La Recta Elección
La Recta Elección
La Recta Elección
parte de la afectividad sensible y de la voluntad. ¿En qué consiste esa intención recta? En que
la persona quiera y busque el «bonum rationis» o bien moral, es decir, que dirija y oriente su
vida siempre de acuerdo con aquello que es conforme a la recta razón.
Gracias al deseo firme de tender a la buena intención, la razón puede deliberar sin obstáculos
sobre los medios adecuados que hay que poner para conseguirla. Como fruto de esta
deliberación, la razón juzga cuál es la acción concreta que está conforme con el fin virtuoso e
impera su puesta en práctica. Si la persona elige libremente esa acción, se hace buena y
virtuosa. De este modo, la razón, guiando y mandando a las potencias apetitivas (voluntad y
afectividad sensible), forma en ellas las virtudes morales.
La virtud hace referencia a una cualidad positiva que permite producir ciertos efectos. Está
vinculado a la fuerza de voluntad, al valor de obrar en consecuencia a los valores que se tienen
desarrollados. Como lo afirma el filósofo Marcos Lobo Pareja; son cualidades, habilidades y
hábitos que las personas demuestran con su práctica cotidiana y buscan la perfección como
una meta por alcanzar. Lo importante, no es “saber” qué o cuáles son los valores y principios,
sino practicarlos. (Ministerio de Educación Bolivia, 2020, p.64)
Las virtudes son características o disposiciones arraigadas en una persona para actuar de
manera correcta y así fomentar el bien. Son hábitos de conducta que permiten al individuo
guiar su voluntad hacia lo que es correcto, justo y verdadero. En la religión cristiana se
mencionan las virtudes teologales (fe, esperanza y amor) y las virtudes cardinales (prudencia,
justicia, fortaleza y templanza). En resumen, las virtudes son rasgos de personalidad que llevan
a la persona a realizar buenas acciones y tomar decisiones acertadas.
Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del
entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían
nuestra conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una
vida moralmente buena. El hombre virtuoso es el que practica libremente el bien. (Catecismo
de la Iglesia Católica, 1804)
Iglesia Católica. (1994). Catecismo de la Iglesia Católica (1.a ed.). Ciudad del Vaticano: Librería
Editrice Vaticana.
https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s1c1a7_sp.html
Las virtudes son elementos fundamentales de la ética, especialmente en la ética de las virtudes
que se desarrolló en la filosofía griega, especialmente en la obra del filósofo Aristóteles. Según
esta corriente filosófica, las virtudes son cualidades o disposiciones adquiridas que permiten a
las personas actuar de manera efectiva y ética en la vida. Estas virtudes pueden ser tanto
intelectuales como morales, y se adquieren a través del hábito y la práctica. Entre las virtudes
morales más importantes se encuentran la honestidad, la justicia, la fortaleza y la prudencia,
mientras que entre las virtudes intelectuales se encuentran la sabiduría y la inteligencia
práctica. En el contexto de la ética, estas virtudes son fundamentales para tomar decisiones
éticas correctas y actuar de manera coherente con las normas y valores morales adecuados.
Virtudes cardinales: las cuatro virtudes cardinales son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la
templanza. Estas virtudes fueron definidas por Platón y Aristóteles en la antigua Grecia.
Referencia bibliográfica: Biblia (1 Corintios 13:13) y Santo Tomás de Aquino, "Suma Teológica".
Virtudes humanas: las virtudes humanas son aquellas que se pueden adquirir por esfuerzo y
práctica, y que ayudan a los seres humanos a desarrollar su carácter y a vivir de manera ética y
moralmente correcta.
Virtudes cívicas: las virtudes cívicas son aquellas que se refieren al papel de los ciudadanos en
la sociedad y que fomentan el bienestar común y la justicia social. Estas virtudes incluyen la
responsabilidad, la generosidad y el respeto a los derechos de los demás.
En ética, las virtudes son características o hábitos que se consideran valiosos para el ser
humano y que contribuyen a su bienestar y felicidad. Un concepto interesante en este tema es
el de la “virtud ética” propuesto por Aristóteles, que se refiere a la disposición habitual de
hacer lo correcto, aunque a veces pueda ser difícil o incómodo. Este concepto se encuentra en
su obra “Ética a Nicómaco”. Otro importante concepto de las virtudes en la ética es el de la
"justicia" que es una virtud cardinal, según la cual cada uno recibe lo que le corresponde y se le
da a cada uno lo que merece. Este concepto se encuentra en la obra "La República" de Platón y
en la obra "Ética a Nicómaco" de Aristóteles.
Referencias bibliográficas: