al que se expuso.

e) Estado psíquico al momento de la consulta


Obnubilación o confusión (considera no poder dar cuenta de lo acontecido).
Excitación psicomotriz, agresividad.
Expresión manifiesta de planes autoagresivos.
Ideación implícita de autolesión, de muerte y/o suicida.
Desesperanza, baja autoestima, desinterés generalizado, tristeza.
Incapacidad manifiesta o inferible para el manejo de sus afectos.
Aislamiento y dificultad severa para vincularse afectivamente.
Otros síntomas psíquicos tales como: desinhibición, alucinaciones injuriosas, ideas delirantes
de auto referencia, grandiosidad o místicas de sacrificio, insomnio, impulsividad.

f) Presencia de ciertas situaciones


Intoxicación o consumo agudo de sustancias: alcohol o drogas.
Acción autolesiva repetida. Intentos previos.
Presencia de trastorno mental previo: depresión, manía, hipomanía, impulsividad.
Esquizofrenia.
Antecedentes de tratamientos de Salud Mental.
Existencia de patología orgánica grave, crónica y/o terminal.
Padecimientos clínicos graves y/o crónicos tales como diabetes, HIV, patología oncológica, en-
fermedades sistémicas, autoinmunes, neurodegenerativas, etc.
Existencia de un evento estresante desencadenante del acto o ideación autolesiva.
Muerte o enfermedad grave recientemente diagnosticada a un familiar, referente o amigo/a.
Abuso sexual y/o maltrato reciente.

25 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Aborto reciente o embarazo no intencional.
Conflictos intra familiares graves, separaciones y otros.
Conflictos con pares, rupturas sentimentales.
Dificultades y/o fracasos recientes en el ámbito escolar.

g) Contexto socio familiar


Facilitación o inducción explícita/implícita por parte del/la adulto/a.
Actitud desinteresada o negligente del/la adulto/a frente al hecho: minimizar el riesgo, no con-
sultar rápidamente, considerar que está fingiendo o simplemente llamando la atención, etc.
Historia familiar de suicidios consumados o intentos.
Historia familiar de trastorno mental.
Historia de violencia intrafamiliar.
Historia familiar de abuso sexual y maltrato.
Existencia de patología grave, crónica o terminal en alguno de los miembros.
Red familiar actual insuficiente o poco continente.
Aislamiento: inexistencia o insuficiencia de red social de pares.
Ámbito escolar incontinente o pérdida de escolaridad.
Acoso escolar (bullying) o ciberacoso.
Antecedentes de intentos o suicidio en grupo de pares.
Autoagresión como modalidad habitual en grupo de pares (tanto como víctima o victimario).
Pertenencia a un sistema de creencias personales y/o familiares, o sociales, que exalten la
muerte.
Situación de vulnerabilidad socioeconómica.

Factores de protección.

Es imprescindible evaluar y fortalecer los recursos, capacidades y potencialidades de la persona


y su entorno.

a)Patrones familiares y afectivos


Buena relación con los miembros de la familia y entornos afectivos.
Apoyo de la familia y entornos afectivos.

b) Estilo cognitivo y personalidad


Buenas habilidades sociales.
Confianza en sí mismo, en su propia situación y logros.
Búsqueda de ayuda cuando surgen dificultades.

c)Factores culturales y sociodemográficos


Integración social (participación en deportes, asociaciones religiosas, clubes y otras activida-
des).
Buenas relaciones con pares y adultos/as referentes.
Apoyo de personas relevantes (maestros/as, etc.).

26 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
ANEXO II
Cómo preguntar por ideas suicidas, y plan suicida
Siempre es importante preguntar por intentos previos, cuáles han sido los métodos utilizados
con anterioridad y si fueron interrumpidos por la propia persona o por un tercero. En la ado-
lescencia, por ejemplo, un factor de riesgo recurrente es la impulsividad y ésta debe evaluarse.

¿Has tenido pensamientos o ideas de muerte?


¿A qué te refieres cuando dices que estarías mejor si estuvieses muerto/a?
¿Alguna vez habías pensado en hacerte daño?
¿Qué pasa por tu mente cuando dices que quieres acabar con tu vida?
¿Desde hace cuánto tienes estas ideas de morir o hacerte daño?
¿Además de tener esta conversación conmigo has hablado con otras personas?
¿Has intentando suicidarte anteriormente?
¿Qué es lo que te ha mantenido con vida hasta ahora? ¿Por qué ha merecido la pena vivir?
¿Qué fue lo que pasó?
¿Qué pensabas mientras te lastimabas?
¿Cómo te sentiste después de hacerte daño?
¿Qué pensabas que te iba a pasar?
¿Habías pensado que te podías morir?
Cuando te diste cuenta que no habías muerto, ¿Qué pensaste?
¿Qué pensabas que iba a pasar si te morías?
¿Cuándo apareció esta idea por primera vez?
¿Sentís ahora ganas de morir?
¿Qué razones tendrías para vivir?
¿Ahora pensas en lastimarte? ¿Cómo lo harías?
¿Qué pensas de lo que pasó?
¿Pensás que puede haber otra manera de encontrar una solución o aliviarte?
¿Conocés a alguien que le pase lo mismo que a vos? ¿Quién?
¿Te imaginás que es posible que esta situación cambie?
¿Te parece que algo o alguien te podría ayudar? ¿Quién/es?
¿Cómo te imaginás a vos mismo/a en unos meses o un año?
¿Qué te parece la idea de empezar a hablar con alguien que te pueda ayudar?
¿Estarías de acuerdo en iniciar un tratamiento?

27 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
ANEXO III
Algunas consideraciones para población priorizada:
adolescencias y juventudes; personas mayores
Sobre población adolescente.

La OMS define a la adolescencia como la etapa de la vida comprendida entre los 10 y los 19
años en la que tiene lugar el empuje de crecimiento puberal y el desarrollo de las característi-
cas sexuales secundarias, así como la adquisición de nuevas habilidades sociales, cognitivas y
emocionales. Esta fase vital se caracteriza, así, por un ritmo acelerado de múltiples cambios,
incluidos la madurez sexual y reproductiva y la adquisición gradual de la capacidad para asumir
comportamientos y funciones de adultos/as, que implican nuevas obligaciones y exigen nuevos
conocimientos teóricos y prácticos. Ahora bien, las características propias de esta etapa vital
no son universales ni estáticas, sino que varían según el contexto socio-histórico y comunitario
en el que los/as adolescentes viven y se socializan, su pertenencia de clase, su identidad de
género y étnica, entre otros factores. Puede afirmarse entonces que los/as adolescentes no
conforman un grupo homogéneo: existen distintas posibilidades de ser y, por lo tanto, diversas
necesidades en función de la ubicación social de los sujetos en sus contextos. Rastrear los iti-
nerarios y trayectorias de los/as adolescentes, comprendiendo sus marcos socio-históricos, sus
diferencias e inequidades, habilita a comprender -y abordar- sus especificidades en el presente.
Por todo esto es que conviene pensar en términos plurales y diversos como adolescencias.

El abordaje del suicidio en las adolescencias contempla todas las medidas de cuidado y aten-
ción expresadas a lo largo del documento. A continuación se detallan y refuerzan algunas con-
sideraciones propias del ciclo vital.

En esta población, los cortes o autolesiones deliberadas en el cuerpo suelen ser frecuentes y no
necesariamente implican riesgo suicida (Ver Apartado C - Diagnóstico Diferencial). Asimismo,
la ideación suicida es un tipo de respuesta o reacción habitual en esta franja etaria; su gravedad
reside en la persistencia temporal, y en la presencia de un plan. Aunque las conductas autole-
sivas no impliquen riesgo suicida, no deben minimizarse. Exponen al adolescente a situaciones
de riesgo y dan cuenta del padecimiento que atraviesa. La intervención del equipo de salud
posibilita el trabajo terapéutico sobre dicho sufrimiento y la prevención de comportamientos
de riesgo en el futuro.

Ante una situación de intento de sucidio adolescente, o cualquiera de sus manifestaciones de


padecimiento -ideación suicida, conductas autolesivas (con y sin intención suicida), ideas de
muerte-, es prioritario brindar una atención integral e integrada, tanto para el/la adolescente
como para su familia y entorno.

La integralidad del abordaje se asienta en tres pilares que, lejos de ser considerados de manera
aislada, se relacionan desde la sinergia y complementariedad:

28 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
• Perspectiva amplia de la salud (en tanto bienestar bio-psico-social o como proceso de salud
enfermedad cuidado); la salud es entendida como un proceso de construcción colectiva que
implica un movimiento permanente, en el cual se reconoce lo cultural y lo social como manifes-
taciones simbólicas y materiales que comprometen todas las relaciones de la persona y, por lo
tanto, de su vida. Estar sano/a o enfermo/a es parte de un proceso dinámico en el que intervie-
nen múltiples factores sociales, medio-ambientales, biológicos y del sistema de salud, así como
la historia, la geografía, la cultura, la economía y la política en la que están inmersos el individuo,
su familia y su comunidad, a los que se denomina “determinantes de la salud” (Breihl, 1989). En
este sentido, la determinación del proceso salud - enfermedad - atención - cuidados se produce
en el ámbito de lo social y, consecuentemente, sólo es comprensible si se lo contextualiza.

• Complejidad y multicausalidad del fenómeno de la violencia autoinfligida (dado que ope-


ran factores del orden individual, familiar, social y comunitario); unidimensional, se propone al
modelo ecológico como una herramienta para explorar, identificar y aproximarse a una com-
prensión de la relación entre los múltiples factores individuales y contextuales que inciden en el
fenómeno. (OPS/OMS, 2003:13-15)3

• Sistematización del circuito de intervención (proceso que integra las acciones de preven-
ción/promoción, atención, seguimiento y posvención). Se trata de acompañar a los/as adoles-
centes desde el despliegue de una red de articulación para el sostenimiento de estrategias de
corto, mediano y largo plazo:

3
Para profundizar en el modelo ecológico se recomienda la lectura del documento “Abordaje Integral del Suicidio en las Adolescencias.
Lineamientos para equipos de salud” (OPS/OMS, 2003).

29 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
En definitiva, lejos de la parcialización y la fragmentación, la integralidad del abordaje implica
un enfoque amplio de la salud, en general, y del fenómeno de la violencia autoinfligida, en par-
ticular. Esta problemática es, entonces, competencia del sector de salud pero no exclusiva de
él, por lo que las acciones deben ser múltiples y coordinadas, con eje en la interdisciplina, la
intersectorialidad y la corresponsabilidad.

Para tal fin, es recomendable la creación de espacios amigables dentro de los establecimientos
sanitarios, donde se desarrollen actividades tales como talleres recreativos en salas de espera
y con pacientes internados/as, espacios de circulación y esparcimiento, salas de juego y de
lectura, entre otras.

También es necesario considerar la entrevista sólo con el/la adolescente, donde pueda dar
cuenta de cuestiones que frente a el/la acompañante pudieran quedar restringidas. El resguar-
do de la confidencialidad respecto a la información conocida en el marco del encuentro con el/
la adolescente es prioritario: el intento de suicido o la autolesión no suspenden el deber ético
y jurídico de guardar el secreto profesional ni los derechos a la privacidad y confidencialidad
de las consultas. Las causas justas para la revelación de un secreto pueden ser únicamente:
(PNSIA, 2018)

Evitar un peligro inminente (inmediato y cierto) para sí o para un/a tercero/a. Por ejemplo, la
detección de una enfermedad altamente contagiosa (Hantavirus, no así el VIH), la amenaza de
suicidio u homicidio;

La orden de una autoridad judicial competente;

En caso de urgencia, cuando no se pueda contar con la autorización del/la adolescente y deba
pedírsela a un/a representante.

En cuanto a la indicación de internación en la población infanto-juvenil, se observa que una


vez producido el intento, generalmente el riesgo se presenta aumentado en las dos primeras
semanas, por lo que hay que extremar los controles y seguimiento y de ser posible prolongar
la internación (Coordinación del Consejo Consultivo Honorario en Salud Mental y Adicciones).

Asimismo, los abordajes deben ser intersectoriales, en articulación con organismos locales de
Promoción y Protección de Derechos de Niños/as y Adolescentes (NNyA), Educación, Justicia,
etc. En este sentido, es fundamental que los/as adolescentes puedan contar con recursos y
dispositivos más allá del sistema sanitario. Una atención extramuros implica un abordaje en el
cual la estrategia es pensada y llevada a cabo de manera intersectorial, priorizando una aten-
ción en conjunto y teniendo en cuenta las necesidades particulares de cada adolescente. Es de
suma relevancia, entonces, trabajar en corresponsabilidad con otros sectores para garantizar
un abordaje integrado resguardando los derechos del/la adolescente. Este trabajo se configura
en red como un espacio de construcción de respuestas consensuadas a partir de la mutua
colaboración y participación de diversos actores, en el marco de una práctica de asunción de
responsabilidades y no como un ámbito de derivación y recepción de casos. La corresponsabili-
dad debe ser interpretada como uno de los pilares del Sistema de Promoción y Protección Inte-
gral de los Derechos de Niños/as y Adolescentes: éste no sólo reconoce a los/as adolescentes
como ciudadanos/as sino que, al mismo tiempo, impone obligaciones especiales a todos los

30 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
actores -familias, comunidad y Estado- para garantizar el acceso pleno y efectivo al ejercicio
de esos derechos; en otras palabras, somos todos/as corresponsables en el sostenimiento de
intervenciones y abordajes que apunten a la restitución de los derechos amenazados y/o vulne-
rados. Los diversos actores en contacto con los/as adolescentes tienen el desafío -y la respon-
sabilidad- de construir y fortalecer vínculos y espacios que alojen los itinerarios y trayectorias
singulares de los/as adolescentes, sus historias personales y las de las comunidades, para dar
lugar al sostenimiento, acompañamiento y despliegue de proyectos vitales. Como se mencio-
nó anteriormente, la mejor forma de detectar si las personas tienen pensamientos suicidas
es preguntándolo, y esto puede darse en diferentes ámbitos donde circulan los adolescentes.
Uno de estos ámbitos puede ser la escuela. En este sentido, las Asesorías en Salud Integral en
Escuelas Secundarias constituyen un dispositivo en donde se configura un espacio de consulta,
orientación y/o derivación centrado en las necesidades y los problemas cotidianos de los/as
adolescentes vinculados a la salud integral.4

De ocurrir en una escuela, se debe notificar a las instancias de Educación que garanticen la
contención y acompañamiento del/la adolescente dentro del ámbito escolar, por ejemplo, los
equipos psicosociales de orientación. Además como se dijo anteriormente, es necesario comu-
nicarse con el organismo local de Promoción y Protección de Derechos, ya que representa una
situación de vulneración grave del/la adolescente.

La evaluación situacional está indicada en todas las situaciones en las que un/a adolescente
haya realizado un intento de suicidio, haya expresado ideas o intenciones suicidas, o cuyas
acciones lo sugieren aunque él/ella lo niegue. Se recomienda entrevistar a:

• El/la adolescente;
• El/la adulto/a referente y/o núcleo familiar acompañante;
• Otros/as referentes, pares presentes o que se considere pertinente convocar, como pareja/s,
amigos/as, vecinos/as, docentes, etc.

Para un desarrollo más profundo recomendamos consultar con el documento: Abordaje Inte-
gral en las Adolescencias en el siguiente link: https://bancos.salud.gob.ar/recurso/abordaje-in-
tegral-del-suicidio-en-la-adolescencia

4
Para profundizar en este punto se recomienda la lectura del documento “Asesorías en Salud Integral en Escuelas Secundarias. Linea-
mientos para la implementación” (Ministerio de Salud de la Nación - Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF 2018).

31 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Sobre personas mayores.
Aproximación a una mirada integral de la vejez5

La vejez es un constructo social y cultural, sobre qué significa ser viejo y envejecer, que influ-
ye en el imaginario colectivo, según la época y la sociedad. Es un proceso que “da cuenta del
entrecruzamiento particular y subjetivo de cada ser humano y su propia historia.”6 Por eso no
podemos hablar de una vejez sino de vejeces.

La edad se ha considerado en todas las culturas más en su aspecto cuantitativo, cronológico y


biológico. En muchas culturas el envejecer es la época más óptima para ejercer las funciones
más elevadas. En otras, se considera como una decadencia, surgiendo los mitos y estereotipos
que afectan a la identidad social y personal de las personas mayores. Existen estereotipos im-
portantes que reflejan prejuicios negativos hacia las personas mayores, según Palmore (1980,
citado en Salvarezza, 1994) los cuales consideran la vejez como sinónimo de Enfermedad- Im-
potencia -Fealdad- Declive mental-Aislamiento-Pobreza- Depresión.

Esta visión prejuiciosa de la vejez elimina las oportunidades de salud, participación y seguridad
a las que las personas mayores tienen derecho, siendo necesario e imperioso incluir una mirada
integral para promover la máxima autonomía personal e interpersonal posible, haciéndolas/os
partícipes en las comunidades y en los procesos de toma de decisiones. Reconociendo a las
personas mayores como sujetos de derecho y favoreciendo al empoderamiento de los mismos.
Una mirada integral de la vejez implica conjugar una conceptualización biológica de la edad
-dado que no se pueden desestimar los cambios psicofísicos que se experimentan durante esta
etapa de la vida- con una conceptualización sociocultural y subjetiva de la vejez, en tanto ésta
permite dar cuenta de una conjunción de factores, entre los que se incluyen: la longevidad en
un momento y en un lugar dados, la función que la sociedad atribuye a las personas de acuerdo
con esa longevidad y el conjunto de actitudes y conductas sociales que se consideran adecua-
das para una determinada edad cronológica (Martínez et al, 2008).

Sin embargo, a la hora de evaluar la salud de las personas mayores, las/os profesionales de la
salud conocen muy poco sobre los problemas específicos de esta población: no es inusual que
se achaquen las dolencias a la edad, sin prestarles mayor atención (UNFPA, 2003). Asimismo,
la biomedicalización del envejecimiento -interpretación del proceso de envejecimiento como
un problema y desde una óptica exclusivamente médica y centrada en enfermedades- produce
y mantiene el prejuicio de la vejez asociada a la enfermedad; prejuicio que, a su vez, se encade-
na con la percepción de la vejez en sí misma como problema, y de esta población como pasiva,
depresiva, asexuada y necesitada de atención y cuidados constantes.

5
Redactado en base a DNSMyA (2014) “4.3.B- En adultos mayores”. En Abordaje de la problemática del suicidio en el primer nivel de
atención para equipos territoriales de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones. Modelo Comunitario de Atención. Problemá-
tica priorizada: suicidio. Buenos Aires: Ministerio de Salud de la Nación.

6
Alvarez, María del Pilar “El concepto de Vejez”. En: Envejecimiento y vejez. Nuevos aportes. Editorial Atuel, Buenos Aires, 1998 (pp.16).

32 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
El suicidio en personas mayores

Las conductas suicidas en esta población tienen mayor letalidad que en otros grupos etarios
ya que, en general, suelen ser físicamente menos resistentes, utilizan métodos más letales, los
intentos son más planificados y determinados y suelen tomar más precauciones para no ser
descubiertos.

Una mirada integral tanto de la vejez como del suicidio habilita a analizar esta problemática en
relación con los siguientes factores de riesgo:

Antecedentes clínicos (depresión, enfermedades mentales, enfermedades crónicas, do-


lor crónico, deterioro físico).
Antecedentes familiares de suicidios.
Situación de duelo o muerte, separaciones de vínculos afectivos.
Situación de vulnerabilidad socioeconómica.
Abuso y maltrato de distinta índole hacia las personas mayores.
Violencia de género, especialmente en mujeres y mayores.
Aislamiento y soledad. Confinamiento.
Institucionalización sin consentimiento de la PM y/o influenciada por terceros que son
los únicos vínculos afectivos.
Personas que viven solas, no por propia elección.

El suicidio de una persona mayor podría pensarse como una respuesta frente a una represen-
tación social negativa de la vejez, que pone a esta población en situación de vulnerabilidad.

- La dificultad para acceder a las distintas prestaciones que necesitan, por ausencia o
deficiencia de recursos en su comunidad de pertenencia.

- La situación de aislamiento frente a crisis y/o pérdidas y de exclusión del ritmo de


vida lo que puede llevar a un deterioro del estado de bienestar bio-psico-social y marcar
el comienzo de graves empeoramientos de su salud.

- Los estereotipos y los roles de género. La alteración del rol social asignado al varón
como activo y proveedor: En las culturas donde dichos ideales de masculinidad son cru-
ciales en la percepción de uno mismo, el envejecimiento puede convertirse en un proce-
so especialmente negativo e incluso psicológicamente debilitante.

En esa misma línea, un estudio que analizó las tendencias de suicidios en personas mayores en
los años 1997 y 2007 (Risoli,Prizze) demostró que las tasas de suicidios en varones mayores
de 65 años se incrementaron a medida que aumentaba la edad, en tanto que las de las mujeres
permanecían estables en los diferentes grupos.

Estos datos podrían ser analizados desde la perspectiva de género, preguntándonos si obe-
decen a características y a representaciones sociales de género que aquellos varones que se
suicidaron, pudieran haberse encontrado sin sostén afectivo, de pareja, social o familiar. Y si el
comportamiento en las mujeres se debe a que las mujeres tienen asignado el rol del cuidado de

33 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
sí y del otro, adquiriendo de esta forma una mayor capacidad de respuesta ante situaciones de
crisis, que conservan en esta etapa del curso vital.

La depresión, la ansiedad y el suicidio se hacen cada vez más frecuentes a medida que el hom-
bre envejece (UNFPA, 2003). Sin embargo es preciso aclarar que las representaciones sociales
negativas de la vejez pueden considerar a la depresión como una consecuencia del envejeci-
miento. En el grupo de las personas mayores, si bien la depresión es frecuente, es multifactorial
y puede estar solapada con alteraciones del sueño (insomnio, hipersomnia), del apetito, dolor
o molestias físicas, disminución de la atención y de la concentración, quejas somáticas, tam-
bién como alteraciones de la conducta y descuido del aspecto personal. Hay un pensamiento
depresivo donde la persona tiene una visión negativa de la vida, sentimientos de culpa, auto-
rreproches.

Algunas/os investigadoras/es sostienen que las tasas de suicidio se elevan en momentos de


crisis económica, afectando principalmente a hombres adultos y mayores, mientras que en los
períodos de mayor estabilidad el suicidio afecta de un modo más regular tanto a hombres como
mujeres, jóvenes como adultas/os. (Carbonell Camós, s.f.)

Alertas para la prevención del suicidio en personas mayores:

- Cambios conductuales: alteración en los hábitos de la vida cotidiana.


- Menciones de la voluntad de suicidarse.
- Pensamientos pesimistas continuos.
- Falta de proyectos.
- Abandono de actividades, autoaislamiento.
- Falta de continuidad y adherencia a los tratamientos terapéuticos.
- Reacción estresante ante una situación límite.
- Depresión.
- Abuso de automedicación o sustancias adictivas.

Orientaciones para el abordaje

La Organización Mundial de la Salud define al envejecimiento activo como “el proceso de op-
timización de oportunidades para el bienestar físico, social y mental en el transcurso de la vida
con objeto de ampliar la esperanza de vida sana, la productividad y la calidad de vida en la
vejez” (OMS, 2002).

Este enfoque implica, entonces, que los diversos actores de la sociedad instrumenten accio-
nes concretas con el objetivo de transformar la percepción negativa y prejuiciosa del enve-
jecimiento y, al mismo tiempo, garantizar condiciones de vida digna a las personas mayores
a partir de la implementación de abordajes integrales que tengan en cuenta los problemas
específicos de esta población. En ese sentido promover entonces, una representación más
positiva de la vejez, con posibilidades, con experiencias y riquezas, que pueden ser puestas a
disposición de la sociedad y que es de inestimable valor.
La Década del Envejecimiento Saludable propuesta por Naciones Unidas y OMS/OPS para los

34 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
años 2021/2030, incorpora 4 áreas que se pueden considerar para el abordaje del suicidio en
personas mayores. Estos ejes se vinculan a acciones para: a) erradicar el viejismo, b) adaptar los
servicios de salud para asegurar un abordaje integral y centrado en las necesidades y preferen-
cias de las personas mayores, c) propiciar cuidados de largo plazo de calidad para las personas
mayores que los requieran (que incluyan a los cuidadores) d) desarrollar entornos amigables
con este grupo poblacional para lograr mayor calidad de vida.

Una quinta línea es la necesidad de propiciar líneas de investigación respecto de este tema.

Es imprescindible propiciar la importancia de la mirada gerontológica en los equipos socio sani-


tarios, para identificar los factores de riesgo y los factores protectores en el abordaje del suicidio
en personas mayores:

- Promover posibilidades de transformación social sobre las prácticas y creencias que


recaen sobre las/os personas mayores;

- Fomentar la integración de las personas mayores a la comunidad, haciéndolas/os par-


tícipes en actividades recreativas y culturales desde un enfoque de promoción de la sa-
lud integral7 y como sujetos de derechos, respetando su independencia y autonomía8.

- Garantizar cuidados de larga duración9, cuando se evalúen necesarios. Los cuidados


de larga duración son el sistema de actividades llevadas a cabo por cuidadores informa-
les -familiares, amigas/los o vecinas/os-, profesionales -sanitarios, sociales u otros- o
ambos, para conseguir que una persona que no es totalmente capaz de cuidar de sí
misma mantenga la mejor calidad de vida posible, de acuerdo con sus preferencias in-
dividuales, y con el mayor grado posible de independencia, autonomía, participación,
realización personal y dignidad humana. (OMS, Milbank Memorial Fund, 2000). La ne-
cesidad que tiene una persona mayor de recibir cuidados de larga duración está deter-
minada por el deterioro de las capacidades funcionales físicas, mentales y/o cognitivas.
Aunque la tendencia general es que se produzca una pérdida progresiva de la capacidad
a medida que aumenta la edad, no todos los deterioros o pérdidas son irreversibles:
algunas personas mayores pueden recuperarse de las pérdidas y volver a disfrutar de
las capacidades funcionales perdidas. Por consiguiente, la duración y el tipo de cuidados
que se necesitan son, con frecuencia, indeterminados y requieren respuestas adaptadas
a cada situación.

7
Ver el apartado “Promoción de la salud y perspectiva de vulnerabilidad”, en el “Capítulo 1: Caracterización de la problemática del sui-
cidio” de la presente publicación.

8
CIPDDHHPM Artículo 7 Derecho a la independencia y a la autonomía. Que la persona mayor tenga acceso progresivamente a una
variedad de servicios de asistencia domiciliaria, residencial y otros servicios de apoyo de la comunidad, incluida la asistencia personal
que sea necesaria para facilitar su existencia y su inclusión en la comunidad, y para evitar su aislamiento o separación de ésta.

9
CIPDDHHPM Artículo 12 Derechos de la persona mayor que recibe servicios de cuidado a largo plazo a un sistema integral de cuidados
que provea la protección y promoción de la salud, cobertura de servicios sociales, seguridad alimentaria y nutricional, agua, vestuario y
vivienda; promoviendo que la persona mayor pueda decidir permanecer en su hogar y mantener su independencia y autonomía.

35 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
- Promover la atención y seguimiento de las personas mayores que tuvieron intentos
de suicidios a partir del registro del evento, y aplicando una guía de atención para que
los equipos de salud que revisten asistencia a las personas mayores puedan contar con
el mismo para el tratamiento de ellas mismas y su entorno afectivo.

- Brindar herramientas elaboradas intersectorialmente para el abordaje integral en la


prevención del suicidio en personas mayores, destinadas a la población en general y
también a los equipos de salud (agentes sanitarios, enfermeras/os, cuidadoras/es, tra-
bajadoras/es sociales, médicas/os etc). Y para instituciones de cuidados y alojamiento
de personas mayores (centros de día, centros de jubilados, geriátricos, hogares públicos
y privados, etc).

En resumen, desde la perspectiva del curso de vida y de los derechos humanos, la propuesta
es promover el envejecimiento saludable que les permita a las personas mayores mantener su
capacidad funcional, para poder seguir haciendo lo que deseen y decidan.

36 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
ANEXO IV
Sistemas de vigilancia y registro de los intentos de
suicidio y autolesiones
Durante el segundo semestre de 2021, con el objetivo de producir información relevante para la
formulación de políticas públicas en materia de abordaje integral de la problemática del suici-
dio, la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones (ahora Dirección Nacional de Abordaje
Integral de Salud Mental y Consumos Problemáticos) del Ministerio de Salud de la Nación llevó
adelante un proceso de trabajo colaborativo con las jurisdicciones de Buenos Aires, Catamarca,
Mendoza y Santa Cruz para la formulación de un instrumento de registro, que permitiera la
producción de información cualitativa y cuantitativa detallada y de calidad sobre autolesiones e
intentos de suicidio. El instrumento fue implementado a través de la estrategia conocida como
unidades centinela. En caso de requerir el acceso a la herramienta y/o consultas sobre el mismo,
ponemos a disposición el mail del Programa de Abordaje Integral de la Problemática de Suicidio
programasui@msal.gov.ar

37 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Instrumento de Registro de Situaciones de Autolesión e
Intentos de Suicidio
Este formulario tiene como objeto realizar un Registro Sistemático de Autolesiones e Intento de Suicidio
por parte de profesionales de la Salud Mental con fines de investigación científica y médica.

*Obligatorio
Si está usando un teléfono celular, le recomendamos poner la pantalla de modo HORIZONTAL

Institución (nombre) * Datos del profesional interviniente: Nombre y Apellido *

Profesión * Jurisdicción *

Cargo o Servicio *

Instrucciones para el llenado del formulario.

Importante: la prioridad es la asistencia de la persona que consulta. Este formulario no es una entrevista estructurada ni un cuestio-
nario que se deba tomar a la persona que consulta. La idea es que los especialistas tengan en mente estas preguntas para completar
el formulario pero no ser leídas al consultante.

Este formulario será llenado por los profesionales luego de asistir a la persona con autolesiones o intento de suicidio.

Datos generales
En esta sección se indagan datos generales del tipo y momento de la entrevista inicial con el consultante, LUEGO del evento.

Código de empate con HC 1. Fecha de la consulta *

Ejemplo: 7 de enero del 2019

38 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
2. Momento de la consulta respecto del evento 3. Unidad de atención *
(marcar una opción) *

Dentro de las 12 horas de ocurrido el evento Guardia

Entre 12 horas y 24 horas de ocurrido el evento Internación

Más de 24 horas de ocurrido el evento Consultorio externo

No relevado Otro:

Datos sociodemográficos
En esta sección, se proponen ítems para conocer el perfil sociodemográfico de la persona que consulta.

4. Edad de la persona que consulta 5.a. Género según DNI de la persona 5. b. Identidad autopercibida
(anotar respuesta) * que consulta (marcar una opción) * manifestada por la persona que
consulta (marcar una opción) *

Femenino Mujer CIS

Masculino Mujer TRANS

X Hombre CIS

Hombre TRANS

Travesti

No Binarie

No manifestado

Otro:

6. Máximo nivel de estudios de la 7. ¿Con quién vive la persona que consulta?


persona que consulta (se entiende por esto que viva más del 50% de la
(marcar una opción) * semana. Puede marcar más de una opción) *

Primario incompleto Solo/a


Primario completo Con su pareja

Secundario incompleto Con su hijo/a/s

Secundario completo Con sus padres

Terciario/Universitario incompleto Con otros familiares


Terciario/Universitario completo Con amigos/as

No relevado No relevado

No manifestado Otros:

39 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
8. Actualmente, la persona que consulta 9. Tipo de vivienda
vive en un área (marcar una opción): * (marcar una opción) *

Rural Casa
Urbana Departamento
No relevado Local adaptado como casa
Vivienda precaria
Cuarto de inquilinato
Cuarto en hotel/ pensión

No relevado

Otro:

10. Cantidad de personas con las 11.a. La persona que consulta, 11.b. Grado de Conformidad de
que convive la persona que consulta ¿está trabajando actualmente? la persona que consulta con su
(anotar respuesta) * (marcar una opción) * trabajo (marcar una opción) *

Sí Conforme
No Algo disconforme
No relevado Disconforme

No manifestado

12.a. La persona que consulta manifestó 12.b. La creencia religiosa/ espiritual


alguna creencia religiosa/ espiritual se manifiesta como (marcar una opción):
(marcar una opción)

No factor de protección
Sí factor de riesgo
Cuál (consignar) No relevado
No relevado No manifestado
No manifestado

Otro:

40 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Análisis situacional del evento
En esta sección se releva información relativa a las circunstancias y ubicación temporal y espacial en las que ocurrió el evento.

RECUERDE
INTENTO DE SUICIDIO: Un acto no habitual con resultado no mortal que implica potencial de letalidad o de daños corporales, iniciado y ejecutado
con o sin finalidad de propiciar cambios deseados o aliviar un estado de tensión (OMS, 2018).

AUTOLESIÓN: Lesión externa que la persona se inflige a sí misma ya sea por acción u omisión (OPS, 2018).

IDEACIÓN SUICIDA: Comunicar por medios verbales o no verbales la intención (OMS, 2019). Todo pensamiento, idea o representación mental
que una persona presente, en forma de comunicación verbal, gráfica o de otro tipo, y que implica cualquier acercamiento a la muerte en forma
persistente u ocasional.

PLANIFICACIÓN SUICIDA: Determinar la estrategia para llevar a cabo el acto (OMS, 2019). Toda construcción de estrategias y/o conductas diver-
sas que impliquen alguna forma de aproximación a una acción letal posible, por acción u omisión.

13.a. ¿Por qué evento/hecho consultó o fue derivado la persona 13.b. En caso de lesión autoinfligida,
que consulta? (marcar una opción). ¿fue intencional?

Si no estuviera claro el evento inicialmente, se recomienda al


profesional interviniente responder a este ítem luego de varios Sí
encuentros con la persona que consulta. * No

Autolesión No relevado

Intento de suicidio No manifestado

Ideación suicida
Planificación suicida
Otro:

14. Observaciones (anotar si hubo otro hecho que sea menester informar)

15. Fecha del evento por el que consulta (anotar 16. Hora en que ocurrió el evento por el que consulta
respuesta). Si no se conoce la fecha, consignarlo. (anotar respuesta). Si no se conoce la hora, consignarlo.

41 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
17. La fecha en que ocurrió el evento, ¿se encuentra próxima a alguna de las siguientes?
(puede marcar más de una opción)

SI NO No manifestado No relevado

Aniversarios significativos para la persona que consulta

Cumpleaños significativos para la persona que consulta

Festividades

Año Nuevo

Vacaciones

Situación significativa escolar

Situación significativa laboral

Otros

18. Si registró “Otros”, consignar. 19. Si se registraron “Autolesiones”, indicar


(puede marcar más de una opción):

Partes visibles del cuerpo


Partes no visibles del cuerpo
No aplica

20. Si se registraron Autolesiones en parte/s visibles del cuerpo. (puede marcar más de una opción)

SI NO No manifestado No relevado

Cabeza

Cuello

Torso

Brazo/s

Pierna/s

Genitales

Mano/s

Rostro

Otras partes del cuerpo

42 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
21. Si se registró “Intento de suicidio” indicar instrumento/s o medio/s utilizado/s. (puede marcar más de una opción)

SI NO No manifestado No relevado

Ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación

Accidente de tránsito

Ahogamiento y sumersión

Arrojarse o colocarse delante de objeto en movimiento

Disparo de arma corta

Disparo de otras armas de fuego, y las no especificadas

Disparo de rifle, escopeta y arma larga

Humo, fuego y llamas

Material explosivo

Objeto cortante

Objeto romo o sin filo

Saltar desde un lugar elevado

Vapor de agua, vapores y objetos calientes

Otros medios no especificados

Sobreingesta de medicamentos

22. En caso de sobreingesta de medicamento indicar cuál/cuales

43 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
23. Circunstancia del evento ¿En qué contexto ocurrió la lesión/ intento de suicidio? (marcar una opción)

SI NO No manifestado No relevado No aplica

Trabajando (en un trabajo manual remunerado)

Trabajando (en un trabajo profesional remunerado)

Viajando (Transporte laboral)

Viajando (Transporte no laboral)

Realizando quehaceres domésticos

Realizando actividades de la vida diaria

Haciendo Deporte

Recreación/ juego

Estando internado por motivos de salud/ salud mental

En otra actividad/ circunstancia

24. Si indicó “Otra” consignar respuesta 25. Lugar donde ocurrió el evento (marcar una opción) *

Área industrial y de la construcción


Área de deportes y atletismo

Calles, rutas o autopistas


Comercios y áreas de servicios
Escuelas, otras instituciones y áreas administrativas públicas
Campo
Institución residencial

Vivienda
Otro lugar especificado
Otro lugar no especificado
No relevado

No manifestado

44 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
30. La persona que consulta ¿manifestó alguno de los siguientes indicios previos al evento?
(puede marcar más de una opción)
SI NO No manifestado No relevado

Desprecio por la vida propia o ajena

Pesimismo respecto del futuro

Desgano por la vida

Sentimiento de culpa persistente

Desapego por objetos valorados

Abandono de indicaciones médicas o terapéuticas

Vivencia persistente de injusticia

Vivencia de inutilidad o incompetencia

Vivencia de desprecio o de indiferencia de otros

Rechazo persistente a la vinculación con otros

Datos personales, familiares y del entorno


Aquí se relevan datos acerca de los antecedentes propios, de familiares y del entorno inmediato o mediato de la persona que consulta.

31. La persona que consulta ¿indicó explícitamente alguna/s de las siguientes situaciones?
(puede marcar más de una opción; Para ver todas las opciones, deslice la barra inferior)
Por un
Siendo Siendo Siendo adulto
SI NO Padecido Ejercido niño adolescente adulto familiar

Abuso psicológico

Abuso sexual

Violación

Lesiones físicas

Secuestro

Privación de la libertad

Víctima de trata

Víctima de acoso virtual (ciberbullying)

Víctima de acoso escolar (bullying)

Acoso sexual

Acoso laboral

45 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
32. Consignar si alguno de estos eventos le ocurrieron a una persona significativa del consultante
(puede marcar más de una opción)

Maltrato psicológico Homicidio

Maltrato físico Accidente mortal

Violencia Autolesiones
Padecimiento mental Reclusión

Intento de Suicidio Fallecimiento/ Muerte


Suicidio Muerte por COVID19

Adicciones No manifestado

Abuso sexual No relevado

Violación Otro:

33. Consignar a qué persona significativa del consultante le ocurrieron los hechos (anotar respuesta)

34. Si refirió “Otros”, consignar.

46 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Consumos problemáticos
En esta sección se presentan ítems acerca de consumos problemáticos. Se entiende por consumos problemáticos a aquellos
consumos que -mediando o sin mediar sustancia alguna- afectan negativamente en forma crónica la salud física o psíquica del su-
jeto, y/o las relaciones sociales. Los consumos problemáticos pueden manifestarse como adicciones o abusos al alcohol, tabaco,
drogas psicotrópicas -legales o ilegales- o producidos por ciertas conductas compulsivas de los sujetos hacia el juego, las nuevas
tecnologías, la alimentación, las compras o cualquier consumo que sea diagnosticado como compulsivo por un profesional de la
salud (Ley 26934, Art. 2)

35. Cuadro de Consumos problemáticos (Si la persona que consulta indica consumos problemáticos, marcar en la
columna correspondiente. Puede marcar más de una opción)

SI NO No manifestado No relevado

Juegos de azar

Redes sociales

Tabaco

Alcohol

Marihuana

Cocaína

Psicofármacos/ Tranquilizantes

Acido lisérgico (LSD)

Drogas de diseño (éxtasis; metaanfetaminas..)

Otros

36. Si registró “Otros”, consignar

47 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Eje ideativo/ integrativo
En esta sección se releva información acerca del estado de conciencia, sensopercepción y pensamiento del entrevistado al
momento de la entrevista.

37. Registre si la persona que consulta manifestó (puede marcar más de una opción)

SI NO No manifestado No relevado

Dificultades en la atención/ concentración

Dificultades en la memoria

Dificultades en la comprensión de los hechos

Desajuste entre sus ideas y las del entorno

Otras condiciones

38. Si marcó “otras condiciones”, consignar respuesta.

Eje de vinculación
En esta sección se releva información acerca de la vinculación consigo mismo, con los demás, con el entorno y la valoración del
estado de ánimo de la persona que consulta.

39. La persona que consulta ¿manifestó alguna de estas ideas/ situaciones? (puede marcar más de una opción)

SI NO No manifestado No relevado

No tener a nadie que le importe que está solo

No tener a nadie que le importe que está sufriendo

No tener a nadie que le importe si deja de estar

48 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
40. La persona que consulta ¿refirió alguna de estas ideas/situaciones? (puede marcar más de una opción)

SI NO No manifestado No relevado

No poder imaginarse un futuro valorable

No poder imaginarse feliz en el futuro

No poder imaginarse útil en el futuro

No tener proyectos a futuro

41. Observaciones del entrevistador

Eje de la conducta
En esta sección se releva información sobre hábitos de conducta del entrevistado.

42. La persona que consulta ¿evidenció alguna de estas dificultades? (puede marcar más de una opción)

SI NO No manifestado No relevado

En la alimentación

En el sueño

En el cuidado personal

En la sexualidad

43. La persona que consulta, ¿indicó algunas de estas situaciones referidas al uso de redes sociales? (puede marcar
más de una opción) *
SI NO No manifestado No relevado

Publicar mensajes alarmantes

Esperar y necesitar una respuesta inmediata cuando


se envía un mensaje virtual

Sentirse agredido o insultado

44. Observaciones del entrevistador

49 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Aspectos psicológicos manifiestos en los 6 meses
previos al evento.
En esta sección se relevan datos acerca de aspectos psicológicos en los 6 meses previos al evento.

45. La persona que consulta presentó: (puede marcar más de una opción)

No puede
determinarse
SI NO No manifestado No relevado con la información

Ansiedad

Tristeza

Desesperanza

Impulsividad

Rigidez

Apatía

Agobio

Asistencia recibida con anterioridad a esta/s consulta/s.


En esta sección se describe el acompañamiento/asistencia recibida con anterioridad a esta/s consulta/s

46. ¿Recibió tratamiento/s de salud mental? 47. ¿Cómo evalúa la persona que consulta
(marcar una opción) * el tratamiento recibido? (marcar una opción)

Sí Satisfactorio
No Poco satisfactorio

No relevado No satisfactorio
No manifestado

48. Cuadro de tratamientos recibidos (puede marcar más de una opción) De


rehabilitación
Psicofarmacológicos Psicoterapéuticos Psiquiátricos en salud mental

Antes de los 14 años

Entre los 15 y los 18 años

Entre los 19 y los 24 años

A partir de los 25 años

50 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
49. ¿Disponía la persona que consulta de otros espacios alternativos para hablar de lo que le pasaba?

Escuela

Grupos sociales de pares


Adultos (en el caso de NNyA)

Otro:

50. En cuanto a necesitar acompañamiento profesional, la persona que consulta manifestó


(puede marcar más de una opción):

SI NO No manifestado No relevado

Tener vergüenza de solicitar atención

Desconocer dónde buscar atención

Sentir desconfianza de hacerlo

No hacerlo por influencia familiar/ social

51. Observaciones del entrevistador.

Datos clínicos significativos


En esta sección se consignan los antecedentes clínico-médicos significativos de la persona que consulta.

52.a. ¿La persona que consulta padece de alguna 52.b. Si marcó Sí en la anterior, indicar qué enfermedad
enfermedad o dolencia física actual o pasada? o dolencia.
(marcar una opción) *

No
No manifestado

No relevado

No puede indicarse con la información disponible

51 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
53.a. La persona que consulta ¿tuvo hospitalizaciones y/o ingresos a guardias médicas recientes?
(marcar una opción)

No

No relevado

No manifestado

53.b. Si hubo hospitalizaciones, indicar FECHA, MOTIVO y LUGAR

54. ¿A qué tipo de atención se deriva a la persona que consulta? (completar)

MUCHAS GRACIAS POR SU TIEMPO Y COLABORACIÓN

52 Recomendaciones para la atención de situaciones de intento y/o riesgo de suicidio en el primer y segundo
nivel de atención
Bibliografía
Abordaje Integral del Suicidio en las Adolescencias. Lineamientos para equipos de salud (2021).
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