Sociedad Civil. La Travesía de Una Idea Política: Edgar Esquivel S. Carlos Chávez B

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Sociedad civil.

La travesía de una idea política


Edgar Esquivel S.
Carlos Chávez B.*

Resumen Palabras clave: sociedad civil, Esta-


do, democracia y ciudadanía.
En este trabajo se analiza la sociedad
civil como un importante concepto
del pensamiento político contempo- Abstract
ráneo. El recorrido es a través de una
exploración de diversas tradiciones This paper analyses the analytical
de pensamiento. Se inicia la revisión concept of civil society as an im-
con las aportaciones del iusnatu- portant element of current political
ralismo, exploramos a Hegel para theory. This review is carried out
cerrar la parte inicial con el libera- through different political thinking.
lismo en su vertiente pluralista. Con- It starts from the iusnaturalism, fo-
tinuamos la discusión revisando los llowed by Hegel, and then the civil
aportes de Marx y Gramsci, analiza- society is reviewed under pluralist
mos el funcionalismo de corte sisté- liberalism. In the middle part, the
mico para recuperar la reelaboración concept is analyzed by Marx´s and
actual que ofrece el neomarxismo Gramsci’s definitions, as well as
democrático. Cerramos el análisis the systemic functionalism, and
perfilando los nuevos desafíos para the current interpretation given by
el entendimiento de esta importante democratic neomarxism. To con-
noción de la política democrática clude the analysis we set the new
contemporánea. challenges for the understanding of

*
Edgar Esquivel S. es profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana Cuajimalpa, y profesor de asignatura del De-
partamento de Derecho y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, Estado de México. Sus líneas de especialización
son la sociedad civil, la participación ciudadana, la gobernanza, la democracia y la comunicación política. Carlos Chávez B. es inves-
tigador-asistente de El Colegio Mexiquense A. C.

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this important theoretical category La falta de consenso en cuanto a su
of the democratic politics. significado puede ser producto de la
disputa entre corrientes político-ideo-
Key words: civil society, state, demo- lógicas históricamente contradicto-
cracy and citizenship. rias o, simplemente, la confrontación
de argumentos de diferentes tradi-
ciones académicas. En todo caso, lo
Antecedentes importante es reconocer que hoy en
día es una categoría en disputa que
De manera constante, la sociedad se encuentra lejos de alcanzar un
civil aparece en los medios de co- acuerdo en cuanto a su definición.
municación, ya sea en el escenario
nacional (a través de marchas), ya Pese a ser un objeto de investiga-
sea en el internacional (como en la ción y análisis muy difuso, dinámico,
reciente insurgencia civil en el norte cambiante, flexible y ubicuo, ha visto
de África), mostrando la pluralidad multiplicado su uso de manera ex-
que le es inherente. Desde la acade- ponencial hasta colocarse como un
mia el consenso señala que la salud concepto de primera importancia
de una democracia se puede medir tanto en el lenguaje académico de
por el vigor participativo de sus ciu- las ciencias sociales como en los
dadanos, que de múltiples formas discursos y documentos de actores
constituyen la sociedad civil. Quizás políticos e instituciones a nivel global
su presencia se vea opacada por la y nacional.
centralidad de los otros dos actores
que nos heredó la modernidad: el Es- De las diversas interpretaciones del
tado y el mercado. Este trabajo rea- concepto que surgen a partir de las
liza una breve revisión de la idea de tradiciones que las postulan, pode-
sociedad civil desde diversas formas mos destacar sus coincidencias o
de pensamiento político y teórico. puntos mínimos de acuerdo:

Actualmente no existe una defini- 1. La noción de sociedad civil se re-


ción unívoca y plenamente aceptada fiere a un conglomerado hetero-
por la comunidad académica sobre géneo, diverso y continuamente
el concepto de sociedad civil. Por divergente de actores y sujetos
el contrario, es una noción que sociales que actuando en el es-
enfrenta un importante nivel de pacio público buscan lo que ge-
polisemia, vaguedad e imprecisión. néricamente se conoce como el

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“bien común”, cada uno de ellos, rastreamos los abrevaderos teóricos
desde su propia interpretación. de los que provienen cada uno de
estos elementos para comprender
2. No alude ni explica un único me- con mayor profundidad la trayecto-
canismo de interrelación entre ria y situación contemporánea de un
cada uno de estos actores y el concepto sumamente importante en
sistema político o el económico. la actualidad.

3. Es un proceso de carácter mo-


derno occidental. Historia, teoría y crítica

4. Los actores de la sociedad civil Iusnaturalismo/contractualismo


no buscan conquistar al Estado o
integrarse a éste, ni tienen como El concepto de sociedad civil ha esta-
su objetivo central el lucro. do presente en el vocabulario político
y académico, de manera intermi-
5. La formación de la sociedad civil tente, a lo largo de los últimos tres
en cada país o territorio determi- siglos. Sus orígenes los podemos
nado responde a procesos histó- localizar en la discusión iusnatura-
ricos y culturales particulares.1 lista sobre los derechos naturales del
hombre (Bobbio, 1996, p. 15).
Es de destacar que el común de-
nominador en la mayoría de estos El proceso inicial de diferenciación
puntos es la paulatina diferencia- sistémica que plantea Maquiavelo al
ción sistémica de la sociedad civil marcar los contornos que alejan a la
con respecto a las esferas política y esfera política de la ética, prefiguran
económica (Arato y Cohen, 2000), la distinción paulatina y progresiva
lo que es un buen hilo conductor entre el Estado, el mercado y la so-
para explicar su desarrollo. Alcanzar ciedad, como ámbitos regidos por
estos mínimos acuerdos ha sido un reglas particulares. Es un primer
largo proceso de discusión y debate paso, para que ya entrado el siglo XX
en el que diferentes pensadores y se recupere conceptualmente la idea
sociólogos han dialogado a lo largo de sociedad civil, como una esfera
de los últimos tres siglos. En la si- separada empírica y analíticamente
guiente sección, de manera breve, del Estado y el mercado.

1
Corresponde a la adaptación regional —sui generis— del proyecto de la modernidad. Es por ello que consideramos que hacer el
cálculo sobre la dimensión asociativa para de ahí extender inferencias sobre la sociedad civil en su conjunto es un craso error.

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El contractualismo hobbesiano plan- evitando la guerra de todos contra
tea que a partir de dos pactos surgi- todos que Hobbes trataba de salvar.
rá el Estado. El primero, el pactum John Locke en su Ensayo sobre el go-
societatis crea la sociedad, y en el bierno civil, la equipara a la sociedad
pactum subiectionis los individuos política, e indistintamente refiere a
reunidos en asamblea aceptan crear una por la otra. Para Bobbio, Locke
un poder común (el Estado). Así, entiende que la posibilidad de un
primero se crea la asamblea (el ante- orden social implica salir del estado
cedente de la sociedad civil) y de ahí natural para pasar al civil. Así, existe
el segundo paso es la creación del una dicotomía implícita entre el esta-
Estado. Con el primer pacto una mul- do de naturaleza y el estado civil, ya
titudo se transforma en populus, con que en el primero
el segundo, el populus se convierte
en una civitas. Esta última será el an- son individuos aislados, no asocia-
tecedente en el siglo XVII de la socie- dos, si bien asociables, actúan de
dad civil (Bobbio, 1996, p. 94). En la hecho siguiendo no la razón (que
vieja tradición europea sociedad civil permanece escondida o impotente),
fue un término utilizado recurrente- sino las pasiones, los instintos o los
mente como equivalente del Esta- intereses; el elemento constitutivo
do. Algunas de sus denominaciones del segundo es la unión de los indivi-
eran: koinonia politike, societas civiles, duos aislados y dispersos en una so-
société civile, bürgerliche Gesellschaft, ciedad perpetua y exclusiva que só-
civil society, societá civile; y el Estado lo permite la realización de una vi-
como: polis, civitas, état, Staat, state, da de acuerdo a la razón. (Bobbio,
statu, como términos equivalentes 1996, p. 54)
(Keane, 1988, pp. 35-36).
Según Locke, la sociedad civil su-
En el pensamiento Ilustrado, de ma- pone un ente político integrado por
nera inicial, se contrapuso la socie- la sociedad, la conformación de un
dad civil a una sociedad en estado gobierno, una ley que rige a los hom-
natural (status naturalis); ello implica bres, y un aparato de justicia.
el paso de una, la natural, en don-
de priva la ley del más fuerte a un Hay quien señala que las tradiciones
estadio más avanzado, denominado iusnaturalista y contractualista de
sociedad civil (que hace referencia al Hobbes, Locke y Rousseau conciben
status civilis), en donde el Estado re- a la sociedad civil como la antítesis
gula las relaciones entre los hombres del estado de naturaleza, la supera-

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ción de la etapa en la que el “hombre también distinguirla de una sociedad
es lobo del hombre” (Arditi, 2004, religiosa. Esto implica la institución
pp. 4-5). Ambos estados, de natura- de un orden político en donde hacer
leza y civil, son entonces antitéticos, pleno el Proyecto Ilustrado.
en cuanto el estado natural repre-
senta la barbarie, y el estado civil El recorrido inicial que hace la filo-
significa a su vez político de civitas y sofía política liberal, con el proyecto
civilizado de civilitas (Bobbio, 1996, emancipatorio que contiene, le con-
p. 55). fiere una enorme expectativa puesto
que es justo desde el proyecto ilustra-
Si bien es cierto lo anterior, entre Ho- do (sintetizado en igualdad, libertad y
bbes y Locke hay una diferencia fun- fraternidad), en donde será viable la
damental: para el primero, partidario existencia de una sociedad civil.
del Estado absoluto, la sociedad civil
prácticamente se funde en el Estado, La teoría social poco se ocupará
formando un ente unitario y monolí- del concepto durante cerca de un
tico (el Leviatán), mientras que para siglo, ya que las revoluciones —in-
el segundo, “la monarquía absoluta, dustrial y política— la marginarán,
que algunos tienen por único go- al desplazar los debates hacia otras
bierno en el mundo, es en realidad preocupaciones, particularmente en
incompatible con la sociedad civil, y occidente por la hegemonía del libe-
así no puede ser forma de gobierno ralismo sobre el pensamiento ilus-
civil alguno” (Locke, 1999). Esta dife- trado y especialmente en su disputa
rencia, revela el carácter libertario de frente al marxismo.
Locke y lo coloca como un precursor
sumamente importante en la tradi- Sin embargo, lo importante de este
ción liberal de la sociedad civil. primer periodo de desarrollo del
concepto está en que desde este
La sociedad civil revela, desde sus momento adquiere dos de sus carac-
primeras interpretaciones, su esta- terísticas básicas y que nutren hasta
tuto como espacio de libertades. Sin nuestros días las distintas variantes
embargo, el ejercicio de derechos ha del concepto: por un lado, la idea
conllevado tensiones y disputas (cfr. (dentro del proyecto ilustrado) de la
Esquivel y Chávez, 2008), pues ello sociedad civil (en asociación directa
supone no sólo distinguirla de una so- con el concepto de Estado) como
ciedad natural o en estado de natura- antítesis del estado de naturaleza y,
leza, en donde priva la barbarie, sino por el otro, que es, en parte, la con-

67
secuencia del pacto terrenal median- habla de una serie de actores socia-
te el cual se instaura la idea de orden les de intermediación entre el Estado
como una construcción y no como y la familia, lo que a la postre sería
“una derivación teológica” a partir su gran aportación.
de la “obra de Dios” de los asuntos
públicos (Arditi, 2005, p. 227). Es La interpretación de Hegel de la
a partir de ambos reconocimientos sociedad civil, que en los hechos
que la idea de sociedad civil adquie- constituye un renovado uso del con-
re su dimensión moderna. cepto, da pie a dos lecturas que
parten del mismo supuesto de una
esfera (separada analíticamente) de
Hegel intermediación entre el Estado y la
familia (o un nivel microsocial muy
Durante una buena parte del siglo básico), pero que tienen una orien-
XVIII y las primeras décadas del tación ideológica contrapuesta como
siglo XIX, la categoría es parcialmen- son el marxismo y el liberalismo.
te abandonada y es Hegel quien la
rescata en su libro sobre Filosofía del
Derecho publicado en 1820. El au- Liberalismo/pluralismo
tor alemán, basado en la distinción
entre el nivel comunitario macro (el Una vez que fue recuperado el con-
Estado) y el nivel comunitario micro cepto sociedad civil, a mediados del
(la familia) ubica a la sociedad ci- siglo XIX y teniendo como marco
vil (Zivilgesellschaft) como un nivel una acelerada serie de transforma-
intermedio. Precursor de la demo- ciones político-sociales de enorme
cracia corporativa, Hegel, apuesta importancia,2 la noción de socie-
básicamente a que serán los grupos dad civil se transforma y se res-
gremiales y su representación fun- tringe para aludir a una gama de
cional (no territorial) de intereses los organizaciones y asociaciones que
que introducirían “un orden político” pretenden diferenciarse del Estado
a las sociedades modernas (Serrano, —todavía con fuertes tintes abso-
1999, p. 70), ya que son un eficaz lutistas— (Woldring, 1998, p. 367).
límite al poder del Estado. Así, es De acuerdo con Alexander (2000),
probablemente el primer autor que entonces todavía

2
Como la paulatina ampliación del voto, la creación y refinación de sistemas electorales representativos, la revolución de procesos
productivos, el aumento poblacional, entre otros.

68
era una noción inclusiva, un concep- un gobierno no puede bastar pa-
to muy amplio para referirse a una ra conservar y renovar por sí solo
plétora de instituciones fuera del Es- la afluencia de sentimientos y de
tado [en las que se] incluía el mer- ideas en un gran pueblo, así como
cado capitalista, y sus institucio- no podría conducir todas las empre-
nes, pero también lo que Tocque- sas industriales [por ello afirma] las
ville llamaba “religión voluntaria” asociaciones son las que en los pue-
(las denominaciones protestantes blos democráticos deben ocupar el
no establecidas), las asociaciones y lugar de los particulares podero-
organizaciones públicas y privadas, sos que la igualdad de condiciones
todas aquellas formas de relaciones ha hecho desaparecer. (Tocqueville,
sociales de cooperación que creaban 2000, p. 475)
lazos de confianza, la opinión públi-
ca, los derechos e instituciones lega- En una de las versiones del concepto
les y los partidos políticos. (p. 699) que surgen en la época se asocia
progresivamente a la sociedad civil
En esta versión del concepto, Tocque- con el mercado (o más precisamen-
ville juega un papel preponderante, te con las organizaciones mercan-
ya que enfatiza, retomando algunos tiles) a medida que se trasladan
planteamientos de Locke (1957, pp. analíticamente muchos de sus valo-
473-476), la necesidad de fortalecer res democráticos, civilizadores y co-
un conglomerado de asociaciones operativos y, entonces, se le vincula
libres que medien la relación entre casi exclusivamente con el mercado
los ciudadanos y el Estado. Más aún, capitalista. De esta manera, la idea
el autor francés explica que las aso- de sociedad civil se asocia direc-
ciaciones, sobre todo en la tradición tamente con “el propio mercado
anglosajona y particularmente en los capitalista, sus contratos, comercio,
Estados Unidos de Norteamérica, circulación de mercancías y dinero,
cumplen la función de potenciar la sus comerciantes y la propiedad pri-
acción de los individuos sin necesi- vada” (Alexander, 2000, p. 699).
dad de apelar al Estado, práctica-
mente en cualquier “ámbito de la Ya sea que la sociedad civil fuera vis-
vida social” (Tocqueville, 2000, p. ta como el mercado o simplemente
206). Al autor le resulta sumamente como un ente separado del Estado,
novedoso encontrar asociaciones de lo cierto es que del planteamiento
todo tipo, no sólo políticas, comerciales liberal de Tocqueville se desprenden
o industriales. Esto es debido a que las primeras menciones de la socie-

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dad contra el Estado y se deja de lado entre sí y con proyectos, objetivos,
definitivamente el viejo esquema que programas, prácticas y estrategias
asociaba esta idea con la de Estado continuamente contradictorias.
dentro de la tradición absolutista y
se inaugura así, con toda claridad, el El planteamiento pluralista de la
proyecto liberal del Estado, la demo- sociedad civil fue retomado más
cracia y la sociedad civil. recientemente por autores como
Bobbio (1999), Dahl (1968) o Dia-
Ahora bien, otro de los elementos mond3 (1997 y 1999), entre muchos
fundamentales en la teoría de otros, quienes coinciden en pensar a
Tocqueville sobre la sociedad civil la sociedad civil como una dicotomía
es su carácter plural. Al respecto, el del Estado.4 No se trata de una ca-
autor francés señala que las organi- tegoría residual —como bien señala
zaciones y asociaciones se confor- Diamond—,5 sino más bien de un
man con distintos objetivos, alcan- concepto que explica la existencia de
ces, criterios y miembros. Las hay un espacio en “donde surgen y se de-
“religiosas, morales, graves, fútiles, sarrollan los conflictos económicos,
muy generales y muy particulares” sociales, [y] religiosos, que las ins-
y se crean “para dar fiestas, fundar tituciones estatales tienen la misión
seminarios, establecer albergues, de resolver mediándolos, previnién-
levantar iglesias, distribuir libros, dolos [o], reprimiéndolos” (Bobbio,
enviar misioneros a las antípodas y 1999, p. 43). Desde esta perspec-
también crean hospitales, prisiones o tiva, la sociedad civil es vista como
escuelas” (Tocqueville, 2000, p. 473). un conglomerado de asociaciones y
Por ello, no obstante el tema o preocu- grupos organizados a diferentes ni-
pación de que se trate, en las socieda- veles y con diferentes objetivos que,
des liberales y democráticas —sostie- sin embargo, van delineando y dando
ne el autor— surgirá una asociación forma, en términos sistémicos (Eas-
de carácter civil para atenderlo. De ton, 1997), a las demandas (inputs)
aquí se desprende, como conclusión que, dirigidas hacia el sistema po-
lógica, que en estas sociedades hay lítico, éste tendrá que responder o
asociaciones con preocupaciones di- resolver (outputs). Desde la óptica de
versas, muchas veces muy diferentes Bobbio, sin embargo, esta relación

3
En este sentido, el llamado que hace Diamond es a evitar pensar a la sociedad civil como pura negatividad, es decir, todo lo que no
es Estado.
4
Esto sería ver al Estado como el único referente constitutivo de la sociedad civil, su alter.
5
Es decir, un concepto en el que se colocan todos los actores que analíticamente no pueden ser ubicados en los otros subsistemas
sociales.

70
no es tan mecánica, ya que existen to fundamental del concepto es la
una serie de procesos contradictorios diferenciación sistémica que se hace
y dialécticos en los que la sociedad con el Estado, diferenciación que
civil y el Estado se influyen y deter- prevalece hasta hoy en casi cualquier
minan mutuamente ad infinitum. Para interpretación que se haga de la mis-
el autor: “la sociedad y el Estado fun- ma. Por otro lado, dentro de la visión
gen como dos momentos necesarios, liberal, pero con mucho más claridad
separados pero contiguos, diferentes dentro del esquema analítico del plu-
pero interdependientes, del sistema ralismo, se rescata la heterogeneidad
social en su complejidad y en toda su y enorme diversidad que existe entre
articulación” (Bobbio, 1999, p. 67). las organizaciones e instituciones que
la conforman.
En el modelo pluralista schumpete-
riano o teoría económica de la demo-
cracia, como también se le conoce, la Marx y Gramsci
opinión pública —de la misma forma
que encontramos en Tocqueville— En este mismo periodo, se siembra
resulta un componente fundamental también la semilla de un concepto
del concepto de sociedad civil. Desde analíticamente cercano a la versión
esta perspectiva teórica es enten- tocqueviliana de la sociedad civil,
dida como la forma que tienen los pero ideológicamente contrapuesta.
actores de la sociedad de expresar Nos referimos a la versión marxista.
su disenso y llegar a consensos so- En este caso, la idea de la sociedad
bre determinados temas. En este contra el Estado se reproduce en
mismo sentido, para Dahl (1968, forma de contraposición clasista del
p. 17), un régimen en el que de al- naciente proletariado contra el Esta-
guna manera esté limitado o cons- do decimonónico (crecientemente)
treñido el proceso de construcción burgués. El Estado, desde la lógica
de la opinión pública, de participa- de Marx, se coloca como la herra-
ción, encontrará mayores riesgos en mienta de dominio y explotación bur-
el correcto procesamiento de las de- guesa, por lo que se hace necesaria
mandas de la sociedad civil y, más su destrucción y la emergencia de un
en general, en el funcionamiento de nuevo Estado dominado por el prole-
la democracia. tariado (Lafferty, 2000). La sociedad
civil, desde esta postura, es asociada
Como vemos, dentro de la concepción directamente o definitivamente fun-
liberal de la sociedad civil, el elemen- dida en la clase proletaria y tiene,

71
por consiguiente, la misión histórica ésta depende sin más del consenso
de derrocar al Estado burgués. y su construcción presupone con-
gruencia “de intereses económicos
Ahora bien, ya entrado el siglo XX y la formulación y diseminación de
Gramsci retoma la postura marxista un modo de vida (y una concepción
sobre la sociedad civil y refina su del mundo) entre la gente”7 (Fonta-
argumento. Para el autor italiano, la na, 2006, pp. 55 y 56). Más que de
“sociedad civil es el contexto de gru- manera coercitiva, la hegemonía se
pos de acción autónomos distintos construye “con medios extremada-
del poder económico y del Estado” mente complejos, instituciones diver-
(en Cox, 1998, p. 134), en la medida sas y procesos que cambian constan-
en que el último es considerado la temente” (Buttigieg, 2001, p. 41).
herramienta de dominación burgue-
sa y el primero su espacio natural. El Estado liberal representa para
Por ello, desde un ángulo, la socie- Gramsci la materialización de las
dad civil es vista como el espacio libertades fundamentales pero sólo
de la construcción hegemónica y, mientras son ganadas por y para una
por el otro, el locus de la formación clase en particular: la burguesía. Es
de un bloque contrahegemónico (el decir, para el autor, la fundamenta-
bloque histórico) que tiene como mi- ción del orden liberal en el marco
sión derrotar al bloque hegemónico, de los principios que instituyen los
encabezado por la burguesía y su derechos civiles o del hombre, espe-
Estado6 (Fontana, 2006, p. 55). Esta cialmente en su pretensión universal,
aseveración no es menor, puesto que son utilizados como privilegios para
es probablemente el primer autor, perpetuar a la burguesía y su
por consiguiente, que separa de ma- dominación socioeconómica (en
nera analítica, la esfera mercantil de Buttigieg, 2001, p. 45). Así, a través
la esfera social organizada. de la idea de hegemonía, explica có-
mo el orden liberal (extremadamente
Con esta distinción, el autor explica favorable para la burguesía y la ex-
a la sociedad civil como la esfera, no pansión de sus negocios) “aparece
de la libertad, sino como el espacio como el orden per se” (Buttigieg,
en el que se funda la hegemonía. De 2001, p. 52). Sin embargo, la ficción
acuerdo con Buttigieg (2001, p. 45), necesaria, que es que “el gobierno

6
Para Arato y Cohen (2000, p. 181) el argumento gramsciano de la sociedad civil aparece como una dualidad, ya que es ahí en don-
de se construye la hegemonía cultural pero además es el espacio para la emancipación.
7
Traducción de los autores.

72
del Estado trasciende las distincio- El funcionalismo
nes de clase, es creíble sólo si se
hacen concesiones que satisfacen Para Habermas, Parsons fue el pri-
las necesidades apremiantes y las mero que hizo uso en la sociología
aspiraciones de los estratos menos de la “teoría de sistemas”, la cual
aventajados de la población” (Butti- parte de las ciencias duras y que
gieg, 2001, p. 52). Por eso, desde considera las entidades orgánicas,
la visión liberal, la idea del orden así como las mecánicas, en términos
social perfectible dependerá de una de sistemas. La teoría de sistemas
competencia correcta y libre, que se parsoniana ve a la sociedad como
plantea algo habitual. Así las luchas un enorme sistema constituido por
por transformar el orden se realiza- una serie de partes interrelaciona-
rán en la sociedad civil sin tocar el das (Habermas, 1992).
aparato jurídico-político del Estado
(Buttigieg, 2001, p. 53). Sin em- La perspectiva sistémica parsonia-
bargo, para Gramsci es justo en ese na está anclada en la lógica de
mismo espacio, el de la sociedad intercambios subsistémicos, lógi-
civil, en el que un orden alternativo ca bajo la cual es casi imposible
será construido, “es el terreno sobre establecer la idea de la sociedad
el cual el soporte de un nuevo Esta- civil. Hay claramente al menos dos
do y de un nuevo orden puede ser inconvenientes de un análisis de
construido” (Cox, 1998, p. 130). tipo sistémico para la categoría de
sociedad civil: el primero surge de
De cualquier manera, ya sea la ver- las premisas de dicha perspectiva.
sión marxista o gramsciana, preva- Para Parsons al igual que sus segui-
lece la idea de la sociedad contra el dores, el sistema en su conjunto lo
Estado que, desde la tradición liberal, conforman una serie de múltiples
Tocqueville mantuvo. Lo relevante del subsistemas, esto encierra el desafío
planteamiento de Gramsci es que por de generar una explicación empírica-
primera vez se habla de un ente social mente consistente que dé cuenta de
diferenciado del Estado, pero además las interacciones entre tantos sub-
diferenciado del poder económico (o sistemas (religioso, educativo, eco-
del mercado) y de la sociedad civil nómico, entre otros) y obviamente
como el espacio de la construcción el intercambio de lógicas que cada
de la hegemonía. espacio supone. El segundo desafío

73
constituye la principal preocupación considerada más como el sistema de
de la propuesta parsoniana y es la las necesidades económicas, a dife-
del mantenimiento del orden como rencia del marxismo. Sin embargo,
premisa fundamental, este argumento se considera a la teoría crítica como
se ancla en la propuesta hobbesiana, heredera en cierto modo del marxis-
marginando o limitando la idea de la mo desarrollado por Gramsci, quien
sociedad civil en clave sistémica, al por cierto aporta de forma impor-
menos desde Parsons. tante a la paulatina diferenciación
analítica de la sociedad civil.
Habermas señala que los teóricos
de sistemas parten del supuesto de Habermas considera que es en el siglo
que el lenguaje puede diferenciarse XVIII, el Siglo de las Luces, donde emer-
de cualquier otro medio de control gió esta esfera pública. La esfera públi-
subsistémico —en el caso del Estado ca es resultado del proceso de diferen-
el medio de control es el poder, en la ciación que distingue a la modernidad
economía lo es el dinero—. Así lo que de etapas previas. Tal proceso consiste
él se propone es demostrar que única- básicamente en que cada espacio, así
mente los ámbitos funcionales de la como cada actividad —economía, Es-
reproducción material pueden diferen- tado y sociedad— encuentran límites a
ciarse del mundo de la vida a través de su acción y se realizan desde distintas
tales medios de control sistémico.8 lógicas. Supone también la existencia
del espacio público que, por contrapo-
sición, presupone un espacio privado,
El neomarxismo: el debate contempo- ambos garantizados por un conjunto
ráneo de la sociedad civil de derechos e instituciones.

La teoría crítica, a diferencia de otras Desde la postura de Habermas, so-


teorías, distingue a la sociedad civil mos seres políticos sólo en el espa-
del Estado y de la economía, pero cio público, aunque debemos tener
difiere del liberalismo clásico en que cuidado de pensar que lo público
no asume a la familia como parte de es necesariamente político. Por ello,
ésta. Además la sociedad civil no es existen para el autor diversas esferas

8
Al respecto, Giddens (2001, p. 37) señala que “el funcionalismo, por lo menos tal como lo representan Durkheim y Parsons, presen-
ta cuatro carencias esenciales. A una de estas ya me he referido antes: la reducción del obrar humano a una ‘interiorización de valo-
res’. La segunda es la concomitante omisión de ver que la vida social humana se constituye activamente por las obras de sus miem-
bros. La tercera es el tratamiento del poder como un fenómeno secundario, donde la norma o el ‘valor’ en estado solitario aparecen
como el rasgo básico de la actividad social y, por lo tanto, de la teoría social. La cuarta es no otorgar un lugar central en la concep-
tualización al carácter negociado de las normas, que están abiertas a ‘interpretaciones’ divergentes y antagónicos de la sociedad.
Las consecuencias de estos defectos son, a mi juicio, tan perjudiciales que socavan cualquier intento de remediar y rescatar el fun-
cionalismo armonizándolo con otras perspectivas de diferente especie” (el subrayado es nuestro).

74
públicas, resultantes de distintos es- Para Habermas la opinión pública
pacios y actividades sociales. Pode- que se manifiesta en el espacio
mos así señalar una esfera pública: público, ambos garantizados por de-
que puede ser artística, estética o rechos, es una condición necesaria
incluir los medios de comunicación, para el desarrollo y existencia de
entre otras esferas, que en teoría la sociedad civil. En este sentido,
tendrían que reflejar los distintos de- Benjamín Arditi sostiene que para
bates que se desarrollan en una so- Habermas la publicidad es inherente
ciedad plural —diferenciada— y por a la sociedad civil, es decir, desde su
supuesto debieran reflejar también surgimiento combate el secretismo.
el debate y reflexión de una esfera En esta tesitura, es por esta razón
pública política, donde la sociedad que las sociedades secretas (logias
participa. Así la política, no es pri- y sectas, entre otras) no pueden ser
vativa de los políticos profesionales, consideradas parte de aquélla.
sino al contrario, la sociedad hace
también la política. Aquí se va es- De acuerdo con Habermas, el es-
bozando el espacio de interacción pacio público es también donde se
que se da entre la sociedad civil y la desarrolla la acción comunicativa,
sociedad política. es decir, es donde mediante un
diálogo crítico-racional los sujetos
Al respecto para Arditi (2004), somos capaces de construir con-
sensos. Es el espacio público don-
Habermas sostiene que el alicien- de la sociedad civil acota al poder
te inicial de estos espacios públicos político sin intentar transformarse
primitivos era el uso público de la en éste. Es entonces donde los
razón a través de la participación en ciudadanos desde una identidad
debates crítico-racionales. Más ade- social participan en política, sin ser
lante, agrega, el objetivo perseguido poder político, sin perder la autono-
por la esfera pública de la sociedad mía. Este último criterio se deriva
civil europea fue el de contrarrestar del mismo proceso diferenciador
las prácticas secretas del Estado, y de lógicas y espacios que hemos
con ello promover leyes basadas en descrito en este trabajo, del esta-
la ratio antes que en la voluntas del blecimiento de fronteras nítidas.
soberano absoluto. (p. 6)

75
La teoría crítica ubica a la sociedad Andrew Arato y Jean Cohen consi-
civil como la esfera de la formación deran que los conceptos de sistema
de la identidad de los sujetos, de la y mundo de la vida y la interacción
integración social y la reproducción entre ambos permiten desarrollar
cultural, aunque esa función también lo que se considera, hasta ahora, el
la realizan tanto el Estado como la más avanzado modelo de interpreta-
esfera económica. Pero a diferencia ción sobre la sociedad civil, esquema
de otros paradigmas, dicha partici- que, aunque también con limitacio-
pación del Estado, así como de la nes, ha permitido indagar sobre un
esfera económica, deben ser única- tema por muchos años descuidado:
mente de apoyo, no de liderazgo o la sociedad civil.
guía (Chambers, 2002, pp. 90-91).
Ya que de lo contrario opera el fenó- De manera profusa destacan Arato
meno de la colonización del mundo y Cohen, en sus obras Teoría política
de vida.9 y sociedad civil (2000) y “La socie-
dad civil y la teoría social” (1999,
Así, para el autor, la acción comuni- pp. 83-112), la necesidad imperiosa
cativa debe también su capacidad de de reconstruir el concepto sociedad
coordinar la acción a pretensiones civil para no oscilar entre los proyec-
de validez susceptibles de crítica, tos basados en Hegel, Tocqueville,
que pueden desempeñarse mediante Gramsci o Parsons ya que, aunque
razones y que, en cuanto son reco- todos introdujeron aportaciones in-
nocidos intersubjetivamente tienen teresantes, se han demostrado sus
como resultado un consenso. Para grandes limitaciones.
Habermas (1992) existen “ámbitos
del mundo de la vida que se especia- Proponen como primer paso utilizar
lizan en transmitir valores recibidos un modelo de tres partes (econo-
y saber cultural, en integrar grupos y mía, sociedad y Estado) heredado de
socializar al individuo, por su propia Gramsci y Parsons. El siguiente paso
estructura dependen de relaciones que realizan consiste en demostrar
solidarias y se ven remitidos a ellas” la modernidad de la sociedad civil a
(p. 283). Este espacio es justamente contracorriente de los argumentos de
el de una sociedad de tipo civil. Luhman, partiendo de que es posible

9
La colonización del mundo de vida implica desde la perspectiva habermasiana la imposición de la lógica de cualquiera de los otros
dos subsistemas (el Estado y el mercado) sobre el subsistema sociedad. La propuesta de Habermas parte del planteamiento tripar-
tita de Gramsci de estos tres subsistemas que en conjunto forman el sistema (Estado, mercado y sociedad). Esto sería la imposibi-
lidad del entendimiento (de construir acciones comunicativas) ya que en el subsistema sociedad regiría alguno de los dos medios
de control sistémico (el dinero o el poder) por encima de la búsqueda del consenso.

76
un mundo de la vida racionalizado la lengua y en la cultura y a los que
donde el aprendizaje normativo y los recurrimos los individuos en la vida
derechos fundamentales son parte cotidiana. Ahora, si bien el mundo
de la estabilización en las socieda- de la vida es un espacio separado y
des modernas. Abordan las amena- diferenciado del sistema y es el lugar
zas, como aspectos negativos de la donde es posible señalar la existencia
sociedad civil, argumentando que de una sociedad civil, se distingue
en el modelo que ellos desarrollan respecto de esta última en que “es el
es posible explicar esta dimensión mundo de la vida institucionalizado”.
negativa.
El derecho posibilita la existencia
Así, desde la teoría crítica, donde del mundo de la vida, garantizando
Arato y Cohen se ubican, se parte la libertad y la participación en una
del reconocimiento e importancia de lógica distinta del sistema —dife-
la economía de mercado, sólo que a renciada—, entonces el mundo de
diferencia del liberalismo y sobre la vida se transforma en sociedad
todo de su variante fundamentalista civil cuando adquiere un carácter
neo-liberal de los últimos años, la institucional, es decir, cuando nos
posición frente a este último es crítica, asociamos con otros para promover
señalando sobre todo los perjuicios nuestros intereses, cuando desarro-
que ocasiona cuando la lógica propia llamos una identidad organizativa y
del mercado coloniza los espacios de nos comunicamos por medio de la
la sociedad civil o del Estado. acción comunicativa buscando cons-
truir consensos.
Para Habermas (1992) resalta el
concepto de mundo de la vida, in- Hay que precisar que cuando Arato
tegrado socialmente por medio de y Cohen (2000) hablan de sociedad
interpretaciones de un consenso ase- civil proponen un espacio constitui-
gurado normativamente o creado do por diversos elementos, léase:
comunicativamente; ocupa un espa- a) pluralidad de organizaciones y
cio teórico similar al de la sociedad movimientos sociales, grupos de di-
civil en el modelo tripartito. Para versos tipos, formales e informales,
Arato y Cohen, Habermas define el asociaciones vecinales, organizadas
mundo de la vida, que se refiere a la de manera voluntaria y autónomas;
reserva de tradiciones conocidas im- b) publicidad, ya que la naturaleza
plícitamente, como los supuestos ya del debate en la sociedad civil es
existentes que están incorporados en público, aquí proponen institucio-

77
nes de comunicación y cultura; c) pensar el presente de un concepto
privacidad, la posibilidad de que los con variadas y múltiples interpreta-
sujetos tengan el dominio tanto de ciones por fuentes y corrientes de
sus preferencias morales como de su pensamiento divergentes u oposi-
propio autodesarrollo; y d) legalidad: toras. En efecto, para Edwards las
normas y derechos elementales que teorías y distintas lecturas del con-
delimitan todos los puntos anteriores. cepto en revisión se pueden dividir
En conjunto estos elementos confor- en tres grandes grupos: aquéllas
man una sociedad de tipo civil. que ven a la sociedad civil como la
vida asociativa, aquéllas que la ven
como la buena sociedad y las que
Líneas de investigación la entienden como la esfera pública.
y nuevos desafíos En otras palabras podríamos decir,
siguiendo a Edwards, que la socie-
La revisión y análisis del desarrollo dad civil puede ser vista como una
del concepto de sociedad civil que parte de la sociedad, como un tipo
hemos hecho hasta aquí nos per- de sociedad o como un espacio de
mite arribar a algunas conclusiones la sociedad.
tentativas.
Es probable que, en buena medida,
La primera de ellas es, retomando lo este panorama se haya originado por
dicho en el primer apartado, que hay lo que Sartori (2000) llama el fenó-
una serie de convenios mínimos con meno del “estiramiento del concep-
respecto a su significado y alcances, to”; que ocurre comúnmente en las
sin embargo, más allá de dichos ciencias sociales. Con dicha idea se
acuerdos la discusión es muy rica y trata de explicar cómo a menudo los
se desarrolla en un gran número de conceptos en nuestras disciplinas,
líneas de investigación. El momento debido a la falta de rigor metodoló-
actual ofrece probablemente como gico o a la confrontación ideológica
único denominador común la falta que los subyace, van paulatinamente
de acuerdo. comprendiendo más fenómenos e
ideas hasta convertirse en nocio-
En este sentido, el trabajo de Mi- nes tan amplias que, al abarcar tal
chael Edwards (2004) es quizás una cantidad de referencias empíricas,
de las aproximaciones más com- no explican nada y pierden casi por
prensivas y que mejor nos permite completo su significado.

78
Probablemente ésta sea la razón medida están ahí para constatar
por la cual en las ciencias sociales, que efectivamente hay carencias y
particularmente en el análisis de la limitaciones en las distintas teorías
acción colectiva, han surgido otros y explicaciones de la sociedad civil.
conceptos que, haciendo referencia
casi al mismo objeto de estudio, lo Uno de los desafíos más importantes
nombran de una forma totalmen- que enfrenta el concepto es el de
te diferente. Conceptos tales como dar cuenta de la creciente transna-
tercer sector, sector no lucrativo cionalización del activismo cívico,
(non profit), sector voluntario, capital resultado de la creciente migración
social, redes sociales y otros, han internacional. Actualmente no hay
emergido dentro del lenguaje de las forma de sostener que estamos ante
disciplinas del análisis social para la presencia de un fenómeno de so-
rescatar una o alguna de las caracte- ciedad civil global, como sostienen
rísticas de las organizaciones y gru- algunos. Pero es imperativo desa-
pos que protagonizan la denominada rrollar el instrumental teórico ante
ola asociativa global. los nuevos retos conceptuales de la
sociedad civil. Otro reto al que se
Para algunos autores estos concep- enfrenta la noción sociedad civil es el
tos no han más que introducido ma- de generar la metodología necesaria
yor confusión en un debate de por sí para dar cuenta de dicho fenómeno
complejo, intrincado y seguramente teniendo las precondiciones a las
irresoluble. Sin embargo, en buena que se enfrenta.

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