Unidad 5

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Unidad 5.

La profesión y el profesional
5.1 Profesión: concepto, finalidad, rasgos de una actividad profesional, perspectivas
social, personal y familiar.
5.2 Vocación: concepto, importancia.
5.3 Profesional: concepto, competencias.

Objetivos:
1. Comprender el concepto de profesión y su finalidad.
2. Comprender el concepto de vocación y su importancia.
3. Comprender el concepto de profesional.
4. Reconocer las competencias de un profesional.

Profesión: concepto, finalidad y perspectivas


La palabra “profesión” proviene del latín professio-onis, que significa“Empleo, facultad u oficio
que alguien ejerce y por el que percibe una retribución” (RAE).
Una profesión es, en principio, una actividad humana social, un producto de la acción de
personas concretas mediante la cual se presta un servicio específico a la sociedad y se presta de
forma institucionalizada (Cortina, Adela, 2006).
Para ejercer una profesión se requiere tener una cualificación técnica desarrollada a través de
conocimientos y habilidades que se haya esforzado por obtener.
Las profesiones se diferencian de los oficios o trabajos manuales principalmente porque estas son
empíricas y para ser profesionales se requiere una larga preparación universitaria.
Ambas se han originado por la división del trabajo para que cada uno se enfoque a desempeñar la
especialidad para la que tenga mejores habilidades y se espera que quienes ejerzan las profesiones
sean capaces de excelencia, innovación y creación.

Finalidad

La finalidad de la profesión se configura en dos áreas claramente distintas:


• Producción de bienes materiales y culturales: Son aquellos que satisfacen las necesidades
humanas que Maslow, 2003, jerarquiza en siete niveles: fisiológicos, de seguridad, amor y
pertenencia, de estima, cognoscitivas, estéticas y de autorrealización.

• Prestación de servicios, como conjunto de actos reconocidos por su idoneidad científica y


moral, que constituyen el ejercicio profesional dirigido a la satisfacción de las necesidades y los
problemas en todos los campos de la vida humana, la comprensión y transformación del entorno
social en que vive el hombre: producción y difusión del conocimiento científico, industria,
agricultura, arte, educación, salud, alimentación, vivienda, vestido, derecho, comunicación,
transporte, recreación, deporte, etc.
Rasgos de una actividad profesional

Una profesión es, en principio, una actividad humana social, un producto de la acción de
personas concretas mediante la cual se presta un servicio específico a la sociedad y se presta de
forma institucionalizada (Cortina, 2006).

1. Es una actividad humana que se desarrolla en un ámbito institucional y presenta las


siguientes características:
a. Único, en exclusiva, que no haya intrusos que carezcan de certificaciones
correspondientes que pretendan ejercerla.
b. Prestaciones bien definidas a fin de que el público sepa lo que se puede esperar y
exigir de los profesionales.
c. Indispensable, que la sociedad no pueda prescindir del tipo de servicio que ofrecen
los profesionales en su rama y que sean accesibles a todos.
2. Se considera una misión por lo que se espera que el profesional se entregue a realizarla
y utilice parte de su tiempo de ocio en actualizarse en los avances científicos y
tecnológicos de su área de conocimiento para proporcionar un servicio de calidad.
3. El conjunto de profesionales que la ejerce obtiene de ella su medio de vida, y la realiza
de manera estable, considerando a los demás de la misma rama como sus colegas.
4. Es monopólica, es decir, los profesionales que la ejercen en una rama determinada
obtienen control del ejercicio.
5. El proceso de capacitación teórica y práctica es largo, se realizan estudios reglados que
deben acreditarse mediante un documento oficial y obtener licencia para ejercer tal
profesión.
6. Los profesionales quieren tener autonomía como expertos en su rama para determinar la
forma correcta de ejercer la profesión y juzgar cuáles maneras se han desviado.
7. A la autonomía corresponde el asumir la responsabilidad por los actos realizados y las
técnicas utilizadas en el ejercicio profesional.
8. Que el afán de lucro no sea lo preponderante en el ejercicio de la profesión porque la
actividad está orientada al bien colectivo.

Es importante señalar que cualquier profesión se desvirtúa si quienes la realizan dan mayor
preponderancia a los bienes externos ─dinero, prestigio, poder─ que a los internos y cuando se
cumple solamente con los mínimos legales en vez de aspirar a la excelencia; es entonces cuando
se cae en “la corrupción que significa cambiar la naturaleza de una cosa volviéndola mala,
pervirtiéndola” (Cortina, 2006).
Perspectiva social
Ante la perspectiva social de la profesión, más allá del altruismo, se debe determinar el beneficio
que aportará el trabajo de los profesionales para la sociedad, entendiendo que el bien común se
refiere al bien que comparten todos los miembros.
Se refiere al logro del bien de todos y cada uno de los integrantes de la sociedad, sin excluir al
profesional mismo. El bien común es el bien de la comunidad. El bien común no da preeminencia
al bien individual. El individualismo es un concepto opuesto al bien común.

Perspectiva personal
Elegimos una profesión mediante acciones y decisiones revestidas de los exigentes atributos de
los actos morales: la conciencia, la libertad y la voluntad.
El ejercicio efectivo de la profesión proporciona, a quien la ejerce, una identidad profesional
inconfundible ante los clientes, los ciudadanos y, en general, la gente que pertenece al ámbito
social. Ellos identifican al médico, como el buen médico entre los médicos; al docente, como
buen docente entre los docentes, etc.
Si en el acto de decidir racionalmente una carrera existe un amplio espectro moral, en el ejercicio
de la profesión se acentúa el carácter altamente moral, por cuanto no hay actividad profesional
que no está comprometida con los valores como la libertad, la responsabilidad, la creatividad, la
honestidad y tantos valores que robustecen y dan lustre a la personalidad.

Qué más proporciona la profesión…


Fuente de ingresos: el profesional recibe una retribución económica a cambio de los servicios
que presta o de la producción de bienes. El sueldo, honorarios, salario, etc., es la fuente de
tranquilidad personal y representa la posibilidad real de sustento personal y familiar, de
adquisición de medios indispensables para llevar una vida digna.
Estatus: significa “posición social que una persona ocupa dentro de un grupo o en la sociedad”.
Cuando se dice que un profesional tiene un alto estatus, tiene en mente, el nivel de prestigio muy
elevado al que ha llegado gracias a la excelente calidad de su trabajo y a su solvencia moral.

Desarrollo personal: nada existe con más valor que la profesión bien ejercida, para constituirse
en factor de crecimiento personal. Gracias a su profesión, el profesional conseguirá respeto,
confianza y reconocimiento públicos que, si la modestia resiste, será motivo de legítimo orgullo.

Vocación: concepto, importancia


La vocación (lat. vocare “llamado”) es una llamada a llevar a cabo una misión. El profesional
con vocación responde desde su interior para realizar su proyecto de vida profesional, con
libertad y responsabilidad en aras del bien universal.
Se refiere también a la atracción de la persona hacia una profesión porque reconoce su valor
intrínseco y para lo cual se empeñará en adquirir los conocimientos, habilidades y actitudes
necesarios para ejercer la misma.

“El profesional responde de sí mismo, esto es, de las actividades que él realiza; pero también
responde desde sí mismo, lo que significa, desde un proyecto de vida que comparte con otros”
(Domingo, 2014).

Profesional: concepto
Un profesional es quien ejerce una profesión (un empleo o trabajo que requiere de conocimientos
formales y especializados). Para convertirse en profesional, una persona debe cursar estudios (por
lo general, terciarios o universitarios) y contar con un diploma o título que avale los
conocimientos adquiridos y la idoneidad para el ejercicio de la profesión.

Competencias profesionales
La competencia profesional está relacionada con la autoridad científica, técnica y moral, conferida
por la universidad y otras instituciones de educación superior, mediante un proceso de formación
teórico-práctico que habilita legal y moralmente para el ejercicio de una profesión al servicio de
la sociedad.

Son sinónimos de competencia en el campo profesional, el dominio, la capacidad, la


idoneidad, la suficiencia, la aptitud, etc., para el desenvolvimiento de una profesión, conjunto
de acciones eminentemente humanas y distintivas de quien las realiza a cabalidad.

La competencia profesional será desglosada en tres aspectos:


• Competencia intelectual
Se entiende por competencia intelectual a la capacidad del profesional para utilizar la teoría y el
conocimiento científico en la solución de los múltiples problemas provenientes de la demanda
social.
Cuando se trata de la competencia intelectual, se hace referencia al dominio de las más elevadas
facultades humanas relacionadas con la inteligencia y el pensamiento; y es imprescindible abordar
algunos aspectos, como:

El sistema educativo: La universidad es una institución que pertenece al sistema de educación


superior y se rige a la Ley de Educación Superior, a las demás leyes e instrumentos jurídicos
relacionados con la actividad educativa del nivel.
El conocimiento científico: está comprendido en un conjunto de ciencias humanísticas,
naturales, técnicas y tecnológicas que los estudiantes universitarios deben conocer para que la
universidad certifique la idoneidad científica.

La importancia de la ciencia: su aprehensión y uso contribuye al desarrollo de las facultades


intelectuales que permiten pensar con claridad para comprender la realidad. El ser humano tiene
la facultad de pensar, pues su organismo está dotado del cerebro, órgano gracias al cual piensa.
No puede ser humano alguno, en condiciones de normalidad, dejar de pensar. Este pensar que es
un acto de la función intelectual de la vida humana, es, además, el elemento esencial de la ética.
Un error en el campo del conocimiento, de la técnica, del método, etc., puede conducir al
profesional a la aplicación de procedimientos científicos, técnicos o tecnológicos equivocados, en
cuyo caso los resultados serían indeseables. Un error en el pensar con respeto a la ciencia o al
criterio de otra persona puede inducir a tomar posiciones equivocadas. Un pensar acertado
siempre será bueno, para no cometer errores. Ejemplos: Los estudiantes universitarios elevan el
nivel de participación cuando debaten cuestiones relacionadas con la ética, como:

Primer caso: ¿La ciencia por sus resultados, es moralmente mala?


(La física nuclear ha permitido constituir armas cuyos resultados son destrucción y muerte).
Nadie, menos un profesional competente, puede creer que la destrucción de dos ciudades
japonesas (Hiroshima y Nagasaki) y la muerte indiscriminada de miles de seres humanos
inocentes, es culpa de la física nuclear.
La ciencia, en este caso la física nuclear, no es sino un medio que el hombre utiliza para
conseguir sus fines.
La ciencia no es, no puede ser desde el punto de la valoración moral, ni buena, ni mala.
En cambio, al hombre que la produjo, a los políticos y a los gobernantes que la utilizaron, si son
objeto de valoración moral y, en cuanto sujetos que tomaron decisiones de los actos realizados, sí
les corresponde la responsabilidad por los resultados y las consecuencias. Ellos pueden y deben
ser valorados moralmente: buenos o malos.

Segundo caso: ¿Una ley sin ética es una ley corrupta?


Los estudiantes entienden la ley como un conjunto de normas orientadas por valores hacia la
consecución de fines que la sociedad considera buenos. La ética no está en el contenido de la
ley, su índole no es legal.
De ahí sigue que una ley puede ser “buena” o “mala” para unos y no para todos, pero válida como
instrumento que debe ser acatado para su cumplimiento en vista de sus caracteres generales,
obligatorios y su forma imperativa, mientras se encuentra vigente.
¿Qué hace falta decir?
El hombre debe cambiar la ley si no contribuye a la justicia y al orden social, o cambiar a
quienes, aun siendo “buena”, no la aplican bien. Ellos son los corruptos.
Estas formas de pensar, en este caso sobre la ley, constituyen la ética, pero ella no está en la ley
y no hay razón para que esté allí. Por lo tanto “Una ley sin ética” no “es una ley corrupta”.

• Competencia moral
La competencia moral es entendida como la capacidad proveniente de la eticidad, que permite
actuar moralmente durante la vida, particularmente en el ejercicio de la profesión.
Es la idoneidad que se orienta hacia el bien. Constituye un proceso permanente de formación que
moldea la personalidad siguiendo los patrones de la virtud: cultivar los valores, buscar fines
elevados, ejercitarse en obrar bien, mantener la rectitud en la conducta, etc.

• Competencia física
“Mens sana in corpore sano” la célebre frase de Juvenal resume la indisoluble unidad entre la
actividad física del cuerpo y la mente humana. Cuerpo y mente sanos representan juntos un
ideal factible.

Fuentes de consulta
Maldonado, J.A. (2017). Ética profesional y empresarial.
Ronquillo Armas, L. A. (2018). Ética general y profesional. Ecuador: Grupo Editorial Mar
yTrinchera.

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