Heraldo Adventista 2 - Reformadores

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El Heraldo

Adventista
El Heraldo “Tocad trompeta en
Adventista Sion, y dad alarma en
mi santo monte;
tiemblen todos los
moradores de la tierra,
porque viene el día de
Jehová, porque está
cercano”
Joel 2:1
Reformadores
Significado de Reforma.
Reforma significa una reorganización, un cambio
en las ideas y teorías, hábitos y prácticas.
Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 149
Deben producirse Reformas
Debe realizarse una reforma en las iglesias. Deben producirse reformas, porque ha
habido debilidad y ceguera espirituales en el pueblo que fue bendecido con gran
luz y preciosas oportunidades y privilegios...
De aquellos que se jactan de su luz y sin embargo no andan en ella, Cristo dice:
“Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y
Sidón, que para vosotras. Y tú, Capernaúm [Adventistas del Séptimo Día, que han
tenido gran luz], que eres levantada hasta el cielo [en materia de privilegios], hasta
el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que
han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy” (Mateo 11:22, 23).
La iglesia se encuentra en el estado laodicense. La presencia de Dios no está en su
medio.

Eventos de los Últimos Días, pág. 45


Cristo vino para Establecer Reformas
Y para atraer hacia si a todos los hombres. Su voluntad debe ser hecha
en la tierra así como en el cielo. Una vez que hayan determinado qué
reformas deben realizarse, trabajen en esa dirección con valor
perseverante e intrépido. No piensen que podrán llevar adelante los
principios puros y elevados de una verdadera reforma sin encontrar
oposición. La Palabra de Dios enseña claramente que “todos los que
quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución”
(2 Timoteo 3:12) por parte de aquellos que tratan de derribar lo que
Dios declara ser verdad y justicia.
Alza tus Ojos, pág. 85
Los Reformadores no son Destructores
Jamás tratarán de arruinar a los que no estén en armonía con sus planes ni
se amolden a ellos. Los reformadores deben avanzar, no retroceder. Deben
ser decididos, firmes, resueltos, indómitos; empero la firmeza no debe
degenerar en un espíritu autoritario. Dios quiere que todos los que le sirvan
sean firmes como una roca, en cuanto a principios se refiere; pero mansos
y humildes de corazón, como lo fue Cristo. Entonces, permaneciendo en
Cristo, podrán hacer la obra que él haría si estuviese en el lugar de ellos. Un
espíritu brusco y condenador no es esencial para ser heroico en las
reformas de este tiempo. Todos los métodos egoístas que se practiquen en
el servicio de Dios son una abominación delante de él.
Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 424
Nos toca ahora Comenzar de Nuevo
Las reformas deben emprenderse de todo corazón, alma y
voluntad. Los errores pueden ser muy antiguos, pero los años no
hacen del error verdad, ni de la verdad error. Se han seguido por
demasiado tiempo los viejos hábitos y costumbres. El Señor
quiere que desechen ahora toda idea falsa. No tenemos libertad
para enseñar lo que cuadre con la norma del mundo o la norma
de la iglesia, sencillamente porque así se suele hacer. Las
lecciones enseñadas por Cristo han de constituir la norma.
Joyas de los Testimonios, tomo 2, pág. 420
Reformas
Necesarias
Reforma en la
Adoración
Oración de
Rodillas
Oración de Rodillas
Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro
Hacedor (Salmos 95:6).

Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda
rodilla, y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de
nosotros dará a Dios cuenta de sí (Romanos 14:11, 12).

Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es
sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda
lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre
(Filipenses 2:9-11).
Oración de Rodillas
He recibido cartas en las que se me preguntaba acerca de la actitud que
debía adoptar una persona que ofrecía una oración al Soberano del
universo. ¿De dónde han sacado nuestros hermanos la idea de que deben
permanecer de pie mientras oran a Dios? A uno que se había educado por
cinco años en Battle Creek se le pidió que guiara en oración [a la
congregación] antes de que la Hna. White hablara al pueblo. Pero al verlo
permanecer de pie cuando sus labios estaban por abrirse para orar a Dios,
experimenté la viva necesidad de reprocharlo directamente. Lo llamé por
su nombre y le dije: “Arrodíllese”. Esta es siempre la posición correcta.

La Oración, pág. 208


Oración de Rodillas
Tanto en el culto público como en el privado, nuestro deber consiste
en arrodillarnos delante de Dios cuando le ofrecemos nuestras
peticiones. Este acto muestra nuestra dependencia de él…

Y cuando os reunís para adorar a Dios, cuidad de arrodillaros


delante de él. Demostrad por medio de este acto que vuestra alma,
vuestro cuerpo y vuestro espíritu están por entero sometidos al
Espíritu de verdad.

La Oración, pág. 209


Oración de Rodillas
Jesús, nuestro modelo, “puesto de rodillas oró”. Acerca de sus discípulos está
registrado que también oraban “puestos de rodillas”. Pablo declaró: “Doblo mis
rodillas al Padre de nuestro Señor Jesucristo”. Al confesar ante Dios los pecados de
Israel, Esdras estaba de rodillas. Daniel “hincábase de rodillas tres veces al día, y
oraba, y confesaba delante de su Dios”.
La verdadera reverencia hacia Dios es inspirada por un sentimiento de su grandeza
infinita y de su presencia. Y cada corazón debe quedar profundamente impresionado
por este sentimiento de lo invisible. La hora y el lugar de oración son sagrados,
porque Dios está allí; y al manifestarse la reverencia en la actitud y conducta, se
ahondará el sentimiento que inspira. “Santo y terrible es su nombre”, declara el
salmista. Los ángeles se velan el rostro cuando pronuncian su nombre. ¡Con qué
reverencia, pues, deberíamos nosotros, que somos caídos y pecaminosos, tomarlo
en los labios! (La Oración pág. 211).
Oración de Rodillas
Cuando el ministro entra, debe ser con una disposición solemne y digna.
Debe inclinarse en oración silenciosa tan pronto como llegue al púlpito y
pedir fervientemente ayuda a Dios. ¡Qué impresión hará esto! Habrá
solemnidad y reverencia entre los oyentes. Su ministro está comulgando
con Dios; se está confiando a Dios antes de atreverse a presentarse
delante de la gente. Una solemnidad desciende sobre todos, y los
ángeles de Dios son atraídos muy cerca. Cada uno de los miembros de la
congregación que teme a Dios, debe también unirse en oración
silenciosa con él, inclinando su cabeza, para que Dios honre la reunión
con su presencia y dé poder a su verdad proclamada por los labios
humanos (La Oración, pág. 214).
Oración de Rodillas
Cuando se abre la reunión con oración, cada rodilla debe doblegarse
en la presencia del Santo y cada corazón debe elevarse a Dios en
silenciosa devoción. Las oraciones de los adoradores fieles serán oídas
y el ministerio de la Palabra resultará eficaz. La actitud inerte de los
adoradores en la casa de Dios es un importante motivo de que el
ministerio no produce mayor bien. La melodía del canto, exhalada de
muchos corazones en forma clara y distinta, es uno de los
instrumentos de Dios en la obra de salvar almas. Todo el servicio debe
ser dirigido con solemnidad y reverencia, como si fuese en la visible
presencia del Maestro de las asambleas (La Oración, pág. 214).
Música Santa y
Reverente
Música Santa y Reverente
Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para
alabar y dar gracias a Jehová: y a medida que alzaban la voz con
trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a
Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para
siempre: entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová
(2 Crónicas 5:13).

Alabanza y magnificencia delante de él; poder y gloria en su santuario.


Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos, dad a Jehová la gloria y
el poder (Salmos 96:6, 7).
Música Santa y Reverente
¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento;
cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento (1 Corintios
14:15).

Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales,


cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;
dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo (Efesios 5:19, 20).

La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y


exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros
corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales (Colosenses 3:16).
Música Santa y Reverente
La historia de los cantos de la Biblia está llena de insinuaciones en
cuanto a los usos y los beneficios de la música y el canto. A
menudo se pervierte la música haciéndola servir a malos
propósitos, y de ese modo llega a ser uno de los instrumentos
más seductores de la tentación. Pero, debidamente empleada, es
un precioso don de Dios destinado a elevar los pensamientos
hacia temas más nobles, y a inspirar y levantar el alma.

La Música, pág. 8
Música Santa y Reverente
Se empleaba la música con un propósito santo, para elevar los pensamientos
hacia aquello que es puro, noble y enaltecedor, y para despertar en el alma
la devoción y la gratitud hacia Dios. ¡Cuánto contraste hay entre la antigua
costumbre y los usos que con frecuencia se le da hoy a la música! ¡Cuántos
son los que emplean este don especial para ensalzarse a sí mismos, en lugar
de usarlo para glorificar a Dios! El amor a la música conduce a los incautos a
participar con los amantes de lo mundano en las reuniones de placer
adonde Dios prohibió a sus hijos que fueran. Así, lo que es una gran
bendición cuando se lo usa correctamente se convierte en uno de los
medios más certeramente empleados por Satanás para desviar la mente del
deber y de la contemplación de las cosas eternas (La Música, pág. 15).
Música Santa y Reverente
La música podría ser un gran poder para el bien; sin embargo, no
aprovechamos como debiéramos esta forma de rendir culto. El canto,
por lo general, se hace por impulso o para satisfacer casos especiales,
y otras veces se deja que los que cantan lo hagan cometiendo errores;
en esta forma, la música pierde el efecto que podría ejercer sobre las
mentes. La música debiera tener belleza, sentimiento y poder.
Elévense las voces en cantos de alabanza y devoción. Llamad en
vuestro auxilio instrumentos musicales, si eso es posible, y asciendan
hacia Dios las gloriosas armonías como una ofrenda aceptable.

La Música, pág. 18
Música Santa y Reverente
La música forma parte del culto de Dios en los atrios del cielo. En nuestros
cantos de alabanza, debemos intentar acercarnos tanto como sea posible a
la armonía de los coros celestiales. A menudo me he entristecido al oír
voces incultas, elevadas hasta la más alta nota, chillando literalmente, al
expresar las sagradas palabras de algún himno de alabanza. Cuán
inapropiadas son esas voces agudas y estridentes en el culto sagrado y el
gozoso servicio de Dios. Anhelo tapar mis oídos, o huir lejos del lugar, y me
alegro cuando el penoso ejercicio ha terminado.
Los que hacen del canto una parte del culto divino, deben elegir himnos
con música apropiada para la ocasión, no de notas fúnebres, sino alegres y,
con todo, melodías solemnes. La voz puede y debe ser modulada,
enternecida y subyugada (La Música, pág. 24).
Reforma de
Salud
Alimentación
Saludable
Alimentación Saludable
Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que
está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da
semilla; os serán para comer (Génesis 1:29).

Los cereales, las frutas carnosas, los frutos oleaginosos, las legumbres
y las hortalizas constituyen el alimento escogido para nosotros por el
Creador. Preparados del modo más sencillo y natural posible, son los
comestibles más sanos y nutritivos. Comunican una fuerza, una
resistencia y un vigor intelectual que no pueden obtenerse de un
régimen alimenticio más complejo y estimulante (Consejos sobre el
Régimen Alimenticio, pág. 95).
Alimentación Saludable
Las hortalizas, las legumbres, las frutas y los cereales deben constituir
nuestro régimen alimenticio. Ni un gramo de carne debiera entrar en
nuestro estómago. El consumo de carne es antinatural. Hemos de
regresar al propósito original que Dios tenía en la creación del hombre
(Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 454).

Es para el propio bien de la iglesia remanente por lo que el Señor le


aconseja a ella que descarte el uso de la carne, el té y el café, así como
otros alimentos perjudiciales. Hay abundancia de otras cosas que
podemos usar, para sostener nuestra vida, que son sanas y buenas
(Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 455).
Alimentación Saludable
Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun
ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los
cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza;
que sólo piensan en lo terrenal (Filipenses 3:18, 19).

Los ministros deben ser estrictamente temperantes en su comer y beber,


no sea que hagan sendas torcidas para sus pies, desviando al cojo — los
que son débiles en la fe — del camino. Si mientras proclaman el más
solemne e importante mensaje que Dios jamás haya dado, los hombres
combaten la verdad complaciendo hábitos incorrectos de comer y beber,
quitan toda la fuerza del mensaje que llevan (Consejos sobre el Régimen
Alimenticio, pág. 456).
Alimentación Saludable
El pueblo que se está preparando para ser santo, puro y
refinado, y ser introducido en la compañía de los ángeles
celestiales, ¿habrá de continuar quitando la vida de los
seres creados por Dios para sustentarse con su carne y
considerarla como un lujo? Por lo que el Señor me ha
mostrado, habrá que cambiar este orden de cosas, y el
pueblo de Dios ejercerá templanza en todas las cosas.

Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 194


Alimentación Saludable
¿No es tiempo ya de que todos prescindan de consumir carne? ¿Cómo
pueden seguir haciendo uso de un alimento cuyo efecto es tan
pernicioso para el alma y el cuerpo los que se esfuerzan por llevar una
vida pura, refinada y santa, para gozar de la compañía de los ángeles
celestiales? ¿Cómo pueden quitar la vida a seres creados por Dios y
consumir su carne con deleite? Vuelvan más bien al alimento sano y
delicioso que fue dado al hombre en el principio, y tengan ellos
mismos y enseñen a sus hijos a tener misericordia de los seres
irracionales que Dios creó y puso bajo nuestro dominio.

El Ministerio de Curación, pág. 244


Remedios
Naturales
Remedios Naturales
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que
tengas salud, así como prospera tu alma (3 Juan 2).

Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo


recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y
guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a
los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador (Éxodo
15:26).

He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les


revelaré abundancia de paz y de verdad (Jeremías 33:6).
Remedios Naturales
Y había dicho Isaías: Tomen masa de higos, y pónganla en la llaga, y sanará
(Isaías 38:21).

Cuando el Señor le dijo a Ezequías que prolongaría su vida durante quince


años, y como señal de que cumpliría su promesa hizo que el sol
retrocediera diez grados, ¿por qué no ejerció su poder restaurador
directamente sobre el rey? Le indicó que aplicase una pasta de higos sobre
su llaga, y ese remedio natural, que tenía la bendición de Dios, lo sanó. El
Dios de la naturaleza instruye al instrumento humano para que utilice
ahora los remedios naturales (Mensajes Selectos, tomo 2, pág. 328).
Remedios Naturales
Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. Dicho esto, escupió
en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le
dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue
entonces, y se lavó, y regresó viendo (Juan 9:5-7).

En las curaciones del Salvador hay lecciones para sus discípulos. Una vez
ungió con barro los ojos de un ciego, y le ordenó: “Ve, lávate en el estanque
de Siloé.... Y fué entonces, lavóse, y volvió viendo”. Lo que curaba era el
poder del gran Médico, pero él empleaba medios naturales. Aunque no
apoyó el uso de drogas, autorizó el de remedios sencillos y naturales (El
Deseado de todas las Gentes, pág. 763).
Remedios Naturales
Hay muchas maneras de practicar el arte de sanar; pero hay una sola que el
cielo aprueba. Los remedios de Dios son los simples agentes de la
naturaleza, que no recargarán ni debilitarán el organismo por la fuerza de
sus propiedades. El aire puro y el agua, el aseo y la debida alimentación, la
pureza en la vida y una firme confianza en Dios, son remedios por cuya falta
millares están muriendo; sin embargo, estos remedios están pasando de
moda porque su uso hábil requiere trabajo que la gente no aprecia. El aire
puro, el ejercicio, el agua pura y un ambiente limpio y amable, están al
alcance de todos con poco costo; mientras que las drogas son costosas,
tanto en recursos como en el efecto que producen sobre el organismo.
Consejos sobre la Salud, pág. 320
Remedios Naturales
La naturaleza requiere cierta ayuda para restituir las cosas a su condición debida, y esa
ayuda puede encontrarse en los remedios más sencillos, especialmente en los remedios
proporcionados por la misma naturaleza: el aire puro y el conocimiento de la forma
debida de respirar; el agua pura, y el conocimiento del método correcto de aplicarla;
abundancia de sol en todas las habitaciones de la casa, si tal cosa es posible, y el
conocimiento acertado acerca de las ventajas que pueden obtenerse con su uso. Todos
éstos son medios poderosos y eficaces, y el paciente que ha obtenido conocimiento
acerca de la forma de comer y vestirse saludablemente, puede vivir con bienestar, paz y
salud; y no se verá obligado a ingerir drogas, las cuales en lugar de ayudar a la
naturaleza, paralizarán sus poderes. Si los enfermos y los que sufren tan sólo obraran
perseverantemente en la forma que saben que deberían hacerlo en lo que atañe a vivir
de acuerdo con los principios de la reforma pro salud, entonces en nueve de cada diez
casos sanarían de sus padecimientos (Mensajes Selectos, tomo 2, pág. 330).
Remedios Naturales
El aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un régimen alimenticio
conveniente, el agua y la confianza en el poder divino son los verdaderos remedios.
Todos debieran conocer los agentes que la naturaleza provee como remedios, y saber
aplicarlos. Es de suma importancia darse cuenta exacta de los principios implicados en el
tratamiento de los enfermos, y recibir una instrucción práctica que le habilite a uno para
hacer uso correcto de estos conocimientos.
El empleo de los remedios naturales requiere más cuidados y esfuerzos de lo que
muchos quieren prestar. El proceso natural de curación y reconstitución es gradual y les
parece lento a los impacientes. El renunciar a la satisfacción dañina de los apetitos
impone sacrificios. Pero al fin se verá que, si no se le pone trabas, la naturaleza
desempeña su obra con acierto y los que perseveren en la obediencia a sus leyes
encontrarán recompensa en la salud del cuerpo y del espíritu (El Ministerio de Curación,
pág. 89).
Reforma en el
Vestuario
Reforma en el Vestuario
Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y
modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,
sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad
(1 Timoteo 2:9, 10).

Para proteger al pueblo de la influencia corruptora del mundo, así como


para promover la salud física y moral, se introdujo la reforma en el vestido.
No se pretendía que fuera un yugo de servidumbre, sino una bendición. No
se buscaba aumentar el trabajo, sino reducirlo; tampoco se quería
incrementar el gasto en el vestido, sino el ahorro. Distinguiría al pueblo de
Dios del resto del mundo y así serviría como barrera contra sus modas y
futilidades (Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pág. 627).
Reforma en el Vestuario
Pedro da a las mujeres cristianas valiosas instrucciones acerca del vestir:
“Vuestro atavío no sea el externo, de peinados ostentosos, de adornos de oro
o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato
de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que
esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos” (1 Pedro 3:3-5). Todo lo que
recomendamos es que se cumplan las órdenes de la Palabra de Dios. ¿Leemos
y seguimos las enseñanzas de la Biblia? ¿Obedeceremos a Dios o nos
conformaremos con las costumbres del mundo? ¿Serviremos a Dios o a
Mamón? ¿Podemos esperar tener la paz del espíritu y la aprobación de Dios
mientras andamos en forma directamente contraria a las enseñanzas de su
Palabra? (Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pág. 636).
Reforma en el Vestuario
Nuestras palabras, nuestras acciones y nuestra indumentaria predican diariamente
y en forma vívida, y juntan para Cristo o dispersan. Esto no es un asunto trivial, que
se ha de dejar a un lado con una broma. El tema de la indumentaria exige seria
reflexión y mucha oración. Muchos incrédulos han sentido que no han estado
haciendo bien al permitir que los esclavizara la moda; pero cuando ven vestirse
como los mundanos y gozar de una sociedad frívola a algunas personas que hacen
alta profesión de piedad, deciden que una conducta tal no debe ser mala.
Es una vergüenza que nuestras hermanas se olviden de tal manera de su carácter
santo y su deber para con Dios, que imiten las modas del mundo. No tenemos
excusa excepto la perversidad de nuestro propio corazón. No extendemos nuestra
influencia con una conducta tal. Es tan inconsecuente para con nuestra profesión
de fe, que nos ridiculiza ante los ojos de los mundanos (Testimonios para la Iglesia,
tomo 4, pág. 634, 633).
Reforma en el Vestuario
Dios estableció que debía haber una clara distinción entre la ropa de los
hombres y la de las mujeres, y ha considerado este asunto de suficiente
importancia para dar instrucciones específicas concernientes a ella;
porque si hombres y mujeres llevaran la misma ropa, eso causaría
confusión y un gran aumento de la conducta delictuosa. Si el apóstol
Pablo estuviera vivo y si viera a mujeres que profesan santidad ataviadas
con este estilo de ropa, las reprocharía. ‘Asimismo que las mujeres se
atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado
ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras,
como corresponde a mujeres que profesan piedad’ (1 Timoteo 2:9, 10)
(Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 405).
Reforma en el Vestuario
Pesa sobre nosotros como pueblo un terrible pecado,
porque hemos permitido que los miembros de nuestras
iglesias vistan de una manera inconsecuente con su fe.
Debemos levantarnos en seguida, y cerrar la puerta a las
seducciones de la moda. A menos que lo hagamos,
nuestras iglesias se desmoralizarán.

Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pág. 640


Reforma en la
Educación
Reforma en la Educación
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con
todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre
tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu
casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y
las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre
tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas
(Deuteronomio 6:5-9).

Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará


de él (Proverbios 22:6).
Reforma en la Educación
Nuestro concepto de la educación tiene un alcance demasiado
estrecho y bajo. Es necesario que tenga una mayor amplitud y un fin
más elevado. La verdadera educación significa más que la prosecución
de un determinado curso de estudio. Significa más que una
preparación para la vida actual. Abarca todo el ser, y todo el período
de la existencia accesible al hombre. Es el desarrollo armonioso de las
facultades físicas, mentales y espirituales. Prepara al estudiante para el
gozo de servir en este mundo, y para un gozo superior proporcionado
por un servicio más amplio en el mundo venidero.

La Educación, pág. 13
Reforma en la Educación
La educación que tenía por centro la familia fue la que prevaleció en los días
de los patriarcas. Dios proveyó, para las escuelas así establecidas, las
condiciones más favorables para el desarrollo del carácter. Las personas que
estaban bajo su dirección seguían el plan de vida que Dios había indicado al
principio. Los que se separaron de Dios se edificaron ciudades y, congregados
en ellas, se gloriaban del esplendor, el lujo y el vicio que hace de las ciudades
de hoy el orgullo del mundo y su maldición. Pero los hombres que se
aferraban a los principios de vida establecidos por Dios moraban en los
campos y cerros. Cultivaban la tierra, cuidaban rebaños, y en su vida libre e
independiente, llena de oportunidades para trabajar, estudiar y meditar,
aprendían de Dios y enseñaban a sus hijos sus obras y caminos.

La Educación, pág. 33
Reforma en la Educación
En el hogar es donde ha de empezar la educación del niño. Allí está su
primera escuela. Allí, con sus padres como maestros, debe aprender las
lecciones que han de guiarlo a través de la vida: lecciones de respeto,
obediencia, reverencia, dominio propio. Las influencias educativas del
hogar son un poder decidido para el bien o para el mal. Son, en muchos
respectos, silenciosas y graduales, pero si se ejercen de la debida
manera, llegan a ser un poder abarcante para la verdad y la justicia. Si no
se instruye correctamente al niño en el hogar, Satanás lo educará por
instrumentos elegidos por él. ¡Cuán importante es, pues, la escuela del
hogar!
Conducción del Niño, pág. 17
Reforma en la Educación
Jesús recibió su educación en el hogar. Su madre fue su primer
maestro humano. De los labios de ella, y de los escritos de los
profetas, aprendió las cosas del cielo. Vivió en un hogar de
aldeanos y con fidelidad y buen ánimo llevó su parte de las
cargas de la casa. El que había sido el comandante del cielo,
consintió en ser un siervo voluntario, un hijo amante y
obediente. Aprendió un oficio, y con sus propias manos trabajó
en la carpintería con José.

Conducción del Niño, pág. 20


Reforma en la Educación
Ahora, como nunca antes, necesitamos comprender la
verdadera ciencia de la educación. Si dejamos de entender
esto, nunca tendremos un lugar en el reino de Dios. “Esta es
la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero,
y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3). Si este es el
precio del cielo, ¿no conduciremos nuestra educación según
este plan?

Mente, Carácter y Personalidad, tomo 1, pág. 53


Reforma de la
Vivienda
Reforma de la Vivienda
Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre
que había formado… Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el
huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase (Génesis 2:8, 15).

Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias, para


apacentar en los huertos, y para recoger los lirios (Cantares 6:2).

Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado
del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus
discípulos (Juan 18:1).
Reforma de la Vivienda
Vino allí la mano de Jehová sobre mí, y me dijo: Levántate, y sal al
campo, y allí hablaré contigo. Y me levanté y salí al campo; y he
aquí que allí estaba la gloria de Jehová… (Ezequiel 3:22, 23).

Ven, oh amado mío, salgamos al campo, moremos en las aldeas


(Cantares 7:11).

Apacienta tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que


mora solo en la montaña, en campo fértil (Miqueas 7:14).
Reforma de la Vivienda
Jesús vino a esta tierra para realizar la obra más importante que haya sido jamás
efectuada entre los hombres. Vino como embajador de Dios para enseñarnos
cómo vivir para obtener los mejores resultados de la vida. ¿Cuáles fueron las
condiciones escogidas por el Padre infinito para su Hijo? Un hogar apartado en
los collados de Galilea; una familia mantenida por el trabajo honrado y digno;
una vida sencilla; la lucha diaria con las dificultades y penurias; la abnegación, la
economía y el servicio paciente y alegre; las horas de estudio junto a su madre,
con el rollo abierto de las Escrituras; la tranquilidad de la aurora o del crepúsculo
en el verdeante valle; las santas actividades de la naturaleza; el estudio de la
creación y la providencia, así como la comunión del alma con Dios: tales fueron
las condiciones y las oportunidades que hubo en los primeros años de la vida de
Jesús (El Ministerio de Curación, pág. 282, 283).
Reforma de la Vivienda
La niñez y la juventud de Cristo se desarrollaron en circunstancias humildes, bajo
condiciones favorables para el desarrollo de una constitución sana. Su vida transcurrió
mayormente al aire libre. Bebía del agua pura de la fuente, y se alimentaba de los
frutos de la huerta. Subía y bajaba los empinados senderos de la montaña y a lo largo
de las calles de Nazaret, e iba de su casa a su trabajo y de su trabajo a su casa. Se
regocijaba con las notas de los himnos de alabanza que las aves elevaban a su Creador.
Se deleitaba con la belleza de las flores que alfombraban el campo. Notaba con alegría
la gloria de los cielos, el esplendor del sol, la luna, las estrellas, y contemplaba las
salidas y las puestas del sol con admiración. El libro de la naturaleza estaba abierto
ante él, y gozaba con sus tiernas lecciones. Las colinas eternas, los huertos de olivos,
eran sus lugares favoritos de descanso, donde iba a intimar con su Padre. Estaba lleno
de sabiduría divina, y por el estudio y la meditación de la naturaleza, y la comunión
con Dios, sus facultades espirituales se fortalecían (Hijos e Hijas de Dios, pág. 137).
Reforma de la Vivienda
En vez de vivir donde sólo pueden verse las obras de los hombres y
donde lo que se ve y se oye sugiere a menudo malos pensamientos,
donde el alboroto y la confusión producen cansancio e inquietud, id a
vivir donde podáis contemplar las obras de Dios. Hallad la paz del
espíritu en la belleza, quietud y solaz de la naturaleza. Descanse
vuestra vista en los campos verdes, las arboledas y los collados. Mirad
hacia arriba, al firmamento azul que el polvo y el humo de las ciudades
no obscurecieron, y respirad el aire vigorizador del cielo.

Consejos para la Iglesia, pág. 264


Reforma de la Vivienda
Ha llegado el tiempo cuando, a medida que Dios abra el camino, las familias
deberían salir de las ciudades. Los niños deberían ser llevados al campo.
Los padres deberían conseguir un lugar tan apropiado como lo permitan
sus recursos. Aunque la casa sea pequeña, debe estar rodeada por terreno
que pueda ser cultivado.
Los padres pueden conseguir casas pequeñas en el campo, con terreno de
cultivo, donde sea posible tener huertos para cultivar verduras y frutos
pequeños, con el fin de reemplazar la carne que tanto contamina la sangre
vital que circula por las venas. En esos lugares los niños no estarán
rodeados por las influencias corruptoras de la ciudad. Dios ayudará a su
pueblo a encontrar tales lugares fuera de las ciudades (Mensajes Selectos,
tomo 2, pág. 413).
Reforma Evangelística
Reforma Evangelística
Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios (Génesis
5:24).

Enoc caminó con Dios, y sin embargo no vivió en medio de alguna ciudad
mancillada, con toda clase de violencia y maldad (El Evangelismo, pág. 62).

[Enoc] no instaló su morada entre los impíos... Se ubicó con su familia donde
la atmósfera fuera lo más pura posible. De vez en cuando visitaba a los
habitantes del mundo para darles el mensaje que Dios le había dado...
Después de proclamar su mensaje, siempre llevaba consigo a su lugar de retiro
a algunos que habían aceptado la amonestación (¡Maranata, El Señor Viene!,
pág. 182, 183).
Reforma Evangelística
Afligido por la maldad creciente de los impíos, y temiendo que la infidelidad de
esos hombres pudiera aminorar su veneración hacia Dios, Enoc eludía el
asociarse continuamente con ellos, y pasaba mucho tiempo en la soledad,
dedicándose a la meditación y a la oración. Así esperaba ante el Señor, buscando
un conocimiento más claro de su voluntad a fin de cumplirla. Para él la oración
era el aliento del alma. Vivía en la misma atmósfera del cielo.
Por medio de santos ángeles, Dios reveló a Enoc su propósito de destruir al
mundo mediante un diluvio, y también le manifestó detalles adicionales del plan
de la redención. Mediante el espíritu de profecía lo llevó a través de las
generaciones que vivirían después del diluvio, y le mostró los grandes eventos
relacionados con la segunda venida de Cristo y el fin del mundo (Patriarcas y
Profetas, pág. 64).
Reforma Evangelística
En medio de una vida de activa labor, Enoc mantenía fielmente su comunión
con Dios. Cuanto más intensas y urgentes eran sus labores, más constantes y
fervorosas eran sus oraciones. Seguía apartándose, durante ciertos lapsos, de
todo trato humano. Después de permanecer algún tiempo entre la gente,
trabajando para beneficiarla mediante la instrucción y el ejemplo, se retiraba
con el fin de estar solo, para satisfacer su sed y hambre de aquella divina
sabiduría que únicamente Dios puede dar. Manteniéndose así en comunión con
Dios, Enoc llegó a reflejar más y más la imagen divina. Tenía el rostro radiante
de una santa luz, semejante a la que resplandece del rostro de Jesús. Cuando
regresaba de estar en comunión con Dios, hasta los impíos miraban con
reverencia ese sello del cielo en su semblante (Patriarcas y Profetas, pág. 66).
Reforma Evangelística
Hay que trazar planes juiciosos para que esa obra pueda ser hecha en la
forma más ventajosa. Cada vez más, a medida que la maldad aumente en
las grandes ciudades tendremos que trabajarlas desde centros de
avanzada. Esta es la forma en que trabajó Enoc en los días previos al
diluvio, cuando la maldad abundaba en todas las comunidades
populosas, y cuando la violencia estaba en la tierra (Review and Herald,
27 de setiembre de 1906).

Como pueblo que guarda los mandamientos de Dios, debemos salir de


las ciudades. Tal como lo hizo Enoc, debemos trabajar en las ciudades
pero no vivir en ellas (El Evangelismo, pág. 61).
Reforma Evangelística
Hay que trabajar en favor de las ciudades desde puestos
de avanzada. El mensajero de Dios dijo: “¿No serán
amonestadas las ciudades? Sí; pero no por el pueblo de
Dios que viva en ellas, sino mediante sus visitas realizadas
para advertirlas de lo que acontecerá en la tierra.

Mensajes Selectos, tomo 2, pág. 410, 411


Elías el
Reformador
Elías el Reformador
Entre las montañas de Galaad, al oriente del Jordán, moraba en los días de
Acab un hombre de fe y oración cuyo ministerio intrépido estaba destinado a
detener la rápida extensión de la apostasía en Israel. Alejado de toda ciudad
de renombre y sin ocupar un puesto elevado en la vida, Elías el tisbita inició
sin embargo su misión confiando en el propósito que Dios tenía de preparar el
camino delante de él y darle abundante éxito. La palabra de fe y de poder
estaba en sus labios, y consagraba toda su vida a la obra de reforma. La suya
era la voz de quien clama en el desierto para reprender el pecado y rechazar la
marea del mal. Y aunque se presentó al pueblo para reprender el pecado, su
mensaje ofrecía el bálsamo de Galaad a las almas enfermas de pecado que
deseaban ser sanadas.
Profetas y Reyes, pág. 87
Juan el
Bautista
Reformador
Juan el Bautista Reformador
Juan el Bautista salió en el espíritu y el poder de Elías a fin
de preparar el camino del Señor y convertir a la gente a la
sabiduría de los justos. Fue un representante de aquellos
que viven en los últimos días a quienes Dios ha confiado
verdades sagradas para presentar ante el pueblo a fin de
preparar el camino para la segunda venida de Cristo. Juan
fue un reformador.
Testimonios para la Iglesia, tomo 3, pág. 71
Necesitamos Reformadores
Se necesitan ahora hombres de clara comprensión. Dios
llama a los que desean ser controlados por el Espíritu Santo
para que inicien una obra de Total Reforma. Veo una crisis
delante de nosotros, y el Señor llama a sus obreros a las filas.
Cada alma debiera ahora estar en una actitud de
consagración a Dios más profunda y más genuina que en los
años pasados.
La Iglesia Remanente, pág. 117
Seamos
Reformadores
El Heraldo
Adventista

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