BOSQUEJO
BOSQUEJO
BOSQUEJO
Esta tarde reflexionaremos sobre lo que le damos a Dios de nuestra vida, porque lo que
le damos a Dios refleja lo que verdaderamente hay en nuestro corazón para El.
Cain trabajaba en la agricultura por lo que su ofrenda al señor es del fruto de la tierra.
Mientras que Abel trabajaba con ovejas. trajo de los primogénitos de sus ovejas de lo
más gordo de ellas una ofrenda al Señor.
De lo que tengo
Con fe
Cain preparo del fruto de la tierra una ofrenda, seguramente era una ofrenda bonita, una
canasta de frutas y legumbres preciosa, seguramente algo muy bonito, algo muy bien
presentado.
Abel busco entre los primogénitos de sus ovejas, busco la primicia, busco la oveja más
gorda, la mejor de todas, pero ¿ha visto usted una oveja? pueden Estar sucias, tienen
mal olor, los insectos andan detrás de ellas, a la vista de Caín seguramente esa ofrenda
era desagradable, y más aún al momento de ofrecerla, pues tenía que matarla, tenía que
derramar su sangre, era una ofrenda sangrienta, nada atractivo comparado con la
ofrenda de Caín
Ambos hicieron algo para Dios, ambos creían que Dios recibiría sus ofrendas, ambos
trajeron sus ofrendas delante del Señor, ¿Por qué solo agrado a Dios la ofrenda de Abel?
Caín creía en Dios, pero no tenía fe en la obra redentora de Dios para su vida, no creía
que necesitaba esa obra redentora de Dios en el.
La ofrenda de Abel era una ofrenda que con la cual reconocía en su vida su fe en lo que
haría
Su agradecimiento por lo que Dios hizo en el huerto de Edén cuando sus padres
pecaron, y el Señor sacrifico un animal para cubrirlos con una túnica.
Su fe en lo que Dios haría, sacrificando a Jesucristo que es el cordero de Dios que quita
el pecado del mundo.
La ofrenda de Caín representa a aquellas personas que no están agradecidos con Dios,
son personas que no reconocen su necesidad de ser redimidos y rescatados por Cristo,
representa el sentir de aquellas personas que piensan que pueden comprar el favor y la
gracia de Dios con sus obras, con su ofrendas, con su dinero.
Abel reconocía que su vida es efímera pues el pecado estaba en él, sabía que tendría que
morir, sabía que un día su vida terminaría y por eso con humildad reconoció que solo la
obra redentora de Dios podía salvarlo.
Resulta que Dios no miro la ofrenda del uno o del otro, Dios
mira el corazon. Dios no vio con agrado a Cain no a la
ofrenda, pero al ver el corazon de Cain, Dios
automáticamente rechazo su ofrenda
Santa
Este pasaje revela que el obrar de Caín fue malo porque “Caín
era del maligno” (1 Jn 3:12). De manera que, para Dios, la
ofrenda aceptable no se mide con estándares humanos de
cantidad y calidad, o si le ofrendas verduras o animales.
Con humildad
Sin discordias
En el capítulo 4 de Génesis encontramos a Caín y Abel, dos hermanos que dieron una
ofrenda a Dios. Hoy veremos cual fue la diferencia entre ambos.
Y aconteció que al transcurrir el tiempo, Caín trajo al Señor una ofrenda del fruto de la
tierra. También Abel, por su parte, trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la
grosura de los mismos. Génesis 4:3-4
Una de las diferencias es que Caín ofreció granos y Abel animales pero esta no fue la
razón por la que Dios rechazó a Caían. Verás, la gran diferencia fue que Abel no dio
una simple ofrenda, no dio cualquier cosa, él dio lo primero (trajo de los primogénitos)
y lo mejor, es por eso que fue visto con agrado delante de Dios.
Muchas veces somos como Caín. Queremos darle cualquier cosa a Dios o le damos lo
que nos sobra y olvidamos que nuestro Dios no es limosnero ni pordiosero. Él no está
ahí con la mano estirada esperando a ver que le damos. Olvidamos que, ¡Él es el Señor,
reina sobre la tierra y es el Dueño de todo! Es importante que sepamos que no toda
ofrenda agrada a Dios.
Dios nos pide que le demos la décima parte de nuestras ganancias, es decir, el diezmo.
Pero no solo debe ser la décima parte, debe ser la primera décima parte. ¿Entiendes la
diferencia? Antes de pagar cualquier cosa, lo primero que debemos hacer al recibir
nuestro sueldo o cheque es tomar ese 10% que le corresponde a Dios y entregárselo.
Debemos dejar a un lado nuestras preocupaciones “¿Y si no me alcanza? ¿Y si no me
rinde la quincena?”, caminar en fe y confiar plenamente en Dios.
Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero a Caín y su ofrenda no miró
con agrado. Y Caín se enojó mucho y su semblante se demudó. Entonces el Señor dijo a
Caín: ¿Por qué estás enojado, y por qué se ha demudado tu semblante? Si haces bien,
¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la puerta y te codicia, pero tú
debes dominarlo. Y Caín dijo a su hermano Abel: vayamos al campo. Y aconteció que
cuando estaban en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo
mató. Génesis 4:4-8
No dejemos que el espíritu de codicia que invadió a Caín domine nuestra vida. Algunas
veces vemos que Dios bendice a nuestro prójimo, que si es fiel y diezmador, y nos
enojamos. Sin embargo, eso no va a resolver nada al igual que la muerte de Abel a
manos de Caín no resolvió su situación. Hoy quiero desafiarte a que seamos hombres
que poner a Dios primero en todo lo que hacen y dan y veremos la bendición de Dios en
nuestras vidas.