Himno
Himno
Himno
Explicación coro: Imagina la Bandera como un resplandor del cielo que está cruzado
por una franja blanca simbólica de paz, serenidad y pureza, que debe haber y
sobresalir en el espíritu de los hondureños.
Las cinco estrellas azules sirven para recordar que los Estados Centroamericanos
hoy desunidos, formaron y han de formar una sola Patria, fuerte, rica y respetada.
El mar embravecido representa los dos océanos que bañan y protegen las costas
hondureñas.
Sobre el volcán nace y resplandece el sol, que en tiempos pasados era imagen de
adoración para los aborígenes como punto central del Universo, padre y guía que
desprende luz y calor para mantener la vida de los seres y las cosas.
1 estrofa
India virgen y hermosa dormías de tus mares al canto sonoro, cuando echada en tus
cuencas de oro el audaz navegante te halló; y al mirar tu belleza extasiado, al influjo
ideal de tu encanto, la orla azul de tu espléndido manto con su beso de amor
consagró.
Como si dijéramos que su honra no había sido tocada. Hermosa, por las diversas
maravillas que hay en sus campos.
De un país donde el sol se levanta, más allá del atlante azulado, aquel hombre te
había soñado y en tu busca a la mar se lanzó. Cuando erguiste la pálida frente, en
la viva ansiedad de tu anhelo, bajo el dombo gentil de tu cielo ya flotaba un extraño
pendón.
Regresó a España dejando iniciados los dominios de ella en el nuevo territorio que,
por lo pronto fue llamado Hibueras.
Por eso, cuando la india que personifica a Honduras, despertó y levantó la frente,
notó con asombro e inquietud que flameaba la bandera española, como señal de
hallazgo de Colón, en la tierra que tuvo esa suerte como corazón histórico.
3er estrofa
Era inútil que el indio tu amado, se aprestara a la lucha con ira, porque envuelto en
su sangre Lempira en la noche profunda se hundió; y de la épica hazaña, en
memoria, la leyenda tan sólo ha guardado de un sepulcro el lugar ignorado y el
severo perfil de un peñón.
Teniendo sus almas plenas de curiosidad, ambición y codicia. Era natural, que los
nativos opusieran resistencia, valiéndose de todas sus facultades materiales y
morales.
Llegó el año de 1537. Todo el país estaba sometido por los esforzados
conquistadores.
Había sido vencida la gente de «Copantl», faltaban las tribus aguerridas de
«Cerquín», que arreglaron amistosamente sus disidencias y se unieron frente al
enemigo común.
Reuniendo un gran ejército que pusieron bajo el mando de Lempira, joven caudillo
que se había distinguido por su audacia y su talento guerrero y que era fama que
acababa de desafiar a Don Pedro de Alvarado a su paso con rumbo a Buena
Esperanza.
Cáceres acudió al medio deshonesto de la traición: uno de los emisarios de paz que
mandó con bandera blanca, al estar a corta distancia de Lempira, disparó su
arcabuz, hiriendo en la frente al héroe que rodó por la pendiente pedregosa,
acabándose de destrozar, hundiéndose en las tinieblas de lo desconocido.
No se sabe cual es el punto exacto que sirvió de sepulcro a Lempira. La historia sólo
refiere la heroica hazaña y señala ese lugar, donde hoy existen grandes peñas de
ásperos contornos.
4ta estrofa
Por tres siglos tus hijos oyeron el mandato imperioso del amo; por tres siglos
tu inútil reclamo en la atmósfera azul se perdió; pero un día gloria tu oído
percibió, poderoso y distante que allá lejos, por sobre el atlante indignado
rugía un león.
5ta estrofa
El Rey Luis XVI, era débil ante el poderío de sus Ministros, de la Nobleza y el
Clero, que se oponía a las reformas políticas y sociales en beneficio del
pueblo.
Por eso en vista de que intentó salir de Francia, aquel Rey fue condenado a
muerte como reo de los delitos de conspiración contra la libertad y de
atentados contra la seguridad del Estado.
6ta Estrofa
Y del cielo bendito de Honduras, aquella tarde inolvidable, tras la cima de los
cerros y montañas, coronadas de nubes que se confunden con los bosques,
rápidamente desapareció la dominación española a manera de un ave negra y
dañina que se perdió en el horizonte.
7ma Estrofa