Ejercicios, para Damas
Ejercicios, para Damas
Ejercicios, para Damas
hiperextensiones de cadera –
Fijar el tronco a la estructura del aparato para evitar perder la posición óptima de trabajo,
rotaciones corporales no deseadas o aumentar la curva lumbar.
El tronco estará ligeramente flexionado hacia delante para favorecer una colocación
más segura de la parte baja de la espalda.
Realizar conjuntamente a los últimos grados de extensión una ligera rotación externa,
hacia fuera.
Pecho firme
La piel del pecho en la mujer es muy fina y muy sensible. Al estar sometida a los
cambios de peso y volumen, es más vulnerable y sufre más. También el músculo
pectoral. Aquí tienes algunos consejos que te pueden ayudar.
Una de las razones por las que el pecho tiende a caer es ese cambio de peso. Pero otros
como la edad, practicar ejercicio físico sin un sujetador adecuado, los cambios
hormonales, la lactancia y los embarazos, son elementos que hacen que el pecho
pierda su cualidad firme y tersa, y que acabe flácido.
Utilizando productos especializados para esta zona, ayuda mucho a mejorar el aspecto
del busto, siempre y cuando se apliquen de forma habitual. Por otro lado, hay otras cosas
que tú misma puedes hacer para que tu pecho esté más firme.
Lociones y cremas de algas y colágeno, las mascarillas tonificantes de pecho y escote,
y los sueros con "efecto lifting", tersan de forma inmediata los tejidos. Recurre a
exfoliantes una vez por semana, extendiéndolo suavemente y luego aclarándolo con una
ducha de agua fría sobre el pecho y el escote.
Cuando compres sujetadores, coge la talla adecuada y escoge los de tejidos naturales que
transpiren adecuadamente. Cuando te sientes o andes o estés de pie, mantén siempre una
postura adecuada, con la espalda erguida y recta.
Como estos dos ejercicios se realizan en el suelo, necesitarás de una colchoneta para estar
más cómoda y no hacerte daño cuando los realices. Recuerda estirar antes de empezar la
rutina y una vez finalizado tu entrenamiento general.
Ejercicio 1
Ejercicio 2
Desde la misma porsión que en el ejercicio anterior, eleva y estira hacia delante la
pierna, manteniendo la punta del pie mirando hacia el suelo. Baja hasta tocar el suelo y
vuelve a subir, repitiendo ese movimiento de 15 a 20 veces.
Siempre asegúrate de que tu costado esté apoyado por completo en el suelo. Relaja los
hombros.
Las sesiones de danza del vientre suelen durar una hora y comienzan con un
calentamiento articular suave al ritmo de una música lenta. Después un calentamiento
más rápido y alegre de cabeza, hombros y caderas al ritmo de la percusión. En la parte
principal, se practican los distintos pasos y movimientos: los ochos, que son los
movimientos típicos de caderas, ondulaciones, golpes de cadera... Se practica cada
movimiento y se aprende a unirlo a los otros. Al final se puede terminar con un trabajo de
brazos y manos, importantísimos en esta danza ya que aportan elegancia y suele costar
coordinarlos con los movimientos del cuerpo. Se puede también realizar improvisaciónes
en cualquiera de las fases, lo que ayuda a a soltarse a las personas más tímidas.
Se realiza con ropa cómoda, unas zapatillas parecidas a las de ballet y un pañuelo a la
cintura para darle visibilidad al movimiento de la pelvis, tan característico en esta danza.
Y por último se puede decir que con la danza del vientre una mujer, sea de la edad que sea,
puede sentirse más libre, más auténtica, con más confianza en sí misma. La
insuficiente educación sexual hace que las mujeres experimenten vergüenza o culpa porque
al andar se mueve la zona pélvica. La sociedad, todavía conservadora, favorece la negación
y el movimiento libre de los atributos femeninos relacionados con la maternidad: los pechos,
las caderas, el vientre, el pubis... Todas estas zonas del cuerpo se trabajan y mejoran con
esta danza tan