Informe - Z16a
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INFORME
REALIZADO POR:
DICIEMBRE 2023
1 TABLA DE CONTENIDO
2 METODOLOGÍA....................................................................................................................................8
5.3 GEOMORFOLOGÍA.....................................................................................................................20
5.3.1 LOMOS...............................................................................................................................20
5.3.2 TOPES.................................................................................................................................21
5.3.5 VAGUADAS.........................................................................................................................22
5.4 MORFODINÁMICA.....................................................................................................................23
7 ANÁLISIS GEOTÉCNICOS....................................................................................................................29
10 CONCLUSIONES..............................................................................................................................57
TABLA DE ILUSTRACIONES
ILUSTRACIÓN 1 LOCALIZACIÓN DEL ZODME 16A. (IMAGEN TOMADA DEL INFORME I-314-Z16A-02-
INFORME DE DISEÑO)................................................................................................................................11
ILUSTRACIÓN 14 SURCOS Y CÁRCAVAS SOBRE LLENO ANTRÓPICO GENERADO POR DISPERSIVIDAD (Z10-
UF3 Y Z57+000)..........................................................................................................................................27
TABLA 9 INTENSIDADES.............................................................................................................................43
Se recopilaron datos con el propósito de realizar una aproximación al entendimiento del terreno y llevar
a cabo un diseño preciso del trabajo de campo, así como planificar la campaña de exploración y
caracterización. La información base fue obtenida a través de un levantamiento topográfico preliminar
del corredor vial utilizando el sistema LiDAR, además del establecimiento del polígono que delimita la
superficie máxima a ser ocupada por el ZODME 16A.
Para elaborar los diseños de manera detallada, se llevó a cabo un levantamiento topográfico exhaustivo
del terreno abarcando un área que supera el polígono en cuestión. Este levantamiento se realiza con el
propósito de garantizar una representatividad adecuada en relación con las posibles amenazas externas
que podrían afectar al ZODME 16A, así como evaluar los efectos que este pueda tener sobre la periferia.
Todos estos aspectos son aplicables dentro del contexto de la escala de trabajo especificada.
Es esencial destacar que los levantamientos topográficos realizados están georreferenciados de manera
precisa mediante el amarre a la red geodésica, utilizando el sistema de referencia espacial Magna-Sirgas,
que ha sido adoptado para Colombia por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). Este enfoque
asegura la coherencia y precisión espacial en todas las mediciones y datos recopilados durante el
proceso.
Tras llevar a cabo las actividades preliminares, se efectuó un trabajo de campo dirigido por especialistas
en geología y geotecnia. Estos expertos realizaron un recorrido minucioso del polígono y su zona de
influencia con el propósito de definir un plan de exploración, que incluyó la localización estratégica de
sondeos. Además, se llevó a cabo la elaboración de una cartografía geológica y geotécnica que abarcó
un reconocimiento detallado de las unidades geológicas, un análisis geomorfológico con énfasis en los
procesos morfodinámicos, y una evaluación de los factores hidrológicos.
Esta actividad permitió realizar un diagnóstico preciso de la aptitud del terreno, identificando tanto las
amenazas potenciales que podrían afectar al ZODME como las posibles repercusiones de este sobre el
entorno circundante. La información recopilada durante este proceso es esencial para la toma de
decisiones informadas en el diseño y la implementación de medidas de mitigación y gestión de riesgos.
Se llevó a cabo una exhaustiva campaña de exploración con el objetivo de obtener información
detallada del subsuelo, con miras a definir un modelo geológico preciso y recopilar muestras
representativas para la realización de ensayos de laboratorio.
Se desarrolló un modelo geológico detallado del área del polígono de interés, sirviendo como base para
análisis geotécnicos subsiguientes. Cada estrato u horizonte fue caracterizado geomecánica mente,
proporcionando la información esencial para llevar a cabo análisis de estabilidad que evaluasen tanto las
condiciones actuales del terreno como las condiciones ya terminadas del terreno, considerando la
presencia del ZODME.
Este proceso permitió la definición de la configuración geométrica óptima del ZODME, determinando las
pendientes, alturas de bancos, y posición y ancho de las bermas de manera que se garantizara un
rendimiento aceptable, cumpliendo con un factor de seguridad de 1.5 para condiciones definitivas a
largo plazo y 1.05 para condiciones sísmicas. Estos valores cumplen con los factores de seguridad
mínimos especificados en la NSR-10, título H. La evaluación geotécnica abarcó distintos mecanismos de
falla, incluyendo aquellos a través del cuerpo del lleno, en el contacto lleno-suelo natural y en la falla de
fondo (cimentación).
2.6 DISEÑO GEOMÉTRICO ZODME
La fase anterior es intrínsecamente interdependiente con la etapa actual del proyecto. En este contexto,
se aborda la formulación de la configuración geométrica que maximice el volumen a disponer sin
comprometer los criterios de seguridad establecidos. Como resultado, se presentan con detalle las
pendientes y alturas de los bancos, el ancho específico de las bermas y las formas que deben adquirir de
manera conjunta para integrarse de manera armoniosa con la topografía original del sitio. Este proceso
ha sido implementado mediante la utilización de la herramienta de diseño asistido por computadora
AutoCAD, garantizando precisión y eficiencia en la representación gráfica de la configuración geométrica
propuesta.
Con base en la información topográfica obtenida, los resultados de los recorridos de campo y la
recopilación de datos provenientes de la red meteorológica, se llevaron a cabo modelos
hidrológicos con el fin de estimar los caudales probables en la zona para los periodos de diseño
predefinidos. Estos resultados hidrológicos se utilizaron como insumo esencial para la
modelación de los flujos hídricos dentro del ZODME y para dimensionar las estructuras de
drenaje, incluyendo la implementación de medidas para una descarga controlada de agua.
Como criterio de diseño, se estableció un periodo de retorno de 25 años, tanto para las cunetas
interiores como para los canales de descarga perimetrales, de acuerdo con las directrices
aprobadas por la Autoridad de Regulación Minera (ARM). Este enfoque garantiza que las obras
de drenaje sean dimensionadas para manejar caudales excepcionales con una periodicidad
estadística de 25 años, asegurando la robustez y eficacia del sistema de drenaje en situaciones
críticas. La incorporación de este criterio específico de diseño refleja un compromiso con
estándares rigurosos y una gestión proactiva de riesgos hidrológicos en el contexto del
proyecto ZODME.
Ilustración 1 Localización del Zodme 16A. (Imagen tomada del informe I-314-Z16A-02- Informe de diseño)
El ZODME 16A está situado en el flanco oriental de la Cordillera Central, en un entorno montañoso con
un relieve fuertemente ondulado que desciende en dirección sur-norte. Se presenta como una
microcuenca cóncava, delimitada por crestas cortas de cimas estrechas y redondeadas que convergen y
culminan en una garganta o estrechamiento en la depresión del fondo. Esto crea una configuración
morfológica propicia para la acumulación de material. En este contexto, se identifica un depósito
coluvial en la base de la depresión, el cual consiste en una acumulación de partículas transportadas
desde las laderas circundantes de la microcuenca.
Con el objetivo de realizar una caracterización geológica y geomecánica del suelo, se llevó a cabo una
campaña exploratoria que implicó la inspección del sitio por parte de especialistas en geología y
geotecnia. Además, se realizaron dos (2) perforaciones utilizando métodos de percusión y una (1)
perforación mediante rotación.
Durante cada sondeo directo, se recuperaron muestras "inalteradas" utilizando tubos Shelby, así como
muestras remoldeadas mediante el uso del muestreador de cuchara partida (Split spoon) a partir del
ensayo de penetración estándar SPT.
A continuación, se presenta una tabla resumen que detalla los sondeos realizados, indicando la
profundidad alcanzada en cada uno de ellos.
Tabla 1 Profundidad de sondeos.
Nivel
Sondeo Profundidad (m) Freático
(m)
P1 22.00 0.9
SPT1 10.35 N.R
SPT2 10.35 N.R
1. Datos Básicos:
Profundidad alcanzada.
Longitud recobrada.
Nomenclatura de las muestras recuperadas.
2. Características Hidrogeológicas:
Profundidad del nivel freático, en caso de haberse identificado.
3. Descripción Geológica:
Descripción detallada de los estratos y/o horizontes encontrados, con el uso de simbología
correspondiente.
4. Instrumentación y Muestreo:
Especificación de los elementos utilizados tanto para el muestreo como para el avance del
sondeo.
5. Registro SPT (Standard Penetration Test):
Número de golpes necesarios para avanzar 0,15 metros del muestreador en cada prueba de
Penetración Estándar.
P1 (5,8,23)
Clasificación Granulometría por mallas,
SPT1 (4,5,10,12,16)
USCS límites de consistencia.
SPT2 (7,8,12)
P1 (5,8,23)
Humedad natural SPT1 (4,5,10,12,16)
SPT2 (7,8,12)
Compresión
SPT1 (5,12) Incluye peso unitario
inconfinada
5 CONDICIONES GENERALES DEL TERRENO
La región de interés se encuentra geográficamente delimitada al este por el sistema de Fallas Otú-
Pericos y al oeste por el sistema de Fallas Cauca Romeral. Estos sistemas enmarcan el bloque tectónico
conocido como el terreno Tahamí, compuesto por rocas metamórficas de origen continental con
diversas series de metamorfismo prógrado, según la clasificación de Toussaint y Restrepo (1988),
además de incluir cuerpos ígneos intrusivos como el batolito Antioqueño, Sonsón y otros cuerpos
satélites de menor tamaño. Este bloque tectónico se encuentra en contacto estructural, marcado por la
falla Otú, con el Batolito de Segovia (Terreno Chibcha) al este.
El bloque Tahamí exhibe un complejo sistema de fracturamiento que sugiere la ocurrencia de múltiples
eventos de deformación en regímenes tanto dúctiles como frágiles. Estos eventos se reflejan
principalmente en las rocas metamórficas de protolito pelítico, donde se evidencian plegamientos
locales que podrían estar relacionados con pliegues de carácter regional generados durante el
metamorfismo orogénico. Según Feininger (1972), después de estos eventos deformacionales
profundos, el bloque Tahamí ha experimentado un desplazamiento de más de 60 km en rumbo,
generando fracturamiento con orientación N-S. Como resultado de la orogenia más reciente, este
conjunto litológico ha experimentado episodios de exhumación hasta alcanzar su posición actual.
La unidad de rocas metamórficas que forma parte del Complejo Cajamarca es la más predominante en el
flanco oriental de la Cordillera Central y destaca por ser la región con el grado metamórfico más
elevado. Diversos estudios, como el de Feininger et al. (1972), interpretan este cuerpo como el núcleo
de un pliegue regional orogénico. Su configuración se manifiesta como un cuerpo alargado hacia el
oeste de la falla Otú, con una orientación predominante de norte a sur. Se extiende desde 3 km al oeste
del municipio de Remedios hasta los límites con el departamento de Caldas, específicamente en el
municipio de Liberia.
En su límite oriental, establece un contacto tectónico con el Batolito de Segovia a través de la falla Otú.
En el lado occidental, muestra una transición hacia esquistos cuarzo-sericíticos, según lo señalado por
González (2001). Estos neises, al tener un origen genéticamente vinculado con rocas sedimentarias,
exhiben variaciones tanto mineralógicas como texturales, que abarcan desde características gnéisicas
hasta esquistosas.
5.1.2 ANFIBOLITA (PZA)
En la zona de estudio, se observan capas de anfibolitas que se manifiestan como lentes con un grosor
máximo de 15 metros. Estas capas están en contacto con los neises feldespáticos y alumínicos del
Complejo Cajamarca, y mantienen una concordancia con esta unidad. Principalmente, estas capas de
anfibolitas exhiben una textura nematoblástica, caracterizadas por la presencia mayoritaria de
hornblenda (60%-90%) y plagioclasa, como indican estudios previos de Feininger et al. (1972) y Gonzales
(2001). El evento deformacional que originó estas anfibolitas es correlacionable con el evento registrado
en el grupo Cajamarca.
Estos cuerpos, dispuestos en forma de estructuras alargadas con orientación norte-sur, se encuentran
delimitados por la Falla Otú y muestran desplazamientos locales, especialmente en la zona norte del
aeropuerto Otú. La unidad exhibe falta de homogeneidad, manifestándose en variaciones
composicionales y en intercalaciones con esquistos micáceos, según lo señalado por González (2001).
Estas características están asociadas a cambios laterales en la cuenca original de depósito.
Se trata de un cuerpo alargado con una orientación norte-sur, en concordancia con la dirección
tectónica regional. Su longitud abarca 270 kilómetros y tiene un ancho de 50 kilómetros, lo que suma
una extensión total de 760 kilómetros cuadrados en el departamento de Antioquia, según los estudios
de González (2001). Este cuerpo presenta un límite fallado en su parte oeste, donde entra en contacto
con las unidades metamórficas del Complejo Cajamarca, mientras que, hacia el este, instruye en rocas
proterozoicas. Desde el punto de vista litológico, está compuesto principalmente por dioritas que
exhiben variaciones texturales, gradaciones y transiciones composicionales hacia cuarzodiorita, de
acuerdo con las investigaciones de Gonzales (2001).
Este extenso cuerpo geológico abarca la región central de Antioquia y se reconoce como el núcleo
fundamental de la Cordillera Central, según las observaciones de Gonzales (2001). Si sumamos el área
de sus cuerpos satélites, la extensión total supera los 10.000 kilómetros cuadrados. Destaca por su
uniformidad litológica, característica que lo distingue. En la zona de estudio, se identifican dos facies
predominantes: cuarzodiorita y granodiorita, las cuales tienen un carácter intrusivo en las rocas
metamórficas del Complejo Cajamarca.
5.2 GEOLOGÍA LOCAL
En este capítulo, se resumen las principales características del terreno estudiado, las cuales se evaluaron
a través de recorridos de campo, exploraciones subsuperficiales (mediante 2 sondeos a percusión y una
perforación a rotación) y los resultados de ensayos de laboratorio realizados sobre las muestras más
representativas obtenidas.
Los estudios realizados en el área tuvieron como objetivo obtener información detallada sobre las
unidades geológicas que conforman el ZODME 16A y sus alrededores, con el fin de proporcionar datos
para los modelos geológico-geotécnicos correspondientes.
Para llevar a cabo los estudios geológicos, se recopiló información bibliográfica y cartográfica previa,
centrándose en la plancha 117 AMALFI (Feininger, 1975) con su memoria explicativa y el Mapa geológico
del departamento de Antioquia a escala 1:400 000 (González, 2001).
La zona de estudio está compuesta en su totalidad por suelos derivados de la meteorización (química y
física) de las rocas metamórficas que constituyen el basamento de la Cordillera Central. En particular, el
ZODME 16A se ubica sobre Neis cuarzo-feldespático y alumínico (Pznf), perteneciente a la secuencia de
rocas metamórficas del Grupo Cajamarca. Esta unidad litológica desarrolla perfiles de meteorización
significativos y no se presenta en forma de roca expuesta en las proximidades del ZODME bajo estudio.
Esta unidad geológica abarca completamente el ZODME y fue identificada mediante sondeos, revelando
la presencia de suelos saprolíticos derivados de una formación metamórfica.
Dentro del ZODME, se observan acumulaciones de suelo o roca desplazadas en las laderas, formadas por
depósitos que se originan en la pendiente debido a la acción de la gravedad y/o al agua presente en los
materiales.
Estos depósitos se han identificado desde la zona media de la ladera hasta la parte inferior. Están
compuestos mayormente por una matriz abundante de textura limosa a areno-limosa (arena fina), con
un color predominante pardo. La proporción es de aproximadamente 80% de matriz y 20% de bloques,
los cuales pueden ser esquistos o neis rojizos y cuarzo, presentando un contenido elevado de óxidos.
Estos depósitos muestran características de baja humedad y plasticidad, así como una consistencia
blanda.
Se trata de depósitos generados por la acumulación de partículas que han sido erosionadas y
transportadas hacia abajo por la acción de la lámina de escorrentía superficial. La composición de estos
depósitos guarda una estrecha relación con la composición de la ladera sobre la cual ocurre este
proceso. En el caso particular del ZODME 16A, las laderas están conformadas por depósitos de vertiente
y suelos derivados del neis cuarzo feldespático.
5.3 GEOMORFOLOGÍA
La geomorfología, siendo la disciplina que analiza la configuración y evolución del paisaje, facilita una
evaluación de las características superficiales del terreno y los procesos morfodinámicos que lo afectan y
configuran. En consecuencia, un enfoque geomorfológico del terreno de interés es esencial para
comprender su origen y para evaluar la actividad superficial tanto en el pasado como en el presente.
Este análisis contribuye a una mejor comprensión de las potencialidades a largo plazo del suelo para su
uso.
La zona de estudio se presenta como un típico paisaje de montaña, marcado por ondulaciones
pronunciadas, donde los procesos exógenos, como la formación de corrientes (incisión y socavación), los
fenómenos en las laderas, la deposición y la erosión tanto laminar como concentrada, junto con la
influencia humana, son los principales controladores de la dinámica y las formas del terreno.
Las elevadas tasas de precipitación y las condiciones climáticas específicas de una región húmeda
tropical crean condiciones propicias para el desarrollo de suelos tropicales de gran espesor. En
combinación con eventos extremos de lluvias, estos factores modelan activamente las laderas y dan
forma al paisaje.
5.3.1 LOMOS
Corresponde a sistemas de laderas que descienden en formas de “dedos” o camellones desde un lomo
de jerarquía regional hasta el fondo de las vaguadas. Estas geoformas presentan flancos convexos de
pendientes moderadas a empinadas, con topes redondeados. Generalmente estas geoformas rematan
en las vaguadas y han sido esculpidos por las líneas de escorrentía y drenajes que atraviesan la zona,
erodando en el tiempo geológico en medio de los perfiles de suelos tropicales.
5.3.2 TOPES
Corresponde a las crestas amplias y suaves de los lomos. Se caracteriza por presentar áreas o corredores
de extensión longitudinal considerable, con pendientes menores a los 15°.
Ilustración 7 Geoforma de topes en el ZODME 16A.
Esta unidad está relacionada genéticamente con la acumulación (en tiempos geológicos) de materiales
provenientes de la vertiente; correspondientes a una serie de depósitos que descendieron hasta
acomodarse en zonas de menor pendiente, las cuales posteriormente han sido incisadas por líneas de
escorrentía y/o vaguadas del sistema fluvial de la zona, denotando su antigüedad e inactividad.
Topográficamente, esta unidad presenta diferencias con las demás, ya que se encuentran en zonas bajas
y presentan pendientes bajas a moderadas
Ilustración 8 Geoforma escarpe semicircular y superficies suaves en depósitos poco incisadas ZODME 16A.
5.3.5 VAGUADAS
Ilustración 9 Geoforma Vaguada con pequeñas incisiones producidas por líneas de escorrentía ZODME 16A.
5.4 MORFODINÁMICA
La génesis de esta geoforma está ligada al proceso morfodinámico tipo movimientos en masa, que por
saturación y efectos de la gravedad se favorece el desprendimiento de materiales, dejando una zona
escarpada de patrón semicircular o forma de “C” abierta, que demarcan el área desde donde se han
desprendido los materiales. Estos fenómenos de inestabilidad se denominan desgarres cuando son
superficiales (< 2 a 3 m) o deslizamientos cuando la superficie de ruptura es más profunda.
En el polígono se detectaron gran cantidad de estos procesos, todos someros y relictos (se observan
vegetados y con incisiones por procesos exógenos), generalmente asociados a las vertientes empinadas
que cuando se enfrentan a precipitaciones fuertes se produce la saturación superficial y el
desplazamiento o deslizamiento de cuñas someras de material.
Estos rasgos corresponden a ondulaciones en las laderas que por su continuidad y posición topográfica
más baja permiten la concentración de las aguas de escorrentía, sin constituir un caudal o cauce
permanente. Dentro del ZODME se identificaron varios (al menos 6) de estos corredores de
concentración de aguas; todas ellas inician dentro del polígono.
Las líneas de escorrentía convergen en la vaguada central. Además, aflora agua en inmediaciones
de la cota 935 m.s.n.m. a partir de la cual el flujo es continuo, constituyéndose como un cauce
natural.
En los sitios donde el agua lluvia no cuenta con un gradiente suficiente para ser evacuada, el proceso
dominante es el de acumulación e infiltración, con el consiguiente lavado de finos y la formación de
pequeños hundimientos y charcos. Zonas con estas características se identificaron especialmente hacia
la base del ZODME, en donde se identifica un leve hundimiento del terreno debido a la gran humedad.
Ilustración 12 Zona húmeda y encharcamiento ZODME 16ª.
Este fenómeno se genera en las pendientes más empinadas por el continuo paso del ganado. Estos
animales concentran su gran peso al dar un paso en dos cascos, generando grandes esfuerzos que
conllevan a la deformación e incluso ruptura de las capas más someras y blandas del suelo (capa
orgánica), que por el efecto de repetición terminan en una especie de sendero o corredor de trazado
sinuoso.
Este fenómeno, se observa en los lomos del ZODME. A pesar de no indicar una inestabilidad de la
ladera, si altera el régimen de flujo del agua de escorrentía, favoreciendo la infiltración del agua en
medio de la vertiente y la generación de desgarres.
Con base en la exploración y las visitas de campo realizadas, se ha determinado que el nivel freático en
la base del ZODME se sitúa a una profundidad de 0.9 metros. Este nivel exhibe una disminución
conforme aumenta la pendiente natural del terreno, alcanzando una profundidad de 6.0 metros en la
parte superior del lomo.
En la zona designada para el llenado, no se identifican cauces definidos, sino únicamente líneas de
escorrentía que convergen hacia el centro de la depresión. En este punto, se observa un afloramiento de
agua a una altitud de 925 metros sobre el nivel del mar, dando inicio a un caudal permanente con un
curso bien definido.
6 REDISEÑO GEOMÉTRICO ZODME
La topografía del área exhibe pendientes moderadas y adopta una forma encañonada, estrechándose
hacia la base. La configuración del polígono designado por el cliente permite modelar el ZODME de
manera análoga a una "presa", ubicada estratégicamente contra el cierre o garganta de la vaguada.
Los análisis de estabilidad, que se detallarán en el próximo capítulo, han establecido que los materiales
para el lleno deben ser dispuestos con una pendiente de 2.0H:1.0V para lograr la estabilidad, formando
bancos y bermas hasta alcanzar la parte superior.
Con el objetivo de maximizar el volumen y fortalecer la base del ZODME, considerada como la sección
más crítica para su estabilidad, se ha propuesto un banco-base con material de propiedades superiores y
una pendiente de 1.5H:1.0V. Inicialmente, se empleará un enrocado en los primeros metros,
especialmente en las zonas de la base con presencia significativa de agua, evitando así fenómenos como
la capilaridad o el ascenso del nivel freático dentro del lleno. Además, en caso de un eventual paso de
agua a través de la base del lleno, se prevenirían problemas de migración de finos. Sobre el enrocado se
colocará un lleno de material común reforzado con geotextiles.
En resumen, el lleno comenzará con un banco-base de 10.0 metros de altura y una pendiente de
1.5H:1.0V. De este cuerpo, los primeros 2.0 metros consistirán en un enrocado (tamaño
sobredimensionado), y los 8.0 metros restantes se conformarán con suelo común reforzado con
geotextil. Posteriormente, se dispondrá otro banco de 10 metros y finalmente un banco de 5 metros de
altura, con una pendiente de 2.0H:1.0V. Estos bancos estarán separados por bermas de 4.0 metros de
ancho, con pendientes superiores al 2% hacia atrás. Esta configuración del lleno alcanza una altura total
de 25 metros, entre las cotas 925 y 950 metros sobre el nivel del mar; en este último nivel se creará una
amplia plazoleta superior.
Ilustración 15 geometría zodme Z16A
7 ANÁLISIS GEOTÉCNICOS
En este capítulo se exponen las metodologías implementadas para la caracterización mecánica de los
materiales, los análisis de estabilidad de la ladera a intervenir, así como del ZODME.
La mayor parte del sitio está conformada por el perfil de meteorización de una roca metamórfica tipo
Gneis (con una esquistosidad sobreimpuesta), perteneciente al complejo Cajamarca. En este entorno
tropical, el perfil ha desarrollado considerables espesores de suelo, dificultando la exposición de la roca
en la superficie y situándose aproximadamente a 10.5 metros de profundidad (Perforación P1).
Sobre este perfil de meteorización, en la zona baja del ZODME, se encuentran depósitos de vertiente y
coluviales que no superan los 1.0 metro de profundidad. El perfil de meteorización se divide en tres
horizontes: inicialmente, un suelo residual (IB) con espesores de hasta 4.0 metros; en profundidad, el
saprolito (IC) con extensiones de hasta 11 metros; y finalmente, el macizo rocoso con un alto grado de
facturación denominado (IIA).
El suelo residual (IB) exhibe un color pardo naranja, con una humedad promedio del 34%, situándose
entre el límite plástico (20%) y el límite líquido (45%), lo que indica un estado plástico. Su índice de
plasticidad es del 25%, reflejando una alta actividad eléctrica que puede manifestarse en estructuras de
suelo abiertas, representando rigideces bajas y provocando deformaciones significativas en el ZODME.
Según la clasificación U.S.C.S., el suelo corresponde a una arcilla o limo de compresibilidad media (Límite
líquido cercano al 50%). Su resistencia al ensayo de penetración estándar es de 6 golpes/pie, indicando
propiedades geomecánicas pobres.
El saprolito (IC) presenta un marcado aumento en el contenido de arenas, pasando de un 30% a un 60%.
Además, muestra una disminución en el contenido de humedad, con un promedio del 24%, relacionado
con la reducción de finos. El índice de plasticidad disminuye de 25% a 15%. Según la clasificación
U.S.C.S., este horizonte corresponde a una arena limosa o arcillosa (SM-SC). La resistencia promedio al
ensayo de penetración estándar experimenta un cambio marcado a aproximadamente la mitad del
estrato, aumentando de 20 a 32 golpes/pie. Geotécnicamente, se divide en un saprolito (IC) y un
saprolito duro (ICD).
Finalmente, se encuentra el macizo rocoso fracturado con meteorización solo en sus discontinuidades
(IIA). Este material de color claro con motas negras presenta cuarzo, plagioclasa, hornblendas y
abundantes óxidos de manganeso. Su RQD es del 0%, reflejando un alto grado de fracturamiento.
Ilustración 16 Estratigrafía de la exploración.
Ilustración 17 Evolución en profundidad del ensayo de SPT.
Con el fin de modelar el comportamiento mecánico de los materiales ante la imposición de esfuerzos y
de predecir su resistencia al corte, se estimaron sus parámetros geomecánicos. Para tal efecto se
utilizaron los resultados de los ensayos de laboratorio (cortes directos y clasificaciones), además, de la
información de los ensayos de penetración estándar ejecutados en campo. Con estos, se emplearon
correlaciones entre el número de golpes y la resistencia al corte (Φeq), así como el módulo de
elasticidad (E). Dichos parámetros fueron calibrados y ajustados según las condiciones actuales del
terreno.
Para estimar el ángulo de fricción equivalente (Φeq) se empleó la expresión desarrollada por Kishida:
Mientras que para estimar el módulo de elasticidad se usaron correlaciones que dependen del tipo de
suelo sobre el que se haya ejecutado el ensayo de penetración.
Debido a la incertidumbre natural de los parámetros geotécnicos se optó por ejecutar un análisis de
sensibilidad y probabilista donde se pudiera involucrar la variabilidad esperada de los parámetros del
lleno a disponer, quién presenta mayor incertidumbre por sus génesis. La variación se planteó sobre el
ángulo de fricción, cohesión y presión de poros (Ru), como las variables con mayor peso en la
estabilidad. Para ellos se asumió una distribución estadística uniforme (fenómeno aleatorio), limitada
por los rangos máximos y mínimos esperados. El resto de los materiales se modelaron de manera
determinista.
A continuación, se presenta una tabla resumen con los parámetros medios de resistencia al corte y
rigidez.
Tabla 3 Resumen parámetros geotécnicos medios,
γ C φ E
Material (Kpa)
(kN/m) (kPa) (°)
Suelo residual (IB) 19 14 25 22000
Saprolito (IC) 19.5 19 31 32000
Saprolito duro (ICD) 20 25 32 40000
Roca intensamente fracturada (IIA) 21.5 100 34 80000
Depósito de vertiente (Qdv) 18 12 25 17000
Depósito coluvial (Qcol) 19 10 27 21000
Lleno de material de ZODME (Qll) 18 11 27 20000
Lleno material rígido (Enrocado) 22 15 35 90000
En la siguiente tabla se presentan los parámetros para la modelación del lleno en material común.
Variable
Para la elección del tipo de perfil de suelo, se empleó como referencia la clasificación basada en el
número de golpes en una columna de suelo de 30 metros (según el numeral A.2.4.3 del NSR-10). Este
proceso se complementó con la interpretación geológica del área, resultando en la definición de un
perfil de suelo tipo D.
Una caracterización más precisa del comportamiento dinámico se obtendría a través de ensayos
sísmicos que registren la velocidad de propagación de onda de corte (Vs) en los primeros 30 metros de
suelo.
Conforme a las directrices de la NSR-10 (título H), se establecen factores de seguridad mínimos de 1.5
para condiciones estáticas y permanentes, y de 1.05 para situaciones sísmicas (pseudo estáticas). En el
análisis pseudoestático, se calculó un coeficiente sísmico de 0.18, conforme a lo establecido por el Título
H del Reglamento Colombiano de Construcción Sismo Resistente NSR-10. Este coeficiente se define
como el 80% de la aceleración máxima del terreno y se representa mediante la fórmula:
Amax = Aa∗Fa∗I
Donde:
- Fa: Coeficiente de ampliación del suelo para la zona de períodos cortos del espectro, en este caso, 1.5
(suelo tipo D).
Para la interpretación de los modelos se presenta en la Tabla 5 la convención de colores para cada
material, así como la escala de color para los factores de seguridad.
Ilustración 19 Análisis de estabilidad en condiciones estáticas para el perfil A-A (Aa=0, F.s=1.765)
Ilustración 20 Análisis de estabilidad en condiciones estáticas para el perfil A-A (Aa=0.18, F.s=1.138)
El objetivo central del estudio hidrológico consiste en la estimación de los caudales máximos asociados a
períodos de retorno de 2, 5, 10, 25, 50 y 100 años para la corriente aferente a la ubicación del ZODME
Z16A; para el drenaje de las aguas de la cuenca hasta el punto en donde se implantará el ZODME, de
manera perimetral, y adicionalmente para las aguas sobre cada talud diseñado para el buen
funcionamiento del ZODME.
Para el cálculo del caudal de diseño se utilizará el Método Racional, el cual se fundamenta en la idea de
que, si una lluvia con intensidad i empieza de forma instantánea y continúa de forma indefinida, la tasa
de escorrentía continuará hasta que se llegue al tiempo de concentración (Tc), en el cual toda la cuenca
o área aferente, está contribuyendo al caudal en la salida.
Q=0.278∗C∗I ∗A
C: Coeficiente de escorrentía
A partir de los datos obtenidos de la estación pluviográfica VEGACHÍ (Código IDEAM 23105030). se
obtuvo la serie anual de máximos, la cual se muestra a continuación:
Tabla 6 Precipitaciones máximas de 24 horas de la estación Vegachí (23105030).
Año Pmax_24h (mm) No, Registros Año Pmax_24h (mm) No, Registros
1975 77.6 197 1998 69.0 365
1976 55.1 336 1999 74.0 365
1977 83.4 355 2000 136.0 366
1978 104.9 56 2001 78.0 365
1979 67.1 333 2002 103.5 365
1980 45.5 216 2003 110.0 365
1981 70.0 212 2004 100.6 366
1982 59.7 211 2005 79.0 365
1983 79.3 365 2006 75.0 365
1984 66.1 365 2007 85.0 365
1985 99.0 365 2008 72.0 366
1986 82.0 365 2009 73.0 364
1987 68.0 365 2010 101.0 365
1988 83.0 366 2011 80.0 365
1989 71.0 365 2012 79.0 364
1990 78.0 365 2013 101.4 363
1991 107.6 365 2014 100.4 364
1992 78.0 366 2015 95.0 338
1993 85.0 365 2016 72.0 340
1994 63.0 365 2017 121.1 348
1995 77.0 365 2018 70.1 338
1996 72.0 275 2019 100.0 320
1997 58.0 274
Con la serie anual de precipitación máxima, se buscó la función de probabilidad de mejor ajuste para la
estación mediante la evaluación de diferentes distribuciones de probabilidad usadas en hidrología,
Chi.square, Laplace, Lognormal, Normal y Weibull. Para realizar dicha evaluación, se usó el software
Statgraphics y se realizó una prueba de bondad de ajuste de Kolmogorov-Smirnov con una probabilidad
del 95%, cuyos resultados se pueden observar en la siguiente tabla:
Tabla 7 Prueba de bondad de Kolmogorov-Smirnov
Ilustración 21 Histograma de frecuencias comparativo
En la tabla anterior se puede observar que los datos se ajustan a todas las distribuciones de probabilidad
estudiadas, sin embargo, la distribución de probabilidad de Chi.square es la que modela mejor los datos
con un valor-p de 0.1230, por tanto, es la distribución que se eligió para los cálculos de probabilidad de
no excedencia, tratándose, además, de una distribución muy utilizada en estudios de este tipo.
La intensidad de la lluvia se define como el volumen o cantidad de precipitación que cae sobre un lugar
en un tiempo determinado, para una frecuencia o periodo de retorno. El método empleado para su
cálculo en el presente proyecto fue por medio de la metodología de SILVA.
K
i=
( t+ b )n
Donde,
0.38
T c =0.76 ∙ A
Ecuación de Clark
1
( A ∙ L)3
T c =0.108 ∙
√S
Ecuación de Témez
( )
0.76
Lc
T c =0.3 0.25
S
(S )
0.75
L
T c =0.30 ∙ 0.25
Después de calcular para cada estructura el tiempo de concentración se realiza un promedio de todos
los valores obtenidos como se muestra en las siguientes tablas:
Tabla 8 Tiempos de concentración.
Areas m2 Km2 Km CANTIDAD CUNETAS Tc pilgrim(min) Tc Temez (min) Tc ventura(min) Tc clark(min) Tc prom (min)
CT1 21886.3610 0.0219 0.1469 2.0 10.6716 10.0527 10.1301 8.1643 9.7547
CT1(C.1-C.2) 10943.1805 0.0109 0.0735 8.2005 5.9361 6.0234 5.4126 6.3931
CT2 3228.2820 0.0032 0.1146 2.0 5.1567 8.3247 8.4096 2.6243 6.1288
CT2(C.1-C.2) 1614.1410 0.0016 0.0573 3.9626 4.9157 5.0004 1.7398 5.0000
CT3 3886.6150 0.0039 0.0748 2.0 5.5335 6.0168 6.1042 2.9296 5.1460
CT3(C.1-C.2) 1943.3075 0.0019 0.0374 4.2522 3.5529 3.6296 1.9422 5.0000
CT4 1492.9260 0.0015 0.0469 2.0 3.8468 4.2176 4.2989 1.6611 5.0000
CT4(C.1-C.2) 746.4630 0.0007 0.0234 2.9560 2.4905 2.5562 1.1013 5.0000
Areas I (mm/h)
CT1 78.75786
CT1(C.1-C.2) 86.45653
CT2 87.16206
CT2(C.1-C.2) 90.38227
CT3 89.94547
CT3(C.1-C.2) 90.38227
CT4 90.38227
CT4(C.1-C.2) 90.38227
Este coeficiente está determinado por el grado de permeabilidad y la pendiente del terreno. Se tiene así
que la zona corresponde a hierba con una pendiente entre 20-50%, por tal motivo, el coeficiente de
escorrentía C a utilizar es de 0.55, garantizando factor de seguridad alto.
Tabla 10 Coeficientes de escorrentía según cobertura y tipo de suelo
Para el cálculo del caudal, por El Método Racional, se utilizará un coeficiente de escorrentía de 0.55, las
áreas que drenan a las cunetas y las intensidades ya calculadas anteriormente. A continuación, se
muestran las tablas donde se encuentran los valores del caudal de demanda:
Tabla 11 Caudales de demanda.
Areas Q (m3/s)
CT1 0.2633
CT1(C.1-C.2) 0.1445
CT2 0.0430
CT2(C.1-C.2) 0.0223
CT3 0.0534
CT3(C.1-C.2) 0.0268
CT4 0.0206
CT4(C.1-C.2) 0.0103
8.2 DISEÑO HIDRÁULICO DE CUNETAS
Las estructuras hidráulicas para el drenaje superficial, serán canales abiertos que funcionarán a
superficie libre, y presión atmosférica. Tanto cunetas como canales perimetrales, fueron diseñados para
un caudal recurrente de 25 años (INVIAS 2009), con un borde libre tal que, permita el paso de un caudal
de 50 años de periodo de retorno.
Se evita en el canal un régimen de flujo subcrítico, ya que involucraría alturas de lámina muy grandes,
que obligan a ampliar la sección e incrementar los costos de la obra. Por otra parte, se evitan flujos
altamente supercríticos, pues desarrollan grandes velocidades que afectan la durabilidad de la
estructura. De acuerdo con lo anterior, en las zonas del canal de baja pendiente (tramos sin escalones),
se busca un flujo con un numero de Froude cercano a uno.
Para el dimensionamiento del canal perimetral en los tramos más planos, se definió una pendiente
mayor, esto con el fin de obtener un comportamiento supercrítico del flujo, y además garantizar la
velocidad mínima auto limpiante, que evitará que el material más fino se deposite en el fondo.
Los ramales que descargarán desde la parte alta del talud hasta aguas abajo de la base, se definieron
como canales escalonados, con el tamaño de huella y contrahuella que mejor se ajustara al terreno.
Para el dimensionamiento de las cunetas de suelo cemento, se diseñó una sección típica de geometría
trapezoidal que cumpla para la mayoría de los caudales. Se verificó su capacidad; en caso de no ser
suficiente, se ajustaron sus dimensiones a un tamaño mayor. Esta capacidad se revisó mediante la
ecuación de Manning para una pendiente mínima de drenaje. Adicionalmente se chequearon las
condiciones críticas, que son consideradas las más desfavorables.
A continuación, con la ayuda del software H-Canales se realiza el cálculo del diseño de las cunetas,
verificando si cumplen con los caudales de demanda de cada cuneta.
8.3 DISEÑO HIDRÁULICO DE CUNETA EN SUELO-CEMENTO
Areas Q (m3/s) Ancho de solera (m) Talud (Z) Rugosidad ( n) Pendiente (m/m)
CT1 0.2633
CT1(C.1-C.2) 0.1445 0.6 0.5 0.024 0.02
CT2 0.0430
CT2(C.1-C.2) 0.0223 0.6 0.5 0.024 0.02
CT3 0.0534
CT3(C.1-C.2) 0.0268 0.6 0.5 0.024 0.02
CT4 0.0206
CT4(C.1-C.2) 0.0103 0.6 0.5 0.024 0.02
Los valores obtenidos para el diseño de las cunetas para los diferentes caudales se muestran a
continuación:
Tabla 13 Resultados diseño de cunetas
Areas y (m) A (m2) T (m) Froude ( F) Flujo P (m) R (m) v (m/s) Canal
CT1
CT1(C.1-C.2) 0.16 0.106 0.76 1.165 supercrítico 0.949 0.112 1.365 tipo1
CT2
CT2(C.1-C.2) 0.05 0.031 0.65 1.066 supercrítico 0.710 0.043 0.726 tipo2
CT3
CT3(C.1-C.2) 0.06 0.035 0.66 1.079 supercrítico 0.723 0.048 0.776 tipo2
CT4
CT4(C.1-C.2) 0.03 0.019 0.63 1.008 supercrítico 0.669 0.028 0.546 tipo2
Para el diseño de cunetas en geomembrana del proyecto se utiliza dos tipos de cunetas (Cuneta tipo 1y
Cuneta tipo 2), con unas dimensiones de 0.6m de ancho de solera (b) y 0.3m de tirante (Y), y con unas
dimensiones de 0.6m de ancho de solera (b) y 0.2 m de tirante (Y), las cuales cumplen con todos los
caudales demandados.
Canal recoje Q (m3/s) Ancho de solera (m) Talud (Z) Rugosidad ( n) Pendiente (m/m)
Cprin1 CT1(C1-C2) 0.4079 1 0 0.014 0.01
Cprin2 CT1(C3-C4) 0.4079 1.8 0 0.014 0.01
Canal recoje y (m) A (m2) T (m) Froude ( F) Flujo P (m) R (m) v (m/s) Canal
Cprin1 CT1(C1-C2) 0.21 0.206 1.00 1.393 supercrítico 1.412 0.146 1.980 tipo1
Cprin2 CT1(C3-C4) 0.13 0.240 1.80 1.487 supercrítico 2.067 0.116 1.700 tipo1
Para el diseño de cunetas en concreto del proyecto se utiliza un tipo de cuneta (Cuneta principal tipo 1),
con unas dimensiones de 1.8m de ancho de solera (b) y 1.4m de tirante (Y), las cuales cumplen con
todos los caudales demandados.
Los aportes que se considerarán en el diseño de los sistemas de subdrenaje consisten en el caudal
generado por infiltración de la precipitación y el caudal por agua subterránea cuando se presente nivel
freático en la cota de cimentación de la obra a proteger.
El caudal por infiltración se calcula teniendo en cuenta la precipitación en la zona, el área por drenar y el
efecto de la evaporación y de la saturación del suelo mediante la siguiente ecuación:
C = Coeficiente de escorrentía
I = Precipitación máxima horaria de frecuencia anual obtenida de las curvas de Intensidad Duración-
Frecuencia de la zona de localización de la obra
El diseño hidráulico del filtro que extraerá las aguas subterráneas de la zona se realizará con la fórmula:
Q=k∗i∗A
Donde,
Q Caudal (m3/s)
k Coeficiente de permeabilidad (m/s)
i Gradiente hidráulico (m)
A Área del filtro (m2)
Para k se tomó un valor de 10 2 m/s (Grava), (Casagrande y Fadum 1939) y con la suma de los dos
caudales anteriores se constituye en el caudal total de diseño.
Q
QT =V∗A , At=
V
V = Velocidad del flujo a través del subdrén. Se calcula a partir de la gráfica que se muestra a
continuación, en función de la pendiente y el tamaño del material que para este caso será grava ¾ de
pulgada, según los siguientes datos:
El diámetro de la tubería se calcula mediante la ecuación de Manning con n=0.013 para tubería
perforada. Se utiliza un geotextil NT 2500. La longitud entre drenes se halla utilizando la ecuación de
Hooghoudt, la cual es 30 m para el lote. A continuación, se muestran los resultados de los filtros para el
terreno modificado:
● Previo a la conformación del terreno se deberá retirar la capa vegetal de la zona a intervenir
con el fin de almacenarla en condiciones adecuadas que garanticen su estado natural con el fin
de ser utilizado como revegetalización del área reconformada.
● No obstante, se deberá garantizar que sea revegetalizada la totalidad del terreno modificado
● El material utilizado para la conformación del terreno debe ser dispuesto en capas
avanzando hacia el centro, traslapando en cada recorrido un ancho no menor de la mitad del
ancho del rodillo compactador.
● Aquellas zonas que, por su reducida extensión, su pendiente o su proximidad a obras de arte
no permitan la utilización del equipo que normalmente se utiliza, se compactarán con los
medios adecuados para el caso, en forma tal que las densidades secas que se alcancen no sean
inferiores a las obtenidas en el resto de la capa.
● A menos que en el proyecto figure algo, el material a disponer deberá ser distribuido en una
sola capa y en todo el ancho que se requiera, de tal manera que, al extenderse, la capa resulte
de espesor uniforme, con una pendiente transversal del 1%, para facilitar el escurrimiento de
las aguas superficiales.
surcos que estén deteriorando de forma muy acelerada la terraza, se recomienda que se
realicen las siguientes actividades:
o Remover los bloques de suelo sueltos sobre las paredes de las cavidades.
o Mejorar la geometría de las cavidades con el fin de poder hacer una compactación
apropiada. El ancho mínimo de la cárcava debe de quedar de 1.0 m, con el fin de
poder utilizar un equipo mecánico.
o Rellenar las cárcavas con material debidamente compactado en capas de máximo 30.0
cm.
de los mínimos exigidos en la NSR-10. Lo descrito entonces indica que, para la construcción, es
necesario:
● Efectuar la preparación del área a conformar con el descapote y retiro de la capa orgánica.
● Para la disposición de volúmenes se deben revisar las áreas una vez se realicen los descapotes,
sitios con presencia de agua, embalsamientos u otros que no sean provenientes de lluvias
recientes, debe analizarse la posibilidad de generar filtros localizados de evacuación rápida de
dichas aguas y que sirvan de control para evitar empozarse.
10 CONCLUSIONES
● Las obras propuestas garantizan factores de seguridad en condición sísmica superiores a 1.05
● Las obras propuestas en el documento deben ser ejecutadas en su totalidad ya que con esto se
garantiza la integridad del sistema evaluado.