EDMN Unidad 01 La Empresa
EDMN Unidad 01 La Empresa
Presentación
En el sistema económico actual la empresa es un factor fundamental para el desarrollo
económico. Aunque su función principal es la producción de bienes y servicios, también tiene
importancia como agente social generador de empleo y riqueza.
La empresa actual, es el resultado de una evolución histórica, que desde la pequeña empresa de
carácter artesanal, va evolucionando hacia las grandes empresas comerciales de la etapa
mercantilista, y posteriormente hacia la gran empresa productora de la época de la Revolución
Industrial, para llegar finalmente a la etapa de la gran empresa financiera que hoy conocemos.
1. La empresa
Las empresas no son agentes propios de la economía moderna; ya existían, con otros nombres y
funciones diferentes, en las culturas antiguas. Con la Revolución Industrial se inicia su
crecimiento acelerado y alcanzan su máximo desarrollo en nuestra época, especialmente en el
sistema económico capitalista.
De entre las múltiples definiciones de empresa, cabe destacar la que la define como “unidad
básica de producción que organiza con eficiencia los factores económicos para producir
bienes y servicios para el mercado creando valor y con ánimo de alcanzar ciertos
objetivos”.
Pero para entender mejor el concepto de Empresa en la actualidad podemos hacer una breve
reseña de su evolución histórica.
Durante la Baja Edad Media (s. XII al XV),a medida que se desarrollaban las ciudades,
también lo hace la industria artesanal y los intercambios comerciales (nacen
importantes ferias). Aún no se puede hablar de empresas propiamente dichas, pero la
actividad económica está en manos de artesanos y comerciantes, que empiezan a
constituir compañías colectivas y comanditarias (formas sociales que todavía recoge
nuestra legislación mercantil), apareciendo figuras como los gremios y ligas o “hansas”,
asociadas a sus ciudades de origen.
Es obvio que en cada época las empresas han tenido características diferentes. Pero también
hay una serie de rasgos comunes a destacar:
1. Deciden la mejor forma en que se deben combinar los factores productivos para
obtener el bien o servicio que producen, buscando siempre el mayor grado de
“eficiencia”.
2. Son creadoras de riqueza (“creadoras de valor”) que será repartido después entre
propietarios (principales beneficiarios, recibirán una remuneración por su capital aportado),
proveedores y acreedores (bancos, organismos públicos, …), trabajadores (salarios, que
les permitirá comprar los bienes y servicios producidos), ….
3. Participan en el grado de desarrollo de los países en los que desarrollan su actividad,
cada vez más internacional.
4. Dirigen los hábitos de consumo de los consumidores ejerciendo influencia sobre ellos
mediante la publicidad y las técnicas de mercado.
2. El empresario
Partiendo de reconocer la separación entre la propiedad y la dirección en la mayoría de
empresas actuales, la dificultad de este punto es distinguir si la figura del empresario
corresponde al capitalista o bien al directivo (cuando ambas figuras no coinciden en las mismas
personas). No llegaremos a las mismas conclusiones si adoptamos enfoques económicos o
jurídicos.
Desde el punto de vista jurídico parece que la figura de empresario está ligada con la de
propietario, de hecho el Código de Comercio no utiliza el término de empresario sino el de
comerciante, estableciendo en su artículo 11 que son comerciantes “los que, teniendo
capacidad legal para ejercer el comercio, se dedican a él habitualmente y las compañías
mercantiles e industriales que se constituyeren con arreglo a este Código”. Es decir, hace
hincapié en dos aspectos:
El carácter habitual, que implica una actividad organizada y profesional, esto es,
duradera y estable en el tiempo.
La capacidad legal para el ejercicio habitual del Comercio viene determinada por el
Artículo 41 del Código de Comercio: las personas mayores de edad y que tengan la
libre disposición de sus bienes.
Sin embargo el concepto económico de empresario identifica a éste con la persona que
directamente y por sí misma combina y coordina los elementos que conforman la empresa para
conseguir sus objetivos, es decir, se concibe al empresario como el directivo de la empresa. El
Derecho, por el contrario, no exige en el empresario una actividad directa y personal, basta con
que la actividad se ejercite en nombre de ése.
En la evolución histórica de la figura del empresario pueden señalarse estos hitos y teorías
principales:
- Los economistas de la escuela clásica (A. Smith, D. Ricardo, y J.S. Mill) y también K.
Marx, identificaron al empresario con el propietario del negocio, existe una concepción del
empresario de tipo individual. No es hasta el siglo XX cuando se contempla claramente la
distinción entre la figura de empresario y la de capitalista o propietario de la empresa.
- Hasta el siglo XVIII los economistas no prestan atención al concepto de empresario.
Richard Cantillon (1680-1734) fue el primero en definir esa figura como “agente” que
compra los medios de producción a precios ciertos, para después combinarlos en un
producto que venderá a un precio incierto. R. Cantillon caracteriza la figura del empresario
como un agente que asume riesgos y cuyas remuneraciones son inciertas.
- Alfred Marshall le da al empresario la importancia necesaria como factor organizativo
fundamental para la creación de las grandes empresas que estaban naciendo en su época.
Es el factor necesario para combinar el resto de factores.
- Frank H. Knight destaca la incertidumbre es lo esencial de la actividad empresarial: el
empresario paga unas rentas ciertas por los factores productivos (vendedores de materiales
a precio cierto, trabajadores con salarios fijados de antemano, propietarios de locales,…),
recibiendo como compensación un beneficio incierto.
- Para Joseph A. Schumpeter la principal función del empresario es innovar. En el sistema
capitalista el proceso de cambio tecnológico es el que genera nuevos equilibrios y el
empresario es el agente que lo asume. Cuando lanza un nuevo producto, incorpora una
nueva técnica de fabricación, abre nuevos mercados, conquista nuevas fuentes de
aprovisionamiento o incluso crea una nueva organización (buscando aumentar su propio
beneficio) es la pieza que persigue la invención, innovación o imitación que se difunde por
toda la sociedad, impulsando el cambio.
- John K. Galbraith afirma que en los estados capitalistas modernos conviven un número
reducido de grandes corporaciones, con un poder real, con una multitud de pequeñas
empresas, sin poder influir y que solo se adaptan a las condiciones impuestas por las
grandes. Estas grandes corporaciones son muy complejas y no pueden ser dirigidas por una
sola persona. Requieren un conjunto de técnicos muy especializados que actúan de forma
colegiada (juristas, científicos, ingenieros, economistas…) y a los que denomina
“tecnoestructura”. Aportan conocimiento especializado a decisiones de grupo que rebasan
la capacidad de cada uno. Ellos son los que realizan la función empresarial, como grupo
dirigente. Además, la propiedad en muchas corporaciones está en manos de pequeños
accionistas que dejan el peso de las decisiones en los técnicos dirigentes, que en muchos
casos no son siquiera accionistas y buscan sus propias metas profesionales.
- Para el economista Israel M. Kirzner el verdadero papel de un empresario puro es
mantenerse alerta, con la finalidad de observar oportunidades que nadie más ha detectado.
En resumen:
La mujer emprendedora
¿Y las mujeres emprendedoras? Aunque el papel de la mujer en la economía ha evolucionado en
las últimas décadas en las sociedades desarrolladas, ya no se trata solo de romper techos de
cristal y ocupar puestos de liderazgo en grandes empresas: el emprendimiento femenino también
es necesario para el desarrollo social.
Para ello, es importante que las emprendedoras alcancen una mayor visibilidad social; acabar
con los roles de género y la falta de apoyo que permita conciliar. Desde el sistema educativo, hay
que fomentar la cultura empresarial de las mujeres para redefinir el perfil emprendedor
tradicional. Y desde las Administraciones, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
relacionados con la igualdad requieren soluciones innovadoras que superen las tendencias y los
estereotipos.
Coco Chanel: su nombre real es Gabrielle Chanel, y se convirtió en una de las diseñadoras
de moda francesa más legendarias. Abrió su primera tienda de sombreros en París en el
año 1910 y, posteriormente, la transformó en una boutique de moda. De esta manera,
Coco revolucionó el sector con su propio código de vestimenta, obviando los códigos de la
época, y se convirtió en una de las personas más influyentes del siglo XXI.
Luiza Helena Trajano: Luiza, creadora de la primera tienda virtual de Brasil, es una de las
empresarias más conocidas de su país. Dirige el grupo de empresas Magazine Luiza, que
integra un conglomerado de diversas marcas. Asimismo, fue elegida por Time como una
de las 100 personas más influyentes del mundo.
Kamila Sidiqi: es una empresaria afgana que destaca por su liderazgo y por su capacidad
para impulsar el emprendimiento femenino. Kamila ha creado un centro de formación de
3. Elementos de la empresa
La empresa como realidad económica y social necesita contar con una serie de elementos que le
permitan desarrollar su actividad. Dichos elementos son al menos los siguientes:
A. El factor humano. Constituido por todas las personas que aportan a la empresa, bien su
trabajo o bien recursos financieros. En función del tipo de aportaciones, distinguiremos los
siguientes grupos:
- El empresario. Es la persona que debe tomar las decisiones necesarias para llevar a cabo
la actividad y es, en consecuencia, responsable de la misma, asumiendo los riesgos que
puedan derivarse de sus decisiones.
- El propietario o capitalista. En ocasiones se confunden las figuras del empresario y el
capitalista o propietario, dado que pueden coincidir en la misma persona, pero no siempre
sucede así, sobre todo en las grandes empresas en las cuales suele haber muchos socios
capitalistas y solo unas pocas personas responsables de la gestión.
- Los empleados. Personas que aportan a la empresa uno elemento esencial, su trabajo, a
cambio de una remuneración.
B. El capital. Formado por todo el conjunto de bienes que integran el patrimonio empresarial.
Aún sin pretender establecer una exhaustiva clasificación de dichos bienes, se pueden enumerar:
D. El entorno. El entorno de la empresa lo constituyen tanto las personas como las instituciones
u organismos públicos, pues no debe olvidarse que dicha actividad se desarrolla en un entorno
social, organizado y regulado jurídicamente.
También al plantearse los objetivos empresariales deberán conciliarse en lo posible los intereses
de los distintos grupos que concurren. Así el objetivo de los accionistas puede ser maximizar el
precio de la acción, los objetivos de la dirección producir al mínimo coste o maximizar la
productividad con un mínimo de calidad, los proveedores querrán maximizar el precio de venta
de sus materiales, los clientes comprar máxima calidad al mínimo precio, los trabajadores
maximizar su sueldo, …
- Creación de empleo
- Disminución de la tasa de paro en la zona donde desarrolla su actividad.
- Incremento del nivel de industrialización de la zona.
- Recuperación del patrimonio (restauraciones, …)
- Formación de los trabajadores.
- Mejoras en las condiciones higiénico-laborales de sus empleados en el
desempeño de su puesto.
- Conciliación de la vida laboral y familiar para los empleados.
- Cuidado del medio ambiente de tal manera que se posibilite a largo plazo la
continuidad de la empresa.
b. Tácticos u operativos: Aquellos que se plantean para un corto plazo como la reducción del
precio de un producto.
- precisos
- cuantificables (facilitará el control de los resultados)
- realistas (razonables y que supongan un reto para los miembros de la empresa)
- conocidos y fruto de la participación (evitará conflictos y disfunciones)
- y si hay varios deben estar ordenados, priorizados.
La creación de valor
La empresa “crea valor” en los productos o servicios que elabora. Esta realidad se pone de
manifiesto en algo fácilmente observable: el producto/servicio que vende es más valioso y útil
para el consumidor que la suma de los materiales que incorpora . Así, por ejemplo, un ipod es
más valioso que los materiales que incorpora, nos permite escuchar música en cualquier parte,
acceder a nuestra biblioteca musical en un mínimo espacio,etc.; mientras que los materiales que
incorpora son simplemente plástico y silicio, más el esfuerzo de diseño, investigación, trabajo y
transporte que añaden todos los trabajadores que participan en su elaboración y puesta a
nuestra a disposición).
Pero, además de crear riqueza para el consumidor, la actividad de la empresa genera riqueza
para el propio empresario, para los trabajadores y para el conjunto de la sociedad.
En términos económicos podemos cuantificar esta creación de riqueza como la diferencia entre el
beneficio que obtiene el consumidor al comprar un producto y los costes empleados para
producirlo. El beneficio percibido por cada consumidor al comprar el mismo producto puede ser
distinto, según la utilidad que le reporte a cada uno y otras variables, pero podemos afirmar que
un consumidor solo compra un producto si obtiene un beneficio por su uso superior al precio de
compra.
Por lo tanto, el valor creado se reparte entre estos dos excedentes: beneficio percibido por el
consumidor y el excedente obtenido por el empresario.
Obviamente, muchas de estas áreas pueden estar agrupadas en una sola (típico en una pequeña
empresa) o al contrario, separar en varias áreas o departamentos algunas de las anteriores
(habitual en grandes empresas). Por ejemplo, una PYME puede agrupar en una sola área o
departamento que denomine “gerencia” o “dirección” las áreas financiera, administrativa y de
personal. Por el contrario, una gran empresa con muchos recursos puede que subdivida el área
comercial según los tipos de clientes y áreas geográficas, por ejemplo.
La estructura final de áreas/departamentos debe ser la que mejor responda a los objetivos de
eficiencia y necesidad de información establecidos por la dirección para el conjunto de la
organización.