Selección de Poemas

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ENTRE IRSE Y QUEDARSE Mediodía

Entre irse y quedarse duda el día, Transparentes los aires, transparentes


enamorado de su transparencia. la hoz de la mañana,
los blancos montes tibios, los gestos de las olas,
La tarde circular es ya bahía: todo ese mar, todo ese mar que cumple
en su quieto vaivén se mece el mundo. su profunda tarea,
el mar ensimismado,
Todo es visible y todo es elusivo, el mar, a esa hora de miel en que el instinto
todo está cerca y todo es intocable. zumba como una abeja somnolienta...
Sol, amor, azucenas dilatadas, marinas,
Los papeles, el libro, el vaso, el lápiz Ramas rubias sensibles y tiernas como cuerpos,
reposan a la sombra de sus nombres. vastas arenas pálidas.
Transparentes los aires, transparentes
Latir del tiempo que en mi sien repite las voces, el silencio.
la misma terca sílaba de sangre. A orillas del amor, del mar, de la mañana,
en la arena caliente, temblante de blancura,
La luz hace del muro indiferente cada uno es un fruto madurando su muerte.
un espectral teatro de reflejos.
Idea Vilariño (Uruguay)
En el centro de un ojo me descubro;
no me mira, me miro en su mirada.

Se disipa el instante. Sin moverme,


yo me quedo y me voy: soy una pausa.

Octavio Paz (México)


L'obscurité des eaux LOS HERALDOS NEGROS

Escucho resonar el agua que cae en mi sueño. Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Las palabras caen como el agua yo caigo. Dibujo Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis la resaca de todo lo sufrido
aguas, me digo mis silencios. Toda la noche se empozara en el alma... ¡Yo no sé!
espero que mi lenguaje logre configurarme. Y
pienso en el viento que viene a mí, permanece Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en mí. Toda la noche he caminado bajo la lluvia en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
desconocida. A mí me han dado un silencio Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
pleno de formas y visiones (dices). Y corres desolada o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
como el único pájaro en el viento.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
Alejandra Pizarnik (Argentina) de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Oveja a tropezones Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como


cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
Tengo miedo. vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
Miedo de los malos caminos se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
de las equivocaciones que reciben
a brazos abiertos nuestros sueños. Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Espero más de lo que puedo decir
y desde que dejé de ser posibilidad César Vallejo (Perú)
ante el abismo de ojos detenidos
siento una brumosa sensación
de amarras y telarañas.

Rosabetty Muñoz (Chile)


TIERRA NATIVA
Ningún lugar está aquí o está ahí...
No la llevamos en amuletos sobre el pecho,
ni componemos versos quejumbrosos sobre ella. Ningún lugar está aquí o está ahí
No altera nuestro amargo sueño, Todo lugar es proyectado desde adentro
ni la consideramos el cielo prometido. Todo lugar es superpuesto en el espacio
No es en nuestra mente
objeto de compra o venta. Ahora estoy echando un lugar para afuera
Sufriendo, enfermos, errantes sobre ella, estoy tratando de ponerlo encima de ahí
ni siquiera la recordamos. encima del espacio donde no estás
Sí, para nosotros, es el barro de los chanclos, a ver si de tanto hacer fuerza si de tanto hacer fuerza
para nosotros, sí, es la arena que cruje entre los dientes. te apareces ahí sonriente otra vez
Y pisamos, aplastamos, deshacemos
Aparécete ahí aparécete sin miedo
ese polvo que no tiene culpa.
y desde afuera avanza hacia aquí
Pero yacemos en ella y en ella nos convertimos
y haz harta fuerza harta fuerza
y por eso, con toda libertad, la llamamos nuestra.
a ver si yo me aparezco otra vez si aparezco otra vez
si reaparecemos los dos tomados de la mano
Anna Ajmátova (Rusia)
en el espacio
donde coinciden
todos nuestros lugares

Óscar Hahn (Chile)


CORAZÓN CORAZA Al silencio

Porque te tengo y no Oh voz, única voz: todo el hueco del mar,


porque te pienso todo el hueco del mar no bastaría,
porque la noche está de ojos abiertos todo el hueco del cielo,
porque la noche pasa y digo amor toda la cavidad de la hermosura
porque has venido a recoger tu imagen no bastaría para contenerte,
y eres mejor que todas tus imágenes y aunque el hombre callara y este mundo se hundiera
porque eres linda desde el pie hasta el alma oh majestad, tú nunca,
porque eres buena desde el alma a mí tú nunca cesarías de estar en todas partes,
porque te escondes dulce en el orgullo porque te sobra el tiempo y el ser, única voz,
pequeña y dulce porque estás y no estás, y casi eres mi Dios,
corazón coraza y casi eres mi padre cuando estoy más oscuro.
porque eres mía
porque no eres mía Gonzalo Rojas (Chile)
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero NO TODO LO QUE VUELA
porque tu boca es sangre
y tienes frío No todo lo que vuela
tengo que amarte amor es pájaro.
tengo que amarte A veces lo que piensas
aunque esta herida duela como dos alcanza una pequeña altura.
aunque te busque y no te encuentre
y aunque Elvira Hernández (Chile)
la noche pase y yo te tenga
y no.
Mario Benedetti (Uruguay)
Las cuatro de la madrugada El vado

Hora de la noche al día. Si vas por la playa donde se vadea el río


Hora de un costado al otro. verás,
Hora para treintañeros. plantadas en el limo,
largas varas de eucalipto. Están allí
Hora acicalada para el canto del gallo. para los caminantes que van a la otra ribera.
Hora en que la tierra niega nuestros nombres. Una será tu cayado:
Hora en que el viento sopla desde los astros extintos. con ella tantearás, sin riesgo, un camino
Hora y-si-tras-de-nosotros-no-quedara-nada. entre las aguas turbias
y las piedras de resbaloso musgo.
Hora vacía.
Sorda, estéril. Cuida de dejar hundida la vara
Fondo de todas las horas. con gratitud
en la otra orilla: otro viene:
Nadie se siente bien a las cuatro de la madrugada. acaso mi padre
Si las hormigas se sienten bien a las cuatro de la que en las tierras amarillas busca sandías silvestres,
madrugada, acaso yo
habrá que felicitarlas. Y que lleguen las cinco, que regreso, retrasado y viejo,
si es que tenemos que seguir viviendo. mirando ansioso mi pueblo que tras el río
ondula o se difumina en el vaho solar.
Wisława Szymborska (Polonia) Allí,
según costumbre, sembraron mi ombligo
entre la juntura de dos adobes
para que yo tuviera patria.

Deja el cayado clavado en el limo.

José Watanabe (Perú)

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