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SEMINARIO N°1
DOCENTE:
ALUMNOS:
CURSO:
Trujillo – Perú
2024
INTRODUCCIÓN
La conducta suicida y la depresión son dos problemas de salud mental graves que a menudo
se presentan juntos. La conducta suicida puede incluir intentos de suicidio, pensamientos
suicidas y comportamientos que podrían resultar en la muerte sin tener la intención de morir.
La depresión es una enfermedad mental común que causa una variedad de síntomas
emocionales y físicos. Puede hacer que una persona se sienta triste, tenga un estado de ánimo
deprimido, pierda interés en las actividades que alguna vez disfrutó, tenga cambios en el
apetito o el sueño, y tenga dificultad para concentrarse o tomar decisiones. En los casos
graves, la depresión puede conducir a pensamientos o intentos de suicidio.
Los pacientes con conducta suicida y depresión a menudo experimentan una combinación de
síntomas de ambas afecciones. Pueden sentirse desesperanzados e impotentes, y pueden tener
pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. También pueden participar en
comportamientos de riesgo, como el abuso de sustancias o las autolesiones.
I. Definición
El suicidio es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el
acto deliberado de quitarse la vida, su prevalencia y los métodos utilizados varían
de acuerdo a los diferentes países. Desde el punto de vista de la salud mental, los
y las adolescentes poseen vulnerabilidades particulares, por su etapa del
desarrollo.
II. Clasificación
La clasificación de los fenómenos suicidas es muy extensa, por lo que en el
siguiente apartado vamos a recoger algunas de las formas que más puedan
ayudarnos a comprender el siempre complejo fenómeno suicida.
III. Etiología
La etiología del suicidio y la depresión es compleja y multifactorial, e involucra
una combinación de factores biológicos, psicológicos, sociales y ambientales.
Factores biológicos:
Factores psicológicos:
Factores sociales:
Factores ambientales:
V. Signos y síntomas
1. Grupos de signos y síntomas relacionados con la depresión:
● Tristeza patológica: Se diferencia de la tristeza, que puede ser un estado de
ánimo normal como la alegría, cuando alcanza un nivel tal que interfiere
negativamente en la vida cotidiana, tanto en lo social como en lo familiar y lo
sexual. Aparece sin motivos o tras un acontecimiento significativo. Es una
sensación muy profunda, arrasadora. Tanto. que el paciente se siente "en baja",
tal como si hubiera perdido el sabor, el placer de vivir. Se considera incapaz de
brindar amor o afecto, lo cual aumenta sus sentimientos de culpa.
● Desgano y anhedonia: el sujeto se torna apático, no tiene ganas de nada (ni
siquiera de vivir) y nada le procura placer.
● Ansiedad: es la acompañante habitual del deprimido, que experimenta una
extraña desazón, como un trasfondo constante. Cuando la ansiedad prima en el
cuadro clínico, estamos frente a una depresión ansiosa. Por lo contrario, cuando
predomina la inhibición, se trata de una depresión inhibida; quienes la padecen
son personas malhumoradas, irritables, agresivas.
● Insomnio: al paciente le cuesta conciliar el sueño y, además, se despierta
temprano y de mal humor.
● En algunos casos, que constituyen minoría, puede presentarse la hipersomnia
(exceso de horas de sueño).
● Alteraciones del pensamiento: imagina tener enfermedades de todo tipo; surgen
ideas derrotistas, fuertes sentimientos de culpa, obsesiones. El pensamiento
sigue un curso lento y monocorde, la memoria se debilita y la distracción se
torna frecuente.
● Alteraciones somáticas: por lo común surgen dolores crónicos o erráticos así
como constipación y sudoración nocturna. Se experimenta una persistente
sensación de fatiga o cansancio.
● Alteraciones del comportamiento: el paciente tiene la sensación de vivir
arrinconado, rumiando sus sinsabores. Puede estar quieto, de manos cruzadas, o
explotar en violentas crisis de angustia o en ataques de llanto por motivos
insignificantes. Le resulta difícil tomar decisiones y disminuye su rendimiento en
el trabajo. Modificaciones del apetito y del peso: la mayoría de los pacientes
pierde el apetito y. en consecuencia, provoca la disminución de peso,
● Pérdida del placer: en lo sexual, se llega a la impotencia en el hombre o a la
frigidez en la mujer, también disminuye y tiende a desaparecer el contento en el
trabajo, en el deporte y en los juegos y otras actividades que anteriormente le
eran gratificantes Culpa excesiva: siente con exceso la carga de una culpa
inexistente, lo cual puede desembocar en delirios.
● Pensamiento suicida: los pacientes presentan una preocupación exagerada por
la muerte y alimentan sentimientos autodestructivos.
● Disminución de la energía: se produce un cansancio injustificado, a veces con
variaciones durante el día, muy a menudo más acentuado por la mañana. Las
personas afectadas suelen sentirse más fatigadas por la mañana que por la tarde.
VI. Fisiopatología
Depresión
Las depresiones secundarias por lo general mejoran al eliminar la enfermedad
orgánica o al suspender la droga que las causan. Sin embargo, a menudo es
necesario tratarlas con antidepresivos. En relación con las primarias el médico
que siga las pautas descritas en este capítulo estará en capacidad de tratar la
mayor parte de ellas. Debe referir al psiquiatra los casos con sintomatología más
severa, con riesgo alto de suicidio o historia de intentos anteriores, al paciente
que sufre recaídas frecuentes y severas, y también a aquellos que no responden
al tratamiento, presentan efectos secundarios muy severos o padecen
enfermedades orgánicas que contraindican absoluta o relativamente el uso de los
antidepresivos.
1. Hospitalización
1.1 Terapia electroconvulsiva (TEC):
La mayoría de las depresiones pueden ser tratadas en el ámbito ambulatorio con
psicofármacos y psicoterapia. Sin embargo, la hospitalización es necesaria
cuando el riesgo suicida es alto, y también cuando existen relaciones
interpersonales muy hostiles o destructivas. Al interrumpirlas es más fácil
establecer una buena relación terapéutica con el paciente y aumentar la
efectividad del tratamiento.
La TEC está indicada en las depresiones psicóticas, cuando existe un riesgo alto
de suicidio y en aquellos casos que no responden de manera adecuada a los
tratamientos farmacológicos y psicológicos.Estos casos que requieren
hospitalización y TEC deben ser referidos al psiquiatra.
1.2 Psicoterapia:
El uso exclusivo de diferentes psicoterapias en el tratamiento de la depresión era
recomendado en el pasado. La tendencia actual favorece la combinación de
psicofármacos y técnicas psicológicas en la mayoría de los casos de depresión.
Sin embargo, en casos muy leves con historia de estresantes psicosociales que
explican el cuadro depresivo, y también en ciertas depresiones crónicas llamadas
caracterológicas, el tratamiento puede ser exclusivamente psicoterapéutico de
tipo dinámico, conductual, grupal y aun psicoanalítico. Estas psicoterapias deben
ser realizadas por un especialista. Las psicoterapias mejor estudiadas en el
tratamiento de la depresión son la cognoscitiva y la interpersonal. Algunos
estudios comparativos demuestran que estas terapias son tan efectivas como los
antidepresivos. Esto es especialmente cierto en las depresiones moderadas o
leves y sin síntomas psicóticos. Además parecen ejercer algún efecto en la
prevención de episodios posteriores
2. Farmacoterapia
1.1 Antidepresivos tricíclicos y tetracíclicos (ADTT).
Los antidepresivos tricíclicos y tetracíclicos, también llamados antidepresivos
cíclicos, se encuentran entre los primeros antidepresivos desarrollados. Son
efectivos, pero generalmente han sido reemplazados por antidepresivos que
causan menos efectos secundarios. Sin embargo, los antidepresivos cíclicos
pueden ser una buena opción para algunas personas. En ciertos casos, alivian la
depresión cuando otros tratamientos han fallado, su función principal es que
afectan las sustancias químicas del cerebro para aliviar los síntomas de la
depresión.
● Fluoxetina
● Sertralina
● Fluvoxamina
● Paroxetina
● Citalopram
Signos y síntomas:
Suicidio
Si el riesgo es alto o medio, debe establecerse una buena comunicación con el psiquiatra
que evalúe y trate al paciente, mediante la solicitud de una respuesta a la remisión que
informe claramente cuál es el plan de tratamiento que tendrá el paciente y qué papel
cumplirán los médicos y psicólogos del primer nivel. Si el riesgo es bajo, se iniciará el
tratamiento de forma ambulatoria para el trastorno de base del paciente hasta que el
paciente sea evaluado por el especialista y se obtenga la correspondiente
contra-remisión.
● Educación a la familia
En todas las oportunidades debe hacerse educación a la familia en la consulta
médica general. Cuando el riesgo es alto y medio, se les explicará sin temor pero
con claridad acerca del riesgo del paciente, sus posibles trastornos psiquiátricos
de base y el cuidado que deben tener con el paciente durante la remisión. Cuando
el riesgo es bajo, no se puede asegurar que el individuo no volverá a tener
conductas autoagresivas y eso debe decirse a la familia de forma explícita. Es
mejor que cuando el paciente llegue a la casa no tenga a su alcance métodos con
los pudiera tener un nuevo intento, como venenos, medicamentos, armas, etc.
Además, debe insistirse en la necesidad de que sea evaluado por un psiquiatra.
Estudios han demostrado que la relación entrre los enfermeros y los pacientes con
riesgo de suicidio y depresión es una herramienta de cuidado esencial para la
atención de estos pacientes y permite a los enfermeros profundizar en las
necesidades que tienen. En base a ello, podemos mencionar algunos de los
cuidados que han demostrado efectividad en el cuidado de estos pacientes: (i)
comunicación abierta y genuina, (ii) escucha activa, (iii) empatía, (iv) apoyo
emocional.
Sin embargo, y debido a que el paciente no es un ser aislado sino que está
estrechamente vinculado con su entorno, resulta necesario también orientar las
intervenciones de enfermería a cuidar el entorno del paciente. Para ello podemos
revisar antecedentes familiares y personales, realizar la evaluación del riesgo de
suicidio, y mantener la seguridad en los espacios donde reside el paciente, entre
otros. Estas acciones proveerán pautas para determinar los factores de riesgo y
factores protectores presentes en la cercanía del paciente con el fin de reducir los
riesgos de un posible atentado contra su vida.
Las estrategias de
afrontamiento son recursos
que posee una persona para
Prevención del suicidio
reducir las consecuencias de
● Determinar la un evento estresor
existencia y el
Estos cuidados establecen
grado de riesgo de
un clima de confianza entre
suicidio.
enfermero-paciente, una
● Enseñar al
herramienta de cuidado
paciente
esencial para la atención de
estrategias de
estos pacientes y permite a
afrontamiento
los enfermeros profundizar
Apoyo emocional en las necesidades que
tienen.
● Realizar
afirmaciones
empáticas o de
apoyo.
● Animar al paciente
a que exprese los
sentimientos de
ansiedad, ira o
tristeza.