Heraldo Adventista 2 - Reformadores
Heraldo Adventista 2 - Reformadores
Heraldo Adventista 2 - Reformadores
Adventista
El Heraldo “Tocad trompeta en
Adventista Sion, y dad alarma en
mi santo monte;
tiemblen todos los
moradores de la tierra,
porque viene el día de
Jehová, porque está
cercano”
Joel 2:1
Reformadores
Significado de Reforma.
Reforma significa una reorganización, un cambio
en las ideas y teorías, hábitos y prácticas.
Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 149
Deben producirse Reformas
Debe realizarse una reforma en las iglesias. Deben producirse reformas, porque ha
habido debilidad y ceguera espirituales en el pueblo que fue bendecido con gran
luz y preciosas oportunidades y privilegios...
De aquellos que se jactan de su luz y sin embargo no andan en ella, Cristo dice:
“Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y
Sidón, que para vosotras. Y tú, Capernaúm [Adventistas del Séptimo Día, que han
tenido gran luz], que eres levantada hasta el cielo [en materia de privilegios], hasta
el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que
han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy” (Mateo 11:22, 23).
La iglesia se encuentra en el estado laodicense. La presencia de Dios no está en su
medio.
Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda
rodilla, y toda lengua confesará a Dios. De manera que cada uno de
nosotros dará a Dios cuenta de sí (Romanos 14:11, 12).
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es
sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda
lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre
(Filipenses 2:9-11).
Oración de Rodillas
He recibido cartas en las que se me preguntaba acerca de la actitud que
debía adoptar una persona que ofrecía una oración al Soberano del
universo. ¿De dónde han sacado nuestros hermanos la idea de que deben
permanecer de pie mientras oran a Dios? A uno que se había educado por
cinco años en Battle Creek se le pidió que guiara en oración [a la
congregación] antes de que la Hna. White hablara al pueblo. Pero al verlo
permanecer de pie cuando sus labios estaban por abrirse para orar a Dios,
experimenté la viva necesidad de reprocharlo directamente. Lo llamé por
su nombre y le dije: “Arrodíllese”. Esta es siempre la posición correcta.
La Música, pág. 8
Música Santa y Reverente
Se empleaba la música con un propósito santo, para elevar los pensamientos
hacia aquello que es puro, noble y enaltecedor, y para despertar en el alma
la devoción y la gratitud hacia Dios. ¡Cuánto contraste hay entre la antigua
costumbre y los usos que con frecuencia se le da hoy a la música! ¡Cuántos
son los que emplean este don especial para ensalzarse a sí mismos, en lugar
de usarlo para glorificar a Dios! El amor a la música conduce a los incautos a
participar con los amantes de lo mundano en las reuniones de placer
adonde Dios prohibió a sus hijos que fueran. Así, lo que es una gran
bendición cuando se lo usa correctamente se convierte en uno de los
medios más certeramente empleados por Satanás para desviar la mente del
deber y de la contemplación de las cosas eternas (La Música, pág. 15).
Música Santa y Reverente
La música podría ser un gran poder para el bien; sin embargo, no
aprovechamos como debiéramos esta forma de rendir culto. El canto,
por lo general, se hace por impulso o para satisfacer casos especiales,
y otras veces se deja que los que cantan lo hagan cometiendo errores;
en esta forma, la música pierde el efecto que podría ejercer sobre las
mentes. La música debiera tener belleza, sentimiento y poder.
Elévense las voces en cantos de alabanza y devoción. Llamad en
vuestro auxilio instrumentos musicales, si eso es posible, y asciendan
hacia Dios las gloriosas armonías como una ofrenda aceptable.
La Música, pág. 18
Música Santa y Reverente
La música forma parte del culto de Dios en los atrios del cielo. En nuestros
cantos de alabanza, debemos intentar acercarnos tanto como sea posible a
la armonía de los coros celestiales. A menudo me he entristecido al oír
voces incultas, elevadas hasta la más alta nota, chillando literalmente, al
expresar las sagradas palabras de algún himno de alabanza. Cuán
inapropiadas son esas voces agudas y estridentes en el culto sagrado y el
gozoso servicio de Dios. Anhelo tapar mis oídos, o huir lejos del lugar, y me
alegro cuando el penoso ejercicio ha terminado.
Los que hacen del canto una parte del culto divino, deben elegir himnos
con música apropiada para la ocasión, no de notas fúnebres, sino alegres y,
con todo, melodías solemnes. La voz puede y debe ser modulada,
enternecida y subyugada (La Música, pág. 24).
Reforma de
Salud
Alimentación
Saludable
Alimentación Saludable
Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que
está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da
semilla; os serán para comer (Génesis 1:29).
Los cereales, las frutas carnosas, los frutos oleaginosos, las legumbres
y las hortalizas constituyen el alimento escogido para nosotros por el
Creador. Preparados del modo más sencillo y natural posible, son los
comestibles más sanos y nutritivos. Comunican una fuerza, una
resistencia y un vigor intelectual que no pueden obtenerse de un
régimen alimenticio más complejo y estimulante (Consejos sobre el
Régimen Alimenticio, pág. 95).
Alimentación Saludable
Las hortalizas, las legumbres, las frutas y los cereales deben constituir
nuestro régimen alimenticio. Ni un gramo de carne debiera entrar en
nuestro estómago. El consumo de carne es antinatural. Hemos de
regresar al propósito original que Dios tenía en la creación del hombre
(Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 454).
En las curaciones del Salvador hay lecciones para sus discípulos. Una vez
ungió con barro los ojos de un ciego, y le ordenó: “Ve, lávate en el estanque
de Siloé.... Y fué entonces, lavóse, y volvió viendo”. Lo que curaba era el
poder del gran Médico, pero él empleaba medios naturales. Aunque no
apoyó el uso de drogas, autorizó el de remedios sencillos y naturales (El
Deseado de todas las Gentes, pág. 763).
Remedios Naturales
Hay muchas maneras de practicar el arte de sanar; pero hay una sola que el
cielo aprueba. Los remedios de Dios son los simples agentes de la
naturaleza, que no recargarán ni debilitarán el organismo por la fuerza de
sus propiedades. El aire puro y el agua, el aseo y la debida alimentación, la
pureza en la vida y una firme confianza en Dios, son remedios por cuya falta
millares están muriendo; sin embargo, estos remedios están pasando de
moda porque su uso hábil requiere trabajo que la gente no aprecia. El aire
puro, el ejercicio, el agua pura y un ambiente limpio y amable, están al
alcance de todos con poco costo; mientras que las drogas son costosas,
tanto en recursos como en el efecto que producen sobre el organismo.
Consejos sobre la Salud, pág. 320
Remedios Naturales
La naturaleza requiere cierta ayuda para restituir las cosas a su condición debida, y esa
ayuda puede encontrarse en los remedios más sencillos, especialmente en los remedios
proporcionados por la misma naturaleza: el aire puro y el conocimiento de la forma
debida de respirar; el agua pura, y el conocimiento del método correcto de aplicarla;
abundancia de sol en todas las habitaciones de la casa, si tal cosa es posible, y el
conocimiento acertado acerca de las ventajas que pueden obtenerse con su uso. Todos
éstos son medios poderosos y eficaces, y el paciente que ha obtenido conocimiento
acerca de la forma de comer y vestirse saludablemente, puede vivir con bienestar, paz y
salud; y no se verá obligado a ingerir drogas, las cuales en lugar de ayudar a la
naturaleza, paralizarán sus poderes. Si los enfermos y los que sufren tan sólo obraran
perseverantemente en la forma que saben que deberían hacerlo en lo que atañe a vivir
de acuerdo con los principios de la reforma pro salud, entonces en nueve de cada diez
casos sanarían de sus padecimientos (Mensajes Selectos, tomo 2, pág. 330).
Remedios Naturales
El aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un régimen alimenticio
conveniente, el agua y la confianza en el poder divino son los verdaderos remedios.
Todos debieran conocer los agentes que la naturaleza provee como remedios, y saber
aplicarlos. Es de suma importancia darse cuenta exacta de los principios implicados en el
tratamiento de los enfermos, y recibir una instrucción práctica que le habilite a uno para
hacer uso correcto de estos conocimientos.
El empleo de los remedios naturales requiere más cuidados y esfuerzos de lo que
muchos quieren prestar. El proceso natural de curación y reconstitución es gradual y les
parece lento a los impacientes. El renunciar a la satisfacción dañina de los apetitos
impone sacrificios. Pero al fin se verá que, si no se le pone trabas, la naturaleza
desempeña su obra con acierto y los que perseveren en la obediencia a sus leyes
encontrarán recompensa en la salud del cuerpo y del espíritu (El Ministerio de Curación,
pág. 89).
Reforma en el
Vestuario
Reforma en el Vestuario
Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y
modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,
sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad
(1 Timoteo 2:9, 10).
La Educación, pág. 13
Reforma en la Educación
La educación que tenía por centro la familia fue la que prevaleció en los días
de los patriarcas. Dios proveyó, para las escuelas así establecidas, las
condiciones más favorables para el desarrollo del carácter. Las personas que
estaban bajo su dirección seguían el plan de vida que Dios había indicado al
principio. Los que se separaron de Dios se edificaron ciudades y, congregados
en ellas, se gloriaban del esplendor, el lujo y el vicio que hace de las ciudades
de hoy el orgullo del mundo y su maldición. Pero los hombres que se
aferraban a los principios de vida establecidos por Dios moraban en los
campos y cerros. Cultivaban la tierra, cuidaban rebaños, y en su vida libre e
independiente, llena de oportunidades para trabajar, estudiar y meditar,
aprendían de Dios y enseñaban a sus hijos sus obras y caminos.
La Educación, pág. 33
Reforma en la Educación
En el hogar es donde ha de empezar la educación del niño. Allí está su
primera escuela. Allí, con sus padres como maestros, debe aprender las
lecciones que han de guiarlo a través de la vida: lecciones de respeto,
obediencia, reverencia, dominio propio. Las influencias educativas del
hogar son un poder decidido para el bien o para el mal. Son, en muchos
respectos, silenciosas y graduales, pero si se ejercen de la debida
manera, llegan a ser un poder abarcante para la verdad y la justicia. Si no
se instruye correctamente al niño en el hogar, Satanás lo educará por
instrumentos elegidos por él. ¡Cuán importante es, pues, la escuela del
hogar!
Conducción del Niño, pág. 17
Reforma en la Educación
Jesús recibió su educación en el hogar. Su madre fue su primer
maestro humano. De los labios de ella, y de los escritos de los
profetas, aprendió las cosas del cielo. Vivió en un hogar de
aldeanos y con fidelidad y buen ánimo llevó su parte de las
cargas de la casa. El que había sido el comandante del cielo,
consintió en ser un siervo voluntario, un hijo amante y
obediente. Aprendió un oficio, y con sus propias manos trabajó
en la carpintería con José.
Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado
del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus
discípulos (Juan 18:1).
Reforma de la Vivienda
Vino allí la mano de Jehová sobre mí, y me dijo: Levántate, y sal al
campo, y allí hablaré contigo. Y me levanté y salí al campo; y he
aquí que allí estaba la gloria de Jehová… (Ezequiel 3:22, 23).
Enoc caminó con Dios, y sin embargo no vivió en medio de alguna ciudad
mancillada, con toda clase de violencia y maldad (El Evangelismo, pág. 62).
[Enoc] no instaló su morada entre los impíos... Se ubicó con su familia donde
la atmósfera fuera lo más pura posible. De vez en cuando visitaba a los
habitantes del mundo para darles el mensaje que Dios le había dado...
Después de proclamar su mensaje, siempre llevaba consigo a su lugar de retiro
a algunos que habían aceptado la amonestación (¡Maranata, El Señor Viene!,
pág. 182, 183).
Reforma Evangelística
Afligido por la maldad creciente de los impíos, y temiendo que la infidelidad de
esos hombres pudiera aminorar su veneración hacia Dios, Enoc eludía el
asociarse continuamente con ellos, y pasaba mucho tiempo en la soledad,
dedicándose a la meditación y a la oración. Así esperaba ante el Señor, buscando
un conocimiento más claro de su voluntad a fin de cumplirla. Para él la oración
era el aliento del alma. Vivía en la misma atmósfera del cielo.
Por medio de santos ángeles, Dios reveló a Enoc su propósito de destruir al
mundo mediante un diluvio, y también le manifestó detalles adicionales del plan
de la redención. Mediante el espíritu de profecía lo llevó a través de las
generaciones que vivirían después del diluvio, y le mostró los grandes eventos
relacionados con la segunda venida de Cristo y el fin del mundo (Patriarcas y
Profetas, pág. 64).
Reforma Evangelística
En medio de una vida de activa labor, Enoc mantenía fielmente su comunión
con Dios. Cuanto más intensas y urgentes eran sus labores, más constantes y
fervorosas eran sus oraciones. Seguía apartándose, durante ciertos lapsos, de
todo trato humano. Después de permanecer algún tiempo entre la gente,
trabajando para beneficiarla mediante la instrucción y el ejemplo, se retiraba
con el fin de estar solo, para satisfacer su sed y hambre de aquella divina
sabiduría que únicamente Dios puede dar. Manteniéndose así en comunión con
Dios, Enoc llegó a reflejar más y más la imagen divina. Tenía el rostro radiante
de una santa luz, semejante a la que resplandece del rostro de Jesús. Cuando
regresaba de estar en comunión con Dios, hasta los impíos miraban con
reverencia ese sello del cielo en su semblante (Patriarcas y Profetas, pág. 66).
Reforma Evangelística
Hay que trazar planes juiciosos para que esa obra pueda ser hecha en la
forma más ventajosa. Cada vez más, a medida que la maldad aumente en
las grandes ciudades tendremos que trabajarlas desde centros de
avanzada. Esta es la forma en que trabajó Enoc en los días previos al
diluvio, cuando la maldad abundaba en todas las comunidades
populosas, y cuando la violencia estaba en la tierra (Review and Herald,
27 de setiembre de 1906).