Lumen Reginae Diciembre 2023
Lumen Reginae Diciembre 2023
Lumen Reginae Diciembre 2023
Lumen
Reginae N.44-DICIEMBRE 2023
Era su Hora
ALMA MARIANA
La pobreza
TOTUS TUUS
Reginae 07
ALMA MARIANA
Era su HORA
Revista oficial del
Reinado de María.
Número 44
08
VICTORIAS DE MARÍA
Diciembre 2023 Estoy en paz con la Virgen
reinadodemaria.org/
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AL ENCUENTRO
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CON EL DIOS UNO Y TRINO
youtube.com/c/ReinadodeMaria El gran Misterio
La Virgen en la
Sagrada Escritura
«Una Virgen concebirá...» (Is 7, 14)
«E
l Señor mismo os
dará una señal.
Mirad: la Virgen
encinta da a luz un hijo, a
quien ella pondrá el nombre
de Emanuel» (Is 7,14).
«Todo esto sucedió para que
se cumpliese lo que el Señor
había dicho por medio del
profeta: “La Virgen concebi-
rá y dará a luz un hijo, y le
pondrán por nombre Ema-
nuel, que significa Dios con
nosotros”» (Mt 1,22-23).
Era su
E
n Navidad la liturgia mundo cansado de la fatiga
da un relieve parti- de las obras, trabajos y pe-
cular a la figura de
María. La encarnación del
Redentor comienza en su
cados yacía en reposo, ca-
llaba. Santa María esperaba
ardientemente este momen-
Hora
corazón, en su “aquí estoy” to. Era su HORA. La Hora
lleno de fe. Que el extracto para la que había sido crea-
de esta homilía del P. Moli- da por Dios y a la que había
na nos ayude a penetrar este sido destinada por Dios. Era
gran misterio. la Hora del comienzo de la
manifestación del Verbo En-
«Acaba de llegar a Nazareth
carnado al mundo. Había
el mandato del emperador
llegado, estaba presente ya
romano. María y José cono-
la hora de la salvación. La
cen que el censo cae dentro
hora del tiempo del amor.
de la voluntad providente de
La hora del comienzo de lo
Dios y, por lo mismo, saben
nuevo. La hora de una nueva
que Dios hará desembocar
oportunidad.
el censo en bien para Él y
para ellos. Empiezan a pre- Iba pasando la noche y,
parar el viaje. cuando el Espíritu Santo
puso la oración del corazón
El viaje tiene muchas mo-
de Santa María en su más
lestias: calor en las hondo-
alto punto, entonces mila-
nadas, frío y humedad en las
grosamente vio depositado
alturas abiertas, incomodi-
sobre un extremo de su man-
dad en las posadas... Todo
to al Hijo de Dios encarna-
lo sufren siempre pacientes,
do. Acababa de nacer. Y en
siempre serenos. Por fin lle-
corazón de Santa María se
gan a Belén.
aproximó en su alegría a la
José y María encontraron alegría del Corazón de Dios.
la posada repleta por lo que Aquel Niño era de ambos.
se vieron obligados a pasar
Jesús miró a su Madre y ten-
adelante. José llamó a mu-
dió hacia Ella sus bracitos
chas puertas. La Madre de
pidiendo un refugio. Él, que
Dios esperaba sobre la ca-
es el Dios bajado a la tierra,
balgadura. Ninguna puerta
necesita de su criatura. Ma-
se abrió. Empezaba el Cal-
ría no se harta de contem-
vario del rechazo de Jesús.
plar su rostro. Cae a sus pies
Venía al mundo, pero el mun-
y le ofrece y le prodiga los
do no era lo suyo. Estaría en
homenajes de su amor, de su
el mundo, pero el mundo no
alegría y de su compasión. Y
sintonizaría con Él.
María presta todos los ser-
El tiempo de dar a luz se vicios de una madre a Dios,
acerca, insta. José se acuer- necesitado como un niño.
da de una a manera de cue-
Ante la escena de esta no-
va. Servía para el refugio del
che, te voy a pedir tres co-
ganado y tendría algún que
sas: soledad, recogimiento
otro pesebre adosado a la
y silencio. Que vivas la vir-
pared. Este era el lugar pre-
ginidad, como Santa María,
parado por Dios…
para que puedas contemplar
Llegó la Noche Buena. El a ese Niño y asimilarlo».
L
Agustín señala que el dina- su Corazón habitaba esa paz,
a mayor victoria de mismo que mueve a todas las de la que su Hijo es Príncipe,
la Virgen Santísima personas y sociedades es la según la profecía de Isaías.
sobre un alma no es búsqueda de la paz. Incluso En su Corazón nos guarda a
la curación física de una los que no tienen una mirada todos nosotros.
enfermedad o la ayuda en trascendente desean una paz
en este mundo para poder Si entramos en su Corazón,
algún apuro económico, fa-
gozar de sus bienes. Los que seremos educados en la ver-
miliar, social… Sino la gra- dadera paz y encontraremos
hemos conocido a Jesús sa-
cia de la verdadera paz del las fuerzas para vivir en gra-
bemos que la verdadera paz
corazón, de una conciencia cia de Dios. Que Santa María
la trae Él.
tranquila, exenta de todo pe- interceda por nosotros y, al
cado. No hay mayor dádiva En los últimos tiempos crece acabar este año 2023, poda-
que se pueda esperar de esta la advocación mariana que mos decir, como el mendigo
soberana Señora. la designa como Reina de la de Pancorbo, “estoy en paz
Paz. En ella se reconoce que con la Virgen”.
P ara presentar a nuestro santo nos trasladamos al Congo a principios del siglo XX. Se trata del
Beato Isidoro Bakanja, un mártir joven que enorgullece a la Iglesia de Dios que está en África.
El Congo era una colonia belga en la cual desembocaban negociantes de todas clases: católicos belgas
muy responsables y también colonizadores brutales, sin entrañas y enemigos declarados de la Iglesia.
Entre estos un tal señor Van Cauter que se hará tristemente famoso en la historia del mártir Isidoro.
Hacia 1885, en el Zaire, vino por María, su Madre del Cielo, tamente católico y muchos,
al mundo un pequeño africano arraiga profundamente en su impresionados por su sensa-
que se llamaba Isidoro Bakan- corazón. Para marcar su perte- tez, lo eligen como catequista.
ja, su padre Yonzwa y su ma- nencia tan especial a la Santí- Realiza sus ejercicios piadosos
dre Inyuka. La familia estará sima Virgen, ese mismo día re- (oración diaria, Santo Rosario,
compuesta por tres hijos, dos cibe el escapulario de Nuestra confesión y comunión fre-
niños y una niña. Hacia 1905, Señora del Carmen, «el hábito cuente) y su apostolado entre
cuando tenía veinte años, se de María», como suele decirse sus compañeros, pero sin que
hace peón de albañil. Al mismo en la lengua nativa de Isidoro. esto interfiera en su vida pro-
tiempo, sigue el catecumenado Llevará siempre ostensible- fesional. Tras una corta estan-
con los monjes trapenses. Y es mente ese hábito. Recibe la cia con su familia, se desplaza
que Isidoro ha sido alcanzado Confirmación y hace la Prime- a Ikili. Allí previenen a Isidoro
por el amor de Cristo, tomando ra Comunión el mismo año, en de la aversión contra los cris-
la decisión de unirse al Señor 1908, a los 23 años. tianos por parte de algunos di-
y pertenecer a la Santa Iglesia rigentes de la Sociedad Anóni-
Católica. El 6 de mayo de 1906 En su trabajo es diligente, ín- ma Belga (S.A.B.) que lo tiene
recibe el Bautismo y su amor tegro y concienzudo; es abier- empleado.
Llamada a la consideración
de la vida eterna
T
odos los seres humanos ambicionamos conservar la vida tem- Más adelante nos dice tam-
poral, que tarde o temprano se va a acabar. Pero, ¡qué poco nos bién el génesis que “El Señor
preocupamos por la vida eterna, la única verdadera! Dios formó al hombre del pol-
vo de la tierra y le insufló por
la nariz un soplo de vida, y el
La promesa que la Virgen hizo a los niños de llevarlos al cielo fue lo hombre se transformó en un
que les dio ánimo y fortaleza para superar todas las pruebas y sufri- ser vivo”. (Gén. 2, 7). Luego
mientos que tuvieron que pasar y lo que les llenaba de alegría. Y esa el cuerpo humano fue saca-
esperanza de cielo debe también acompañarnos en nuestro diario vivir. do del polvo, pero la vida y el
Los cristianos debemos vivir siempre con la mirada y el pensamiento espíritu que animó a ese cuer-
puestos en la eternidad. Dios, al crearnos, nos destinó a participar de su po inerte fue el soplo creador
misma vida divina. Por eso, como dice el génesis: “Dios creó al Hom- de los labios de Dios. Por eso
bre a su imagen y semejanza: Él los creó Hombre y Mujer” (Gn. 1, 27). nuestra alma es un ser espiri-
No somos de aquí abajo, nuestra Patria verdadera es el cielo. tual que participa de la vida de
«B
ienaventurados
los pobres de
espíritu, porque
de ellos es el Reino de los Cie-
los» (Mt 5, 3).
La pobreza es una virtud va-
liosa para la imitación Jesu-
cristo, para vivir sus divinas
enseñanzas y como consejo
para los que desean alcanzar
la perfección.
Jesús, conocedor de las men- cielos. Una de sus grandes a establecer el Maestro. Este
tes y los corazones, se anti- inquietudes es saber quién modo de pensar puramente
cipa a las preocupaciones y de ellos debería considerar- natural, era del todo ajeno
discusiones de sus apóstoles se como de mayor dignidad al espíritu que debe guiar a
con respecto al Reino de los en el reino que se preparaba los súbditos de Su Reino.
El gran Misterio
«¡O
h Rey de las gentes y piedra angular de la Iglesia, «Dios es amor» (1 Jn 4, 16).
ven a salvar al hombre que formaste del fango!» Todo lo que obra dentro y fuera
(Leccionario). Con intensidad creciente la liturgia de sí es obra de amor. Siendo
expresa la espera del Salvador, poniendo de relieve el deseo de todos el Bien infinito, nada le falta,
los hombres que a través de los siglos suspiraron por ella: «¡Oh Rey es felicísimo en Sí, nada puede
de las gentes..., ven!». Este deseo siempre actual en todo hombre que amar fuera de Sí movido por el
tiene conciencia de su necesidad de salvación, debe manifestarse tam- deseo de aumentar su felicidad:
bién en el compromiso de profundizar cada vez más en el misterio del Él lo posee todo. Por eso que
Amor infinito que es su única explicación. Dios ame a las criaturas no es
más que derramar su Bondad
infinita y sus perfecciones y ha-
cer partícipes a otros de su ser y
de su felicidad.
De este modo amó Dios al hom-
bre con amor eterno y, porque
lo amaba, lo llamó a la exis-
tencia dándole la vida natural
y la sobrenatural. Amándonos
Dios no solamente nos ha saca-
do de la nada, sino que nos ha
elegido y elevado al estado de
hijos suyos, destinados a parti-
cipar de su vida íntima y de su
eterna bienaventuranza. Este
fue el plan primero de Dios,
pero cuando el hombre cayó
en el pecado, Dios, que lo ha-
bía creado en un acto de amor,
quiso redimirlo por otro acto de
amor todavía más grande.
Por eso el misterio de la Encar-
nación se nos presenta como
la manifestación suprema del
«gran amor con que nos amó»
(Ef 2, 4). «En esto se mani-
festó la caridad de Dios hacia
nosotros: en que Dios envió al
mundo a Hijo unigénito, para
que por él tengamos vida. En
esto está la caridad... en que
él nos amó y envió a su Hijo,
propiciación por nuestros peca-
Con motivo del Año Jubilar de Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, varios miembros del Reinado de
María hicieron una peregrinación a Francia para ganar el Jubileo de esta gran Santa que supo hacerse muy peque-
ña, como María. Todos los peregrinos han podido visitar varios Santuarios Marianos, así como seguir los pasos de
la Santa más grande de los tiempos modernos (San Pío X). De la mano de la Madre… en sus Santuarios del Pilar
en Zaragoza (España), Lourdes y la Medalla Milagrosa en París (Francia), llegaron a profundizar en la pequeñez del
camino de infancia espiritual recorriendo los lugares “teresianos” de Alençon, Semallé y Lisieux. Además, tuvieron
la gran dicha de visitar el Santuario de San Luis Mª Grignion de Montfort (Saint-Laurent-sur-Sèvre), el Santuario
de Santa Bernardita (Nevers) y, como culmen, acrecentar su devoción al Sagrado Corazón de Jesús en Paray le
Monial: AD JESUM PER MARIAM.