Derecho Constitucional Mary

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Unidad 2 derecho constitucional

La Constitución:
La Constitución es un documento fundamental que establece los principios, derechos,
deberes y estructura del gobierno de un país. Es considerada la ley suprema de una nación y
sirve como base para la organización y funcionamiento del Estado.
Una Constitución establece los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, así
como los límites y responsabilidades del gobierno. También establece la separación de
poderes, es decir, la división de funciones entre el poder ejecutivo, legislativo y judicial.
Además, la Constitución puede incluir disposiciones sobre la forma de gobierno, la elección
de representantes, la protección de los derechos humanos, la distribución de poderes entre
los diferentes niveles de gobierno, y otros aspectos fundamentales para el funcionamiento
de una sociedad democrática.
En muchos países, la Constitución es considerada como la norma suprema que debe ser
respetada por todas las leyes y acciones del gobierno. Su objetivo principal es garantizar la
protección de los derechos individuales y colectivos, y establecer un marco legal y político
que promueva la justicia, la igualdad y el bienestar de los ciudadanos.
Cabe destacar que cada país tiene su propia Constitución, adaptada a su contexto histórico,
político y social.
La Constitución como norma jurídica y como pacto básico de la convivencia:
La Constitución, tanto como norma jurídica como pacto básico de convivencia, desempeña
un papel fundamental en la sociedad.
Como norma jurídica, la Constitución establece los principios y reglas fundamentales que
rigen el ordenamiento jurídico de un país. Es la ley suprema que tiene supremacía sobre
todas las demás leyes y normativas. Esto significa que todas las leyes y acciones del
gobierno deben estar en consonancia con los principios y disposiciones establecidos en la
Constitución. Además, la Constitución proporciona un marco legal y establece los derechos
y deberes de los ciudadanos, así como las instituciones y los mecanismos de gobierno.
Como pacto básico de convivencia, la Constitución representa un acuerdo social entre los
ciudadanos y el Estado. Es un documento que refleja los valores, principios y objetivos
compartidos por la sociedad en su conjunto. A través de la Constitución, se establecen las
bases para la convivencia pacífica, la protección de los derechos individuales y colectivos,
y la promoción del bienestar común. La Constitución también establece los límites y
responsabilidades del gobierno, garantizando así el equilibrio de poder y la protección de
los ciudadanos frente a posibles abusos.
En resumen, la Constitución como norma jurídica y pacto básico de convivencia es
fundamental para establecer un marco legal y político que promueva la justicia, la igualdad
y el respeto a los derechos humanos. Es un documento que refleja los valores y aspiraciones
de una sociedad y proporciona las bases para una convivencia pacífica y democrática.
La Constitución como límite del poder:
La Constitución cumple un papel fundamental como límite del poder en un sistema
democrático. Establece las reglas y los mecanismos que limitan el ejercicio del poder por
parte del gobierno y protege los derechos y libertades individuales.
La Constitución establece una serie de controles y equilibrios para evitar el abuso de poder
por parte de los gobernantes. Estos controles pueden incluir la separación de poderes,
donde se divide el poder en diferentes ramas (ejecutivo, legislativo y judicial) y se
establecen mecanismos de control y equilibrio entre ellas. Esto garantiza que ninguna rama
del gobierno tenga un poder absoluto y que se realice una supervisión mutua.
Además, la Constitución establece los derechos y libertades fundamentales de los
ciudadanos, que son inalienables y no pueden ser violados por el gobierno. Estos derechos
actúan como límites al poder, ya que el gobierno está obligado a respetar y proteger los
derechos individuales y colectivos establecidos en la Constitución.
La Constitución también establece los procedimientos y garantías legales para asegurar que
el poder se ejerza de manera justa y transparente. Esto incluye la protección del debido
proceso, el acceso a la justicia, la igualdad ante la ley y la participación ciudadana en la
toma de decisiones.
En resumen, la Constitución como límite del poder establece los controles, equilibrios y
garantías necesarios para evitar el abuso de poder y proteger los derechos y libertades de
los ciudadanos. Es un instrumento fundamental en un sistema democrático que garantiza un
gobierno limitado y responsable.
la supremacía:
La supremacía se refiere al principio legal y político según el cual la Constitución de un
país es la norma suprema y tiene supremacía sobre todas las demás leyes y normativas. Esto
significa que todas las leyes, normas y acciones del gobierno deben estar en conformidad
con la Constitución y no pueden contradecirla.
La supremacía constitucional asegura que la Constitución sea la base fundamental del
ordenamiento jurídico y establece los límites y principios que deben regir el ejercicio del
poder por parte del gobierno. Esto implica que ninguna ley o acción del gobierno puede ser
válida si está en contradicción con los principios y disposiciones establecidos en la
Constitución.
La supremacía constitucional es un elemento clave en un sistema democrático y de estado
de derecho, ya que garantiza la protección de los derechos y libertades individuales, así
como la limitación del poder gubernamental. Además, establece un marco legal y político
estable en el cual se pueden desarrollar y proteger los valores y principios fundamentales de
una sociedad.
En resumen, la supremacía constitucional es el principio que establece que la Constitución
es la norma suprema y que todas las leyes y acciones del gobierno deben estar en
conformidad con ella. Es un elemento esencial para garantizar la protección de los derechos
y libertades individuales y el funcionamiento adecuado de un sistema democrático.
Defensa del orden constitucional:
La defensa del orden constitucional se refiere a la protección y preservación de los
principios, normas y valores establecidos en la Constitución de un país. Consiste en
garantizar que la Constitución sea respetada y aplicada de manera efectiva, y que cualquier
intento de violar o socavar sus disposiciones sea enfrentado y corregido.
La defensa del orden constitucional puede implicar diferentes acciones y mecanismos, tanto
legales como políticos. Algunas de estas acciones pueden incluir:
1. Cumplimiento de la Constitución: Todas las instituciones y actores del Estado deben
cumplir y respetar las disposiciones de la Constitución en el ejercicio de sus funciones. Esto
implica que el poder ejecutivo, legislativo y judicial deben actuar de acuerdo con los límites
y procedimientos establecidos en la Constitución.
2. Protección de los derechos fundamentales: La defensa del orden constitucional implica
garantizar la protección de los derechos y libertades individuales establecidos en la
Constitución. Esto implica que el gobierno debe tomar medidas para prevenir y corregir
cualquier violación de estos derechos.
3. Control y equilibrio de poderes: La defensa del orden constitucional implica asegurar que
exista un sistema de control y equilibrio entre los diferentes poderes del Estado. Esto
implica que el poder legislativo y judicial deben ejercer su función de supervisión y control
sobre el poder ejecutivo, y viceversa.
4. Mecanismos de rendición de cuentas: La defensa del orden constitucional implica
establecer mecanismos efectivos de rendición de cuentas, tanto para los gobernantes como
para los ciudadanos. Esto implica que los funcionarios públicos deben ser responsables de
sus acciones y que los ciudadanos tengan la posibilidad de exigir responsabilidad a través
de procesos legales y políticos.
En resumen, la defensa del orden constitucional implica proteger y preservar los principios
y normas establecidos en la Constitución, garantizando su cumplimiento y aplicando los
mecanismos necesarios para corregir cualquier violación o intento de socavar la
Constitución. Es fundamental para asegurar el funcionamiento adecuado de un sistema
democrático y de estado de derecho.

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