PLANTEA INCIDENTE DE NULIDAD FAMILIA JUAN ROJAS Ultimo

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SEÑORA JUEZ PÚBLICO EN MATERIA FAMILIAR

OCTAVO DE LA CIUDAD DE EL ALTO.


INTERPONE INCIDENTE DE
NUREJ: 2022915
NULIDAD DE NOTIFICACIÓN
BAJO LOS EXTREMOS QUE
INDICA.
OTROSÍ 1ro.- PRUEBA.
OTROSÍ 2do.- FOTOCOPIAS
LEGALIZADAS.
OTROSÍ 3ro.- HONORARIOS.
OTROSÍ 4.- DOMICILIO
PROCESAL.
JUAN RODRIGO ROJAS LOZA con C.I.No. 7037263 L.P.,
boliviano, mayor de edad y hábil por derecho, estudiante,
casado, y domiciliado en Avenida Periférica No.1542 de la
zona Senkata de la ciudad de El Alto, dentro del proceso de
ASISTENCIA FAMILIAR seguido en mi contra por RILDA VEGA
MAGNE, ante las consideraciones de su digna probidad, con el
mayor de los respetos expongo y pido:
Señora Juez, horrorizado he podido evidenciar que la parte
demandante mediante memorial de fs. 18 a 19 de obrados ha
presentado ante su autoridad una demanda de asistencia
familiar en la que de forma totalmente dolosa e infame,
sorprendiendo la buena fe de su autoridad señala que mi
domicilio quedaría ubicado en CALLE ARANI No. 1175 DE LA
ZONA LUIS ESPINAL DE LA CIUDAD DE EL ALTO, extremo por
demás falso y mentiroso, puesto que mi domicilio real queda
ubicado en Avenida Periférica No.1542 de la zona

Senkata de la ciudad de El Alto, tal cual se desprende


de la dirección de mi cédula de identidad, siendo que todos
los actuados procesales siguientes fueron realizados sin mi
conocimiento, llegando incluso al extremo de designarme
defensor de oficio, cuando de la prolija revisión de obrados se
evidencia que se han cometido incluso una serie de
irregularidades al momento de practicarse liquidaciones a las
cuales, reitero, mi persona no tenía conocimiento absoluto,
llegando al extremo de causar mi injusta e indebida detención en
el Penal de San Pedro, hechos totalmente incorrectos e
inadecuados, siendo que estos obrados procesales me han
dejado en un completo estado de indefensión privándome
del sagrado derecho a la defensa conculcando mi
constitucional derecho a un debido proceso tal cual
establece el art. 119 par. II de nuestra Constitución
Política del Estado y art. 248 par. I de la Ley 603
castigando con la nulidad este tipo de actos, por lo que en
tiempo oportuno INTERPONGO INCIDENTE DE NULIDAD DE
NOTIFICACIÓN BAJO LOS SIGUIENTES ARGUMENTOS DE
ORDEN LEGAL:
FUNDAMENTACIÓN FÁCTICA
De la revisión prolija de todo lo obrado dentro del proceso
referido en el exordio se puede advertir que a fs. 18 a 19 de
obrados la parte demandante presenta ante su autoridad
demanda de asistencia familiar señalando que mi persona
viviría en la CALLE ARANI No. 1175 DE LA ZONA LUIS
ESPINAL DE LA CIUDAD DE EL ALTO, extremo totalmente
falso, puesto que con toda certeza la demandante conoce a

plenitud que mi domicilio queda ubicado en Avenida


Periférica No.1542 de la zona Senkata de la
ciudad de El Alto, empero de ello, habiendo subsanado
observaciones realizadas por su autoridad la demanda es
admitida mediante auto de fecha 23 de octubre de 2015 cursante
a fojas 21 vlta. de obrados disponiéndose se proceda a mi legal
notificación, sin embargo de forma totalmente extraña la
demandante presente ante su autoridad croquis
domiciliario de mi persona en el cual se indica clara y
objetivamente un domicilio en el cual se consigna “CALLE
ARANI S/N” DE LA ZONA LUIS ESPINAL cuando del
memorial de demanda se desprende que la demandante ha
señalado que la supuesta numeración de mi domicilio es el
No. 1175, extremo por demás notorio que evidencia el
doloso actuar de la parte demandante quien incluso con la
complicidad de la oficial de diligencias practica la
diligencia de notificación en la ZONA LUIS ESPINAL CALLE
ARANI S/N tal cual se evidencia de la diligencia de
notificación cursante a fs. 24 de obrados, lo cual genera
indefectiblemente un vicio insubsanable en cuanto al
conocimiento de la causa por mi persona. Es así, Señora
Juez, que habiendo sorprendido la buena fe de su autoridad, se
dispone mediante auto de fecha 26 de noviembre de 2015
cursante a fs. 25 vuelta de obrados se me designe defensor de
oficio en la persona del abogado IVÁN VERA LOZANO con
domicilio procesal en la CALLE MARTÍN CÁRDENAS No. 1015-A
(casa amarilla a media cuadra de DDRR) de la Ceja de El Alto,
siendo notificado mediante diligencia de notificación cursante a
fs. 26 de obrados,
Es así, Señora Juez, que incluso se señaló audiencia de
Asistencia Familiar para fecha 06 de enero de 2016, actuado que
conforme se señaló anteriormente mi persona desconocía
totalmente puesto que reitero, no se practicó la diligencia de
notificación con la demanda en mi domicilio real,
fijándome una asistencia familiar de Bs.1.350.- (UN MIL
TRESCIENTOS CINCUENTA 00/100 BOLIVIANO) a razón de
Bs.450.- (CUATROCIENTOS CINCUENTA 00/100 BOLIVIANOS)
por cada uno de mis hijos, que son tres, Pero lo más curioso y
extraño, Señora Juez, es que esta Resolución es notificada
en mi supuesto domicilio real señalado por la demandante
en la cual SÍ SE CONSIGNA EL NÚMERO DE INMUEBLE
(1175), así lo demuestra la diligencia de notificación de fs.
39 de obrados, en el que señala textualmente que se dejó
cédula en el domicilio real ZONA LUIS ESPINAL CALLE
ARANI No. 1175, de lo cual se puede colegir con meridiana
claridad que la primera diligencia de notificación con la demanda
FUE MAL PRACTICADA, DEJÁNDOME EN UN ABSOLUTO
ESTADO DE INDEFENSIÓN.
Pero estos hechos nefastos no quedan solamente allí,
Señora Juez, puesto que de forma totalmente artera y dolosa,
conocedora la parte demandante que mi persona no estaba
enterada de este proceso y que mi domicilio real no era que el
indicó, presenta ante su autoridad liquidación de asistencia
familiar mediante memorial cursante a fs. 43 de obrados,
disponiendo su autoridad mediante decreto de fecha 09 de
febrero de 2017 cursante a fs. 44 de obrados que se ponga en
conocimiento de la parte obligada, el cual nuevamente de forma
totalmente extraña es notificada en secretaría del juzgado
indicándose que se la practica de conformidad a los arts.
314 y 444 de la Ley 603, EMPERO DE ELLO, SIENDO EL
PROCESO DE ASISTENCIA FAMILIAR UN PROCESO
EXTRAORDINARIO SE DEBERÍA DAR CUMPLIMIENTO
EXPRESO A LO SEÑALADO POR EL ART. 442 DE LA LEY
603, MÁXIME CUANDO INCLUSO YA EXISTÍA UN DOMICILIO
PROCESAL, siendo que los artículos invocados por el
oficial de diligencias corresponden a las notificaciones
cuando se trata de un PROCESO DE RESOLUCIÓN
INMEDIATA, es decir, en el caso de asistencia familiar,
CUANDO EXISTA UN ACUERDO, extremo que en la presente
causa no existe, CONCULCÁNDOSE NUEVAMENTE MI
CONSTITUCIONAL DERECHO A LA DEFENSA Y AL DEBIDO
PROCESO, ALEJÁNDOSE TOTALMENTE DEL
PROCEDIMIENTO Y LO SEÑALADO POR EL ART. 442 DE LA
LEY 603, QUE SEÑALA QUE LA NOTIFICACIÓN SERÁ
PRACTICADA EN DOMICILIO PROCESAL FUERA DE
ESTRADOS Y EN CASO DE NO HABER SIDO FIJADO SE LO
PRACTICARÁ EN SECRETARÍA DEL JUZGADO, EMPERO DE
ELLO SE DENOTA QUE INCLUYO YA EXISTÍA UN DOMICILIO
PROCESAL; sin embargo, este funcionario judicial pasó por alto
este importante dato y sentó la diligencia de notificación
incorrectamente EN SECRETARÍA DEL JUZGADO, por lo que
obviamente al no conocer mi persona del proceso, se me ha
dejado en un estado absoluto de indefensión conculcándose mis
derechos constitucionales e infringiéndose el debido proceso,
puesto que no se practicó correctamente la diligencia de
notificación con la demanda, siendo que incluso la parte
demandante de forma desleal y artera mediante memorial de fs.
49 de obrados solicitó mandamiento de apremio en contra de mi
persona, siendo que a la fecha me encuentro injusta e
ilegalmente detenido en el Penal de San Pedro, constatando su
autoridad que estos hechos notoriamente van en contra de mi
legítimo y constitucional derecho a un debido proceso privándome
del derecho a la defensa, denotándose con meridiana
claridad que ha existido una diligencia de notificación
inválida que primero ME DEJÓ EN UN ABSOLUTO

ESTADO DE INDEFENSIÓN Y ME PRIVÓ DEL


LEGÍTIMO DERECHO A LA DEFENSA PUESTO QUE
NO TUVE CONOCIMIENTO DE LA DEMANDA DE
ASISTENCIA FAMILIAR Y DEMÁS ACTUADOS
CONSIGUIENTES PROVOCANDO MI INJUSTA
DETENCIÓN EN EL PENAL DE SAN PEDRO
VULNERANDO MIS DERECHOS CONSTITUCIONALES
Y QUE DE NO SER POR LA DILIGENCIA DE
NOTIFICACIÓN MAL PRACTICADA JAMÁS HUBIERA
EXISTIDO ESTA ANOMALÍA.
FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA.
Nuestra doctrina legal aplicable y nuestra Jurisprudencia
Constitucional han establecido claramente que los actuados
procesales cumplidos con inobservancia de las formas y
condiciones previstas en la Constitución Política del Estado,
Convenciones, Tratados Internacionales vigentes no podrán ser
valoradas para fundar una decisión judicial, siendo que
éstas incluso podrán ser susceptibles de nulidad, como lo es en el
presente caso.
Es así que en esta línea el Auto Supremo No. 197/2013 de
fecha 17 de abril de 2013 nos señala claramente que:
“Tanto la doctrina como las legislaciones han avanzado y superado aquella concepción que
vislumbraba a la nulidad procesal como el mero alejamiento del acto procesal de las formas
previstas por ley; en efecto del excesivo formulismo se pasó a una concepción más amplia
en la que el punto de partida ya no resulta ser el vicio del acto sino la protección que la
norma procura a las partes a fin de que estas, en el marco del debido proceso, encuentren
igualdad de condiciones para defender sus posiciones y hacer valer sus pretensiones. Ese es
precisamente el espíritu que reviste a los arts. 16 y 17 de la Ley del Órgano Judicial, que
conciben al proceso no como un fin en sí mismo, sino como el medio a través del cual se
logra la efectividad de los derechos reconocidos en la ley sustantiva.
En materia de nulidades procesales, lo que interesa en definitiva es analizar si se han
transgredido efectivamente las garantías del debido proceso con incidencia en la igualdad y
el derecho a la defensa de las partes, no siendo suficiente el mero acaecimiento de un vicio
o defecto de forma para que se declare la nulidad de obrados. “Donde hay indefensión hay
nulidad; si no hay indefensión no hay nulidad”, señaló el tratadista Alsina, en una expresión
que sin duda resume el avance de un esquema extremadamente rígido y ritualista a otro en
donde debe tenerse en cuenta la instrumentalidad de las nulidades procesales, es decir el
resguardo del debido proceso como garantía de la igualdad y defensa de las partes.
La uniforme jurisprudencia de éste Tribunal Supremo ha establecido que la materia de
nulidades procesales se orientan por la consideración de principios rectores como ser: el de
Especificidad o Legalidad; de Trascendencia; de Finalidad del acto procesal; de Protección;
de Convalidación; de Conservación del acto; entre otros.
En ese marco, si el presupuesto para la invalidez de un acto procesal consiste en la
vulneración del debido proceso con incidencia en la igualdad y el derecho a la defensa, a la
parte que pretende dicha sanción le corresponde precisar la trascendencia que tuvo el error
u omisión de procedimiento que reclama, es decir, indicar de qué forma el defecto
advertido vulneró el debido proceso e incidió en su derecho a la defensa, situación que en el
caso de autos no sucede, toda vez que la recurrente se limita a denunciar la aparente
existencia de errores de procedimiento sin vincular los mismos a una real y efectiva
afectación de su derecho a la defensa”.

De la misma forma el Auto Supremo No. 223/2013 de 06 de


mayo de 2013 nos indica que:
“Corresponde realizar un análisis respecto de las nulidades, los principios y nuevas
corrientes constitucionales que rigen este instituto jurídico, reglado en el art. 17 de la Ley
025, en observancia y conformidad a los principios Constitucionales procesales de
eficiencia, eficacia, inmediatez accesibilidad, contenidos en el art. 180 de la Constitución
Política del Estado, replicados en la Ley del Órgano Judicial en el art. 30, norma que está
en plena vigencia y debe regir la administración de justicia, así, el principio de celeridad
señalado en el num. 3) del referido articulo señala que este principio comprende la agilidad
de los procesos judiciales tramitados, procurando que su desarrollo garantice el ejercicio
oportuno y rápido de la administración de justicia, de la misma manera, el principio de
eficacia, que consiste en la practicidad de una decisión judicial, cuyo resultado, en
resguardo del debido proceso, debe surtir el efecto de haberse impartido justicia, en ese
entendido, será el Juez quién tomando en cuenta los elementos aportados por las partes al
proceso, realizará un balance de la afectación al debido proceso.
Principios que van concatenados a las nulidades procesales y su aplicación, en el entendido
de que si bien los Tribunales deben, conforme dispone el art. 17 de la Ley Nº 025, realizar
la revisión de las actuaciones procesales de oficio y disponer su nulidad, considerada como
recurso extremo, cuando se ven seriamente afectados los derechos Constitucionales de las
partes y su incidencia en el debido proceso y el derecho a la defensa , particularmente la
indefensión a que se estaría exponiendo a las partes, de ser así, la aplicación de la nulidad
estaría debidamente justificada, pues no se trata de anular por puro formalismo, cuando las
deficiencias advertidas por el Tribunal pueden ser subsanadas por los mismos, supliendo
incluso los vacíos o contradicciones normativas, con los principios generales y específicos
que rigen particularmente a este nuevo sistema de justicia, toda vez que resulta
contraproducente para los intereses de las partes, se tenga que retrotraer el mismo, con la
incertidumbre de un resultado que parece nunca llegar y que en definitiva, se encuentra en
manos del juzgador, que está obligado, bajo los principios de inmediatez, eficiencia y
eficacia promover una solución oportuna, concluyendo que si bien las nulidades procesales
atañen a la ineficacia de los actos jurídicos procesales, su finalidad, debe ser la protección
del proceso con todas las garantías, como señalamos precedentemente, deben constituirse
en una medida que debe aplicarse como última alternativa para no causar indefensión en las
partes. "No puede haber nulidad por la simple inobservancia de la norma", expresa el Dr.
Julio Linares, citando al procesalista Parajeles, que señala: " Hay que recordar que paralelo
al principio de conservación de los actos procesales, se ubica el principio de libertad de
formas, donde lo que interesa no es tanto lo exterior del acto, sino su contenido y que haya
logrado la finalidad perseguida...El abuso de algunos juzgadores en aplicarla en forma
irrestricta las nulidades procesales, se traduce en realidad en una violación al derecho a la
justicia ya que además de las demoras que implica la nulidad al iniciarse de nuevo el
trámite, en ocasiones provoca que la pretensión material queda afectada al desaparecer
valiosos medios de prueba".
Es asimismo importante señalar, que existen principios que rigen las nulidades procesales,
así tenemos por ejemplo, el principio de trascendencia, respecto del cual, para que resulte
procedente la declaratoria de nulidad, deben mediar requisitos que demuestren que el vicio
que se acusa ha producido perjuicio en la parte que se siente afectada, además la afectación
que el mismo produjo en la defensa que a su favor pudo realizar de no haber mediado la
circunstancia o el acto cuestionado, resultando el daño producido, cierto e insubsanable.
Otro principio que rige específicamente la nulidad, es el de conservación o
instrumentalidad de las formas, a través del cual debe observarse si el acto, que se acusa de
irregular, cumple o no con la finalidad para el que ha sido dispuesto, en resguardo de la
seguridad y firmeza de las Resoluciones judiciales y de los actos del proceso, sostiene este
principio que las nulidades no tienen como meta comprobar y declarar el incumplimiento
de las formas procesales, sino que sustenta que los actos procesales son válidos si han
cumplido sus fines, aunque exista un defecto formal”.

Autos Supremos que guardan estricta armonía con la


Sentencia Constitucional Plurinacional 005/2015-S2 de 05 de
enero de 2015 que indica:
“En síntesis, el que demande por vicios procesales, para que su incidente sea considerado
por la autoridad judicial, debe tomar en cuenta las siguientes condiciones: 1) El acto
procesal denunciado de viciado le debe haber causado gravamen y perjuicio personal y
directo; 2) El vicio procesal debe haberle colocado en un verdadero estado de indefensión;
3) El perjuicio debe ser cierto, concreto, real, grave y además demostrable; 4) El vicio
procesal debió ser argüido oportunamente y en la etapa procesal correspondiente; y, 5) No
se debe haber convalidado ni consentido con el acto impugnado de nulidad. La no
concurrencia de estas condiciones, dan lugar al rechazo del pedido o incidente de nulidad.
Dichas condiciones deberán ser explicadas, además, por el incidentista en su solicitud,
señalando, en forma concreta, clara y precisa, la existencia del perjuicio que le haya
causado el acto impugnado; deberá mencionar y demostrar expresamente, los medios de
defensa de los que se ha visto privado de oponer o las que no ha podido ejercitar con la
amplitud debida, ya que la sanción de nulidad debe tener un fin práctico y no meramente
teórico o académico, pues, no basta la invocación genérica a la lesión al derecho a la
defensa, por ejemplo, sino que el perjuicio debe ser cierto, concreto, real y además grave,
ya que las normas procesales sirven para asegurar la defensa en juicio y no para dilatar los
procesos o entorpecer de resolución”

No debiendo dejar de lado lo que la Sentencia


Constitucional 2115/2013 de 21 de noviembre de 2013 que nos
señala que la determinación judicial debe ser conocida por el
destinatario:
“La jurisprudencia constitucional, contenida en la SC 1845/2004 de 30 de noviembre,
reiterada por la SCP 2542/2012 de 21 de diciembre, entre otras, estableció que: “…los
emplazamientos, citaciones y notificaciones (notificaciones en sentido genérico), que son la
modalidades más usuales que se utilizan para hacer conocer a las partes o terceros
interesados las providencias y resoluciones de los órganos jurisdiccionales o
administrativos, para tener validez, deben ser realizados de tal forma que se asegure su
recepción por parte del destinatario; pues la notificación, no está dirigida a cumplir una
formalidad procesal en sí misma, sino a asegurar que la determinación judicial objeto de
la misma sea conocida efectivamente por el destinatario (así SC 0757/2003-R de 4 de
junio), dado que sólo el conocimiento real y efectivo de la comunicación asegura que no se
provoque indefensión en la tramitación y resolución en toda clase de procesos, pues no se
llenan las exigencias constitucionales del debido proceso, cuando en la tramitación de la
causa se provocó indefensión (…); sin embargo, en coherencia con este entendimiento,
toda notificación por defectuosa que sea en su forma, que cumpla con su finalidad (hacer
conocer la comunicación en cuestión ), es válida”.
A partir de este razonamiento queda entonces entendido que la notificación es el acto a
través del cual se hace conocer a los sujetos procesales las providencias y actuados que se
generan dentro del proceso, esto a efectos de garantizar los derechos de contradicción y
defensa, como elementos esenciales del debido proceso consagrado en el art. 115.II
superior; es decir, los actos comunicacionales, en este caso la notificación, permite que las
personas inmersas en una contienda judicial o administrativa, estén al tanto de las
determinación que se susciten y que, en caso de ser necesario o conveniente a sus intereses,
hagan uso de los mecanismo jurídicos a su alcance para la protección de aquellos; sin
embargo, no puede ignorarse que esencialmente el propósito básico de la notificación, se
halla determinado por el momento exacto en el que ha conocido la providencia dictada,
hecho que implica el inicio de un término preclusivo previamente establecido dentro del
cual pueda ejecutar los actos que considere pertinentes y que corran a su cargo; de donde se
infiere que, la notificación cumple un doble propósito: garantizar el debido proceso a partir
del ejercicio del derecho a la contradicción y a la defensa y; asegurar la materialización de
los principios rectores de la administración de justicia ordinaria previsto en el art. 180.I
constitucional de celeridad, eficacia y eficiencia que determinan el inicio y fin de los plazos
procesales, ya que suponen el cumplimiento de todas las disposiciones legales y que los
procedimientos deben lograr su finalidad, removiendo, de oficio los obstáculos puramente
formales, sin demoras innecesarias; así como una mayor seguridad en las resoluciones y
que las personas puedan obtener un oportuno reconocimiento de sus derechos a través de la
ejecución de las resoluciones judiciales, hecho que aseguran la prevalencia del principio de
verdad material cuyo finalidad es buscar por todos los medios la verdad histórica de los
hechos”.

Jurisprudencia que es totalmente adecuada y valorada en


Materia Familiar por la Sentencia Constitucional Plurinacional No.
0671/2016-S2 de 08 de agosto de 2016 que claramente indica:
“En relación a las notificaciones con la liquidación de pensiones devengadas, el art. 442 del
indicado cuerpo legal, refiere que: “La notificación con la liquidación de pagos devengados
de asistencia familiar dentro del proceso extraordinario, se practicará en domicilio procesal
fuera de estrados y en caso de no haber sido fijado, se lo practicará en secretaria del
juzgado”. Si bien esta norma procesal hace referencia al proceso extraordinario, es
necesario hacer notar que el mismo fue instaurado para aplicarse en situaciones en las que
no exista acuerdo o conformidad para la correspondiente provisión extrajudicial de los
recursos necesarios para la subsistencia de las personas consideradas como beneficiarias;
controversia que se presentaba en la mayoría de los procesos de asistencia familiar
instaurados bajo el antiguo régimen, de ahí que esta forma de notificación instituida para
los procesos extraordinarios, es perfectamente aplicable al trámite de la ejecución de la
asistencia familiar en procesos que fueron tramitados bajo el procedimiento previsto en el
antiguo Código de Familia y Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar.
Consecuentemente, la notificación con las liquidaciones de pago devengados de asistencia
familiar, serán practicadas válidamente: i) En el domicilio procesal que la parte obligada
hubiera señalado para efectos del proceso, el mismo que subsistirá mientras no sea
comunicado su cambio a la autoridad judicial; ii) En secretaría del juzgado (tablero
judicial), cuando el obligado no hubiera fijado domicilio procesal fuera de estrados; y, iii)
En secretaría del juzgado (tablero judicial), cuando el obligado hubiera señalado ese lugar
para que allí se practiquen las respectivas notificaciones.

En mérito a ello, su probidad ha podido evidenciar


objetivamente, que al no habérseme notificado de manera
adecuada y correcta, en mi domicilio procesal debidamente
señalado y del cual su autoridad ha tenido conocimiento,
han tenido como consecuencia el dejarme en un estado de
indefensión completo y absoluto, privándome del derecho de
contestar la demanda a la cual en el tiempo oportuno mi persona
hubiera, reitero, contestado adecuadamente haciendo prevalecer
mis constitucionales derechos, y no se hubiera dispuesto mi
conminatoria para el pago de la astronómica suma de Bs.
20.250.- (VEINTE MIL DOSCIENTOS CINCUENTA 00/100
BOLIVIANOS), siendo que la parte demandante de forma artera
y maliciosa, sorprendiendo la buena fe de su probidad, solicitó
estos actuados procesales deficientes y que a la postre me han
ocasionado una indefensión material considerable.
PETITUM
Por todo lo expuesto precedentemente, encontrándose mi
persona en un estado de completa y absoluta indefensión,
PRIVADO DE MI SAGRADO DERECHO DE LIBERTAD,
conculcándose mi legítimo derecho a la defensa y a un justo y
debido proceso, invocando lo establecido por los arts. 24, 115,
116, 117 par. I de nuestra consagrada Constitución Política del
Estado, y art. 248, art. 255 y art. 256 inc. b) de la Ley 603,
INTERPONGO INCIDENTE DE NULIDAD DE LA NOTIFICACIÓN
CURSANTE A FOJAS 24 DE OBRADOS, SOLICITANDO SE
ANULEN OBRADOS HASTA EL VICIO MÁS ANTIGUO Y SE
RENUEVEN LOS ACTOS PROCESALES OMITIDOS,
DEJÁNDOSE SIN EFECTO MI INJUSTA DETENCIÓN EN EL
PENAL SE SAN PEDRO INJUSTAMENTE IMPUESTA A MI
PERSONA EMITIÉNDOSE EL CORRESPONDIENTE
MANDAMIENTO DE LIBERTAD, sea con las debidas
formalidades de Ley,
OTROSÍ 1ro.- En calidad de prueba tengo a bien en
proponer todo lo obrado dentro del expediente de Asistencia
Familiar caratulado VEGA Magne Rilda c/ ROJAS Loza Juan.
OTROSÍ 2do.- De igual manera al amparo del art. 24 de la
C.P.E., tengo a bien en solicitar a su digna probidad se sirva
ordenar que por la secretaría de su digno despacho se me
franqueen fotocopias legalizadas de todo lo obrado incluyendo el
presente memorial y el decreto correspondiente, protestando de
mi parte cumplir con los recaudos de rigor correspondientes.
OTROSÍ 3ro.- El profesional que suscribe se atiene a iguala
profesional convenida con el cliente y lo dispuesto a la Ley de la
Abogacía vigente.
OTROSÍ 4to.- Señalo nuevo domicilio procesal en la calle
Jorge Carrasco (Cruce Viacha), Edif. Fortaleza, Piso 2, Oficinas
204-205 de la ciudad de El Alto.
De Dios es la Justicia!!!
El Alto, julio de 2017

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