Estrés

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Estrés

Estrés
(nombre de síntoma)

Clasi cación y recursos externos

CIE-10 Z73.3

CIE-9 308.9

CIAP-2 P02

Aviso médico

El estrés (del inglés stress, ‘tensión’) es una reacción siológica del organismo en el que entran en juego

diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de

demanda incrementada.

Síntoma provocado por alguna situación en problema, los síntomas son algunos notables como el

nerviosismo (Temblar) o estar inquieto. Otros no son tan notables como la aceleración del corazón, las
pupilas dilatadas, la sudoración, la piel se torna rubosa y se erizan los vellos de la piel (Como brazos o

piernas).

El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, a pesar de lo cual hoy en día se

confunde con unapatología. Esta confusión se debe a que este mecanismo de defensa puede acabar, bajo

determinadas circunstancias frecuentes en ciertos modos de vida, desencadenando problemas graves de

salud.

Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el

organismo humano y provoca la aparición de enfermedades y anomalías patológicas que impiden el normal
desarrollo y funcionamiento del cuerpo humano. Algunos ejemplos son los olvidos (incipientes problemas de

memoria),1 alteraciones en el ánimo,2 nerviosismo y falta de concentración, en las mujeres puede producir

cambios hormonales importantes como dolores en abdominales inferiores, entre otros síntomas.
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El estrés crónico está relacionado con los trastornos de ansiedad,3 que es una reacción normal frente a

diversas situaciones de la vida, pero cuando se presenta en forma excesiva o crónica constituye una

enfermedad4 que puede alterar la vida de las personas, siendo aconsejable en este caso consultar a un

especialista.

Índice
[ocultar]

• 1 Historia

• 2 Fisiopatología

• 3 Factores desencadenantes

• 4 Cuadro clínico

o 4.1 Estados de adaptación

o 4.2 Estrés postraumático

o 4.3 Estrés en el magisterio

• 5 El estrés en la empresa

• 6 Tratamiento

o 6.1 La resistencia al estrés

• 7 Véase también

• 8 Referencias

• 9 Enlaces externos

Historia[editar]
En los años 30 Hans Selye -hijo del cirujano austriaco Hugo Selye-, entonces estudiante de medicina en la

Universidad de Praga, observó que todos los enfermos a quienes estudiaba, independientemente de la

enfermedad que padecieran, presentaban síntomas comunes: cansancio, pérdida del apetito, bajada de peso

y astenia, entre otras. Por ello, Seyle llamó a este conjunto de síntomas el síndrome de estar enfermo.

En 1950 publicó la que sería su investigación más famosa: Estrés. Un estudio sobre la ansiedad. El término

estrés proviene de la física y hace referencia a la presión que ejerce un cuerpo sobre otro, siendo aquel que

más presión recibe el que puede destrozarse- y fue adoptado por la psicología, pasando a denominar el

conjunto de síntomas psico siológicos antes mencionado, y que también se conocen como síndrome general

de adaptación. Los estudios de Seyle con posterioridad llevaron a plantear que el estrés es la respuesta

inespecí ca a cualquier demanda a la que sea sometido, es decir que el estrés puede presentarse cuando se

da un beso apasionado.
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Selye, que fue siólogo, se convirtió en el director del Instituto de Medicina y Cirugía Experimental en

la Universidad de Montreal.

Fisiopatología[editar]
El efecto que tiene la respuesta estrés en el organismo es profundo:

• Predominio del sistema nervioso simpático (vasoconstricción

periférica, midriasis, taquicardia, taquipnea, ralentización de la motilidad intestinal, etc.)

• Liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), de cortisol y encefalina.

• Aumento en sangre de la cantidad circulante de glucosa, factores de coagulación, aminoácidos libres y

factores inmunitarios.

Todos estos mecanismos los desarrolla el cuerpo para aumentar las probabilidades de supervivencia frente a

una amenaza a corto plazo, no para que se los mantenga inde nidamente, tal como sucede en algunos

casos.

A medio plazo, este estado de alerta sostenido desgasta las reservas del organismo y puede producir

diversas patologías (trombosis, ansiedad, depresión,inmunode ciencia, dolores musculares, insomnio,

trastornos de atención, diabetes, etc.)

El estrés provoca inmunodepresión. La liberación de hormonas de estrés inhiben la maduración de

los linfocitos, encargados de la inmunidad especí ca.5

Las consecuencias, por ende, terminan siendo siológicas, psicológicas y conductuales. Estas generan

daños en el cuerpo que afectan la calidad de vida de las personas. A continuación se presenta una lista de

los estragos más comunes causados por el estrés:

• Obesidad y sobrepeso

• Pérdida del cabello

• Depresión

• Reducción del deseo sexual

• Menstruación irregular

• Acné

• Úlceras

• Insomnio

• Disminución de fertilidad

• Enfermedades cardíacas
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El origen del estrés se encuentra en el cerebro, que es el responsable de reconocer y responder de distintas

formas a los estresores. Cada vez son más numerosos los estudios que corroboran el papel que juega el

estrés en el aprendizaje, la memoria y la toma de decisiones. Un estudio de la Universidad de California

demostró que un estrés fuerte durante un corto período de tiempo, por ejemplo, la espera previa a la cirugía

de un ser querido, es su ciente para destruir varias de las conexiones entre neuronas en zonas especí cas

del cerebro. Esto es, un estrés agudo puede cambiar la anatomía cerebral en pocas horas. El estrés crónico,

por su parte, tuvo en experimentos con ratas el efecto de disminuir el tamaño de la zona cerebral

responsable de la memoria.6

Factores desencadenantes[editar]
Los llamados estresores o factores estresantes son las situaciones desencadenantes del estrés y pueden

ser cualquier estímulo, externo o interno (tanto físico, químico, acústico o somático como sociocultural) que,

de manera directa o indirecta, propicie la desestabilización en el equilibrio dinámico del organismo

(homeostasis).

Una parte importante del esfuerzo que se ha realizado para el estudio y comprensión del estrés, se ha

centrado en determinar y clasi car los diferentes desencadenantes de este proceso. La revisión de los

principales tipos de estresores que se han utilizado para estudiar el estrés, nos proporciona una primera

aproximación al estudio de sus condiciones desencadenantes, y nos muestra la existencia de diez grandes

categorías de estresores:

1. situaciones que fuerzan a procesar información rápidamente,

2. estímulos ambientales dañinos,

3. percepciones de amenaza,

4. alteración de las funciones siológicas (enfermedades, adicciones, etc.),

5. aislamiento y con namiento,

6. bloqueos en nuestros intereses,

7. presión grupal,

8. frustración.

9. no conseguir objetivos planeados.

10. relaciones sociales complicadas o fallidas.

Sin embargo, cabe la posibilidad de realizar diferentes taxonomías sobre los desencadenantes del estrés en

función de criterios meramente descriptivos; por ejemplo, la que propusieron Lazarus y Folkman (1984), para

quienes el 'estrés psicológico es una relación particular entre el individuo y el entorno (que es evaluado por el

individuo como amenazante o desbordante de sus recursos y que pone en peligro su bienestar). Por eso se
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ha tendido a clasi carlos por el tipo de cambios que producen en las condiciones de vida. Conviene hablar,

entonces, de cuatro tipos de acontecimientos estresantes:

• Los estresores únicos: hacen referencia a cataclismos y cambios drásticos en las condiciones del

entorno de vida de las personas y que, habitualmente, afectan a un gran número de ellas.

• Los estresores múltiples: afectan sólo a una persona o a un pequeño grupo de ellas, y se corresponden

con cambios signi cativos y de transcendencia vital para las personas.

• Los estresores cotidianos: se re eren al cúmulo de molestias, imprevistos y alteraciones en las pequeñas

rutinas cotidianas.

• Los estresores biogénicos: son mecanismos físicos y químicos que disparan directamente la respuesta

de estrés sin la mediación de los procesos psicológicos.

Estos estresores pueden estar presentes de manera aguda o crónica y, también, pueden ser resultado de la

anticipación mental acerca de lo que puede ocurrir en el futuro.

Cuadro clínico[editar]
Estados de adaptación[editar]
Selye describió el síndrome general de adaptación como un proceso en tres etapas:

1. alarma de reacción: cuando el cuerpo detecta el estímulo externo;

2. adaptación: cuando el cuerpo toma contramedidas defensivas hacia el agresor;

3. agotamiento: cuando comienzan a agotarse las defensas del cuerpo.

El estrés incluye 'distrés', con consecuencias negativas para el sujeto sometido a estrés, y 'eustrés', con

consecuencias positivas para el sujeto estresado. Es decir, hablamos de eustrés cuando la respuesta del

sujeto al estrés favorece la adaptación al factor estresante. Por el contrario, si la respuesta del sujeto al estrés
no favorece o di culta la adaptación al factor estresante, hablamos de distrés. Por poner un ejemplo: cuando

un depredador nos acecha, si el resultado es que corremos estamos teniendo una respuesta de eustrés (con

el resultado positivo de que logramos huir). Si por el contrario nos quedamos inmóviles, presas del terror,

estamos teniendo una respuesta de distrés (con el resultado negativo de que somos devorados). En ambos

casos ha habido estrés. Se debe tener en cuenta además, que cuando la respuesta estrés se prolonga

demasiado tiempo y alcanza la fase de agotamiento, estaremos ante un caso de distrés.

El estrés puede contribuir, directa o indirectamente, a la aparición de trastornos generales o especí cos del

cuerpo y de la mente.

En primer lugar, esta situación hace que el cerebro se ponga en guardia. La reacción del cerebro es preparar

el cuerpo para la acción defensiva. El sistema nerviosose centra en el estímulo potencialmente lesivo y

las hormonas liberadas, activan los sentidos, aceleran el pulso y la respiración, que se torna super cial y se
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tensan los músculos. Esta respuesta (a veces denominada reacción de lucha o huida) es importante, porque

nos ayuda a defendernos contra situaciones amenazantes. La respuesta se programa biológicamente. Todo

el mundo reacciona más o menos de la misma forma, tanto si la situación se produce en la casa como en el

trabajo.

Los episodios cortos o infrecuentes de estrés representan poco riesgo. Pero cuando las situaciones

estresantes se suceden sin resolución, el cuerpo permanece en un estado constante de alerta, lo cual

aumenta la tasa de desgaste siológico que conlleva a la fatiga o el daño físico, y la capacidad del cuerpo

para recuperarse y defenderse se puede ver seriamente comprometida. Como resultado, aumenta el riesgo

de lesión o enfermedad.

Desde hace 20 años, muchos estudios han considerado la relación entre el estrés de trabajo y una variedad

de enfermedades. Alteraciones de humor y de sueño, estómago revuelto, dolor de cabeza y relaciones


alteradas con familia y amigos son síntomas de problemas relacionados con el estrés que se ven

comúnmente re ejados en estas investigaciones. Estas señales precoces del estrés de trabajo son fácilmente

reconocibles. Pero los efectos del estrés de trabajo en las enfermedades crónicas son más difíciles de

diagnosticar, ya que estas enfermedades requieren un largo período de desarrollo y se pueden ver in uidas

por muchos factores aparte del estrés. Sin embargo, gran número de evidencias sugieren que el estrés tiene

un papel preponderante en varios tipos de problemas crónicos de salud, particularmente en las

enfermedades cardiovasculares, las afecciones musculoesqueléticas y las afecciones psicológicas.

El estrés de trabajo se puede de nir como un conjunto de reacciones nocivas, tanto físicas como

emocionales, que concurren cuando las exigencias del trabajo superan las capacidades, los recursos o las

necesidades del trabajador. El estrés de trabajo puede conducir a la enfermedad psíquica y hasta física. El

concepto del estrés de trabajo muchas veces se confunde con el desafío (los retos), pero ambos conceptos

son diferentes. El desafío nos vigoriza psicológica y físicamente, y nos motiva a aprender habilidades nuevas

y llegar a dominar nuestros trabajos. Cuando nos encontramos con un desafío, nos sentimos relajados y

satisfechos. Entonces, dicen los expertos, el desafío es un ingrediente importante del trabajo sano y

productivo.

En la actualidad existe una gran variedad de datos experimentales y clínicos que ponen de mani esto que el

estrés, si su intensidad y duración sobrepasan ciertos límites, puede producir alteraciones considerables en

el cerebro. Éstas incluyen desde modi caciones más o menos leves y reversibles hasta situaciones en las

que puede haber muerte neuronal. Se sabe que el efecto perjudicial que puede producir el estrés sobre

nuestro cerebro está directamente relacionado con los niveles de hormonas (glucocorticoides,

concretamente) secretados en la respuesta siológica del organismo. Aunque la presencia de determinados

niveles de estas hormonas es de gran importancia para el adecuado funcionamiento de nuestro cerebro, el

exceso de glucocorticoides puede producir toda una serie de alteraciones en distintas estructuras cerebrales,

especialmente en el hipocampo, estructura que juega un papel crítico en muchos procesos de aprendizaje y
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memoria. Mediante distintos trabajos experimentales se ha podido establecer que la exposición continuada a

situaciones de estrés (a niveles elevados de las hormonas del estrés) puede producir tres tipos de efectos

perjudiciales en el sistema nervioso central, a saber:

1. Atro a dendrítica. Es un proceso de retracción de las prolongaciones dendríticas que se produce

en ciertas neuronas. Siempre que termine la situación de estrés, se puede producir una

recuperación de la arborización dendrítica. Por lo tanto, puede ser un proceso reversible.

2. Neurotoxicidad. Es un proceso que ocurre como consecuencia del mantenimiento sostenido de

altos niveles de estrés o GC (durante varios meses), y causa la muerte de neuronas hipocampales.

3. Exacerbación de distintas situaciones de daño neuronal. Éste es otro mecanismo importante por

el cual, si al mismo tiempo que se produce una agresión neural (apoplejía, anoxia, hipoglucemia,

etc.) coexisten altos niveles de GC, se reduce la capacidad de las neuronas para sobrevivir a dicha
situación dañina.

Estrés postraumático[editar]
Una variación del estrés es el trastorno por estrés postraumático (TEPT), un trastorno debilitante que a

menudo se presenta después de algún suceso aterrador por sus circunstancias físicas o emocionales, o un

trauma (accidente de tránsito, robo, violación, desastre natural, entre otros). Este acontecimiento provoca que

la persona que ha sobrevivido al suceso tenga pensamientos y recuerdos persistentes y aterradores de esa

experiencia. Puede ocurrir en personas que han vivido la amenaza, la han presenciado o han imaginado que

podría haberles pasado a ellas. El TEPT se puede dar en todas las edades, siendo los niños una población

muy vulnerable para este trastorno.7

Datos de estrés post-traumático:

- El trauma se convierte en post-traumático cuando no se trata. La clave para prevenirlo es teniendo

intervención clínica.

- Es necesario que las imágenes se traigan al consiente, para evitar que sea peor.

- Se considera un episodio post-traumático si se mantiene un mes (poco tiempo).

- Pesadillas, ash back, culpabilidad de sobreviviente.

- Volumen hipocampal pequeño.

- Hipersensibilidad al cortisol.

Estrés en el magisterio[editar]
Durante las últimas décadas del Siglo XX hubo un boom de investigaciones
alrededor del fenómeno del estrés docente, lo que hasta la fecha ha generado

una gran cantidad de literatura alrededor de este constructo. Desde las

investigaciones de Kyracou a mediados de los 70s, hasta las investigaciones de


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Schaufelli y Salanova de la actualidad. Alrededor de 1980 Wallace y Szilagyi

advertían en una revisión de la literatura médica y administrativa que:

• Una gran variedad de condiciones organizacionales y ambientales son

capaces de producir estrés

• Diferentes individuos responden a las mismas condiciones laborales de

maneras diferentes

• La intensidad y el grado de estrés son difíciles de predecir en los

trabajadores.

• Las consecuencias de un estrés prolongado provocan cambios

conductuales tales como aumento en el absentismo o una enfermedad


crónica.

El estrés en la empresa[editar]
En el estrés laboral se combinan las respuestas físicas y emocionales nocivas

que se producen cuando los requisitos del puesto no coinciden con las

capacidades y los recursos o las necesidades del trabajador, o bien, cuando las

demandas del trabajo sobrepasan por mucho los límites de capacidad,

conocimiento y habilidad de quienes intervienen en la empresa, desde el nivel

directivo hasta la planta trabajadora. El estrés laboral puede afectar a la salud

mental y física, ocasionando daño. Hay reacciones agudas, como el estrés

mismo y la fatiga, conductas contrarias a la conservación de la salud, como el

tabaquismo, alcoholismo, apnea y dolencias crónicas, que se pueden manifestar

de diversas formas, desde un resfriado-alergia, hasta disfunción de algún

órgano; un ejemplo son los trastornos cardiovasculares que se asocian a los

horarios ampliados e irregulares, entre otros factores.

Para poder actuar preventivamente e incluso responder efectivamente al factor

estrés, se sugiere que las empresas contraten especialistas o acudan a

instancias externas que puedan diagnosticar en tiempo y forma las corrientes

que podrían tomar las exigencias del mercado (incrementos-decrementos de la

demanda del producto o servicio, alza de precio de insumos, oferta del

producto-servicio de regiones no usuales, etc.), así como ofrecer talleres,

conferencias, cursos o seminarios de actualización a todo nivel y para todo el

personal, comenzando por quienes tienen la responsabilidad directiva.

Tratamiento[editar]
Encarar memoria sobre el trauma que origine el estrés. Para combatir el estrés

se suelen recomendar los ejercicios respiratorios de relajación. El objetivo es

ejercer un control voluntario sobre la respiración de manera que la utilicemos

como calmante cuando nos abrumen las situaciones de estrés.[cita requerida]

Otras acciones para evitar el estrés son las siguientes:

• Realizar ejercicios físicos y de recreación.

• Evitar situaciones que causen estrés.

• Plani car las actividades diarias.

• Mantener una dieta saludable.

• Tener al menos dos ataques de risas al día (permite la liberación


de endor nas).

• Mantener un clima agradable durante el almuerzo, evitando

preocupaciones.

• Tomarse un tiempo para la relajación mediante los juegos de mesas (se

comprobó que estos tipos de juegos tranquilizan la mente).

Existen terapias preparadas para combatir el estrés y la ansiedad como

la arboterapia.8 9

La resistencia al estrés[editar]
Las variables que con eren a la personalidad las características que la hacen

más resistente ante las demandas de las situaciones y que han recibido mayor

atención, son aquellas que hacen referencia a las creencias, ya que en su mayor

parte son tendencias generalizadas a percibir la realidad o a percibirse a sí

mismo de una determinada manera (Lazarus, 1991).

En general, se trata de un conjunto de creencias relacionadas, principalmente,

con la sensación de dominio y de con anza sobre la realidad del entorno, que

van desarrollándose a lo largo de la vida, y que están muy relacionadas entre sí.

El núcleo de creencia de una persona incidirá sobre el proceso de estrés,

modulando los procesos de valoración sobre las condiciones estresantes.

Entre dichas características se incluyen:

• el sentimiento de autoe cacia (Bandura, 1977, 1997)

• el locus de control (Rotter, 1966)


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• la fortaleza (Maddi y Kobasa, 1984)

• el optimismo (Scheir y Carver, 1987)

• el sentido de coherencia (Antonovsky, 1987

strés y ansiedad
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El estrés puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno
frustrado, furioso o ansioso.

La ansiedad es un sentimiento de miedo, desasosiego y preocupación. La fuente de estos


síntomas no siempre se conoce.

Consideraciones
El estrés es una sensación normal que, en bajas dosis, puede ayudarlo a uno a hacer las
cosas. El estrés no afecta a todo mundo de la misma manera.

Muchas personas sienten síntomas de estrés en el cuerpo. Usted puede experimentar


dolor abdominal, dolores de cabeza y dolor o tensión muscular.

Cuando usted está muy estresado, puede notar:

• Una frecuencia cardíaca más rápida


• Latidos cardíacos saltones
• Respiración rápida
• Sudoración
• Temblores
• Mareo
Otros síntomas abarcan:

• Heces sueltas
• Necesidad frecuente de orinar
• Boca seca
• Problemas para deglutir
Usted puede tener di cultad para concentrarse, sentirse cansado la mayoría de las veces o
perder los estribos con mayor frecuencia. El estrés también puede causar problemas
sexuales e igualmente puede ocasionar problemas para conciliar el sueño o quedarse
dormido y pesadillas.
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Causas
Muchas personas tienen estrés cuando necesitan adaptarse o cambiar.

Los ejemplos son:

• Empezar en un nuevo trabajo o colegio


• Mudarse a una nueva casa
• Casarse
• Tener un hijo
• Romper con alguien
Una lesión o enfermedad suya, de un amigo o de un ser amado es una causa común de
estrés. Los sentimientos de estrés y ansiedad son comunes en personas que se sienten
deprimidas y tristes.

Algunos fármacos pueden causar o empeorar los síntomas del estrés.

Estos pueden abarcar:

• Algunos medicamentos para inhaladores usados para tratar el asma


• Fármaco para la tiroides
• Algunas pastillas para adelgazar
• Algunos remedios para el resfriado
La cafeína, la cocaína, el alcohol y los productos del tabaco también pueden causar o
empeorar los síntomas de estrés o ansiedad.

Cuando estos sentimientos suceden con frecuencia, una persona puede tener un trastorno
de ansiedad. Otros problemas que pueden incluir estrés son:

• Trastorno obsesivo-compulsivo
• Trastorno de pánico
• Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
Cuidados en el hogar
Lo que alivia el estrés no es igual para todos. Hacer ciertos cambios en el estilo de vida es
el mejor comienzo.

Empiece por consumir una alimentación saludable y bien balanceada, al igual que dormir
bien y hacer ejercicio. También reduzca la cafeína y la ingesta de alcohol y no use
nicotina, cocaína ni otras drogas psicoactivas.
Encontrar maneras saludables y divertidas de hacerle frente al estrés ayuda a la mayoría
de las personas. Usted puede aprender y practicar formas de ayudarlo a relajarse.
Averigüe acerca del yoga, el tai chi o la meditación.

Tome descansos en el trabajo. No olvide equilibrar las actividades divertidas con su


trabajo y sus deberes familiares. Programe un poco de tiempo libre todos los días. Pase
tiempo con personas con las que usted disfruta, entre ellas, su familia.

Pruebe aprender a hacer trabajos manuales, tocar un instrumento o escuchar música.

Piense acerca de lo que podría estarle causando estrés. Mantenga un diario de lo que está
sucediendo cuando usted tiene estas sensaciones.

Luego, busque a alguien de con anza que lo escuche. Con frecuencia, simplemente hablar
con un amigo o un ser querido es todo lo que usted necesita para sentirse mejor. La
mayoría de las áreas también tienen grupos de apoyo y líneas de ayuda que pueden servir.

Pregúntele al médico si cualquier fármaco o medicamentos que usted esté tomando


pueden causar ansiedad.

Cuándo contactar a un profesional médico


Llame a una línea de ayuda en caso de suicidio si usted tiene intenciones de quitarse la
vida.

Las razones por las cuales usted posiblemente necesite buscar más ayuda son:

• Tiene sensaciones de pánico, como vértigo, respiración rápida o


latidos cardíacos acelerados.
• Es incapaz de trabajar o desempeñarse en la casa o en su trabajo.
• Tiene miedos que no puede controlar.
• Está teniendo recuerdos de un evento traumático.
No deje de tomar ningún medicamento recetado sin hablar con su médico.

Lo que se puede esperar en el consultorio médico


El médico necesitará saber qué medicamentos está tomando usted y si consume alcohol o
drogas. Le harán un examen físico y quizá algunas pruebas de sangre.

El médico puede remitirle a un profesional en salud mental. Usted puede hablar sobre a
sus sentimientos, lo que parece empeorar o aliviar su estrés y por qué razón piensa usted
que está teniendo este problema.

Algunas veces, los medicamentos pueden ayudar a tratar los síntomas.

Nombres alternativos
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Ansiedad; Estrés; Tensión; Recelo; Sentirse nervioso; Nerviosismo

Referencias
Larzelere MM, Jones GN. Stress and health. Prim Care. 2008;35:839-856.

Ahmed SM, Lemkau JP, Hershberger PJ. Psychosocial in uences on health. In: Rakel RE,
ed. Textbook of Family Medicine. 8th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 3.

Sientes demasiada tensión emocional y que se te exige demasiado? ¿No duermes bien
preocupado por los exámenes y las tareas escolares? ¿Comes de prisa porque estás demasiado
ocupado? No estás solo. Todos - adultos, adolescentes y hasta los niños - pasan por momentos
de estrés. Sin embargo, hay formas de reducirlo y hacer frente a lo que es inevitable.

¿Qué es el estrés?
El estrés es una sensación que creamos al reaccionar a ciertos eventos. Es la manera en la que
el cuerpo se enfrenta a un reto y se prepara para actuar ante una situación difícil con enfoque,
fortaleza, vigor y agudeza mental.

Los eventos que provocan el estrés cubren una variedad de situaciones - desde verse en peligro
físico hasta hacer una presentación en clase o tomar un semestre con la asignatura más difícil.

El cuerpo humano responde a estas situaciones activando el sistema nervioso y ciertas


hormonas. El hipotálamo envía señales a lasglándulas adrenales para que produzcan más
adrenalina y cortisol y envíen estas hormonas al torrente circulatorio. Estas hormonas aumentan
la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la presión arterial y el metabolismo. Los vasos
sanguíneos se ensanchan para permitir una mayor circulación sanguínea hacia los músculos,
poniéndolos en alerta. Las pupilas se dilatan para mejorar la visión. El hígado libera parte de la
glucosa almacenada para aumentar la energía del cuerpo. Y el cuerpo produce sudor para
refrescarse. Todos estos cambios físicos preparan a la persona para reaccionar rápidamente y
eficazmente cuando siente tensión emocional.
Esta reacción se conoce como respuesta al estrés. Cuando funciona como es debido, esta
reacción es la mejor forma para que la persona funcione bajo presión. Pero la respuesta al estrés
también puede causar problemas cuando es extrema.

El estrés bueno y el malo


La respuesta al estrés (respuesta de combate o fuga) es crítica en situaciones de emergencia,
como cuando un conductor tiene que frenar el auto repentinamente para evitar un accidente.
También se activa en una forma más sencilla cuando la persona está tensa, aunque no corra
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peligro - como cuando tu batazo puede ganar el juego; cuando te preparas para una fiesta o
cuando estás haciendo un examen final. Un poco de estrés de este tipo puede ayudarte a
mantenerte atento, listo para hacerle frente a cualquier reto. Y el sistema nervioso vuelve a su
normalidad, listo para responder de nuevo cuando sea necesario.

Pero el estrés no es siempre una reacción a cosas inmediatas o momentáneas. Eventos


progresivos o a largo plazo, como un divorcio o el traslado a un nuevo vecindario o escuela,
también pueden causar estrés. Las situaciones a largo plazo pueden producir un estrés de poca
intensidad, pero perdurable, ocasionando dificultades a la persona. El sistema nervioso siente
una tensión continua y se mantiene relativamente activo a fin de continuar liberando hormonas
adicionales durante un período de tiempo prolongado. Esto puede agotar las reservas del cuerpo,
haciendo que la persona se sienta agotada o abrumada, debilitando el sistema inmunológico del
cuerpo y ocasionando otros problemas.

¿Qué causa una sobrecarga de estrés?


Aunque una suficiente cantidad de estrés puede ser buena, una sobrecarga es algo aparte -
nadie se beneficia por demasiado estrés. Por ejemplo, tener un poco de estrés porque tienes un
examen puede motivarte a estudiar más. Pero cuando el examen te causa mucho estrés, te
concentras menos en la materia que necesitas aprender.

Las presiones que son extremadamente intensas, que perduran por mucho tiempo, o los
problemas que hay que afrontar sin ayuda, pueden ocasionar una sobrecarga de estrés. A
continuación mencionamos varias situaciones que pueden ser agobiantes si continúan por largo
tiempo:

• ser víctima de intimidación o estar expuesto a violencia o lesions físicas

• relaciones tensas, conflictos familiares, la tristeza ocasionada por un corazón quebrantado, o


el fallecimiento de un ser querido

• problemas contínuos en la escuela ocasionados por un problema de aprendizaje o cualquier


otro problema como (ADHD) - trastorno de falta de atención por hiperactividad, el cual deja
de causar estrés una vez que se reconoce y se trata con el apoyo adecuado.

• estar siempre apurado, no tener tiempo para descansar y relajarse, y estar siempre en
movimiento
Algunas veces el estrés es extremo y necesita atención especial. El trastorno de estrés post-
traumático es una reacción muy fuerte que puede producirse en personas que han pasado por
una situación extremadamente traumática, como un accidente automovilístico grave, un
desastre natural como un terremoto, o una agresión como la violación sexual.

Algunas personas tienen problemas de ansiedad que causan reacciones extremas de estrés,
convirtiendo pequeñas dificultades en crisis mayores. Si una persona se siente tensa, enojada o
preocupada o tensa con frecuencia, es posible que sufra de ansiedad. Los problemas de ansiedad
generalmente necesitan atención, y muchas personas buscan la ayuda de un consejero
profesional para superarlos.

Señales de sobrecarga de estrés


Las personas que están pasando por una sobrecarga de estrés muestran algunos de los
siguientes síntomas:

• ansiedad o ataques de pánico


• constante presión, confusion y apresuramiento
• irritabilidad y melancolía
• síntomas físicos: problemas estomacales, dolores de cabeza y dolores de pecho
• reacciones alérgicas: eczema y asma
• problemas del sueño
• beber en exceso, comer en exceso, fumar o usar drogas
• tristeza o depresión

Todas las personas sienten el estrés de una manera diferente. Algunas personas se enfadan,
comportándose de manera poco apropiada y desquitándose con los demás. Otras personas lo
esconden y comienzan a padecer de problemas alimentarios o abuso de sustancias ilegales. Las
personas que padecen de una enfermedad crónica también notan que los síntomas de su
enfermedad se acrecentan cuando tienen una sobrecarga de estrés.

Mantén el estrés bajo control


¿Qué puedes hacer para manejar la sobrecarga de estrés, o mejor aún, eliminarla? El mejor
método para hacerle frente al estrés es aprender a manejar el estrés que acompaña cualquier
reto; ya sea bueno o malo. El arte de manejar el estrés se va perfeccionando si se usa con
regularidad, no solamente cuando se está bajo presión. Saber cómo eliminar el estrés y hacerlo
durante situaciones calmadas puede ayudarte a pasar por circumstancias difíciles que puedan
surgir. A continuación mencionamos varias sugerencias que ayudan a controlar el estrés:
• No te sobrecargues con actividades. Si te sientes tenso, piensa en eliminar una o dos
actividades, optando por mantener las más importantes.
• Se realista. No trates de ser perfecto - nadie lo es. Esperar perfección de los demás
aumenta el nivel de tu estrés (sin mencionar la presión que ejerce sobre los demás). Si
necesitas ayuda con algo, como el trabajo escolar, pídela.
• Duerme bien. Cuando se duerme la cantidad de horas necesarias, el cuerpo y la mente se
mantienen en buen estado, pudiendo manejar cualquier situación negativa que cause estrés.
Debido a que el "reloj del sueño" biológico cambia durante la adolescencia, muchos
adolescentes prefieren acostarse más tarde en la noche y dormir más tarde en la mañana.
Pero si te acuestas tarde y tienes que levantarte temprano para ir a la escuela, no dormirás
la cantidad de horas necesarias.
• Aprende a relajarte. El antídoto natural del cuerpo para el estrés se llama respuesta de
relajamiento. Es lo opuesto al estrés y crea una sensación de calma y bienestar. Los
beneficios químicos de la respuesta de relajamiento pueden activarse simplemente
relajándote. Puedes provocar la respuesta de relajamiento si aprendes unos simples
ejercicios de respiración y los usas cuando estés en una situación que te cause estrés. (Haz
"click" en el botón para aprender sobre una). Asegúrate de mantenerte relajado y de tomar
tiempo para disfrutar de actividades que te calmen y sean placenteras: leer un buen libro,
tomar tiempo para disfrutar de tu pasatiempo favorito, jugar con tu animalito preferido, o
darte un baño relajante.
• Cuida tu cuerpo. Los expertos están de acuerdo en que ejercitarse con regularidad ayuda a
las personas a manejar el estrés. (El ejercicio excesivo o compulsivo puede contribuír al
estrés, por lo tanto, debe hacerse con moderación) Aliméntate bien para que tu cuerpo
funcione de la mejor forma posible. Cuando sientes estrés, es fácil comer apresuradamente
y comer comidas rápidas o que no son nutritivas. Cuando tienes estrés, tu cuerpo necesita
más vitaminas y minerales que nunca. Algunas personas usan drogas para escapar de la
tensión emocional. Aunque parezca que el alcohol y las drogas alivian la tensión emocional
momentáneamente, la realidad es que depender de ellos causa más estrés porque afecta la
habilidad natural del cuerpo para recuperarse.
• Cuida tus pensamientos. Tus perspectivas, actitud y pensamientos influyen mucho en la
manera en que percibes las situaciones. ¿Está tu copa medio llena o medio vacía? Una buena
dosis de optimismo te ayudará a salir adelante en situaciones difíciles. Aunque no tengas
práctica o seas algo pesimista, todos podemos aprender a pensar con más optimismo y
disfrutar de los beneficios.
• Resuelve los problemas sencillos. Aprender a resolver los problemas cotidianos te hace
sentir en control. Evitarlos puede hacerte sentir que tienes poco control de la situación,
causándote todavía más estrés. Aprende a evaluar la situación con calma, a pensar en las
opciones que tienes, y a tomar los pasos necesarios para resolver el problema. Cuando te
sientes capaz de resolver problemas pequeños, tendrás la confianza necesaria para resolver
problemas más complejos - lo cual te ayudará en situaciones que te causen mucho estrés.
Aumenta tu resistencia
¿Has notado que ciertas personas parecen adaptarse a las circunstancias difíciles sin alterarse?
Se mantienen serenos bajo presión y pueden resolver los problemas según van surgiendo. Los
investigadores han identificado las cualidades que hacen que ciertas personas posean una
resistencia natural aun cuando se enfrentan a circunstancias que producen mucho estrés. Si
deseas aumentar tu resistencia, trata de adquirir estas actitudes y comportamientos:

• Piensa en los cambios como retos normales en tu vida.


• Reconoce las demoras y las derrotas como un problema momentáneo que puedes resolver.
• Piensa que tendrás éxito si continúas avanzando hacia tu meta.
• Resuelve los problemas cuando surjan
• Establece relaciones firmes y cumple con tus compromisos con tu familia y amistades.
• Consigue un buen sistema de apoyo y pide ayuda.
• Participa en actividades para relajarte y divertirte con regularidad

Aprende a pensar que los retos son oportunidades y las situaciones difíciles no son desastres,
sino problemas momentáneos. Resuelve los problemas y pide ayuda y consejos de otras
personas, en vez de quejarte y permitir que se te acumule el estrés. Fija tus propias metas y
mantente al tanto de tu progreso. Toma tiempo para relajarte. Sé optimista. Cree en ti mismo.
Respira. Permite que un poquito de estrés te motive a tomar una acción positiva que te ayude a
alcanzar tus metas.

Probablemente, todos hemos sentido estrés. A veces es por un momento breve y debido a alguna
situación, como estar en un tráfico pesado. Otras veces, es más persistente y complejo como cuando tenemos
problemas con nuestras relaciones, algún miembro de la familia está enfermo o debido a la muerte del
cónyuge. A veces el estrés nos puede motivar a lograr ciertas tareas.
Estrés Peligroso
El estrés es peligroso cuando interfiere con su habilidad de vivir una vida normal por un período extenso de
tiempo. Usted puede sentirse "fuera de control" y no tener idea de lo que debe hacer, aún si la causa es
relativamente insignificante.Esto a su vez puede causarle que usted esté continuamente fatigado, no se
pueda concentrar o esté irritable en situaciones normalmente tranquilas. El estrés prolongado puede aumentar
cualquier problema emocional que haya surgido de eventos traumáticos en su pasado, e incrementar
pensamientos suicidas.
Reacciones Naturales
El estrés también puede afectar su salud física debido a los mecanismos internos de respuesta que tiene
el cuerpo humano.Usted puede sudar con tan solo pensar en una fecha importante, o sentir que su corazón
se acelera mientras mira una película de miedo. Estas reacciones son causadas por hormonas que los
científicos creen ayudaron a nuestros antepasados a lidiar con las amenazas e incertidumbres del mundo en
que vivían.
Si la causa de su estrés es temporal, los efectos físicos usualmente son de corta duración. En un estudio, la
presión de tomar exámenes aumentó el grado de acné entre estudiantes de universidad, independientemente
de cómo se alimentaron o durmieron. La condición disminuyó después que pasaron los exámenes. El dolor
abdominal y la irregularidad también han sido relacionados con el estrés situacional.
Mientras más tiempo su mente se sienta estresada, más tiempo su sistema de reacciones físicas se
mantendrá activado.Esto puede llevarle a mayores problemas de salud.
Desgaste Físico
El dicho que el estrés envejece a una persona más rápido que lo normal fue recientemente verificado en un
estudio de mujeres que habían pasado muchos años cuidando niños incapacitados o muy enfermos. Debido a
que sus cuerpos no fueron capaces de regenerar completamente las células sanguíneas, se encontró que
estas mujeres eran físicamente diez años mayores que su edad cronológica.
Reacciones al estrés a largo plazo pueden alterar el sistema inmunológico del cuerpo en formas que están
asociadas con otras condiciones de envejecimiento como son la fragilidad, descenso en funcionalidad,
enfermedad coronaria, osteoporosis, artritis inflamatoria, diabetes tipo 2, y algunos tipos de cáncer.
Las investigaciones también sugieren que el estrés imposibilita la capacidad del cerebro de bloquear ciertas
toxinas y otras moléculas más grandes, potencialmente dañinas. Esta condición también es común en
pacientes que sufren la enfermedad de Alzheimer.
Puntos de Presión
Aunque el estrés emocional que surge sorpresivamente, ha sido relacionado con la disfunción severa del
corazón en personas normalmente saludables, los científicos no están seguros si el estrés crónico por si solo
causa enfermedad del corazón. Lo que si está claro es que el estrés excesivo puede empeorar factores de
riesgo existentes como la hipertensión y altos niveles de colesterol. Los estudios también demuestran
que las personas que reaccionan con coraje o que exhiben hostilidad frecuente--una conducta común en los
que están bajo estrés--tienen un riesgo mayor de padecer una enfermedad del corazón.
Sentimientos de desesperación que acompañan al estrés pueden fácilmente tornarse en depresión crónica,
una condición que le lleva a descuidar una dieta balanceada y hábitos de actividades. Esto a su vez, le puede
aumentar el riesgo de llegar a tener un ataque al corazón, obesidad y disfunción renal.
El estrés también puede complicar su habilidad de recuperación en caso de una enfermedad seria. Un estudio
sueco encontró que las mujeres que han sufrido ataques al corazón tienden a tener menos oportunidades de
recuperación si también se encuentran experimentando estrés matrimonial como la infidelidad, el abuso de
alcohol, o la enfermedad física o psiquiátrica de la pareja. De otra parte, el adiestramiento en el manejo del
estrés es un método probado para ayudar a una recuperación rápida luego de un ataque al corazón.
Qué puede hacer
Aprender a lidiar con el estrés efectivamente es un esfuerzo que vale la pena, aún si usted ya se considera
capaz de manejar cualquier situación que la vida le presente.
Muchos de los estresantes más comunes a largo plazo (enfermedad en la familia, recuperación de heridas,
presiones de trabajo) surgen muchas veces de forma concurrente y sin previo aviso.
El manejo del estrés es particularmente valioso si su familia tiene historia de hipertensión y otras formas de la
enfermedad del corazón.
• Identifique la causa. Usted puede encontrar que su estrés surge de algo que es fácil de corregir. Un
psicólogo puede ayudarle a definir y analizar estos estresantes y a desarrollar un plan de acción para
lidiar con ellos.
• Vigile sus estados de ánimo. Si usted se siente estresado durante el día, escriba qué lo causó, junto
con sus pensamientos y estado de ánimo. Nuevamente, usted puede encontrar que la causa es menos
seria de lo que pensó en primera instancia.
• Haga tiempo para usted al menos dos o tres veces a la semana. Aún diez minutos al día de "tiempo
personal" le puede ayudar a refrescar su visión mental y reducir o detener los sistemas de respuesta al
estrés que tiene su cuerpo. Apague el teléfono, pase tiempo solo/a en su habitación, haga ejercicios, o
medite con su música favorita.
• Aléjese por un momento de la situación cuando siente coraje. Antes de reaccionar, tome tiempo
mentalmente para calmarse, contando hasta diez. Entonces observe la situación nuevamente. El caminar
u otras actividades físicas le ayudarán a liberar presión.
• Analice su horario. Estudie sus prioridades y delegue las tareas que pueda. Por ejemplo, ordene comida
fuera después de un día fuerte, comparta responsabilidades en el hogar. Elimine tareas que debería
hacer pero no son indispensables.
• Establezca estándares razonables para usted y los demás. No espere perfección

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