Cuello Corto Parafraseado

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1.

Anatomía del cuello uterino


El cuello uterino o cérvix uterino es la porción fibromuscular del útero, constituye una
estructura biomecánica importante para mantener el equilibrio con el cuerpo uterino y
dar término cronológico a la gestación a la gestación (1).

El cérvix está formado por la parte inferior del tejido muscular y glandular del útero,
limitado hacia arriba por el istmo y el orificio interno, hacia abajo se introduce en la
vagina y forma la porción intravaginal u hocico de tenca, que es la más accesible a la
exploración; su irrigación e inervación son conocidas, habiendo quien sitúe además
estructuras nerviosas autónomas en su parte más interior y superior (4).

Está formado por fibras musculares anulares y longitudinales entrelazadas con las
provenientes del cuerpo o insertándose en ellas, su mucosa de revestimiento externo es
semejante a la vaginal, mientras que la del canal cervical es de epitelio y productora de
moco, encontrándose ambos epitelios a nivel de su orificio externo. El embarazo
imprime algunas modificaciones al cuello uterino preparándolo para el parto. Estas
variaciones se relacionan en forma, volumen, posición, consistencia, canal cervical y
estado de sus orificios. En los primeros meses de embarazo el cuello aumenta
discretamente en volumen, sufriendo además un proceso de reblandecimiento que
empieza cerca de su orificio externo y se dirige hacia el istmo, debido en parte a la
acción hormonal y a la gran congestión en los órganos genitales. (4)

2. Definiciones
2.1. Parto prematuro y amenaza de parto pretérmino
El parto prematuro (PP) es aquel que ocurre entre las 22 y 37 semanas de gestación, con
un peso mayor a 500g y/o 25cm a más de longitud. Los criterios diagnósticos de trabajo
e parto pretérmino son:
- Edad gestacional entre 22 y 37 semanas
- Contracciones uterinas persistentes: 4 en 20 minutos o 6 en 30 minutos
- Modificaciones cervicales:
o Borramiento mayor del 50% y dilatación de más de 1cm o
o Borramiento y dilatación progresiva
La amenaza de parto pretérmino (APP) es una situación en la que se evidencian
contracciones uterinas persistentes, pero sin modificaciones cervicales (2).
2.2. Cuello corto
Un cuello uterino normal es aquel que tiene una longitud de 3cm o más y un cuello
corto los que miden menos de 3cm. El punto de corte varía según diferentes estudios de
investigación; un umbral de aceptación general medido por ultrasonografía es aquel
menor a 25mm, que se condice con el percentil 10 en el segundo trimestre de gestación.
Aquellas pacientes con cuello corto tienen un riesgo elevado de parto pretérmino (1).

En el primer trimestre de embarazo, la longitud cervical no es predictiva de parto


pretérmino, antes de las 14 semanas de gestación es difícil distinguir la parte baja del
segmento uterino con el canal endocervical y la medición realista no resulta fácil. La
valoración de la morfología del cuello uterino entre las semanas 16 y 24 es útil para
prevenir el parto pretérmino; una longitud mayor de 30mm a esta edad del embarazo
tiene un valor predictivo negativo de 97% para parto pretérmino antes de las 37 semanas
de gestación y cada reducción de un milímetro aumenta el riesgo de parto pretérmino en
un 6%. El momento recomendado para evaluar a las pacientes y estimar el riesgo de
parto pretérmino es entre las semanas 18 y 24 de gestación (1).

En relación al acortamiento fisiológico observado desde comienzos del tercer trimestre


se considera según la edad gestacional a pacientes con riesgo de parto pretérmino a las
que presenten:
- Longitud cervical < 25mm antes de las 28 semanas de gestación
- Longitud cervical < 20mm entre las 28 y 31.6 semanas
- Longitud cervical < 15mm a las 32 semanas a más

Se define de manera general:


- Pacientes de alto riesgo con cuello menor a 15 mm
- Riesgo intermedio con cérvix entre 15 y 25mm
- Riesgo bajo con cérvix mayor a 25mm (1)

3. Cervicometría en la valoración del parto pretérmino


El acortamiento del cuello uterino en una mujer sin contracciones uterinas permite
predecir un riesgo incrementado de parto prematuro. La valoración del tacto vaginal es
subjetiva y ha sido reemplazada por la cervicometría ecográfica como un método para
predecir parto prematuro. Sin embargo, el tacto vaginal es ampliamente útil para valorar
los cambios cervicales en mujeres con dinámica uterina establecida y no debe ser
reemplazado por la cervicometría ecográfica. La evaluación ecográfica debe hacerse por
vía vaginal, midiendo la longitud del canal cervical, en línea recta desde el orificio
cervical interno (OCI) al externo (OCE), estado vacua la vejiga y evitar hacer excesiva
presión positiva con el transductor. Durante el examen es posible observar dilatación del
OCI y la protrusión de membranas hacia el canal formando un embudo (funnel o
funneling); si se detectara, debe medirse desde el ápice del embudo hasta el OCE. Existe
una correlación muy buena entre la longitud del cuello uterino medida por ecografía
vaginal y el riesgo de parto prematuro, siendo esta una variable continua por lo que es
posible indicar que mientras más corto es el cuello del útero, mayor es el riesgo de parto
pretérmino (2).
Imagen 1. Funneling

Fuente. Ochoa A. Amenaza de parto prematuro

Entre las ventajas de la evaluación ecográfica se encuentran: es objetiva y no invasiva,


ofrece imágenes detalladas de todas las estructuras del cuello y disminuye la
variabilidad entre observadores. La cervicometría puede realizarse por las vías
abdominal, transperineal, transvaginal. La abdominal ofrece mayores desventajas por
tener mala reproductibilidad, se necesita vejiga llena; difícil de realizar ante
presentaciones encajadas, placentas anteriores y/o previas, y en gestantes con
importante panículo adiposo. La ecografía transperineal se realiza en condiciones de
riesgo: sangrado vaginal e infección; además en algunos casos no se suelen diferenciar
las estructuras. La ecografía transvaginal es el método ideal porque pueden visualizarse
con mayor solvencia el cuello uterino y el funneling (1).

3.1. Variables a medir a través de la ecografía transvaginal


- Longitud del cuello uterino (en el canal endocervical): distancia entre el OCI y el OCE
independientemente de la presencia de funnelig o entre el OCE y el vértice del
funneling.
- Valoración del OCI
- Maduración o no del cuello, definido por la presencia o ausencia de área glandular
- Visualización del área glandular como una zona hiperecoica o hipoecoica alrededor
del canal cervical, que corresponde al área histológica, cuya desaparición apunta hacia
la maduración cervical
- Presencia o ausencia de funneling (1)

3.2. Técnica de cervicometría


Existen diferentes técnicas, aunque ninguna es la ideal. Por otro lado, está comprobado
que el cuello corto es predictivo de parto pretérmino, independientemente de la técnica
utilizada. Las técnicas más usadas son:
- Técnica recta: distancia en línea recta entre el OCE y el OCI
- Técnica segmental: definida como la suma de las longitudes de dos segmentos lineales
contiguos, del orificio interno al externo
- Técnica en ángulos: como la medida del ángulo de la curva en el cérvix usando un
transportador electrónico (1)

Imagen 2. Ultrasonido transvaginal de un cérvix normal con la técnica de línea recta


Fuente. Parodi K, José S. Acortamiento cervical y su relación con el parto pretérmino

3.3. Punto de corte cervical para el riesgo de parto pretérmino


- Utilizar un punto de corte de 25mm de longitud cervical para detectar parto pretérmino
con feto único en el segundo trimestre de embarazo para lo cual se comenzará antes de
las 20 semanas hasta las 34
- Emplear una medida de corte longitudinal de 20mm para pesquisar la posible
anticipación del parto en el embarazo múltiple, sin olvidar que el tercer trimestre se
produce un marcado descenso hasta 10mm
- Usar medidas de corte longitudinal del cérvix de 15mm, en pacientes con clínica de
amenaza de parto pretérmino para confirmar el diagnóstico (1)

4. Seguimiento de pacientes con acortamiento cervical


Se recomienda que el seguimiento de pacientes se realice de acuerdo a su grupo de
riesgo, siendo semanal en el grupo en el grupo de alto riesgo, cada 2 semanas en el
grupo de riesgo intermedio y cada cuatro semanas en el grupo de bajo riesgo. Se sabe
que las gestantes con cérvix menor de 15mm tienen el 50% de incidencia de parto
pretérmino, por lo que su monitoreo debe ser más frecuente con tratamiento oportuno.
El fracaso del cérvix para poder retener el embarazo hasta término (más de 37 semanas
de gestación) se conoce como incompetencia cervical. Existe un riesgo elevado de
incompetencia ístmico cervical a medida que disminuye la longitud del cuello uterino
(1).

5. Manejo del acortamiento cervical


Está por demás demostrado que la evaluación ecográfica del cuello uterino es una de las
mejores herramientas para la predicción y manejo del parto pretérmino. Existen
múltiples intervenciones para reducir la ocurrencia del parto pretérmino: hidratación,
reposo en cama, abstinencia sexual, entre otros con poca evidencia consistente de su
efectividad. Las tres estrategias con mejores resultados son: progesterona, cerclaje y
pesario. Se acepta el uso de la progesterona en mujeres con cérvix menor a 25mm sin
prejuicio de otros factores de riesgo. La administración de caproato de 17-alfa
hidroxiprogesterona intramuscular semanal a partir de la semana 16 a 20 de forma
continua, hasta la semana 36 constituye el estándar de manejo en muchos países e
indicado por la OMS para aquellas mujeres con antecedente de parto pretérmino y
cuello corto. Los geles de progesterona vaginal ayudan también a las mujeres con
elevado riesgo de parto pretérmino. En gestantes que demuestren elementos de
insuficiencia cervical podrán requerir la aplicación de cerclaje en aras de cerrar
mecánicamente el canal cervical. Las indicaciones del mismo son: pacientes con
antecedentes de parto pretérmino, asintomática, con cérvix menor de 25mm. No está
indicada la colocación de cerclaje a gestantes con cuello corto en ausencia de parto
prematuro previo (1).

El uso del pesario ofrece bastantes ventajas como la facilidad de aplicación, costo bajo,
y reducidos efectos secundarios. Este método tiene una tasa menor al 6% de partos
prematuros en pacientes con acortamiento cervical. Actualmente se utilizan pesarios
anulares de silicona que se colocan ambulatoriamente en consultorio externo. No parece
haber un consenso clínico entre el uso de progesterona, pesario o cerclaje para el cuello
uterino corto, aunque estudios independientes traducen similares resultados de
efectividad en cualquiera de los tres métodos mayormente empleados.
Se recomienda la medición longitudinal cervical entre las semanas 18 – 24 de gestación
como parte del control prenatal para identificar riesgo de parto pretérmino por cuello
corto. La importancia de reconocer a estas pacientes radica en la prevención de la
ocurrencia de parto pretérmino espontáneo ya que, según la OMS, uno de cada diez
nacimientos es prematuro. Éstos recién nacidos se enfrentan a discapacidad física,
neurológica o cognitiva, lo que justifica un diagnóstico precoz y un tratamiento
oportuno.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Parodi K, José S. Acortamiento cervical y su relación con el parto pretérmino.
Revista de la Facultad de Ciencias Médicas, Honduras; 2018, enero – junio 2018. p. 26
– 34
2. Carvajal J, Ralph C. Manual de Obstetricia y Ginecología. 9 na. Ed. Chile: Facultad de
Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile; 2018. 181 p.
3. Ochoa A, Dettoma J. Amenaza de parto prematuro. Rotura prematura de membranas.
Corioamnionitis. Revista An. Sist. Sanit. Navar, España; 2009; 32 (Supl. 1): 105-119
4. Gonzáles C, Salas A, Arroyo R. Conducta del cuello uterino durante el embarazo,
parto y puerperio. Revista de Ginecología y Obstetricia, México; 2010; 78(2): 121 – 127

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