Diario de Un Testigo

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CONCILIO VATICANO II

Congar:
Diario de un testigo
Alain Woodrow*

H las importantes contribuciones que hizo ef teólogo dominico Vues Congar


al Concilio Uatícano 11, se agregan hoy las observaciones que fue registran-
do diariamente de las sesiones conciliares y que nos entregan una fasci-
nante crónica de esos dias. Las anotaciones uan desde sospechas y
condenas, al comienzo, a aceptación, más tarde, al pasara participaren el
Concilio como enperto en materias de Iglesia.

P
ara los que aún no habían naci- mismo, ni siquiera tampoco reconocer todo haber mantenido los principales
do cuando se realizó el Conci- sus errores". Lo llama sistema policial, consejeros que dejó su predecesor en la
lio Vaticano II (1962-1965) llegando a compararlo con la Gestapo. Curia. "Me encontraba muy desanima-
debe ser difícil imaginar el es- Uno puede entender entonces su sorpre- do" admitió Congar. "El nuevo Papa y
tado de opresión en que la Iglesia cató- sa cuando recibió en julio de 1960, sin sus palabras refrescantes y gestos cris-
lica se encontraba. La historia de Yves aviso previo, una carta invitándolo a ser tianos eran contradecidos por sus actos
Congar es un elocuente resumen de consultor de la comisión teológica pre- de gobierno. Aun cuando su conducta
aquellos tiempos. Después de la Segun- paratoria del Concilio, junto con Henri personal representó un cambio total
da Guerra Mundial. Congar estuvo en de Lubac. desde el despotismo de Pío XII. con todo
la vanguardia de la renovación teológica él no renovó el entorno papal, aparte del
en Francia, con su colega ei dominico UN NUEVO PAPA equipo de intelectuales jesuítas y S.
Marie-Dominique Chenu y el amigo je- Pasqualina. El Papa mantuvo la vieja
suita Henri de Lubac. Pero sus escritos El nuevo papa, Juan XXIII, era quien guardia —el cardenal Tardini y el car-
sobre ecumenismo y la doctrina de la había tomado esta inesperada decisión. denal Ottaviani—, y todavía más, trajo
Iglesia eran vistos con creciente suspica- Congar se encontraba aún bajo sospe- de vuelta a la Santa Sede al arzobispo
cia por Roma hasta que, en 1954, fue cha, con tres trabajos por publicar que Párenle, el facista y monofisita Párente
expulsado de su puesto de profesor en el estaban siendo examinados en Roma; su que condenó al hermano Chenu".
noviciado dominico de Le Saulchoh, en reacción inicial fue de duda y escepti- Pero Congar se sintió impresionado
Bélgica, exiliado a Jerusalén y luego a cismo. Él mismo había dicho al enterar- por el anuncio de Juan XXIII de que el
Cambridge y, además, se le prohibió en- se de la sorpresiva decisión de Juan XXIII Concilio tendría dos objetivos muy en-
señar o publicar sus investigaciones. de convocar un concilio: "O es una lo- lazados la renovación interna de ta Igle-
Este periodo de persecución a la que cura pura —y por lo tanto una catástrofe sia católica (aggiornamento), con la
lo sometieron las más altas autoridades total— o es obra del Espíritu Santo; en meta final de lograr la unidad cristiana.
de la Iglesia es parte de la crónica que tal caso, cualquiera cosa es posible". No "Estos dos objetivos —escribió Congar
nos entrega .su Diario de un teólogo confiaba en el nuevo papa. Cuando fue
(1946-56), publicado el año recién pa- elegido Juan XXIII en 1958, Congar es-
Periodista y escritor. El texto fue publicado
sado1 . Congar desnuda su alma y nos cribió: "Roma necesita una conversión originalmente en la revista londinense The
habla de haber sido "aplastado, destro- completa. Necesita renunciar a tener el Tabiet, La traducían es de Juan Albornoz.
zado, excomulgado por un sistema des- derecho a controlarlo todo". Cfr. Mensaje HQ 499, junio de 2 0 0 1 , "El
diario de Yves Congar", artículo de Piero
piadado que no puede corregirse a sí Él le reprochaba a Juan XXIII sobre Plsarra.

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en 1973— corresponden a las dos gran- seguir forma o estilo. Estos son los apun- L()S BORRADORES PREPARATORIOS
des causas que he tratado de servir". Y tes diarios hechos a la carrera por un
así, luego de sopesar la situación, se hombre sobrecargado de trabajo, enfer- Congar se dio cuenta rápidamente de
decide a actuaren forma leal aceptando mo crónico, pero totalmente consciente que su papel estaría estrictamente limi-
su puesto de consultor. del evento crucial del que es cronista. tado. La Comisión teológica preparato-
Posteriormente, Congar rehusa reescri ria fue hábilmente piloteada por su se-
U N A CRÓNICA FRANCA bir o pulir el diario en vista de una pu- cretario, el reaccionario jesuíta holandés
blicación futura, solo se dedica a verifi- Sebastian Tromp. quien había sido uno
En su diario consignó el curso ente- car la precisión de los hechos y nom- de los consejeros teológicos de Pío XII.
ro del Concilio, desde su preparación, bres. No es un diario privado sino un Congar fue relegado a una subcomisión
dos años antes de que se abriera, hasta testimonio. donde sus observaciones (enían muy
su recepción, un año después de su tér- El primer diario causó un poco de poco impacto. Como mero consultor, no
mino. Sus anotaciones acaban de ser conmoción por la naturaleza abierta de era invitado a lodas las reuniones y ra-
publicadas en Francia por Edilions du su critica a la Curia. Fue recibido fría- ramente se le pedía hablar.
Cerl'en dos volúmenes bajo el lítulo Mi mente por los obispos franceses y, ob- Hn agosto de 1961, Congar recibió
diario del Concilio. El volumen uno viamente, por las autoridades romanas. los borradores preparatorios. Quedó con-
cubre desde 1960 a 1963, el dos desde Estos nuevos diarios son igualmente tundido. En ve/ de una visión de con-
1964 a 1966. Antes de su muerte en como bombazos y la casa editorial do- junto, descubrió una compartimentación
1995, a la edad de 90 años, Congar dio minica Le Cerf debe recibir felicitacio- de las cuestiones bajo examen; en vez
instrucciones de que su diario no fuera nes por su valentía de poner ante el pú- de un retorno a las fuentes escriturísticas,
publicado antes del año 2000 para no blico esta narración de los hechos de se encontró con una antología de pro-
herir a aquellos que criticaba. primera mano que construyeron el Con- nunciamientos papales: los documentos
En efecto, como en su Diario de un cilio, que, incluso después de 40 años, carecían totalmente de una dimensión
teólogo, él no evita las observaciones es apasionante leer. ecuménica y las propuestas mariológicas
duras. Simplemente describe las cosas abundaban. El único texto que él favo-
como las ve. No hay intento de reció fue el de los laicos, del teólogo
V. f íiiiijdr
belga Gérard Philips. La Comisión
teológica preparatoria trabajaba en un
vacuwn, rehusando cooperar con las
otras comisiones preparatorias o con
el Secretariado para la Unidad
Cristiana creado por Juan XXIII
para trabajar con los
M.D.Chenu

J. Danielou

Teólogos protagonistas del Concilio llatirann II


"hermanos separados" durante el Conci- les concierne a todos y no solamente a Sin embargo, otro suceso histórico
lio. Los cardenales Ottaviani y Tromp los obispos, teólogos y delegados —re- le dio cierta consola-
consideraban que solo la Comisión flexionó Congar— por lo que era nece- ción. El 13 de octubre,
teológica era competente en materias sario que el pueblo de Dios estuviera el Papa recibió a los 39
doctrinales, mientras que las otras comi- presente". observadores no católi-
siones existían simplemente para llevar Pero también se entristeció por la pom- cos que participarían en
a cabo sus decisiones. Así. las materias pa de la ceremonia de apertura —"¡esta las sesiones conciliares.
doctrinales quedaban totalmente divor- vasta asamblea no participa en la liturgia "Se me llenaron los
ciadas de las necesidades pastorales. ni canta!"—, dándose cuenta de lo mu- ojos de lágrimas", es-
Las cosas, sin embargo, mejoraron cho que la Iglesia permanecía prisione- cribió Congar. "Por su-
gradual mente. La Comisión preparato- ra de su pasado temporal. "La Iglesia puesto, la presencia de
ria central, compuesta por los obispos romana nunca renunció a la pompa y los observadores debe
líderes de diferentes países, pidieron que esplendor heredado de los cesares", es- producir resultados,
las comisiones preparatorias adoptaran cribió esa tarde. "Nunca ha abandona- pero lo principal es que
una aproximación más pastoral, y algu- do oficialmente la era constantiniana. El están aquí. Como expertos, ellos pue-
nos borradores fueron devueltos para ser pobre Pío IX. quien no entendió nada den asistir a todas las congregaciones
corregidos. Incluso la Comisión teoló- de la marcha de la historia y que hundió generales y pueden ser invitados a se-
gica llegó a ser más abierta de pensa- al catolicismo francés en una actitud es- guir el trabajo de las comisiones. Aun-
miento. Pero en agosto de 1962, dos téril de oposición, conservadurismo y que no están facultados para hablar, pue-
meses antes de que se inaugurara el Con-
cilio. Congar todavía se hallaba a oscu-
ras sobre su futuro papel. LA TEOLOGÍA DEL MINISTERIO ESTÁ EN PAÑALES,
El dominico le ofreció sus servicios
TAL COMO LO ESTÁN LOS SOPORTES TEOLÓGICOS DE LA COLEGIALIDAD.
al obispo Jean-Julien Weber de Estras-
burgo, quien lo había acogido en su dió- LO MISMO OCURRE CON LA TEOLOGÍA DE LAS IGLESIAS LOCALES,
cesis en 19.% luego de su exilio en el ex-
EL LUGAR DE LAS MUJERES EN LA IGLESIA Y EL ROL DE LA PRIMACÍA
tranjero. El obispo lo escogió como teó-
logo personal en el Concilio y le consul- PAPAL FRENTE A LA COLEGIALIDAD.
tó sobre los borradores preparatorios que
acababa de recibir. Ahora el nombre de
Congar aparecía en la primera lista de restauración, había sido llamado por den expresar sus opiniones por escrito.
expertos oficiales asignados al Concilio Dios para liberar a la Iglesia de la mise- Su influencia depende de ellos mismos".
y publicada en L'Osservatore Romano rable lógica de la Donación de Constan-
el 28 de septiembre de 1962. Esto le per- tino y convertirla al Evangelio. Pero hi/o AFLORA EL "ESPÍRITU CONCILIAR"
mitiría asistirá todas las congregaciones exactamente lo opuesto. ¡Él era una ca-
generales en la Basílica de San Pedro y tástrofe viviente! Pío IX todavía reina. Congar recibe más aliento aún cuan-
tomar pane en las discusiones de cual- ¡Lo mismo sucedió con Bonifacio VIII. do ocurre un acto inesperado, al comien-
quier comisión conciliar a la que fuera que tomó el lugar de Simón Pedro, el zo de la primera sesión, que él describe
invitado por alguno de sus miembros. De humilde pescador de hombres!" como "el primer acto conciliar". Cuan-
"consultor", Congar se había graduado Al día siguiente el filósofo Jean do el secretario general del Concilio,
finalmente como "experto". Guitton le informó a Congar que había Pericle Felici. tomó el podio el 13 de
sabido a través del cardenal Monlini (el octubre para invitar a los padres a deci-
POMPA SEÑORIAL futuro Pablo VI) que la beatificación de dir los nombres de los 16 obispos que
Pío IX estaba siendo seriamente consi- fon liarían cada una de las 10 comisio-
La apertura de la primera sesión el derada por Juan XXIII para crear un es- nes, el cardenal Achule Lienart, obispo
11 de octubre de 1962 le produjo senti- labón visible entre el primer Concilio de Lille, se levantó para pedir que la
mientos encontrados. Congar se sintió Vaticano y el segundo. Coligarse enfu- elección de los miembros de comisión
sobrecogido por la inmensa multitud que reció: "Mientras más estudio a Pío IX fuera pospuesta por unos días, cosa que
se reunió en la Pla/.a de San Pedro a —escribió— más lo encuentro de men- permitiría que los obispos de diferentes
observar a los 3.000 obispos de todo el te pequeña y catastrófico. Nada puede países pudieran llegar a conocerse me-
mundo que marchaban hacia la Basíli- ser logrado mientras la Iglesia romana jor. Para asegurar "una cordialidad, li-
ca, y aun más por el hecho de que todos no haya renunciado totalmente a sus bertad, y confianza más grande" sugi-
los cristianos podrían seguir el suceso pretensiones señoriales y temporales. rió que las conferencias episcopales es-
gracias al satélite Telstar. "El Concilio ¡Todo esto debe ser destruido y lo será!" cogieran sus mejores representantes para

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Congar se deleitaba al
presenciar la progresiua
emergencia de "un espíritu
del Concilio" que componía
los textos conciliares y les
daba su propia coherencia.

rado que Roma impone en todos aque-


llos que trabajan para ella".

PABLO VI Y EL ORISPO WOJTYLA

La muerte de Juan XXIII, después


del término de la primera sesión, fue
otro punto decisivo. Congar se asom-
bró por la reacción mundial ante la
muerte del "Buen Papa Juan", el Papa
ecuménico, y registró el comentario de
dos de sus amigos protestantes, Char-
les Wesphal y Georges Casalis: "Por
primera vez en la historia, los protes-
tantes sienten la muerte de un Papa".
Cuando Pablo VI reabre el Concilio
en octubre de 1963. Congar escribe:
"Nadie puede dudar de que el Conci-
lio de Juan XXIII es ahora irreversi-
ble".
La actitud de Congar hacia el nue-
vo Papa fue mesurada. Aplaudió sus
gestos ecuménicos tales como el en-
cuentro con el Patriarca Athenagoras,
pero pensó que el Paulo VI era un pri-
integrar comisiones de tanta importan- sionero de su formación teológica ro-
cia. La propuesta de Lienart fue recibi- satisfacción que el Secretariado para la mana. Recibido el 8 de junio de 1964
da con un aplauso estruendoso y fue Unidad Cristiana había sido elevado al en audiencia privada, el dominico no
apoyada por el cardenal Joseph Frings, nivel de comisión, Congar observa que logra convencer a Paulo VI de la nece-
arzobispo de Colonia. "el espíritu del Concilio está operando". sidad de una nueva doctrina de la Igle-
"La intervención del cardenal Congar, quien creía firmemente en sia como una comunidad de Iglesias.
Lienart fue vital" escribió Congar. "In- el sensus fidelium, —esto es, la recep- "Nuestro Señor fundó una sola Iglesia"
fluirá en el desarrollo del Concilio. Fue ción necesaria de las enseñanzas del respondió el Papa. "Tuve la impresión
el primer acto conciliar, esto es. el acto magisterium por parte de toda la comu- de que el Santo Padre está tenso, muy
de una asamblea soberana deliberando nidad de creyentes—, se deleitaba al atento, pero determinado a preservar
y decidiendo libremente y rechazando presenciar la progresiva emergencia de lo que él cree debe ser preservado" es-
todo control externo. Lo que yo ansiaba "un espíritu del Concilio" que compo- cribió Congar en su diario. "En cuanto
fervientemente ha sucedido: el Conci- nía los textos conciliares y les daba su a su eclesiología, su visión teológica
lio puede tomar un curso diferente de propia coherencia. "Experimenté casi no está abierta a cambios. Su perspec-
aquel que le estaba dispuesto. La una sensación física de esta asamblea tiva es estrictamente romana. No se
s viviente", escribe Congar. "Me di cuenta puede confiar mucho en él, ya que ni
e colegialidad se ha hecho sentir". Desde
.o este punto crucial, el tono del diario de una vez más lo maquiavélico y depri- su teología ni su intelecto concuerdan
.a;
mente que es la disciplina del sigilo ju- con sus acciones".
i
u
Congar también cambia. Notando con

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3
Durante esta audiencia, Paulo VI llenos de imprecisiones e incluso erro- tes; que la colegialidad (Congar prefe-
había preguntado sobre el proyecto en res". Pero, el 2 de febrero de 1 965 ría usar el término or-
que Congar estaba metido, es decir, la Congar hace esta notable predicción: todoxo de Sobomost)
creación de una nueva revista teológica, "Monseñor Wojtyla creó una impresión tiene aún que ser defi-
Concilium. Pablo VI le dijo a Congar muy fuerte. Es una persona imponente nida.
que debería haber dos o tres teólogos y su personalidad irradia una atracción, Congar se daba
romanos en el comité directivo. "No una cierta fuerza profetiea, muy calma- cuenta muy bien de
como guardianes o censores", añadió da pero indisputable". que muchas preguntas
el Papa rápidamente, "sino para esta- no habían sido explo-
blecer contacto con los círculos roma- UN ¡'UNTO DE PARTIDA radas plenamente por
nos". Esta preocupación de Pablo VI el Concilio. La teolo-
toma un nuevo significado a la luz de Leyendo el diario del Concilio de gía del ministerio está
los eventos posteriores. Dominique Congar, uno queda sorprendido por la en pañales, tal como lo
Congar, sobrino nieto de Yves, me gradual progresión del teólogo domi- están los soportes teo-
confidenció algo que no había sido nun- nico que va desde un suspicaz (y sos- lógicos de la colegialidad. Lo mismo
ca hecho público. El nombre de su tío pechoso) consultor a un experto omni- ocurre con la teología de las iglesias
estaba en una lista de futuros cardena- presente. Al final de su diario, Congar locales, el lugar de las mujeres en la
les junto con el de Henri de Lubac y entrega una lista de los documentos Iglesia y el rol de la primacía papal
Jean Danielou (quienes efectivamente conciliares en los cuales él contribuyó: frente a la colegialidad. Congar creía
recibieron sus capelos rojos), pero el Lumen Gentium, "Sobre la divina re- que el Concilio había sido prematuro
nombre de Congar fue tachado por Pa- velación", "Sobre el ecumenismo". en muchos sentidos. Muchos de los
blo VI, debido a la insistencia del lo- "Declaración sobre las religiones no obispos provenían del molde teológi
bby de la curia, cuando Congar rehusó cristianas", "Esquema XIII" {Gaudium co romano clásico y muy pocos habían
sacar su nombre del comité editorial de el S[>es), "Sobre Misiones". "Sobre li- tenido acceso a la renovación escri-
Concilium. Dominique estaba al lado bertad religiosa'1. "Sobre los sacerdo- turíslica y teológica que provenía de
del lecho de Congar en noviembre de tes". Congar contribuyó a que una ma- Alemania, Francia, Holanda y Bélgi-
1994 cuando este fue hecho cardenal yoría de los obispos aceptaran sus más ca. Para el dominico, el Concilio fue
por Juan Pablo II. '"Mi tío meramente queridas percepciones teológicas: que un punto de partida más que una con-
sonrió irónicamente al escuchar la no- la tradición viva de la Iglesia es trans- clusión. "Es una invitación al trabajo y
ticia, murmurando 'trop tard. trop mitida por el Pueblo de Dios (todos los al estudio", dijo. "El Concilio no esta-
tard'" dijo Dominique. Ocho meses creyentes) que precede a la jerarquía; ba destinado a cerrar puertas o respon-
más tarde Yves Congar murió. que ía Iglesia no es el Reino de Dios der preguntas todavía debatidas por los
Su visión de Juan Pablo II es inte- en la tierra, sino el sacramento tie sal- teólogos". Esta es la razón por la cual
resante. Su primera impresión no fue vación:1 que la Iglesia, "una pobre ser- él estuvo en desacuerdo con aquellos
favorable. El 1 1 de octubre de 1963 es- vidora" , debe mostrar solidaridad con que pedían un Vaticano III. Para
cribe: "El obispo Wojtyla me presentó el mundo: que la teología de los minis- Congar. el Vaticano II todavía estaba
algunos de sus textos. Son confusos. terios no está limitada a los sacerdo- lejos de producir todos sus frutos, n

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