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Dr.

Atl, el genio de la pintura y los volcanes


Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl no sólo fue un parteaguas en el arte
nacional, sino también, en la cultura pop gracias a sus múltiples oficios y su incesante
curiosidad por la vida.

Por Diana Garrido

16 de agosto de 2023
Encontrado el 09 de mayo de 2024 en https://www.admagazine.com/articulos/dr-atl-el-pintor-amante-de-
los-volcanes

Dr. Atl fue un genio multifacético que dedicó su vida a crear e investigar casi desde las
sombras, pues en su época no obtuvo el reconocimiento merecido a causa de muchos
factores, a pesar de su cercanía con otros intelectuales de la época. Pero así era él, se
escondía y al salir a la luz no lo hacía solo, sino con un sinfín de ideas y creaciones que sólo
podían estar en la mente de un pintor, naturalista, narrador y vulcanólogo.

En efecto, Gerardo Murillo era de todo un poco, incluso llegó a ser polémico por su propia
personalidad y claro, por el tortuoso romance que mantuvo con Carmen Mondragón,
mejor conocida como Nahui Ollin. Aún con ello, sus colegas lo describían como un genio
incomprendido o como un personaje curioso que rara vez se dejaba ver vulnerable. Tal vez
por el hecho de que la “rareza” de la época era parte de su personalidad y su obra, incluso
de sus inquietudes de la vida. Pero Dr. Atl es mucho más que una obra de arte o una
historia de desamor, es una leyenda cuya historia se quedará por siempre en nuestro
imaginario.

¿Quién fue Dr. Atl?

Antes de llegar al apodo hay que entender el origen del propio Gerardo Murillo. Él nació
en Guadalajara, Jalisco el 3 de octubre de 1875 y era conocido en su círculo por ser un
naturalista o investigador de la naturaleza dedicado a encontrar el hilo conductor entre
ella y el arte. Pero no se conformó con ello pues a partir de sus investigaciones ideó lo que
hoy conocemos como movimiento muralista, pues buscó la manera de llevar el arte a
grandes escalas que movieran sentimientos y despertaran la conciencia social de cada
persona que los viera. Así, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco,
María Izquierdo y más se apropiaron del movimiento combinándolo con sus propios
estilos.

Además se dedicó a reformar México tras la Revolución Mexicana, lo cual lo llevó a hacer
arte desde los 19 años, en el taller de Felipe Castro, pero a los 22 años, Porfirio Díaz le
asignó una beca para estudiar en Europa, específicamente en Inglaterra, Alemania,
Francia, España e Italia. Pero allá se dedicó a la filosofía y al derecho penal, aunque todo
terminó en periodismo y pintura, sus verdaderas pasiones. Entonces, a su regreso en
México comenzó su etapa como “El agitador”, apodo que se había ganado por sus
protestas en contra de la academia o por haber liderado la famosa protesta ante la
Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, por la exposición de los pintores españoles
Ignacio Zuloaga y Sorolla.

Las obras de Dr. Atl son la evocación de su fascinación por la naturaleza.AFP / Getty
Images.
Ya en 1914, luego de peleas constantes, fue nombrado interventor de la Escuela Nacional
de Bellas Artes de San Carlos, luego quedó al frente de la institución, y fue cuando
comenzó a estudiar los volcanes con la finalidad de encontrar aquello que los hacía
magníficos. Sin embargo, en 1921 le amputaron la pierna derecha y no pudo seguir
estudiándolos de cerca, por lo que los sobrevolaba y así creó muchas de sus obras tanto
pictóricas como literarias y hasta sus famosos Alt-colors que eran una especie de gises que
le permitían pintar en papel, tela o roca.

El 15 de agosto de 1964 perdió la vida a causa de un paro cardiorrespiratorio. Se cree que


al pasar muchos meses en el Paricutín respiró y absorbió fumarolas y ceniza, lo cual causó
daños irreversibles en su cuerpo. Sus restos fueron depositados en la Rotonda de los
Hombres Ilustres que se ubica en el Panteón Civil de Dolores junto a los de Diego Rivera,
Dolores del Río y más.

¿De dónde viene el apodo de Dr. Atl?

Gerardo Murillo se hacía llamar Dr. Atl, aunque en un inicio era conocido como “El
agitador”, por su constante enojo en contra de los gobernantes, autoridades y más; así
como por promover la disidencia del sistema y promover la naturaleza como principal
fuente de energía y cuidado. También le llamaron “El toro”, aunque realmente era un
pseudónimo sólo para sus conocidos.

Pero en 1951 escribió una carta al Colegio Nacional en donde explicaba que no sería más
Gerardo Murillo sino que tendría un nombre mucho más ad hoc con su personalidad: Dr.
Atl. Antepuso en él el título de Doctor en Filosofía que ostentaba y le siguió Atl que es una
palabra en náhuatl que significa agua. Aseguró que aunque sus padres le dieron un
nombre al nacer, él prefería otro mucho más significativo, por lo que Dr. Atl quiere decir “el
agua maravillosa de su alegría de vivir”.

¿Por qué es famoso Dr. Atl?

No sólo era un pintor, sino que su fascinación por buscar más allá de lo evidente, se
introdujo en la ciencia y rápidamente se volvió vulcanólogo. Así que lo primero que hizo
respecto a un volcán fue Las sinfonías del Popocatépetl, un texto literario. Le siguieron
obras pictóricas que, como sabemos, tienen volcanes como representaciones de su estilo.

Esto lo hacía desde los propios volcanes, pues su afición lo llevó a escalar con frecuencia el
Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y hasta presenció el nacimiento del Paricutín, en donde
permaneció meses, incluso abandonó su residencia en la CDMX y sus cosas, con tal de
estudiar a detalle el nuevo volcán. Por eso se dice que cuando hay un volcán en una obra
de arte es autoría de Dr. Atl.
Sin embargo, no sólo pintaba volcanes, sino que hacía paisajes completos y otro tipo de
trabajos. Se le atribuye el diseño del telón de cristal elaborado por Tiffany de Nueva York
para el escenario de la sala de conciertos del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de
México. De igual manera fue un narrador excelente, y en su haber hay varias obras
literarias como Cómo nace y crece un volcán. El Paricutín obra en la que relata todo lo que
vio del naciente volcán. También destaca Gentes profanas en el convento en el que narra
algunas de las vivencias de su relación tormentosa con Carmen Mondragón, alias, Nahui
Ollin.

Dr. Atl y Nahui Ollin

Carmen Mondragón era hija del general contrarrevolucionario Manuel Mondragón, quien
le dio todo a su pequeña de ojos claros para que se formara como artista. Ya habían
pasado 10 años de la Revolución y ella sólo esperaba tener una vida social, cultural y
artística digna de admirarse. Pero llegó él, un artista consolidado cuyo nombre real se
había cambiado a Dr. Atl. Al final ambos eran sobrevivientes de una guerra que no
pelearon y formaban parte del círculo intelectual del México posrevolucionario.

El flechazo fue instantáneo. A ellos les encantaba describirlo como amor puro y de primera
instancia, pues Carmen abandonó al pintor Manuel Rodríguez con quien estaba casada
para iniciar un romance con Atl. Lo que ninguno de los dos sabía era que sería una de las
tragedias amorosas más fuertes del país, es casi un cuento de hadas que incluye de todo,
menos un final feliz.

Dr. Atl le sugirió usar otro nombre, algo que la representara, justo como él lo hizo y ella
eligió (aconsejada por Murillo) Nahui Ollin, que en náhuatl significa “el cuarto movimiento
del sol”. Fue ahí que comenzó a cambiar las reglas de su carrera y sus obras pictóricas y
literarias cobraron relevancia, en especial por volverlas transgresoras y no convencionales.
Tanto que se desnudó para el mundo, para el arte, para Atl. Ambos comenzaron una
relación que duró cinco años en la que ella exigía amor total, pasión y admiración
mutua. Nada de ello estaba en los ofrecimientos de Dr. Atl y todo terminó en el odio más
real, igual que el amor que ella le profesó.

Ella presentó cuadro depresivos y autodestructivos cuando ella y Atl terminaron, poco
después ella se relacionó con un capitán que murió pronto. Nahui se retiró de la vida
pública y aún con ello, Dr. Atl se mantenía al tanto de la pintora. Pero, la realidad es un
misterio, pues algunos registros dicen que daba clases en una primaria con un sueldo
modesto hasta su muerte y otros aseguran que vivía en la pobreza en su casa de la
infancia, rodeada de gatos.

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