Tratado y Estatutos Del Apostolado
Tratado y Estatutos Del Apostolado
Tratado y Estatutos Del Apostolado
MANUAL DE LA ESPIRITUALIDAD
Y ESTATUTOS DEL
APOSTOLADO DE LOS SAGRADOS
CORAZONES
UNIDOS
DE JESÚS Y DE MARÍA
Primera Edición
Autor: Revelaciones privadas a Manuel de Jesús
Edición 2023
Propiedad intelectual: Reservados los derechos. No se permite reproducir, almacenar en sistemas de recuperación de la
información ni transmitir alguna parte de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado electrónico, mecánico, fotocopia,
grabación, etc., sin el permiso previo de los titulares de los derechos de propiedad intelectual.
ISBN:978-9945-18-284-2
Sucederá en los últimos días, dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre todo mortal y
profetizarán sus hijos y sus hijas; sus jóvenes verán visiones y sus ancianos soñarán
sueños. Y también sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu. (Hch 2,
17-18).
Los Últimos Tiempos o Últimos Días se inician desde el momento de la Encarnación
del Verbo en el Vientre Purísimo de María. No hay que confundirlos con el fin del mundo,
tiempo de la consumación, que solo Dios Padre conoce.
El ángel respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y se le llamará Hijo de Dios. (Lc 1,
35).
El Espíritu Santo de Dios, al cubrir a María con su sombra en la Anunciación, estableció
la unión de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, para restablecer en la
humanidad y en toda la creación lo que habían perdido nuestros primeros padres: Adán
y Eva. Todo por causa de la desobediencia a Dios y que dio origen al pecado y a la
muerte.
El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo. (1 Jn 3, 8b).
Ha venido para que tengamos vida y vida abundante: Yo he venido para que tengan vida
y la tengan en abundancia. (Jn 10, 10b).
Es el Camino, la Verdad y la Vida que conduce al Padre: Yo soy el Camino, la Verdad y
la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. (Jn 14, 6b).
Toda su vida pública fue un mostrarnos el rostro misericordioso de su Padre. Jesús nos
enseñó en la oración del Padre Nuestro que pidamos su Reino y que se haga su Voluntad
así en la tierra como en el cielo (Mt 6, 10b).
Sabemos que en ningún periodo de la historia hemos vivido en la Voluntad de Dios,
tampoco en el presente lo hacemos; pero eso no quiere decir que Dios Padre no pueda
conceder, en un futuro, el deseo de su Hijo amado: … Para que todos sean uno como
tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo
crea que tú me has enviado. Yo les he dado la Gloria que tú me diste, para que sean uno
como nosotros somos uno... (Jn 17, 21-22).
A lo largo de los siglos Dios ha suscitado en su Iglesia instrumentos proféticos que fueron
en su momento: perseguidos, difamados, censurados y muchos otros martirizados por
su fe. Cuando un profeta es auténtico, Dios no lo libra de la cruz, pero se encarga, en
su tiempo, de mostrar su autenticidad.
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La lista en la Iglesia católica es larga, sobre todo en cuanto corresponde a las
revelaciones privadas. Por ejemplo, costó siglos que la Devoción al Corazón de Jesús
fuese aceptada a nivel universal.
Los cuatro grandes dogmas marianos fueron un largo proceso de controversias
teológicas antes que la Iglesia proclamase su definición.
Más reciente tenemos las revelaciones de Fátima que, aun cuando no sea dogma de
fe creer en sus apariciones, no se puede negar el impacto universal, y sobre todo en la
Iglesia. De ella se refirió el Papa Emérito Benedicto XVI, quien afirmaba que Fátima es
un tema no concluido. Es allí en Fátima donde se profetizó el Triunfo del Inmaculado
Corazón de María. Ella se presenta, con dolor, como embajadora del Padre Dios, en
medio de la Primera Guerra Mundial y advierte que, si no obedecemos su pedido vendría
una guerra peor; como en efecto ocurrió en la Segunda Guerra Mundial. Suplicó que
dejáramos de ofender a su Hijo, que estaba demasiado ofendido.
San Juan Pablo II estuvo muy vinculado a los acontecimientos de Fátima, ya que le
atribuyó a la Virgen el hecho de haberlo librado de la muerte el 13 de mayo de 1981. San
Pio de Pietrelcina también fue testigo del favor de la Virgen del Rosario de Fátima.
Sabemos que todas las profecías están condicionadas a nuestra respuesta de
arrepentimiento, e invitan a la penitencia y a la conversión.
Recordemos el siguiente pasaje evangélico: Les respondió Jesús: ¿Piensan que esos
galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas
cosas? No, se lo aseguro; y si no se convierten, todos perecerán del mismo modo. O
aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé y los mató, ¿piensan que
eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? No, se lo
aseguro; y si no se convierten, todos perecerán del mismo modo (Lc 13, 2-5).
El Diario de santa Faustina tuvo prohibida su divulgación por más de 20 años hasta
que, el entonces Cardenal Carol Wojtyla, hoy san Juan Pablo II, revocó por completo la
prohibición. En él encontramos el siguiente mensaje de Jesús a santa Faustina y al
mundo: Habla al mundo de mi Misericordia… es una Señal de los Últimos Tiempos,
después de ella vendrá el día de la justicia (Diario 848). Prepararás al mundo para mi
última venida. (Diario 429). Habla a las almas de esta gran misericordia mía porque está
cercano el día terrible, el día de mi justicia. (Diario 965).
Antes del día de la Justicia, envío el día de la Misericordia (Diario 1588). Estoy
prolongando el tiempo de la Misericordia, pero ¡Ay de ellos si no reconocen este tiempo
de mi visita! (Diario 1160).
El Papa san Juan Pablo II, el día de la canonización de santa Faustina, el 30 de abril de
2000, Domingo de la Misericordia, entre otras cosas, dijo en su homilía: Jesús dijo a sor
Faustina: la humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a mi
Misericordia (Diario 300).
A través de la obra de la religiosa polaca, este mensaje se ha vinculado para siempre al
siglo XX. Último del segundo milenio, parte hacia el tercero.
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Todavía queda tiempo, que recurran pues, a la Fuente de mi Misericordia (Diario 848).
Quien no quiera pasar por la puerta de mi Misericordia, tiene que pasar por la puerta de
mi Justicia… (Diario 1146).
Los mensajes conocidos como Últimos Llamados de Amor y Conversión a la
humanidad son una recapitulación de todas las manifestaciones que están en fidelidad
al Magisterio de la Iglesia y sometidos a su juicio definitivo.
El instrumento que Dios eligió para esta misión se llama Manuel de Jesús, quien, desde
niño, ha sido favorecido de gracias místicas. Hasta hace poco tiempo estuvo en
anonimato.
El 9 de abril de 2015, Manuel de Jesús recibe un Llamado, el Señor Jesús le dice:
Los rayos de mi Misericordia abrazarán al mundo entero, que con el amor que brota de
mi Sagrado Corazón disiparé todo mal y las tristezas de aquellas almas que acepten mis
palabras con la santa fe. Y un año antes de que el Papa Francisco proclamase el Año de
la Misericordia en 2016, recibe el siguiente Llamado: Mis queridos hijos, estamos en los
Tiempos de la Misericordia, donde vendré a reunir a mi pueblo fiel, a aquellos que han
tenido un encuentro vivo conmigo. Seré Yo quien reuniré a mi rebaño, junto a la Divina
Pastora de las almas que los conducirá, guiará y enseñará la gloria de mi Reino,
extendiéndose como una Llama de Amor en todos los corazones que crean en Mí… oren,
oren, oren…
Se me ha pedido, acompañar espiritualmente a este instrumento de Dios y al Apostolado
que se le ha confiado.
Todos aquellos que profesan, en cualquier parte del mundo, devoción y amor a los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María son parte de este Llamado y
apóstoles de los Últimos Tiempos, bajo la fiel protección y custodia de nuestro amado
San José.
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PROLOGO
PREFACIO
Este libro, escrito por Voluntad Divina, tiene como fin anunciar, reunir,
guiar e instruir al Resto Fiel: los Apóstoles de los Sagrados Corazones
Unidos de Jesús y de María y de los Últimos Tiempos.
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PREAMBULO
“¡Ah! ¿Cuándo llegará ese tiempo dichoso? dice un santo varón en nuestros días,
ferviente enamorado de María, ¿cuándo llegará ese tiempo dichoso, en que la Excelsa
María sea establecida como Señora y Soberana en los corazones, para someterlos
plenamente al Imperio de su Excelso y Único Jesús? ¿Cuándo respirarán las almas a
María como los cuerpos respiran el aire? Cosas maravillosas sucederán entonces en la
tierra, donde el Espíritu Santo al encontrar a su Querida Esposa como reproducida en
las almas, vendrá a ellas con la abundancia de sus Dones y las llenará de ellos,
especialmente el de Sabiduría, para realizar maravillas de gracia.
¿Cuándo llegará, hermano mío, ese tiempo dichoso? ese Siglo de María en el que
muchas almas escogidas y obtenidas del Altísimo por María, perdiéndose ellas mismas
en el abismo de su interior, se transformen en copias vivientes de la Santísima Virgen
para amar y glorificar a Jesucristo. Ese tiempo sólo llegará cuando se conozca y viva la
devoción que yo enseño: ¡SEÑOR, PARA QUE VENGA TU REINO, ¡VENGA EL REINO
DE MARÍA!”.
56- Pero ¿qué serán estos servidores, esclavos e hijos de María? Serán fuego encendido
(Sal 104 [103], 4; Heb 1,7), ministros del Señor que prenderán por todas partes el fuego
del Amor Divino. Serán flechas agudas en la Mano Poderosa de María para atravesar a
sus enemigos: como saetas en manos de un guerrero (Sal 127 [126], 4).
59- Por último, sabemos que serán verdaderos discípulos de Jesucristo. Caminarán
sobre las huellas de su pobreza, humildad, desprecio de lo mundano y caridad
Evangélica, y enseñarán la senda estrecha de Dios en la pura verdad, conforme al Santo
Evangelio y no a los códigos mundanos, sin inquietarse por nada ni hacer acepción de
personas; sin perdonar, ni escuchar, ni temer a ningún mortal por poderoso que sea.
Llevarán en la boca la espada de dos filos de la Palabra de Dios (Heb 4,12); sobre sus
hombros, el estandarte ensangrentado de la Cruz; en la mano derecha, la Cruz Gloriosa
de los Sagrados Corazones Unidos; el Rosario en la izquierda; LOS SAGRADOS
NOMBRES DE JESÚS Y DE MARÍA EN EL CORAZÓN, y en toda su conducta la
modestia y mortificación de Jesucristo. Tales serán los grandes hombres que vendrán y
a quienes María formará por orden del Altísimo para extender su Imperio sobre el de los
impíos, idólatras y mahometanos. Pero ¿cuándo y cómo sucederá esto?... ¡Sólo Dios lo
sabe! A nosotros nos toca callar, orar, suspirar y esperar: “Yo esperaba con ansia al
Señor” (Sal 40 [39], 2).
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INTRODUCCIÓN
El apostolado de los seglares surge de su misma vocación cristiana, nunca puede faltar
en la Iglesia. Cuan espontánea y fructuosa fue esta actividad en los orígenes de la Iglesia
lo demuestran abundantemente las mismas sagradas escrituras (Hch 11, 19-21; 18, 26;
Rom 16, 1-16; Fil, 3).
El apostolado de los fieles es la acción del Espíritu Santo, que impela hoy a los hombres
fieles a ser más conscientes de su responsabilidad, y los inclina a todas partes al servicio
de Jesucristo y de su Iglesia. 1
Los tiempos actuales piden un apostolado más intenso y amplio, porque el número de
los hombres que aumentan día a día, el progreso de las ciencias y de las técnicas, las
relaciones más estrechas entre los hombres han extendido hasta lo infinito los campos
inmensos del apostolado seglar, se necesita de la ayuda de los fieles que exigen también
cuidado y preocupación de los pastores de almas. 1
La Iglesia ha nacido con el fin de que, por la propagación del Reino de Dios en toda la
tierra, para gloria de Dios Padre, sean partícipes de la redención salvadora todos los
hombres y por su medio se ordene realmente todo el mundo a Cristo. Todo el esfuerzo
del cuerpo místico, dirigido a este fin, se llama apostolado, que ejerce la Iglesia por todos
sus miembros y de diversas maneras, (según Dios Espíritu Santo suscite en su pueblo),
porque la vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación al
apostolado.
En la Iglesia hay variedad de ministerios, pero unidad de misión. A los apóstoles y a sus
sucesores les confirió Cristo el encargo de enseñar, de santificar y de regir en su mismo
nombre y autoridad.
1
Documento Apostolicam Actuositatem del Concilio Vaticano II (A.a).
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Más, los fieles hechos participes del ministerio sacerdotal, profético y real de Cristo,
cumplen su tarea propia en la misión de todo el pueblo de Dios, en la Iglesia y en el
mundo. Ejercen su apostolado con su trabajo para la evangelización y santificación de
los hombres y para la función y el desempeño de los negocios temporales, llevado a
cabo con espíritu evangélico, de forma que su laboriosidad en este aspecto sea un claro
testimonio de Cristo y sirva para la salvación de los hombres. Pero siendo propio del
estado de los seglares vivir en medio del mundo y de los negocios temporales, ellos son
llamados por Dios para que, fervientes en el espíritu cristiano, ejerzan su apostolado en
el mundo a manera de fermento.
Los cristianos seglares obtienen el derecho y la obligación del apostolado por su unión
con Cristo cabeza. Ya que, incluidos por el Bautismo en el cuerpo místico de Cristo,
robustecidos por la Confirmación en la fortaleza del Espíritu Santo, son destinados al
apostolado por el mismo Señor. Se consagran como sacerdocio real y gente santa (1Pe
2, 4-10) para ofrecer hostias espirituales por medio de todas sus obras y para dar
testimonio de Cristo en todas las partes del mundo. La caridad, que es como el alma de
todo apostolado, se comunica y mantiene con los sacramentos, sobre todo el sacramento
más grande y culmen de toda la vida de la Iglesia, la Sagrada Eucaristía.
Para practicar este Apostolado, el Espíritu Santo que produce la santificación del pueblo
de Dios, por el ministerio y por los sacramentos, concede también dones peculiares a los
fieles (1Cor 12, 7), distribuyéndolos a cada uno según quiere (1Cor 12, 11), para que
cada uno, según la gracia recibida, poniéndola al servicio de los otros, sean también ellos
administradores de la multiforme gracia de Dios (1Pe 4, 10) para la edificación de todo
el cuerpo en la caridad (Ef 4, 16). De la recepción de estos carismas, incluso de los más
sencillos, procede a cada uno de los creyentes el derecho y la obligación de ejercitarlos
en la Iglesia, en la libertad del Espíritu Santo, que sopla donde quiere (Jn 3, 8) y al mismo
tiempo en unión con los hermanos de Cristo, sobre todo con sus pastores, a quienes
pertenece juzgar según su genuina naturaleza y su debida aplicación, no por cierto para
que apaguen el Espíritu, sino con el fin que todo lo aprueben y retengan lo que es bueno
(1Tes 5, 12, 19, 21).
Siendo Cristo enviado por el Padre, fuente y origen de todo Apostolado de la Iglesia, es
evidente que la fecundidad del apostolado seglar dependa de su unión vital con Cristo,
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porque dice el Señor: “permaneced en Mí y Yo en vosotros, el que permanece en Mí y
Yo en él, ese da mucho fruto, porque sin Mí no podéis hacer nada.” (Jn 15, 4-5).
Esta vida de unión intima con Cristo en la Iglesia nutre de auxilios espirituales que son
comunes a todos los fieles, sobre todo por la participación activa en la Sagrada Liturgia,
de tal forma los han de utilizar los fieles que mientras cumplen debidamente las
obligaciones del mundo en las circunstancias ordinaria de la vida, no separen la unión
con Cristo de las actividades de su vida, sino que han de crecer en ella cumpliendo su
deber según la Divina Voluntad de Dios.
Es preciso que los seglares avancen en la santidad, decididos y animosos por este
camino, esforzándose en superar las dificultades con prudencia y paciencia, nada en su
vida debe ser ajeno a la orientación espiritual, ni las preocupaciones familiares, ni otros
negocios temporales, según las palabras del apóstol: todo cuanto hacéis de palabra o de
obra, hacedlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre, por Él (Col 3,
17). Pero una vida así exige un ejercicio continuo de la fe, de la esperanza y de la caridad.
Impulsados por la caridad, que procede de Dios, hacen el bien a todos, pero
especialmente a los hermanos en la fe (Gal 6, 10), despojándose de toda maldad y de
todo engaño, de hipocresías, envidias y maledicencias (1Pe 2, 1), atrayendo de esta
forma los hombres a Cristo. Mas la caridad de Dios que se ha derramado en nuestros
corazones por virtud del Espíritu Divino que se nos ha sido dado (Rm 5, 5) hace a los
seglares capaces de expresar realmente en su vida el espíritu de las bienaventuranzas.
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ayudan mutuamente en cualquier necesidad. No descuidan, pues, el cultivo asiduo de
las cualidades y dotes convenientes, para ello es que se les han dado, y son el uso propio
de los dones recibidos del Espíritu Santo.
Además, los fieles deben apreciar como es debido dar testimonio de su fe en el ambiente
profesional, familiar y cívico y esas virtudes que exigen de las costumbres sociales, como
la honradez, el espíritu de justicia, la sinceridad, la delicadeza, la fortaleza del alma, sin
las que no puede darse la verdadera vida cristiana (A.a).
El Apostolado está dirigido a toda la humanidad, a todos los católicos del mundo, y a
toda persona que desee participar en la transformación de la sociedad en la construcción
de la paz y el amor, signos del Reino de Dios.
Este Apostolado y las revelaciones que el escogido por Jesús y María, Manuel de Jesús,
recibe, son los Últimos Llamados de Amor y Conversión a la humanidad, y un Llamado
para unir.
Nuestra Santa Madre pide la unidad de todos sus hijos conformando el Ejercito Mariano
del final de los tiempos, que extiende el Evangelio de su Hijo Jesús por medio del
testimonio de vida y hace triunfar los Derechos de Dios y de su Iglesia.
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sus hermanos y lucha por amor a Dios y la salvación del prójimo.
En estos Llamados que Manuel de Jesús recibe de Jesús y de María, se nos invita a
seguirle en un camino de santidad y entrega y nos llama a la obediencia a la Iglesia y
formar así una gran hoguera junto a nuestros pastores, con el fuego del Divino Espíritu
Santo como los apóstoles y la Santísima Madre en Pentecostés.
La Santísima Madre quiere suscitar a hijos valientes y decididos. María es la Madre que
evangeliza siempre y quiere que nosotros seamos discípulos de su Corazón, alumnos
de la escuela de María como lo repetía constantemente el Santo Padre Juan Pablo II,
ser todo de María, vivir con María, en María, por María y para María, sabiendo que, de
su mano, de la sencilla mujer de Nazaret, Madre y Virgen, Esposa y Esclava, llegaremos
seguramente a Jesús, como María lo dijo en uno de sus Llamados:
Por eso, consagrándonos a María como sus hijos y apóstoles seremos realmente sus
siervos que amamos y obedecemos; seamos como María, sencillos, puros y limpios, que
nuestra única preocupación sea dar a conocer a Cristo, su Hijo, evangelizando. Por eso
llamamos al mundo a la consagración al Corazón Doloroso e Inmaculado de María para
formar así su gran Ejercito Mariano.
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La Santa Madre llama a sus hijos, comprometidos con la Iglesia o no, a esta gran lucha,
y formar parte de su Gran Ejército Victorioso de su Corazón Doloroso e Inmaculado.
Luchemos juntos todos los hijos de la santa Iglesia para que las intenciones del Sagrado
Corazón de Jesús y del Doloroso e Inmaculado Corazón de María sean realizadas en el
mundo y en la Iglesia.
Nuestra Señora viene, una última vez, haciendo un Llamado de Amor para la conversión
y la unidad de sus hijos y de sus escogidos, para formar un nuevo Cenáculo que clame
y reciba el advenimiento de un Segundo Pentecostés para toda la Iglesia y toda la
humanidad.
Todos pueden formar los Cenáculos de Oración del Apostolado de los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María, iniciando desde sus propias familias y
comunidades, preparándonos para el Gran Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado
de María, y el advenimiento del Reinado Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesucristo,
Rey del universo.
Este Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos es un Llamado Urgente para todos
los cristianos, que, unidos a los Dos Sacratísimos Corazones de Amor, como un solo
Cenáculo universal, Mariano y Eucarístico, traigan ese plan de salvación para las almas
y extender el Reino de Dios en todos los corazones.
Este Llamado a ser apóstoles de los Dos Santos Corazones Unidos, es un Llamado
Urgente a la unidad, debemos renunciar a nuestros intereses propios, debemos
renunciar a nuestros proyectos personales, debemos renunciar a nuestros planes y
debemos estar unidos, porque si estamos unidos, los Dos Sagrados Corazones de Jesús
y de María, traerán su Triunfo de Amor, pero debemos ser un solo corazón para recibir
ese Nuevo Pentecostés.
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Amor-Fiat, ese Reino Eucarístico que vendrá con el Triunfo del Doloroso e Inmaculado
Corazón de María, Reino que será implantado en nuestros corazones si estamos unidos,
Reino que vendrá a nuestros corazones si respondemos a este Llamado de Amor.
“Tenemos que ganar el mundo entero y cada alma, ahora y en el futuro, hasta el final de
los tiempos, para la Inmaculada, y a través de Ella, para el Corazón Eucarístico de
Jesús.” (San Maximiliano María Kolbe).
Los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y de los Últimos
Tiempos se levantan como una fuerza del Espíritu Santo para revitalizar a la Iglesia,
dándole ese nuevo ímpetu de celo por la salvación de las almas, esos corazones
encendidos en el Fuego del Divino Amor que arde, en sus corazones de apóstoles de los
Últimos Tiempos, como una Llama de Amor.
Este Apostolado es un instrumento para unir a toda la Iglesia, es una fuerza de ayuda
para la Iglesia en el mundo, para que, como su brazo derecho, encuentre en este
Apostolado la ayuda necesaria para la evangelización en todo el mundo.
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Esta es una Gran Obra de Amor y Evangelización que se compromete a perseverar para
traer este Nuevo Pentecostés que, a través de María, se hará presente para volver a
nuestro origen verdadero: la Iglesia católica, aquella que predica, anuncia, declara y
profetiza por el Espíritu Santo que la dirige, la acompaña, la auxilia y confirma.
Este Apostolado velará sobre toda la Iglesia fiel que, reunida en una comunión de amor
y alianza con los Dos Sagrados Corazones, volverá a nacer de la Sangre del Cordero, el
Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, y del Espíritu que está actuante y vivo en el
Doloroso e Inmaculado Corazón de María.
El Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María es para todas las
almas, no para competencias y rivalidades, sino para orar juntos y reconciliando las
almas ganemos el universo para Cristo, estableciendo su Reinado Eucarístico en Divina
Voluntad a través del Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, nuestra
Santa Mamá.
“Los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y de los Últimos
Tiempos son el Linaje de la Mujer que aplasta al mal y hermanos del Cordero de Dios
que Triunfa sobre la muerte y el pecado” (Manuel de Jesús).
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AVISO PRELIMINAR
El Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y María es un sistema que
no puede perder su equilibrio y comunión con todos los miembros del Apostolado y de la
Iglesia, por eso no se puede cambiar, ni suprimir ninguna de sus partes.
Para ser miembro del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de
María , debe hacerse mediante los sacerdotes directores espirituales ,
coordinadores , vicecoordinadores o responsables de Cenáculos de Oración ,
legítimamente ya constituidos.
Es muy importante que los miembros y los que aspiran a ser parte del Apostolado de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María perseveren, tomen con sinceridad y
seriedad esta misión que el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús suscita, que sean
obedientes y participen de las actividades y de la vida apostólica del mismo.
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PROEMIO
Nuestro Señor Jesucristo, en el Evangelio nos enseña a orar. A la petición de sus
Apóstoles, Jesús nos enseñó como dirigirnos al Eterno Padre y la primera petición de la
oración del Padre Nuestro es: “venga a nosotros tu Reino” (S. Mateo 6, 10). Jesús,
nuestro amado Señor, nos ha enseñado a buscar el Reino de Dios y todo se nos dará
por añadidura (S. Mateo 6, 33); pues esa fue la Misión de Nuestro Señor Jesucristo, Hijo
de Dios, traer ese Reino de Amor en los corazones de los hombres, Reino que es Amor,
Justicia y Vida (Romanos 14, 17), este Reino que a través del Espíritu Santo se ha
concretizado en la creación, ese Reino de Amor que se hace presente en medio de
nosotros (S. Lucas 17, 21); ese Reino de Amor, traído por la Voluntad Divina, por eso no
es coincidencia que después de esta petición primera de la oración del Padre Nuestro
se pida: hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo, porque en el Cielo está el
Reino perdurable de Amor y Vida Eterna para los Bienaventurados que fueron fieles en
el amor a Dios y al prójimo.
Ese Reino, que Nuestro Señor Jesucristo nos ha traído, es un Plan de la Divina Voluntad.
Divina Voluntad que, reinando en los corazones, nos hace actuar en ese Reino, en ese
ideal, en ese proyecto de salvación de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
para con los hombres, porque la Voluntad de Dios es que todos nos salvemos (1Timoteo
2, 4), y Jesús por eso clamó en Getsemaní “Padre hágase tu voluntad y no la mía” (S.
Lucas 22,42), porque esa Voluntad de Amor nos trae la salvación, Jesucristo.
Este plan de amor se cumplió, en la plenitud de los tiempos (Gálatas 4, 4), cuando
Nuestro Señor viene a nosotros a través de la siempre esclava y humilde Servidora del
Señor, una Virgen de Nazaret que, con su humildad, obedeció la Voluntad Divina por
Amor a Dios y por amor a la salvación de los hombres.
Nuestro Señor pudo venir sin pasar bajo la ley natural de los hombres, pero, Él quiso
venir igual como uno de nosotros. Jesús compartió nuestra condición, menos en el
pecado. Jesucristo vino al mundo para redimirnos y salvarnos de la muerte y del pecado,
ya que por el pecado vino la muerte al mundo (Romanos 5, 12), y Jesús como Nuevo
Adán nos trajo la vida (1 Corintios 15, 22); como descendencia de Adán morimos por el
pecado, pero Cristo, Nuevo Adán, nos trae vida y Espíritu Santo.
26
mujer contribuyó a la muerte, así también otra mujer contribuyera a la vida" (Lumen
Gentium, 56).
Dios Padre Tierno y Misericordioso envió a su Hijo, la Salvación misma, pero lo dio
únicamente por María, a través de María; el Padre Misericordioso en el Hijo, con la acción
del Espíritu Santo vienen por primera vez a nuestro encuentro por medio de María, en el
Misterio de la Anunciación-Encarnación.
Ese Reino de Amor, por la salvación de los hombres y la fundación de la Iglesia, Casa
de Dios Padre Tierno y Misericordioso en la tierra, vino por medio de una humildísima
criatura, creada, apartada, consagrada desde el principio, por el designio de Dios Padre
para, a través de esa Mujer, que aplastaría la cabeza de la serpiente (Génesis 3, 15) y
está al pie de la Cruz (Juan 19, 25), enviar a su Hijo y extender su Reino de Amor, Reino
que se extendió con la Misión Mesiánica de Jesús, pero Reino que inició en el Vientre
Inmaculado de María. En el Vientre de María inicia la historia del Amor de Dios hecho
Hombre.
El anhelo de Jesús era que los hombres se convirtieran y acogieran el Reino de Dios en
sus corazones, ya que el Reino de Dios es para los corazones, Reino que tiene su
plenitud y sede en el Doloroso e Inmaculado Corazón de María, por eso Nuestro Señor
la alabó grandemente en su vida apostólica diciendo: Dichosos los que hacen la Voluntad
del Padre (Lucas 11, 28); y decía: que su Madre y sus Hermanos eran los que hacían la
Voluntad de su Padre (Lucas 8, 21), ¿qué creatura alguna, después de Nuestro Señor
Jesucristo, obedeció la Divina Voluntad como lo hizo María? ¿De quién Jesús tiene el
mayor ejemplo de hacer en todo la Divina Voluntad? Sino que, de María, la que dijo
hágase tu Voluntad, ese Hágase que se inició en el Corazón de María, Corazón
impregnado del Reino del Fiat, ese Fiat que después Jesús lo llevó en su Corazón
Sacratísimo para realizarnos la Redención.
En estos Últimos Tiempos que estamos viviendo, parece que el corazón de los hombres
esté distraído de su meta, de su fin, vivir ese Reino de Amor, Redención y Fiat. Pero
Nuestro Señor no quiere que los hombres se pierdan, sino que, desde el principio al
haber cometido Adán y Eva el pecado original, Dios Padre Tierno y Misericordioso
preparó un plan maestro y único: otra Pareja, varón y mujer que traerían vida e
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implantaría ese Reino del Fiat en el mundo, en los corazones, esa pareja bendita haría
un Reino de apóstoles, profetas y sacerdotes para nuestro Dios (1 Pedro 2, 9); una
Pareja, de un Nuevo Adán y una Nueva Eva, solo que esa Eva es ahora el Árbol de la
Vida y ese Adán es el Fruto Bendito de ese Árbol (Lucas 1, 42).
Estos Dos Corazones Unidos en Amor Santo por el Espíritu Divino, revelado ahora por
Divina Voluntad, porque es necesario que los Dos Corazones de Jesús y de María sean
revelados juntos y triunfen juntos. Unidos estaban en el momento del Sacrificio en la
Cruz, unidos deben estar ahora en el Triunfo de Dios sobre el mal y el pecado.
Jesucristo, formado por el Espíritu Santo en el vientre de María, escogió apóstoles para
su Obra, apóstoles que cooperarán con Él, en la conquista de los corazones para Dios;
esos apóstoles que, formados por el Espíritu Santo, reconocieron a Jesús como único
Dios y Salvador. Esos Apóstoles recibieron al Espíritu Santo en Pentecostés, pero en
ese Pentecostés, María era el centro de ese Cenáculo de Amor-Fiat. Pentecostés para
María fue entonces un nuevo Belén, ya no estaba recibiendo solo a Jesús, sino que
estaba recibiendo otra vez por la Sombra del Espíritu Santo, el Cuerpo Místico de Cristo:
la Iglesia. María Madre de Jesús y de su Cuerpo la Iglesia, formó, guio, nutrió y educó a
la Iglesia, para que esta Iglesia fuera fiel a su Señor.
En el principio de la Iglesia los Apóstoles eran Doce, pero su deseo era tener un solo
corazón y una sola mente; esto era posible porque Nuestra Señora, la Madre de
Pentecostés, estaba en el centro de sus corazones sencillos. En el Corazón Doloroso e
Inmaculado de la Mamá, los apóstoles y discípulos se volvieron un solo corazón, pues la
Bendita Mamá estaba en el centro y los apóstoles la rodeaban, y esos apóstoles salieron
con nuevas fuerzas, impulsados por el Espíritu Santo y bajo la Celestial mirada de María
a anunciar a Jesucristo, Rey del universo.
Así como Jesús inicio la Obra de la Redención por el impulso de María (Juan 2, 3-4), por
ese mismo impulso de la Mamá Celestial, somos invitados a participar de esta Obra,
culmen para estos Últimos Tiempos, y a través de Nuestra Señora convertirnos en esa
imagen viva de Jesús, llevando también, como su Ejército Mariano una lucha sin tregua
para reconciliar a los hombres con Dios, para restablecer una Verdadera Alianza de Amor
con Dios.
28
Sin miedo abrimos nuestros corazones a nuestra Madre del Cielo, Madre de la Segunda
Venida de Jesús, abriendo el corazón para que se implante en nuestros pequeños
corazones el Reino de Dios y de los Dos Corazones de Jesús y de María, un solo Reino
Supremo del Fiat y así con el corazón encendido del Amor Divino, con esa Llama de un
Nuevo Pentecostés, inflamemos a la humanidad de amor hacia Dios Padre Tierno y
Misericordioso.
Este Apostolado es una Obra Eucarística y Mariana con nuestra sencilla disposición,
pero perseverante. Por medio de nuestra consagración a los Sagrados Corazones
Unidos de Jesús y de María, nuestros corazones se disponen a servir en esta Obra para
realizar el Reino del Amor Eucarístico, Jesús y María en cada corazón, construyendo la
Civilización del Amor.
El Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos es un llamado urgente para todos los
cristianos que, unidos a los Dos Corazones de Amor, como un solo Cenáculo Eucarístico
y Mariano, traigan ese plan de salvación para las almas y extender el Reino de Dios
Padre Tierno y Misericordioso en todos los corazones, siendo una realidad el Reinado
Social del Corazón de Jesús.
29
CAPÍTULO I
La Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo son un mismo Dios en Tres Personas
Distintas, es decir, ese Dios es el Padre Creador, Dios es el Hijo Redentor, Dios es el
Espíritu Santo, son Tres Personas Distintas que comparten una misma Alianza y
Comunión de Amor.
Amado hijo soy la Santísima Trinidad, soy vuestro Dios Trino y Uno. Para que el Fuego
del Amor Divino ingrese en cada alma y puedan entregar sus pecados, deben abrir sus
corazones para que entremos y cenemos (Ap. 3, 20) con ustedes y así purifiquemos
vuestras vidas y vuestro interior.
Este Dios se reveló a Israel como el Único Dios, haciendo un llamado a ese pueblo para
que lo reconocieran como Único Señor y al reconocerlo como Único Señor, deberían
amarlo con toda su alma y con toda su fuerza (Dt 6, 4-5).
Este Dios Trino y Uno, se ha revelado a su pueblo a través de los profetas, hombres
ungidos en el Espíritu del Señor, que reconocieron la Divina Voluntad de Dios, por su
esfuerzo y ayuda de la gracia comprendieron: “con Dios todo, sin Dios nada”. Este Dios
invitó a los hombres que volvieran a Él, con todo el corazón.
30
El primer paso de ese volver es el arrepentimiento, un arrepentimiento que no consista
solo en un remordimiento moral, sino en dolor de haber ofendido a un Dios que ama
inmensamente a sus creaturas. Al reconocer esto con todo el corazón tendrás que
definirte, tomar una decisión, ¿responderás con un Fiat salido desde el amor?
El Señor llamó a Israel y a través del santo profeta Elías, les pidió una decisión, si
escogerían al Dios Vivo de los Ejércitos, o escogerían a los ídolos baales, es decir Dios
o el mundo, la Santidad o el pecado. Por eso muy pocas almas se atreven a profundizar
en este Misterio porque es de su conocimiento que, al acercarse, adentrarse y
esconderse en Dios, significa renunciar a Satanás y evitar en todo aspecto el pecado por
puro Amor-Fiat a Dios.
Creaturas todas mías, las he creado por Amor. Han salido de mi Amor y es necesario
que regresen a mi Amor, que vivan del Amor, que amen al Amor. El pecado alejó a mis
hijos del Amor y de la comunión conmigo, su Padre.
Hijos míos, como Dios Padre Tierno y Misericordioso, con la Corona, con el Apostolado,
estoy haciendo un Ultimo Llamado a la humanidad para que regrese a mis brazos de
Padre.
31
La Santísima Trinidad encuentra su Sagrario y Templo Viviente en María Santísima,
porque en la Madre, en el momento de la Anunciación-Encarnación del Hijo, Dios
también se reveló como Trinidad; como Padre y a la vez como el Hijo, porque el Hijo es
consubstancial al Padre, porque es en Él y con Él, un mismo Único Dios.
El Espíritu Santo fue enviado a cubrir a la Madre María (S. Lucas 1, 35), fue enviado en
el Nombre del Padre, con la participación de la Eterna Palabra, su Hijo, porque este
Espíritu Santo fue enviado por la Santísima Trinidad (S. Juan 14, 26), se revela con Ellos
mismos en un Dios Único, y con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria,
que recibieron por primera vez por el Doloroso e Inmaculado Corazón de María,
rindiéndose a su Divina Voluntad (S. Lucas 1, 38).
Este Dios Trino y Uno tiene toda la verdad, que solo Dios es. Dios es la plenitud del ser
y de toda perfección, sin origen y sin fin. Es solo por sí mismo y por sí mismo todo lo que
es.
Cuando mi Madre dijo “Sí” al Plan Redentor de mi Padre Eterno, el Espíritu Santo la
tomó. A través de la rendición de la voluntad de mi Madre a la Voluntad del Padre, el
Espíritu Santo produjo el gran milagro de la Encarnación, es así cuando Yo fui concebido
en el seno de mi Mamá por medio de la Gracia Divina. Cuando mi Mamá dijo “Sí”, la
Trinidad Santísima actuó en la vida y en el ser de mi Mamá Celestial.
Es necesario que oren para que viendo el ejemplo de mi Mamá al decir “Sí” a Dios y al
decir “No” a Ella misma, se produjo la Gracia de la Encarnación y desde la Encarnación,
la Redención de todos los hombres.
Cuando ustedes se dicen “no” y dicen “sí” a lo que Nuestros Sagrados Corazones
esperan de ustedes, mi insondable misericordia puede hacer grandes obras.
Yo deseo con todo mi Corazón que sean santos para que cada día sean nuevos pasos
hacia la santidad y no hacia la perdición. Pero todo inicia con el “sí”, con el “hágase”, con
la rendición de vuestras voluntades a la mía.
32
Yo soy Hijo del “Fiat” de mi Mamá Celestial. Oren, queridos hijos, para que ese “Fiat” de
mi Mamá se multiplique en ustedes, de fruto en ustedes, sea visible en ustedes.
Les doy mi bendición compasiva, piadosa, anhelante del amor de ustedes, deseosa de
ser amada por ustedes.
Este Dios, que es la Verdad, es Verdad en el principio de su Palabra, por siempre será
Verdad Eterna, todos tus Juicios son justos Señor (Salmo 110, 160).
Todas estas Palabras salidas de la Boca de Dios (2 Sam 7, 28), por eso las Promesas
de Dios se realizan siempre (Dt 7, 9), y, como Dios es la verdad misma, así como lo hizo
María el hombre, imitando su ejemplo, debe entregarse totalmente a Dios, poniendo
como María, la fidelidad en practicar sus Palabras que son Verdad, Luz y Vida. Palabra
que se Encarnó en María, Palabra Encarnada que es Jesucristo, por eso mismo es la
Revelación que la Madre María ha ayudado a sus hijos a comprenderlas y vivirlas.
Esta Palabra que es verdad, hace que María sea la Madre de la Verdad, esta Verdad
está Encarnada, por eso María se convierte en la que gestó en su Inmaculado Vientre la
verdad misma, Jesucristo. Madre de la Sabiduría de Dios, sabiduría que rige el orden de
la creación (Sb 13, 1-9). Este Dios, que se revela como Trinidad en el Misterio de la
Anunciación-Encarnación, es el que puede dar el conocimiento perfecto y verdadero de
todas las cosas creadas en relación con Él (Sb 7, 17-21).
Dios es también Verdadero cuando se revela como Dios Trino y Uno en la Encarnación,
revelando que su Doctrina es Verdad (Mal 2, 6). Porque cuando envió a su hijo al mundo
por medio del Fiat Corredentor de María, lo envió para que diera testimonio de la Verdad
(1 Jn 18, 37), y la Madre María fue la primera testigo de esta Verdad, porque este Hijo
de Dios, dado a Luz por la Virgen Santísima, nos ha dado luz e inteligencia para que
conozcamos al Verdadero Dios, Amor y Señor (1 Jn 5, 20) (Jn 17, 3).
Este Dios Trino y Uno es un Dios de Amor Santo y Divino, un Dios que ama al hombre.
Por eso, en el momento del pecado original que Adán y Eva cometieron (Gen 3, 1-7),
Dios no permitiría que el hombre muriera por el pecado y se condenara, sino que reveló
dos grandes auxilios para la humanidad, en el principio, estas dos grandes gracias son,
33
nuevamente, ofrecidas para los Últimos Tiempos: los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, Dos Corazones que restituirían a la creación y al hombre; la Mujer y
su Hijo, el descendiente de esta Madre (Gen 3, 15).
Este infinito Amor de Dios por sus criaturas, venció las peores infidelidades (Ez 16, Os
11), llegó a amarnos tanto que nos regaló el Don más poderoso dándonos a su Único
Hijo (Jn 3, 16). Dándonos a su Amado Hijo de las manos propias de María, por María y
con María se demostró este gran misterio de este Amor Sacrificial y Oblatorio. Este gran
Amor Trinitario, de quien María es un Don inseparable, porque María nos entregó a Dios-
Hijo por nuestra redención; y María entrego a Dios, a su Hijo sacrificado en la Cruz de
Amor (Jn 19, 25-27).
Desde la Cruz este Amor-Fiat se hace un amor sin término (Is 54, 8), un amor que se
hace oblación, un amor que es Dios y un Dios que es Amor Crucificado (1 Jn 4, 8-16). El
ser mismo de Dios es Amor, por eso al enviar, en la Plenitud de los Tiempos, a su Único
Hijo y al Espíritu de Amor, atraído por el Amor de María; Dios Trino y Uno reveló su
secreto más íntimo (1 Cr 7-16; Ef 3, 9-12).
Dios Trino y Uno es una Eterna Comunión de Amor. Dios es Padre-Hijo-Espíritu Santo y
ha destinado al hombre a participar de este amor, escogiendo a una Mujer de nuestro
pueblo, de nuestra raza, de nuestra tribu (Lc 1, 16), que es María, y a través de María y
de su Fiat Corredentor, este Dios Trino y Uno, llegó al hombre y el hombre debe llegar a
Dios por el mismo medio como Dios vino al hombre: María.
Toda la economía divina es la obra común de las Tres Personas Divinas, porque, así
como la Santísima Trinidad tiene una sola y misma naturaleza, así, también, tiene una
misma y sola operación, ya que, el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo no son tres
principios, sino un solo Divino Querer, cada Persona de esta Santísima Trinidad tiene un
actuar especialísimo, que se ha identificado claramente gracias al misterio del Fiat de la
34
Madre. Uno es Dios y Padre de quien proceden todas las cosas; Dios Hijo, Verdadero
Hijo de Dios, Verdadero Hijo de María, Redentor de los hombres; Dios Espíritu Santo,
quien actúa en todas las cosas a la manera de la Divina Voluntad y, de Luz que guía y
discierne en los corazones sencillos, infantes y obedientes. Si el Espíritu Santo está en
todas las cosas, María se llega a convertir en Hija de Dios Padre, en Madre de Dios Hijo,
en la Esposa del Espíritu Santo. En estas manifestaciones divinas de la Anunciación y
de la Encarnación del Hijo de Dios, por medio del Espíritu Santo en María, se manifiesta
claramente las propiedades de cada de una de las Personas de la Santísima Trinidad.
A causa de esta Unidad, el Padre está todo en el Hijo y todo en el Espíritu Santo; el Hijo
está todo en el Padre y todo en el Espíritu Santo; el Espíritu Santo esta todo en el Padre
y el Hijo y desde la Encarnación en el Vientre Inmaculado de María, la Santísima Trinidad
esta toda en María.
Hijitos de mi Doloroso e Inmaculado Corazón, desde este nuevo jardín para estos Últimos
Tiempos, Nuestros Dos Sagrados Corazones Unidos están reparando la desobediencia
del hombre y el rechazo al Amor de Dios de las criaturas. Nuestros Dos Sagrados
Corazones son los reparadores del Corazón del Padre por excelencia. Como Nuevo
Adán, Jesucristo, como Nueva Eva, Yo, María, en el nuevo jardín, el Jardín de María,
estamos mostrando al mundo la señal de la Cruz: la Cruz Gloriosa de los Sagrados
Corazones Unidos. Hijitos míos, es importante que comprendan que la Cruz Gloriosa de
los Sagrados Corazones Unidos es el llamado final de todas las obras de la Cruz; esta
Cruz mostrada a Concepción Cabrera, esta Cruz manifestada en Dozulé, esta Cruz
mostrada en la Medalla Milagrosa, en esta misma Cruz el Cielo hace una llamada final.
La Cruz que reina en mi jardín es la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos,
que es el signo profético del triunfo de mi Corazón Maternal y del Reinado Eucarístico
del Corazón de mi Hijo. Esta misma Cruz es un poderoso sacramental, que todos mis
apóstoles pueden y deben difundir en el mundo entero, comenzando en mis Cenáculos
de Oración.
Queridos hijos, esta Cruz prepara los corazones del mundo para mi triunfo, esta Cruz
anuncia el Glorioso Reinado del Corazón Eucarístico de Jesús, esta Cruz ahuyenta a
Satanás, calamidades y desastres naturales, esta Cruz da paz a los que con fe adoran
al Corazón de Jesús.
Hijitos míos, por medio de esta Obra del Apostolado presentamos la Gran Obra de la
Cruz: la Cruz con Jesús, con María; la Cruz Eucarística, la Cruz de Nuestros Sagrados
Corazones Unidos.
35
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
De la descendencia de Eva, Dios escogió a la Santísima Virgen para ser “la Llena de
Gracia”, la Madre Dios y el Corazón Doloroso e Inmaculado de la Encarnación del Hijo
de Dios.
María es verdaderamente Madre de Dios, porque es la Madre del Hijo, del Hijo del Eterno
Padre Misericordioso, que se hizo hombre, que es Dios mismo, Trino y Uno. María fue
Virgen al concebir a su Hijo, Virgen durante el embarazo, Virgen en el parto, Virgen
después del parto, Virgen siempre. La Madre con todo su ser es eternamente “la Esclava
del Señor” (Lc 1, 38) y todo lo que la Madre ha hecho por la Iglesia fiel, lo ha hecho como
la Esclava del Señor y las almas deben imitar su ejemplo como esclavos, hijos de la
Santa Esclava.
36
Dios Padre reunió en un lugar todas las aguas y las llamó mar; y reunió en otro, todas
las Gracias y la llamó María. Este Gran Señor tiene un Tesoro de depósitos riquísimos
en donde ha encerrado todo lo que hay de bello, brillante y precioso, incluso su propio
Hijo; y este tesoro inmenso es María, a quien los Santos la llaman el Tesoro de Dios, de
cuya plenitud son enriquecidos los hombres. (Tratado de la Verdadera Devoción a María.
De Sn. Luis M. De Montfort).
Dios Hijo ha comunicado a su Santísima Madre todo lo que Él adquirió mediante su Vida,
Muerte y Resurrección, sus méritos infinitos y virtudes admirables, haciéndola Tesorera
de cuanto su Padre Tierno y Misericordioso le dio en herencia. Por María, el Sagrado
Corazón de Jesús aplica sus méritos a sus miembros, hijos de María, los escogidos; les
administra sus virtudes, sus méritos y sus gracias. La Madre es un canal de gracias, es
una fuente por donde el Señor hace pasar el dulce y abundante néctar de su Amor
Misericordioso.
Dios Espíritu Santo ha comunicado a María, su fiel Esposa, sus dones inefables,
escogiéndola por dispensadora de las gracias que Él posee, de forma que, la Madre
distribuya las Gracias, Dones y Carismas del Espíritu Santo a quien la Madre quiera y a
cuantos quiera.
Ninguna gracia de la Santísima Trinidad viene a los corazones cristianos sin pasar por
las manos virginales de María, pues así Dios lo ha dispuesto.
Tal es la Divina Voluntad de Dios que ha querido que, nosotros lo tuviésemos todo en
María y por María, para que así sea enriquecida, ensalzada y honrada del Altísimo la
Mujer que se empobreció, humilló y ocultó hasta el fondo de la nada, por su profunda
humildad, durante toda su vida. Estos son los sentimientos de la Santa Iglesia y de los
Santos Padres, y me atrevo a añadir, y de su ejército de almas consagradas que tienen
para con su Doloroso e Inmaculado Corazón.
Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre Inmaculada en la que se encarnó el Hijo de Dios,
Yo soy el núcleo, el centro del misterio redentor, porque sin mi obediencia, sin mi
humildad, no se hubiese realizado el milagro de la Redención, de la Encarnación.
37
Mi niño, ¿qué te aflige? ¿por qué tu tristeza? No estoy Yo aquí que soy tu Madre, ¿acaso
no te tengo en mis brazos? Eres mi vaso de escogido, mi pequeña alma víctima de la
cual brotan las palabras para el mundo; no dudes, en verdad te hablo, te hablo a tus
sentidos espirituales, en todos los tiempos el Señor ha dado a su pueblo profetas. Eres
profeta, aunque la revelación sea una, dile a mis hijos que caminen por senderos rectos
(Isaías 26, 7), para que se unan más a Jesús que es el camino, la verdad y la vida (Juan
14, 6), el camino de la verdad está en la Iglesia, en los sacramentos, en la palabra y en
el mayor sacramento, la Sagrada Eucaristía (Mateo 26, 26).
Prepárense para estar unidos a mi Hijo en esta Semana Sagrada, semana de dolor y de
gloria, mi Corazón se guarda en ustedes. (Estaba iniciando la Semana Santa de la Pasión
de Nuestro Señor).
38
CAPÍTULO II
El corazón siempre ha representado el lugar físico donde tendrían cabida las emociones,
los deseos, los afectos, las actitudes, los sentimientos del ser humano, pero también la
falta de ellos.
Hijitos de mi Corazón Inmaculado, deseo que abran, de verdad, sus corazones, porque,
como Madre, insisto para que todos mis hijos vivan en santidad, en amor, en paz.
39
Mi mensaje de Fátima no ha sido atendido ni obedecido como el Cielo lo desea. Reparen,
hijos míos, obedeciéndome de verdad. Por la desobediencia que los hombres han tenido
a mi mensaje quiero, hijos, que reparen a mi Corazón Inmaculado; que los sacerdotes
consagrados a nuestros Dos Corazones ofrezcan Santas Misas de Reparación y que
todos mis hijos se unan también para reparar Nuestros Dos Corazones. No olviden mis
mensajes, ¡vívanlos! que son para vuestro bien.
Con Amor de Madre les bendigo, en este tiempo tan especial. Mi Corazón Inmaculado
triunfará si cooperan con mi Obra. Tengan paz, vivan en paz.
Cuando Adán y Eva fueron tentados, cayeron en la tentación y pecaron, movidos por el
no amor a Dios y a sus preceptos cayeron en la desgracia de perder la comunión con
Dios, por eso, cuando un alma peca y cede a la tentación pierde la comunión con Dios
Padre Tierno y Misericordioso.
El Padre Eterno, al ver a sus creaturas caídas en el pecado, anunció entonces el remedio
a nuestro mal, el pecado: la Madre y el Hijo (Gen 3, 15).
La Madre María, al decir Fiat, se unió totalmente a Dios Trino y Uno, pero al unirse
totalmente a su Hijo Dios-Hombre, aplastó con su Inmaculado Ser, –que hasta Dios se
dignó elegir y preservar– esta serpiente y lo seguirá haciendo, pero con la fuerza, que
baja de lo alto y que ha hecho de la Madre un Santuario para Dios Espíritu Santo. Al
recibir María al Hijo, se hace Arca de la Nueva Alianza que custodiaba al Hijo Unigénito
de Dios, Encarnado y Nacido; Crucificado y Resucitado.
El Eterno Padre desde el inicio de la creación había anunciado la Era del Triunfo de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María en el Amor Santo y Divino. Así, esta
Nueva Eva, Nuevo Árbol y este Nuevo Adán, Nuevo Fruto, Alimento Eucarístico del Árbol
Eucarístico que es María, se hacen, por designio supremo de Divina Voluntad, el auxilio
de la humanidad caída.
A través de esta Gloriosa Reina el Señor dignificó nuevamente al hombre, con su Fiat
Corredentor al proyecto del Padre Tierno y Misericordioso. Y, Jesús al redimir al mundo
40
entero en el santo sacrificio de la Cruz de Amor, se entrega al Padre a través del Fiat
Corredentor de la Santa Mamá.
El Padre Eterno con esta Nueva Eva y Nuevo Adán –los Dos Corazones– inició el
proyecto salvífico: la Madre y el Hijo que triunfarán. Nosotros, como el linaje de esta
Mujer que aplasta al mal y hermanos de ese Cordero que triunfa sobre la muerte y el
pecado, debemos invocar este Triunfo y Reinado con oraciones, sacrificios y penitencias,
preparando nuestras almas y las almas de nuestros hermanos para ese Reino de Dios y
de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
Queridos hijos, soy el Corazón Doloroso e Inmaculado de María, la Mujer Vestida del
Sol. Soy la señal que precede el gran reinado del Corazón de mi Hijo Jesucristo. Hijos
míos, soy la Mujer que aplasta con su talón a la serpiente.
Jesucristo, mi Hijo, y todos los que son fieles a Él, son mi descendencia. Ustedes,
apóstoles míos, son los hijos de la Mujer Vestida del Sol. Con mi Doloroso e Inmaculado
Corazón, el Espíritu Santo está realizando la gran manifestación de María Corredentora;
y todo lo que yo he dicho, por orden de la Santísima Trinidad, a lo largo de los Tiempos,
lo vengo a repetir en mis Últimos Llamados de Amor y Conversión.
Hijos míos, nuevamente les pido, como apóstoles sean ustedes los Llamados Vivientes,
den testimonio de que escuchan el Corazón de su Madre.
Desde este huerto bendito del nuevo Adán y de la nueva Eva –los Dos Sagrados
Corazones– los bendigo.
Los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María son una Comunidad de Amor. Por
obra del Espíritu Santo fue formado Jesús como Hombre con un corazón humano en el
Vientre Inmaculado de María. Los Dos Sagrados Corazones estuvieron Unidos desde el
principio de una manera maravillosa.
41
Este Corazón de María fue el primero en adorar el Corazón de Jesús y el que comprendió
más claramente la profundidad de su Amor. La Madre, como educadora, modela el
Corazón del Hijo y cuando nos entregamos totalmente a la Madre, entonces, como Reina
de los corazones, educará nuestro corazón según el Corazón de su Hijo Jesucristo.
A veces nos olvidamos de que nuestra Madre Bendita ha sido Asunta al cielo con alma
y cuerpo, es un Dogma de fe, proclamado por el Santo Padre Pio XII en 1950.
Este Corazón Asunto al Cielo, ese Corazón de Carne de la Virgen María, la Madre, está
en la Gloria, enteramente Transfigurado a semejanza del Corazón de su Hijo. Este Hijo
Divino, en la tierra ha tomado los rasgos humanos de su Madre; la Madre en el Cielo ha
recibido del Hijo los Rasgos de Gloria que son típicos de Jesucristo; como Jesucristo, la
Madre esta con su Cuerpo en el Cielo.
Este Dios Hijo, en esta bendita Comunión de Amor, quiere formarse, encarnarse todos
los días, por medio de nuestra querida Madre en toda su Iglesia, en todo su ejército y
apóstoles. Por eso le dice: toma a Israel por herencia, que es como que dijera: Dios
Padre me ha dado en herencia a todas las naciones de la tierra, a todos los hombres
buenos y malos, predestinados y réprobos. A unos los conduciré con la vara de oro, a
otros con la vara de hierro. Para aquellos, seré padre y abogado; de estos, seré celoso
vengador. De todos seré juez. Pero vos querida Madre Mía, solo tendréis por herencia y
posesión a los predestinados, que están figurados por Israel y, como buena Madre suya,
les daréis vida, los alimentareis, los conduciréis y los defenderéis.
Estas almas predestinadas, que desean formar parte de esta Comunión de Amor de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, han de volver a nacer del Espíritu
Santo que está en María (Lc 1, 35) (Jn 3, 3-6) y del Agua de la Gracia, arrepentimiento,
conversión, vida sacramental, Dones y Carismas que Dios Padre Tierno y Misericordioso
dará a través de esta Reina Excelsa y Medianera de Gracias a los predestinados, estos
hombres y mujeres se harán hijos de adopción del Padre por el Bautismo, dados a luz
en la Iglesia por María en el Espíritu Santo que quiere formar, en María y por María, a
sus elegidos, al resto fiel.
Para ser partícipes de esta Comunión de Amor debemos ser conformados a la imagen
del Hijo de Dios, Hijo Unigénito de Dios y Verdadero Hijo de María, y ocultarnos en este
Seno Materno donde Dios-Hombre abraza al hombre, donde lo Divino se encuentra con
lo humano, esta Madre nos dará a luz, echará en nosotros las Semillas Divinas: las
Palabras de su Hijo, que guardaba en su Corazón (Lc 2, 19), así daremos frutos del
42
Espíritu Santo con María y por María y así también seremos partícipes de esta Comunión
de Amor.
Por eso los invito, escuchen mis Llamados con amor y fe. Mi Castísimo Corazón los
quiere guiar a vivir esta Alianza Divina. Porque Yo, San José, fui el primero en vivirla.
En el Primer Mandamiento, entregado a Moisés, Dios mismo nos manda que lo amemos
con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas (Dt 6, 5).
Sin embargo, sabiendo que nuestros corazones son limitados para sentir el Amor Infinito
que se debe a un Dios Infinito, el Señor prometió, desde la antigüedad, que ÉL nos daría
un corazón y un espíritu nuevo que nos permitiría cumplir con su mandato desde el Fiat
del Amor. Este nuevo corazón es el Corazón de Jesús, su Hijo, cuya Encarnación viene
a dar cumplimiento a varias profecías: les daré un corazón nuevo y pondré dentro de
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ustedes un espíritu nuevo. Quitaré de su carne ese corazón de piedra y les daré un
corazón de carne (Ez 36, 26).
Cuando vamos descubriendo los Misterios de la fe con la Divina Luz del Espíritu Santo,
el Sagrado Corazón de Jesús se nos da a conocer como el símbolo del Amor de Dios
por su pueblo, un amor tan grande que en el Calvario se abrió y fue Traspasado por
nosotros: uno de los soldados le abrió el costado con la lanza y al instante salió Sangre
y Agua. Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: contemplarán al que
traspasaron (Jn 19, 34-55).
Las Sagradas Escrituras nos comentan que la Madre guardaba todo en su Corazón (Lc
2, 19; 2, 51). La Madre María atesoraba todas sus vivencias al lado de su Hijo Jesús. En
el mismo Evangelio de san Lucas encontramos la Profecía del Anciano Simeón, quien,
al conocer al Niño Jesús a las Puertas del Templo, predijo que a María una espada de
dolor atravesaría su Corazón (Lc 2, 39), refiriéndose al dolor que sufrirá la Madre con la
Pasión y Muerte de nuestro Redentor. Esta espada de dolor, que sufre la Madre en su
Corazón, representa que la Madre María compartió el dolor del Sagrado Corazón de
Jesús cuando le atravesaron su costado con la lanza, por eso la Madre es Corredentora,
porque sufrió con su Hijo por nosotros.
Estos Dos Sagrados Corazones son espejos entre ellos mismos. Uno refleja al Otro, Uno
anuncia al Otro, están tan unidos que es un solo Corazón en su ser, en el sentir y en su
actuar, en el Calvario y en el Altar. Esto lo podemos comprobar cuando el Profeta Isaías
dice: que la señal será la Virgen que dará a luz (Isaías 7, 14). Esa Virgen es la señal de
la llegada del Mesías, es la aurora que precede al Sol, el Mesías fue anunciado por el
Corazón Virginal de la Madre, y la Madre siempre es profetizada juntamente con su Hijo
a quien dará a luz. María está unida a Jesús, Jesús está unido a María, y su única razón
de ser, en esta Unión de Amor, es siempre ese Fiat que Jesús aprendió de su Madre y
que su Madre lo entendió, por su hijo en la Cruz, por el Espíritu Santo que está en ellos
y los tiene Unidos.
Así estos Dos Corazones son nuestra meta y nuestro más grande anhelo debe ser
unirnos a ellos desde el Amor-Fiat.
La Santísima Madre dijo a Santa Brígida: Jesús y Yo nos amamos tanto en la tierra que
éramos un solo corazón. Los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y
de María deben ser uno con ellos, en un solo corazón, para implorar la venida de esta
Era de Amor y de Paz, de Jesús y de María, en el Reino de Dios.
Nuestro Señor Jesucristo le dijo a San Juan Eudes: os he dado este admirable Corazón
de mi Amadísima Madre, que es Uno Conmigo, para que sea auténticamente vuestro
Corazón.
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6 de enero de 2018–LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN
DOLOROSO E INMACULADO MARÍA
Soy la Estrella Luminosa de los Últimos Tiempos que, con la Luz que el Espíritu Santo
ha depositado en mi Corazón, guio y conduzco a todos mis Hijos para que se encuentren
con Jesús, para que lo adoren y para que se postren ante Él.
Como la evangelizadora de estos tiempos ¡estoy exhortando! que todos los hombres
miren a Jesucristo, lo escuchen, se conviertan y cambien de vida, porque la salvación de
las almas urge.
Hijos míos ¿es que no comprenden lo duro que será para ustedes encontrarse con la
Divina Justicia? ¿Es que no comprenden que los sufrimientos y las purificaciones
después de esta vida son infinitos? no son limitados como ahora en la tierra. Es por eso
necesario sufrir y expiar aquí en la tierra, padecer aquí en la tierra, limpiarse de sus
pecados aquí en la tierra, para cuando Mi Hijo los convoque a su Presencia estén limpios
de corazón, de alma, de mente.
Hijos míos, como los Sabios que vinieron a adorar a Jesús y le ofrecieron los dones del
oro, incienso y mirra, Yo quiero que todos también vengan a los pies de Jesús y le
ofrezcan el mejor regalo, el corazón arrepentido y un cambio radical y profundo de
conducta, de vida.
Hijos míos, los invito a la conversión, les doy mi Bendición Maternal y con mi Presencia
en, éste, mi Apostolado y con mis Llamados de Amor y de Conversión vengo a
reunir de forma definitiva a todo mi Resto Fiel, que mi Bendición Maternal ilumine sus
corazones y puedan reconocer y adorar a mi Hijo Jesús como su Dios y Redentor.
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CAPÍTULO III
Jesús inicia su Pasión Dolorosa en el Cenáculo de Jerusalén (Mc 14, 15), donde
consagra el vino y el pan como su Cuerpo y Sangre dado a los pecadores por la salvación
de muchos (Mt 26, 26-29), en este importante momento de la Pasión de Nuestro Señor
Jesucristo, Él se da, Él renuncia a sí mismo, Él se crucificaba en el corazón de sus
apóstoles, Jesús en una palabra, dio inicio a su Dolorosa Pasión en la Celebración
Eucarística de la Última Cena, donde dio voluntariamente su Cuerpo, Sangre, Alma y
Divinidad a sus Apóstoles por puro amor y misericordia, luego también voluntariamente
se dejó en las manos de los pecadores (Lc 24, 7).
Mi Amor por las criaturas es infinito, de tal manera que envié a mi Unigénito para sellar
con mi pueblo la Alianza Eterna.
Me acerco a mis hijos, para enviar sobre toda mi creación, mi Espíritu Santo, a través del
Reino de los Sagrados Corazones de Jesús, José y Santa María.
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ARTÍCULO II––EL ETERNO GETSEMANÍ DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS
DE JESÚS Y DE MARÍA
Padre aparta de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya (Lc 22, 42).
Estas expresiones, estas súplicas de nuestro amado Jesús nos expresan la tristeza de
Jesús en Getsemaní. Una tristeza de Jesús donde su único alivio era la oración. Una
soledad donde ningún corazón estaba unido a Él, ningún corazón de los creyentes. El
único Corazón que le acompañaba en su Divina Agonía era el Corazón Doloroso de
María, la Madre Dolorosa e Inmaculada, sufría con Jesús, porque eran y son un solo
Corazón, un solo ser, un solo sentir. Pero era esta intimidad de Jesús con su Madre que
su Corazón repetía: “Padre hágase tu Voluntad”, esta hermosa oración que aprendió de
su Amadísima Madre, la cual repetía en todo momento FIAT. Por eso la Madre es la
Reina del Reino del Fiat, del Sí total a Dios. Eva dijo sí a la propuesta de la serpiente;
María, Nueva Eva, dijo Sí al Misterio de Dios, un Misterio de Amor y Dolor, un Misterio
que, en Getsemaní, se volvió un pequeño REINO DEL FIAT.
Nuestro Divino Redentor les dijo a sus apóstoles: oren y velen (Mt 26, 40-41), pero
ninguno escuchó su invitación. Jesús tuvo su único sustento en el Corazón de la Madre,
la Madre, Esposa del Espíritu Santo y fortaleza de la fe estuvo asistiendo a su Hijo.
Nuestro Divino Redentor se preparaba para soportar estas penas y tormentos, pero veía
en sus ojos la imagen de su Madre. Jesús al ver en su Divino Corazón a su Madre
Inmaculada se llenaba de fortaleza y mucho amor, Amor-Fiat, un amor tan profundo que
no se conoce, no se comprende, porque no se quiere a Jesús con la Cruz y no se quiere
a María en su Misión de Corredentora, Reina del Reino del Fiat del Getsemaní.
Estos Dos Corazones sufren terriblemente una soledad indescriptible porque los
corazones de los creyentes, fieles y almas consagradas los están abandonando
nuevamente y con esta desolación del Corazón de Cristo viven nuevamente estos Dos
Corazones un Getsemaní solo y doloroso. Por eso el apóstol de los Sagrados Corazones
Unidos de Jesús y de María y de los Últimos Tiempos acompañan a estos Dos Corazones
de Amor Divino, como víctimas y mártires de este Amor Santo y Divino, de ese Amor-
Fiat, un amor verdaderamente salvífico que se da solamente en Getsemaní.
Al aceptar Jesús, como hombre, la Voluntad del Padre Tierno y Misericordioso: que se
haga tu Voluntad y no la mía, acepta su Muerte Redentora para llevar nuestras faltas en
su cuerpo sobre el Madero (1 P 2, 24) y la Madre se convierte en Corredentora al ofrecer
este Holocausto Santísimo al Padre Tierno y Misericordioso. Y, llevando el sufrimiento
de su Hijo en su Corazón Doloroso; traspasado de dolor Jesús, en el abandono de
Getsemaní, encuentra consuelo en el Getsemaní de su Madre.
El Dolor de estos Dos Corazones no queda solo en el Sacrificio de Jerusalén, sino que
ha sido expresado de manera premonitoria en el Libro de los Macabeos cuando la madre
animaba a sus hijos al sacrificio antes de ofender a Dios (2 Macabeos 7). Y después, en
la gran historia de la Salvación, estos Dos Corazones Unidos siempre han demostrado
que sufren junto a sus hijos, como por ejemplo en París, Francia, donde la Santísima
Madre reveló la Medalla Milagrosa con los Dos Corazones, con los Instrumentos de la
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Pasión revelada a santa Catalina Labouré. A Manuel de Jesús, el Corazón Doloroso e
Inmaculado de María ha revelado que la Medalla Milagrosa es la Medalla de los Sagrados
Corazones que han encontrado su plenitud de gracias en el Escapulario revelado a
Manuel de Jesús, el Escapulario de los Sagrados Corazones Unidos.
Hijitos de mi Doloroso e Inmaculado Corazón, desde este nuevo jardín para estos Últimos
Tiempos, Nuestros Dos Sagrados Corazones Unidos están reparando la desobediencia
del hombre y el rechazo al Amor de Dios de las criaturas. Nuestros Dos Sagrados
Corazones son los reparadores del Corazón del Padre por excelencia. Como Nuevo
Adán, Jesucristo, como Nueva Eva, Yo, María, en el nuevo jardín, el jardín de María,
estamos mostrando al mundo la señal de la Cruz: la Cruz Gloriosa de los Sagrados
Corazones Unidos.
Hijitos míos, es importante que comprendan que la Cruz Gloriosa de los Sagrados
Corazones Unidos es el llamado final de todas las obras de la Cruz; esta Cruz mostrada
a Concepción Cabrera, esta Cruz manifestada en Dozulé, esta Cruz mostrada en la
Medalla Milagrosa, en esta misma Cruz el Cielo hace una llamada final. La Cruz que
reina en mi jardín es la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos, que es el signo
profético del triunfo de mi Corazón Maternal y del Reinado Eucarístico del Corazón de mi
Hijo.
Esta misma Cruz es un poderoso sacramental, que todos mis apóstoles pueden y deben
difundir en el mundo entero, comenzando en mis Cenáculos de Oración.
Queridos hijos, esta Cruz prepara los corazones del mundo para mi triunfo. Esta Cruz
anuncia el Glorioso Reinado del Corazón Eucarístico de Jesús. Esta Cruz ahuyenta a
Satanás, calamidades y desastres naturales. Esta Cruz da paz a los que con fe adoran
al Corazón de Jesús.
Hijitos míos, por medio de esta Obra del Apostolado presentamos la Gran Obra de la
Cruz. La Cruz con Jesús, con María. La Cruz Eucarística. La Cruz de Nuestros Sagrados
Corazones Unidos.
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ARTÍCULO III––LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA UNIDOS EN
LA CRUZ
Este Sacrificio de nuestro Señor es único, es pleno y sobrepasa a todos los sacrificios
(Hb 10, 10). Este Sacrificio se convierte en un Don mismo del Padre, es el Padre quien
primero entrega al Hijo para reconciliarnos con Él (Jn 4, 10). Es el Eterno Padre quien
escoge a la creatura que nos dará a luz a su Unigénito Hijo, María. Dentro de este Don
de Amor del Padre Tierno y Misericordioso son inseparables estos Dos Corazones, uno
como Dios Redentor y otro como Colaborador con la Redención , como un
Corredentor Corazón , ya que este corazón de la Madre tiene una acción
conjunta y subordinada al Corazón de Jesucristo Redentor.
Este ofrecimiento mismo de nuestro Señor Jesucristo es una ofrenda del Hijo de Dios
hecho hombre que libremente y por amor (Jn 15, 13) ofrece su vida (Jn 10, 17-18) a su
Padre Misericordioso por medio del Espíritu Santo (Hb 9, 14) para reparar nuestra
desobediencia, pero este ofrecimiento al Padre y la reparación de esta desobediencia de
los hombres comienza en María que, al aceptar las Palabras del Ángel, que le anunciaba
que sería la Madre del Mesías, comenzó a formar parte de la historia de la Redención.
La Madre participó en este ofrecimiento Sacrificial de su Hijo, revelado por el santo
Profeta Simeón durante la Presentación en el Templo, prosigue no solo en el episodio
del Niño perdido y hallado en el Templo a la edad de doce años, sino también durante
toda su Vida Pública.
María sufrió intensamente con su Hijo y se unió a su Sacrificio con su Corazón Doloroso
e Inmaculado y Materno que, lleno de amor daba su consentimiento Corredentor a la
Inmolación de su Hijo como Víctima.
Dios Padre Tierno y Misericordioso entrega a Dios Hijo a los hombres por medio de
María, la Inmaculada. Luego, este Dios Hijo se entrega a Dios Padre Tierno y
Misericordioso como Sacrificio, por medio de María, la Corredentora, al Pie de la Cruz.
Este Corazón repercute lo que Jesús padece en el Alma y en el Cuerpo en el Sacrificio
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Redentor, y une su sufrimiento Materno a la Ofrenda Sacerdotal de Jesucristo. La Madre
en relación con el Hijo sacrificado se hace protagonista del acontecimiento Redentor.
Estos Dos Corazones reparan nuestra desobediencia con su Amor-Fiat, es decir un Fiat
que dieron con amor profundo y verdadero, un amor hasta el extremo (Jn 10, 1), un amor
que confiere su valor de redención y reparación, de expiación y satisfacción.
Estos Dos Corazones, Uno como Sacrificio y el Otro como Medianero, nos han amado a
todos en la Ofrenda de su Vida (Gal 2, 20) (Ef, 2, 25). Estos Dos Corazones ofrecidos en
oblación en la Cruz, por los Dolores Maternos de Uno y por la Dolorosa y Sagrada Pasión
del Otro, desde el Madero de la Cruz nos merecieron, Uno como Redentor, la
justificación; el Otro como Medianero, las gracias de la Cruz del Amor-Fiat.
Ningún hombre, aunque fuera el más Santo, estaba en condiciones de tomar sobre si los
pecados de todos los hombres y ofrecerse en Sacrificio por todos. La existencia en Cristo
de la persona Divina del Hijo, que al mismo tiempo sobrepasa y abraza a todas las almas
y que le constituye Cabeza de toda la humanidad, hace posible su Sacrificio Redentor
por todos y como Cabeza del cuerpo de los redimidos, como un cuerpo completo, la
Madre del Redentor se hace Madre de los redimidos, he ahí a tu Madre (Jn 19, 27). Por
eso, Jesús, desde la Cruz, la entrega, porque desde la Cruz se da el culmen de su Obra,
Jesús Redentor y María, Madre y Corredentora de la humanidad, la Madre, la Cruz y
Jesús, son el Don del Padre para la humanidad, para las almas, no es por casualidad
que Jesús la entrega como Madre en el momento exacto de la Redención, desde la Cruz,
otra vez estos Dos Corazones viven el Amor-Fiat y lo enseñan al mundo por medio del
discípulo amado Juan.
Madre, tú que has pasado por un dolor tan grande y un sufrimiento tan profundo, como
Corredentora ayuda a los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos a seguir vuestro
ejemplo ante las dificultades de la vida. Amén. (Oración de Manuel de Jesús).
Nos dice el Evangelio el que quiera seguirme cargue con su cruz y sígame (Lc 9, 23). El
camino para llegar a Jesús es el camino de la Cruz, el Amor-Fiat hecho camino. Para
poder abrazar la Resurrección se debe primero abrazar la Cruz. La Cruz es el mayor
signo de nuestro sacrificio entregado con amor y dolor en el Reino del Fiat. Como
apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María debemos ser también
apóstoles de la Santa Cruz, porque es el Trono desde donde reinan los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María.
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María es el ejemplo claro de una devoción profunda hacia la Cruz de Jesús, porque si
son apóstoles de Jesucristo, hijos de María, deben ser también hijos de la Cruz, porque
nuestra amada Madre amó la Cruz, porque también la Madre sufrió en su Corazón
Inmaculado los Dolores de su Hijo Jesucristo. La Cruz fue la espada de dolor, que
atravesó su Corazón Doloroso e Inmaculado (Lc 1, 36), porque en la Cruz su Hijo entregó
su vida en rescate por las almas. María ofreció a su Hijo desde la Cruz, ofreciéndose la
Madre, también, junto al Corazón Sacrificado de su Señor.
El Reinado desde la Cruz de los Sagrados Corazones Unidos y del Espíritu Santo se
dará en los corazones que junto a la Cruz Gloriosa pretenden identificarse con Jesucristo,
educándose para ser trasformados por el Espíritu Santo en salvadores con Cristo y
puedan, como apóstol del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús e Hijo del Corazón
Doloroso e Inmaculado de María, realizar la misión que se le confía.
La Santa Cruz es el signo del amor de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de
María, el amor más grande concentrado en la Santa Cruz Gloriosa, el Trono desde donde
reinan los Dos Corazones Unidos de Jesús y de María, reinan en los corazones sencillos,
humildes, creyentes y obedientes que están unidos, como sus apóstoles, también, a la
Santa Cruz Gloriosa y, que los ha atraído como un dulce atrae a un niño, la Miel de la
Cruz, la Preciosa Sangre endulza el sacrificio y nuestra entrega total a la Santa Cruz
Gloriosa y Dulce de Amor y Dolor.
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LÁGRIMAS DEL CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA
Estas lágrimas del Corazón Doloroso de María llenan la Escrituras y desbordan a través
de los siglos. Todas las madres santas, todas las viudas santas, todas las vírgenes
santas, todas las mártires santas que lloran no agregan nada a esta Efusión de Gracia
que bastaría para lavar los corazones de diez mil mundos desesperados, todos los
heridos, los desnudos, los oprimidos, toda esta procesión dolorosa que llena de
atrocidades los caminos de la vida caben en los pliegos del Manto Dorado de Nuestra
Señora. Entendamos los Siete Dolores del Corazón Maternal, bajo el símbolo numérico
de siete porque sus Dolores son, siempre, Lagrimas Divinas que se derramarán hasta
que la última alma se salve.
Todas las veces que alguien estalla en llantos en medio de la multitud o en la soledad es
la Madre misma que llora porque todas las Lágrimas le pertenecen en su condición de
Emperatriz de la Beatitud del Amor y Reina Universal de los corazones.
Estas Lágrimas de la Madre son las mismas Lágrimas del Hijo, esta Sangre de María es
la misma Sangre Preciosa de Jesucristo. La Madre fue Crucificada con su Hijo, eran una
misma Fuente Sacrosanta de Lágrimas, de sus ojos que se compenetraban en una
misma Mirada Divina y Agonizante. Eran un solo Cuerpo Traspasado por los clavos, las
espinas, la lanza, era un mismo Dolor Divino de la Nueva Eva-Árbol, junto al Nuevo Adán-
Fruto.
Los Dos, la Madre y el Hijo son importantes en este momento de gracias para la
humanidad, el Martirio del Gólgota, el Sacrificio del Calvario y la Unión de los Dos
Corazones en la Cruz.
Estas Lágrimas Maternas de María han de proteger y cubrir a los apóstoles de estos Dos
Sagrados Corazones Unidos. Las Lágrimas y la Preciosa Sangre han de ser nuestro
rocío suave para una nueva humanidad en Dios. En san Juan Evangelista y santa María
Magdalena encontramos esta verdad, dos Apóstoles de los Dos Corazones que sufrieron
y estuvieron en este momento crucial para las almas, el Altar de la Santa Cruz.
Junto a estas hermosas Lágrimas de Amor encontramos esta Preciosa Sangre de Jesús,
Sangre que recibió de su Madre, Sangre que, derramada, genera vida en los hombres.
Esta Sangre del Cordero es el escudo de los Apóstoles de los Últimos Tiempos, fortaleza
de los discípulos y la purificación del remanente, de las almas que, estando en el mundo,
dan su Fiat al llamado de consagrarse como apóstoles de Jesucristo e hijos de María en
la Iglesia. Los consagrados a estos Dos Corazones de Amor Santo están lavados y
purificados en sus vestiduras (Ap 7, 14).
Esta Preciosa Sangre ahora se convierte en una Dulcísima Miel que ha de quitar, según
el Querer Divino, la amargura de nuestro sufrimiento y suaviza el momento de la entrega
oblatoria. Entonces esta Sangre Preciosa del Cordero de Dios, que quita los pecados del
mundo, hace dulce la Cruz. Así, consagrados a los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, el Espíritu Santo nos dará la gracia de contemplar el Trono de los
52
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María: la Cruz del Calvario, como la máxima
expresión de amor de nuestro Señor Jesucristo, quien nos dice: el que quiera seguirme
niéguese a sí mismo, abrace su cruz y sígame (Mc 8, 34). Así tendremos la gracia de
amar la Dulce Cruz, que, con la Preciosa Sangre nos llevará a desearla, abrazarla y
recibir su Luz, su aroma y glorificarla en cada corazón. Esta Divina Sangre se convierte
en el precio de nuestra salvación derramada por nosotros. Debemos, como apóstoles de
los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María sentir dolor y amor, conversión y
arrepentimiento, ser un Juan, ser una María Magdalena, santos hijos de María y de la
Cruz, adoradores de la Preciosísima Sangre y Preciosísimo Cuerpo de nuestro Señor
Jesucristo en la Santa Cruz Gloriosa y en cada Tabernáculo Eucarístico de la tierra.
Por este precio inmenso con el que fuimos rescatados de la esclavitud del demonio, la
Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo debe ocupar una espiritualidad muy
especial dentro de nuestros corazones como apóstoles del Sagrado Corazón del Cordero
Eucarístico, pues esa Gota de Sangre del Hijo y de las Lágrimas de la Madre, ese Sello
que se implantará en el resto fiel, que nos dará fuerza para combatir el mal, anunciar su
Palabra, y defender su Iglesia para que sea fiel a las enseñanzas de Jesucristo y de los
Apóstoles.
Esta Dulce y Preciosa Sangre inocente nos ha rescatado de la antigua esclavitud del
pecado (1Pe 1, 19) y nos limpia de todo pecado (1Jn 1, 7), porque Jesucristo, no con la
Sangre de aquellos machos cabríos o becerros, sino con su propia Sangre de Sumo
Sacerdote de los bienes futuros, entró de una vez para siempre en el Santuario,
obteniéndonos la Redención Eterna (Hb 9, 11-12).
Este Cordero se convierte en Rey, al cual, Dios lo hace reinar desde la madera de la
Cruz, adornado con el purpura de su propia Sangre Bendita, Sangre Real que ha lavado
las vestiduras de los apóstoles de los Últimos Tiempos, miembros de la Iglesia fiel,
esposa, virgen, imitando al mismo tiempo a la Madre María (Ap 7, 14; Ef 5, 25-27).
Sabemos en verdad que la Eucaristía es el pan y el vino consagrados por las manos
sacerdotales en el Santo Sacrificio de Jesucristo, por lo que nos postramos con
verdadera reverencia y debemos participar con gran fervor y devoción, resistiendo a
todas las tentaciones que el dragón pone a los hijos de la Mujer Vestida del sol. Este
Sacrificio se convierte en el más admirable Sacramento, asombrosa y mística presencia
53
de Jesús en el Pan Sacramentado, en el Sagrario, en la Santa Misa, en cada alma
eucarística, así la Preciosa Sangre Misericordiosa se vuelve la Fuente de Vida para las
almas.
“Oh, Sangre y Agua que brotaron del Sagrado Corazón de Jesús como Fuente de
Misericordia para nosotros, yo confió en Ti” (Oración revelada por Jesús a santa
Faustina).
Los verdaderos apóstoles del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús e hijos del Corazón
Doloroso e Inmaculado de María enfocamos toda nuestra atención en el Señor
Crucificado, como esos rostros que permanecieron fieles ante la Cruz de Jesús: san
Juan y santa María Magdalena con nuestra Madre Dolorosa, la Corredentora, Abogada
y Medianera de todas las gracias.
Nuestros Dos Corazones son el remedio del Padre al Mundo, envió al Hijo, Dios, para
que en mi humanidad se hiciera hombre y como hombre salvara a los hombres.
Mi Fiat fue el puente santo donde Dios pudo reconciliarse con ustedes, por eso les invito
a la humildad de corazón, reconózcanse rescatados por Cristo Jesús y al sentirse
pecadores, pero perdonados por su Preciosa Sangre, la humildad, la caridad y la oración
sincera brotarán de sus corazones y al tener un corazón sincero podrán ser capaces de
dar Amor y Luz de Dios a sus semejantes. Oren pidiendo esta Gracia.
54
CAPÍTULO IV
La prueba de que somos hijos de Dios es el mismo Espíritu Santo, que se nos ha enviado
a nuestros corazones, el Espíritu de su Hijo que nos hace exclamar ABBA PADRE (Gal
4, 6).
Este Espíritu Santo, que se nos ha dado en nuestro bautismo y en nuestra confirmación
viene como fuerza de lo alto, a dar vida, dar luz, despertando en los corazones una fe
que si es verdadera y sincera nos llevara al camino de la Vida Eterna, camino que inicia
con María en la Encarnación Divina, camino que nos lleva a la oblación de la Cruz,
camino que nos lleva al Triunfo del Cordero de Dios, la Resurrección en el Glorioso
Amanecer.
En este caminar, como un nuevo éxodo de este Resto Fiel, apóstoles de los últimos
tiempos, hacia el Reino Definitivo del Amor, de Dios Trino y Uno, va fortaleciendo con su
Espíritu Santo a las almas consagradas, dispuestas como apóstoles, mártires,
confesores, vírgenes y santos, las almas que son niñas y son obedientes a la acción del
Espíritu Santo.
Cuando reciben al Espíritu Santo, son portadores del Espíritu Santo, que los conduce al
Corazón Santísimo del Verbo Encarnado, este Verbo Encarnado verdadero Hijo de Dios,
verdadero Hijo de María nos presenta al Padre Tierno y Misericordioso y el Padre
concede la incorruptibilidad, por lo tanto, sin el Espíritu Santo no podemos conocer al
Hijo y sin el Hijo no podemos conocer al Padre Tierno, porque el Padre es en el Hijo, el
conocimiento del Hijo no se logra, sino es por el Espíritu Santo, pero para conocer a esta
Trinidad Santísima debemos reconocer a María, la Virgen Inmaculada que dará a luz,
esta señal de la Virgen Purísima, que dará a luz por Obra del Espíritu Santo de Dios, nos
llevará a reconocer al Hijo, primero reconociéndola como Madre, como la Señal.
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JESÚS Y DE MARÍA
Este Espíritu une los Dos Corazones profundamente, Dos Corazones que viven Uno del
Otro, se alimentan Uno del Otro y se sostienen Uno del Otro, por el Espíritu Santo, estos
Corazones fueron acogido por otro Corazón que movido por el Espíritu Santo se unió a
Ellos, San José, enamorado de estos Dos Corazones y mostrado como Padre Cariñoso,
para los que desean integrarse a esta Sagrada Familia de Nazaret, convirtiéndose en
Imagen Terrenal de la Trinidad Beatísima del Cielo.
Los Dos corazones, de la Madre y el Hijo viven unidos en la vida oculta en Nazaret, pero
en Caná la Madre adelanto la Hora del Hijo, corazones que se amaron, que mueren
juntos en la Cruz Gloriosa, pero Corazones que Triunfan en la Resurrección del Hijo.
En María el Espíritu Santo manifiesta al Hijo del Padre, hecho Hijo de la Virgen. María se
hace la zarza ardiente de la Teofanía Divina, llena del Espíritu Santo presenta al Verbo
en la humildad de su carne dándole a conocer a los pobres (S. Lc 2, 15-19) y a las
primicias de las naciones (S. Mt 2, 11).
Por medio de María, el Espíritu Santo comienza a poner en comunión con Cristo a los
56
hombres, objeto del amor benevolente de Dios (Lc 2, 14) y los humildes son siempre los
primeros en recibirle, los pastores, los reyes, Simeón y Ana, los esposos de Caná y los
primeros discípulos, al término de esta misión del Espíritu Santo, María se convierte en
la Mujer, Nueva Eva, Madre de todos los vivientes, Madre del Cristo total (Jn 19, 25-27).
Así es como la Madre está presente con los doce que perseveraban en la oración con
un mismo espíritu (Hch 1, 14). Donde esta María, está el Espíritu Santo, y el Espíritu
Santo estará en el corazón donde es acogida la Madre, así los Apóstoles unidos con la
Madre, recibieron al Espíritu Santo; el Espíritu Santo bajo, como, Fuego de Caridad sobre
los Apóstoles manifestando su Presencia y viva acción; donde se reúnen con María en
Nombre de Jesús, ellos en torno a la Llena del Espíritu Santo, Llena de Gracia
encendieron sus corazones.
Esa Llama de Amor, ese Espíritu Santo, Fuego y Agua, Luz y Aceite que sostiene las
almas, este Espíritu Santo bajó a sus fieles a través de la acción del vaso que lo contiene,
María.
Jesús y María en el Espíritu Santo encienden en las almas que se consagran al pie de la
Cruz como discípulos amados, un Nuevo Pentecostés, un nuevo nacimiento en la Sangre
y el Agua; en el Espíritu y la Cruz, en María que es la Madre, que es la Mujer con dolores
de parto.
El alma que recibe a María en su corazón recibe al Espíritu Santo, ya que el Reinado
Verdadero del Espíritu Santo es también el Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado
de María. Así como la Madre María ha producido con el Espíritu Santo lo más grande
que ha existido: un Hombre-Dios, por tanto, esta Madre Divina producirá mayores hijos
que habrá jamás en estos últimos tiempos.
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con Cristo y Señor, se revela plenamente la Santísima Trinidad, desde ese día el Reino,
la Iglesia, se abre para que participemos en esa comunión y así el Espíritu Santo a través
de María, nos hace entrar en los últimos tiempos, tiempos de la Iglesia Remanente,
tiempos de purificación, tiempos de profetas, para ir hacia el Reinado del Espíritu Santo
en los corazones a través del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de María su
Amadísima Esposa.
La Era de María, es la Era del Espíritu Santo, que suscitarán a los apóstoles de los
últimos tiempos consagrados por el Espíritu Santo a los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María.
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CAPÍTULO V
El alma que es hija de María tiene un compromiso, tiene una misión y una obra que debe
llevar a cabo, aquella alma es la que confía en su Madre.
Estos hijos de María, almas consagradas se dejan conducir por la Madre Misericordiosa.
María recibe de Dios un gran dominio sobre las almas de los elegidos, María los gestará,
los formará, los alimentará; como árbol firme producirán buenos frutos, ser un fruto de
este Árbol-Vientre es un compromiso serio, ya que este hijo es consciente de su lealtad
para Jesucristo, así la Madre del Reino Supremo del Amor-Fiat los formará en Jesucristo
y formará en ellos mismos a Jesucristo. Así como el Reinado de Jesucristo comienza en
el corazón de los hombres, así la Madre formará primeramente a sus hijos en sus
corazones, uniéndolos como pequeños apóstoles a Jesús desde su Vientre Inmaculado.
En el Vientre Puro de la Madre María inició el proceso de salvación de los hombres,
Jesús fue el Primero en ser Hijo de María, así los apóstoles de los Últimos Tiempos
deben ser, también, los primeros hijos de María.
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Lo que nuestro Dios pidió al padre Abraham, entregar a su hijo Isaac en sacrificio, y
después de decirle que no lo hiciera se lo pidió a nuestra Santísima Madre y la Madre
con su Amor-Fiat realizó la entrega Sacrificial de Jesucristo en la Cruz. Jesucristo
comenzó su Ministerio Redentor por el Humilde Ruego de la Corredentora (Jn 2, 1-11).
El Espíritu Santo escogió hacer uso del Santo Vientre de una Humilde Sierva, aunque Él
no hubiera tenido necesidad de la Santísima Madre para llevar su Fruto a la culminación,
sin embargo, al ser Concebido en María y por medio de María, la Madre sucedió el
Ministerio de Gracias hasta para el más ilustrado.
Fue del Corazón Doloroso e Inmaculado de María de donde las gotas de Sangre fueron
impulsadas para que circularan hacia el Corazón de Jesús, he aquí entonces que los
apóstoles de los Últimos Tiempos están llamados a abrir los corazones y permitir que
Jesús sea concebido espiritualmente dentro del corazón y de allí a todo nuestro pequeño
ser.
Fue nuestro Amado Jesús el primero en escoger a María, y si Jesús la escogió lo hizo
en obediencia al Padre y en comunión con el Espíritu Santo, entonces, en María está la
Santísima Trinidad y desde allí se invita a todas las almas a hacer lo mismo. Es en María,
en su Inmaculado Vientre, donde se encontrará a Jesús y allí la Madre tomará las almas
y las hará preciosas hijas de su Corazón Doloroso e Inmaculado.
Los elegidos estamos llamados a este Paraíso Secreto y Divino dentro del Santo Vientre
de María, es desde este Reino Místico donde nosotros seremos transformados y
moldeados , conforme a la Imagen Perfecta de Dios y donde nos convertiremos en
ejemplo de unidad y santidad.
La Santísima Madre:
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El Hijo de Dios tomó mi Carne y mi Sangre, materia humana, carne humana, que el
pecado hijitos míos, los ha contaminado y ¿Cómo iba ser posible, que el Hijo de Dios,
Santo, Poderoso, pero sobre todo Misericordioso y Amoroso, tomara mi carne y mi
sangre, ¿estando yo contaminada por el pecado? Por eso canto las Grandezas del
Señor, maravillas ha hecho en mí el que todo lo puede.
Para mi Padre no hay nada imposible, sería su Madre, a la vez que su Hija y su Esposa,
a la vez que su Tabernáculo. Yo soy el Primer Sagrario, sólo en mi Vientre y formándose
en él, entrando hijitos míos en mi Vientre Materno, Puro e Inmaculado, ustedes pueden
asemejarse a Jesús. En mi Vientre, mi pequeño, está la Moldura para hacer nuevos
Cristos. Por eso, el Espíritu Santo, mi Divino y Casto Esposo; que antes de ser mi
Esposo es mi Dios, me colmó de su Santidad y Gracias necesarias para mi Vocación de
Madre, Madre de Dios- Hombre, Madre de todos ustedes, los pecadores, desde la Cruz.
Así también, ustedes hijos míos, tienen que dejarse formar por Mí, en mi Vientre ingresen
en Fe, en mi Corazón, en mis cuidados Maternos, que desde la Cruz los llevaré hasta mi
Hijo Jesús, mi Inmaculado Vientre los espera. Yo los llevaré hasta Jesús que está en el
Calvario hasta la plenitud de los tiempos. A Él, consuelo y adoración por infinitos siglos
de los siglos.
Hijo mío, deben comprender y aceptar que vuestra limpieza y purificación debe empezar
desde sus ancestros y cadenas genéticas, para ir purificando su vida, hasta llegar a su
concepción y desde allí, pidan entrar a mi Vientre Inmaculado de esta manera:
Querida Madre, déjame entrar en tu Purísimo y Materno Vientre, concédeme ser formado
por el Divino Espíritu Santo, para ser otro Cristo y asemejarme más a Él.
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Divino Purísimo Vientre de la Virgen María: fórmame. Amén.
Oren así, queridos hijos, porque ya estando espiritualmente en mi Santo Vientre, serán
formados y sus heridas serán sanadas, serán desatadas, serán transformados y
liberados por la Misericordia del Padre. Amén.
La Santa Madre:
Aprendan, queridos hijos, a escuchar mis Llamados y Consejos Maternos. Así yo
escuché y obedecí al Padre Todopoderoso que desde su Trono me instruía y enseñaba.
Así como me preservó de todo pecado original, así me preservó de todo pecado en el
mundo, no porque no era Hija de Adán y Eva como son ustedes, sino por la Misión que
me encomendó, cuidar y dar a luz, para todos vosotros, a mi Santo Hijo Jesús.
Así desde la Cruz mi Divino Hijo me dijo: “He ahí a tu hijo” que son todos ustedes; así,
ustedes, como todo hijo, deben estar en el vientre de sus madres; así, deben estar en mi
Vientre para llenarse de mí, a la vez del Espíritu Santo que habita en mí; así serán
formados y transformados en Cristo.
Nuestra Señora:
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Víctima Santa Teresita de Lisieux, fue por mi Hijo Jesús para la salvación de la Iglesia y
de las almas.
Santa Teresita de Lisieux nos enseña diciendo que el claustro fue para ella el Inmaculado
Vientre de la Purísima Madre que la dio a luz para Jesús su Gran y Único Amor.
La Santa Madre:
Queridos hijos sepan que yo fui consagrada al Señor, por ser la Primogénita. Desde mi
Consagración el Señor Todopoderoso consagró todo mi Ser; y como por redundancia
consagró desde ese momento mi Inmaculado Vientre.
¿Acaso no soy yo la Llena de Gracia del Espíritu Santo? Por eso hijitos desde mi
consagración en el templo, mi Vientre fue sellado, como fueron sellados los hogares
israelitas en Egipto, cuando el Ángel del Señor pasó por sus calles destruyendo y
aniquilando todo aquello que no era del Señor. Y por eso, solo en mi Vientre déjenme
que yo aniquile, destierre, todo aquello que es del mundo y de la carne y llénense de
Jesús, de los Pensamientos de Jesús, de la Vida de Jesús. Amén, Amén, Amén.
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La Vida de Dios en Mí.
La Santa Madre:
Hijos, Dios fue Mi Dios, pero también fue y es mi Padre, solo con la obediencia y la
humildad se puede ser grato a sus ojos; obedientes en cumplir sus Palabras como yo en
el momento de la Encarnación. Así como mi Vientre fue apartado del pecado y
consagrado para Mi Hijo Jesús, así Yo fui preservada para decir sí, sí en el dolor, sí en
las pruebas, sí. Yo tenía clara mi misión de ser la Madre del Hijo de Dios; yo soy, he sido
el centro de este gran Misterio. Mi Vientre fue el Santuario del Padre, el Trono del Hijo, y
el Sagrario del Espíritu Santo; por eso soy obediente, soy humilde porque dejé mi ser
totalmente para Él. Soy humilde porque le di mi Vientre para dar a luz a su Hijo. Soy
humilde para acogerlos a todos ustedes en mi Vientre desde la Cruz. Cuando mi Hijo dijo
en la Cruz: “Mujer he ahí a tu hijo”, desde ese momento mi Vientre se abrió y
continuamente se abre, para ustedes (El Vientre de la Santísima Virgen se abrió para los
hombres solamente con permiso y orden de Jesús).
Déjense formar por mí, acérquense a la luz dejen que la carne Inmaculada del Hijo que
es mi carne, dejen que la Preciosísima Sangre de Cristo que es mi Sangre se funda en
ustedes, los llene y los libere de esta carne impura que han dejado contaminar con el
pecado. Dejad que yo os forme, que yo os lleve, que yo os dé a luz para el cielo, para
Cristo, para el Padre, fórmense, edúquense y crezcan con esta Madre, Madre de dolor,
Madre de amor, pero más Madre de todos vosotros pecadores, yo os guiare, yo gestare
en ustedes una nueva humanidad, para la Gloria de Cristo.
Jesús el Unigénito del Padre, fue el más obediente de sus hijos. Él se Encarnó en el
Vientre de una creatura salida del Corazón del Padre; el Señor se Encarnó, se abajó,
con humildad a nuestra condición y se hizo hombre por obediencia al Padre. Pero no
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podemos hablar de obediencia y humildad sin amor, amor para el Padre; porque será el
amor que nos lleve a la humildad, y de la humildad esto quiere decir, de reconocernos
creaturas, hijos del Padre llegaremos a la obediencia. María la más humilde en el
momento del Fiat y la más obediente reconociendo, aceptando, obedeciendo, y poniendo
en primer lugar la voluntad amadísima del Padre. Entonces practicando con amor la
humildad y la obediencia nos asemejaremos más a Jesús y reconoceremos la Santísima
Voluntad del Padre como la hizo la Santísima Madre. Así sea.
Alabado sea Jesucristo, con Nuestra Santísima Madre, sea por siempre alabado.
La Santa Madre:
Hijos pequeños, yo sufro, porque, no se abren a la voluntad de Dios, déjense,
ábranse, abandónense a la voluntad del Padre, que es su mismo Amor y Misericordia.
Hijos, no se dejen llevar por la corriente del mundo, busquen fortaleza en la oración
constante, en Jesús vivo en cada Sacramento, busquen la Cruz, amen la Cruz,
carguen su Cruz; es decir los sacrificios, las penitencias e incluso sus vidas,
entréguenlas, como se ofrece el santo humo del incienso en los Altares Eucarísticos,
sean brasas ardiendo en el mundo, para que llenen de esa llama a mis demás hijos.
Si supieran cuanto los amo, contagiarían a los demás de vuestro amor, buscarían la
salvación de su alma, de sus seres queridos, las almas del mundo entero, y cumplirían
con agrado la Voluntad del Padre. Hijos no saben en la gran oscuridad en la que
viven, por eso, hoy en estos tiempos con estos mensajes les doy las claves, las
pautas, las reglas, porque como Madre amo, como Madre les corrijo. No les causen
más dolor a mi Hijo que aún está en la Cruz, sino que busquen como consolarle,
ábranse, y déjense guiar por mí; solo así podrán ser gratos a mi Hijo, amen los
Mandamientos de la Ley de Dios, vivan en gracia y crezcan en oración, en los
sacramentos y dejándose guiar en mi Purísimo e Inmaculado Vientre.
Como cualquier Madre yo los voy moldeando. Les doy los rasgos, les doy las
apariencias, los llenos de mis sentimientos, de mis actitudes, de mis altos y profundos
deseos.
Hijitos, como cualquier Madre yo quiero lo mejor para ustedes, y lo mejor para ustedes
es el cielo. Yo la humilde como creatura reconocí al Creador. Yo como hija obediente,
fui fiel a la Cruz. Yo como vosotros fui humana, ignorante, pero Dios mi Padre me
apartó, me guío, me formó, me moldeó y yo quiero sacarlos de esa ignorancia que
viven.
Vivan en el Corazón del Padre porque ustedes, hijitos, perecen por ignorancia. (Mi
pueblo perece por falta de conocimiento; Oseas 4; 6). Amén, Amén, Amén. Busquen
el Reino de Cristo el Redentor, mi Hijo por excelencia y en mi Vientre, busquen un
lugar espiritual, un refugio que hallaréis. En mi Vientre les hablaré, los educaré, los
llevaré al Padre, los daré a luz a la vida, la Vida en Dios. Quiero llenarles del Espíritu
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Santo para asemejarlos al Maestro de Maestros, Rey y Señor, Cristo Jesús, el
Redentor, el Salvador, el Amante de todos los corazones, Él que desea salvar sus
almas, para la mayor gloria de Dios. Yo fui quien habló a la primera Iglesia de mi Hijo;
yo los guie; los acompañé en oración y por eso fueron fieles porque fueron humildes
y obedientes. Dejad pequeños que mi Pie Virginal doblegue ese vuestro orgullo,
soberbia, destruya vuestra ignorancia. Amad al Padre, no sigáis crucificando al Hijo,
y fórmense por el Divino Espíritu Santo en mi Santísimo Vientre. Los amo con amor
de Madre, los ama el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo de Amor, y Maestro de la
Conversión. Amén.
Querido hijo escribe: Hoy hablaremos sobre los que se dejan formar por mí en mi
Santísimo Vientre. Deben tener claro mi niño que esta transformación o mejor esta
Gestación es dolorosa; porque ustedes son el barro y yo soy el molde del alfarero
que es el Padre que utiliza al Divino Espíritu Santo para formar esa vasija de Amor
Divino, que poco a poco el Padre va moldeando hasta obtener el producto final. Luego
lo hornea en el fuego de la Caridad donde es cimentado el barro, y es limpiado, pero
cuando ya ha salido, aún el Santo Alfarero ve alguna imperfección, Él los vuelve a
crear y así, poco a poco, va a ir moldeando un vaso perfecto. Así mi niño, tú y tus
hermanos serán moldeados en estas Divinas Manos. En este sencillo molde tan grato
al Padre, que es mi Purísimo Vientre, primera mesa Eucarística, Primer Altar. Otro
ejemplo, amado mío, que te doy es el pan, inicia como un trigo, el trigo es limpiado,
lavado, secado, luego se separa el bueno y el malo, el bueno se aparta para la
creación del pan. El malo se desecha para el fuego.
En mi Vientre este trigo es ustedes, niños, que serán molidos, triturados y limpiados.
Créanme que duele, pero es que el dolor anticipa la alegría; es que la Cruz anticipa
la Resurrección; es que la Pasión anticipa el Cielo y la Redención de las almas. Hijos
míos es necesario este proceso para obtener en el primer caso una buena y bella
vasija y en el segundo un rico y provechoso manjar. Ahora, amados, fórmense en mi
Vientre. Yo les doy mi bendición. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, Amén.
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(2Corintios 4; 16-18).
Mi Hijo espiritual, hoy quiero hablarte sobre los corazones que se abandonan a este
insondable Mar de Gracia, Cielo y Consuelo para las almas, el Divino Espíritu
quebrantó el Corazón Doloroso e Inmaculado de María con tantas pruebas y dolores.
Ella no fue exenta del dolor, de la miseria humana, fue humana, fue creatura, pero
librada del pecado. La Santa Madre, hijo mío, se dejó guiar por el Señor, Jesús fue
para la Santa Madre la Escuela de Gracia y Amor que desde su Vientre la formó. La
Santa Madre desde la Encarnación se puso a servir pues es y era su Misión, servir a
las almas, al Amor, al Tesoro, que salió del Corazón del Padre.
La Santa Madre nunca quiso ser servida, aún más, la Santa Madre fue la siempre
Esclava del Señor que con su amor y su dolor agradó al Padre. Así ustedes mis
hermanos y hermanas deben agradar al Padre, con su vida de oblación, con su
entrega como alma víctima.
Los que quieren ingresar a esta etapa espiritual deben asumir, hijo mío, el dolor y el
sufrimiento, la humillación, la negación, el quebrantar su espíritu para existir nada
más que en Jesús, que nos ama. Así, hijo mío, podrán acercarse a esta escuela de
enseñanza el vientre de la Santa Madre, donde todo corazón es moldeado y formado
a la Voluntad y Decisión del Padre; solo así seremos gratos al Padre.
Queridos hermanos y hermanas, hoy me envía la Santa Madre Amorosa para deciros
que la mejor escuela y centro de aprendizaje espiritual es el Vientre Purísimo
consagrado desde el principio por la Divina Voluntad. En este Vientre nos formamos
con dolor y amor para renacer a la nueva vida en Cristo. Hermanos, el proceso es
doloroso y difícil, yo también pase por él, porque es nuestra imperfección lo que el
Señor, en este Purísimo Vientre destruye, solo así se alcanzará la santidad, por el
camino del dolor y del amor porque María es el camino, ejemplo, imagen viva del
dolor y del amor. Acojan al Purísimo Vientre y pidan, deseen ser moldeados por Él.
Amén.
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Cuenten con mi oración intercesora.
Cada alma debe ser moldeada a imagen de Dios, pues desde el pecado de nuestros
primeros padres, nuestra vida y nuestros anhelos se han desviado del cielo, por eso
el Señor nos pide santidad, lucha y renuncia que todo implica un dolor, es decir
crucificarme yo para resucitar en Cristo.
Por tanto, sean ustedes perfectos como su Padre Celestial es perfecto (San Mateo 5;
48).
¿No ves que esta Sangre es mi Sangre, que esta Agua que os lava es mi Agua? ¿Por
qué tanta dureza de corazón pueblo mío, rebaño mío? (No endurezcáis vuestro
corazón como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto. Salmo 95, 8).
¿No ven que mi Madre es el Vaso Precioso de la Gracia, que esta Gracia es mi
Preciosa Sangre y Agua? Hijito en este vientre anonádate, solo así encontrareis mi
Paz, paz duradera y es de corazón.
Después de vuestra purificación estarán dispuestos para servir, amar y orar. De qué
te sirve, hijo, si cumples por mera obligación y no por amor, o ¿ves mis gracias como
un compromiso que obligatoriamente tienes que adquirir?
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Mi amado pueblo, amor es lo que quiero, amor a mi Madre, amor a mi Palabra, amor
a mi Iglesia (el que no ama a la Iglesia no ama a Cristo) y a mis ministros, amor entre
ustedes. En este Mar Insondable de Amor, el Inmaculado Vientre de mi Madre,
encontrarán Amor, serán purificados, serán lavados (Muchos serán limpios, y
emblanquecidos, y purgados. Y los impíos se empeorarán, y ninguno de los impíos
entenderá, pero entenderán los entendidos) Daniel 12, 10.
La Santa Madre:
Querido hijo Yo soy vuestra Madre, Madre del Corazón Doloroso e Inmaculado de la
Encarnación del Hijo de Dios. Hijo Yo soy Luz, la Luz de la Encarnación del Hijo de
Dios Yo soy la tarima de los pies del Padre. Yo soy el Trono de la Divina Sabiduría.
Yo soy el núcleo del Santísimo Misterio de la Encarnación. Amado Hijo, Yo dije Sí en
el momento solemne de la Anunciación. Yo digo Sí porque soy solo una creatura
indigna del Amor del Padre, indigna en cuanto a la carne, pero digna en cuanto al
espíritu pues fui librada por su Misericordia y Amor del pecado original. Y, es más, de
toda mancha original y perversidad del demonio, que ya conocía mi misión, porque él
ya tenía temor de mi existencia porque soy Yo la que aplastó su cabeza (Génesis 3,
15).
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3 de mayo del 2014
Mis hijos formados en mi Santísimo Vientre cumplen la Divina Voluntad de la
Santísima Trinidad.
La Santa Madre:
Hijitos, mis hijos cumplen con la Santísima Voluntad del Divino Querer es por eso que
el Padre se complace en ellos. Miren hijos míos, cuando un alma cumple la Santísima
Voluntad, se llena de luz, que significa la presencia de la Santísima Trinidad en esa
alma y la llena de amor, amor porque esa es su esencia, solo con amor a la Santísima
Trinidad, se cumple, hijos míos, el amor a la Santa Voluntad.
Muchos de mis hijos preguntan ¿cuál es la voluntad de Dios para mí? Yo les contesto
mis niños: Amar a Dios sobre todo y todos y amor a tus hermanos como a ti mismo,
en esto radica la Base, la Roca, el Baluarte, el Pendón de la Santísima Voluntad.
La voluntad del Padre sobre sus Hijos es el Amor, amor sacrificado, amor entregado,
amor anonadado, amor en oblación. Mis hijos, mis verdaderos hijos, los que
realmente nacen del Santísimo Vientre, son aquellos que se complacen en cumplir la
Voluntad del Padre, aquellos que sin entender se sumergen en su Misericordia.
Yo vuestra Santa Mamá, mis niños, no comprendí bien el Anuncio del Ángel (Lucas
1, 26-38) pero me anonadé en la Santísima Trinidad, en su Divino Querer y eso fue
mi alimento y sostén, cumplir la Divina Voluntad del Padre, en el Fiat. Así que mis
niños verdaderamente míos dicen el Fiat a la Voluntad del Padre no importa lo que
ello implique: renuncias, sufrimiento, dolor.
La Santa Madre:
Queridos hijos, yo vuestra Madre, os inculco en vuestros seres amor a la obediencia
de la Divina Voluntad. Es así hijos míos, que cada alma se va transformando en una
esencia pura y cristalina, pues cumple y amo lo que cumple, la Santísima Voluntad
de la Santísima Trinidad. La Voluntad del Eterno Padre para todos sus hijos es que
sean fieles, fieles en el amor, felices en la comunidad y vida en paz en vuestras
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conciencias, paz en vuestras acciones, paz para con los hermanos. La paz, hijos
míos, debe reinar en cada corazón y en la conciencia; así mis hijos tendrán paz, pero
si cumplen con la Santísima Voluntad.
La Santísima Voluntad del Padre esta manifestada en las Sagradas Escrituras. Los
profetas alzaron su voz en el desierto y yo hoy alzo mi voz en cada hijo mío, volved
pequeños a la práctica de los Santos Mandamientos, a la práctica de la Santa
Doctrina, al amor, amor que debe unirlos para seguir juntos y alcanzar misericordia
para el mundo.
La Santa Madre:
Hijo mío, cuando un alma ora se adhiere tan profundamente en Dios que su oración
se convierte en un haz luminoso que abarca al universo; así el alma ora
universalmente; así el alma ingresa en el Corazón del Padre. Porque cuando ora ama
y abraza a toda la creación con su oración depende de cada alma orante la salvación
de sus semejantes, la oración además de una relación íntima con el Padre es una
oración que debe cooperar con la redención de cada alma. Cuando un hijo mío
ingresa en mi Vientre Santo y Purísimo, ora, ora, ora incesantemente y todo ofrece
en la oración ya se suplicante, alabanza o contemplativa, la oración mi muy amado,
debe transformarte de tal manera que no seas tú quien vivas, sino Cristo en ti (Gálatas
2, 20). Así Cristo, el Rey y Señor del universo, Esposo de la Iglesia, Cordero degollado
y sentado en el Trono (Apocalipsis 5, 1-14) vivirá en ti, se dirigirá al Padre en ti, se
compadecerá por el mundo en ti, y así serás instrumento de paz y amor, que
transforme de tal manera tu ser carnal, en la vida interior, vida de comunión entre el
alma y su Creador, que tendrá el objetivo nada mas de alabar, bendecir y servir a su
Señor. Hijos míos, si obedecieran cuantas mercedes obtuvieran del cielo, pero sus
maldades acarrearan muchas penas para el mundo, para mis justos elegidos. Oren,
oren y crezcan en el amor a Dios y los hermanos ¿quién os ama y más que su Dios
y yo su amada Madre? Nadie mis niños. Amén.
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La Santa Madre:
Queridos hijos, os he ido guiando poco a poco en mi Pequeña Escuela, Escuela del
Amor, Escuela Eucarística, Escuela de Oración, Escuela de Contemplación, Escuela
de Acción y Entrega. Poco a poco los voy formando a una nueva vida, Vida en Cristo
(Romanos 6, 3-11), vida escondida en Cristo. Porque habéis muerto, y vuestra vida
está escondida con Cristo en Dios (Colosenses 3, 3), donde yo, mi ego, mi soberbia
y autosuficiencia ha muerto para dar vida al Fiat, Fiat de entrega, Fiat de la verdad,
Fiat Mihi Secumdun Verbum Tuum, hágase en mi según tu Palabra.
Es Verdad la Palabra de mi Hijo es Verdad y a quien irán a buscar si solo Jesús tiene
Palabras de Vida Eterna (San Juan 6, 60-69), cambien sus vidas y no negocien la
verdad. ¿Qué es esto mi niño? ¿Qué es negociar la verdad? Hijo, hay una sola verdad
es Cristo y su Palabra, así que hijos no cambien la verdad, por la mentira.
En estos tiempos, mis niños, se cambia la verdad, como la libertad es cambiada por
el libertinaje, el amor por lujuria, la bondad por rechazo al otro que no tiene nada, que
no vale nada ante el mundo, pero que ante mí su Madre vale la Santísima Sangre de
Cristo. Hijos, cambian la gracia de la verdad por la mentira del pecado, transgrediendo
las Leyes Divinas, los 10 Mandamientos, todos quieren vivir su Verdad. Todo para
muchas pobres almas es relativo, si se dieran cuenta de la verdad que mi Hijo les trae
se salvarían muchísimas almas que tienen sed de la verdad.
La Santa Madre:
Hijo mío, Dios creó al hombre y a la mujer, para que fuesen santos e irreprochables
a sus Ojos (Ef. 1, 3-14), todos ustedes mis hijos tienen una vocación en común, la
santidad en el amor, en el perdón. Santidad es su vida, su vida verdadera en Dios.
Yo quiero que todos mis hijos sean santos y ¿cómo no me voy a preocupar de mis
niños? Jesús me los entregó a mis Cuidados Maternos desde la Cruz, desde el
Calvario (San Juan 19, 27). Allí mi Purísimo Vientre se abrió para todas las almas,
así como también se abrió el Purísimo Corazón de mi Hijo y Sangre y Agua brotaron
para el mundo.
Hijos, la santidad no es una prenda que se encuentra en cualquier lugar, es una gracia
72
que el Padre le concede a las almas en su Infinita Misericordia.
Santo, por eso, hijos míos, no es el que no peca, sino es el que reconoce
humildemente sus miserias y me las entrega y acoge en su alma el Perdón y la
Misericordia de mi Padre. Santo es el que abre sus heridas para que mi Hijo las sane.
Santo, hijos míos, es el que cierra su corazón al mundo y solo lo abre para el Cielo.
La apertura de un alma es necesaria, mis pequeños, el alma debe estar consciente
de sus miserias y de la necesidad del amor que mi Padre les ofrece; amor que no
solo sana, sino que perdona, salva y redime.
La santidad no se consigue con sus esfuerzos, sino con la Gracia que proviene del
Padre, que los ama sin medida.
La santidad es una lucha ardua, pero feliz. El alma que emprende ese caminar de
rosas con espinas, que los han de purificar en el dolor, de rosas que los guiarán al
camino hacia la Gracia más grande del Padre, es decir, a mi Hijo Jesús. Así el alma
venciendo su Voluntad para aceptar la Divina Voluntad del Padre, renunciando a su
ego, luchando por amor a Dios y a sus hermanos, irá consiguiendo y trabajando en
su santificación y luchará y se esforzará para alcanzarla en el Santo Temor a Dios y
con mi Divina Protección.
La Santa Madre:
Hijos muy amados de mi Corazón Doloroso e Inmaculado, hoy vengo nuevamente a
enseñarles con estos mensajes que brotan de mi Doloroso e Inmaculado Corazón.
Hijos, los que nacen de mi Vientre son como yo, su Madre, yo les enseño e instruyo
en este caminar con estos llamamientos al Amor. Por eso hoy vengo, como la Madre
del Segundo Retorno de mi Hijo, con Poder y Gloria (San Marcos 13, 26).
Hijos míos, deben saber y comprender que mis verdaderos hijos claman
continuamente ¡Ven, ¡Señor Jesús! este es su grito de lucha, grito de júbilo, grito
victorioso. Por eso les pido que anhelen la Venida del Señor. Hemos sido creados
para amarle, servirle y adorarle a Él, solamente, y cuanto deseo que llegue el momento
en que nos reuniremos todos junto a Él. Mi corazón ansia ese momento, por eso ir,
mis pequeños, y anuncien que mi Hijo viene, que mi Hijo está en ustedes, en sus
hogares, en sus vidas.
Clamen al Padre:
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¡VEN, PADRE, ¡Y ENVÍANOS A TU HIJO!
Cristo, hijos míos, traerá la Luz, el Amor, la Misericordia y el Perdón, la verdadera Paz
y una sincera Unidad. Por eso clamen, mis pequeños, clamen. Es necesario que mi
Hijo venga, porque Él es Rey y como Él es Rey, entonces, reinará verdaderamente.
Cuando ustedes pequeños claman ¡VEN, SEÑOR JESÚS! no solo claman su Venida,
también su Reino, su Misericordia, su Paz, su Presencia en cada alma. Clamen porque
este clamor simboliza su pronta llegada y la pronta liberación del mal sobre la tierra.
Clamen, mi niño, ¡VEN, SEÑOR JESÚS! y Él, traerá su Triunfo, el Reino del Amor y
de la Paz, la Unidad, el verdadero Perdón en cada hijo de mi Inmaculado y Doloroso
Corazón.
Hijos, Cristo es Rey y Él reina en la vida de cada hijo mío nacido de mi Purísimo
Vientre.
Esta jaculatoria se las doy, mis niños, desde lo más profundo de mi Corazón Doloroso
e Inmaculado, que los ama infinitamente. Amén.
La Santa Madre:
Queridos hijos míos, yo vuestra Madre de Amor Infinito y Maestra de la Indiscutible
Verdad que es mi Hijo, les quiero enseñar que mis apóstoles, que mis hijos, son
luchadores de mis Causas, luchadores de mi Amor, heraldos de mis Mensajes,
custodios de mis Intenciones. Oren hijos míos, las intenciones de esta Celestial Mamá
deben ser realizadas.
Cuánto les pasaría en el corazón, sería una fiesta sin término, una Felicidad Celestial,
que ustedes mis hijos sean los primeros en orar diciendo al Padre que las intenciones
de vuestra Santa Madre sean llevadas a cabo.
Cuánto les he pedido la consagración de Rusia y ¿cuántos han orado por ello? Oren,
oren para que mis pedidos se realicen en el mundo; y lo más importante, hijos míos,
sean cumplidos en vuestro corazón. Allí, hijos míos, serán obedientes a mis Llamados
y encontrarán en mi Hijo la Luz y el Amor, que solo de Él, provienen, para realizar en
cada alma la Santidad, la Perfección y el Amor.
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Por eso hijos míos, sean los apóstoles de mi Doloroso e Inmaculado Corazón. Cada
hijo mío comparte conmigo las intenciones de su Buena Madre que los ama. Oren y
actúen por amor a mi Hijo y amor a Mí. Yo los conduzco a mi Hijo. Él es el Centro y la
Existencia, Alfa y Omega y Roca sólida de la santa Iglesia. Amén.
Oremos para que las intenciones que la Santa Madre le hace al Padre y nos hace a
nosotros sean todas realizadas.
La Santa Madre:
Querido hijo, se tú mi custodio de esta fiel Palabra, fiel al plan del Amor y salvación,
para con Dios y con mis hijos.
Hijos míos, vivan mis virtudes, sosteniéndose con la oración constante; la virtud de la
Oración Permanente significa estar conscientes de la presencia de Dios en sus vidas
y meditar siempre su Palabra.
Hijos míos, una virtud tan amada por mí es la Humildad, la Humildad les hace
reconocer su pequeñez y así obedecerán, serán mis hijos obedientes queridos.
Busquen la Pureza, Pureza no solo de cuerpo, sino de alma, de espíritu. Quiero pureza
interior para que así no se conviertan en sepulcros blanqueados (San Mateo 23, 27).
Mis niños, sean Puros, ser Puros consiste en ver en todo a Dios y hacerlo todo con
amor a Dios, pues el amor a Dios no los va a engañar, sino que mi Padre les dará el
Santo Don del temor a Dios.
Hijos, otra gran virtud es el Amor. Amor es entregarse sin reserva alguna, sin egoísmo
aparente, sin condición soberbia e hipócrita.
Mi hijo, vivir estos Mensajes sin Amor, les hace unos sepulcros blanqueados.
Hijitos míos, ánimo. Mis Virtudes no son mías, las tengo porque Dios en su
misericordia me las ha confiado.
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Yo soy vuestra Madre María, Maestra de las Virtudes.
La Santa Madre:
Querido hijo, hoy te digo que cada hijo mío nacido de mi Purísimo Vientre ama y venera
a los Sacerdotes. Sacerdotes cuyas manos están consagradas para dar el Culto
Divino, Culto Santo, Culto Sagrado, Culto Inviolable.
Mis hijos entregándose al Padre a favor del mundo; por eso cada hijo mío ama y
venera a los Sacerdotes. Cada Sacerdote, mi místico, ES OTRO CRISTO. ¿Por qué
otro Cristo? porque cada Sacerdote ha recibido el Don de Dios en sus vidas; mi Hijo
vive en ellos; en ellos está el ministerio de Cristo; en ellos está la presencia de Dios;
en ellos está la presencia de mi Hijo Jesús en plenitud, en amor incondicional. ¡Oh mi
niño, cuánto amo a los Sacerdotes y cuanto sufro por ellos! Hijito, ora por ellos, por los
sacerdotes, mis escogidos. Salva muchas almas Sacerdotales, con tus oraciones y
sacrificios.
Cada hijo mío Sacerdote, cada una de sus almas son preciosas al Padre. Cada
Sacerdote es señal verídica de que mi Hijo Vive. Hijo mío, místico de mi corazón,
sabes que yo no puedo hacer lo que ellos hacen. Yo anduve a mi Hijo nueve meses
en mi regazo. Lo di a luz para el mundo en Belén y se lo entregué en la Cruz. Hijo
ahora (hoy), cada Sacerdote lo trae diariamente al mundo a sus corazones. Si supieran
que mi Corazón no solo es Inmaculado sino también es Sacerdotal. Yo soy María
Madre Sacerdotal, que hoy te llama para que oremos por los Sacerdotes,
sacrifíquense por ellos y alégrense con ellos, sufran con ellos, luchen por ellos.
Cada Sacerdote debe abrirse a mis Gracias, Gracias que brotan de mi Corazón
Doloroso e Inmaculado y Sacerdotal, especialmente para ellos, ¡cuánto deseo
Sacerdotes Santos! llenos de piedad, fe y devoción cargando diariamente la Cruz.
Las manos de un Sacerdote, querido hijo, brillan en el cielo, son las estrellas del
firmamento Eterno, son las Rosas de mi Inmaculado y Doloroso Corazón, son mis
Perlas, las Perlas de mi Corona, y son mis lágrimas Preciosas por cada Sacerdote que
es infiel a mi Hijo.
Hijito, mi muy amado, el mundo aún se sostiene no solo por mi oración, sino por cada
Santa Misa, celebrada diariamente por cada Sacerdote. El mundo hoy vive con la luz
del sol y el resplandor de la luna por cada oración Sacerdotal, oren, amen y busquen
a mis Sacerdotes Predilectos que son mis más amados, mis niños más perseguidos.
¡Oh sacerdotes de mi Corazón, regresen a vuestra Madre que les llama! Amén.
76
Cómo deben ser los Sacerdotes nacidos del Vientre Purísimo e Inmaculado de
mi Santa Hija.
Dios Padre:
Mi niño, te habla tu Dios, Yahvé, tu Padre, el que te ama, desde el principio te he
amado.
Cada Sacerdote ha sido elegido desde el principio por Mí, pues lo amé antes que sus
padres, que sus hijos espirituales lo conocieran. ¡Como deseo encender en ellos el
fuego del Amor Divino! fuego que los hará piadosos, santos y puros, fuego que los
consagrará, purificará y liberará.
Cada ministro de mi Altar debe ser en todo Santo, Santo, Santo porque en él veo a mi
Hijo, en él veo a mi Siervo, el Gran Siervo de Yahvé, revelado por Mí en el Libro del
Santo Profeta Isaías. Lean, mis queridos Sacerdotes, los Cantos del Siervo de Yahvé
en el Libro de Isaías. Como me duele mi enamorado Corazón, ver Sacerdotes tan
tibios, sin tomar consciencia de que su misión no es explicar el mundo, es salvar almas
y ¡cuántas almas están condenándose con sus vidas y enseñanzas!
Sacerdotes, vuelvan a Mí que yo los amo y perdonaré todos sus pecados, fracasos.
Mi enemigo se goza en los Sacerdotes fríos, serios en su deber, no de salvar almas,
sino en hallar la ciencia mundana y pagana donde no hallarán mi Verdad. Por eso,
hijos míos, muchos se frustran y se arrepienten del camino que han tomado. Mi
Sacerdocio no es para saber mucho, sino para amar mucho, para entregarse a mis
pobres hijos pecadores. Hoy llamo a los ministros de mi Hijo, sacerdotes de mi
Corazón, que se formen por Mí en el Vientre Purísimo de mi Santa Hija.
Los Sacerdotes nacidos del Vientre Purísimo de mi Hija son Sacerdotes conscientes
de su Misión de reconciliar al mundo y a las almas conmigo su Dios. Ellos son
piadosos, puros y pulcros, pues, aman tanto a sus ministerios y me reconocen
realmente en la Sagrada Eucaristía. Debo recordar, hijo, que donde está mi Hijo
Jesucristo allí estoy Yo.
Del Vientre Purísimo de mi Hija están formados sacerdotes santos, espirituales más
no carnales; inocentes, más no sabios en las cosas del mundo sino en mi Ciencia
Divina. Su única enseñanza es hacer conocer a las almas que Yo los amo. Necesito
Sacerdotes Piadosos, Marianos y Eucarísticos. Salvad con vuestras oraciones a las
almas sacerdotales.
77
Hoy te ha hablado el Padre Sacerdotal, el que se goza en los sacerdotes como
Melquisedec, sacerdote de mi Corazón, que honra y gloria a los sacerdotes fieles a
mis verdaderas enseñanzas, que cada necesidad mía está en sus corazones
sacerdotales. Los amo sacerdotes y a ti, mi instrumento, también. Amén.
La Santa Madre:
Querido hijo, hoy vengo a decirte que aquellos que Yo misma he formado en mi
Santísimo Vientre son aquellos hijos míos que con amor se abren a mis gracias, son
aquellos que con constancia luchan por hacerme triunfar en sus vidas, vidas que eran
muertas por el pecado, almas que eran deformes por sus defectos.
Hijo mío, debes aprender que el peor defecto es el egoísmo, que no permite amar. Este
egoísmo debe ser quebrantado con la entrega del amor mismo, amor que ha de ser
cultivado en Dios, que será productivo, fructífero en su Misericordia.
Hijos míos, si oran mi Corazón triunfa, triunfa en la oración. Mis hijos, Yo deseo triunfar
en sus vidas. Y ¿cómo hacen esto? ¿cómo cooperan con mi triunfo? siendo obedientes
al amor que les doy en cada mensaje. Quiero soldados de mi Reino que pregonen el
Señorío y Reinado de Jesucristo, soldados de mi Santo Rosario.
Hijo, Yo triunfo en ti cuando renuncias a ti por otros, por Dios. Yo triunfo en ti cuando
vives en la pureza, creces en virtud.
Hijo, se tú mi gran apóstol. Cada hijo mío nacido de mi Vientre, dado a Luz en Jesús, es
mi hijo, pues Yo lo he formado y educado. No crean que mi Misión de Madre de todos
los hombres ha acabado, por eso les llamo, quiero que triunfen en el Doloroso e
Inmaculado Corazón de María.
Yo, la Santa Madre de ustedes, los llamo a la conversión y a la paz. Paz que irradiará en
sus corazones y brillará para el mundo.
78
Hoy yo deseo formarles, educarles, como Madre que soy, y por eso, después de todas
mis enseñanzas, mi único fin es enseñarles a hacer lo que Jesús dice (San Juan 2, 5) y
ser obedientes y dóciles a su Palabra. Amén.
El Espíritu Santo invita a las almas a recibir a María en los corazones, y nacer nuevamente
de la Madre, del Agua y del Espíritu Santo, porque este Espíritu Divino, es Esposo de
María y con María son un solo Corazón y naciendo de nuevo dejando ese camino de
tinieblas para caminar a la luz.
Esta Celestial Reina, Hija de Sion y Modelo de Iglesia nos llama a ser herederos de
Jesucristo y su Reino, dejando atrás nuestra pobreza y hacernos ricos con los Dones de su
Adorado Hijo. Siendo pequeños ante los ojos de los hombres, pero grandes a los Ojos de
Dios.
La Santísima Madre fue el Testamento de Amor de Jesús para sus escogidos, ahí tienes a
tu Madre (Jn 19, 26), los apóstoles de los Últimos Tiempos le entregan todo su ser y
corazón, porque esta Madre nos ha dado su Corazón, así estas almas consagradas le
confían todo a la Madre y la Madre los moldea en lo que deben ser: “hijos de Dios”.
Es por eso que en este acto del alma al consagrarse a la Madre, es consagrarse también
totalmente a Jesús, por medio de su Madre, porque toda María esta todo en Jesús,
físicamente, espiritualmente, en Carne, Sangre, Alma, y también como su Creador, Rey
y Señor, pues la Madre, es la Primera Creatura en reconocer a Jesús como el Salvador
Divino, así consagrados al Doloroso e Inmaculado Corazón de esta Celestial Mamá,
nuestra alma se convierte en un receptáculo de gracias, así como Dios se lo pide a Nuestra
Señora y nuestra Santa Mamá nos lo pide a nosotros sus hijos.
En María, los apóstoles de los últimos tiempos, estamos en una escuela de amor ya que a
través de la Madre se acercan más a Dios; por el mismo Instrumento que Dios se acercó
a nosotros, María, así nosotros nos acercamos a Dios; con María nos formaremos en su
Vientre Inmaculado como hijos de Dios. En ese Vientre Inmaculado, la Madre Divina
quiere prepararnos para el momento en el que el Reino de Jesucristo, a través de la
Eucaristía venga sobre todos los corazones.
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ARTÍCULO IV––HIJOS DE MARÍA
En el Vientre Inmaculado de María está el molde para hacer nuevos cristos, todos como
hijos que reconocemos en Jesucristo a nuestro Redentor, debemos tratar y esforzarnos
por seguir sus pasos.
Es en el Vientre Inmaculado de María, donde vamos a adquirir todo de María, sus rasgos,
sus características, sus virtudes, sus ejemplos, su testimonio de amor a Dios y al prójimo.
Estando en el Vientre Inmaculado de María, la vida de Dios, también se da en el hijo de
María ya que la Celestial Madre consigue y transmite la Vida de la Santísima Trinidad en
sus hijos y así formados por la Madre, haremos vida su Fiat para amar y cumplir la
Voluntad Divina de la Santísima Trinidad. El hijo de María formado en el Vientre
Purísimo de María ama y cumple la Divina Voluntad manifestada en las Sagradas
Escrituras y en la Doctrina de la Iglesia fiel.
El alma que ha nacido de nuevo para Dios desde María es un hijo de María, aquel que
abierto a Dios permite que se cumpla en él lo que esta Reina Mamá ha previsto para su
hijo, es decir que conozcan el amor de Dios. Es necesario para las almas que desean una
unión íntima con Dios y una fidelidad perfecta al Espíritu Santo, debemos hacerlo desde
la creatura más unida y fiel a Dios.
Solo por María han conseguido las almas de los bienaventurados encontrar a Dios y por
medio de la Madre obtienen las gracias y fuerzas para ser dignos hijos de Dios. El Espíritu
Santo sobreabunda en gracia en María, esta gracia en la Madre Celestial se ha hecho
infinita, una plenitud de gracia por su Amor-Fiat, elevándola a Tesorera Única de sus
riquezas y Dispensadora Única de sus gracias para ennoblecerla, levantarla y
enriquecerla. La Madre levanta a sus hijos, al rebaño conquistado por su Hijo Divino en
la Cruz, por la estrecha senda del Cielo, para permitirles a pesar de todos los obstáculos,
la entrada por la puerta angosta de la Vida Eterna.
Solo María es la única Creatura a quien el Padre Tierno y Misericordioso ha confiado las
llaves del cofre del Amor Divino. La Madre María para con sus hijos los hará entrar en
las vías más sublimes y secretos de la santidad y la perfección.
Así como Jesús es en todas partes y siempre el Fruto e Hijo de María y María es en todas
partes y en todo lugar la Celestial Madre que le produce, así también todo hijo de María
debe ser en todas partes y en todo lugar viva imagen de Jesucristo y dar testimonio de
que Jesús es el Señor y María verdadera Madre de Dios y de los predestinados.
Esta Madre Celestial conoce el proyecto que Dios Trino y Uno tiene para cada hijo y desde
su ejemplo de amor, le enseña a responder su FIAT MIHI SECUMDUM VERBUM TUUM,
así este hijo de María debe confiar plenamente en lo que la Reina del Cielo le pide a su
corazón. Este hijo de María se consagra a su Doloroso e Inmaculado Corazón y como
fruto de la vid que es Jesucristo y vid que nace y se sostiene del Árbol firme y de Tierra
fructífera donde mana leche y miel que es María, prepara, anuncia y predica el Reino de
Dios y el Triunfo de su Cristo (2 Cor 2, 14), así estos hijos de María se convierten en
apóstol de Jesucristo, comprometido con la causa del Evangelio y guerrero defensor de
la tradición y Santa Doctrina de la Iglesia convirtiéndose en sal y luz del mundo, un hijo
de María escucha al Espíritu Santo, para actuar rectamente según la Divina Voluntad de
80
Dios Trino y Uno. Este hijo de María se dona sin reservas por el Reino de Dios y por la
Triunfante Victoria del Doloroso e Inmaculado Corazón de María.
Gracias al Espíritu Santo, que nos da María, llegamos a conocernos a nosotros mismo,
donde nuestro pecado, nuestra corrupción e incapacidad, nuestra falta de amor a Dios y
el prójimo se nos revelan para purificarnos como un pequeño juicio particular por pura
misericordia.
Esta Amada Madre nos da su fe, la fe más grande que en la tierra ha existido, la fe más
grande que la de todos los Patriarcas, Apóstoles, Profetas, Sacerdotes y almas
consagradas, esta fe que la Madre y Reina aún estando ya en la Gloria no ha perdido la
fe, sino que la conserva, la comunica, la dona a la Iglesia fiel, fe pura, fe animada, fe en
caridad, fe que nos hará preocuparnos solo por las cosas de Dios y de su Evangelio, fe
fiel, comprometida, fe que es luz para los hijos de María, en estos últimos tiempos, fe de
arma omnipotente, fe para anunciar y denunciar, fe para obedecer, fe para resucitar almas
muertas por el pecado, fe para calentar a los tibios.
La Reina Augusta, nos lleva a un caminito espiritual desde ser engendrados en María,
por el Espíritu Santo, para Jesucristo en Dios, madurando cristianamente, quita del
corazón de sus hijos los escrúpulos, dudas, los hace vivir plenamente desde el amor a la
Ley Divina y al Evangelio, seremos con esta Madre Divina y su Enseñanza, un hijo
abandonado, dependiente totalmente del Padre Tierno y Misericordioso y Padre nuestro,
amándole totalmente, hasta dar la vida por su Amor Divino, así nuestra fe y confianza en
su Amor Misericordioso de Padre Tiernísimo crece y se da el regalo de la confianza total
en la Divina Voluntad, su Amor Divino y Misericordia Infinita.
Si María, nos comunica al Espíritu Santo, desde nuestra entrega a su Corazón Doloroso,
Inmaculado y materno, Jesús que se dio totalmente a María y a través de María se hizo
uno de nosotros, Jesús y María entonces, comunican el Espíritu Santo a sus hijos y los
regocijan en el Señor, Trino y Uno, así con este Espíritu actuaremos desde el Amor-Fiat,
Divina Voluntad obrante para con Dios y con el prójimo.
Con el Espíritu de María en nosotros, –recordando que María es Esposa del Espíritu
Santo, por gracia son un solo Espíritu Esponsal–, el alma hija de María dará fruto que
no es otro que Jesucristo mismo. Así nos transformaremos en María a ejemplo de
Jesucristo, nos hacemos María para con Jesús y Jesús para con María, en el
Espíritu Santo por designio misericordioso de amor. Es en María, donde las
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almas que serán grandes en el Reino de Dios serán formadas y moldeadas, los Santos son
moldeados en María ya que la Santísima Madre es el molde de Dios y en este molde
queda formado Jesucristo, es decir que, es necesario destruir y eliminar del ser en cada
alma al viejo Adán para transformarse en el nuevo Adán, que es hijo y fruto de María.
Al ser moldeados por el Espíritu Santo por pura Voluntad Divina nos llenamos del celo
que desea el Señor infundirnos y lograr la mayor gloria de Jesucristo. El alma que se
consagra a María glorifica como verdadero apóstol a Jesucristo. Así la Santísima Madre
recibe nuestras acciones y oraciones y cada movimiento de la creatura y las entrega como
obsequio y oblación a nuestro Señor Dios Trino y Uno.
Será más glorificado Jesucristo, recibirlo de la Madre Inmaculada que de nuestras manos
pecadoras cuando lo alabamos, amamos, honramos y nos consagramos a María, entonces
alabamos, amamos, honramos y nos consagramos a Dios Trino y Uno por María y en
María.
Este hijo de María al adquirir tanto de Dios por medio de María entonces está listo y
preparado para ser apóstol y testigo de Jesucristo, la Palabra Sabia y Santa hecha Carne
en María y por María con el Poder del Divino Espíritu, Inmaculado por excelencia.
13 Julio 2019
Llamado de Amor y Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Queridos hijos, soy la Mujer Vestida del Sol y estoy mostrando al mundo entero el refugio
del amor y el camino perfecto para llegar a Dios. Mi Corazón Doloroso e Inmaculado es
el camino hacia el encuentro con mi Hijo.
Queridos hijos, estoy reuniendo a mis apóstoles en los Cenáculos de Oración de nuestros
Sagrados Corazones Unidos, formando un gran ejército de apóstoles, sacerdotes,
religiosos y fieles extendiendo por el mundo los cenáculos de oración que van a preparar
a la humanidad para la gran venida del Espíritu Santo.
Hijos míos, ya se les están dando los últimos avisos para su conversión, abran el Corazón,
escuchen mis Llamados maternales, yo quiero que todos se salven y si el mundo obedece
estos Últimos Llamados de Amor y Conversión, tendrá́ la paz.
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CAPITULO VI
Nuestro Señor Jesucristo envió a sus apóstoles y discípulos para bautizar a todos los
hombres en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y proclamar que el Reino
de Dios está cerca.
Jesús, nos ha mirado como ovejas sin pastor, y, a través de sus Apóstoles y de la Iglesia
ha querido reunir a las almas dispersas por el mundo. Jesús no se queda indiferente a
los clamores de las almas, sino que ha dado un Sacramento de Salvación para el mundo
entero: la Santa Iglesia Católica, enseñando a través de la Tradición Apostólica y de la
Doctrina de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, la verdad de la fe.
La Iglesia, fundada por Jesucristo en San Pedro, tiene toda la gracia necesaria para la
santificación de las almas. Por eso, la Iglesia aspira y camina hacia su modelo y Madre,
María, de quien la Iglesia fiel aprende a amar a Jesucristo, Esposo-Dios, de una manera
muy especial, presente en el Santísimo Sacramento del Altar.
Desde la Iglesia, donde nuevamente Jesús hace un llamado a su rebaño para que se
vuelva a reunir, rebaño perseguido, rebaño atacado, rebaño que poco a poco se ha
dispersado y dividido, rebaño que ha sido atacado por sus enemigos que no están afuera
sino dentro del rebaño, atacando, confundiendo, dividiendo y desobedeciendo a Pedro,
a quien se le ha confiado a los corderos y ovejas.
Jesucristo, para cumplir nuevamente sus promesas, llama a todo su rebaño, enviando a
su Madre Celestial –bajo el título de Corazón Doloroso e Inmaculado de María– al mundo,
para reunir nuevamente a toda la Iglesia, a todas las almas que aman verdaderamente
a la Iglesia Santa Apostólica y Católica.
La Madre María por orden de Jesucristo, Dueño y Señor de la Iglesia, clama a todos los
miembros de la Iglesia, Casa del Padre Tierno y Misericordioso en la tierra, para
reunirnos nuevamente en un Cenáculo Viviente de amor y oración para que se realice
un Nuevo Pentecostés –sobre la Iglesia, el Santo Padre, Obispos, Sacerdotes, almas
consagradas y todos los fieles–, donde la faz de la tierra se encenderá como fuego del
Amor Santo y Divino. La Celestial Madre reúne a todas las almas apostólicas para que
sostengan la Iglesia con San Pedro, para gloria de Jesucristo. Así, junto a María, nos
hacemos familia apostólica con San Pedro, los Apóstoles y los Discípulos en la Santa
Iglesia Católica.
Estas almas que Jesús reúne por medio de su Santísima Madre, los verdaderos hijos de
la Iglesia que la custodian y guardan como el más preciado regalo de Jesús para su
83
rebaño así es que, Jesús y María reúnen a su rebaño para el bien mismo de la santa
Iglesia Católica y Apostólica.
Estos apóstoles de Jesucristo, elegidos por María, conducirán a todo el mundo con sus
Palabras y ejemplos a una verdadera vida cristiana, se enfrentarán a muchos enemigos
e incluso autoridades eclesiásticas, pero obtendrán la victoria para la gloria de Dios.
Estas almas apostólicas para con el Dios Trino y Uno luchan, oran, esperan, perseveran,
para defender los Derechos de Dios en la humanidad y en las almas, estos apóstoles se
preocupan primeramente por el Reino de Dios, pues saben que este Amable Señor y
Rey les proveerá lo necesario para vivir y estar en el mundo, aunque saben que no son
del mundo (Jn 17, 11).
Estos apóstoles, tratan de vivir lo enseñado por Jesús en el Santo Evangelio, pero
además se esfuerzan para hacer cumplidas las intenciones del Sagrado Corazón de
84
Jesús y las del Corazón Doloroso e Inmaculado de María en las almas y en la Iglesia. La
única preocupación de estos apóstoles es el Reino de Dios-Reino de María, la Iglesia y
la salvación de las almas.
Estos apóstoles de Jesús e hijos de María se comprometen con la fe, llevan la grande
nueva, única evangelización, solicitada por el Santo Padre en la tierra, encendidos con
ese fuego del Amor Divino que recibieron en ese Cenáculo de Oración con Jesús y María,
saben que ha llegado el momento de evangelizar, consagrar las almas, las familias, el
mundo y la Iglesia a los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
Estos apóstoles, engendrados en María y quienes la Santísima Madre ha dado a luz para
la verdadera vida en Dios, han tomado muy a pecho las Palabras de Jesús: “id y
anunciad” (S. Mt 28, 28). El celo de la Casa del Padre Misericordioso les consume,
predican a tiempo y destiempo, llevan el Evangelio de Jesús como su regla de oro y su
único tesoro, ayudan a los pastores, y buscan a las ovejas perdidas.
Estos apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y de los Últimos
Tiempos: hacen vida su consagración bautismal, viven su compromiso de la confirmación
en la fe de Jesucristo y de su Iglesia, predican y dan testimonio y evangelizan sin
desanimarse, viven las virtudes de la fe, de la esperanza y de la caridad.
Estos apóstoles de Jesús e hijos de María, en fin, viven las virtudes de la santidad para
mayor gloria de Dios y bien de la Iglesia.
Este Apostolado como instrumento para unir, se abre a todas las almas, a todos los
corazones que escuchen el Llamado, pues es necesario reunir a las ovejas antes que
oscurezca, el único pedido para las almas es el amor y obediencia a lo que nuestro Buen
Pastor nos pide.
Esos apóstoles, se vuelven también refugios de amor, por el celo que el Padre Tierno y
Misericordioso les ha dado, serán apóstoles que unirán a la iglesia, serán apóstoles
fuertes y eficaces. Estos apóstoles confiaran totalmente en Dios. Estos apóstoles tienen
una actitud de hijos simples, sencillos y abandonados en su amor, estos apóstoles unirán
al resto fiel.
Estos apóstoles por orden de la Divina Voluntad regresarán como niños a la Casa
Bendita de Nazaret, será una familia sencilla, pequeña, pero llena de amor y misericordia,
celosa por el progreso espiritual de la Iglesia de Dios, y así unidos estaremos en el
85
Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María y el advenimiento del Reino
Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús en todos los corazones.
Estos apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y de los Últimos
Tiempos, serán una llamada para reunir al fiel rebaño de Jesucristo y prepararlo para su
retorno.
María como aurora que precederá y descubrirá al Sol de la Justica Santa –que es
Jesucristo–debe ser conocida y vista en todo el mundo a fin de que lo sea Jesucristo, ya
que esta Bendita Doncella, Madre de la humanidad, fue el camino de quien es El Camino,
Jesucristo, por el cual este Amantísimo Redentor se entregó a nosotros, así, de la misma
manera, este Amable Redentor vendrá a nosotros, aunque ya no lo dará a luz, sino que
será la Puerta Santa del Cielo que precederá su retorno.
María es el camino recto y perfecto para llegar a Jesucristo, es el medio seguro para las
almas santas que se encontraran con Jesús ya que, quien encuentra a María, encuentra
la Vida, Jesucristo.
Por designio salvífico, el Arca de la Alianza brillará con su luz, con rayos, truenos. Esa
Arca de gloria es María (Ap 11, 19) que brilla con más fuerza y gracia en los Últimos
Tiempos; en misericordia para con los pobres pecadores e ignorantes; en fuerza contra
los enemigos de su hija mayor, la Iglesia, Esposa del Cordero Celestial.
María debe entonces ser terrible como un ejército en orden de batalla contra el demonio
y sus secuaces, principalmente en estos Últimos Tiempos, porque el diablo sabe que
tiene poco tiempo para perder las almas, así que Satanás ha suscitado persecuciones y
ataques, emboscadas terribles contra el Remanente Fiel.
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María al final triunfará sobre el orgullo de Satanás. María aplastará su cabeza, su orgullo,
su imperio, sus planes, sus malicias. La Santísima Madre, ahora, con sus
manifestaciones como el Corazón Doloroso e Inmaculado de María descubre sus tramas
infernales, disipa sus consejos diabólicos, y vence a los servidores del demonio.
Pero, en estos Últimos Tiempos, Satanás ataca sin tregua al Talón de la Mujer que son
sus hijos, sus esclavos por Amor-Fiat, así la Madre Celestial, suscita a estos hijos de
María para una guerra espiritual encabezada por el Arcángel San Miguel, estas almas
serán ricas de gracias, llenas del Espíritu Santo que se manifestará con dones
extraordinarios en ellos. María los formará, los llamará y les distribuirá abundantes
gracias, poniendo en sus corazones celo inflamado, unidos totalmente a la Divina
Voluntad, confiados en la Divina Providencia, en humildad y Amor-Fiat. Este ejército
aplastará la cabeza de Satanás y harán triunfar a Jesucristo, con el Poder del Espíritu
Divino y del Corazón de María Corredentora.
Estas almas apostólicas son los predestinados, hijos de María, la Nueva Eva, son los
frutos del Nuevo Árbol de la vida, son los habitantes de la Nueva Jerusalén: María. Estas
almas preparadas como el ejército de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de
María, guiados por tan hermosa Estrella del Mar, llegarán a Jesucristo y acudirán a su
Llamado Salvador.
Estas almas, que oyendo el llamado del Mensajero del Señor respondan con Amor-Fiat,
se unirán, bajo la guía del Arcángel San Miguel y emplearán como Apostolado de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, pues su batalla consiste en conquistar
almas, con María, para Jesucristo, en estos Últimos Tiempos.
Este ejército mariano de Jesucristo discierne y reconoce los tiempos apocalípticos que
se viven, un tiempo de secularismo, apostasía, materialismo, hedonismo e idolatría; así
los apóstoles de los Últimos Tiempos deben ser preparados por la Reina y Medianera de
todas las gracias y al ser ungidos por los Santos Ángeles se vuelven miembros del
ejército victorioso, ejército revestido de gracias especiales, ejército rodeado de Ángeles,
ejército que con su Apostolado dará gloria a Jesucristo. Animando la Iglesia Remanente
protegerá a los escogidos, ejército que preservará a Jesús en el Santísimo Sacramento
del Altar, porque el enemigo pretende desaparecer el Gran Milagro de la Eucaristía de la
faz de la tierra.
Este ejército de apóstoles de los Últimos Tiempos, asistidos por el Espíritu Santo, elevará
a la Iglesia en santidad, se ofrecerán en sacrificio y oblación por el Santo Padre, obispos,
sacerdotes, almas consagradas, y su santidad. Apóstoles de los Últimos Tiempos que
destruirán el pecado, edificarán la Mística Ciudad de Dios, el Reino de María.
Apóstoles de los Últimos Tiempos que se preocupan por la santidad de sus vidas.
Apóstoles de los Últimos Tiempos entregados en oración y recogimiento en un profundo
Cenáculo de Oración en el Doloroso e Inmaculado Corazón de María. Apóstoles de los
Últimos Tiempos sabios, prudentes, decididos, radicales, caritativos, desapegados al
mundo. Apóstoles de los Últimos Tiempos que buscarán la salvación de las almas.
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Apóstoles de los Últimos Tiempos que con la espada de dos filos de la Palabra de Dios
darán vida, obrarán maravillas, construirán el santuario de Dios. Apóstoles apegados al
Santo Evangelio de Jesús.
Apóstoles de los Últimos Tiempos, que por su amor a los Sagrados Corazones Unidos
de Jesús y de María, llevan en su mano derecha la Cruz Gloriosa y en la izquierda el
Santo Rosario, impuesto sobre sus cuerpos el Escapulario de los Sagrados Corazones
Unidos. Apóstoles de los Últimos Tiempos formados por María y en María, en su Vientre
Inmaculado y en su Purísimo, Doloroso e Inmaculado Corazón. Apóstoles repletos del
Espíritu Santo y de la Unción Mariana. Apóstoles de los Últimos Tiempos que celan la
gloria de Dios, la devoción profunda a María, y el bien de la Iglesia fiel.
Estos apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, Resto Fiel,
Remanente del desierto, los 144,000 lavados con la Preciosísima Sangre del Cordero,
las almas blancas del Cordero Degollado. Este Ejército Blanco, luchará y perseverará
para traer el Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, el Reinado Eucarístico
del Sagrado Corazón de Jesús, el Triunfo de la Cruz Gloriosa en el Espíritu Santo y
extenderán la Llama del Amor Santo y Divino en todos los corazones.
Estos apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y de los Últimos
Tiempos, exclaman con viva voz el Retorno de Jesucristo; estas almas, escogidas y
obtenidas por el Altísimo, que respirarán a María, llegarán, en el tiempo de la Era de
María, a ser copias vivas de María.
Mis queridos hijos, Yo soy el Corazón Doloroso e Inmaculado, Corredentora del Redentor
y Madre de toda la humanidad, soy la Mujer Vestida del Sol y este título la Santísima
Trinidad es quien lo da para este tiempo.
“Oh, María, solo tú sabes realizar prodigios de gracias, en quienes desean realmente
perderse en Ti”. San Luis de Monfort.
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CAPÍTULO VII
El espíritu del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús, José y de María
es la misma comunión de amor como en Nazaret. De manera particular, los apóstoles
anhelan imitar su profunda humildad y su perfecta sumisión, su dulzura angelical, su
continua oración y entrega, su absoluta mortificación, su inmaculada pureza, su heroica
paciencia, su celestial sabiduría, su amor intrépido y sacrificado, pero sobre todo su fe.
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Estos apóstoles, con almas de niños, siguen el camino de su Padre Tiernísimo, confían
totalmente en lo que su Padre Misericordioso les pide, enseña, y en esa dependencia
espiritual donde se abandonan en la Divina Voluntad, en ese Amor-Fiat del Divino querer
de su Padre, comprenden que es lo mejor para ellos. Confían en su Padre y respetan
por puro amor sus Palabras, vivir en la Divina Voluntad es dejarse arrastrar por la Fuente
de Gracia del Espíritu Santo, renuncian a su voluntad y libertad, muriendo a ellos mismos
para ser reflejos de Jesucristo y de su Santísima Madre.
Como niños quieren hacer lo que agrada a su Padre. Estas enseñanzas que han recibido
de su Amada Madre en los Llamados de Amor y Conversión, quieren vivirlas,
obedecerlas, abandonarse en los brazos de su Padre Tierno y Misericordioso, porque
saben que cada Ley que Dios les ha dado ha nacido de su Amor Misericordioso para que
estas almas, infantes espirituales, tengan una vida plena, ordenada hacia el Misterio del
Amor-Fiat, que cada palabra, acción, movimiento esté dirigido a Dios, el Padre
Tiernísimo. Estos apóstoles, como niños confiados en su Padre, caminarán solo cuando
el Padre Tierno y Misericordioso lo ordene; estos apóstoles se dejarán educar por la
Reina del Cielo del Fiat Supremo. María les enseñará a orar: “he aquí tu esclavo, hijo de
tu Esclava, hágase en mi tu Divina Voluntad”.
Este seguimiento de confianza infantil es total, dependiente y perfecto con Dios, consiste
en amar y cumplir la Divina Voluntad de Dios, Tres veces Santo y Divino, pues lo que
esta Majestad Admirable quiere para sus hijos es más grande que lo que sus mismos
corazones anhelan, es por eso que, como cualquier padre, educa a sus hijos que son los
apóstoles de los Últimos Tiempos.
Estas almas saben que los Diez Mandamientos, la Ley y los Profetas y el Santo Evangelio
es lo que su Padre Misericordioso les da para honrarlo en obediencia y en humildad, y
como niños, no quieren herir el Corazón de su Padre y de su Madre, la Reina del Reino
del Fiat Supremo.
Estos apóstoles, en su pequeñez, se vuelven pequeñas flores que, levantadas por las
mismas Manos del Padre Tierno y Misericordioso, son trasplantadas en su Jardín Divino,
en su creación, en su Edén, en María, el universo de Dios, allí en este Edén Purísimo,
que es la Madre, conocen la importancia de la oración, de la conversión y por ende de la
salvación. Al adherirnos en María, nos adherimos en Jesucristo y así en la Divina
Voluntad, siendo uno solo con el Espíritu Santo.
Cuando, como pequeños niños, nos dejamos educar por la Reina del Reino del Fiat
Supremo, entonces en nuestro corazón la Celestial Reina graba, guarda, como un Divino
y Dulce Tesoro ese amor que es exclamar Fiat a la Divina Voluntad y como son almas
minúsculas que solo pueden hacer lo que entregan en pequeñez a su Santísima Madre
quien a su vez las entrega a Jesucristo, por Divina Voluntad.
Estos apóstoles con alma de niños aprenden de su Madre Amabilísima, ya que su Madre
es la Amante y Perfecta cumplidora, después de Jesús, de la Divina Voluntad, y que en
su Doloroso e Inmaculado Corazón guardaba todo, es decir el Querer Divino, lo que Dios
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quería, la Madre lo hacía todo según el Querer Divino del Señor.
Esta Santísima Madre nos muestra, en la misma Sagrada Escritura, su unión con la
Voluntad Divina en toda su vida, desde su Nacimiento, su Anunciación-Encarnación, en
Caná, en la Cruz, en la Resurrección de su Hijo, en Pentecostés y en la Asunción, todo
lo hizo conforme a la Palabra del Señor (Pc 1, 38).
La aportación de esta gracia en los apóstoles de los Últimos Tiempos es que no solo
hacen lo que Dios les da, sino que se vuelve la vida misma en ellos, para vivir y reinar
con esa Divina Voluntad, sustituyendo cada situación de sus vidas por Voluntad Divina,
la cual colma sus corazones de amor y bienes infinitos devolviéndole semejanza Divina
y alcanzándole la finalidad última para lo que fueron creados por Dios, así la voluntad
humana de estos apóstoles se vuelve Voluntad Divina y se unen en un solo Querer
Divino, así estos apóstoles se formarán dentro del Corazón de Jesús por gracia y
misericordia, otorgadas por Dios Padre Tierno y Misericordioso y así se cumple lo que
dijo nuestro Señor Jesucristo “que todos sean uno como Tú Padre en Mí y Yo en Ti, que
ellos también sean uno en Nosotros” (Jn 17, 21).
La Madre María es perfecto ejemplo de una creatura que se dejó guiar, realizar, vivir en
la Palabra de Dios. Su Doloroso e Inmaculado Corazón fue siempre el de una Esclava y
por eso, estos apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y de
los Últimos Tiempos, se convierten en niños, pero desde la infancia espiritual, en
esclavos de amor.
Estas almas niñas hacen vida la Divina Voluntad a través de la infancia espiritual que es
su camino, hacen la Voluntad de Dios aquí en la tierra como en el Cielo, conocen lo que
quiere la Santísima Trinidad, todo lo que quiere darles y como niños, lo aceptan porque
lo único que desean es hacer sumamente feliz a su Padre Tierno y Misericordioso, se
preocupan para conocer, amar y vivir lo que a través de nuestro amado Señor Jesucristo
nos ha dejado, para llegar a vivir la Divina Voluntad y el Reino Supremo del Fiat.
Estos apóstoles conocen como era la vida de Adán y Eva antes del pecado, pues a ese
estado del alma están llamados; a conocer como es la vida interior de María, la Nueva
Eva, que vivió perfectamente en la Voluntad Amable de Dios y es su modelo. Conocer lo
que Jesús, Nuevo Adán, hacía en su interior para hacerlo también, estas almas, que
como niños repiten este ejemplo de estos Sagrados Corazones Unidos en un solo Amor-
Fiat, viviendo en ellos la Vida Interior del Corazón de Jesús y del Corazón de María.
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Uno se encarga de llevarle en el camino espiritual de la santidad, camino de Dios, camino
de rosas y espinas para purificarnos y adelantarlos en santidad. Así Jesús hará uso de
sus ojos, de sus manos, de sus pies, de sus labios, de todo su Ser, para ser glorificado
en cada uno. Dependerán totalmente de la Divina Voluntad en el amor y la misericordia
de este Amado Padre.
El camino para llegar a Jesús es el camino de la cruz (Sn Lc 9, 23), para poder abrazar
la resurrección debe ser primero abrazar la Cruz. La Cruz es el mayor signo de nuestro
sacrificio entregado en el amor y dolor.
Nuestra amada Madre amó la Cruz y tuvo una especialísima devoción a la Cruz, pues la
aceptó en Amor-Fiat. Su Corazón Doloroso e Inmaculado fue Doloroso con los Dolores
de su Hijo Jesucristo, María ofreció a su Hijo desde la Cruz, ofreciéndose la Madre junto
a su Sagrado Corazón Crucificado.
Estos apóstoles, como almas víctimas, están llamados a la santidad, siendo Cristos
vivientes en la tierra que se dejan crucificar como Jesús, imitan en todo a esta Víctima
Divina cargando la Cruz con amor, no le tienen miedo a la Cruz, ni al sufrimiento, porque
la Cruz y el sufrimiento son Dos Coronas de diamantes que abren la Puerta del Cielo.
Estos apóstoles, como almas víctimas, desean la Cruz para dar descanso y reparación
92
al Mártir del Gólgota, almas que son verdaderos pararrayos de la Divina Misericordia,
estas almas serán revestidos de dones celestiales que se inmolarán diariamente al
Misterio Salvífico Redentor.
Los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y de los Últimos
Tiempos soportan todo por amor a Jesús Crucificado, se inmolan por sus pecados y los
pecados del mundo entero, convierten la amargura en dulzura, la tristeza en alegría, el
padecimiento en refrigerio, la persecución en paz, se asemejan en todo a Jesucristo,
estos apóstoles como almas víctimas acompañan a Jesús en Getsemaní, estos
apóstoles como almas víctimas consuelan a los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y
de María, terminan en su cuerpo lo que falta a la Pasión de Jesús.
Estas almas víctimas, sufren y soportan todo por amor a Jesús y María, para la mayor
gloria de Dios Padre Tierno y Misericordioso. Una alma víctima sufre con Jesús, por
Jesús y agonizan por Jesús muriendo, por Jesús.
Los Apóstoles de la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos propagan los
Llamados de Amor y Conversión donde los Sagrados Corazones hablan sobre la
espiritualidad de la Cruz; promueven la Edificación de la Cruz Gloriosa de los Sagrados
Corazones Unidos en Iglesias, Parroquias, ciudades, pueblos, Centros Espirituales del
Apostolado y en pequeñas cruces para llevar consigo, entre otras muchas formas de que
el Espíritu Divino va inspirando para propagar y dar a conocer la Cruz Gloriosa de los
Sagrados Corazones Unidos y las promesas que le han sido otorgadas por Jesús y
María.
93
otros tantos soldados del Crucificado, para combatir el mundo. No huis de él, como los
religiosos y religiosas, por miedo a ser vencidos, sino que avanzáis como intrépidos y
valerosos guerreros en el campo de batalla, sin retroceder un solo paso ni huir
cobardemente. ¡Animo! ¡Luchad con valentía!”.
San Luis de Montfort exhorta: “Uníos fuertemente; la unión de los espíritus y de los
corazones es mucho más fuerte y terrible al mundo y al infierno de lo que lo serían los
ejércitos de un reino bien unido para los enemigos del Estado. Los demonios se unen
para perderos: uníos para derribarlos. Los avaros se unen para negociar y acaparar oro
y plata: unid vuestros esfuerzos para conquistar los tesoros de la eternidad
contenidos en la Cruz. Los libertinos se unen para divertirse: uníos para sufrir.”
Mi Apostolado prepara y ora, para que estas Gracias vengan a la humanidad. Este
Apostolado vive de la espiritualidad de la Cruz, mi Sagrado Corazón unido en la Cruz;
espiritualidad que le revele a Santa Ángela de Foligno y Luisa Picarreta; espiritualidad
de la Cruz que revele a Concepción Cabrera; espiritualidad de la Cruz que vengo a
anunciar con este Apostolado a la humanidad.
Los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María están llamados
a ser almas eucarísticas, almas ávidas y necesitadas del Señor, almas que aman el
Sagrario, apóstoles del Pan y Vino consagrados en el Altar.
94
Estos apóstoles de los Últimos Tiempos reconocen la Voz de Jesús, Yo Soy el Pan de
Vida (Jn 6, 35), son almas hambrientas del Cuerpo Sacratísimo del Señor y sedientas de
su Preciosísima Sangre, estos apóstoles doblan rodillas ante el Santísimo Sacramento
del Altar, almas que aman el Santo Sacrificio de la Misa, asisten con fe, con amor y
devoción. En el Sacrificio de la Misa radica la fuente de las fortalezas y gracias para
seguir en el éxodo como peregrinantes hacia el Reino de Dios y de los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María.
Estos apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María viven alrededor
del Altar en adoración y reparación. La Eucaristía es el sol de sus vidas y la santa misa
es el centro de sus vidas, de su existencia y reciben a Jesús, pero desde María: con la
Lengua de María, con el Corazón de María inflamado de amor. Son, para Jesús
Eucaristía, María, y como la Mamá Celestial lo hace, también aman el Santo Sacrificio
Eucarístico.
Mi Apostolado debe ser un ejército de almas que adoren mi Sagrado Corazón Eucarístico
y que consuelen al Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
Queridos hijos, mi Apostolado es la primicia del Reino Eucarístico y del Triunfo del
Corazón Maternal de María, es por eso que insisto: ¡escuchen y vivan! nuestros Últimos
Llamados de Amor y de Conversión.
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CAPÍTULO VIII
Los sacerdotes tienen sus manos Consagradas para el Culto Divino, Santo y Sagrado
deben ser fieles a lo recibido por Jesús.
Cada sacerdote es otro Cristo, cada sacerdote ha recibido el Don de Dios en sus vidas,
Jesús vive en ellos, pues en ellos está el Ministerio de Jesucristo, en ellos está la
presencia de Dios. En cada sacerdote esta la presencia de Jesús en plenitud, en amor
incondicional. Cada sacerdote es señal verídica de que Jesús vive, cada sacerdote
entrega a Jesús diariamente en el Altar. Cada sacerdote consagrado a los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María es santo, mariano, eucarístico, lleno de piedad,
de fe, devoción y carga diariamente la Cruz Gloriosa.
Las manos del Sacerdote brillan en el Cielo, son las estrellas del firmamento eterno, son
las Rosas del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, son las Perlas Preciosas de la
Corona de la Madre Celestial.
El mundo, hoy se sostiene por cada Santa Misa celebrada por cada Sacerdote, el mundo
hoy vive con la luz del sol y el resplandor de la luna por cada oración sacerdotal, cada
sacerdote debe regresar a la Madre, Madre de los Sacerdotes, que lo llama.
Cada sacerdote de estos últimos tiempos debe ser santo, porque está el poder de
Jesucristo en él, estos sacerdotes deben nacer del Purísimo Vientre de María, al igual
que cada religioso, religiosa, deben ser piadosos, pulcros y puros.
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espirituales no carnales, inocentes más nos sabios de la ciencia del mundo, sino en la
ciencia de la Cruz Gloriosa, su vida es una enseñanza y su única predicación se dirige a
las almas para que conozcan a Dios.
El sacerdote, religioso y religiosa de estos Últimos Tiempos, cree, ama, sirve y se entrega
en amor-Fiat y confía plenamente en el Espíritu Santo.
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Los Sacerdotes que pertenecen a la Fraternidad son de diversas órdenes y carismas,
tanto sacerdotes diocesanos como religiosos, que sienten una identificación espiritual
con el carisma del Apostolado, escuchan y viven los Llamados de Amor y Conversión,
practican las Devociones del Apostolado, y se registran en la Fraternidad Sacerdotal.
El presbítero, como todo fiel cristiano, necesita ayudas espirituales que le hagan vivir con
fidelidad la gracia del ministerio. El decreto Presbyterorum Ordinis, n. 8, reconoce que
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"hay que tener en mucha estima y favorecer diligentemente las asociaciones que, con
estatutos reconocidos por la competente autoridad eclesiástica, favorecen por una
ordenación apta y convenientemente aprobada de la vida y por la ayuda fraterna la
santidad de los sacerdotes en el ejercicio de su ministerio e intentan servir así a todo el
Orden de los presbíteros".
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su estado consagrado de vida, también están calificados para ser directores espirituales,
son elegidos para servir como Coordinadores de la Fraternidad Religiosa, por la
Coordinación Mundial general, Nacional ó Regional del Apostolado.
La Fraternidad Religiosa del Apostolado, hace que la vida religiosa sea un signo,
independientemente de lo que cada comunidad haga o del Apostolado al que se
dedique: personas diferentes, de diferentes culturas y razas, con diferentes
sensibilidades y con diferentes edades… y que, no obstante los inevitables conflictos y
dificultades que una vida en común lleva consigo, viven juntos/as, oran juntas,
construyen un proyecto comunitario día a día, crecen juntos humana y espiritualmente
e intentan ser fieles a la llamada de Dios.
Nuestro paradigma para vivir la Fraternidad Religiosa de los Sagrados Corazones Unidos
de Jesús y de María, es el ícono de los Hechos 4, 32-37; Lc 4,16-22; y poner en práctica
el “Mandamiento Nuevo” del Señor: el amor fraterno (Jn 13,34; 17,11).
Las religiosas y religiosos, desde sus diversas circunstancias y horarios, oran las
Devociones del Apostolado, viven los Llamados de Amor y Conversión, promueven la
Devoción a los Sagrados Corazones Unidos y participan activamente unidos a los fieles
del Apostolado, en los Cenáculos de Oración y diversas actividades de Apostolado y
Evangelización.
Con mis Llamados de Amor y de Conversión, que son exhortaciones para vivir mi
100
Palabra, y con los Cenáculos de Oración preparo a mis apóstoles para la venida de mi
Reino Eucarístico. He venido en este tiempo –donde abunda el pecado, pero sobre
abunda mi Gracia– a pedir la devoción, la adoración y el culto al Sagrado Corazón
Eucarístico de Jesús, porque bajo este Título reúno toda la espiritualidad Cristo céntrica
y, desde mi Sagrado Corazón Eucarístico, el mundo está recibiendo mi Divina
Misericordia. Deseo que todos adoren al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y deseo
ser conocido así. Este Título anuncia la llegada del Rey, Jesús Eucarístico.
Soy la Mujer vestida del Sol a quien el dragón no pudo atacar, pero sí le hace la guerra
al resto de mis hijos.
El Título del Doloroso e Inmaculado Corazón de María reúne todas las manifestaciones
de su Madre y, a través de este Título del Doloroso e Inmaculado Corazón pido y oro por
la proclamación del Dogma de María Corredentora.
101
CAPÍTULO IX
Los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y de los Últimos
Tiempos son las almas fieles y las almas consagradas y reunidas en el resto fiel; y como
Iglesia Remanente enfrentarán y sufrirán como Iglesia-Esposa lo que ha sufrido su
Esposo Jesucristo.
Esta Iglesia Remanente unida al Santo Padre, a los obispos unidos a él, y a los
sacerdotes y almas consagradas, en santa obediencia junto al Remanente Fiel deben
estar unidos en este caminar que al iniciarse no debe existir división, rencillas y
competencias; todos deben servirse y amarse, ninguno es más que otro, todos cumplen
sus misiones y encargos en unidad de espíritu y particularidad de misión. Sostenidos por
la Mano de la Madre y protegidos por el Padre San José, con la asistencia ministerial del
Arcángel San Miguel y su Ejército de Ángeles van caminando y discerniendo los tiempos.
Esta Iglesia pobre, sufrida y fiel, será crucificada –igual que su Esposo y Celestial Señor:
su Cabeza Coronada de Espinas, azotado en su Cuerpo Místico– al venir el gran cisma
que dividirá –por envidias, desobediencias y competencia de puestos y poder– así como
su Pastor herido. Esta Iglesia no puede dispersarse sino mantenerse fiel, unirse en
oración, en pequeños Cenáculos Apostólicos, para ello el Apostolado es una obra
suscitada para mantener unida a la comunidad creyente.
Con Pedro, los apóstoles, María Santísima y los hijos de María atraídos por su Corazón
Doloroso e Inmaculado, todo este Remanente Fiel, como Apostolado de los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María, llevarán a cabo la gran evangelización del
mundo durante este tiempo de tribulación, amarán la Cruz Gloriosa y el Santo Rosario y
denunciarán el libertinaje y apostasía infiltrada por este anticristo que, por etapas,
crucifica al resto fiel con la apostasía, libertinajes y abusos en la Liturgia y así
desvalorizarán, cada vez más, el Santo Sacrifico de la Santa Misa.
La Iglesia Remanente, durante esta grandiosa evangelización que llevarán a cabo los
apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, será traicionada y
herida por sus mismos hijos, pero en este tiempo de tribulación habrá mucho que sufrir
y soportar en la creación, en la Iglesia y en la humanidad.
La Iglesia, tambaleada de un lado a otro, sostenida por las dos columnas, María y la
Sagrada Eucaristía, –Dos Columnas que el Corazón Doloroso e Inmaculado de María ha
pedido levantar en el Jardín de los Sagrados Corazones Unidos–, resurgirá con la ayuda
de dos grandes profetas que anunciarán y denunciarán, hablando con autoridad, ungidos
y movidos por el amor de Dios. Profetas que sobrevivirán las agresiones. Profetas que
102
resucitarán. Los emisarios del demonio no soportarán sus Palabras. Estos Dos grandes
Profetas Moisés y Elías, cumplirán nuevamente con la misión de ser verdaderos profetas.
Al final, estos Dos grandes Profetas, los consagrados y el Resto Fiel serán conducidos
al Reino de Dios-Reino de María, lavando sus vestiduras con la Preciosa Sangre del
Cordero. Reconocerán a María como la Corredentora del Redentor, dogma rechazado
por los orgullosos y soberbios, pero reconocerán que, a través de la Mujer Vestida del
Sol, el Corazón Doloroso e Inmaculado de María, Nueva Eva y Nueva Arca de la Alianza
del Pan de Vida, Jesucristo, se darán todas las gracias para las almas y la Iglesia.
Este Triunfo constará de tres Rosas Místicas, signos de la presencia de esta madre
amorosa:
Sacrificio: volverán a vivir como las primeras comunidades cristianas, ofreciendo su día
a día como ofrenda al Padre Tierno y Misericordioso.
Penitencia: el mundo será Eucarístico, guardaran la presencia del Señor, Pan de vida,
viviendo de sobriedad y alegría perfecta.
Todo este Triunfo se da por orden del Dios Supremo manifestándolo en su Divina
Voluntad, así este Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María será un Nuevo
Pentecostés, extendiendo la Llama del Amor Santo y Divino en todos los corazones.
El Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María nos traerá el Reinado Eucarístico
del Sagrado Corazón de Jesús.
103
María– recibirán el Triunfo del Cordero y su Reino Eucarístico y prolongarán el Reinado
Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús.
Este Reino exige cambios decididos en la vida de estas almas selladas suscitando una
sed insaciable de Dios, de santidad, de lo infinito.
Este Reinado Eucarístico del Sagrado Corazón traerá la renovación de todo, todo nuevo
y santo. En este Reinado se amará a Jesucristo y las almas serán transformadas
revistiéndose de la Santa Eucaristía que, en la Santa Cruz tiene su Custodia y en María
su Tabernáculo.
En este Reinado Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús se vivirá con radicalidad el
Santo Evangelio, todos serán levantados para adorar al Cordero Eucarístico y amarle
junto a su Arca de la Alianza, María.
El Reinado Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús suscitará una fidelidad perfecta,
en el Amor-Fiat a los principios evangélicos de la Santa Iglesia; los sacerdotes y las
almas consagradas concentrarán sus vidas y acciones en torno al Santísimo Sacramento
del Altar y el Santo Padre será obedecido.
Las almas fieles serán revestidas de blancura eucarística, serán hostias vivas en
holocaustos eternos de amor, así vendrá la verdadera paz y alegría en los corazones de
las almas ungidas con el Sello de la Santísima Trinidad, que es la Insignia del Apostolado,
reunidas como un solo pueblo, un Nuevo Israel, eucarístico, mariano, apostólico y
petrino.
“Es necesario el Triunfo del Inmaculado Corazón de María para salvar la humanidad,
mostrando a Jesús, fruto Bendito de su Vientre” San Juan Pablo II.
Hijito, agarra mi mano, camina a mi lado, déjame conducirte a través de la oscuridad que
se ha entrometido en la Casa de mi Hijo. Mi pequeño resto fiel debe permanecer
conmigo, aferrado en el Santo Rosario, con sus pequeños corazones consagrados a mi
Inmaculado Corazón. Hijito, te iré guiando, paso a paso irás de mi mano siguiendo los
acontecimientos, para que anuncies y denuncies, Elías de mi Corazón.
Quiero que vayas ahora conmigo en este caminar porque iré mostrándote desde mi
Corazón, la Pasión de mi Iglesia. La Iglesia debe ser crucificada al igual que su Esposo
y Señor. Ha llegado el momento que la Cabeza será coronada de espinas. Ya se había
dicho que la Iglesia era azotada, pues bien, sigue y seguirá siendo azotada, pero ahora,
será coronada. La Cabeza se dispersará, de Alemania, Francia y Roma nacerá el gran
cisma dispersando el Rebaño, porque herirán al Pastor.
104
Hijito, ora, ora, mi Resto Fiel debe unirse en oración, y a través de Mí irás caminando
con mi Remanente Fiel en el camino de la Pasión de la Iglesia. Hijito, África, la Iglesia de
África será fiel pues ha sido muy probada, pero su fe es madura.
Ahora, hijo, al ser dividida, herida la Cabeza, seguirán a la Cruz, no a donde el pecado
será bendecido por los hombres, sino donde estará la Cruz, donde los sacerdotes y mis
profetas defenderán la enseñanza de mi Hijo Jesucristo.
Atraeré hacia mi Hijo a todo mi remanente. Hijito, el anticristo está aquí y él mismo se
encarga de la destrucción de la piedad. Su doctrina está en muchos corazones que no
se dan cuenta de ello. Quien ama a la Cruz y el Santo Rosario será fiel, quien siga el
libertinaje y un evangelio paganizado será del anticristo. Hijito, camina conmigo, soy la
Madre de la Pasión de la Iglesia.
Te amo y te bendigo.
Mi Sagrado Corazón les exhorta a que perseveren en la oración, a que sean fuertes para
que me sigan y acompañen a mi Sagrado Corazón, que místicamente está sufriendo la
Pasión de la Iglesia.
La Pasión Mística de la Iglesia que camina hacia la crucifixión está aquí, sucede ahora y
por eso mi Madre ha venido preparando un Resto Fiel para que acompañen a mi Cuerpo
Místico y sean fieles como lo fue mi Madre al pie de la Cruz.
No dejen de orar, de hacer oraciones de reparación. Oren para que muchas almas aún
tengan oportunidad de ser rescatadas con el precio infinito de mi Preciosa Sangre.
105
Daniel, mi Iglesia, mi resto fiel, lo vive ahora; el tiempo de la desolación, de la destrucción
de la fe.
Pequeños, estoy con ustedes, los animo a seguirme. Con mi Preciosa Sangre les doy mi
Bendición.
106
CAPÍTULO X
Los Ángeles al igual que ministraban a los Profetas (2 Reyes 1, 15), lo harán con las
almas fieles, sirviéndoles y atendiéndoles en la gran batalla.
El Manto de San Miguel cubrirá a las almas selladas, la Espada del Amor Divino y de la
Palabra de Dios los defenderá. Al grito de guerra del Arcángel San Miguel ¿Quién como
Dios? este Resto Fiel de almas, dirá con amor y celo: ¡Nadie como Dios! (Daniel 12, 1).
El Arcángel San Rafael curará las heridas del cuerpo y del alma de estos predestinados,
caminando a su lado (Tobías 3, 16-17).
El Arcángel San Gabriel protegerá y guiará a los profetas y mensajeros del Señor de este
rebaño de ovejas fieles (Lucas 1, 19).
Toda la Legión de nuestros Ángeles Custodios (Salmos 91, 11), toda la Legión Angélica
de María, asistirán y servirán a todo el Remanente de almas de los Últimos Tiempos, de
la era del pecado y del anticristo.
«Yo soy San Miguel, vengo con mi Espada y en ella el Fuego Abrasador. Es el Fuego
del Amor Divino que enciende esta Espada Gloriosa.
Hoy vengo a unirme a ustedes y estar en oración con ustedes, vengo a consagrarlos
como Ejército Mariano, Ejército que triunfará con mi guía y amparo. Pero, sobre todo,
con mi intercesión y el de la Santísima Madre, vengo a entregarles la Espada Gloriosa
de la Lucha y del Amor.»
107
Arcángel, quien a través de los Llamados de Amor nos ha exhortado a unirnos en esta
batalla final.
El Padre San José, Custodio de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María,
nos custodiará a nosotros del mundo, del anticristo y del pecado. Así como su Amante y
Casto Corazón vivió totalmente unido a los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de
María, Él nos enseñará como vivir como un apóstol de Jesucristo e hijo de María.
El Padre San José fue cabeza de la Sagrada Familia de Nazaret, desempeñó una misión
especial de primera categoría, cuidar y proteger a los Dos Tesoros de Dios y así lo hará
con el Remanente Fiel.
Jesús y María le fueron siempre atentos y agradecidos por cuanto hizo por Ellos, de igual
modo han de ser atentos, constantemente, los apóstoles de los Sagrados Corazones
Unidos de Jesús y de María.
El Padre San José, como Protector de la Iglesia de Cristo, no hacía otra cosa que
continuar desempeñando la misión que tuvo en la tierra desde los días de Nazaret. La
familia de Dios ha crecido y se ha esparcido hasta los confines del orbe, el Corazón de
San José se ha ensanchado en proporción a su Nueva Paternidad, la cual prolonga y
108
espera la Paternidad prometida por Dios a Abraham, Padre de innumerable
descendencia.
San José, Padre Nutricio de Jesús, es también Padre Nutricio de sus hermanos, Esposo
Virginal de María que dio a luz a Jesucristo, permanece unido a la Madre de un modo
místico. Mientras en el mundo continua un nacimiento místico de la Iglesia, los que
trabajan por extender el Reino de Dios en el mundo deben reclamar, con mucha razón,
la protección especial de San José que es padre de la Iglesia recién nacida: la Sagrada
Familia de Nazaret fue y es la Iglesia recién nacida.
Estos apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y de los Últimos
Tiempos deben recurrir al Padre San José, Terror de los demonios y aprender de sus
virtudes, de su Amor–Fiat, de su servicio y entrega, y ser fieles al Divino Querer amoroso
de Dios.
“Es preciso vivir una espiritualidad que ayude a los creyentes a santificarse en su trabajo
y misión imitando a San José” Santo Padre Benedicto XVI.
Todos los Apóstoles de los Sagrados Corazones de estos Últimos Tiempos son también
mis hijos, a quienes Yo protejo, cuido y guardo de los Herodes, del dragón, de la bestia
de estos Últimos Tiempos. Por eso, hijos míos, por este Misterio tan hermoso, el Cielo
me envía y envía mi Casto y Amante Corazón –que está tan incendiado y enamorado de
Amor por Jesús y María– a mostrarme como Padre de los apóstoles de estos tiempos.
109
ARTÍCULO III––EL TRIUNFO DE SAN MIGUEL
"En aquellos días se levantará Miguel, el gran Arcángel que se ocupa de tu pueblo. Serán
tiempos difíciles, como no los ha habido desde que existen las naciones. Entonces tu
pueblo podrá salvarse."
Hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y
luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos
en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo
y satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron
arrojados con él.
Entonces oí́ una gran voz en el cielo, que decía: ahora ha venido la salvación, el poder,
y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el
acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
El 13 de octubre de 1884, el Papa León XIII había finalizado la celebración de una Misa
en unas de las capillas privadas del Vaticano. Parado ante el pie del altar de repente se
tornó pálido y cayó al suelo, aparentemente víctima de una apoplejía o un ataque al
corazón. Sin embargo, ninguna dolencia fue la causa de este ataque. Era una visión del
futuro de la Iglesia que él tanto amaba. Después de algunos minutos, sumido en lo que
parecía un estado de coma él revivió y les dijo a todos los que estaban a su alrededor:
"¡Oh, que horrible visión se me ha permitido ver!".
Lo que el Papa León XIII vio era un periodo de más de cien años cuando el poder de
satanás alcanzaría su cenit. Este periodo incluía el siglo veinte y parte del siguiente, el
actual. León XIII quedó tan afectado por la visión de la destrucción de los valores morales
y espirituales, ambos dentro y fuera de la Iglesia, que compuso una oración para que se
diga al final de cada Misa celebrada en cualquier Iglesia Católica. Esta oración a San
Miguel Arcángel era dicha continuamente hasta que la Misa fue reestructurada. La
oración es como sigue:
«San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla; sé nuestra defensa contra las maldades
y trampas del demonio. Que Dios lo reprenda, humildemente rogamos; y tú también, oh,
Príncipe de la Milicia Celestial, por el poder de Dios, arroja al infierno a satanás y a los
otros espíritus malignos quienes rondan por el mundo buscando la ruina de las almas.
Amén.»
San Miguel es el Ángel del Reino del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y cuando
se retira vienen las grandes calamidades. De nuevo se volverá a invocar a San Miguel
Arcángel que nos perdonará este extravío, y volverá triunfante para traernos la verdadera
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PAZ que nos viene del Cielo y para que, por fin, se haga en la tierra la Voluntad de Dios,
tal como lo pedimos a Dios Padre en el Padre Nuestro:
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres,
y Él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su
Dios. Dios enjugará toda lagrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado
en el trono dijo:
He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe, porque estas palabras son
fieles y verdaderas. Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el
fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
111
CAPÍTULO XI
MISIONES DEL APOSTOLADO DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE
JESÚS Y DE MARÍA.
¿Qué es un Cenáculo?
Cenáculo: Es el lugar de Jerusalén donde Jesús cenó con los apóstoles antes de morir
en la Cruz. Es también el lugar donde se reunían los apóstoles después de la
resurrección de Jesús y donde se encontraban durante el Pentecostés.
El Cenáculo nos recuerda la plegaria hecha con María en el Cenáculo de Jerusalén para
prepararse a la venida del Espíritu Santo. Por este motivo llamamos a nuestra oración
también Cenáculo: Hoy seguimos unidos con María en oración para pedir un Nuevo
Pentecostés que renueve la Iglesia, la humanidad, la Creación entera y a nosotros
mismos.
En este Final de los Tiempos que estamos viviendo, los Cenáculos de Oración de los
Sagrados Corazones Unidos, serán los pequeños salvavidas que sostendrán y evitarán
que se hundan los guerreros fieles a Jesús y a María cuando las aguas tomentosas
pretendan devorar y arrasar con todo lo Santo y Sagrado de la Iglesia de Jesucristo.
Los Cenáculos deben ser ante todo encuentros de oración. Pero esta oración debe ser
con María. Por este motivo, es una característica de todos los Cenáculos el rezo del
Santo Rosario y las Devociones dictadas por los Sagrados Corazones Unidos.
112
Bajo el amparo y la guía espiritual de nuestra Madre Santísima, la siempre Virgen María,
en la advocación del Corazón Doloroso e Inmaculado de María aprenderemos a
defendernos del enemigo, a protegernos y proteger a nuestras familias de sus
asechanzas, hasta convertirnos en valientes y fieles guerreros de la Virgen María,
dispuestos a dar la vida por alcanzar el objetivo del Cenáculo: el advenimiento del
Reinado Eucarístico de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María; y
como guerreros del Ejército Mariano, combatiendo espiritualmente a los enemigos del
alma.
Por medio de los Cenáculos de Oración, toda aquella persona que tenga la entereza y
esté dispuesta a darle el SÍ a nuestro Señor Jesucristo, podrá participar activamente en
esta guerra contra las fuerzas del enemigo como guerrero fiel de los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María.
Es muy conveniente iniciar los Cenáculos de Oración con las familias. Esto es posible si
cada miembro tiene el deseo y la voluntad de hacerlo.
113
Para que un Cenáculo de Oración tenga continuidad es muy importante no suprimirlos
en ningún momento, se debe ser perseverante, la disposición interior de las almas es de
gran utilidad para el Apostolado.
Cada miembro del Cenáculo de Oración debe renunciar a todo mal y pecado, renunciar
al odio y decidirse por el bien, reconciliarse con los hermanos, estar preparado a
escuchar la Palabra de Dios y vivir los Llamados de Amor y Conversión, estar abierto a
orar espontáneamente y participar en la conversión interior, dar gracias a Dios y pedir su
bendición.
Todos pueden ser parte de los Cenáculos de oración: niños, jóvenes, mujeres, hombres,
ancianos, enfermos, almas consagradas (sacerdotes, religiosas, religiosos), familias,
entre otros.
1. Debe escogerse un día y una hora en que todas las almas puedan reunirse
semanalmente para realizar los Cenáculos de Oración.
2. Escoger una casa o lugar, la Iglesia o Capillas de adoración al Santísimo
Sacramento del altar, o los centros espirituales propios del Apostolado
conocidos como: “Cenáculo de los Sagrados Corazones Unidos”, para
realizar en ese espacio los Cenáculos de Oración.
3. Asistencia puntual al Cenáculo de Oración.
4. El rezo del Cenáculo de Oración con un ambiente de fervor y recogimiento.
5. Si alguna alma por extrema necesidad debe retirarse antes del Cenáculo de
Oración, hacer un acto de permiso a la Reina del universo arrodillándose y
persignándose.
6. La disciplina en el Cenáculo de Oración en las misiones y actividades
encomendadas debe ser de carácter obligatorio.
7. El orden del Cenáculo de Oración no se puede alterar.
8. Iniciar el Cenáculo de Oración en una hora bien establecida y día que todas
las almas puedan participar.
9. Sana prudencia con todos los hermanos y santa obediencia con las
autoridades del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de
María.
114
organizarnos.
5. El candidato a ser miembros debe ser ayudado por los sacerdotes, religiosos
y coordinadores del Cenáculo de Oración para ser preparado y animado.
6. El alma que aspira ser miembro del Apostolado de los Sagrados Corazones
Unidos de Jesús y de María debe prepararse 33 días con la preparación para
la Consagración total a Jesús por medio de María, de San Luis de Montfort.
7. Cada miembro y cada candidato del Apostolado debe realizar por lo menos
una vez al año la preparación o renovación de 33 días de la consagración
total a Jesús por María, de San Luis de Monfort. (El Apostolado realiza las
consagraciones para los nuevos miembros y renovación de consagración
para los apóstoles que ya pertenecen al Apostolado, 32 días antes de la
Solemnidad de la Anunciación-Encarnación.)
Sección 1. OFICIOS
DE SERVICIO DEL APOSTOLADO DE LOS
SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA:
1. Director Espiritual
2. Vicedirector Espiritual
3. Coordinación
4. Vice coordinación
5. Secretaría
6. Tesorería
115
Esta Estructura orgánica es la que se ejerce en el Apostolado de los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María, en toda su estructura, a nivel mundial, nacional,
regional y en sus Ramas, Fraternidades, Cruzadas y Cenáculos de Oración.
Las normas del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María
establecen que, el Apostolado en cada país, región y en todas las Ramas, Fraternidades,
Cruzadas y Cenáculos de Oración tendrán un director espiritual y un vicedirector
espiritual, que pueden ser: sacerdotes párrocos del lugar o región, sacerdotes
designados por un obispo y/o sacerdotes escogidos por la Coordinación, ya sea,
mundial, nacional, regional y en sus Ramas, Fraternidades, Cruzadas y Cenáculos de
Oración.
d. Los directores espirituales –en plena coherencia con las funciones sacerdotales
de la predicación de la Palabra de Dios en nombre de la Iglesia, la celebración de
los sacramentos, presidir las devociones y ritos del Apostolado, y el cuidado de la
comunidad cristiana del Apostolado– cuidarán pastoral y paternalmente, como
Cristo Sacerdote, a los miembros del Apostolado.
116
Las normas del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María
establecen que, el Apostolado en cada país, región y en todas las Ramas, Fraternidades,
Cruzadas y Cenáculos de Oración, tendrán una Coordinación y una Vicecoordinación ,
que pueden ser designados por un obispo, director y vicedirector espirituales del
Apostolado y/o, únicamente, por la Coordinación Mundial General del Apostolado.
117
Sección 1.03. Oficio de Servicio de Secretaría del Apostolado
Las normas del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María
establecen que, el Apostolado en cada país, región y en todas las Ramas, Fraternidades,
Cruzadas y Cenáculos de Oración tendrán una secretaría, que puede ser designada por
un obispo, director o vicedirector espirituales del Apostolado y/o únicamente por la
Coordinación Mundial General del Apostolado.
118
i. mundial, nacional, regional, y en sus Ramas, Fraternidades, Cruzadas y
Cenáculos de Oración del Apostolado.
k. Gestión de nóminas.
l. Todas las secretarías del Apostolado a nivel mundial, nacional, regional, y en las
Ramas, Fraternidades, Cruzadas y Cenáculos de Oración deben estar unidas y
comunicadas entre sí.
Las normas del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María
establecen que, el Apostolado en cada país, región y en todas las Ramas, Fraternidades,
Cruzadas y Cenáculos de Oración tendrán una tesorería, que pueden ser designadas
por un obispo, director o vicedirector espirituales del Apostolado y/o únicamente por la
Coordinación Mundial del Apostolado.
e. La Tesorería debe extender a los donantes, lo más pronto posible, los recibos de
ingreso. Se registra la ofrenda en los libros o programas de contabilidad en la
computadora, según el caso. Es esencial llevar con exactitud la contabilidad. La
Tesorería Mundial verificará anualmente la contabilidad de las Coordinaciones, y
los informes deben estar disponibles para los miembros contribuyentes de la
Coordinación del Apostolado que los soliciten.
119
debe ser acompañada de un cheque por la suma de donaciones y ofrendas
recibidas.
g. Los recibos de las donaciones entregados por los miembros deben ser
entregados con regularidad. No existen reglamentos estrictos en cuanto a este
procedimiento. La Tesorería General del Apostolado puede decidir lo que será
más conveniente según las circunstancias.
k. Todas las Tesorerías del Apostolado a nivel mundial, nacional, regional, y en las
Ramas, Fraternidades, Cruzadas y Cenáculos de Oración, deben estar unidas y
comunicadas entre sí.
120
1. Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
2. Adveniat Per Cor Mariam.
3. Apóstoles de la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y
de María.
4. Misioneros del Espíritu Santo y de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y
de María.
5. Apostolado Juvenil de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
121
El Cenáculo de Oración de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de
María se puede llevar a cabo en las Iglesias, en hogares privados, en las
familias, en los centros de espiritualidad propios del Apostolado conocidos
como:
122
Rama de ingreso al Apostolado realizando la Consagración Total a Jesús por
María de San Luis de Monfort, y practicando la Lectio Divina del Apostolado.
Los hermanos que desean ser parte del Apostolado, durante 33 días se
prepararán para realizar la Consagración Total y recibir la Imposición del
Santo Escapulario de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
123
Son los miembros del Apostolado que dan a conocer la espiritualidad de la
Cruz Gloriosa del Apostolado a través de la Corona a la Cruz Gloriosa, la
Oración a la Cruz del Apostolado, catequesis y formación con los Llamados
de Amor y Conversión y con el Magisterio de la Iglesia, sobre la espiritualidad
de la Cruz.
A las 00:00 horas entre los días, 14 y 15 de septiembre, que es la “Hora del
124
Triunfo y Reinado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María”
se realizará la Oración de Consagración del Mundo al Espíritu Santo y a
los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María , consagración
presidida por los sacerdotes participantes de la vigilia mundial.
Los santos patronos de esta Rama del Apostolado de la Cruz Gloriosa física
y espiritual son:
125
4. Misioneros del Espíritu Santo y de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús
y de María
126
La coordinación mundial de esta Rama organizará el retiro mundial, elegirá el
país que será sede del retiro y a los catequistas del retiro, donde se impartirán
catequesis, formaciones con los Llamados de Amor y Conversión y el
magisterio de la Iglesia.
Este Retiro, El Reinado del Espíritu Santo en las almas, puede organizarse en
la misma solemnidad de Pentecostés en beneficio de los miembros misioneros
limitados a viajar, a nivel nacional y regional, diocesano y parroquial, siempre
con la guía y autorización de la coordinación mundial de esta Rama del
Apostolado.
1. Presunción:
2. Desesperación:
127
Entristecerse de la santificación del prójimo es un pecado directo
contra el Espíritu Santo, que concede benignamente los dones
interiores de la gracia para la remisión de los pecados y santificación
de las almas. Es el pecado de Satanás, a quien duele la virtud y
santidad de los justos.
5. Obstinación en el pecado:
6. Impenitencia final:
Marcos: «Se perdonará todo a los hijos de los hombres, los pecados
y las blasfemias, por muchas que éstas sean. Pero el que blasfeme
contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será
reo de pecado eterno».
Lucas: «A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre,
128
se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se
le perdonará».
129
San Juan Pablo II
Carta encíclica Dominum et vivificantem, n. 46.
130
Conversión.
Que, con renovado Espíritu, mediante la Corona por el Reinado del Espíritu
Santo, anuncien la santidad del Bautismo y el compromiso de la
Confirmación.
Predicar que, a través de los Dones, Frutos y Carismas del Espíritu Santo,
todo bautizado debe vivir plenamente su fe, vocación y misión particular,
dentro de la espiritualidad de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de
María.
Los santos patronos de los misioneros del Espíritu Santo y de los Sagrados
Corazones Unidos son:
131
¾ El Ángel de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y
Custodio de Nicaragua
132
Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Doloroso e Inmaculado
Corazón de María.
• Constituir Cenáculos del Apostolado Juvenil de los Sagrados Corazones
Unidos de Jesús y de María en comunidades , parroquias , diócesis y
países , y evangelizar a la juventud a través de las redes sociales , para la
convivencia de los jóvenes del Apostolado.
• Realizar misiones juveniles eucarístico - marianas en colegios , escuelas ,
universidades , parroquias , diócesis y diversos espacios donde se puedan
encontrar con los jóvenes.
133
Los Sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María celebrarán, una vez al año, un Retiro Sacerdotal Eucarístico-
Mariano, organizado por la Coordinación Mundial General, Coordinación Mundial
de la Fraternidad , Coordinación Nacional o Regional de la Fraternidad
Sacerdotal , donde se impartirán reflexiones y catequesis con los Llamados de
Amor y Conversión , con el Magisterio de la Iglesia , con la práctica de la Lectio
Divina del Apostolado y las Oraciones y Devociones del Apostolado.
134
maestros de vida espiritual, consejeros y guías espirituales para el Apostolado,
Ramas, Fraternidades, Cruzadas y Cenáculos de Oración.
135
Niños de todo el mundo que desean ser parte del Apostolado, hijos de los
miembros del Apostolado, niños que desde su infancia viven la espiritualidad del
Apostolado.
Los coordinadores de esta Cruzada del Apostolado realizan una pastoral infantil y
catequética, formando en los niños una vida eucarística, mariana y santa,
formando también Cenáculos de Oración infantiles en comunidades, parroquias,
diócesis.
Esta Cruzada Mundial del Ejército Blanco de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, del 6 de Enero de cada año, será organizada por la Coordinación
Mundial General del Apostolado y la Coordinación Mundial del Ejército
Blanco de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María , por las
Coordinaciones Nacionales y Regionales del Ejército Blanco, de modo que en
cada Cenáculo de Oración Infantil del Ejército Blanco, país y región, parroquias
y Diócesis, el Ejército Blanco de los Sagrados Corazones Unidos, organice y
celebre esta Cruzada Mundial del Ejército Blanco de los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María.
136
para que el Ejército Blanco de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de
María se siga expandiendo.
Dios Padre Tierno y Misericordioso desea que dentro de esta obra del Apostolado
se forme un ejército de niños.
Por la conversión de los pecadores, porque de esta conversión depende la paz del
mundo.
Que este Ejercito Blanco de los Sagrados Corazones Unidos sea testimonio para
el mundo, de amor y devoción al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al
Doloroso e Inmaculado Corazón de María.
San Francisco y yo, santa Jacinta, seremos los Santos Patronos de este Ejercito
Blanco.
Pequeña nada, el Padre te ha concedido un gran amor por el Santo Padre, el dulce
Jesús en la tierra. Sigue ofreciéndote como víctima por amor al Papa, a los
sacerdotes y a los pobres pecadores.
137
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Son los miembros del Apostolado que desean llevar la voz de los inocentes no
nacidos y la pastoral pro-vida a la sociedad.
Reparando por el pecado del aborto y por todo pecado que atenta contra la dignidad
de la persona, con las Devociones del Apostolado y con acciones concretas de
caridad y de acompañamiento a madres y personas vulnerables, extendiendo la
cultura de la vida dentro de la espiritualidad de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María en comunidades, parroquias, diócesis, ciudades y países; en toda
la sociedad humana, política y social, y en toda la Iglesia.
138
Adoptar espiritualmente a un niño no nacido en peligro de ser abortado, y a unos
padres en peligro de pecar con el aborto, consiste en rezar por un bebé y sus
padres durante nueve meses, aunque no los conozcas, ofreciendo la oración diaria
Pro-vida del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María,
y demás Devociones del Apostolado en intercesión por ellos: padres e hijo.
Escoges un nombre pueden ser: Jesús si eliges adoptar un niño o María si eliges
adoptar una niña, se puede adoptar ambos niño y niña, y tu compromiso es cuidarlo
con tu oración amorosa durante nueve meses y orar por la conversión de su padre
y madre.
Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús Niño, por mediación del Corazón Doloroso
e Inmaculado de María, nuestra Madre Corredentora, que te dio a luz con amor, y
por intercesión del Casto y Amante Corazón de San José, quien contempló
extasiado el Misterio de la Divina Encarnación y se ocupó de Ti tras tu nacimiento,
te pido por (Jesús, si elegiste un niño; o, María, si elegiste una niña, o Jesús y María
si elegiste ambos), este pequeño no nacido que he adoptado espiritualmente, y que
se encuentra en peligro de ser abortado. Te pido que des a los padres de este bebé
amor y valor y los conviertas en apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos y del
Espíritu Santo, para que le permitan a este pequeño no nacido, vivir la vida de
139
santidad que Tú mismo le has preparado, para el Triunfo del Corazón Doloroso e
Inmaculado de María y el Reinado del Espíritu Santo y de tu Sagrado Corazón
Eucarístico. Amén.
Sagrado Corazón Eucarístico del Divino Niño Jesús, séllanos con tu Amor Santo y
con ese Amor Santo sella a todos los niños por nacer, no solo los del vientre
materno, sino también a todas las almas que aún no han nacido al amor de Dios
Padre Tierno y Misericordioso. Amén.
Durante su vida terrenal este niño o niña, adoptado por ti será conocido sólo por
Dios, pero en el mundo venidero y por toda la eternidad tanto tú, como el niño,
encontrarán la felicidad eterna cada uno en la compañía del otro.
Fecha de la adopción:
Para esta Cruzada Mundial Pro-Vida de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús
y de María, la Coordinación Mundial escogerá cada año un país que sea sede de
la Cruzada Mundial Pro-Vida y se encargarán con la Coordinación Nacional del país
escogido como sede, de la organización y celebración de la Cruzada.
140
¾ San Juan Pablo II
¾ Santa Teresa de Calcuta
141
sea sede de La Cruzada Mundial Familiar, y de la Fiesta de la Sagrada Familia de
Nazaret.
El Santo Padre Benedicto XIII concedió esta solemnidad a toda la Iglesia, fijando su
celebración universalmente para el 23 de enero. Esta fecha ha sido confirmada por
medio de las apariciones y de los Llamados de Amor y Conversión a Manuel de
Jesús.
Para esta solemnidad del Santo Desposorio de Nuestra Señora con San José, la
Cruzada Familiar deberá organizar el Santo Sacrificio de la Misa, donde puedan los
matrimonios renovar sus votos matrimoniales, consagrarse a los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María, realizar y coordinar Retiros Eucarístico-
Marianos, Cenáculos de Oración Matrimoniales y catequesis para conocer mejor el
gran tesoro del sacramento del Matrimonio.
• Consagrar los hogares y las familias a los Sagrados Corazones Unidos de Jesús
y de María (en el Libro del Devocionario del Apostolado, están las oraciones de
consagración de la familia y propiedades).
• Entronizar en los hogares, talleres, trabajos, entre otros, la Cruz Gloriosa del
Apostolado y los Iconos de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
142
• Aceptar a todas las familias que desean participar de los Cenáculos de Oración.
• Acoger y acompañar a los jóvenes en noviazgos que deseen ser parte del
Apostolado y acoger y acompañar a las parejas en unión libre y catequizarlas
sobre la importancia del sacramento del matrimonio.
Mi pequeño Jesús-María:
Está Cruzada Familiar de los Sagrados Corazones Unidos deberá extender los
Cenáculos de los Sagrados Corazones de Jesús y de María en las familias, animar
a mis hijos a consagrarse como familia a los Sagrados Corazones Unidos.
143
personal, destruyan los planes con los que satanás quiere destruir a las familias.
Y con esta Cruzada Familiar deseo establecer familias que hagan realidad la
civilización del amor de los Corazones Unidos.
144
Conversión y el Magisterio de la Iglesia, practicando la Lectio Divina del Apostolado,
Oraciones de Reparación y Adoración Eucarística con las devociones del
Apostolado en Cenáculos de Oración, comunidades, parroquias, diócesis y países.
Esta Cruzada del Apostolado, también debe promover y establecer, con ayuda de
los pastores, la Adoración Eucarística Perpetua en Iglesias y Templos, colaborando
en la construcción y multiplicación de Capillas de Adoración Perpetua e Iglesias
expiatorias, así como de los Centros de Espiritualidad del Apostolado: Cenáculo de
los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
145
En esta Cruzada se recogen las peticiones que van dirigidas al Santuario “Jardín y
Oratorio de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María” Las oraciones se
presentan, a través del instrumento, en todas las Apariciones y Cenáculos.
• Ora por las intenciones de Oración y pedidos universales del Santo Padre,
por la Iglesia, Obispos y Sacerdotes, por el Apostolado y por todo el Mundo.
• Oran por esa alma singularmente durante 33 días seguidos la Coronilla por
las Almas Benditas del Purgatorio del Apostolado , por esa alma
purgante adoptada espiritualmente , finalizados los 33 días sin
interrupción, se puede adoptar otra Alma Bendita del Purgatorio.
146
Sagrado Corazón Eucarístico de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote: Yo,
(nombre de quien ha adoptado espiritualmente a un obispo o sacerdote), me
comprometo ante Ti a orar la Corona por la Santidad de tus sacerdotes, seres
humanos, pero elegidos por tu Sagrado Corazón Eucarístico y Sacerdotal para
una misión sublime, para que el enemigo no prevalezca contra ellos y para que en
ningún momento sean indignos de tan dulce vocación, sino que sean siempre
fieles y generosos, dignos ministros de tus altares, verdaderos defensores de tu
Palabra, que como apóstoles fieles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús
y de María, extiendan el Reinado del Espíritu Santo en las almas, y para que
mantengas siempre en ellos el fuego de tu amor divino y los guardes junto a Ti
hasta la eternidad.
Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, que mostraste tanto cariño por los
enfermos y continúas tu obra de redención en todos los que sufren, compartiendo
147
sus sufrimientos, mira benigno la Cruz Gloriosa de la enfermedad que pesa sobre
sus hombros, y ayúdalos a cargarla con fe y amor.
Ilumina en ellos su fe, para que entiendan el verdadero sentido y el valor espiritual
del sufrimiento y comprendan que, ofreciendo su enfermedad, con amor, a sus
Sagrados Corazones Unidos, se están ofreciendo como almas víctimas por el
Triunfo y Reinado de tu Sagrado Corazón Eucarístico y del Corazón Doloroso e
Inmaculado de María y por la venida de un Nuevo Pentecostés.
Aumenta en ellos tu Amor Divino, que les haga sentir tu presencia a su lado para
soportar los sufrimientos, y vean su enfermedad como una pequeña Cruz Gloriosa
que exaltar.
148
Apostolado practicará de manera constante, de modo comunitario y personal, la Lectio
Divina del Apostolado como un medio de encuentro con la Santísima Trinidad a través
de las Sagradas Escrituras y de los Llamados de Amor y Conversión, y así, servir mejor
al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Corazón Doloroso e Inmaculado de María
dentro del Apostolado, así como a nuestros hermanos y hermanas, haciendo vida el
Evangelio y los Llamados de Amor y Conversión.
Deseo revelarte una intención de mi Divino Querer para mi Obra Magna: el Apostolado.
Mi Querer Divino desea que, cada año, el Apostolado nombre un santo patrono, ya sea
una advocación de vuestro Señor o de nuestra Señora, de un santo o de una santa. Que
el año se consagre a este santo patrono escogido y durante todo el año se medite, se
profundice, se forme y aprenda del testimonio y legado espiritual de este santo patrono
del año.
Todos mis apóstoles estarán bajo el cuidado y la intercesión de este santo patrono
escogido para ese año.
149
Este año, que inicia, conságrenlo a su Dios Padre y Tierno y Misericordioso.
Que el Santo Patrono de este año sea su Dios Padre Tierno y Misericordioso. Meditando,
profundizando y encontrándose con su Padre Dios y el inmenso amor que este Padre
Tierno y Misericordioso tiene por cada criatura.
Sección 3.03. Semana Anual de Oración por la Unidad de los Cristianos y de Reparación
por los cristianos que se han dividido de la Santa Iglesia Católica:
Una vez al año, se exhorta al Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús
y de María, Ramas, Fraternidades, Cruzadas y Cenáculos de Oración, a evocar la
oración de Jesús para sus discípulos: “para que todos sean uno; para que el mundo
crea” (Juan 17, 21).
Todo el Apostolado, ofrecerá su oración, orando los ocho días continuos, que conforman
la “Semana Anual de Oración por la Unidad de los Cristianos y de Reparación por los
cristianos que se han dividido de la Santa Iglesia Católica”, las Devociones dictadas a
Manuel de Jesús para cada día de la semana, celebrará el Santo Sacrificio de la Misa,
organizará Cenáculos de Oración y Reflexión en torno a la espiritualidad de la unidad
cristiana y utilizará también la guía brindada como recurso o subsidio de oración por la
Iglesia, anualmente, para esta Jornada de oración, para orar por la unidad cristiana.
Esta semana de oración por la unidad de los cristianos y de reparación por las heridas
que la división ha causado en el Cuerpo Místico de Nuestro Señor Jesucristo, se
celebrará anualmente del 18 al 25 de enero, entre las festividades de la confesión de
San Pedro y la conversión de San Pablo.
Esta semana de oración por la unidad de los cristianos y de reparación por los cristianos
que se han dividido de la Santa Iglesia Católica, será anunciada, organizada y
convocada oficialmente por la Coordinación Mundial del Apostolado de los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María a todas las Coordinaciones Mundiales,
Nacionales, Regionales, Ramas, Fraternidades, Cruzadas y Cenáculos de Oración.
El Domingo de la Palabra es fijado por el Santo Padre Francisco, en el III Domingo del
Tiempo Ordinario de cada año e instituido con la Carta Apostólica «Aperuit Illis» en forma
de «Motu proprio» (30 de septiembre de 2019).
150
Nos recuerda la importancia y el valor de la Sagrada Escritura para la vida cristiana,
dedicada a la «celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios» (Aperuit Illis
3).
Acto de Contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por
ser Tú quién eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento de todo corazón,
de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque
pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado sobre todas
las cosas.
Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Propongo firmemente,
con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de
pecado. Señor, por los méritos de tu Pasión y Muerte, con los cuales Tú expiaste por mis
151
pecados, ofreciendo un dolor tan grande e intenso que te hizo sudar sangre, apiádate de
mí.
Madre mía del Cielo, alcánzame de Jesús este suspirado perdón. Amén.
Oración de Invocación al Espíritu Santo (dictada el 28 de octubre de 2014)
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e
Inmaculado de María, tu amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la poderosa intercesión del Corazón Doloroso e
Inmaculado de María, tu amadísima Esposa.
Ven, mi Dios Espíritu Santo, a través de la Poderosa intercesión del Corazón Doloroso e
Inmaculado de María, tu amadísima Esposa.
Oración
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el Fuego de tu
Amor.
V/. Envía tu Espíritu y todo será creado. R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración
¡Oh, Dios! que iluminaste los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo, haznos
dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo, por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración al Divino Espíritu Santo (dictada el 15 de agosto de 2014)
Divino Esposo de María Santísima, mi Dios y Señor Espíritu Santo, enciende en cada
alma el Fuego de un Nuevo Pentecostés, para que nos consagres como apóstoles del
Corazón Doloroso e Inmaculado de María y apóstoles de los Últimos Tiempos. Protege
con tu sombra a la Iglesia católica, salva a las almas del mundo y realiza el Reino
inflamado de amor de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
Oración que prepara nuestras almas para escuchar la Sagrada Escritura (dictada
el 18 de octubre de 2014)
Querida Santa Madre de Dios y Madre nuestra, ayúdame a guardar las Palabras de tu
Divino Hijo Jesucristo en mi mente, alma y corazón, y no suba al Reino Celestial sin
haber producido una abundante cosecha de amor, redención y paz que tanto necesita
el mundo. En vuestros Dos Corazones Unidos me refugio eternamente. Amén.
152
Amado Padre, que el Reino de la Palabra de Dios venga pronto a nuestros corazones.
María, Reina del Reino de la Palabra de Dios, ruega por nosotros. Amén.
Se Lee el Santo Evangelio propio del Tercer Domingo del tiempo ordinario
Terminada la Lectura del Santo Evangelio, se colocan dos personas con cirios
encendidos, a ambos lados de quien dirige el Rito, Sacerdote o Laico (Puede ser un
Coordinador del Apostolado), este dará a besar la Santa Biblia a todos los participantes,
quienes haciendo un acto de reverencia besarán las Sagradas Escrituras.
Dirigente:
«Dichosos los que lean y los que escuchen las palabras de esta profecía, y guarden lo
escrito en ella» (Ap 1, 3).
La comunidad responde:
Señor, ¿a quién iremos? Tus palabras dan vida eterna. Nosotros creemos y sabemos
que tú eres el Santo de Dios» (Jn 6, 68-69).
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo,
su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado,
muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí
ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la
vida eterna. Amén.
Preces
Demos gracias a Dios Padre Tierno y Misericordioso, que, por medio del Sagrado
Corazón Eucarístico de Jesucristo, su Palabra Eterna, ha creado el mundo y por su
Encarnación en el Inmaculado Vientre del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, la
Reina del Reino de la Palabra de Dios, nos creó de nuevo, redimiéndonos. Pidámosle
por el mundo entero, para que llegue a todos la salvación.
153
Oremos juntos diciendo:
5. Por nosotros, la Santa Iglesia, que unidos al Santo Padre, obispos y sacerdotes,
reunidos alrededor de la Palabra y de la Eucaristía, que, escuchando su Palabra,
comiendo su Pan y bebiendo su Cáliz formemos con todos los cristianos un solo
Cuerpo movido por un mismo Espíritu. Roguemos al Padre Tierno y
Misericordioso, Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, Verbo Encarnado,
óyenos.
Oración
Señor y Dios nuestro, Padre Tierno y Misericordioso, que nos llamas al seguimiento de
tu único Hijo, Jesucristo, y nos invitas a trabajar por el Reino Eucarístico; atiende
nuestras súplicas y haznos auténticos apóstoles del Sagrado Corazón Eucarístico de
Jesús, para que podamos responder con amor al amor que nos has dado, imitando la
obediencia amorosa del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, la Reina del Reino
de la Palabra de Dios y ofrezcamos los frutos abundantes de Apostolado que hacemos
en nombre de Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.
154
Oración al Corazón Doloroso e Inmaculado de María
Doloroso e Inmaculado Corazón de María, habitación pura y santa, cobijad mi alma con
vuestra maternal protección. Por este medio, permaneceré fiel a la voz de Jesús, y mi
alma podrá corresponder a su amor, y obedecer su Divina Voluntad.
¡Oh, Madre mía! mi deseo es mantener ante mi vista, sin cesar, vuestra participación de
Corredentora. Con este recuerdo viviré íntimamente unido a vuestro Corazón Doloroso
e Inmaculado, que siempre permanece totalmente unido al Sagrado Corazón Eucarístico
de vuestro Divino Hijo.
Por los méritos de vuestras virtudes y angustias, clavadme a este Divino Corazón,
protegedme ahora y siempre. Amén.
Jaculatoria Final:
Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús
Doloroso e Inmaculado Corazón de María
Casto y Amante Corazón de San José
Triunfen y Reinen.
Amén.
El origen de este desposorio místico es la unión total del alma con su Creador, pero este
Don del desposorio Trinitario solamente lo había otorgado a la Inmaculada Virgen y,
después, fue reservado para estos Últimos Tiempos. Está Gracia de la alianza esponsal
con la Santísima Trinidad te ha sido concedida en Misericordia y como primicia.
Todos los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos deben meditar y amar la
Palabra. Mi Apostolado será un instrumento esencial para el gran triunfo del Evangelio
en toda la Iglesia y en toda la tierra.
155
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
Una vez al año, el Apostolado general y mundial realizará un Retiro Espiritual, donde se
celebre el Santo Sacrificio de la Misa, se oren las Devociones del Apostolado, se
impartan temas relacionados a la espiritualidad de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, los Llamados de Amor y Conversión, Lectio Divina del Apostolado,
temas de coordinación, formación y organización, para el Apostolado en general.
Todos los años, para las Solemnidades Litúrgicas del Sagrado Corazón de Jesús y del
Inmaculado Corazón de María, solemnidades que siempre se celebran el viernes y
sábado, posterior al segundo domingo de Pentecostés, y que incluirá el Domingo, que
se le ha revelado al instrumento del Apostolado, Manuel de Jesús, que es el domingo
de las moradas de Santidad de los Tres Sagrados Corazones Unidos de Jesús, María y
San José, el Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María,
celebrará el Congreso Mundial Eucarístico-Mariano del Apostolado.
156
del Apostolado, se orarán las Devociones del Apostolado y los documentos del
magisterio de la Iglesia, que nos guían sobre estas Dos Columnas que sostienen a la
Iglesia: Eucaristía y María.
Este congreso Eucarístico-Mariano, también debe ser una oportunidad para meditar en
la figura del Casto y Amante Corazón de San José, Patrono Universal de la Iglesia y en
el camino de Santidad que los Tres Santos Corazones nos enseñan y revelan.
Este congreso Eucarístico-Mariano debe ser una oportunidad para unir a la Iglesia, en
sus diferentes iniciativas, movimientos, Apostolados y carismas, a contemplar a Jesús
Eucaristía, a Nuestra Señora y al Santo Patriarca San José y extender con acciones
concretas el Reino de los Tres Sagrados Corazones Unidos.
Se celebrarán, procesiones eucarísticas al final del congreso que ayudan a dar una
dimensión pública y ritual a la fe Eucarística, Mariana y Josefina, celebrada, estudiada y
reafirmada durante el Congreso.
Este Congreso Eucarístico-Mariano, durará los tres días mencionados: el viernes del
Sagrado Corazón de Jesús, el sábado del Inmaculado Corazón de María y el domingo
de las Moradas de Santidad de los tres Sagrados Corazones Unidos de Jesús, María y
San José.
Las coordinaciones del Apostolado del país que se escoja como sede del congreso,
deberán trabajar en comunión, para juntos preparar y desarrollar el Congreso Anual.
Todos los años el día 13 de octubre, día que el Apostolado conmemora el Reinado
Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús y la Corredención de María, se realizará una
Cruzada Mundial de Reparación Eucarística-Mariana, orando con las Devociones del
Apostolado, se elegirá un país sede para la Cruzada Mundial, se consagrará el País que
sirva de sede de la Cruzada Mundial, a los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de
María y se impartirán catequesis con el Magisterio de la Iglesia en torno a la
espiritualidad de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, reflexiones con el
Tratado y Estatutos del Apostolado, con los Llamados de Amor y Conversión, y se
practicará la Lectio Divina del Apostolado.
157
Sección 3.09. Retiros Eucarístico-Marianos de las Ramas, Fraternidades y Cruzadas:
Todas las Ramas, Fraternidades y Cruzadas del Apostolado deben realizar anualmente
un Retiro Eucarístico-Mariano, ya sea de convocatoria Mundial, Nacional y Regional, por
lo menos uno en el año, donde se impartan reflexiones y catequesis con el Magisterio
de la Iglesia, con la espiritualidad propia de la Rama, Fraternidad y Cruzada del
Apostolado, con los Llamados de Amor y Conversión, donde se ore con las Devociones
del Apostolado y con la Lectio Divina del Apostolado y se compartan temas de
coordinación y organización de la Rama, Fraternidad y Cruzada.
158
La Coordinación Mundial General , la Coordinación Mundial de cada Rama ,
Fraternidad y Cruzada, y las Coordinaciones Nacionales, siempre deben respetar la
estructura , el equipo de Coordinación , agendas de trabajo , misiones y frutos, propios
de cada Rama, Fraternidad, Cruzada y Cenáculos de Oración.
Sección 3.11. Fuentes de Catequesis del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos
de Jesús y de María
159
preferiblemente el coordinador de cada Rama, Fraternidad y Cruzada, de modo que en
el equipo coordinador nacional estén presentes todas las Ramas, Fraternidades y
Cruzadas del Apostolado del país.
Cada Rama, Fraternidad y Cruzada del Apostolado tiene una coordinación mundial que
la rige y guía, esta coordinación mundial de cada Rama, Fraternidad y Cruzada, también
está unida a la Coordinación Mundial General del Apostolado, de la cual recibe guía,
orientación y directrices.
160
3. Coordinador nacional
4. Vicecoordinador nacional
5. Secretaría nacional
6. Tesorería nacional
Cada Rama, Fraternidad y Cruzada del Apostolado tiene una Coordinación Nacional que
la rige y guía, y trabaja en conjunto con los Coordinadores Nacionales del Apostolado
en su país respectivo, la Coordinación Nacional de cada Rama, Fraternidad y Cruzada
del Apostolado también está unida a la Coordinación Nacional del Apostolado, que a la
vez está unida a la Coordinación Mundial de cada Rama, Fraternidad, Cruzada y a la
Coordinación Mundial General del Apostolado.
161
4. Coordinación Nacional de cada Rama, Fraternidad y Cruzada.
5. Coordinación regional del Apostolado.
6. Coordinación regional de cada Rama, Fraternidad y Cruzada.
7. Cenáculos de Oración de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María,
extendidos por todo el mundo.
Sección 4.08. Oficio de Servicio del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María
Para escoger a un miembro del Apostolado que colabore con los diversos oficios de
servicio dentro del Apostolado, como lo son:
1. Directores espirituales.
2. Vicedirectores espirituales.
3. Coordinadores.
4. Vicecoordinadores.
5. Secretarios.
6. Tesoreros.
Cumpliré con gran diligencia y fidelidad las obligaciones a las que me comprometo con
la Iglesia tanto universal como particular, y con el Apostolado de los Sagrados
162
Corazones Unidos de Jesús y de María, por el cual he sido llamado a ejercer mi servicio,
según lo establecido en los Estatutos del Apostolado.
Acataré lo que enseñen los sagrados Pastores, lo que establezcan los directores
espirituales del Apostolado y mantendré fielmente la comunión con todo el Apostolado.
Para que la acción apostólica a la que he sido llamado a servir y ejercer como hijo de la
Iglesia, y como consagrado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María,
obtenga frutos espirituales en bien de la Iglesia y por el Reinado de Amor de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, conservaré con mi testimonio y
compromiso, el don de la unidad y de la comunión en el Amor.
Que así, Dios Padre Tierno y Misericordioso me ayude y los Sagrados Corazones Unidos
de Jesús, María y San José me bendigan. Amén.
Yo, por la autoridad que se me concede, como Sacerdote de Cristo, acepto tu Fórmula
de Servicio del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, en
nombre de la Iglesia y te hago partícipe de los bienes espirituales del Apostolado de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
R./Amén.
Esta Fórmula de Oficio de Servicio del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos
de Jesús y de María, será recitada por todo miembro del Apostolado, que sea designado
a un oficio de servicio dentro del Apostolado, ya sea en las Coordinaciones Mundiales,
Nacionales, Regionales, Ramas, Fraternidades, Cruzadas y Cenáculos de Oración del
Apostolado.
NOTAS FINALES:
Para las celebraciones del Santo Sacrificio de la Misa, dentro de las actividades del
Apostolado, los sacerdotes, pueden utilizar Ornamentos Sacerdotales que estén
ilustrados con los diversos signos del Apostolado, como pueden ser Casulla y Estolas
con los Sagrados Corazones Unidos y/o la Cruz Gloriosa del Apostolado estampados en
las vestiduras sacerdotales, en los paños sagrados, y ornamentos de los vasos
163
sagrados, corporales, Purificadores, Sagrarios, cubre cáliz, conopeo, humeral, velos
de custodias y manteles del Altar , también pueden utilizarse con los signos del
Apostolado estampados en ellos. Se puede y se deben elaborar Custodias , según el
modelo de la Cruz Gloriosa del Apostolado , para la exposición del Santísimo
Sacramento.
En primer lugar, la unidad y la comunión deben reinar entre las Coordinaciones. Todas
las Coordinaciones: Mundiales, Nacionales y Regionales y miembros del Apostolado que
desempeñen un Oficio de Servicio dentro del Apostolado de los Sagrados Corazones
Unidos de Jesús y de María, deben tener Amor y Comunión dentro de los equipos de
Coordinación y con todos los miembros del Apostolado, Ramas, Cruzadas,
Fraternidades y Cenáculos de Oración. Las Coordinaciones: Mundiales, Nacionales y
Regionales, deben de procurar mantener encendido el amor fraternal con sus miembros,
estar cercanos a los miembros del Apostolado, Ramas, Fraternidades, Cruzadas y
Cenáculos de Oración, cercanos a sus necesidades espirituales y corporales, ningún
miembro del Apostolado debe sentirse solo o ignorado por los miembros del Apostolado.
Los miembros del Apostolado, que sean llamados para desempeñar un Oficio de
Servicio dentro del Apostolado y sientan confusión, dudas, inseguridades y
complicaciones en su Oficio de Servicio o se sientan solos desempeñando su Oficio de
Servicio, serán acompañados, guiados y sostenidos, por otro Coordinador del
Apostolado , que será escogido por la Coordinación Mundial General , o por la
Coordinación Nacional , con la autorización de la Coordinación Mundial General ,
para que sea maestro , consejero , tutor , asesor y acompañante espiritual del
miembro del Apostolado que necesite orientación . Toda persona , dentro y fuera del
Apostolado , que se acerque a un miembro del Apostolado , debe sentirse amado y
aceptado . Todo miembro del Apostolado , debe ser imagen del Amor de los
Corazones Ardientes de Jesús y de María, para todo el mundo. “La unidad de Cristo es
fortísima; nadie la divida, nadie la destruya" San Agustín de Hipona.
Los miembros que desempeñan un Oficio de Servicio dentro del Apostolado deben
anteponer a sus intereses personales, sentimientos personales, las intenciones
apostólicas del Apostolado y la salvación de almas, jamás relegar a Dios, a la Iglesia y
al Apostolado por intereses propios ajenos a la espiritualidad del Apostolado. Ningún
miembro del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, debe
ocupar el Apostolado para intereses propios o personales y ajenos al Apostolado y los
Estatutos.
164
y amor filial, las palabras, guías y consejos de los directores y vicedirectores espirituales,
sabiendo que unidos al sacerdote, estamos unidos a la Iglesia, Esposa de Jesucristo.
Los miembros del Apostolado que deseen pertenecer a una Rama, Fraternidad y
Cruzada, deben también pertenecer a la Coordinación Nacional de su país, para que así
los coordinadores también tengan conocimiento de la integración de miembros del
Apostolado, en el grupo de su país correspondiente, como en alguna Rama, Fraternidad
y Cruzada del Apostolado. Así se facilitará mantener orden, unidad y comunión, con todo
el cuerpo universal del Apostolado.
165
Las Coordinaciones Regionales del Apostolado, Ramas, Fraternidades, Cruzadas y
Cenáculos de Oración no cambiarán o removerán ningún miembro del Apostolado que
ejerza un oficio de servicio dentro del mismo, sin antes tener la autorización y
consentimiento en conjunto de la Coordinación Mundial General y Nacional del
Apostolado y/o de la Rama, Fraternidad y Cruzada, correspondiente.
166
Coordinaciones Mundiales y Nacionales, de la espiritualidad del Apostolado, de los
Llamados de Amor y Conversión, y de los Estatutos del Apostolado, y no se desvíen, ni
se dividan de las normas y objetivos del Apostolado.
167
CAPÍTULO XII
El Emblema del Apostolado es una reunión de las gracias del Cielo, pues el Emblema
contiene los regalos del Cielo para los corazones. Se podría decir y es así: una
culminación de gracia para los apóstoles de Jesús e hijos de María.
Alrededor del Emblema, en la parte superior escribe:
Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
El Apostolado es una acción. Es la misión especial de un apóstol hacer Apostolado.
Hacer testimonio no solo con palabras, sino con obras de amor con un corazón sincero
y dispuesto. Es anunciar a Cristo con el Corazón que más lo ama y más lo conoce, el
Corazón Doloroso e Inmaculado de nuestra Mamá.
En la parte inferior del Emblema del Apostolado, en latín se escribe:
COR JESU ADVENIAT AT REGNUM TUUM,
ADVENIAT PER COR MARIAM,
que en español quiere decir:
168
CORAZÓN DE JESÚS VENGA TU REINO,
VENGA POR EL CORAZÓN DE MARÍA.
El Reino de Dios es la presencia de Dios en los corazones que lo aman. ¿Y quién más
que Jesús y que María? dos Corazones que, junto al Corazón de San José, ¿han amado
a Dios?
El Reino de Dios está dentro de nosotros. Es por eso que al consagrarnos a los Sagrados
Corazones extendemos ese Reino de Amor y de Divina Voluntad entre los hombres. Por
eso se clama que Jesús envíe su Reino sobre los corazones, pero que lo envíe por María,
como Reina y como Medianera de todas las Gracias.
Alrededor de todo el Emblema se encuentra una franja de color rojo, que representa la
Preciosísima Sangre de Nuestro Señor, precio de nuestra redención, Sangre que nos
ha lavado y purificado de todo pecado.
Como apóstoles del Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús debemos estar consagrados
a la Preciosa Sangre, Sangre que nos ha redimido y Sangre que brotó de su Sagrado
Corazón.
¿Y por qué esa Sangre dentro del Apostolado? ¿Y por qué es el Apostolado la Obra
Magna del Corazón de Jesús?
En el Libro de Apocalipsis Capítulo 7, 14-15 se afirma: “La muchedumbre venía alabando
al Señor, pero eran los que habían lavado sus vestiduras con la Sangre del Cordero”.
Por eso, ahora, debemos ser los apóstoles consagrados a los Sagrados Corazones,
purificados a través de esta Preciosa Sangre que honran, que aman, que adoran el precio
de su Redención.
En el centro del Emblema se encuentra Dios Padre Tierno y Misericordioso que, con el
Espíritu Santo, nos regala a los Dos Santos Corazones inflamados en una Llama de
Amor, que reciben del Divino Espíritu ese fuego encendido de amor por Dios. Así, los
Dos Corazones de Jesús y de María están encendidos en Amor y están unidos en el
Espíritu Santo, pero están unidos en el centro de la Cruz.
Este Emblema representa un Segundo Pentecostés. El Segundo Pentecostés vendrá a
toda la tierra, pero con el Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María cuando
todos, con la palabra “FIAT” escrita en el corazón, seremos inflamados con la Llama
Divina del Espíritu Santo, que nos va a guiar al camino de la santidad, del amor, de la
justicia.
29 de diciembre de 2018 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN
DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA
El Escudo del Apostolado, insignia de mi Ejército.
Apóstoles de mi Doloroso e Inmaculado Corazón, los invito a contemplar el Escudo del
Apostolado que la Santísima Trinidad reveló a nuestra pequeña víctima para que, este
Escudo, sea la insignia de mi ejército.
Dios Padre Tierno y Misericordioso, con sus manos extendidas hacia la humanidad,
derrama gracias de misericordia para el bien de los hombres.
169
En el Corazón del Padre está Dios Espíritu Santo (Hechos 1, 4-5) dirigiendo su
vuelo hacia la tierra, y están nuestros Dos Sagrados Corazones Unidos en la tabla
de salvación, que es la Cruz Gloriosa. Entre el mundo y Dios Padre, están las Moradas
de santidad de nuestros Sagrados Corazones y el Espíritu Santo.
Para avanzar en este camino de santidad, el Padre ha querido que el mundo repita mi
Fiat, el “hágase en mí según tu Palabra” (Sn. Lucas 1, 38).
Hijos míos, este Escudo del Apostolado es el sello de la Santísima Trinidad y es el signo
que precede al Reinado del Espíritu Santo por medio del nuevo Pentecostés.
Todos mis hijos, abriendo sus corazones, diciendo “sí” al Corazón de Dios y a nuestros
Últimos Llamados de Amor y Conversión, reciben la gracia de que el Espíritu Santo y mi
Corazón Maternal los prepare para recibir la gran venida del Espíritu Santo.
Soy la Madre de la Palabra. Mi Corazón es el Arca donde se guardó la Palabra, y
también, se encarnó haciéndose hombre en mi Hijo Jesucristo.
Y como Madre de la Palabra los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
170
desde la Cruz, pero con María. Es el advenimiento del Reinado Eucarístico del Sagrado
Corazón.
Desde la sombra del Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, al pie de la
Cruz gloriosa, está escrita la palabra “Fiat", que representa ese Reino Glorioso donde
viviremos, ese "hágase" donde haremos todo lo que nos manda Jesús en el Evangelio.
Desde el Padre y desde la Cruz brotan rayos de luz para el mundo. Es esa Gracia
Misericordiosa que brota sobre todas las naciones, sobre todos los lugares, sobre todas
las personas que escuchan el Evangelio, orando y preparándose para ese Nuevo
Pentecostés que derramará el Señor sobre todo espíritu.
1 de febrero de 2019 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL SAGRADO
CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS
Mi Apostolado también es una obra de la Cruz.
La Cruz será el Altar perpetuo de mi Corazón Eucarístico, en la cual me ofrecí, me
ofrezco, y eternamente me ofreceré a mi Padre por ustedes.
La Cruz es el Altar de mi Corazón y mi Madre está al pie de este Altar adorando,
consolidando y preparando, sin cesar, por la humanidad.
Es también, por esto, que he revelado, a través de mi Apostolado, a todo el mundo:
La Cruz Gloriosa de Nuestros Sagrados Corazones Unidos
• Cruz que es el Altar de la Sagrada Eucaristía y Trono de los Sagrados Corazones
de la Madre y del Hijo.
• Cruz que ahuyenta a satanás.
• Cruz que bendice el lugar donde se exponga.
• Cruz que protegerá ciudades de desastres naturales y de la ira del Padre.
En esta Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos he concentrado todas las
espiritualidades de la Cruz.
¡Que la Cruz Gloriosa de Nuestros Sagrados Corazones sea amada y sembrada en el
mundo entero!
Y con esta Cruz que es mi Altar y mi Trono los bendigo. Con esta Cruz, que mi Padre ha
pedido que se entronizara en el Jardín de María.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
171
Saludo del Sacerdote:
S/. El Señor esté con ustedes
F/. Y con tu espíritu
Amado Padre, que el Reino de la Palabra de Dios venga pronto a nuestros corazones.
María, Reina del Reino de la Palabra de Dios, ruega por nosotros. Amén.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 2, 5-11
Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jesús. Él, a pesar de su condición divina, no
hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la
condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre
cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por
eso, Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre sobre todo nombre»; de modo
que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y los abismos y toda
lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
V/. Palabra de Dios. R/. Te alabamos Señor.
172
de ahora en adelante, protejan esta propiedad y a todos los que viven aquí o vienen a
este lugar, de toda perversidad y de todo daño.
A través del poder del Espíritu Santo y el ministerio de los Ángeles asignados a este
lugar, que quien no esté llamado a este lugar de refugio pueda ser cegado a todo el
tránsito que viene para acá; quien pretenda infiltrarse en este refugio con cualquier
finalidad contraria a la voluntad de Dios Todopoderoso pueda quedar inhabilitado para
cualquier acto profano y sea condenado de su culpabilidad por la necesidad de
arrepentimiento sincero y que todos los que vengan a este lugar en respuesta a la
llamada de Nuestro Señor y Nuestra Señora puedan mantenerse a salvo de todo daño
físico y espiritual y estén verdaderamente abiertos a las palabras de verdad proclamadas
en este lugar y a las bendiciones de Dios concedidas aquí.
Que todos nosotros podamos cumplir la misión que se nos ha asignado con espíritu de
gratitud, confianza y humildad y que podamos ser colmados con un espíritu de sabiduría,
coraje y fortaleza. Esto lo pedimos en el Nombre de Jesucristo nuestro Señor, que vive
y reina con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
PRECES
Invoquemos a nuestro Redentor que nos ha salvado con su Cruz y a cada intención
digámosle:
R/. Por tu Cruz Gloriosa, sálvanos, Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.
Cristo Señor, tú que te despojaste de tu gloria, haz que todos los cristianos imitemos tu
humildad. R/.
Cristo Señor, tú que fuiste exaltado por Dios sobre todas las cosas, concédenos
perseverancia, para ser verdaderos apóstoles de sus Sagrados Corazones Unidos, hasta
el día de nuestra pascua. R/.
Cristo Señor, atrae a todos los hombres hacia tu Sagrado Corazón Eucarístico. R/.
Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, que venga tu Reino a través del Triunfo del
Corazón Doloroso e Inmaculado de María. R/.
En este momento se coloca la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, donde será entronizada, es decir, el lugar donde permanecerá la Cruz
Gloriosa.
173
Aspersión con Agua Bendita sobre el lugar donde se colocará la Cruz Gloriosa de
los Sagrados Corazones Unidos y sobre la Cruz Gloriosa, también el Sacerdote
puede hacer la señal de la Cruz sobre la Cruz Gloriosa con aceite exorcizado.
Colocada la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos, en comunidad oramos:
¡Piedad, Dios mío!, para que venga tu Reino Eucarístico, a través del Triunfo del
Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
Amén.
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu
Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras deudas, como nosotros
perdonamos a nuestros deudores; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del
maligno. Amén.
174
10 Ave María de los Últimos Tiempos
Dios te salve, María, llena eres de Gracia, el Señor está contigo. Bendita Tú eres, entre
todas las mujeres, y bendito es el Fruto de tu Vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, Corredentora de las almas, ruega por
nosotros pecadores, y derrama el efecto de Gracia de tu Llama de Amor, de tu Doloroso
e Inmaculado Corazón sobre toda la humanidad, ahora, y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por
los siglos de los siglos. Amén.
Jaculatoria.
Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, derrama sobre el mundo entero los tesoros de
tu divina e infinita misericordia. Amén.
175
La Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos glorifica la dolorosa Pasión de
Jesús, pregona el Misterio de María Corredentora y anuncia el Nuevo Reino Eucarístico
que está por venir.
Orando la Corona de la Perfección de los Sagrados Corazones Unidos comprenderán y
vivirán ese Misterio de la Cruz Glorificada.
Yo, Teresa de Jesús, intercedo por cada uno de ustedes.
5 de abril de 2019 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL SAGRADO
CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS
La Cruz es el Altar por excelencia de mi Sagrado Corazón Eucarístico y Sacerdotal. En
la Cruz mi Cuerpo y mi Sangre pagaron los crímenes de los hombres.
Y, en la Cruz, la Divina Voluntad del Padre fue enaltecida, cumplida y exaltada.
Al pie de la Cruz estaba mi Madre (Sn Juan 19, 25). Ella se entregaba unida a mi
Corazón , sentía mi dolor , mi tristeza , y nuestras lágrimas eran una sola
entregándose a nuestro Padre por la conversión de todos.
En este tiempo a través de mi Obra, el Apostolado de Nuestros Sagrados Corazones
Unidos, vengo a mostrar al mundo la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos.
Esta Cruz blanca, que simboliza al Cordero de Dios que se sacrifica, esta Cruz con borde
celeste, que representa la participación de mi Madre en la Redención como la
Corredentora. En el centro el gran don de la Eucaristía y mi Sagrado Corazón, que es
uno solo en el Santísimo Sacramento verdaderamente presente, pero dentro de mi
Corazón Eucarístico está el Corazón Doloroso e Inmaculado de mi Madre, como la
abogada, corredentora y medianera de todas las gracias.
Y así, como he pedido que, en este santo lugar, en el jardín de María, se levantará esta
Cruz, deseo que en todo el mundo se levante la Cruz Gloriosa con nuestros Sagrados
Corazones Unidos en el centro, y que sea conocida como la Cruz Gloriosa de nuestros
Sagrados Corazones Unidos.
Esta Cruz no es necesario que tenga medidas, lo importante es que sea levantada en el
mundo entero y en los hogares.
Esta Cruz anuncia el Reino Eucarístico de mi Sagrado Corazón.
Esta Cruz prepara al ejército de mi Madre para el triunfo de su Corazón Maternal.
Esta Cruz dará gracias de sanación para el cuerpo y las almas, y mostrará el Amor
Misericordioso de mi Sagrado Corazón Eucarístico, por lo cual satanás al verla huirá.
Y, en este mismo Amor y Misericordia protegerá donde sea colocada de cualquier
desgracia.
Desde la Cruz Gloriosa de nuestros Sagrados Corazones Unidos los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
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EL ÍCONO DE DIOS PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO
177
porque he enviado a Dios Hijo para que, con sus sufrimientos en su Pasión, pagara las
deudas de la humanidad y así salvarlos; porque perdono y no llevo cuenta de sus
pecados.
Amados hijos, vengo a la humanidad, por medio de esta Obra, a renovar y extender el
Mensaje de Dios Padre a la humanidad. Quiero que todos me conozcan como el Padre
Tierno y Misericordioso, que todas mis criaturas tengan la confianza de acercarse
también a Mí. No rechacen el Amor de su Padre; es el mayor sufrimiento que padezco
místicamente a causa de la humanidad: el rechazo, la indiferencia y la desobediencia.»
Posteriormente, en sucesivos Llamados de Amor, Dios Padre explica con más detalle
cómo es de verdad:
«Mostrándome a ustedes como Dios Padre Tierno y Misericordioso les deseo enseñar
mi amor, mi cercanía, mi amistad.
Que, bajo este título, todos los hombres sientan la confianza de acercarse a su padre.»
26 de enero de 2020.
«Deseo que todos los hombres con libertad y voluntad, reconociéndome Padre Bueno y
no un Juez Castigador, se acerquen con confianza a Mí y me adoren.» 25 de febrero de
2019.
«Vengo a mostrarme a toda la humanidad como Dios Padre Tierno y Misericordioso, este
título y advocación reúne toda la naturaleza de vuestro Padre: Amor y Misericordia. Y
como Dios Padre Tierno y Misericordioso deseo ser honrado, amado y conocido.» 19 de
marzo de 2019.
«Quiero darme a conocer como Dios Padre, un Padre Tierno y Dios Misericordioso, bajo
este título quiero ser conocido, amado, adorado y que los hombres me vean cercano y
se vuelvan a mí con toda la confianza puesta en mi Misericordia Divina.» 1 de julio de
2019.
«Mi Apostolado también es una obra de Dios Padre, promuevan por medio de la Corona
y del Ícono, la Devoción a Dios Padre, honrándome cada Primer Domingo de mes,
especialmente el Primer Domingo del mes de agosto; y todo el mes de agosto
conságrenlo, particularmente, a la devoción y adoración a Dios Padre, Tierno y
Misericordioso.» 4 de agosto de 2019.
«Ser apóstoles de los Sagrados Corazones también es ser apóstoles de Dios Padre, y
por eso y por las gracias que se derraman en el mundo a través de este título, deseo que
el Ícono de Dios Padre y la Corona de Dios Padre sean propagados por el mundo.
Cuando oran la Corona de Dios Padre me hacen un ofrecimiento del valor infinito de la
Pasión de Jesús en la Cruz y de la Pasión de Jesús en la Eucaristía.» 19 de agosto de
2019.
«Y, ahora, mostrándome a ustedes como Dios Padre Tierno y Misericordioso les deseo
enseñar mi amor, mi cercanía, mi amistad.
Quiero establecer, en el mundo entero y en la Iglesia, la Devoción a Dios Padre Tierno y
Misericordioso.» 26 de enero de 2020.
178
EL ÍCONO DE LOS
SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA
179
Nuestra Señora también tiene el santo Rosario, que es la cadena de salvación de estos
Últimos Tiempos. La Madre vestida con un Manto Dorado, es el Sol que envuelve su ser.
Es el Sol de Jesús, que envuelve a María, “la Mujer vestida del Sol, ceñida en su cintura
porque está encinta” y está dando a luz a su Hijo en la Cruz. María se vuelve
Corredentora y Medianera de todas las Gracias.
Se aparece vestida como Reina, como Señora, como Madre Misericordiosa que atiende
a su Hijo en la Cruz, y con su mirada al mundo tiende nuestros corazones, como nuestra
Abogada entre su Hijo y nosotros. El Corazón Doloroso e Inmaculado de María es, por
lo tanto, una advocación universal. Nuestra Señora ha dicho que este título es muy
grande porque no se le ha revelado a un profeta, sino que ha sido la Santísima Trinidad,
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo quien le han dado este título para el Fin de los
Tiempos: Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
Es por eso que, en nuestro Apostolado, los patrones por excelencia son el Sagrado
Corazón Eucarístico de Jesús, pero Jesús Sacrificado, Jesús Sacramentado, Jesús
Misericordioso; con el Corazón Doloroso e Inmaculado de María. Así que Nuestra Madre
en este Ícono, nos está invitando a la devoción, a la adoración, a la contemplación de su
Hijo Crucificado, que debe de ser el centro de nuestra vida. Nuestro Señor ha pedido que
el Ícono de los Sagrados Corazones sea entronizado en los hogares de los miembros
del Apostolado, donde ellos estén, trabajen, habiten o se lleven a cabo los Cenáculos de
Oración.
El Ícono del Apostolado debe llevarse a las misiones, a los enfermos, a las familias, a los
jóvenes, a los niños, parroquias y comunidades, pues es el Estandarte por excelencia,
es la bandera única para llevar el Reino de sus Dos Corazones. En el Libro de Isaías
11 , 12 : “Izará un estandarte que se verá desde el extranjero , para juntar a los
desterrados de Israel, y reunirá a los dispersos de Judá desde los cuatro confines de la
tierra ”. Y, ¿no es esa, pues , la misión del Apostolado ? reunir , juntar a todo el
pueblo nuevo de Israel. Esa es la gran misión de este Apostolado : reunir para
llegar al Triunfo y al Reinado Eucarístico de los Sagrados Corazones en todo el
mundo.
180
guerras; ante este Ícono huye satanás. Pero lo más importante, la más grande promesa,
es que este Ícono tiene el don de la conversión y del amor.
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En este lugar nuestra Sagrada Familia ha pedido posar como un refugio para nuestros
Tres Corazones, porque desde aquí queremos llamar, reunir y formar a todos los
apóstoles de los Sagrados Corazones unidos, en estos tiempos.».
Así como en su día, la Sagrada Familia fundó su hogar en Nazaret, en estos Últimos
Tiempos, el hogar donde reside la Sagrada Familia es el Jardín de Gracia, el lugar de las
apariciones.
6 de septiembre de 2017- Casto y Amante Corazón de San José
«Aquí en este bendito lugar, en un pequeño jardín, en un Pesebre Espiritual, en este
espacio tan pequeño están los Tres Corazones, que estaban unidos aquella noche en
Belén, Jesús, María y Yo, San José.
No necesitamos de algo grande para construir el Reino de Dios.»
El 6 de junio de 2018 - el Casto y Amante Corazón de San José, el Jardín de Gracia era
consagrado como el Hogar de Nazaret:
«Queridas almas, hemos venido a consagrar este recinto como el Hogar de Nazaret para
estos tiempos, quiero que comprendan que este lugar es la Casa de la Santa Familia
para los Últimos Tiempos y que, es preciso que se guarde el recogimiento y la oración.».
182
«Hijos míos, la Santísima Trinidad venía preparando la Era Gloriosa de los Tres
Sagrados Corazones de la Familia de Nazaret. Por eso, me enviaba a manifestarme a
Santa Teresa de Jesús, a aparecerme en Cotignac, en Knock, en Fátima*.
Porque también el Espíritu Santo venía revelando la gran devoción a San José a través
de muchos apóstoles de San José, preparando la gran manifestación que a través de
esta Obra del Corazón de Dios se me ha pedido revelar: el Casto y Amante Corazón de
San José, la devoción más grande y completa a San José, Custodio de los Dos
Corazones y Protector de la Iglesia Universal.
* Cotignac (7 junio 1660); Knock (21 agosto 1879); Fátima (13 octubre 1917)»
«Queridos hijos míos, mi Casto y Amante Corazón es la devoción más grande a San
José, y el Padre quiere que sea conocida también con la propagación del Icono de mi
Casto y Amante Corazón, porque así me vengo a mostrar, para estos últimos tiempos, y
prometo que este Icono de mi Casto y Amante Corazón será un signo de protección y
bendición en los hogares, que lo expongan y con devoción oren.».
A mediados del 2018 Manuel de Jesús comunicaba que San José se le había aparecido
con un manto dorado y que a partir de entonces siempre se le aparecería con un manto
dorado en señal de la realeza de San José y de que comenzaba la Era de los Tres
Corazones de Jesús, María y José. Una Era en la que el Casto y Amante Corazón de
San José será ensalzado, venerado, de forma como nunca hasta ahora. Una Era en la
que aparecerá y se pondrá de manifiesto la realeza de San José. San José pertenece a
la estirpe de David, su estirpe es de realeza real, Él es rey, el Gran Patriarca de la
Sagrada Familia y de la Iglesia Universal, el Gran Monarca de las profecías, así lo ha
expresado en los Llamados de Amor y Conversión.
El 19 de septiembre del 2019 se despedía diciendo:
«Como el gran Monarca de los Últimos Tiempos los bendigo con mi Casto y Amante
Corazón».
Y días más tarde el 25 de septiembre de 2019, nos confiaba su misión:
«El Corazón de Jesús y el Corazón de María son los dos Testigos que están dando al
mundo los Últimos Llamados para la conversión y el arrepentimiento, y Yo, enviado por
Jesús, soy el gran Patriarca que conducirá́ , en este desierto espiritual, a todo el Resto
Fiel hacia el Reino de Jesús, de María y del Espíritu Santo.».
Tal y como el propio San José nos explica en su Llamado del 29 de agosto de 2018
todas las Gracias de María, su Esposa, las tiene Él por reflejo, Él es el Gran Monarca y
protector de la Iglesia, que conducirá al Resto Fiel a vivir el Triunfo del Corazón
Inmaculado de María.
«Queridos hijos, con mi Manto de Oro soy el reflejo de la Mujer Vestida de Oro,
anunciando el Triunfo de su Corazón Inmaculado, pues mi Manto de Oro significa que
vengo vestido del Triunfo del Doloroso e Inmaculado Corazón de mi Esposa Virgen, y
quiero, como protector de todos los cristianos, conducirlos a vivir el Triunfo del Corazón
de María. ¡Escuchen atentamente mis palabras! Soy San José el que anuncia el Triunfo
183
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María. Y con mi Apostolado vengo a reunir a
todos los miembros de nuestra Santa Familia: sacerdotes, religiosos y seglares, todos
apóstoles de los Sagrados Corazones en estos tiempos.».
A raíz de estas visiones el Cielo pidió pintar un nuevo Icono Sagrado, basado en estas
apariciones de San José a Manuel de Jesús. Este Ícono tiene gracias especiales que
San José ha ido desvelando en sus Llamados.
El 24 de julio de 2019, nos decía:
«Donde esté el Ícono del Casto y Amante Corazón de San José ́ serán protegidos. Al ver
el Ícono experimentarán mi cercanía y amor paternal, y solo en el hecho de
contemplarme experimentarán deseos inmensos de amar a Jesús y María, y servirles
mejor.».
El Ícono también es un elemento importante para que, a través de él y nuestra oración
en fe, podamos preparar el Aceite de San José que servirá de remedio espiritual y físico
durante la Gran Tribulación.
El 27 de marzo del 2019, explicaba el papel del Ícono en esta preparación:
«El aceite de oliva y siete lirios deben permanecer siete días frente al Icono de mi Casto
y Amante Corazón donde pueden ofrecer una setena, orando el Cenáculo de mis Siete
Dolores y Gozos. Sumerjan esos siete lirios en el recipiente con aceite, es el sacramental
que mi Casto y Amante Corazón entrega a los hijos de María.».
Este Ícono debe ser propagado por todo el mundo para que su Casto y Amante Corazón
sea honrado y conocido, así lo aseguraba en su Llamado del 13 de marzo de 2019.
«Con el Cenáculo de Oración de mi Casto y Amante Corazón y el Icono de mi Casto y
Amante Corazón, unidos a mis Llamados de Amor y Conversión, propaguen la devoción
a vuestro Padre Protector, San José.».
Insistía en la misma idea el 20 de marzo de 2019:
«La devoción al Casto y Amante Corazón de San José debe ser propagada en todo el
mundo, con los Llamados de Amor de mi Casto y Amante Corazón y el Cenáculo de
Oración del Casto y Amante Corazón, meditando y orando con mis Siete Dolores y
Gozos, propagando además el Ícono del Casto y Amante Corazón de San José».
184
ESTANDARTE DE LOS APÓSTOLES DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
O DEL EJÉRCITO MARIANO
Este estandarte consta de dos partes: una parte color blanco, otra roja. Una cruz con un
Rosario, y a cada lado el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y el Corazón Doloroso
e Inmaculado de María. Es el estandarte del Ejército Mariano y los colores rojo y blanco
representan martirio y ejército. Este Estandarte reúne en sí mismo el carisma, la misión
y el llamado de todos los apóstoles consagrados a los Dos Corazones. Sus colores nos
indican que estamos en una guerra espiritual. Ese ejército que lleva la Cruz y el Rosario
como su única arma de artillería, que ya profetizó san Luis Grignion de Montfort, estos
apóstoles aguerridos llevarán el Rosario y la Cruz. Así que nos convertimos con este
estandarte en un ejército con voz clara e inquebrantable. Exclama sin temor:
185
ESTANDARTE DE LA CRUZ GLORIOSA, DEL TRIUNFO Y DEL
REINADO DE LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA
186
Los Dos Estandartes son los anunciadores de la llegada del Reino del Corazón
Eucarístico de Jesús
Apóstoles de mi Doloroso e Inmaculado Corazón, mi ejército, les ayudo a profundizar en
el gran Misterio que se encuentra en los dos Estandartes de mi Apostolado. Los
Estandartes son las banderas de mi Ejército militante.
El Estandarte rojo y blanco manifiesta en sí mismo lo profetizado por san Luis de
Montfort:
• la Cruz y el Rosario,
• sus colores de realeza y de martirio,
• y la inscripción “Ejército Militante Mariano”.
Este Estandarte es, en sí mismo, la señal, de que mi ejército es un ejército de almas
víctimas que con las armas de la oración y del sacrificio conquistan almas para mi Hijo
Jesús.
El Estandarte de la Cruz Gloriosa es el estandarte del Triunfo (Ap 5, 5), es el
Estandarte de la Inmaculada, es el estandarte de la Sagrada Eucaristía.
La Cruz Gloriosa representa el Reino del Corazón Eucarístico y el Triunfo de María
Inmaculada, es el Estandarte de los apóstoles del Reinado del Cordero de Dios.
En mis dos Estandartes están impresos nuestros Sagrados Corazones Unidos por el
Amor, Unidos por la Cruz, unidos por el santo Rosario, unidos en la Sagrada Eucaristía.
Estos dos estandartes dados a esta Obra Magna de nuestros Sagrados Corazones, a
través de esta pequeña víctima, son los anunciadores de la llegada del Reino del
Corazón Eucarístico de Jesús que viene a través del Triunfo de mi Doloroso e
Inmaculado Corazón.
Los invito a abrir sus corazones ya que viviendo mis Últimos Llamados de Amor me
permiten triunfar en ustedes.
Oren, oren con el corazón y decídanse a vivir con amor estos Últimos Llamados a la
conversión.
Con amor maternal los bendigo.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María purísima, sin pecado original concebida.
187
EL ESCAPULARIO DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS
DE JESÚS Y DE MARÍA
Es un mensaje, es una señal. Primero cada uno de nosotros cuando nos imponemos
este Escapulario de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María, nos
convertimos en apóstoles consagrados a los Sagrados Corazones. Es nuestro signo
externo de nuestro corazón que ya está sellado con los nombres de Jesús y María.
El Escapulario fue revelado por primera vez el 5 de junio de 2014.
El Sagrado Corazón de Jesús me dijo: Hijo mío: Hoy Yo vengo a consagrar tu alma, a
que tú, mi soldado, seas todo mío. Hoy te consagro como apóstol de la Luz, del Amor, y
te escojo como heraldo de mi segunda venida, porque: ¡he aquí que Yo vengo!
Jesús me impone el Escapulario, que en su parte delantera tiene una Cruz Blanca y los
cinco puntos en la parte de las Heridas. Atrás, está el Doloroso e Inmaculado Corazón
de María rodeado con tres rosas, blanca, roja y amarilla; y una daga atravesándola. En
la punta de la daga una gotita de Sangre. El Escapulario era grande, de color marrón.
Jesús prosiguió y dijo:
Por eso, mi apóstol, vengo nuevamente a consagrarte. Te doy mis dos Rayos
Misericordiosos que llenen tu ser.
Hijo mío, el camino es duro, pero conmigo se vuelve transitable.
188
¡Ya es hora que el mundo vuelva a mi Sagrado Corazón! Te consagro, por eso, con este
Escapulario. Y Jesús aclara: No es nuevo. Ya estaba presente en el Misterio de mi vida.
Con este Escapulario, al ponerlo sobre ti, también pongo mi vida, desde hoy serás mi
pregonero de que Yo pronto vendré a reinar en cada corazón. Hijo, cada conciencia será
tocada y cada ser volverá a la justicia y al orden que ha sido creado.
Hoy llamo a todos mis discípulos a usar este Escapulario que pregona mi segunda
venida. Mi Cruz simboliza mi sacrificio y las heridas que se abren para alcanzar
misericordia para el mundo.
La Cruz Blanca me simboliza, a Mí porque Yo soy el Blanquísimo Cordero que está en
el Trono.
Y también está mi Madre, mi seguidora por excelencia. Ella está también en mi Gloria,
así como sufrió la ignominia de la Cruz, que sufrí por amor.
Hijo, ya es hora de decirle al mundo que estoy cerca.
5 de julio de 2014 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL SAGRADO
CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS
Explicación del Escapulario de los apóstoles de los Últimos Tiempos.
El color marrón significa la vida de entrega y de sacrificio de Jesús. El Sagrado Corazón
de Jesús dijo:
Este Escapulario y su color representa toda mi vida expiatoria en la tierra.
La Cruz representa el máximo amor de Dios y a la cual todo apóstol de Jesús y María
debe aspirar unirse. Blanca porque significa su triunfo, con el borde celeste que
representa la compañía de la Madre Bendita en la vida de Nuestro Señor.
Atrás está el Corazón Doloroso e Inmaculado de la Santísima Madre, que se une al
Sagrado Corazón de su Hijo por medio de las cintas. Sus tres rosas representan los
dones y la espiritualidad del Corazón Doloroso e Inmaculado de María que deben vivir
los apóstoles de los Últimos Tiempos, como lo son: la oración, el sacrificio y la penitencia.
17 de septiembre de 2014- LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN
DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA
“Los apóstoles de los Últimos Tiempos, los apóstoles de María, apóstoles de mi triunfo”.
Desde hace mucho, pequeño mío, ya se había revelado que, al final se suscitarían
apóstoles, aquellos que llevarían la grande, nueva, única y final evangelización sobre la
tierra, pues en su corazón hubo un Cenáculo y se derramó el Espíritu Santo, y estaba
Yo, su Madre, perseverando en oración.
He aquí, querido hijo, que el tiempo ha llegado, tiempo de proclamar la buena nueva,
tiempo de evangelizar, tiempo de consagrar cada alma, cada familia, cada rincón del
mundo, de una manera especial pido la consagración de Rusia, si no será un gran azote
para mis hijos fieles.
Hoy quiero que cada sellado renazca en mi amor. Estos apóstoles consagrados han sido
189
gestados en mi Vientre, pues los he dado a Luz, así como Eva los dio a luz para la tierra.
Yo quiero, hijos míos, que despertéis de vuestro letargo, pues poco o nada se está
logrando y el ejército del dragón rojo se está acercando. Así como su ejército está
conformado por el comunismo, ateísmo, masonería, terrorismo, y muchos otros hijos de
las tinieblas y de la oscuridad. Así la Santísima Trinidad me envía para reunir a los fieles,
justos y humildes.
No es un nuevo carisma o una nueva misión, son aquellos que toman muy a pecho las
Palabras de mi Hijo: “Id y Anunciad”. Ellos estarán enardecidos con el fuego del Amor
Divino. El celo de la casa de mi Padre les consume. Predican a tiempo y destiempo.
Llevan la Palabra de mi Hijo como su Regla de oro y su único tesoro. Ayudan a los
sacerdotes, ayudan a los pastores de las almas, salen en busca de la oveja perdida.
Aman a Dios, aman al prójimo.
Hijos, conságrense a mi corazón, tomen a pecho los compromisos y pedidos de la Iglesia,
vivan a plenitud su bautismo y confirmación.
Por eso, no importa del carisma espiritual que proceda el alma que quiera consagrarse,
lo importante es ser sal y luz del mundo, donde mi Hijo los ha puesto. Dando testimonio
de que por mi Corazón se llega al Corazón de mi Hijo, son ustedes que traen mi Triunfo
final, almas humildes y generosas.
Hijos, conságrense a mi Corazón. Llevemos el Triunfo de mi Hijo y su Iglesia, y
destruyamos a satanás.
Hijos, consagrarse a mi Corazón Doloroso e Inmaculado significa:
• Hacer vida su Consagración Bautismal,
• Vivir su compromiso de su Confirmación de la fe en mi Hijo y su Iglesia,
• Predicar, testimoniar y evangelizar,
• Ayudar a los pastores en la tarea de salvación de las almas,
• Vivir las virtudes de la fe, esperanza y caridad, humildad, obediencia, la
abnegación, paz. Sobre todo, el sacrificio, oración y penitencia; teniendo como
único programa de vida la Ley de Dios y el Evangelio de mi Hijo.
Hijos, antes de imponeros el Escapulario que los consagrará a mi Doloroso e Inmaculado
Corazón como apóstoles de los Últimos Tiempos, hagan la renuncia a satanás y
renueven vuestra fe.
18 de septiembre de 2014 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN
DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA
El retorno de mi Hijo Jesús.
Queridos hijos:
Vengo nuevamente a anunciar el próximo retorno, en Gloria y Majestad, de mi Hijo Jesús,
el Cristo, Rey del Universo, y el Reinado de mi Doloroso y Materno Corazón.
Querido hijo: Quiero explicarte el significado del Escapulario que se te ha entregado.
190
Su color marrón significa que toda la vida de nuestros Sagrados Corazones Unidos fue
una vida de sacrificio y penitencia, de dolor y expiación. Todo el Escapulario es de este
color, significando que cargáis los 33 años de vida de mi Hijo en la tierra sobre sus
hombros, y, como mi Hijo, deben dar testimonio de amor a Dios.
La Cruz Blanca, hijo mío, significa su redención, además, es una señal de estos tiempos.
Es la señal que alumbrará el cielo. Es la gran señal prometida a santa Faustina. Es la
Cruz del Triunfo.
Ya no es el leño seco del Calvario, es el leño verde y glorificado. Jesucristo resucitado
viene conmigo al mundo. Es la cruzada de amor, es la señal prometida en mis santuarios
marianos. Significa que deben ser ustedes los nuevos Cristo de la humanidad. Esa Cruz
es la señal que guiará a mi Ejército Mariano.
El Corazón, atrás, es mi Corazón Doloroso e Inmaculado traspasado por la espada de
dolor, dolor que fue causado por la pérdida de tantas almas, atrás porque Yo soy la
Esclava del Señor. La Gota de Sangre que derramo es la gracia de mi Corredención.
Hijos, con este Escapulario serán los apóstoles de los Últimos Tiempos: anunciado en la
Sallete, profetizado por mi hijo san Luis de Montfort. El Escapulario será el escudo
espiritual para las almas.
Yo les amo y les he traído este tesoro del Cielo para cada alma. Soy Madre que vela por
sus hijos. Soy la Dama Blanca de la Paz, Corredentora del mundo.
Les amo y les bendigo.
En el Nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
2 de febrero de 2019 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN
DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA
'Los sacramentales del Apostolado'
Queridos hijos:
Mi Corazón Doloroso e Inmaculado ha revelado a mi Apostolado sacramentales
que dan culto a Nuestros Sagrados Corazones Unidos.
Los Iconos de Nuestros Sagrados Corazones Unidos y del Casto y Amante Corazón de
San José, así como la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos. El Escapulario
de Nuestros Corazones Unidos y los Estandartes de mi Obra tienen una promesa en
común: la conversión, y tienen una misión común, extender el Reinado de Nuestros
Sagrados Corazones.
Es importante, queridos hijos, que mediten en mis Llamados de Amor, porque la Obra de
mi Apostolado con los Cenáculos de Oración, los sacramentales, y nuestros Llamados
de Amor preparan a la humanidad para el Triunfo de mi Corazón Maternal y la venida del
Reino Eucarístico de mi Hijo Jesús.
191
Queridos hijos, mi Apostolado ha salido de mi Doloroso e Inmaculado Corazón, como un
instrumento del Espíritu Santo, para unir a mis hijos.
¡Abran sus corazones a mis Llamados al Amor y a la Conversión! Les doy mi bendición
maternal.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
192
SAGRADO ESCAPULARIO DE LOS SAGRADOS CORAZONES
UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA
RITO PARA LA IMPOSICIÓN
193
Señor, ten piedad de nosotros. R. se repite
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
194
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.
Sacerdote:
195
bendecir y santificar estos Vínculos de Amor, que son señal de perpetuo servicio en
honor del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, Verdadera Madre de Dios y
Corredentora nuestra, concédenos propicio que todos aquellos que los lleven
devotamente, sean liberados de la esclavitud de este mundo y del poder del diablo, los
príncipes de las tinieblas se alejen de ellos temblando y huyendo asustados.
No presuman molestar a los servidores de esta Santísima y Potentísima Reina del Cielo
y de la Tierra, Señora de los Ángeles y de los hombres, Vencedora del infierno. Estos
vínculos sean para ellos señal del Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
y los haga partícipe del Reinado Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús; que los
Arcángeles, San Miguel, San Gabriel, San Rafael, los Ángeles Custodios, los guarden y
protejan.
Que estos hijos y esclavos de amor de vuestros Sagrados Corazones Unidos vivan en
santidad, en la práctica de la virtud, sean libertados de la corrupción, de las tentaciones,
de las seducciones de este mundo, sean auténticos apóstoles del Sagrado Corazón
Eucarístico de Jesús, dejando al hombre viejo, sus obras y acciones y vivan dentro del
Fiat de la Divina Voluntad por intercesión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
Que tu gracia no los abandone, los acompañe siempre, ahora y en la hora de su muerte,
por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
196
cuya misericordia a nadie ha faltado; escucha los deseos que tengo de la Divina
Sabiduría, y recibe para ello los votos y las ofrendas que mi bajeza te presenta.
Yo, (…), pecador infiel, renuevo y ratifico hoy, en tus Manos los votos de mi bautismo.
Renuncio para siempre a satanás, a sus pompas y a sus obras, y me doy por entero a
Jesucristo, la Sabiduría Encarnada, para llevar mi cruz en su seguimiento todos los días
de mi vida. Y a fin de que le sea más fiel de lo que le he sido hasta ahora, te escojo hoy,
¡Oh, María!, en presencia de toda la Corte Celestial, por mi Madre y Señora.
Te entrego y consagro, en calidad de esclavo, mi cuerpo y mi alma, mis bienes interiores
y exteriores, y aun el valor de mis buenas acciones pasadas, presentes y futuras,
dejándote entero y pleno derecho de disponer de mí y de todo lo que me pertenece, sin
excepción, según tu beneplácito, y para la mayor Gloria de Dios, en el tiempo y en la
eternidad.
Recibe, ¡Oh, Virgen benignísima!, esta pequeña ofrenda de mi esclavitud, en honor y
unión de la sumisión que la Sabiduría Encarnada se ha dignado tener a tu Maternidad;
en homenaje del poder que ambos tienen, sobre este pequeño gusanillo y miserable
pecador; y en acción de gracias por los privilegios con que te ha favorecido la Santísima
Trinidad.
Manifiesto que en adelante quiero, como verdadero esclavo tuyo, procurar tu honor y
obedecerte en todas las cosas. ¡Oh, Madre admirable!, preséntame a tu querido Hijo en
calidad de esclavo eterno, a fin de que, habiéndome rescatado por Ti, me reciba también
por Ti.
¡Oh, Madre de misericordia! concédeme la gracia de alcanzar la Verdadera Sabiduría de
Dios, y de colocarme, por ende, en el número de los que Tú amas, enseñas, guías,
alimentas y proteges como a hijos y esclavos tuyos.
¡Oh, Virgen fiel! hazme en todas las cosas tan perfecto discípulo, imitador y esclavo de
la Sabiduría Encarnada, Jesucristo, Tu Hijo, que llegue, por tu Intercesión y a tu ejemplo,
a la plenitud de su edad sobre la tierra y de su gloria en los cielos. Amén.
Bendición final
S/. El Señor esté con ustedes.
F/. Y con tu espíritu.
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S/. La bendición del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo descienda sobre todos
ustedes, ahora y por siempre.
F/. Amén.
Otros sacramentales que los Sagrados Corazones Unidos de Jesús, María y José
han dado para el fin de los tiempos como remedios espirituales y corporales.
198
que son Amor y Paz. Les exhorto: sean devotos del Casto y Amante Corazón de San
José.
Oren el Cenáculo de Oración de mis Siete Dolores y Gozos, en los cuales les he revelado
mi vida interior y exterior, mi vida de fe y de trabajo. Con honor también propaguen el
Ícono de mi Casto y Amante Corazón. Y con el aceite de mi Casto y Amante Corazón
sientan mi protección paternal.
El aceite de oliva y siete lirios deben permanecer siete días frente al Ícono de mi Casto
y Amante Corazón donde pueden ofrecer una setena, orando el Cenáculo de mis Siete
Dolores y Gozos. Sumerjan esos siete lirios en el recipiente con aceite, es el sacramental
que mi Casto y Amante Corazón entrega a los hijos de María. Si es posible, el sacerdote
puede bendecirlo.
Les invito nuevamente, sean verdaderos devotos de mi Casto y Amante Corazón.
Con amor de Padre y con mi Corazón Castísimo los bendigo, desde este refugio de
nuestra Sagrada Familia.
En el Nombre del Padre y del Hijo y Espíritu Santo. Amén.
Hijos míos, siendo ustedes verdaderos devotos de mi Corazón imitarán mi vida, las
virtudes que Dios me concedió y el amor y la entrega total a Jesús y a mi Esposa Virgen.
Ser devotos de mi Casto y Amante Corazón es imitarme.
Queridos hijos, la preparación del aceite del Casto y Amante Corazón de San José es de
la siguiente manera: siete lirios que pueden estar puestos frente al Ícono de mi Casto y
Amante Corazón y un recipiente con aceite; se ora una setena de días el Cenáculo de
mis Siete Dolores y Gozos, iniciando jueves para terminar el miércoles siguiente, que en
total son siete días, y el séptimo día sumergen los siete lirios en el aceite; y este aceite
lo usan como un sacramental, un medio a través del cual mi Casto y Amante Corazón
derrama gracias sobre los hijos de María.
Bendigo al mundo desde este refugio de los Tres Sagrados Corazones.
199
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
200
Reunir los elementos:
1. Icono del Casto y Amante Corazón de San José.
2. Aceite puro de oliva (extra virgen).
3. Recipiente/s amplios en los que se colocará el aceite a bendecir.
4. Recipientes para conservar el aceite. Pueden ser los originales u otros a elección.
5. 7 lirios (cualquier tipo de lirio) por cada recipiente con aceite que se ponga a bendecir,
no importa la cantidad de aceite que contenga.
6. Cenáculo de Oración del Casto y Amante Corazón de San José.
7. Embudo y cucharón son recomendables para facilitar la tarea de revertir el aceite a
los recipientes en que se guardará, especialmente si está preparando una cantidad
grande.
Los 7 lirios, (de preferencia que no estén completamente abiertos, recordemos que
deben permanecer por 7 días, deberemos cambiarles el agua frecuentemente y cortarles
la punta final del tallo cuando se cambie el agua, esto prolonga su frescura), colocarlos
en un florero. Aunque marchiten siguen siendo útiles, marchitos no descompuestos.
El aceite de oliva puro, con propiedad preservante y sin riesgo de ponerse rancio es el
extra virgen; no importa la cantidad, se vierte en el recipiente amplio. Recomendamos no
poner más de dos galones o el equivalente de 7,6 litros de aceite, por recipiente, para
facilidad de manejo.
Colocar aceite y lirios próximos al Icono de San José y por 7 días orar el Cenáculo de
Oración del Casto y Amante Corazón, empezando un jueves y culminado el siguiente
miércoles, añadiendo en las intenciones del rezo del Cenáculo que San José bendiga los
elementos y les prodigue las gracias sacramentales. Por cada recipiente de aceite asigne
7 lirios, si fabrica grandes cantidades.
El tipo de lirio es blanco y perfumado, de los que se colocan en el Altar en Domingo de
Resurrección, los mismos que adornan el Corazón del Casto y Amante Corazón de San
José.
El próximo miércoles desprenda los lirios del tallo, agarre los lirios abrazando los pétalos
con los dedos y separarlos dando un movimiento de torsión y al mismo tiempo
halándolos. Sumergirlos en el aceite. Los lirios deben permanecer sumergidos en el
aceite para asegurar que no se produzca descomposición de los mismos, es decir, deben
permanecer por debajo de la superficie del aceite.
Retornar el aceite en los recipientes originales u otros de su propia elección, utilizando
el embudo y el cucharón. Cerrar bien las bocas de los recipientes.
Guardar en ambiente seco, sin exposición directa a la luz y sin excesivas temperaturas.
Preparar hasta obtener 12 galones (45.4 litros), que es la reserva que hay que almacenar
201
para los tiempos de la Tribulación, para ayudar a muchos. Para el uso diario y compartir
con amigos y familiares hágase adicional preparación.
Si es posible, el sacerdote puede también bendecirlos.
Usos del Aceite de San José
¿Qué usos tiene nuestro precioso tesoro, regalo de la Santísima Trinidad a través del
Casto y Amante Corazón de José?
Pues bien, así como el pueblo de Israel marcó sus viviendas con sangre de cordero,
nosotros ungiremos las nuestras como señal de pertenencia a los Sagrados
Corazones Unidos y lo haremos sellándolas contra el ingreso de enfermedades y
pestes. Lo haremos marcando la señal de la Cruz sobre los dinteles de puertas y
ventanas.
Lo consumiremos como remedio del cuerpo y del alma, en la enfermedad y en la salud,
en nuestros alimentos (3 gotas de aceite en la comida o directamente a la boca), lo
usaremos para ungirnos cuando vamos a salir de casa, ungir a los nuestros; y en fe,
nuestro bondadoso San José, terror de los demonios, nos concederá su protección.
Y siempre haremos todo esto repitiendo:
Casto y Amante Corazón de San José, custodio de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, y protector de la Iglesia, ruega por nosotros que nos refugiamos en ti.
Amén.
5 de diciembre de 2018 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CASTO Y
AMANTE CORAZÓN DE SAN JOSÉ
Hijos míos, al Hermano André le pedía ungir con el aceite de mis lámparas colocadas en
mi altar, a los enfermos; ahora vengo a pedir que, en los Cenáculos de Oración de mis
Dolores y Gozos, cada miércoles, coloquen siete lirios dentro de un recipiente de aceite,
no importa la cantidad. También el Aceite de San José será remedio para los hijos de
María.
202
EL ACEITE DE ROSAS,
MIEL BENDECIDA,
Y AGUA DE LA FUENTE DE GRACIA.
203
través de Mí, al Sagrado Corazón de mi Hijo, a quién deben adorar en el Santísimo
Sacramento. Hijito, cae una lluvia de agua, fuego y tierra sobre el mundo, que debe ser
purificado. El agua hundirá los cimientos del reino de satanás; el fuego exterminará al
mal; la tierra cubrirá sus maldades hasta desaparecerlas, para que el Señor tome
nuevamente el Poder y la Voluntad Divina, en su Amor.
El Amor es el Poder de Dios, que reinará en todos los corazones. Hijo, guarden,
alimentos, ropas, agua, especialmente almacenen recipientes de agua. Guarden Agua
de mi Fuente de Gracia y Misericordia para vuestras familias, para vuestros hermanos.
Guarden lo necesario para mantenerse, en el tiempo que el Padre envía para el bien de
vuestras almas. Sellen sus casas con la Sangre de mi Hijo y mis Lágrimas Maternas.
En vuestros hogares debe haber un Altar principal, o un Santuario, o un Refugio Familiar,
la Cruz, el Cuadro de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y María, la Sagrada
Escritura, agua y velas benditas. No se quiten de sus cuerpos los Sacramentales; unjan
con el Aceite Bendito de mis rosas, sus posesiones y familias, asperjan agua bendita en
todo su hogar.
Hijo ha llegado el tiempo que prepares a mi Ejército. Hijo no crean y no se dejen confundir
por fechas y números. Todo sucederá en la hora, tiempo y día del Padre Celestial. Solo
les toca estar preparados para ese momento. Hijito, enséñale a mi pueblo que mi
Llamado es serio, con seriedad, por amor y no por obligación, debe obedecer y responder
con el Fiat.
204
Las rosas que ponen en mis altares servirán para múltiples enfermedades, pueden
comerse sus pétalos o hacer sus pétalos en té. Hijo, las rosas benditas sumergidas en
aceite puro de oliva deben dejarlas reposar en el aceite durante 9 días, 13 días o 33 días,
sobre el altar que haya en sus hogares o en mis Refugios Marianos. No importa si
depositan en el aceite la rosa entera o los pétalos, la cantidad no es necesaria.
El aceite será un bálsamo suave que tendrá mi protección para que se unjan con él
siempre y los enfermos sientan mis Caricias de Madre. Es muy importante, pero no
sustituye el Sacramento de la Unción de Enfermos.
Las Uvas Benditas serán provisión para mis hijos. Usen la medalla conocida como la
Milagrosa que es la medalla de nuestros Sagrados Corazones Unidos. Usen las medallas
de san Benito, el Escapulario del Carmen y el Escapulario de los Sagrados Corazones
que les he dado para estos Últimos Tiempos, pero que reúne en él todas las gracias y
promesas.
Tengan imágenes y libros santos, especialmente las Sagradas Escrituras y los mensajes
Llamados de Amor y Conversión que les hemos entregado. En vuestras manos el santo
Rosario, no debe faltar. Hijo, le he dado a la humanidad numerosos consejos de Madre,
utilizadlos bien. Son un canal de Gracias, escudos y corazas para que les protejan de las
represalias de mi adversario. Los amo y les bendigo.
Obedezcan mis Llamados de Amor y Conversión.
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nuestra Santísima Madre y el Señor Jesús solo quieren prepararnos, hacernos fuertes
para esta batalla que ya estamos viviendo. Los sacramentales serán como un escudo
205
para el espíritu; serán Gracias para nuestro espíritu que nos darán fuerza, fidelidad,
perseverancia.
Como dice Nuestra Madre, es el momento de tomar su Llamado de Amor y Conversión,
que son la recopilación de sus auténticas revelaciones dadas en el mundo. Es momento
de abrir el corazón y cooperar con nuestra Señora para con sus planes de amor y de
salvación de los hombres. Fiat, Amén.
MIEL BENDECIDA
Elementos y Preparación
206
23 de octubre de 2015 - LLAMADO DE AMOR Y CONVERSIÓN DEL CORAZÓN
DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA
Querido hijo de mi Corazón Inmaculado, así como en el Antiguo Testamento y en el
Nuevo Testamento e incluso algunas obras realizadas por mi Hijo, así también en el
Cielo, que es mi Hijo porque Él es la Vida Eterna, viene a pedirles que guarden y
conserven signos, elementos de la naturaleza y la ayuda material de la Creación del
Padre para estos últimos tiempos de calamidad, sufrimientos y pruebas.
Así como mi Hijo utilizó signos para sanar tantos corazones, así les pedimos aprovechar
los remedios que a través de muchos siervos y profetas les hemos revelado. Vendrán
nuevas enfermedades muy dolorosas, sobre todo para los tejidos del cuerpo a
causa de la radiación solar, y la energía nuclear que se escapa al ambiente
causando muchas enfermedades, virus y epidemias que mis hijos ignoran su
origen. Para ello les hemos regalado muchos remedios, uno de ellos que ahora les
entrego es el uso de la miel, debe estar bendecida ya que al ser ingerida tres veces
al día curará las heridas del cuerpo y del corazón.
207
CAPÍTULO XIII
Sección 1. EL PEDIDO.
3. Los Cenáculos de los Sagrados Corazones tienen que ser entendidos como
centros de difusión de mi apostolado: una casa al servicio de la Iglesia y centrada
en actividades apostólicas. LAC DPTM-01.12.2019.
6. Los Cenáculos de los Sagrados Corazones Unidos que el Cielo está pidiendo que
se construyan son casas espirituales con las debidas disposiciones para el culto
divino. LAC CACSJ-04.12.2019.
208
Sección 3. ¿CÓMO LEVANTAR LOS CENTROS DE ESPIRITUALIDAD?
3. Para esto, ustedes, mis apóstoles, se unirán, cada ejército de su país, y pedirán
el debido permiso para obtener un edificio, en el cual se erija un Centro de
Espiritualidad. No importa que sea un lugar pequeño. LAC DPTM-01.12.2019.
4. Mis apóstoles se unirán. Y por lo menos, en cada país, con los debidos permisos,
abrirán una Casa Espiritual, que lleve por nombre CENÁCULO DE LOS
SAGRADOS CORAZONES, y cumplan las actividades apostólicas, que ya, los
Sagrados Corazones les han especificado. Les invito nuevamente a la confianza.
LAC DPTM-01.12.2019.
Sección 5. CONDICIONES
209
Deseo que comprendan que Dios Misericordioso quiere que mis apóstoles
construyan Centros Espirituales. LAC CDIM-23.11.2019.
Y con el permiso de los Pastores crearán una Capilla donde se celebre el Santo
Sacrificio. LAC CDIM–23.11.2019.
Se instaure la Adoración Perpetua y se oren las Devociones del Apostolado. LAC CDIM–
23.11.2019.
Estos Cenáculos deben tener una CAPILLA, que con los debidos permisos de los
Pastores se celebre el Santo Sacrificio de la Misa y se instaure la Devoción de la
Adoración Perpetua. LAC SCEJ-28.11.2019.
En el centro deberá estar el Sagrario, y la Cruz que se alce en el Altar, debe ser el
SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS, así como me presento a mi
pequeño crucificado, con el Corazón Eucarístico y los Rayos de la Misericordia. LAC
SCEJ-28.11.2019.
En la Capilla deberán estar entronizados todos los Íconos de las apariciones, los
Estandartes y los santos patrones del apostolado. LAC SCEJ-28.11.2019.
210
3. Así también, en estas Casas-Cenáculos, deben tener un espacio para obras del
Apostolado y de caridad. LAC CDIM - 23.11.2019.
5. Quiero que mis apóstoles, además de orar, comiencen a trabajar realizando las
obras de misericordia espirituales y materiales. LAC SCEJ-28.11.2019.
Estos Cenáculos que erijan serán los refugios marianos de los últimos tiempos. LAC
SCEJ-28.11.2019.
Los Cenáculos de Oración de los Sagrados Corazones, que erijan, serán los Refugios
Marianos de los Últimos Tiempos. LAC SCEJ-29.11.2019.
211
1. Además del Santo Sacrificio de la Misa, de la Adoración Perpetua, de orar las
Devociones del Apostolado y de practicar obras de misericordia espirituales y
materiales, deseo que estos Cenáculos difundan material de Devoción de mi
Apostolado para que el amor, la devoción y la veneración hacia nuestros Sagrados
Corazones Unidos se propague y también transmitan mis Últimos Llamados de
Amor y de Conversión.
2. Los Cenáculos de Oración de los Sagrados Corazones deben ser centros de
difusión de espiritualidad del Apostolado. (LAC Jesús - 29.11.2019).
1. Bajo las condiciones que se muestran, el Cielo pidió al Apostolado que hubiese
permiso para la construcción de los Centros de Espiritualidad.
3. Para esto, ustedes, mis apóstoles, se unirán, cada ejército de su país, y pedirán
el debido permiso para obtener un edificio, en el cual se erija un Centro de
Espiritualidad. No importa que sea un lugar pequeño.
4. Mis apóstoles se unirán. Y por lo menos, en cada país, con los debidos permisos,
abrirán una Casa Espiritual, que lleve por nombre CENÁCULO DE LOS
SAGRADOS CORAZONES, y cumplan las actividades apostólicas, que ya, los
Sagrados Corazones les han especificado.
212
Apóstoles de mi Sagrado Corazón Eucarístico, Yo deseo formarlos como verdaderos
discípulos de mi Corazón, que, al pie de los Sagrarios, viviendo el Santo Sacrificio de
la Misa y mediante la Adoración Eucarística, reciban los frutos de mi Espíritu y den
testimonio del Amor de mi Corazón.
Que mis apóstoles, orando y trabajando en pequeñas comunidades, como los primeros
cristianos en el Cenáculo, preparen al mundo para la llegada del Reino de mi Espíritu
Santo. Levanten CENTROS DE ESPIRITUALIDAD y erijan en ellos, también, la Cruz
Gloriosa de nuestros Sagrados Corazones Unidos.
Queridos hijos, deseo que comprendan que Dios Misericordioso quiere que mis
apóstoles construyan Centros Espirituales, que se dediquen a fomentar la Devoción a
nuestros Sagrados Corazones Unidos, anunciar mis Últimos Llamados de Amor y de
Conversión, a practicar obras de caridad espirituales y materiales, y a la celebración
del Santo Sacrificio de la Misa, de la Adoración Perpetua a Jesús Eucaristía y para orar
213
los Cenáculos, las Coronas y las Devociones que hemos entregado a nuestro
Apostolado.
Estas Casas-Cenáculos serán un faro de luz para el mundo y de gran ayuda espiritual
para la Iglesia y los sacerdotes.
Queridos hijos, les invito a poner manos a la obra, porque el Reinado del Corazón de
Cristo está cerca.
Dios se está derramando en misericordia. Dios Padre les está mostrando el amor que
tiene por cada uno de ustedes. Dios Padre es el amor y la misericordia vivientes y Él
desea abrazarlos.
214
El Corazón Eucarístico de Jesús, el Corazón Maternal de María, mi Amantísimo
Corazón, los bendicen.
Apóstoles míos deseo que construyan o consagren edificios que sean Centros de
Espiritualidad del Apostolado, estos Centros llevarán el nombre de CENÁCULO DE
LOS SAGRADOS CORAZONES, estos Cenáculos deben tener una CAPILLA, que con
los debidos permisos de los pastores se celebre el Santo Sacrificio de la Misa y se
instaure la Devoción de la Adoración Perpetua.
En el centro deberá estar el Sagrario, y la Cruz que se alce en el Altar, debe ser el
SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS, así como me presento a mi
pequeño crucificado, con el Corazón Eucarístico y los Rayos de la Misericordia. En la
Capilla deberán estar entronizados todos los Íconos de las apariciones, los Estandartes
y los santos patrones del Apostolado. En la parte externa, y en un lugar visible, deben
levantar la Cruz Gloriosa de los Sagrados Corazones Unidos. Y además de que mis
apóstoles se reúnan para orar las Devociones de mi Apostolado, para vivir la Santa
Misa y la Adoración Eucarística y retiros espirituales, también deben realizar obras
concretas de misericordia: enseñar, dar alimentos, medicinas, abrigo, amor y atención
a los Cristos pobres. Quiero que mis apóstoles, además de orar, comiencen a trabajar
realizando las obras de misericordia espirituales y materiales.
Estos Cenáculos serán Faros de Luz y de Amor en el mundo y serán para mí otra
Betania, el lugar de descanso de su Jesús.
Queridos hijos, ¡háganlo!, dar a conocer mis Últimos Llamamientos a los hombres.
Estos Cenáculos que erijan serán los Refugios Marianos de los Últimos Tiempos.
215
¡Últimas advertencias!
Los Cenáculos de Oración de los Sagrados Corazones deben ser centros de difusión
de espiritualidad del Apostolado.
¡Dios está con todos ustedes! Yo Soy el Cordero que aparece en Gloria y está
reuniendo a su pueblo.
Los Cenáculos de Oración de los Sagrados Corazones, que erijan, serán los Refugios
Marianos de los Últimos Tiempos.
Yo Soy, queridos hijos, creaturas mías, apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos,
los llamo a mi Presencia para que aprendan acerca del amor misericordioso que Yo,
su Padre Eterno, deseo demostrarles y los invito a una confianza sin límites a mi
corazón de Padre y Dios.
216
Creaturas mías, apóstoles de mi amor paternal, deseo hablarles sobre los Centros de
Espiritualidad, los Cenáculos de los Sagrados Corazones Unidos.
Queridos hijos, los Cenáculos de los Sagrados Corazones tienen que ser entendidos
como centros de difusión de mi Apostolado, una casa al servicio de la Iglesia y centrada
en actividades apostólicas.
Mis apóstoles se unirán, y por lo menos, en cada país, con los debidos permisos,
abrirán una Casa Espiritual que lleve por nombre CENÁCULO DE LOS SAGRADOS
CORAZONES y cumplan las actividades apostólicas que ya, los Sagrados Corazones,
les han especificado, les invito nuevamente a la confianza.
Hijos míos, los Cenáculos de los Sagrados Corazones Unidos, que el Cielo está
pidiendo que se construyan, son Casas Espirituales con las debidas disposiciones para
217
el culto divino. También serán centros de difusión del Apostolado. Todos los materiales
devocionales del Apostolado se propagarán en estos Centros de Espiritualidad.
Hijos míos, deseo hablarles sobre los Centros Espirituales, edificios, ya sean grandes
o pequeños, que lleven el nombre de CENÁCULOS DE LOS SAGRADOS
CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA, en estos Cenáculos tendrán todas
las debidas disposiciones para una Capilla para celebrar el Culto Divino, otro espacio
para retiros Eucarísticos Marianos y otro espacio para realizar obras de caridad, que
son las obras de Misericordia corporales y espirituales.
Queridos hijos, primero concreten tener una casa o centro de espiritualidad. Después
procuren tener un buen guía espiritual, un sacerdote que les asesore y ayude.
Primero pongan en marcha lo que les estoy pidiendo, luego el Cielo, mi Sagrado
Corazón, se irá encargando de abrir el camino para que en estas casas de difusión del
Apostolado se celebren los Sacramentos y la Adoración Perpetua. Primero abran el
camino realizando apostolado, es decir, poniendo manos a la obra en lo que les estoy
instruyendo.
218
1. Primero concretar la casa espiritual.
2. Siguiente, escoger un buen Capellán, un sacerdote con mucha espiritualidad.
3. Teniendo esto abrirán camino para los siguientes pasos a dar: la Celebración
del Culto Divino y la Adoración Perpetua.
4. Comiencen, queridos hijos, orando las Devociones del Apostolado y realizando
obras de Caridad.
219
CAPÍTULO XIV
Los Refugios Marianos son una gracia especial para el Resto Fiel, que se reunirá́ en
pequeños Cenáculos de Oración como lo hacían al principio del nacimiento de la Santa
Iglesia nuestra Santísima Madre María y los Apóstoles, esperando al Espíritu Santo y
que se realizaran las promesas de Jesús, para empezar la Misión Apostólica que Jesús
les había ordenado: “Id y anunciad”. Así́ los apóstoles y las santas mujeres en
compañía de la Madre Bendita, Madre de la Iglesia, fueron preparados para anunciar
la Buena Noticia de la Salvación, para orar, para sanar, para predicar, para preparar a
los hombres y mujeres de buena voluntad, para aceptar a Jesucristo como dueño,
Señor y Redentor de los hombres.
Los Refugios Marianos son una gracia de misericordia, pues nuestro Señor y nuestra
Madre, Redentor y Corredentora, dan la gracia de volver a reunir a su Resto Fiel;
aquellos que guardan la Palabra de Dios y mantienen el testimonio de Jesucristo.
Aquellas almas que serán siempre fieles a la Doctrina sana y santa, Apostólica y
católica; aquellas almas fieles a la Tradición y Enseñanza Evangélica de la Iglesia y
sus apóstoles. Aquella que unida a Pedro y los hombres que unen su vida al Sacerdocio
de Cristo (sacerdotes), se mantienen fieles a lo recibido por el Dueño y Esposo de la
Iglesia, Jesucristo.
Estos Refugios Marianos se conforman dentro de los mismos hogares donde son
entronizados los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y las familias se
consagran a estos Dos Corazones Unidos por el Amor y en el Espíritu Santo. En estos
hogares se reunirán estas almas fieles en Cenáculos de Oración, para orar, para
celebrar los Sacramentos con los sacerdotes que se refugien en estos hogares, para
invocar la protección del Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
Estas familias, hogares y lugares que se consagren a los Sagrados Corazones Unidos
de Jesús y de María, bajo la protección del Casto y Amante Corazón del Padre San
José, tienen la misión de albergar en estos Refugios Marianos al rebaño de Jesús, el
220
Buen Pastor, que huirá de las persecuciones en el tiempo del anticristo.
Es hora de que acondicionemos estos Refugios, porque después del Aviso y el Milagro,
que están tan cerca, vendrá el destierro para el pueblo de Dios. Estos refugios deben
de estar consagrados al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Corazón Doloroso
e Inmaculado de María. A partir de ese momento se convertirán en Refugios Marianos,
en lugares de protección y albergue para los hijos de la Madre.
Estarán custodiados por Ángeles de día y de noche y ya dejarán de ser lugares del
mundo, para convertirse en Iglesias Remanentes. Los refugios serán fortines de
oración, lugares espirituales donde los hijos de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María encontrarán: paz, consuelo, techo, alimento material y espiritual y lo
más importante, la presencia de Dios.
Querido hijo, quiero que cada familia sea un santuario familiar, un lugar especial para
compartir el amor de Dios. Tengan sobre un altar la Santa Biblia, el Santo Rosario,
Imágenes Sagradas (los Íconos del Apostolado), agua bendita, Crucifijos, para que
mediten la Pasión de mi Hijo, también tengan velas benditas.
En estos hogares o lugares que las almas escogerán por la inspiración del Espíritu
Santo y bajo la luz de la Divina Voluntad, será́ necesario entronizar a los Sagrados
Corazones Unidos de Jesús y de María, bajo las Dos Advocaciones finales que son
culmen de gracias para esta ultima hora: El Corazón Doloroso e Inmaculado de María
y el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús. Y hacer la consagración a estos Dos
corazones de Amor.
221
† En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
V. Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor R. Que hizo el Cielo y la tierra.
A través del poder del Espíritu Santo y el ministerio de los Ángeles asignados a este
lugar, que quien no esté llamado a este lugar de refugio pueda ser cegado a todo el
tránsito que viene para acá; quien pretenda infiltrarse en este refugio con cualquier
finalidad contraria a la voluntad de Dios Todopoderoso pueda quedar inhabilitado para
cualquier acto profano y sea condenado de su culpabilidad por la necesidad de
arrepentimiento sincero y que todos los que vengan a este lugar en respuesta a la
llamada de Nuestro Señor y Nuestra Señora puedan mantenerse a salvo de todo daño
físico y espiritual y estén verdaderamente abiertos a las palabras de verdad
proclamadas en este lugar y a las bendiciones de Dios concedidas aquí.
Que todos nosotros podamos cumplir la misión que se nos ha asignado con espíritu de
gratitud, confianza y humildad y que podamos ser colmados con un espíritu de
sabiduría, coraje y fortaleza. Esto lo pedimos en el Nombre de Jesucristo nuestro
Señor, que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de
los siglos. Amén.
222
DADA AL HERMANO MANUEL DE JESÚS
La Bendición de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta casa (sobre
este trabajo, empresa, lugar etc.). Y sobre todos los que viven en ella y la gracia del
Espíritu Santo santifique a todos.
Los Ángeles de la guarda protejan a cuantos hay en esta casa de las asechanzas del
maligno enemigo y nos conduzcan a la Patria Eterna y al Triunfo y Reinado de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
Baje sobre nosotros la bendición de Dios Todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo
descienda y permanezca siempre con nosotros y nos proteja eternamente. Amén.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo,
su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por Obra y Gracia del Espíritu Santo,
nació́ de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado,
muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los
muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí́ ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa
Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección
de la carne y la vida eterna. Amén.
223
Santísimos Corazones de Jesús y de María, unidos en el Amor Perfecto, mírennos con
misericordia y cariño. Jesús, conscientes de nuestra nada y de vuestra Divinidad,
Misericordioso Salvador, en presencia de nuestra querida Madre María, nuestros
Ángeles Custodios, nuestros santos intercesores del Apostolado y de toda la Corte
Celestial, nos consagramos, voluntariamente y con sinceridad, a los Sagrados
Corazones Unidos en un mismo amor y un mismo dolor.
Nos hacemos partícipes del Divino Querer de Amor de Jesús, María y José. Y por ello,
nos consagramos al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y al Corazón Doloroso e
Inmaculado de María, y por este solemne acto ofrecemos nuestras almas, nuestras
vidas y nuestra familia a sus Sagrados Corazones Unidos, bajo la poderosa intercesión
del Casto y Amante Corazón de San José.
Que nuestra familia sea una auténtica Iglesia doméstica y verdadero Cenáculo de
Oración de los Sagrados Corazones Unidos, en el que reinando el Sagrado Corazón
Eucarístico de Jesús y el Doloroso e Inmaculado Corazón de María, el afecto, la
paciencia, la tolerancia, el respeto mutuo y el perdón, sean dados abundantemente a
todos.
Que, al imperar los Sagrados Corazones Unidos, nuestras oraciones incluyan las
necesidades de los demás, no solamente las nuestras; que siempre estemos ligados a
los Sacramentos y al Santo Rosario.
Nos postramos a tus pies, Jesús, y te agradecemos por medio del Corazón Doloroso e
Inmaculado de María, la gracia que has mostrado hacia nosotros, ingratas creaturas.
Te agradecemos especialmente por liberarnos, mediante tu Preciosísima Sangre, del
poder destructor de Satanás.
Queremos dar testimonio de amor y fidelidad a toda tu Iglesia: al Santo Padre, a los
obispos, a los sacerdotes, a las personas consagradas y a todos los fieles. María,
nosotros te amamos como Madre Nuestra y te ofrecemos nuestra familia para que nos
des a luz como hijos y servidores de los Sagrados Corazones Unidos, que, bajo tu
Manto de Sol, portemos el Triunfo de tu Corazón Doloroso e Inmaculado y sembremos
el Reinado del Corazón Eucarístico de Jesús en el mundo entero.
224
en adelante con todo nuestro ser, con el auxilio de tu Dulce Madre, ¡dignamente
honraremos el Precio de nuestra salvación! Jesús y María, bendigan a todos los
presentes y también a los ausentes, tanto los difuntos como los vivientes; que la paz
esté con nosotros, y cuando seamos probados, concédenos la resignación cristiana a
la Divina Voluntad; mantengan nuestra familia cerca de sus Sagrados Corazones
Unidos; que vuestra protección esté siempre con nosotros.
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros tu Reino Eucarístico a través del Triunfo
del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre en la Divina Voluntad y
el Triunfo de la Cruz en el Espíritu Santo, extendiendo la Llama de Amor Santo y Divino
en todos los corazones.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que
te hacemos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, ¡Oh,
Virgen Gloriosa y Bendita! Amén.
Todos los miembros del Apostolado deben tener estos libros fundamentales para
su formación:
Todos los miembros del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y
María deben animarse a estudiar con espíritu de piedad para crecer en el espíritu y en
225
la fe, todos los miembros deben velar por su educación religiosa y al conocer más su
fe, entregarse más al Apostolado. De la formación a la acción.
226
227
CALENDARIO DE FECHAS IMPORTANTES DENTRO DEL
MOVIMIENTO EVANGELIZADOR DEL APOSTOLADO DE LOS
SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA
TERCER
Domingo de la Palabra y del Triunfo del
DOMINGO
Evangelio.
ORDINARIO
228
MARTES PREVIO AL
MIÉRCOLES DE
CENIZAS Día del Divino Rostro de Jesús.
MIÉRCOLES
DESPUÉS DEL Día de la Asunción de San José.
DOMINGO DE
RESURRECCIÓN
SAGRADO CORAZÓN
EUCARÍSTICO DE
JESÚS 19 días después de Pentecostés.
DOLOROSO E
INMACULADO 20 días después de Pentecostés.
CORAZÓN DE MARÍA
DOMINGO DE LOS
APOSENTOS DE
PERFECCIÓN DE
LOS SAGRADOS 21 días después de Pentecostés.
CORAZONES
UNIDOS DE JESÚS.
MARÍA Y JOSÉ
229
1 DE JULIO Día de la Preciosa Sangre de Cristo.
230
13 DE OCTUBRE Corredención de María y el Reinado Eucarístico.
Cruzada de Reparación Eucarística y Mariana.
PRIMER MARTES DE
MES Reparación al Divino Rostro de Jesús.
231
232
233
234
235
236
237
238
ANEXOS
1. RITO DE LA LECTIO DIVINA DEL APOSTOLADO DE LOS SAGRADOS
CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA
Lectio Divina del Apostolado de Los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María
Las palabras de la Sagrada Escritura no han sido escritas para permanecer sobre el
papel, sino para germinar en el corazón que ora.
A pesar de su antigüedad, cada versículo de la Biblia fue escrito también para nosotros,
y a través de ellos Dios nos habla.
Cuando escuchamos un pasaje que tal vez hemos oído muchas veces, en ese
momento, observamos cómo nos toca interiormente y nos ilumina una situación que
estamos viviendo.
En cierto modo la Escritura nos lee a nosotros, pues lee nuestra vida, comprende
nuestra humanidad concreta y nos permite vernos reflejados en muchos personajes y
situaciones.
De esta manera, la Palabra puede ser nuestra fortaleza; ella viene a habitar dentro de
nosotros para que también nosotros habitemos en ella, identificándonos con ella de tal
modo que podamos reflejar su enseñanza en nuestro modo de hablar y actuar.
239
Guía de la Lectio Divina del Apostolado de los
Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María
1. Statio:
240
y apóstoles de los Últimos Tiempos. Protege con tu sombra a la Iglesia
católica, salva a las almas del mundo y realiza el Reino inflamado de amor
de los Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.
Oración que prepara nuestras almas para escuchar la Sagrada
Escritura (dictada el 18 de octubre de 2014)
¡Oh, Sagrado Corazón de Jesús! enciende mi corazón con el Fuego de
la Caridad Perfecta. Que tu Espíritu Divino, dado a los hombres en
Pentecostés, more en mí; haga en mi interior un espacio preparado con
fervor, una tierra buena y fértil que reciba la Sagrada Semilla de tu
Palabra, y dé su fruto a tiempo.
Querida Santa Madre de Dios y Madre nuestra, ayúdame a guardar las
Palabras de tu Divino Hijo Jesucristo en mi mente, alma y corazón, y no
suba al Reino Celestial sin haber producido una abundante cosecha de
amor, redención y paz que tanto necesita el mundo. En vuestros Dos
Corazones Unidos me refugio eternamente. Amén.
Jaculatoria (dictada por Dios Padre el 21 de julio de 2016)
Amado Padre, que el Reino de la Palabra de Dios venga pronto a
nuestros corazones. María, Reina del Reino de la Palabra de Dios, ruega
por nosotros. Amén.
2. Lectio
3. Meditatio
4. Oratio
241
Orar con la Palabra, desde el texto leído y meditado, entramos en oración,
diálogo y conversación personal con Dios Padre Tierno y Misericordioso.
5. Contemplatio
6. Actio
7. Oración Final
MAGNIFICAT
Antífona: ¿Quién es ésta que surge cual la Aurora, bella como la luna,
refulgente como el sol, imponente como batallones? (Ct 6, 10).
“Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios,
mi Salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso
ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es santo, y su misericordia
llega a sus fieles de generación en generación.
242
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los
hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, como lo había
prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia
por siempre” (Lc 1, 46-55).
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio,
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Antífona: ¿Quién es ésta que surge cual la aurora, bella como la luna,
refulgente como el sol, imponente como batallones? (Ct 6, 10).
243
12. Himno ¡Viva el Apostolado!
13. Himno de la Natividad del Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
1.
himno a dios padre tierno y misericordioso
Estribillo
Dios Padre Tierno y Misericordioso, proclama mi alma tu grandeza,
he aquí tu esclavo, hijo de tu Santa Esclava.
Tu Hijo Jesucristo
El Divino Cordero
Reinará en el mundo
244
Y su Nombre será adorado
Por toda la humanidad.
(Estribillo)
2.
himno al sagrado corazón eucarístico de jesús
Estribillo
Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús reina e impera con tu Amor Divino
245
El Sacrificio de reconciliación.
En la Cruz te clavaste
Con Lazos de Amor.
Estribillo
3.
himno oficial a dios espíritu santo
Alabanza clamando a Dios Espíritu Santo
246
¡Deja el fuego caer!
¡Deja el fuego caer!
4.
himno del apostolado a la santísima trinidad
Estribillo:
La Santísima Trinidad, Dios Padre, el Hijo y el Espíritu de Dios
247
Son tres en uno
Un solo Dios
Una Alianza eterna de amor.
Estribillo:
La Santísima Trinidad Dios Padre, el Hijo y el Espíritu de Dios
Son tres en uno
Un solo Dios
Una Alianza eterna de amor.
248
5.
himno al corazón doloroso e inmaculado de
maría, reina de todas las advocaciones.
249
nuestra dignidad recobremos.
(estribillo)
Tu Corazón es la señal
que en Apocalipsis precede el triunfo
del Cordero de Dios. Vienes al desierto de este mundo
a reunir a tus hijos, tu resto fiel, y trasmitir
los Últimos Avisos de Amor para la conversión.
250
(estribillo)
6.
himno del ave del
corazón doloroso e inmaculado de
maría
251
Si el mundo cambia Jesús Eucaristía
Y escuchan mi voz Al mundo salvará
Vendrá el gran triunfo Su Reino de Amor
de mi corazón. Se extenderá.
Ave… Ave…
7. himno
252
Nuestros (Dos) Una gran paz
Corazones al mundo vendrá
Pronto reinarán. y una gran alegría
Y el Espíritu SantO mis hijos tendrán.
Todo renovará...
Ave ave ave María
Ave ave ave María Ave ave ave María
Ave ave ave María
Mi Hijo Jesucristo,
Dios y hombre Verdadero,
en el Espíritu Santo,
su Corazón Eucarístico reinará.
8.
himno a los
sagrados corazones unidos de jesús y de maría
(Estribillo)
Sagrados Corazones Unidos
de Jesús y de María
triunfen, reinen
Y salven el alma mía.
253
Corazones Ardientes Corazones encendidos
de Amor Divino. Por el Espíritu Santo
En la Cruz se ofrecieron Del Amor Divino
por la salvación del mundo Llenen a las almas
Estribillo… Estribillo…
Jesús y María
Sus dos Corazones
Con el Espíritu Santo
Reinaran por siempre
Estribillo…
9.
254
2. Oh, gran José, sólo a ti Dios
digno esposo te encontró
de su Madre admirable.
Esposo de la Reina del cielo.
Maravilloso privilegio;
eres testigo de santidad,
y de su pureza guardián.
Oh, ¡qué gloria incomparable!
Alabemos a José,
Casto y Amante Corazón,
que perseveró por la Redención
en Belén y en Nazareth.
Alabemos a José,
Casto y Amante Corazón,
que perseveró por la Redención
en Belén y en Nazareth.
255
6. Tu sin igual humildad
te condujo a guardar
un silencio constante;
a vivir como discreto
y modesto carpintero,
a pasar por ignorante,
por incapaz, sin talante
sin figura de gran juicio.
Alabemos a José,
Casto y Amante Corazón,
que perseveró por la Redención
en Belén y en Nazareth.
Alabemos a José,
Casto y Amante Corazón,
que perseveró por la Redención
en Belén y en Nazareth.
256
para ser en verdad feliz
por la imitación de mi vida.
Alabemos a José,
Casto y Amante Corazón,
que perseveró por la Redención
en Belén y en Nazareth.
10. ORACIÓN:
¡Sé tú, José́, mi patrono
para obtener por regalo
de Dios la Sabiduría!
Para ensalzar al Salvador
y convertir al pecador,
ayudar (a) los desposeídos
y derribar los enemigos.
La caridad será́ tu guía.
Alabemos a José,
Casto y Amante Corazón,
que perseveró por la Redención
en Belén y en Nazareth. (bis)
10.
himno al arcángel san miguel
Estribillo:
Arcángel San Miguel, Príncipe de los Ejércitos de Dios,
ruega por los apóstoles de los Dos Corazones.
Tú eres el defensor
del Reinado de los Dos Corazones
Danos la gracia de ser
ejército fiel de Jesús y María
que no nos apartemos del
camino de la salvación.
Estribillo:
257
Con tu luz ilumínanos
Con tus alas protégenos
Con tu espada defiéndenos
En la Divina Voluntad.
Estribillo:
11.
Himno a la cruz gloriosa de los
sagrados corazones unidos de jesús y de maría
Estribillo:
POR TU CRUZ GLORIOSA, ¡SÁLVANOS! SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE
JESÚS.
Estribillo:
POR TU CRUZ GLORIOSA, ¡SÁLVANOS! SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE
JESÚS.
Estribillo:
POR TU CRUZ GLORIOSA, ¡SÁLVANOS! SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE
JESÚS.
258
LA CRUZ GLORIOSA VENCE AL PECADO Y A LA MUERTE,
LA CRUZ GLORIOSA PROTEGE AL MUNDO
DEL ESPÍRITU DEL SATANÁS
LA CRUZ GLORIOSA ES LA SEÑAL DE LA VICTORIA DEL CORDERO.
Estribillo:
POR TU CRUZ GLORIOSA, ¡SÁLVANOS! SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE
JESÚS.
Estribillo:
POR TU CRUZ GLORIOSA, ¡SÁLVANOS! SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE
JESÚS.
Estribillo:
POR TU CRUZ GLORIOSA, ¡SÁLVANOS! SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE
JESÚS.
Estribillo:
POR TU CRUZ GLORIOSA, ¡SÁLVANOS! SAGRADO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE
JESÚS.
12.
himno ¡viva el apostolado!
259
Que nos guía al cielo
Con sus Llamados (bis2)
Corazón Doloroso
E Inmaculado
Se tú nuestro refugio
Ahora y por siempre (bis2)
Virgen María
Enciende pronto
Con tu Llama de Amor
La humanidad (bis2)
13.
Himno de
la Natividad del Corazón Doloroso e Inmaculado de
María.
Estribillo:
Inmaculada Niña
Eres la Reina
Eres la Gran Señal
De la Iglesia Universal
(dos veces después de cada estrofa)
260
Niña Inmaculada,
Virgen anunciada
por los profetas
Como Madre del Mesías.
Brilló la Luz
En el Vientre de Ana
La Luz Inmaculada
Estrella de la Mañana.
Un rayo de luz
Revistió a la Inmaculada
mostrándola como Reina,
Reina del Nuevo Pueblo.
La gloria de Dios
Se posó sobre María.
Eres el Arca,
El Arca de la Alianza.
La Niña Inmaculada
Prepara a su Ejército
Para vivir el Reino ,
El Reino de Jesús.
261
SINTESIS
Los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y de los últimos
tiempos se levantan, como una fuerza del Espíritu Santo, para revitalizar a la Iglesia,
dándole ese nuevo ímpetu de celo por la salvación de las almas, esos corazones
encendidos en el Fuego del Divino Amor, que arde en sus corazones de apóstoles de los
Últimos Tiempos como una Llama de Amor.
Este Apostolado es un instrumento para unir a toda la Iglesia, es una fuerza de ayuda
para la Iglesia en el mundo, para que, como su brazo derecho, encuentre en este
Apostolado, la ayuda necesaria para la evangelización en todo el mundo.
Esta es una gran obra de amor y evangelización que se compromete a perseverar para
traer este Nuevo Pentecostés que a través de María se hará presente para volver a
nuestro origen verdadero: la Iglesia, aquella que predica, anuncia, declara y profetiza por
el Espíritu Santo que la dirige, la acompaña, la auxilia y confirma.
Este Apostolado velará, sobre toda la Iglesia Fiel que reunida en una comunión de amor
y alianza con los Dos Corazones volverá a nacer de la Sangre del Cordero y del Espíritu
que está actuante y vivo en el Doloroso e Inmaculado Corazón de María.
El Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María es para todas las
almas, no para competencias y rivalidades, sino para orar juntos, y reconciliando las
almas, ganemos el universo para Cristo estableciendo su Reinado Eucarístico en Divina
Voluntad a través del Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María, nuestra
Santa Mamá.
“Los apóstoles de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María y de los Últimos
Tiempos son el linaje de esta Mujer, que aplasta al mal, y hermanos del Cordero de Dios
que Triunfa sobre la muerte y el pecado”.
Manuel de Jesús
262
Este libro ha de guiar al Ejército Fiel de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de
María para cruzar el umbral de muerte y pecado; cada día de este peregrinar iremos
guiados por los Llamados de Amor y Conversión de los Sagrados Corazones Unidos de
Jesús y de María, que quieren preparar a los apóstoles de los Últimos Tiempos para
llegar prontamente al Reinado Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús por medio del
Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
263
TESTIMONIO DE MANUEL DE JESÚS
En verdad, no ama al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús quien no ama al Doloroso
e Inmaculado Corazón de María.
El Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y María es un
apostolado anunciado desde hace mucho tiempo atrás, es el signo de que ser apóstol
de Jesús es ser hijo de María. También, san Luis de Montfort había anunciado un ejército
de almas consagradas a Jesús por medio de la Madre María para ser apóstol completo.
La Madre al revelar este apostolado no revela un nuevo carisma, sino que es: un llamado
a comprometernos con nuestra fe, vivir nuestra fe desde el bautismo, cumplir con nuestro
compromiso adquirido en el sacramento de la confirmación, es hacer vida nuestra fe
católica, Apostólica y Mariana. Es luchar, bajo una misma bandera, para que el Triunfo
del Corazón Doloroso e Inmaculado de María traiga sobre todo la humanidad el Reinado
Eucarístico del Sagrado Corazón de Jesús.
El Señor, aún hoy, habla a nuestro tiempo llamándonos a la conversión y a un verdadero
compromiso con su Hijo Jesucristo. Toda manifestación de Jesús y María es una
bendición de Dios para la humanidad, es parte de la comunión de la Iglesia, es decir la
comunión de nosotros, la Iglesia peregrina, con la Iglesia triunfante.
Por eso Jesús y María se siguen manifestando, porque nos aman y es su amor el que
los mueve a acercarse a nosotros. El testimonio de Manuel de Jesús es una gracia de
misericordia de Jesús para con su alma.
El Señor ha manifestado su misericordia en mi vida, este caminito espiritual se divide en
tres etapas, cada una con mucha profundidad espiritual.
Primera etapa
Inicia desde muy pequeño. El Señor ha colmado mi espíritu con gracias muy especiales,
místicas, profundas que, a veces, son una Cruz para mí porque no comprendo tantas
gracias y el mismo Señor se encarga de educarme y guiarme con la santa presencia
materna de María.
Desde muy niño he tenido una gran devoción a María, y fue con Ella que aprendí a amar
más a Jesús. De pequeño tenía visiones de María bajo la advocación de María Rosa
Mística, Nuestra Señora de Lourdes o como Nuestra Señora de Fátima.
Siempre, durante mis oraciones en mi habitación, cuando rezaba el santo Rosario, la
Madre se presentaba y se quedaba conmigo todo el tiempo que durará la recitación del
santo Rosario. La Madre me instruía siempre desde lo secreto.
Nuestra Madre siempre nos hace vivir el Evangelio, es el primer paso en nuestro caminar.
Por eso, la Madre Bendita cumplía en mí, aquella cita de las Sagradas Escrituras del
Evangelio de san Mateo (6, 6):
264
“Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu
Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”.
Y poco a poco fui creciendo espiritualmente y en edad, la Santísima Madre iba
formándome de Corazón a corazón , me instruía internamente como dice el salmo 94,
12:
“Bienaventurado el hombre a quien corriges, Señor, y lo instruyes en tu ley”.
Y así, la Santísima Virgen, como buena Madre fue educándome, enseñándome,
guiándome, y cada vez crecía mi amor por su Hijo Jesús. Siempre pecador, siempre
imperfecto, siempre humano, el Señor me ha ido edificando y a la vez destruyéndome,
para construir sobre mis ruinas su Santuario, su Templo.
Este es el camino que nos invitan a seguir, Jesús y María, con los llamados privados con
los que me instruían inicialmente.
La revelación de la misión
El día 15 de Julio del año 2013, se presenta Nuestra Señora en mi habitación
nuevamente, y reveló ese día la misión para la que me venía preparando, y la Madre me
dice:
“Este cuarto es mi casita, de aquí saldrá mi Gloria, y mi Amor, aquí vivo contigo y
mi amado Hijo Jesús, nuestro amor se hará uno y Nuestros Corazones Unidos
estarán contigo. Yo soy María, Madre de Gracia, Madre del Corazón Doloroso e
Inmaculado, la que te ama”.
Segunda etapa
Después de ese día, empecé a experimentar más visiones, más mensajes que el Eterno
Padre Yahvé me ha indicado que llame: “Últimos Llamados de Amor y Conversión a
la humanidad”.
E incluso, he llegado a compartir la agonía de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús
y de María, que sufren místicamente, hoy, por los pecados de la humanidad. En algunas
de estas experiencias que el Señor comparte con mi alma, me permite sentir su dolor,
por tantas cosas que Él mismo va mostrando: aborto, infidelidad, el no amor, la violencia,
la destrucción de las familias, la desunión de los cristianos, sobre todo nuestra falta de
amor a Dios, el no reconocerlo como Nuestro Padre y Creador, y todas esas experiencias
me han ayudado a crecer, compartiendo los dolores de Jesús y María por la humanidad.
265
un solo Cenáculo de Oración, de amor, en su Triunfo Final y en el Reino Eucarístico del
Sagrado Corazón de Jesús, Rey del Universo.
Tercera etapa
“Los rayos de mi misericordia abrazarán al mundo entero, que, con el amor que brota de
mi Sagrado Corazón, disiparé todo mal y las tristezas de aquellas almas que acepten mis
palabras con la santa fe.
Mis queridos hijos estamos en los Tiempos de la Misericordia (dos años antes del santo
año de la Misericordia del 2016), donde vendré a reunir a mi pueblo fiel, a aquellos que
han tenido un encuentro vivo conmigo.
Seré yo quien reuniré a mi rebaño, junto a la Divina Pastora de las almas, que los
conducirá, guiará y enseñará la Gloria de mi Reino extendiéndose, como una Llama de
Amor, en todos los corazones que crean en Mí… oren, oren, oren…”
Este Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos es la misma Familia de Nazaret:
Jesús, María y José que vivían como una pequeña Iglesia, gobernada por el Espíritu de
Dios.
El Señor desea que volvamos todos juntos como Iglesia a sus Sagrados Corazones
Unidos, a depender de Ellos, a aprender de Ellos que, desde su vida sencilla de Nazaret,
extendían poco a poco el Reinado de Dios.
Este Apostolado no es un nuevo carisma, o un nuevo movimiento, es un llamado, es una
vida; y todos pueden ser parte del Apostolado, extendiendo desde sus vidas, de sus
oraciones, en sus propias familias, el Reinado Eucarístico de los Sagrados Corazones
Unidos de Jesús y de María en todos los corazones, pues el Reino de Dios está en el
corazón del hombre, como lo dice el Evangelio de san Lucas (17, 21):
…ni dirán: “¡Mirad, aquí está! o: ¡Allí está! Porque he aquí, el Reino de Dios entre ustedes
está”.
En muchos de los Llamados también se nos hace una exhortación a la unidad. Unidad
en la diversidad ha dicho la Santísima Madre, no importa el carisma espiritual o estado
de vida de aquellos que desean consagrarse a nuestro Apostolado, lo importante es
extender el Reinado Eucarístico de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y María.
Así que les exhorto a que nos unamos todos. Juntos trabajando para que el Reinado de
266
los Sagrados Corazones Unidos y sus intenciones para la humanidad y la santa Iglesia
Católica sean realizadas; y depende de nosotros y de nuestra respuesta desde el amor
y con la oración.
Nuestra Señora también nos da consejos para nuestra vida espiritual en nuestro
Apostolado.
A los hermanos que conforman un apostolado, la doctrina de la santa Iglesia los
denomina: fieles de vida apostólica, es decir: su vida es un testimonio evangélico y
apostólico, por eso Jesús y María nos invitan a ese apostolado, es decir a una vida de
testimonio, de compromiso, de entrega.
267
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
268
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ave María Purísima, sin pecado original concebida.
Esta advocación: Corazón Doloroso e Inmaculado de María es el culmen de todas las
Advocaciones Marianas.
El Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús y el Corazón Doloroso e Inmaculado de María
son las advocaciones que salvarán a la humanidad. Por eso, no esperemos a Nuestro
Señor Jesucristo venir como rey o un poderoso. Nuestro amado Jesús vendrá en la Cruz
como nos redimió. Vendrá enseñando su Corazón rasgado manifestando su Misericordia
Divina; y la Preciosa Sangre que es nuestro precio de salvación.
Por eso, debemos orar, comprometernos en extender el Reinado Eucarístico de los
Sagrados Corazones de Jesús y de María y cumplir sus intenciones, colaborando con
nuestros sacrificios y oraciones, que es el objetivo de nuestro Apostolado. Nos reunimos
como un solo Ejército Eucarístico y Mariano, una sola iglesia y un solo rebaño de Jesús
Maestro.
Oremos siempre juntos por la Iglesia, por nuestros pastores, los sacerdotes, por todas
las almas consagradas y por todos nosotros bautizados, para que respondamos al
llamado del Señor abriendo nuestro corazón, con fe, con esperanza y caridad. Y, orando
y testimoniando que Jesús y María viven, Triunfan y Reinan en nuestros corazones.
Que los Sagrados Corazones Unidos de Jesús, María y José, Triunfen y Reinen en
nuestras vidas, en nuestra Iglesia, en nuestra sociedad; disipen todo mal y liberen
nuestras almas, para ser fieles servidores del Eterno Padre Yahvé, que nos creó por
amor, en su infinita misericordia. Amén.
269
––CONTENIDO––
CARTAS ECLESIALES
PAG. 5 -11
PRESENTACIÓN
PAG. 12
AVISO PRELIMINAR
PAG. 25
PROEMIO
PAG. 26 – 29
CAPÍTULO I
PAG. 30
CAPÍTULO II
PAG. 39
270
PAG. 41
CAPÍTULO III
PAG. 46
ARTÍCULO V––LA PRECIOSA SANGRE DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y LAS LÁGRIMAS DEL
CORAZÓN DOLOROSO E INMACULADO DE MARÍA.
CAPÍTULO IV
PAG. 55
CAPÍTULO V
PAG. 59
271
PAG. 59
CAPÍTULO VI
PAG. 83
CAPÍTULO VII
PAG. 89
272
CAPÍTULO VIII
PAG. 96
CAPÍTULO IX
PAG. 102
ARTÍCULO II––EL TRIUNFO DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA POR
ORDEN DEL PADRE TIERNO Y MISERICORDIOSO Y LA ASISTENCIA DEL ESPÍRITU SANTO.
PAG. 103
CAPÍTULO X
PAG. 107
CAPÍTULO XI
PAG. 112
273
MISIONES DEL APOSTOLADO DE LOS SAGRADOS CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE
MARÍA.
274
21. Cruzada Pro-Vida de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
22. Cruzada Familiar de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
23. Cruzada Perpetua de Reparación del Apostolado de Los Sagrados Corazones Unidos de Jesús
y de María.
24. Cruzada de Intercesión de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María.
Sección 2.03– OFICIO DE SERVICIO DE LAS RAMAS DEL APOSTOLADO DE LOS SAGRADOS
CORAZONES UNIDOS DE JESÚS Y DE MARÍA
12. Fraternidad Religiosa de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María. Pág. 134
13. Ejército Blanco de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María. Pág. 135
14. Cruzada Pro-Vida de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María. Pág. 138
15. Cruzada Familiar de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María. Pág. 141
16. Cruzada Perpetua de Reparación del Apostolado de Los Sagrados Corazones
Unidos de Jesús y de María. Pág. 144
17. Cruzada de Intercesión de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María. Pág. 145
275
Sección 4.01. Coordinación Nacional del Apostolado
Sección 4.02. Coordinación Regional del Apostolado
Sección 4.03. Coordinación por Ramas, Fraternidades y Cruzadas a nivel mundial
Sección 4.04. Coordinación de Ramas, Fraternidades y Cruzadas del Apostolado a nivel nacional o por país
Sección 4.05. Coordinación de Ramas, Fraternidades y Cruzadas del Apostolado a nivel regional
Sección 4.06. Visualización General del Apostolado
Sección 4.07. Visualización General de las Ramas, Fraternidades y Cruzadas del Apostolado
Sección 4.08. Oficio de Servicio del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María
Fórmula de Servicio del Apostolado de los Sagrados Corazones Unidos de Jesús y de María
Notas Finales.
CAPÍTULO XII
PAG. 168
¾ ACEITE DE LIRIOS DEL CASTO Y AMANTE CORAZÓN DE SAN JOSÉ. Pág. 198
¾ EL ACEITE DE ROSAS, MIEL BENDECIDA,Y AGUA DE LA FUENTE DE GRACIA. Pág. 203-206
CAPÍTULO XIII
PAG. 208
276
Sección 3. ¿CÓMO LEVANTAR LOS CENTROS DE ESPIRITUALIDAD? Pág. 209
Sección 10. CENTROS DE ESPIRITUALIDAD Y REFUGIO PARA LOS SACERDOTES. Pág. 211
CAPÍTULO XIV
PAG. 220
• Libros Fundamentales:
277
12. Las 33 Horas de Reparación o Pasión Eucarística de los Sagrados Corazones
Unidos de Jesús y de María.
13. Engendrados en el Vientre de María. “El Cenáculo en el Purísimo e Inmaculado Vientre de
María”.
• Santos Patrones del Apostolado. Pág. 227
• Fechas importantes del Apostolado. Pág. 228-231
• Listado y Fechas de Devociones y Rezos diarios. Pág. 232-237
ANEXOS
PAG. 239
SINTESIS
PAG. 262
278
280