La Comida y Nuestras Emociones
La Comida y Nuestras Emociones
La Comida y Nuestras Emociones
El presente libro está dirigido a niños escolares con la finalidad de presentarles una
importante faceta de la alimentación, la cual los acompañará no solo en su desarrollo en
los primeros años de infancia y adolescencia, sino a lo largo de su vida: La parte relativa
a las emociones y su indisoluble vínculo con la comida.
Es nuestra intención, por tanto, presentar a los niños esta información de manera
concisa y amena, a fin de que este conocimiento fomente en ellos una conciencia más
amplia en su cultura alimentaria, su auto conocimiento y la comprensión de las propias
emociones, así como crear una consciencia nutricional más allá del bienestar físico: el
bienestar emocional.
LA COMIDA Y CÓMO NOS SENTIMOS
¿Te has dado cuenta de que a veces te sientes muy bien después de
comer algo que te gusta mucho?
¿Has notado que a veces cuando comes algo que no te cae bien,
después te sientes cansado o de mal humor?
Hay un dicho muy sabio que dice “Somos lo que comemos.” Y es muy
cierto. Porque nuestros cuerpos están hechos de muchos tejidos y
agua. Pero ¿te has puesto a pensar cómo se forman los tejidos de tu
cuerpo?
¡Ni más ni menos que de la comida que entra por nuestra boca! Esta
se digiere, se procesa, se asimila y se convierte en energía y en
componentes que forman el cuerpo humano. Claro que una parte la
desechamos, ¡y todos sabemos eso cuando vamos al baño!
Todos sabemos esto de manera natural, y también sabemos que hay
alimentos que son más o menos sanos, y otros, la verdad, ¡no tanto!
Sabemos que las frutas y las verduras con sus colores y olores tan
ricos, son buenos. Las nueces son deliciosas y nutritivas.
También hemos visto en la televisión variedad de productos que nos
prometen mágicos sabores como los dulces, los refrescos, los jugos,
las galletas y botanas. Y a todos nos encantan los dulces, refrescos,
jugitos, galletas y botanas, pero lo que más nos gusta no siempre es lo
mejor para nuestro cuerpo, porque nos puede dar placer porque nos
sabe dulce o muy rico, pero si lo comemos en exceso o muy seguido,
nos puede enfermar, y a veces estas enfermedades no las vemos o no
las sentimos, pero allí están, y podrían manifestarse tiempo después.
¡Incluso años después cuando seas grande!
Hay dos cosas importantes respecto a los alimentos que comemos: La
nutrición y los beneficios que traen a nuestra salud y la relación de los
alimentos con las emociones. ¡Sí! Aunque no lo creas, nos podemos
sentir bien o mal, no solo con cómo nos va en la escuela, o con
nuestros amigos o nuestra familia, ¡sino también por lo que comemos!
¿Has notado que los dulces te hacen sentir muy bien? Cuando comes
un dulce, el azúcar que contiene entra por tu estómago en tu sangre,
después esa azúcar circula por todo tu cuerpo, llega a tu cerebro y a
ciertas glándulas, y cuando el cerebro la detecta, manda la orden a las
glándulas y éstas lanzan hormonas (como la serotonina y la endorfina)
que son las que hacen que te sientas bien. ¡Por eso nos gustan tanto
los dulces! Y es bueno sentirnos bien.
Pero no es bueno recurrir a los dulces solo para sentirnos bien, porque
comer muchos dulces afecta nuestro organismo. Además de que te
pueden causar caries y que te duelan los dientes. Por eso es
importante que siempre que después de que comas dulces, te laves
bien los dientes con pasta y cepillo.
Lo que no debemos hacer es recurrir a comer dulces sólo porque nos
sentimos tristes o porque nos pasó algo malo y nos sintamos mal por
ello. Algunos niños comen grandes cantidades de comida cuando se
sienten tristes y enojados.
Es bueno convivir con amigos y familiares y comer juntos con ellos los
alimentos que nos gustan y nos hacen sentir bien, tratando de
consumir estos alimentos de vez en cuando, cuidando nuestra salud
física y emocional.
¿Sabías que tanto la comida rápida (como la pizza, las hamburguesas
las, y la comida frita como las donas, churros, las gorditas, las papas a
la francesa, hot dogs, etc.,) así como los alimentos que contienen
muchos carbohidratos (panes, harinas, galletas, cereales de caja,
helados, frituras, etc.), tienen un efecto muy similar al del azúcar
cuando entra en tu cuerpo?
La grasa es necesaria para el funcionamiento de nuestro cuerpo, pero
comerla en exceso nos puede traer enfermedades como obesidad y
diabetes .Comer alimentos con demasiada grasa nos puede hacer
sentir fatigados o sin ánimo.
Los carbohidratos nos dan energía y son buenos, pero si los comemos
en exceso se convierten en grasa .Y esa grasa se nos acumula en el
cuerpo y nos puede llevar a enfermedades como la obesidad y la
diabetes. También recuerda que la comida rápida es de la que más
nos da esa falsa sensación de bienestar, porque la comida rápida
contiene muchos carbohidratos y grasas, pero poco nos nutre en
realidad. A todos nos gusta la comida rápida, pero la debemos comer
con moderación y no muy seguido.
Habla con tus papás y tus hermanos de este tema, para buscar que tú
y tú familia den más importancia a comer alimentos de origen natural
ricos en nutrientes y que los hagan sentir bien.
Siempre son lo mejor las frutas, que con sus maravillosos colores y
olores y formas y texturas son lo más bello que nos ofrece la
naturaleza para nuestro disfrute y para sentirnos bien. Las verduras
tienen toda la bondad de los nutrientes y fibra que necesitamos. Las
leguminosas (los frijoles, las lentejas, los garbanzos, etc.) te dan
proteínas y minerales que te darán fuerzas.
Los cereales (la avena, el maíz, el trigo, etc.) son importantes para que
estés sano y tengas energía. Las nueces (cacahuates, pistaches,
nueces, etc.) son muy sabrosas y además te dan grasas buenas
proteínas para que crezcas fuerte. Si incluyes estos alimentos en tu
desayuno, lonche, comida y serás un niño muy sano y te sentirás de
mejor ánimo.
Evita recurrir a los dulces solo para sentirte bien. Hay muchos
alimentos naturales y saludables que también son muy ricos. No todas
las golosinas tienen que ser dulces. ¡Puedes comer un delicioso plato
de jícama con limón! ¡O qué tal invitarles a tus amigos sus frutas
favoritas servidas en un plato con un poquito de chile piquín y limón!
¡O para ti solito para ese antojo de la tarde después de haber hecho la
tarea o de jugar! ¿O que tal unos cacahuates o unas pepitas?
Así que recuerda, no debemos comer solamente porque algo nos haga
sentir bien. Y tampoco debemos recurrir a comer algo porque nos
sintamos tristes, ni porque nos haga sentir bien porque nos sintamos
mal por algún problema. Recuerda que debemos tener mucho cuidado
de no caer en la tentación de siempre comer alimentos con mucho
azúcar. Lo mismo ocurre con la comida con mucha grasa o de muchos
carbohidratos.
Busca que tú y tu familia tengan una alimentación que tenga frutas,
verduras, leguminosas, cereales integrales y alimentos de origen
animal. Platícalo con tus papás y tus hermanos, y también con tus
amigos. Recuerda que se pueden comer cosas muy ricas y que
además sean sanas. Y no olvides que debemos siempre estar bien
hidratados, porque el agua es la base de la salud de nuestro cuerpo.