Ae4-Unidad Didàctica Economìa Popular y Solidaria

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS

MODALIDAD A DISTANCIA

SEMESTRE 2024 – 2024

GUÍA DIDÁCTICA

ECONOMÍA POPULAR Y SOLIDARIA

Carrera: ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

TUTOR:

Luis Rodríguez

Quito - Ecuador
Contenido:

UNIDAD 1. ANTECEDENTES Y NORMAS GENERALES

1.1 Epistemología de la Economía Popular y Solidaria


1.2 Antecedentes y Caracterización de la Economía Popular y Solidaria en el Ecuador
1.3 Marco Normativo para el Sector Real y el Sector Financiero de la Economía
Popular y Solidaria en el Ecuador
1.4 Políticas Públicas para el Sector Real y Sector Financiero de la Economía Popular
y Solidaria

UNIDAD 2 SECTOR FINANCIERO POPULAR Y SOLIDARIO

2.1 Caracterización del Sector Cooperativo en el Ecuador


2.2 Composición del Sector Financiero de la Economía Popular y Solidaria en el
Ecuador
2.3 Segmentación del Sector Financiero Popular y Solidario
2.4 Metodologías de Crédito y Desarrollo de Productos y Servicios Financieros

UNIDAD 3 LAS RELACIONES CON EL ESTADO

3.1 Marco Institucional de la Economía Popular y Solidaria en el Ecuador


3.2 Actividades Rectoría de la Economía Popular y Solidario: Comité
Interinstitucional, Consejo Consultivo
3.3 Actividades Regulación y Control de la Economía Popular y Solidaria: Junta de
Política y Regulación Monetaria y Financiera, La Superintendencia de Economía
Popular y Solidaria
3.4 Actividades de Fomento y Desarrollo de la Economía Popular y Solidario: Instituto
de Economía Popular y Solidaria, La Corporación Nacional de Finanzas Populares y
Solidarias

UNIDAD 4. LA PROTECCIÓN. PROMOCIÓN Y FOMENTO

4.1 Finanzas Populares y Solidarias: Ramas de actividades económicas de la


economía popular y solidaria
4.2 Finanzas Populares y Solidarias: Ramas de actividades económicas de la
economía popular y solidaria
4.3 Evaluación de Desempeño Social de las Organizaciones del Sector Financiero de
Economía Popular y Solidaria
4.4 El Balance Social de las Entidades del Sector Financiero de Economía Popular y
Solidaria

Bibliografía

Anexo: Proyección con el método de mínimos cuadrados


UNIDAD 1. ANTECEDENTES Y NORMAS GENERALES

1.1 Epistemología de la Economía Popular y Solidaria

El desarrollo del capitalismo en su fase neoliberal globalizada, dominante a


nivel de los países y regiones periféricas de América Latina, ha hecho
preguntarse a distintos actores políticos, sociales y culturales, ¿cómo revertir
esta fase de dominación del capitalismo, tan voraz con nuestras sociedades y
naturaleza? La respuesta que se ha ido generando, en diversos hemiciclos, es
el nacimiento del concepto de economía solidaria y el resurgimiento del
cooperativismo. Ambas concepciones han ido dando respuesta a la exclusión
social y sobreexplotación de la naturaleza en nuestras regiones, que el modelo
neoliberal ha dejado como secuelas, muy difíciles de borrar en nuestras
sociedades.

La concepción de economía solidaria es una alternativa que puede darse al


interior del capitalismo dominante. Consiste en fundar las bases de un modo de
producción con otros principios, por supuesto distintos a los de la explotación
de los obreros, que busca el objetivo maximizar las tasas de ganancia y en
donde la naturaleza es un insumo para producir riqueza, como se practica en la
actual fase neoliberal. Los principios de la economía solidaria, como su nombre
lo dice, son parte de la solidaridad entre trabajadores que han sido
explotados, y que perciben y toman conciencia de que su capacidad de
generación de riqueza ha beneficiado sólo a los dueños del capital. Por tanto,
la economía solidaria descansa, en cuanto a base social, en la sociedad civil,
en la crisis de las relaciones de trabajo-capital, en el aumento de la exclusión
social en la adquisición de bienes y servicios por parte de una gran masa de
personas, y en la sobreexplotación de los recursos naturales. Esto ha llevado a
que las bases sociales colectivicen la producción de bienes y servicios,
reorganizando las formas de producción, por medio de la creación de
cooperativas, pequeñas empresas autogestionadas y de trabajo comunitario de
producción material, y/o servicios de consumo. Con esto se instala un segundo
principio, de la igualdad entre pares sobre una propiedad colectiva, que se
pone en práctica cuando debe ser gestionada por medio de formas y métodos
democráticos para la toma de decisiones.

La economía solidaria puede ser definida "como un conjunto de actividades


económicas de producción, consumo y crédito organizadas sobre la base de
formas de autogestión, en donde la propiedad del capital es de carácter
colectivo y la toma de decisiones es democrática en donde todos los miembros
de la entidad productiva participan directamente" (SINGER, 2003) En esta
definición todos los trabajadores son propietarios del negocio, ya que el capital
es su propia capacidad transformación material, y todos trabajan para producir.
Por tanto en esta forma de producción, la división capital-trabajo tiende a
desaparecer. (Monge, 2001).

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Definición.- Según la Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria en su
artículo 1, se entiende por economía popular y Solidaria a la forma de
organización económica, donde sus integrantes, individual o colectivamente,
organizan y desarrollan procesos de producción, intercambio, comercialización,
financiamiento y consumo de bienes y servicios, para satisfacer necesidades y
generar ingresos, basadas en relaciones de solidaridad, cooperación y
reciprocidad, privilegiando al trabajo y al ser humano como sujeto y fin de su
actividad, orientada al buen vivir, en armonía con la naturaleza, por sobre la
apropiación, el lucro y la acumulación de capital.

El sumak kawsay (buen vivir) y la economía social y solidaria

El reto del Buen Vivir, que en gran medida estará asocia- do al tema del
trabajo, tendrá que resolverse por el lugar que se otorga al trabajo humano no
simplemente para producir más, sino para vivir bien. Tratándose de un ejercicio
colectivo mejor sería decir para “convivir bien”. (Acosta, 2011, p. 20).

Decidimos construir... Una nueva forma de convivencia ciudadana, en


diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el sumak
kawsay. (Constitución del Ecuador, Asamblea Constituyente, 2008).

Orígenes, concepciones y prácticas

Históricamente, el sumak kawsay7 ha subsistido en la memoria de las


comunidades indígenas de la región andina como un sen- tido de vida, una
ética que ordena las formas de interacción de la comunidad. En tiempos de los
Estados originarios precolombinos, no solo servía para organizar la comunidad,
sino toda la sociedad, incluso al Estado mismo, que se había hecho tributario
de tal estructura de sentidos (Simbaña, 2011, p. 220).

Para Jubeto, Guridi, y Fernández-Villa, la economía comunitaria en el horizonte


del buen vivir, plantea un nuevo paradigma que se explica desde el ayllu, como
sistema de organización de la vida. El ayllu o comunidad, se comprende como
“la unidad y estructura de vida”, es decir, el ser humano es sólo una parte de
esta unidad que está compuesta por: animales, insectos, plantas, montañas, el
aire, el agua, el sol. Inclusive todo lo que no se ve como los ancestros y otros
seres, son parte de la comunidad. Todo vive y todo es importante para el
equilibrio y la armonía de la vida (Jubeto, Guridi, & Fernán- dez-Villa, 2014, p.
38).

El fundamento central de la concepción occidental es concebir al ser humano


como individuo, es decir, como entidad separada de la naturaleza a la cual hay
que dominar, someter, explotar, haciendo uso de sus recursos sin medida; más
que por rendimientos de la pro ducción. Entonces, se corre el riesgo de pensar
y accionar una socie- dad como civilizada mientras más alejada está del mundo
natural. En tiempos de antaño mantener todo vínculo con la naturaleza era
muestra de barbarismo. La naturaleza era concebida como contra- posición a lo
civilizado, a lo humano, a la razón, por lo tanto había que controlarla y

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someterla como mero objeto de dominio y máxima fuente de riqueza (Simbaña,
2011, p. 222).

Desde cada comunidad se genera una dinámica económica distinta, con


relaciones de complemento y reciprocidad con la vida, con la Madre Tierra, la
comunidad y la familia.

Cada relación económica no es con el fin de acumular el capital, sino


esencialmente para preservar la vida. Por lo tanto, toda rela- ción económica
no sólo debe estar enmarcada en leyes económicas de interés humano, sino
también en leyes naturales que cuiden la vida, la Madre Tierra, la comunidad y
la familia. Bajo el principio del equilibrio, la complementariedad genera la
distribución y la redistribución, según la necesidad del momento. En la
comunidad, cada familia tiene el “derecho de relación” con la Madre Tierra de
acuerdo con su número de miembros. En la dinámica de la
complementariedad, los miembros de la comunidad reciben y aportan de
acuerdo con sus necesidades y responsabilidades (Jubeto, Guridi, &
Fernández-Villa, 2014, p. 39).

Como se señala, el concepto de Buen Vivir8 emerge de la cosmovisión


indígena, recuperando sus principios centrales como la complementariedad, la
reciprocidad, la redistribución, la solidaridad. No es una versión de las teorías
del desarrollo ni una nueva forma de medir el progreso, sino que descentra su
eje conceptual y transfiere la discusión hacia el ser humano, la colectividad y el
medio ambiente. En este sentido, el alcance de una discusión en torno al Buen
Vivir como meta de una sociedad, implicará una revisión del estilo de vida
vigente, desde las bases para fortalecer sus prácticas, así como el nivel de las
clases altas, que sirven de horizonte de expectativas para gran parte de la
población.

Principios y conceptos

Revisadas las críticas a los modelos de economía ortodoxos, donde el


desarrollo es comprendido y el crecimiento es medido en términos monetarios
o de mercado, se buscó opciones que valoraran las actividades humanas en
función del bienestar que producen para la vida de las personas y para las
comunidades. En tal sentido, es indispensable reducir la esfera de influencia y
predominancia del mercado, revalorizando las distintas formas de
relacionamiento social, no solo como formas de hacer frente a la satisfacción
de necesidades humanas, sino pensando en una mejor y más apropiada
manera de generar vínculos entre las distintas dimensiones de lo humano: la
dimensión personal, social y su entramado de interacción: la medioambiental.

Se ubica a los años setenta como el periodo en que la economía social conoció
una notable expansión en Europa, especialmente en Francia, Bélgica, España
y Portugal. De igual manera se reconoce un gran avance en Quebec y en
amplias regiones latinoamericanas, siendo Argentina, Brasil, Chile y Ecuador
países de referencia obligada. El amplio tratamiento del tema se atribuye al
hecho de que la llegada de la crisis económica y los cambios operados en el
escenario económico internacional desembocaron en una pérdida de

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capacidad de los Estados nacionales como dinamizadores de la economía, con
capacidad de regulación y de generación de empleo (Jubeto, Guridi, &
Fernández-Villa, 2014).

Ciertamente, es necesario mirar las diversas formas de comprender la


dinámica social, pero también es preciso recurrir a los conceptos clásicos de la
economía, tales como producción, consumo, distribución, circulación o trabajo.
El uso apropiado de los recursos es un factor a tomarse en cuenta, para reducir
el impacto ambiental sobre el medio ambiente, disminuir las escalas de
producción, los costos de transacción y, de esta manera, fortalecer las redes,
mejorar la relación con el entorno y el territorio, potenciando las capacidades y
condiciones de cada localidad, buscando pasar de una sociedad de mercado a
una sociedad solidaria y sustentable (Unceta, 2014).

Para la llamada “economía convencional”, tanto el consumidor como el


productor interactúan desde una lógica racional e individual, buscando el
máximo beneficio para sí mismo. El consumidor busca maximizar el beneficio
individual en elecciones racionales y el productor busca maximizar la utilidad
personal en el consumo de bienes y servicios, sin consideraciones ulteriores
respecto al efecto que sus acciones tengan sobre la sociedad, su comunidad
cercana o el medio ambiente (Jubeto, Guridi, & Fernández-Villa, 2014).

De tal modo, sustentados en los principios liberales donde la propiedad privada


constituye uno de los principales pilares de la economía, todo puede ser
concebido como una mercancía susceptible de transacción monetaria; en tanto
las actividades están institucionalizadas y guían la actuación de los agentes
económicos así como ponen límites a sus decisiones, de conformidad con
ciertas re- glas formales e informales. Varias de estas reglas están plasmadas
en marcos normativos que rigen la acción:

Todo ello se completa con un marco jurídico que garantice los derechos de
propiedad privada y la libertad de empresa, y con la existencia de instituciones
que lo promuevan y lo regulen, de modo que se garanticen y legitimen el
tratamiento como mercancías de los recursos naturales, el trabajo humano y el
capital, cuyos precios (renta, salario e interés) se establecerán en el mercado a
través del mecanismo de la oferta y la demanda. (Jubeto, Guridi, & Fernández-
Villa, 2014, p. 34).

La crítica que surge entonces de la mano de los planteamientos de Polanyi, si


bien no es la única realizada a la economía de mercado, es la principal sobre la
cual se someterán a análisis varios elementos. Este autor, tras un recorrido por
la historia de la economía mundial moderna, reconoce que la economía de
mercado no es una constante en la historia humana y su surgimiento,
consolidación y apogeo como modelo capitalista, sino que es la etapa de una
transición necesaria, pero también resultado de decisiones y procesos situados
históricamente en los últimos dos siglos.

El centro de su teoría se sustenta sobre la idea de que la actividad económica


no se reduce únicamente al intercambio de mercado, sino que incluye además
los principios de redistribución, función realizada principalmente por el Estado,

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y la reciprocidad así como donación voluntaria que ejerce la sociedad civil.
Todos los sistemas económicos que se conocen hasta el feudalismo de la
Europa occidental se encuentran organizados siguiendo los principios de
reciprocidad, de redistribución y de administración doméstica; o una
combinación de los tres (Polanyi, 1997, p. 100).

Estos principios que Polanyi identificó como resultado de su recorrido histórico,


son coincidentes con la cosmovisión de los pueblos originarios de la región
andina. Habrá que sumar dos principios que suman complejidad a esta
dinámica de funcionamiento: la simetría y la centralidad; en tanto patrones de
comportamiento de las organizaciones de las sociedades satisfacen las
necesidades de la reciprocidad y la redistribución, sumado a patrones
institucionales y principios que se ajustan mutuamente.

Lo fundamental es que la dinámica emerge y se regula desde la lógica de la


organización social, de la sociedad misma y no desde lo individual; en tanto se
mantengan sus principios vigentes:

No surgirán motivaciones económicas individuales; no tendrá que temerse


ninguna reducción del esfuerzo personal; la división del trabajo se asegurará
automáticamente; las obligaciones económicas se cumplirán puntualmente; y
sobre todo se proveerán los medios materiales para una exhibición exuberante
de abundancia en todos los festivales públicos. En tal comunidad queda
descartada la idea del beneficio; se desprecia el regateo; se aclama como una
virtud la donación; no aparece la supuesta propensión a trocar e intercambiar.
En efecto, el sistema económico es una mera función de la organización social.
(Polanyi, 1997, p. 98).

Se requiere superar la lógica del mercado como estructura organizadora de la


sociedad en función de principios que permitan interacciones
institucionalizadas estructurantes, no solo estructuradas, concertadas,
consensuadas y legitimadas. a partir de la implementación de principios como
la reciprocidad, la redistribución y el intercambio más allá del mercado o través
del mismo, pero no para el mercado ni bajo su mandato, desde una pretendida
autorregulación o autocontrol místico.

La reciprocidad sitúa las relaciones desde un lugar de simetría, de equidad, en


condiciones homogéneas en el doble movimiento del dar y el recibir,
cuestionando la racionalidad utilitarista que se busca a sí misma. La
reciprocidad, en tanto organizador social, trasciende los aspectos económicos y
se vincula a cuestiones simbólicas de prestigio capital simbólico diría Bourdieu,
en tanto característica que sitúa el valor en el otro, no en el rédito propio, el
cual es agente de cohesión al momento de realizar ejercicios de intercambio.

La redistribución, como forma de integración social que facilita una relación


piramidal por el ejercicio de una centralidad, sur- ge desde un patrón
redistributivo como pauta que permite tanto la agrupación como el reparto,
lográndose tanto un pacto sustentado en la costumbre o en la ley. Implica una
institucionalidad reconocida y legitimada sobre la cual descansan los esquemas
redistributivos (Unceta, 2014).

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De cualquier forma, como advierte Unceta, el intercambio tiene que darse a
través del mercado, aun cuando se busque su re dimensionamiento, su
delimitación como factor influyente sobre las relaciones sociales:

Este tipo de intercambio ha adoptado muy diferentes formas a lo largo de la


historia en unos y otros tipos de sociedades, y representa la posibilidad de una
relación entre puntos dispersos o fortuitos del sistema. Para poder generar
integración y asociación entre las partes, el intercambio precisa de un sistema
que se rige sobre la base de precios y de mecanismos de oferta y demanda.
Ahora bien, esto requiere también de una racionalidad utilitarista, que incide en
la consideración de las opciones más ventajosas a la hora de comprar o
vender. Y significa igualmente la necesidad de una cierta institucionalización,
de unas reglas más o menos precisas según el grado de complejidad social
para que el mercado pueda funcionar (Unceta, 2014, p. 146).

En tanto se busca lograr este redimensionamiento, se requiere limitar los


mercados y favorecer a las localidades debido a que los principios generales
de la nueva mirada sobre la economía se van tornando cada vez con mayor
fuerza en formas de proceder, relacionarse, converger e interactuar entre los
diversos actores sociales: des- de iniciativas de comercio justo, cooperativas de
consumo, instituciones micro-financieras o de financiamiento colectivo,
mercados alternos, ferias de productos, entre muchas otras formas de
expresión.

Una vez identificados los grandes principios que van perfilando una nueva
forma de entender la economía, es posible revisar ciertos elementos
específicos de la llamada Economía Popular, Economía Solidaria, Economía
del Trabajo. Para empezar, se entiende por economía solidaria a la forma de
producir, distribuir y consumir en que las relaciones solidarias y la cooperación
mutua constituyen la base de la organización empresas, asociaciones,
cooperativas, familias, unidades domésticas y de los circuitos de distribución
económica. La solidaridad presente y operante en la economía da lugar a una
racionalidad económica especial (Cotera, 2008).

Coraggio denomina de varias maneras a esta nueva forma de economía, según


el tipo de énfasis que quiere asignar a lo nodal: el ser humano y la
revalorización tanto de las relaciones como de su trabajo, antes que el ingreso
o el beneficio propio. Así, en ocasiones el término alude a la economía del
trabajo y en otras a la economía social, siendo siempre un factor común que
sólo pueden comprenderse en contrapunto con la economía del capital. Este
autor asume la economía a través de la lógica del trabajo y su reproducción
ampliada contra la hegemonía del capital y su acumulación.

En concordancia con lo que manifiesta Coraggio, para otros autores la


Economía Solidaria es un concepto que alude a la idea de solidaridad, en
contraste con el individualismo competitivo. Trata de actores como las
organizaciones de productores, consumidores, ahorristas u otros.

Cotera distingue dos características: a) estimulan la solidaridad entre los


miembros a través de la autogestión, y b) practican la solidaridad con la

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población trabajadora, en especial brindando ayuda a los más desfavorecidos
(Cotera, 2008).

La economía de mercado desconoce las condiciones sociales de exclusión o


desigualdad, o las ubica en el lugar de “fallas del sistema” o “efectos
colaterales”. Poniendo al ser humano en el centro del análisis, se pretende
establecer límites sociales al mercado capitalista y, si es posible, construir
mercados donde los precios y las relaciones resultan de una matriz social que
pretende la integración de todos con un esfuerzo y unos resultados distribuidos
de manera más igualitaria (Coraggio, 2014).

En lo planteado se evidencia el claro enfoque social de esta economía distinta


y renovada, orientada a la amplitud social así como a la focalización en todos
los actores que son parte del sistema, es decir, recupera la atención en quienes
han sido excluidos, marginados o “expulsados” del sistema capitalista,
principalmente los pobres. Ante la exclusión masiva generada por el sistema
socioeconómico dominante, individuos, familias, grupos y comunidades han
desplegado múltiples iniciativas de sobrevivencia innovando o volviendo a
viejas prácticas (Coraggio, 2014).

Se reconoce también a unidades económicas populares nacidas en medio de


la lucha por la generación de ingresos y la sobrevivencia de millones de
personas que han creado su propia actividad económica como mecanismo de
supervivencia. Esta economía popular solidaria, se consolida con base en
apoyo mutuo, la cooperación y el intercambio de conocimientos, mercados o
tecnología. La estrategia es maximizar el factor solidario para lograr la
satisfacción de las necesidades básicas y generar acumulativamente procesos
de desarrollo desde lo local, donde emerjan unidades productivas. Esta lógica
se extiende a los emprendimientos, en el espacio de un mercado más solidario
que competitivo, y de un planeamiento del desarrollo de abajo hacia arriba y
que tiene en el Estado democratizado su referente más abarcador (Cotera,
2008).

1.2 Antecedentes y Caracterización de la Economía Popular y Solidaria en el


Ecuador.

En el caso de Ecuador, durante los últimos nueve años (2008-2016) se han


producido cambios y transformaciones importantes en pro de la ampliación y
profundización de la EPS (economía popular y solidaria): avances en su
legislación y marco normativo; en la institucionalidad, tanto pública como del
propio sector; en el control y supervisión; en el fortalecimiento y financiamiento
de organizaciones, así como en la propia dinámica económica del sector, que
ubican al país como el de mayores logros en este campo en América Latina.

Un eje vertebrador de estas transformaciones fue la creación de la


Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS), que a partir de
mayo de 2012, edificó un sistema integral y eficiente de supervisión, regulación
y control, con una visión que ha ido más allá de su natural gestión, sin
escatimar esfuerzos para aportar mecanismos para el desarrollo del sector. Las
acciones efectivas y adecuadas en este ámbito se convirtieron en una suerte

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de motor para las organizaciones que, día a día, ha permitido a éstas, ir
cumpliendo el ordenamiento jurídico, mejorar su gobernabilidad, su
compromiso con la comunidad, organizar de manera más eficiente sus
procesos de control interno, sus estándares financieros, su gestión
administrativa y transparencia. (Jácome, 2016)

Caracterización:

Este tipo de organizaciones se caracterizaron desde sus inicios por incorporar


dos dimensiones: una socio-cultural y otra política. La primera hace referencia
a la pertenencia a un grupo con identidad colectiva, historia y un destino
común. Entre estos pueden estar individuos, familias o comunidades. La
segunda buscó una ruptura con el capitalismo; es decir, un sistema económico-
político alternativo.

Las organizaciones de economía solidaria poseen dos características


principales. La ya mencionada hibridación de recursos provenientes de
voluntariado, donaciones y demás, cuyo objetivo es fortalecer nuevas
relaciones entre la sociedad civil y el Estado. Y la segunda, denominada
construcción conjunta de la oferta y la demanda, que no es más que la
definición de los servicios a prestarse sobre la base de las necesidades reales
de los usuarios. (Herrera, 2018)

1.3 Marco Normativo para el Sector Real y el Sector Financiero de la Economía


Popular y Solidaria en el Ecuador

La pirámide de Kelsen es un instrumento gráfico muy válido al momento de


jerarquizar el ordenamiento jurídico de un país. Sobre la base de este modelo,
a continuación se presenta y analiza el marco legal que rige al sector de la
economía popular y solidaria ecuatoriana desde el año 2008. En primera
instancia consta la Constitución de 2008, luego se encuentra el Código
Orgánico Monetario y Financiero de 2014, la Ley Orgánica de Economía
Popular y Solidaria de 2011, el Reglamento a la Ley Orgánica de Economía
Popular y Solidaria de 2012, y finalmente las Resoluciones de Junta Política y
Regulación Monetaria y Financiera, tal como se aprecia en el gráfico 4.
Posterior a ello, se enunciará la institucionalidad creada en estos años en torno
a la Economía Popular y Solidaria (EPS). Según la pirámide elaborada por el
autor Mario Herrera, el ordenamiento jurídico se expresa según el siguiente
gráfico:

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Actualmente, en Ecuador, el sector está regulado por la Ley Orgánica de
Economía Popular y Solidaria.

Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria LOEPS

Ámbito de aplicación:

Personas naturales y jurídicas sector Financiero Popular y Solidario; y, las


instituciones públicas encargadas de la rectoría, regulación, control,
fortalecimiento, promoción y acompañamiento.

No aplica para mutualistas y fondos de inversión, las mismas que se regirán


por la Ley General de Instituciones del Sistema Financiero y Ley de Mercado
de Valores, respectivamente

Asociaciones que no procuren la producción de un bien o servicio que vaya en


beneficio de las personas.

Art. 5.- Acto Económico Solidario, no constituyen actos de comercio o civiles


sino actos solidarios y se sujetarán a la presente Ley.

Art. 6.- Registro.- Las personas y organizaciones amparadas por esta Ley,
deberán inscribirse en el Registro Público.

Formas de organización

Organizaciones conformadas en los Sectores Comunitarios, Asociativos y


Cooperativistas, así como también las Unidades Económicas Populares.

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Personalidad Jurídica.- Las organizaciones de la Economía Popular y Solidaria
se constituirán como personas jurídicas, se otorgará mediante acto
administrativo del Superintendente que se inscribirá en el Registro Público
respectivo.

Las organizaciones en el ejercicio de sus derechos y obligaciones actuarán a


su nombre y no a nombre de sus socios.

SECTOR COMUNITARIO: Es el conjunto de organizaciones, vinculadas por


relaciones de territorio, familiares, identidades étnicas, culturales, de género, de
cuidado de la naturaleza, urbanas o rurales; o, de comunas, comunidades,
pueblos y nacionalidades que, mediante el trabajo conjunto, tienen por objeto la
producción, comercialización, distribución y el consumo de bienes o servicios
lícitos y socialmente necesarios, en forma solidaria y auto gestionada, bajo los
principios REGULADORES.

FONDO SOCIAL.- Para el cumplimiento de sus objetivos, las organizaciones


del Sector Comunitario, contarán con un fondo social variable y constituido con
los aportes de sus miembros, en numerario, trabajo o bienes. También
formarán parte del fondo social, las donaciones, aportes o contribuciones no
reembolsables y legados que recibieren estas organizaciones.

En el caso de bienes inmuebles obtenidos mediante donación, éstos no podrán


ser objeto de reparto en caso de disolución y se mantendrán con el fin social
que produjo la donación.

SECTOR ASOCIATIVO.- Es el conjunto de asociaciones constituidas por


personas naturales con actividades económicas productivas similares o
complementarias, con el objeto de producir, comercializar y consumir bienes y
servicios lícitos y socialmente necesarios, auto abastecerse de materia prima,
insumos, herramientas, tecnología, equipos y otros bienes, o comercializar su
producción en forma solidaria y auto gestionada bajo los principios de la
presente Ley.

El capital social de estas organizaciones, estará constituido por las cuotas de


admisión de sus asociados, las ordinarias y extraordinarias, que tienen el
carácter de no reembolsables, y por los excedentes del ejercicio económico.

En el caso de bienes inmuebles obtenidos mediante donación, no podrán ser


objeto de reparto en caso de disolución y se mantendrán con el fin social
materia de la donación.

SECTOR COOPERATIVO.- Es el conjunto de cooperativas entendidas como


sociedades de personas que se han unido en forma voluntaria para satisfacer
sus necesidades económicas, sociales y culturales en común, mediante una
empresa de propiedad conjunta y de gestión democrática, con personalidad
jurídica de derecho privado e interés social.

Las cooperativas, según la actividad principal que vayan a desarrollar,


pertenecerán a uno solo de los siguientes grupos: producción, consumo,

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vivienda, ahorro y crédito y servicios.

1.4 Políticas Públicas para el Sector Real y Sector Financiero de la


Economía Popular y Solidaria.

Según la LOEPYS, el Estado Central y los Gobiernos Autónomos


Descentralizados participarán en la conformación de capitales de riesgo y de
organizaciones mixtas de economía popular y solidaria a través de
mecanismos legales y financieros idóneos. El carácter temporal de las
inversiones efectuadas por el Estado deberá ser previamente acordado, tanto
en tiempo cuanto en forma; privilegiando los procesos de desinversión del
Estado en organizaciones donde es o será miembro, asociado o socio en forma
parcial, a favor de la y las comunidades en cuyos territorios tales
emprendimientos se desarrollen, dentro de las condiciones y plazos
establecidas en cada proyecto.

Las organizaciones, sujetas a la LOEPYS se someterán en todo momento a las


normas contables dictadas por la Superintendencia, independientemente de la
aplicación de las disposiciones tributarias existentes.

La intervención es el proceso a través del cual el Estado asume temporal y


totalmente, la administración de la cooperativa para subsanar graves
irregularidades que atenten contra la estabilidad social, económica y financiera
de la entidad.

La Asamblea Constituyente reunida en Montecristi redactó una nueva


Constitución, aprobada mediante referéndum y expedida en octubre 2008. Esta
Carta Magna fue la primera del mundo en destacar la importancia del sector de
la economía popular y solidaria como actor de primer orden para emprender
una nueva forma de hacer economía, según se puede apreciar en los textos
que se transcriben a continuación:

Se reconoce y garantizará a las personas el derecho a desarrollar actividades


económicas, en forma individual o colectiva, conforme a los principios de
solidaridad, responsabilidad social y ambiental.

El régimen de desarrollo tiene el siguiente objetivo: Construir un sistema


económico justo, democrático, productivo, solidario y sostenible basado en la
distribución igualitaria de los beneficios del desarrollo, de los medios de
producción y en la generación de trabajo digno y estable.

La soberanía alimentaria constituye un objetivo estratégico y una obligación del


Estado para garantizar que las personas, comunidades, pueblos y
nacionalidades alcancen la autosuficiencia de alimentos sanos y culturalmente
apropiados de forma permanente. Para ello, será responsabilidad del Estado:
impulsar la producción, transformación agroalimentaria y pesquera de las
pequeñas y medianas unidades de producción, comunitarias y de la economía
social y solidaria.

El sistema económico es social y solidario; reconoce al ser humano como

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sujeto y n; propende a una relación dinámica y equilibrada entre sociedad,
Estado y mercado, en armonía con la naturaleza; y tiene por objetivo garantizar
la producción y reproducción de las condiciones materiales e inmateriales que
posibiliten el buen vivir.

El sistema económico se integrará por las formas de organización económica


pública, privada, mixta, popular y solidaria, y las demás que la Constitución
determine. La economía popular y solidaria se regulará de acuerdo con la ley e
incluirá a los sectores cooperativistas, asociativos y comunitarios.

Las compras públicas cumplirán con criterios de e ciencia, transparencia,


calidad, responsabilidad ambiental y social. Se priorizarán los productos y
servicios nacionales, en particular los provenientes de la economía popular y
solidaria, y de las micro, pequeñas y medianas unidades productivas.

El sistema financiero nacional se compone de los sectores público, privado, y


del popular y solidario, que intermedian recursos del público. Cada uno de
estos sectores contará con normas y entidades de control específicas y
diferenciadas, que se encargarán de preservar su seguridad, estabilidad,
transparencia y solidez. Estas entidades serán autónomas. Los directivos de
las entidades de control serán responsables administrativa, civil y penalmente
por sus decisiones.

EI sector financiero popular y solidario se compondrá de cooperativas de


ahorro y crédito, entidades asociativas o solidarias, cajas y bancos comunales,
cajas de ahorro. Las iniciativas de servicios del sector financiero popular y
solidario, y de las micro, pequeñas y medianas unidades productivas, recibirán
un tratamiento diferenciado y preferencial del Estado, en la medida en que
impulsen el desarrollo de la economía popular y solidaria.

El Estado podrá delegar la participación en los sectores estratégicos y servicios


públicos a empresas mixtas en las cuales tenga mayoría accionaria. La
delegación se sujetará al interés nacional y respetará los plazos y límites
reflejados en la ley para cada sector estratégico.

El Estado podrá, de forma excepcional, delegar a la iniciativa privada y a la


economía popular y solidaria, el ejercicio de estas actividades, en los casos
que establezca la ley.

Se reconocen diversas formas de organización de la producción en la


economía, entre otras las comunitarias, cooperativas, empresariales públicas o
privadas, asociativas, familiares, domésticas, autónomas y mixtas.

El Estado reconoce y garantiza el derecho a la propiedad en sus formas


pública, privada, comunitaria, estatal, asociativa, cooperativa, mixta, y que
deberá cumplir su función social y ambiental.

El Estado, en todos sus niveles de gobierno, garantizará el derecho al hábitat y


a la vivienda digna, para lo cual desarrollará planes y programas de
financiamiento para vivienda de interés social, a través de la banca pública y de

13
las instituciones de finanzas populares, con énfasis para las personas de
escasos recursos económicos y las mujeres jefas de hogar. (Tomado de
Economía y Finanzas Populares y Solidarias para el Buen Vivir en Ecuador).

UNIDAD 2 SECTOR FINANCIERO POPULAR Y SOLIDARIO

2.1Caracterización del Sector Cooperativo en el Ecuador

Dentro de las Formas de Organización de la Economía Popular y Solidaria, el


Art. 8 de la LOEPYS indica que integran la Economía Popular y Solidaria las
organizaciones conformadas en los Sectores Comunitarios, Asociativos y
Cooperativistas, así como también las Unidades Económicas Populares.

Sector Cooperativo.- Es el conjunto de cooperativas entendidas como


sociedades de personas que se han unido en forma voluntaria para satisfacer
sus necesidades económicas, sociales y culturales en común, mediante una
empresa de propiedad conjunta y de gestión democrática, con personalidad
jurídica de derecho privado e interés social.

Las cooperativas, en su actividad y relaciones, se sujetarán a los principios


establecidos en la LOEPYS y a los valores y principios universales del
cooperativismo y a las prácticas de Buen Gobierno Corporativo.

El objeto social principal de las cooperativas, será concreto y constará en su


estatuto social y deberá referirse a una sola actividad económica, pudiendo
incluir el ejercicio de actividades complementarias ya sea de un grupo, sector o
clase distinto, mientras sean directamente relacionadas con dicho objeto social.

Grupos.- Las cooperativas, según la actividad principal que vayan a desarrollar,


pertenecerán a uno solo de los siguientes grupos: producción, consumo,
vivienda, ahorro y crédito y servicios.

En cada uno de estos grupos se podrán organizar diferentes clases de


cooperativas, de conformidad con la clasificación y disposiciones que se
establezcan en el Reglamento de la LOEPYS.

Cooperativas de producción.- Son aquellas en las que sus socios se dedican


personalmente a actividades productivas lícitas, en una sociedad de propiedad
colectiva y manejada en común, tales como: agropecuarias, huertos familiares,
pesqueras, artesanales, industriales, textiles.

Cooperativas de consumo.- Son aquellas que tienen por objeto abastecer a sus
socios de cualquier clase de bienes de libre comercialización; tales como: de
consumo de artículos de primera necesidad, de abastecimiento de semillas,
abonos y herramientas, de venta de materiales y productos de artesanía.

Cooperativas de vivienda.- Las cooperativas de vivienda tendrán por objeto la


adquisición de bienes inmuebles para la construcción o remodelación de

14
viviendas u oficinas o la ejecución de obras de urbanización y más actividades
vinculadas con éstas, en beneficio de sus socios. En estas cooperativas la
adjudicación de los bienes inmuebles se efectuará previo sorteo en Asamblea
General, una vez concluido el trámite de fraccionamiento o declaratoria de
propiedad horizontal; y, esos bienes se constituirán como patrimonio familiar.
Los cónyuges o personas que mantiene unión de hecho, no podrán pertenecer
a la misma cooperativa.

Cooperativas de servicios.- Son las que se organizan con el fin de satisfacer


diversas necesidades comunes de los socios o de la colectividad, los mismos
que podrán tener la calidad de trabajadores, tales como: trabajo asociado,
transporte, vendedores autónomos, educación y salud.

En las cooperativas de trabajo asociado sus integrantes tienen,


simultáneamente, la calidad de socios y trabajadores, por tanto, no existe
relación de dependencia.

En los segmentos de las Cooperativas de Ahorro y Crédito determinados por la


Superintendencia, será requisito la calificación de su Gerente por parte de esta
última.

Patrimonio.- El patrimonio de las cooperativas estará integrado por el capital


social, el Fondo Ir repartible de Reserva Legal y otras reservas estatutarias y
constituye el medio económico y financiero a través del cual la cooperativa
puede cumplir con su objeto social.

Capital social.- El capital social de las cooperativas será variable e ilimitado,


estará constituido por las aportaciones pagadas por sus socios, en numerario,
bienes o trabajo debidamente avaluados por el Consejo de Administración.

2.2 Composición del Sector Financiero de la Economía Popular y Solidaria


en el Ecuador

Sector Financiero Popular y Solidario.- Para efectos de la LOEPYS, integran el


Sector Financiero Popular y Solidario las cooperativas de ahorro y crédito,
entidades asociativas o solidarias, cajas y bancos comunales, y cajas de
ahorro.

2.3 Segmentación del Sector Financiero Popular y Solidario

Transformación.- La Superintendencia, dispondrá la transformación de las


entidades asociativas o solidarias, cajas y bancos comunales y cajas de ahorro,
en cooperativas de ahorro y crédito, cuando por su crecimiento en monto de
activos, socios, volumen de operaciones y cobertura geográfica, superen los
límites fijados por la Superintendencia para esas organizaciones.

Canalización de recursos.- Las entidades asociativas o solidarias, cajas y


bancos comunales y cajas de ahorro podrán servir como medios de
canalización de recursos públicos para el desarrollo e implementación de
proyectos sociales y productivos, en sus respectivos territorios.

15
2.4 Metodologías de Crédito y Desarrollo de Productos y Servicios
Financieros

Metodologías financieras.- Las organizaciones además del ahorro y crédito,


promoverán el uso de metodologías financieras participativas como grupos
solidarios, ruedas, fondos productivos, fondos mortuorios, seguros productivos
o cualquier otra forma financiera destinados a dinamizar fondos y capital de
trabajo.

La Superintendencia de Economía Popular y Solidaria establecerá las políticas


y la forma en que las instituciones del sistema popular y solidario deben
entregar la información al Registro Crediticio del Sistema Nacional del Registro
de Datos Públicos.

Las instituciones del Sistema Financiero de la Economía Popular y Solidaria


proporcionarán únicamente al Registro Crediticio del Sistema Nacional del
Registro de Datos Públicos los registros de datos de la información referente al
historial crediticio. Se prohíbe entregar esta información a cualquier otra
institución que no sean las determinadas en la LOEPYS.

La Superintendencia de la Economía Popular y Solidaria podrá acceder en todo


momento a los datos contenidos en el registro Crediticio para cumplir sus
deberes y obligaciones establecidos en la Constitución y la ley.

El diseño de mecanismos adecuados de evaluación para la identificación de


organizaciones del sector financiero popular y solidario deriva de la misión de la
Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias de promover
esquemas de financiamiento a nivel de segundo piso, que apuntalen a dichas
organizaciones en el desarrollo de mecanismos de crédito apropiados a las
necesidades de la población que no tiene acceso a servicios financieros. Los
esquemas que se activan conciben al crédito como medio para dinamizar las
iniciativas productivas de dicha población.

Los objetivos específicos determinados en las políticas de financiamiento para


las OSFPS son:

• Establecer las medidas para la generación y administración de operaciones


de financiamiento de segundo piso entre la CONAFIPS y las organizaciones del
sector financiero popular y solidario.

• Definir los elementos técnicos fundamentales del ciclo crediticio que deben
ser observados por servidores de la CONAFIPS.

• Promover la administración óptima de la cartera de financiamiento reflejada


en una mínima tasa de morosidad y la generación de adecuadas provisiones
para la cartera en riesgo, conforme lo que determinen las instancias de
rectoría, regulación y control de la Superintendencia de Economía Popular y
Solidaria.

• Controlar el riesgo de crédito, estableciendo mecanismos y herramientas para

16
la adecuada gestión de la cartera de financiamiento, sobre la base del análisis
social y financiero de las OSFPS.

Para optar por operaciones de financiamiento en la CONAFIPS, las OSFPS,


previo a la solicitud de recursos, deben haber pasado por el proceso de
evaluación, diagnóstico y monitoreo establecido en la Unidad de Análisis de
OSFPS, y haber cumplido con los requisitos para ser beneficiarias de los
productos y servicios financieros.

Los recursos que la CONAFIPS entrega a las OSFPS son destinados al


financiamiento de las siguientes necesidades de sus socios o clientes:

• Capital de trabajo.

• Inversión en activos fijos.

• Los que correspondan a las líneas de crédito aprobadas por el Directorio de la


CONAFIPS.

Líneas de crédito

a. Crédito para la economía social y solidaria

La línea de crédito para la economía social y solidaria fue desarrollada como un


mecanismo para facilitar y promover, de manera amplia, la creación de
productos financieros para cubrir la demanda de crédito que genera este
sector, y la expansión de dichos productos hacia sectores y localidades
geográficas desatendidas o marginalmente atendidas, en condiciones que
permitan un rápido acceso, un costo moderado y un plazo adecuado, de forma
que aseguren su recuperación.

La estrategia definida para alcanzar a la población objetivo es poner a


disposición de las organizaciones financieras que trabajan en coordinación con
la Corporación una línea de financiamiento de segundo piso atractiva, en
condiciones de mercado y sostenible, condicionada al cumplimiento de los
objetivos de la Corporación. Estas organizaciones financieras deben tener
experiencia en finanzas populares y voluntad de expandir sus productos en
calidad y cobertura en apoyo a procesos de la economía social y solidaria.
(Reglamento de la Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria, 2018)

Los créditos se otorgan a los beneficiarios en las condiciones establecidas por


la OSFPS seleccionada, siempre y cuando dichas condiciones no se
contrapongan a los objetivos de la Corporación y a los límites que establece
tanto la Corporación, como los límites establecidos por el Directorio. A manera
de ejemplo, hay que mencionar que las tasas son siempre inferiores a las
establecidas por el Banco Central del Ecuador.

b. Fortalecimiento de las capacidades de colocación de las OSFPS

En vista de que las líneas de fondeo que ofrece la Corporación tienen como

17
objeto permitir a la OSFPS una mayor colocación en sujetos de crédito que
desarrollen actividades productivas a nivel micro y, por tanto, ampliar la
cobertura de dichas instituciones, el análisis de las condiciones de
financiamiento deriva de un análisis de las condiciones propias de la cartera
colocada, lo cual mitiga el riesgo de que exista un descalce entre el activo-
cartera de crédito y el pasivo- obligaciones con la CONAFIPS.

Así, se plantea la necesidad de lograr nuevas formas de financiamiento, que


permitan a las OSFPS cubrir más de un ciclo de crédito, para reducir los costos
de transacción asociados a las solicitudes y pagos recurrentes a la
Corporación, y que a su vez, reduzcan los costos de operación que dicho
comportamiento de fondeo de las organizaciones genera a la CONAFIPS.

Para atender dichos requerimientos existe la línea de fortalecimiento de


capacidades de colocación, que actúa como un fondo rotativo que administra
intereses y reembolsa proporciones iguales de capital de cada ciclo de crédito
hasta el final del plazo pactado.

c. Incentivo a instituciones del sector para financiar a beneficiarios de


programas sociales inclusivos

El Gobierno Nacional ha desarrollado algunos programas que buscan fomentar


iniciativas productivas o potenciar la capacidad de producción de estructuras
existentes. Sin embargo, en muchos casos, los emprendedores capacitados no
logran gestionar recursos para financiar sus actividades, debido a diferentes
barreras de exclusión establecidas en el sistema financiero, entre otras, por
falta de garantías, pocas certezas de la demanda a atender, la calidad de los
productos, etc.

En esta línea, la Corporación ha generado alianzas estratégicas con


instituciones públicas y privadas que promueven el desarrollo de capacidades
emprendedoras en la población de menores ingresos. Lo que se busca por
medio de la articulación de las operadoras calificadas, es promover el acceso al
crédito de dichos emprendedores, facilitando así el fondeo a las OSFPS que
financien a los beneficiarios calificados y registrados en dichas organizaciones.

d. Financiamiento a jóvenes emprendedores Después de la crisis económica


de 1999, el Ecuador se vio perjudicado por la alta emigración de

jóvenes hacia países como Estados Unidos, Italia y, sobre todo, España.

En la actualidad, además de que este fenómeno persiste, el país se ha


convertido también en destino y lugar de tránsito de muchos inmigrantes
provenientes de Colombia y Perú, quienes ocupan los nichos laborales dejados
por los nacionales, enfrentando además serios problemas de inserción
socioeconómica.

En este marco, se ha desarrollado una línea de crédito específica para la


atención de este grupo prioritario. Su objetivo es contribuir a la inclusión de
jóvenes emprendedores comprendidos entre los 16 y 29 años de edad de los

18
sectores de menor ingreso, a través del desarrollo de iniciativas productivas en
sus localidades, propiciando de esta manera su articulación al sistema
financiero, al mercado productivo local y a la integración del sector de finanzas
populares y solidarias en el mercado financiero nacional.

Dentro del convenio ejecutado con el Programa Conjunto Juventud, Empleo y


Migración para reducir la inequidad en Ecuador, del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo – PNUD–, jóvenes emprendedores de las zonas de
intervención (Azuay, Loja y El Oro) han sido incluidos financieramente. Esta
línea de crédito de cobertura nacional es empleada como medio de inclusión de
jóvenes emprendedores en las diferentes localidades.

e. Línea de crédito vivienda popular

El Gobierno Nacional se encuentra empeñado en aportar de manera


significativa en la reducción del déficit de vivienda, especialmente de las
familias de escasos recursos económicos. Para ello, la Política Nacional de
Hábitat Sustentable, Asentamientos Humanos y Vivienda Digna establece la
necesidad de impulsar un sistema de financiamiento solidario de vivienda como
estrategia clave para el desarrollo de espacios del buen vivir.

En esta perspectiva, el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda –MIDUVI– y


la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias han desarrollado
una línea de crédito de interés social en forma individual, colectiva o
comunitaria. Esta línea de crédito facilita el financiamiento de vivienda a la
población de menores ingresos que no ha sido atendida por la banca pública ni
privada. La canalización de estos recursos se hace a través de las OSFPS que
operan con fondos de la CONAFIPS.

Bajo el modelo de articulación de actores y sujetos sociales –MAASS–, esta


estrategia inicia con la identificación de los actores y los posibles aliados, entre
los que se puede contar a los gobiernos autónomos descentralizados, con
quienes se busca el desarrollo de planes de vivienda popular que incluyan
adquisición, construcción, mejoramiento de viviendas, etc.

f. Financiamiento para migrantes

La crisis económica global y su particular intensidad en los países de mayor


presencia de migrantes ecuatorianos como Estados Unidos y España, parece
estar afectando su permanencia en estos países; adicionalmente, las
crecientes dificultades para la regularización del estatus migratorio y la
dificultad de la reagrupación familiar debido al endurecimiento de las políticas
de movilidad humana en los principales países de destino, son razones sus
clientes para que este grupo social se encuentre en una situación vulnerable.

Al retornar al Ecuador, estas personas se han encontrado con dificultades


como la falta de acceso a empleo (principalmente por su edad) y a
financiamiento (ausencia de historial crediticio e ingresos), por lo cual su
principal necesidad es que se les facilite el acceso a recursos financieros
considerando sus realidades en cuanto a montos, garantías, tasas de interés,

19
entre otros. De una encuesta que realizó CONAFIPS, el 63% de los migrantes
encuestados manifiestan haber tenido problemas en acceder a financiamiento,
y el 94% dicen que necesitan financiamiento para emprender en un proyecto
productivo.

g. Organizaciones de la economía popular y solidaria

Esta línea de crédito se enfoca en facilitar el acceso a financiamiento a


organizaciones de la economía popular y solidaria que cuenten con personería
jurídica (legalmente constituidas), que estén localizadas en cualquier parte del
territorio ecuatoriano, desarrollando actividades productivas. Para ello, las
organizaciones deben presentar un per l del proyecto que justifica que el
destino de los recursos financieros, los mismos que pueden ir a la adquisición
de activos fijos o al financiamiento de capital de trabajo.

20
UNIDAD 3 LAS RELACIONES CON EL ESTADO

3.1 Marco Institucional de la Economía Popular y Solidaria en el Ecuador

Las siguientes organizaciones se interrelacionan para la gestión de la


Economía Popular y Solidaria

a) Organizaciones del sector asociativo, como "asociaciones";

b) Organizaciones del sector cooperativista, como "cooperativas";

c) Comité Interinstitucional de la Economía Popular y Solidaria y del sector


Financiero Popular y Solidario, como "Comité Interinstitucional";

d)Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, como


"Superintendencia";

e) Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria, como "Instituto";

f) Junta de Regulación del Sector Financiero Popular y Solidario, como "Junta


de Regulación" y,

g) Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias, como


"Corporación.

3.2 Actividades Rectoría de la Economía Popular y Solidario: Comité


Interinstitucional, Consejo Consultivo

El Comité Interinstitucional de la Economía Popular y Solidaria es el ente rector


de la Economía Popular y Solidaria.

El Comité Interinstitucional se integrará por los ministros de Estado que se


relacionen con la Economía Popular y Solidaria, según lo determine el
Presidente de la República y se organizará conforme al Reglamento a la
LOEPYS.

El Comité Interinstitucional será responsable de dictar y coordinar las políticas


de fomento, promoción e incentivos, funcionamiento y control de las actividades
económicas de las personas y organizaciones regidas por la LOEPYS, con el
propósito de mejorarlas y fortalecerlas. Así mismo, el Comité Interinstitucional
evaluará los resultados de la aplicación de las políticas de fomento, promoción
e incentivos

Consejo Consultivo.- Los Gobiernos Autónomos Descentralizados, en el ámbito


de sus competencias, las personas y organizaciones amparadas podrán
participar en la gestión del Comité Interinstitucional, a través de mecanismos de
información y de consulta no vinculante.

21
3.3 Actividades Regulación y Control de la Economía Popular y Solidaria:
Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera, La
Superintendencia de Economía Popular y Solidaria.

La regulación de la Economía Popular y Solidaria y del Sector Financiero


Popular y Solidario es potestad de la Función Ejecutiva, que la ejercerá de la
siguiente manera:

La regulación de la Economía Popular y Solidaria a través del Ministerio de


Estado que determine el Presidente de la República en el Reglamento de la
LOEPYS. Para éstos efectos el referido Ministerio, contará con una Secretaría
Técnica, la que además ejercerá las atribuciones otorgadas en la Ley de
Economía Popular y Solidaria y su Reglamento General.

La regulación del Sector Financiero Popular y Solidario estará a cargo de la


Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera, creada en el Código
Orgánico Monetario y Financiero.

Las regulaciones se expedirán sobre la base de las políticas dictadas por el


Comité Interinstitucional.

Las instituciones reguladoras tendrán la facultad de expedir normas de carácter


general en las materias propias de esta competencia, sin que puedan alterar o
innovar las disposiciones legales.

Regulación diferenciada.- Las regulaciones serán expedidas en forma


diferenciada tanto para las personas y organizaciones que conforman la
Economía Popular y Solidaria, como el Sector Financiero Popular y Solidario y
se referirán a la protección, promoción e incentivos, funcionamiento y control de
las actividades económicas de las personas y organizaciones a las que se
refiere la LOEPYS, en coherencia con las regulaciones que emitan otras
instituciones del Estado en orden a proteger los derechos de los usuarios y
consumidores.

La regulación respeto de las cooperativas de ahorro y crédito que forman parte


del Sector Financiero Popular y Solidario, se establecerá además acorde a los
segmentos en que se ubiquen dichas organizaciones.

Del Control

El control de la Economía Popular y Solidaria y del Sector Financiero Popular y


Solidario estará a cargo de la Superintendencia de Economía Popular y
Solidaria, que se crea como organismo técnico, con jurisdicción nacional,
personalidad jurídica de derecho público, patrimonio propio y autonomía

22
administrativa y financiera y con jurisdicción coactiva.

La Superintendencia tendrá la facultad de expedir normas de carácter general


en las materias propias de su competencia, sin que puedan alterar o innovar
las disposiciones legales.

La Superintendencia tendrá las siguientes atribuciones:

a) Ejercer el control de las actividades económicas de las personas y


organizaciones.

b) Velar por la estabilidad, solidez y correcto funcionamiento de las


instituciones sujetas a su control;

c) Otorgar personalidad jurídica a las organizaciones sujetas a la LOEPYS y


disponer su registro;

d) Fijar tarifarios de servicios que otorgan las entidades del sector financiero
popular y solidario;

e) Autorizar las actividades financieras de las organizaciones del Sector


Financiero Popular y Solidario;

f) Levantar estadísticas de las actividades que realizan las organizaciones


sujetas a la LOEPYS;

g) Imponer sanciones; y, h) Las demás previstas en la Ley y su Reglamento.

Organización interna.- La Superintendencia se organizará administrativamente


distinguiendo la naturaleza del Sector de la Economía Popular y Solidaria y del
Sector Financiero Popular y Solidario, bajo una gestión desconcentrada.

La Superintendencia tendrá por lo menos una intendencia para el control


específico del Sector Financiero Popular y Solidario.

Ni el Superintendente ni los funcionarios de nivel directivo podrán desempeñar


funciones en las instituciones u organizaciones del sector financiero popular y
solidario a las que se refiere la LOEPYS hasta después de un año de haber
terminado sus funciones.

Los funcionarios y empleados de la Superintendencia se someterán a las


disposiciones de la Ley Orgánica de Servicio Público.

Ningún funcionario o empleado de la Superintendencia, mientras esté en el


ejercicio de sus funciones, podrá ser director, funcionario o empleado de
ninguna de las instituciones u organizaciones sujetas al control de la
Superintendencia.

Si algún funcionario o empleado de la Superintendencia tuviese cónyuge o


pariente dentro del primer grado civil de consanguinidad o primero de afinidad,

23
o padre o hijo adoptivo, empleado en alguna de las instituciones controladas,
está obligado a dar a conocer el hecho por escrito al Superintendente, bajo
pena de remoción.

3.4 Actividades de Fomento y Desarrollo de la Economía Popular y


Solidario: Instituto de Economía Popular y Solidaria, La Corporación
Nacional de Finanzas Populares y Solidarias.

Sin perjuicio de los incentivos que la legislación en general reconozca a favor


de las organizaciones de la Economía Popular y Solidaria, el Estado fomentará,
promoverá y otorgará incentivos a las personas y organizaciones amparadas
en la Ley, con el objetivo de fomentar e impulsar su desarrollo y el
cumplimiento de sus objetivos en el marco del sistema económico social y
solidario.

Dichas personas y organizaciones, se beneficiarán de los incentivos y demás


medidas de promoción, fomento y fortalecimiento, contempladas en el Código
de la Producción para todas las personas naturales y jurídicas y demás formas
asociativas que desarrollen una actividad productiva. Especial atención
recibirán las personas y organizaciones de la Economía Popular y Solidaria que
desarrollen su actividad productiva en los cantones fronterizos.

En ningún caso, las personas y organizaciones gozarán de un régimen de


fomento o privilegio menor del que gocen otras organizaciones, sociedades o
asociaciones con fines u objetivos similares desde el punto de vista social o
económico.

Medidas de acción afirmativa.- El Estado a través de los entes


correspondientes formulará medidas de acción afirmativa a favor de las
personas y organizaciones, tendientes a reducir las desigualdades económicas,
sociales, étnicas, generacionales y de género.

Actividades de fomento

Medidas de fomento.- El Estado establecerá las siguientes medidas de fomento


a favor de las personas y organizaciones amparadas por la Ley:

1. Contratación Pública.- El ente rector del sistema nacional de contratación


pública de forma obligatoria implementará en los procedimientos de
contratación pública establecidos en la Ley de la materia, márgenes de
preferencia a favor de las personas y organizaciones regidas por la LOEPYS,
en el siguiente orden: Organizaciones de la Economía Popular y Solidaria; y
Unidades Económicas Populares.

La Feria Inclusiva será uno de los procedimientos de contratación que las


entidades contratantes utilizarán para priorizar la adquisición de obras, bienes o
servicios normalizados o no normalizados provenientes de las personas y
organizaciones sujetas Ley.

24
El ente rector de las compras públicas en coordinación con el Instituto
establecerá las obras, bienes y servicios normalizados y no normalizados que
deberán ser adquiridos a través de Feria Inclusiva y otros procedimientos.

2. Formas de Integración Económica.- Todas las formas de Integración


Económica, se beneficiarán de servicios financieros especializados; y, servicios
de apoyo en: profesionalización de los asociados, asesoría de procesos
económicos y organizativos, acreditaciones y registros, y acceso a medios de
producción.

3. Financiamiento.- La Corporación y la banca pública diseñarán e


implementarán productos y servicios financieros especializados y
diferenciados, con líneas de crédito a largo plazo destinadas a actividades
productivas de las organizaciones amparadas por la LOEPYS.

Las instituciones del sector público podrán cofinanciar planes, programas y


proyectos de inversión para impulsar y desarrollar actividades productivas,
sobre la base de la corresponsabilidad de los beneficiarios y la suscripción de
convenios de cooperación. Los recursos serán canalizados a través de las
organizaciones del Sector Financiero Popular y Solidario.

4. Educación y Capacitación.- En todos los niveles del sistema educativo del


país, se establecerán programas de formación, asignaturas, carreras y
programas de capacitación en temas relacionados con los objetivos de la
LOEPYS, particularmente en áreas de la producción y/o comercialización de
bienes o servicios.

5. Propiedad Intelectual.- La entidad pública responsable de la propiedad


intelectual, apoyará y brindará asesoría técnica, para la obtención de marcas
colectivas, y otros instrumentos de orden legal que incentiven la protección de
los conocimientos colectivos, saberes ancestrales, obtenciones vegetales y
otras creaciones intelectuales.

6. Medios de pago complementarios.- Las organizaciones que conforman la


Economía Popular y Solidaria podrán utilizar medios de pago complementarios,
sea a través de medios físicos o electrónicos, para facilitar el intercambio y la
prestación de bienes y servicios, dentro de las prescripciones establecidas en
la Ley, su Reglamento y las regulaciones que para el efecto emita el órgano
regulador competente.

7. Difusión.- El Instituto gestionará espacios en los medios de comunicación


públicos y privados a nivel local y nacional que permitan incentivar el consumo
de bienes y servicios ofertados por las personas y organizaciones de la
economía popular y solidaria.

8. Seguridad Social.- Se garantiza el acceso de las personas naturales,


amparadas por la LOEPYS, al derecho a la seguridad social a través de
distintos regímenes que serán establecidos en la ley de la materia
considerando la naturaleza de su actividad.

25
9. Equidad.- Se establecerán las medidas apropiadas para promover la equidad
y transparencia en los intercambios comerciales entre el sector de la economía
popular y solidaria y los demás sectores, principalmente de los productos
vinculados a la seguridad alimentaria, evitando la persistencia de prácticas de
abuso del poder económico.

10. Delegación a la economía popular y solidaria.- El Estado podrá delegar de


manera excepcional a la economía popular y solidaria la gestión de los
sectores estratégicos y servicios públicos.

Del Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria

Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria.- El Instituto es una entidad


de derecho público, adscrita al ministerio de Estado a cargo de la inclusión
económica y social, con jurisdicción nacional, dotado de personalidad jurídica,
patrimonio propio y autonomía técnica, administrativa y financiera que ejecuta
la política pública, coordina, organiza y aplica de manera desconcentrada, los
planes, programas y proyectos relacionados con los objetivos de la LOEPYS.

El Instituto tendrá como misión el fomento y promoción de las personas y


organizaciones sujetas a la LOEPYS, en el contexto del sistema económico
social y solidario previsto en la Constitución de la República y consistente con
el Plan Nacional de Desarrollo, con sujeción a las políticas dictadas por el
Comité Interinstitucional, para lo cual ejercerá las funciones que constarán en
el Reglamento de la LOEPYS.

Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias

Es una entidad financiera de derecho público, dotada de personalidad jurídica,


patrimonio propio y autonomía administrativa, técnica y financiera, con
jurisdicción nacional.

La Corporación tendrá la facultad de actuar como Fiduciaria.

La Corporación en lo relativo a su creación, actividades, funcionamiento y


organización se regirá por la LOEPYS y su correspondiente Estatuto social que
deberá ser aprobado por la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria.

La Corporación tendrá como misión fundamental brindar servicios financieros


con sujeción a la política dictada por el Comité Interinstitucional a las
organizaciones amparadas por la LOEPYS, bajo mecanismos de servicios
financieros y crediticios de segundo piso; para lo cual ejercerá las funciones
que constarán en su Estatuto social.

La Corporación aplicará las normas de solvencia y prudencia financiera


dispuestas en el Código Orgánico Monetario y Financiero, y en las regulaciones
que emita la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera, con el
propósito de preservar de manera permanente su solvencia patrimonial.

26
Estadísticas de la Economía Popular y Solidaria

Para poder revisar las principales organizaciónes de la Economía Popular y


Solidaria y su incidencia en la economía ecuatoriana visite:
https://www.seps.gob.ec/

27
UNIDAD 4. LA PROTECCIÓN. PROMOCIÓN Y FOMENTO

4.1 Finanzas Populares y Solidarias: Ramas de actividades económicas


de la economía popular y solidaria.

El Estado establecerá las siguientes medidas de promoción a favor de las


personas y organizaciones amparadas por la LOEPYS:

a) Promoverá la asociación a través de planes y programas públicos;

b) Propenderá a la remoción de los obstáculos administrativos que impidan el


ejercicio de sus actividades;

c) Facilitará el acceso a la innovación tecnológica y organizativa;

d) Fomentará el comercio e intercambio justo y el consumo responsable;

e) Implementará planes y programas, destinados a promover, capacitar, brindar


asistencia técnica y asesoría en producción exportable y en todo los
relacionado en comercio exterior e inversiones;

f) Impulsará la conformación y fortalecimiento de las formas de integración


económica tales como cadenas y circuitos;

g) Implementará planes y programas que promuevan el consumo de bienes y


servicios de calidad, provenientes de las personas y organizaciones amparadas
por la LOEPYS;

h) Incorporará progresivamente al Sector Financiero Popular y Solidario al


Sistema Nacional de Pagos administrado por el Banco Central del Ecuador; y,

i) Las demás previstas en la ley.

Actividades de Promoción

El Estado establecerá las siguientes medidas de promoción a favor de las


personas y organizaciones amparadas por la LOEPYS:

a) Promoverá la asociación a través de planes y programas públicos;

b) Propenderá a la remoción de los obstáculos administrativos que impidan el


ejercicio de sus actividades;

c) Facilitará el acceso a la innovación tecnológica y organizativa;

d) Fomentará el comercio e intercambio justo y el consumo responsable;

e) Implementará planes y programas, destinados a promover, capacitar, brindar


asistencia técnica y asesoría en producción exportable y en todo los
relacionado en comercio exterior e inversiones;

28
f) Impulsará la conformación y fortalecimiento de las formas de integración
económica tales como cadenas y circuitos;

g) Implementará planes y programas que promuevan el consumo de bienes y


servicios de calidad, provenientes de las personas y organizaciones amparadas
por la LOEPYS;

h) Incorporará progresivamente al Sector Financiero Popular y Solidario al


Sistema Nacional de Pagos administrado por el Banco Central del Ecuador; y,

i) Las demás previstas en la ley.

Los gobiernos autónomos descentralizados, en ejercicio concurrente de la


competencia de fomento de la economía popular y solidaria establecida en la
respectiva Ley, incluirán en su planificación y presupuestos anuales la
ejecución de programas y proyectos socioeconómicos como apoyo para el
fomento y fortalecimiento de las personas y organizaciones amparadas por la
LOEPYS, e impulsarán acciones para la protección y desarrollo del
comerciante minorista a través de la creación, ampliación, mejoramiento y
administración de centros de acopio de productos, centros de distribución,
comercialización, pasajes comerciales, recintos feriales y mercados u otros.

De los Incentivos

El Estado diseñará políticas de fomento tendientes a promover la producción


de bienes y servicios y conductas sociales y económicas responsables de las
personas y organizaciones amparadas por la LOEPYS y podrá otorgar
tratamientos diferenciados, en calidad de incentivos, a favor de las actividades
productivas, los que serán otorgados en función de sectores, ubicación
geográfica u otros parámetros, de acuerdo a lo que establezca el Reglamento.

Los actos solidarios que efectúen con sus miembros las organizaciones a las
que se refiere la LOEPYS, como parte del ejercicio de las actividades propias
de su objeto social, no constituyen hechos generadores de tributos; en cambio,
los actos y demás operaciones que efectúen con terceros, están sujetos al
régimen tributario común.

Las utilidades que pudieran provenir de operaciones con terceros y que no


sean reinvertidos en la organización, gravarán Impuesto a la Renta, tanto para
el caso de la organización, cuanto para los integrantes cuando éstos los
perciban.

Homologación de créditos.- Los préstamos que otorguen las cooperativas de


ahorro y crédito en beneficio de sus socios, que tengan como finalidad la
adquisición, reparación o conservación de vivienda, tendrán el mismo
tratamiento tributario contemplado para los préstamos que otorguen las
Asociaciones Mutualistas de Ahorro y Crédito para la Vivienda.

Incentivos por responsabilidad ambiental.- El Estado incentivará a las personas


y organizaciones sujetas a la LOEPYS, para que sus actividades se realicen

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conforme a los postulados del desarrollo sustentable establecidos en la
Constitución y contribuyan a la conservación y manejo del patrimonio natural.

Unidades Económicas Populares.- Son Unidades Económicas Populares: las


que se dedican a la economía del cuidado, los emprendimientos unipersonales,
familiares, domésticos, comerciantes minoristas y talleres artesanales; que
realizan actividades económicas de producción, comercialización de bienes y
prestación de servicios que serán promovidas fomentando la asociación y la
solidaridad.

Se considerarán también en su caso, el sistema organizativo, asociativo


promovido por los ecuatorianos en el exterior con sus familiares en el territorio
nacional y con los ecuatorianos retornados, así como de los inmigrantes
extranjeros, cuando el fin de dichas organizaciones genere trabajo y empleo
entre sus integrantes en el territorio nacional.

Las personas responsables de la Economía del Cuidado.- Para efectos de la


LOEPYS se refiere a las personas naturales que realizan exclusivamente
actividades para la reproducción y sostenimiento de la vida de las personas,
con relación a la preparación de alimentos, de cuidado humano y otros.

4.2 Gestión y administración del emprendimiento: Dispositivos para


viabilizar recursos y productos de Gestión y Administración del
emprendimiento.

Emprendimientos unipersonales, familiares y domésticos.- Son personas o


grupos de personas que realizan actividades económicas de producción,
comercialización de bienes o prestación de servicios en pequeña escala
efectuadas por trabajadores autónomos o pequeños núcleos familiares,
organizadas como sociedades de hecho con el objeto de satisfacer
necesidades, a partir de la generación de ingresos e intercambio de bienes y
servicios. Para ello generan trabajo y empleo entre sus integrantes.

Comerciantes minoristas.- Es comerciante minorista la persona natural, que de


forma autónoma, desarrolle un pequeño negocio de provisión de artículos y
bienes de uso o de consumo y prestación de servicios, siempre que no exceda
los límites de dependientes asalariados, capital, activos y ventas, que serán
fijados anualmente por la Superintendencia.

Artesanos.- Es artesano el trabajador manual, maestro de taller o artesano


autónomo que desarrolla su actividad y trabajo personalmente. En caso de ser
propietario de un taller legalmente reconocido, no excederá los límites de
operarios, trabajo, maquinarias, materias primas y ventas, que serán fijados
anualmente por la Superintendencia.

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4.3 Evaluación de Desempeño Social de las Organizaciones del Sector
Financiero de Economía Popular y Solidaria.

Para la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias, la evaluación


de las organizaciones del sector financiero popular y solidario se fundamenta
en la comprensión de dos aspectos: (Corporación Nacional de Finanzas Populares y
Solidarias, 2015)

a) El proceso no puede ser desarrollado exclusivamente desde la perspectiva


financiera de rentabilidad, sino que, junto a la sostenibilidad de la
organización financiera, esta debe comprometer su gestión hacia el
desarrollo local, facilitando el emprendimiento de iniciativas productivas y la
inclusión económica y social.

b) Las iniciativas de cooperación e inclusión justa y transparente de las


organizaciones que forman parte del secto (Páez, 2014)r financiero popular y
solidario deben considerar la generación de incentivos para el mejoramiento
permanente de su gestión, la identificación de los sectores a los que
pertenecen y su adecuada categorización, para que las metodologías de
evaluación estén adaptadas a sus capacidades reales y requerimientos legales.

Consecuentemente, la evaluación del desempeño institucional de las OSFPS


estará estructurada sobre un equilibrio adecuado entre lo financiero y lo social,
incluyendo en todas las categorías criterios de:

a. Sostenibilidad en la gestión financiera.

b. Fortaleza institucional y gobernabilidad.

c. Focalización del crédito y servicios financieros en población y grupos


vulnerables.

d. Participación en una propuesta amplia de desarrollo local sostenible y


solidario.

4.4 El Balance Social de las Entidades del Sector Financiero de Economía


Popular y Solidaria.

Balance social cooperativo.- La economía popular y solidaria es una forma de


organización económica en la que sus integrantes desarrollan procesos de
producción, intercambio, comercialización, financiamiento y consumo de bienes
y servicios, para satisfacer necesidades y generar ingresos, basados en
relaciones de solidaridad, cooperación y reciprocidad, privilegiando al ser
humano como sujeto y fin de su actividad, orientada al buen vivir, en armonía
con la naturaleza, por sobre la apropiación, el lucro y la acumulación de capital.

La evaluación de estos procesos de producción, intercambio, financiamiento y


consumo puede realizarse mediante instrumentos convencionales, como los

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estados de resultados o balances contables. Sin embargo, esta será una
evaluación limitada pues, a diferencia de la economía privada que tiene por
principal finalidad la maximización de la ganancia y la acumulación del capital,
la economía popular y solidaria se basa en relaciones de solidaridad,
cooperación y reciprocidad, privilegiando al ser humano, en armonía con la
naturaleza. La estimación de estos fundamentos requiere de una metodología
que desborda el ámbito monetario de la contabilidad convencional. Esta
metodología se denomina balance social. Este es un instrumento utilizado
periódicamente para la gestión de la economía social “que reúne y sistematiza
la información de áreas como la medioambiental, económica y social. (Páez,
2014)

Con el propósito de establecer una línea de base para el balance social,


aplicado al sistema económico popular y solidario ecuatoriano, entre el 20 de
junio y el 11 de agosto de 2014 la Superintendencia de Economía Popular y
Solidaria recolectó, mediante un formulario en línea remitido a las cooperativas
del país, información de variables cuantitativas y cualitativas; indicadores de
profundidad, binarios y cualitativos, estructurada en torno a siete macro-
dimensiones:

• Prelación del trabajo sobre el capital y de los intereses colectivos sobre los
individuales.

• Asociación voluntaria, equitativa y respeto a la identidad cultural.


• Autogestión y autonomía.

• Participación económica solidaria, y distribución equitativa de utilidades o


excedentes.

• Educación, capacitación y comunicación.

• Cooperación e integración del Sector Económico Popular y Solidario.

• Compromiso social, solidario, comunitario y ambiental.

El Balance Social es aquella herramienta de uso periódico que no


necesariamente se confeccionará bajo la formula de un balance tradicional
contable. A través de la cual se cuanti-cualifica la responsabilidad social de la
entidad en ámbitos como el medioambiental, el económico y el social, por
medio de un documento público y tomando como referencia una serie de
principios y valores previamente establecidos y acordados (ACI, LOEPS...)
relacionando estos con la misión y visión de la entidad.

Características del Balance Social:

• Herramienta de gestión

• Periódico

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• Voluntario • No elaborado como un balance contable • Cuanti-cualifica la RSE
/ RSCoop • Elemento de transparencia (socios/comunidad) • Con referencia a
principios y valores establecidos • Relacionados con la misión y visión de la
entidad

El balance social actúa bajo del siguiente modelo:

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1.5 Bibliografía

Herrera, M. (2018). La economía popular y solidaria: el caso ecuatoriano enfocado en


el sector financiero cooperativista .
Jácome, H. (2016). Economía Solidaria. Historias y prácticas de su fortalecimiento .
Quito: Serie Estudios sobre la Economía Popular y Solidaria .
Monge, P. (01 de 09 de 2001). Economía solidaria, cooperativismo y
descentralización: la gestión social puesta en práctica. Cadernos EBAPE.BR .
Páez, J. (2014). BALANCE SOCIAL MODELO Y PRIMEROS RESULTADOS
AGREGADOS .
Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria
Reglamento de la Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria. (2018).
https://www.seps.gob.ec/

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