Cuello Corto Parafraseado
Cuello Corto Parafraseado
Cuello Corto Parafraseado
El cérvix está formado por la parte inferior del tejido muscular y glandular del útero,
limitado hacia arriba por el istmo y el orificio interno, hacia abajo se introduce en la
vagina y forma la porción intravaginal u hocico de tenca, que es la más accesible a la
exploración; su irrigación e inervación son conocidas, habiendo quien sitúe además
estructuras nerviosas autónomas en su parte más interior y superior (4).
Está formado por fibras musculares anulares y longitudinales entrelazadas con las
provenientes del cuerpo o insertándose en ellas, su mucosa de revestimiento externo es
semejante a la vaginal, mientras que la del canal cervical es de epitelio y productora de
moco, encontrándose ambos epitelios a nivel de su orificio externo. El embarazo
imprime algunas modificaciones al cuello uterino preparándolo para el parto. Estas
variaciones se relacionan en forma, volumen, posición, consistencia, canal cervical y
estado de sus orificios. En los primeros meses de embarazo el cuello aumenta
discretamente en volumen, sufriendo además un proceso de reblandecimiento que
empieza cerca de su orificio externo y se dirige hacia el istmo, debido en parte a la
acción hormonal y a la gran congestión en los órganos genitales. (4)
2. Definiciones
2.1. Parto prematuro y amenaza de parto pretérmino
El parto prematuro (PP) es aquel que ocurre entre las 22 y 37 semanas de gestación, con
un peso mayor a 500g y/o 25cm a más de longitud. Los criterios diagnósticos de trabajo
e parto pretérmino son:
- Edad gestacional entre 22 y 37 semanas
- Contracciones uterinas persistentes: 4 en 20 minutos o 6 en 30 minutos
- Modificaciones cervicales:
o Borramiento mayor del 50% y dilatación de más de 1cm o
o Borramiento y dilatación progresiva
La amenaza de parto pretérmino (APP) es una situación en la que se evidencian
contracciones uterinas persistentes, pero sin modificaciones cervicales (2).
2.2. Cuello corto
Un cuello uterino normal es aquel que tiene una longitud de 3cm o más y un cuello
corto los que miden menos de 3cm. El punto de corte varía según diferentes estudios de
investigación; un umbral de aceptación general medido por ultrasonografía es aquel
menor a 25mm, que se condice con el percentil 10 en el segundo trimestre de gestación.
Aquellas pacientes con cuello corto tienen un riesgo elevado de parto pretérmino (1).
El uso del pesario ofrece bastantes ventajas como la facilidad de aplicación, costo bajo,
y reducidos efectos secundarios. Este método tiene una tasa menor al 6% de partos
prematuros en pacientes con acortamiento cervical. Actualmente se utilizan pesarios
anulares de silicona que se colocan ambulatoriamente en consultorio externo. No parece
haber un consenso clínico entre el uso de progesterona, pesario o cerclaje para el cuello
uterino corto, aunque estudios independientes traducen similares resultados de
efectividad en cualquiera de los tres métodos mayormente empleados.
Se recomienda la medición longitudinal cervical entre las semanas 18 – 24 de gestación
como parte del control prenatal para identificar riesgo de parto pretérmino por cuello
corto. La importancia de reconocer a estas pacientes radica en la prevención de la
ocurrencia de parto pretérmino espontáneo ya que, según la OMS, uno de cada diez
nacimientos es prematuro. Éstos recién nacidos se enfrentan a discapacidad física,
neurológica o cognitiva, lo que justifica un diagnóstico precoz y un tratamiento
oportuno.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Parodi K, José S. Acortamiento cervical y su relación con el parto pretérmino.
Revista de la Facultad de Ciencias Médicas, Honduras; 2018, enero – junio 2018. p. 26
– 34
2. Carvajal J, Ralph C. Manual de Obstetricia y Ginecología. 9 na. Ed. Chile: Facultad de
Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile; 2018. 181 p.
3. Ochoa A, Dettoma J. Amenaza de parto prematuro. Rotura prematura de membranas.
Corioamnionitis. Revista An. Sist. Sanit. Navar, España; 2009; 32 (Supl. 1): 105-119
4. Gonzáles C, Salas A, Arroyo R. Conducta del cuello uterino durante el embarazo,
parto y puerperio. Revista de Ginecología y Obstetricia, México; 2010; 78(2): 121 – 127