Ensayo El Lagarto

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ENSAYO

En los últimos años, el sistema educativo peruano ha hecho esfuerzos


importantes para promover la igualdad de oportunidades, sobre la
base del reconocimiento y afirmación de la educación como un
derecho humano. En sintonía con ello, pero reconociendo que aún
falta mucho por avanzar hasta que ese derecho sea plenamente
ejercido, el Proyecto Educativo Nacional (PEN) al 2036: el reto de la
ciudadanía plena incide en la importancia de trabajar con mucho
mayor ahínco que en el pasado para superar los desafíos vinculados
con la equidad y la inclusión.
El propósito del PEN al 2036 relacionado a la inclusión y la equidad
busca generar espacios educativos que valoren la diversidad del país
y sus habitantes, enriqueciendo la experiencia de aprendizaje de toda
la comunidad educativa, convirtiéndose en puntos de encuentro en
los que se combate el prejuicio y la discriminación, y se integran o
dialogan tradiciones, visiones y prácticas culturales diferentes.
La inclusión y la equidad son principios que deben estar presentes en
cada acción del Estado, con el fin de construir una sociedad
democrática que elimine barreras, donde todas las personas sean
valoradas y reconocidas en la práctica, y no solo en el discurso, como
iguales ante la ley y como sujetos de derechos.
El PEN al 2036 busca la creación de una sociedad que integre a todo
el país, en el que se reconozca e incorpore de manera decisiva y
afirmativa a aquellas poblaciones indígenas, afroperuanas, personas
con discapacidad, comunidades rurales, y en condición de pobreza,
que históricamente han sido invisibilizadas o desconocidas por las
políticas públicas, viendo hasta ahora seriamente limitadas sus
oportunidades de desarrollo.
Para ello, propone que la educación contribuya a construir relaciones
basadas en el respeto y valoración de todas las personas,
particularmente de aquellas que, por sus orígenes sociales o
económicos, su edad, su identidad religiosa, cultural, de género o de
su orientación sexual, han sido marginadas o discriminadas en el
acceso pleno a oportunidades de desarrollo.
personal y logro educativo. Esto implica prestar atención y recursos
educativos especiales a poblaciones que hablan lenguas originarias, a
las niñas y mujeres y a los adultos mayores y a las personas afectadas
por alguna discapacidad, con servicios, docentes u otros actores
mediadores especialmente preparados, y adecuada infraestructura
para sus aprendizajes y desarrollo integral.
La aspiración a una educación para la inclusión y la equidad requiere
con urgencia fortalecer la calidad y pertinencia de la educación
pública, para que sea atractiva para las familias de diversos niveles
socioeconómicos. Requiere también de una adecuada supervisión de
la educación privada, para asegurar la calidad y mecanismos de
selección que no resulten excluyentes de esa diversidad que puede
enriquecer la vida de todas y todos los estudiantes.
Cabe señalar que este propósito está especialmente alineado al
desarrollo de la Política de Estado 12 del Acuerdo Nacional, espacio
de diálogo del Poder Ejecutivo con distintos actores políticos y
sociales, que consiste en el acceso universal a una educación pública
de calidad.
Asimismo, contribuye al logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible
(ODS) número 4 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, que
plantea “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y
promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para
todos”. Este propósito busca establecer que todas las personas
tengan derecho a la educación sin ningún tipo de discriminación o
limitación, se enlaza con otros propósitos del PEN al 2036 como Vida
Ciudadana, Bienestar Socioemocional, y Productividad, Prosperidad,
Investigación y Sostenibilidad.

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