Bloque 9
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1.INTRODUCCIÓN.
Durante los años veinte y treinta del siglo XX, las secuelas de la Primera Guerra Mundial, la
crisis económica de 1929 y el desprestigio de las democracias liberales llevaron a la aparición
de gobiernos dictatoriales en varios países europeos, como Portugal, Italia, Alemania y
Rumanía.
Aunque inicialmente algunos sectores recibieron bien este régimen por considerarlo una
forma eficaz de restaurar el orden en el país, gradualmente perdió apoyo a medida que el
republicanismo ganaba terreno.
A pesar de los intentos de mantener el turnismo con Francisco Silvela, Antonio Maura y
Canalejas, el agotamiento de esta fórmula de gobierno, junto con las nuevas ideas de
regeneracionismo y el descontento general, debilitaron el sistema, que enfrentaba diversos
problemas. Destacan los siguientes:
●La Crisis política de 1917: El sistema de la Restauración, marcado por el Desastre del 98 y
los fallecimientos de líderes políticos clave, como Cánovas del Castillo y Sagasta, entró en
una profunda crisis a partir de 1917. Se evidenció con movimientos simultáneos: las Juntas
de Defensa militares, la Asamblea de Parlamentarios en Barcelona convocada por la Liga
Regionalista y una huelga general revolucionaria. La incapacidad de los partidos para formar
gobierno llevó a gobiernos de concentración, con hasta diez cambios entre 1918 y 1923,
caracterizados por la supresión de garantías constitucionales y el cierre parlamentario.
●La "Cuestión Marroquí": Tras el Desastre del 98, España enfocó su política exterior hacia el
norte de África, especialmente en la Conferencia de Algeciras en 1906, donde se le otorgó la
administración del Rif, en Marruecos, estableciendo un protectorado. La explotación minera
y la expansión ferroviaria fueron los principales intereses económicos que motivaron esta
ocupación. Sin embargo, esta región fue un constante problema para los gobiernos
españoles debido a los enfrentamientos con los bereberes, resultando en un alto costo
económico y pérdidas humanas. En 1921, una ofensiva para controlar la región llevó al
Desastre de Annual, donde la falta de preparación, el terreno hostil y la oposición de los
rifereños liderados por Abd El Krim resultaron en una gran pérdida de vidas y territorio
español. Este suceso causó conmoción en la opinión pública, desestabilización política y
cuestionamientos hacia el gobierno y el rey Alfonso XIII. El gobierno de Maura intentó
atribuir responsabilidades militares, pero el informe del general Picasso señaló fallos en los
mandos militares y el propio monarca, lo que llevó a la dimisión del gobierno.
El golpe fue respaldado por sectores empresariales, bancos y la Iglesia, mientras que los
republicanos adoptaron una postura pasiva y solo los anarquistas y comunistas se opusieron
activamente. Primo de Rivera estableció un Directorio Militar y tomó medidas autoritarias,
como la clausura del Congreso y el Senado, la suspensión de la Constitución de 1876, la
creación de un partido político único (Unión Patriótica) y la represión de las libertades
civiles.
Los conflictos sociales y la falta de apoyo llevaron a Primo de Rivera a presentar su dimisión
en enero de 1930, falleciendo poco después. Su dimisión abrió paso a una breve transición
hacia la República. Alfonso XIII entregó el poder al general Dámaso Berenguer, dando inicio a
la Dictablanda.
En agosto de 1930, una coalición de partidos firmó el Pacto de San Sebastián para organizar
un levantamiento que derrocara el régimen y proclamara la República. Sin embargo, el
levantamiento militar de Jaca en 1930 fracasó, y la agitación social continuó. Berenguer
dimitió y Alfonso XIII entregó el poder al almirante Juan Bautista Aznar, prometiendo
elecciones y Cortes constituyentes.
El descrédito de la dictadura afectó también a Alfonso XIII, quien la había respaldado desde
el principio, lo que propició el ascenso del republicanismo y el exilio de la monarquía de
España hasta 1975, cuando regresaron los Borbones con Juan Carlos I.
BLOQUE 10A. LA II REPÚBLICA (1931-1936). LA CONSTITUCIÓN DE
1931. POLÍTICA DE REFORMAS Y REALIZACIONES CULTURALES.
REACCIONES ANTIDEMOCRÁTICAS.
1.INTRODUCCIÓN.
La proclamación de la II República Española el 14 de abril de 1931 marca el primer intento en
la historia de España de establecer un sistema democrático moderno. Después de la
dictadura de Primo de Rivera, que favoreció a los sectores privilegiados, ahora las clases
medias toman protagonismo. Sin embargo, los gobiernos republicanos enfrentan una difícil
situación, en medio de la crisis del capitalismo y las democracias liberales, que ceden terreno
ante movimientos totalitarios.
En primer lugar, se abordó la reforma del ejército, liderada por Azaña como Ministro de
Defensa, con el objetivo de crear un ejército profesional y democrático. Se promulgó la Ley
de Retiro de la Oficialidad en 1931, que requería a los oficiales en activo jurar lealtad a la
República o retirarse con su sueldo íntegro en caso de negarse. También se creó la Guardia
de Asalto y se cerró la Academia Militar de Zaragoza, asociada a sectores golpistas.
La reforma agraria buscaba acabar con el latifundismo y mejorar las condiciones de vida de
los campesinos pobres. En 1932 se aprobó la Ley de Reforma Agraria, que permitía la
expropiación de tierras de la nobleza y de las tierras subexplotadas o arrendadas
sistemáticamente, aunque los resultados iniciales fueron limitados debido a la resistencia de
los grandes propietarios.
El nuevo gobierno, obligado a apoyarse en la CEDA, revirtió muchas de las reformas del
bienio anterior, deteniendo la aplicación de la reforma agraria y otorgando presupuesto a la
Iglesia. La radicalización de la izquierda, especialmente del PSOE, UGT y los anarquistas, llevó
a una ola de huelgas y conflictos.
Ante la creciente tensión, la CEDA exigió más poder en el gobierno, amenazando con retirar
su apoyo parlamentario. Lerroux accedió y en 1934 otorgó tres carteras ministeriales a la
CEDA. Esto provocó una gran oleada de huelgas conocida como la "Revolución de octubre".
En Asturias, hubo una revolución social liderada por UGT y la CNT, reprimida brutalmente
por el gobierno con la intervención de la legión dirigida por Franco. En Cataluña, se proclamó
la República Catalana, pero fue sofocada rápidamente por el ejército.
Tras estos eventos, la CEDA aumentó su influencia en el gobierno, con Gil Robles como
Ministro de Guerra y Franco como Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra. Se suspendió
el estatuto de autonomía catalán y las tensiones sociales se agravaron por las medidas del
gobierno y los escándalos de corrupción del Partido Radical.
La negativa de Alcalá Zamora a nombrar a Gil Robles como presidente del gobierno llevó a la
convocatoria de nuevas elecciones en febrero de 1936.
El nuevo gobierno inició un programa de reformas y amnistió a los represaliados de 1934. Sin
embargo, la derecha reaccionó con rechazo, promoviendo desórdenes públicos y violencia
callejera. En marzo, un intento de golpe de estado liderado por Emilio Mola fracasó, pero la
tensión seguía aumentando.
El clima de violencia se intensificó con el asesinato del teniente Castillo y del líder
monárquico José Calvo Sotelo por parte de la izquierda. Estos eventos llevaron al inicio del
golpe contra la República el 17 y 18 de julio de 1936, dando inicio a la Guerra Civil Española y
marcando el comienzo de una dictadura de 40 años que afectaría profundamente al país en
todos los aspectos.
6.CONCLUSIÓN.
Durante la II República, las tensiones históricas en la sociedad española entre sectores
conservadores y aquellos que buscaban una democracia moderna se hicieron evidentes. El
proyecto republicano buscaba modernizar España con medidas democráticas y progresistas
para abordar los problemas del país. Sin embargo, la sociedad no estaba lista para cambios
tan profundos, especialmente en medio de una crisis económica global y el ascenso del
fascismo y el comunismo. Estos factores, combinados, llevaron al fracaso de la República y
desencadenaron la Guerra Civil Española, el conflicto más devastador en la historia del país.
BLOQUE 10B. LA GUERRA CIVIL (1936 – 1939).
1.INTRODUCCIÓN.
La Guerra Civil Española, el evento más significativo del siglo XX en la historia de España,
surgió de los problemas internos acumulados en la sociedad española y la situación política
europea de la época, con el declive de las democracias liberales frente a movimientos
totalitarios. El levantamiento militar de julio de 1936 contra la República no anticipaba una
guerra, pero la intervención externa en apoyo a ambos bandos convirtió el conflicto en una
guerra civil internacionalizada.
●El avance hacia Madrid (julio de 1936 – marzo de 1937): Los rebeldes, liderados por Franco,
apuntaron inicialmente a Madrid. Con la ayuda de aviones alemanes e italianos, el ejército
de regulares de África avanzó desde Extremadura. La caída de Badajoz en agosto y la
desviación hacia Toledo para liberar el Alcázar consolidaron a Franco como líder. La defensa
de Madrid, con el lema "No pasarán", se inició en noviembre. A pesar de los intentos
rebeldes de aislar la capital, fueron derrotados en las batallas del Jarama y Guadalajara en
1937.
●La ocupación del norte (abril – octubre de 1937): Los fracasos alrededor de Madrid llevaron
al bando rebelde a optar por una guerra de desgaste. Franco concentró sus esfuerzos en la
cornisa cantábrica, amenazando la retaguardia republicana. La ofensiva comenzó en marzo,
capturando Irún y San Sebastián. En abril, el ejército avanzó hasta Bilbao, bombardeando
Guernica y tomando Bilbao en junio. La pérdida del norte, vital para la República por su
industria y recursos minerales, fue un éxito crucial para Franco. Para aliviar la presión, los
republicanos lanzaron ofensivas de distracción en Madrid y Aragón, que fracasaron.
●El avance hacia el Mediterráneo (diciembre 1937 –noviembre 1938): A finales de 1937, los
mandos republicanos confiaban en ganar la guerra y reformaron el ejército creando las
Brigadas Mixtas y dotándolas de mandos profesionales. Lanzaron una ofensiva sobre Teruel
en enero de 1938, pero fue reconquistado por los rebeldes un mes después, dividiendo el
territorio republicano en dos. Las tropas sublevadas avanzaron hacia el Mediterráneo y
llegaron a las costas de Valencia en abril.
Los generales republicanos intentaron unir las dos zonas con una gran ofensiva sobre el Ebro
entre julio y noviembre de 1938. La batalla del Ebro, iniciada el 25 de julio de 1938, fue la
más larga y sangrienta de la guerra, con la rápida reacción de Franco y el apoyo de la
aviación alemana e italiana deteniendo el ataque, dejando al ejército republicano
prácticamente aniquilado.
●El final de la guerra (noviembre 1938 – abril 1939): La victoria en el Ebro permitió a Franco
penetrar en Cataluña, entrando en Barcelona el 26 de enero de 1939. El presidente Negrín
abogaba por resistir, pero la guerra estaba perdida. En febrero, el gobierno de la República
se exilió a Francia y Azaña dimitió desde París. En marzo, el general republicano Casado
lideró un golpe de Estado contra el gobierno de Negrín y entabló negociaciones de paz con
los franquistas, pero Franco rechazó cualquier acuerdo y exigió la rendición incondicional.
Los sublevados entraron en Madrid el 28 de marzo de 1939, y el 1 de abril, Franco firmó el
último parte de guerra, concluyendo el conflicto.
●La zona sublevada y el nacimiento del Estado totalitario: Los sublevados, sin un plan claro,
aceptaron la supremacía militar, constituyendo la Junta de Defensa Nacional en Burgos en
julio de 1936. Franco consolidó su poder militar y político, siendo nombrado Caudillo de
España en octubre de 1936. El fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera en noviembre
de 1936 condujo a la unificación de Falange y los carlistas en el partido FET de las JONS en
abril de 1937. Franco estableció un estado totalitario, consolidado con la formación de un
Gobierno en Burgos en 1938 y la promulgación de leyes como el Fuero del Trabajo y la Ley
de Prensa, y la restauración del papel de la iglesia. La Ley de Responsabilidades Políticas de
febrero de 1939 designó rebeldes a los opositores al Movimiento Nacional.
5.CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.
La guerra civil española tuvo graves consecuencias en todos los aspectos de la vida del país.
En términos de pérdidas humanas, se estima que alrededor de 500.000 personas fallecieron
durante el conflicto, tanto en combate como a causa de la represión. La violencia fue
desenfrenada en ambos bandos: en la zona republicana, las milicias protagonizaron
persecuciones indiscriminadas al principio, luego controladas por el Estado; mientras que en
la zona nacional, el Estado fomentó la violencia y aplicó la Ley de Responsabilidades Políticas
incluso después de la guerra. La represión franquista posterior fue brutal, con miles de
desaparecidos, ejecuciones políticas, internamientos en campos de concentración y exilio
masivo.
6.CONCLUSIÓN.
La Guerra Civil Española es un período sombrío de la historia del país, marcado por la
división interna y la influencia de la situación internacional, que desembocó en la Segunda
Guerra Mundial. Tras la victoria, los vencedores excluyeron y persiguieron a quienes no
apoyaron activamente su causa. La guerra sigue siendo objeto de debate y controversia,
como se evidenció con la exhumación del dictador en octubre de 2019, lo que refleja las
tensiones sociales y políticas que aún persisten en torno a este tema.