Roland Barthes Resumenes UBA

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Roland Barthes: El mensaje fotográfico.

La fotografía periodística es un mensaje. El conjunto de ese mensaje está constituido por una fuente
emisora (redacción del diario, etc.), un canal de transmisión (el diario mismo) y un medio receptor (el
público que lee el diario). Tanto la emisión como la recepción del mensaje dependen de una sociología: se
trata de estudiar grupos humanos, de definir móviles, actitudes y de intentar relacionar el comportamiento
de esos grupos de la sociedad total de la que forman parte. Pero para el mensaje en sí, el método debe ser
diferente: cualesquiera sean el origen y el destino del mensaje, la fotografía no es tan solo un producto o
una vía, sino también un objeto dotado de una autonomía estructural. Es necesario prever en este caso un
método particular, anterior al análisis sociológico mismo, y que no puede ser sino el análisis inmanente de
esa estructura original que es una fotografía.
Es evidente que incluso desde el punto de vista de un análisis puramente inmanente, la estructura de la
fotografía no es una estructura aislada; se comunica por lo menos con otra estructura, que es el texto
(título, leyenda, etc) que acompaña toda la fotografía periodística. Por lo tanto, la totalidad de la
información está sostenida por dos estructuras diferentes y como sus unidades son heterogéneas no
pueden mezclarse.
El análisis debe apuntar en primer término a cada estructura por separado; y sólo cuando se haya agotado
el estudio de cada estructura podrá entenderse la forma en que se complementan. De estas dos estructuras,
una es la lengua (ya conocida) y la otra es la fotográfica (prácticamente desconocida).

1. La paradoja fotográfica.

La fotografía transmite por definición, la escena en si, lo real literal. del objeto a la imagen hay reducción,
etc. pero nunca transformación. La imagen no es lo real, es su analogon perfecto. La imagen fotográfica
es un mensaje sin código, proposición de la cual es preciso deducir de inmediato un corolario importante:
el mensaje fotográfico es un mensaje continuo.
Todas las artes imitativas contienen dos mensajes: un mensaje denotado (el analogon en sí), y un mensaje
connotado (cómo lo hace leer la sociedad, lo que piensa).
De todas las estructuras de información, la fotografía sería la única que está exclusivamente constituida y
ocupada por el mensaje denotado, que agotaría por completo su ser. La connotación no se deja
necesariamente captar de inmediato a nivel del mensaje en sí.
Todo signo supone un código, y es precisamente este código (de connotación) lo que habría que tratar de
establecer. La paradoja fotográfica sería entonces la coexistencia de dos mensajes, uno sin código (lo
analogico fotográfico) y otro con código (el arte, etc.)
Estructuralmente, la paradoja no es la colusión de un mensaje connotado y un mensaje denotado, esa es la
característica de todas las comunicaciones de masa. Lo que sucede es que el mensaje connotado se
desarrolla a partir de un mensaje sin código. Está paradoja estructural coincide con la paradoja ética
cuando queremos ser objetivos, nos esforzamos por copiar minuciosamente lo real como si lo analógico
fuera un factor que se resiste a la incorporación de valores. En la fotografía, el mensaje denotado es
absolutamente analógico, es decir, que no recurre a código alguno, es continuo.

2. Los procedimientos de connotación.

La connotación (dar un segundo sentido al mensaje) se elabora en los diferentes niveles de producción de
la fotografía, es en suma, una codificación de lo analógico fotográfico.
Procedimientos de connotación: hay que separar los primeros 3: trucaje, pose, objetos, en los cuales lo
que produce la connotación es una modificación del mensaje denotado, de los últimos 3: fotogenia,
esteticismo, sintaxis.
Trucaje: El interés metódico del trucaje consiste en que interviene, sin dar aviso, dentro mismo del plano
de denotación; utiliza la credibilidad particular de la fotografía, que no es, como vimos, más que su
excepción al poder de denotación para hacer pasar por simplemente denotado un mensaje que es, en
realidad, fuertemente denotado.
Pose: La pose no es un procedimiento específicamente fotográfico, pero es difícil dejar de nombrarlo, en
la medida en que su efecto proviene del principio analógico que fundamenta la fotografía.
Objetos: Tenemos que reconocer aquí una importancia particular a lo que podría llamarse la pose de los
objetos, puesto que el sentido connotado surge entonces de los objetos fotografiados. Esos objetos son
inductores corrientes de asociaciones de ideas o verdaderos símbolos.
Fotogenia: En la fotogenia, el mensaje connotado está en la imagen misma embellecida por técnicas de
iluminación, de impresión, de revelado.
Esteticismo: Sólo puede hablarse de esteticismo en fotografía de manera ambigua, cuando la fotografía se
hace pintura, es decir composición o sustancia visual deliberadamente tratada como empaste, ya sea para
significarse como arte, para imponer un significado por lo general más sutil y más complejo de lo que
permiten otros procedimientos de connotación.
Sintaxis: es natural que varias fotografías puedan transformarse en secuencia; el significante de
connotación ya no se encuentra entonces a nivel de ninguno de los fragmentos de la secuencia, sino a
nivel del encadenamiento. Señalaremos que la fotografía solitaria es rara vez (es decir difícilmente)
cómica, al contrario del dibujo; lo cómico necesita movimiento, repetición (lo que es fácil en el cine), o
tipificación (lo que es posible en el dibujo), y estas dos le están vedadas a la fotografía.

3. El texto y la imagen.

Podemos agregar de modo constante el texto mismo que acompaña la fotografía periodística.
El texto constituye un mensaje parásito, destinado a connotar la imagen. La imagen ya no ilustra la
palabra, es la palabra la que estructuralmente es parásita de la imagen.
El efecto de connotación es probablemente diferente según el modo de presentación de la palabra,
cuanto más cerca de la imagen, menos parece connotarla. Sin embargo, es imposible que la palabra
refuerce la imagen, pues en el pasaje de una estructura a otra, se elaboran significados secundarios. A
veces, la palabra puede también llegar a contradecir la imagen de modo de producir una connotación
compensatoria.
4. La insignificancia fotográfica.
El código de connotación no es ni natural, ni artificial, si no histórico o cultural. En él los signos son
gestos, actitudes provistos de ciertos sentidos en virtud del uso de una cierta sociedad: la relación entre
el significante y el significado. La significación es el movimiento dialéctico que resuelve la
contradicción entre el hombre cultural y el hombre natural.
Por consiguiente, gracias a su código de connotación, la lectura de la fotografía es siempre histórica,
depende del saber del lector como si se tratara de una lengua verdadera.

No hay percepción sin categorización inmediata, la fotografía se verbaliza en el momento mismo en que
se percibe. Desde este punto de vista, la imagen captada de inmediato por un metalenguaje interior -la
lengua-, no conocería ningún estado denotado. Socialmente, no sólo existiría sumergida por lo menos en
una primera connotación, precisamente la de las categorías de la lengua y se sabe que toda lengua toma
partido a favor de las cosas, que connota lo real, aunque más no fuera segmentándolo, por consiguiente,
las connotaciones de la fotografía coincidirían, en términos generales, con los grandes planos de
connotación del lenguaje.
Al tratar de reconstituir en su estructura especifica el código de connotación de una comunicación tan
amplia como lo es la fotografía periodística, podemos esperar encontrar, en su fineza misma, las formas
que nuestra sociedad utiliza para tranquilizarse y captar así la medida, los rodeos y la función profunda
de este esfuerzo. La perspectiva es tanto más atractiva, como dijimos al comienzo, cuanto que en lo
relativo a la fotografía, se desarrolla bajo la forma de una paradoja: la que hace de un objeto inerte un
lenguaje y transforma la incultura de un arte mecánico, en la más social de las instituciones.

Barthes, El mensaje publicitario y Retorica de la Imagen


Barthes, "El Mensaje Publicitario" y "Retórica de la Imagen" - Seminario de Diseño
Gráfico - Cátedra: Savransky

Roland Barthes El Mensaje Publicitario

 Toda Publicidad es un mensaje con una fuente de emisión (firma que lanza el
producto), un punto de recepción (público), y un canal de transmisión (soporte
publicitario)

 ¿Cómo está constituido el texto publicitario? La frase publicitaria contiene dos mensajes,
cuya imbricación constituye el lenguaje publicitario. (se sabe que todo mensaje es la unión
de un plano de la expresión significante y un plano del contenido o significado).

 Primer mensaje: está constituido por la frase aprehendida literalmente (mensaje


de denotación, lo que dice el mensaje, remite a lo que para nosotros es conocido)

Plano de la expresión: sustancia fónica o gráfica de las palabras, son las relaciones sintácticas
de la frase.

Plano del contenido: sentido literal de esas palabras y relaciones.

 Segundo mensaje: es global, con un carácter singular en su significado que es igual en


todos los mensajes publicitarios, es la excelencia del producto anunciado. El fin
publicitario está logrado en el instante en que se percibe el segundo significado.

El significante del segundo está formado por el primer mensaje en su integridad, por eso el
segundo connota al primero. “El primer mensaje se convierte en el simple significante del
segundo mensaje, por un MOVIMIENTO DE DESLIGAMIENTO, ya que un solo elemento
del segundo mensaje (su significante) es extensivo a la totalidad del primer mensaje.

El primer mensaje sirve así para naturalizar el segundo mensaje: le agrega un plus estético a
algo que sino sería demasiado agresivo, apela al gusto a través de la forma. Búsqueda del
equilibrio entre lo atractivo y lo funcional.

MOVIMIENTO DE DESLIGAMIENTO, ligado a la comunicación de masas. No recibiremos


otra cosa que mensajes connotados.

 Un doble mensaje: denotado-connotado (es la situación de quienes “consumen” la


publicidad). No es preciso creer que el segundo mensaje –connotación- está “oculto” bajo el
primero –denotación-, sino que lo que percibimos inmediatamente es el carácter publicitario
del mensaje, es su segundo significado: el segundo mensaje no es subrepticio. La
denotación sirve para desarrollar argumentos, para persuadir. Pero es más probable que el
primer mensaje sirva más sutilmente para naturalizar el segundo: le arrebata su finalidad
interesada; reemplaza la invitación a comprar por el espectáculo de un mundo donde es
natural comprar X cosa; la motivación comercial resulta así duplicada.
 Los criterios del MENSAJE PUBLICITARIO son los mismos que los de la poesía: figuras
retóricas, metáforas, juegos de palabras, signos dobles que amplían el lenguaje hacia
significados latentes y dan de esta manera al hombre que los recibe el poder mismo de una
experiencia de totalidad.

 Barthes supone que el lenguaje tiene el poder de develar aquello que está como originario
en nosotros siempre. Hay significados de carácter universal que están en conexión con
nuestros más íntimos deseos, una publicidad efectiva sería aquella capaz de despertar esto.

 Hay algo presente en el lenguaje que puede traducir, manifestar y transformar. No es sólo
un instrumento, sino que permite decir no diciendo. (Duplicidad).

La DUPLICIDAD técnica del lenguaje publicitario no es incompatible con la


FRANQUEZA del lenguaje, porque esta franqueza no depende del contenido de las
aseveraciones, sino del carácter declarado de los sistemas semánticos implicados en el mensaje.

La publicidad deja ver su duplicidad con franqueza, porque este sistema evidente no es un
sistema simple. Nos abre a una representación hablada del mundo, el relato, toda publicidad
dice su producto, pero cuenta otra cosa.

MENSAJE PUBLICITARIO
DOS MENSAJES

(STE) DENOTADO CONNOTADO (SDO)

EXPRESION / STE EXPRESION / STE


------------------------- ---------------------------
CONTENIDO/ SDO CONTENIDO/ SDO

LITERAL SENTIDO UNICO

 Para el Funcionalismo el mensaje connotado es el plano natural, y el mensaje denotado


es un valor agregado.
Para el Formalismo el mensaje denotado es el plano natural, y el mensaje connotado es un valor
agregado.
Semántica del Objeto

 Todo lo que en el mundo genera significación está mezclado con el lenguaje; jamás nos
encontramos con objetos significantes en estado puro; el lenguaje interviene
siempre como intermediario, especialmente en los sistemas de imágenes, bajo la forma
de títulos, leyendas, artículos; por eso no es justo afirmar que nos encontramos
exclusivamente en una cultura de la imagen.
 Significar: quiere decir que los objetos no transmiten sólo informaciones sino también
sistemas estructurados de signos, sistemas de diferencias, oposiciones y contrastes.
Dicen más sobre lo que no son que sobre lo que son.
Todo lo que es mundo dice algo que está relacionado con lo lingüístico. El objeto
visual dice algo cuando el lenguaje lo está apoyando.

 Connotaciones existenciales del objeto (lo que primero connota frente a mí, eso que
no soy yo): cosa inhumana que se obstina en existir. Huida del objeto hacia
lo subjetivo (lo que dice para mí más allá de lo que diga para otro).

 Connotaciones tecnológicas del objeto: se define como lo que es fabricado. Materia


finita sometida a normas de fabricación, calidad y consumo. Huida del objeto hacia lo
infinitamente social (colectivo). Sentido controlado.

 Objeto en cuanto a su finalidad de uso: Comúnmente definimos el objeto como una


cosa que sirve para alguna cosa. Sirve a los hombres para modificar el mundo.
Mediadores entre la acción y el hombre. No existe un objeto “para nada”, tienen
siempre una finalidad estética. Sirven efectivamente para alguna cosa, pero también
para comunicar informaciones.
FORMA Y FUNCION. Siempre hay un sentido que desborda el uso del objeto.

 Semantización del objeto: se produce en el momento en que el objeto es producido y


consumido por una sociedad de hombres, desde que es fabricado y normalizado.
No hay ningún objeto que escape al sentido: SEMANTIZACION DE OBJETO. Todos los
objetos que forman parte de una sociedad tienen un sentido

 La función del objeto se convierte siempre en el signo de esa misma función. Los
objetos por lo menos siempre se significan a sí mismos.

 Objetos (signos): Como todo signo se encuentra en la encrucijada de dos definiciones:

Coordenada simbólica: Todo objeto remite a un significado, tiene por lo menos un


significado. Todo objeto es por lo menos el significante de un significado (denota y connota)

Coordenada taxonómica: vivimos albergando en nosotros cierta clasificación de los objetos


sugerida o impuesta por la sociedad. Lectura no meramente subjetiva, tiene que ver con la
connotación tecnológica del objeto.

Sistema semántico de los objetos: para estudiar el sentido de los objetos hay que
distanciarse objetivar el objeto, recurriendo a un orden de representaciones donde el
objeto es entregado al hombre de una forma intencional (publicidad, cine, teatro) en
donde podemos aislar significantes y significados. Los significantes son unidades
materiales (colores, formas, atributos, accesorios).

 Dos estados principales del significante:


Estado puramente simbólico: cuando un significante remite a un solo significado
(Grandes signos antropológicos, por ejemplo la cruz) relación simple (ejemplo:
relaciones desplazadas: un objeto percibido en su integridad o, si se trata de publicidad,
dado en su integridad, significa por medio de uno de sus atributos. Naranja: jugosa y
refrescante: lo significado por la representación del objeto es lo jugoso, no todo el
objeto; hay un desplazamiento del signo).
Estado en que el sentido aparece extendido: el sentido no nace de un objeto sino de
una colección inteligible de objetos. Composiciones de objetos para transmitir un
sentido global único. Sintagmas (fragmentos extensos de signos), ligados por la
yuxtaposición pura y simple de elementos (parataxis) que convergen en un sentido
final. Ejemplo: régimen al que están sometidos los muebles de una habitación. El
mobiliario converge en un sentido final –estilo- mediante la yuxtaposición de
elementos. Publicidad de una marca de té: significar la “britanicidad”, identidad enfática
del inglés, en una imagen: yuxtaposición de un nº de objetos para un significado.

¿Cuáles son las informaciones transmitidas por estos sistemas de objetos?


Los significados de los objetos dependen mucho del receptor (lectura) más que del
emisor. El objeto es polisémico (se ofrece a muchas lecturas de sentido) y depende del
bagaje cultural del lector.

Descomposición ideal del objeto:


Primero, el objeto se presenta siempre como un útil funcional, es tan sólo un uso, un
mediador entre el hombre y el mundo, en el momento en que lo leemos como un signo.

Luego, la función sustenta un sentido. El sentido es un proceso no de acción, sino de


equivalencias: tiene un valor transitivo. Es de alguna manera inerte, inmóvil. Puede
decirse que en el objeto hay una suerte de lucha entre la actividad de su función y la
inactividad de su significación. El sentido desactiva el objeto, le asigna un lugar
establecido en lo que se podría llamar un cuadro vivo del imaginario humano.

Tercer momento: movimiento de retorno, que lleva al objeto del signo a la función. Los
objetos no nos dan lo que son de manera declarada, franca; el objeto que nos
sugiere sigue siendo siempre a nuestros ojos un objeto funcional: el objeto parece
siempre funcional, en el momento que lo leemos como un signo. Esta última
transformación del signo en función utópica, irreal es un hecho ideológico. El sentido es
siempre un hecho de la cultura que es naturalizado y reconvertido en naturaleza, nos
hace creer en una situación puramente transitiva del objeto. La función hace nacer al
signo, pero este signo es reconvertido en el espectáculo de una función. Esta conversión
de la cultura en pseudo naturaleza define la ideología en nuestra sociedad.

Retórica de la Imagen

Representación analógica: (analogía considerada como un sentido limitado) ¿puede


producir sistemas de signos? ¿es posible pensar en un código analógico?
¿Cómo entra el sentido en la imagen? ¿Dónde termina el sentido? ¿Qué hay más allá del
sentido?

Para responder a estas cuestiones Barthes estudia la imagen publicitaria, porque su


significación es intencional.

En publicidad determinados atributos del producto forman a priori los significados del
mensaje y deben ser transmitidos claramente. La imagen publicitaria es franca.
Analizando la publicidad de los fideos Panzani, Barthes dice que la fotografía propone
tres mensajes: un mensaje lingüístico, un mensaje icónico codificado y un mensaje
icónico no codificado.

La distinción entre ambos mensajes icónicos no se realiza de modo espontáneo en la


lectura normal porque el espectador de la imagen recibe a la vez el mensaje perceptivo y
el mensaje cultural.

El mensaje literal (perceptivo) aparece como soporte del mensaje simbólico (cultural).
Imagen literal (denotada)
Imagen cultural (connotada)

ROLAND BARTHES. “El mensaje publicitario” en La aventura semiológica, Barcelona, Piados,


1993.
Toda publicidad es un mensaje en tanto implica una fuente de emisión, una fuente de recepción y un
canal de transmisión. Si aplicamos el método de análisis de la lingüística –adoptando, en consecuencia, una
posición inmanentista– podemos decir que todo mensaje es la unión de un plano de la expresión o
significante y un plano del contenido o significado. A su vez, Barthes sostiene que la especificidad del
lenguaje publicitario se haya en que hay dos mensajes imbricados: -un mensaje literal o
denotado (sgte.: sustancia fónica o gráfica y sgdo.: sentido literal de la sustancia del sgte.) y –un mensaje
global o connotado (sgte.: rasgos de estilo de la retórica + el primer mensaje en su totalidad y sgdo.: único
en todos los mensajes publicitarios → la excelencia del producto anunciado) Así, el primer mensaje se
convierte en el simple sgte. del segundo mensaje.
La connotación está ligada al fenómeno de la comunicación de masas. Ahora bien, el fin publicitario se
logra cuando se percibe este segundo sgdo. connotado de modo que la motivación comercial termina
siendo, más que enmascarada, duplicada por una representación ampliada. ¿Cuál es entonces la función del
mensaje denotado en la publicidad? La denotación sirve para naturalizar el mensaje connotado, para
desarrollar argumentos, para persuadir y arrebatarle la finalidad interesada al mensaje connotado. De esta
manera, la articulación de los dos mensajes del lenguaje publicitario nos abre al mundo del relato: toda
publicidad “dice” su producto pero contando otra cosa que es su denotación. Podría decirse que un
buen mensaje publicitario condensa una rica retórica por la cual reintroduce los grandes temas oníricos
de la humanidad a través de criterios similares a los de la poesía. A su vez, la excelencia de un mensaje
publicitario depende del poder relacionar a su lector con la mayor cantidad del “mundo”
posible (imágenes, sensaciones, relaciones, sentimientos, etc) mediante el lenguaje. De este modo, y a
través de estos mecanismos, el lenguaje publicitario conlleva a una experiencia de totalidad.

ROLAND BARTHES. “Semántica del objeto”


El artículo se centra en la cuestión de cómo los hombres invisten de sentido a las cosas. Barthes va a decir
que jamás nos encontramos objetos sgtes. en estado puro, el lenguaje interviene siempre como
intermediario. Recordemos que cuando el autor habla del “significar” de los objetos, se refiere a que estos
no sólo transmiten informaciones sino también sistemas estructurados de signos, es decir, sistemas de
diferencias, oposiciones y contrastes.
Barthes habla de dos grupos de connotaciones de la palabra “objeto”: -connotaciones existenciales:
objeto en tanto apariencia de cosa inhumana y –connotaciones tecnológicas: objeto en tanto fabricado,
como elemento de consumo absorbido en una finalidad de uso llamada “función”. Pero esta función hace
que creamos al objeto como instrumento puro mientras que, en realidad, el objeto sirve para comunicar
informaciones. Siempre hay un sentido que desborda el uso del objeto. No hay ningún objeto que se
escape al sentido, incluso cuando un objeto aparentemente no significante entra en contacto con la
sociedad se transforma en signo de su insignificancia. ¿Cuándo se produce esta semantización del objeto?
A partir del momento en que el objeto es producido y consumido por una sociedad de hombres, desde que
es fabricado y normalizado. Todos los objetos que forman parte de una sociedad tienen un sentido.
Barthes sostiene que, como todo signo, el objeto se encuentra en la encrucijada de dos coordenadas: –
la coordenada simbólica (coordenada profunda) se refiere al hecho de que todo objeto es por lo menos
el significante de un significado y –la coordenada taxonómica (coordenada extensa) se refiere al hecho
que todo objeto forma parte de cierta clasificación que es sugerida y / o impuesta por nuestra sociedad.
Los significantes del objeto son unidades materiales y poseen dos estados según un orden creciente de
complejidad: –un estado puramente simbólico que se da cuando un objeto remite a un solo significado
como el caso de los grandes símbolos antropológicos (la cruz o la media luna) y el caso de las relaciones
desplazadas (sea por metáfora o por metonimia) y –un estado extendido cuando el sentido no nace de un
objeto sino de una colección inteligible de objetos en tanto, en el mundo en que vivimos, el objeto nunca
está en estado de una nomenclatura.
Además, vale aclarar, que el objeto es polisémico ya que se ofrece a muchas lecturas de sentido y los
significados dependen, en muchos casos, de los receptores. Además, el significado es siempre un hecho
de cultura que se encuentra naturalizado. Así, la ideología que define a nuestra sociedad es la de la
cultura de pseudonaturalización. A modo de resumen podría decirse que la descomposición ideal del
objeto se da de la siguiente manera. En un primer tiempo, el objeto se presenta siempre ante nosotros como
un útil funcional: es tan sólo un uso, un mediador entre el hombre y el mundo (ej. La naranja sirve para
alimentarse). Luego, en un segundo tiempo, la función sustenta siempre un sentido (ej. La naranja significa
la vitamina). Sin embargo, esto no es suficiente y Barthes agrega un tercer momento en que se produce un
movimiento de retorno que va a llevar al objeto del signo a la función. Es decir, la función hace nacer al
signo pero este signo es reconvertido luego en el espectáculo de una función.
ROLAND BARTHES. “Retórica de la imagen”
Barthes dice que por ambos lados la imagen es pobre: para unos, la imagen es un sistema muy rudimentario
con respecto a la lengua y, para otros, la significación no puede agotar la riqueza inefable de la
imagen. Decide trabajar con publicidad porque allí la significación de la imagen es intencional por lo cual
esos significados deben ser transmitidos con la mayor claridad posible. Barthes dice que si la imagen
contiene signos, en la publicidad esos signos están llenos, formados con vista a la mejor lectura
posible.
Hay tres tipos de mensajes que responden a dos tipos de sustancias diferentes:
-Sustancia lingüística: mensaje lingüístico
-Sustancia icónica: mensaje icónico literal (no codificado) y mensaje icónico simbólico (codificado)
Mensaje Lingüístico (leyendas, etiquetas, títulos)
El mensaje lingüístico tiene dos funciones con respecto al mensaje icónico: anclaje y relevo.
Anclaje: es la función más frecuente (fotos de prensa, publicidad). Fija la cadena flotante de los
significados, guía la interpretación para impedir que los sentidos connotados proliferen hacia regiones
demasiado individuales (o sea, limita el poder proyectivo de la imagen) por lo que se puede decir que el
anclaje tiene una función de elucidación la cual es selectiva. En general, en la publicidad, el anclaje
es ideológico.
Relevo: esta función es menos frecuente y generalmente se encuentra en dibujos humorísticos, historietas y
en el cine. Aquí la imagen y la lengua tienen relación complementaria, son fragmentos de un
sintagma más general, de un sgdo. mayor. La palabra aparece generalmente en diálogo y agrega sentido,
sgdos. que no se encuentran por sí sola.
Mensaje Icónido Denotado o Literal o No Codificado
No existe nunca una imagen literal en estado puro. La fotografía (en su estado literal), en razón de su
naturaleza absolutamente analógica, constituye aparentemente un mensaje sin código. Esto se debe a que
cuando se fotografía algo no es necesario “transformar” sino “registrar”.
La escena está captada ahí mecánicamente (que garantiza la objetividad) pero no humanamente ya que esto
pertenece al plano de la connotación.
La fotografía instala una conciencia del “haber estado allí” ya que en toda fotografía existe la evidencia de
que “aquello sucedió así” lo cual, en realidad, es falso porque no hay imagen en estado puro.
Mensaje Icónico Connotado o Simbólico o Codificado
Sus signos son discontinuos. La connotación está en relación con lo cultural. El número de lecturas de una
misma imagen varía según los individuos, esa variación no es anárquica sino que depende de los distintos
saberes contenidos en la imagen (saber práctico, nacional, cultural, estético). Por lo tanto una misma
imagen moviliza léxicos diferentes (léxico: porción del plano simbólico del lenguaje que corresponde a un
conjunto de prácticas y técnicas).
Los sgdos. de connotación pertenecen al mismo campo pero los puedo vehiculizar por diferentes caminos
(gestos, música, lengua, religión) porque los sgdos, de connotación tienen que ver con la ideología y con la
visión de una cultura.

La distinción estructural entre el mensaje literal y el mensaje simbólico es que la “naturalización” del
mensaje connotado se produce a través del mensaje denotado.
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