The Crook in The Lot

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Anteceso del traductor

Deseo que en todo seas prosperado, como prospera tu alma en el


señor.
Antes de dejarte mi traducción y corrección del tratado del hermano
Boston, debes saber algunas cosas a manera de prolepsis. En el
escrito original el hermano suele pecar al proponer textos que no
fundamentan la verdad de lo que afirma, particularmente algunos
pasajes de Eclesiastés, que, si bien tienen alguna relación, estos no
tienen directamente el significado que él les propone. Asimismo, hay
irreverencias e insolemnidades en cuanto al tratamiento de estas
cosas, aunque no en un grado sumamente reprensible. Cosas como
estas las he suprimido por amor de ti, y he dejado en notas el motivo
de su supresión junto al error, para que me halles conforme a las
escrituras, y no un hombre que eleva sus opiniones al lado de la
sagrada palabra. Sin embargo, no me he detenido a darte pruebas
exhaustivas por ser, primero, muy largo y complejo el presentarte, en
un tratado de otro, pruebas gramaticales exhaustivas de un texto de
la ley, segundo, porque es inexacto e irracional no siendo eso el
punto en sí de todo el asunto en cuestión, por tanto, he dejado en
general las menciones de las escrituras, tanto en gramática como en
doctrina, que contrarían tales cosas, más si quieres saber de ellas,
corresponde a tu juicio y deber, como a quien se le ha confiado la
pureza de la fe de los santos que fue una vez dada (Judas 6), indagar
en las escrituras y mirar su contexto y sus originales para probar que
esto sea así, y cuanto puedas mirar que sea verdadero, exacto a la
gramática, maneras, espíritu y doctrinas de las escrituras, solo eso
aprueba y cree.
He indicado cuando corrijo sus palabras y las reemplazo con algo
más verdadero (siendo por ello, realmente mis palabras) con
corcheas “[ ]”, a veces junto a estas corcheas veras frases del mismo
tratado, esto es porque muchas de las cosas que decía eran
verdaderas y solo estaba errado en pequeñas declaraciones, o la
manera en que lo afirmaba, así que no era licito raer la afirmación por
completo. He indicado la inserción de una palabra necesaria en
nuestro idioma para que sea entendida la frase del antiguo ingles con
cursiva y color gris claro.
¡Oh iglesia de mi dios!, tú conoces que se llegó al estado presente
porque ninguno se guardó de las herejías en jota y tilde, ni el hermano
Lutero, ni Calvino, ni el amadísimo Edwards, y permitiéndose desvíos
aquí y allá, acabó en el infortunio de toda nuestra generación
posterior a ellos y de los que fueron antes, ¿quién puede añadir más
que lo que ya se ha registrado en la historia? ¡Más la palabra de dios
no ha muerto! ¡bendita es por los siglos de los siglos! ¡La doctrina de
los apóstoles en espíritu, conducta, experimentación, maneras,
ejemplo, letra y gramática vive! y por ella se deben de juzgar los
males de estos escritos de nuestros hermanos, y raerlos para
siempre; quien teme a la palabra de dios y tiembla a ella, el humilde
de espíritu, se alegrará por esto; y en aquel día Boston mismo se
alegrará de esto: que adhiriéndonos a la palabra solamente, y no
celebrando a los hombres como si de filosofías huecas y de cosas
humanas vanas se tratase la verdadera religión, corregimos y
condenamos, y advertimos de sus errores a los hijos de la iglesia de
dios, para que en jota y tilde, en espíritu y experimentación, en
razonamiento y lógica, solo y únicamente creyéramos, y hablásemos
la palabra de dios, no en tradición o denominación alguna.
Si alguno se pregunta qué partes de las escrituras declaran
condenación a esas cosas, le ruego indague sobre ello, más aun, no
como si mi mano fuera la escritura, he aquí juro delante de dios y
Cristo, que me juzgarán en aquel día, que puede leer los discursos al
respecto que, solemnemente y en terror, he hecho, declarando
exactamente lo que la escritura dice; no siendo mi mano la escritura
sino siendo ordenado por el señor de predicar la palabra de dios “que
nos puede hacer sabios para salvación”.
Si alguno juzga que soy insensato por querer enseñar solo la palabra
de dios, y dejar fuera en los escritos de mis hermanos lo que del
diablo y la carne se entrometió en ellos, contesto que en nada mi
conciencia me acusa, antes para mi es tal cosa una alabanza; y quien
me acuse de no amarles, afirmo públicamente que en todo les amo,
si en verdad dieron testimonio de que eran piadosos hijos de dios; y
aun lo doy a conocer en que, no admito que sus tratados sean
condenados por completo, sino solo aquello que era una torcedura
de la verdad, una locura en hombres de sabia reputación, tal como
en pedro fue su breve necedad delante del hermano que nos dejó los
Gálatas, cuya escritura es también una corrección a esta iglesia. Y
quien diga que por eso busco destruir hechos históricos, o negar y
borrar la imagen y ejemplo que ellos, hablando en un sentido
enteramente histórico, dejaron, respondo: ¡no!, antes, estoy
convencido que sus errores deben guardarse como hechos que sí
acontecieron, y sus escritos son ejemplo de lo que creyeron, y así de
ello, como en todo lo demás, ser advertidos por la providencia de los
errores de nuestros antepasados, para guardarnos en el presente y
el porvenir, por lo que, no intento que el escrito original no sea
preservado por motivo histórico, o evitar que se conozca lo que la
providencia ha dejado conocer, antes, ¿no dice la verdad divina que
esto es sabio, y como tal se acomoda a la razón? Mas lo que corrijo
es el libro que se toma para instrucción, es decir, esto es un libro
editado para un uso en particular, y no el escrito como suceso y
hecho acontecido.
Es verdad, puede mi ejemplo promover a algunos indoctos, falsos
maestros de la ley, que no saben ni lo que hablan ni lo que afirman,
a hacer correcciones a otros muchos tratados que no son ni
necesarias ni verdaderas, solo para adaptarlos a sus doctrinas
malvadas, pero a esto respondo ¿no se hace así ya con la misma
palabra de dios? ¿No hay muchos traduciéndola a su antojo, y
cortándola como aquel rey perverso, en cada renglón que les parece
intolerable para su doctrina de demonios? ¿Y ya no está ocurriendo
con los escritos de los hermanos? ¿no hay muchos traductores que
al alterar sus palabras para que se entiendan de manera más
“moderna”, suenan sin la espiritualidad y solemnidad, y en muchos
casos sin el mismo significado íntegro, que querían exponer? ¿Y no
se ha hecho así muchas veces con muchos escritos históricos? Por
tanto, este es, como lamentablemente es siempre con los hombres,
un mal del que no podemos escapar, ¡siempre que se les entrega un
bien, ellos hallarán la manera de usarlo para enseñarse a pecar e
incentivarse a hacer el mal! Es decir, esta miseria no procede en y
por sí mismo de la esencia y naturaleza de lo que aquí se ha hecho,
sino del uso que agentes externos hacen con ello, y por tanto, no hay
maldad en la cosa en sí misma, sino en todos aquellos que tan
osados son, usan de filtro sus propias doctrinas y no la palabra de
dios, para creer - lo cual es de esperarse de quienes ya están en tales
doctrinas, y que ciertamente, sea en papel y tinta, o solo por palabra
y hecho, ya hacen - y hacen testigos incluso a los profetas y apóstoles
de la palabra misma de dios, de sus pecados, quienes nunca han
realmente escrito en su favor. No se impute pues cosa alguna a lo
que es puro en sí mismo, por el uso que otros por su propia iniciativa
le dan.
Si alguno tiene temor de que haya suprimido cosa alguna para
cambiarla por mi opinión, y no porque realmente aquello contradecía
las escrituras de dios, y en la que todos solamente debemos creer y
ser instruidos, puede leer las notas al pie de página, donde dejo
registro de lo que antes había dicho el autor original, y una breve
explicación, la cual, como ya he dicho es corta tanto como sea
posible, para no saturar el tratado de verdades que deben ser
buscadas en otro lugar y contexto. Además, he indicado
anteriormente que será evidenciada mi corrección con los símbolos
de “[]” para dejar constancia de no ser mi intención torcer lo q ue
realmente fue escrito, sino corregirlo a fin de tener un libro para un
uso instructivo. Reitero, en aquel día cuando todos los pecados sean
conocidos, y la conciencia tenga ante ella que aun la herejía era obra
de la carne (Gálatas 5:20), y, por tanto, la mínima torcedura de la ley
peligrosa al ser enseñada a los incautos e ignorantes como verdad
de dios, y más cuando la intención no es informar de la historia o el
hecho, sino de guiar al alma a la leche no adulterada que debe
hacerla crecer para salvación; ¡sí, ignorar sus efectos terribles, por
jota o tilde, o pequeño que pareciera a los ojos de los hombres
pecadores!... ¡sí, sus consecuencias horrendas para promover en la
mente del alma razonamientos errados en cuanto a dios y la vida
divina! digo, que en aquel día no solo los maestros de la iglesia que
así pecaron, gemirán y llorarán de dolor viendo claramente ante sus
ojos, con una conciencia perfecta y una mente plenamente iluminada,
la perspectiva de sus pecados pasados, viendo, como si fuera, con
los ojos mismos de dios, y que ellos mismos alabarán a quienes así
advirtieron a otros de sus pecados, y elevarán notas de regocijo por
quienes llevaron a cabo esta conflictiva labor entre los hombres ¡tan
fraccionadores, que no aman la ley, sino las opiniones y el mucho
hablar! ¡que ponen al hombre por su dios, y al ministro por la
escritura, a su denominación por la religión! (¡cuando en la ley se
condena tales denominaciones!) ¡y todo lo hacen para despreciar el
oír lo que dios ha escrito realmente! Pero los que corrigen el mal,
habrán ayudado a que los maestros sagrados no causen más grave
tropiezo del que ya por descuido y pecado habían causado. Por lo
que, solo he puesto oposición a lo que esta contrario a cualquier jota
o tilde de la ley, que es nuestro deber solamente enseñar. A quien
me ponga objeción, que su misma objeción lo exponga a él ante el
juicio de su conciencia como uno que ama demasiado a los grupos y
facciones humanas, y no busca a la verdadera vida de dios “Porque
es necesario que el obispo sea… retenedor de la palabra fiel” (Tito
1:7,9; también 1Ti 4:6, 6:3; 2 Ti 3:14 considere particularmente sus
implicaciones y no solo la afirmación explicita), y también “Ten
cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo
esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” (1 Tim 4:16).
Porque solo hay una palabra de dios, una sola interpretación, una
sola fe, un solo padre, un solo pacto en la sangre del Hijo, un solo
bautismo, un solo señor y dueño de todos.
En mi alma jamás ha habido desprecio por un verdadero santo, aun
si peca en estas cosas, porque conozco bien, que verdaderos santos
han pecado en estas y otras, reitero, si han dado pruebas de ser
verdaderos, porque no por esto apruebo la doctrina de los llamados
reformados de estos presentes días, quienes avalan la entrega al
pecado por excusa de debilidad y progresión en la santidad,
hablando de combatir el pecado donde no hay combate sino
esclavitud, donde no es progresión sino muerte, porque desconocen
el despertamiento al pecado, la necesidad de la gracia, el
aborrecimiento del mal, el esfuerzo en buscar la salvación, y son
salvos básicamente quienes son ligeramente moralistas, los que son
también estrictos en cumplir con las rutinas impuestas carnalmente
en sus congregaciones, con sus “calendarios” y “horarios” como ellos
los llaman, con verdad se les acusa no ser distintos a “un club social”,
puesto que solemne asamblea para los asuntos sagrados de dios en
la tierra, en medio de su mucha irreverencia y mundanalidad, con sus
llamadas “selfis” y chistes acerca de las escrituras, no pueden ser
llamados, pues son más bien recreaciones, y de aquellas que son
ilícitas, endulzadas con moralismo; tú conoces cuantas otras sectas
han publicado estas maldades, dios les pague conforme a sus obras.
Digo, habrá algún santo allí engañado, habrá alguna excepción entre
los que así aceptan pecar en tales lugares, pero no trato con esos en
este momento sino con los que son su mayoría.
Finalmente, si en algo he hecho un mal juicio, juro por mi señor que
pronto estoy a retractarme, nunca acontezca tal cosa, que peque yo
por amor a mi propia opinión privada, contra las escrituras en jota o
tilde, deseara morir antes que permanecer en una maldad semejante,
sí, deseara no poder proseguir más con vida. Y aquel que hallé mi
error, y por las escrituras, en una exactísima interpretación gramatical
de la palabra de dios, y libre a otros, en la manera y el espíritu de las
escrituras, y con solemnidad, temor, humildad, y celo, he aquí en
aquel día yo mismo me alegraré y lo alabaré. Malditos aquellos que
eleven el nombre de un hombre y hagan una reinterpretación de la
ley para encajar en el marco de sus doctrinas privadas, mas yo juró
por el señor que me retractare de cuanto diga aquí y en mi vida, en
este tabernáculo terrenal, que no esté conforme a la palabra de dios,
sea en jota o en tilde. Lo que ignoramos no debemos afirmarlo
temerariamente, la razón misma nos guía a esto, y así nos salva del
pecado de herejía, porque no es maldad la ignorancia, sino el creer
y afirmar lo que no se ha probado directamente por la ley, en
confianza de opiniones humanas, nuestras, o de los demás, por su
apariencia piadosa o muy racional o muy histórica, según el marco
argumental que se nos ha, o hemos, preestablecido.
Que el señor sea contigo ¡oh! esposa de mi señor; Dios te
compadezca y libre de tu silencio y cadenas, y a tus hijos sea siempre
paz y reposo, hasta el día en que hayan de acontecer todas las cosas
que deben venir para Su regreso. Esta es mi salutación, tu hermano
amadísimo, el joven, por ti desheredado de su propio nombre real
entre los hombres, Albert Snowfield.
SOBRE LO TORCIDO EN NUESTRA PORCION, O, DE LAS
TRIBULACIONES Y LA PROVIDENCIA EN GENERAL.
por Thomas Boston.
“Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él
torció? En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad
considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro.” (Eclesiastés 7:13-14).
Notas introductorias
Una visión apropiada de los sucesos aflictivos es completamente
necesaria para un comportamiento santo bajo ellos; y esa visión debe
ser obtenida mediante la fe, no por los sentidos; porque es solo la luz
de la palabra la que representa tales eventos adecuadamente,
descubriendo en ellos la obra de dios, y, por consiguiente, designios
apropiados a las divinas perfecciones para los mismos. Cuando son
así percibidos y debidamente considerados por el ojo de la fe,
tenemos una visión apropiada de los sucesos aflictivos, útil para
calmar las turbulentas nociones de las afecciones corruptas, bajo las
sombrías apariencias externas.
Es bajo esta noción [que la escritura puede, con verdad divina,
hacer]1 sorprendentes determinaciones a favor de ciertas cosas 2,
que, al ojo de los sentidos, consideraríamos oscuras y terribles, y que
son, por tanto, generalmente con precipitación rechazadas y tenidas
por aterradoras. [Ellas]3 declaran el día de la muerte de alguien, como
mejor que el día de su nacimiento 4: específicamente, el día de la
muerte de uno, que habiéndose convertido en amigo de dios a través
de la fe, ha llevado una vida para la honra de dios, y para el servicio
de su generación, y de esta manera se levantó para sí un nombre
bueno y sabio, que es mejor que el precioso ungüento. De manera
1 Antes, “Salomón”, no obstante, no hay prueba de que este sea él.
2 Parecería innecesario hacer una corrección, ya que realmente, en lo superficial esta afirmación es
veraz, es cierto que el sabio está haciendo estas consideraciones, pero se vuelve insostenible cuando
avanzando en las líneas vemos que el sentido que Boston le da a cada verso de esa escritura no está
fundamentado en una interpretación gramaticalmente correcta. Por lo cual, aunque al iniciar usa
afirmaciones correctas como estas, al avanzar vemos que el verdadero sentido de ellas no es el que
superficialmente parece: referenciar con exactitud lo que Eclesiastés quiere decir; Frases como “ellas
declaran el día de la muerte mejor” refiriéndose a la exaltación celestial, que son, de nuevo, la línea
unitaria que prosigue a estas frases, es decir, son un mismo pensamiento. O “debido a que sea cual sea
la manera en la que vayan las cosas hay peligro, es mejor la perdida de todo” en referencia a las
tentaciones de pecado que hay en cada circunstancia mundana, cosa que tampoco es el sentido de
Eclesiastés, se hace necesario ignorar que realmente esta leve afirmación cuerda, pueda en el contexto
de todo este párrafo tomarse como en verdad no estando afectada por lo que le prosigue.
3 Antes “él” en referencia a Salomón, y el libro de Eclesiastés.
4 Esto sería en el original una cita de Eclesiastés. Aquí se muestra lo dicho ya anteriormente,

Principalmente tomando en cuenta la explicación que prosigue a su cita, esta escritura (Eclesiastés)
nunca declara la muerte ser mejor que su vivir por la entrada al reino de los cielos (cosa que inserta el
hermano Boston) pues, los libros sapienciales jamás hacen mención de cosas semejantes, antes, el
antiguo pacto en general omite estas verdades, si bien hay excepciones, esta no es una de ellas. Sin
embargo, esta afirmación es verdadera no en referencia a esta Escritura, sino a la Escritura en general.
semejante, [en nuestro pasaje], [el sabio] declara la casa del luto
mejor a la casa en que hay alegría, la tristeza a la risa, y la reprensión
de un hombre sabio, a la canción de un necio 5 (Ecl.7:2-6). Por lo que,
aunque incluso lo último sea más placentero, sin embargo, lo primero
es más beneficioso. [Además, en otros lugares, la Escritura]
observando con preocupación, como los hombres están en peligro
no solo del ceño fruncido 6 y el mal uso del mundo: la opresión que
hace insensato al sabio; sino también de sus sonrisas y caricias,
cosas que a menudo son un regalo que destruye el corazón; por lo
que, debido a que sea cual sea la manera en la que vayan las cosas,
hay peligro 7, [ella]8 declara el final de toda cosa mundana como mejor
que su principio, [cuando estas por su presencia nos fuerzan a estar
en un estado de pecado, pero por su perdida seriamos movidos a un
estado más apropiado de nuestras almas]. Y por todo ello, [la
escritura declara]9 con justicia, que está mejor el que es humilde y
paciente que quien es orgulloso e impaciente, bajo una dispensación
aflictiva; por cuanto, en el primer caso, estamos sabiamente
sometidos a lo que es mejor; y en el último, peleamos contra ello. Y
[ella]10 nos disuade de estar irritados contra nuestra porción, por
motivo de la adversidad hallada en ella. Nos disuade 11 contra hacer
odiosas comparaciones entre el tiempo anterior y el tiempo presente
[bajo la guía de tales interpretaciones], en el sentido de insinuar
indebidas reflexiones sobre la providencia de dios, y contra esa
quejumbrosa e impaciente disposición12 prescribe tanto un remedio
5 Estos textos tomados en su significado estricto, sí tienen relación con lo que Boston esta por afirmar,
que estas cosas cooperan para santificar a los santos, aunque no se dice de esa misma manera sino más
semejante a “hacerlos sabios”.
6 Se refiere a cuando uno mismo frunce el ceño por cuenta del dolor, o ira.
7 En toda esta explicación hay muchos errores, por los cuales, más de una vez se ha omitido que esto sea

sacado de Eclesiastés, y, más bien, como debía ser, de las escrituras en general. Él dice que como somos
tentados al pecado por es tas cosas “hay peligro”, el sabio declaraba mejor la muerte. Esto no tiene
sustento en esa escritura. Que el final de estas cosas es mejor porque ponen fin a las tentaciones en las
que somos puestos por ellas, no tiene sustento en ella, aun y cuando sí son verdad de otras partes de la
palabra de dios. No debe confundirse con lo dicho anteriormente, el pasaje y el libro en general varias
veces habla de cómo el dolor hace sabio, pero no por ello, todo pasaje hace mención de esto, e incluso
de algo tan especifico como lo aquí afirmado, es decir, no se extiende hasta allí, de hecho, es por ello,
que el libro no expresa esto de la misma manera en que el hermano y otras escrituras sí lo hacen, sino
como aprender sabiduría.
8 Antes “él”, dicho en referencia a Salomón.
9 “él infiere” esto es, Eclesiastés.
10 Antes “Él”
11 Antes “Él”.
12 En el original, Boston se refiere a Eclesiastés, pero he tenido que dejarlo sin referencia al sagrado

libro, ya que después de indagar mucho, y de escudriñar, hay poca evidencia gramatical de que esto sea
así, 1. La afirmación del texto es muy general, tal como ocurre con los proverbios. 2. No hay menciones a
esa clase de pecado antes o después en el libro, mucho menos presentados bajo esa forma. 3. La parte
general, esto es, santa sabiduría, como la que nos capacita para
sacar lo mejor de todo, incluso vida de circunstancias de muerte; y
así, entonces, un remedio particular, que consiste en una debida
aplicación de esa sabiduría de la que hemos estado hablando, es
decir, tener una visión correcta del caso.13
[De lo cual, quiero ahora proponer]14, 1. El remedio mismo; 2. Lo
adecuado de este.
1. El remedio es una sabia mirada a la mano de dios en todo lo
que hayamos que pesa duramente sobre nosotros,
[debemos]15 considerar la obra de dios, específicamente en las
torcidas, ásperas y desagradables partes de tu porción, [los
males]16 que encuentras en ella. Tú ves muy bien [los males]
mismos. Sí, tú les das vueltas y vueltas en tu mente, y te tomas
el tiempo para mirar todos sus lados. Tu consideras esta y
aquella otra segunda causa de ello, y así te encuentras en
inquietud e irritación. Pero, podrías estar aquietado y satisfecho
en el asunto, si levantaras tus ojos hacia el cielo, para ver la
obra de dios en ello, la operación de su mano. Mira allí, y
considéralo bien; ve la primera causa de lo torcido en tu
porción; considera como este es el actuar de dios, su obra.
2. Tal visión de lo que esta torcido en nuestra porción es muy
adecuado para calmar levantamientos inapropiados del
corazón, y aquietarnos bajo ella “¿quién podrá enderezar lo que

principal a la que el texto se subordina es “sabiduría”, no obstante, en el libro esta no se usa


comúnmente para indicar justicia hacia dios, sino verdad, e incluso racionalidad. Por tanto, Boston no
dando prueba del texto, y yo, al presente, aun después de tanto indagar no encontrar confirmación de
su proposición, pese a que muchos repiten lo mismo, gramaticalmente no se encuentran probabilidades
de ese ser el sentido de la frase, es más piadoso que deje en general esta afirmación, sin promover lo
que en ella no he podido confirmar que el señor ha declarado, mas sin tampoco remover lo que en ella
es cierto y probado que sí está en la ley de la divinidad.
13 Nuevamente Boston añadiría una cita de Eclesiastés “consider the work of god” sin embargo por obra

de Dios o “work of god” él se refiere a nuestra consideración de dios en clara connotación de su bondad
y justicia para con los santos, lo que en Eclesiastés no tiene ese uso. Esto se hace evidente s i se lee el
escrito original entendiéndolo a la luz de lo que sigue en el resto del tratado.
14 Antes “in which words are proposed” refiriéndose a la cita de Eclesiastés.
15 Esta palabra fue añadida solo para dar a entender que no debería ser leída como sí está en el original

entre comillas “consider the work of god” como una cita de Eclesiastés.
16 A partir de aquí la palabra “crosses”, esto es, cruz, será reemplazada, ya que es irreverente y

blasfema, usando la expresión como sinónimo de todo y cualquier mal del hombre. Es verdad que en la
escritura esto tiene un santo uso, y es para aplicarlo a la persecución de los discípulos, incluso el
padecimiento que por Cristo debían padecer los que pretendieran seguirlo, per o esto siempre en un uso
santo, aun para mostrar un paralelo entre el Señor y nosotros, que, así como él debía ir hasta la
humillación y desprecio del mundo, nosotros también, debíamos llevar sufrimientos, y así también a su
semejanza, en esa manera nuestra propia cruz. No para toda aflicción terrenal.
él torció?” (Ecl. 7:13), puesto que la torcedura en tu porción la
ha hecho dios; y continuara torcida mientras Dios la quiera
tener así. ¿Ejercerás lo máximo de tu fuerza para nivelarla, o
enderezarla? tu intento será en vano: esta no cambiará por todo
lo que pudieras hacer; solo él, quien la ha hecho, puede
arreglarla o enderezarla. Esta consideración, esta visión del
asunto, es un medio útil para prontamente silenciar y satisfacer
a los hombres, y llevarlos así a la debida sumisión a su hacedor
y gobernador bajo lo torcido en su porción.
Ahora17, [trataré este asunto] bajo tres puntos:
I. Sea cual sea la torcedura que haya en nuestra porción, es
obra de dios.
II. Que, si dios ve como apropiado arruinar nuestra porción,
nadie será capaz de enmendarla.
III. La consideración de lo torcido en la porción como obra de
dios, es un medio apropiado para llevarnos a un [santo]18
comportamiento bajo ella.

I. Sea cual sea la torcedura que haya en nuestra porción, la


misma es la obra de dios.
Aquí hay dos cosas que deben ser consideradas, específicamente,
la torcedura misma, y la obra de dios en ella.
1. Para que haya un entendimiento mejor de la torcedura, de lo
torcido en la porción, estas pocas cosas que siguen deben ser
establecidas como cimientos.
Primero. Hay una cierta sucesión o curso de eventos, de la
providencia de dios, que vienen sobre cada uno de nosotros durante
nuestra vida en este mundo, y estos son nuestra porción, como
siendo asignada a nosotros por la soberanía de dios, nuestro creador
y gobernador, "en cuya mano esta nuestro aliento, y cuyo son todos
nuestros caminos" (Daniel 5:23). Esta sucesión de eventos es
ampliamente diferente para cada persona, según la voluntad y placer

17 we take the purpose of the text.


18 Hubo un uso entre los piadosos hermanos de esta palabra “christian” en el que, o trataban a
la piedad como un asunto filosófico, o humano, es decir, no divino, no solemnem ente sagrado,
o al menos daban a entenderlo ligeramente. Tanto Watson, como a veces Edwards comunican
esto. Sin embargo, es bien sabido que el apóstol si usa esta expresión en la epístola divina, por
ello, es solo raído donde puede comunicar ese sentido.
del soberano administrador, quien ordena la condición de los
hombres en el mundo con una gran variedad, algunos moviéndose
en una alta esfera, algunos en una baja.
Segundo. En esa sucesión o curso de eventos, algunos nos
disgustan, nos enfadan, y van en contra de nuestro beneficio, estos
conforman lo torcido en nuestra porción. Mientras estemos aquí,
habrá eventos molestos, así como también agradables, en nuestra
porción y condición. Algunas veces las cosas fluirán suave y
agradablemente; pero, por cada gozo, habrá algún incidente que
altere ese curso, nos quebrante, y nos lastime, como cuando hemos
dado un paso en falso y empezamos a cojear.
Tercero. La porción de todos en este mundo tiene alguna torcedura
en ella. Los quejumbrosos están dispuestos a hacer odiosas
comparaciones. Ellos observan alrededor, y miran a la distancia la
condición de otros, y no pueden discernir nada en ella sino lo que
está derecho y se conforma a sus deseos; así declaran a la porción
de su prójimo “completamente recta”. Pero esto es un falso veredicto;
aquí abajo no habrá perfección; no hay porción fuera del cielo sin
torcedura, porque, en cuanto a "todas las obras que se hacen debajo
del sol; he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu” 19. Cada
quien siente cuando es 20 [escocido], aunque los demás no lo
perciban. La porción de nadie, en este mundo, está completamente
torcida, aquí siempre habrá alguna medida de rectitud, aunque solo
sea en partes particulares de la misma torcedura. En efecto, es
cuando las pasiones de los hombres se levantan, y han nublado sus
mentes, que están listos para decir que todo está mal con su porción,
que nada en ella es recto. Pero, aunque en el infierno esta fábula es
y siempre será verdadera, sin embargo, jamás será cierta en este
mundo; Pues allí, en efecto, no hay ni una gota de consuelo
concedida; pero aquí, el bien es mantenido siempre, de modo que
"por las misericordias del señor no hemos sido consumidos"
(Lamenta. 3:22). ---------------------

19 Inmediatamente inserta la escritura sobre Aman como un ejemplo de prosperidad y una


torcedura, no obstante, no es verdadero; La torcedura de Aman, no era una verdadera
torcedura, sino Mardoqueo habría pecado al inquietarlo así. No puede considerarse un m al de
la providencia, en el sentido que propone el tratado, aquello que no es más que la
consecuencia de la concupiscencia de nuestra voluntad arbitraria, esto convertiría incluso al
impedimento de un hombre de tomar a su madre por mujer, debido a la conciencia, en una
torcedura.
20 Boston, uso una palabra liviana o que no es lo suficientemente reverente para un discurso

acerca de lo que es divino, aquí declara “Pinched” o “pellizcado”.


Cuarto. Lo torcido en la porción, vino al mundo por causa del pecado:
existe debido a la caída, "porque por un hombre el pecado entro en
el mundo, y por el pecado la muerte" (Rom. 5:12), bajo cuya muerte
lo torcido en la porción está comprendido, así como un estado de
confort o prosperidad es, en21 las escrituras, expresado mediante la
vida. El pecado rebajo mucho los corazones y mentes de los
hombres, haciendo que se volvieran torcidos en lo que respecta a la
santa ley; y dios, con justicia, también rebajo mucho sus porciones,
para que estas se torcieran de igual manera. Y esta torcedura en
nuestra porción, inseparablemente seguirá a nuestra condición
pecaminosa, hasta que sea quitado este cuerpo de pecado y muerte,
hasta que lleguemos a estar dentro de las puertas del cielo.
2. Habiendo sido premisadas estas cuestiones, una torcedura en
la porción habla en general de dos cosas, (1.) adversidad, (2.)
continuidad. [El sabio en Eclesiastés]22 opone el día de la
adversidad al día de la prosperidad (Ecl. 7:14 LBLA).
(1.) Lo torcido en la porción es, primero, algún u otro pedazo de
adversidad. La parte prospera de la porción de alguien, aquella que
se conforma a nuestro deseo, es la parte que esta recta y equilibrada;
la parte adversa, que va en una senda contraria a nuestro placer, es
la parte torcida. Dios ha entremezclado estas dos en la condición de
los hombres en este mundo; para que haya, tanto alguna prosperidad
en ella, siendo este el camino derecho, así como también algo de
adversidad, siendo este el torcido. Esta mixtura tiene lugar no solo en
la porción de los santos, de quienes estamos hablando23, sino
también en la porción de todos, tal como ya observamos.
(2.) Segundo, es una adversidad de alguna continuación. No
reconocemos como una cosa torcida, aquella, que, aunque
violentamente inclinada y abajada, sin embargo, de inmediato
recobra su forma recta anterior. Estas son punzadas de la vara de

21 Aquí hay una evidencia y declaración más abierta respecto a la irreverencia, y filosofía, sea o
intencionada, o inadvertida, no indago sobre eso, sino sobre la frase misma “al estilo de las
Escrituras”.
22 Antes “it makes… in the verse inmediately following the text” era una continuación de la

interpretación que dio antes de Eclesiastés 7, pues de allí él toma el presente discurso, de lo
que ya se ha hablado, y siendo así, la continuación de una interpretación errada, ha sido
removida. La expresión insertada [] lo que hace es referir esta idea no a la interpretación del
texto suya, sino al texto considerando la verdad que declara sin relación a lo que el intenta
afirmar.
23 Luego insertaría “porque en este mundo tendréis tribulación” (Juan 16:33). Pero este texto no

se refiere a lo que quiso decir Boston, pues, él se refirió solo a la persecución.


adversidad, que golpean a nuestros lados no sobre nosotros; todo es
inmediatamente enderezado otra vez; la porción de alguien puede
ser repentinamente cubierta de nubes, y las nubes desvanecerse
antes de que si quiera se dé cuenta. Pero bajo lo torcido, uno tiene
tiempo de encontrar su escozor, y estar en algún grado de
preocupación por conseguir enderezar la torcedura. De modo que lo
torcido en la porción es adversidad continuada por un tiempo, sea
largo o corto.
3. Ahora bien, hay una triple torcedura en la porción, que
acontece a los hijos de los hombres.
1. Una torcedura ocasionada por una dispensación aflictiva, que,
sin importar que ya haya terminado, deja efectos permanentes.
Tal torcedura fue la crueldad de Herodes hecha en la porción de las
madres de Belén, quienes por los homicidas fueron dejadas "en
grande lloro por sus hijos muertos, y no quisieron ser consoladas,
porque perecieron" (Mateo 2:18). Un desliz de los pies, puede luego
convertirse en aquello por lo que un hombre siempre caminará cojo,
"Como los peces que son presos en la mala red, así son enlazados
los hijos de los hombres en el tiempo malo." (Ecles. 9:12), en un
instante puede ocurrir algo que interrumpa la fiesta para ir al sepulcro.
2. Hay una torcedura causada por una sucesión de dispensaciones
aflictivas, sean diferentes o del mismo tipo, siguiendo
inmediatamente una tras otra, y dejando efectos perdurables detrás
de sí. Así fue en el caso de Job, mientras un mensajero de malas
noticias estaba aún hablando, otro venía. Eventos aflictivos vienen
uno tras las pisadas de otro, profundidad llamando a profundidad,
haciendo una ulcera de torceduras. En ese caso, aquella parte de la
porción es como uno que, recobrándose del resbalar de sus pies a
causa de una parte inestable del suelo, se pone en pie sobre otra
igualmente inestable, por lo que inmediatamente es también arrojado
de allí; o como uno que viaja a través de una senda desconocida de
una montaña, y tras haber tenido que abrirse paso con dificultad por
ella espera ver tierra llana, pero en su lugar hay ante su vista, ves
tras ves, una nueva montaña que cruzar. Esta torcedura fue la
porción de Asaf, la cual casi le hace abandonar toda su religión, hasta
que "entró al santuario", donde este misterio de la providencia le fue
descubierto. [El sabio]24 observa que: "hay justos a quienes sucede

24 Antes “Salomón”.
como si hicieran obras de impíos" (Ecl. 8:14). La providencia toma un
curso contra ellos, como si ellos fueran a ser la ruina de todo bien y
para todos los hombres; sin importar cuantos halla a quienes ningún
parte de su vida les proporcione una experiencia de eso, ciertamente
a José no le falto durante sus días de juventud, ni Jacob a la mitad
de sus días, ni Pedro en sus días de vejez, ni nuestro salvador
durante todos sus días.
3. Hay una torcedura hecha por una dispensación aflictiva, con
efectos duraderos, que llega en lugar de otra que fue removida. La
torcedura es enderezada, y hay otra hecha en su lugar: de modo que,
en el mismo lugar sigue habiendo una torcedura. La falta de hijos
había sido, durante mucho tiempo, la torcedura en la porción de
Raquel, hasta que finalmente esto le fue enderezado, conforme a su
deseo; no obstante, obtuvo otra aflicción en su lugar: duro trabajo
para dar a luz en el viaje. Este mundo es un desierto, en el que incluso
cuando tenemos nuestro estado cambiado, el partir de allí será solo
salir de un desierto para entrar a otro. Cuando una parte de la porción
se endereza, rápidamente otra se tuerce.
Pero más particularmente, lo torcido en la porción posee cuatro
cosas que pertenecen a la naturaleza de una torcedura.
(1.) Es desagradable. Lo torcido esta descarriado, y, por ende, al
serle impuesto que se enderece según medidas rectas, no
corresponderá, antes se inclinara fuera de ellas. No obstante, no hay
en la porción de nadie, tal cosa como una torcedura, con respecto a
la voluntad y propósito de Dios. Toma la más severa y sombría
dispensación en la porción de alguien, y mídela según el eterno
decreto, hecho en la profundidad de la infinita sabiduría, antes de que
el mundo comenzará, y encajará con exactitud, sin la menor
desviación, "Todas las cosas han sido hechas por el consejo de su
voluntad" (Ef. 1:11); ponlo junto a la voluntad providencial de dios, en
el gobierno del mundo, y habrá entre ellos una perfecta
correspondencia. Si Pablo debía ir a Jerusalén, y "ser entregado en
mano de los gentiles", esto debía ser considerado como un, "hágase
la voluntad del señor" (Hch. 21:11,14). Por tanto, la más grande
torcedura en nuestra porción sobre la tierra, esta derecha en lo que
al cielo respecta. Allí no hay desagrado por ella. Pero en cuanto a la
porción de cada persona, hay una torcedura respecto a su propia
voluntad e inclinación natural25. La adversa dispensación no está
correspondiéndose a esa medida, y no lo hará por ningún medio, ni
armonizará con ella. Cuando la divina providencia pone la una junto
la otra, hay una manifiesta antipatía, la voluntad del hombre va por
un camino, y la dispensación por otro; la voluntad se eleva hacia
arriba, y la aflicción presiona hacia abajo: de modo que son
contrarias. Y allí, solo allí, yace la torcedura en la porción. Es este
desagrado lo que hace lo torcido en la porción adecuada materia para
probarnos y ejercitarnos en este, nuestro estado de probación; en el
cual, si quieres estar aprobado para con dios, andando por fe y no
por vista, deberás aquietarte con respecto a la voluntad y propósitos
de dios, y no insistir en que las cosas debieran conformarse a tu
parecer.
(2.) Una fea apariencia. Cosas torcidas son desagradables al ojo; y
ninguna torcedura en la porción parece ser causa de alegría, sino de
tristeza, haciéndose de una apariencia desagradable. Por tanto, es
necesario que los hombres sean cuidadosos al permitirle a sus
pensamientos fijarse sobre lo torcido en la porción, y de mantenerlo
durante demasiado tiempo ante su vista. David expone [como el
meditar sobre las cosas puede encender nuestro espíritu] 26: "En mi
meditación se encendió fuego" (Salmo 39:3), Jacob27 llamó a su hijo
más joven Benjamín - el hijo de la mano derecha; a quien su esposa
al morir había llamado Benoni, el hijo de mi tristeza (Gen 35:18). A la
verdad, un santo puede con seguridad mirar continua y
prolongadamente lo torcido en su porción a la luz de la santa Palabra,
la cual lo representa como parte de la disciplina del pacto. Así la fe

25 Como fue advertido respecto de la parte de Aman, esto no debe ser tomado en la
arbitrariedad, no es posible llamar a algo un mal de manera racional, y de allí verdadera, y por
tanto según la escritura, si este no lo es, pues, solo sería un disgusto subjetivo y arbitrario.
Pero las cosas que son verdaderament e medios de felicidad para el hombre, necesarios o no,
cuyo deleite no es en sí una locura del alma, como lo es el asesinar para el homicida, entonces
bien pueden ser una torcedura su perdida. Corrección del sentido extensivo que se muestra en
el contexto en el que hace uso de la frase “But in every person's lot there is a crook in respect
of their mind and natural inclination”. Aquí no hubo reemplazo de ninguna frase, solo una
aclaración.
26 Antes “David expone una dolorosa experiencia de este tipo, en cuanto a si mismo” luego

inserta el salmo. Esto es erróneo pues David no expone como el dolor encendió su meditación
en un mal sentido, cuya connotación sí se encuentra en las palabras de Boston, lo cual o es
intencional, o es un error de expresión, y mucho más al luego citar la frase de Jacob.
27 “Jacob en esta parte actuó más sabiamente” afirmar que Jacob lo hizo con la intención de no

murmurar, o de no recordar con tristeza, el cual es la connotación explicita que Boston le da al


texto, no está en la escritura, “Jacob en esta parte actuó más sabiamente… Por este medio
previno que lo torcido en su porción fuese puesto otra vez ante su vista a cada ocasión que el
mencionara el nombre de su hijo”. Simplemente no hay prueba de que esto haya sido hecho
por ese motivo.
descubrirá una belleza en ella escondida bajo una apariencia externa
desagradable; percibiendo lo adecuado que ello es a la infinita
bondad, amor y sabiduría de dios, y para el verdadero y más valioso
interés de los escogidos; mediante lo cual uno viene a tomar placer,
y ese placer en la angustia, es él más refinado. Sin embargo, sea
cual sea la torcedura en la porción, es para que el ojo de la fe la vea,
no es para agradar el ojo de los sentidos.
(3.) Inapropiado para movernos. Salomón observa la causa del difícil
e in-agraciado caminar del cojo: "las piernas del cojo no son iguales"
(Prov. 26:7 KJV), Así es la dificultad que encuentran quienes son
ejercitados en lo torcido en su porción: un espíritu elevado, y una baja
y adversa porción, crean grande dificultad en el caminar piadoso. No
hay nada que dé a la tentación más fácil acceso que la torcedura en
la porción; nada más apto de ser ocasión para sacar nuestros pasos
fuera del camino. Por tanto, dice el apóstol, " haced sendas derechas
para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino." (Heb.
12:13), por tanto, quienes están laborando bajo circunstancias
humildes, deben ser compadecidos, y no deben ser censurados con
rigidez; aunque no son comunes las personas que aprenden tal
instrucción, hasta que son enseñados mediante su propia
experiencia. Hace mucho tiempo Job hizo una observación de estos
casos, que sigue siendo útil en nuestros días "Aquel cuyos pies van
a resbalar es como una lámpara despreciada de aquel que está a sus
anchas" (Job 12:5).
(4.) Aptitud para, como un anzuelo, atrapar y prender. La torcedura
en la porción nos impresiona muy fácilmente, como para hacer que
el espíritu se agite y se inquiete, irritando la corrupción, algo de lo que
Satán no fallará de hacer un uso diligente para ese peligroso
propósito; punto que una vez sea obtenido por el tentador, el tentado,
que antes estaba sensible, se encontrará ahora atrapado como en
una red, de la cual no sabrá como librarse. Esa tentación a menudo
demuestra como la torcedura golpea, agitando un charco estancado,
del cual no solo se levanta un lodo que lo ensucia todo, sino que
extrae del fondo cosas muy repugnantes. Así trajo en el caso de Asaf
un mantillo de blasfemia y ateísmo; "Verdaderamente en vano he
limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia" (Salmo
73:13), como si hubiera dicho, no hay nada en absoluto en la religión,
es una cosa vana y vacía, que aprovecha para nada; he sido un necio
al haber sido cuidadoso sobre la pureza y la santidad, sea de corazón
o de vida. ¡Ah! ¿es este el pio Asaf? ¡Cómo es que se ha vuelto
alguien tan diferente! Pero la torcedura en la porción es una manivela
por la que el tentador hace sorprendentes descubrimientos de la
corrupción latente, incluso en los mejores.
Esta es la naturaleza de la torcedura en la porción; vamos ahora a
observar cuales son las partes de nuestra porción sobre las que esta
viene. Tres conclusiones pueden ser establecidas en cuanto a este
encabezado.
Primero. Puede caer sobre cualquier parte de nuestra porción; en
este caso no está exceptuada ni una sola parte de ella: pues, el
pecado habiéndose hallado en toda parte de nosotros, la torcedura
puede tomar lugar en cualquier parte de nuestra porción. Siendo
"todos nosotros somos como suciedad" habiendo "caído todos
nosotros como la hoja" (Isaías 64:6), la corriente principal del pecado,
a través de la que la torcedura velozmente fluye, corre en diferentes
canales según los diferentes casos de cada persona. Y con respecto
a las diversas disposiciones de las mentes de los hombres, esta
resultará en un peso que hunde a unos, y bajo el cual otros irán
ligeramente.
En segundo lugar. puede venir sobre muchas partes de nuestra
porción; el señor convocando, como en un día solemne, de entre
todas partes, nuestros temores. Algunas veces dios hace notoria una
torcedura en la porción de un hombre; pero su nombre puede ser
Gad, no siendo más que el precursor de una tropa que está por venir.
Entonces las torceduras son multiplicadas, de manera que estas se
posan sobre todos los lados de cada parte de nuestra porción.
Mientras una corriente entra por un lado fluyendo fuertemente en su
contra, otras, desde otros lados, vienen también en su contra, hasta
que al final las aguas brotan de todas partes.
En tercer lugar, a menudo viene sobre la parte frágil; quiero decir, la
parte de la porción que uno es menos capaz de soportar, o que uno
piensa que lo es. "Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría
soportado; Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi
familiar" (Salmo 55:12,13). Si hay alguna parte de nuestra porción de
entre todas las demás sobre la que estamos dispuestos a
arrellanarnos, la espina prontamente vendrá a yacer allí,
especialmente si uno pertenece a dios; en esa cosa en la que menos
que todas las demás se está dispuesto a que le sea tocada,
seguramente en ella será oprimido. Allí será probado porque allí está
el gran competidor de cristo28. "El día que yo arrebate a ellos el deleite
de sus ojos, y el anhelo de sus almas" (Eze. 24:25). Puesto que la
torcedura en la porción es la prueba especial, designada para cada
uno de nosotros, es totalmente razonable y adecuado a la sabiduría
de dios, el que venga sobre eso que, de entre todas las demás cosas,
le rivaliza más.
Pero más particularmente, la torcedura puede ser observada
viniendo en estas cuatro partes de la porción.
Primero, en la parte natural, afectando a las personas en esas cosas
que están consideradas como marcas distintivas asignadas a ellos,
por el gran dios que formo todas las cosas. Los padres de la
humanidad, Adán y Eva, fueron formados ambos enteros y
completos, sin la menor mancha, sea en el alma o el cuerpo, pero en
la formación de su posteridad, a menudo apareció una notable
variación de los originales: Defectos corporales, excesos,
deformidad, enfermedad natural o accidental, volviéndose esto la
torcedura en la porción de algunos; tenían algo desagradable o
doloroso. La torcedura de este tipo, sea más o menos notable, es
muy común y ordinaria, y el mejor no está exceptuado de ella; y es
puramente debido al placer soberano que no es más numerosa. Ojos
delicados conformaban la torcedura en la porción de Lea. La belleza
de Raquel fue contrapesada con esterilidad, la torcedura en su
porción. Timoteo 29 era de un cuerpo débil y enfermizo. Y hay aún
muchas más considerables torceduras en la porción del cojo, el
ciego, el sordo, y el mudo. Algunos son débiles por cuenta de un
grado de inferioridad en sus intelectos; y es la torcedura en la porción
de varias almas brillantes, el ser cubiertas con nubes, el ser
notablemente sombreados y oscurecidos, por la locura en la que son
metidos por sus cuerpos. Una instancia eminente de esto 30 la
tenemos en el solemne, sabio, y paciente Job, que estuvo

28 Esto debe ser entendido solo en el sentido de que la cosa arrebatada supone un pecado, no
de sí misma, sino por nuestra preferencia.
29 Antes de esto hace una referencia a 1 Corintios 10:10, “Para Pablo, el gran apóstol de los

gentiles, estaría en su parecer, no era un hombre agradable, sino de una apariencia externa
mala, por la cual, los necios estarían dispuestos a condenarlo” pero sí leemos el contexto esta
expresión se refiere más a su conducta en relación a como ellos veían su comportamiento en
su ministerio “Porque a la verdad, dicen, las cartas son duras y fuertes; más la presencia
corporal débil, y la palabra menospreciable. “
30 Es decir, de las enfermedades corporales, un mal de los cuales también sufrió Job por designación de

dios.
"ennegrecido, y no por el sol; levantándose en la congregación, y
clamando". (Job 30:28).
En segundo lugar, puede venir sobre la honra pasada. Hay un honor
debido a todo hombre, al más pequeño como al más grande, y esto
sobre el fundamento de que la constitución original de la naturaleza
del hombre, fue formada a la imagen de dios. No obstante, en la
soberana disposición de la providencia, la torcedura en la porción de
algunos se halla justo aquí; ellos son abandonados y
menospreciados, su crédito de continuo se mantiene humillado; ellos
van a través del mundo bajo una nube, siendo objetos de un nombre
vil, su reputación hundida.
Esto algunas veces es la consecuencia natural de nuestra propia
conducta necia y pecaminosa; como en el caso de Dina, quien, por
causa de sus andanzas en el extranjero 31, [siendo joven] y sin
miramientos, y, por tanto, sin esperarlo, una llamada providencial
trajo una mancha permanente sobre su honor. Pero cuando el señor
destina una torcedura de este tipo en la porción de alguien, la
inocencia no será capaz de protegerla de la maldad natural del
mundo; ni el mérito genuino será capaz de enfrentarse contra esto,
para hacer que la porción permanezca recta en esta parte. De esta
misma manera, David describe su caso, "Los que me ven fuera huyen
de mí. He sido olvidado de su corazón como un muerto; He venido a
ser como un vaso quebrado. Porque oigo la calumnia de muchos"
(Salmo 31:11-13).
En tercer lugar, puede venir sobre [nuestro llamamiento]32. Sea cual
sea el llamado de un hombre o posición en este mundo, sea sagrado
o civil, la torcedura en su porción puede tomar lugar allí. Isaías era
un eminente profeta, pero el que menos tuvo éxito. Jeremías se
encontró con tal sucesión de oposiciones y tal maltratamiento en el
ejercicio de su sagrada función, que estuvo muy cerca de
abandonarla, diciendo, "No me acordaré más de él, ni hablaré más
en su nombre" (Jeremías 20:9). El salmista observa esta torcedura
hecha a menudo en la porción de algunos hombres muy industriosos
en asuntos civiles, quienes sembraban en los campos, y que, en el
tiempo, "Los bendice.... Y no disminuye su ganado. Luego son
menoscabados y abatidos a causa de tiranía, de males y congojas."
31Luego “para satisfacer su curiosidad”, pero que fuera para satisfacer su curiosidad es especulativo.
32Antes “lo vocacional”, que al ser aplicado a las cosas sagradas como después
inmediatamente hace, le da un sentido irreverente al glorioso oficio de cosas santas.
(Salmo 107:38-39). Dicha torcedura fue hecha a la porción de Job, la
cual había tenido recta por mucho tiempo. Algunos que manejan sus
empleos con todo cuidado y diligencia: el marido que
cuidadosamente trabaja su tierra, el pastor que "diligentemente
conoce el estado de sus ovejas, Y mira con cuidado por sus rebaños"
(Proverbios 27:23), el artesano que temprano y tarde está en su
negocio, el comerciante que diligentemente realiza su trabajo,
vigilando y tomando las mejores promesas de oportunidad, tienen, no
obstante, una torcedura en esta parte de su porción, que sin importar
todo lo que sean capaces de hacer, por ningún medio podrá ser
enderezada. ¿Por qué? Los medios más apropiados usados con el
fin de mostrar compasión, son insignificantes sin una palabra del
divino designador, ordenando su éxito: "¿Quién será aquel que diga
que sucedió algo que el Señor no mandó?" (Lam. 3:37). Las personas
realizan sus negocios con experticie e industriosidad, pero el viento
se torna contra sus rostros. La providencia horada sus empresas,
desconcertando sus planes, frustrando sus esperanzas y
expectativas, haciendo sus esfuerzos in-exitosos, y de esta manera,
los pone y los mantiene en continuas circunstancias angustiosas. "No
es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los
sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes
el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos." (Ecl. 9:11);
La providencia interponiendo torceduras a los planes que la
prudencia e industria humana habían levantado para los fines
respectivos; de modo que el veloz pierde la carrera, el fuerte la
batalla, y el sabio carece de pan; mientras que al mismo tiempo,
alguno de los otros incidentes providenciales, suplen los defectos de
la sabiduría humana, conducta, y habilidad: el lento gana la carrera y
alcanza el premio; el débil gana la batalla y se enriquece con el
despojo; y el pan cae en el regazo del necio.
Por último, puede venir sobre la parte relacional. Las relaciones son
las coyunturas de la sociedad; y allí la torcedura en la porción puede
tener lugar. El dolor más agudo de alguien puede a menudo sentirse
en estas coyunturas. Estas son en su naturaleza las primaveras de
los consuelos del hombre; sin embargo, a menudo se tornan en la
más grande amargura para él. A veces esta torcedura es ocasionada
por la pérdida de una relación. Así una torcedura fue hecha en la
porción de Jacob, por medio de la muerte de Raquel, su amada
esposa, y la perdida de José, su hijo y deleite, lo cual tuvo como
aquello que lo haría descender enlutado al sepulcro. Job lamenta
esta torcedura en su porción "Has asolado toda mi compañía." (Job
16:7), significando sus queridos hijos, a todos los cuales él había
sepultado, no solo un hijo o una hija le abandonaron sino todos. De
nuevo, algunas veces esto puede ser causado por una aflicción
proveniente de la mano de dios que reposa pesadamente sobre ellos,
y quienes, por tanto, en virtud de su relación, desean la liberación en
cuanto a esta parte de su porción, como es con afecto expresado por
esa mujer de fe, "¡Señor, ten misericordia de mí! Mi hija es
gravemente atormentada." (Mateo 15:22). Efraín sintió el dolor de las
aflicciones de su familia, "puso por nombre Bería (a su hijo), por
cuanto había estado en aflicción en su casa." (1 Crónicas 7:23). Por
cuanto todo no solo es vanidad, sino vejación de espíritu, difícilmente
esto faltará, antes, cuanto más aquellas fuentes de confort sean
abiertas al hombre, encontrará, en algún momento u otro, que más
bien tiene más fuentes de tristeza que manan y borbotean sobre él;
[A veces]33 la tristeza es proporcional al confort hallado en nuestra
porción, o esperado de ella.
Y Finalmente, la torcedura algunas veces es hecha en este respecto,
mediante la provisión de incomodidades a causa de un
temperamento y disposición desagradable. Hubo una torcedura en la
porción de Lot, mediante una esposa naturalmente mala, y
desobediente. En la porción de Abigail, mediante un esposo iracundo
y de mal temperamento. En la de Eli, por la perversidad y obstinación
de sus hijos. En la de Jonathan por el temperamento furioso de su
padre. De modo que a menudo los hombres hallan sus más grandes
aflicciones donde ellos esperarían sus más grandes confortes. El
pecado ha trastornado toda la creación, y ha hecho a cada relación
susceptible de torcerse. En la familia hallamos amos duros e injustos,
siervos indolentes e infieles; en los vecinos, hombres egoístas y
difíciles de soportar; [en asuntos de religión34, profesores de

33 Antes como un absoluto, sin el “a veces”, afirmando esto como la corriente común de la
providencia.
34 El texto original hace referencia a la iglesia: “in the church ministers unedifying” etc, y

después al final “A burden for the spiritis of the ministers”. Pero la escritura no admite estas
descripciones de la iglesia como un estado usual o normal, sino como algo contrario a su
misma naturaleza (considérese Tito), y, por tanto, manifiesta un sentido de la iglesia
inadecuado. Aunque los malvados puedan introducirse en ella, o hallarse creyentes llenos de
debilidad, puesto que no es parte de su naturaleza sino contrario a ella, llamarlo de esta
manera como lo hace, es tratarlo como usual y normal, algo que debería ser inusual y
escandaloso. Esta noción no solo esta evidenciada en este tratado sino en muchos otros. Hay
un aspecto en que tales declaraciones pueden ser dichas como significando la debilidad de la
ministerio] que no edifican, y su manera de vivir es ofensiva, y
personas despreciables y desordenadas, una carga para los espíritus
de [los verdaderos creyentes]; en el estado magistrados opresores, y
opositores de lo que es bueno, súbditos tumultuosos y sediciosos.
Todo esto causa torceduras en la porción de sus parientes, y así,
mucho de la torcedura misma.
II. Habiendo visto la torcedura misma, estamos en la siguiente
cosa a considerar acerca de que ella es la obra de dios. Y debe
ser mostrado al respecto, 1. Que esta es la obra de dios. 2. Cómo
es su obra. 3. Porqué él la obra.
Primero. que esa torcedura en la porción, sea lo que sea, es la obra
de dios, aparece por estas tres consideraciones.
Primero. No hay duda de que la torcedura en la porción, considerada
como una torcedura, es un mal penal, sea cual sea la sustancia de
esta; esto es, sea que la cosa en sí misma, su inmediata causa y
ocasión, sea el pecado e injusticia de un hombre contra nosotros o
no, es ciertamente un castigo de aflicción35 "¿Habrá algún mal en la
ciudad, el cual Jehová no haya hecho?" (Amos 3:6). Ahora, también
esta puede ser, como tal, traída sobre nosotros santa y justamente,
por nuestro soberano señor y juez sin el pecado o injusticia de un
hombre, declarando de esta manera expresamente que esta es su
obra o su hacer. Por tanto, puesto que no puede haber un mal penal
que no sea obra de dios, y la torcedura en la porción es tal mal, se
concluye necesariamente que esta es la obra de dios.
En segundo lugar, es evidente, por las doctrinas de las escrituras de
la divina providencia, que dios es quien otorga su porción a cada
hombre, y todas las partes halladas en ella. Él dirige el timón de los
asuntos humanos, y se vuelven a cualquiera sea la senda a la que él
los incline, "Todo lo que Jehová quiere, lo hace, En los cielos y en la
tierra, en los mares y en todos los abismos." (Salmo 135:6). No hay
nada que acontezca sin su mano gobernante, sea lo que sea. La
misma providencia que nos sacó de la matriz, nos llevó, y nos fijó en
la condición y lugar designados para nosotros, por el que "ha

iglesia, pero aquí se trata como lo usual, como algo que más que una debilidad es parte del
estado normal de cómo debería ser el pueblo de dios.
35 Esto es verdadero, ya que es el pecado lo que trajo aflicción sobre toda la creación, por

tanto, independientemente de su forma o causa, toda aflicción es necesariamente un mal penal


en relación a nuestra caída en adán, aunque seamos inocentes en relación a nuestro pecado
actual.
prefijado el orden de los tiempos, y los límites de nuestra habitación"
(Hechos 17:26). Ella gobierna sobre la más pequeña y casual de las
cosas acerca de nosotros, tales como "vuestros cabellos” los cuales
“están todos contados" (Mateo 10:30), aun la "suerte que es echada
en el regazo" (Prov.16:33). Sí, los actos libres de nuestra misma
voluntad, por la que escogemos por nosotros mismos, porque incluso
"como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en
la mano de Jehová; A todo lo que quiere lo inclina." (proverbios 21:1),
y todos los pasos que damos. Y aquello que otros hacen en
referencia a nosotros; porque "el hombre no es señor de su camino,
ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos." (Jeremías
10:23). Y esto, sin importar si estos pasos que causan la torcedura
en nuestra porción son deliberados y pecaminosos, tal como los
hermanos de José vendiéndole en Egipto; o si estos son no
planeados, tal como el homicidio involuntario puramente causal,
como cuando alguien talando madera mata a su prójimo al "saltar el
hierro del cabo, y al dar contra su prójimo" (Deuteronomio 19:5), pues
hay una santa y sabia providencia que gobierna las acciones
pecaminosas y descuidadas de los hombres, como un jinete gobierna
a un caballo cojo, cuyo tambalear, no es por él, sino que la cojera del
mismo caballo es la causa propia y verdadera de ello; por tanto en
los casos anteriores, se dice que dios había enviado a José a Egipto,
y en el último que lo puso en las manos de su prójimo.
En último lugar, Dios ha, mediante un decreto eterno, inamovible
como montañas de bronce, designado la porción entera de cada uno,
la parte torcida de ella, como también la recta. Por el mismo decreto
eterno por el que las partes altas y bajas de la tierra, las montañas y
los valles, son designados, lo alto y lo profundo, la prosperidad y la
adversidad en la porción de los moradores de ella también fue
determinado; y serán llevados a allí, en el tiempo perfecto que les ha
sido dispuesto.
El misterio de la providencia, en el gobierno del mundo, se encuentra
en todas partes, dios levantó la edificación, en exacta conformidad al
plan de su decreto, "quien hace todas las cosas según el designio de
su voluntad" (Efesios 1:11). Por lo que no habrá jamás una torcedura
en la porción de alguien excepto aquella que sea según este original.
De esto Job piadosamente establece un ejemplo en su propio caso:
"si él determina una cosa, ¿quién lo hará cambiar? Su alma deseó, e
hizo. El, pues, acabará lo que ha determinado de mí; Y muchas cosas
como estas hay en él." (Job 23:13-14).
Segundo, puesto que podemos ver como la torcedura en la porción
es la obra de dios, debemos distinguir entre una torcedura sin pecado
y pura, y una torcedura pecaminosa e impura.
Primero, hay torceduras sin pecado y puras; las cuales son meras
aflicciones, dolores limpios, en efecto tristezas, mas no profanas. Tal
fue la pobreza de Lázaro, la esterilidad de Raquel, los ojos delicados
de Lea, la ceguera del hombre que había estado sido así desde su
nacimiento. Ahora, las torceduras de este tipo son obra de dios,
porque ocurren directamente por la eficacia de su poder, el cual
causa que existan. Él es el hacedor del pobre. "El que escarnece al
pobre, afrenta a su hacedor" (Proverbios 17:5), esto es, reprocha a
dios quien hizo al pobre, de acuerdo a esto, "el señor empobrece" (1
Samuel 2:7). Él tiene las llaves del útero, y como le parezca
conveniente, lo cierra o lo abre. Y es "él quien forma los ojos" (Salmo
94:9), y al hombre que "nació ciego para que las obras de Dios se
manifestaran en él." (Juan 9:1-3), por tanto, él dice a Moisés, "¿quién
hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?"
(Éxodo 4:11). Tales torceduras en la porción son la obra de dios en
el más amplio sentido, y en su total comprensión, siendo los efectos
directos de su agencia, tanto como lo son los cielos y la tierra.
En segundo lugar, hay torceduras pecaminosas e impuras, que, en
su propia naturaleza, son pecados tanto como aflicciones; deshonran
tanto como duelen. Tal fue la torcedura hecha en la porción de David
mediante los desórdenes de su familia: la deshonra de Tamar, el
asesinato de Amnon, la rebelión de Absalón, todo ello contra
naturaleza. Del mismo tipo fue lo que hizo en la porción de Job por
los sabeos y los caldeos, que le arrebataron su sustancia y mataron
a sus siervos. Así como en las aflicciones de David y Job
respectivamente, fueron también los pecados de los ejecutores el
infeliz instrumento de ello. De este modo, una y la misma cosa podía
ser para unos un nefando pecado, manchándolos y poniéndolos bajo
culpa, y para otros una aflicción que solo los ponía bajo sufrimiento.
Ahora, las torceduras de este tipo no son de la obra de dios, en la
misma vastedad que los primeros; porque él ni puso maldad en el
corazón de alguno, ni lo incito a ella: "Dios no puede ser tentado por
el mal, ni él tienta a nadie" (Jacobo 36 1:13). Pero son Su obra, por su
santa permisión de ellos, su poderosa delimitación de los mismos, y
su sabio gobierno sobre ellos para algún buen fin.
Primero. Él santamente los permite, sufre que los hombres "anden
en sus propios caminos" (Hch 14:16). Aunque él no es el autor de
aquellas pecaminosas torceduras, causando que existan por la
eficacia de su poder, sin embargo, si él no las permite, y quiere
impedirlas, ellas no podrían haber sido en lo absoluto; porque "el
cierra y ninguno abre" (Ap 3:7). Sin embargo, él justamente retiene
su gracia, la cual los pecadores no desean, quitando la restricción
bajo la cual ellos están desagradados, y sin esta el pecador se
desbocará; él pone las riendas de su pecado sobre su cuello, y los
abandona para que se tambaleen por el peso de sus lujurias, "Efraín
es dado a ídolos; déjalo" (Oseas 4:17), "Israel no me quiso a mí: Los
dejé, por tanto, a la dureza de su corazón." (Salmo 81:11-12). Qué
infeliz situación la torcedura pecaminosa produce natural e
infaliblemente, la cual proviene de la propia moción del pecador, así
como siempre que el agua corre por una colina, doquiera que vaya
habrá una abertura abierta dejada por ella, así en estas
circunstancias, "(Israel) camino en sus propios consejos". (Salmo
81:12). Y de este modo este tipo de torcedura es la obra de dios,
como un juez justo, castigando a la víctima con ella. Esta visión de
los asuntos silencio a David bajo las maldiciones de Simei: "Dejadle
que maldiga, pues Jehová se lo ha dicho." (2 Samuel 16:11).
En segundo lugar. El poderosamente los limita. "Tú reprimirás el resto
de las iras", esto es, la ira de la creatura (Salmo 76:10). Dios no limita
estas torceduras, de cualquier forma, se hallarán con seguridad en el
caso de cualquiera, incluso podrían ser aún mayores. Pero él dice al
instrumento pecaminoso, como dijo al mar: hasta tal tiempo llegarás,
pero no más allá; aquí se detendrá el orgullo de tus olas (Job 38:11).
Él pone una cuerda de restricción sobre él, para que no pueda dar un
paso en el camino por el que sus impetuosas lujurias lo conducen,
más allá de lo que a él le parezca conveniente permitir. Así acontece
para que la torcedura de este tipo no sea ni más ni menos, sino justo
tan vasta como él, por su poderosa limitación, la haga ser. Una
instancia eminente de esto la tenemos en el caso de Job, cuya
porción fue torcida mediante una agencia peculiar del diablo; pero
36 Por tradición mas no porque en las escrituras este sea si quiera una transliteración, o
traducción real si quiera aproximada del nombre del apóstol, llamado “Santiago”.
incluso para ese gran pecador, dios estableció un límite al respecto:
"Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano;
solamente no pongas tu mano sobre él." (Job 1:12). Ahora bien,
Satanás fue a la máxima extensión de este límite, no dejando dentro
del alcance de ello nada sin tocar que vio que podía usar para llevar
acabo su propósito. Pero no podía por ningún medio dar un paso
fuera de este, para obtener algo que no pudiera ganar dentro de él.
Y, por tanto, hacer la prueba más grande, y la torcedura mayor; nada
de ello sería posible sin que el limite fuera removido, y la esfera de
su agencia extendida; lo cual hizo que dijera, "Pero extiende ahora tu
mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en
tu misma presencia." (Job 2:5), y entonces fue capaz al haber sido el
límite removido; con todo, uno nuevo le fue establecido: "He aquí, él
está en tu mano; mas guarda su vida." (Job 2:6). La torcedura fue
llevada a lo más extremo de lo que el nuevo límite pudiera permitirle,
en consistencia con su designio de llevar a Job a la blasfemia;
"Entonces...Satanás...hirió a Job con una sarna maligna desde la
planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.", y de no haber sido por
este límite que guardaba la vida de Job, él, tras encontrar que esta
tentación también fracasó, no habría dudado en matarlo de una vez.
En tercer lugar. Él sabiamente la gobierna para algún buen propósito,
apropiado a las divinas perfecciones. Mientras el instrumento
pecaminoso tiene un designio malvado en la torcedura que ha
causado, Dios lo dirige hacia un fin santo y bueno. En los desórdenes
en la familia de David, el designio de Amnon era gratificar una lujuria
bruta; De Absalón, era el saciarse con venganza, y el satisfacer su
orgullo y ambición; pero dios tenía la intención de por ese medio
castigar a David por su pecado en el asunto de Urías. En la torcedura
hecha a la porción de Job, por Satanás, y los sabeos y caldeos (sus
instrumentos), el designio de Satanás era hacer blasfemar a Job, y el
de ellos gratificar su codicia, pero dios tenía otro designio por este
medio, adecuado a Su persona37, específicamente, el manifestar la
sinceridad y rectitud de Job. Si él no gobernara sabia y
poderosamente aquellas torceduras hechas en la porción de los
hombres, ningún bien podría venir de ellas, pero él siempre las
gobiernas de modo que sus propios santos propósitos sean
cumplidos de esa manera por más que el pecador no lo haya querido
así; pues sus designios no pueden frustrarse, su "consejo

37 Se refiere a dios
permanecerá" (Isaías 46:10). De manera que la torcedura
pecaminosa, es, por la mano gobernante de dios, tornada para su
propia gloria y el bien de su pueblo al final. Según la palabra, "El
señor ha hecho todas las cosas para sí mismo" (Proverbios 16:4 KJV)
"Todas las cosas obran para bien, para aquellos que aman a Dios"
(Romanos 8:28 KJV). Así fue con el complot de Aman para la
destrucción de los judíos "fue tornado para lo contrario" (Ester 9:1
KJV). Y la torcedura hecha en la porción de José, por sus propios
hermanos al venderlo en Egipto, aunque esto fue por su parte
sumamente pecaminoso, y un designio sumamente malicioso, sin
embargo, como ello era obra de dios, mediante su santa permisión,
su poderosa limitación, y sabio gobierno de ello, tuvo un buen
resultado apropiado a la sabiduría y bondad divina; Ambas cosas
José se las hace notar: "Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios
lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en
vida a mucho pueblo." (Génesis 50:20)
III. Queda inquirir por qué Dios hace una torcedura en la porción de
alguien, y esto debe ser aclarado al descubrir el designio de esa
dispensación: un asunto que concierne a todos conocer y
cuidadosamente advertir, para un aprovechamiento [santo]38 de la
torcedura en su porción. Pero principalmente el designio de ello
parece ser séptuplo:
Primero, probar el estado de uno, si uno está en un estado de gracia
o no, si es un [creyente]39 sincero o un hipócrita, aunque cada
aflicción es probatoria, sin embargo, pienso aquí en la prueba
providencial principal, traída a un hombre con referencia a su estado;
visto que la torcedura en la porción siendo siempre un asunto de
maldición y sufrimiento, da ocasión de exponernos y mostrarnos una
y otra vez en cuanto a la cosa a la que estemos concernidos; de
donde ocurre, que provee de fundamento para decidir en cuanto a
ese punto de suma importancia que es la salvación. Fue claramente
sobre este fundamento que la prueba del estado de Job fue puesta;
La pregunta era si Job era un esclavo recto y sincero de dios, como
Dios mismo testificaba de él, o solo algún mercenario, un hipócrita,
como Satanás alegaba en su contra, y la prueba de esto fue puesta
por la torcedura hecha en su porción. De acorde a ello, todos sus
amigos, salvo Eliu, el último en hablar, en sus razonamientos con él
38 Antes Christian
39 Antes Christian
en medio de su prueba, proponían que ella lo demostraba un
hipócrita; Satanás así hacia uso de aquellos buenos hombres para
alcanzar su fin. Tal como dios probo a Israel en el desierto, en cuanto
a la tierra de Canaán, mediante una prueba de dispensaciones
aflictivas, las cuales Caleb y Josué soportaron vigorosamente, y por
ello fueron declarados aptos para entrar a la tierra prometida, pues
habían seguido al señor completamente; mientras que los otros
habiendo sido probados junto a ellos, sus cuerpos cayeron en el
desierto; así él prueba a los hombres en cuanto al cielo, por la
torcedura de sus porciones. Si alguien puede soportar esa prueba,
es manifestado que es un santo, un sincero esclavo de dios, como
fue probado que Job era; si no, es solo un hipócrita, no pudo soportar
la prueba de la torcedura en su porción, sino que sucumbió como
escoria en el horno de dios. Una triste instancia de esto, la tenemos
en ese hombre de honor y riqueza, quien, con altas pretensiones de
religión, disponiéndose desde un principio de seriedad moral, se
dirigió a nuestro salvador, para conocer "que debía hacer para poder
heredar la vida eterna" (Luc 18:18). Nuestro salvador, para descubrir
al hombre, hace una torcedura en su porción, allí donde antes todo
el tiempo había sido recta, dándole un mandamiento que lo ponía
bajo tentación: vender todo lo que tenía y regalarlo y seguirle "vende
todo lo que tienes, y dalo a los pobres.... y ven, sígueme, tomando tu
cruz." (Marcos 10:21), por este medio, él fue en ese momento ante la
corte de la conciencia desnudado y expuesto con respecto a su gran
posesión; por lo cual desde ese momento en adelante no pudo más
retener sus posesiones con una buena conciencia, como antes había
podido hacerlo. El hombre al instante sintió la picadura de esta
torcedura hecha en su porción; "él, afligido por esta palabra, se fue
triste" (v22), esto es, inmediatamente al oír eso fue golpeado con
dolor, locura y confusión de mente, su rostro cambio, se volvió
nublado y ceñudo, tal como la palabra es usada en ese pasaje. Él no
pudo soportar la prueba de esa torcedura; no podía de ninguna
manera someter su porción a dios en ese punto, antes, debía tenerla
a toda costa conforme a su propio deseo. Así "se fue triste, porque
tenía muchas posesiones." (Marcos 10:22). Se fue lejos de cristo de
regreso a su estado de abundancia, aunque con un adolorido y
entristecido corazón, quedando otra vez bajo sus riquezas, en una
violenta posesión de ellas delante del señor, frustrando el mandato
divino. Y no habiendo en ello apariencia de que alguna vez este
mandato seria revocado, o que alguna vez él volvió a una mejor
conducta en referencia a este.
En segundo lugar, provocación al deber, destetándolo a uno de este
mundo, e incitándolo a ir tras la felicidad del otro. Muchos han tenido
torceduras necesarias en su porción para que finalmente volvieran
en sí mismos, se arraigaran en ello y se tornaran serios. Andando por
un tiempo como un asno salvaje empleado para el desierto,
menospreciando el ser vueltos, sus patas habían resbalado en el
tiempo apropiado para volverse; y se hizo una torcedura en su
porción por esos medios, que finalmente lo redujo a humillación hasta
que suplicó tanto como su misma porción fue reducida. Así fue el
prodigo llevado a volver en sí mismo, y obligado a entretener
pensamientos de retornar a su padre. La torcedura en su porción lo
convenció finalmente de que su reposo no estaba allí. Hallando
continuas espinas punzantes de dificultad, su cabeza yacía
permanentemente agachada, en ese lugar difícilmente hallaba
reposo en la creatura, y por ello fue obligado a levantarla de nuevo,
y ser llevado a concluir que no había esperanza que pudiera provenir
de ese lugar, y comenzó a salir para buscar reposo en otra senda,
así aquello lo hizo andar errante en busca de dios, cosa que no había
hecho antes; visto que sentía una necesidad de consuelos del otro
mundo, en lo cual su boca no hallaba gusto mientras su porción
estuvo recta siguiendo su deseo. Por lo que, cualquiera sea el uso
que hagamos de la torcedura en nuestra porción, la voz de ella es:
"levántate y vete, este no es tu reposo". Y es seguro esto de todos
los medios de mortificación provenientes del rey aflicción, en extremo
quitan el fervor a un verdadero [santo] por esta vida y este mundo.
En tercer lugar, convicción de pecado. Como cuando alguien camina
descuidadamente y es repentinamente tomado por una cojera: su
andar vacila el resto de su camino convenciéndolo de que ha dado
un mal paso, y cada nuevo paso doloroso le trae de vuelta esa idea
a su mente. Así dios hace una torcedura en la porción de alguien para
convencerle de que algún paso en falso ha dado, o del curso que ha
tomado. Eso de lo que el pecador de otra forma seria propenso a
pasar por alto, olvidar, o pensar sobre ello ligeramente, es por este
medio llevado a sus pensamientos, puesto delante de él como una
cosa malvada y amarga, y mantenida en el recuerdo, para que su
corazón pueda a cada ahora y a cada momento, sangrar por su causa
de nuevo. Así por la torcedura los pecados de los hombres son
descubiertos para su convicción, "Como se avergüenza el ladrón
cuando es descubierto" (Jer. 2:26). Lo que los hermanos de José
sensiblemente expresan, bajo la torcedura hecha en su porción en
Egipto: "Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano"
"Dios ha hallado la maldad de tus siervos" (Gen 42:21; 44:16). La
torcedura en la porción usualmente es parte de la naturaleza de las
circunstancias, por lo que atribuimos como algo natural al paso en
falso o curso, el que sirva de memorial providente de ello, trayendo
el pecado, aunque halla acontecido en un tiempo pasado, de nuevo
a la memoria, y como una señal de la locura del pecador, en palabra
u obra, para mantenerlo siempre delante de él. Cuando Jacob
encontró que Lea, por el trato desleal de Laban, le fue cambiada por
Raquel, ¿cómo podría perderse del escozor del recuerdo del engaño
que él había hecho a su propio padre apenas siete años antes,
pretendiendo él mismo ser Esaú? ¿cómo podría ello no herirlo
ocasionalmente más adelante durante el curso del matrimonio? Él
había impuesto sobre su padre el hermano más joven al mayor; y
Laban le impuso la hermana mayor a la más joven.
La debilidad de los ojos de Isaac, favorecieron el primer engaño, y la
oscuridad del anochecer, favoreció por mucho al último. De modo
que le era apropiado decir, como Adoni-bezek en otro caso, "como
yo hice, así me ha pagado Dios" (Jueces 1:7). De manera semejante,
Raquel, al morir dando a luz un hijo, podría difícilmente evitar la triste
reflexión sobre su ardiente y presurosa expresión, "Dame hijos, o si
no, me muero" (Gen 30:1). Incluso el santo Job leyó en la torcedura
de su porción, algunos falsos pasos que él había dado en su
juventud, muchos años antes: "...escribes contra mí amarguras, Y me
haces cargo de los pecados de mi juventud" (Job 13:26)
En quinto lugar, corrección o castigo por el pecado. En ninguna otra
cosa más que en la torcedura de la porción esa palabra es
constatada, "Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán"
(Jeremías 2:19). Dios puede, por un tiempo, cerrar los ojos en cuanto
a los pecados de alguien, a quien, sin embargo, más adelante le
pondrá encima la marca de su indignación, en la torcedura de su
porción de pecador, como hizo en el caso de Jacob, y de Raquel,
mencionados anteriormente. Aunque el pecado fuera un acto
temporal, o un curso no de larga duración, el designio del desagrado
divino para ello, establecido para el pecador en la torcedura de su
porción, puede herirlo larga y grandemente, de manera que mediante
reiterada experiencia él puede conocer qué cosa malvada y amarga
era su pecado. El asesinato de Urías por David, mediante la espada
de los amonitas se realizó rápidamente, pero por ese motivo "no se
apartó jamás de su casa la espada" (2 Samuel 12:10). Giezi
rápidamente obtuvo dos talentos de Naamán, mediante la falsedad y
la mentira; pero como una marca permanente de la indignación divina
contra el profano engaño, obtuvo con ello una lepra que se pegó a él
mientras vivió, y a su posteridad después de él. Este puede ser un
caso aplicable tanto como para cuando el pecado es perdonado en
cuanto a la culpa de ira eterna, como para cuando no lo es. Alguien
puede haber confesado y estar sinceramente arrepentido de ese
pecado, que, sin embargo, le hará ir cojeando al sepulcro, aunque no
lo pueda llevar al infierno. La persona de un hombre puede ser
aceptada en el Amado, y, sin embargo, tener una marca particular
del desagrado divino de su pecado, colgando de él mediante la
torcedura de su porción, "Fuiste para ellos un Dios perdonador, mas
también vengador de sus malas obras." (Salmo 99:8 LBLA).
En quinto lugar, para prevenir el pecado, "Cercaré su camino con
espinos, y levantaré un muro contra ella para que no encuentre sus
senderos." (Oseas 2:6). La torcedura en la porción tiende a ser
encontrada como algo que da muerte a alguna mala tendencia del
corazón, que era con esa misma parte de la porción peculiarmente
vigorizada; de manera que es como un cerco de espinas o un muro
en el camino hacia el que esa tendencia inclina el corazón. Los
objetos profanos en el mundo, especialmente tientan y prenden en
su trampa debido a que son adecuados a cada impulso particular de
cada temperamento de los hombres; solo por medio de la torcedura
en la porción, la pintura y el barniz es quitado del objeto profano, por
lo cual pierde su apariencia primera. Así, el filo de las afecciones
corruptas es embotado, la tentación debilitada, y mucho pecado
prevenido; el pecador, después de dar tantas vueltas intentando
cambiar su camino, vuelve a él avergonzado (Jeremías 2:36). Así el
señor torció una parte de la porción de Job para "apartar al hombre
de sus obras, y del orgullo guardarlo" (Job 33:17), y así "librar su alma
de la fosa" (v18). Cada uno conoce que es lo que más le agrada; pero
solo dios conoce que es lo que más le aprovecha. Así como todos los
hombres son mentirosos, así todos los hombres también son necios.
Él es el único sabio Dios. Muchos son obligados a la torcedura en su
porción, para que no vayan hacia aquellos excesos que sus mentes
vanas y afecciones corruptas a toda vela los llevarían; y desde lo
hondo de sus corazones bendecirían a dios por hacer así, si tan solo
consideraran detenidamente cuán sumamente apropiada es la
consecuencia de la remoción de la cosa amada. Cuando alguno esté
en peligro de impacientarse bajo los sufrimientos de soportar la
torcedura, hará bien al considerar en qué estado se encuentra, de
modo que pueda continuar sufriendo la remoción de lo que le es
agradable de una manera [piadosa].
En sexto lugar, para descubrir una corrupción latente, sea en los
santos o los pecadores. Hay algunas corrupciones en los corazones
de cada hombre que yacen, como si fuera, tan cerca de la superficie,
que están listas para levantarse en cada oportunidad; pero además
hay otras también que yacen tan profundas, que son apenas
observadas en lo absoluto. Pero como el fuego bajo la hoya hace que
la espuma se levante, y salga al exterior desbordándose, así la
torcedura en la porción levanta de lo profundo y saca la corrupción
que de otro modo uno podría difícilmente imaginar que existía dentro.
¿Quién habría sospechado tan fuerte pasión en el manso Moisés,
que revelo en las aguas de la contienda, y por la cual fue mantenido
fuera de Canaán? ¿o tanta amargura de espíritu en el paciente Job,
que culpó a dios de haberse vuelto cruel con él? De la misma manera,
¿que se mostraría en el buen Jeremías, tanto de la naturaleza
malvada como para llegar a maldecir no solo el día de su nacimiento,
sino incluso al hombre que le llevó las noticias de este a su padre?
¿O tal espiga de ateísmo en Asaf, como para declarar a la religión
una cosa vana? pero la torcedura en la porción, sacó a la luz estas
cosas, mostrando que habían estado dentro de ellos, y desde hace
tanto tiempo habían estado acechando desapercibidas. Y así este
designio, por más que los burladores se den permisión de tratarlo
indecente y orgullosamente, no es de ninguna manera inconsistente
con las perfecciones divinas; pues el descubrirse, es en sí mismo
necesario para la debida humillación de los pecadores, y para
envilecer la soberbia de toda gloria que los hombres puedan creer de
sí mismos. Ambas cosas aparecen en ese acontecimiento, cuyo
designio era también este, que dios hizo una torcedura de larga
continuidad en la porción de Israel en el desierto; hasta "afligirlos, y
probarlos, para saber lo que había en sus corazones" (Deut. 8:2).
En séptimo lugar, El ejercicio de la gracia en los hijos de dios. Los
creyentes, a través de los restos de corrupción que todavía mora en
ellos, son propensos a accesos de pereza espiritual e inactividad,
durante lo cual sus gracias yacen inactivas por ese tiempo. Además,
hay algunas gracias que por su propia naturaleza son solo
ocasionales en su ejercicio, por cuanto son ejercidas solo para la
ocasión de ciertas cosas con las que tienen una necesaria relación,
tales como la paciencia y longanimidad. Ahora bien, la torcedura en
la porción sirve para despertar a un [creyente] dominado por la
corrupción al ejercicio de las gracias, e incluso, es llamado a poner
por [obra]40 las gracias ocasionales, suministrando ocasiones
apropiadas para ellas. La verdad es que la torcedura en la porción es
el gran ingenio de la providencia para hacer que los hombres
aparezcan en sus verdaderos colores, descubriendo ambas cosas,
su maldad y su bondad. Y si la gracia de dios está en ellos, esta
causará que se muestre y aparezca. Así ella pone al [creyente] en
movimiento, para que, pese a que ello lo haga dudar por un momento,
sin embargo, evidencie perdurablemente tanto la genuinidad como la
fuerza de la gracia en él. "Afligidos en diversas pruebas, para que
sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, sea
hallada en alabanza" (1 Pedro 1:6-7). La torcedura en la porción ha
dado origen a muchas obras de fe, esperanza, amor, auto negación,
resignación, y otras gracias; muchas dedicaciones, suspiros y
gemidos celestiales, que de otra manera no habrían ocurrido. Y de
ello no tengo ninguna duda, antes estas cosas, sin importar, de qué
manera sean despreciadas como fútiles por los hombres carnales,
son preciosas a los ojos de dios incluso más de lo que los creyentes
mismos están sensibles, siendo hechos que causan una inmediata
adoración interna; de manera que estarían sorprendidos a largo
plazo, si tomaran nota de ellos, y de su suma, sin importar que de
ellos las personas a menudo puedan pensar duramente que no son
dignos de su atención del todo. El andar constante de un ejército
galante, o los pasos de una caballería, es altamente preciado para el
encaminamiento a tomar el enemigo; pero la obra del temor santo, y
la esperanza humilde, es en realidad mucho más valiosa, aun a la
vista de dios, cuyo juicio, estamos seguros, es de acuerdo a la
verdad. Esto lo enseña el salmista: "No se deleita en la fuerza del
caballo, ni se complace en la agilidad del hombre. Se complace el
Señor en los que le temen, Y en los que esperan en su misericordia”
(Salmo 147:10-11). E incluso el ejercicio de las gracias de su Espíritu

40 Antes “and withal to call forth to action the occasional graces”.


en su pueblo es mucho más precioso a su vista, tanto que sin
importar cualquiera sea de esas gracias en la que ya excedan, ellos
estarán aun prontos para obtener una torcedura igual hecha en su
porción, que sea una prueba especial de esa gracia, que pruebe toda
su fuerza. Abraham sobresalía en la gracia de la fe al confiar en la
simple palabra de la promesa de dios por encima de lo que dictaban
los sentidos; y Dios, dándole una promesa de hacer de él una gran
nación, hizo, [después], una torcedura en su porción41; mientras que
fue obligado a dejar su país y parentela, y a residir entre los
Cananitas, su esposa continuaba siendo estéril, hasta pasada la
edad de tener hijos; y cuando había por fin dado a luz a Isaac, y este
se había hecho hombre, Abraham fue llamado a ofrecerlo en
holocausto, la prueba más [exigente]42 de su fe, pues Ismael estaba
entonces expulsado de su familia, y se había declarado que solo en
Isaac le seria llamada descendencia. "Moisés era muy manso, más
que todos los hombres que había sobre la tierra." (Núm. 12:3), y se
le encomendó la conducta de uno de los pueblos más perversos e
inmanejables, la torcedura en su porción claramente designada para
el ejercicio de su mansedumbre. Job sobresalía en paciencia, y por
la torcedura en su porción, él tuvo mucho para hacer con ella; pues
[a menudo] dios no da a ninguno de su pueblo el sobresalir en un
don, sin concederles, en algún u otro momento, el usarlo en toda su
extensión.
Ahora, el uso de esta doctrina es triple:
(1.) Para reprobar
(2) para consolar y,
(3) para exhortar.

Uso 1. Para reprobar. Y así, esto se opone a tres tipos de personas


como reprobables
Primero, la terrenal y carnal, quien no considera con temor y
reverencia la torcedura en su porción como la obra de dios. Hay en

41 Luego insertaría “por motivo de que no tuvo suficiente solicitud, pese a toda la fuerza de su
fe.” Boston parece indicar que dios había retrasado el nacimiento de su heredero para probarlo
debido a que no había tenido suficiente solicitud de ir en pos de él, durante el tiempo en que lo
llamaba, antes de esa promesa. Pero debido a que esto no tiene ningún sustento escritural ha
sido removido.
42 Antes “exquisita”.
ello ciertamente una firma de la mano divina, que puede ser percibida
por observadores precisos, y que desafía una temerosa
consideración, cuya negligencia presagia destrucción, "Por cuanto no
atendieron a los hechos de Jehová, Ni a la obra de sus manos, El los
derribará, y no los edificará." (Salmo 28:5), y en esto son
profundamente culpables, quienes afirmando segundas causas y no
considerando más que los infelices instrumentos de la torcedura en
su porción, pasan por alto la primera causa; como un perro que gruñe
a una piedra, pero no hace caso de la mano que lo castiga. Esto es,
en efecto, hacer un dios de la creatura; considerarla de tal manera,
como si ella pudiera de sí misma efectuar cualquier cosa, cuando ella
es solo un instrumento en la mano de dios, "la vara de su furor"
(Lamen. 3:1 LBLA), "Para juicio lo has puesto; lo has establecido para
corrección" (Hab. 1:12 LBLA). ¡Oh! ¿Por qué deberían los hombres
detener su mirada sobre los instrumentos de la torcedura en su
porción, y así magnificar a sus atormentadores? La verdad es que
deberían, en su mayor parte, más bien ser compadecidos, han tenido
un oficio indeseable, que, por la gratificación de sus propias
afecciones corruptas, al hacer la torcedura en la porción de otros, al
final vuelven una venganza sobre su propia cabeza, como fue
declarado "Castigaré a la casa de Jehú por la sangre derramada en
Jezreel" (Oseas 1:4). Y es especialmente indeseable el ser así
empleado en el caso de aquellos que pertenecen a dios; pues
raramente el motivo del pleito en la parte tocante al instrumento es la
misma en la parte tocante a dios, sino que son muy diferentes; el
ciego Simei maldecía a David como un hombre de sangre,
significando la sangre de la casa de Saúl, de la cual él no era
culpable, mientras que dios se refería a la sangre de Urías, lo cual él
no podía negar. Por otra parte, el pleito será, al final, tratado entre
dios y su pueblo, y entonces sus atormentadores encontrarán que no
tienen sino un oficio por el cual nadie les agradecerá: "yo estaba
enojado un poco, ellos agravaron el mal." (Zac 1:15), dice Dios, en
resentimiento de la idolátrica torcedura de su pueblo. De la misma
manera son culpables quienes imputan la torcedura de su porción a
la fortuna, o su mala suerte, la misma que, de hecho, no es nada sino
una creatura de la imaginación, ideada por una cegara que impide al
hombre reconocer la mano de dios. Esto fue también de lo que los
filisteos dudaban, y por lo que hicieron más para determinar, y poder
decir de hecho, "no es su mano la que nos ha herido, sino que esto
ocurrió por accidente." (1 Sam. 6:9). Y finalmente, son también
culpables aquellos, quienes, en el camino de entregarse a sí mismos
a despreciar la torcedura en su porción, hacen de ella nada, y la
olvidan. No dudo que alguno encomendado su caso al señor, y
mirando a él por remedio en lo primero, puede llamar licito un uso
moderado de confortes de la vida para ayudarse en lo segundo, pero
debido a que ese es el curso tan frecuente y usual entre los hombres
carnales en este caso, si la torcedura de la porción realmente es,
como en efecto lo es, la obra de dios, debe ser la cosa más indecente,
un curso inapropiado, el que sea aborrecida por todos los hombres
buenos, "No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová" (Prov.
3:11), de tal manera que no quieran considerarla sino olvidarse de
ella por medios de confort. Ciertamente, es un método de cura muy
desesperado, el que no puede impedir resultar en algo peor que la
enfermedad, aunque pueda mitigarla por un momento, "el Señor,
Jehová de los ejércitos, llamó en este día a llanto y a endechas... y
he aquí gozo y alegría... comiendo carne y bebiendo vino.... Esto fue
revelado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos: Que este
pecado no os será perdonado hasta que muráis" (Isaías
22:12,13,14).
En segundo lugar, Los insumisos, cuyos corazones, como el mar en
tempestad, crecen y se arremolinan, se impacientan y murmuran, y
no pueden estar en paz bajo la torcedura en su porción. Esto es un
curso muy pecaminoso y peligroso 43, es decir, aquellos que
continuamente pleitean acerca de su porción. Debido a que la
torcedura en su porción, a la que sus espíritus insumisos no pueden
de ninguna manera sujetarse, es la obra de dios, esa práctica de
rebelarse debe ser necesariamente una lucha contra él. Y esas, sus
querellas y murmuraciones, son en efecto contra dios, sea cual sea
el rostro que usen al hacerlo. Así cuando los israelitas murmuraron
contra Moisés, Dios los culpó de murmurar contra él mismo, "¿Hasta
cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí?" (Núm.
14:27). ¡Ah! ¿no puede el, quien nos hizo y nos formó sin aviso
nuestro, permitirse hacer nuestra porción también, sin preguntarnos
nuestro parecer, sino que nos levantaremos en su contra a cuenta de
la torcedura hecha en ella? ¿Qué es este hablar sino el orgullo de la
43 Inserta luego “el apóstol Judas, calificando a algunos como aquellos ‘para los cuales está
reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.’ (Judas 1:13) dice de ellos, ‘Estos son
murmuradores, querellosos’ (v16)”. Pero este texto habla de otra clase de pecado, no del
pecado de murmuración contra la providencia Y aun afirma después, podría ser en referencia a
la palabra murmuradores que ‘quienes pleitean de su porción’ es el sentido en que “las
palabras” de judas “son usadas”.
creatura, que no puede soportar la obra de dios, ni sufrir lo que él ha
hecho?¡Y cuán negro y peligroso es ese temperamento de espíritu!
¿De qué manera seria posible impedir que sea quebrantado en
pedazos, en tal curso? "Él es sabio de corazón, y poderoso en
fuerzas; ¿Quién se endureció contra él, y le fue bien?" (Job 9:4).
En tercer lugar, El indiferente e infructuoso, quien no se resuelve
debidamente a cumplir con el designio de la torcedura en la porción.
Dios y la naturaleza no hacen nada en vano. Debido a que él es quien
hace la torcedura, hay en ello, sin duda, un apropiado designio, al
cual estamos obligados en deber a alcanzar, según esto: "Oíd la
vara" (Miq. 6:9 KJV). Y, en efecto, si uno no cierra sus ojos, sino que
está dispuesto a entender, puede fácilmente percibir el designio
general de ella: ser destetado de este mundo, y movido a buscar y a
poner el reposo de su corazón en dios. Y la naturaleza y las
circunstancias de la torcedura misma al ser debidamente
consideradas, no serán muy difíciles de hacer un descubrimiento más
particular en cuanto al designio de ello. Pero ¡ay! el pecador
indiferente, sumido en indolencia y estupidez espiritual, no está
preocupado de descubrir el designio de la providencia en la
torcedura; de manera que no puede alcanzarlo, sino que permanece
infructuoso; y todos los esfuerzos que el gran labrador se ha tomado
con él en tal dispensación se pierden. "Se lamentan por el poderío de
los grandes." (Job 35:9), gimen bajo la presión de la torcedura misma,
y el peso de la mano del instrumento en ella: "Y ninguno dice: ¿Dónde
está Dios mi Hacedor?” (v10), ellos no lo buscan, no regresan a dios.
Uso 2. Para consolación. Esto habla confort para los hijos afligidos
de dios. Sea cual sea la torcedura en tu porción, proviene del obrar
de dios; y, por tanto, tu puedes juzgarlo favorablemente. Debido a
que es tu padre quien lo ha hecho para ti, no hay duda de que en ello
hay un favorable designio en cuanto a tu persona. Un hijo prudente
recibe la vara de su padre, conociendo que, siendo su padre, busca
su beneficio por ese medio; ¿y no aceptaran los hijos de dios la
torcedura en su porción, estando designada por su padre, quien no
puede errar en sus métodos, para obrar por su bien, de acuerdo a su
promesa? La verdad es que la torcedura en la porción de un creyente,
su muy dolorosa probación, es una parte de la disciplina del pacto, la
educación de los hijos de dios asegurada por la promesa del padre44.
44Inserta luego “Si dejaren sus hijos mi ley, Y no anduvieren en mis juicios, Entonces castigaré
con vara su rebelión" (salmo 89:30,32) dando a entender que aquí vara es no reprobación sino
Además, todos aquellos que están dispuestos a someterse a dios,
bajo la torcedura en su porción pueden tomar consuelo en esto, que
sepan que no hay torcedura en vuestra porción que no pueda ser
enderezada; puesto que dios la ha hecho, ciertamente entonces él
puede enmendarla; Él puede enderezar lo que el mismo ha torcido,
aunque ningún otro pueda; No hay nada demasiado difícil para que
él no lo pueda hacer "El levanta del polvo al pobre, Y al menesteroso
alza del muladar, Para hacerlos sentar con los príncipes. El hace
habitar en familia a la estéril, que se goza en ser madre de hijos."
(salmo 113:7-8,9). No digas que tu torcedura ha sido de demasiada
larga continuidad, que nunca será enmendada, ponla en la mano de
dios, quien la ha hecho, porque él puede enmendarla, y espera en él;
Y si es para tu bien que sea enmendada, será enmendada; porque
ningún bien retiene para los que caminan en integridad (Salmo 84:1).
Uso 3. Para exhortación. Debido a que la torcedura en la porción es
la obra de dios, entonces, considera la mano de dios sobre ti, y se
reconciliado con ella, y sométete bajo ella, sea lo que sea aquello en
lo que dios te pone bajo su mano. Digo "considera la mano de dios"
porque de lo contrario tu sumisión bajo la torcedura en tu porción, no
puede ser una sumisión aceptable a dios, no habiendo ninguna
referencia a el de tu parte en el asunto.
Objecc. 1. Pero alguno dirá: "La torcedura en mi porción es de la
mano de la creatura; y es tal que, es demasiado como para que no
rehusé semejante tratamiento"
Res. De lo que ya ha sido dicho, aparece que, aunque la torcedura
en tu porción es en efecto inmediatamente de la mano de la creatura,
sin embargo, es mediatamente de la mano de dios; por lo que no es
en lo absoluto alguna clase de penalidad maligna, sino que es el
señor quien lo ha obrado. Por tanto, sin lugar a dudas, si dios mismo
es la parte principal, el resto, sea quien sea, no puede ser sino menos
que principales. Y aunque tú no hallas merecido tu torcedura por

solo reprensión. Sin embargo, la circunstancia histórica a la que se refiere, el linaje real de David,
así como los relatos de esos días, contradicen estas cosas, en primer lugar, es una promes a
sobre el linaje mismo “sus hijos” y no sobre los hijos mismos en sí, esto es, que dios no apartaría
al linaje de David, aun y cuando sí reprobaría individualmente a muchos (v4,36,49). De hecho,
el salmo, no hace la promesa a ellos sino a él (v33-35). En segundo lugar, de hecho, dios reprobó
a muchos. En tercer lugar, el texto no aplica legítimamente a la iglesia, ya que, haciendo
referencia a esos hechos, no hablan de la preservación de la gracia salvífica, sino del reinado y
trono del linaje de David en Israel.
parte de la mano del instrumento del cual ha hecho uso para tu
corrección, tu ciertamente te lo mereces de parte de su mano; y él
puede, siempre que parezca bien a sus ojos, o hacer uso del
instrumento que quiera en este asunto, o puede hacerlo
inmediatamente por sí mismo.
Objecc. II "pero la torcedura en mi porción podría ser prontamente
enderezada, si el instrumento o instrumentos de ella quisieran: solo
que no trata con ellos, de modo que sean convencidos de sus faltas
al causar mi torcedura"
Res. Si es así, es seguro que aún no ha llegado el tiempo de dios, de
modo que el reloj también debe ser enderezado; porque si hubiera
venido, aunque ellos permanecieran como una fortaleza
inexpugnable, cederían como un banco arenoso cede bajo el pie de
una persona, "Rostro en tierra te rendirán homenaje y el polvo de tus
pies lamerán" (Isaías 49:23 LBLA). Entretanto, el estado del asunto
está muy lejos de justificar a alguien de no ver la mano de dios en la
torcedura en su porción, quien (dios) hace de esa parte de ella una
parte para prueba, en la cual su mano aparece muy eminentemente,
específicamente trayendo a aquellos hombres que son notablemente
injuriosos y gravosos para otros, quienes inclusive, no son por ningún
medio, susceptibles de convicción. Esta fue la prueba de [Israel]45 de
parte de sus adversarios, "Todos los que los hallaban, los devoraban;
y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron contra
Jehová morada de justicia." (Jeremías 50:7). Ellos fueron muy
abusivos, le dieron tratos barbaros; y, aun así, no reconocían falta
alguna en cuanto al asunto. ¿Cómo podían rechazar la convicción?
¿Eran en verdad ciegos con respecto a que devoraban las ovejas
extraviadas del señor? No, ciertamente, ellos no lo eran. ¿Se
consideraban a sí mismos ministros de la justicia divina contra ellos?
No, no lo hacían. ¿Algunos incluso preguntaran aquí, “como sus
adversarios podían reconocer que dios era la habitación de justicia
de Israel? pero el objetivo original del texto está siendo suprimido,
esto aparece en que aquí no hay fundamento en lo absoluto para tal
pregunta, y con todo el asunto entero está establecido en una luz
clara, "Todos los que los hallaban, los devoraban; y decían sus
enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron contra Jehová
morada de justicia." Estas últimas palabras no son las de los
45En lugar de Israel anteriormente “la iglesia” aunque refiriéndose específicamente a Israel bajo el
antiguo pacto, pero puesto que está insertando conceptos del nuevo pacto en el antiguo, fue removido.
adversarios, sino las palabras del profeta mostrando como llego a
acontecer el que los adversarios devoraron a las ovejas del señor,
como cayeron sobre ellas, y con todo, permanecían defendiendo sus
crueles actos; después de finalizar, estaban lejos de confesar
cualquier error; el asunto está expuesto aquí, las ovejas habían
pecado contra el señor, la habitación de justicia; y, como un castigo
justo para esto, de parte de su mano, ellos no tuvieron ninguna
justicia en cuanto a la mano de sus adversarios. Por tanto, dejando
de lado estas pretensiones frívolas, y considerando la mano de dios,
como aquella que ha torcido tu porción en esa parte, y la ha
mantenido torcida, reconciliaos y sométanse bajo la torcedura, sea
cual sea, diciendo desde el corazón, "Ciertamente enfermedad mía
es esta, y debo sufrirla." (Jeremías 10:19), y se movido a considerar
que esto,
1. Es una obligación que debes a dios, como tu Señor soberano y
benefactor. Su soberanía reclama nuestra sumisión, y no puede en
ningún caso ser vileza de espíritu el someternos a la torcedura que
su mano ha hecho en nuestra porción, y conducirnos sosegadamente
bajo el yugo que su mano nos ha puesto; pero es verdadera locura
para el tiesto de la tierra, por su reacia y turbulenta conducta bajo
este, luchar contra su hacedor. Y su beneficencia hacia nosotros,
creaturas mal merecidas, puede bien detener nuestra boca de
quejarnos por la torcedura que ha hecho en nuestra porción, quien
pudiera habernos hecho mal haciendo el todo de nuestra porción
torcida y no solo una parte. "¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal
no lo recibiremos?" (Job 2:10).
2. Es un estatuto inalterable, para el tiempo de esta vida, que nadie
carecerá de una torcedura en su porción46. Y aquellos que están
designados para el cielo de una manera especial están asegurados
de una torcedura en las suyas, "En el mundo tendréis aflicción" (Juan
16:33); [y no solo por persecución, sino que también “si se os deja
sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois
bastardos, y no hijos.” (hebreos 12:8)] porque por medio de ellas, el
señor los hace adecuados para el cielo. ¿Y cómo puedes imaginar
que estarás exento de la porción común de la humanidad? ¿por tu
causa, será removida la roca de su lugar? Y por cuanto dios hace las

46Luego citaría Job 5:7 "como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre
nace para la aflicción” no obstante este texto habla del hombre impío, allí la expresión solitaria
“hombre” tiene el sentido de “hombre malvado”.
torceduras en las porciones de los hombres de acuerdo a las
diferentes exigencias de sus casos, puedes estar seguro de que la
tuya es necesaria para ti.
3. Una torcedura en la porción, a la que un hombre por ningún medio
logra someterse, vuelve el estado de todas las cosas lo más parecido
a lo que sería el infierno. Ya que tiene un yugo que la desgraciada
víctima no puede ni soportar ni sacudírselo, enrollado sobre su cuello;
Hay en ello un brazo poderoso que lo pone sobre él, y él está en
contra de este; y así está siempre sufriendo y siempre pecando;
permanece en el horno, pero su escoria no es consumida, ni
purificada. Semejante cosa es el caso de aquellos que ahora no
pueden someterse a la torcedura en su porción.
4. Grande es la perdida por no someternos a ello. La torcedura en la
porción, correctamente aprovechada, se torna en la mejor ganancia,
y para algunos se vuelve un tiempo mejor que cualquier otro que
hayan tenido durante toda su vida, como el salmista por su propia
experiencia testifica: "Antes que fuera yo humillado, descarriado
andaba; Mas ahora guardo tu palabra." (Salmo 119:67). Hay muchos
ahora en el cielo, quienes bendicen a dios por la torcedura que
tuvieron en sus porciones aquí. ¡Entonces, que triste cosa debe ser
perderse este ventarrón proveniente de la tierra de Emmanuel! Pero
si la torcedura en tu porción no te hace ningún bien, ten seguridad de
que tampoco alcanzara a hacerte gran daño. Esto grandemente
incrementará tu culpa y agravará tu condenación, que, pese a que
ello podría haber apartado tu corazón para siempre del mundo, el
hecho de que los dolores sufridos por medio de la torcedura te
destetarían del mundo y te traerían hacia a dios, aun así, todo ello
solo será en vano. Por lo tanto, guárdate de cómo tratas la torcedura
en tu porción, "Y gimas al final, Y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo,
Y mi corazón menospreció la reprensión!" (Prov. 5:11,12).
Prop. II. Aquello que dios ve adecuado arruinar en nuestra
porción, no seremos capaces de enmendarlo. Lo que dios tuerza
en nuestra porción, no seremos capaces de enderezarlo.
Aquí voy a:
I. Mostrar que dios puede considerar apropiado arruinar y hacer
una torcedura en la porción de alguien.
II. Considerare como los hombres son tentados a enmendar o
enderezar esas torceduras en su porción.
III. En qué sentido debe ser entendido que no somos capaces de
enmendar o enderezar lo torcido en nuestra porción.
IV. dar algunas razones del punto.

I. Con respecto al primer punto, esto es, mostrar que dios tanto
como le parezca apropiado, arruina y hace una torcedura en la
porción del hombre,
Primero, Dios reserva para si la elección de la torcedura de cada uno;
y en esto el ejerce su soberanía. La cual no nos deja a opción lo que
será esa torcedura, o cuales serán nuestras cargas particulares; sino
que, así como el alfarero hace del mismo barro un vaso para un uso,
y otro para otro uso; así dios hace una torcedura para uno, y otra para
otro, según su propia voluntad y placer. "Todo lo que El Señor quiere,
lo hace, En los cielos y en la tierra" (salmo 135:6) Etc.
En segundo lugar, el mira y observa las tendencias de la voluntad e
inclinación de cada uno de nosotros, a qué se extienden, y donde
especialmente nos desvían de él, y por consiguiente, donde se
necesita esa torcedura especial; Así hizo en el caso de aquel hombre,
"Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los
pobres" (Marcos 10:21) &c. Observa la inclinación de su corazón
hacia su gran posesión, él toma nota de cuál es ese ídolo que en el
caso de cada uno somos más propensos a volverlo Su rival, para que
así, pueda adecuar la prueba al caso, haciendo la torcedura allí.
En tercer lugar, por la conducta de su providencia o un toque de su
mano, da a esa parte de la torcedura de cada uno una inclinación
hacia la dirección contraria; de modo que, de allí en adelante, tal parte
permanece siendo bastante contraria a la inclinación de la voluntad
de la persona. Y allí la prueba es hecha, la inclinación de la voluntad
está en una dirección, y esa parte de la porción en otra, de modo que
esta no satisface la inclinación de la persona, sino que la frustra.
En cuarto lugar, él quiere que esa torcedura en la porción
permanezca mientras le parezca apropiado, sea por un tiempo largo
o corto, solo de acuerdo a los santos fines que diseño para ella. Por
lo que esa orden está fijada de manera tal que la creación entera no
podría alterarla, o sacarla de esa torcedura.
II. Considerare la tentación de los hombres a enmendar o
enderezar esa torcedura en sus porciones. Esto, en una palabra,
se encuentran haciendo esfuerzos para traer su porción en ese
respecto a su propia voluntad, para que puedan ambas ir en una
misma dirección; así, esto significa tres cosas:
Primero, una cierta intranquilidad bajo la torcedura en la porción; es
un yugo que es duro de llevar para la persona, hasta que su espíritu
es domado y sometido. "Me azotaste, y fui castigado como novillo
indómito; conviérteme, y seré convertido" (Jeremías 31:18) &c. Y es
para el quebrantamiento de la dureza del espíritu de alguien que dios
se lo pone; por cuya causa es declarado ser una cosa buena llevarlo,
que es la manera de hacer a alguien finalmente un hijo destetado.
En segundo lugar, un fuerte deseo de que [el dolor] 47 sea removido,
que los asuntos en cuanto a está vayan de acuerdo a nuestras
inclinaciones. Esto es muy natural, la naturaleza deseando ser
librada de todo aquello que es gravoso o doloroso para ella; y si ese
deseo es mantenido en la debida subordinación a la voluntad de dios,
y no es buscado por encima de todo, sin importar de que o quien,
entonces no es pecaminoso. "Si es posible, pase de mí esta copa;
pero no sea como yo quiero, sino como tú." &c (Mateo 26:39). De ahí
tantas oraciones aceptadas del pueblo de dios, con respecto a la
remoción de la torcedura en su porción.
En tercer lugar, un ferviente uso de medios para ese fin. Esto
naturalmente sigue a ese deseo. El hombre, siendo aplastado bajo
[los dolores]48 que hay en su torcedura, trabaja todo lo que puede en
el uso de medios para ser librado de ellos. Y si los medios usados
son lícitos, y no confía en ellos, sino que su vista esta puesta sobre
dios en cuanto a eso, el intento no es pecaminoso, sea que tenga
éxito en el uso de ellos o no.
III. En qué sentido debe ser entendido que no seremos capaces
de enmendar o enderezar la torcedura en nuestra porción.
No debe ser entendido como si no hubiera absolutamente esperanza
con respecto al caso, como si no hubiera remedio para la torcedura

47 Antes “The cross”.


48 Antes “The cross”.
en nuestra porción. Porque no hay caso tan desesperado que dios
no pueda enderezar. "¿Habrá algo difícil para el señor?" (Jer 32:27).
Cuando la torcedura en la porción ha continuado durante mucho
tiempo, y repelido todos los remedios que hemos usado para ella,
uno está listo para perder la esperanza; pero muchas torceduras,
respecto de las que muchos se rindieron, por la desesperanza de que
nunca serian enmendadas, dios las ha enderezado perfectamente,
como es el caso de Job.
pero nunca seremos capaces de enmendarla por nosotros mismos;
si el señor mismo no la toma en su mano y la remueve, esta
permanecerá ante nosotros inconmovible, como una montaña de
bronce, aunque quizás pueda ser en sí misma una cosa que pueda
ser fácilmente removida.
Consideremos esto en relación a estas tres cosas:
1. Nunca será hecho por la mera fuerza de nuestra mano. "Pues no
por la fuerza ha de prevalecer el hombre." (1 Sam. 2:9 LBLA). El más
vigoroso esfuerzo que podamos usar no enderezara la torcedura, si
dios no le da un toque de su mano; por lo que todos los esfuerzos de
ese tipo, sin mirar a dios, son vanos e infructuosos, y no serán sino
arar sobre una roca.
2. El uso de todos los medios permitidos para ello no serán exitosos
a menos que el señor los bendiga para ese fin. "¿Quién será aquel
que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?" (Lam 3:37). Así
como uno puede comer y no quedar satisfecho, así uno puede usar
medios apropiados para enderezar la torcedura en su porción, y, sin
embargo, de ninguna manera lograrlo. Porque nada más puede ser
o hacerse por nosotros, que lo que dios hace ser, u, obra. "Ni es de
los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios
el pan, ni de los prudentes las riquezas" (Ecl. 9:11).
Que eso nunca se hará en nuestro tiempo, sino en el tiempo de dios,
el cual muy pocas veces es tan pronto como el nuestro 49. De ahí que
la torcedura permanezca algunas veces inamovible, como si fuera
mantenida por una mano invisible; y en otras ocasiones desaparece
con un toque, porque ha llegado el tiempo de dios para enderezarla.

49Luego insertaría Juan 7:6 “Mi tiempo aún no ha llegado, más vuestro tiempo siempre está
presto”. Pero evidentemente este texto no tiene ninguna relación con lo que está afirmando.
IV. Ahora asignare las razones del punto.
En primer lugar, Es por causa de la absoluta dependencia que
tenemos de dios. Como la luz depende del sol, o la sombra del cuerpo
así dependemos de dios, y sin él no podemos hacer nada, sea grande
o pequeño. Y Dios nos pondrá en esas circunstancias para que lo
entendamos, para enseñarnos nuestra dependencia.
En segundo lugar. Por causa de que su voluntad es irresistible, "Mi
consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero" (Isa. 46:10). Cuando
dios hace una cosa, y la creatura lo contrario, es fácil ver lo que
sucederá. Cuando el omnipotente extiende su brazo, en vano la
creatura tira para apartarlo, "¿Quién se endureció contra él, y le fue
bien?" (Job 9:4).
Inferencia 1. Hay una necesidad de rendirnos y someternos a la
torcedura en nuestra porción; porque podemos tan bien pensar
remover las rocas y las montañas, que dios ha establecido, como
hacer que se enderece esa parte en nuestra porción que él ha torcido.
2. El enderezamiento de la torcedura en nuestra porción, forzado por
nosotros mismos, no es sino una trampa que nos ponemos, y no
pasara mucho, para que, así como a la fuerza lo enderezamos,
vuelva rápidamente a torcerse de nuevo.
3. La única manera eficaz de conseguir que la torcedura se enderece
es refiriéndonos a dios por su causa.
Exhortación 1. Vamos entonces a referirnos a dios para que
remueva cualquier torcedura en nuestra porción, para que según el
orden establecido de las cosas pueda ser removida. Los hombres no
pueden cesar de desear la remoción de una torcedura, más de lo que
una espina en la carne. Pero, por cuanto no somos capaces de
emendar lo que dios considera adecuado arruinar, es evidente que
debemos referirnos a él para hacer que se enmiende, y no tomar el
enderezamiento de ello por nuestra propia mano.
Motivo 1. todos nuestros intentos de su remoción serán sin él vanos
e infructuosos. Vamos a ser muy resueltos de tenerla enderezada,
pero si dios dice que no, trabajaremos en vano. Por más adecuados
que sean los medios que usamos para ello, serán ineficaces si él no
ordena la bendición.
Tales intentos generalmente hacen peor la torcedura. Nada es más
ordinario que por un espíritu orgulloso luchar contra la torcedura, la
tuerza más50. Esto es evidente en el caso de los murmuradores en el
desierto. Naturalmente viene a ser así; porque, en ese momento, la
voluntad de la persona se inclina lejos de la torcedura. Además, Dios
es provocado a poner rápidamente el yugo sobre el cuello de alguien,
que por ningún medio lo dejara ponerlo fácilmente sobre sí.
3. No existe torcedura alguna más que aquella que puede ser
enmendada y perfectamente enderezada por él. "El SEÑOR levanta
a los caídos." &c, (Sal 146:8). Él puede realizar aquello que
permanece sin esperanza con respecto a nosotros. "El cual da vida
a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen." (Rom
4:17). Es su prerrogativa hacer maravillas; comenzar una obra en la
que toda la creación renuncia desesperanzada, y llevarla a la
perfección.
4. el ama el ocuparse en enderezar torceduras, y nos llama a
emplearlo con ese fin. "Invócame en el día de la angustia; Te libraré,"
&c, (Sal 50:15). El hace las torceduras para ese mismo fin, que él
pueda llevarnos hasta sí para ese encargo, y pueda manifestar su
poder y bondad en el enderezamiento de ella. Las necesidades de
los hijos de los hombres proporcionan un largo campo para desplegar
sus gloriosas perfecciones, que de otra manera estarían ausentes.
5. Una torcedura así enderezada es una doble misericordia. Hay
algunas torceduras enderezadas por un toque de la mano de la
providencia común, mientras las personas están preocupadas sobre
estas, o cuando están impacientes por su remoción; estas son
misericordias estériles y de corta duración. Los frutos así arrancados
tan deprisa del árbol de la providencia, pueden fácilmente eludir el
filo de los dientes, y ciertamente serán amargos para el alma
graciosa. Pero ¡oh! la dulzura del enderezamiento de la torcedura,
por una humilde solicitud y espera del señor tiene la imagen e
inscripción del favor divino en ello, el cual hace que este fruto sea
voluminoso y valioso, "he visto tu rostro, como si hubiera visto el
rostro de Dios" (Gen 33:10).

50Luego insertaría Eclesiastés 10:8-9 “’El que hiciere hoyo caerá en él; y al que aportillare
vallado, le morderá la serpiente. Quien corta piedras, se hiere con ellas’ &c.” pero el texto no
aplica a ello.
6. Dios ha distinguido su favor con sus queridos hijos, al hacer y
enmendar notables torceduras en su porción. Sus queridos, a
menudo, tienen las más grandes torceduras hechas en sus
porciones. Pero entonces él hace una senada para que experimenten
ricas experiencias en la remoción de ellas, al referirlas a él. Esto es
claro por el caso de Abraham, Jacob, y José. ¿Cuál de los patriarcas
tuvo más grandes torceduras que ellos? ¿pero quién, como ellos, en
la otra mano, tuvo semejantes prendas eminentes del favor divino?
Grandes de entre los hombres, Sansón y el bautista, habían sido
nacidos de mujeres naturalmente estériles; así las torceduras
resultaron en las más ricas misericordias para aquellos que se
ejercitaban en estos medios.
7. Es el camino más corto y seguro el ir a dios con la torcedura en
nuestra porción para que la enderece. Si tendremos nuestro deseo
en este respecto, deberemos primero, como el águila, remontarnos
en lo alto, y luego lanzarnos sobre la presa, Marcos 5:36 "No temas,
cree solamente". Nuestra falta de fe, que nos saca del camino
intentando enderezar la torcedura por nosotros mismos, es solo la
prisa de nuestra necedad, la cual no acelera realmente las cosas;
como en el caso de Abraham yendo a Agar. Dios es el primer móvil,
que pone a todas las ruedas en movimiento para enderezar la
torcedura, las cuales sin él permanecerían inmóviles.
Objec. 1. "Pero eso es inútil, porque veo que, aunque la torcedura en
mi porción pudiera ser remediada, aun así, nunca lo será. En su
propia naturaleza es capaz de ser removida, pero claramente no lo
será, es irremediable".
R. Este es el lenguaje de la prisa incrédula, que la fe y la paciencia
deben corregir. Abraham tenía mucho que decir acerca de lo
irremediable de su torcedura, y sin embargo, él se aplicó51 a dios en
fe para enmendarla, y, Sarah, quien había hecho la misma conclusión
que nosotros, fue reprendida. Nada puede hacer que sea inútil en tal
caso para que lo apliquemos a dios.
Objec. 2 "pero me he aplicado a él una y otra vez para eso, no
obstante, nunca es remediado".
Direcciones para correctamente manejar la aplicación a dios para la
remoción de la torcedura en la porción.

51 en el original “applies”, se refiere a ir a dios a suplicar.


1. Ora por ello y ora en fe, creyendo que, por causa de Jesús, tu
ciertamente lo obtendrás al final, y en esta vida también, si es bueno
para ti; mas sin perjuicio para la vida venidera. Ello no te
decepcionara de alcanzar el cantico de Moisés y del Cordero (Ap.
15:3). Y en algunos casos de esa naturaleza, oración extraordinaria,
con ayuno, es muy conveniente.
2. Humillaos a vosotros mismos bajo ella, como el yugo que la mano
soberana ha puesto sobre ti. "La indignación del SEÑOR soportaré,
porque he pecado contra El" &c (Miqueas 7:9). Justificad a dios,
condenaos a vosotros mismos, besen la vara, y anden
aquietadamente bajo ella; esta es la manera más factible de obtener
la liberación de ello, para alcanzar su final, "Tu preparas sus
corazones, tu harás que tu oído los oiga" (Sal 10:17 KJV).
3. Espera pacientemente hasta que la mano que ha hecho la
torcedura la enmiende. No te rindas en cuanto al asunto como
irremediable, por motivo de que no eres liberado tan pronto como
deseas; antes deja que "la paciencia tenga su obra completa, para
que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna." (Jacobo
1:4). Deja el tiempo de la liberación al señor; su tiempo durara para
convicción, para hacer que lo mejor aparezca, y no tardara más allá.
"Yo El Señor, a su tiempo haré que esto sea cumplido pronto." (Isaías
60:22). Esperando en él, no serás decepcionado; "no se
avergonzarán los que esperan en mí." (Isaías 49:23)
Exhortación 2. Si la torcedura allí es aquello que, en el orden
establecido de las cosas, no puede ser removido ni enderezado en
este mundo, vamos a aplicarnos a dios para que nos consuele
apropiadamente bajo ello. Por ejemplo, la torcedura común en la
porción de los santos, específicamente, [las desventajas que le
siguen al desprecio que es imposible el mundo no haga de ellos]52;
Así como dios ha hecho esa torcedura para que no sea removida
aquí, él puede ciertamente contrarrestarla, y proporcionar alivio bajo
ella. Lo mismo debe ser dicho de cualquier otra torcedura, mientras
permanezca sin ser removida. En tales casos aplicaos vosotros
52 Luego insertaría “el pecado remanente”. Lo cual intenta aplicar a manera de instancia o ejemplo, no
como un ejemplo estricto de la doctrina, pero esto es herejía pues, según su propio tratamiento de esta
verdad, por torcedura se entiende, y también por las escrituras de las que toma fundamento, el ma l
objetivo de la providencia. El pecado no es ni un mal objetivo, ni algo que podamos adjudicar al
gobierno del a providencia, a la paciencia de la que habla Jacobo u otras cosas similares. No obstante, si
resulta cierto que los santos tienen una torcedura común, y es la persecución y aflicciones objetivas que
el mundo trae sobre ellos por su fe.
mismos a dios, para reponer vuestras perdidas de otra manera. Y,
aquí hay cinco cosas a las que quisiera que apuntarais y tuvierais por
objetivo en ello:
1. El tomar a dios en Cristo, por y en vez de la liberación temporal53,
en lugar de la retención o remoción de aquello que es para ti la
torcedura en tu porción. Nunca habrá una torcedura que dios haga
en nuestra porción, más que esa que, en efecto, es una bendita oferta
de intercambio por parte del cielo para nosotros, tal como, "vende
todo lo que tienes, y tendrás tesoro en el cielo." (Marcos 10:21). Para
realizar este intercambio, dios primero alarga su mano, y remueve
algunas cosas terrenales nuestras, y es de esperarse que después,
extendamos nuestras manos, y tomemos algunas cosas celestiales
suyas, en lugar de las otras, y particularmente su Cristo. ¿Para qué
dios ha vaciado tu mano izquierda de ese y aquel otro consuelo
terrenal? extiende tu mano derecha a dios en Cristo, y tómalo en
lugar de ello, y recíbelo. Por tanto, la cercanía del alma con Cristo es
comprada por perdidas 54, cuando abandonamos una cosa, y
tomamos otra en su lugar. "El reino de los cielos es semejante a un
mercader que busca buenas perlas, que, habiendo hallado una perla
preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró." (Mat 13:45-46).
Haz esto, y tendrás más enderezo en tus manos que torcedura en tu
porción.
2. Busca la fuente que, de él, corre en plenitud, como si esta corriera,
o pudiera correr, aun y cuando la torcedura en tu porción la halla
secado. Esta es la obra de la fe, confiadamente depender de dios
para aquello que nos es negado por la creatura. "Aunque mi padre y
mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá." (salmo 27:10),
esto es la expectación más racional: porque ciertamente no hay bien
en la creatura excepto aquel que procede de dios; por tanto, no hay
bien que se encuentre en la creatura, el rio, sino aquel que puede ser
obtenido inmediatamente de dios, la fuente. Y es una excusa licita,
para venir a dios y decir, "ahora, Señor, que tú has quitado de mi

53 Antes “mat thing”. Aunque he arduamente indagado sobre el significado de la expresión, no he


encontrado significado directo, por lo que, he usado el contexto de la frase para llegar a un significado
aproximado y probable.
54 En el manuscrito que poseo dice originalmente “caned buying” no hallando ninguna información

acerca de la palabra “caned” y guiado por el contexto, he concluido que es un error de transcripci ón de
la palabra “changed”.
aquel consuelo proveniente de la creatura, yo debo obtener tal bien
de ti".
3. Busca los frutos espirituales de la torcedura en la porción. Ve la
manera en la que el mundo se comporta cuando algún negocio falla:
van, y se dirigen hacia otro negocio; así debemos hacer nosotros,
cuando hay una torcedura en la porción haciendo que escaseen
nuestros consuelos terrenales, buscar más ganancias espirituales. Si
nuestro negocio con el mundo fracasa, vamos a buscar dirigirnos a
negocios con el cielo más vigorosamente; considera si por medio de
la torcedura no podemos obtener más fe, amor, mentalidad celestial,
desprecio del mundo, humildad, la negación de nosotros mismos, &c.
De manera que mientras perdemos en una mano, estamos ganando
en la otra.
4. La gracia nos sostiene bajo la torcedura. "tres veces he rogado al
Señor para que lo quitara de mí." y él dijo "mi gracia es suficiente
para ti" (2 Co 12:8-9 KJV) si un hombre es débil, y tiene una carga
ligera, o si tiene una pesada y es refrescado y fortalecido, ambas
cosas son lo mismo; el ultimo puede andar fácilmente bajo su carga
tanto como el primero. La gracia proporcionada en la prueba es a lo
que deberíamos apuntar; obtener eso que, aunque la torcedura no
sea enderezada, puede enderezar nuestras manos para llevarla.
5. El mantener ante nuestros ojos el reposo eterno, y el peso de gloria
en el otro mundo. "Porque esta leve tribulación momentánea produce
en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no
mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven" (2co
4:17). Esto equilibrará la torcedura en tu porción, sea cual sea;
mientras no tengan bien cimentada la esperanza de salvación,
encontrareis la torcedura en vuestra porción en este mundo un peso
tal, que no tendrán nada para contrabalancearla. Pero la esperanza
del reposo eterno puede sostenernos bajo todos los afanes y
desgracias con los que nos encontramos aquí.
Exhortación 3. vamos entonces a disponernos apropiadamente a
soportar la torcedura en nuestra porción, mientras dios vea apropiado
el continuarla. Lo que no podemos enmendar, vamos a soportarlo
[santamente]55, y no luchar contra dios, al dar coces contra el aguijón.
Así que vamos a soportarlo,

55 Antes “christianly”
1. pacientemente, sin airarnos e inquietarnos, o murmurar. Aunque
perdamos nuestros consuelos en la creatura por la torcedura en
nuestra porción, no perdamos el dominio sobre nosotros mismos. La
torcedura en nuestra porción nos hace como uno que no tiene más
que un poco de fuego para calentarse, pero impaciente ante esto, lo
dispersa, tanto como para poner la casa en llamas y exponernos al
peligro. "Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo
espíritu no tiene rienda." (Pro 25:28).
2. Con [santa]56 fortaleza, sin hundirnos bajo el desaliento, "No
desmayes cuando eres reprendido por él" (Heb. 12:5). La labor de
Satanás mediante la torcedura es, o encorvar, o quebrantar el
espíritu de [los hombres]57, y a menudo los encorva quebrantándolos.
Nuestra labor es el permanecer derechos bajo ella, dirigiéndonos por
el curso central, guardándonos de estrellar contra las rocas de los
lados. Nuestra felicidad no yace en ningún consuelo terrenal, ni la
falta de ninguna de estas cosas nos hará miserables. De modo que
debemos resueltamente seguir nuestro camino con un santo
desprecio e indiferencia de los sufrimientos. "el justo se mantendrá
en su camino, y el de manos limpias más y más se fortalecerá." (Job
17:9 LBLA).
Pregunta. "¿cuándo puede considerarse que alguien ha caído bajo el
mal de estar hundido por el desaliento, proveniente de la torcedura
en su porción?"
Resp. Cuando esta prevalece tanto como para in-adecuarnos para
los deberes o particulares, o de nuestro llamado cristiano. Podemos
estar seguros de que nos han llevado más allá de los límites del dolor
moderado cuando ello nos inadecua para los asuntos comunes de la
vida, con los que el señor nos ha llamado a tratar, o para los deberes
de la religión, estorbándolos completamente, "que vuestras
oraciones no sean estorbadas." (1 Ped 3:7) (En griego, cortadas, o
divididas, como un árbol de sus raíces), o haciendo que uno se
desesperance por completo en ellos, (es decir, los deberes de la
religión).
3. Vamos a soportarlas provechosamente, de tal manera que
podamos ganar alguna ventaja por su medio, " Bueno es para mí ser
afligido, para que aprenda tus estatutos” (Sal 119:71). Hay una

56 “Christian”
57 “The people”
ventaja hecha por ella. Y es ciertamente un mal manejo de la
torcedura en nuestra porción cuando no obtenemos ningún bien
espiritual de ella. La torcedura es un tipo de medicina espiritual, y así
como la medicina perdida no purga los malos humores, y en vano se
vuelve su desagradabilidad al paladar y el soportar sus
complicaciones, de la misma manera lo es la torcedura perdida, mala
es la amargura de padecerla, si no somos mejorados por ello, "Será
perdonada la iniquidad de Jacob, y este será todo el fruto, la remoción
de su pecado" (Isa 27:9).
Motivos para insistir en estas exhortaciones.
Motivo 1. No habrá ningún enderezo de la torcedura mientras dios
vea apropiado prolongarla. Comportémonos bajo ella como
queramos, y hagamos lo que sea que nos plazca al respecto, aun
así, esta permanecerá inconmovible, como fijada con bandas de
hierro y bronce, "Si él determina una cosa, ¿quién lo hará cambiar?
Su alma deseó, e hizo. El, pues, acabará lo que ha determinado de
mí; Y muchas cosas como estas hay en él." (Job 23:13-14).
Motivo 2. una conducta difícil bajo la torcedura incrementará
considerablemente su dolor. ¿Qué hace que el yugo mortifique
nuestros cuellos sino el que luchamos demasiado contra él, y no
podemos dejar que yazca sobre nosotros de manera fácil? ¡Cuán a
menudo somos, en este respecto, como los hombres que estrellan
sus cabezas contra una roca para removerla!: la roca permanece
inmóvil, pero ellos quedan malheridos, y excesivamente perjudicados
por luchar así. La impaciencia bajo la torcedura pone un exceso de
peso a la carga, y la hace más pesada, y así nos debilita,
haciéndonos menos capaces de soportarla.
Motivo 3. La torcedura en tu porción es la prueba especial que dios
ha elegido para ti, para medirte por medio de ella. Ella es el fuego de
dios, con el que prueba el tipo de metal del que los hombres están
hechos: es la piedra de toque del cielo que descubre quienes son los
[creyentes]58 verdaderos y los falsos (quienes pese a que podrían
soportar y pasar a través de diversas pruebas, con respecto a la
torcedura en la porción, se descubrirán incapaces de soportarla,
debido a que por ningún medio podrían sufrirla). Así que, piensa esto
de ti mismo al estar bajo ella: "ahora bien, en esto, la prueba cambiará

58 “Christians”
mi estado; yo deberé, por esto, probar ser sincero o hipócrita; porque,
¿podría alguien ser un cordial súbdito de cristo, sin ser capaz de
someter su porción a él? ¿acaso no todos los que vienen
sinceramente a cristo, ponen su mano vacía? ¿y no nos dice él, que
sin esa disposición no podemos ser sus discípulos? "Si alguno viene
a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos,
y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo"
(Luc 14:26). Quizás tu encuentras que puedes someterte a cualquier
cosa excepto esa: ¿no quieres, porque eso estropearía todo para ti?
¿Alguna vez escuchaste de un sincero acercamiento a cristo en la
reserva o excepción de alguna cosa en la que para ellos fuera más
apropiado ser sus propios señores?
Pregunta. "¿Es esa disposición entonces una cualificación necesaria,
pre-requerida para nuestra fe, y si es así, cuanto de ella debemos
tener? Y ¿podemos obrarla por nuestros poderes naturales?"
Res. No, no es así; pero esta necesariamente acompaña y sigue a la
fe, fluyendo de la misma iluminación salvífica en el conocimiento de
Cristo, por el cual el alma es llevada a la fe en él. Por estos medios
el alma lo mira como salvador cualificado, y así confía en él para
salvación, como señor recto y gobernador infinitamente sabio, y así
somete su porción a él. El alma que lo toma por un salvador, lo toma
también por una cabeza y gobernador. Es darnos nosotros mismos a
cristo, y nuestro recibimiento de él, lo que nos hace abandonar otras
cosas a él, y por él, de modo que es la luz que disipa la oscuridad.
Caso. "¡Ay! no puedo hacer que mi corazón libremente someta mi
porción a él en un punto en particular"
Res. 1. Esa sumisión no será llevada a cabo sin esfuerzo; el viejo
hombre nunca se someterá a esto, y cuando el nuevo hombre
gracioso, está sometiéndose a ello, el viejo hombre se empeñará en
rebelarse. "El deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu
es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo
que quisiereis." (Gal 5:17). ¿Pero tu sinceramente deseas y
habitualmente apuntas a someterte a ello? Abandona tu lucha sin
gracia contra la torcedura, y vuélvete a una lucha contra tu propio
corazón para llevarlo a someterse en la fe de la promesa, y usando
los medios para ello, estando entristecido de corazón contigo mismo
debido a que no te puedes someter a ello por ti mismo. Esto es el
sometimiento de tu porción, cimentado en la promesa favorable del
evangelio. ¿Si tuvieras la oportunidad, querrías que tu corazón se
sometiera a la torcedura, en lugar de que la torcedura se enderezara
al deseo de tu corazón? ¿y sinceramente te esfuerzas a someterte,
a pesar de la reticencia de la carne?
Resp. 2. ¿Dónde se hallaría manifiesta la auto-negación cristiana y
[el tomar el sufrimiento por obediencia al señor] 59, sin el sometimiento
a la torcedura? Esta es la primera instrucción que cristo puso en las
manos de sus discípulos: "Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame." (Mateo 16:24), la
auto negación obtendría una reconciliación con la torcedura, y una
admisión [de las dispensaciones divinas]60. Pero mientras no
podamos resistir nuestra propia corrupción para negarnos a
cualquiera de sus deseos, y particularmente aquellos que dios ve
adecuado que especialmente nos neguemos, no podremos soportar
la torcedura en nuestra porción, antes lucharemos contra ella, en
favor de nosotros mismos.
Resp. 3. ¿Dónde está nuestra conformidad a cristo, mientras no
podamos someternos a la torcedura? No podemos evidenciar que
somos creyentes, sin conformidad a cristo. "El que dice que
permanece en él, debe andar como él anduvo." (1 Juan 2:6). Hubo
una torcedura continua en la porción de Cristo, pero él se sometió a
ella, "Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz." (Filip. 2:8).
"Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo" &c, (Rom 15:3), y así
debemos ser nosotros, si verdaderamente probaremos que somos
[creyentes].
Resp. 4. ¿Cómo podemos probar que somos los genuinos buenos
hijos de dios, si continuamos haciendo guerra a la torcedura? No
podemos orar "padre nuestro, tu voluntad sea hecha en la tierra
como” &c. No, pues el lenguaje de nuestra práctica es que tendremos
nuestra propia voluntad, y la voluntad de dios no nos satisface.
Motivo 4. La prueba mediante la torcedura aquí no durará mucho. Si
piensas que el trabajo es doloroso, puedes comportarte mejor si
consideras que no durará mucho; unos pocos días o años a lo
máximo le pondrán fin, y te quitarán tus pruebas. Así que no digas
nunca seré aliviado de ello; porque, si no eres aliviado antes, serás

59 Antes “taking up the Cross”


60 Antes “the cross”
aliviado en la muerte, cuando venga lo que será después. Una
consideración seria de la muerte y la eternidad pueden hacer que
resolvamos comportarnos rectamente bajo la torcedura mientras
dure.
Motivo 5. Si tú, de una manera [piadosa], te resuelves a soportar la
torcedura, encontraras que es más fácil de lo que imaginas, “Llevad
mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde
de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi
yugo es fácil, y ligera mi carga.” (Mateo 11:29-30)61. Satanás no tiene
manera más adecuada de conseguir su objetivo, que persuadir a los
hombres de que es imposible que alguna vez sus voluntades cedan
a la torcedura, que es una carga para ellos completamente
insoportable; siempre y cuando creas eso, ten seguridad de que
nunca serás capaz de soportarla. Pero el señor no hace ninguna
torcedura en la porción de nadie, sino aquella que puede ser
soportada aceptablemente, aunque no impecablemente y
perfectamente; pues hay una fortaleza para ese fin asegurada en el
pacto, y si es buscada por la fe, con seguridad será obtenida.
Motivo 6. si tú te comportas [piadosamente] bajo tu porción aquí, tu
no perderás tu labor, sino que obtendrás, de gracia y mediante cristo,
completo galardón en el otro mundo. Hay una bendición, pronunciada
sobre aquel que soporta, que tiene este mismo motivo,
"Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando
haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha
prometido a los que le aman." (Jacobo 1:12), El cielo es el lugar en
el que el calificado apto por la prueba de la torcedura, es recibido:
“Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus
ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” (Ap
7:14)62. Cuando vayas allí, ningún vestigio de ello permanecerá más

61Es verdad que el sentido principal del texto se refiere a una sujeción en cuanto a cosas
espirituales, sin embargo, posee una clara extensión y derivación legitima a cualquier sujeción
a cristo con respecto a otros asuntos que asedian nuestras almas tales como el pecado a
murmurar en pruebas y tribulación, que son en si la causa de angustia y aflicción bajo ellas.
62Al igual que con el verso anterior el sentido principal no es en relación a aflicciones sobre
asuntos mundanos y vanos, sin embargo, posee una clara derivación de que aquellos que son
probados por dios para conocer su fe, mediante aflicciones, en el caso del texto
exclusivamente aflicciones por causa de cristo, son recibidos en el cielo.
en tu porción, ni tendrás el más mínimo recuerdo molesto de ello; en
cambio eso acentuará tus alabanzas 63, [y] tu gozo.
Motivo 7. Si no os comportáis [piadosamente] bajo ella, perderéis
vuestras almas en el otro mundo. Aquellos que están en guerra con
dios por su porción aquí abajo, Dios tendrá guerra con ellos para
siempre allá. Si no se someten a su yugo aquí, y andan
aquietadamente bajo este, él pondrá su yugo sobre sus cuellos por
siempre en cadenas eternas que nunca serán sueltas. Por tanto,
resolved con vosotros mismos comportaros adecuadamente bajo la
torcedura en vuestras porciones.
Si te preguntas de qué manera puede uno buscar esto; para dirección
propondré:
Prop III. La consideración de la torcedura en la porción como
obra de dios es un medio apropiado para traernos a un
comportamiento adecuado bajo ella.
I Qué es considerar la torcedura como la obra de dios. Es
considerarlo de estas cinco maneras:
Primero, El inquirir sobre la fuente de donde la torcedura proviene.
Ambas, La razón y la religión, nos enseñan no solo a observar la
torcedura, lo cual no podemos evitar, sino también a considerar e
inquirir sobre la fuente de ella. Ciertamente no procede de nuestra
elección, ni la planeamos por nosotros mismos; y el adscribirlo a la
fortuna es adscribirlo a nada, y ella tampoco es la fuente de sí misma.
Mas tuvo que ser sembrada para nosotros por una u otra mano, y
tenemos que considerar la mano de la cual procedió.
En segundo lugar, el percibir la mano de dios en ella. Si algunas
creaturas tienen su mano en ella, no debemos terminar en ellas
nuestra visión sino mirar por encima y más allá de ellas, a la primera
agencia del administrador. Sin esto haremos un dios de la creatura,
que no es más que el instrumento de la torcedura, considerándola en
ella como si fuera la primera causa, lo cual es peculiar a dios, y
llevándonos a nosotros mismos a estar bajo perdición, "Porque no
tienen en cuenta los hechos del SEÑOR ni la obra de sus manos, El
los derribará y no los edificará." (Salmo 28:5 LBLA).

63 Luego añadiría “e incrementará”, por momentos en el libro Boston hace alusión levemente a
la herejía de que el mal es necesario para el mayor bien, sí, incluso el mal del pecado, no cabe
aquí explicar lo suficiente al respecto para contrariar tal pensamiento solo afirmarlo????.
En tercer lugar, representárnoslo como la obra de dios, que él ha
forjado contra nosotros, por santos y sabios fines adecuados a las
perfecciones divinas. Esto es tomarlo de la manera correcta, el
representárnoslo bajo una noción adecuada, de donde un adecuado
comportamiento bajo ello puede surgir. Nunca será seguro el pasar
por alto a dios en ello, pero sí lo será bastante el pasar por alto a la
creatura; adscribiéndolo a dios, como si no hubo ninguna otra mano
en ello, siendo él siempre el principal en ello: "El SEÑOR es; que
haga lo que bien le parezca." (1 Samuel 3:18). Así David paso por
alto a Simei, y considero a dios en el asunto de su maldición, como
uno que fija sus ojos, no sobre el hacha sino sobre el que la está
usando. Aquí dos cosas deben ser traídas a nuestra consideración.
1ro. El objetivo de dios, designando esa torcedura para nosotros
desde la eternidad: "él hace todas las cosas según el designio de su
voluntad" (Efe. 1:11), el libro sellado en el cual están escritas todas
las líneas negras que conforman la porción. Sean cuales sean los
valles de oscuridad, dolor, y lamento que debamos atravesar,
debemos considerarlos como hechos por las montañas de bronce:
los inconmovibles propósitos divinos. En este caso, esto no puede
ser presunción de ningún tipo, si no lo llevamos más allá de lo que
los eventos muestran ante nuestra visión y sentidos, para que, hasta
donde el libro está abierto para nosotros, miremos dentro.
En segundo lugar. La providencia de dios haciendo que esa
torcedura acontezca en el tiempo. No hay nada que pueda venir
sobre nosotros sin aquel en quien vivimos. Sea cual sea el tipo de
agencia que las creaturas puedan tener al hacer nuestra torcedura,
sea que ellas lo hallan ocasionado o no, él es el muelle que hace que
todas las ruedas creadas en movimiento, cesen, que paren: no
obstante, él es siempre infinitamente puro en su agencia, aunque,
ellos sean impuros en sí mismos. Job considero ambas cosas.
En cuarto lugar, un continuo pensar de ello como tal. No es un simple
vistazo, sino una contemplación y visión reposada de ello como su
obra, lo que es el medio apropiado. Nosotros debemos,
1ro. Habitualmente impresionarnos con esta consideración, así como
mantenemos la consideración de que la torcedura es un mal
duradero, también la consideración de lo que ya ha sido dicho como
el remedio de este mal debe ser habitualmente mantenido. Hay otras
consideraciones junto a esta que nosotros debemos entretener, que,
aunque no podemos tenerlas siempre expresamente en nuestra
mente: aun así, debemos asentarlas mediante un principio de
arraigamiento, según el cual manejemos la torcedura, y
mantengamos el corazón en una disposición por la que podamos
expresamente traer estas cosas a nuestras mentes, según lo
requiera la ocasión.
2do. Debemos ocasionalmente ejercitarnos en ello. Siempre que
empecemos a sentir el escozor de la torcedura, debemos ir por este
remedio; cuando el yugo comience a lastimar el cuello, debe hacerse
una aplicación de este ungüento espiritual. Y por más a menudo que
lo primero venga a nosotros, será nuestra sabiduría ir a lo último
como nuestro remedio apropiado; a medida que con más frecuencia
sea usado, será más fácil aplicarlo de inmediato, y también será más
efectivo.
En quinto lugar, considerar el fin por el cual esto (la doctrina de la que
se habla) nos es propuesto, esto es, para llevarnos a un
comportamiento obediente bajo la torcedura. Las corrupciones de los
hombres los hacen entrar en la consideración de ello (es decir de
estas verdades doctrinales); pero, así como el principio es corrupto,
también el fin y el efecto de ello lo serán. Así que debemos ir a ello y
usarlo por un buen fin; si queremos obtener beneficio de ello,
tomémoslo como una consideración practica para regular nuestra
conducta bajo la torcedura.
II. Como esto debe ser entendido para que sea un medio
apropiado para llevar a alguien a comportarse correctamente
bajo la torcedura.
No como si fuera suficiente por sí mismo, y como si pudiera
sostenerse por sí solo para producir ese efecto. Sino que debe ser
usado en fe, en la fe del evangelio; es decir, la simple consideración
de un pecador de la torcedura en su porción como la obra de dios sin
relación salvífica alguna con él (dios), nunca será una manera para
llevarse a sí mismo a comportarse correctamente bajo ella. Pero
habiendo creído en Jesús Cristo, y así tomado a dios por su dios, la
consideración de la torcedura como la obra de dios, su dios, es el
medio apropiado para llevarlo a ese deseado temperamento y
comportar. Muchos oidores yerran aquí, cuando ellos oyen tal y tal
consideración legal propuesta para llevarlos al deber, ellos pronto
imaginan que por el mero forzarse a sí mismos, pueden ganar con
respecto a esa Cuestión. Y muchos predicadores también, quienes,
olvidándose de Cristo y del evangelio, pretenden por la fuerza de la
razón hacer a los hombres cristianos; los ojos de ambos están
cerrados, ya que no ven la corrupción de la naturaleza del hombre, la
cual es tal que establece la verdadera cura por encima de la fuerza
de la razón; todo porque son sensibles de estar en algún habito
malvado, piensan que pueden sacudirlo de sí mismos por una
aplicación vigorosa de sus facultades racionales. Para aclarar este
asunto, considera,
Primero, ¿es racional pensar en poner al hombre caído, con su
naturaleza corrupta, a trabajar de la misma manera que el inocente
Adán? esto es como poner a los mendigos al nivel de los ricos, a los
hombres cojos a viajar como aquellos que tienen extremidades. El
Adán inocente tenía un suministro de habilidades graciosas, por las
cuales él podía, por la fuerza de consideraciones morales, llevarse a
sí mismo a realizar el deber rectamente. ¿Pero dónde está eso en
nosotros? sin importar cuál sea la fuerza que halla en ello para un
alma dotada con vida espiritual, ¿qué poder tienen estas cosas para
levantar de la muerte a alguien, y qué poder tenemos nosotros para
ello?
En segundo lugar, la escritura es muy clara sobre este punto,
mostrando la indispensable necesidad de la fe; y que, asimismo
como unidos a cristo solo podemos obrar; "Sin mi" esto es, separados
de mi "nada podéis hacer" (Juan 15:5 KJV), no, ni con todas las
consideraciones morales que puedan usar. ¿Para qué fueron dados
los diez mandamientos en el monte Sinaí? No como simples
exacciones de deber, sino precedidas por el evangelio, para que sea
creído en primer lugar: "Yo soy El Señor tu dios" &c (Éxodo 20:2). Y
así Salomón, a quien muchos reconocen más bien como un filósofo
moral que como un escritor inspirado guiando a cristo, precede sus
escritos, en el principio de los proverbios, con el mas expreso
evangelio. Y debemos considerarlo como expresamente repetido en
nuestras [escrituras]64 con cada precepto moral, o si no vamos a
cerrar nuestros ojos y tomar estos preceptos sin ello, ya que ese es
el efecto de nuestra enemistad natural hacia a Cristo. Si le amamos
más, le veremos más en cada página y en cada mandamiento, y
recibiremos la ley de su boca.

64 Antes “bible”.
En tercer lugar, no solo consideremos lo que es el comportamiento
adecuado bajo la torcedura en la porción; lo que es la humillación del
alma, la negación de nosotros mismos, la resignación absoluta a que
el ganar de dios es lo que debe acontecer en ello. Pero también qué
es ese amor a dios del cual ello debe proceder; cómo reconocer su
gloria debe influenciar estos actos como el principal fin de ellos; y
tratar y ver si no es imposible para ti buscarlo sin esa fe antes
mencionada. Yo conozco un [creyente] que puede buscarlo sin tener
completa certeza de ello. Pero aun, de acuerdo a la medida de su
persuasión de que dios es su dios, así es su desempeño en ello;
Estas cosas tienen el mismo peso. ¡Oh! ¿qué tipo de corazones
imaginan ellos que tienen, que piensan que pueden por un momento
vaciarlos de la creatura más de lo que pueden llenarlos con un dios
como su dios en su dios en ese espacio y lugar? no hay duda de que
ningún hombre puede, por la fuerza de consideraciones morales,
obrar en sí mismo para comportarse bajo la torcedura de manera
correcta externamente, tal como muchos paganos lo consiguen; pero
una disposición [santa] de espíritu bajo ello nunca lo podrá buscar sin
esa fe en dios.
Objeción "Entonces esto es solo para los santos, solo para quienes
son capaces de aprovechar esa consideración"
Res. Sí, de hecho, es así, como esta y todas las otras
consideraciones morales, con fines verdaderamente cristianos: y así
como esa cantidad de instrucciones que no son más que esas
direcciones sobre cómo caminar correctamente, que son solo
adecuadas para quienes viven y que tienen el uso de sus
extremidades; y, por tanto, para que puedas aprovecharla, debes
creer en primer lugar.
III. Confirmare que ello es un medio apropiado para llevar a
alguien a comportarse correctamente bajo esta. Esto aparecerá,
si consideramos estas cuatro cosas:
1. Es de gran uso para desviar de la consideración y estancia de
aquellas cosas acerca de la torcedura en la porción que sirven para
irritar nuestra corrupción. Tales como la frustración de nuestra
voluntad y deseos, la satisfacción que tenemos en que los asuntos
vayan según nuestros planes, los instrumentos de la torcedura, cuán
injuriosos son ellos contra nosotros, cuán irrazonables, cuán
obstinados, &c. La estancia de estas consideraciones es solo para
soplar el fuego interior; pero tornar nuestros ojos a ello como la obra
de dios será una cura por desviación; y tal desviación de los
pensamientos es no solo licita, sino conveniente y necesaria.
2. Ello tiene una aptitud moral para producir este buen efecto. Aunque
nuestra cura no se consiga por la mera fuerza de razón, sin embargo,
es traída a nosotros no por un movimiento bruto, sino por una vía
razonable. Esta consideración tiene una eficacia moral sobre nuestra
razón, es adecuada para atemorizarnos hasta la sumisión, y
ministraros una cantidad de argumentos para llevarnos al
comportamiento [piadoso] bajo nuestra torcedura.
3. Esto tiene una designación divina para ese fin de comportarse
adecuadamente bajo la torcedura, y que ha sido designado para ello
debe ser creído. Como el texto. La creatura en sí misma es una cosa
ineficaz e inmóvil, una mera vanidad. Lo que hace cualquier cosa
adecuada para ser un medio apropiado para un fin, es una palabra
de divina designación. De manera que el usar cualquier cosa para un
fin, sin tener fe de esto, es decir, sin tener seguridad de que esta está
señalada por dios para ser un medio apropiado, es hacer un dios de
la creatura; Así que, esta verdad debe ser usada en una dependencia
de dios, siguiendo esa palabra de designación. Y todo lo que es
adecuado para ese fin para el cual dios lo ha designado. Esta
consideración esta designada para ese fin; y por tanto es un medio
apropiado para ello.
4. Podemos esperar que el espíritu obre mediante esto en aquellos
que creen, y haga también mediante esto que obren, y podemos
buscarlo para eso, por cuanto esto es un medio de su propio
señalamiento. Papistas, legalistas, y todas las personas
supersticiosas idean varios medios de santificación, que parecen
tener, o que realmente tienen una adecuación moral para lo mismo;
pero son completamente ineficaces, porque, como Abana y Farfar,
carecen de una palabra de divino señalamiento para curarnos de
nuestra lepra (2 Reyes 5:12); por tanto, el espíritu no obra mediante
ellos, por cuanto no son sus instrumentos, sino invenciones de sus
propios corazones. Y por cuanto incluso los medios de divina
designación son ineficaces sin el espíritu, esos otros no pueden
jamás ser efectivos. Pero esta consideración teniendo señalamiento
divino, mediante ella el espíritu sí obrará.
Uso. Por tanto, toma esto por dirección en cuanto a tu
comportamiento recto bajo la torcedura en tu porción.
Acostúmbrense a considerarla como la obra de dios. Y para ayudarte
a aprovechar este punto, de modo que pueda ser efectivo, ofrezco
estos consejos:
1. Considéralo como la obra de tu dios en Cristo. Esta es la manera
en la que lo espolvoreamos del evangelio de la gracia, y lo hacemos
así más tolerable. El discernimiento de la mano del padre en la
torcedura quitara mucho de la amargura de ella, y endulzara la
píldora para ti. Para esto será necesario,
(1.) solemnemente tomar a dios por tu dios, bajo tu torcedura.
(2.) en todos tus encuentros con ella, resueltamente creer y afirmarte
en tus beneficios en él.
2. Extender la consideración con una visión de las divinas relaciones
contigo, y los divinos atributos. Considéralo, siendo la obra de tu dios,
la obra de tu padre, de tu hermano mayor, cabeza, &c., quien, por
tanto, con toda seguridad consulta tu bien. Considera su santidad y
justicia, que demuestran que él no te hará mal; su misericordia y
bondad, que ello no es lo peor; su soberanía, que puede silenciarte;
su infinita sabiduría y amor, que puede satisfacerte en cuanto a ello.
3. considera que una obra de su mano, así como es una obra de
convencimiento para traer el pecado al recuerdo, es también una
obra de corrección, para castigarte por tus necedades, una obra
preventiva, para protegerte de cursos de pecado en los que tú de lo
contrario serias propenso a correr; una obra probatoria, para
descubrir tu estado, tus gracias, y corrupción; una obra de desteto,
para destetarte del mundo y prepararte para el cielo.
4. En todas tus consideraciones de ello en esta manera mira hacia
arriba, en busca de su espíritu para que lo haga efectivo. Así podrás
comportarte [santamente] bajo ella, hasta que dios la enderece o aquí
o en el cielo.
Mejor es el de espíritu humillado, que repartir
despojos con los soberbios.
"Mejor es humillar el espíritu con los humildes Que repartir despojos
con los soberbios" - Proverbios 16:19.
¿Podrían los hombres ser movidos alguna vez a creer que es
mejor tener sus planes sometidos a la torcedura en su porción, que
forzar la torcedura para que vaya conforme a sus planes, y que eso
podría de una manera más favorable llevar sus asuntos a una buena
cuenta? Oye entonces la divina dirección en ese caso: "Mejor es
humillar el espíritu con los humildes, que repartir despojos con los
soberbios." en cuyas palabras,
Primero, hay una comparación establecida, y es entre dos partes y
dos puntos que son vastamente diferentes.
1ro. Las partes son la baja y la orgullosa, quienes difieren como el
cielo y la tierra. La orgullosa sube y se remonta en lo alto; la baja se
contenta con arrastrarse en la tierra, si esa es la voluntad de dios.
considerémoslos más particularmente como el texto los representa.
De un lado está el bajo. Aquí hay una lectura en la línea y una
marginal, ambas son del espíritu santo, y ellas difieren solo en una
letra. La primera es el afligido o pobre, que es bajo en su condición;
aquellos que tienen una notable torcedura en su porción por la
aflicción que yace sobre ella, por la cual su condición es baja en el
mundo. La otra son los bajos o mansos y humillados, quienes son
bajos en su espíritu, así como también en su condición, y así tienen
sus voluntades hechas humildes, sometidas a su porción. Juntos
conforman el carácter de esta parte baja.
En la otra parte el orgullo, los alegres y altivos 65.
2do. Los puntos en donde estas partes se pretende que difieran, esto
es, que uno es de un espíritu humilde, y otro reparte el despojo.
Los afligidos y bajos, pueden algunas veces tener su condición
cambiada, pueden ser levantados en lo alto, y repartir el despojo,
como Ana, Job, &c. El orgulloso puede algunas veces ser derribado
y aplastado, como Faraón, Nabucodonosor, &c. Pero esta no es la

65Luego insertaría “Aquí se pretende que ellos están afligidos también, y tienen torceduras en
su porción; porque, reparte el despojo es la consecuencia de una victoria, y una victoria
presupone una batalla” pero esto no está en el texto en lo absoluto.
pregunta: ¿es mejor ser levantado con el bajo o ser derribado con el
orgulloso? aquí no hay dificultad en determinar eso. Pero la pregunta
es: ¿es mejor ser de un espíritu bajo y humilde, en bajas
circunstancias, con los afligidos? ¿O repartir el despojo y obtener
nuestra voluntad, con los orgullosos? si los hombres confesaran los
afectos naturales de sus corazones, esa pregunta sería determinada
en contradicción al texto. Los puntos entonces aquí comparados y
establecidos uno en contra del otro, son estos:
De un lado, el ser de un espíritu humilde con los afligidos. El ser bajo
de espíritu; pues la palabra primeramente denota bajeza de situación
o estado. Así el punto aquí propuesto es el estar con, o en el estado
de, los afligidos bajos, teniendo el espíritu traído a abajo por esa baja
porción; la bajeza de espíritu equilibrando la balanza con la bajeza
de la condición de uno.
Del otro lado, el repartir despojos con el orgulloso. El punto aquí
propuesto es, el estar con o en el estado de los orgullosos. [Lo cual
puede extenderse legítimamente como aplicación a los que tienen]
su porción a la fuerza en conformidad con sus planes; como aquellos
quienes, exponiéndose a sí mismos a ser heridos, luchan con los
enemigos, venciéndolos y repartiendo el despojo según su voluntad.
En segundo lugar, la respuesta dada, en la cual el primero es
preferido a el ultimo: "Mejor es humillar el espíritu con los humildes
que repartir despojos con los soberbios." Si estas dos partes fueran
puestas delante de nosotros, sería mejor tomar nuestra porción con
aquellos que son de una baja condición, quienes tienen sus espíritus
tan bajos como su porción, antes que con aquellos que, siendo de un
orgulloso y altivo espíritu, tiene su porción conforme a sus planes. Un
espíritu humilde es mejor que una condición elevada.
Doctrina. Hay una generación de los bajos y afligidos, que tienen
su espíritu humillado y traído abajo, sometido a su porción; cuyo
caso, en ese respecto, es mejor que el orgulloso, que tiene su
voluntad, y todo va conforme a sus planes.
1. Considerare la generación de los bajos y afligidos, que tienen su
espíritu traído abajo conforme a su porción. Y,
Primero, estableceré algunas consideraciones generales sobre ellos:
1. Hay una generación como esta en el mundo, siendo el mundo tan
malo como es. El texto expresamente los menciona, y la escritura en
otra parte habla de ellos. ¿dónde los hallaremos? no en el cielo, allí
no hay afligidos, ni en el infierno, allí no hay bajos o humiles, cuyo
espíritu se someta a su porción. En Su66 mundo entonces es donde
estarán, donde existe el estado de probación.
2. Si no fuera así, cristo, cuando estuvo en el mundo no habría tenido
seguidores en él. Él fue la cabeza de esa generación que después
sería su copia67. Y para su honra, y la honra de su cruz, ellos nunca
faltarán mientras el mundo permanezca. "A los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la
imagen de su Hijo," (Rom 8:29), Su imagen consiste en estas dos
cosas, sufrimiento y santidad, de la cual la humildad es una parte.
3. Sin embargo, ellos son ciertamente muy raros en el mundo. Agur
observa que hay otra generación: "Sus ojos son altivos, y cuyos
párpados están levantados en alto." (Pro 30:13), totalmente opuesta
a ellos, y estos conforman la más grande sociedad por mucho. La
porción baja y aflictiva no es muy rara, pero la disposición humilde de
espíritu esta raramente unida a ella. Mucho de un espíritu altivo es
mantenido a través de la irritación de circunstancias bajas.
4. Ellos no pueden ser de otro número más que de los
verdaderamente piadosos; porque nada menos que el poder de la
gracia divina puede derribar la mente de los hombres de su altives
natural, y hacer su voluntad dócil a la voluntad de dios. Los hombres
pueden poner un rostro de sumisión a la ley, y, a una porción
dolorosa, porque no pueden enmendarla, y ven que es en vano
luchar; pero ser llevados en espíritu verdaderamente a ello, solo
puede ser por el efecto de la gracia humildificadora.
5. Aunque todos los piadosos son de esa generación, no obstante,
hay algunos de ellos a quienes ese carácter les pertenece más
especialmente. El camino al cielo pasa a través de tribulación para
todos; y todos los seguidores de Cristo a pesar de que están
amistados con esto; no obstante, hay algunos de ellos que son
notablemente más disciplinados que otros por el señor, cuyo espíritu
es en esta manera humillado y traído abajo conformado a su porción.

66 Se refiere a dios.
67 Añadiría aquí luego “aprended de mí que soy manso…” &c. Pero este texto no habla de que
él estaba afligido.
"En verdad que me he comportado y he acallado mi alma, como un
niño destetado de su madre; Como un niño destetado está mi alma"
(Salmo 131:2). "He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi
situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y
por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener
hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad."
(Filipenses 4:11-12).
6. Una disposición humilde de alma, y una inclinación y disposición
habitual del corazón semejante, tiene una morada en el cielo muy
buena, construida para ellos. Si buscáramos una generación
perfectamente purgada de orgullo y levantamientos del corazón
contra su porción adversa en cualquier época, no encontraremos
ninguna en este mundo. Pero aquellos quienes sinceramente se
disponen y esfuerzan a buscarlo, y se mantienen en el camino de la
sumisión contenta, aunque a veces se desvíen y regresen a ello de
nuevo, Dios los considera como los que son de esa generación
humilde.
En segundo lugar, entrare en particulares. Hay tres cosas que juntas
conforman su carácter.
1ro. Aflicción en su porción. Esa humilde generación, preferida antes
que los orgullosos y prósperos, es una generación de afligidos, a
quienes dios mantiene bajo la disciplina del pacto. Podemos
considerarlo en estas dos cosas:
1. Hay un yugo de aflicción de algún tipo u otro a menudo puesto
sobre ellos. Dios esta frecuentemente visitándolos como un maestro
hace con sus estudiantes, y un médico con sus pacientes; mientras
otros son de alguna forma pasados por alto por él, ellos están
acostumbrados al yugo, a que, desde que entraron en la familia de
dios, dios lo considere apropiado para ellos.
2. Hay un yugo de aflicción en particular que dios escoge para ellos,
que pone sobre ellos, y es raramente, si acaso alguna vez, quitado
de ellos. Esta es su prueba especial, la torcedura en su porción, el
yugo que yace sobre ellos para su constante ejercicio. Sus otras
pruebas pueden ser cambiadas, pero este es un peso que
permanece asido a ellos, inclinándolos hacia abajo.
En segundo lugar. la humildad en su disposición y tenor de espíritu.
Ellos son una generación de bajos y humildes, cuyos espíritus, dios
tiene, por su gracia, humillados por su altivez natural. Y así,
1. Ellos piensan soberbia y mezquinamente de sí mismos; de quienes
son, de lo que pueden hacer; de lo que son dignos, y de lo que
merecen. Viéndose a sí mismos en el espejo de la ley divina y la
perfección, se ven como una masa de imperfección y pecaminosidad.
2. Ellos piensan alta y honorablemente de dios. Ellos son enseñados
por el espíritu acerca de quién es dios; y así entretienen elevados
pensamientos de él. Ellos lo consideran como el soberano del
mundo; sus perfecciones como infinitas; su obra como perfecta. Ellos
lo buscan como la fuente de felicidad, como un dios que, en cristo,
hace todas las cosas buenas; confiando en su sabiduría, bondad, y
amor en incluso allí donde no pueden ver estos atributos suyos.
3. Ellos piensan favorablemente de otros, tanto como en justicia
puedan. Aunque no puedan impedirse a sí mismos de ver sus faltas
más evidentes, no obstante, están listos, pese a eso, a reconocer sus
excelencias, y apreciarlas mucho. Y, debido a que ellos consideran
más sus propias misericordias y ventajas para la santidad, y
desperdicio de ellas, de lo que lo consideran en otros, son propensos
a considerar a los demás como mejores que a sí mismos, al comparar
circunstancias.
4. Ellos se abajan a un estado de subordinación a dios, y su voluntad.
El orgullo pone a un hombre en contra de dios; la humildad lo vuelve
a su lugar, y lo pone bajo los pies de su soberano señor, diciendo,
"Hágase tu voluntad en la tierra &c." (Mateo 6:10). Ellos no buscan
dominar, sino que están contentos con que dios este al timón de sus
asuntos, y maneje todo por ellos.
5. Ellos no se inclinan a cosas altas, sino que su disposición es
encorvarse para las cosas bajas. La humildad nivela las elevadas
imaginaciones que el orgullo construye contra el cielo; arroja un velo
sobre toda la dignidad y excelencia personal delante del señor, y
hace que el hombre se rinda por completo al señor, para ser para él
un escalón al trono de su gloria.
6. Ellos son propensos a magnificar las misericordias que les han
sido conferidas. El orgulloso de corazón pasa por alto y vilipendia las
misericordias que posee, y fija su vista sobre lo que falta en su
condición, haciendo semejante a las moscas, que pasan por alto la
parte sana, y se juntan en enjambre sobre la llaga. Por el contrario,
la humildad enseña a los hombres a considerar las misericordias que
disfrutan en una condición baja, y a poner una marca sobre las cosas
buenas que ellos han poseído, o aun poseen.
En tercer lugar, un espíritu abajado conforme a su porción. Su porción
es aquella que es baja y aflictiva; pero su espíritu es humilde, solo a
través de la gracia, abajándolo conforme a su porción. Podemos
considerar esto en estas cinco cosas:
1. Ellos se someten a ella como una cosa justa. "La indignación del
SEÑOR soportaré, porque he pecado contra El" (Miqueas 7:9). No
hay sufrimiento en nuestra condición sino aquel que hemos
procurado para nosotros mismos; y es por tanto justo que besemos
la vara, y estemos en silencio bajo ella, y abajemos mucho nuestros
espíritus, conforme a nuestra porción. Si se quejan, es de ellos
mismos; sus corazones no se levantan contra el señor, mucho menos
abren su boca contra los cielos. Ellos justifican a dios, y se condenan
a sí mismos, reverenciando su santidad y justicia inmaculada en sus
procederes su contra.
2. Ellos andan aquietados bajo ella considerándola tolerable. "Bueno
es esperar en silencio la salvación del SEÑOR. Bueno es para el
hombre llevar el yugo en su juventud. Que se siente solo y en silencio
ya que Él se lo ha impuesto; que ponga su boca en el polvo, quizá
haya esperanza" (Lam 3:26-29). Mientras el espíritu insubordinado
se aíra bajo el yugo como un toro que no está acostumbrado a él, el
espíritu que es conformado a su porción anda sumisamente bajo
este. Ellos ven que es de las misericordias del señor que esta no sea
peor; [toman la aflicción desnuda, tal como dios realmente la puso]68
sin aquellos sobrepesos en ella que agitan las pasiones sumándole
más peso; y así se vuelve realmente más fácil de lo que pensaban
que podría ser, como una carga adecuada a la espalda. ------------
3. Ellos están satisfechos con ella, pues extraen su consuelo de otros
lugares más que de su condición externa, inclusive su casa se
mantiene firme cuando el puntal le es quitado para que no se apoye
más en él. "Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya frutos, con todo yo me alegraré en el SEÑOR"
(Hab. 3:17,18). Así hizo David en el día de su angustia: "David se
68 Antes “toman la cruz desnuda, tal como dios la puso”
fortaleció en el SEÑOR su Dios.” (1Sa 30:6). Este es un argumento
de un espíritu no humilde, para no resignarse a los sufrimientos de
su torcedura, como si su condición en el mundo fuera el punto sobre
el que su felicidad gira. Es la falta de mortificación que hace al
consuelo de los hombres menguar y crecer, en flujo y reflujo, de
acuerdo a los varios estados de su porción en el mundo.
4. Tienen complacencia en esto, como lo que es apropiado y bueno
para ellos. los hombres tienen un tipo de complacencia en la obra de
la medicina, aunque les hiera la llaga. Así aquellas almas humildes
consideran su porción aflictiva como una medicina espiritual,
necesaria, apropiada, y buena para ellos; sí, lo mejor para ellos por
el momento, por cuanto es ministrado por su padre celestial. Así
buscan una santa complacencia en su porción baja y aflictiva. El
espíritu humilde extrae esta dulzura de la amargura de su porción,
considerando como el señor, por medio de esa aflictiva porción,
detiene la provisión para pasiones indómitas, para que puedan estar
famélicas; cómo él corta los canales, para que toda la corriente del
amor del alma pueda correr hacia sí; cómo él hace y mantiene la
carga del hombre y lo obstruye de confortes terrenales, para que
pueda correr más expedito en el camino hacia el cielo.
5. Reposan en ello, como de lo que no desean salir, hasta que dios
que los metió allí, vea apropiado sacarlos según su buena voluntad.
Aunque el tiempo para la liberación de un espíritu insubordinado
siempre esta presto, un alma humilde teme de ser quitado de su
porción aflictiva demasiado pronto. La porción no será movida para
que cambie ni un poco, hasta que el mover del cielo traiga el cambio
a ella. De modo que esto no impide la oración y el uso de medios
designados con la dependencia al señor para quitar la torcedura,
antes, exige fe, esperanza, paciencia, y resignación.
II. Consideraremos la generación del orgulloso: que tiene su
voluntad, y todo va según sus planes. Y en su carácter también
hay tres cosas a considerar:
Primero, hay aflicciones en su porción. Ellos también tienen sus
pruebas, asignadas por la providencia gobernante; cualquiera sea la
circunstancia en la que estén en el mundo, no pueden faltarle del todo
tales pruebas. Porque, considera,
1. La confusión y vanidad traída a la creación por el pecado del
hombre, ha hecho imposible pasar por el mundo sin que los hombres
se encuentren con aquello que los haga fruncir el ceño. El pecado ha
tornado el mundo de un paraíso a una espesura: no se puede pasar
a través de él sin ser arañado. Como mosquitos en el verano volarán
sobre aquellos que caminan en el exterior en una piadosa
indumentaria, tanto como sobre aquellos que andan en un atavió
sórdido; así las aflicciones en el mundo se encontrarán con el alto
tanto como con el bajo.
2. El orgulloso por su corazón se expone particularmente a
aflicciones. Un corazón orgulloso hace de algo en lo que un alma
humilde no encontraría ninguna molestia, una aflicción. Y hace de
una aflicción real, diez veces más pesada de lo que es para el
humilde. La generación de los orgullosos es semejante a insectos
que vuelan sobre objetos repletos de setos de espinas y ortigas para
posarse en ellos, mientras pasan por alto objetos de menor altura,
bajos e inofensivos; así ninguno está más expuesto a aflicciones que
ellos, aunque nadie sea tan inepto de soportarla como ellos; como
aparece en que,
En segundo lugar, el orgullo reina en su espíritu. sus espíritus nunca
fueron sometidos mediante una obra de exhaustiva humillación; ellos
permanecen en la altura en la que la corrupción de la naturaleza los
pone. Así ellos no pueden por ningún medio soportar el yugo que dios
ha puesto sobre ellos. El cuello esta hinchado de los malos humores
del orgullo y las pasiones; así, una vez que el yugo comienza a
tocarlo, no pueden tener, en adelante, ninguna tranquilidad.
Podemos ver el caso de esta generación orgullosa de la que
hablamos, expuesto en estas tres cosas:
1. ellos tienen una sobrevaloración de sí mismos; y por ello no se
inclinarán para llevar el yugo; esto los humillaría. ¡Qué hinchada
vanidad hay en esa conducta!, "¿quién es el señor para que
obedezca su voz?" (Éxo 5:2 KJV). Así una obra de humillación es
necesaria para hacer que alguien tome el yugo, sea de los preceptos
de Cristo o de la providencia. El primer error está en el entendimiento;
motivo por el cual Salomón frecuentemente llama al hombre malvado
un necio 69; por consiguiente también el primer golpe al orgullo se
69 Aunque necio en el presente tiene un sentido de obstinado, mucho menos que el de
insensatez, el sentido original, y el de la palabra usada en inglés, no significa obstinación, sino
insensatez, estupidez, en el sentido de alguien que obra contra su propio bienestar.
halla en la conversión, en la que se recibe la convicción que humilla
al hombre respecto a su propia dignidad. Los hombres son grandes
en su propio envanecimiento más de lo que son en realidad; por
tanto, dios, al adecuar las cosas a lo que en verdad somos, no nos
complacerá.
2. Ellos tienen una voluntad no mortificada rebelándose para que la
sobrevaloren, y no se humillen. La pregunta entre el cielo y nosotros
es ¿la voluntad de dios o la nuestra, cual debería prevalecer? Nuestra
voluntad es corrupta, la voluntad de dios es santa; estas no pueden
concordar ni en una sola cosa. Dios dice en su providencia que
nuestra voluntad debe ceder a la suya; pero esa voluntad no lo hará
hasta que el tendón de hierro en nosotros sea roto.
3. Tienen una multitud de pasiones insubordinadas tomando parte
con su voluntad. Ellas le dicen, "tú no te inclinaras". Y así la guerra
comienza, hay un campo de batalla interior y sin soldados.
Un Dios santo hiere la voluntad de las creaturas orgullosas mediante
su providencia, gobernando y disponiendo las cosas contrarias a su
inclinación; Algunas veces por su mano inmediata70, algunas veces
por la mano de los hombres, causando que las cosas sean contrarias
a sus planes, como en el caso de Acab, a quien Nabot negó su viña.
El corazón orgulloso, y la voluntad orgullosa, son incapaces de
someterse a la [torcedura]71, o a admitir el ser controlado; se rebela
contra ello, y lucha por el señorío, con toda la fuerza de las pasiones
no mortificadas. El designio o fin de esto, es lograr remover su
[aflicción]72, aun incluso la torcedura, y llevar las cosas a estar
conforme a sus propios planes. Esta es la causa de esta guerra in-
santa, en la cual:
(1.) Hay un grupo negro de pasiones [diabólicas]73 que marchan
hacia arriba, y atacan contra el cielo mismo, esto es, el descontento,
la impaciencia, la murmuración, la inquietud, y cosas semejantes. "La
insensatez del hombre pervierte su camino, y su corazón se irrita
contra el SEÑOR." (Prov. 19:3). Estas cosas enardecen a la bestia,

70 Aquí seguiría “como en el caso de Caín” pero esta expresión no tiene ninguna confirmación en la
escritura en relación al sentido en el que lo usa para este tratado.
71 Antes “Cruz”.
72 Antes “cruz”
73 Antes “infernales” esto porque creían la herejía de que el infierno era el reino del diablo y el tenia

poder para atormentar a las almas allí, siendo “infernal” un sinónimo de “diabólico”.
demudan el semblante, algunas veces hacen salir un torrente de
quejas indecentes y pasionales, y algunas otras veces de blasfemias.
(2.) Hay otro grupo que marcha hacia el frente, y ataca contra el o los
instrumentos de la aflicción, específicamente, la ira, la cólera, la furia,
la venganza, la amargura, &c. Estos sacan al hombre de la posesión
de sí mismo, llenan el corazón de un calor hirviente, la boca de
clamor, y de un habla malvada, a respirar amenazas, y algunas veces
pone a las manos a obrar, un acto más grave, como en el caso de
Acab contra Nabot.
Así el orgullo lleva a la guerra, pero a menudo pierde su tiempo, y la
aflicción permanece inmovible, sin importar todo lo que este puede
hacer; si, y algunas veces ellos mismos caen en la batalla, y esta
termina en su ruina. Pero ese no es el caso en el texto. ya que
debemos considerarlos,
En tercer lugar, como quienes consiguen su voluntad, y hacen todo
conforme a sus planes. Esto habla,
1. De una santa providencia cediendo a la voluntad no mortificada del
hombre, y dejándola andar según su propia inclinación. Dios ve
adecuado el dejar fallar la contienda con él, para que esta no
prevalezca para su bien. Así la rienda es puesta sobre el cuello del
hombre orgulloso, y llega a tener las cosas como las quería; "Efraín
es dado a ídolos, déjalo" (Ose 4:17).
2. Las pasiones permanecen en toda su fuerza y vigor. "No habían
quitado de sí su anhelo" (Salmo 78:30). Dios, en la ordenanza de su
pacto, algunas veces da a su pueblo su voluntad, y los pone donde
ellos quieren estar; pero entonces, en ese caso, el deseo por esa
cosa, es mortificado, y ellos se vuelven como niños destetados. Pero
aquí la pasión permanece rampante. El orgullo busca alimento
mediante esto y lo obtiene.
3. La [torcedura]74 removida, el yugo quitado. Ellos no piensan en
llevar su voluntad a conformarse a su porción; sino que, frustrados
con esta, luchan y pelean contra ella, hasta hacer que se conforme a
sus planes; así el día es suyo, la victoria esta de su lado.
4. El hombre se complace en llevarse su parte, igual que uno que
está dividiendo despojos.

74 Antes “Cruz”.
Así el caso de la afligida generación humilde, y la prospera
generación orgullosa, está expuesto. Ahora,
III. Confirmare la doctrina, o la respuesta del texto de que el caso
de los primeros es mejor que el de los últimos. Es mejor estar en
una condición baja y afligida, con el espíritu humillado y conformado
a la porción, que el ser de un espíritu alto y orgulloso, teniendo la
porción conforme a ese espíritu, y los asuntos andando conforme a
los planes de uno. Esto aparecerá en las siguientes consideraciones,
1. La humildad es por mucho preferible al orgullo, pues en ninguna
circunstancia, sea cual sea, el haberla preferida nos podrá
decepcionar. Deja que todas las aflicciones en el mundo acompañen
al espíritu humilde, y toda la prosperidad en el mundo acompañe al
orgulloso, la humildad seguirá siendo la mejor opción. Así como dios
en un muladar es más excelente que muchos líderes en un gabinete,
pues,
(1.) La humildad es parte de la imagen de dios. El orgullo es la pieza
maestra de la imagen del diablo. Miremos a Cristo quien fue la
expresa imagen de la persona de su padre, y lo veremos como el
humilde y manso de corazón. Ninguno más afligido, no obstante, con
su espíritu perfectamente conformado a su porción, "Angustiado él, y
afligido, no abrió su boca" (Isa. 53:7). Esta es una parte brillante de
la imagen divina; porque, aunque dios no puede estar tan bajo con
respecto de su estado y condición, sin embargo, él es de infinita
condescendencia. Ninguno soportó como el, ninguno sufrió
pacientemente tanta contradicción a su voluntad; Lo cual nos es
propuesto para nuestro ánimo en la aflicción, como esto brillaba en
Cristo. "Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores
contra sí mismo, para que no os canséis ni os desaniméis en vuestro
corazón." (Heb 12:3 KJV).
El orgullo, por otro lado, es la misma imagen del diablo. ¿En la altivez
de nuestros espíritus nos evaluamos a nosotros mismos? Satanás
rivaliza con la altura nuestra en ese respecto. Aunque él es el más
miserable, sin embargo, es el más orgulloso en toda la creación.
Entre su espíritu y su porción hay la más grande distancia; el primero
esta tan alto como lo está el trono de dios, el ultimo tan bajo como el
infierno. Así como es imposible que alguna vez su porción sea
elevada, para que sea conforme a su espíritu; así su espíritu nunca
será abajado para conformarse a su porción. Por tanto, estará
eternamente en un estado de guerra con su porción. Así, incluso en
este momento, él no tiene ningún reposo, sino que, aunque ande tras
él, y ciertamente busca reposo, no halla ninguno.
Ahora, ¿no es mejor ser como dios que como el diablo? ¿cómo aquel
que es la fuente de todo bien, que como aquel que es la fuente y pozo
de todo mal? ¿es posible que alguna cosa en cuanto a esto se eche
en la balanza, y torne la preferencia hacia el otro lado? "Mejor es
humillar el espíritu con los humildes".
(2.) La humildad y bajeza de espíritu nos cualifica para estar en una
amistosa comunión y relación con dios en cristo. El orgullo hace a
dios nuestro enemigo. Nuestra felicidad aquí y en el más allá
depende de nuestra amistosa relación con el cielo. Si no tenemos
eso, nada podrá reponer nuestra perdida. Si tenemos eso, nada
puede hacernos miserables. "Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros?" (Rom 8:31). Ahora, ¿quiénes son aquellos por quienes
dios esta sino los humildes y bajos? aquellos que estando en cristo
son hechos a su semejanza. Él los bendijo, y los declaro los
herederos de la corona de gloria: "Bienaventurados los pobres en
espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos." (Mat 5:3)75. Él los
considera, incluso si su condición es muy baja, mientras que a los
demás los pasa por alto. Él tiene respeto por ellos, aunque ellos sean
despreciados: "el SEÑOR es excelso, y atiende al humilde, más al
altivo conoce de lejos." (Sal 138:6). Él morará con ellos, aunque su
morada sea pobre. Él los exaltará ciertamente en el debido tiempo,
aunque yazcan bajos ahora.
¿Contra quién está? ¿A quién resiste? Al orgulloso. Él los maldice, y
esa maldición secará sus manos finalmente. El hombre orgulloso es
rival de dios; él hace de sí mismo su propio dios, y le gustaría que
quienes le rodean lo hicieran también su dios; él se enfurece, brama,
si ellos no se postran delante de él. Pero dios lo derribará.
Ahora, ¿es la mejor cualificación para la comunión con dios el tenerlo
ocupado contra nosotros en cualquier manera?

75Este texto debe ser entendido como correspondiéndose con la condición de miseria y sufrimiento,
que es el sentido estricto de la frase en el “pobres en espíritu” y no como sinónimo de humildad
directamente, ya que la frase del texto no hace referencia a es a cualidad, tanto como al estado subjetivo
de miseria por la persecución, y entonces solo así, se sigue que, si se sujetan a las persecuciones y
escogen sufrir, es en ese caso una manifestación de ser como quienes se describe en el discurso.
(3). La humildad es un deber que agrada a dios, el orgullo un pecado
que agrada al diablo. Dios nos exige el ser humildes, especialmente
bajo aflicción. "Revestíos de humildad" (1 Ped.5:5), esta es nuestra
prenda más apropiada. El humilde publicano fue aceptado, el
orgulloso fariseo rechazado. Podemos decir de la generación de los
orgullosos que "vino sobre ellos la ira hasta el extremo." (1
Tesa.2:16), ellos no agradan ni a dios ni a los hombres, sino solo a sí
mismos y a Satanás, a quien se asemejan en esto. Ahora el deber es
mejor que el pecado en cualquier manera.
2. Ellos, cuyos espíritus están humillados conforme a su dolorosa
porción, tienen mucha más quietud y reposo de mente, mientras que
el orgulloso, que tiene su porción conforme a sus planes, tiene mucha
inquietud, problemas y vejación. Considera aquí por un lado que,
dentro de esa quietud de mente, y calma, hay una gran bendición de
la que el consuelo de la vida en este siglo depende. Nada sin esto
puede hacer a la vida en el presente siglo feliz. Y donde esto es
mantenido nada puede hacerla miserable. Esto es tan seguro en dios
que es un desafío a todas las tribulaciones del mundo, como un niño
navegando en medio de olas vivas. El espíritu humillado conformado
a la porción, hace y mantiene esta tranquilidad interna. Todo nuestro
problema en nuestra porción en el mundo proviene del desacuerdo
de nuestra mente con ello; deja a la mente conformarse a la porción,
y todo el tumulto al instante se silencia; déjala mantenerse en esa
disposición, y el hombre permanecerá en paz en su aflicción, como
una roca inamovible en medio de aguas que la golpean76.
Por otra parte, considera qué inquietud de mente sufre el orgulloso
antes que pueda tener su porción conformada a sus planes77.
"Codiciáis, y no tenéis; matáis y deseáis tener, y no podéis alcanzar;
combatís y guerreáis, pero no tenéis" (Jacobo 4:2). ¡Qué flechas de
dolor atraviesan su corazón! ¡qué tortura de ansiedad, inquietud y
vejación debe sufrir! ¡qué pasiones tan contrarias luchan dentro de
ellos! y ¡qué pasión amarga le hace sentir! ¡qué intranquilo estaba
Aman debido a que podía realizar su venganza contra Mardoqueo al
obtener el decreto del rey! 78

76 Aquí insertaría luego Col 3:15, pero la paz de la que habla el texto allí es la opuesta a la
contención, no a la paz de mente en la aflicción.
77 Insertaría luego la frase de Jer 9:5 “se afanan por cometer iniquidad” pero esto está lejos de

estar en el sentido del discurso, en cambio habla de la insistencia en pecar.


78 Aman como los orgullosos, resistió sus providencias, si, cuando estas eran justas como el

caso de Mardoqueo, y esas victorias sobre dios le hacían impaciente e intranquilo ante la
El que tengamos las cosas conformadas a nuestra voluntad no
evitará el costo. El disfrute de ello no traerá tanta satisfacción y placer
como la falta de ello dolor. Esto fue evidente en el caso de Raquel,
en la obtención de un hijo. Hay una mosca muerta en el ungüento
que estropea el aroma que esperamos encontrar en él. La fruta que
se arranca del árbol de la providencia antes de que este madura,
pronto hará que nos neguemos comerla79.
Ellos no tienen sino una incierta posesión de ello; no dura mucho
tiempo con ellos, o les es quitada muy pronto, y se encuentran de
nuevo justo donde estaban antes. "Te di rey en mi furor, y te lo quité
en mi ira." (Ose 13:11). Debido a que tiene una raíz de orgullo, la
cosa prontamente marchita; o sino son ellos quitados de ella, ellos no
tienen ninguna manera de disfrutarla. Así Aman obtuvo el decreto;
pero antes de que el día de la ejecución llegará, él partió.
3. Aquellos que tienen su espíritu humillado conforme a su aflictiva
porción, obtienen una parte más valiosa que aquellos que tienen en
su orgullo forzada su porción para que se conforme a su voluntad.
"Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea
de su espíritu, que el que toma una ciudad." (Pro 16:32). Esto
aparecerá si consideras,
(1.) Que lo último (el orgullo) hace solo una mejora de la condición en
cosas externas, lo primero hace a un hombre [piadoso]80. La vida es
más que la comida. El hombre mismo es más valioso que todas las
conveniencias externas que lo asisten. Por tanto, lo que mejora al
hombre es preferible a lo que solo mejora su condición. ¿Quién
puede dudar que, donde hay dos enfermos, y el uno obtiene el ser
trasportado de una cama incomoda a una buena, pero todavía la
enfermedad permanece en él; y el otro, aunque sigue en la cama
incomoda, la enfermedad es removida de él; el caso del último es
más preferible? así aquí, &c.
(2.) La sujeción de nuestras propias pasiones es más excelente que
tener el mundo entero sujeto a nuestra voluntad: porque por ello
somos señores de nosotros mismos. Mientras que, en el otro caso,
seguimos siendo esclavos de los peores señores. En el primer caso

soberanía divina, su propia victoria le atormentaba, no le dejaba resignarse ante aquello a lo que no debía
oponerse, y, por consiguiente, esas oposiciones lo vejaban.
79 Luego insertaría una frase, pero incompleta “Esto es probado en como el maná se mantuvo durante la

noche.” Al carecer de contexto no se entiende.


80 Antes una expresión que podría entenderse moralistamente “Better man”.
estamos a salvo, sople como sople la tormenta; en el otro estamos
expuestos a miles de peligros. "Como ciudad derribada y sin muro es
el hombre cuyo espíritu no tiene rienda." (Pro 25:28).
(3.) Cuando ambos vayan a ser juzgados, aparecerá que el uno tenía
multiplicada la cuenta de sus buenas obras, al haber conformado su
espíritu a su porción; los otros la cuenta de sus malas obras, al
conformar su porción a sus espíritus. Tenemos una labor que hacer,
ante un dios omnisciente, ante cuyos ojos cada acción interna es una
obra buena o mala, las cuales serán contadas.
Una porción aflictiva es dolorosa, pero cuando es bien manejada es
muy fructífera; ejercita las gracias del espíritu de un [piadoso], que de
otra manera yacerían dormidas. Y nunca habrá un acto de
resignación a la voluntad de dios bajo [la aflicción], ni un acto de
confianza en él para auxilio, sino aquel que será grabado en los
registros del cielo como buenas obras. Y estos son ocasionados por
la aflicción.
En el otro lado, nunca habrá un levantamiento de un orgulloso
corazón contra la porción, ni un momento de prueba traído a nuestra
mente en el que carezcamos de fe, sea que tenga éxito o no nuestra
oposición hacia ello, sino aquel que cuente como una obra malvada
delante de dios. ¡Cómo entonces será la cuenta de tales multiplicada
por la manera en la que los despojos fueron repartidos!
USOS
Uso 1. De información. De aquí podemos aprender,
1. no es siempre lo mejor para los hombres el tener su voluntad. Hay
muchos quienes no pueden agradarse con la voluntad de dios acerca
de ellos, y que obtienen su propia voluntad con una venganza, "Israel
no me quiso a mí. Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
Caminaron en sus propios consejos." (Sal 88:11-12). Esto puede ser
más placentero y agradable por el momento, pero no es más seguro.
Entonces, que las personas no se jacten de llevar las cosas de esa
manera como por mano fuerte; no triunfarán en semejante victoria: el
ajuste de cuentas será abierto ante sus ojos.
2. La parte dolorosa por la que la porción se mantiene baja, esta tan
lejos de ser una perdida que es una ganancia; por cuenta de esto: si
su espíritu es hecho humilde por ella. Y si mira las cosas a la luz de
la inerrante palabra de dios, estas en un mejor caso que si tuvieras
todo yendo según tu parecer. En el primer sendero las vasijas de ira
son preparadas para destrucción. En el otro, las vasijas de
misericordia son preparadas para gloria, y así Dios disciplina a los
suyos.
3. Es mejor rendirnos a la providencia que pelear contra ella, aunque
pudiéramos ganar. Rendirnos a las disposiciones soberanas es tanto
nuestro apropiado deber como nuestro más grande interés. Tomando
este camino actuemos de la forma más honorable; ¿Porque, qué
honra puede haber en el disputar de motivos de la creatura con su
creador? y actuamos más sabiamente; porque, aunque puedan tener
éxito algunas batallas en ese caso, podemos estar seguros de que la
victoria será del lado del cielo en la guerra, "no por la fuerza ha de
prevalecer el hombre" (1 Sam 2:9 LBLA).
4. Es de mucha más afectación para nosotros el tener nuestros
espíritus hechos humildes, que tener nuestra condición externa
levantada. ¿Pero quién cree esto? todos los hombres combaten para
elevar su condición externa; la mayoría de los hombres no se
preocupan por tener sus espíritus humildes, y pocos hay quienes se
entregan a sí mismos a esto para conseguirlo. ¿Y qué es eso sino
estar preocupados con ministrar agua a los enfermos de sed, y no
importarse de buscar una cura para ellos, por la cual su sed pueda al
fin terminarse?
Uso 2. De exhortación. Tanto como te encuentras con [aflicciones]81
en tu porción en el mundo, desea más tener tu espíritu humilde y
abajado antes que tener tu [aflicción]82 removida. Quiero decir, no
que tu no puedas hacer uso licito de todos los medios para la
remoción de tu aflicción, en dependencia de dios; sino solo que tú
debes estar más preocupado con tener tu espíritu humillado y
conformado a tu porción, que con tener la torcedura en tu porcion
enderezada.
Motivo 1. Es por mucho, más necesario para nosotros tener nuestros
espíritus humildes bajo la [aflicción]83 que el tener la aflicción
removida. La remoción de la aflicción es necesaria solo para el alivio
de la carne, la humildad para el provecho de nuestras almas, para
purificarlas, y traerlas a un estado de salud y sanidad.

81 Antes “crosses”.
82 Antes “Cross”.
83 Antes “Cross”.
2. La humildad de espíritu tendrá un poderoso buen efecto sobre una
porción dolorosa, pero la remoción de la aflicción no tendrá ningún
efecto sobre un espíritu no humilde. La humildad aligerará la aflicción
poderosamente mientras dure, y en el tiempo debido la llevará a su
final de manera [piadosa]84. Pero la remoción de la torcedura no es
un medio para hacer humilde al no humilde; aunque pueda prevenir
la irritación, sin embargo, la enfermedad permanece.
3. Piensa con respecto a ti mismo cuán peligroso y sin remedio es un
caso que tiene la aflicción removida antes de que el espíritu este
humillado; esto es desechar y bloquear para nosotros los medios
para la cura mientras el poder de la enfermedad aún está intacto; el
quitar las pruebas antes de que hayamos dado alguna buena
evidencia de nosotros mismos, es declarar nuestra medicina como
sin esperanza.
Uso 3. Para dirección. Cree el evangelio, toma a dios como tu dios
en Cristo para tu salvación eterna, y entonces habita mucho en los
pensamientos de la grandeza y santidad de dios, y de tu propia
pecaminosidad; de esta manera andarás humilde bajo la poderosa
mano de dios; y a su debido tiempo él te exaltará.

84La frase original incluye “cleanly off” en lugar de “piadoso”, para dar a entender sin pecado, pero la
expresión es muy insólenme e inapropiada para este contexto.
La inclinación del corazón de algunos, en circunstancias
humillantes, debe ser hacia una adecuada humillación de
espíritu, en la misma medida en que la poderosa mano de dios
pese sobre nosotros mediante tales circunstancias.
"Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os
exalte en el tiempo debido" 1 Pedro 5:6 (Traducción del autor)
En la parte precedente a este capítulo, el apóstol presenta los
deberes de los oficiales de la iglesia hacia los hermanos; y entonces
los deberes de los hermanos, ambos hacia sus oficiales y entre ellos,
lo cual resume, en una palabra, sumisión. Por cuyos motivos él
recomienda la humildad como el gran medio para mover a todos a
sus respectivos deberes. Esto es insistido con un argumento tomado
de los diferentes tratos que el señor da al orgulloso y al humilde: su
oposición a uno, y la muestra de favor al otro. Nuestro texto es una
exhortación extraída de esa consideración, y en el tenemos,
1ro. El deber que debemos estudiar: "Humillaos, pues, bajo la
poderosa mano de Dios, para que él os exalte en el tiempo debido" y
en esto podemos notar,
(1.) El estado de aquellos a quienes esto es propuesto, aquellos que
están bajo la poderosa mano de dios, a quienes su mano ha
humillado y abajado con respecto a sus circunstancias en el mundo.
Y mediante esto, quiere decir85, no solo que los tales están bajo una
particular señal de aflicciones, lo cual es la porción de algunos, sino
también aquellos quienes, por la providencia de dios, poseen algún
tipo de parte baja en su porción, lo cual es parte de la porción de
todos. Todos estando en un estado de sumisión o dependencia a
otros, Dios ha hecho esta vida un estado de prueba; y por esa causa,
él mediante su mano poderosa, ha sujetado a los hombres unos a
otros, como las esposas, hijos, y siervos, a los esposos, padres y
amos; y estos de nuevo a sus superiores; entre quienes, de nuevo,
incluso el más grande depende de aquellos bajo él, como los
magistrados y ministros sobre el pueblo, incluso el magistrado
supremo. Este estado del mundo, [la probación de un corazón
pecador con respecto a su aceptación de su posición en la sociedad,

85Las palabras están precedidas de la frase “yo creo…” las cuales insertan su afirmación de que esta es
su propia opinión. Esto es algo común entre estos hombres, lo cual es inadecu ado, si algo no está en las
escrituras y resulta de nuestra propia opinión, es pecaminoso que sea afirmado como proviniendo de
dios.
impuesta por la providencia mediante la permisión del dominio injusto
de otros, cuando nuestra sujeción no es adecuada, no en sí misma,
sino en relación a los demás]86; dios lo ha hecho para la prueba de
los hombres en sus diferentes posiciones y dependencia de otros; y,
por tanto, cuando el tiempo de la prueba se acabe, esto terminará.
"Luego el fin...cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y
potencia." (1 Cor. 15:24). Mientras tanto, mientras esto termina, hace
que la humildad sea necesaria para todos, para estimularnos al deber
que se les requiere para con sus superiores, a quienes la poderosa
mano de dios los ha sujetado.
(2.) El deber mismo, a saber, la humillación de nuestros espíritus bajo
las humildes circunstancias en las que el señor nos ha colocado.
"Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os
exalte en el tiempo debido". Sea que estemos bajo aflicciones
particulares, que nos han derribado de la altura en la que alguna vez
estuvimos, o si somos solo inferiores en una o más relaciones, o si,
que es lo más común, ambas de estas son nuestro caso, debemos
en esto mirar a la poderosa mano de dios, como la que nos ha puesto
allí, y como la que está sobre nosotros allí, manteniéndonos
humillados en ello; y así, con un temeroso reconocimiento de ella,
inclinarnos bajo suyo, en el temperamento y disposición de nuestros
espíritus, adecuando nuestros espíritus a nuestra porción, y cuidando
de realizar los deberes de nuestra baja esfera.
(3.) Una fuente particular para este deber: por lo dicho anteriormente,
debemos considerar, que aquellos quienes no pueden mantenerse
quietos en la posición asignada para ellos por dios en sus aflicciones
o relaciones, sino que presionan hacia arriba contra la poderosa
mano que esta sobre ellos, esa poderosa mano los resistirá,
arrojándolos, y a menudo más bajo de lo que antes estaban; visto
que ella nos trata con gracia y favor para moderarnos bajo ella, para

86 Por si sola la afirmación es un error y una herejía terrible, además que el mismo no sabe si el texto
enseña eso, “yo creo que…”, porque no deja claro, y parece antes todo lo que será afirmado, sea por
explicita aprobación del hermano o por descuido en su manera, tras considerar el tratado, que cree que
el estado presente del mundo de sujeciones mutuas surgió como una probac ión originalmente, pero en
realidad ello pertenece a nuestra constitución natural como hombres. Si esta verdad no es entendida
parcialmente, y no se nos deja bajo un contexto donde solo se entiende la idea de probación en un
contexto donde esta sujeción es a veces inadecuada, e impuesta arbitrariamente por los hombres, y la
providencia dado permisión a estos como autores, entonces se entendería como si la creación original
carecería de la organización del mundo presente en un sentido absoluto. Este estado de las cosas no
surgió por el pecado o fue impuesto positivamente, la probación viene del uso que la providencia hace
de esas cosas, al permitir su corrupción e inadecuación a muchas de las partes implicadas.
un aquietado desempeño de nuestros deberes en nuestra situación;
así, viendo esto, debemos disponernos a la humildad.
2do lugar. El infalible resultado de este curso: que él pueda
exaltarte en el tiempo debido. La partícula "que" no es siempre para
ser entendida "finalmente", como denotando el fin o designio que el
agente se ha propuesto, sino, a veces, solo eventualmente, como
denotando el evento o resultado de la acción. Así es aquí, el
significado no es, humillaos a vosotros mismos con el fin de que él
pueda exaltarte; sino, humillaos y ello resultará en Su87 exaltación de
ti.
(1.) Aquí se asegura una consecuencia feliz de humillar el espíritu, y
esta es, exaltación o levantamiento en lo alto, por el poder de dios,
que él pueda exaltarte. La exaltación seguramente seguirá a la
humillación de espíritu, adecuada para una porción baja, como la
mañana sigue a la noche, o el sol se levanta después de la
madrugada, y estas palabras son apropiadas para eliminar las
objeciones que el mundo y nuestros corazones corruptos son
propensos a hacer contra el humillar nuestros espíritus para
adecuarse a una porción baja.
Objec. 1. “Si dejamos que nuestros espíritus se humillen,
yaceremos siempre a los pies de la gente, y ellos nos hollarán”.
Res. No; el orgullo de espíritu insubordinado llevará a los hombres a
estar a los pies de otros para siempre, pero la humildad de espíritu
los traerá sin lugar a dudas, lejos de estar bajo sus pies. Aquellos que
se humillan a sí mismos ahora, serán exaltados para siempre; serán
llevados lejos de sus bajas circunstancias y situación. Arrójate a
abajo, hasta el grado de tu porción baja, y te asegurarás de que no
permanezcas allí.
Objec. 2. “Si no nos levantamos nadie nos levantará, y, por tanto,
debemos mirar por nosotros mismos para hacernos bien”.
Res. Esto es un error. Humillaos a vosotros mismos con respecto a
vuestros espíritus, y dios os levantará con respecto a vuestra porción
o condición baja; y aquellos que tienen a dios ocupado en levantarlos
no tienen ninguna razón para decir que no tienen a nadie haciéndolo
por ellos. La humillación del espíritu es nuestro deber, el levantarnos
es la labor de dios; no perdamos el privilegio de ser levantados por
87 Indica que es dios quien lo hace “su” esto es dios.
dios, al arrogarnos esa labor a nosotros mismos, quitándola de su
mano.
Objec. 3. “Pero seguramente jamás seremos exaltados si
dejamos que nuestros espíritus se humillen”.
Res. Esto es un error también, dios no solo levanta a los humildes,
sino que él los eleva en lo alto; pues esto es lo que la palabra
significa. Ellos estarán tan alto al final como estaban de bajo al
principio, incluso si estuvieron demasiado bajo; no, aún más, la
exaltación tendrá la misma proporción de la humillación.
(2.) Aquí está la fecha de ese feliz evento, de cuando ello empezara.
“En el tiempo debido”88 o en su temporada, la apropiada temporada
para ello, "porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos." (Gal
6:9). Somos propensos a cansarnos en la humillación, en las
circunstancias probatorias, y de inmediato queremos levantar nuestra
cabeza89. Pero hay un tiempo para la exaltación de los que se
humillan a sí mismos; dios lo ha establecido, y es "el tiempo debido"
el momento para el cual fue establecido, el tiempo cuando ello será
mejor, incluso será como la siembra en la primavera, y la cosecha en
el tiempo de la siega. Cuando ese tiempo llegue, tu exaltación no será
aplazada más, y ciertamente vendrá muy pronto, ¿debería llegar tu
exaltación antes de ese tiempo?
Doctrina I. La inclinación del corazón de algunos, en
circunstancias humillantes, debe ser hacia una adecuada
humillación de espíritu, en la misma medida en la poderosa
mano de dios pese sobre nosotros en esas circunstancias.
Consideremos,
I. Que cosas son supuestas en esto. Ello supone que:
1. Dios lleva a los hombres a circunstancias humillantes. "Y todos los
árboles del campo sabrán que yo soy el SEÑOR; humillo al árbol
elevado" (Ezeq.17:24). Hay una raíz de orgullo en los corazones de
todos los hombres sobre la tierra, que debe ser mortificada antes de
que ellos puedan estar aptos para el cielo: y, por tanto, ningún
hombre puede carecer de esto. En este tiempo de prueba, algunas

88 en la traducción KJV, probablemente la usada por el hermano Boston, o las más cercana a ella, la frase
"cuando fuere tiempo" esta "en su debido tiempo",
89 Luego añadiría: “Pero salomón observa que hay un tiempo para todo, para cuando ello es mejor, y el

sabio esperara para ello”..


cosas darán prueba de si el hombre puede abajarse o no. Y dios los
trae a circunstancias humillantes por ese mismo fin. "Te ha traído
Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para
probarte, para saber lo que había en tu corazón". (Deut 8:2).
2. Estas circunstancias tienen por efecto el convertirse en una
presión como de un peso sobre el corazón y tienden a llevarlo hacia
abajo. "Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones" (Sal 107:12).
Ellas golpean la fibra del corazón, y mortifican la inclinación natural:
en donde una prueba se levanta, sea cual sea, donde dios ponga su
poderosa mano, el hombre puede elegir someterse a estar bajo ella
o no; y, por consiguiente, mostrar si es apto para el cielo o no.
3. El corazón es naturalmente propenso a levantarse contra estas
humildes circunstancias, y por consiguiente contra la poderosa mano
de dios que las trae y mantiene. El hombre naturalmente está
inclinado a usar su fuerza para librarse del peso, con el fin de poder
tener elevada su cabeza, buscando más el complacerse a sí mismo
que el complacer a su dios. "Gritan a causa del brazo de los
poderosos. Pero ninguno dice: '¿Dónde está Dios mi Hacedor?” (Job
35:9-10 LBLA). Esta es la primera puerta que el corazón cierra en
circunstancias humillantes, y de esta manera el espíritu
insubordinado es mantenido.
4. Pero lo que dios requiere es laborar para humillar el corazón más
que el levantar la cabeza. Aquí yace la prueba de la adecuación de
alguien para el cielo; Solo entonces puede considerarse alguien que
está en el camino hacia el cielo: cuando está más preocupado con
humillar su corazón que con levantar su cabeza, con andar
quietamente bajo su carga que con removerla, con humillarse bajo la
poderosa mano de dios que con quitarla.
5. Debe haber un reconocimiento de la mano de dios en
circunstancias humillantes. "Oíd la vara, y a quien la establece." (Miq
6:9 KJV). Hay una vileza de espíritu, por la cual algunos se someten
a la voluntad de los demás ante tratamientos ásperos, meramente
para complacerlos, sin reconocer la autoridad o el mandato de dios.
Esto es verdadera abyección90 de espíritu, por la cual alguien yace
quieto con el fin de ser pisoteado por un compañero gusano, con su
peso imaginario; Ninguno más dispuesto a caer en esto como el

90 Lo mismo que vileza, degradación, o mezquindad.


orgulloso, en esos momentos en que ello sirve a su propia ventaja.
Estos son complacedores de hombres.
II. Cuáles son esas humildes circunstancias a las que la
poderosa mano de dios lleva a los hombres. Suponiéndose aquí
lo que fue enseñado antes concerniente a que la torcedura en la
porción es la obra de dios, estas son circunstancias:
1. De imperfección. Dios ha puesto a todos los hombres en tales
circunstancias que siempre se hallan bajo una variedad de carencias
e imperfecciones. No podemos mirar a ningún lugar donde no
estemos acosados con ellas. Hay un montón de imperfecciones
naturales y morales con respecto a nosotros. Nuestros cuerpos y
almas, en todas sus facultades, están en un estado de imperfección.
El orgullo de toda gloria está manchado; y es una vergüenza para
nosotros el no ser humildes bajo tales carencias que nos asisten. Es
como un mendigo que se pavonea en sus harapos.
2. De inferioridad en relaciones, por lo que algunos son puestos en
posiciones bajas en relaciones y sociedad, y son hechos
dependientes de otros. Dios a cada hombre lo ha sujetado a otros
poniéndolos por encima de ellos, para prueba de su sumisión a Él,
descubrir qué consideración rendimos a su autoridad y
mandamientos en sus delegados. Dominio o superioridad es una
parte de la imagen divina que brilla en ellos. Y, por tanto, la reverencia
a esta autoridad, la cual consiste en un temeroso reconocimiento de
ese rayo de la imagen divina que brilla en ella, se requiere
necesariamente. Lo mismo se mantiene con respecto a todas las
demás relaciones y superioridades, es decir, que ellos están allí en
lugar de dios para sus relativos, y aunque las partes sean indignas
en sí mismas, ello no hace que se pierda la obligación debida a ellas.
La razón se debe a que no es su cualidad sino su carácter lo que es
el fundamento de ese deber de reverencia y sujeción; y la prueba que
dios toma de nosotros en ese asunto no recae sobre lo primero, sino
sobre lo último.
Ahora, Dios habiéndonos puesto en estas circunstancias de
inferioridad, toda obstinación, en todas las cosas no contrarias al
mandato de dios, es un levantamiento contra su poderosa mano,
porque ella está sobre nosotros mediatamente para ese fin, aunque
sea la mano de un hombre la que esta inmediatamente sobre
nosotros.
3. De contradicción, tendiendo directamente a frustrarnos de nuestra
voluntad. Esto fue una parte del estado de humillación de nuestro
señor, y el apóstol declara que será una parte de la nuestra también.
Hay una perfecta armonía en el cielo, nadie contradice a otro allí;
pues están en su estado de [gloria]91. pero aquí nosotros nos
hallamos en nuestro estado de prueba y humillación, y por tanto no
puede faltar contradicción, aun y cuando estemos en una posición
muy alta.
Sean estas contradicciones justas o injustas, dios prueba a los
hombres con ellas para humillarlos, para apartarlos de su adicción a
su propia voluntad, y enseñarles resignación y abnegación. Ellos
están en su propia humillación natural, y lo mismo que es para
nosotros domar un caballo o un toro, lo es esto. Hay92 muchos casos
en los que no podremos ver ninguna otra causa para esta
contradicción, sino al recurrir a esto, el uso que dios tiene para ello.
4. De aflicción. La prosperidad hincha a los pecadores de orgullo;
porque es muy difícil mantener un espíritu humilde con una porción
alta y prospera. Pero dios, mediante aflicción, llama a los hombres a
bajarse de su altives para sentarse en el polvo, a arrancarse sus
plumas brillantes en la que se enorgullecían, a limpiarse la pintura y
el barniz del exterior de la creatura, y por lo que ahora aparece más
en su deformidad natural. Hay varios tipos de aflicción, algunas más,
y otras menos humillantes, pero todas ellas son humillantes.
Por eso, no humillar el espíritu bajo la aflicción, cuando dios esta
derribándonos y manteniéndonos bajos, es intentar ser altivos; y no
puede acontecer otra cosa, si continuamos obrando de este modo,
sino que provoquemos al señor a quebrantarnos en pedazos. Porque
la aflictiva mano de dios es poderosa.
5. De pecado, como el castigo del pecado. Podemos aludir a esto.
Todos los pecados en el mundo son un castigo del primer pecado de
Adán. El hombre se arrojó en el fango en el primero, y ahora él ha
sido justamente dejado para revolcarse en él. Los hombres
voluntariamente dieron un paso en falso, y por esa causa, justamente
han sido dejados a dar otro peor; y el pecado cuelga de todos, incluso
91 Antes “retribución y exaltación”. Entendiéndose que aquí se habla del cielo del estado de separación,
esto no es verdadero, aunque las almas están exaltadas en una vida perfecta, no han sido retribuidas
perfectamente, eso se ha postergado para el día del juicio.
92 La frase iniciaría con un “yo creo”, pero esto es herético, la enseñar la palabra de dios dar nuestras

opiniones es una blasfemia.


del mejor. Y esto es ordenado por dios para nuestra humillación, para
que podamos ser avergonzados, y nunca más abramos nuestra
boca. Por eso, el no ser humildes bajo nuestra pecaminosidad es
levantarnos contra la poderosa mano de dios, y justificar todos
nuestros pecaminosos apartamientos de ella, es perder todo sentido
de deber, y vaciarnos de vergüenza.
Pregunta: “¿No es el retraso la negación del cielo a nuestras
oraciones?”
Res. El retraso no es la negación de la petición en la corte del cielo,
sino la prueba de la fe y la paciencia del peticionario. Y cuya voluntad
perseverante ciertamente al final hará que se apresure Su respuesta.
"¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día
y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará
justicia." (Lucas 18:7-8). Algunas veces incluso la gente crece en
irritación con respecto a la torcedura en la porción, y abandonan sus
oraciones, en un curso de desánimo, mientras todavía la torcedura
continúa inquietándolos; pero, si dios quiere enderezarla en
misericordia, los obligará a retomar la oración otra vez. "Aún seré
solicitado por la casa de Israel, para hacerles esto", &c., (Ezequiel
36:37). Si la remoción de la torcedura viniera cuando la oración es
abandonada, habría poco consuelo de ello. Aunque nunca fuera
removida mientras vivamos, eso no debe impedir nuestra aplicación
a dios por su remoción; porque en nuestra oración habrá muchas
cosas que serán respondidas hasta que lleguemos al otro mundo, y
entonces allí [nuestra felicidad estará completa]93.
III. Qué es humillarnos a nosotros mismos en circunstancias
humildes bajo la poderosa mano de dios. Esta es la gran cosa a
la que debemos apuntar en nuestras circunstancias humildes. Y
podemos considerar en estas ocho cosas:
1. Notando la poderosa mano de dios, como la empleada en hacer
ocurrir todo lo que concierne a nosotros, sea en manera de eficacia
o permisión. “Y el rey respondió: Jehová le ha dicho que maldiga a
David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así?" (2 Sam 16:10).

93Antes “todas (nuestras oraciones) habrán sido respondidas de una vez.” Esto no es así, dios realmente
puede no contestar y ser simplemente justo. Esto supone que es imposible que dios no responda. Y
también supone grandes errores, muchas oraciones en las escrituras son muy específicas y particulares,
como el deseo de Ana por Samuel, y no puede afirmarse que, de no haber sido respondida entonces,
habría sido respondida después, pues, aunque el deseo en general era el de bienestar, es cierto que esto
era en ese momento específicamente mediante un hijo.
Él es la fuente de toda perfección, pero debemos trazar nuestras
imperfecciones hasta su soberana voluntad. ¡Es así! Él ha puesto a
cada uno en sus relaciones mediante su providencia; sin él no nos
hallaríamos con tales contradicciones; porque, "Como los
repartimientos de las aguas, Así está el corazón del rey en la mano
de Jehová; A todo lo que quiere lo inclina", (Prov. 21:1). El envía
aflicciones, y castiga con justicia un pecado con otro.
2. Un sentido de nuestra propia indignidad y de nuestra propia nada,
ante él. Al considerar la infinita majestad de la poderosa mano que
trata con nosotros, debemos decir con Abraham, "He aquí, yo no soy
sino polvo y cenizas" (Gen 18:27 Traducción del autor); Y decir amen
a la oración: "toda carne es hierba" (Isa 40:6) &c. El sostener altos
pensamientos de nuestra propia excelencia bajo el peso de la
poderosa mano de dios, es lo mismo que hinchar el corazón en
orgullo, provocándolo a levantarse contra ella. Pero la humillación
que es requerida, no es nada más que dejar que todos los
pensamientos de nosotros mismos de esa clase, caigan ante la vista
de su gloria.
3. Un sentido de nuestra propia culpa e inmundicia. La poderosa
mano no nos empuja hacia abajo sino como pecadores; es
conveniente entonces que bajo ella veamos nuestra pecaminosidad,
nuestra culpa, por la que apareceremos como criminales a los cuales
justamente se les hace sufrir; Nuestra inmundicia es con lo cual
podemos ser llevados a aborrecernos a nosotros mismos. Y entonces
no pensaremos nada sobre nosotros más bajo y vil que lo que
justamente merecemos. Es pasar por alto nuestra pecaminosidad lo
que permite que el orgullo del corazón se hinche.
4. Una silenciosa sumisión bajo la poderosa mano de dios. Su
soberanía demanda esto de nosotros. "Más antes, oh hombre,
¿quién eres tú, para que alterques con Dios?" (Rom 9:20). Y nada
sino un insumiso orgullo de espíritu puede permitirnos responder
contra bajo su soberana mano. Una vista de su soberanía humilló e
impresionó al salmista hasta la sumisión, con un profundo silencio:
"Enmudecí, no abrí mi boca, Porque tú lo hiciste." (Sal 39:9). "El
SEÑOR dio y el SEÑOR quitó; bendito sea el nombre del SEÑOR."
(Job 1:21). "¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca. Una
vez hablé, mas no responderé; Aun dos veces, mas no volveré a
hablar." (Job 40:4-5).
5. Aumentar sus misericordias hacia nosotros en medio de todos sus
procederes en nuestra contra. ¿Nos ha puesto él en lo bajo? si
debidamente hemos sido humildes, debemos maravillarnos de que
no nos haga yacer aún más bajo. Pues, por más bajo que los
humildes yazcan, verán que aun así no están tan bajo como sus
pecados merecen.
6. Una admiración santa y silenciososa hacia los caminos y consejos
de dios, como siendo para nosotros inescrutables. El orgulloso de
corazón piensa que nada es demasiado alto para el hombre, y por
ello condena ante su tribunal a los procederes divinos, pretende ver
a través de ellos, los censura libremente, y condena; pero la humildad
de espíritu dispone al hombre a pensar con asombro y honra de
aquellos misterios de la providencia que no son aptos de que
miremos a través de ellos.
7. Olvidar y hacer a un lado, delante del señor, toda nuestra dignidad,
en la que excedemos a otros. El orgullo se alimenta de la excelencia
y dignidad personal del hombre, real o imaginaria, y, esta tan
acostumbrado a practicarlo delante de los demás, que no puede
olvidarlo delante de dios. "Dios, te doy gracias porque no soy como
los otros hombres" (Lucas 18:11). Pero la humildad de espíritu hace
que todo esto sea vanidad ante el hombre, lo hace sombra delante
del brillante sol, y hace al hombre ante sus propios ojos, más bajo
que todos los demás. "Ciertamente soy más bruto que cualquier
hombre, y no tengo entendimiento de hombre." (Pro. 30:2 KJV).
8. Una sumisión voluntaria a los oficios más humildes, requeridos en
nuestras circunstancias, o, apropiados a ellas. El orgulloso en cada
aspecto encuentra algo que es demasiado bajo para que el hombre
condescienda, y se incline, midiéndolo por su propio parecer y
voluntad, y no por las circunstancias en las que dios le ha puesto.
Pero la humildad mide por las circunstancias en las que uno esta, y
fácilmente se rinde a lo que ellas requieren de él. En lo que concierne
a nuestro salvador, él nos da un ejemplo que debemos imitar:
"hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte" (Flp. 2:8). "Pues si yo, el Señor y el
Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros
los pies los unos a los otros." (Juan 13:14).
USOS
De exhortación.
1. Entonces, deja que la inclinación de tu corazón en todas tus
circunstancias humillantes sea hacia la humildad de tu espíritu
bajo la poderosa mano de dios. Esto consiste en dos cosas:
1. Observa cuidadosamente todas tus circunstancias humillantes, y
no pases por alto ninguna de ellas. Observa tus imperfecciones;
inferioridad en relaciones; contradicciones con las que te encuentras;
tus aflicciones; incertidumbre de todas las cosas acerca de ti; y tu
pecaminosidad. Mira en ellas el fin por el que fueron designadas, y
considera los pasos de la conducta de la providencia hacia ti en
estas, para que puedas conocerte a ti mismo, y puedas dejar de ser
un extraño en casa, ciego de tu propio estado y caso real.
2. Observa lo que estas circunstancias requieren de ti, lo que es
adecuado que hagas en ellas; dispón tus esfuerzos hacia esto, lleva
tu espíritu a ese temperamento de humildad, para que, así como tu
porción es realmente baja en todos estos respectos, tu espíritu pueda
ser bajo también, como bajo la poderosa mano de dios. Deja que esto
sea tu gran objetivo durante toda tu vida, y en lo que cada día te
ejercites.
Motivo 1. Dios esta ciertamente obrando para hacer humilde a todos
y cada uno de nosotros. Sin importar que tan alto este alzado alguien
en este mundo, la providencia le ha puesto ciertos distintivos sobre
ellos para humillarlos, sea que los noten o no. Ahora, es nuestro
deber el conformarnos a los designios de la providencia, que
mientras dios este humillándonos nosotros podamos humillarnos a
nosotros mismos, y así no recibamos estas dispensaciones
humillantes en vano.
2. La humillación de nuestro espíritu no tendrá efecto sin nuestra
propia agencia en ello: mientras dios está obrando esto en nosotros
de esa manera, nosotros debemos obrar junto a él; porque él obra
sobre nosotros como agentes racionales, quienes, al ser movidos, se
mueven. Dios mediante su providencia puede forzar para que se
abaje nuestra porción y condición sin nosotros, pero el espíritu debe
abajarse voluntaria y libremente, o no se humillará en absoluto; por
tanto, usa las circunstancias humillantes para humillarte a ti mismo,
como marineros que extiende las velas cuando el viento comienza a
soplar para poder marchar con él.
3. En caso de que te resistas a la poderosa mano de dios. En la
medida en que te resistes y no cedes, sino que permaneces como
una roca, mantienes tu causa contra tu hacedor en providencias
humillantes. "Los azotaste, y no les dolió; los consumiste, y no
quisieron recibir corrección; endurecieron sus rostros más que la
piedra, no quisieron convertirse." (Jer 5:3), Mucho más cuando obras
contra él para forzar la elevación de tu condición, para lograr ver los
planes de dios caer. Y acerca de esta resistencia, considera
(1.). Su pecaminosidad; que cosa malvada es esta. Es un combate
directo contra dios, sacudirnos la sujeción a nuestro soberano señor,
y nos levantamos en rebelión contra él.
(2.) La necedad de ello. ¡Cuán desigual es el partido! ¿cómo podría
terminar bien esta lucha? ¿qué otra cosa podría resultar de la
gallardía del tiesto de la tierra contra la roca eterna, sino que ellos
sean quebrados en pedazos? todos los hombres deben ciertamente
humillarse o quebrarse bajo la poderosa mano de dios.
4. Este es el tiempo de humillación, si, incluso todo el tiempo de
esta vida. Todo es hermoso en su tiempo; y el humillar el espíritu
ahora es hermoso, pues es el tiempo de ello, así como el arar y el
sembrar la tierra en primavera. Considera,
(1.) Humillar el espíritu es a la vista de dios de gran valor. Así como
él tiene una aversión especial al orgullo del corazón, tiene una
simpatía especial a la humildad. La humillación de los pecadores y el
abajarse de su altivez, que es donde la corrupción de sus naturalezas
los ha fijado, es el gran fin de su palabra y de sus providencias.
(2.) No es una cosa fácil humillar el espíritu de los hombres; no es
algo pequeño hacer eso; es una obra que no se hace
inmediatamente. Hay necesidad de una excavación profunda para
una exhaustiva humillación en la obra de la conversión. Muchos
golpes en la raíz del árbol del orgullo natural del corazón deben ser
dados antes de que este caiga; este a menudo parece que ha caído,
y, sin embargo, se levanta de nuevo. Y aun cuando la raíz en los
creyentes ha sido cortada, el tallo del orgullo brota de nuevo, por lo
que hay continuas ocasiones para una nueva obra de humillación.
(3.) El tiempo entero de esta vida está señalado para humillación.
Esto fue indicado por los cuarenta años que los israelitas tuvieron en
el desierto. Fue así para cristo, y por tanto debe ser así para todos
los hombres. Y durante ese tiempo ellos deben o ser formados de
acuerdo a su imagen, o aparecer como plata reprobada que no será
tomada de ninguna manera. Así que, aunque los hombres puedan
ser levantados ahora, y entonces obtener liberación en esta vida, el
curso habitual de ella siempre será humillante.
(4.) No hay humillación después de esto. Si el orgullo del corazón no
es humillado en esta vida, no lo será jamás; ningún tipo de
humillación debe ser esperado en la otra vida. Allí el orgullo será
quebrado en pedazos, pero no debilitado; su porción y condición
serán traídas a lo más bajo de manera excesiva, pero el orgullo de
sus espíritus permanecerá, por lo cual estarán en eternas agonías,
por la oposición entre sus espíritus y su porción.
Por tanto, ten cuidado para que no pierdas tu tiempo de humillación:
debemos ser humillados, o partir para siempre; y este es el tiempo,
el único tiempo para ello. Por tanto, recoge tu heno mientras el sol
brilla; hiérete con providencias humillantes, y no pelees contra ellas
mientras las tienes. El tiempo de gracia no durara para siempre; si tu
duermes en el tiempo de la siembra, mendigaras en el tiempo de la
siega.
5. Esta es la manera de tornar circunstancias humillantes en
provechosa ganancia. De este modo, en lugar de [sufrir pérdidas],
seréis ganadores por ella. "Bueno me es haber sido humillado" (Sal
119:71). ¿Quieres recoger uvas de estos cardos y estas espinas?
busca tener tu espíritu humillado por ellas.
La humillación del espíritu es [una de] la[s] cosa[s]94 más preciada en
sí misma. No puede ser comprada, ni amada demás. No importa el
sufrimiento para el cual alguien este hecho, si su espíritu es por ese
medio debidamente humillado, él tiene aquello por lo que bien vale la
pena soportar toda dificultad.
La humildad de espíritu trae muchas ventajas con ella. Es una
compra fructífera, muy bien cargada y repleta, donde sea que se
encuentre. Ella contribuye al alivio de uno bajo [la aflicción]95. Es un
sacrificio particularmente aceptable a dios. El ojo de dios está
particularmente sobre los tales para bien, "Miraré a aquel que es
pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra." (Isa 66:2).
si, él mora con ellos. Y ella traza una línea de sabiduría a través de

94 Sea una manera de hablar o no, es inexacto y tiende a errores, no es en absoluto “la cosa”.
95 Antes “The cross”.
toda nuestra conducta, "Con los humildes está la sabiduría." (Prov.
11:2).
6. Considera que es una poderosa mano la que está tratando con
nosotros, la mano del dios poderoso. Entonces, vamos a inclinar
nuestros espíritus en sumisión a ella, y a no luchar en su contra.
considera,
(1.) bajo ella Debemos caer. Puesto que el designio de ella es
humillarnos, no podremos permanecer ante ella; porque ella no
puede fallar en sus designios. "Mi consejo permanecerá" (Isa 46:10).
Así que caeremos ante ella, tenemos que, sea en forma de deber o
de juicio. "Tus saetas son agudas; los pueblos caen debajo de ti; en
el corazón de los enemigos del rey están tus flechas." (Sal 45:5).
(2.) Aquellos que han sido tan sabios como para caer en humillación
bajo la poderosa mano de dios, incluso si están muy bajo, la misma
mano los levantara de nuevo. En una palabra, los orgullosos aun los
más altos, dios los derribará; y al humilde, incluso al más bajo, dios
lo levantará.
Direcciones para la búsqueda de esta humildad.
1. Direcciones generales.
Direc. 1. Fija en tu corazón el buscar algún provecho espiritual de la
conducta de la providencia hacia a ti. Hasta que tu corazón no se
halla establecido en esto, tu humillación no puede ser esperada. Pero
nada es más razonable, si obraremos o como hombres o como
[creyentes], que tener por objetivo el tornar lo que es gravoso para la
carne en beneficio del espíritu; ya que, si por un lado somos
perdedores, podemos ser ganadores por otro.
2. Establece el asunto de tu salvación eterna en el primer lugar,
yendo a cristo, y tomando a dios por tu dios en él, de acuerdo a la
oferta del evangelio. Deja que tus humildes circunstancias te muevan
a esto, que mientras la creatura se seca, tú puedas ir a la fuente;
pues, es imposible buscar la debida humillación bajo su poderosa
mano, sin fe en él cómo nuestro dios y amigo.
3. Usa esas providencias para la humillación del alma en la fe de la
promesa. Moisés, golpeo la roca en la fe de la promesa, e hizo que
el agua brotará, la cual, de otro modo, no habría en lo aparecido.
Vamos a hacer lo mismo al lidiar con la roca de nuestros corazones.
Debemos estar sobre la blanda cama del evangelio, y golpearlo allí,
"Vuélvete al Señor tu dios, porque él es gracioso y misericordioso"
(Joel 2:13 KJV), o este nunca se quebrará o se humillará de buena
gana.
II. Direcciones particulares.
1. Asegúrense de que no haya otra circunstancia en la que seas
humillado, sino solo aquella en la que puedas tener tu corazón
aceptablemente humillado. "Pero fiel es Dios, que no os dejará ser
tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar." (1Co
10:13). Esto es verdad, "Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad." (2Co 12:9). Y serás persuadido de esto,
y lo aplicaras a ti mismo, si alguna vez alcanzaras la finalidad por la
que se te fue enviada, "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece."
(Flp_4:13). Dios te concede ser persuadido de ello, sin importar tu
debilidad ni la dificultad de la labor. "Por nosotros se escribió; porque
con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de
recibir del fruto", el creer en ello es una parte de la vida de la fe. Si tú
no tienes esperanza de que triunfaras, tus esfuerzos, así como serán
descorazonados96, también serán en vano, "Por lo cual, levantad las
manos caídas y las rodillas paralizadas" (Hebreos 12:12).
2. Sea que la mano de la creatura esté o no en tus circunstancias
humillantes, toma a dios como tu parte, y considérate en ello como
bajo su poderosa mano. Los hombres en sus circunstancias
humillantes pasan por alto a dios, por lo que no se consideran
llamados a la humildad bajo ellas; fijan sus ojos sobre el instrumento
de la creatura, y en vez de humillarse, sus corazones se rebelan.
Pero Tómalo97 como tu parte para que puedas recordar cuál es la
naturaleza de la batalla y no hacer algo demás por tu ignorancia de
dios.
3. Estate mucho en los pensamientos de la infinita grandeza de dios;
considera su santidad y majestad, para espantarte en profunda
humillación. Job se encontró con muchas providencias humillantes
en su caso, pero él nunca fue suficientemente humillado bajo ellas,
hasta que el señor hizo un nuevo descubrimiento de sí mismo a él,
en su infinita majestad y grandeza. Él mantuvo su causa contra sus
amigos, y se estuvo sobre sus razones, hasta que el señor tomo
aquel método con él: vino con un trueno, la voz de dios salió del
torbellino, y mediante esto Job fue derribado. Esto se renovó hasta
que fue al fin humillado, "Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en
polvo y ceniza." (Job 42:6).
4. Haz tu habito admitir silenciosamente los misterios en la conducta
de la providencia hacia ti, los cuales no eres capaz de comprender,
pero sí de adorar, "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y
del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e
inescrutables sus caminos!" (Rom 11:33). Llévalo a tu corazón,
golpéalo con ello, y que vuelva otra vez, para que aquello
particularmente te lleve a tus rodillas, al polvo. Incluso en esos pasos
de la providencia que parecemos ver con toda claridad desde muy
lejos, podemos bien conceder que hay algunos misterios más allá de
lo que vemos. Y en aquellos que son perplejos y misteriosos, que la
soberanía nos silencie, y su infinita sabiduría nos satisfaga, aunque
no podamos ver.

96 En ingles significa desanimo.


97 Es decir a dios.
5. Estate mucho en los pensamientos de tu propia pecaminosidad.
"He aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre
mi boca." (Job 40:4). Es pasar por alto esto lo que nos hace tan
contenciosos con las circunstancias humillantes. Mientras los ojos
estén cerrados de manera que no podamos ver el pecado, el corazón
se levanta contra ellas; pero cuando son abiertos, este cae. Por tanto,
siempre que dios este tratando contigo con dispensaciones
humillantes, torna tus ojos, en ese momento, sobre la pecaminosidad
de tu naturaleza, corazón, y vida, y ello te ayudara a humillarte.
6. Establece en tu corazón que es necesario el que estés en todas
esas circunstancias humillantes. Esto es verdadero: "Aunque ahora
por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en
diversas pruebas" (1Pe 1:6). Dios no nos envía pruebas innecesarias,
no aflige a nadie sino según su necesidad lo requiera: "No aflige ni
entristece voluntariamente a los hijos de los hombres." (Lam 3:33).
Esta es una notable diferencia entre la corrección de nuestros padres
terrenales y la corrección de nuestro padre celestial: Estos "nos
disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es
provechoso, para que participemos de su santidad." (Hebreos 12:10).
Observa el temperamento de tu propio corazón y naturaleza, cuán
propenso es para rebelarse, para olvidar a dios, para ser llevado lejos
por las vanidades del mundo: cuánta locura está ligada a tu corazón.
Así veras la necesidad de circunstancias humillantes para lastrar y
transformar la raíz de esa locura; y si en ningún momento puedes ver
esa necesidad, créela sobre el fundamento de la infinita sabiduría de
dios, que no hace nada en vano.
7. Cree en un bondadoso designio de la providencia en ello para
contigo. Dios nos llama a esto, como la llave que abre el corazón bajo
ellas. Satanás sugiere sospechas de un designio malvado en ellas en
nuestra contra gobernándolas; la voluntad de la creatura, como el
gusano bajo los pies del hombre, se pone en la mejor postura de
defensa que puede, y se endurece ante el dolor; pero la fe de un
designio bondadoso hace que se extienda en humildad ante Dios.
Caso. "Oh, sí conociera si hay un designio bondadoso en ello,
voluntariamente lo soportaría, incluso si hubiera más de ello; pero
temo de un designio perjudicial de la providencia contra mí."
Res. Ahora, ¿qué palabra de dios, o revelación del cielo, tienes tú,
sobre la que fundamentas estos temores? Ninguna en lo absoluto,
sino aquella que proviene [de los demonios]98. ¿Cuál crees que es el
designio para contigo que está en el evangelio? ¿No puedes creer en
un designio bondadoso en todas las palabras de gracia allí
amontonadas? Qué es, ruego, sino una negra incredulidad en un
matiz [diabólico]99, echado sobre el rostro del evangelio, que hace de
Dios un mentiroso. El evangelio es una exhalación del amor y buena
voluntad hacia el mundo de la humanidad pecadora. Pero tú no lo
crees, en este caso, más de lo que los demonios lo creen. Si tú crees
en un designio bondadoso en él, deberías creerlo en tus
circunstancias humillantes también, porque el designio de la
providencia no puede ser contrario al designio del evangelio; sino a
la inversa, el ultimo es una ayuda para avanzar al otro.
8. Piensa contigo mismo que esta vida es el tiempo de prueba para
el cielo. "Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque
cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios
ha prometido a los que le aman." (Jacobo 1:12). Y, por tanto, aquí
abajo debemos considerar toda circunstancia humillante bajo esa
visión, "tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas"
(v2). Si hubiera un oficio honorable o un empleo beneficioso al que
dedicarse, los hombres se esforzarían por hacer una prueba, en la
esperanza que de esta manera podrían ser legalmente admitidos en
él. Ahora, dios prueba a los hombres para el cielo mediante
circunstancias humillantes, como toda la [Escritura]100 enseña; ¿Y
deberían los hombres estar tan poco dispuestos a abajarse para ello?
Quiero preguntarte,
1. ¿Es nada el que tu posición sea la de un candidato para la
gloria, tanto como para ser puesto a prueba para el cielo? ¿No
hay honor en ello, un honor el cual todos los santos han tenido?
"He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren." &c
(Jacobo 5:11). Así como un buen prospecto en ello, "Porque
esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada

98 Anteriormente “El infierno”. Esto procede de la herejía de consi derar al demonio como dueño y señor
del infierno, y, por ende, como su propio reino de maldad. Sin embargo, el infierno es un lugar si bien de
tormento, de justicia, dios es el rey de él, no Satanás .
99 Antes “infernal”.
100 Antes “biblia”. El nombre que la escritura da a sí misma es “la escritura”. Y es reverente y solemne,

como en muchas ocasiones obligatorio, cuando el caso lo requiere, usar los términos que el espíritu
santo nos ha dado para referirnos a las cosas de dios.
vez más excelente y eterno peso de gloria" (2 Cor 4:17). Pero,
póngase el caso de que dios te ha pasado por alto, como uno
que no tiene necesidad alguna de prueba en este asunto; y
ordenar tu porción en esta vida sin ninguna clase de aflicción o
prueba, como uno que no va a obtener nada eterno de él sino
solo los bienes de esta vida; ¿Qué seria eso?
2. ¡Que vasta desproporción hay entre tus pruebas y la gloria
futura! ¡Tus circunstancias mas humillantes, cuan leves son en
comparación del peso de ellas! La más larga continuación de
ellas no es sino un momento, comparado con ese eterno peso.
¡Ay! hay mucha incredulidad en la raíz de toda nuestra
intranquilidad bajo circunstancias humillantes. Si tenemos una
visión clara del otro mundo, no frunciríamos o sonreiríamos
tanto por estas cosas.
3. ¿Qué piensas de fallar en la prueba de tus circunstancias
humillantes? "El plomo es consumido por el fuego; en vano se
sigue refinando, pues los malvados no son separados. Los
llaman plata de deshecho, porque el SEÑOR los ha
desechado." (Jer 6:29-30). Porque el resultado de ello solo será
que tu corazón muestre ser de tal temperamento que de
ninguna manera se humillará; y que, por tanto, tu deberás y
serás librado de ellas, mientras aún ninguna humildad aparezca
en ti. Yo pienso cuán terrible debe ser tal dispensación que
puede ponernos sobre nuestras rodillas a lamentar el que no
hemos sido levantados aun, cuando todavía nuestros
corazones no son humildes.
9. Piensa contigo mismo, cuanto, por circunstancias humillantes, el
señor nos prepara para el cielo. Colosenses 1:12 "Con gozo dando
gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de
los santos en luz". Las piedras y la madera yacen en el suelo, girando
una y otra vez, siendo talladas, y solo entonces son puestas en la
edificación; no son puestas así justo como fueron sacadas de la
cantera y el bosque. Si ellas fueran capaces de elegir rechazar la
herramienta de hierro que les dará forma se les negaría su lugar en
el edificio. Te ruego, ¿cómo piensas ser hecho adecuado para el cielo
por la cálida luz del sol de la tranquilidad del mundo, al tener
satisfecha por completo tu voluntad aquí? No, [Hermanos]101, eso

101Antes “señores”. No es la manera en que las escrituras habrían hablado, sino sujetándose a las
formas del espíritu.
quitaría de vuestra boca el gusto por los gozos del otro mundo. Los
Vasos de deshonra son preparados para la destrucción de esa
manera; pero los vasos de honra para gloria mediante circunstancias
humillantes. Aquí deseo declarar,
(1.) ¿Nada te satisface sino dos cielos, uno aquí, y otro después?
Dios ha asegurado un cielo para los santos, un lugar donde ellos
tendrán toda su voluntad satisfecha 102; donde no habrá ninguna
carga sobre ellos que los presione; y eso será en el otro mundo. Pero
debes tener dos, uno aquí y otro allí, sino no puedes aceptar la
eternidad. ¿Por qué no te quejas también de que no hay dos veranos
en un año; dos días en 24 horas? El decreto de un solo cielo es tan
firme como el de los años y los días, y tú no puedes revertirlo. Por
tanto, escoge que tomaras primero, si tu noche o tu día, tu invierno o
tu verano, tu cielo aquí o allá.
(2.) Sino eres humillado mediante circunstancias humildes en esta
vida, no eres apto para el cielo. "El que nos hizo para esto mismo es
Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu." (2 Corintios 5:5).
Podrías incluso estar aquí en tranquilidad, en un lecho de pereza, y
soñar con el cielo, estar lleno de esperanzas de un paraíso para
necios, deseando arrojarte fuera del regazo de Dalila al seno de
Abraham; pero excepto que seas humillado tu no serás apto,
1) Del cielo Escritural. ¿Acaso ese cielo descrito en el antiguo y
nuevo testamento, no es un cielo al que serás levantado en el
tiempo debido? pero, ¿cómo serás levantado si nunca
verdaderamente estuviste bajo? ¿Cómo serán tus lagrimas
enjugadas? ¿Qué lugar habrá para tu triunfo, si nunca peleaste
la buena batalla? ¿Cómo puede ser un descanso para ti que
nunca te sometiste a la labor?
2) Del cielo de los santos. “Todos los que quieren vivir
piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Ti
3:12)103. Ellos fueron derribados al polvo mediante
circunstancias humillantes, y al salir de estas fueron después

102 Luego insertaría “así como sus peticiones y deseos”. Esto es falso, en el cielo muchas peticiones son
negadas, a veces porque surgen de nuestra debilidad, y otras porque no son conforme al decreto de
dios.
103 Luego insertaría “Apocalipsis 7:14 Él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han

lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Esto responde la duda sobre
Abraham, Isaac, y Jacob, y todos los santos con ellos allí.” Pero este texto más bien se refiere a las
aflicciones venideras de la iglesia. No obstante, lo que afirma es verdadero sin embargo de otras partes
de las escrituras como la allí colocada.
al trono. ¿Cómo podrías alguna vez pensar ser levantado con
ellos, tu que no puedes pensar en ser derribado?
3) Del cielo de Cristo. "Por el gozo puesto delante de él sufrió la
cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del
trono de Dios." (Hebreos 12:2). ¡Oh! considera como el
precursor hizo su senda. "¿No era necesario que el Cristo
padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?" (Lucas
24:26). Y cuenta con eso, que, si llegaras a donde él está,
deberás ir a donde él fue. "Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame." (Lucas
9:23).----------------------
10. Renuncia por completo a tus grandes esperanzas con respecto a
este mundo, y limítalas al mundo que ha de venir. Se cómo un
peregrino y extraño aquí, busca tu reposo en el cielo, y no lo halles
hasta que llegues allí. Este es un mal prevaleciente, "Te cansaste por
lo largo de tu camino, pero no dijiste: 'No hay esperanza.'" (Isaías
57:10): El que la edificación de babel aun continua, pese a que caiga
una y otra vez; Pues los hombres dicen, "Los ladrillos cayeron, pero
edificaremos de cantería; cortaron los cabrahígos, pero en su lugar
pondremos cedros." (Isaías 9:10). Esto hace que la humillación sea
una obra muy desatendida; somos muy duros para dejarnos de
aferrar a la creatura, desprendernos de su pecho y ser destetados.
Pero aférrate al otro mundo, deja que tu asidero a esté se vaya; así
ciertamente serás humilde bajo la poderosa mano de dios. Cuanto
más rápido abraces la felicidad de ese mundo, mas fácil será
adecuarte a tus circunstancias humillantes aquí.
II. Haz uso de Cristo en todos sus oficios, en tu humillación bajo
circunstancias humillantes. Pues solo será una humillación
bondadosa la que vendrá de él, "Y mirarán a mí, a quien traspasaron,
y llorarán" &c (Zacarías 12:10). Esto debes hacerlo al confiar en él
para ese fin.
(1.) Como un sacerdote a tu favor. Tú tienes una conciencia llena de
culpa, que te hace ser alguien sin paz en toda circunstancia; culpa
que en el sufrimiento se vuelve como una espina sobre la que una
carga es puesta. Pero la sangre de cristo purgará la conciencia,
extraerá la espina, dará paz, y te hará apto para el servicio, para
cumplir adecuadamente con nuestro sufrimiento. "¿Cuánto más la
sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras
muertas para que sirváis al Dios vivo?" (Hebreos 9:14).
(2.) Como tu profeta para instruirte. Tenemos necesidad de ser
enseñados adecuadamente a discernir nuestras circunstancias
humillantes; porque a menudo las confundimos tanto que resultan en
una carga opresora; mientras que, si las viéramos adecuadamente,
justo como dios las estableció para nosotros, serian humillantes, pero
no opresivas. Verdaderamente necesitamos a cristo, y la luz de su
palabra y espíritu, para dejarnos ver [la aflicción]104 y la prueba tan
bien como vemos nuestro deber.
(3.) Como tu rey. Tú tienes un corazón duro, indispuesto a inclinarse,
incluso en circunstancias humillantes. Toma lección de lo que Moisés
hizo en ese caso, "Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus
ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque es un pueblo
de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado" (Éxodo
34:9). Ponlo en su mano que es fuerte y poderosa. Él es capaz de
hacer que se ablande, y se vuelva como cera para sellar ante el
fuego.
Piensa en estas direcciones para ponerlas en práctica, recordando
que si sabéis estas cosas bienaventurado seréis si las hiciereis (Juan
13:17). Recuerda, la obra de humillación es una obra que mantendrá
ocupada tus manos mientras vivas aquí, y que no terminaras hasta
que mueras; y las circunstancias humillantes te acompañarán
mientras estés en este mundo bajo. Puedes conseguir cambiarlas;
pero librarte de ellas no puedes, hasta que vayas al cielo. Así que las
circunstancias humillantes de nuestras imperfecciones, relaciones,
contradicciones, aflicciones, incertidumbres, y pecaminosidad,
ofrecerán materia de ejercicio para nosotros mientras estemos aquí.
Para que el propósito de este texto permanezca lo resumiré en,

104 Antes “la cruz”.


Doctrina II. - Hay un tiempo apropiado en el cual aquellos que
ahora se humillan bajo la poderosa mano de dios ciertamente
serán levantados.

1. Aquellos que participaran de este levantamiento su [alma]105


deberá primero estar derribados 106. No existe la promesa de la tierra
prometida, según el método establecido de la gracia, sino solo a
través del desierto: ni tampoco entraremos en esta exaltación, sino
solo a través de una puerta estrecha. Si no podemos estar
derrumbados, no probaremos la dulzura del levantamiento. [Esto es,
sin la paciencia en las pruebas traídas sobre nosotros, no seremos
levantados favorablemente por el cielo de ellas; Sin la sufrida
paciencia, no probaremos el dulce regocijo].
2. Al ser derribados por la mano poderosa de dios, debemos aprender
a estar quietos y calmos bajo ella, hasta que la misma mano que nos
derribó nos levante, si queremos participar del levantamiento
prometido. No es el ser derribados en circunstancias humillantes por
la providencia de dios, sino el ser derribados en nuestros espíritus
bajo ellas por la gracia de dios, lo que nos lleva a la obtención de esta
promesa.
3. Aquellos que nunca se humillan en circunstancias humildes nunca
serán levantados en el sentido de esta promesa. Los hombres
pueden mantener sus espíritus en una inclinación altiva, y en ese
caso obtener un levantamiento, pero tal levantamiento terminará en
una caída más grave al final. "Ciertamente los has puesto en
deslizaderos; En asolamientos los harás caer." (Salmo 73:18).
Quienes no se humillan en circunstancias humildes encontrarán que
su obstinación mantendrá su miseria sobre ellos inalterablemente
firme y sin ningún remedio.

105 En el original dice “su cuenta” refiriéndose quizás con grande probabilidad a su estado externo, no
obstante, esto es absolutamente falso e innecesario, así como sin sentido, pues, de ser cierto, afirmaría
que es necesario que suframos para ser levantados, y eso en el sentido de hacer al sufrimiento una
razón necesaria para recibir bendiciones, y de ahí, al sufrimiento una necesidad y una bondad, cosa que
no es en ningún sentido lógico ni necesario, y en la práctica y ejemplo de la providencia muchos santos
han gozado de bienes por su justicia, no por su sufrimientos, y es su obediencia en ellos lo que dios
busca, no el sufrimiento en y por sí mismo.
106 Inmediatamente seguiría la cita de juan 16:33, sin embargo, este texto no habla de la aflicción en su

sentido más general, sino en un sentido estricto, la persecución por el evangelio, por tanto, no es
verdadero usarlo de esta manera. El resto del párrafo puede darse un malentendido por la manera de
expresarse en que por humillación se entienda la aflicción externa y no el deber de la paciencia.
4. La humildad de espíritu en circunstancias humillantes asegura un
levantamiento fuera de ellas en algún momento en la buena voluntad
y favor del cielo. [Más al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis
ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé
y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y
su reino por todas las edades. y fui restablecido en mi reino, y mayor
grandeza me fue añadida. (Daniel 4:34,36)].107 Salomón observa que
"La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el
furor." (Proverbios 15:1). Y así es, de manera que mientras los
orgullosos, mediante su obstinación, no hacen sino enroscar el yugo
más firmemente sobre sus propios cuellos, los humildes mediante su
sumisión, hacen su liberación segura. "El levanta del polvo al pobre,
y del muladar exalta al menesteroso, para hacerle sentarse con
príncipes y heredar un sitio de honor. El guarda los pies de sus
santos, más los impíos perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte
por su propia fuerza. Delante de Jehová serán quebrantados sus
adversarios" (1 Samuel 2:8-10), Así como no puede ser derribado un
muro de piedras, arrojándole bultos de lana108.
5. Hay un tiempo señalado para el levantamiento de aquellos que se
humillan a sí mismos en sus circunstancias humildes. "Porque es aún
visión para el tiempo señalado; se apresura hacia el fin y no
defraudará. Aunque tarde, espérala; porque ciertamente vendrá, no
tardará" (Habacuc 2:3). Hay un tiempo, tanto para ser humillado,
como para ser levantado 109. Nosotros no lo conocemos, pero dios,
quien lo ha señalado, sí lo conoce. Que los humildes no digan,
"Nunca seré levantado". Hay un tiempo fijado para ello 110, tan preciso
como para el levantamiento del sol después de una larga y oscura

107 Antes se hallaba la cita de Lucas 18:11, sin embargo, en lo absoluto este pasaje aplica a estas
palabras.
108 Se refiere al texto citado anteriormente, “Porque nadie será fuerte por su propia fuerza. Delante de

Jehová serán quebrantados sus adversarios”, es decir, nadie puede resistir a dios seria como derribar un
muro de piedras, Etom.
109 Las palabras son dichas en referencia a Eclesiastés, no obstante, no con la misma intención que ese

pasaje, sino para indicar la seguridad de la ayuda de la providencia como dice luego en el contexto “Hay
un tiempo fijado para el levantamiento”, cosa que no tiene relación con el significado de las palabras de
ese texto, por tanto, que se tome como una afirmación del hermano sin relación al texto, más que el
parecido en las palabras.
110 Esto es solo verdad parcialmente y debe ser entendido de esa manera, así como los salmos nos

enseñan de la seguridad de la ayuda provista por dios, Job nos deja ver que hay excepciones en este
gobierno providente, y nos hace confiar en la justicia divina en su gobierno, más allá de si esta obra para
nuestro beneficio externo o no.
noche, o el regreso de la primavera después de un largo y frio
invierno.
6. No debe esperarse que inmediatamente alguien se humilla, el
levantamiento sea seguido 111. No, alguien no debe postrarse bajo la
poderosa mano, sino continuar postrado, esperando el debido
tiempo; la obra de humillación es una obra extensa112. El pueblo de
dios 113 debe ser llevado a poner un impreso en blanco en la mano
divina, para que sea ella quien escriba el tiempo; Mientras tengan
que soportar una larga noche de caminar en la oscuridad, deberán
confiar. "¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz
de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el
nombre de Jehová, y apóyese en su Dios." (Isaías 50:10).
7. El tiempo señalado para el levantamiento es el tiempo debido, el
tiempo más apto para ello, en el que vendrá mas oportunamente. "No
nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos,
si no desmayamos." (Gál 6:9). Porque es el tiempo que dios ha
escogido para eso; y es segura su elección, así como al ser la
elección de la infinita sabiduría, es la mejor; y por tanto la fe nos pone
a esperar por ello. "El que crea no será perturbado." (Isaías 28:16).
Mucho de la belleza de cualquier cosa depende de la medida del
tiempo de ello, y él ha fijado esa medida en todo lo que hace. "Todo
lo hizo hermoso en su tiempo" (Ecle 3:11).
8. El levantamiento de los humildes no fallará cuando venga en el
tiempo señalado y debido. El tiempo no hace interrupciones, está
corriendo día y noche; así el tiempo debido está viniendo velozmente,
y cuando llegue traerá el levantamiento junto con él. Deja que las
circunstancias humillantes sean tan bajas como puedan, incluso
demasiado irremediables, es imposible, sino que el levantamiento de
ello venga en el tiempo debido.

111 Esto es otra verdad parcial, como muchas otras afirmaciones en el tratado santo del hermano, son
aplicables si se corresponden con el caso, y la providencia de los tales.
112 En el original estaría “lonesome” no obstante, el contexto no da a entender que este es el significado

que se le quiere dar a la oración.


113 Inmediatamente antes de esta oración, y al final de la anterior “es una obra extensa”, seguirían estas

palabras “los israelitas tuvieron cuarenta años de ella en el desierto”. Sin embargo, ha sido removida por
cuanto no es verdadero. No aplica ya que esta prolongación, por qué estuvieron allí, fue por un juicio no
como una obra de humillación a su favor, no fue lo que, a Job, o a David durante Saúl, sino un castigo
divino; esto fue lo mismo que el infierno para el condenado, aunque humillo a Israel como nación , no
afectando a la descendencia que le seguía, para la primera fue un juicio tan similar como el de Saúl .
Así, he dado una palabra en general sobre cuánto tardará el
levantamiento para aquellos que se humillan a sí mismos.
Hay un doble levantamiento.
1. un levantamiento parcial, apto para el humilde en el tiempo durante
esta vida. "Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado, Y no
permitiste que mis enemigos se alegraran de mí." (Salmo 30:1). Este
es un levantamiento en parte, solo en parte, no completamente; y
tales levantamientos pueden ser esperados por los humildes en este
mundo, pero no más que eso. Estos dan un aliento para el cansado,
un cambio de cargas, pero no lo ponen en perfecta tranquilidad. Así
Israel, en el desierto, entre todas de sus muchas mañanas, hubo
algunos que cantaban.
2. Un levantamiento total estará disponible para ellos al final de este
tiempo, en la muerte. "Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado
por los ángeles al seno de Abraham" (Luc 16:22). Entonces el señor
tratará con ellos ya no más por partes, sino que llevará su liberación
a la perfección. Entonces quitara todas sus cargas, aliviándolos de
todo su peso, y no estarán más sobre ellos para siempre. Entonces
los levantará a una altura donde nunca estuvieron antes, no, ni
siquiera en sus más altas posiciones en este mundo. Los pondrá
enteramente por encima de todo lo que es bajo, y allí los fijará, y
nunca serán derribados otra vez.
Ahora, hay un debido tiempo para ambas cosas,
(1.) Para el levantamiento parcial. Para esto no es apropiado
cualquier tiempo; No estamos siempre aptos para recibir consuelo y
alivio, o un cambio de nuestras cargas. Dios mira si hay tiempos en
los que es necesario para su pueblo el estar en "angustia" para tener
sus "corazones humillados con aflicción"; pero luego habrá un
tiempo, realmente señalado para eso, según la sabiduría divina,
cuando el considere necesario el confortarlos, así como antes había
considerado el humillarlos. "Así que, al contrario, vosotros más bien
debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de
demasiada tristeza." (2 Corintios 2:7). Estamos, en ese caso, en la
mano de dios tanto como en la mano de nuestro médico, quien señala
el tiempo en que la aplicación del emplasto se pospondrá, y cuando
me cure, el emplasto será aplicado, no lo deja a determinación del
paciente.
(2.) Para el levantamiento total. Cuando estamos oprimidos bajo
nuestras cargas, estamos listos para pensar, ¡oh es demasiado, y
más allá de todo! "Como el siervo suspira por la sombra, Y como el
jornalero espera el reposo de su trabajo, Así he recibido meses de
calamidad, Y noches de trabajo me dieron por cuenta." (Job 7:2-3).
Sin embargo, podría ser muy adecuado que nos quedemos aquí
mientras tanto, y luchemos con nuestras cargas, "Pero quedar en la
carne es más necesario por causa de vosotros. Confiado en esto, sé
que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro
provecho y gozo de la fe" (Fil 1:24-25). Unos pocos días pudieron
haber llevado a Israel fuera de Egipto a Canaán; pero habría sido
demasiado pronto si lo hubieran hecho así; por tanto, era necesario
que pasarán114 cuarenta años en el desierto hasta que su debido
tiempo de entrar a Canaán llegara. Y es seguro que cuando los
santos entren al cielo estarán convencidos de que el tiempo elegido
para esto fue el mejor, y habrá entonces una belleza en ello que no
será prematura. Y así un levantamiento está asegurado para el
humilde.
Si alguien te asegura que, si eres reducido a la pobreza ciertamente
vendrá el tiempo en el que, pese a ello, serás rico; que si enfermas
dolorosamente no morirás de esa enfermedad, sino que, ciertamente,
te recuperaras, eso te ayudaría a soportar tu pobreza y tu
enfermedad mejor, y te consolarías con ese prospecto. Sin embargo,
puede que continúes siendo pobre, y nunca llegues a ser rico, puede
que continúes enfermo, y mueras de esa enfermedad; mas a quien
se humilla bajo sus circunstancias humildes, se le puede asegurar
por la palabra del señor, que, ciertamente, sin ninguna duda, será
levantado y liberado de su circunstancia humillante; ciertamente vera
el día de su alivio y liberación, cuando recordara sus cargas como
aguas que pasaron. Y tú puedes estar seguro de ello por las
siguientes consideraciones,

114 Aunque es absolutamente cierto que Israel debía pasar por el desierto para ser probado durante un
tiempo indefinido y que aquellos 40 años fueron añadidos no como parte de ese tiempo de prueba sino
como castigo por su desobediencia, aun así en otro texto se nos revela que durante ese tiempo dios aun
así continuo probándolos y señalo aquel periodo de castigo como un tiempo de tentación al igual que el
periodo inicial, Deuteronomio 8:2 “Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu
Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte”.
La naturaleza de dios, debidamente considerada, lo asegura.
"Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en
misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará
el enojo." (Salmo 103:8-9). El alma humilde, mirando a dios en cristo,
puede ver tres cosas en su naturaleza que conjuntamente se lo
aseguran:
1. Poder infinito, que todo lo puede. Ninguna circunstancia es tan baja
para que él no pueda levantarlos; ninguna tan enredada y perpleja,
antes, él puede deshacerla; ninguna tan irremediable, antes, él puede
remediarla. "¿Hay para Dios alguna cosa difícil?" (Gén 18:14). Sea
cual sea nuestro caso, nunca sobrepasara el alcance de él para
arreglarlo; solo entonces será el tiempo más apropiado para que él lo
tome en su mano: cuando todos los demás se han rendido en cuanto
al asunto115.
2. Bondad infinita inclinada a socorrer. Él es bueno y gracioso en su
naturaleza. Y, por tanto, su poder es una fuente de consuelo para
ellos. Los hombres pueden querer aquello de lo que no son capaces,
o ser capaces de aquello que no quieren; pero la infinita bondad en
conjunto con el infinito poder en dios puede asegurar al humilde de
que será levantado en el tiempo debido. Esta es una palabra de
inconcebible dulzura: "Dios es amor; y el que permanece en amor,
permanece en Dios, y Dios en él." (1 Juan 4:16). Para el humilde él
tiene las entrañas de un padre, "Como un padre se compadece de
sus hijos, así se compadece el SEÑOR de los que le temen." (Sal
103:13), sí, entrañas de misericordia más tiernas que las de una
madre hacia su hijo de pecho. Por eso, aunque su sabiduría podría
considerar necesario ponerlos en circunstancias humillantes, y
mantenerlos allí por un tiempo, no es posible que pueda dejarlos allí
completamente 116.
3. Sabiduría infinita, que no hace nada en vano, y por tanto no
mantiene innecesariamente a uno en circunstancias humillantes.
"Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus
misericordias; Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los
hijos de los hombres." (Lamentaciones 3:32). Dios envía aflicciones

115 Luego insertaría Deuteronomio 32:36, sin embargo, el texto se refiere a la misericordia de dios hacia
la Israel pecadora en su rebeldía.
116 Esto es para ser entendido de manera parcial, dios bien podría considerar sabio el entregarlos a la

muerte, como de hecho hizo a muchos, aunque no los beneficio en carne, no por esto, dejo de ejercer
con ellos su amor.
para humillar, con el fin y designio de ser provocado por ellas; cuando
esto es obtenido, y no queda más uso para ellas, podemos estar
seguros que serán quitadas.
Los métodos inalterables de proceder de la providencia con sus
objetos lo asegura117. Pon tus ojos sobre la divina providencia,
observándola de manera que puedas concluir de esa visión que en
el tiempo debido el humilde será levantado.
Observa la providencia de dios en las revoluciones de todo el curso
de la naturaleza: el día siguiendo a la larga noche, el verano al
invierno, una luna creciente a una menguante, el flujo al reflujo del
mar, &c; que los humildes del señor no sean espectadores
holgazanes de estas cosas. Ellas son para nuestra instrucción, "Así
ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y
de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus
ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre: Si faltaren estas leyes
delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará
para no ser nación delante de mí eternamente." (Jer 31:35-36). La
mano del señor mantiene un curso estable en la tierra, el océano, y
los cielos visibles, de tal manera que trae un levantamiento a ellos
después de derribarlos, ¿y solamente olvidara a sus humildes? No,
de ninguna manera.
Observa la providencia de dios en sus dispensaciones sobre el
hombre Cristo, el más noble y augusto objeto de ella, más valioso
que mil mundos. ¿No mantuvo la providencia el mismo curso con él,
primero humillándolo, luego exaltándolo, y levantándolo? Primero lo
trajo al polvo de la tierra, en un curso de sufrimientos treinta y tres
años, luego exaltándolo a la diestra del padre en una eternidad de
gloria, "El cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,
menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios."
(Hebreos 12:2). "Y estando en la condición de hombre, se humilló a
sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de
cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo" (Flp 2:8-9). La
exaltación no podía fallar de seguir a su humillación. "¿No era
necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su
gloria?" (Lucas 24:26). Y el vio y creyó que vendría, como el brotar

117Esto es verdadero, pues lo salmos toman esta forma parcial de hablar, y consideran su
incumplimiento como excepciones no como pruebas contra el proceder establecido de la justicia de
dios.
de la semilla sigue a su siembra. Hay un cuidado cercano a los
humildes en las circunstancias humillantes que tienen aquí.
Este es el patrón que la providencia copia en su conducta hacia a ti.
El padre estaba tan complacido con este método en el caso de su
propio hijo, que estaba determinado a seguirlo y copiarlo
exactamente una y otra vez en el caso de todos los herederos de
gloria. ¿Y a quien no le agradaría el caminar aun a través del valle de
sombras, si así está siguiendo sus pasos? Esta es una garantía
segura de tu levantamiento. Cristo, en su estado de humillación, fue
considerado como una persona publica y representativa, y así lo es
en su exaltación. Por lo cual, la exaltación de Cristo asegura la
exaltación de tus circunstancias humillantes, "Tus muertos vivirán;
sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del
polvo!" (Isaías 26:19), "Venid, volvamos al SEÑOR. porque él
arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después
de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de
él." (Oseas 6:1-2), "Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos
hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús" (Efesios 2:6).
Si, él se ha ido a un estado de gloria por nosotros, como nuestro
precursor, "Donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho
sumo sacerdote para siempre" (Hebreos 6:20).
Su humillación fue el precio de su exaltación, y su exaltación un
testimonio de la aceptación de que el pago fue completado. No hay
circunstancia humillante en la que no perecerías, si él no hubiera
pagado tu levantamiento de ella con su propia humillación. Ahora
bien, su gracia humillante en ti es una evidencia de la aceptación de
su humillación por tu levantamiento.
Observa la providencia de dios hacia la iglesia en todos los tiempos.
Este ha sido el curso que el señor ha mantenido con ella. Abel fue
asesinado por el malvado Caín, para el gran dolor de Adam y Eva y
el resto de sus hijos píos; no obstante, luego hubo otra semilla
levantada en lugar de Abel. Noé y sus hijos fueron guardados vivos
en el arca por más de un año; pero luego fueron sacados a un nuevo
mundo y bendecidos. Abraham por muchos años estuvo sin hijos;
pero al final Isaac nació. Israel estuvo por mucho tiempo en una
miserable esclavitud en Egipto; pero al final se asentaron en la tierra
prometida, &c. Debemos estar contentos de ir a través de las pisadas
del rebaño; y si ello es en la humillación, seguramente le seguiremos
en la exaltación también.
Observa la providencia de dios en las dispensaciones de su gracia
hacia sus hijos. La regla general es, "porque: Dios resiste a los
soberbios, Y da gracia a los humildes" (1 Ped 5:5). ¿Cómo fueron
ellos llevados a un estado de gracia? ¿No fue precedido por una
exhaustiva obra de humillación? Y ordinariamente cuanto más
grandes medidas de gracia son designadas para alguien, más
profunda es su humillación antes, como en el caso de Pablo. Si son
recuperados de un caso de recaída, el mismo método es seguido; De
manera que la más profunda humillación ordinariamente abre camino
para el más grande consuelo, y la hora más oscura va antes del
levantamiento del sol de justicia sobre ellos.
Observa la providencia de dios como al final derriba a los hombres
malvados, aunque por mucho tiempo estuvieran firmes y prósperos,
"Vi yo al impío sumamente enaltecido, y que se extendía como laurel
verde. Pero él pasó, y he aquí ya no estaba; Lo busqué, y no fue
hallado." (Sal 37:35-36). Están por mucho tiempo verdes delante del
sol, pero al final son repentinamente heridos con un viento solano, y
se marchitan; su lámpara se apaga con un hedor, y son puestos en
tinieblas oscuras. Ahora, es inconsistente con la benignidad de la
naturaleza divina olvidar levantar a los humildes, mientras que sí
planea abatir a los orgullosos.
La palabra de dios pone más allá de toda duda, que, desde principio
a fin esta es la seguridad del santo humilde: esperar por un
levantamiento. "Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual
me has hecho esperar. Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu
dicho me ha vivificado." (Salmo 119:49-50). Su palabra es la gran
carta de su nombre, el cual ciertamente hará brillar, "porque has
engrandecido tu palabra conforme a todo tu nombre." (Salmo 138:2
LBLA). Y en todas las generaciones se ha confiado en ella sin
perjuicio. Considera,
1. Las doctrinas de la palabra; que enseñan fe y esperanza aplicable
en todos los tiempos, y el feliz efecto que el ejercicio de estas gracias
tendrá. Toda la corriente de la escritura para aquellos que están en
humillantes circunstancias es, "No deseches tu confianza, sino
espera hasta el final"; Y ello por esta buena razón, "No será en vano";
"Espera al SEÑOR; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al
SEÑOR" (Salmo 27:14), "Porque no serán avergonzados los que por
mí esperan." (Isaías 49:23 KJV).
2. Las promesas de la palabra, en las que el cielo es expresamente
prometido como un levantamiento para aquellos que se humillan a sí
mismos en circunstancias humildes: "Humillaos en la presencia del
Señor y Él os exaltará." (Jacobo 4:10), "Y el que se humilla será
enaltecido." (Mateo 23:12). puede que tome tiempo prepararlos para
el levantamiento, pero que este sucederá está asegurado, "El deseo
de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces
atento tu oído". (Salmo 10:17). Ellos tienen su palabra por liberación,
y aunque pueda parecer que han sido olvidados, no estarán por
siempre así; el tiempo de su liberación vendrá. "Porque no para
siempre será olvidado el menesteroso, Ni la esperanza de los pobres
perecerá perpetuamente." (Salmo 9:18), "Habrá considerado la
oración de los desvalidos, Y no habrá desechado el ruego de ellos."
(Salmo 102:17).
3. Los ejemplos de la palabra confirman completamente la verdad de
las doctrinas y las promesas. "Porque las cosas que se escribieron
antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la
paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza."
(Rom 15:4). Las doctrinas y promesas de levantamiento son
propuestas para nuestra fe, para considerarlas con el mismo crédito
y reputación que el resto de la palabra de dios; pero los ejemplos, los
casos de otros, están puestos ante nuestros ojos para que veamos
el cumplimiento de tal levantamiento. "He aquí, tenemos por
bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de
Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy
misericordioso y compasivo. " (Jacobo 5:11). Lo vemos allí, en el
caso de Abraham, Job, David, Pablo, y otros santos; pero por encima
de todos en el caso de el hombre Cristo.
La intercesión de Cristo, uniéndose a las oraciones y clamores de su
pueblo humillado, en sus circunstancias humildes, asegura un
levantamiento para ellos al final. Es por esto que el orgulloso no
clama cuando él los aprisiona; sin embargo, sus propios humildes
ciertamente clamaran a él, "Un abismo llama a otro a la voz de tus
cascadas; Todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. Pero de
día mandará Jehová su misericordia, y de noche su cántico estará
conmigo, y mi oración al Dios de mi vida." (Salmo 42:7-8). Y aunque
los incrédulos puedan prontamente ser vencidos y cansarse por
completo, ciertamente los creyentes no harán así, e incluso si
hicieran así en la tentación adecuada para sus corazones malvados,
dejando caer sus manos en desesperanza, después hallarán que es
necesario juntarlas otra vez, "Y dije: No me acordaré más de él, ni
hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como
un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude."
(Jeremías 20:9). Ellos clamarán noche y día a él, no verán el tiempo
de rendirse hasta que sean levantados. "Mis ojos destilan y no cesan,
porque no hay alivio Hasta que Jehová mire y vea desde los cielos"
(Lam 3:49-50).
Ahora, cuando la intercesión de cristo se une con estos clamores, no
puede fallar el que serán levantados. Y la intercesión de cristo esta
ciertamente unida con los clamores y oraciones de los humildes en
sus circunstancias humillantes. Ellos son ayudados a gemir por
liberación por el Espíritu, y las oraciones y gemidos que son a través
del Espíritu serán ciertamente hechas efectivas por la intercesión del
Hijo. Y puedes conocer que son por el Espíritu si sucede que tú eres
ayudado a continuar orando, esperando por tu liberación sobre la
base de la promesa de la palabra de dios. Para esa oración que es
por naturaleza una piscina que tras una larga sequía va a secarse, el
Espíritu de oración es una primavera permanente, "El día que clamé,
me respondiste; Me fortaleciste con vigor en mi alma." (Sal 138:3).
Ciertamente hay una intercesión en el cielo 118, a favor de los humildes
en circunstancias humillantes, "Oh Señor de los ejércitos, ¿hasta
cuándo no tendrás piedad de Jerusalén, y de las ciudades de Judá,
con las cuales has estado airado por espacio de setenta años?" (Zac
1:12). ¿Por tanto, cómo podrían fallar de obtener un levantamiento
en el tiempo debido? Cristo está en un profundo fervor en su
intercesión por su pueblo en sus circunstancias humillantes. Algunos
hablarán una buena palabra en favor de los desamparados, sin estar
preocupados sobre si ellos serán librados o no, pero nuestro
intercesor esta solemnemente afectado para clamar en favor de sus
humildes. Pues con respecto a su caso, su corazón está enternecido
con simpatía, "En toda angustia de ellos él fue angustiado" (Isaías
63:9). La más tierna simpatía que el posee, "el que os toca, toca a la
niña de su ojo." (Zac 2:8). En donde él está, en el santo lugar en los
más altos cielos, tiene su caso sobre su corazón, y mantiene una

118 Sigue refiriéndose a Cristo de manera indirecta.


cuenta exacta del tiempo que llevan en sus circunstancias
humillantes, por más largas que puedan ser. Y esa es su ocupación
personal. El levantamiento que ellos deben tener es una cosa que
está segura para él en las promesas hechas a Su persona sobre la
cuenta de la sangre que derramo por ellos. Así que, no solo ellos
están buscando estas promesas en la tierra, sino que el hombre cristo
está en el cielo buscando por el cumplimiento de estas promesas119.
Por tanto, ¿cómo podría ser posible que él fuera frustrado? De nuevo,
estas circunstancias humillantes son todavía Sus propios
sufrimientos, aunque no en Su persona, sin embargo, en sus
miembros 120. Por tanto, tenemos completo basamento para concluir
que él tiene un profundo interés en nuestro levantamiento.
Su intercesión es siempre eficaz, "Yo sabía que siempre me oyes"
(Juan 11:42). Y por ser así, no puede fallar, pues él es bien amado
hijo del padre. Su intercesión tiene un alegato de justicia por
fundamento, "abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el
justo." (1 Juan 2:1). Y él tiene sobre si todo poder en el cielo y en la
tierra. Y, finalmente, él y su padre son uno, y su voluntad es una, así
ambos, cristo y su padre, desean el levantamiento de los humildes,
pero sin embargo solo en el tiempo debido. Ahora procederé a una
vista más particular del punto, consideremos,
El levantamiento que sucede en este tiempo, que es el
levantamiento parcial. Este levantamiento no se cumple en todos
los casos, con respecto al estado de un hijo de dios. Alguno podría
ser humillado en circunstancias bajas de las que no obtendrá un
levantamiento en el tiempo. No debemos concluir de la promesa
presente que, al ser humildes bajo circunstancias bajas, ciertamente
seremos quitados de ellas y librados antes de que lleguemos al fin de
nuestro viaje. Pues es cierto que habrá algunas cosas humillantes de
las que por ningún medio nos podremos librar en nuestro tiempo en
este mundo, tal como nuestras imperfecciones [naturales] 121, [o de
algunos de los efectos de]122 nuestra pecaminosidad, y así como
tampoco de nuestra mortalidad. Y hay circunstancias humillantes

119 Luego insertaría Hebreos 10:12-13, pero el texto no aplica a esta doctrina. Si bien en un sentido tiene
una relación, no es a ese sentido al que hace referencia el hermano.
120 Luego insertaría colosenses 1:24, pero no es aplicable debido a que el habla de sufrimientos

inclusivos y extensos, incluso tales que son enteramente terrenos y humanos, pero el apóstol se refiere
a las persecuciones del evangelio, a los males específicamente de naturaleza santa.
121 al igual que en páginas pasadas él quería incluir aun el pecado, pero esto no es aplicable a la doctri na.
122 solo si se entiende o como comparación, o como algunos de sus efectos
particulares que el señor podría colocar sobre nosotros, y mantener
sobre nosotros, hasta que descendamos al sepulcro. Sin embargo, al
mismo tiempo él puede levantar a otros de las mismas
circunstancias. Heman fue oprimido desde el principio, desde su
juventud en adelante; pero otros han sido oprimidos toda su vida.
Objeciones: “si ese es el caso, ¿qué pasa con la promesa de
levantarnos? ¿dónde está el levantamiento si es posible que uno
vaya a la tumba bajo tal carga?”
Respuesta: Si no hubiera [un estado de gloria que siga a este] 123
habría quizás fundamento para tal objeción. Pero puesto que hay [tal
estado]124, no hay validez para tal objeción. [En el estado de gloria]125
[el amor divino será manifiesto para aquellos que fueron humillados
aquí. Considera que el gran fin de los tratos de la providencia con
nosotros aquí, es la gloria de la vida venidera]126, y no está vida
123 La expresión anterior era “Vida después de esta”, pero es más solemne usar particularmente las
expresiones de las escrituras, que palabras así, que por cuyo contexto humanista, y también por las
evidencias que el hermano ha mostrado en páginas anteriores, tienen grande influencia de pertenecer
al racionalismo y mundanalidad, que a la espiritualidad de las escrituras.
124 Igual que en el 118.
125 Igual que en el 118.
126 Antes estaba así “la promesa será cumplida para aquellos que han sido humillados. Considera que el

gran fin para el cumplimiento de las promesas es la otra vida”. El error se encuentra en que hace que las
promesas de bienestar terrenal se cumplan en las de bienestar de gl oria eterna, pero esto tiene dos
contradicciones: 1. La escritura misma no avala esta idea, ella de hecho distingue tales bienes de los
otros (Mateo 6:19-20; 1 Corintios 7:29). 2. La escritura si distingue el cumplimiento de una cosa de la
otra, todo el libro de Job no se resolvió en la consideración de la eternidad, de hecho, su consternación
surgía de esa simple coherencia, no que él negara que tendría paz a la presencia de dios, sino del
gobierno en este siglo. 3. La propia oración y petición de los santos se ve confundida. Ellos piden por
bien en cosas que solo aplican para esta vida; seria en vano consolar a Ana de su deseo de hijos con la
gloria celestial, pues no se corresponden ambas cosas. 4. Esto implica, claramente, que se debe
considerar como totalmente consistentes el desear un bien en este siglo, del que en el otro no
poseeremos. 5. Es verdad que seremos consolados de los males en este mundo, pero no porque el otro
reemplazará de manera sustancialmente equivalente esas pérdidas, como algunos inc luso han
entendido esta verdad, a saber, que así como aquí no pudimos tener música, allá la tendremos
literalmente, y convierten a los bienes del mundo en eternos bienes en el siglo venidero que nos
esperan, pues, realmente esa es la tendencia y malinterpretación a la que el hermano Boston y muchos
otros sujetaron ideas como estas. Ciertamente la escritura nos ordena que nos consolemos en aquel
estado como consuelo por las pérdidas aquí “El hermano que es de humilde condici ón, gloríese en su
exaltación” (Jacobo 1:9), pero no es al ser esas cosas venideras el sustituto equivalente a estas, por lo
cual, el hermano Boston las llama “el cumplimiento final de las promesas”, sino porque son un sustituto
en el sentido estricto de esa expresión, no su equivalente si no su reemplazo, y por tanto, no son “el
cumplimiento final de las promesas” de hecho no hay texto en las escrituras que las llame así, como el
cumplimiento ultimo de las promesas observadas en los salmos o proverbios, más bien, es el consuelo
perfecto por las promesas no cumplidas aquí, hecho que si bien puede dejar perplejo al neófito, esto es,
que dios deje sin cumplir su cuidado aquí en el mundo, la escritura no teme afirmar como en todo el
libro de Job, y en el libro de Eclesiastés,, y la respuesta a ello no es incoherentemente relacionando una
gloria a otra, de manera forzosamente equivalente, sino reposando sobre la sabiduría y misterio del
gobierno divino, y el cumplimiento final del amor de dios en su reino, el cual en este siglo concedio a los
santos tales sufrimientos inexplicables, pero que entonces les consolara. Y aunque misterio para
presente, "Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido
lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo"
(Heb 11:13). Cualquiera sea el cumplimiento de la promesa no es de
la naturaleza de un abastecimiento sino de una muestra o una prenda
[del amor divino que nos está llevando hacia nuestras mejores
cosas].
Pregunta: ¿Pero, entonces, podríamos cesar de orar por el
levantamiento en ese caso?
Respuesta: No, porque no sabemos si ese es nuestro caso. Pues un
caso puede estar más allá de toda esperanza a nuestros ojos y a los
ojos de otros, y, sin embargo, dios puede haber designar un
levantamiento para un tiempo posterior. Este fue el caso de Job,
"¿Cuál es mi fuerza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para que
prolongue mi vida?" (KJV), pero, fuere como fuere, nunca debemos
cesar de orar por el levantamiento, siendo que ciertamente vendrá
para todos los que oran por ello 127. La promesa es segura, y ese es
el mandamiento; por tanto, dicha oración no puede fallar de tener un
feliz resultado al final, "invócame en el día de la angustia; Te libraré,
y tú me honrarás." (Salmo 50:15). [Y ello sirve para recordarnos que]
toda la vida de un [creyente] es una oración, una vida de espera. Y
esas liberaciones temporales se nos dan como prendas para
animarnos a [esperar por aquel mejor sustituto de estas
liberaciones]128. "Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos,
que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos
dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de
nuestro cuerpo." (Rom 8:23). [Por lo que, aun aquí veo necesario
recordar insistiendo en esa otra final liberación, aunque no se nos
concedan las peticiones por cosas de esta vida; con el fin de que] si
alguno ha determinado su caso como sin esperanza, que [se
consuele con aquel otro mejor] levantamiento en la muerte, que con
toda seguridad está inmediato a acontecer.

muchos, sabemos que, en realidad, el fin de tales incumplimientos es adelantarnos en la fe, en las
pruebas, en las recompensas y en el servicio a dios, así como pr obarnos nuestras almas, el probar a
otros con respecto a nosotros y a la iglesia misma, así como el condenar o tener misericordia de
nuestros enemigos, sea como sea, en todo glorificarse el mismo y mostrar su soberana magnificencia,
sea en nuestra humillación o en nuestro bien, el fin no es nuestra felicidad, esta es solo un segundo
propósito, su fin es la gloria de su justicia.
127 Antes “si no aquí, entonces más allá”, igual que en 121.
128 Nuevamente Boston parecía mezclar varias ideas, la idea de que de hecho las promesas terrenales

por bienestar terrenal son cumplidas en las promesas espirituales, y por ello fueron colocadas estas
aclaraciones a manera de corrección.
Pues hay algunos casos en los que este levantamiento 129 no toma
lugar. Dios da a su pueblo algunas notables liberaciones, incluso en
el tiempo de esta vida presente, levantándolos de notables
circunstancias humillantes. La tormenta es cambiada a calma, y ellos
la recuerdan como aguas que pasaron.
Algunos pueden estar en circunstancias humillantes muy
prolongadas, circunstancias duras y sin esperanza, y, sin embargo,
el levantamiento les será retenido por un largo tiempo. Esto es
algunas veces el caso con los hijos de dios que están soportando el
yugo de su juventud, como lo fue con Josué y David; o de aquellos
que lo llegan a llevar en su mediana edad, como lo fue con Job, quien
no habría tenido menos de cuarenta años cuando su aflicción vino;
no obstante, después, vivió unos ciento cuarenta años. A menudo
dios mediante tales métodos prepara a un hombre para una peculiar
utilidad.
Otros podrían estar en circunstancias humillantes, duras y largas, y
que podrían ser completamente irremediables, según el curso
ordinario de la providencia, y, no obstante, aún podrían obtener un
levantamiento antes de que llegue el final de su camino. La vida de
un hijo de dios es como un día nublado y lluvioso, en el que, de debajo
de las nubes, por la tarde, sale el sol brillando radiante y claro, un
poco, y después, se establece por completo. "Zac 14:6 Y acontecerá
que en ese día no habrá luz clara, ni oscura. Será un día, el cual es
conocido de Jehová, que no será ni día ni noche; pero sucederá que
al caer la tarde habrá luz." (Zacarías 14:6-7). Tal fue el caso de Jacob
en su vejez, pues fue llevado en honor y confort a Egipto, a su hijo, y
entonces murió.
Aun así, cualquiera fuere el levantamiento que puedan obtener en
esta vida, ellos nunca carecerán de algunos pesos que colgaran de
ellos para su humillación. Ellos podrían tener sus tiempos de cantar,
pero sus canciones, mientras estén en este mundo, estarán
mezcladas con lamentos, “Y llamó su nombre Noé, diciendo: Este
nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a
causa de la tierra que Jehová maldijo.” (Gen 5:29)130. La
dispensación no mixta está reservada para el otro mundo. Pero la

129El terrenal
130Antes “Los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia (2Co 5:4)”. Pero no aplica del
todo a la doctrina.
dispensación presente será un desierto hasta el mismo final, donde
habrá llantos al lado de las notas más alegres.
Todos los levantamientos que los humildes obtendrán por ahora, son
prendas y solo prendas, y muestras, del gran levantamiento que les
espera en al otro lado, y deben considerarlos como tales, "Y le daré
sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí
cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su
subida de la tierra de Egipto." (Ose 2:15). Nuestro señor esta ahora
guiando a su pueblo a través del desierto, y el mana y el agua de la
roca son prendas de la leche y la miel que fluyen en la tierra
prometida. Ellos no han llegado aún al hogar, en la casa de su padre,
sino que están viajando por el camino; Y su hermano mayor, Cristo,
esta con ellos, llevando sus gastos, tomándolos en sus brazos 131 para
que descansen por el camino, y como si fuera, refrescándolos con
levantamientos parciales. Pero después tienen que volver al camino
otra vez. Y ese agasajo por el camino es solo una prenda del
completo agasajo que él les dará cuando lleguen a su hogar eterno.
Objeción: “Pero podrían las personas obtener un levantamiento en el
tiempo, que, sin embargo, no sea una prenda de un levantamiento en
el otro lado. ¿Cómo entonces yo sabré si mi levantamiento es una
prenda?”
Respuesta: ese levantamiento que viene mediante las promesas es
ciertamente una prenda del pleno levantamiento en el otro mundo;
Porque, como [la vida venidera]132 es el tiempo apropiado para el
cumplimiento de 133 [nuestro completo consuelo]; De manera que
podemos estar seguros de que cuando dios comience a pagar su
131 Traduccion aproximada a la palabra del manuscrito “inss”.
132 Antes “la otra vida”.
133 Luego “las promesas” reafirmando su entendimiento de que las promesas terrenales verían su

cumplimiento pleno en las espirituales, pero esta mezcla como ya ha sido dicho no tiene evidencia
alguna en las escrituras. Se puede afirmar brevemente que las promesas terrenales fueron prometidas
en parte en consideración de nuestro estado en Adán, y del gobierno preparado para él, y las promesas
espirituales fueron prometidas a nosotros considerados restaurados en Cristo, y a nuestro estado en un
reino celestial. La liberación del hambre ¿qué tiene que ver con la salvación del alma en un estado de
gloria? ¿No eran promesas, después de todo, basadas en su gobierno sobre la tierra y no en nuestra
redención? De nuevo, se entiende que quizás la intención sea expresar que nuestro deseo de bienestar
pleno, no puede tener cumplimiento sino en la presencia de dios; Pero, con todo, esto ti ene un error,
porque el anhelo del espíritu de reposar en la gloria de dios es un anhelo introducido bajo la
dispensación del evangelio, o de la gracia a pecadores caídos, pero el anhelo que suplen las promesas de
las que aquí se hablan, es el anhelo de la creatura de paz en su estadía aquí en la tierra, de bienestar
temporal en las cosas que son necesarias a su felicidad temporal, y esto pertenece a nosotros
originalmente como hombres, confundirlo con nuestros anhelos espirituales no tiene fundamento en la s
escrituras.
bono, ciertamente continuara hasta que esté completamente pago.
"El SEÑOR cumplirá su propósito en mí" (Salmo 138:8). Así que
podemos decir como Noemí dijo a Ruth, cuando Ruth recibió las seis
medidas de cebada de Booz, "Aquel hombre no descansará hasta
que concluya el asunto hoy." (Rut 3:18). Hay levantamientos que
vienen por una providencia común, y estos, en efecto, son únicos, no
siendo prendas de más. Pero la promesa encadena misericordias
juntas, de manera que una recibida es prenda de otra que vendrá; si,
de toda la cadena hasta el final.
Pregunta: Pero, ¿cómo sabré que el levantamiento viene de parte de
la promesa y no es de otro modo?
Respuesta134: Aquel que viene por vía de la promesa, es aquel que
viene [como respuesta a nuestras oraciones, bajo una búsqueda
piadosa de la respuesta de dios, según lo establecen las escrituras,
y bajo una humillación bajo su mano, la fe, paciencia, y resignación,
que dios establece de manera específica para estos casos. Entonces
cuando la providencia muestra que aquello es la respuesta de dios,
podemos estar seguros que no se nos ha dado en pecado, puesto
que no hemos hecho nada para desafiar a dios, sino que nos hemos
conformado enteramente a su parecer y soberanía]. "Por tanto,
hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el
labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con
paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía." (Jacobo
5:7). La humildad nos prepara para el cumplimiento de la promesa,
la fe mama sus pechos, y la paciencia espera, pendida del pecho
hasta que la leche comienza a fluir abundantemente.
Pero ninguno de los levantamientos de los hijos de dios aquí son más
que prendas del verdadero y mejor levantamiento 135. Dios da a los

134 Boston originalmente escribió “aquel que viene por vía de la promesa viene bajo el camino de la
humillación, el camino elevado de la fe, o la promesa creída, y el largo camino de la paciente espera, y la
paciente” la dificultad con la respuesta es que genuinamente no responde nada, establece aspectos tan
subjetivos como objeto de confianza de que la cosa si es conforme a la promesa de dios como el tener
fe, los hombres pueden sinceramente creer cosas que están mal, y pueden pacientemente esp erar por
anhelos que no son los apropiados. La manera de saberlo es mediante las escrituras y esos actos que se
asemejen en exactitud a los que ella establece, y estos actos deben ser determinados con claridad como
aquellos que son referidos en la palabra de dios. Además de que frases como “largo camino de paciente
espera”, vuelven a ser subjetivos, no siempre será largo o pronta la respuesta de dios, y no queda a
determinar si esperamos mucho o poco, para saber si dios ha respondido.
135 Aquí se deja ver que es muy probable que la intención no era confundir los cumplimientos de una

promesa con otros, sino establecer que el bienestar mejor y más completo que dios dará a un santo no
será el bienestar en este mundo sino en el venidero, con todo, lo llama como s iendo la respuesta misma
hombres mundanos su provisión aquí, pero sus hijos aquí no tienen
más que muestras de la suya. Así como los sirvientes que sirven solo
por un plazo, reciben su pago en una suma redonda, mientras el
joven heredero no tiene nada sino unos pocos peniques para gastar.
La verdad es que este mismo dinero para gastar vale más que toda
la provisión del mundo: "Tú diste alegría a mi corazón Mayor que la
de ellos cuando abundaba su grano y su mosto". (Sal 4:7). Pero,
aunque es mejor que eso, y su utilidad también, y más digno que toda
su espera, sin embargo, no está por debajo de la honra de su dios el
quitarlos de este mundo quedándose sin ese consuelo, "Pero desean
un mejor país, es decir, el celestial, por lo cual Dios no se avergüenza
de llamarse Dios de ellos, porque les había preparado una ciudad."
(Hebreos 11:16).
Consideremos ahora lo que ellos obtendrán por el levantamiento
prometido a los humildes. Ellos obtendrán:
1. Una remoción de sus circunstancias humildes. Dios habiéndolos
probado por un tiempo, humillando y derribando sus corazones, al
final quitara su carga, removerá el peso que había colgado de ellos
por mucho tiempo, y quitara esa parte de su prueba gozosamente. Y
los dejara levantarse, aunque su espalda halla estado mucho tiempo
encorvada. Y esto él lo hará de dos maneras: O por un bien
equivalente, o por una total remoción de la carga. Job obtuvo tal
levantamiento cuando el señor lo regreso de su cautiverio,
incrementando de nuevo su familia y sustancia, las cuales ambas
habían estado desoladas. Cuando su perseguidor Saúl cayo en
batalla, David fue traído al reino después de muchos y cansados días,
aunque antes el esperaba algún día caer por mano suya. Es fácil para
nuestro dios el hacer tales giros en las más humildes circunstancias.
O por un bien equivalente, removiendo el peso de la carga para que
no los oprima más, incluso aunque permanezca. "Y me ha dicho:
Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.
Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a
Cristo me gozo en las debilidades" (2 Corintios 12:9-10). Aunque
pueda que no lleguen a la costa, no obstante, su cabeza no estará

a necesidades terrenales de manera directa, así como no otro levantamiento sino como un
cumplimiento más perfecto del mismo, lo cual hace necesario que sea contradicho, más que aclarado.
más bajo las aguas, sino que será levantada136. Tal experiencia
abrumó a los hebreos en el horno ardiente: el fuego ardía, pero no
podía consumir nada sino sus cuerdas; ellos tenían su ardor y su luz
sobre ellos, pero nada del calor abrazador dentro de ellos.
2. Una visión confortable de la aceptación de sus oraciones que han
hecho en sus circunstancias humildes. Mientras las oraciones no son
respondidas, sino que la tribulación continua, ellos son propensos a
pensar que no son aceptadas o consideradas en el cielo, porque no
hay cambio en su caso, "Si yo le invocara, y él me respondiese, Aún
no creeré que haya escuchado mi voz. Porque me ha quebrantado
con tempestad" (Job 9:16-17). ¡Pero ese es un error! ellos son
aceptados inmediatamente, incluso aunque no parece haber una
respuesta a la oración, "Y esta es la confianza que tenemos en él,
que, si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye." (1
Juan 5:14). El señor hace con ellos como un padre con muchísimas
cartas que vienen de su hijo en el extranjero, él las lee una por una,
con placer, y cuidadosamente las extiende para responderlas a
conveniencia de su hijo. Y cuando la respuesta llegue, el hijo
conocerá cuán aceptable era para su padre.
3. Una respuesta a sus oraciones, satisfactoria para su corazón, con
el fin de que no solo obtengan la cosa rogada, sino que miren que
han obtenido una respuesta a su oración; Y le den un doble valor a
esa misericordia. Oraciones aceptadas podrían no ser respondidas
por un largo tiempo; En los casos de Abraham y David, fueron
muchos años, pero, aun así, al final, estas no podían fracasar al no
ser respondidas. El tiempo vendrá cuando dios las tenga en cuenta
de acuerdo a su promesa, y ellos cambien su nota y digan, "Amo al
SEÑOR, porque oye mi voz y mis súplicas." (Sal 116:1).
Considerando su levantamiento como llevando la firma de la mano
de un dios que escucha la oración.
4. Completa satisfacción en cuanto a la conducta de la providencia,
en todos los pasos de las circunstancias humildes, y el retardo d el
levantamiento, sea cual sea el grado de perplejidad que sus
circunstancias tuvieran antes. Pararse en la orilla y mirar a atrás, a lo

136 Luego insertaría “David habla con emoción de tal levantamiento” y citaría el salmo 27:5-6, pero el
texto en lugar de hablar de esa “equivalencia”, habla de una remoción completa. Esto es un grave mal
tanto entonces como ahora, a menudo se aprovecha la forma de las palabras y no su contenido, y se
hace doctrina de un término y no de lo que significa, pervirtiendo así el verdadero significado del texto,
y jurando que el espíritu dijo lo que jamás había dicho.
que tuvieron que atravesar, los hará decir, "El hace buenas todas las
cosas". Aquellas cosas que son amargas para los creyentes de
atravesar, son muy dulces cuando reflexionemos sobre ellas 137.
5. Ellos obtienen el levantamiento, junto con los intereses
acumulados por el tiempo que ellos estuvieron sin este. Cuando dios
paga sus bonos de promesas, paga tanto el principal como los
intereses a la vez: la misericordia es incrementada de acuerdo al
tiempo que esperaron, y los gastos y sufrimientos soportados durante
el proceso. Los frutos de la providencia común maduran pronto, y
pronto se pudren. Pero los frutos de las promesas, aunque a menudo
tarden un largo tiempo madurando, cuando son tomados perduran. Y
cuanto más tarda la promesa en madurar, más valioso es cuando
llega. Abraham y Sarah esperaron por la promesa durante 10 años,
y al final pensaron en una manera de acelerarla. Y la tomaron antes
del tiempo en el nacimiento de Ismael, pero él no era el hijo
prometido. Además, estaban entrando en una vejez extrema antes
de que la promesa viniera. Pero cuando llego, la obtuvieron con la
adición de la renovación de sus edades. La más valiosa de todas las
promesas fue la más tardía en ser cumplida, esto es, la promesa de
Cristo, siendo esperada durante cuatrocientos años.
6. Los enemigos espirituales 138 que vuelan insistentemente sobre
ellos durante el tiempo de la oscuridad de las circunstancias
humildes, serán dispersados por el levantamiento de la promesa. "Y
Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en el señor... Mi boca se
ensanchó sobre mis enemigos... Los que estaban saciados se
alquilan por pan, y dejan de tener hambre los que estaban
hambrientos." (1Sa 2:1,5). El ejercito de Faraón se veían formidables
detrás de los israelitas, mientras el mar rojo estuviera delante de
ellos; pero una vez que atravesaron el mar, vieron a los egipcios
muertos en la orilla. Tal visión será la que los que se humillan bajo
las circunstancias humildes tendrán de sus enemigos espirituales,

137 Luego añadiría “el enigma de Sansón es entonces comprobado por ellos.” Se refiere al enigma que
sansón dijo a los filisteos, sobre el león y la miel (Jueces 14), pero esto, aunque tomado por si solo
podría ser una imagen de lo que intenta Boston exponer, realmente esa escritura no tiene por intención
nada en relación a estas verdades.
138 Esto no se refiere como muchos ahora usan la expresión para indicar superstición y misticismo, y

exclusivamente a los demonios y a satanás, sino que aquí se debe tomar por “el pecado”, esto es, las
dudas y las tentaciones internas que son los enemigos de la santidad. No en un sentido literal enemigos
pues proceden de nuestra misma voluntad corrupta, sino en sentido metafórico.
cuando el tiempo para su levantamiento llegue. Ahora voy a
considerar,
El debido tiempo de su levantamiento. Esta es naturalmente una
pregunta de aquellos que están en circunstancias humildes,
"Centinela, ¿qué de la noche?" Y no podemos responder al alma
humillada, sino en lo general.
El levantamiento del humilde no tardara mucho tiempo, considerando
el peso del asunto, es decir, considerando el valor y precio del
levantamiento del humilde; Cuando este venga, su tiempo no será de
ninguna manera considerado como demasiado tarde. Cuando ves tu
maíz en los campos, aunque no madura tan pronto como algunas
otras semillas del jardín, sino que debes esperar tres meses o más,
aun así, no consideras la llegada de su cosecha como demasiado
tardía, a la luz del valor de la siega. Esta es la visión que el apóstol
[revela]139 del levantamiento en las circunstancias humildes, "Porque
esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez
más excelente y eterno peso de gloria" (2 Co 4:17), de la misma
manera un creyente, mirando la promesa a través del ojo de la fe, y
percibiendo su cumplimiento, y su valor, puede maravillarse más bien
de que llegue tan pronto. Por tanto, está establecido que este
levantamiento deberá acontecer en un tiempo pronto, pronto con
respecto a su peso y valor.
Cuando el tiempo de este llegue, ese y solo ese será el tiempo
apropiado. Para cada cosa hay un tiempo, y una gran parte de la
sabiduría yace en discernirlo, y hacer las cosas en el tiempo de ellas.
Y podemos estar seguros que la infinita Sabiduría, no puede perder
ese tiempo por equivocación. "Él es la Roca, cuya obra es perfecta,
porque todos sus caminos son rectitud" (Deut 32:4). Antes, sea lo
que sea que dios haga, cumplirá con la examinación más estricta, en
este como en todos los demás puntos. "He entendido que todo lo que
Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se
disminuirá; y lo hace Dios así, para que delante de él teman los
hombres." (Ecle 3:14). Es verdad, en muchas ocasiones, vemos
momentos que nos parecen ser el tiempo apropiado para el
levantamiento, que, sin embargo, realmente no lo son, pues,
encubiertas de nosotros, hay algunas circunstancias que hacen de

139Antes “toma”, como indicando que era la opinión del apóstol, si bien no tiene esta intención, pues es
claro debido a otros escritos, aun así, no es apropiado este lenguaje.
ese tiempo inapropiado para ello. Así, "Mi tiempo aún no ha llegado"
(Juan 7:6). Pero cuando todas las circunstancias, de antemano
conocidas siempre por dios, sean abiertas y estén delante de
nosotros, entonces veremos que el levantamiento llego en el tiempo
que era más para la honra de dios y nuestro bien, y que no habría
hecho tanto bien de haber ocurrido antes.
Cuando el tiempo llegue ese será realmente el tiempo debido, el
tiempo apropiado para el levantamiento de un hijo de dios de sus
humildes circunstancias no se pospondrá ni un momento más. "Se
apresura hacia el fin, sin duda vendrá, no tardará." (Hab 2:3). No
tardará, no se dilatará, ni se pospondrá para otro momento. ¡Oh, qué
reposo de corazón nos ofrece la firme fe en esto! No hay un hijo de
dios que con la mayor seriedad no protestaría contra un
levantamiento antes del tiempo debido; contra una fruta inmadura
que le es arrojada por un padre enojado, para que lastime sus
dientes; y puesto que es así, entonces, podemos firmemente creer
este punto, que indudablemente este vendrá en el tiempo debido, sin
perder un minuto; Esto proporcionaría un descanso profundo. Y debe
ser así porque dios lo ha dicho; aunque fuera el caso más
irremediable, “aunque montañas de dificultades yazcan en su
camino, en el tiempo señalado resoplara” 140.
Las circunstancias humildes son ordinariamente llevadas al punto
más extremo de lo irremediable antes del levantamiento. El cuchillo
estaba en la garganta de Isaac antes de que la voz se oyera. "Porque
hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación
que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera
más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la
esperanza de conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros mismos
sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos,
sino en Dios que resucita a los muertos" (2 Co 1:8-9). Muy pronto
considerados insoportable que las cosas lleguen a ese punto; tal es
la impaciencia de nuestros espíritus. Pero todavía podemos tener
mucho por descender, después de que ya creíamos estar al pie de la
colina. Y por poco nos hacemos jueces escasamente competentes
tanto para juzgar cual es el punto para la desesperanza, como del

140
La siguiente nota es del mismo Boston, “Dicho Hebreo, el cual es una metáfora del viento
levantándose en un instante, después de una repentina calma ”.
tiempo debido para el levantamiento. Pero dios generalmente lleva
las circunstancias humildes de su pueblo hacia abajo, y luego, aún
más hacia abajo, hasta que lleguen a ese punto.
En esto dios está sosteniendo el mismo curso que sostuvo en el caso
del hombre Cristo, El amado patrón que fue copiado para todas las
demás dispensaciones de la providencia hacia la iglesia y cada
creyente particular. Él fue todo el tiempo un varón de dolores; y a
medida que su tiempo avanzaba las aguas se hinchaban más y más,
hasta que fue llevado a la tierra de muerte; entonces fue sepultado,
y la piedra del sepulcro fue sellada; lo que hizo que el mundo pensara
que se habían librado de él, y que no los afligiría más. Pero cuan
errados estaban al respecto; entonces, y no hasta entonces, fue el
tiempo debido para su levantamiento. Y el más notable levantamiento
que su pueblo obtendrá fue moldeado según este gran patrón.
Otro fin al que la providencia apunta en esto es el llevar al creyente
a deshacerse de su propia seguridad, y toda cosa creada que sea su
seguridad, para fijar su confianza y esperanza solo en el señor, "Para
que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita
a los muertos" (2 Corintios 1:9). La vida de un [creyente] aquí esta
diseñada para ser una vida de fe; y aunque la fe pueda actuar más
fácilmente cuando tiene algo de ayuda de los sentidos, no obstante,
ciertamente actúa mas noblemente cuando actúa en oposición a los
sentidos. Entonces es una fe pura, cuando permanece solo sobre sus
piernas naturales: el poder y la palabra de dios, "Y no se debilitó en
la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto... o la
esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de
la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios"
(Gal 4:19-20), de la misma manera se debe hacer cuando los asuntos
son llevados al punto más extremo de desesperanza.
De nuevo, la debida preparación del corazón para el levantamiento
de circunstancias humildes va antes del debido tiempo de ese
levantamiento, según la promesa. No es así en cada levantamiento.
Los levantamientos de las providencias comunes no son manejados
con gravedad; los hombres los tendrán, no esperarán mucho por
ellos, y dios se los lanzara en ira, antes de que ellos estén preparados
para recibirlos. "Te di rey en mi furor" (Oseas 13:11). Ellos por ningún
medio pueden soportar la prueba, y dios entonces los deshecha
como plata reprobada, que no es capaz de soportar el calor.
Esta debida preparación consiste en la debida humillación. Y a
menudo toma mucho trabajo llevarlos hasta ella, el cual es otro punto
del que somos jueces muy incompetentes. ¿Pensaría alguien que
Job después que fue llevado a estar tan humillado en su espíritu por
la providencia de dios hiriéndole de un lado, y en un sentido sus
amigos del otro, por largo tiempo, sin embargo, después de todo se
resistiría a ambos métodos, de manera que dios vería necesario el
hablarle el mismo, para lograr humillarlo? Por ese hablar del mismo
dios, fue llevado a postrarse, y entonces habríamos creído que él
había sido de entre todos los hombres ya lo suficientemente
humillado141,. pero dios veía aun necesario un grado mayor de
humillación, por lo cual comenzó de nuevo a hablar para llevarlo allí,
hasta que al final Job yacio en el polvo. Y solo después, el señor hubo
terminado su prueba con él.
Hay en ello seis cosas 142 que, [parcialmente puede decirse],
pertenecen a esta humillación preparatoria del levantamiento.
1. Un profundo sentido de pecaminosidad e indignidad de ser
levantado en lo absoluto. "He aquí que yo soy vil; ¿qué te
responderé? Mi mano pongo sobre mi boca." (Job 40:4). Las
personas pueden estar por mucho tiempo en circunstancias humildes
antes que estas sean llevadas a un final; incluso buenos hombres
son muy parciales en favor propio, y pueden olvidarse a sí mismos
tanto como para pensar que dios trata sus favores inequitativamente,
y es fuertemente severo con ellos más que con los demás. Eliu
señala esta falta en Job bajo sus circunstancias humildes. Y se
hallará que hay una mayor disposición de vindicar nuestro propio
honor de la imputación que las circunstancias humildes parecen
ponerle, que vindicar el honor de dios en la justicia y equidad de esa
dispensación. La ceguera y naturaleza malvada del mundo, es
propensa a sospechar, ayudada por esta ceguera de la naturaleza
corrupta, las peores causas para las circunstancias humildes, como
si los grandes sufrientes fueran de seguro los más grandes
pecadores. Pero Dios es un dios celoso, y cuando él deba

141 Luego insertaría “y quizás él lo había pensado también” no es licito suponer lo que las escrituras no
dicen.
142 Luego insertaría “que pienso”, esto lejos de ser humilde es peligroso, pues hace de su opinión la

medida para declarar cosas de las doctrinas de las escrituras, no del contexto de quienes le oían, sino de
la escritura.
manifestarse apropiadamente al humilde, hará que el asunto de
nuestro honor ceda a la vindicación del suyo.
2. Una resignación al agrado divino como el tiempo del
levantamiento. Dios da la promesa, dejando el tiempo en
incertidumbre para nosotros. Nuestro tiempo siempre esta presto, y
de manera precipitada lo llenamos por nuestra propia mano. Dios no
sigue nuestro tiempo, porque no es el debido tiempo. Por ello somos
propensos a pensar que su palabra a fallado, cuando no es más que
nuestra propia precipitada conclusión de que ha fallado,
“Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón,
Y lavado mis manos en inocencia” (Sal 73:13) . Varios de los santos
143

han sufrido mucho de esta manera, y de esta manera aprendieron a


dejar de llenar ese tiempo que está oculto144. El creyente Abraham
hizo esto con la promesa de dios, por sobre diez años de espera.
Si este es el caso de algún hijo de dios, no dejes que esto te
desanime en cuanto a tu liberación, al pensar que fue una gran
precipitación el aplicarte la promesa: cuando tu error fue solo el
aplicarte de la manera en que hemos declarado, el tiempo de la
promesa; un error que los santos en todas las épocas han cometido,
del que se arrepienten, y vieron la locura de ello, y dejaron ese punto
vacío para el tiempo venidero; y entonces la promesa fue cumplida
en su propio debido tiempo. Vosotros en tales circunstancias vayan
y hagan lo mismo, dejando el tiempo enteramente al señor.
3. Una completa resignación a la manera y el modo de traer ese
tiempo. Así como con el tiempo de la promesa, también Estamos
listos para establecer una manera particular en la que el señor debe
trabajar en el cumplimiento de la promesa; y si esto no es seguido, el
orgullo del corazón es trastabillado. "Y Naamán se fue enojado,
diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie
invocará el nombre del Señor su Dios, y alzará su mano y tocará el
lugar, y sanará la lepra." (2 Reyes 5:11). Pero el señor tendrá a su
pueblo separado de eso también, para que no le prescriban ningún
método, sino que lo dejen a él enteramente, como en ese caso, v14
"El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán,
conforme a la palabra del varón de Dios.... y quedó limpio". La brújula
de nuestro conocimiento de las maneras y medios es muy estrecha,
143 Antes Boston citaría el salmo 116:11, en lugar del que he colocado, pero las palabras de ese salmo no
hacen referencia a un apresuramiento de pecado.
144 Luego añadiría “la primera promesa fue usada así por la creyente Eva”.
como si estuviera bloqueada. A menudo no podemos ver otra forma;
pero nuestro dios conoce muchas maneras de liberación, cuando
nosotros solo una, o ninguna en absoluto, y es muy usual para el
señor traer la liberación de su pueblo en una forma que ellos no
tenían prevista, después de cosechar decepciones de aquellas otras
en las que habían tenido gran expectación.
4. Resignación tanto al grado del levantamiento, si, como al mismo
acontecimiento de el en el tiempo. El señor tendrá a su pueblo tan
destetado, que por impacientes que hayan sido a veces, sin importar
que se hubieran comportado como si el levantamiento debía
acontecer más pronto, y no podían soportarlo durante más tiempo,
ellos serán al final llevados a no determinar ningún tiempo en lo
absoluto, sino a someterse a ir al sepulcro bajo su peso, si ello parece
bien a los ojos del señor. En ese caso ellos serán llevados e estar
contentos con cualquier medida de ello en el tiempo, sin prescribir
cuánto, "Si yo hallare gracia ante los ojos del Señor, él hará que
vuelva, y me dejará verla y a su tabernáculo. Y si dijere: No me
complazco en ti; aquí estoy, haga de mí lo que bien le pareciere." (2
Samuel 15:25-26).
5. La continuación de la oración y esperar en el señor en el proceso.
"Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y
velando en ello con toda perseverancia" (Efe 6:18). Es el orgullo del
corazón, y la insubordinación de espíritu, lo que hace que los
hombres se rindan orando y esperando, debido a que sus
circunstancias humildes son alargadas una y otra vez. Pero la debida
humildad, la cual va antes del levantamiento, lleva a los hombres a
ese temperamento de orar, esperar, y resistir resueltamente, no
poniendo tiempo para rendirse hasta que el levantamiento venga, sea
que [dios] los levante ahora, o [quiera consolarlos después] en la
eternidad.
6. lamentarnos de nuestro mal comportamiento en la prueba. "Por
tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas
para mí, que yo no comprendía". (Job 42:3). El corazón orgulloso
mora y se expande en los sufrimientos del hombre durante la prueba,
y pone la atención solo en el lado de sufrimiento de la prueba. Pero
cuando el Espíritu de dios viene al humilde, con el fin de prepararlo
para el debido levantamiento, hace que el hombre pase por alto, de
alguna manera, el lado de sufrimiento de la prueba, y torne sus ojos
sobre su propia conducta en ella, la escudriñe, se juzgue a si mismo
imparcialmente, y se condene a sí mismo, de manera que su boca
sea detenida. Esta es esa humildad que va antes del levantamiento
en el tiempo, que procede de la promesa. Procederé a considerar
El levantamiento como traído al final del tiempo, en el otro
mundo, y,
1ero. una palabra acerca de la naturaleza de este levantamiento. Con
respecto a ello diré estas cosas iniciales:
1. hay certeza en cuanto a este levantamiento, en cada caso de cada
creyente humilde que se encuentra bajo circunstancias humildes.
Aunque alguno no pueda en todo respecto en su caso tener
seguridad de un levantamiento en el tiempo, sin embargo, el mismo
puede estar seguro, sea cual sea el respecto, que ellos, sin
incertidumbre alguna, obtendrán un levantamiento en el [siglo
venidero]145, "Porque sabemos que, si la casa terrestre de nuestro
tabernáculo se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no
hecha por manos, eterna, en los cielos." (2Co 5:1), Aunque los hijos
humildes de dios puedan desayunar tanto como cenar pan de
congoja y agua de aflicción, ellos estarán seguros de que cenarán
dulce y abundantemente en el reino de dios. Y la expectación de fe
de lo último puede servir para cualificar lo primero, y hacer que sea
más fácil estar bajo ello.
2. Sera un levantamiento perfecto. Serán perfectamente liberados de
sus pruebas particulares, su horno especial, cualquiera sea este, que
los hizo estar cansados muchos días. Fue entonces Lázaro liberado
de su pobreza, de sus llagas y de su yacer a la puerta del hombre
rico, y lo fue completamente. Sí, ellos obtendrán un levantamiento de
todas sus circunstancias humildes juntas. Todas las imperfecciones
entonces llegarán a un final, inferioridad en relaciones,
contradicciones, aflicciones, incertidumbre, [y efectos del pecado]146.
Si se tardase en llegar, habrá un momento bendito cuando ellos lo
obtengan todo en conjunto.
3. Ellos no solo serán levantados de su condición baja, sino que serán
puestos en alto; como José, que no solo fue sacado de prisión, sino
que, además, fue hecho gobernante sobre la tierra de Egipto, de la
145Antes frase irreverente “en el otro lado”.
146“y pecado” estaba antes. Pero como ha sido dicho sobre otras partes del tratado, el pecado no tiene
ninguna relación con este consuelo sobre males externos, antes es un mal moral.
misma manera, ellos serán levantados a un lugar alto, "Murió el
mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham" (Lucas
16:22). Aquí en esta tierra están en un lugar bajo; allí estarán puestos
en los altos cielos. A menudo, en sus circunstancias humildes, son
obligados a aceptar los estercoleros; entonces estarán con Cristo en
su trono, "Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono"
(Ap 3:21). Aunque ahora estén adheridos a la tierra, y los hombres
les digan “póstrate para que nosotros podamos pasar sobre ti”, ellos
entonces estarán establecidos en mansiones celestiales, sobre el sol,
la luna, y las estrellas. Serán también levantados en una condición y
estado alto; un estado de perfección. Lejos de todas sus aflicciones
e inquietudes, serán establecidos en un estado de descanso; De su
condición vil y sin gloria, serán promovidos a un estado de gloria. Su
vida cargada y afligida, triunfará con plenitud de gozo; Y, por sus
humildes circunstancias, serán vestidos con eterna gloria y honor.
4. Será un levantamiento definitivo, tras el cual no habrá más
humillación nunca jamás. Cuando en este tiempo obtenemos un
levantamiento, somos propensos a imaginar afectuosamente que
estamos ante el final de nuestras pruebas; pero pronto encontramos
que fuimos muy precipitados en nuestras conclusiones, y las nubes
retornan. "En mi prosperidad dije yo: No seré jamás conmovido....
Escondiste tu rostro, fui turbado." (Sal 30:6,7). Pero en aquel
entonces verdaderamente la prueba habrá terminado por completo,
la lucha habrá llegado a un final, y entonces será el tiempo de la
retribución y el triunfo.
5. No habrá el mas mínimo remanente de inquietud de las
circunstancias humildes pasadas, por el contrario, quienes fueron
humildes, obtendrán un glorioso y deseable efecto de ellas. Los
santos 147 tendrán recuerdos de sus circunstancias humildes bajo las
que estuvieron aquí; El hombre rico en el infierno recordó que tenía
cinco hermanos en la tierra, cuán suntuosamente le había ido, cómo
Lázaro se sentaba a su puerta; ¿Y cómo podríamos dudar de que los
santos recordarán perfectamente sus duras pruebas? sin embargo,
entonces las recordarán como aguas que pasaron; como el hombre
que, recuperada su salud, recuerda sus agitaciones sobre el lecho de

147 Antes a esta frase estaría “no tengo duda de que” … Intentando expresar su fe personal en esto, pero
esta y otras frases solo dan paso a hacer de nuestra opinión subjetiva la veracidad de una cosa, debe ser
el fundamento de las escrituras el que algo se afirme como doctrina, no nuestro ejemplo o experiencia
privada de esa “verdad”.
enfermedad; Y esta será una manera en la que se les recuerde cuán
dulce es el estado de salud presente, mas allá de lo que lo harina si
fuera de modo contrario. Ciertamente la orilla del mar rojo era el lugar
que, de todos los lugares, fue el más apropiado para ayudar a los
israelitas a cantar en notas altas. Y las circunstancias humildes de
los santos en la tierra les servirán para ese mismo uso en el cielo.
2do lugar. Una palabra para el debido tiempo de este levantamiento.
Hay un tiempo particular, definido para el caso de cada santo, el cual
será el tiempo debido, pero este está escondido de nosotros. Por
tanto, solo podemos decir en general que,
1. Será el debido tiempo para ello, cuando [los decretos y]148 obras
[que dios ha prefijado en el tiempo que llevemos a cabo en este
mundo] hallan ocurrido. Dios ha señalado a cada uno su tarea, sus
luchas, pruebas, y trabajo; y, hasta que esto este hecho, vivimos en
un tipo de inmortalidad. Este trabajo es,
La labor [que ha prefijado que nosotros haremos]; la obra establecida
para nosotros por el gran Señor, para que sea realizada para el honor
de dios y el bien de nuestras compañeras creaturas. Debemos estar
contentos de estar haciéndolo, incluso en nuestras circunstancias
humildes, hasta que esta esté terminada. No será el tiempo debido
para el levantamiento, hasta que estemos en el final de esa obra, y
entonces hallamos servido a nuestra generación. Y así también,
Una obra de sufrimiento. Hay una cierta porción de sufrimiento que
está asignada para el cuerpo místico; la cabeza ha dividido para los
diferentes miembros sus porciones de este; y no será el tiempo
apropiado para este levantamiento, hasta que hallamos agañotado la
parte asignada a nosotros 149.

148 Antes Boston escribiría simplemente “cuando nuestra labor en este mundo esté terminada”. Sea que
esto se entienda así o no, lo cual, es decir la respuesta afirmativa, es bastante probable que él lo haya
dicho así, sea cual fuere el caso, da entender que no moriremos hasta que nuestras obras aquí estén
terminadas. No obstante, esto no es verdadero, un hombre puede morir antes de ese tiempo por una
ira divina, por un juicio, e incluso por el pecado de otros contra él, es decir, si se entiende labor como
nuestra propia obra, cosa que parece ser entendida así debido al párrafo que sigue inmediatamente a
este. Sin embargo, hay una verdad en medio de este extravío; que es cierto con respecto a los decretos
de dios, y las obras, ya no en el sentido de “labores” o incluso “ministerio”, como Boston parece incluir,
sino de hechos concretos predestinados, que no pereceremos hasta que estos sean llevados acabo, y
por ello, puesto que parte de la idea establecida por Boston pertenec e a esta verdad, ha sido así
corregido y no removido plenamente.
149
Luego añadiría “Pablo consideraba que su vida terminaría al terminar este.” Pero es muy dudoso si
hace referencia al texto de 2 Timoteo, ya que parece darle ese uso de que no moriremos hasta que nuestro
ministerio sea hecho, cosa que la providencia jamás ha prometido, sea lo que sea que el apóstol indicara,
2. Cuando ese levantamiento venga veremos que viene exactamente
en el tiempo apropiado; que estuvo bien, que no fue ni pronto ni tarde;
porque, aunque el cielo será siempre mejor que la tierra, y que será
mejor para nosotros, absolutamente hablando, estar en el cielo que
aquí, sin embargo, ciertamente hay un tiempo en el cual es mejor
para la honra de dios y su servicio que estemos en la tierra antes que
en el cielo. "Pero quedar en la carne es más necesario por causa de
vosotros." (Fil 1:24). Y no será una tristeza para el corazón de
aquellos que estén allí, que estuvieron sufriendo mucho tiempo en
sus circunstancias humildes, y no fueron llevados prontamente.
Usos
Uso 1. Que entonces los humildes no desechen su confianza, sean
cuales sean sus circunstancias humildes; estén seguros que para
ellas vendrá un levantamiento al final; si no aquí, entonces estad
seguros que en la muerte. Mantengan esto ante su vista, y
consuélense con ello, porque dios lo ha dicho, "No para siempre será
olvidado el menesteroso" (Sal 9:18)150, [y, “El hermano que es de
humilde condición, gloríese en su exaltación” (Jacobo 1:9)]. Incluso
si la noche fuera muy larga, al final vendrá la mañana.
2. Deja que la paciencia tenga su obra perfecta. El labrador espera el
retorno de su siembra, el mercante el regreso de sus naves, el dueño
de la tienda por lo que él llama “el momento del año”, cuando vende
lo producido por su rebaño. Todo esto conlleva una larga paciencia,
¿y por qué no deberían los creyentes también tenerla, y
pacientemente esperar por el tiempo señalado para su
levantamiento?
Ahora has oído mucho sobre la torcedura en la porción; la excelencia
de la humildad de espíritu bajo una porción humilde, la cual es
superior al orgullo de espíritu, aunque esta última este unida a una
porción alta. Has sido llamado a humillarte en tus circunstancias
humildes, y a, en ese caso, estar seguro de un levantamiento. Para

si su labor predestinada, o su labor personal, cosa que en el caso de un hombre puede ser absolutamente
posible, aunque no inamoviblemente esperable, no debemos tomar tal texto como una promesa para
todos, pues ni ese texto ni otros nos dan fundamento alguno para esto. Y en el caso en que hablase
parcialmente como refiriéndose indirectamente a la promesa de la vejez, y del cuidado providen te sobre
todas las cosas de un santo en el salmo 1, o el 128, Boston no da suficiente evidencia que él esté hablando
en esa dirección, antes, muchas veces consuela el hecho de no ser librados en este mundo, con esta otra
liberación, que de ser así, sería entonces en una excepción del salmo 1 y 128, y no en un cumplimiento.
150 Este texto solo es verdadero a una parte de su afirmación, pues solo aplica a esta vida.
concluir, podemos estar seguros, de que dios al final quebrará en
pedazos al orgulloso, aunque esté demasiado alto, y triunfantemente
levantará al humilde, aunque esté demasiado bajo.
Fin.

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