Mitos Griegos Guión

Narradora: María
Pandora: Jimena. F
Zeus: Paula
Hefesto: Jimena G
Epimeteo: Paula
Prometeo: Jimena G
Dioses varios: fondo de pantalla y sonidos
-Guion-
-La caja de Pandora-

NARRADORA -Poco después de la traición de Prometeo a Zeus, este bajó del
olimpo a conversar con Hefesto. Hefesto era el mejor escultor que se hubiese
visto en mucho tiempo, también era el dios del fuego y aparte era hijo de Zeus,
pero era muy feo y también era cojo,por eso todos los dioses se reían de él
entonces decidió esconderse en una cueva oscura y como hacía un calor
infernal nadie entraba a reírse de él.
ZEUS- ¡Hefesto hijo!
¡HEFESTO-Cuanto tiempo padre, ¿Qué le trae por aquí?
ZEUS- Prometeo nos ha dejado en ridículo delante de los hombres, por eso
quiero vengarme.
HEFESTO- ¿Qué debo hacer por usted?
ZEUS- Quiero que crees a una bella mujer.
HEFESTO- ¿Cómo que a una mujer? Eso es imposible, nunca he creado una.
ZEUS- Sí, debe ser muy hermosa, como Afrodita.
NARRADORA- Afrodita era la diosa del amor y era la más bella de todas.
Hefesto se esforzó como nunca en crear a una mujer perfecta, modeló sus
piernas con sus grandes manos y le hizo unos labios finos y bonitos, le hizo una
cintura delgada y unas manos delicadas y lo suficientemente hermosas como
para cautivar a cualquier hombre que se precie. Cuando terminó, Zeus
intervino.
ZEUS- Se llamará Pandora.Porque tendrá todos los dones posibles que pueda
tener una persona.
NARRADORA- Entonces, Hefesto se inclinó sobre Pandora para soplarle en la
boca, porque así se les daba los hombres el aliento de la vida. Pero Zeus lo
detuvo.
ZEUS- Viento del norte, ¡¡ trae el frío!!; Viento del sur, ¡¡ trae el calor!!; Viento
del este, ¡¡ trae las penas y alegrías!!; Viento del oeste, ¡¡trae las palabras!!
NARRADORA- Luego, Zeus convocó a los dioses y les dijo:
ZEUS- Quiero que le concedáis a esta mujer todos los dones que pueda tener
un ser humano.
NARRADORA- Durante todo un día, los dioses desfilaron por la fragua de
Hefesto para concederle a Pandora los más variados dones: dulzura y gracia,
inteligencia y picardía, habilidad para tejer y labrar la tierra, fertilidad para dar
a luz muchos hijos, buena voz para cantar, una sonrisa amable que inspiraba
confianza... Cuando Pandora hubo recibido todos los dones, Zeus le dijo:
ZEUS- Ahora ya estás preparada para con los hombres. Pero antes debo darte
mi regalo...
NARRADORA- Zeus sacó una preciosa caja de oro y se la tendió a Pandora.
PANDORA -Es muy bonita... ¿Qué hay dentro?
ZEUS -Es mejor que no lo sepas. Prométeme que nunca, jamás te atreverás a
abrir esta caja.
PANDORA-Lo prometo
ZEUS- ¡Ah, se me olvidaba! Quiero Regalarte una última cosa...
NARRADORA- Zeus hinchó sus pulmones de aire y sopló sobre el cuerpo de
Pandora. Así le proporcionó un último don, el más peligroso de todos: la
curiosidad.
♥♥♥
NARRADORA-Mientras Pandora llegaba a la tierra, Zeus y Hefesto se quedaron
hablando.
HEFESTO- Padre, ¿para qué necesitamos a Pandora? Y ¿para qué le has
otorgado el don de la curiosidad?
ZEUS-Para vengarme de los hombres, esa caja contiene algo prohibido e
infame. Con esto, aprenderán a respetarme.
♥♥♥
NARRADORA- Hermes, el mensajero de los dioses, condujo a Pandora hasta la
Tierra, y la dejó a las puertas de la casa de Epimeteo. Epimeteo era el hermano
de Prometeo, pero no se le parecía en nada. Prometeo era hábil y astuto en
cambio Epimeteo destacaba por su torpeza y su ingenuidad. Cuando Epimeteo
vio a Pandora, dijo:
EPIMETEO- ¡Me casaré con ella!
PROMETEO-Ni se te ocurra hacerlo.
EPIMETEO - ¿Por qué no? ¿Qué tiene de malo casarse con una mujer tan bella?
Estoy seguro de que Pandora me alegrará la vida...
PROMETEO-Esa mujer es un regalo de los dioses, y los dioses nos odian desde
que les engañe y les robe el fuego.
EPIMETEO- ¿Estás diciendo que Pandora es un castigo? ¡Menuda chorrada!
¿Cómo va a ser un castigo una mujer tan hermosa, que canta como los ángeles
y me mira con tanta dulzura?
PROMETEO-Sabes que puedo ver el futuro, y sé que Pandora no nos traerá
nada bueno.
EPIMETEO- No te creo, solo me envidias porque soy mejor que tú.
NARRADORA- Al poco tiempo se casó con Pandora, y fue feliz con ella. En
cambio, Pandora nunca consiguió ser feliz del todo, porque, día y noche, oía en
su interior una voz que preguntaba sin descanso:
PANDORA- ¿Qué habrá en la caja de oro? ¿Por qué Zeus no me deja abrirla?
NARRADORA- La avispa de la curiosidad se había apoderado del alma de
Pandora, y zumbaba en sus oídos con maldad:
PANDORA- ¿Qué pasará si la abro? ¿Sucederá algo malo?
NARRADORA- Antes de dejarla ir, Zeus le había colgado a Pandora una cadena
de oro al cuello. La joven la miraba todo el rato, con cierta ansiedad, pues de la
cadena colgaba una llavecita dorada que servía para abrir la caja de oro. Más
de una vez, Pandora estuvo a punto de descolgar la llave y abrir la caja, pero
siempre acababa por decirse:
PANDORA- No, no puedo hacerlo. Le prometí a Zeus que jamás abriría esa caja.
NARRADORA- Sin embargo, llegó un día en el que Pandora no pudo aguantar
más.
PANDORA- Esto no puede seguir así, no puedo ni dormir. Necesito abrir esa
caja.
NARRADORA-Al momento, sonó un zumbido atronador, como el de un
enjambre de miles de abejas enloquecidas. Pandora, al instante comprendió
que había cometido un grave error. Y es que Zeus había encerrado en aquella
caja todas las desgracias que arruinan la vida de los seres humanos: la fealdad
y la mentira, la tristeza y la angustia, el odio furibundo. Pero, Hefesto sentía
mucha pena por Pandora, así pues; metió la esperanza al final de la caja, para
que, aunque el mudo se llenara de peleas y enfados, al final, siempre quedaría
un poco de esperanza.
Fin

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