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EdiUPSO - Cuando Fuimos Pioneros

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COLECCIÓN HISTORIAS

DEL SUDOESTE BONAERENSE

PATRICIA FELICIANA CANTERO


PABLO SANTIAGO SCARPACI

CUANDO FUIMOS PIONEROS


ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE CABLE VISIÓN DUKE SRL, PRIMER
OPERADOR DE TELEVISIÓN POR CABLE DE LA REGIÓN
Cantero, Patricia
Cuando fuimos pioneros: origen y evolución de Cable Visión DUKE SRL, primer operador de televisión
por cable de la región / Patricia Cantero ; Pablo S. Scarpaci. - 1a ed. - Bahía Blanca : EdiUPSO, 2023.
Libro digital, PDF - (Historias del Sudoeste Bonaerense / Marcelo C. Tedesco)

Archivo Digital: descarga


ISBN 978-987-21317-7-7

1. Historia. 2. Historia Argentina. 3. Historia de la Provincia de Buenos Aires . I. Scarpaci, Pablo S.


II. Título.
CDD 302.23450982

Universidad Provincial del Sudoeste. Provincia de Buenos Aires. Argentina


Sede central: San Martín 415, Pigüé - Telefax: (02923) 475693 - pigue@upso.gba.gob.ar
Sede Administrativa: Ciudad de Cali 320 (B8003FTH), Bahía Blanca
Tel.: (0291) 4592550 - Fax: (0291) 4592551 - info@upso.edu.ar - www.upso.edu.ar

https://www.upso.edu.ar/ediupso
ediupso@upso.edu.ar

DirectoraEdiUPSO: M. Belén Guercio


Director de la Colección Historias del Sudoeste Bonaerense: Marcelo C. Tedesco
Diagramación y diseño: Franco Magi

No se permite la reproducción parcial o total, el alquiler, la transmisión o la transformación de


este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fo-
tocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción
está penada por las Leyes 11723 y 25446.

Queda hecho el depósito que establece la Ley 11723.

Bahía Blanca, Argentina, febrero de 2023.


© 2023 Ediupso
UPSO EdiUPSO

Rectora Directora Editorial


Dra. Andrea A. Savoretti Dra. M. Belén Guercio

Consejo Editorial
Vicerrectora del Área Académica
Mg. Adrián Cannellotto
Lic. María Claudia Dietz
Dra. Carmen Cincunegui
Mg. Regina Durán
Vicerrectora del Área Administrativa
Lic. Natalia G. Castillo Director Colecc ión
Historias del Sudoeste Bonaerense
Vicerrector del Área de Relaciones Mg. Marcelo C. Tedesco
Institucionales y Comunicación
Lic. Claudio Tesan

Vicerrector del Área de Planeamiento


y Bienestar Universitario
Lic. Mariano Porras

Vicerrector del Área de Ciencia,


Tecnología y Postgrado
Ing. José Porras

Decana de la Facultad de Desarrollo


Local y Regional
Lic. Juliana Tomassini

Decana de la Facultad de la Micro,


Pequeña y Mediana Empresa
Lic. Alexia Postemsky
PRÓLOGO

L
a colección “Historias del Sudoeste Bonae- manera pública y gratuita textos académicos, lite-
rense” forma parte de uno de los objeti- rarios, de cátedra y otros de interés especial.
vos por los que fue creada la Editorial de la
UPSO. Nuestro sello editor nació en el año 2017 A poco más de cinco años de creada la EdiUPSO,
con la misión de contribuir a la promoción y difu- su repositorio está en constante crecimiento. La
sión del saber a través de la generación de mate- incorporación de estos trabajos significará un
rial bibliográfico producido, fundamentalmente, avance en términos de brindar obras a un público
para la región del Sudoeste Bonaerense, teniendo que quizás no es quien busca prioritariamente lec-
en cuenta las necesidades del ámbito académico, tura de textos provenientes de una editorial
cultural y del medio en el cual la Universidad está universitaria, pero a quien nuestro carácter de
inserta, a fin de responder de manera satisfactoria universidad pública comprometida con su comu-
a las expectativas de la comunidad que la contiene. nidad nos obliga también a alcanzar.

Entre sus objetivos cuenta “promover, rescatar y Cabe un especial agradecimiento a las autoras y
difundir la producción de autores de la región del los autores que sumaron sus obras a esta colec-
sudoeste bonaerense, en sus diferentes géneros, ción, quienes dedicaron tiempo y esfuerzo para
de acuerdo con las líneas editoriales y condiciones brindar generosamente sus trabajos. También a
determinadas por esta editorial”. En este sentido, la directora de EdiUPSO, Mg. Regina Durán y al
esta serie está compuesta por obras originales, comité editorial, Dra. M. Belén Guercio, Dra Car-
que resultaron seleccionadas en concursos de pro- men Cincunegui y el Mg. Adrián Cannellotto por
puestas, o bien por historias escritas por personas la dedicación con la que asumieron esta tarea. Este
que fueron convocadas especialmente para apor- reconocimiento alcanza por igual al Director de
tar su producción literaria o histórica. esta Colección, Mg. Marcelo Tedesco, quien tuvo
a su cargo la relación cotidiana con los autores, la
El propósito de esta Colección es múltiple, y qui- edición y corrección de cada uno de los trabajos y
zás ambicioso: en primer lugar, buscamos llenar el seguimiento del proceso editorial.
un espacio de vacancia en el conocimiento de los
sucesos que han hilado las ricas tramas de nues- Esta Colección es un espacio abierto, que se irá
tros pueblos y ciudades del sudoeste bonaerense, enriqueciendo con nuevos aportes que paulatina-
enhebrándolas con anécdotas, personajes, lugares mente se irán publicando luego de sucesivos con-
y acontecimientos singulares; y que por diversas cursos, así como con permanentes convocatorias.
razones en muchos casos no trascienden los ám- Esperamos que las lectoras y los lectores vuelvan
bitos locales, volviéndose así de difícil acceso para periódicamente a encontrarse aquí con “nuevas y
quienes no viven o han vivido en ellos. viejas” Historias del Sudoeste Bonaerense.

En segundo lugar, aspiramos a generar un espacio


de publicación para autoras y autores más o me- Dra. Andrea Savoretti
nos profesionales, quienes no suelen tener medios Rectora
para divulgar su obra. Como se expresara, hemos
asumido desde la creación de la EdiUPSO que la
tarea de un sello universitario debe orientarse
especialmente a brindar acceso social al conoci-
miento, poniendo al alcance de la comunidad de
PATRICIA FELICIANA CANTERO
PABLO SANTIAGO SCARPACI

CUANDO FUIMOS PIONEROS


ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE CABLE VISIÓN DUKE SRL, PRIMER
OPERADOR DE TELEVISIÓN POR CABLE DE LA REGIÓN

ÍNDICE

DEDICATORIA 6
AGRADECIMIENTOS 7
INTRODUCCIÓN 8
CÓMO VENDER UN VIAJE A JÚPITER 11
CINE ESPERADO 19
LA IMAGEN DE PUNTA ALTA
QUE LE ACERCA EL FUTURO 22
MI CIUDAD Y SU GENTE 27
Crónica 2 28
Otros programas de Carlos Luraschi 31
Televisión educativa 32
Los especiales de Punta Alta 33
JT Producciones 34
TRES ZUMBOS Y UN INGENIERO 39
CONCLUSIÓN 42
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 43
Dedicado a:

Luis Ducamp, Bernardo Kessler, Jorge Márquez


y Manuel Robles; porque, como dice el proverbio
chino, «los patos salvajes siguen al líder de su
parvada por la forma de su vuelo y no por la
fuerza de su graznido».

Y al abonado 0087. Él sabe quién es.

6
AGRADECIMIENTOS

Los autores quieren agradecer a quienes han brindado su testimonio,


han aportado datos e imágenes, y se han puesto a disposición durante
el proceso de investigación de esta Historia del Sudoeste: Viviana Bellei,
Gabriela Fernández, Jorge Fullana, Carlos Luraschi, Jorge Márquez,
Daniel Martin, Walter Rodríguez, Rolando Tintilay y Jorge Torres. Los
autores también se disculpan con quienes han sido partícipes de esta
historia, pero por cuestión de encuadre no han sido consultados o re-
feridos. Siempre habrá tiempo de ampliar el relato.

7
INTRODUCCIÓN

I was cable when cable wasn’t cool.


Ted Turner

La siguiente no es una reseña histórica acerca del primer servicio de


televisión por cable en la región. Por lo tanto, los investigadores que Cuando fuimos pioneros
recaben información sobre el tema tal vez encuentren más testimo-
nios que datos. Tampoco busca ser una cronología acabada de hitos,
ni intenta volverse una semblanza de sus fundadores o un inventario
de todos los trabajadores de la empresa, por lo que se ha realizado un
recorte entre las fuentes a consultar, y las entrevistas han derivado
tempranamente en rescate nostálgico con preguntas que, de manera
discrecional, apuntaron a la memoria emotiva.
La historia de Cable Visión DUKE Color SRL es una historia de me-
dios audiovisuales, por lo que el gran desafío es sentar por escrito un
mundo de imágenes de las cuales, mayormente, no queda archivo. «No
pensábamos en almacenar para un futuro. Estábamos viviendo en el

8
futuro, y el sueño había que concretarlo», dice Carlos Luraschi, con-
ductor del noticiero Crónica 2 y otros ciclos, ante la pregunta de por
qué ha sobrevivido tan poco registro del primer período del canal. «En
aquella época no existía la conciencia del archivo. Esto iba a durar toda
la vida», agrega en otra entrevista Jorge Torres, productor de diversos
contenidos desde 1985 hasta el cierre de la empresa, en 1996.
Si esta investigación no se encuadra dentro de la reseña histórica, ni
es cronología o semblanza, ¿qué es? Intenta volverse el primer trazado
de un mapa sentimental para todos aquellos que fueron influenciados
por El Duke, como en Punta Alta se citaba afectuosamente a la empresa.
A quienes dejó una huella —y aún llaman con ese nombre a cualquier
servicio de cable que desembarque en la zona— es a quienes pasaron
de ver imágenes congeladas de Michael Jordan elevarse dos metros por
encima del parqué a ser testigos del fenómeno; a aquellos que, de adi-
vinar un gol imposible de Maradona en el clic de un fotógrafo sobre el
papel de El Gráfico, se encontraron besando emocionados la pantalla
en México 1986; los mismos, también, que pudieron ser testigos de la
caída del muro de Berlín en vivo y en directo, desde uno de los lugares
más remotos del mundo.
Hubo una gran cantidad de personas de Coronel Rosales que, entre
finales de la década de 1990 e inicios del siglo XXI, comenzaron estu-
dios relacionados con los medios de comunicación audiovisual. Mu-
chos optaron o pudieron trasladarse a Buenos Aires o a La Plata, donde
se dictaban carreras relacionadas con el diseño de imagen y sonido o la
comunicación en instituciones públicas (UBA, UNLP, UNLA, ENERC)

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci


y privadas (CIC, CIEVYC, UCINE, TEA); otros siguieron la Tecnicatura
en Emprendimientos Audiovisuales de la UPSO, carrera insignia de la
sede Punta Alta desde 2002. La certeza es que la matrícula de las ca-
rreras con dicha orientación aumentó en general; la sensación es que,
a nivel local, DUKE realizó una suerte de tutela que introdujo al cine a
aquellos que no contaban ni con videocasetera ni con una amplia ofer-
ta en salas locales. Así también, sus producciones repletas de niños
en las tribunas y las visitas guiadas a los estudios de Avenida Colón
2351 hicieron soñar a cientos de chicos con estar del otro lado de la cá-
mara, además de involucrarse en la educación (con proyectos como la
TV Educativa) y en la discusión de qué se percibía como identidad local.
Porque, ante todo, DUKE era un cable local con idiosincrasia localista.
Esto rompió con uno de los complejos primordiales de este distrito;
hasta ese momento, Punta Alta era una mera sección en La Nueva Pro-
vincia, medio bahiense monopólico en la región y tan seguro de sí mis-

9
mo como su lema «El diario del sur argentino», una nota de color en
Telenueva Canal 9 o Canal 7 Bahía Blanca, o el simple escenario de algún
evento deportivo en un móvil de radio LU2. A partir del noticiero local y
de los magazines deportivos y sociales, Punta Alta comenzó a construir
la frontera cultural imaginaria que, hasta ese momento, Bahía Blanca
no había permitido erigir, y que fue fundamental para forjar su perso-
nalidad colectiva. Simbólicamente, un edificio apostado en el ingreso a
la ciudad transitando desde Bahía Blanca, con el logo que muchos adi-
vinaban como el de un búho desafiante o un entrecejo fruncido, era el
emblema de que, en algo, Punta Alta se había adelantado a sus vecinos.
A su vez, esta historia es un pequeño reflejo vernáculo de los avan-
ces tecnológicos que surgieron a nivel global y que se han volcado a
lo popular durante las últimas dos décadas del siglo pasado, para dar
lugar a un vínculo central con la vida cotidiana desde hace unos años.
Así como había sucedido con el cine hasta mediados del siglo XX, o
con la televisión para los baby boomers, el lazo con una tecnología que
moldea la cultura circundante se romantizó. Así, hay una retórica de
los medios que convierte al mismo en una metáfora activa de nuestro
paso por la vida. Como señala Marshall McLuhan, cada medio genera
un ambiente (Albarello, 2019). Y esto convierte a ese medio en mercan-
cía cultural, a la memoria colectiva sobre el mismo en parte de la his-
toria local, y a sus fundadores y trabajadores en precursores. Porque,
si bien hay diferencias en cuanto a fechas y hechos puntuales, todas las
fuentes de este escrito coinciden, aun cuando no lo manifiesten expre-
samente por una cuestión de modestia, en que fueron pioneros.

Cuando fuimos pioneros

10
CÓMO VENDER UN VIAJE A JÚPITER

La televisión por cable no se enseña en los


colegios; se aprende trabajando en televisión
por cable.
Daniel Martin, primer empleado de DUKE

El abonado 0087 recuerda cuando comenzó a pagar el servicio de cable,


en cuotas y meses antes de que el tendido llegue al barrio Norte de Pun-
ta Alta. Vivía en el fondo de una propiedad chorizo y su padre, dueño del
terreno y habitante de la casa que daba al frente, al verlo desembolsar
tanto dinero cada mes por algo impalpable, le recriminaba: «te están
metiendo el perro». A pesar de sentirse comprador de habichuelas, el
abonado 0087 sabía que estas eran mágicas. Porque había leído en las
revistas que la televisión por cable, las computadoras domésticas y los
sistemas hogareños de video habían llegado para cambiar al mundo.
En Argentina el inicio de la Televisión por Circuito Cerrado (CCTV)
se dio de manera incipiente a finales de la década de 1960. Su propó-

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci


sito fue mejorar la distribución de señales en zonas con problemas de
recepción, al adecuar otras tecnologías con ese fin. El auge en las áreas
urbanas fue en la década de 1980, cuando los sistemas de cable incor-
poraron canales con contenido local, segmentados por franjas etarias
y, tras el emplazamiento de antenas, la Televisión por Antena Comuni-
taria (CATV) permitió la llegada de canales del exterior.
En la década de 1990, ya con la posibilidad de un abono accesible
por la venta de publicidad y con el costo de insumos a la baja por la
convertibilidad del peso a dólar, más del 50% de los hogares del país se
volvió cliente de la televisión por cable. Tras Estados Unidos, Canadá y
Dinamarca, Argentina sería el cuarto país del mundo en promedio de
asociados.

11
12
Cuando fuimos pioneros
DUKE SRL nació de la sociedad entre los suboficiales (R) Luis Ber-
nardo Ducamp, Bernardo Kessler (los DU y KE del nombre) y Manuel
Arturo Robles, y el ingeniero electrónico Jorge Márquez. Con dinero
del retiro montaron una empresa que realizaba el mantenimiento en
electrónica de buques en la Base Naval Puerto Belgrano, específica-
mente de radares. Cuando finalizaron los contratos correspondientes
con la Armada, compraron a Guillermo Ciamberlani la división local
de la agencia de publicidad REX Comunicaciones Integradas y al poco
tiempo, la volvieron a vender. De REX quedó el equipamiento con el
que arrancaría, un 30 de mayo de 1982, Cable Visión DUKE Color SRL,
uno de los diez primeros sistemas de cable a nivel nacional, y el prime-
ro de la región sudoeste de la provincia de Buenos Aires.

Un 2 de enero de 1981, el técnico electromecánico Daniel Martin se Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci
convirtió en el primer empleado de DUKE SRL. Como todos en la em-
presa no ingresó gracias a un conocido ni por ser hijo de algún socio,
sino a través de un examen que le tomaron el ingeniero Jorge Márquez
junto con el suboficial (R) Rinaldo Cassino. Martin remarca que, al no
haber libros de dónde leer ni experiencias de dónde indagar, Márquez
se convirtió en el gran manual del conocimiento técnico.
Jorge Fullana trabajaba en la sucursal puntaltense de TV Santos, una
cadena de locales de venta de electrodomésticos «porque era el único
comercio que tenía computadora, una Olivetti M-20». Leyó un aviso
en el diario La Nueva Provincia donde se solicitaba un empleado con no-
ciones de contabilidad. Realizó el examen de ingreso en avenida Colón

13
2351, una construcción en medio de los médanos del barrio Göttling,
en el ingreso a Punta Alta desde Bahía Blanca por la Ruta Nacional N°
229. Por mérito propio, se convirtió en el gerente de DUKE, desde el
inicio hasta el último día.
Carlos Luraschi era un año mayor que Fullana, y se conocían del Co-
legio Nacional. Estudiaba Ingeniería Civil. Se enteró por otro aviso de
que un nuevo medio de comunicación necesitaba locutores. Ya trabaja-
ba en LU3 de Bahía Blanca, pero cuando ingresó en la cabina de audio
no lo pudo creer; estaba impecable. «Uno cerraba la puerta y la sensa-
ción de hermeticidad asustaba», señala. Desde noviembre de 1983 se
volvió la voz de las noticias en Punta Alta y, junto con Mario Luciani, los
rostros del primer noticiero televisivo puntaltense, Crónica 2.
El 7 de abril de 1983, la madre de Walter Rodríguez le alcanzó una
carta. Él tenía 22 años y soñaba con ser periodista. Unas semanas atrás,
paseaba con su novia (actual esposa) por el centro de la ciudad, y se
cruzó por su camino un folleto color celeste que anunciaba la búsqueda
de periodistas para un canal de televisión. Esa carta confirmando su
trabajo sería el inicio de 40 años en la profesión del abanderado de las
noticias rosaleñas.

Cuando fuimos pioneros

Jorge Fullana, Carlos Luraschi, Daniel Martin, Daniel Alcaraz, Daniel Rodas,
Mario Blaco, Rinaldo Cassino

14
Ellos, más Cassino, Daniel Alcaraz y Mario Blanco iniciaron la ac-
tividad de un canal de tonalidad verdosa, con un cajón de escritorio
como oficina de administración, y con transmisiones desde el medio
de un médano, allá donde terminaba la ciudad.
Las primeras épocas fueron de aprendizaje. El cerebro, señalan casi
al unísono las fuentes, era Márquez. Siempre con lápiz y papel a mano,
dispuso en la emisora una sala encabezada por un enorme pizarrón y
un proyector de filminas, para poder ser más claro en las explicaciones
para el personal. Cuando se reunían las empresas de cable de la región
(Tres Arroyos, Olavarría, Azul, Tandil, Necochea y Punta Alta), sus due-
ños, que provenían del sector agropecuario, bioquímico o del derecho,
se apoyaban en Márquez para ver hacia dónde evolucionaría el rubro.
Manuel Robles (Director de Producción) era, para Fullana, el más
hábil de los cuatro. Aparecía por el canal para tomar el té; se sentaba
a leer Ámbito Financiero y anotaba números en el margen de las in-
mensas páginas del diario porteño. Cuando terminaba, se acercaba y le
decía «Fullanita, tenés un problema». Seguramente, había un contrato
con algún canal para rever. Para Jorge Torres, Robles era el más localis-
ta de los socios. Fue quien incentivó la producción de contenidos con
idiosincrasia rosaleña. Señala Torres:

A veces me preguntan cómo fue posible. Y yo respondo que lo fue por-


que los dueños eran de acá. Sus esposas iban a la verdulería y les decían
‘anoche se les cortó el audio’. Entonces, la mujer llegaba a la casa, le
contaba al marido, y al otro día Robles compraba un micrófono.

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci


De manera unánime, las fuentes señalan a los socios que dan nombre
a la empresa como personas con un don de gente inusual en cualquier
CEO actual. Luis Ducamp, Director de Técnica de la emisora, buscaba
siempre la forma de seguir evolucionando en el negocio. Se lo podía
ver ayudar a Carlos Luraschi en el montaje del decorado del noticiero, y
supervisar de manera activa el cableado en la calle. A Bernardo Kessler
lo define la caracterización de uno de sus socios: «en Puerto Belgrano
están los oficiales, los suboficiales, los civiles y Kessler. Una persona
excepcional». Eran hombres que se sentían muy felices con un negocio
innovador, que tuvo mucha rentabilidad durante muchos años, y que
se vendió a muy buen precio.
En las mejores épocas del canal, un empleado recuerda ir a consultar
el precio de un automóvil usado a una agencia que, además, era auspi-
ciante. Al llegar al trabajo, Kessler le comenta que lo vio, de pasada, en

15
el comercio. «¿Un Renault 12 te vas a comprar?», preguntó. Al regresar
al comercio, le indicaron: «dijo Kessler que te lleves el Fiat Regata 0km.
Vos pagá esto; del resto se ocupan ellos». Acerca de los directivos, Car-
los Luraschi aporta, emocionado:

Si hay algo que pondero de ellos es que nosotros éramos bohemios con
alas, y ellos tenían mucho cielo. Nos dejaban volar. Eran verdaderos
líderes; no jefes. La diferencia radica en que los jefes dicen ‘vayan’, y los
líderes, ‘vamos’.

Carlos Saccomani y su señora, Silvia Santillán, atendían la secreta-


ría. Saccomani salía en automóvil a vender el servicio y lo llevaba al
instalador, Francisco Palacio, quien luego pasaba en bicicleta a conec-
tar con el rollo de cable enroscado al hombro. En esa época, la conexión
era muy cara y se pagaba en cuotas meses antes de que incluso esté
cableada la zona. «Era como vender un viaje a Júpiter», recuerda Fulla-
na. Con el tiempo se comenzaron a buscar recursos para bajar el costo
de instalación, y prácticamente derivó en un abono. Ahí es donde se
popularizó, y hasta se empezaron a lograr acuerdos con gremios que lo
redujeron aún más. A esto debe sumarse el hecho de que, al estar em-
plazada en una arteria que vinculaba toda la ciudad, el tendido pudo
realizarse de manera prolija y regular.
A pesar de ser una ciudad, Punta Alta tiene naturaleza de pueblo.
Cuando el servicio se volvió masivo, llegó a tener más de veinte cobra-
dores y algunos, cuando un abonado se iba de vacaciones, pagaban
la cuota de su bolsillo, a sabiendas de que al regreso lo devolvería. La
oficina comercial tuvo varias ubicaciones: la primera, frente a la Plaza
Manuel Belgrano, en Murature entre Rivadavia e Irigoyen; luego, fren-
te a las actuales oficinas de la Cooperativa Eléctrica de Punta Alta y el
cable Punta Alta Visión, en Mitre entre Brown y Paso. Por último, en la Cuando fuimos pioneros
calle 25 de Mayo 390, cuando la empresa adquirió la emblemática es-
quina que antaño fuera Tienda Di Giacomo.

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Avenida Colón 2351

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci

25 de Mayo 390

La explosión de DUKE se dio en varias etapas, pero el primer atrac-


tivo que tuvo fue la transmisión, en diferido, de contenidos de los ca-
nales de la ciudad de Buenos Aires y de Canal 2 de La Plata (hoy América
TV). Los programas se grababan en videocasetes y se enviaban, en mi-
cro, desde Retiro. Daniel Martin iba a la terminal, llevaba el material al
canal, lo editaba y lo ponía al aire.

17
Cuando la señal cumplió el primer año de vida, en un lugar de reu-
niones repleto de libros de electrónica al que llamaban «la Biblioteca»,
Carlos Luraschi le propuso a Luis Ducamp hacer un noticiero. La única
condición del directivo fue mantenerlo en el tiempo; porque empezar
es fácil, pero más difícil es mantenerse. Con esto, empujó a un joven de
24 años a animarse. Crónica 2 dio inicio a otra etapa del canal: la de los
contenidos propios.
Al mismo tiempo, los viernes, sábados y domingos eran los días de
cine. El teletexto primero y luego el VIDISCAN y la Sinclair ZX Spec-
trum que Márquez trajo del exterior anunciaban las películas que pro-
yectaría el Canal 2. Se trataba de estrenos, clásicos y todo lo que se pu-
diese alquilar en los videoclubes locales.
El patrón de crecimiento fue muy parecido al del resto de los servi-
cios de televisión por cable. Hasta la instalación de la antena e imple-
mentación de la transmisión satelital (1987), la cantidad de abonados
fue en tibio aumento. Hacia el Mundial de Italia 1990, época de auge
del servicio, llegó a más de la mitad de los hogares de Punta Alta, ex-
tendiendo su territorio a lugares como la Base Naval Puerto Belgrano,
Villa del Mar, Bajo Hondo y la Base Naval de Infantería de Marina de
Baterías.
De esta manera, se planteó abordar el contenido de la señal a través
de núcleos temáticos, todos ellos de gran influencia en el crecimiento
de la compañía y con gran impacto en el inconsciente colectivo de los
rosaleños.

Cuando fuimos pioneros

Cableado por Avenida Colón

18
CINE ESPERADO

Cable TV was also born of a


kind of piracy.
Lawrence Lessig, Free Culture

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci

Telenueva, como se llamó uno de los dos canales de aire de Bahía Blanca
desde 1965 hasta 2001, tenía un slogan que repetía en sus transmisiones
de la década de 1980: «Vea Canal 9 cómodamente en su hogar, libre,
sin pagar». Las latas de Canal 11 de Capital Federal, con V Invasión Ex-
traterrestre, Brigada A y División Miami, eran productos sólidos, pero
complicados de equiparar con el cine de fin de semana del molesto sis-
tema de cable rosaleño.
En invierno hacía mucho frío para ir a ver a Sporting; en verano,
demasiado calor para Arroyo Pareja. Siempre se contaba con una bue-
na excusa para permanecer en casa aferrado a la pantalla de canal 2,

19
por donde se deslizaba de manera vertical el menú con las películas
programadas para el fin de semana. Si uno era seguidor de la señal
de cine, hoy podría decir que en ese espacio vio, por primera vez, los
slashers más significativos de la época de oro del subgénero (Viernes
13, Pesadilla en la Calle Elm, Halloween, Campamento Sangriento), las sa-
gas de Rocky, Mad Max, James Bond y Star Wars, gran parte de los éxitos
del género sword & sorcery (Conan, El señor de las bestias), comedias para
adolescentes (Los Goonies, Los Bicivoladores, La chica de rosa) , todo Stallo-
ne, Chuck Norris, Schwarzenegger, Charles Bronson, Bruce Lee y los
blockbusters de la época (Flashdance, Un detective suelto en Hollywood, ET,
Los Cazafantasmas), aunque también cine de autor: Fanny & Alexander de
Ingmar Bergman, Amarcord de Federico Fellini, Psicosis de Alfred Hit-
chcock, y Manhattan de Woody Allen.
También había momentos que interpelaban. El abonado 0235 re-
cuerda encontrarse solo, frente a un TV Color Philco de 14’’ C82-ST, una
típica noche de invierno en el barrio Ciudad Atlántida. Se sentaba muy
cerca de la pantalla. Ya iba por la tercera película, Cuerpos invadidos (Vi-
deodrome, 1983), del canadiense David Cronemberg. El director de pro-
gramación de un canal de cable especializado en entretenimiento para
adultos (Max Renn, interpretado por James Woods) capta contenido
extremo con una antena, y su vida no vuelve a ser la misma. «Primero
controla tu mente. Luego destruye tu cuerpo», es el epígrafe de la pe-
lícula; videocasetes que laten, pantallas que tragan personajes y trans-
misiones snuff ocultas en los últimos canales de la grilla hacen sentir a
0235 parte de una pesadilla que tiene mucho de signo de los tiempos.
Se aleja un par de metros del televisor, e instintivamente lo apaga.
A medianoche lo vuelve a encender. No puede con la curiosidad: co-
mienza el ciclo Cine Esperado. Siente que es el único en Punta Alta que
vio los títulos más infames de los subgéneros pornochanchada brasile-
ño, destape español, picaresca italiana o la saga Emmanuelle. Pero el lu- Cuando fuimos pioneros
nes, cuando algún compañero de trabajo haga un chiste verde referido
a alguna de esas cintas, sabrá que la experiencia es colectiva.
Jorge Fullana recorría dos videoclubes: el de su ex maestra de prima-
ria, Negrita Rey (ubicado en Mitre, entre Espora y Murature), e Intervi-
deo, de Adolfo Scilingo1.
Fullana arrasaba con las estanterías, aunque muchas veces le adver-
tían que no lleve tantos estrenos, para no perder clientes. De derechos

1 Adolfo Francisco Scilingo ​(Bahía Blanca, 28 de julio de 1946)​es un exmilitar argentino,​con-


denado como autor de delitos de lesa humanidad.

20
de autor, ni hablar. Cuando en la ciudad se terminaron las películas,
comenzó a alquilar en Bahía Blanca. Se programaban cuatro películas
desde las 18 horas y luego venía el Cine Esperado. Lo que se vendía como
cine porno, en ocasiones no llegaba al rango de erótico. Se alquilaban
filmes calificados para mayores de 18 años y, a las 7 de la mañana, se
recortaban las escenas de genitalidad en la isla de edición del canal. La
metodología para que los chicos de la casa no caigan en la tentación era
la siguiente: a medianoche se llevaba la pantalla a negro para que los
padres manden a sus hijos a dormir; luego de cinco minutos, regresaba
una placa con letras generadas en el procesador Sinclair anunciando el
ciclo, y comenzaba la película. Esto ocurría los sábados por la noche.
Según recuerdan los entrevistados, esa tarde no poca gente llamaba
para saber qué película iban a pasar. La mayoría de las voces al teléfono
eran de mujeres. Mujeres mayores. Había de todo y para todos.

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci

21
LA IMAGEN DE PUNTA ALTA QUE LE ACERCA EL FUTURO

Bart Simpson: Es difícil no hacer caso a la televisión.


Pasa más tiempo educándonos que tú.
Homero Simpson: Tal vez la televisión tenga razón.
¡La televisión siempre tiene razón!
(Bart y Lisa corren a abrazar al televisor).
Homero Simpson: ¿Están abrazando a la televisión?
Bart y Lisa Simpson (al unísono): ¡No!
Los Simpson, Temporada 9, Episodio 6

La primera antena parabólica, una de 6 metros de diámetro, se instaló


en invierno del año 1987. En el video que puede encontrarse en YouTu-
be2 se aprecia a todo el personal de la empresa trabajando en equipo
para ensamblarla y erigirla en el terreno lindero a Avenida Colón 2351.
Recuerda Carlos Luraschi:

No sé si el común de la gente logrará comprender hacia dónde apunta


el sentimiento, pero se montó en conjunto con técnicos de una em-
presa de afuera, y después hubo que orientarla hacia el satélite. Abajo
estaba el monitor, y comenzamos a mover la antena para que empiece
a recibir señal. El momento en que el monitor mostró las imágenes en Cuando fuimos pioneros
directo de ATC por primera vez no fue un logro solo de DUKE, sino de
toda Punta Alta.

Tras ese evento, se creó otro canal con la señal LS82 Argentina Tele-
visora Color. Fueron dos programas del canal los que hicieron despe-
gar la señal: el ciclo de documentales Historias de la Argentina Secreta y el
noticiero en clave satírica La Noticia Rebelde.

2 roloser450 (6 de agosto de 2022). Colocación primera antena de DU-KE Cablevisión de


Punta Alta Año 1987 [video YouTube]. https://www.youtube.com/watch?v=taDED6tK-
TBU

22
23
Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci
Luego, se sumaron contenidos de uno de los tres cables más impor-
tantes del país, Video Cable Comunicación (VCC), y se empezaron a
ver canales de la región y del mundo. «Bajábamos canales como quien
mueve la ruedita de una radio», dice Jorge Fullana. Así, Punta Alta fue
la única ciudad de la región donde se transmitieron los Juegos Olímpi-
cos Seúl 1988, y los periodistas viajaban desde Bahía Blanca para cubrir
la competencia. Cuando había problema con los derechos de transmi-
sión en Argentina, se buscaba el canal del exterior que pase el evento.
Peleas de Mike Tyson, finales de copas internacionales de fútbol juga-
das por equipos argentinos, el carnaval de Río de Janeiro en Rede Man-
chete, los videoclips de MTV a través de TV Chile; se abría una ventana
al mundo, y DUKE era el telescopio que permitía adivinar estrellas en
ese cielo donde los puntaltenses creyeron que solo había nubes.

Cuando fuimos pioneros

El gran despegue de la empresa fue la Copa Mundial de fútbol de


Italia, en el invierno de 1990. En ese momento había mucha demanda
de abonados, y se los pasó a denominar ‘clientes’. Tan requerido estaba
el servicio que se instalaba antes de hacer el trámite administrativo.
Hubo que colocar fuentes de alimentación stand by, ya que en Punta
Alta se cortaba la luz frecuentemente y se necesitaba contar con cierta
autonomía eléctrica.

24
Como se mencionó en el capítulo anterior, el servicio comenzó a ser
requerido en otras localidades del partido como Villa del Mar y Bajo
Hondo, pero principalmente en la Base Naval Puerto Belgrano y la de
Infantería de Marina de Baterías. Históricamente, las bases militares
fueron lugares inaccesibles para aquellos sin relación laboral con la
misma. Hay que pedir un pase, contar con autorización expresa para
ingresar con un fin determinado, y llamar desde un teléfono de línea
instalado en un puesto para solicitar permisos. En ese sentido, se tras-
pasó otra frontera. Había DUKE en las habitaciones del Hospital Naval.
DUKE había adquirido una tecnología inalámbrica de telecomu-
nicaciones llamada Multichannel Multipoint Distribution Service (MMDS
por su sigla en inglés) que transmitía de manera satelital a corta dis-
tancia (aproximadamente 50 kilómetros). Cuando un barco atracaba
en Puerto Belgrano, se le proveía servicio de luz, de agua, y DUKE. Lo
llamativo era que, con los Jefes de Base, la polémica no se generaba por
los canales nacionales, sino por los del exterior. No querían informarse
a través de las frecuencias venezolanas o mexicanas. Querían el canal
local.
La presencia de las señales foráneas era fundamental para los due-
ños del canal. «Con los canales internacionales hacemos docencia. La
gente practica idiomas con ellos», señala Jorge Torres que le decía Ro-
bles. Una noche, cuando suponía que nadie estaba mirando, a Torres
se le ocurrió hacer mantenimiento de la señal y cortó el audio de CNN.
Y el teléfono comenzó a sonar con reclamos. Había público para todo.
A medida que la grilla de canales se ampliaba, se necesitó algo que

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci


sirviera de guía. Así nació, en 1992, la revista Magazine Cable Visión
DUKE, luego rebautizada simplemente DUKE Revista. Al llegar a más
de 11.000 clientes, la repartían los cobradores. Con semejante mercado
objetivo, paulatinamente surgieron El Club de Los Chicos, el Festival
por el Día del Niño, el sorteo de un auto para socios con la cuota al día
en el Teatro Colón, y múltiples beneficios como consecuencia de la ren-
tabilidad excepcional que tenía la empresa. Como indica Jorge Fullana:

Cuando la actividad se volvió tan grande, tuvimos que empezar a ha-


cer algo así como tercerizar las producciones. Toda la operación estaba
metida en Avenida Colón 2351, e iba un ejército de cobradores a rendir.
Era un movimiento de dinero que nos consumía todo el tiempo. Tu-
vimos que separar al cable, como empresa, de la producción local de
contenidos.

25
Aunque en su momento muchos contrataban el servicio por las pelí-
culas o por los canales que llegaban vía satélite, la producción local era
fundamental para el destino de la compañía. Cada programa apunta-
ba a una franja etaria determinada y ponía en el centro de la escena al
rosaleño. Por eso, la última y más importante faceta de DUKE es la que
abarca ese tipo de contenido.

Cuando fuimos pioneros

26
MI CIUDAD Y SU GENTE

No tenemos Canal 9,
no tenemos LU2,
pero lo tenemo’ a DuKe
la p… que lo parió.
Cántico de las hinchadas puntaltenses

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci

En casa se prendía la tele dos veces al día. A la hora de la siesta, con es-
caso volumen porque mis papás dormían, y a la nochecita (término que,
cuando fui a estudiar a La Plata, me dijeron que era de pueblo).
A la siesta lo disfrutaba. Me gustaba Babar, Jem, Beetlejuice; pero encender
el Philco y apretar el botón 2 cuando bajaba el sol… eso, eso era otra cosa.
‘¿Cómo es que esos señores saben todas las noticias? ¿Cómo saben?
¿Cómo saben, mamá?’. ‘Shh, quiero saber si mañana hacemos paro’.

27
Más de una vez, en esas épocas, la respuesta era la misma.
Ni bien se iluminaba la pantalla, aparecían en escena dos caballeros.
Posición firme, apariencia impecable y voz segura. Carlos Luraschi y
Walter Rodríguez, supe después.
Mientras ellos hablaban, el tiempo se detenía. Durante la hora que
duraba el noticiero estaba prohibido hablar; era la oportunidad de
enterarse qué pasaba, cuándo, dónde, cómo y por qué. Sin saberlo,
aprendía a mis pocos años la primera lección de periodismo. ‘Algún día
quiero hacer eso’, pensé.

Treinta años después la niña que relata, Gabriela Fernández, es la


conductora del noticiero de Punta Alta Visión, señal heredera de Cable
Visión DUKE, junto al perenne Walter Rodríguez. Un testimonio mo-
delo de cómo la producción del cable influenció a una generación de
rosaleños.

Crónica 2

Si bien la primera transmisión de DUKE fue el Festival por Malvinas,


en mayo de 19823, no fue hasta el 30 de mayo de 1984 cuando, la víspera
de aniversario del canal, salía al aire la primera edición de Crónica 2,
emisión insignia de la empresa. Si bien antes hubo un noticiero de ca-
rácter privado, este fue el primero de factura estrictamente local.
La escenografía debía tener dinamismo televisivo, con elementos
que se encuentren a mano. Luraschi recuerda encontrar en una sala de
la empresa papel tapiz beige que sobró de la oficina de los directivos y
un gran pizarrón con pie. Para brindar sensación de profundidad de
campo, con papel afiche se trazaron unas líneas diagonales naranjas,
y con un letrógrafo Pizzini diseñó el Crónica 2, al que luego le sacó Cuando fuimos pioneros
fotocopias y distribuyó sobre el panel. «La gente venía al estudio y me
encontraba recortando letritas», expresa Luraschi. «Con Mario Luciani
pusimos un escritorio y el cartel para que, cuando la cámara tomara, se
vea el fondo oblicuo, el cartel, el micrófono en el medio y, todo un logro
de la época, un teléfono con el que realizábamos llamadas en vivo».

3 roloser450 (16 de julio de 2022). Festival por Malvinas 1982. Primera transmisión de Ca-
ble Visión DU-KE de Punta Alta [video YouTube]. https://www.youtube.com/watch?-
v=ZEoazHlYhqQ

28
Mario Luciani y Jorge Luraschi

El informativo se emitía todos los días a las 20 y duraba una hora.


Para una generación, el timbre de voz de Carlos Luraschi es la campa-
nilla que nos citaba a la cena. Años después, tras consolidarse, y con el
ingreso de Juan Carlos Castillo, se logró poner al aire una micro edi-

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci


ción de 15 minutos a mediodía, con adelantos del informativo central.
Se tomó como referencia las 14 horas, horario de salida de los trabaja-
dores navales.
El noticiero se lanzó sin móviles, por lo que los invitados debían acer-
carse al canal. Luego se compraron dos ciclomotores, y salían a hacer
notas en una moto el camarógrafo y en otra el periodista. Realizaban,
mayormente, entrevistas y encuestas. Los puntaltenses, que no esta-
ban acostumbrados al micrófono, daban un paso atrás y se asustaban
ante las preguntas de los noteros.
Mario Luciani, además, relataba todo tipo de sucesos y conducía el
programa deportivo de la señal, A Todo Deporte, acompañado del joven
que ingresó por medio de un folleto celeste, Walter Rodríguez. En 1989,
Luciani dejó DUKE, y Walter se convertiría en el coconductor del no-
ticiero, responsable del deporte y camarógrafo, editor y cara visible de

29
varios programas entrañables, entre ellos Mi Ciudad y su Gente (luego
de Elena Núñez y Miguel Lamolina), donde no tenía problemas en em-
barrarse los zapatos para ir a registrar un cumpleaños a la Nueva Bahía
Blanca, y de ahí a un lujoso té en el Círculo de Oficiales de Mar.
Rodríguez era empleado civil en la Base Aeronaval Comandante Es-
pora. Se tomaba el clásico colectivo verde hacia allá, reparaba equipa-
miento de aviones y helicópteros, a las 15 regresaba en «la aceituna»
(como se conocía coloquialmente al colectivo), y trabajaba hasta el final
de la jornada en el canal.
Jorge Fullana recuerda que trabajaron en Super Prime, un ciclo de
automovilismo. El circuito estuvo un año sin arrancar porque la pis-
ta no estaba apta, pero el programa rebalsaba anunciantes. Entonces,
comenzaron a filmar las pruebas que hacían los pilotos y las peñas que
se juntaban para alentar a los coches. De ahí, montaban las carreras
que salían al aire. Walter las relataba con el mismo profesionalismo
con que hubiese transmitido el Grand Prix de Mónaco.
Las publicidades se grababan con placas. Diseñadas en formato 4:3,
eran un collage que realizaba Carlos Luraschi, quien había estudiado
dibujo. La disposición era la siguiente: había dos cámaras de tres tubos
marca Hitachi y, frente a las mismas, dos atriles. Los anuncios estaban
apoyados en estos, y el operador enfocaba con la primera cámara en
una, y con la segunda en la otra. Y mientras Luraschi hacía la locución
de una y otra, la cámara «switcheaba», en vivo. Sí, en vivo.

Cuando fuimos pioneros

30
Otros programas de Carlos Luraschi

Otros dos programas con la conducción de Carlos Luraschi marcaron


la pantalla del 2. El primero, De cara al sol, era un programa de verano
que se emitía todos los domingos, desde diciembre hasta marzo.
Cada emisión se realizaba desde un lugar de esparcimiento diferen-
te del distrito. En ese entonces, no llegaban ni los programas de verano
en directo desde el Torreón del Monje de Mar del Plata, y aún no exis-
tían los shows de Juan Alberto Mateyko desde la Costa Atlántica. Entre
otras cosas, se realizaban desfiles de moda y un DJ hablaba de la mú-
sica más escuchada del momento. Como aún no se conseguían vídeos
musicales, reproducían un disco tras algún videomontaje con imáge-
nes de archivo de Punta Alta. Se buscaba un programa ágil, dentro de
la escasez de recursos imperante. Iban y regresaban de la pausa con un
efecto pergeñado entre Luraschi y el camarógrafo Daniel Rodas, en el
cual un sol de papel giraba sobre una bandeja de tocadiscos. Agregaban
una locución de fondo y un efecto de croma, y el resultado era más que
digno. El canje con una empresa de transporte permitía llegar a hora-
rio para compaginar el sábado por la noche, y así emitir a mediodía del
domingo. Eran jóvenes con trabajo estable que se perdían la posibili-
dad de salir un sábado por la noche para quedarse a editar.

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci

Luciani y Luraschi recreando Crónica 2 en una escuela

31
El otro, De persona a persona, fue un ciclo de entrevistas unipersona-
les, con una fantástica escenografía azul y roja con letras de telgopor.
Ahí es donde primero se les da participación a los jóvenes. Luraschi
recorrió los colegios secundarios e invitó a los alumnos del último año,
para que al final de cada nota le formulen preguntas al entrevistado. La
identificación de estos programas con los chicos era tanta, que en los
actos escolares se reproducía el noticiero y Luciani y Luraschi iban a
leer las noticias escolares.

Televisión educativa

La iniciativa consistía en la conexión y provisión del servicio, de forma


gratuita, a escuelas de la ciudad. Comenzó con la Escuela N° 23 ya que
su directora, Mercedes de Burchakchi, era parte activa del proyecto.
Por una parte, se había acordado con el Ministerio de Educación de la
Provincia la emisión de material educativo en un cierto horario, por
medio de una señal diferente a la de Canal 2. Para esto, se instalaron
monitores en aulas y espacios comunes de la escuela. Por otra parte,
los alumnos preparaban un tema, desarrollaban una investigación,
realizaban una producción, y los camarógrafos del canal filmaban la
exposición. Luego, competían entre las escuelas, y un jurado decidía
quiénes ganaban un viaje turístico educativo a Buenos Aires. La base

Cuando fuimos pioneros

Walter Rodríguez y Jorge Fullana presentan la TV Educativa

32
fue un ambicioso plan que, durante la década de 1960, se intentó llevar
adelante en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Bue-
nos Aires, y que situaba a la televisión en el centro del acto educativo4.

Los especiales de Punta Alta

Una noche de 1985, Jorge Torres se encontraba conduciendo un festival


de folclore en la localidad de Santa María. Había llovido toda la tarde
y el presidente del club donde se realizaba el evento no se sentía de
muy buen humor; su equipo había perdido el clásico del pueblo por el
torneo de fútbol de Coronel Suárez. «Podés hablar del barro, del lugar,
de lo que sea, pero ni se te ocurra decir nada sobre el partido», le ad-
virtieron. Al salir a escena, lo primero que Torres mencionó fue la de-
rrota de esa tarde. Todos rieron, incluido el presidente. Con poco, logró
mucho. Una constante en su carrera como generador de contenidos.
Al terminar el festival, un grupo de chacareros con la idea de montar
un canal de cable le plantearon ser la cara del proyecto. Torres era sub-
oficial en Puerto Belgrano y no le convenía mudarse. Con su esposa,
Viviana Bellei, se preguntaron, «¿Por qué hacerlo allá, si acá tenemos
a DUKE?» Se acercaron al canal con la propuesta y, un 16 de diciembre
del mismo 1985, nacieron Los Especiales de Punta Alta, cinco programas
que tuvieron aire en Canal 2 hasta el 30 del mismo mes. Torres estuvo
acompañado durante esas emisiones por Eduardo Américo Ogian, con
el manejo de cámara y la operación de Daniel Rodas.
A partir del ciclo 1986 se incorporó en producción y venta de publi-

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci


cidad Viviana Bellei. Esta sería la piedra angular de JT Producciones,
empresa familiar a la cual DUKE encargaría los contenidos locales du-
rante la década de 1990. Pero JT merece un apartado propio.

4 ExactasUBAoficial (5 de noviembre de 2014). Cinco minutos de ciencia: “TV Educativa”


Historia de una herramienta pedagógica [video YouTube]. https://www.youtube.com/
watch?v=B8iyoK0wh_Q&t=158s

33
Walter Rodríguez, Daniel Rodas y Jorge Torres, conductor del ciclo

JT Producciones

En octubre de 1992, Jorge y Viviana deciden mudar los estudios de JT


Producciones a Mitre 33, al lado de su casa. El flujo de producciones era
tal que desayunaban en el estudio y, a mediodía, se turnaban para ir a
cocinar algo rápido para sus hijos; luego volvían y se quedaban hasta
medianoche, cuando terminaba el último programa.
Ninguno de los dos sabía hacer televisión; aprendieron haciendo.
Mientras trabajaron en los estudios de Avenida Colón 2351, nunca re-
cibieron un impedimento de ningún directivo del canal. Esa libertad, Cuando fuimos pioneros
para ellos, fue un punto de partida fundamental. Los ayudaban tres
matrimonios amigos en el diseño de los escenarios, las tribunas y los
juegos para los programas.
La autonomía se dio en octubre de 1990, cuando se mudaron a Mitre
al 900. Allí llegaron a tener 15 programas al aire en simultáneo, man-
tenidos con la publicidad. Con esta pagaban a los técnicos, a los con-
ductores, al equipo de producción y los servicios. «Nuestro rating era el
teléfono», dice Viviana. «Yo malacostumbré a la gente. Como atendía,
los escuchaba a todos. El canal siempre fue un lugar de puertas abiertas.
La gente tocaba el timbre, nos contaba sus problemas y tratábamos de
solucionarlos». La gente llamaba si se cortaba la transmisión, si salía

34
mal el audio, si no les gustaba algo. «Ustedes, si quieren enterarse de
lo que ocurre en nuestra ciudad, tienen que ver el canal local», les decía
siempre.

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci

Viviana Bellei y su hijo, Uriel Torres

35
Las ideas para los ciclos se basaban en el sentido común, en los inte-
reses de los televidentes que llamaban o los cruzaban por el centro de
la ciudad. Toda la familia estaba integrada y representada en las pro-
ducciones, que iban en vivo. «Aprendimos muy bien a trabajar el vivo.
Quien entraba sabía que estaba saliendo en vivo», recuerda Viviana.
«Para nosotros, lo peor era grabar. Los invitábamos a que vengan antes
y practiquen frente a cámara».
No era extraño ver a Jorge Torres y a Uriel, su hijo adolescente, con
la cámara a cuestas, recorrer todos los centros de provincianos. Volvie-
ron protagonista a gente que nunca lo imaginó: a la vecina que vendía
rifas, o a la señora que hacía el repulgue de las empanadas en la cocina
de atrás del centro de residentes jujeños.
El espacio en el aire no se vendía, porque la idea del canal era pro-
fundizar el contenido local. El estudio era cuadrado, y todas las esce-
nografías debían ubicarse ahí. Entonces, en un rincón estaba el living
de Entre Nosotras, con unos silloncitos donde se sentaba Piquita Leprón;
más allá, la mesa sobre la cual se grababa el paso a paso de alguna re-
ceta y que se quitaba en el corte, para reacomodar los sillones y que, de
repente, estén compartiendo una charla con Mónica Biassotti el Jefe de
Base o Carlitos Balá.
La gente se acercaba y le proponía a Viviana ideas irrisorias para
programas. Se había convertido en la primera productora televisiva
rosaleña. Para un programa infantil se invitaban a dos o tres salas de
jardín de infantes. Llegaban a las 9 de la mañana y se iban a mediodía,
por lo que no sólo se trataba de filmar, sino que se les brindaba un re-
frigerio y se los entretenía para poder tener todo bajo control.
Algunos de los programas emitidos durante esa época fueron A
propósito de…, Así lo vio Punta Alta, A todo deporte, Ayer y hoy de mi ciudad,
Corsos 1992, Cuatro temas, Entre nosotras, Mi ciudad y su gente, Motormanía, Cuando fuimos pioneros
Noches de gran cine, Paddle para todos, Por los caminos de la patria, Pronóstico
del tiempo, Sentir la ciudad, Ta Te Ti, Usted y su salud, más la continuidad
de Los Especiales de Punta Alta hasta 1991 (en 1987 ganó un premio Santa
Clara de Asís de la Liga de Madres de Familia Argentina)

36
Ta Te Ti, programa infantil de Canal 2

Desde el punto de vista periodístico, comenzaron a forjar un sentido


de identidad único, con hechos como la despedida de los buques que
zarparían desde Puerto Belgrano hacia la contienda del Golfo Pérsi-
co. Gracias a contactos locales, el equipo periodístico de DUKE manejó
información de primera mano, aún por sobre los medios nacionales.
En 1997, cuando sucedió el incidente de la explosión en el buque tan-
que petrolero Presidente Illia, el equipo del canal fue el único que logró

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci


pasar a la Base Naval antes de que se cierre el acceso. Los periodistas
locales salieron en los programas de Mauro Viale y Chiche Gelblung.
Pero el «clic» en cuanto a popularidad se dio con Rogelio González y las
24 horas de la esperanza.
Cuenta Torres:

Para un programa, invitamos a las familias de unos chicos internados


por consumo de sustancias. En tren de acomodar el estudio, voy a bus-
car algo a casa y veo que los padres ya esperaban afuera; entre ellos,
el profesor de educación física Rogelio González. Pensé que venía a
acompañarlos, porque era una persona muy carismática. Pero resulta
que tenía un hijo en la comunidad terapéutica. A nivel local, era un
tema silenciado, y cuando me cuenta su idea de correr hasta Buenos
Aires para encontrarse con Alberto Lestelle, Secretario de Políticas In-
tegrales sobre Drogas, le propuse hacer una conferencia de prensa,
algo que no se estilaba. Ese hecho puntual marcó un antes y un des-
pués, y Rogelio comenzó a apoyarse mucho en nosotros.

37
Para el regreso, se organizaron las 24 horas de la Esperanza, con la in-
tención de que los padres no vendan rifas por su lado e involucrar a la
sociedad. La gente colaboraba «comprando los kilómetros» que Roge-
lio González correría por la Ruta Nacional 3.
Jorge Torres abrió y cerró el programa. La conducción se la repar-
tieron Mónica Biassotti, Carlos Luraschi y Walter Rodríguez. Un em-
pleado del canal con moto iba con un videocasete, se lo alcanzaba al
camarógrafo que seguía a Rogelio por la ruta, este le daba el grabado,
y lo llevaba a la isla de edición de la productora. Así, se registró todo el
periplo del profesor. Todas las instituciones rosaleñas participaron del
evento, que culminó con el acontecimiento más convocante en la his-
toria de Coronel Rosales: más de 25.000 personas en el estadio de Ro-
sario Puerto Belgrano recibieron al corredor. Una vez más, los medios
nacionales miraron hacia Punta Alta.

Cuando fuimos pioneros

38
TRES ZUMBOS Y UN INGENIERO

Los espectadores ven más que los jugadores.


Bushidō

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci


Tras repasar los beneficios que reportó la empresa, es lógico pregun-
tarse cómo dejó pasar este negocio el grupo compuesto por La Nueva
Provincia, Telenueva Canal 9 y LU2. Jorge Fullana es quien mejor puede
responder a esto:

Es gracioso porque los primereamos en la idea del cable, pero ellos pusie-
ron plata para esto. Esta gente no tenía grandes recursos para arrancar
con un negocio incierto. Entonces, LU2 les presta dinero. Yo iba todos
los meses con un portafolios repleto de dinero, en La Acción (compañía
de ómnibus que realizaba el recorrido Punta Alta-Bahía Blanca, y vice-
versa), a pagar el préstamo.

39
En 1986 Vicente Massot, cabeza del grupo, ingresó al negocio con Ca-
ble Total, en Villa Mitre. Acomodó la programación de Canal 9 para que
comience a las 5 de la tarde y más gente mire su cable. Luego comenzó
a competir con Bahía Visión Sur y Video Sur, servicios comandados por
Luis Ducamp (quien se retiró de DUKE en 1989) en el primer caso, e
inversores de Buenos Aires, en el segundo. Se zonificó Bahía Blanca,
pero cuando los grandes grupos de medios avanzaron sobre la región,
fue el mismo Massot quien junta a estos operadores, suma a DUKE y al
pequeño cable de General Cerri, y los convence de vender todos juntos:
31 de octubre de 1996 es la fecha en la que todo terminó.
Existen dos puntos de quiebre en la historia de la televisión por ca-
ble de la Argentina: el primero fue el avance del Grupo Clarín sobre los
teleoperadores locales a partir de 1996, con la adquisición de Supercanal
Holding y con el manejo discrecional de las transmisiones del fútbol ar-
gentino de manera codificada como moneda de negociación; el segun-
do fue, la fusión en 2007 de las dos grandes empresas de televisión por
cable, Multicanal y Cablevisión. En 2009, la Ley de Servicios de Comu-
nicación Audiovisual (N° 26522) buscó desmonopolizar el servicio de
cable, al permitir un máximo de 24 licencias para los cableoperadores
de todo el país.
Ante la inminente venta, Cable Visión DUKE cambió de Sociedad de
Responsabilidad Limitada (SRL) a Sociedad Anónima (SA). Tres meses
antes de la venta, el 25 de agosto de 1996, falleció Manuel Robles.
El comprador fue United International Holding (UIH), un grupo inver-
sor de los Estados Unidos que, en menos de un año, ganó U$S 90 millo-
nes con todas las operaciones que hizo en Argentina, y luego se retiró.
Daniel Martin es un caso testigo. Desde aquel primer día en DUKE
SRL vivió en carne propia las vicisitudes del sector. Luego de que DUKE
fuera adquirida por el holding en 1996, vivió la transición en la cual, en Cuando fuimos pioneros
el transcurso de un año, el cable local pasó a manos de Supercanal y lue-
go a Multicanal y Cablevisión, los que luego de operar en conjunto por
poco tiempo se dividieron Bahía Blanca en dos, y dejaron a Punta Alta
en manos de Multicanal. Tras eso, Daniel trabajó para Cablevisión Ba-
hía Blanca durante cinco años, para finalmente ser uno de los primeros
trabajadores ex DUKE en integrar, desde hace casi dos décadas, Punta
Alta Visión (PAV-PAD), cable de la Cooperativa Eléctrica de Punta Alta.

40
Para Jorge Torres, la experiencia con UIH fue una pesadilla:

Me pidieron hacer una cena para concretar la venta. La hicimos en casa


para que no trascienda. Ese mismo día por la mañana me llama el ayu-
dante para decirme que el gerente renunció, con todo armado. Pen-
sé que el que venía en reemplazo sería un ingeniero electrónico, pero
mandaron a un contador. El éxito del Grupo Clarín fue haber puesto
contadores en los cargos decisivos. En dos años dejamos de ser Mul-
ticanal y pasamos a ser Cablevisión. En medio, lo que se perdió fue el
sentido de pertenencia.

Walter Rodríguez vivió esa transición hasta que una mañana de 1998
fue a registrar la entrada, como todos los días, a la sucursal comercial
de 25 de Mayo 390. Advirtió más gente que de costumbre. Cuando le
dijeron que debía acceder al retiro voluntario, lo primero que pensó fue
en sus hijos, muy chiquitos. Instintivamente, corrió a refugiarse en la
iglesia del centro de la ciudad. Seguía trabajando como civil en la Base
Espora, pero el golpe anímico era más moral que económico.
Jorge Fullana, quien hoy es gerente general de Punta Alta Visión y
que pasó por UIH y Cablevisión, prefiere recordar los buenos momen-
tos. «No hay que olvidar que estos tipos no eran Julio Ramos ni Héctor
Magnetto. Una vez lo escuché a Márquez decirle, no recuerdo si a Kess-
ler o a Robles: esto es demasiado para tres zumbos y un ingeniero».
Todo en este texto avala esas palabras.
Desde el punto de vista de la rentabilidad DUKE fue, sin lugar a du-

Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci


das, la empresa más brillante que tuvo Punta Alta; porque comenzó de
menos a más con un enorme esfuerzo, creció de manera exponencial,
ganó dinero, dio trabajo, casi no tuvo despidos, y se vendió por ser un
gran negocio, y siendo un gran negocio.

41
CONCLUSIÓN

El 28 de febrero de 2020, dos semanas antes de que se decrete el aisla-


miento por la pandemia de COVID-19, el multimedio Cablevisión (que
se fusionó con la plataforma Flow) no le renovó el contrato a JT Produc-
ciones en Canal 2 de Punta Alta. Viviana Bellei y Jorge Torres decidieron
cesar con el emprendimiento. Así, llegó a su fin una trayectoria de 34
años.
El 31 de marzo de 2022 cesó sus emisiones Airevisión Canal 6, primer
canal de televisión digital abierta de la región, luego de una década de
emisiones. Otros pioneros.
Desde 1998, cuando se estableció como cableoperador de la Coope-
rativa Eléctrica de Punta Alta, Punta Alta Visión se transformó en uno de
los objetivos del Grupo Clarín5, con quien debe competir por el servicio
de internet. Allí trabajan Daniel Martin, Jorge Fullana y Walter Rodrí-
guez. El cable fue su vida.
En el libro Lectura transmedia (2019), Francisco Albarello se pregunta
si los medios pueden morir o ser reemplazados por otros. El balance
que arroja la observación es que los sistemas de comunicación interac-
túan y se embeben entre sí a lo largo del tiempo. Un interés en la histo-
ria de la televisión y sus variantes está lejos de ser puro rescate nostál-
gico o anecdotario; sirve para reflexionar acerca de nuestra interacción
sensitiva con la tecnología. Sirve para repensar la experiencia de quie-
nes no debieron mudarse a los grandes centros urbanos para innovar. Cuando fuimos pioneros
Y sirve, en definitiva, como documento inspiracional para todo aquel
que quiera promover la identidad local en su territorio.

5 Ámbito Financiero (18 de junio de 2008). Otra maniobra de “Clarín” contra un cable
del interior. ámbito.com. https://www.ambito.com/economia/otra-maniobra-cla-
rin-contra-un-cable-del-interior-n3503735

42
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Albarello, F. (2019). Lectura transmedia. Leer, escribir, conversar con el ecosis-


tema de pantallas. Buenos Aires: Ampersand.
Cablevisión Duke [Grupo de Facebook]. https://www.facebook.com/
groups/353168065094021
Lessig, L. (2004) Free Culture. How Big Media uses technology and the law to
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Patricia Feliciana Cantero y Pablo Santiago Scarpaci

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