Analisis de Caso Ejemplo
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ESTUDIO DE CASO
Rodeito, la lucha incansable de un sindicato agrario por su territorio
“Yo me siento feliz y cuando llegue nuestro título vamos a asegurar recién que somos
dueños de las parcelas y nadie nos va a molestar…”
(Fortunato Leó n Vargas, comunario de Rodeito (octubre, 2014).
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propiedad, posesió n, uso y manejo de la tierra corresponde a una comunidad (y no a una persona
particular).
3 Se considera como poseedor legal a aquella persona que ocupa una superficie de tierra sin afectar
derechos legalmente constituidos y que cumple con la Funció n Social o Funció n Econó mica Social.
4 El Taller de Iniciativas en Estudios Rurales y Reforma Agraria, TIERRA, es un centro de investigació n
especializado en temas agrarios y rurales que trabaja en distintas zonas de Bolivia desde 1994.
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Así, el caso de Rodeito muestra la lucha permanente de la comunidad contra una
familia de ex hacendados por el acceso y tenencia de la tierra de integrantes de la
comunidad en situació n precaria de posesió n de tierras (poseedores legales), sin
ningú n tipo de documentació n que respalde su derecho propietario, pero que, de
acuerdo a la normativa legal vigente y los usos y costumbres, estaban cumpliendo con
todos los requisitos que debe cumplir un poseedor legal; vale decir, una posesió n
pacifica, continua y pú blica. Bajo estos preceptos, la comunidad hizo respetar el
derecho propietario de sus afiliados durante el proceso de saneamiento interno y esta
situació n posteriormente fue ratificada por el saneamiento legal de tierras
desarrollado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria en la comunidad de Rodeito
durante 2012.
5Guerrero, R. (2005). “Huacareta: Tierra, territorio y libertad”. Primera edició n. Editorial: Fundació n
TIERRA. La Paz-Bolivia. Pá g. 31.
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No obstante que a través del proceso de afectació n y dotació n de la hacienda “Segura”,
en la Reforma Agraria la tierra fue entregada a las familias de la comunidad de Rodeito
en su calidad de ex colonos o ex arrenderos, treinta añ os má s tarde, en el añ o de 1996,
los descendientes o herederos del ex propietario de la hacienda 6 aú n se consideraban
dueñ os legítimos de esas tierras, especialmente de las que habían sido entregadas a la
comunidad en calidad de pastoreo colectivo para el aprovechamiento, no solo del ex
hacendado, sino también de todos los habitantes de la comunidad.
De manera general, durante los ú ltimos 60 añ os, en distintos lugares del país, a raíz
del crecimiento poblacional, de la migració n campo – campo y de las necesidades
familiares, muchas tierras, parcelas y zonas de pastoreo colectivo fueron ocupadas por
comunarios o campesinos sin tierra. Si esta posesió n se ha dado antes de 1996, la ley
reconoce formalmente el hecho y asigna a sus protagonistas la condició n de
poseedores legales (ley INRA).
Para que se dé esta situació n en una comunidad, normalmente intervienen los usos y
costumbres de la organizació n comunal, poniéndose a consideració n de los afiliados la
cesió n de espacios colectivos a favor de familias que no cuentan con ninguna
propiedad para poder sustentar el hogar. En una asamblea comunal los miembros de
la comunidad manifiestan su conformidad o disconformidad para entregar tierra a las
familias que así lo soliciten. Es un hecho cotidiano que también ha sucedido varias
veces en la comunidad de Rodeito, donde en distintas ocasiones han aceptado
uná nimemente la posesió n de predios por parte de poseedores, legitimando así legal y
pacíficamente el acciones de las familias beneficiadas, que han venido cumpliendo
desde entonces también con los deberes y obligaciones que exige pertenecer a una
organizació n sindical campesina. Varias de estas posesiones legales se han dado en
espacios de pastoreo colectivo que antes pertenecían a la ex hacienda “Segura”.
Empero, los acuerdos legítimos en el marco de la comunidad, no siempre son
reconocidos por agentes externos a la misma. El caso de Rodeito es un claro ejemplo.
En 1974, uno de los herederos del ex dueñ o de la ex hacienda “Segura”, aprovechando
su calidad de autoridad jurisdiccional en materia agraria (Juez Agrario Mó vil), funció n
que muchas veces recae –salvadas honrosas excepciones- en ciudadanos inexpertos,
sometidos a intereses personales o de una de las partes en litigio, logró de oficio,
iniciar un proceso de inafectabilidad y consiguiente consolidació n del derecho
propietario de los terrenos colectivos de la comunidad de Rodeito (pastoreos). A raíz
de ello, por sentencia ejecutoriada, logró consolidar el derecho propietario de dichos
espacios comunales a favor de su có nyuge y sus hijos menores de edad; situació n
reprochable desde todo punto de vista, dado su involucramiento e interés personal en
el proceso y el hecho de que los beneficiarios del proceso judicial ni siquiera vivían en
la comunidad,
6Se Reserva el nombre del propietario de la ex hacienda, en respeto a guardar su identidad y preservar
su imagen.
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no eran parte de la organizació n y por lo tanto, no cumplían con la funció n social de la
tierra.
Esta situació n de abuso de autoridad en funció n del cargo generó por varios añ os,
mucha molestia dentro de la organizació n sindical de Rodeito, ya que los herederos de
la ex hacienda “Segura” se presentaron en la comunidad con estos títulos ejecutoriales
fraguados y emitidos de manera contraria a la ley, acompañ ados incluso de
autoridades policiales, manifestando ser los ú nicos propietarios de esas tierras. Los
herederos o ex hacendados pretendían que los poseedores reconocidos por la
comunidad les reconocieran una especie de tributo o alquiler, ya que alegaban ser
dueñ os de las tierras donde se habían asentado los nuevos comunarios. “Este es mi
terreno y si usted aquí ha sembrado 10 rayas7, dos rayas tienen que ser para mí y una
vez cosechado debes llevarlo a mi casa”; eran las palabras del ex hacendado, señ ala
textualmente uno de los comunarios. Caso contrario instaban a las familias al desalojo
inmediato de las parcelas o en su caso, a la compra y venta de las mismas, pagando un
determinado monto definido por el ex hacendado. Hubo algunos comunarios que
cancelaron montos de dinero por los espacios comunales ocupados a fin de evitar
mayores conflictos con los herederos que permanentemente asediaban a las familias.
Para los dirigentes de la organizació n sindical de Rodeito ser simples espectadores de
los abusos y excesos que cometían los ex hacendados que no eran afiliados a la
comunidad en contra de los comunarios poseedores legales, fue una situació n
inconcebible. En ese sentido, eventualmente la organizació n comunal decidió asumir
un rol má s activo y salvaguardar los derechos de sus afiliados, sin importar las
consecuencias. Muchas autoridades sufrieron atropellos, llegando al extremo de ser
amenazados de muerte; sin embargo estos hechos no frenaron las iniciativas de la
comunidad.
Una de las primeras acciones contundentes que realizaron los dirigentes de la
comunidad de Rodeito fue la demanda de “Nulidad de títulos ejecutoriales” el añ o
2001; proceso que entre una serie de amenazas y acciones de mala fe, concluyó con
una sentencia que declara probada la demanda de nulidad de Títulos ejecutoriales
emitidos en el añ o de 1974 por el Juzgado Agrario Mó vil Tercero de Chuquisaca;
situació n favorable para las familias que pretendían ser despojadas de sus viviendas y
campos de trabajo en calidad de poseedores legales de las zonas de pastoreo colectivo.
A pesar de ello, las presiones de los ex hacendados continuaron y las tensiones entre
ellos y la comunidad se mantuvieron por varios añ os má s. Fue recién en 2012, añ o en
que se realiza en saneamiento interno y luego el saneamiento legal de tierras 8, que se
logra solventar definitivamente la situació n.
7 Serefiere a surcos que se realizan en la tierra durante el proceso de siembra de productos agrícolas.
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Saneamiento legal es el “procedimiento técnico-jurídico transitorio destinado a regularizar y
perfeccionar el derecho de propiedad agraria” (art. 64 Ley 1715).
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Con el apoyo de la ONG TIERRA, durante el saneamiento interno de tierras9, entendido
como un proceso comunitario de definició n de límites y resolució n de conflictos sobre
la tierra, se logra conciliar los distintos intereses en juego, reconociendo los derechos
de los poseedores legales y afiliando a los ex hacendados a la comunidad, para que
cumplan roles y deberes, como lo exige el cumplimiento de la Funció n Social de la
tierra. Posteriormente, en el mismo añ o, el Instituto Nacional de Reforma Agraria
(INRA) llega a la comunidad con el proceso de saneamiento legal de tierras
(regularizació n de derechos propietarios) y reconoce todos los acuerdos del
saneamiento interno, otorgando los títulos de propiedad a todos los comunarios de la
comunidad.
Actualmente la organizació n sindical de Rodeito se encuentra cohesionada y
fortalecida, bajo el principio de igualdad, respeto y reciprocidad donde todos y cada
uno de sus afiliados gozan de los mismos derechos y obligaciones.
El caso de Rodeito, no es ú nico y particular si no que en todo caso, es un ejemplo de lo
que ha sucedido en otras comunidades de los valles chuquisaqueñ os, donde a raíz de
pugnas entre propietarios ilegítimos y poseedores legales no se ha logrado concluir
con el proceso de saneamiento legal de tierras. Afortunadamente, en Rodeito, se pudo
llegar a una solució n que respeta y beneficia a todos los miembros de la comunidad.
Para explicar de manera má s cercana lo vivido en la comunidad, se presentan dos
historias de vida:
Historia 1:
Don Fortunato Leó n Vargas nació el añ o de 1952. Cuando tenía 19 añ os de edad
juntamente con sus padres se trasladó a la comunidad de Rodeito. Actualmente está
casado con Doñ a Damiana Ferná ndez y tienen cinco hijos que responden a los
nombres de Juan Carlos, Savelio, María Elena, Roberto y Leydi.
Don Fortunato só lo logró cursar hasta el tercer añ o de escuela primaria. Debido a
varios factores, sobre todo econó micos no pudo seguir estudiando. Como toda
persona que vive en el lugar, se afilió a la comunidad de Rodeito en 1971, asumiendo
el cargo de Secretario General ese mismo añ o, demostrando responsabilidad y servicio
para con la comunidad. En esa misma gestió n, con 19 añ os, logró acceder a trabajar
tierras cultivables dentro del pastoreo colectivo con autorizació n de la organizació n
sindical.
“Mientras trabajaba con las bases en ese entonces los propietarios (ex hacendados)
recogían el porcentaje de toda aquella gente que trabajaba en los terrenos colectivos.
Era época de cosecha y de los trojes10 sacaban 20 o 30 animales o cargas y el trabajo
era
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El saneamiento interno es un instrumento alternativo de conciliació n y resolució n de conflictos por la
tierra que se aplica al interior de comunidades indígena originario campesinas, en base a normas
propias plasmadas en sus usos y costumbres.
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10 Es una estructura destinada al depó sito de productos agrícolas.
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obligatorio aún en ese entonces a la hacienda. Trabajábamos de manera gratuita y
cuando tenían la gana nos pagaban, en esos años era entre 2 o 3 pesos el jornal.
Nosotros seguíamos trabajando y ya en el año 1975 o 76 -no recuerdo bien-
conformamos una delegación para poder frenar un poco el abuso y nos cancelen en el
peso del día en los jornales que trabajábamos para la hacienda, esto para frenar el
abuso de cierta forma de los patrones, pero no pudimos lograrlo y a los que fuimos como
delegados nos amenazaron con sacarnos, nos dijeron: “salgan de aquí”, la hacienda es
nuestra”, cuenta don Fortunato.
En su caso, a partir de 1996 se hacen má s visibles los abusos y excesos. Uno de los
herederos de la ex hacienda “Segura”, a través de la intimació n, amenazas y otras
acciones, pedía constantemente el desalojo de las parcelas que venía trabajando. Só lo
la demanda de nulidad de título ejecutorial iniciada por la organizació n en el 2001
pudo frenar en parte estos abusos.
“Fue uno de los propietarios (ex hacendados) quien con acusaciones falsas trato de
sacarme de las parcelas que yo venía trabajando. Quien inició la demanda de nulidad de
títulosi fue el dirigente de ese entonces Don Mario Vargas Sánchez y Francisco Vedia en
calidad de apoderado”.
EN 2012, luego del saneamiento interno y su validació n con el saneamiento legal es
que se logra un acuerdo satisfactorio para las partes, el respeto a las parcelas de los
poseedores legales y el respeto a las parcelas con las que contaba el heredero de la ex
hacienda “Segura”, previa afiliació n a la organizació n y cumplimiento de aportes y
trabajos comunales.
“Durante el saneamiento me lo han medido 50 hectáreas cultivables a nombre mío y de
mi esposa, en calidad de poseedor legal, gracias al apoyo de la comunidad quien me
respaldó en ese entonces, porque venía cumpliendo hace años la Función Social”.
“Yo me siento feliz y cuando llegue nuestro título vamos a asegurar recién que somos
dueños de las parcelas y nadie nos va a molestar”.
Su principal actividad por má s de 40 añ os en estos predios ha sido la producció n de
maní, maíz, ají, camote y otros productos propios del lugar.
Historia 2:
Don Ró mulo Cruz Ortíz nació en 1970 en la comunidad Alto Dorado el añ o de 1970.
Logró estudiar en escuela durante los primeros cuatro cursos. Está actualmente
casado con Doñ a Arminda Rojas y tienen cinco hijos Sandra, Mirian, Nelsi, Remilson y
Leydi. Don Ró mulo se afilió a la comunidad de Rodeito en el añ o de 1988.
“Yo he llegado aquí a afiliarme junto con mi papá en 1988 cuando Fortunato Vargas
estaba como Sub Central, ya que antes vivíamos en Alto Dorado y es que allá no tenemos
hasta ahora camino, y es difícil bajar nuestros productos. Primero trabajábamos un
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tiempo alquilándonos terrenos, luego llegamos a la propiedad de uno de los hijos de la
ex hacienda y trabajamos por porcentajes; y cuando ya no quisimos pagar los
porcentajes nos sacaron de la propiedad”.
Añ os después alrededor de 1990, con autorizació n de la organizació n sindical y la
comunidad Don Ró mulo logra acceso a tierras cultivables e inicia su trabajo agrícola
dentro de los terrenos colectivos.
“Cuando trabajábamos las parcelas, aún en el 96 y 97, la gente venía de las laderas e
iban a trabajar, porque los patrones venían a notificarnos en su caballo y la gente tenía
que ir a trabajar a los predios donde antes era la hacienda, indicando que estábamos
trabajando sus tierras por lo cual nosotros debíamos servirlos. Gracias a las
capacitaciones que nos dio Fundación TIERRA, entendimos que en los terrenos que eran
zonas de pastoreo colectivo no podían intervenir propietarios sino que los dueños de
estas zonas era toda la Comunidad”.
Este hecho muestra que la falta de informació n puede devenir en la vulneració n de los
derechos establecidos en leyes bolivianas. Só lo después de procesos de informació n y
capacitació n, la gente de la comunidad pudo darse cuenta que el accionar del ex
hacendado contravenía normas legales.
“Actualmente vengo trabajando 12 hectáreas cultivables, y en cumplimiento a la
Función Social que hacía por años, es que la comunidad y control social avalaron mi
posesión legal de mi terreno. Me siento tranquilo esperando el título ejecutorial para así
ser dueños verdaderos y legítimos de nuestro terreno”.
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Se realiza la
Nace Don
afectació n a la
1952 Fortunato Leó n 1967
hacienda
Vargas.
“Segura”.
Don Fortunato
Nace Don
se afilia a la
1971 1970 Ró mulo Cruz
comunidad de
Ortiz.
Rodeito.
Los ex
hacendados Don Ró mulo se
obtienen afilia a la
1974 documentos de
1988 comunidad de
propiedad mal Rodeito.
habidos.
Se establece la Los ex
nulidad de los hacendados
títulos recrudecen su
2001 obtenidos por
1996 presió n a los
los hacendados poseedores
en 1974. legales.
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normas propias de las comunidades” (Art. 397 pará grafo II). Este elemento
fundamental no siempre es considerado durante el proceso de saneamiento legal de
tierras llevado adelante por el Estado (el INRA específicamente), debido a que
supuestamente se advierte una contraposició n entre la justicia ordinaria y justicia la
indígena originaria campesina. Afortunadamente no es el caso de Rodeito, en el que la
comunidad fue la que legítimamente ratificó el cumplimiento de la Funció n Social de
la tierra.
Finalmente la CPE de 2009 establece una serie de derechos fundamentales
relacionados con el caso: “Ninguna persona podrá ser sometida a servidumbre ni
esclavitud…” (Art. 15 pará grafo V); “El Estado reconoce, protege y garantiza la
propiedad individual y comunitaria o colectiva de la tierra, en tanto cumpla una función
social o una función económica social, según corresponda” (Art. 393); “I. El trabajo es la
fuente fundamental para la adquisición y conservación de la propiedad agraria. Las
propiedades deberán cumplir con la función social o con la económica social para
salvaguardar su derecho de acuerdo a la naturaleza de la propiedad. (Art. 397 C.P.E.).
Estos enunciados rescatan todavía lo establecido en la Reforma Agraria de 1953 que
tenía como propó sito fundamental resguardar el derecho de acceso y tenencia de la
tierra de aquellos que la trabaja. Estos avances son importantes y significativos; sin
embargo, todavía no se ha logrado resolver definitivamente el problema estructural
de la tenencia de la tierra en Bolivia; es decir, el latifundio en oriente y el minifundio
en occidente.
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departamento. El proceso de saneamiento interno, el empleo de los usos y
costumbres y el respeto a las
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autoridades comunales, han fortalecido a la organizació n de Rodeito para la gestió n
de los derechos y obligaciones de cada uno de los miembros, para velar por los
intereses de la comunidad y para administrar su territorio.
Don Ignacio Vedia Cruz, dirigente de la comunidad durante la gestió n 2011 señ ala:
“Como organización sindical, cuando ingresó el INRA a titular las tierras, como
comunidad hicimos respetar los derechos a la tierra que tenían cada una de las familias
afiliadas. Ha sido importante que se nos respete nuestras decisiones como comunidad,
nuestros usos y costumbres; y gracias a que estábamos bien organizados hicimos
respetar lo que se había hecho en el saneamiento interno. Sin ningún tipo de abusos por
parte de propietarios ni de nuestros afiliados”.
Don Fortunato Leó n Vargas y Don Ró mulo Cruz Ortíz se encuentran afiliados a la
comunidad por má s de una década y, al igual que los 110 afiliados que conforman
actualmente la comunidad, gozan de los mismos derechos y obligaciones, participando
activamente, y cumpliendo con la funció n social respecto a la tierra y a la organizació n
sindical de acuerdo a usos y costumbres. El sindicato agrario no daría la espalda a
ninguno de sus miembros, ni abandonaría a los mismos en la lucha por alguna
reivindicació n justa. Tal como señ alan sus dirigentes: “Más vale morir luchando”,
expresió n que ejemplifica el caso de Rodeito, donde la organizació n sindical unida
hizo prevalecer el respeto a sus usos y costumbres en el acceso y tenencia de la tierra
de sus integrantes.
Créditos
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MEMORIA FOTOGRÁFICA
Municipio El Villar
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Realizació n de entrevistas
Ex hacienda “Segura”
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Ex hacienda “Segura”
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Valle de Rodeito
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