Clase 1

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PRIMERA CLASE: La tradición normalista

Adriana Lujan (2022)

Cuando nos proponemos pensar históricamente en la formación docente en Argentina,


indefectiblemente tenemos un punto de partida que tiene que ver con el Normalismo, y
este recorrido nos lleva a la escuela normal como institución formadora, su trama
discursiva, sus sujetos y saberes y sus disputas internas.

Los maestros y las maestras normales han sido piezas fundamentales en la


conformación y desarrollo del sistema educativo argentino. A través de ellos el Estado
desplegó su acción educadora por todo el territorio. Ellos fueron la avanzada del
proceso modernizador y tuvieron la tarea de transformar a las nuevas generaciones en
los futuros ciudadanos. Con sus saberes y convicciones contribuyeron decisivamente
en la construcción de la sociedad moderna argentina.
Ahora bien, cabe preguntarnos
¿Cuál fue el contexto que hizo posible esta tarea? Quiénes
intervinieron para que fuera posible?
¿Qué dispositivos estatales se activaron para que el proceso
se pusiera en marcha?

Fueron los maestros y maestras normales, en el papel de agentes estatales, quienes


codificaron, ordenaron y moldearon las instituciones escolares y a sus sujetos.

Orígenes:
El normalismo surgió en Europa (finales del S. 18 y principios del S. 19) como un
movimiento pedagógico vinculado con el proyecto de crear un “hombre nuevo” a
través de una educación que fuera radicalmente diferente respecto de aquella
educación que había contribuido a sostener el absolutismo monárquico. Con la
Revolución Francesa el normalismo se convertiría en una herramienta privilegiada para
la formación de los sujetos de la nueva sociedad. La escuela tendría la responsabilidad
de enseñar los principios políticos y morales del nuevo orden,
mediante una educación universal y laica a través de la razón y la ciencia.
Cabe aclarar que esas eran las condiciones dadas en Europa, pero debemos hacer
referencia a una experiencia que tuvo una influencia importante en el proyecto
argentino, que fue la experiencia normalista norteamericana llevada a cabo por
Horace Mann, secretario de Educación del Estado de Massachusetts, él
implementó el normalismo en su país, luego de tomar contacto con la experiencia
desarrollada en Prusia. En esa línea se debe sumar la incidencia que tuvieron las
docentes 1 que Sarmiento trajo de aquel país, conocidas como las 65 valientes.

INICIOS EN ARGENTINA
A fines de 1869, el presidente Sarmiento logró la sanción de la ley que autorizaba
la creación de las escuelas normales nacionales. En 1870 se decretó la creación de
la Escuela Normal de Paraná, que en sus inicios funcionó en el edificio donde se
emplazaba la casa de gobierno.
Siete décadas después, entre 1927 y 1932 el Ministerio de obras públicas de la
nación iba a construir su edificio actual.
La propuesta de formación se desarrollaba en un curso de cuatro años de
duración, donde se impartía no solo un sistema de conocimientos, sino también el
arte de enseñar (métodos) y las aptitudes necesarias para ejercerlo. La Escuela de
Paraná era mixta. Va a ser en Concepción del Uruguay que se va a crear la
primera Escuela Normal para mujeres en 1873.
En su etapa inaugural, el gobierno nacional dispuso becas para estudiantes de
colegios nacionales del interior que quisieran convertirse en maestros. A cambio
se les requería ejercer la docencia por al menos 6 años.
Para ser alumnos de la Escuela Normal, los aspirantes debían contar con 16 años
de edad, intachable moral, buena salud y aprobar un examen sobre lectura,
escritura, aritmética y geografía. La escuela tuvo sus dos primeros egresados en
1874: Felix Avellaneda y Delfín Jigena.

EXPANSIÓN
Sobre este escenario el normalismo se extendió con fuerza hacia fines del siglo 19.
Las maestras norteamericanas, las primeras camadas de egresados de las escuelas
normales y los inspectores nacionales fueron activos difusores de la cultura
normalista. En 1896, 25 años después de la primera en Paraná, las escuelas
normales ascendían al número de 38 en el país.

1
entre 1869 y 1898 el gobierno argentino contrató a 61 maestras y 4 maestros (65 en total) para trabajar en
escuelas normales del interior del país. En muchos casos tuvieron directamente que fundarlas y en otras, ayudar a
construirlas, como sucedería en Catamarca.
Bueno aquí surge un interrogante en cuanto a los sujetos
¿Quiénes eran los y las aspirantes en convertirse en
maestros y maestras?

El ingreso al magisterio remite a distintas motivaciones así como eran distintas las
biografías de sus aspirantes:

Grupo 1: Muchachos y muchachas oriundos de las provincias que veían


en el magisterio una forma de progreso, basado no solamente en el estatus
de un trabajo no manual, sino en las condiciones económicas de un empleo
estable.

Grupo 2: Señoritas procedentes de familias económicamente consolidadas


que aspiraban a encontrar en la docencia un medio de acrecentamiento del
capital cultural y una forma decente de adentrarse en la trama pública.

Grupo 3: Hijas de pequeño comerciantes o industriales de escasa


envergadura aspirando también al ascenso social

Grupo 4: Contingente (hombres principalmente) al que se le podría llamar


la “burocracia educativa” que tenían como meta ascender en sus labores
hasta convertirse en inspectores, visitadores o directivos.

Paralelamente al incremento de aspirantes creció la oferta y la red de escuelas se


expandió, en los años posteriores a la fundación de la primera escuela normal, se
sucedió la construcción de los edificios escolares, este hecho significó de alguna
manera la presencia del Estado educador.
Escuela Normal “Juan Pujol” Corrientes-
fundada en 1883

Escuela Normal “Sarmiento” Chaco –


fundada en 1910

El impacto visual de estos edificios en la trama urbana contribuía al conjunto de


representaciones e imágenes que los ciudadanos argentinos construyeron sobre el
Estado – Nación.
DIFICULTADES
El proceso de expansión se vio atravesado por dificultades de distinta índole. Una
de ellas fue que la cobertura de la enseñanza por parte de los maestros y las
maestras normales fue un proceso LENTO. ¿Qué quiere decir esto?
● Los egresados y egresadas normales no llegaban a cubrir las necesidades
educativas del país.
● Existía un alto porcentaje de maestros que no contaban con un título
expedido por una Normal. Estos ejercían la función gracias a
habilitaciones extendidas por los consejos de educación provinciales.
● Los esfuerzos por hacer del magisterio una profesión acreditada y
certificada por el Estado se toparon con un déficit en la provisión de
maestros y maestras con título que podía ofrecer.

Esta realidad dio lugar a la convivencia de las Escuelas Normales con otras
instituciones formadoras de docentes:

● Escuelas Normales Provinciales (creadas y sostenidas con mucha


dificultad por las provincias)

● Escuelas Normales Populares (surgidas por iniciativa de las Sociedades


Populares de Educación)

Otras prácticas o modalidades:


● Cursos nocturnos en las escuelas y academias de verano.

EL PERFIL DEL NORMALISMO PARANAENSE


Vamos a detenernos en los protagonistas, en los sujetos cuyas ideas forjaron este
perfil normalista Stearns, Torres y Scalabrini. También pasaron por allí algunas
maestras estadounidenses que se sumaron al proyecto político educativo
impulsado por Sarmiento. Las primeras generaciones de maestros recuperarían
este proyecto inicial y más tarde lucharían por la profesionalización docente que
debía estar certificada por las escuelas normales.
George Stearns José María Torres Pedro Scalabrini
1871 – 1876 1876-1885
Objetivo: Organizar y dar Consolidación institucional -Sus ideas le dan al
continuidad a la escuela -Concebía al docente como normalismo una impronta
recién creada. una pieza clave en la cientificista.
Desafíos: construcción y -Adhirió a los principios del
-La resistencia de una reproducción del orden positivismo.
sociedad estatal -Consideraba que la
básicamente pedagogía debía promover el
católica ante un cuerpo -La función del maestro era aprendizaje a partir de la
docente, incluido moralizadora. observación y del
su director, que -Su comportamiento debía ser conocimiento concreto de la
era mayoritariamente ejemplar. naturaleza.
protestante. -El maestro es un “educador -En esta línea concebía al
metódico” maestro como un orientador
-Instalar la idea de que la -La profesionalización que acompañaba el
enseñanza era una profesión docente requiere del desarrollo de la autonomía
promovida, administrada y conocimiento del método. del alumno.
certificada por el Estado -La Escuela Normal es donde
Nacional. se enseñan principios y
aplicaciones.
Preocupaciones pedagógicas: -Educar requiere cultivar la
inteligencia, la voluntad y los
Lo metodológico en la sentidos.
formación de los maestros, -Concibió la pedagogía a
instalación de laboratorios partir de 2 grandes
para ciencias y gimnasios. cuestiones: La dimensión
didáctica de la tarea docente
(método) y
La disciplina escolar
-ENSEÑAR ES MORALIZAR
CONSOLIDACIÓN DEL NORMALISMO
El normalismo se consolidó respondiendo activamente ante la tarea de
alfabetización masiva y en la construcción de la identidad nacional de los futuros
ciudadanos. Los maestros y maestras se reconocen herederos de Sarmiento. Pero
cabe preguntarse:

¿Qué aspectos del ideario sarmientino heredan?

El proyecto sarmientino debe examinarse con todas sus contradicciones. Se trata


de una pedagogía cruzada por profundas escisiones.
La configuración del normalismo se apoyó por un lado en la dualidad
Civilización- Barbarie esta dualidad tuvo una gran vitalidad dentro de los ejes de
la formación de los maestros y maestras. Recuerden que la inmigración real que
llegó a la Argentina fue significativamente diferente a la esperada por Alberdi y
Sarmiento. Los proletarios se convirtieron en la nueva Barbarie que había que
combatir. Frente a ese paisaje los normalistas fueron girando desde sus posiciones
pedagógicas más pragmáticas hacia prácticas más duras. En muchas
oportunidades la escuela asumió como finalidad el control a los inmigrantes y
buscó someterlos al orden nacional.
La educación pública pasó de ser una Educación Moral (inicios) a una Educación
Patriótica a través de la inculcación de valores y rituales
HOMOGENEIDAD CULTURAL y
CONTROL SOCIAL.

La autora Adriana Puiggrós (1990) alude a este accionar en los siguientes párrafos:
INFLUENCIAS FILOSÓFICO-PEDAGÓGICAS
Dos grandes corrientes del pensamiento se combinaron en el normalismo:

Espiritualismo

La filosofía espiritualista se difundió principalmente en las cátedras de las


escuelas normales, los colegios nacionales y las universidades. Sus
principios fundamentales remiten a las ideas elaboradas por Karl Krause,
filósofo alemán, destacado en teoría social por reivindicar la igualdad de
derechos entre el hombre y la mujer y los derechos de los niños. La prédica
krausista llamaba a emprender una lucha de regeneración moral. Para los
pedagogos y maestros enrolados en esa tradición el maestro debía asumir
un rol regenerador.

Positivismo

Esta corriente postula que el mundo estaba conformado por un conjunto de


hechos individuales y observables, cuyas relaciones podían conocerse a
través de las ciencias de la naturaleza.
Ahora bien, los positivistas sostenían que podría implementarse este
mismo esquema de conocimiento al estudio de la realidad social. Por lo
tanto promovieron a través de la educación una reforma social. Los grupos
dirigentes vieron en los principios del positivismo una doctrina capaz de
erradicar, a través de la educación, los resabios coloniales, aún presentes en
la sociedad y así finalmente emanciparse y encauzar por la senda de la
civilización. EDUCAR ERA NORMALIZAR, UNA TAREA QUE FUE
ENTENDIDA COMO MISIÓN.
También se nutrió de los argumentos que le aportó la Psicología, pero sus
fundamentos se apoyan sobre bases biologicistas, a tal punto que los planes
de estudio del profesorado no permitían cursarla sin tener aprobadas las
materias biología, anatomía y fisiología del sistema nervioso.
Uno de los principales aportes de la psicología consistió en establecer los
parámetros y los límites entre aquellos comportamientos considerados
normales respecto de los anormales.
A estos aportes se les sumó también los de la corriente del Higienismo, que
establecía estrechas relaciones entre salud – enfermedad y orden social.
Los pedagogos “normalizadores” se esforzaron por justificar teóricamente la
distribución de rangos dentro de la sociedad a partir del discurso médico y de la
psicología.
La ciencia ofrecía bases objetivas que legitimaban el lugar de los sujetos y las
clases dentro del orden social establecido. La aplicación y el cumplimiento de las
normas serían fundamentales, quienes se desviaran de ellas formarían sujetos
anormales.

NORMALISTAS DUROS VS. NORMALISTAS DEMOCRÁTICOS


Sería simplificador pensar que dentro del normalismo no existieran alternativas
diversas.
De hecho no hubo homogeneidad, hubo sentidos en disputa sobre la educación.
La pedagogía se fue desarrollando a través de múltiples prácticas que expresaban
tendencias alternativas. Por ejemplo la influencia de Carlos Vergara.

PARA IR CERRANDO

La sociedad se transformaba, en términos cuantitativos y cualitativos- y la


pedagogía de bases científicas contribuyó al disciplinamiento y control social a
través de la codificación escolar. La didáctica fue concebida a partir de
principios racionales y científicos, se promovió la utilización de los métodos
deductivo e inductivo y los procedimientos analítico y sintético.

La organización escolar, la planificación, la evaluación y la disciplina fueron ejes


configuradores de la tarea docente.

BIBLIOGRAFÍA

Arata, Nicolás y Mariño, Marcelo (2013) La educación en la Argentina: Una


historia en 12 lecciones. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Centro de
Publicaciones Educativas y Material Didáctico, pp. 121 -139.

ACTIVIDAD:

Les pedimos que previo al trabajo de esta clase, puedan realizar una relato
autobiográfico que recupere la historia escolar y de formación. Esto en no más de
dos carillas.
Como disparadores, recuperamos algunas preguntas trabajadas en el espacio de
Investigación:
¿Cuáles fueron los momentos más significativos vividos a lo largo de la historia
escolar? ¿Quiénes fueron las personas que “marcaron” esas trayectorias y por qué?
¿Cómo enseñaban, cómo era su vínculo y relación con las y los estudiantes? ¿Qué
características tenía la escuela?

Esta semana realizaremos una actividad de escritura, en ella les pedimos que una vez
realizado el relato puedan compararla con la educación en las escuelas normales:
- ¿Qué diferencias encuentran?
- ¿Hay similitudes?
- ¿Encuentran rasgos referidos a la tradición normalista? ¿Cuáles?
- ¿Cuál es el discurso que se configuró en su formación? entendiendo el
concepto de discurso como lo plantean Arata y Mariño (2013)
Una vez que hayan avanzado con las consignas, les pedimos que puedan profundizar
en el análisis y establezcan posibles relaciones entre los datos presentes en su relato y
los aportes de Arata y Mariño. Este análisis deberán presentarlo en un escrito a través
del espacio tareas. El mismo tendrá una extensión mínima de 300 palabras y un
máximo de 400 palabras..

Aclaración importante: el relato no deben compartirlo, este es solo insumo para la


actividad.

CRITERIOS DE EVALUACIÓN:
● Capacidad de expresar de manera clara sus ideas, en un escrito que refleje
coherencia y cohesión.
● Integración de aportes conceptuales en relación a su relato escrito.
● Cumplimiento de la extensión solicitada (análisis no mayor a 400 palabras).
● Cumplimiento de citado según Normas APA.

CÓMO CITAR ESTA CLASE

Lujan Adriana (2022) Clase 1 “La tradición normalista”. Profesorado en educación


superior. 1 cohorte. 2021 - 2022. Facultad de Humanidades – UNNE. Revisada y
adecuada por: Benitez, Facundo Exequiel (2024)

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