Actividad UT10 PME

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UT 10: VIH.

Actividad de concienciación

Como ya hemos visto en clase, el VIH y su posible desarrollo posterior de SIDA, suponen a
nivel emocional, social y psicológico un proceso que se debe afrontar desde todos los
ámbitos posibles.

Respuestas y actuaciones del TCAE

Para el profesional sanitario, a veces, resulta complicado tratar con estos pacientes por el
estigma que rodea la infección o enfermedad. No obstante, recuerda que hoy en día la
situación ha cambiado y es una situación con la cual se puede convivir perfectamente. Aún
así, en nuestro entorno laboral deberemos tener en cuenta las siguientes medidas para
profesionales sanitarios, en orden de prevenir riesgos innecesarios:

● Usar guantes de látex y mascarilla cada vez que exista contacto con fluidos
corporales.
● Usar y desechar correctamente las agujas.
● Seguir los protocolos de manipulación de muestras y desinfección
universalmente establecidos.

Respuestas emocionales del paciente con SIDA

Así como nosotros mismos, debemos saber cuidarnos y ser profesionales a la hora de tratar
con pacientes con la enfermedad, para los pacientes es una situación bastante compleja y
en la que pasan por distintas fases y distintos tipos de afrontamiento.

La atención a personas que padecen el SIDA requiere frecuentemente de un especialista en


salud mental. Tanto las personas seropositivas o las que más tarde desarrollarán el virus y
también quienes las rodean, van a tener que afrontar numerosas situaciones generadoras
de alteraciones emocionales.

El conocer que se es portador del VIH y que se tendrá que hacer frente a una enfermedad
cuyo tratamiento no existe, suele originar un choque emocional muy traumático. El paciente
por lo general siente una profunda desesperanza, algo que sólo puede amortiguar
desarrollando un buen nivel de afrontamiento.

En ocasiones al recibir el resultado y conociendo que lo que padece es una enfermedad


mortal, comenzará a demostrar el denominado duelo anticipado.

Éste es un reflejo de emociones como la pena y la rabia ante una “muerte anunciada” por
todo lo que se ha perdido (expectativa de una vida larga) y de lo que se perderá (salud y
vida).

Estos sentimientos de duelo se repetirán en varios momentos a lo largo de la enfermedad:


cuando se inicie algún tratamiento, cada vez que le bajen las defensas o padezca una
nueva infección oportunista, cuando sienta marginación, maltrato o vejación por quienes le
rodean, cuando muere de SIDA algún compañero...
Durante la enfermedad parecen frecuentes alteraciones emocionales como la ansiedad, la
depresión y sentimientos de culpa o reacciones agresivas. En general todos ellos son
originados por ciertos temores que van acompañados del deterioro progresivo de la
autoestima:
● El temor al aislamiento social por el grado de marginación y estigmatización que la
enfermedad comporta.
● El temor a contagiar a la pareja o a haber contagiado a otras (origen
de la culpa).
● El temor a los efectos secundarios de los tratamientos y a los cambios
perceptibles en su imagen corporal.
● El temor a desfallecer y no poder soportar toda esa carga.
● El temor a la pérdida de la autonomía, al autocontrol de la propia vida,
a tener que realizar frecuentes controles médicos, a no tener hijos...
● El temor a la pérdida de trabajo o a la falta de recursos económicos.

La atención al paciente con SIDA y su familia


Conociendo cuáles son las características, los temores y las respuestas emocionales de
estos pacientes, deducimos la atención que debemos prestarles:
● Colabora en su cuidado y atención manteniendo estrictamente las
precauciones universales y protocolos de limpieza y desinfección.
● Recuerda que el peligro de contagio no reside en llevar a cabo ciertas
tareas sino en cómo se realizan.
● Refuerza positivamente la adquisición de comportamientos que mejoren su calidad
de vida, animándola a que los mantenga e incorpore como habituales: la
alimentación, la práctica de ejercicio regular...
● Anímala a que incorpore y mantenga ciertas prácticas de autocuida-
dos y la toma de medicación a las horas pautadas, implicándose en el
tratamiento para mantener cierto grado de autonomía y de calidad
de vida. Anímala también a que abandone ciertos comportamientos
y prácticas de riesgo (sexuales, adictivas...)
● Si el paciente está en tratamiento antirretroviral, remárcale la importancia de acudir a
los controles médicos, pues en éstos le será regulada la medicación y paliados los
efectos secundarios característicos de la misma.
● Sírvele de apoyo psicológico y social permanente para evitarle sentimientos de
culpabilidad, de catastro smo sobre su futuro y potenciarle un afrontamiento positivo
ante la situación que le toca vivir.
● Muéstrale empatía y cercanía tanto a él como a sus familiares. Si está en las etapas
terminales de su enfermedad, muestra una mayor cercanía y facilítale cualquier
demanda externa de apoyo espiritual o psicológico que requiera. Si le dedicas
tiempo al margen de los cuidados físicos se sentirá reconfortado y querido por su
valía como persona.
● Siempre que te sea posible proporciónale la información precisa sobre higiene,
alimentación, recursos sociales existentes (colectivos de apoyo, grupos de
autoayuda, salud mental) donde podrá compartir experiencias y desarrollar
estrategias para sobrellevar mejor la enfermedad.
● Fomenta y favorece su vida social, así como las visitas de la familia y amistades
cuando está internado.
● Si observas alguna variación en su estado físico o mental o en su conducta debes
comunicarlo a quien competa. Ten en cuenta que en ocasiones ciertos procesos
infecciosos pueden precipitar una demencia.

Actividad

De acuerdo a lo anteriormente expuesto, elabora, según te haya tocado cuando la profesora


ha repartido al azar, un mural en formato DIN-A4 con medidas para:
a) Concienciar sobre el SIDA a la población en general
b) Recordar a los profesionales sanitarios las medidas a tener en cuenta cuando
trabajemos con ellos

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