Roland Barthes Resumenes UBA
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La fotografía periodística es un mensaje. El conjunto de ese mensaje está constituido por una fuente
emisora (redacción del diario, etc.), un canal de transmisión (el diario mismo) y un medio receptor (el
público que lee el diario). Tanto la emisión como la recepción del mensaje dependen de una sociología: se
trata de estudiar grupos humanos, de definir móviles, actitudes y de intentar relacionar el comportamiento
de esos grupos de la sociedad total de la que forman parte. Pero para el mensaje en sí, el método debe ser
diferente: cualesquiera sean el origen y el destino del mensaje, la fotografía no es tan solo un producto o
una vía, sino también un objeto dotado de una autonomía estructural. Es necesario prever en este caso un
método particular, anterior al análisis sociológico mismo, y que no puede ser sino el análisis inmanente de
esa estructura original que es una fotografía.
Es evidente que incluso desde el punto de vista de un análisis puramente inmanente, la estructura de la
fotografía no es una estructura aislada; se comunica por lo menos con otra estructura, que es el texto
(título, leyenda, etc) que acompaña toda la fotografía periodística. Por lo tanto, la totalidad de la
información está sostenida por dos estructuras diferentes y como sus unidades son heterogéneas no
pueden mezclarse.
El análisis debe apuntar en primer término a cada estructura por separado; y sólo cuando se haya agotado
el estudio de cada estructura podrá entenderse la forma en que se complementan. De estas dos estructuras,
una es la lengua (ya conocida) y la otra es la fotográfica (prácticamente desconocida).
1. La paradoja fotográfica.
La fotografía transmite por definición, la escena en si, lo real literal. del objeto a la imagen hay reducción,
etc. pero nunca transformación. La imagen no es lo real, es su analogon perfecto. La imagen fotográfica
es un mensaje sin código, proposición de la cual es preciso deducir de inmediato un corolario importante:
el mensaje fotográfico es un mensaje continuo.
Todas las artes imitativas contienen dos mensajes: un mensaje denotado (el analogon en sí), y un mensaje
connotado (cómo lo hace leer la sociedad, lo que piensa).
De todas las estructuras de información, la fotografía sería la única que está exclusivamente constituida y
ocupada por el mensaje denotado, que agotaría por completo su ser. La connotación no se deja
necesariamente captar de inmediato a nivel del mensaje en sí.
Todo signo supone un código, y es precisamente este código (de connotación) lo que habría que tratar de
establecer. La paradoja fotográfica sería entonces la coexistencia de dos mensajes, uno sin código (lo
analogico fotográfico) y otro con código (el arte, etc.)
Estructuralmente, la paradoja no es la colusión de un mensaje connotado y un mensaje denotado, esa es la
característica de todas las comunicaciones de masa. Lo que sucede es que el mensaje connotado se
desarrolla a partir de un mensaje sin código. Está paradoja estructural coincide con la paradoja ética
cuando queremos ser objetivos, nos esforzamos por copiar minuciosamente lo real como si lo analógico
fuera un factor que se resiste a la incorporación de valores. En la fotografía, el mensaje denotado es
absolutamente analógico, es decir, que no recurre a código alguno, es continuo.
La connotación (dar un segundo sentido al mensaje) se elabora en los diferentes niveles de producción de
la fotografía, es en suma, una codificación de lo analógico fotográfico.
Procedimientos de connotación: hay que separar los primeros 3: trucaje, pose, objetos, en los cuales lo
que produce la connotación es una modificación del mensaje denotado, de los últimos 3: fotogenia,
esteticismo, sintaxis.
Trucaje: El interés metódico del trucaje consiste en que interviene, sin dar aviso, dentro mismo del plano
de denotación; utiliza la credibilidad particular de la fotografía, que no es, como vimos, más que su
excepción al poder de denotación para hacer pasar por simplemente denotado un mensaje que es, en
realidad, fuertemente denotado.
Pose: La pose no es un procedimiento específicamente fotográfico, pero es difícil dejar de nombrarlo, en
la medida en que su efecto proviene del principio analógico que fundamenta la fotografía.
Objetos: Tenemos que reconocer aquí una importancia particular a lo que podría llamarse la pose de los
objetos, puesto que el sentido connotado surge entonces de los objetos fotografiados. Esos objetos son
inductores corrientes de asociaciones de ideas o verdaderos símbolos.
Fotogenia: En la fotogenia, el mensaje connotado está en la imagen misma embellecida por técnicas de
iluminación, de impresión, de revelado.
Esteticismo: Sólo puede hablarse de esteticismo en fotografía de manera ambigua, cuando la fotografía se
hace pintura, es decir composición o sustancia visual deliberadamente tratada como empaste, ya sea para
significarse como arte, para imponer un significado por lo general más sutil y más complejo de lo que
permiten otros procedimientos de connotación.
Sintaxis: es natural que varias fotografías puedan transformarse en secuencia; el significante de
connotación ya no se encuentra entonces a nivel de ninguno de los fragmentos de la secuencia, sino a
nivel del encadenamiento. Señalaremos que la fotografía solitaria es rara vez (es decir difícilmente)
cómica, al contrario del dibujo; lo cómico necesita movimiento, repetición (lo que es fácil en el cine), o
tipificación (lo que es posible en el dibujo), y estas dos le están vedadas a la fotografía.
3. El texto y la imagen.
Podemos agregar de modo constante el texto mismo que acompaña la fotografía periodística.
El texto constituye un mensaje parásito, destinado a connotar la imagen. La imagen ya no ilustra la
palabra, es la palabra la que estructuralmente es parásita de la imagen.
El efecto de connotación es probablemente diferente según el modo de presentación de la palabra,
cuanto más cerca de la imagen, menos parece connotarla. Sin embargo, es imposible que la palabra
refuerce la imagen, pues en el pasaje de una estructura a otra, se elaboran significados secundarios. A
veces, la palabra puede también llegar a contradecir la imagen de modo de producir una connotación
compensatoria.
4. La insignificancia fotográfica.
El código de connotación no es ni natural, ni artificial, si no histórico o cultural. En él los signos son
gestos, actitudes provistos de ciertos sentidos en virtud del uso de una cierta sociedad: la relación entre
el significante y el significado. La significación es el movimiento dialéctico que resuelve la
contradicción entre el hombre cultural y el hombre natural.
Por consiguiente, gracias a su código de connotación, la lectura de la fotografía es siempre histórica,
depende del saber del lector como si se tratara de una lengua verdadera.
No hay percepción sin categorización inmediata, la fotografía se verbaliza en el momento mismo en que
se percibe. Desde este punto de vista, la imagen captada de inmediato por un metalenguaje interior -la
lengua-, no conocería ningún estado denotado. Socialmente, no sólo existiría sumergida por lo menos en
una primera connotación, precisamente la de las categorías de la lengua y se sabe que toda lengua toma
partido a favor de las cosas, que connota lo real, aunque más no fuera segmentándolo, por consiguiente,
las connotaciones de la fotografía coincidirían, en términos generales, con los grandes planos de
connotación del lenguaje.
Al tratar de reconstituir en su estructura especifica el código de connotación de una comunicación tan
amplia como lo es la fotografía periodística, podemos esperar encontrar, en su fineza misma, las formas
que nuestra sociedad utiliza para tranquilizarse y captar así la medida, los rodeos y la función profunda
de este esfuerzo. La perspectiva es tanto más atractiva, como dijimos al comienzo, cuanto que en lo
relativo a la fotografía, se desarrolla bajo la forma de una paradoja: la que hace de un objeto inerte un
lenguaje y transforma la incultura de un arte mecánico, en la más social de las instituciones.
Toda Publicidad es un mensaje con una fuente de emisión (firma que lanza el
producto), un punto de recepción (público), y un canal de transmisión (soporte
publicitario)
¿Cómo está constituido el texto publicitario? La frase publicitaria contiene dos mensajes,
cuya imbricación constituye el lenguaje publicitario. (se sabe que todo mensaje es la unión
de un plano de la expresión significante y un plano del contenido o significado).
Plano de la expresión: sustancia fónica o gráfica de las palabras, son las relaciones sintácticas
de la frase.
El significante del segundo está formado por el primer mensaje en su integridad, por eso el
segundo connota al primero. “El primer mensaje se convierte en el simple significante del
segundo mensaje, por un MOVIMIENTO DE DESLIGAMIENTO, ya que un solo elemento
del segundo mensaje (su significante) es extensivo a la totalidad del primer mensaje.
El primer mensaje sirve así para naturalizar el segundo mensaje: le agrega un plus estético a
algo que sino sería demasiado agresivo, apela al gusto a través de la forma. Búsqueda del
equilibrio entre lo atractivo y lo funcional.
Barthes supone que el lenguaje tiene el poder de develar aquello que está como originario
en nosotros siempre. Hay significados de carácter universal que están en conexión con
nuestros más íntimos deseos, una publicidad efectiva sería aquella capaz de despertar esto.
Hay algo presente en el lenguaje que puede traducir, manifestar y transformar. No es sólo
un instrumento, sino que permite decir no diciendo. (Duplicidad).
La publicidad deja ver su duplicidad con franqueza, porque este sistema evidente no es un
sistema simple. Nos abre a una representación hablada del mundo, el relato, toda publicidad
dice su producto, pero cuenta otra cosa.
MENSAJE PUBLICITARIO
DOS MENSAJES
Todo lo que en el mundo genera significación está mezclado con el lenguaje; jamás nos
encontramos con objetos significantes en estado puro; el lenguaje interviene
siempre como intermediario, especialmente en los sistemas de imágenes, bajo la forma
de títulos, leyendas, artículos; por eso no es justo afirmar que nos encontramos
exclusivamente en una cultura de la imagen.
Significar: quiere decir que los objetos no transmiten sólo informaciones sino también
sistemas estructurados de signos, sistemas de diferencias, oposiciones y contrastes.
Dicen más sobre lo que no son que sobre lo que son.
Todo lo que es mundo dice algo que está relacionado con lo lingüístico. El objeto
visual dice algo cuando el lenguaje lo está apoyando.
Connotaciones existenciales del objeto (lo que primero connota frente a mí, eso que
no soy yo): cosa inhumana que se obstina en existir. Huida del objeto hacia
lo subjetivo (lo que dice para mí más allá de lo que diga para otro).
La función del objeto se convierte siempre en el signo de esa misma función. Los
objetos por lo menos siempre se significan a sí mismos.
Sistema semántico de los objetos: para estudiar el sentido de los objetos hay que
distanciarse objetivar el objeto, recurriendo a un orden de representaciones donde el
objeto es entregado al hombre de una forma intencional (publicidad, cine, teatro) en
donde podemos aislar significantes y significados. Los significantes son unidades
materiales (colores, formas, atributos, accesorios).
Tercer momento: movimiento de retorno, que lleva al objeto del signo a la función. Los
objetos no nos dan lo que son de manera declarada, franca; el objeto que nos
sugiere sigue siendo siempre a nuestros ojos un objeto funcional: el objeto parece
siempre funcional, en el momento que lo leemos como un signo. Esta última
transformación del signo en función utópica, irreal es un hecho ideológico. El sentido es
siempre un hecho de la cultura que es naturalizado y reconvertido en naturaleza, nos
hace creer en una situación puramente transitiva del objeto. La función hace nacer al
signo, pero este signo es reconvertido en el espectáculo de una función. Esta conversión
de la cultura en pseudo naturaleza define la ideología en nuestra sociedad.
Retórica de la Imagen
En publicidad determinados atributos del producto forman a priori los significados del
mensaje y deben ser transmitidos claramente. La imagen publicitaria es franca.
Analizando la publicidad de los fideos Panzani, Barthes dice que la fotografía propone
tres mensajes: un mensaje lingüístico, un mensaje icónico codificado y un mensaje
icónico no codificado.
El mensaje literal (perceptivo) aparece como soporte del mensaje simbólico (cultural).
Imagen literal (denotada)
Imagen cultural (connotada)
La distinción estructural entre el mensaje literal y el mensaje simbólico es que la “naturalización” del
mensaje connotado se produce a través del mensaje denotado.
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