Historia de Sociedad Anonima
Historia de Sociedad Anonima
Historia de Sociedad Anonima
Las sociedades anónimas se crearon para financiar esfuerzos que eran demasiado costosos para
que los financiara un individuo o incluso un gobierno. Los propietarios de una sociedad anónima
esperaban participar en sus beneficios.
Hoy en día, las empresas guatemaltecas no están organizadas como sociedades anónimas. Si bien
se podría describir un negocio con accionistas utilizando el término "sociedad anónima", no existe
tal opción de registro. En cambio, las empresas se organizan como, por ejemplo, una corporación,
una sociedad o una sociedad de responsabilidad limitada.
Hay registros de sociedades anónimas que se formaron en Europa ya en el siglo XIII. Sin embargo,
parecen haberse multiplicado a partir del siglo XVI, cuando los inversores aventureros comenzaron
a especular sobre las oportunidades que se encuentran en el Nuevo Mundo.
La exploración europea de las Américas fue financiada en gran medida por sociedades anónimas.
Los gobiernos estaban ansiosos por un nuevo territorio, pero eran reacios a asumir los enormes
costos y riesgos asociados con estas empresas.
Eso llevó a los empresarios a idear un plan de negocios. Venderían acciones en sus empresas a
muchos inversores para recaudar dinero para financiar viajes al Nuevo Mundo. El potencial para
explotar los recursos y desarrollar el comercio era atractivo para muchos inversores. Otros querían
reclamar bienes raíces en el Nuevo Mundo y establecer nuevas comunidades que estarían libres de
persecución religiosa.
La Sociedad Anónima, o también conocida como empresa anónima o por sus siglas S.A., es un tipo
de Sociedad Mercantil Capitalista nacida para las grandes acumulaciones de capital.
En palabras del Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, una Sociedad Anónima se define
como sociedad mercantil de capital, en la que éste se divide en partes alícuotas denominadas
acciones y en la que los socios no responden personalmente de las deudas sociales.
Destacar que el régimen jurídico de estas sociedades es sumamente complejo, por lo que no se
adapta a pequeñas empresas, debido a las características que justamente vamos a ver a
continuación.
El capital social de una compañía anónima se encuentra conformado por la suma del total de las
aportaciones realizadas a la sociedad.
Explicado de una manera más sencilla, el capital social se encuentra compuesto por las cantidades
aportadas por todos los socios.
Haciendo referencia al nombre o razón social con la que se encuentra inscrita la sociedad, esta
debe constar de un término que no estuviera registrado con anterioridad. Asimismo, debe ir
acompañado de las siglas S.A.
La responsabilidad asumida por cada uno de los socios será proporcional al capital aportado por
éstos.
Con carácter general, las aportaciones realizadas por los socios tienen el carácter de dinerarias. Es
decir, estos aportan dinero al capital social de la empresa.
Sin embargo, las aportaciones de estos también pueden ser no dinerarias, como es el caso de un
inmueble. Pues bien, las sociedades anónimas tienen un régimen muy estricto en este aspecto.
Además, se requieren una serie de trámites adicionales, como una certificación donde se
demuestre que el nombre de la sociedad no se encuentra escogido o el desembolso del capital.
La escritura y los estatutos deben cumplir con los requisitos establecidos por ley. Básicamente, se
exige que estos contengan un contenido específico.
Una vez otorgada la escritura pública, los socios tienen un plazo de tan solo dos meses para llevar a
cabo la inscripción en el Registro.
Ventajas:
La responsabilidad frente a los acreedores es limitada, lo que pone a salvo su patrimonio personal
en caso de quiebra.
La Empresa Anónima da una imagen de ser un negocio serio y solvente, lo que facilita la entrada de
nuevo capital.
Inconvenientes:
El capital social mínimo exigido es realmente elevado, lo que la hace inaccesible para la mayoría de
emprendedores.
La gestión administrativa está llena de trabas y regímenes jurídicos complejos pensado para
grandes empresas y no para el resto.