Devocional y Oración Día 49

ORACIÓN Y DEVOCIONAL DÍA #49 Santiago 1:6
UNA MENTE DEFINIDA Y CONSTANTE

Pero tiene que pedir con fe y sin dudar nada, porque el que duda es como las olas del
mar, que el viento agita y lleva de un lado a otro. Santiago 1:6 RVC
Hay una realidad que la mayoría de creyentes, ha enfrentado en algún momento
de su vida y es la de poner su fe y confianza en Dios exponiendo una petición, orando con
convicción, creyendo que recibirá lo que ha pedido, sin embargo, al día siguiente, parece
que ya no está misma convicción. Durante un servicio, la Palabra de Dios llega a nutrir la
fe, el cristiano sale con la suficiente fe para ordenar a la montaña moverse, pero al día
siguiente la realidad y los problemas parecen ser más grandes y la fe decae.
¿Qué es lo que hace decaer la fe? Probablemente la fe se vea afectada, cuando el
creyente no ve indicios de que algo va ocurrir. Entonces la pregunta es ¿Necesita Dios
dar una prueba de que va a responder a lo que ha prometido? La respuesta es no, pues de
otra manera no podría llamarse fe, pues si vemos indicios de que algo va ocurrir sería
deducir el rumbo de la situación. La fe es creer que algo ya cambio en el futuro, sin
haberlo visto, sin ver indicios, incluso ver como la situación puede empeorar y esto no es
más que la fe sometida a prueba.
¿Y si no ocurre? La duda intenta engañar al creyente durante los momentos
difíciles, se hace presente con el fin de desplazar y dañar los procesos de fe, lo que con
esfuerzo se ha desarrollado, por ello Santiago en su carta, aclara una condición para todo
aquel que anhele ver una respuesta positiva a sus oraciones: “pedir con fe sin dudar nada”
¿Empeoró la situación? Bueno cree y no dudes. ¿No ves cambio? Perfecto, eso no
significa nada, sigue creyendo, no dudes. ¿No sabes qué hacer? Pide sabiduría, que Dios
la proporciona a todos en abundancia y sin reproche (1 Santiago 1:5).
Esta sabiduría de la que habla el apóstol, es específica para esos momentos
difíciles. La sabiduría es poner en práctica y de manera adecuada un conocimiento
recibido. La sabiduría consiste en saber cómo actuar bajo ciertas circunstancias de prueba,
cuando surgen los problemas y las dudas. La vida está llena de estos factores, y por lo
tanto necesitamos recibir sabiduría de Dios.
“Yo creo que Dios resolverá todo y me va a ayudar”, es una expresión común del
creyente, pero al día siguiente, no se ve indicios de nada y por lo tanto intenta resolver el
problema por sí mimo. El que duda es semejante a la ola del mar, variable en su forma de
pensar, inestable, impredecible y cambiante en su postura. El que cree debe mantenerse
firme en su convicción de otra manera dice Santiago: “El que es así, no piense que va a
recibir alguna cosa del Señor” (Santiago 1:7 NBV). Lo que describe el verso, es una
persona que pide algo Dios, pero sigue dudando, una persona de doble ánimo inconstante
en todos sus caminos (Santiago 1:8).
Los hombres que han visto la mano de Dios sobre su vida, han creído sin importar
las circunstancias y fueron contantes en esa fe, y fueron agradecidos antes de recibir la
bendición: “Abraham no fue incrédulo a la promesa de Dios ni dudó jamás. Al contrario,
fortaleció su fe y así le dio gloria a Dios y le dio las gracias por aquella bendición antes
que se produjera. ¡Estaba completamente seguro de que Dios cumple sus promesas!
¿Estamos complemente seguros que Dios cumple sus promesas? Si aún hay sombra de
duda en nuestro interior, que esta sea reemplazada por una fe firme y creciente, mediante
el alimento de la Palabra de Dios y la espera paciente, paciente no significa de estar de

brazos cruzados, significa “ sufrir sin rendirse, soportar” no es un cualidad que ayuda a
esperar calladamente en la sala de espera un hospital mientras dan un diagnóstico, es la
cualidad que nos lleva a terminar una maratón, aún no llego a la meta pero avanzo, tomara
tiempo pero sigo, estoy cansado y debilitado, pero mi mente está enfocada en la meta y
no en la distancia que aún me falta por recorrer, aun sino diviso el final de la carrera, no
necesito ver, creo, avanzo con paciencia y agradezco por la bendición que vendrá.
Canto recomendado: Tus cuerdas de amor – Julio Melgar feat Lowsan Melgar
Oración guiada: Jesucristo hijo de Dios, te pido por mi fe, para que esta no falte, para
que pueda esperar con paciencia, sin importar el tiempo, sé que tus promesas cumplirás,
el bien y la misericordia me perseguirán todos los días de mi vida, ayúdame a ser contante
en mis convicciones, quita de mi la duda y la incredulidad, pues quiero agradarte y sin fe
es imposible. Ore por alguien más y finalmente añada su petición personal. En el
nombre de Jesús, amén.

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