Domingo 19 de Mayo de 2024. Solemnidad de Pentecostés
Domingo 19 de Mayo de 2024. Solemnidad de Pentecostés
Domingo 19 de Mayo de 2024. Solemnidad de Pentecostés
Esta aparición de Jesús Resucitado tiene lugar "el primer día de la semana", que
es nuestro domingo, día del Señor, y que desde la época apostólica es entonces el día
de la reunión de los cristianos.
Los discípulos se encontraban reunidos en un lugar, probablemente el cenáculo,
"a puertas cerradas", por temor a los judíos. Por tanto, su actitud es de un miedo tal
que los lleva a encerrarse, a protegerse, a distanciarse de todos los demás.
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En su primera aparición Jesús Resucitado se para en medio de ellos y saluda a
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los discípulos diciéndoles: “¡Paz a ustedes!". Más que de un augurio o deseo, se trata
de la donación efectiva de la paz, de una presencia real de la paz como don
escatológico tal como lo había indicado Jesús en su discurso de despedida: “Es la paz,
la mía la que les doy; no se las doy a la manera del mundo” (Jn 14, 27). Esta paz
(Shalom), según el trasfondo del Antiguo Testamento, incluye todos los bienes
necesarios para la vida presente y la plenitud de los bienes en la vida futura.
Luego Jesús les muestra sus heridas para probarles que es el mismo Crucificado
que ha Resucitado; que es Él mismo, pero en un estado diferente.
La visión de Jesús Resucitado provoca en los discípulos una plenitud de alegría
y, de este modo, Jesús cumple lo que les había anunciado de darles una alegría
completa (cf. Jn 15,11; 16,22).
A continuación, Jesús pronuncia las palabras de envío y realiza el gesto de
soplar sobre ellos. El tema de la misión, con distintas formulaciones, aparece como una
constante en los relatos de aparición de Jesús en los evangelios. En Juan se resalta
que se trata de una única y misma misión, que se origina en el Padre que envía a su
Hijo Jesús, quien ahora hace partícipes de la misma a sus discípulos. En cuanto a
soplar sobre ellos, algunos estudiosos ven en esto una referencia al gesto primordial
de Dios en la creación del hombre (cf. Gen 2,7). Entonces el soplo de Jesús es el signo
de la nueva creación: Jesús glorificado comunica el Espíritu que hace renacer al
hombre. Con esta donación del Espíritu Santo a los Apóstoles se les comunica también
el poder de perdonar o retener los pecados y, de este modo, son ellos ahora
transmisores de la vida nueva. Queda claro que la paz es fruto del perdón de los
pecados obtenido por Cristo con el don de su vida en la cruz y que se recibe actualizado
por el don del Espíritu Santo.
Espíritu libre, Espíritu de Amor, dame la audacia necesaria para vivir y anunciar el
evangelio.
Durante esta semana me comprometo a pedir la asistencia del Espíritu Santo para tener
un gesto evangelizador con alguien de mi grupo o comunidad. Rezo durante toda la
semana por esa persona